Termorregulación

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Termorregulación

La mayor parte de los procesos bioquímicos en el organismo recibe influencia de los cambios de la
temperatura. Los procesos metabólicos se aceleran o ralentizan según se incrementa o baja la
temperatura corporal. La temperatura corporal central (es decir, intracraneal, intratorácica e
intraabdominal) de ordinario se mantiene en un intervalo de 36 °C a 37,5 °C1. Dentro de este rango
existen diferencias individuales. También existen variaciones diurnas. Las temperaturas centrales
internas alcanzan su punto máximo a horas avanzadas de la tarde y durante la noche, y su punto más
bajo en las primeras horas de la mañana . De hecho, la temperatura corporal central suele llegar a su
valor mínimo entre las 3:00 a. m., y la 6:00 a.m., y al más alto a una hora avanzada de la tarde, entre
las 3:00 a. m., y la 6:00 p. m. La temperatura corporal refleja la diferencia entre la producción y la
pérdida de calor, y varía con el ejercicio y los extremos de la temperatura ambiental. Por ejemplo, el
ejercicio puede aumentar hasta 10 veces la producción de calor metabólico. Por suerte, respuestas
termorreguladoras, como la diaforesis, incrementan de manera simultánea la pérdida de calor y así
evitan que la temperatura corporal se eleve hasta niveles peligrosos. Por otra parte, el
estremecimiento incrementa la producción de calor metabólico. Esta respuesta termorreguladora
puede oponerse al aumento de la pérdida de calor secundaria a las condiciones de un ambiente frío.
En tanto esté bien protegido e hidratado, el cuerpo puede ejecutar sus funciones en condiciones
ambientales que se encuentran en un intervalo de –50 °C hasta +50 °C.
La mayor parte del calor corporal se genera en los tejidos centrales más profundos (es decir,
músculos y vísceras. En un ambiente cálido, el flujo sanguíneo se incrementa y el grosor de la
cubierta exterior disminuye, lo que permite una mayor disipación de calor. En un ambiente frío, los
vasos sanguíneos que aportan el flujo sanguíneo a la piel y los tejidos subyacentes, incluidos los de
las extremidades y los músculos más superficiales del cuello y el tronco, se constriñen. Esto
incrementa el grosor de la cubierta y ayuda a reducir la pérdida de calor central del organismo. La
capa de grasa subcutánea contribuye al valor de aislamiento de la cubierta exterior porque su grosor
y su capacidad de conducción del calor tienen apenas una tercera parte de la eficiencia de otros
tejidos. El valor de referencia del centro termorregulador hipotalámico se encuentra establecido de
tal manera que la temperatura central del organismo se regula dentro del intervalo normal de 36 °C
a 37,5 °C. Cuando la temperatura corporal comienza a elevarse por encima de ese valor de
referencia, el hipotálamo envía señales a los sistemas nerviosos central y periférico para que inicien
conductas para disipar el calor. De igual forma, cuando la temperatura cae por debajo de ese valor
de referencia, las señales del hipotálamo inducen comportamientos fisiológicos que incrementan la
conservación y producción de calor. Las temperaturas centrales superiores a 41 °C o inferiores a 34
°C suelen implicar que la capacidad del cuerpo para la termorregulación está comprometida.
Mecanismos de producción de calor
El metabolismo es la fuente principal del organismo para la producción de calor o termogénesis.
Muchos factores tienen impacto sobre la tasa metabólica, entre otros:
• La tasa metabólica de cada célula.
• Cualquier factor que incremente la tasa de metabolismo basal (TMB), como la actividad
muscular.
• El metabolismo adicional generado por hormonas, como la tiroxina, la hormona del
crecimiento o la testosterona.
• Cualquier metabolismo adicional consecuencia de la estimulación celular que el sistema
nervioso simpático ejerce.
• El metabolismo adicional que deriva del incremento de la actividad química celular.
• El efecto termógeno de la digestión, absorción o almacenamiento de los alimentos.
Los neurotransmisores simpáticos, adrenalina y noradrenalina, que se liberan cuando se requiere un
aumento de la temperatura corporal, actúan en el nivel celular para desplazar el metabolismo
corporal hacia la producción de calor en vez de permitir la producción de energía. Ésta puede ser
una de las razones por las que la fiebre tiende a generar sensaciones de debilidad y fatiga. El primer
cambio muscular que se presenta con el estremecimiento es un incremento general del tono
muscular, al que sigue un temblor rítmico oscilatorio que implica un reflejo medular que controla el
tono de los músculos. El ejercicio físico incrementa la temperatura corporal. Los músculos
convierten la mayor parte de la energía en combustibles que consumen para producir calor y no
trabajo mecánico, en este sentido otro mecanismo es la piloerección
Mecanismos de pérdida de calor
La mayor parte de las pérdidas corporales de calor tiene lugar en la superficie cutánea como calor
proveniente de la sangre que se desplaza hacia la piel y desde ahí hacia el ambiente circundante.
Existen anastomosis arteriovenosas (AV) numerosas bajo la superficie cutánea que permiten que la
sangre pase de modo directo del sistema arterial al. Cuando los cortocircuitos puente se abren, el
calor corporal se disipa con libertad hacia la piel y el ambiente circundante; cuando se cierran, el
calor se retiene en el cuerpo. El flujo sanguíneo de las anastomosis AV está controlado casi de
manera exclusiva por el sistema nervioso simpático en respuesta a cambios de la temperatura
central y la ambiental.
Radiación: La radiación es la transferencia de calor por el aire o un vacío. La pérdida de calor por
radiación varía con la temperatura ambiental. La temperatura ambiental debe ser menor que la del
cuerpo para que se presente una pérdida de calor.
Conducción: La conducción es la transferencia directa de calor de una molécula a otra. La sangre
porta, o conduce, el calor desde el núcleo interno del organismo hasta la superficie cutánea. En
condiciones normales, sólo una cantidad pequeña de calor corporal se pierde por conducción hacia
una superficie más fría.
Convección: Se refiere a la transferencia del calor a través de la circulación de corrientes de aire. En
condiciones normales, una capa de aire tibio tiende a permanecer cerca de la superficie corporal. La
convección produce la remoción continua de la capa tibia y su sustitución con aire proveniente del
ambiente circundante.
Evaporación: La evaporación implica el empleo del calor corporal para convertir el agua de la piel
en vapor de agua. El agua difundida a través de la piel independientemente a la diaforesis se
denomina transpiración insensible. Las pérdidas por transpiración insensible alcanzan su máximo en
un ambiente seco. La sudoración ocurre a través de las glándulas sudoríparas y está bajo el control
del sistema nervioso simpático.
Fiebre
La fiebre, o pirexia, describe la elevación de la temperatura corporal que se debe a un
desplazamiento del punto de referencia térmico del centro termorregulador del hipotálamo hacia
valores superiores.
Mecanismos
Muchas proteínas, productos de degradación de proteínas y ciertas sustancias distintas liberadas de
las membranas celulares de las bacterias pueden ocasionar un cambio en el valor de referencia
térmico y elevarlo. La fiebre se resuelve cuando la alteración que generó el incremento del valor de
referencia se elimina. Las fiebres que son reguladas por el hipotálamo no suelen ser superiores a 41
°C, lo que sugiere la existencia de un mecanismo de seguridad termostático. Las temperaturas que
superan ese nivel suelen ser resultado de una actividad sobrepuesta, como convulsiones, estados
hipertérmicos o disfunción directa del centro de control de la temperatura.
Los pirógenos son sustancias exógenas o endógenas que causan fiebre. Los pirógenos exógenos
provienen del exterior del organismo e incluyen sustancias como productos bacterianos, toxinas
bacterianas o microorganismos completos. Los pirógenos exógenos inducen a las células del
hospedero a producir mediadores generadores de fiebre, que se conocen como pirógenos
endógenos. Cuando las bacterias o los productos de su degradación se encuentran en la sangre o los
tejidos, las células fagocíticas del sistema inmunitario las ingieren. Estas células fagocíticas digieren
los productos bacterianos y luego liberan citocinas pirógenas, en particular interleucina-1 (IL-1),
interleucina -6 (IL-6) y factor de necrosis tumoral α (FNT-α), hacia la sangre para transportarlas
hacia el hipotálamo, donde ejercen su acción. Los pirógenos son sustancias exógenas o endógenas
que causan fiebre, la PGE2, es inducida por estas citocinas y se une a los receptores en el
hipotálamo para inducir una elevación del valor de referencia termostático mediante la acción del
segundo mensajero monofosfato de adenosina cíclico (AMPc). En respuesta al incremento del valor
de referencia termostático, el hipotálamo inicia el estremecimiento y la vasoconstricción que
aumentan la temperatura corporal central hasta alcanzar un valor de referencia nuevo, y la fiebre se
establece
Propósito
El propósito de la fiebre no se conoce en su totalidad. Existe poca investigación que respalde la
creencia de que la fiebre es dañina, a menos que la temperatura exceda los 40 °C. No obstante,
estudios en animales demostraron una ventaja clara de sobrevivencia en los miembros infectados
que presentaban fiebre en comparación con animales que no eran capaces de generarla. También se
ha demostrado que las elevaciones discretas de la temperatura como las que se verifican en la fiebre
intensifican la función inmunitaria mediante la proliferación de los linfocitos T3. Muchos de los
agentes microbianos que causan infección crecen mejor a las temperaturas corporales normales y su
crecimiento se inhibe ante las temperaturas ubicadas en el intervalo de la fiebre.
Aun así, la fiebre es negativa en muchas situaciones, como en los adultos mayores que padecen
enfermedad cardíaca o pulmonar porque induce una demanda mayor de oxígeno. Por cada elevación
de 1 °C de la temperatura, la TMB se incrementa el 7% y el trabajo cardíaco aumenta. La fiebre
también puede causar confusión, taquicardia y taquipnea.
Patrones
Los patrones de cambio de temperatura en las personas con fiebre son variables. Además, la
variación diurna promedio de la temperatura determina un pico máximo a horas avanzadas de la
tarde o en las primeras horas de la noche2. Estos patrones pueden describirse como intermitentes,
remitentes, sostenidos o recurrentes. Una fiebre intermitente es aquella en la que la temperatura
recupera la normalidad por lo menos una vez cada 24 h. En la fiebre remitente, la temperatura no
regresa a la normalidad y varía unos cuantos grados en cualquier dirección. En la fiebre sostenida o
continua, la temperatura permanece por encima del valor normal con variaciones mínimas.
Manifestaciones clínicas
Durante la primera fase, o prodrómica, hay molestias inespecíficas, como cefalea leve y fatiga,
malestar general y dolorimientos fugaces y dolores. Durante la segunda fase o de escalofríos, existe
una sensación incómoda de tener frío e inicia un temblor generalizado (estremecimiento), aunque la
temperatura va en incremento. La vasoconstricción y la piloerección suelen preceder al inicio del
estremecimiento. En este punto, la piel se observa pálida y tiene aspecto de piel de gallina. Hay una
sensación de frío y una urgencia de ponerse más ropa o cubrirse, así como de acurrucarse en una
posición que permita mantener el calor corporal. Cuando el estremecimiento hace que la
temperatura corporal alcance el nuevo valor de referencia del centro de control de la temperatura, el
temblor cesa y se desarrolla una sensación de calidez. En ese momento comienza la tercera fase o
de rubicundez, durante la cual se presenta vasodilatación cutánea y la piel se mantiene caliente y
rubicunda. La cuarta fase o defervescencia de la respuesta febril está señalada por el inicio de la
diaforesis. No todas las personas pasan por las 4 fases del desarrollo de la fiebre. Es posible que no
se presente diaforesis y la fiebre puede desarrollarse de manera gradual sin evidencia de escalofríos
o temblor.
Hipertermia
La hipertermia describe un incremento de la temperatura corporal que ocurre sin que exista un
cambio en el valor de referencia del centro termorregulador del hipotálamo. Ocurre cuando los
mecanismos termorreguladores son excedidos por la producción de calor, el calor ambiental
excesivo o una disipación ineficaz del calor, incluye (en orden ascendente de gravedad) calambres
por calor, agotamiento por calor y golpe de calor.
Hipotermia
La hipotermia se define como una temperatura central (es decir, rectal, esofágica o timpánica)
menor de 35 °C18. La hipotermia accidental puede definirse como una disminución espontánea de
la temperatura central, por lo general, en un ambiente frío y en asociación con algún problema
agudo, pero sin un trastorno primario del centro regulador de la temperatura.
Los signos y síntomas de la hipotermia incluyen coordinación deficiente, tropiezos al caminar,
habla farfullante, irracionalidad y juicio deficiente, amnesia, alucinaciones, cianosis y tumefacción
cutáneas, dilatación pupilar, disminución de la frecuencia respiratoria, debilitamiento e irregularidad
del pulso, y estupor. En caso de hipotermia leve, el estremecimiento intenso genera calor y la
actividad del sistema nervioso se incrementa para resistir la disminución de la temperatura. La
vasoconstricción puede ser intensa, la frecuencia cardíaca se acelera y el volumen latido se
incrementa. La presión arterial aumenta un poco y la hiperventilación es frecuente. La exposición al
frío incrementa el flujo urinario

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