Republicas Presidencialistas

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Universidad Privada San Francisco de Asís

Cátedra: Derecho Constitucional I

Carrera: Derecho

Cátedra: Derecho Constitucional I

Tema: Repúblicas Presidencialistas

Integrantes:

Noelia Soza Cardozo

Gabriela Marisel Méndez

Kevin Mauricio Sarabia Matínez

Abigail Eliette Colque Gutierrez

Daysy Arminda Cruz Oña

Ruth Noemi Soto Vedia

Fecha: 11 de agosto de 2.022

Villazón - Bolivia
Universidad Privada San Francisco de Asís
Cátedra: Derecho Constitucional I

Repúblicas

Presidencialistas
Universidad Privada San Francisco de Asís
Cátedra: Derecho Constitucional I

Antecedentes

El concepto de separación de poderes fue consagrado en la Constitución de los


Estados Unidos de América de 1787, con la creación del cargo de Presidente de
Estados Unidos y, a la vez, del Congreso de Estados Unidos, sistema donde el
presidente era el jefe del Estado, pero responsable de sus actos ante el Congreso.

El presidencialismo latinoamericano en el siglo XIX y primera parte del siglo XX,


era caracterizado como un régimen original que responde a una doble necesidad
contradictoria, como señalaba Jacques Lambert, por una parte, la necesidad de
acordar al jefe del Ejecutivo los medios de gobierno amplios que exige la situación
peculiar de países en vías de desarrollo, y, por otra parte, la necesidad de limitar
dichos poderes en países que no se resignan a la arbitrariedad y el abuso de
poderes2 y desean ser auténticos Estados de Derecho democráticos.

Ya a inicios de la segunda mitad del siglo XX, Paul Marie Gaudemet


conceptualizaba el tipo de gobierno presidencial, en una perspectiva restrictiva, la
cual era aplicable sólo al tipo de gobierno presidencial norteamericano y a algunos
presidencialismos puros latinoamericanos, cuando determinaba que dicho tipo de
gobierno era aquel que se caracteriza porque a) el presidente concentra la
integridad de las competencias ejecutivas y es, a la vez, jefe de Estado y jefe de
gobierno, b) Los jefes de los departamentos ministeriales dependen únicamente
de la autoridad presidencial, por lo cual generalmente se les denomina secretarios
y no ministros, c) El principio de la separación de poderes se encuentra
rigurosamente aplicado, d) El presidente no es políticamente responsable ante el
Congreso, pero tampoco puede disolverlo.

Esta conceptualización no tenía en consideración que, en una parte significativa


de presidencialismos latinoamericanos, ya en la primera mitad del siglo XX, el
principio de separación de poderes no era rigurosamente aplicado, ya que existían
diversas interacciones político-institucionales entre el Ejecutivo y el Parlamento, de
lo cual era ejemplo el presidencialismo peruano de la época, que no tenemos
posibilidad de analizar aquí por espacio, pero cuya perspectiva consideraremos en
la tipología de presidencialismos vigente actualmente que concretamos más
adelante; asimismo de la caracterización señalada tampoco es efectivo que el
Presidente de la República no pueda disolver el Parlamento, como lo demostraba
la Constitución de Paraguay de los años sesenta del siglo pasado.

Avanzado ya el siglo XX, quizás ya en el crepúsculo del mismo, Shugart y Carey


realizan también una caracterización genérica del presidencialismo, señalando
cuatro elementos básicos de tal tipo de gobierno, ellos son los siguientes: la
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elección popular del Ejecutivo; los períodos del Ejecutivo y del Legislativo son fijos;
la existencia de estos poderes es independiente de la voluntad política del otro; el
Ejecutivo nombra y dirige la integración del gobierno; el presidente tiene
constitucionalmente alguna intervención en el procedimiento legislativo,
primordialmente con su facultad de veto, a través de la cual se trata de asegurar
que el programa por el que fue electo, lo va a poder concretar

Dicha caracterización nuevamente falla en uno de los elementos, ya que, a la


época, existían diversos presidencialismos latinoamericanos en que el principio de
irrevocabilidad recíproca entre Ejecutivo y Parlamento se quiebra en favor del
presidente, el que puede disolver el Parlamento dadas determinadas condiciones
constitucionalmente determinadas.

En nuestra opinión, el tipo de gobierno presidencialista latinoamericano, con


independencia de sus modalidades específicas, que se considerarán más
adelante y que permitirán establecer una tipología de ellos, se caracteriza por ser
un gobierno democrático representativo con un Ejecutivo monista donde un
Presidente de la República elegido por sufragio universal directo es jefe de Estado
y de gobierno, dirigiendo las relaciones internacionales y siendo jefe superior de
las Fuerzas Armadas, además de participar como órgano colegislador en la
formación de las leyes, disponiendo de derecho de veto suspensivo parcial,
constituyéndose así en el órgano central del régimen político, donde los Ministros
de Estado son sus colaboradores directos y ejecutores de la política presidencial.
El Congreso o Parlamento, además de sus funciones de órgano colegislador,
desarrolla la función de fiscalización de los actos del gobierno, como asimismo
participa dando su acuerdo al presidente en el nombramiento de algunas altas
autoridades públicas. El Poder Judicial es un órgano independiente e imparcial
que administra justicia. Existe, asimismo, un sistema de control de
constitucionalidad de los preceptos legales y otras normas emanadas de órganos
y autoridades del Estado, bajo diversas modalidades específicas.

Este presidencialismo latinoamericano fue denominado en la primera mitad del


siglo XX por algunos autores “cesarismo representativo”, e incluso a fines de siglo
como un “presidencialismo hipertrofiado” 5 para quienes el régimen, si funcionaba
correctamente, se diferenciaba de un régimen autoritario, más bien por el hecho
de que el poder del jefe de Estado no era ilimitado ni arbitrario, que existía según
una regla constitucional preestablecida, que respetaba las otras instituciones y
garantizaba las libertades públicas, que su autoridad política provenía de una
elección popular competitiva y era limitada en el tiempo , sin perjuicio de que
disponía de amplios poderes, de los cuales sólo respondía ante el pueblo que lo
eligió, aun cuando compartía el Poder del Estado con un Parlamento con
prerrogativas limitadas, ya que el Ejecutivo tenía amplias competencias
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colegisladoras, como asimismo existía por regla general un sistema jurisdiccional
de control de constitucionalidad.

Las primeras repúblicas modernas en Latinoamérica surgen durante este periodo.


Las colonias españolas inician en el siglo XIX una serie de guerras cuyo objetivo
era desvincularse de la corona española para instaurar nuevos sistemas
republicanos. Así nacen Ecuador, Venezuela, Argentina, Colombia, México, Chile,
Uruguay, Paraguay, Perú, Panamá y Bolivia.

¿Qué es el Presidencialismo?

El presidencialismo es un sistema político. En este, el eje central de la vida política


es el presidente. Así pues, posee una serie de particularidades que lo distinguen
del parlamentarismo y del semipresidencialismo.

Cuando hablamos de presidencialismo o de cualquiera de los otros dos sistemas


políticos lo hacemos desde el punto de vista de las relaciones entre el poder
ejecutivo y legislativo. El presidencialismo se da en republicas, no en monarquías
ya que consiste en que el jefe de estado es la máxima autoridad y es elegido por
sufragio universal. La más conocida quizás sea Estados Unidos, pero también es
el sistema político imperante en los países latinoamericanos.

¿Qué es Republica?

La República es un sistema organizativo del Estado donde el ejercicio del gobierno


recae sobre una o varias personas, elegidas mediante voto popular o
parlamentario, por periodos de tiempo limitados, para representar los intereses de
los ciudadanos. La palabra proviene del latín res pública, que significa 'la cosa
pública', 'lo que es común'.

Características fundamentales

1) El Jefe de Estado (presidente) es elegido popularmente


2) Este no puede ser despedido del cargo por una votación del parlamento o
el congreso durante su período de gestión preestablecido
3) El Presidente encabeza o dirige de algún modo el gobierno que designa

Elementos del Sistema Presidencialista

Es importante señalar que la manifestación del sistema presidencial en diversos


países varía según su propia historia institucional; no obstante, se pueden
describir otros elementos que en lo general son comunes en sus diferentes
manifestaciones en el orbe:
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1) el Poder Ejecutivo es unitario y está depositado en un Presidente que es, al
mismo tiempo, jefe de Estado y jefe de gobierno;

2) ni el Presidente ni los secretarios de Estado, como regla general, pueden ser


miembros del Congreso;

3) el Presidente puede estar afiliado a un partido político diferente al de la mayoría


del Congreso;

Ventajas y Desventajas del presidencialismo

Como todo sistema, el presidencialismo posee una serie de ventajas:

 Elección popular del presidente: El presidente cuenta con la máxima


legitimidad, ya que ha sido elegido a través de las urnas.
 División de poderes: Que presidente y parlamento sean elegidos en
elecciones diferentes, y que ninguno pueda interferir sobre el otro, refuerza
la separación de poderes.
 Independencia del parlamento: No depende del partido mayoritario de
cámara legislativa.

Pero también cuenta con una serie de desventajas, las principales:

 Inestabilidad: Al contrario de lo que nos dice la teoría, en América Latina


han ocurrido numerosos golpes de Estado y situaciones de tensión política.
 Tendencia al bipartidismo: En los regímenes presidenciales hay un menor
pluralismo político, tendiendo así hacia escenarios bipartidistas.
 Doble legitimidad: Tanto el presidente como el parlamento han sido
elegidos directamente por los ciudadanos. Por tanto, en situaciones de
bloqueo, es difícil saber qué organismo presenta una mayor legitimidad.

La elección presidencial en los tipos de gobierno presidencialistas de


América Latina

Si tomamos actualmente la característica de los presidencialismos


latinoamericanos que está dada por elección directa del Presidente de la
República por la ciudadanía, que constituye una diferencia institucional básica con
el tipo de gobierno presidencial norteamericano, en el cual el Presidente de la
República surge de una elección indirecta, en que primero se eligen electores
presidenciales, luego ellos votan para elegir al Presidente, lo que posibilita la
distorsión de la voluntad popular, ya que la mayoría de la voluntad popular puede
ser del candidato no elegido por los electores presidenciales, como ocurrió en la
elección presidencial de Donald Trump.
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En América Latina, las elecciones presidenciales se desarrollan esencialmente a
través de dos procedimientos alternativos:

 la elección por mayoría relativa como está establecido en las


Constituciones de Honduras (artículo 236); de México (legislación
electoral); de Nicaragua (artículo 146); de Panamá (artículo 177); Paraguay
(artículo 230); Venezuela (artículo 228);
 o por elección por mayoría absoluta y segunda vuelta, en caso de que no
obtenga ésta en la primera elección, en las Constituciones de Brasil
(artículo 77); de Colombia (artículo 190); de Chile (art. 26); de El Salvador
(Código Electoral); de Guatemala (art.184); de Perú (art. 111), de
República Dominicana (legislación electoral) y de Uruguay (artículo 151).

Asimismo, dentro del sistema electoral mayoritario por balotaje, hay atenuaciones
del mismo, cuando se posibilita una mayoría relativa sustantiva para evitar el
balotaje o segunda votación de una elección presidencial, como ocurre entre otros
casos con Argentina. Bolivia, Costa Rica y Ecuador.

El artículo 94 de la Constitución Argentina, reformada en 1994, establece también


la doble vuelta o balotaje, pero lo atenúa razonablemente cuando en el artículo 97
establece “cuando la fórmula que resulte más votada en la primera vuelta, hubiese
obtenido más de cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente
emitidos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y Vicepresidente de
la Nación”; a su vez, el artículo 98 determina “cuando la fórmula que resultase más
votada en la primera vuelta hubiera obtenido el cuarenta por ciento por lo menos
de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiera una diferencia
mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos
válidamente emitidos sobre la fórmula que la sigue en número de votos, sus
integrantes, serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.

En nuestro país, el artículo 166 de la Constitución Política del Estado


Plurinacional, en su numeral I, determina que será proclamada a la Presidencia y
a la Vicepresidencia la candidatura que haya reunido el cincuenta por ciento más
uno de los votos válidos; o que haya obtenido un mínimo del cuarenta por ciento
de los votos válidos, con una diferencia de, al menos, diez por ciento en relación
con la segunda candidatura.

El numeral II. Del artículo prescribe que, en caso de que ninguna de las
candidaturas cumpla estas condiciones, se realizará una segunda vuelta electoral
entre las dos candidaturas más votadas, en el plazo de sesenta días computables
a partir de la votación anterior. Será proclamada a la Presidencia y a la
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Vicepresidencia del Estado la candidatura que haya obtenido la mayoría de los
votos.

En una perspectiva similar, se encuentra Costa Rica, cuya Constitución en su


artículo 97 establece que la primera mayoría relativa que alcanza más del 40% de
los votos válidamente emitidos se proclama electo; si ninguna candidatura lo
alcanza, se desarrolla una segunda votación entre los dos candidatos con las dos
más altas mayorías relativas.

La Constitución de Ecuador en su artículo 142 contempla el sistema mayoritario


uninominal a dos vueltas para la elección presidencial en su inciso 2°: “Si en la
primera votación ningún binomio hubiera logrado mayoría absoluta, se realizará
una segunda vuelta electoral dentro de los siguientes cuarenta y cinco días, y en
ella participarán los dos binomios más votados en la primera vuelta”. Sin embargo,
el inciso 3° precisa “No será necesaria la segunda votación si el binomio que
consiguió el primer lugar obtiene al menos el cuarenta por ciento de los votos
válidos y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales sobre la votación
lograda por el binomio ubicado en el segundo lugar”.
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Bibliografía

Nogueira Alcala, Humberto, La Típologia de Gobiernos presidencialistas de


América Latina y Gobiernos Semipresidenciales en
Europa, Universidad de Talca, Chile

Marín García, Alfredo,


https://economipedia.com/definiciones/presidencialis
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Carpizo, Jorge. Características Esenciales del Sistema Presidencial e Influencias


para su Instauración en América Latina. Boletín
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Camou, Antonio, Gobernabilidad, en Léxico de la Política, México, FLACSO-FCE-


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Duverger, Maurice, Instituciones políticas y derecho constitucional, Ed. Ariel,


Barcelona, 1962

Sartori, Giovanni. Ingeniería Constitucional Comparada. Una investigación de


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