El Espacio Posmoderno

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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS COMERCIALES

COORDINACIÓN_ARQ-DGP-IS

TEMA: RESÚMEN DE EL ESPACIO POSMODERNO: ESTRATIFICACIÓN,


ELISIÓN Y SORPRESA.

ASIGNATURA: Historia de la Arquitectura y el Urbanismo IV

ELABORADO POR:
• Annette Guadalupe Romero Rojas Arquitectura/III AÑO

DOCENTE:
• Arq. Fabiola Saravia

Chinandega, 06 de diciembre de 2023


Los posmodernos han contribuido sobre dos ideas fundamentales del espacio
moderno, frente a las cuales también reaccionaron Siglried Giedion, aquella primera
idea abordaba la noción de interpretación espacial, como podían yuxtaponerse dos
o más volúmenes, unirse zonas independientes por medio de zonas acristaladas y
deslizarse unos planos en otros para producir un movimiento fluido y continuo.

La segunda idea relacionaba la noción de espacio moderno sintetizada de la


estructura, tipo Chicago con el arquetipo Dom-ino de Le Corbusier de cuya unión
salió el espacio isotrópico al límite propio del tardomoderno. La reacción de los
posmodernos ha sido clarísima: “Definir más el lugar que el espacio abstracto e
introducir más la ambigüedad, la variedad y la sorpresa que la fácil predicción de
una planta de oficinas a lo Chicago.

El Eje Cambiado

Robert Venturi fue uno de los arquitectos que se apresuró a convertir el espacio
ambiguo en convencional, se ayudó del eje cambiado situándolo entre dos alzados
simétricos y compensados. Venturi y varios más desarrollaron el tema del óvalo
girado o elipse deformada.

Cerca de diez años después Robert Stern aplicó el eje cambiado junto con una
secuencia de espacios estratificados dispuestos perpendicularmente a la
circulación. El empleo de la estratificación, iluminación y ejes cambiados es
reminiscencia de las sorpresas espaciales de Lutyens.

Elisión y Estratificación

La colisión de formas clásicas en la casa trata de rememorar un pasado más


armonioso, simultáneamente procura ponerlo en crisis o como mínimo combinarlo
con un dinamismo moderno.

El caso más dramático de espacios en elisión es uno de los ejemplos más ambiguos
de estratificación espacial posmoderno, se trata de el Club Faculty y de la
Universidad de California en Santa Bárbara, obra conjunta de Charles Moore y
Willian Turnbull.

El soporte sobre el que se monta un collage con varios elementos tradicionales,


modernos y kitsch consta de un espacio blanco y abstracto, calado por agujeros y
cruzado por puentes con un curso espacial oblicuo enfatizado por la estructura de
la cubierta.

El concepto de espacio estratificado con pantallas estaba implícito en las ruinas


envolventes de la Asamblea de Daeca que proyectó Louis Kahn en 1962. Alvar Aalto
empleó tersas epidermis estratificadas al hacer la iglesia de Imatra.

Willian Turnbull el antiguo socio de Moore imprimió a estas ideas otro rumbo en la
“Casa-Porche” de la familia Zimmermann, el edículo o cámara espacial que rodea
la casa se construyó con una celosía de madera de secoya, mientras que los cubos
interiores son formas blancas más definidas.

La típica invención de Moore de poner al revés el edículo o de hacer que envuelva


al edificio principal sugirió a Frank Gehry la solución para su casa, incluyendo
también y, por si fuera poco, las ventanas oblicuas.

Oblicuas y Diagonales

Los diseñadores constructivistas se reintrodujeron durante los años veinte en el


mundo encarrilado de la arquitectura burguesa rusa, un diagonalismo obsesivo.
Buscaban injertar dinamismo, progreso y dialéctica en el mundo hasta hora rentable
de la arquitectura renacentista.

La planta del Palacio de La Malgrange, muestra las zonas intermedias que separan
a las formas puras ocupadas por un poché fragmentado y la rotura de la axialidad
de la circunferencia, del rectángulo y del óvalo por las entradas asimétricas que dan
accesos a los brazos de la Cruz de San Andrés.

Chaude-Nicolás Ledoux en el siglo XVIII cultivó el dinamismo en planta que más


tarde los constructivistas idolatraron no solo en esta, sino también en el alzado y la
sección.

Normalmente la oblicuidad abunda en la planta, en la sección y en el alzado como


si un movimiento sísmico a escala global hubiera segado el mundo de la
perpendicularidad. En Los Ángeles en torno a 1970 las tramas oblicuas, las
perspectivas inversas y las diagonales reverberaban a través de las casas de Frank
Gehry y de Frederick Fisher con la suficiente intensidad para producir chirriar de
dientes y del equilibrio.

“La complejidad formal y el collage simbólico son características del espacio


posmoderno.”

Inversiones Positivo/Negativo

En su libro complexity and contradictions in architecture, Robert Venturi reservó un


capítulo a tratar el tema de las contradicciones que pueden existir entre el interior y
el exterior de un edificio, discrepancias que eran particularmente notables en el
barroco tardío.

Venturi insistió en que las presiones internas y externas de un edificio suelen ser
desiguales, y en los arquitectos tradicionales, como opuestos a los modernos,
salvaban la diferencia con espacios residuales, sobrantes, poché, estratificados o
forrados.

Los posmodernos han examinado precedentes urbanísticos como la piazza S.


Ignacio de Filippo Ragizzinien, el espacio es positivo y el volumen del edificio y
funciones es negativo o excedente. Cabe la posibilidad de leer el espacio como
negativo y el volumen como positivo, entonces se produce la inversión o doble
significación que tanto interesa a los posmodernos.

El espacio positivo ha moldeado la construcción negativa, cuando lo que en realidad


se percibe es el equilibrio entre edificación y espacio. El flujo espacial del moderno
se combina pues con la centralidad del espacio tradicional y los espacios
densamente estratificados hacen igual con los ejes cambiados, las oblicuidades, las
semiformas y con las perspectivas inversas.

Semiformas y Sorpresa Estructurada

Uno de los ejemplos mejor elaborados de esta clase de espacios que se haya
edificado son los dormitorios del Colegio Kresge de Moore y Turnbull ya que la
planta serpentea a través de un bosque de secoyas, dibujando una L que uno
lugares diferentes y de alto contenido simbólico.

Un espacio moderno o tardomoderno si es isotrópico no es necesario no es


necesario más que echar un vistazo para reconocerlo. Dado que el espacio
posmoderno es transformacional, somos incapaces de llevar a cabo la inducción y
no podemos percibir los bordes porque la estatificación espacial es ambigua.

Los recursos espaciales posmodernos, las semíforas y la confusión estudiada se


lleva a límites frenéticos, mientras que los elementos liminales se utilizan
sorprendente mal en favor de la buna marcha de la empresa.

La relación del espacio posmoderno con el espacio místico y religioso se subordina


precisamente a la trasgresión y elisión de elementos, efectuadas con la finalidad de
crear una vivencia misteriosa y colmada de sorpresas.

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