Anotaciones A La Divina Liturgia

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ANOTACIONES A LA

DIVINA LITURGIA
El encuentro místico entre Dios y
los hombres
P. Saúl Díaz Sánchez

Editorial Agios
ANOTACIONES A
LA DIVINA LITURGIA
El encuentro místico entre Dios y los hombres.

Editorial Agios

Notas y comentarios entorno al texto litúrgico


de San Juan Crisóstomo
Bendice el presente trabajo
Su Eminencia
+ALEJO
Arzobispo de la Ciudad de México y de la Diócesis
de México
Iglesia Ortodoxa en América

Autor: P. Saúl Díaz Sánchez


Revisión y corrección: P. Jesús Ruiz Munilla
y P. Rubén Pedroza Pérez.
“Pues cuantas veces
comáis este pan
y bebáis este cáliz,
anunciáis la muerte
del Señor hasta que Él venga”.
1Corintios11:26
Introducción ................................................................................................. i
ANOTACIONES A LA DIVINA LITURGIA DE SAN JUAN CRISÓSTOMO ...........1
La Preparación (Proskomidia) .....................................................................2
Liturgia de los Catecúmenos .......................................................................8
Exclamaciones .........................................................................................9
Letanía de la Paz. ..................................................................................10
Antífonas ...............................................................................................11
Himno a la Ortodoxia ............................................................................12
Entrada Menor ......................................................................................15
Trisagio ..................................................................................................18
Lectura Apostólica .................................................................................20
Lectura Evangélica. ...............................................................................21
Letanía de la ferviente súplica. (Tradición eslava) ................................22
Liturgia de los Fieles ..................................................................................25
Himno Querúbico ..................................................................................28
Entrada Mayor ......................................................................................30
El Símbolo de Fe ....................................................................................32
La Anáfora .............................................................................................36
El Canto Angelical del Trisagio como introducción a la Teología ..........38
El Memorial como una introducción a la Cristología ............................46
Ofrecimiento .........................................................................................55
La Invocación (Epíclesis) como una introducción a la Neumatología ...56
Himno a la Virgen. .................................................................................66
La Oración del Padre Nuestro ...............................................................72
Elevación ...............................................................................................85
Comunión del Clero. .............................................................................86
Comunión del Pueblo ............................................................................98
Acción de gracias.................................................................................103
A manera de conclusión ..........................................................................117
Introducción

Estas son las palabras que el príncipe Vladímir de Kiev


escuchó de boca de sus emisarios acerca de la Divina
Liturgia llevada a cabo en la Catedral de Santa Sofía
en Constantinopla (Siglo X):
“No sabíamos si estábamos en el Cielo o en la
tierra, porque seguro que no existen esplendor y
belleza semejantes en toda la tierra. No
podemos describírselo ni por asomo; confiamos,
únicamente, en que Dios reside allí entre los
hombres, y en todo su culto sobrepasa al de
todos los demás lugares. Porque de esa belleza
no nos olvidaremos jamás.”
Poco tiempo después, el príncipe Vladímir bautizaría a
su nación, la Rus de Kiev, en la Fe Ortodoxa.
La Divina Liturgia es sin duda, el Cielo en la Tierra. La
Divina Liturgia es la celebración de la Encarnación,
Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo; la
conmemoración del Dios que se hizo hombre y habitó
entre nosotros; es, además, la acción del misterioso
amor de la Santísima Trinidad a su Iglesia y a su
Creación.
Si contemplamos atentamente a la sociedad humana
contemporánea, podemos advertir la ausencia de la
idea de “lo sagrado”; por lo menos en Occidente se ha
perdido el anhelo en buscar el misterio de Dios, de la
trascendencia del hombre y su destino. Toda la historia
humana es reducida a un mero causalismo y
determinismo. El “sabio” del siglo habla sobre la lucha
de clases, la ciencia positiva, la globalización, los
derechos humanos, y algunos hasta confiesan con
jactancia que “Dios ha muerto”. Por un lado, vivimos
en un mundo totalmente descristianizado. En Europa
donde antes el cristianismo se levantó como
estandarte y consolidó con sus ideales a grandes
naciones, hoy el cristianismo es un mero fetiche
histórico.
Sin embargo, en otras latitudes del planeta existe una
proclamación de diversos “cristianismos”. Un sin
número de sectas “neo-cristianas” emergen día a día,
invaden a la sociedad con su mercadotecnia pseudo-
bíblica; no son sino anticristos, ladrones y falsos
pastores que conquistan a un gran auditorio con toda
suerte de herejías a base de supersticiones y
charlatanerías.
Otras confesiones cristianas y sus exponentes
reducen el misterio de la piedad a simples
explicaciones sociológicas o psicológicas. No
obstante, la Iglesia Ortodoxa, en virtud del Espíritu
Santo, posee el misterio de la Divinidad como tesoro,
no sólo en sus templos y servicios, sino aun en la vida
cotidiana de sus fieles.
La Divina Liturgia ha sido el baluarte fiel de la Iglesia;
es la Fuente que emana lo sacro y el misterio divino en
el mundo. Podemos estar orgullosos que nuestra
Iglesia Ortodoxa, en virtud del Santo Espíritu, ha
mantenido incólume la Tradición cristiana y sus
dogmas, preserva la Fe y la adoración en Espíritu y
Verdad, más allá de los vicios y pasiones humanas,
más allá del tiempo, más allá de todo.
El Arzobispo Alejo repite constantemente a su
presbiterio esta frase: “La verdadera conversión es
litúrgica”. Entiéndase por Conversión (en griego
 arrepentimiento; es decir, cambio de la vista
espiritual, cambio del pensamiento, transformación
interior. Cuando el hombre encuentra a Dios, se
encuentra a sí mismo, y se reconoce débil, frágil y
pecador. Pero en esa pobreza contempla la grandeza,
bondad y amor de Dios, y sólo una conversión litúrgica,
hecha en la adoración, realiza verdaderamente ese
cambio.
En otras ocasiones el Arzobispo Alejo dice: “Si un
hombre siente a Dios en la Divina Liturgia, ese es
ortodoxo”. Parecerá trillado mencionar esta frase, pero
es necesaria en este momento, Ortodoxia significa
“creencia correcta y alabanza correcta”. Hay una
íntima correspondencia entre fe y adoración, lex orandi
lex credendi.
Dios nuestro Señor perdone mi temeridad y osadía de
realizar esta obra, porque más allá de cualquier
preparación académica, la pureza del alma y un
ardiente amor a Dios, son necesarios para hablar
acerca de estas temibles y grandiosas cosas, que el
Espíritu Santo nos ha legado a través de todos
aquellos divinos e inspirados hombres que han
reflejado en su vida aquella luz sin ocaso, la misma
que un día resplandeció sobre el Tabor.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de


la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios,
e inescrutables sus caminos!
Romanos 11:33
P. Saúl Díaz Sánchez
ANOTACIONES A LA DIVINA LITURGIA
Anotaciones a la Divina Liturgia

ANOTACIONES A LA DIVINA LITURGIA


DE SAN JUAN CRISÓSTOMO

La Iglesia primitiva denominó a la Eucaristía como


Fracción del Pan 1 . También se le conoció como la
Cena del Señor 2 . Prontamente, al conjunto del
primitivo culto cristiano, constituido primordialmente
por la comunión de unos con otros, la oración, la
enseñanza de los Apóstoles y el Partimiento del Pan3,
se le denominó liturgia (que significa en
lengua griega: servicio, ministerio, oficio, adoración, en
favor del pueblo. Este vocablo fue usado para describir
el culto sacerdotal en el Antiguo Testamento en la
versión griega de los Setenta (LXX) 4. El evangelista
San Lucas tiene presente los antecedentes religiosos
de este término griego en el Antiguo Testamento y lo
emplea en el libro de los Hechos:
“Ministrando ( éstos al Señor, y
ayunando, dijo el Espíritu Santo…”5.

1
Hechos 2:42,46; 20:7,11; 27:35, 1 Corintios10:16
2
1 Corintios 11:20
3
Hechos 3:42
4
Éxodo 30:20; 35:19; 3 Reyes 8:11 en la versión griega de los LXX
(Septuanginta)
5
Hechos 13:2
1
Anotaciones a la Divina Liturgia

Durante los primeros siglos la anáfora (ofrecimiento de


las Ofrendas) era recitada a inspiración del celebrante,
pero con el tiempo se fueron fijando oraciones modelo,
cuya autoría se atribuía a distintos santos jerarcas,
hasta el momento que la Santa Iglesia consignó
diversos ritos y oraciones litúrgicas por escrito.
En la Iglesia Ortodoxa se usan cuatro diferentes textos
litúrgicos eucarísticos a lo largo del año:
ordinariamente se emplea el de San Juan Crisóstomo;
en ciertos periodos (cuaresma) y días de fiesta, el de
San Basilio Magno; el de Santiago, el primer obispo de
Jerusalén, se usa el día que se conmemora a éste
santo; y, por último, durante algunos días de la Gran
Cuaresma, el de los Dones Pre-santificados de la
autoría de San Gregorio Diálogos (Magno), Papa de
Roma a fines del siglo VI.

La Preparación (Proskomidia)
La primera parte de la Divina Liturgia se llama
Proskomidia, que significa “preparación”. Nos
preparamos para recibir al Creador, para alabarle,
para comulgar con él, de igual forma se prepara la
santa ofrenda de pan y vino. Por lo anterior, comienza
el ritual diciendo: “El sacerdote que se dispone a
celebrar la divina liturgia debe, en primer lugar,
estar en paz con todos, no guardar rencor contra
nadie, en cuanto es posible guardar su corazón de
2
Anotaciones a la Divina Liturgia

malos pensamientos…”. Escribe San Juan


Crisóstomo (Siglo IV) sobre la actitud en la Santa
Eucaristía:
“Porque este sacramento no sólo nos exige
estar en todo momento puros de toda rapiña,
sino de la más pequeña enemistad. Este
sacramento es un sacramento de paz”6.
La Eucaristía es unión con Dios, pero las pasiones del
alma y del cuerpo enturbian la mente y el corazón,
impidiendo que uno pueda alcanzar la oración y
elevarse hacia Dios. Escribe el Apóstol: “Deseo, pues,
que oren todos los hombres en todo lugar, alzando
puras las manos, sin ira y sin altercados” 7 . Esto es
porque la ira y cualquier turbación del alma impiden la
verdadera oración. Enseña Evagrio Póntico (Siglo IV)
sobre la predisposición para la oración:
“Deposita tu ofrenda -nos dice- delante del altar,
y antes ve a reconciliarte con tu hermano, y
entonces verás y rezarás sin turbarte. Pues el
resentimiento enceguece la suprema potencia
del alma de quien ora y oscurece sus
oraciones.”8

6
San Juan Crisóstomo, “Ricos y pobres(colección de textos sociales)”,
colección Ichtys, editorial Lumen, Argentina, 1ra reimpresión, 2006, p 130
7
1 Timoteo 2:8
8
NICODEMO EL HAGIORITA Y MACARIO DE CORINTO, “Filocalia”,
Vol. I, editorial Lumen, Argentina, 1998, p. 278
3
Anotaciones a la Divina Liturgia

El sacerdote y el diácono se introducen al Templo,


realizan las oraciones correspondientes ante los
sagrados iconos de nuestro Señor Jesucristo, el de su
Santa Madre y el del Santo conmemorado ese día. Es
costumbre realizar tres metanias9 ante cada uno de
los tres iconos mencionados (tradición eslava). En
seguida entran al Santuario o al Santo de los Santos10
para revestirse con los ornamentos sacerdotales. Los
celebrantes se lavan las manos en la pileta, para
cumplir simbólicamente lo que dice el Salmo: “Lavaré
en inocencia mis manos, y andaré, Señor, alrededor
de tu altar” 11 y en otra parte entona el Salmista:
“¿Quién subirá al Monte del Señor? ¿Quién estará en
el lugar de su santidad? El de limpias manos y puro de
corazón 12 ”. Una vez revestidos, tanto el sacerdote
como el diácono, se dirigen a la Mesa de Proskomidia
donde se preparará la Ofrenda de pan y vino. Este pan
(prósfora13) tiene grabado sobre su superficie un sello
cuadrado con las letras griegas “ICXC NIKA” que
significan Jesucristo Victorioso. El sello grabado

9
Metanía significa en griego: “conversión, arrepentimiento,
cambio de la percepción del intelecto”
10
“Santo de los santos” ‫הקדש הקדשים‬, es el nombre que recibía la parte más
sagrada del Santuario hebreo, se encontraba detrás del velo del lugar santo, y
en él se encontraba el Arca de la Alianza. Sólo el sumo sacerdote hebreo podía
entrar una vez al año en el Día del Juicio para expiar los pecados del Pueblo.
11
Salmos 26:6
12
Ídem 24:3-4
13
Que significa ofrenda, en griego.
4
Anotaciones a la Divina Liturgia

indica que este pan-prósfora, es un pan de Dios,


exclusivo de las cosas santas. Ha sido sellado como el
cristiano que ha sido sellado por el Espíritu Santo en
el día que recibió el sacramento de la Crismación. El
sacerdote saca de la Prósfora con ayuda de la lanza
una porción de pan en forma de cubo que se llamará
“Cordero”. Mientras el sacerdote realiza los cortes
antes mencionados, se leen porciones del Profeta
Isaías acerca del Siervo Sufriente14. Inmediatamente,
el Cordero es puesto sobre el Santo Discario (patena),
y se lee el verso evangélico cuando el Señor Jesús fue
traspasado con una lanza, tomando el sacerdote el
cuchillo litúrgico para atravesar un costado del
Cordero. Mientras se menciona que del costado del
Señor brotó sangre y agua, se le agrega vino y agua al
Santo Cáliz, para cumplirse la profecía de Isaías
cuando dice: “y por su herida fuimos sanados15”. Estas
lecturas hacen énfasis que el Sacrificio del Señor
Jesús fue ordenado por el Padre desde antes de la
fundación del mundo 16 y revelado a los profetas del
Antiguo Testamento para que en los postreros días se
manifestara por amor a nosotros.
Después el sacerdote toma algunas partículas de pan
para colocarlas junto al Cordero. Primeramente, toma

14
Profecía sobre el Varón de dolores, Isaías 53:7-8
15
Isaías 53:5. De la herida del Señor brotó sangre /Eucaristía) y agua
(bautismo).
16
1 Pedro 1:19-20
5
Anotaciones a la Divina Liturgia

una partícula en forma de triángulo que conmemora a


la Madre de Dios y siempre Virgen María, y después
otros nueve tantos para representar las distintas
órdenes de los Santos:
1) San Juan Bautista y/o las Potestades Celestiales
según la tradición.
2) Profetas del Antiguo Testamento.
3) Santos Apóstoles.
4) Santos Jerarcas.
5) Santos Mártires.
6) Santos Teóforos (portadores de Dios, los monjes).
7) Santos Sanadores.
8) Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María.
9) El autor de la Liturgia que se está celebrando:
a) San Juan Crisóstomo; b) San Basilio Magno; c)
Santiago Protobispo.
Después se conmemoran a los vivos y a los difuntos
en el extremo inferior del Cordero.
Al concluir las conmemoraciones se coloca sobre el
Santo Discario (Patena) y el Cordero, un objeto que se
llama Asterisco (estrella), entonces el Discario y el
Cáliz son cubiertos por unos velos, y sobre ambos un
velo más grande que se llama “Aer”. Todas estas
acciones se realizan cubriendo de incienso el
Asterisco, los Velos y el Aer.
Esto tiene por significado el Nacimiento del Señor en
la ciudad de Belén. El asterisco significa la Estrella que

6
Anotaciones a la Divina Liturgia

se posó en Belén; los velos significan los pañales en


los cuales fue envuelto el Niño Jesús al nacer; y el aer
parece tener dos significados: el primero se refiere a
que el Niño al ser perseguido por Herodes el Grande
huye a Egipto y se mantuvo oculto, así como también
su vida privada en Nazaret de Galilea. El segundo
puede significar una mortaja que cubre al Niño que ha
nacido y que morirá por la humanidad, ya que el aer
en la Entrada Mayor significa la Sabana con la cual fue
envuelto el Señor Jesús por el Noble José de Arimatea
al ser colocado en el Sepulcro. Así parece describirlo
la Iconografía Ortodoxa en la escena del Nacimiento
en la Ciudad de Belén 17 , donde se aprecia el Niño
Jesús en medio de la Gruta envuelto como en una
mortaja y la Virgen María ofreciéndolo a la humanidad.
Ícono del Nacimiento que precisamente se coloca en
la Mesa de la Preparación.
El Nacimiento del Señor y sus primeros años
transcurrieron en privado, tan sólo unos pocos
pudieron contemplar esos sucesos: los Pastores de
Belén, las Parteras, San Simeón, Santa Ana la
profetisa, etc. Por ello, el rito de la Proskomidia sucede
detrás del Iconostasio en el lugar santísimo del
Templo, donde sólo el clero observa ese rito.

17
Belén ‫ בית לחם‬en hebreo significa: “Casa del Pan”.

7
Anotaciones a la Divina Liturgia

Las Puertas Reales serán abiertas para comenzar la


Liturgia y la cortina será recorrida 18 . Estas puertas
tienen un icono del Evangelismos (Anunciación) donde
se puede apreciar al Arcángel Gabriel dando las
Buenas Nuevas (Evangelio) a la Virgen María. La
profecía del profeta Isaías se ha cumplido: “He aquí la
Virgen concebirá y dará a luz a un hijo, y se le llamará:
Emmanuel” 19 (Dios con nosotros). Canta un bello
tropario: “Isaías regocíjate, la Virgen concibió y dio luz
al Emmanuel…”

Liturgia de los Catecúmenos


La siguiente parte del divino servicio se le denomina:
liturgia de los catecúmenos. Recibe este nombre,
porque en esta parte de la liturgia los no bautizados
que estaban siendo instruidos para su bautismo y
crismación (los catecúmenos) acudían a la Iglesia para
escuchar las divinas lecturas. Esta sección de la Divina
Liturgia nos recuerda el culto de la sinagoga judía,
donde se leían las lecturas de la Sagradas Escrituras,
se explicaban a los presentes la Ley de Dios y se
entonaban salmos e himnos espirituales.

18
Un velo cubre el misterio divino antes de la Anunciación, pero tras la
Encarnación del Verbo, el antiguo velo es quitado, se apocalipta (revela) Dios
a los hombres.
19
Isaías 7:14
8
Anotaciones a la Divina Liturgia

Exclamaciones

Las exclamaciones 20 que realiza el sacerdote, son


alabanzas dirigidas a la Santa Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Son un reconocimiento de amor, fe,
admiración, temor y respeto. Se mencionan algunos
de los atributos divinos: su poder, su amor, su
gobierno, sus dones, misericordia, etc. La primera
doxología de la liturgia de los catecúmenos dice:
“Bendito el Reino del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, eternamente, ahora y siempre, y por los
siglos de los siglos”. Se comienza haciendo énfasis
en el Reino de Dios, resaltando que es la
consecuencia del Advenimiento del Hijo de Dios a la
Tierra. San Juan Bautista comienza su predicación
diciendo: “Arrepentíos, el Reino de los Cielos ha
llegado”, Cristo Dios trae el Reino de su Padre en el
Espíritu Santo a los hombres. La Divina Liturgia es la
participación de la Trinidad Santa, un anticipo de la
culminación de la obra redentora de Dios, una
participación del futuro donde el Reino de Dios se ha
instaurado en plenitud. Ciertamente este Reino está ya

20
Se conocen como “doxologías” (palabras de glorificación). Las doxologías
son la culminación de las oraciones. Tienen su origen en las oraciones y
alabanzas de los santos del Antiguo Testamento (Melquisedec, Moisés, Rey
David, Manasés, los Tres Infantes, Tobith, etc).
9
Anotaciones a la Divina Liturgia

misteriosamente presente entre nosotros. Canta San


Simeón el Nuevo Teólogo (Siglo X):

“Apresurémonos, hermanos, apresurémonos ante el


final a unirnos a Dios, el hacedor del universo, que
ha descendido a la tierra por nosotros, desdichados,
que ha inclinado los cielos y se ha ocultado de los
ángeles, que ha habitado en el vientre de la Virgen
santa y de ella se ha encarnado sin alterarse, de
modo inefable, y ha llegado a la salvación de todos
nosotros. Y es que en verdad nuestra salvación
consiste en esto:
El Reino de los cielos ha descendido a la tierra, o
mejor, el Soberano absoluto de las cosas celestes y
terrenales ha venido, ha querido hacernos
semejantes para hacernos partícipes del Reino de
los cielos y que al tiempo tengamos parte en su
gloria y seamos herederos de los bienes eternos que
nadie ha visto jamás”.21

Letanía de la Paz.

Las letanías son rogativas, peticiones y plegarias que


pronuncia el diácono. El Apóstol San Pablo
recomienda:

“Ante todo recomiendo que se hagan plegarias,


oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos

21
SAN SIMEÓN EL NUEVO TEÓLOGO, “Plegarias de luz y resurrección”,
ediciones Sígueme, Salamanca, 2004, p.107.
10
Anotaciones a la Divina Liturgia

los hombres; por los reyes y por todos los


constituidos en autoridad, para que podamos vivir
una vida tranquila y apacible con toda piedad y
dignidad.”22

Siguiendo la recomendación apostólica, en las letanías


se pide por la Iglesia, por los jerarcas, por el clero y el
pueblo, por las autoridades civiles, por las fuerzas
armadas, por los enfermos, presos y afligidos, por la
paz, por buenos tiempos, por su gracia divina, etc.
Primeramente, se pide por la paz que viene de lo Alto,
la paz que proviene de Cristo, que mediante su Cruz
nos hemos reconciliado con Su Padre.

Antífonas

Antiguamente una antífona era un canto realizado


entre dos coros que se alternaban. Con el tiempo fue
simplificándose hasta emplearse de ordinario uno. Las
antífonas son los cantos de entrada, con los que
comienza la Liturgia de los Catecúmenos.

En la primera antífona conforme a la tradición griega23


se canta: “Por las intercesiones de la Madre de Dios,
oh Salvador sálvanos”, en cambio, en la tradición
eslava se entona el salmo 102 LXX: “Bendice, alma

22
1 Timoteo 2:1
23
En ciertos monasterios ortodoxos de rito helénico, sobre todo en el Monte
Athos, se emplea otro liturgicón, y por ende, otras antífonas.
11
Anotaciones a la Divina Liturgia

mía, al Señor…”. En la segunda antífona, la tradición


griega canta de ordinario: “Sálvanos, Hijo de Dios, que
de los muertos resucitaste, a los que te cantamos:
Aleluyah, Aleluyah, Aleluyah”. La tradición eslava
entona el salmo 145 LXX: “Alaba, alma mía, al
Señor…”. En ambas tradiciones en seguida se canta
el “Himno a la Ortodoxia”.

La tradición eslava tiene además una tercera antífona:


las Bienaventuranzas, la cuales se encuentran en el
Evangelio de San Mateo, palabras que Cristo enseñó
en el Sermón del Monte24. La tradición griega entona
el correspondiente tropario25.

Himno a la Ortodoxia

El Himno a la Ortodoxia fue compuesto por el


emperador romano San Justiniano (siglo VI), aquel
mismo que construyó la famosa catedral de Santa
Sofía en Constantinopla, hoy Estambul:

“Hijo Unigénito y Verbo de Dios, Tú que eres


inmortal,

24
Ver San Mateo cap. 5
25
Tropario es un himno que hace elogio de la Resurrección o de un Santo con
una especial temática teológica según el día que se trate.
12
Anotaciones a la Divina Liturgia

Por nuestra salvación, quisiste encarnarte de la


Madre de Dios y siempre Virgen María, y sin
mutación te hiciste hombre.
Fuiste crucificado, Cristo Dios nuestro,
hollando a la muerte con la muerte.
Tú eres uno de la Santa Trinidad
glorificado con el Padre y el Espíritu Santo,
sálvanos.”
El himno a la Ortodoxia expresa la Fe definida en el
cuarto Concilio Ecuménico 26 en Calcedonia en 451
d.C. Fórmula que confiesa al único y mismo Cristo,
Señor, Unigénito, en dos naturalezas, sin mezcla, sin
cambio, sin división y sin separación27.
“Hijo Unigénito y Verbo de Dios, tú que eres
inmortal…” Aquí al mencionar que Jesucristo es el
Unigénito Hijo de Dios e inmortal, confesamos la
consubstancialidad del Hijo con el Padre, Dios
verdadero de Dios verdadero, de la misma naturaleza
divina.
“Por nuestra salvación, quisiste encarnarte de la
Madre de Dios y siempre Virgen María, y sin

26
Concilio Ecuménico. Fueron consejos donde participaban los obispos de
todo el mundo habitado y se encontraban representadas las iglesias locales,
para deliberar sobre cuestiones disciplinares eclesiásticas, así como
preponderantemente definir los dogmas de la Fe cristiana que en esos
momentos se encontraban amenazados por opiniones heréticas.
27
DENZINGER, Henricus, “Enchiridion Symbolorum”, editorial Herder,
España, 1947,p.71
13
Anotaciones a la Divina Liturgia

mutación te hiciste hombre…” El motivo de la


encarnación es nuestra redención, el motivo de la
redención es el amor hacia nosotros, y el amor es un
acto voluntario, por eso Él quiso encarnarse. Se honra
a la siempre Virgen con el título de: “Madre de Dios”, y
de esta manera se afirma inequívocamente que aquel
niño que nace de la Virgen, es el mismo Dios Verbo, y
afirmando con ello, que Jesucristo es una sola y única
persona, divina y humana a la vez; que, sin dejar de
ser Dios como el Padre, se hizo humano como su
Madre, perfectamente Dios y perfectamente hombre,
por eso cantamos “y sin mutación te hiciste
hombre”.
“Fuiste crucificado, Cristo Dios nuestro, hollando
a la muerte con la muerte…” Cristo con su
crucifixión, como nuevo Adán y su obediencia al Árbol
de la Vida (Cruz) destruye la desobediencia del viejo
Adán en el Árbol del conocimiento, y con ello, con su
muerte vence a la muerte.
“Tú eres uno de la Santa Trinidad…”. San Justiniano,
señala en un edicto la proposición teológica: “Uno de
la Santa Trinidad fue crucificado”. 28 Dios Verbo
inefable, indescriptible, eternamente inmutable,
realmente nació, creció, padeció, fue enterrado y
resucitó como hombre, no porque la Divinidad pueda

DVORNIK, Francois, “Bizancio y el Primado Romano”, editorial Desclee


28

De Brouwer, España, 1968, p73


14
Anotaciones a la Divina Liturgia

morir, sufrir o padecer, sino que la persona de Dios


Verbo en la carne, murió, sufrió y padeció.
Dice el himno a la Ortodoxia: “Glorificado con el
Padre y el Espíritu Santo, sálvanos…: Jesucristo
recibe la misma adoración del Padre y del Espíritu
Santo, una misma gloria, porque son un mismo Dios
en tres Personas. Este himno tiene un profundo
contenido teológico, pues en él se proclama que Cristo
es Dios 29 (Verbo de Dios Inmortal); que Cristo es
Salvador30 (vencedor de la muerte con su muerte); y
que recibe la Gloria de Dios31 (se le adora con el Padre
y el Espíritu Divino). El himno expresa con fidelidad
que Jesucristo es perfecto Dios y perfecto hombre.

Entrada Menor

La entrada menor es la procesión que realiza el clero


(obispo, sacerdotes, diáconos, subdiáconos, lectores
y acólitos), desde el santuario hacia el centro del
Templo con el Libro de los Evangelios. Significa la
predicación pública de tres años que, nuestro Señor
Jesucristo realizó junto a sus discípulos. Dice nuestro

29
Una nota Ontológica, pues se refiere a su esencia, a su ser, lo que es. Jesús
en su ser es Dios.
30
Nota Soteriológica, pues se refiere en su relación como salvador. Jesús salva
como Dios.
31
Nota Doxológica se refiere en relación a su adoración. A Jesús se le alaba
como a Dios.
15
Anotaciones a la Divina Liturgia

Señor: “Vamos a los lugares vecinos, para que


predique también allí, porque para esto he venido32”.
La procesión significa ese “vamos… para que
predique” … significa ese caminar junto al Maestro.
Enseña el Apóstol: “Acercaos a Dios y él se acercará
a vosotros”. Por esto cantamos: Venid, adoremos y
postrémonos ante Cristo…
El sacerdote en todo momento litúrgico ora a Dios. En
este momento de la Entrada Menor el celebrante reza:
“Señor Dios y soberano nuestro, que has
dispuesto en los cielos legiones y ejércitos de
ángeles y arcángeles al servicio de tu Gloria, haz
que con nuestra entrada se realice la entrada de
los santos ángeles que concelebran y glorifican
juntamente con nosotros tu bondad”.
Siempre los santos han confesado la participación de
los ángeles en el culto de los cristianos. San Pablo
habla de la presencia angélica en la comunidad (1
Corintios 11:10). El libro de los Hechos de los
Apóstoles es un testimonio del auxilio de los ángeles a
la naciente Iglesia y sus apóstoles (Hechos 12). En el
Pastor de Hermas (Siglo II), el ángel de Hermas es su
preceptor y guía. Cuando el sacerdote celebra solo,
realmente no está solo, los ángeles están con él, y
juntamente con ellos está Aquel que prometió que

32
Marcos 1:38
16
Anotaciones a la Divina Liturgia

donde dos o tres se reúnan en su Nombre el estaría


en medio de ellos (Mateo 18:20).
San Serafín de Sarov relata su experiencia de un
Sábado Santo en la Divina Liturgia, en sus tiempos
como diácono, tras la Entrada Menor y antes del canto
del Trisagio:
“Me sentí deslumbrado como por un rayo de sol
–explicó a su confesor y al padre Pacomio-;
volviendo los ojos hacia esa luz, vi a nuestro
Señor y Dios Jesucristo, bajo el aspecto del Hijo
del hombre en su gloria, brillando con una luz
inefable y rodeado de los ejércitos celestiales:
ángeles, arcángeles, querubines y serafines.
Entrando por la puerta oeste, caminando por los
aires, bendijo a los celebrantes y a los
asistentes. Luego, entrando en su icono junto a
la puerta real, cambio de aspecto, rodeado
siempre de los órdenes celestiales que con sus
rayos iluminaban toda la iglesia. En cuanto a mí,
tierra y ceniza, fui objeto de una bendición
especial.”33

33
GORAïFNOFF Irina, “Serafin de Sarov”, editorial Sígueme, Salamanca,
2001.p.32-33
17
Anotaciones a la Divina Liturgia

Trisagio

¡Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten


Piedad De Nosotros!

Relata San Juan Damasceno (siglo VIII) que este


himno fue una revelación divina, que unos ángeles le
transmitieron a un niño en el siglo V en tiempos del
pontificado del Arzobispo Proclo de Constantinopla,
jerarca que fue discípulo de San Juan Crisóstomo.
Escribe el Damasceno:
“Los que ordenan la historia eclesiástica afirman
que en tiempos del arzobispo Proclo, mientras el
pueblo de Constantinopla imploraba por causa
de alguna amenaza mandada por Dios, sucedió
que fue arrebatado en éxtasis un niño del
pueblo, y fue iniciado en el himno Trisagio por la
enseñanza de los ángeles: Santo Dios, Santo
Fuerte, Santo inmortal, apiádate de nosotros.
Habiendo vuelto en sí de nuevo el niño, y
después de comunicar lo aprendido, toda la
muchedumbre cantó el himno, y así cesó la
amenaza. Y en el santo y grande cuarto concilio
ecuménico, me refiero a aquél de Calcedonia,
este himno Trisagio se transmitió y fue cantado

18
Anotaciones a la Divina Liturgia

de este modo, como se registra en las actas de


este santo concilio.”34

El Himno confiesa la consubstancialidad de la Santa


Trinidad: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El
título Santo Dios se le atribuye al Padre, sin embargo,
se puede atribuir también al Hijo y al Espíritu Santo;
Santo Fuerte se le atribuye al Hijo, pero de igual forma
se le puede atribuir al Padre y al Espíritu; Santo
Inmortal se la atribuye al Espíritu Santo, pero también
puede decirse lo mismo al Padre y al Hijo. La Iglesia
Primitiva antes del siglo V, entonaba un cantico de San
Pablo en lugar del himno Trisagio: “Los que os habéis
bautizado en Cristo, os habéis revestido de Cristo”35.
Pero este himno no desapareció del todo en las
celebraciones litúrgicas, fue y sigue empleándose en
determinadas fiestas eclesiásticas, tales como:
Natividad del Señor, Epifanía, sábado de San Lázaro,
Sábado Santo, Santa Pascua, Semana de la luz y
Pentecostés 36.

34
JUAN DAMASCENO, “Exposición de la Fe”, editorial Ciudad Nueva,
España, 2003, p.181
35
Gálatas 3:27
36
La Divina Liturgia de san Juan Crisóstomo, Iglesia Católica Apostólica
Ortodoxa Antioquena, México, 2010, p.24
19
Anotaciones a la Divina Liturgia

Lectura Apostólica

Se entona el prokimenon37 para prepararse para oír la


lectura de las epístolas apostólicas. Inmediatamente
se lee la epístola correspondiente conforme al
calendario litúrgico. Los apóstoles preparan al hombre
para encontrarse con Cristo. Escribe San Lucas en
torno al culto de los primeros cristianos: “Se mantenían
constantes en la enseñanza de los Apóstoles, en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones”38

Durante la lectura de la epístola, el diácono inciensa el


altar, el santuario, el clero, el iconostasio y el pueblo,
para que comprendamos que debemos purificarnos
para escuchar el Santo Evangelio y preparar un
ambiente celestial. Enseña San Nicolás Cabásilas
(Siglo XIV):
“¿Qué significan, en este momento de la liturgia,
las lecturas sagradas? Si queréis conocer su
utilidad práctica, ya os la he dicho: nos preparan
y nos purifican de antemano, antes de la gran
santificación de los divinos misterios”39

37
Versos de los Salmos conforme a los ocho tonos.
38
Hechos 2:42
39
CABÁSILAS, Nicolás, “Explicación de la Divina Liturgia”, Cuadernos
Phase 151, Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona, 2005, p.44
20
Anotaciones a la Divina Liturgia

Lectura Evangélica.

La Lectura del Santo Evangelio es una parte


fundamental en la Divina Liturgia, es nuestra comunión
audible con Cristo el Divino Maestro, Él se hace
presente por la acción del Espíritu Santo. Se entona el
“Aleluya” para expresar la sublimidad celestial de este
acto. Aleluya significa en hebreo ‫“ הללויה‬Alaben a
Yah”.40
Una bendición especial se pronuncia antes de
escuchar el Evangelio: “Paz a todos”, bendición que
significa la Presencia de Cristo Resucitado, se
pronuncia en la lectura evangélica, también, antes de
la anáfora (consagración) y antes de la comunión
eucarística con la finalidad de resaltar la presencia
activa de Cristo en esas partes de la Liturgia. Cristo al
resucitar saluda a sus discípulos dando su paz41. Para
los hebreos la paz ‫ שלום‬era un saludo y bendición.
Cuando se escucha el Evangelio, Cristo se hace
presente entre nosotros, nos bendice con su
presencia.

40
Éxodo 3:14-16. Yahvé ‫יהוה‬es el Nombre Sagrado de Dios revelado a
Moisés. Significa “El que es”. Por esto, en la iconografía ortodoxa, aparecerá
en el nimbo del Señor Jesús la palabra griega “” que significa igualmente
en lengua griega: “El que es”.
41
San Juan 20:19
21
Anotaciones a la Divina Liturgia

Letanía de la ferviente súplica. (Tradición


eslava)

“Te suplicamos que nos escuches…” La letanía de


la ferviente súplica es una letanía donde nuevamente
pedimos lo mismo que en anteriores letanías. Sin
embargo, tiene un acento de insistencia, de ahí su
denominación de ferviente súplica. Se insiste en la
misericordia divina como en la ferviente súplica de la
mujer siro-fenicia42 con su paciente fe. Comenta este
pasaje del Evangelio San Juan Crisóstomo (Siglo IV):

“Tan gran cosa es la perseverancia en la


oración. Prefiere Dios, cuando se trata de
nuestros propios intereses, que seamos
nosotros mismos los que les supliquemos, a que
otros lo hagan por nosotros43”
Tras concluir la letanía de la ferviente suplica se recita
la letanía de los Catecúmenos 44 , para pedir por
aquellos que serán bautizados. Cabe aclarar que
algunas tradiciones litúrgicas no se realizan este
segmento de letanías. Al finalizar las preces en favor
de ellos, se les despedirá, amonesta el diácono:
“Todos los catecúmenos salid”. Pues, un

42
San Mateo15:26
43
San Juan Crisóstomo, trad. Rafael Ramírez Torres, “Homilías sobre el
Evangelio de San Mateo”, edit Tradición, México, 1978, p 170
44
Catecúmenos significa: “Los que se están instruyendo”
22
Anotaciones a la Divina Liturgia

catecúmeno (no-bautizado) no puede participar de la


siguiente parte del divino servicio: la liturgia de los
fieles (la Eucaristía). En la antigüedad sólo los
cristianos bautizados se mantenían presentes en el
momento de la Eucaristía. Por ignorancia y maldad,
muchos falsos cristianos en los primeros siglos del
cristianismo, que en realidad eran paganos
disfrazados de cristianos, se introducían
maliciosamente al rito eucarístico para ver que hacían
los cristianos, y después los acusaban ante las
autoridades civiles por falsos delitos, mentiras que se
propagaron en el mundo pagano acerca de los
cristianos. Se decía que los cristianos en la oscuridad
se comían a un niño, que realizaban actos inmorales.
Tertualiano (siglo II) en su gran obra El apologético nos
refiere algunas de éstas acusaciones:
“Se dice de nosotros que somos los peores
delincuentes, porque cometemos infanticidios
en secreto y luego hacemos banquete con las
víctimas. Se dice que después del banquete nos
dedicamos al incesto, con la complicidad de los
perros que tiran al suelo las antorchas. Se dice
que, como alcahuetes de las tinieblas, nos
procuramos la vergüenza de impías
obscenidades” .45

45
TERTUALIANO, El Apologético, editorial Ciudad Nueva, España, 1997,
p.46
23
Anotaciones a la Divina Liturgia

Escribe San Justino, el filósofo y mártir (siglo II),


acerca del impedimento del catecúmeno (no
bautizado) para participar de este misterio sacramental
que es la Sagrada Eucaristía:
“Y este alimento entre nosotros se llama
eucaristía, y a nadie le es licito participar del
mismo, sino al que crea que son verdaderas las
cosas que enseñamos y haya sido bañado con
el baño del perdón de los pecados y de la
regeneración, y viva conforme a lo que Cristo
enseñó”46
Es un impedimento que viene desde los tiempos
apostólicos, así lo confirma la Didaché (la obra de
literatura cristiana más antigua, posiblemente escrita
antes de la destrucción del templo de Jerusalén en el
año 70, D.C.), dice respecto a la “acción de gracias”
(Eucaristía):47

“Pero que ninguno coma o beba de esta acción


de gracias, a menos que haya sido bautizado en
el nombre del Señor, porque respecto a esto
también ha dicho el Señor: “No deis lo santo a
los perros”.

46
ROPERO, Alfonso (compilador), Lo mejor de Justino Mártir (Apologías y
dialogo con Trifón), editorial CLIE, España,2004 p.146
47
Ídem, p.103
24
Anotaciones a la Divina Liturgia

Liturgia de los Fieles


Concluyendo la liturgia de los catecúmenos, inicia la
liturgia de los fieles. La liturgia de los catecúmenos
recuerda el servicio de la sinagoga, en cambio la
liturgia de los fieles nos transporta al servicio del
Templo Hebreo, donde los sacerdotes ofrecían
sacrificios y holocaustos al Señor. En la liturgia de los
fieles se ofrece un nuevo y mejor sacrificio: se ofrece
al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo;
Cristo nuestra Pascua. Este es el sacrificio del Nuevo
Testamento, que fue predicho por el profeta Malaquías
en el Antiguo Testamento:

“Porque desde donde el sol nace hasta donde se


pone, es grande mi Nombre entre las naciones, y en
todo lugar se ofrece a mi Nombre incienso y ofrenda
pura, porque grande es mi Nombre entre las
naciones, dice el Señor Sabaoth”48
La única verdadera ofrenda pura es Jesucristo. Este
es nuestro sacrificio incruento 49 , el sacrificio de la
Santa Iglesia Católica Apostólica, porque desde
Oriente hasta Occidente, es ofrecido el sacrificio
redentor del Hijo de Dios. Sin embargo, es menester
aclarar, que realmente Jesucristo es el sacerdote que
se ofrece a sí mismo como ofrenda. Dice una oración

48
Malaquías 1:11
49
Es decir, sin derramamiento de sangre.
25
Anotaciones a la Divina Liturgia

de la Divina Liturgia: “tú mismo ofreces y eres


ofrecido, quien repartes y eres distribuido”. No se
repite el sacrificio de Jesucristo en el Gólgota, porque
también Cristo padeció sola una vez por los pecados,
el Justo por los injustos50… porque esto lo hizo una vez
para siempre51, sino que participamos de ese único e
indivisible salvador sacrificio. Pero es un sacrificio
perpetuado en la eternidad, atemporal. Cuando
Jesucristo, nuestro sumo sacerdote, se ofrece a sí
mismo, traspasa los Cielos, siendo nuestro Sumo
Sacerdote para siempre, según el orden de
Melquisedec 52 . Repetimos: la Eucaristía es una
participación de ese único y redentor sacrificio,
perpetuado en el Cielo; en la Divina Liturgia el Cielo se
acerca a la Tierra y lo terreno se hace celestial; el
sacrificio del Cordero nos hace Iglesia uniéndonos a
Él; la Iglesia es un pueblo sacerdotal, y sólo los
bautizados en Cristo pueden ofrecerlo porque de
Cristo están vestidos en virtud del Santo Bautismo.
Dice San Pedro: “Más vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable” 53. Y como
Pueblo Sacerdotal ofrecemos esta Santa Oblación

50
1 Pedro 3:18
51
Hebreos 7:27
52
Salmos 110
53
1 Pedro 2:9
26
Anotaciones a la Divina Liturgia

(ofrenda). La Proskomidia simboliza los años ocultos


del Señor Jesús; la Liturgia de los Catecúmenos su
predicación pública de Jesucristo; la liturgia de los
fieles su vivificadora Pasión y su Gloriosa
Resurrección.
Al finalizar la Lectura del Evangelio se quitará el Libro
de los Evangelios del centro de la Santa Mesa, y se
extenderá en su sitio el “antimension” (palabra griega
que significa “sobremesa”, en lugar de mesa), que es
un mantel que tiene trazado el icono del Entierro de
Cristo o Descenso de la Cruz. El antimension es donde
se colocará la Patena y el Cáliz. El antimension, al
igual que la Santa Mesa, contendrá en su interior
alguna reliquia de un santo o mártir. En la antigüedad
los cristianos iban a celebrar la Eucaristía a las tumbas
de los mártires en el aniversario de su tránsito54. En el
libro del Apocalipsis se describe que debajo del Altar
del Cordero que fue inmolado se encontraban las
almas de los mártires del Evangelio. 55 Los mártires
han bebido del mismo cáliz que su Señor y han
participado de su muerte, el mártir al igual que Cristo
es la víctima, altar y sacerdote de sí mismos para con
Dios.

54
SOTO, Fernando, et al, Op. Cit. p.360
55
Apocalipsis 6:9
27
Anotaciones a la Divina Liturgia

Himno Querúbico

“A los querubines56 místicamente


representamos…”

Este himno se entona para preparar la parte de la


Consagración. Este himno hace alusión a las
potestades celestiales (Ejercito Celestial) que
acompañan al cristiano en su alabanza a Dios.

Nuestro rito es un espejo de la liturgia celestial descrita


en el Libro del Apocalipsis, donde millares de ángeles,
querubines y serafines alaban y glorifican sin cesar al
Santo, Santo, Santo.

El diácono inciensa todo el santuario aludiendo al


ambiente celestial que describe el Profeta Isaías: “Vi
yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y
sus faldas henchían el templo, y encima de él estaban
serafines: cada uno tenía seis alas; con dos se cubrían
sus rostros, con dos se cubrían sus pies y con dos
volaban. Y el uno al otro daba voces diciendo: Santo,
Santo, Santo, Señor Sabaoth, toda la tierra está llena
de su gloria… y los quiciales de las puertas se

56
Querubines ‫ קרובים‬en hebreo “los cercanos”. Orden angélica de la primera
jerarquía junto a los serafines y los tronos.
28
Anotaciones a la Divina Liturgia

estremecieron con la voz del que clamaba y la casa se


hinchió de humo57”.
También en el Apocalipsis se describe: “Y otro ángel
vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario
de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo
añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el
altar de oro que estaba delante del trono.”58

El diácono representa a los ángeles que están al


servicio de Dios, inciensan, anuncian, y hacen oración.
El obispo será la imagen de Dios y del Cordero, quien
se sienta sobre el Trono elevado. Los presbíteros, a
los veinticuatro ancianos entorno al Trono como se
describe en el libro del Apocalipsis. Cristo es el
sacerdote quien se ofrece a sí mismo.

Durante este cántico se realizará la llamada Entrada


Mayor. A propósito de esto, escribe San Iván Serguiev
de Kronstadt:

“En el mundo no hay nada más santo, más


sublime, más grande, más solemne, más
vivificante que la liturgia. En este precioso
momento la iglesia se convierte en un cielo en la
tierra; los oficiantes representan a Cristo mismo,
los ángeles, los querubines, los serafines y los

57
Isaías 6.4
58
Apocalipsis 8:3
29
Anotaciones a la Divina Liturgia

apóstoles. La liturgia es la solemnidad


indefinidamente repetida del amor de Dios a los
hombres, de su mediación todopoderosa por la
salvación del mundo entero y de cada miembro
en particular…”59

Entrada Mayor

En esta entrada se realiza una magna procesión con


las ofrendas del pan y el vino. Sin embargo, no es una
simple procesión para transportar las ofrendas. Todo
el clero escolta al Rey que ha vencido: IC XC NIKA:
¡Jesucristo Vencedor! El Señor reina desde el
Madero de la Cruz. Cristo vence a la muerte con la
muerte. La iconografía ortodoxa muestra a Cristo
como el Rey de la Gloria, presente en la Cruz con una
postura sublime, venciendo. En la Iglesia Ortodoxa la
Cruz no se concibe sin la Resurrección, ni se concibe
la oscuridad del Gólgota sin la luz del Sepulcro; se
entona en las fiestas de la Santa y vivificadora Cruz el
siguiente tropario: “Tu Cruz adoramos, oh Señor, y tu
Santa Resurrección glorificamos”. Como dice San
Pablo: si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana 60 .
Escribe también San Pablo sobre acerca del Triunfo
de Cristo en la Cruz sobre sus enemigos: “Y, una vez

59
CRONSTADT, Juan de; “Mi vida en Cristo”, editorial Sígueme, España
2006, p.167.
60
1 Corintios 15:17
30
Anotaciones a la Divina Liturgia

despojados los principados y las potestades, los


exhibió públicamente, en su cortejo triunfal 61 ”. San
Pablo tiene presente el cortejo triunfal del emperador
romano cuando éste entraba victorioso a la Ciudad de
Roma después de una batalla en una procesión con
los prisioneros de guerra; la Pasión de Cristo es la
Victoria en la Cruz. Escucha San Juan el Teólogo en
el Apocalipsis a un ángel que anuncia al Cordero
Inmolado62: “He aquí ¡El León de la tribu de Judá ha
vencido!”63. La Entrada Mayor significa la procesión de
sepultura de Jesús desde la Cruz hasta el Sepulcro
(una cueva) como Aquel Cortejo Triunfal de Victoria
siendo escoltado por sus siervos.

Durante la Entrada Mayor el celebrante presenta las


Ofrendas ante la Santa Mesa (el altar), conmemora a
los jerarcas eclesiásticos, a las autoridades civiles, a
los fieles. La Entrada a través de las puertas santas
simboliza la entrada al Sepulcro en la Cueva, donde
fue sepultado el Señor. Enseña San Germán:
“La Santa Mesa corresponde al lugar de la Tumba
donde Cristo fue colocado. En él es depositado el
verdadero y celestial pan, el místico e incruento

61
Colosenses 2:15
62
Jesucristo es el Cordero Inmolado que quita los pecados del mundo, la
Crucifixión fue la victoria de Dios.
63
Apocalipsis 5:5
31
Anotaciones a la Divina Liturgia

sacrificio, sacrifica su carne y sangre como alimento


para vida eterna y la ofrece a los fieles.”64
El diácono lleva sobre su hombro el aer, el celebrante
inciensa el aer y con él cubre tanto la Patena y el Cáliz,
para simbolizar el entierro del Señor. El aer simboliza
la sábana santa que sirvió para cubrir al Salvador; el
diácono representa a San José de Arimatea que da
sepultura a Cristo bajándolo del Madero, por esta
razón el diácono lleva la Patena, es decir, el Cuerpo
de Cristo. Dice el sacerdote al cubrir con el aer la
Patena y el Cáliz:
“El Noble José, habiendo bajado tu inmaculado
Cuerpo del Madero, lo envolvió en lino puro y
especias, y lamentándose, lo colocó en una tumba
nueva.”65

El Símbolo de Fe

¡Amémonos unos a otros, para que confesemos


unánimemente: ¡al Padre, al Hijo, y al Espíritu
Santo, Trinidad consubstancial e indivisible!

Antes de confesar nuestra fe mediante la definición


doctrinal que la Iglesia redactó en los Concilios de

64
St Germanus of Constantinople, “On the divine liturgy”, SVP, USA, 1984, P.
58
65
Juan 19:38
32
Anotaciones a la Divina Liturgia

Nicea del año 325 y de Constantinopla del año 381, el


cristiano debe vivir el misterio de la Iglesia en el amor,
ya que el amor une, es el vínculo perfecto. Sin nuestra
unidad en el amor, no se puede creer verdaderamente
en Dios. El Señor dijo: “En esto conocerán todos que
son mis discípulos, si se tuviesen amor unos con
otros”66. En la antigüedad los cristianos se daban el
beso de la paz en este momento. Escribe San Cirilo de
Jerusalén (siglo IV):
“El diácono, luego, exclama en voz alta: Abrazaos
unos a otros y saludémonos recíprocamente. No
pensemos que este beso es el común que se da en
las plazas entre amigos comunes. No es nada de
eso. Este beso une a las almas entre sí y las induce
a todo perdón. El beso es señal, entonces, de que
las almas se unen y se aleja todo rencor. Por esto,
Cristo dijo: “Si tú presentas la ofrenda sobre el altar
y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja tu ofrenda sobre el altar y ve primero
a reconciliarte con tu hermano, y luego vuelve a
presentar tu ofrenda”.
El beso es reconciliación y, por esto es santo, como
dice San Pablo: “Saludaos el uno al otro con el beso
santo” y San Pedro: “Saludaos el uno al otro, con el
beso de la caridad”67. La obra de la Santa Trinidad es

66
Juan 13:35
67
SAN CIRILO DE JERUSALEN, “Catequesis de la Iniciación Cristiana”,
editorial LUMEN, tercera edición, Argentina, 2004, p.128
33
Anotaciones a la Divina Liturgia

conciliatoria. Sin embargo, en la actualidad sólo se


realiza este acto entre el clero. Pero todo cristiano
ortodoxo se saluda normalmente con el beso santo en
cualquier otra ocasión. Este rito del beso santo como
una acción litúrgica, se remonta desde el inicio de la
Iglesia con los Apóstoles y se perpetuó en la liturgia.
San Justino Mártir (siglo II) habla de él:

“Mutuamente nos saludamos con el beso de la


paz”68.

El diácono exclama: “¡Las puertas, las puertas!”.


Esta exclamación surge en la antigüedad, cuando el
cristianismo era perseguido por el Imperio Romano,
para que se cerraran las puertas del lugar del culto
litúrgico, para que ningún intruso entre y viese los
santos misterios de Cristo69. Se recita el Símbolo de
Fe (credo niceno-constantinopolitano) para recordar
nuestra iniciación como cristianos, para renovar
nuestro compromiso de fe, para prepararnos a los
misterios de Cristo y la Luz de Dios. San Dionisio
Areopagita le llama el Himno de la Fe Católica70. Sin
fe no se puede ver a Dios. El Símbolo de Fe confiesa
nuestra fe en Dios el Padre, en Jesús como Dios y

68
ROPERO, Alfonso (compilador)Op. Cit. p.145
69
WARE, Kallistos, La Iglesia Ortodoxa, editorial Angela, Argentina, 2006,
p.176
70
Pseudo Dionisio Areopagita, Obras Completas, Editorial Biblioteca de
Autores Cristianos. Madrid 2014, p. 187
34
Anotaciones a la Divina Liturgia

hombre, en el Espíritu Santo que es Dios; es una


confesión a la Santa Trinidad.

La recitación del Credo Niceno Constantinopolitano


hace alusión a la antigua proclamación apostólica
, que podemos encontrar un
primer embrión de su forma trinitaria en la enseñanza
del Apóstol San Pablo:
“un solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis
también llamados en una misma esperanza de
vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un
solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos,
el cual es sobre todos y por todos y en todos”.71
Y también: “Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley,
a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el
Espíritu de su Hijo, el cual clama: “¡Abba, Padre!”. Así
que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo.”72
Durante la recitación del Credo, el celebrante agita el
aer sobre los Santos Dones, simbolizando la acción
del Espíritu Santo en la Resurrección de Jesucristo, y,
por ello cuando se lee: “Y resucitó al tercer según las

71
Efesios 4:4-6
72
Gálatas 4:7
35
Anotaciones a la Divina Liturgia

Escrituras, y subió a los cielos…” se deja de agitar y


se dobla. Habiendo confesado nuestra fe en la Santa
Trinidad, le ofreceremos la Santa Oblación73.

La Anáfora

La anáfora (elevación) , es la parte más


mística de la Divina Liturgia. En ella, se realiza el
Sacrificio Incruento: el Memorial de la Pasión, la
Elevación y la Invocación al Espíritu Divino (epíclesis).
El sacerdote exclama: “Elevemos los corazones”.
Elevar es ofrendar; holocausto en hebreo se escribe:
‫“ עלה‬olah”, que significa: “elevación”, un holocausto
significa “todo quemado”, es una ofrenda que se
quema para que su humo llegue hasta el Cielo. Elevar
nuestros corazones es ofrecernos al Señor, es
renunciar a este mundo como un holocausto y
elevarnos a las alturas porque: “Para Dios somos grato
olor en Cristo en los que se salvan” 74 . El pueblo
contesta: “Lo tenemos hacia el Señor”. Dice el
sacerdote: “Demos gracias al Señor nuestro Dios”.
Se nos manda a dar gracias a Dios.

El Señor Jesucristo en la última Cena, habiendo dado


gracias, tomó el pan, lo partió y dio a sus discípulos
presentándolo como su propio cuerpo. De este pasaje

73
Ofrenda incruenta, ofrenda sin sangre, ofrenda de paz.
74
2 Corintios 2:15
36
Anotaciones a la Divina Liturgia

del Cenáculo se origina el nombre de “Eucaristía”


que significa: acción de gracias. La
Eucaristía es nuestra acción de gracias a Dios Padre
por Su Hijo nuestro Salvador y por Su Espíritu Santo.
El celebrante exclama la bendición trinitaria de San
Pablo expresada en la parte final de su Segunda
Epístola a los Corintios: “La gracia de nuestro Señor
Jesucristo, el amor de Dios (Padre) y la comunión
del Espíritu Santo, sea con todos vosotros”.75
La gracia76 de nuestro Señor Jesucristo podemos
entenderla como el don de su Cuerpo partido y su
Sangre derramada, que entregó para el perdón de los
pecados: “Y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo
daré por la vida del mundo”.77
El amor de Dios Padre es el sacrificio de Su Hijo:
“Porque de tal manera Dios amó al mundo, que
entregó a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, más tenga la vida eterna”78.
La comunión del Espíritu Santo es la potencia divina
que nos hace recordar al Maestro y hacerlo realmente
presente: “Más el Consolador, el Espíritu Santo, al cual
el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas

75
2 Corintios 13:13
76
Gracia dádiva, regalo, don.
77
Juan 6:15
78
Juan 3:16
37
Anotaciones a la Divina Liturgia

las cosas, y os recordará todas las cosas que os he


dicho” 79 . Y también: “El amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo que nos fue dado”80.

El Canto Angelical del Trisagio como


introducción a la Teología

Reza el sacerdote: “Digno y justo es cantarte,


bendecirte, alabarte, darte gracias y adorarte en
todos los lugares de tu dominio, porque tú eres
Dios inexpresable, inconcebible, invisible,
incomprensible, sempiterno, eternamente
inmutable…”
En las oraciones de la anáfora el celebrante reza a
Dios empleando la teología apofática. La teología
apofática es una teología de negación, es decir, al
hablar de Dios no es posible decir lo que realmente Él
es, ya que todo lo que es y existe proviene de Él, y Él
trasciende a todo concepto; sólo podemos atrevernos
quizás a predicar sobre la esencia de Dios, lo que no
es. Por ejemplo, la Esencia Divina no es expresable
(inexpresable); no es mutable (inmutable); no es
comprensible (incomprensible); no es visible
(invisible), etc. Esta forma de hacer teología es

79
Juan 14:26
80
Romanos 5:5
38
Anotaciones a la Divina Liturgia

característica del misticismo cristiano, siendo algunos


de sus expositores: Orígenes de Alejandría (siglo II),
San Gregorio Niceno (Siglo IV), San Gregorio
Nacianceno (Siglo IV), San Dionisio el Areopagita
(Siglo I o VI?)81 y San Máximo el Confesor (siglo VII).
Enseña el Maestro alejandrino:
“Habiendo, pues, refutado, en la medida en que
podemos, todos los sentidos que pudieran
sugerir que nosotros pensamos de Dios algo
corpóreo, decimos que realmente Dios es
incomprensible e inconmensurable, pues si hay
algo que podamos sentir o entender acerca de
Dios, hemos de creer necesariamente que Dios
es infinitamente mejor de lo que sentimos”82.

Por su parte, San Gregorio de Nisa, hermano del Gran


Basilio (Siglo IV) en su obra “Camino a la perfección
de las virtudes” pone como modelo a Moisés el
Profeta, como aquel hombre que ha alcanzado la cima
de la perfección y es digno de ser llamado amigo de

81
Contrario a la idea occidental que incluso lo designa peyorativamente como
Pseudo Dionisio, de acuerdo con la espiritualidad ortodoxa oriental, el autor
de estas obras firmó como Dionisio Areopagita por razón de humildad y por
admiración a quien fue el primer Obispo de la Ciudad de Atenas, hijo espiritual
del Apóstol San Pablo, desconociéndose hasta el día de hoy la verdadera
identidad del personaje eclesiástico que las escribió.
82
ORÍGENES, Tratado de los Principios, editorial CLIE, Barcelona, 2002,
p.66.
39
Anotaciones a la Divina Liturgia

Dios. San Gregorio comenta el pasaje bíblico cuando


Moisés sube a la Montaña y entra en las tinieblas:

“Pero ¿qué significa por otra parte la entrada de


Moisés en la tiniebla y la visión que en ella tiene de
Dios? El presente relato parece un tanto
contradictorio con la teofanía del principio; entonces
era en la luz, ahora es en las tinieblas, donde Dios
aparece. No pensemos, sin embargo, que esto ésta
en desacuerdo con el desarrollo normal de las
realidades espirituales que consideramos. El texto
nos enseña que el conocimiento (gnosis) religioso es
primero luz cuando comienza aparecer: en efecto,
se opone a la impiedad, que es tiniebla, y las
tinieblas se disipan con el gozo de la luz. Pero
cuanto más logra el espíritu, en su camino hacia
adelante a través de una aplicación cada vez mayor
y más perfecta, comprender lo que es el
conocimiento de las realidades y más se acerca a la
contemplación, más ve que la naturaleza divina es
invisible. Tras dejar todas las apariencias, no sólo lo
que perciben los sentidos, sino también lo que cree
ver la inteligencia, va más al interior hasta que
penetra, por el esfuerzo del espíritu, en lo invisible y
lo incognoscible y allí ve a Dios.
El verdadero conocimiento de aquel que realmente
busca y su verdadera visión consiste en ver que es
invisible, porque el que busca trasciende todo
conocimiento, separado de todo por su
incomprensibilidad como por una tiniebla. Por ello,
40
Anotaciones a la Divina Liturgia

Juan el místico, que ha penetrado en esta tiniebla


luminosa, dice que “nadie ha visto jamás a Dios”,
definiendo por esta negación que el conocimiento de
la esencia divina es inaccesible no sólo a los
hombres, sino también a toda naturaleza intelectual.
Por lo tanto, cuando Moisés progresó en la gnosis,
declaró que Dios está en la Tiniebla, es decir,
reconoce que la Divinidad es esencialmente lo que
trasciende toda gnosis y que escapa al alcance del
espíritu. “Moisés entra en la tiniebla donde se
encontraba Dios”, dice la historia. ¿Qué Dios? “El
que ha hecho de la oscuridad su retiro”, como dice
David, también él iniciado es ese mismo santuario
secreto (adytón) de los misterios ocultos.”83

Un paralelismo de aquel que sube a la cima y


encuentra al Incognoscible lo encontramos en el
Arzobispo de Constantinopla, San Gregorio el Teólogo
(Siglo IV) en sus discursos teológicos:

“¿Cómo he experimentado esto, oh amigos,


iniciados en los misterios y prendados conmigo de la
verdad? Yo corrí como el que deseaba alcanzar a
Dios y así subí la montaña y penetre en la nube,
metiéndome en su interior, lejos de la materia y de
las cosas materiales, y concentrándome en mi
mismo cuanto me era posible. Y cuando miré,

83
SAN GREGORIO DE NISA, “Camino a la perfección de las virtudes”,
editorial Lumen, Argentina, 1991, pp. 96-97
41
Anotaciones a la Divina Liturgia

apenas pude ver las espaldas de Dios, y eso a pesar


de que yo estaba todavía protegido por la roca, es
decir, por el Logos hecho carne por nosotros.”

Por su parte, en ese mismo tenor Dionisio Areopagita


expone con negaciones la Sustancia Divina en su obra
“Teología Mística” para establecer que lo que es Dios,
es imposible conocerlo con el intelecto, porque Él
como creador escapa a todo concepto que podamos
tener:
“Y ascendiendo más, añadimos que no es alma ni
inteligencia, no tiene imaginación ni opinión ni razón
ni entendimiento. No es palabra ni pensamiento, no
se puede nombrar ni entender. No es número ni
orden, ni magnitud ni pequeñez, ni igualdad ni
desigualdad, ni semejanza ni desemejanza, ni
permanece inmóvil ni se mueve, ni está en calma.
No tiene poder ni es poder ni luz. No vive ni tiene
vida. No es sustancia, ni eternidad ni tiempo. No hay
conocimiento intelectual en Ella ni ciencia, ni es
verdad ni reino ni sabiduría, ni uno ni unidad, ni
divinidad ni bondad, ni espíritu, como lo entendemos
nosotros, ni filiación ni paternidad ni ninguna otra
cosa de las conocidas por nosotros o por cualquier
otro ser. No es ninguna de las cosas que no son ni
tampoco de las que son, ni los seres la conocen tal
como es, ni Ella conoce a los seres como son. No
hay palabras para Ella, ni nombre ni conocimiento.
No es tiniebla ni luz, ni error ni verdad. Nada en

42
Anotaciones a la Divina Liturgia

absoluto se puede negar o afirmar de Ella, pero


cuando afirmamos o negamos algo de las cosas
inferiores a Ella no le añadimos ni quitamos nada,
pues la Causa perfecta y única de todas las cosas
está por encima de toda afirmación y también la
trascendencia de quien está sencillamente libre de
todo está por encima de toda negación y más allá de
todo”84.
No es casualidad que en esta parte mística se ore a
Dios místicamente y al mismo tiempo se mencionen a
las potestades celestiales; tema característico también
por los místicos cristianos. San Dionisio Areopagita
(Siglo I-VI?) nos da una clasificación de la jerarquía
celestial:
“La Escritura ha transmitido nueve nombres para
todos los seres celestes. Mi glorioso maestro los ha
clasificado en tres jerarquías con tres órdenes cada
una. Él dice que la primera es la que está siempre
junto a Dios, constantemente unida a Él y disfruta de
esa unión antes que los demás y sin intermediarios.
Y dice también que las Sagradas Escrituras nos
transmiten que los más santos tronos y los órdenes
dotados de muchos ojos y muchas alas, que en
hebreo se les nombra querubines y serafines, están
colocados inmediatamente en torno a Dios, más
próximos que todos los demás. Nuestro insigne
maestro dice, efectivamente, que este grupo triple es

84
Pseudo Dionisio Areopagita, Op. cit., pp 251 y 252.
43
Anotaciones a la Divina Liturgia

una jerarquía de igual rango y que realmente es la


primera, pues no hay ninguna otra más divinizada
que ella, es la que más directamente participa delas
iluminaciones primeras de la Deidad. Dice también
que la segunda está compuesta por virtudes,
dominaciones y potestades. Y la tercera y última de
las jerarquías celestes la componen los órdenes de
los ángeles, arcángeles y principios.”85
El Señor, en la Entrada Triunfal a la Santa Ciudad de
Jerusalén, fue aclamado por el pueblo y los niños con
una tradicional invocación destinada a Dios y a su Rey:
“Hosanna en las alturas”86, y, “bendito el que viene
en el Nombre del Señor”87; por otro lado, en los Cielos
los Serafines claman el Trisagio, tal como lo describen
el profeta Isaías y San Juan el Teólogo: Santo, Santo,
Santo, Señor Sabaoth88. Ambas alabanzas preparan
el sacrificio y la victoria del Cordero de Dios en la Cruz.
Entra a la santa ciudad de Jerusalén cabalgando sobre
un pollino Aquél que en los Cielos cabalga sobre los
querubines89. Las dos alabanzas unidas, la celestial y
la terrenal, se entonan con júbilo en este momento de

85
Ídem, pp.124 y 125.
86
Hosanna ‫ הושיע נא‬significa en hebreo “salva ahora”.
87
Juan 12:13, y Mateo 21:9
88
Tzebaoth ‫ צבות‬significa “De los Ejércitos”, es decir, el Señor de
las Potestades celestiales, de los Ángeles y Santos.
89
Salmos 18:11
44
Anotaciones a la Divina Liturgia

la liturgia. La unión de ambas alabanzas se le ha


denominado el Himno de Victoria:

“Santo, Santo, Santo, Señor Sabaoth, llenos están


el cielo y la tierra de tu gloria, Hosanna en las
alturas. Bendito el que viene en el nombre del
Señor. Hosanna en las alturas”.

El diácono tomará en este momento el asterisco, y


golpeará con cada una de sus cuatro patitas la patena,
significando la alabanza de los cuatro querubines o
cuatro seres vivientes que se encuentran en derredor
del Altar, tal como se menciona en el libro de
Apocalipsis (4:7-8). San Cirilo de Jerusalén (siglo IV)
nos ofrece una explicación de esta sección:

“Después de esto, nos acordamos del cielo, de la


tierra, del mar, del sol y de la luna, de las estrellas,
de todo lo creado racional e irracional, visible e
invisible, de los ángeles, de los arcángeles, de las
virtudes, de las potestades, las dominaciones, de los
principados, de los tronos, de los querubines de
muchas caras, diciendo fuertemente con David:
“Alabad, conmigo, al Señor. Nos acordamos
también de los serafines que Isaías contempló en el
Espíritu Santo, mientras estaban alrededor del
Trono de Dios, Con dos alas escondían el rostro y
volaban diciendo: Santo, Santo, Santo, el Señor de
los ejércitos. Por eso decimos que la doxología nos

45
Anotaciones a la Divina Liturgia

fue transmitida por los serafines para que,


participando del himno, participemos también de los
ejércitos celestiales”.90
Al entonar el Himno de Victoria participamos del coro
de los ángeles, porque la meta de la economía de
Cristo es la divinización de la humanidad, para que
juntamente con la jerarquía celestial, seamos
iluminados, purificados y santificados. Por ello, en la
siguiente oración del sacerdote para el Memorial, reza
de esta manera: “Con estas bienaventuradas
potestades, nosotros también, Maestro, Amante
del hombre, clamamos y decimos, santo eres,
santísimo tú y tu Hijo Unigénito y tu Espíritu Santo,
santo eres y santísima y magnifica tu gloria…” Y el
mismo autor de esta oración del memorial, San Juan
Crisóstomo (siglo IV), enseña:
“En este momento (el de la consagración) los
ángeles están asistiendo al sacerdote, y todo el
estrado y el presbiterio se llenan de potencias
celestes en honor del que está allí”91
El Memorial como una introducción a la
Cristología
“…que de tal manera amaste al Mundo que diste a
tu Hijo Unigénito para que todo aquel que en el
crea no se pierda, más tenga la vida eterna, el cual
90
CIRILO DE JERUSALEN, Op. Cit, p.130
91
PONS, Guillermo (compilador), Op. Cit. p.100
46
Anotaciones a la Divina Liturgia

después de haber venido y de haber cumplido toda


la dispensación por nosotros…”.
Se ha “expresado” la inexpresabilidad de Dios, porque
nadie jamás ha visto a Dios 92 y el día que el Señor
habló en medio del fuego al Pueblo de Israel en el
monte Horeb no se vio imagen alguna93. Es, en cierta
manera, el Dios desconocido94 que habita en una luz
inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni
puede ver95 y que hace de las tinieblas su escondite96;
aquel que su naturaleza es inefable, y que los mismos
Serafines con dos de sus alas tapan su rostro97 ante
Él. Escribe San Juan Damasceno:

“Ciertamente es obvio que Dios existe. En cambio, su


esencia y naturaleza permanecen perfectamente
incompresibles e incognoscibles”.98

Sin embargo, el Unigénito Hijo que está en el seno del


Padre, él lo ha dado a conocer ()99. Escribe
el Rey David: “En tu luz veremos la luz100”, es decir, en

92
Juan 1:18
93
Deuteronomio 4:15
94
Hechos 17:23
95
1 Timoteo 6:16
96
Salmos 18:11
97
Isaías 6:2
98
SAN JUAN DAMASCENO, Exposición de la fe, editorial Ciudad Nueva,
Madrid, 2003, p.39
99
Juan 1:18  explicado, relatado, informado.
100
Salmos 36:9
47
Anotaciones a la Divina Liturgia

el Hijo conocemos al Padre. Dice el Señor al Apóstol


Felipe: “Quien me ve a mí ve al Padre”,101 porque: “La
luz que alumbra a todo hombre viene a este mundo”.102
En Jesucristo el Invisible se hizo visible, el que era
Dios y habitaba en el seno del Padre, sin dejar de ser
Dios, se hizo hombre en el seno de la Virgen y habitó
entre nosotros 103 , tomando la forma de siervo 104 ,
semejante en todo a nosotros, excepto en pecado105.
¿Por qué motivo fue realizado esto? Por nuestra
salvación, para que nosotros los hombres creados a
imagen y semejanza del Creador, después de haber
caído y de haber distorsionado la semejanza divina en
nosotros, estando presos y cautivos por los vicios del
pecado, fue necesario que el Verbo Dios, para
deshacer las obras del diablo, se hiciera hombre para
que el hombre se hiciera Dios106 y fuera sanado desde

101
Juan 14: 9
102
Juan 1:9
103
Juan 1:14
104
Filipenses 2:7
105
Hebreos 4:15
106
“Porque éste que ahora es despreciado por ti, hubo un tiempo en el que
estaba por encima de ti; el que ahora es hombre fue también un ser no
compuesto. Lo que era, permaneció, y lo que no era, lo asumió. Al principio
era sin causa, porque ¿Cuál es la causa de Dios?; pero más tarde nació por
una causa, y ésta era que tú, su ultrajador, fuese salvado, tú, que desprecias
su divinidad precisamente por esto, porque tomó sobre sí tu espesor, uniéndose
a una carne por medio del intelecto intermediario: el hombre de aquí abajo
llegó a ser Dios, porque se unió a Dios y se hizo uno solo con él por
prevalencia del elemento mejor, para que yo llegase a ser Dios tanto cuanto
él se había hecho hombre.” Discurso29, San Gregorio Nacianceno.
48
Anotaciones a la Divina Liturgia

adentro. Escribe la Columna de la Iglesia, el Gran


Atanasio de Alejandría (Siglo IV):
“En efecto, se hace hombre para que lleguemos a
ser Dios; se ha hecho visible en su cuerpo, para que
nos hagamos una idea del Padre invisible; ha
soportado los ultrajes de los hombres, a fin de que
heredemos la incorruptibilidad. Ciertamente no
sufría ningún daño por ello, siendo impasible e
incorruptible, siendo el Verbo mismo de Dios, pero
en su impasibilidad protegía y salvaba a los hombres
sufrientes por quienes soportaba todo esto.”107
Porque era necesario que el Cristo fuese Dios y
humano, porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y la humanidad, Jesucristo hombre 108 , el
que nos reconcilió con el Padre por medio su Cruz 109,
porque nos convenía un sumo sacerdote para la
eternidad santo, inocente, incontaminado, apartado de
los pecadores, encumbrado sobre los cielos110, que se
ofrece a sí mismo como cordero quitando los pecados
del mundo111; porque un Niño nos ha nacido, un Hijo
nos es dado, el que lleva el principado sobre sus

107
ATANASIO DE ALEJANDRIA, “La Encarnación del Verbo”, editorial
Ciudad Nueva, España, 1989, p. 139
108
1 Timoteo 2:5
109
Efesios 2:16
110
Hebreos 7:26
111
Juan 1:29
49
Anotaciones a la Divina Liturgia

hombros112, porque la Virgen concibió y dio a luz 113 al


Dios fuerte, al Dios que está con nosotros114 todos los
días hasta el fin del mundo115; aquel cuyas salidas son
desde el principio de los días de la eternidad116 nace
en la cueva de Belén; y aquel que era en el Principio117
y es el Principio mismo de todo118, por quien todas las
cosas fueron hechas 119 y hechas para Él existiendo
con anterioridad a todo120, comienza dentro del tiempo
en los tiempos del Rey Herodes121; es acostado en un
pesebre 122 el que en el Cielo se sienta sobre los
querubines123, porque no había lugar en el mesón 124
para aquel del que es la tierra y su plenitud 125 , es
señalado por una estrella, glorificado por los Ángeles,
alabado por los pastores126, y los Magos del Oriente le
traen presentes: oro, incienso y mirra127; oro, por su
linaje real de la Casa de David; incienso, por su

112
Isaías 9:5
113
Isaías 7:14
114
Emmanuel ‫ עמנואל‬significa “Dios está con nosotros”.
115
Mateo 28:20
116
Miqueas 5:1
117
Juan 1:1
118
Colosenses 2:18
119
Juan 1:1-3
120
Colosenses 2:17
121
Mateo 2:1
122
Lucas 2:7
123
Salmos 99:1
124
Lucas 2:7
125
Salmos 24:1
126
Lucas 2:10-15
127
Mateo 2:11
50
Anotaciones a la Divina Liturgia

condición divina antes de todos los siglos; mirra, por


la sepultura que había de padecer ya que su vida fue
arrancada de la tierra.
Cumple la dispensación del Padre en el misterio de su
Encarnación. Debido a que herejías siempre han
existido y existirán, toda vez que es necesario que el
trigo crezca junto a la cizaña, siempre resonará una
voz de defensa como la de nuestro padre entre los
santos, Arzobispo de Constantinopla, San Gregorio el
Teólogo (Siglo IV) exponiendo este gran misterio de la
economía salvífica de nuestro único Señor Jesucristo,
un solo Hijo de Dios e Hijo del hombre, Señor, Verbo,
Unigénito, una sola hipostasis y persona poseedora de
dos naturalezas: humana y divina, compenetradas, sin
confusión, sin cambio, sin división y sin separación,
verdadero Dios y verdadero hombre:
“Fue bautizado como hombre, pero quitó los
pecados en cuanto Dios; y fue bautizado para
santificar las aguas. Fue tentado en cuanto hombre,
pero venció en cuanto Dios y nos exhorta a tener
confianza porque él ha vencido al mundo. Tuvo
hambre, pero dio de comer a millares y es el pan vivo
y celeste. Tuvo sed, pero gritó: Si uno tiene sed, que
venga a mí y beba, y prometió transformar en
fuentes de agua a los que creyeran en él. Se fatigó,
pero es el reposo de los cansados y agobiados.
Cayó rendido por el sueño, pero se hace ligero sobre
el mar, da órdenes a los vientos y, cuando Pedro se
51
Anotaciones a la Divina Liturgia

hunde en las aguas, lo levanta. Paga el impuesto,


pero toma la moneda de la boca de un pez y es el
rey de los que le reclaman. Oye que le llaman
samaritano y endemoniado, pero salva a que baja
de Jerusalén y cae en manos de salteadores,
además, es reconocido por los demonios, expulsa a
los demonios, precipita en el mar a una legión de
espíritus y ve al jefe de los demonios caer como un
relámpago. Le arrojan piedras, pero no es
capturado. Ora, pero escucha los ruegos de los
demás. Llora, pero hace cesar las lágrimas.
Pregunta dónde ha sido puesto Lázaro, porque era
hombre; pero resucita a Lázaro, porque era Dios. Es
vendido, y a muy bajo precio: treinta monedas de
plata; pero rescata al mundo, y a gran precio: su
propia sangre. Como una oveja es llevada al
matadero, pero es el Pastor de Israel y, ahora,
también de toda la tierra. Como un cordero está sin
voz, pero es la Palabra anunciada por la voz del que
grita en el desierto. Estuvo enfermo y fue golpeado,
pero cura toda enfermedad y toda dolencia. Es
levantado sobre el madero y es clavado allí, pero
nos recrea por medio del árbol de la vida, salva al
ladrón crucificado con él y difunde las tinieblas por
todo lo visible. Se le da a beber vinagre, se le da a
comer hiel, ¿a quién?: al que transformó el agua en
vino, al que hizo desaparecer el sabor amargo, al
que es dulzura y todo deseo. Entrega su alma (al
Padre), pero tiene poder para recuperarla, se rompe
el velo del Templo porque se manifiestan las cosas
52
Anotaciones a la Divina Liturgia

de lo alto, las piedras se resquebrajan y los muertos


resucitan antes de tiempo. Muere, pero vivifica y
destruye la muerte con la muerte. Es sepultado, pero
resucita. Desciende a los infiernos, pero asciende a
las almas y sube a los cielos y vendrá a juzgar a los
vivos y a los muertos y a examinar discursos como
los tuyos. Si unos hechos te impulsan al error, los
otros destruyen tu error.”128
“…en la noche que fue entregado, o más bien se
entregó por la vida del mundo, tomó pan en sus
santas, puras e inmaculadas manos, y dando
gracias nuestro Dios e Hijo de Dios e Hijo del Hombre,
Jesucristo, Señor, Verbo inmortal, Unigénito del
Padre 129 e Hijo de la Virgen 130 , Sumo Sacerdote
eterno131, Cordero que quita los pecados del mundo132,
Buen Pastor133, El que es, el que era y el que ha de
venir, el Todopoderoso, Alfa y Omega, Primero y
último, Testigo fiel y verdadero, Justo Juez, Abogado,
Rey de Reyes, Señor de Señores, Sabiduría y Poder
de Dios, Yo soy, Camino, Verdad y Vida, Puerta, Luz
del mundo, Pan vivo y celeste, Admirable, Consejero,
Príncipe de Paz, Dios fuerte, Padre eterno, Emmanuel,

128
Gregorio Nacianceno, “Los cinco discursos teológicos”, editorial Ciudad
Nueva, Madrid, 1995, pp. 179-181.
129
Juan 1:14
130
Mateo 1:23
131
Hebreos 5:6
132
Juan 1:29
133
Juan 10:11
53
Anotaciones a la Divina Liturgia

Hijo y Señor de David, retoño de Isaí, León de Judá,


Estrella de Jacob, Sol de Justicia, Señor de las
Huestes Celestiales, Maestro de los Apóstoles, Anhelo
de los Mártires, Esposo de las Vírgenes, Salvación de
los Sanadores, Modelo de los Monjes, Promesa de los
Patriarcas, Inspiración de los Profetas, Obispo de los
Jerarcas, Esposo de la Iglesia, lo bendijo, lo
santifico, lo partió y lo dio a sus Discípulos y
Apóstoles diciendo: “Tomad, comed, este es mi
cuerpo, que por vosotros es partido para la
remisión de los pecados” Del mismo modo,
después de haber cenado, tomó el cáliz diciendo:
“Bebed todos de él; esta es mi sangre del Nuevo
Testamento, que por vosotros y por muchos es
derramada para la remisión de los pecados”.
Comentando este pasaje de la institución de la
Eucaristía escribe San Juan Damasceno (siglo VIII):

“El cual, estando apunto de aceptar la muerte


voluntaria por causa nuestra, en la noche que se
entregó, instituyó una nueva alianza con sus
santos discípulos y apóstoles, y a través de ellos
con todos los que creerán en él. Así pues, en la
sala superior de la santa y celebre Sion,
mientras come la antigua Pascua con sus
discípulos, completa la antigua Alianza, y lava

54
Anotaciones a la Divina Liturgia

los pies de los discípulos como símbolo del


santo bautismo que les suministra.”134

Ofrecimiento

Después de esto, la Divina Liturgia como una


participación anticipada del futuro, se rememora la
vida humana de nuestro Salvador, y todo lo que ha
sido por causa nuestra, incluso el Segundo
Advenimiento como un hecho ya acaecido. Se
menciona la Cruz, el Sepulcro, la Resurrección al
tercer día, la Ascensión al Cielo, el sentarse a la
Diestra, y su Segundo y glorioso advenimiento.

Lo tuyo de lo tuyo te ofrecemos…

El diácono tomará la patena y el cáliz, y con los brazos


cruzados haciendo una cruz, levantará la ofrenda
hacia el cielo, ofreciéndolas a Dios, así mismo como
Cristo fue elevado y se ofreció a sí mismo a Dios,
venció a las potestades malignas que están en el aire
desde el mismo aire en la muerte de Cruz. No
olvidemos que el primero en dar su vida por Cristo, en
ofrendarse a sí mismo por el Evangelio, fue San
Esteban 135 el primer diácono, para que entendamos

134
JUAN DAMASCENO, Op. Cit. p. 258
135
Hechos 7:59
55
Anotaciones a la Divina Liturgia

que aquel que sirve, debe servir hasta la muerte, así


como Cristo enseñó:

“el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será


vuestro servidor (diácono-), y el que quiera
ser primero entre vosotros, será esclavo de todos, que
tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido
(), sino a servir () y a dar su
vida como rescate por muchos.”136

La Invocación (Epíclesis) como una


introducción a la Neumatología

El Señor les dijo a sus discípulos: “Pero recibiréis


poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”137. El
poder que le ha sido otorgado al cristiano, no es un
poder para imponer su voluntad sobre la de los demás,
no es un poder de sometimiento al prójimo y que
engendra ambición, rencor y dolor, sino la capacidad
de ser testigos de Jesucristo en todo lugar, de anunciar
su Encarnación, Muerte y Resurrección, y de percibir
todo aquel fruto que señala la Escritura: amor, paz,

136
Marcos 10:42-45
137
Hechos 1:8
56
Anotaciones a la Divina Liturgia

gozo, fe, justicia, templanza, etc138. Escribe San Juan


el Teólogo:

“Porque la Vida (Jesucristo) se manifestó, y la


hemos visto, y la testificamos, y os anunciamos
la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se
nos manifestó”139 .
El poder del Espíritu es hacernos presente a Cristo en
nuestras vidas: “Más el Consolador, el Espíritu Santo,
a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho”140; el Espíritu nos otorga la conversión: “Cuando
el venga, convencerá al mundo de pecado, justicia y
juicio”; nos permite clamar diciendo: ¡Señor Jesucristo,
ten piedad de mí, pecador! Porque “nadie puede llamar
a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo”141; Él nos
recrea en el Santo Bautismo y nos une a la Santa
Iglesia: “porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo”142; ha puesto obispos para
apacentar la Iglesia de Dios 143 ; el Espíritu Santo

138
Gálatas
139
Juan 1:8
140
Juan 14:26
141
1 Corintios 12:3
142
Ídem 12:13
143
Hechos 20:28
57
Anotaciones a la Divina Liturgia

crea 144 , vivifica 145 , sella 146 , consuela 147 , conforta 148 ,
guía 149 , instruye 150 , arrebata 151 , expulsa a los
demonios152, ora153 e intercede154, da gozo, santifica y
salva 155 , reparte dones espirituales, habla por los
profetas, revela y nos hace contemplar a Dios al
limpiar nuestros corazones, es Señor porque es libre
al soplar cómo quiere y dónde quiere, el que otorga la
libertad, nos adopta como hijos de Dios156 y nos hace
clamar: ¡Abba, Padre 157 ! Enseña San Basilio,
Arzobispo de Cesárea (Siglo IV) sobre la naturaleza
del Espíritu Santo:
“Hacía él se vuelve todo lo que tiene necesidad de
santificación, a él es a quien buscan todos aquellos
que viven según la virtud, porque su soplo los
refresca y viene en su ayuda en la persecución de
su propio fin natural. Capaz de perfeccionar a los
demás él mismo no carece de nada. No es un

144
Salmos 32:6 (LXX)
145
Job 33:4
146
Efesios 1:13
147
Juan 14:16
148
Salmos 50:14 (LXX)
149
Romanos 8:14
150
Juan 16:14
151
Hechos 8:39
152
Mateo 12:38
153
Judas 20:17
154
Romanos 8:26
155
2 Tesalonicenses 2:13
156
Romanos 8:14
157
Gálatas 4:6
58
Anotaciones a la Divina Liturgia

viviente al que se deba devolver fuerzas; es él quien


provee al sustento de la vida, él no crece por
añadiduras sucesivas, posee de golpe la plenitud;
reside en sí mismo, pero también está en todas
partes. Fuente de santificación, luz inteligible, ofrece
por sí mismo a toda potencia racional como una
suerte de claridad para descubrir la verdad.
Inaccesible por naturaleza, se le puede comprender
a causa de su bondad; mientras que llena todo con
su poder, sólo se comunica a aquellos que son
dignos de él, no partiéndose según una medida
única, sino repartiendo su acción proporcionalmente
a la fe. Simple por esencia, diverso en sus milagros,
todo entero presente a cada uno, y a la vez en todas
partes todo entero.”158
El Espíritu Santo es testigo de los padecimientos del
Señor y participa en la divina economía de la
redención. Escribe San Gregorio el Teólogo (Siglo IV):
“Examina lo que sigue: Cristo es engendrado, él lo
procede; Cristo es bautizado, él da testimonio; Cristo
es tentado, él lo reconduce a Galilea; Cristo realiza
milagros, él lo acompaña; Cristo sube al cielo, él le
sucede. Pues ¿qué no puede hacer el Espíritu entre
las cosas grandes y las que hace Dios?”159

158
SAN BASILIO, “Tratado del Espíritu Santo”, editorial Lumen, Argentina,
1998, pp. 36-37.
159
GREGORIO NACIANCENO, Opus Cit. 259
59
Anotaciones a la Divina Liturgia

El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santa


Trinidad, es decir, es Dios como los son el Padre y el
Hijo. Entona un verso dominical del tono séptimo:

“Luz es el Padre, Luz es el Hijo, Luz es el Espíritu


Santo. Pero los Tres son Una sola Luz. Porque el
Dios eterno es Uno, en Tres Personas, Una sola
Naturaleza, una Sola Soberanía, Indivisible, sin
mezcla y sin confusión.”

Señor, que en la hora tercia160 enviaste a su Santo


Espíritu sobre tus Apóstoles, no lo retires de
nosotros, sino renuévanoslo como te suplicamos.
Desciende el Espíritu Santo de lo Alto, porque es Dios
venido del Cielo. El Espíritu es el dador de vida. Quien
obra el misterio en la Iglesia. El hacedor de los divinos
misterios. En la Divina Liturgia se invoca al Padre para
que en Nombre del Hijo envíe al Espíritu Santo sobre
el Altar y sobre todos los fieles, para hacernos un solo
Cuerpo en Cristo. Escribe San Cirilo de Jerusalén
(siglo IV):

“Santificados por los himnos espirituales,


invocamos a Dios misericordioso para que envíe
al Espíritu Santo sobre las ofrendas, a fin de que
transforme el pan en el cuerpo de Cristo y el vino

160
Aproximadamente las 9 de la mañana. Referencia a la hora en el día de
Pentecostés cuando descendió el Espíritu Santo sobre los discípulos.
60
Anotaciones a la Divina Liturgia

en su sangre. Pues lo que el Espíritu Santo toca,


se santifica y transforma.161”
Existe un testimonio antiguo de la epíclesis en la
Liturgia consignada en las Constituciones Apostólicas
(siglo II-III):
“Te pedimos que dirijas favorablemente tu mirada
sobre estos dones que son presentados en tu
presencia, tú, el Dios que nada necesita; te pedimos
además que te complazcas en ellos para honra de
tu Cristo, envíes tu santo Espíritu sobre este
sacrificio, testigo de los padecimientos del Señor
Jesús, para que se manifieste este pan como el
Cuerpo de Cristo y esta copa como la Sangre de tu
Cristo…”162

La Epíclesis no es una fórmula al estilo escolástico


para que “se dé” el Sacramento, sino que es ante todo
una plegaría e invocación a Dios, la oración viva de la
Iglesia que en virtud del Espíritu se hace presente
Cristo. En Exposición de la Fe, San Juan Damasceno
(siglo VIII) explica este magnífico suceso, haciendo un
paralelismo entre la Encarnación de Cristo y la
Eucaristía:
“Por la invocación, la potencia del Espíritu Santo se
hace lluvia para este nuevo cultivo, al que cubre. Sin

161CIRILO DE JERUSALEN, Op. Cit. p.130


162CONSTITUCIONES APOSTOLICAS, Biblioteca de Patrística, editorial
Ciudad Nueva, España Madrid, p. 314.
61
Anotaciones a la Divina Liturgia

duda, del mismo modo como todo cuanto ha hecho


Dios lo ha hecho con la actividad del Espíritu Santo,
así también ahora, la actividad del Espíritu Santo
obra aquello que está por encima de la naturaleza,
aquello que solamente la fe puede comprender.
¿Cómo tendré yo esto? Dice la santa Virgen, porque
no conozco varón. Responde el arcángel Gabriel: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la potencia del
Altísimo te cubrirá. Y ahora preguntas, ¿cómo el pan
se vuelve cuerpo de Cristo, y cómo el vino y el agua
se vuelven sangre de Cristo? Y yo te respondo:
viene el Espíritu Santo y hace aquello que está por
encima de la razón y del entendimiento.”163

Debido a la operación divina y la lluvia celestial, Cristo


se hace presente misteriosamente en la Santa Mesa
(Altar), se hace presente en su cuerpo y su sangre de
manera real 164 . No es sólo un símbolo, una

163
JUAN DAMASCENO, Op. Cit. p.258
164
Cabe aclarar que, en la tradición de Oriente, se tiene el momento de la
epíclesis como el instante cuando la ofrenda es transformada en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Sin embargo, cree firmemente la Iglesia Ortodoxa que el
memorial, la elevación y la epíclesis son una unidad. Por el contrario, en la
tradición Occidental, el memorial, es decir, las palabras de Jesucristo en la
última cena, son las palabras consagratorias, para transubstanciar el pan y vino
en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Así lo enseña San Ambrosio, obispo de
Milán (siglo IV): “¿Quieres saber mediante cuales palabras celestiales se
consagra? Oye cuales son las palabras. Dice el sacerdote: “Concédenos que
esta ofrenda sea aprobada, razonable, y agradable, porque es la figura del
cuerpo y de la sangre de nuestro Señor Jesucristo. El cual, en la víspera de su
Pasión, tomó pan en sus santas manos, levantó los ojos al cielo, a Ti, Padre
62
Anotaciones a la Divina Liturgia

representación, sino en verdad se trata de su cuerpo y


sangre. Es una participación de la atemporalidad del
acontecimiento salvador, del Cordero que fue
inmolado. Escribe San Juan Crisóstomo (siglo IV):
“Porque cuando tú ves al Señor sacrificado y
humilde, y el sacerdote que está orando sobre la
víctima, y a todos teñidos de aquella preciosa
sangre, ¿por ventura crees hallarte aún en la tierra
entre los hombres, y no penetras de inmediato sobre
los cielos, y apartando de tu alma todo pensamiento
carnal, con un alma desnuda, y con pensamiento
puro no registras las cosas que hay en el cielo? ¡Oh
maravilla! ¡Oh benignidad de Dios para con los
hombres! ¡Aquel que está sentado en el cielo a la
diestra del Padre, se pone en aquel momento en las
manos de todos; todos pueden entonces
contemplarle con los ojos de la fe!”165

santo, Dios todopoderoso y eterno, lo bendijo dando gracias, lo partió y


fraccionado lo dio a sus apóstoles y discípulos, diciendo: “Tomad y comed
todos de esto, porque esto es mi cuerpo que será partido para muchos”. (SAN
AMBROSIO, “Los sacramentos y los misterios”, editorial apostolado
mariano, España, 1991, p.40) y así lo ha enseñado y definido la Iglesia de
Roma en el concilio de Trento: “statim, post consecrationem verum Domini
nostri corpus verumque eius sanguinem sub panis et vini specie una cum ipsius
anima et divinitate exsistere”. (DENZINGER, Henricus, “Enchiridion
symbolorum”, editorial Herder, España, 1948, p.305-306)
165
ROPERO, Alfonso (compilador), Lo mejor de Juan Crisóstomo (Sobre el
Sacerdocio), editorial CLIE, España, 2002, p.109.
63
Anotaciones a la Divina Liturgia

Transmutándolos por tu Santo Espíritu…El ritual en


la liturgia emplea el verbo metabalo  que
significa “cambiar, alterar”. Algunos Santos Padres
usan la palabra “transformar” en sus escritos al hablar
sobre este misterio. La Ortodoxia no define
estrictamente las palabras para explicar el
cambio. 166 Para la Iglesia el misterio no puede ser
develado y razonado, sólo creído, contemplado con los
ojos de la fe. El Apóstol San Pablo cree que la
bendición de Dios obra este misterio del pan y el vino
que llegan a ser el Cuerpo y la Sangre del Señor, un
misterio para tener una verdadera
(comunión) con Cristo: “La copa de
bendición que bendecimos, ¿No es acaso comunión
con la sangre de Cristo? ¿Y el pan que partimos, ¿No
es comunión con el cuerpo de Cristo?”167 Realidad e
incomprensibilidad califican perfectamente los Divinos
Misterios. Enseña San Germán de Constantionopla:

166
En el siglo XVII, los escritores ortodoxos y los sínodos ortodoxos
emplearon el término latino de transubtanciación para explicar el cambio
eucarístico, usando la palabra griega “metousiosis”. En siglos posteriores cayó
casi en desuso en la Ortodoxia tal término, retornando la mayoría al uso
patrístico-griego. Transubtanciación fue la palabra formulada por el
Escolasticismo latino para explicar el cambio eucarístico. Puede emplearse en
la Ortodoxia de manera legítima. Las Confesiones de fe de Pedro Mogila
(1640) y la de Dositheo (1672) emplearon este término para contrarrestar la
propaganda de la Reforma Protestante.
167
1 Corintios 10:15
64
Anotaciones a la Divina Liturgia

“Entonces el Espíritu Santo, invisiblemente presente


por la buena voluntad y deseo del Padre, muestra la
divina operación y, través de las manos del
sacerdote, testifica, completa, y cambia los santos
dones en el cuerpo y sangre de nuestro Señor
Jesucristo.”168
Enseña San Iván Serguiev de Kronstadt:

“Del mismo modo, en este sacramento del Cuerpo y


de la Sangre, para mí es un misterio la forma en que
el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la
Sangre del Señor, pero este misterio del Cuerpo y
de la Sangre posee una existencia real, aunque sea
incomprensible para mí169.”
En el momento del descenso del Espíritu Santo tras
decir amén, amén, amén, el clero se postra rostro al
suelo170, por la dignidad de aquel que ha descendido
(Espíritu Santo) y del que está ya presente en la Santa
Mesa (Cristo). Nuestra vida cristiana debe ser una
continua invocación al Espíritu Santo, la Tercera

168
St Germanus of Constantinople, “On the divine liturgy”, SVP, USA, 1984, P.
98
169
JUAN DE CRONSTATD, Opus cit. P.39-40.
170
En algunas tradiciones los domingos se tiene prohibido ponerse de rodillas
(Canon XX, Concilio Ecuménico I de Nicea 325). El día de domingo es el día
de la Resurrección, día de la alegría y regocijo, pues en ese día nace la
esperanza de los hombres y la salvación se ha consumado, Jesús se levanta de
entre los muertos, la tristeza está prohibida, la penitencia se ha completado, la
maldición de Eva se ha cancelado con el “¡Alégrate!” del arcángel Gabriel a la
Virgen María.
65
Anotaciones a la Divina Liturgia

Persona de la Trinidad. Canta San Simeón el Nuevo


Teólogo (Siglo X) la plegaria mística:

“Ven, luz verdadera. Ven, vida eterna. Ven, misterio


escondido. Ven, tesoro innombrable. Ven, realidad
inefable. Ven, persona inconcebible. Ven, gozo perpetuo.
Ven, luz sin ocaso. Ven, espera inefable de los que
anhelan la salvación. Ven, despertar de los que yacen.
Ven, resurrección de los muertos. Ven, ¡Ven oh poderoso
que todo lo haces, lo cambias y lo transformas siempre a
tu voluntad! Ven, oh invisible y totalmente intangible e
impalpable. Ven, tú que siempre permaneces inamovible y
en cada momento todo entero te mueves y vienes hacia
nosotros que yacemos en el infierno, oh tú que estás más
allá de todos los cielos…”171

Himno a la Virgen.

Después de la Consagración de las Ofrendas, se


recuerda delante de Dios a los profetas, apóstoles,
evangelistas, mártires, confesores, ascetas y por todo
espíritu justo perfeccionado en la fe, y especialmente,
a la Madre de Dios, la Virgen María. No significa que
la Liturgia se ofrezca para la remisión de sus pecados,
sino que esta conmemoración posee un sentido
eucarístico, es decir, de agradecimiento a Dios por
ellos que continuamente interceden por nosotros,

171
SIMEON EL NUEVO TEOLOGO, “Plegarias de luz y resurrección”,
editorial Sígueme, España, 2004, p.37
66
Anotaciones a la Divina Liturgia

como amigos y familia de Dios que son, sobre todo la


Madre de Dios que nos cubre y protege con sus
plegarias. Así lo entiende San Nicolás Cabásilas al
comentar las conmemoraciones después de la
Consagración:

“San Juan (Crisóstomo), mostrando el doble aspecto


de este santo sacrificio, eucarístico e impetratorio,
separa aquellos por los que se da gracias de
aquellos por los que se suplica.”172

¡Digno es en verdad bendecirte, oh Theotókos…

Este himno según la Tradición fue una revelación del


Arcángel Gabriel a un monje en el Monte Athos. La
veneración a la Madre de Dios se encuentra en un
lugar muy especial en el fiel cristiano ortodoxo. Si
Cristo es el nuevo Adán, María es la nueva Eva. Este
paralelismo lo encontramos en los cristianos
apologetas del siglo II, San Justino y San Ireneo.
Expone el primero:

“Eva, cuando aún era virgen e incorrupta, habiendo


concebido la palabra que le dijo la serpiente, dio a
luz la desobediencia; más la Virgen María concibió
fe y alegría”173

172
CABÁSILAS, Nicolás, Op. Cit. P.67
ROPERO, Alfonso, “Lo mejor de Justino Mártir (dialogo con Trifón)”.
173

Op.Cit. P.347
67
Anotaciones a la Divina Liturgia

Además del paralelismo anterior, encontramos la idea


de la Virgen como Madre de “la Alegría”, idea que fue
desarrollada siglos posteriores por San Sofronio,
patriarca de Jerusalén (siglo VII), puesto el mismo
Santo Patriarca en el himno de su autoría que se
entona en el servicio de Vísperas, llama a Jesucristo:
¡Radiante Luz¡ ¡Luz Alegre! San
Sofronio en el siguiente himno, nos presenta a María
como la Madre de Jesucristo, y por ello la Madre de la
Alegría:
“Salve, madre de la alegría celeste;
Salve, tú que nos ofreces la alegría perenne;
Salve, místico lugar de alegría inefable;
Salve, campo dignísimo de la alegría indecible;
Salve, manantial bendito de la alegría infinita;
Salve, tesoro divino de la alegría sin fin;
Salve, árbol frondoso de la alegría que da vida;”174

La Virgen María concibió al Señor por su obediencia,


escuchando la Voluntad de Dios. Escribe San Ireneo
de Lyon (siglo II), comentando la respuesta de María
al Arcángel Gabriel: “Hágase en mi según tu palabra”:

174
BERCELLI, Constante (compilador), et al, “Alabanzas a nuestra Señora de
las iglesias de oriente y occidente en el primer milenio”, editorial Narcea,
España, 1987,P.85
68
Anotaciones a la Divina Liturgia

“De la misma manera que El Señor, también la


Virgen María es hallada obediente. Eva en cambio
había sido desobediente……El nudo de la
desobediencia de Eva ha sido desatado por medio
de la obediencia de María”175

La Virgen María, es el modelo de la virtud cristiana


como enseña San Ambrosio obispo de Milán (siglo IV):

“Pongan sus ojos en este modelo perfecto, escuela


viva de todas las virtudes, e imítenlo si desean
transitar el camino de la gloria eterna”176.
Sigue diciendo el himno: Siempre bienaventurada y
exenta de pecado, Madre de nuestro Dios. Llena del
Espíritu Santo, exclama la Toda Santa en el Evangelio
de San Lucas: “Desde ahora me llamarán
bienaventurada todas las generaciones” 177 Palabras
proféticas del Espíritu Santo cumplidas con firmeza en
la Ortodoxia.
Más honorable que los querubines, e
incomparablemente más gloriosa que los
serafines… la Virgen María, es tenida como la Reina
del Cielo junto a Su Hijo, es la corona de la creación y
espejo de virtudes, con mayor gloría que todos los
175
ROPERO, Alfonso, “Lo mejor de Ireneo de Lyon (contra los herejes)”, Op.
Cit. p.387-389
176
SAN AMBROSIO, “Tratado de las vírgenes” , editorial Lumen (colección
Icthys), segunda reimpresión, Argentina, 2007,P.38
177
Lucas 1:48
69
Anotaciones a la Divina Liturgia

seres creados, humanos y potestades celestiales.


Entona un himno en honor a esta magnificencia San
Atanasio, Arzobispo de Alejandría (siglo IV):

“Oh Virgen, tu gloria supera todas las cosas creadas.


¿Qué hay que se pueda semejar a tu nobleza, madre
del Verbo Dios? ¿A quién te compararé, oh Virgen de
entre toda la creación? Excelsos son los ángeles de
Dios y los arcángeles, pero ¡Cuánto los superas tú,
María! Los ángeles y los arcángeles sirven con temor
a aquel que habita en tu seno, y no se atreven a
hablarle; Tú, sin embargo, hablas con él libremente.
Decimos que los querubines son excelsos, pero tú
eres más excelsa que ellos:
los querubines sostienen el trono de Dios, tú, sin
embargo, sostienes a Dios mismo entre tus brazos.
Los serafines están delante de Dios, pero tú estás
más presente que ellos:
Los serafines cubren su cara con las alas no
pudiendo contemplar la gloria perfecta, tú, en cambio,
no sólo contemplas su cara, sino que la acaricias
y llenas de leche su boca santa.”178
“¡Verdadera Madre de Dios, te magnificamos!”. La
Virgen María es llamada: Theotókos “la que
dio a luz a Dios”. Este título surge en el ambiente
alejandrino, consignado por escrito por primera vez por

178
BERSELLI, Constante, et al, Op. Cit. p. 26
70
Anotaciones a la Divina Liturgia

San Alejandro (Siglo IV), papa de Alejandría, surge


entorno a la polémica arriana179, con el fin de resaltar
y reafirmar, que Jesús de Nazaret, el hijo de la Virgen,
es Dios e Hijo de Dios. A principios del siglo V, surge
una herejía en la ciudad de Constantinopla, el patriarca
de esta ciudad, Nestorio, enseñó que no era lícito
llamar a la Virgen María Madre de Dios (Theotókos),
sino se le debería llamar solamente Madre de Cristo
(Cristotókos), y Nestorio con esta enseñanza, dividió a
Jesucristo en dos personas, una el Verbo Hijo de Dios,
y la otra, Jesús Nazareno hijo de María. Pero la Recta
Doctrina siempre ha confesado al único Señor
Jesucristo, Dios y Hombre. En contra de esta
enseñanza herética, sale a la defensa, San Cirilo Papa
de Alejandría (Siglo V), en los siguientes términos:
“De modo milagroso fue engendrado de una mujer
según la carne. Pues dado que era Dios por
naturaleza, no le resultaba posible aparecerse a los
naturales de la tierra sino tomando un aspecto
semejante al nuestro, Él que era invisible e
incorpóreo. No quedaba otro camino que el de
encarnarse y mostrar en sí mismo y en sí solo
nuestra naturaleza enriquecida con los honores
divinos. Él mismo juntamente era Dios y hombre,
179
Herejía arriana, nombrada así por su creador, el presbítero libio Arrio, el
cual enseñó que Jesucristo no era verdadero Dios como el Padre, sino que era
un dios creado. Fue condenada en el primer Concilio Ecuménico reunido en
Nicea en 325 DC. El concilio afirma de Jesús: “engendrado, no creado,
consubstancial con el Padre”.
71
Anotaciones a la Divina Liturgia

semejante al hombre, por cuanto era Dios con el


comportamiento exterior de un hombre. Era Dios
bajo una apariencia semejante a la nuestra y Señor
bajo la forma de esclavo. En ese sentido decimos
que se hizo carne. Por tal razón afirmamos que la
Virgen santa es también Madre de Dios.”180
Finalmente, este título es definido en el Tercer Concilio
Ecuménico reunido en la ciudad de Éfeso en 431 dC:
“De tal manera, de buen ánimo, (los Santos Padres)
llamaron Madre de Dios a la santa
Virgen”181¡Santísima Teótokos, sálvanos!

La Oración del Padre Nuestro

El Padre busca adoradores en espíritu y verdad, y por


esto, nuestro Señor nos enseñó una preciosa oración,
que se ha mantenido a través de los tiempos como la
oración por excelencia: “Padre nuestro, que estás en
los Cielos, santificado sea tu Nombre, venga a
nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la
tierra como en el Cielo, el pan nuestro de cada día
dánosle hoy, perdona nuestras deudas así como
nosotros también perdonamos a nuestros
deudores, no nos dejes caer en tentación, más
líbranos del mal.” Esta oración tiene diversas

180
CIRILO DE ALEJANDRIA, “¿Por qué Cristo es uno?”, editorial Ciudad
Nueva, España, 2007
181
DENZINGER, Enricus, Op. Cit. P.57
72
Anotaciones a la Divina Liturgia

interpretaciones, desde luego validas según la


finalidad que se persiga, porque la Palabra de Dios no
se agota en su riqueza; según Orígenes de Alejandría
la Palabra de Dios puede leerse en tres niveles: literal,
moral y místico 182 , debido al paralelismo del Verbo
encarnado con las Sagradas Escrituras, por ello
poseen un cuerpo, alma y espíritu.

En una lectura místico-espiritual, en el Padre nuestro


se pide a Dios la asistencia del Espíritu Santo y el
advenimiento de su Hijo, así lo entiende Evagrio
Póntico (Siglo IV):

“Si deseas orar, tienes necesidad de Dios, que es


quien da la oración al que ora. Invócalo, pues,
diciendo: santificado sea tu nombre, venga tu reino;
es decir, el Espíritu Santo y Tu Hijo unigénito. Así lo
enseñó al hablar de adorar al Padre en espíritu y en
verdad”183

Nuestro Salvador nos otorgó la potestad de ser niños


de Dios, nos concedió la ciudadanía celestial y nos
heredó su Reino venidero en virtud de Su Espíritu
Santo. Se hizo hombre y hermano nuestro al
encarnarse de la Santísima Virgen, a fin de que
nosotros, adoptivamente, nos hiciéramos hermanos
suyos e hijos de Dios. Nuestro Señor Jesucristo ha
182
ORIGENES, “Sobre los principios”, libro IV, 11.
183
Evagrio Póntico, Op. Cit. p. 248
73
Anotaciones a la Divina Liturgia

venido para que el hombre participe íntimamente de


Dios, y ha soplado sobre la Iglesia el Espíritu Santo,
por el cuál clamamos: ¡Abba, Padre!

Esta oración nos comunica a Dios Padre, nos hace


hermanos y se nos permite ser hijos de Dios. Al
llamarle “Padre” aceptamos ser hijos suyos, al llamarle
nuestro, nos reconocemos como familia; Dios se ha
hecho “nuestro”, se nos ha dado como don la filiación
divina. ¡Es el Padre de todos nosotros! “Que estás en
los Cielos”, no sólo en el Cielo, sino en todas partes se
encuentra, pero decimos especialmente en los Cielos
para comprender la sublimidad de nuestro Padre Dios,
y la abismal diferencia entre Él y nosotros, incluso,
decimos “en los Cielos” para manifestar nuestro deseo
de llegar a las Alturas con Él. Enseña San Ambrosio
obispo de Milán (siglo IV):
“Padre nuestro que estás en los Cielos” ¿Qué
significa “en los Cielos”? Oye a la Escritura que dice:
“Excelso (elevado) el Señor sobre todos los cielos es
el Señor”. Y por doquiera tienes que el Señor está
sobre los cielos de los cielos, como si lo ángeles no
estuvieran también en los cielos, como si las
dominaciones no estuvieran en los cielos. Pero se
trata de aquellos cielos de los cuales se ha dicho:
“Los cielos proclaman la gloria de Dios”. El cielo está
allí donde ha cesado la culpa, el cielo está allí donde

74
Anotaciones a la Divina Liturgia

son castigados los crímenes, el cielo está allí donde


ya no hay ninguna herida de muerte”.184

“Santificado sea Tu Nombre”, Su Nombre es Santo,


y no es que dependa de nosotros para ello, sino que
pedimos que la Santidad de Dios cubra al cristiano, y
podamos vivir imitándole. El Nombre Divino es
ensalzado en nosotros, por nuestras obras es creído,
anhelado y alabado, también por nuestras obras es
blasfemado, vituperado y despreciado. La obra de
santificación es hecha por el Espíritu Santo, el cual da
gloria a Dios a través de la Iglesia.

“Venga a nosotros tu reino”. El que lo desea, puede


recibir este reino celestial, pues “El Reino de los Cielos
ha llegado”185. No lo busquemos afuera de nosotros,
pues el Rey ha dicho: “El Reino de Dios está entre
vosotros”186. En nosotros los cristianos el Señor reina:
regocíjese la tierra187. Su Reino ha llegado en Cristo,
su Reino vive en nosotros con el Espíritu Santo, Su
Reino habrá de culminarse cuando todos juntos
glorifiquemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. El
reino de Jesucristo no es de este mundo188, los reinos

184
AMBROSIO DE MILÁN, Op. Cit, p.47
185
Mateo 4:17
186
Lucas 17:21
187
Salmos 97:1
188
Juan 18:36
75
Anotaciones a la Divina Liturgia

humanos serán destruidos, lo que el hombre ofrece es


corruptible: la vanagloria, la envidia, la sed de poder,
la muerte y pecado, sólo el reino de Dios es eterno,
pues su reino no tendrá fin 189 , y permanecerá para
siempre190. Pues como dice el Apóstol: “No mirando
nosotros a las cosas que se ven; porque las cosas que
se ven son temporales, más las que no se ven son
eternas”191. Y lo que nos ofrece este reino es amor,
gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, y justicia 192 . Bienaventurados todos
aquellos que esperan y reciben este reino en sus
corazones.
“Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el
Cielo”. Le pedimos a nuestro Padre Dios, que su
voluntad se cumpla en nosotros, tanto en la Iglesia
como en el Mundo, que se cumpla de la misma forma
en que se cumple en los Cielos. Deseamos que la
Tierra reciba el Reino, que se transforme en ese Reino
Celestial, que los hombres dejen de ser demonios y se
conviertan en ángeles, sirviendo y alabando en su vida
al Creador. También, es una petición de negarnos a
nosotros mismos, de renunciar al Mundo, de
pronunciar junto al Señor: “Si es posible aparta el cáliz
de mí, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”.
189
Lucas 1:33
190
Daniel 2:44
191
2 Corintios 4:18
192
Gálatas 5:22
76
Anotaciones a la Divina Liturgia

Es una petición de ampararnos bajo su protección,


obedeciéndolo en todo momento. Nuestro Salvador
cumplió la voluntad del Padre hasta las últimas
consecuencias. Expone San Máximo el Confesor
(Siglo VII):
“Por consiguiente, se reveló entonces (Cristo) como
quien desea y obra nuestra salvación según las dos
naturalezas de que, en que y por las que estaba
constituida su persona. Por un lado consentía en
nuestra salvación juntamente con el Padre y el
Espíritu Santo. Por otro, haciéndose -por nuestra
salvación- obediente hasta la muerte y una muerte
de cruz, y cumpliendo por sí mismo, mediante el
misterio de su Encarnación, el grandioso proyecto
de nuestra salud.”193
Otra lectura puede ser que nuestro cuerpo terrenal se
someta a nuestro ser espiritual-celestial, que nuestro
intelecto lleno de Dios gobierne todo nuestro ser,
porque a la verdad el espíritu está dispuesto más la
carne es débil. El Apóstol enseñó que el primer Adán
es hombre animal que proviene de la tierra y el postrer
Adán es hombre espiritual venido del cielo. Y que se
haga su voluntad divina en nuestro cuerpo terrenal
débil, así como está dispuesto nuestro ser espiritual

193
MAXIMO EL CONFESOR, “Meditaciones sobre la agonía de Jesús”,
editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1996, p. 22
77
Anotaciones a la Divina Liturgia

celestial. Los dos principios que rigen la actividad


humana.
“El Pan nuestro de cada día dánosle hoy”. Dice el
Señor: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda la
Palabra que sale de la boca de Dios” 194 . El Pan es
necesario para la existencia: “Y el pan que sustenta la
vida del hombre”195, y si nos ha ordenado trabajar para
conseguirlo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra”196, y dice el Apóstol: “Si
alguno no quiere trabajar, tampoco coma”197.
Pero el Reino de los Cielos es más que ello: Dios
alimenta a las aves del cielo, ¡Cuánto más a nosotros¡
El Señor proveerá; “porque el Reino de los Cielos no
es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el
Espíritu Santo”198. Dios es nuestro proveedor, alimenta
a su Pueblo y a su Obra. Pedimos el pan de cada día,
el texto bíblico en griego se lee epiousios),
es decir, sobresubstancial, un pan arriba sobre toda
esencia, del cual dicen los Padres de la Iglesia que se
refiere a Cristo, porque no sólo de pan ordinario vive el
hombre sino de la Palabra que sale de la boca de Dios,
la Palabra es Cristo; Dios nos alimenta con el
Evangelio y con el Cuerpo y Sangre de Su Hijo. Hoy

194
Mateo 4:4
195
Salmos 104:15
196
Génesis 3:19
197
2 Tesalonicenses 3:10
198
Romanos 14:17
78
Anotaciones a la Divina Liturgia

pedimos este precioso Pan, hoy anhelamos que baje


del Cielo, hoy es el día de la Salvación. Enseña
Orígenes de Alejandría (Siglo II):

“Por tanto, el pan de cada día, que es pan para la


sustancia (), corresponde más de cerca de
la naturaleza racional y está emparentado con lo más
íntimo del propio ser. Al mismo tiempo proporciona
salud, energía y fortaleza del alma. Y como el Verbo
de Dios es inmortal comparte su propia inmortalidad
con quien le come”.199

Escribe San Mateo: “Mientras estaban comiendo, tomó


pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus
discípulos, dijo: ´Tomad, comed, éste es mi cuerpo´.
Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio
diciendo: ´Bebed de ella todos, porque ésta es mi
sangre de la Alianza, que es derramada por muchos
para el perdón de los pecados”. En ese momento, los
discípulos no comprendieron la dimensión de estas
Palabras, aunque el mismo Señor lo había anunciado
con anterioridad en Cafarnaúm, en su famoso discurso
sobre el Pan de Vida: “Yo soy el Pan de Vida…el que

199
Orígenes, “Tratado de la oración”, editorial Apostolado Mariano,
Salamanca, 1999,p.79
79
Anotaciones a la Divina Liturgia

come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y


yo lo resucitaré en el último día”200

“Perdona nuestras deudas, así como nosotros


perdonamos a nuestros deudores”. Deuda es
aquello que se debe, una deuda puede dejarnos en la
quiebra, en los tiempos del primer advenimiento de
Cristo, una deuda podría incluso tener como
consecuencia la propia muerte. El pecado es una
afectación del orden espiritual. Al pecar estamos en
deuda con Dios. Pedimos la remisión de la deuda,
porque, aunque debamos mucho o poco, no tenemos
con que pagarle a Dios. Dios perdona, su amor cubre
nuestras faltas, fuimos perdonados desde la Cruz.
Pero este perdón está condicionado, debemos
perdonar para ser perdonados, porque de la manera
en que perdonemos, seremos perdonados.
“No nos dejes entrar en tentación, más líbranos del
mal.” El cristiano tiene un adversario201, el diablo202.
Él, que ahora es el jefe de los demonios y el príncipe
de este mundo203, hubo un tiempo que fue un querubín
al servicio de Dios.204 Sin embargo, la soberbia hizo
caer como relámpago 205 en la oscuridad a este ser,
200
Juan 6:22-66
201
ADVERSARIO, en hebreo es Satán ‫שׂﬨן‬
202
En griego calumniador 
203
Juan 12.31
204
Ezequiel 28
205
Lucas 10.18
80
Anotaciones a la Divina Liturgia

convirtiéndose en el Padre de la mentira 206 y en el


asesino desde el principio; tras la Encarnación de
Cristo la oposición satánica a la economía divina se
intensificó, Cristo vino a exorcizar al mundo entero, a
someter a Satanás bajo sus pies y a destruir su imperio
de muerte207. San Antonio el Grande (Siglo IV) habla
sobre el origen y finalidad de este ser:
“En primer lugar, démonos cuenta de esto: los
demonios no fueron creados como demonios, tal
como lo entendemos este término, porque Dios no
hizo nada malo. También ellos fueron creados
limpios, pero se desviaron de la sabiduría celestial.
Desde entonces andan vagando por la tierra. Por
una parte engañaron a los griegos con vanas
fantasías, y, envidiosos de nosotros los cristianos,
no han omitido nada para impedirnos entrar al cielo:
no quieren que subamos de donde ellos cayeron.
Por eso se necesita mucha oración y disciplina
ascética para que uno pueda recibir del Espíritu
Santo el don de discernimiento de espíritus y ser
capaz de conocerlos.”208

El enemigo del cristiano es el pecado y la muerte.


Porque Dios no desea que nadie se pierda209; nuestra

206
Juan 8.44
207
Hebreos 2:14
208
SAN ATANASIO, “La vida de San Antonio”, editorial Apostolado
Mariano, Sevilla, 1991, p. 31
209
2 Pedro 3:9; Juan 12:47
81
Anotaciones a la Divina Liturgia

lucha también es contra el diablo y sus demonios, no


contra carne ni sangre 210 . El cristiano debe luchar
contra las astucias del demonio, debemos someternos
a Dios y luchar contra el diablo211; la lucha contra el
diablo debe realizarse como Cristo lo hizo, desde la
Cruz, que significa desde el perdón y el amor, porque
en la Cruz fuimos reconciliados con Dios 212, y en la
Cruz, Dios mostró su amor a los hombres213. Por lo
tanto, el Apóstol nos conmina a perdonar a nuestro
prójimo como arma contra Satanás, porque él, del
rencor, cobra fuerza. “No desconocemos sus
artimañas”, dice el Apóstol214.
El cristianismo es la lucha contra el mal, por eso el
Señor mismo hace especial hincapié en la potestad de
expulsar a los espíritus impuros215, de hollar serpientes
y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo, y nada
os dañará 216; la iluminación a la vida cristiana en el
Bautismo comienza conjurando a Satanás 217 y
renunciando a él:

210
Efesios 6:10
211
Santiago 4:7
212
Romanos 5:10
213
1 Juan 4:9
214
2 Corintios 2:10-11
215
Marcos 6:7
216
Lucas 10:19
217
Cuatro exorcismos redactados contemplan normalmente los rituales del
bautismo.
82
Anotaciones a la Divina Liturgia

“¿Renuncias a Satanás, a todas sus obras, a todos


sus ángeles, a todo su culto y a todo su orgullo?218
El mundo entero está bajo el maligno. Sin embargo, es
Dios quien nos da la victoria sobre él. Más allá de los
casos de posesión demoniaca, los espíritus impuros
atacan con la seducción de la mentira como a nuestra
madre Eva219, y la mentira es el pecado. El pecado es
una distorsión de la realidad y la verdad; no tiene
sustancia propia, simplemente es el no ser. “Dios hizo
al hombre recto, pero ellos buscaron muchas
perversiones” 220 , porque todo lo que hizo Dios fue
bueno y lo bendijo 221 ; enseña el Gran Atanasio de
Alejandría (Siglo IV):
“Seducida por el placer, el alma comenzó a
practicarlo de las más variadas maneras; pues por
naturaleza es fácilmente mudable, y aunque se
apartó del bien no cesa en su movimiento. Se
mueve, sí, mas no ya en pos de la virtud ni buscando
ver a Dios; sino que, al pensar en lo que no es, altera
sus propias capacidades y les da un mal uso
sirviéndose de ellas para satisfacer esos deseos que
ha concebido: pues libre fue creada. E igual que

218
Eucologio, Arquidiócesis de México de la Iglesia Católica Apostólica
Ortodoxa de Antioquia, México, 1970, p. ___.
219
Génesis, Capítulo 3.
220
Eclesiastés 7:29
221
Génesis 1:31
83
Anotaciones a la Divina Liturgia

puede inclinarse al bien, puede también apartarse


de él”.222

Los demonios nos atacan mediante tentaciones,


sugerencias, pensamientos vanos y fantasías inicuas.
Los Padres del desierto describen su experiencia en
contra de estos seres, su vida llena del Espíritu Santo
los preparó y capacitó para luchar contra ellos. En los
Apotegmas 223 podemos encontrar demasiadas
referencias a sus luchas contra estos seres.
Evagrio Póntico (356-400), insigne maestro en la vida
espiritual ascética, discierne las obras del diablo
clasificando los ocho pensamientos malignos o vicios
malvados:

“Ochos son, en suma, los pensamientos que


engendran todo vicio: en ellos se contiene cualquier
otro pensamiento: el primero es el de la gula, y tras
él, el de la fornicación; el tercero es el de la avaricia;
el cuarto el de la tristeza; el quinto es el de la cólera;
el sexto, el de la acedia; el séptimo es el de la
vanagloria y el octavo, el del orgullo.”224

222
ATANASIO, “Contra los paganos”, editorial Ciudad Nueva, Madrid, 1992,
p. 41
223
Colección de los dichos y sentencias sobre la vida monástica de los
primeros monjes en Oriente, de los desiertos de Egipto, Palestina y Siria.
224
EVAGRIO PÓNTICO, Op. cit. p. 138
84
Anotaciones a la Divina Liturgia

Del Maligno y todos los anticristos, le pedimos al Padre


Celestial que nos libre. Dios es quien vence, y nosotros
en su Nombre somos librados.

Elevación

El celebrante exclama: ¡Lo Santo para los santos!


Dios, el único Santo, se nos ofrece a nosotros los
santos; santos por gracia y amor divino. Es una
invitación a vivir en santidad, para que imitemos, en
cuanto humanamente nos es posible, al Maestro.
Escribe el divino teólogo Gregorio (siglo IV):
“Porque tocar la pureza sin ser puro puede
resultar peligroso.”225

El mismo Dios nos ordena la santidad: “Sed santos,


porque yo soy santo 226 ”. El Espíritu Santo nos
santifica, Él es Tesoro de Bienes y Dador de vida, nos
purifica de toda mancha y sana nuestras almas heridas
por el pecado. El divino Cirilo de Jerusalén (siglo IV)
enseña:

“El sacerdote, luego, dice: ´Las cosas santas a los


santos. Santas son las ofrendas que han recibido la
venida del Espíritu Santo. Santos sois también

225
GREGORIO NACIANCENO, Los cinco discursos teológicos, editorial
Ciudad Nueva, España,1995, p.78
226
Levitico11:44
85
Anotaciones a la Divina Liturgia

vosotros, estimados dignos por el Espíritu Santo.


Las cosas santas son buenas para los santos.
Luego vosotros decís: ´un solo santo, un solo Señor,
Jesucristo´. Verdaderamente solo Él, por naturaleza,
es santo. Nosotros somos santos, no por naturaleza
sino por participación, por ejercicio y oración”.227

El sacerdote toma el Cordero y lo eleva porque el


Cordero fue elevado en la Cruz. Las puertas son
cerradas. Dice el Señor en el Evangelio: “Todavía un
poco, y no me veréis; y de nuevo un poco y me veréis;
porque yo voy al Padre”. Todavía un poco, y las
Puertas Reales se cerrarán; y de nuevo un poco y se
volverán abrir.

Comunión del Clero.

Cerradas las Puertas Reales, tras el Iconostasio, el


clero se dispone a participar del Cuerpo y Sangre del
Señor. Esto nos recuerda la última cena, cuando el
Señor se dispuso a cenar únicamente con sus Doce
Apóstoles en aquella habitación.

Dice el diácono: “Parte, señor, el santo Pan”. Esta es


la fracción del Pan, el gesto que realizó el Señor Jesús
en la última cena. De donde recibió su primer nombre
nuestra santa Eucaristía los primeros años. Contesta

227
CIRILO DE JERUSALEN, Op. Cit. p.136
86
Anotaciones a la Divina Liturgia

el sacerdote: “Partido y dividido es el Cordero de


Dios. Partido, más no desunido. Siempre comido,
jamás consumido. Pero que santifica a los que de
Él participan”. ¿Con qué palabras podríamos explicar
esta belleza de oración? Este Pan no es pan ordinario,
este último alimentó a más de cinco mil; aquél, al
Mundo entero, a la Iglesia de Cristo. Se parte el
Cordero en cuatro fracciones, quizás para simbolizar
la universalidad de la Salvación. (cfr.Ezequiel 37:9). En
el catecismo del primer siglo llamado Enseñanza de
los Apóstoles (se describe la
relación del partimiento del pan con una finalidad
unificadora:

“Tal como este pan partido que estaba esparcido por


los montes y reunido se hizo uno, así también que tu
Iglesia pueda ser juntada de todos los extremos de
la tierra en tu reino”228

Con mucho cuidado el sacerdote parte el santo Pan y


lo coloca sobre la Patena de la siguiente manera cada
uno de las cuatro fracciones:

IC
NI KA
XC

228
Didaché 9:4
87
Anotaciones a la Divina Liturgia

Dice el diácono: “Completa, señor, el santo cáliz”. El


sacerdote toma la partícula “IC” (Jesús) y la introduce
al Cáliz. Es la unión del cuerpo y la sangre de Cristo,
y simbolizan su resurrección. 229 Luego dice el
diácono: “Bendice, señor, el agua caliente”. Se
toma un poco de agua hirviendo y se vierte sobre el
santo cáliz, para simbolizar la potencia de Dios y el
Espíritu Santo. El Divino fuego, mejor aún que el del
profeta Elías230, ha descendido sobre la Santa Mesa.
Y contesta el celebrante: “Bendito sea el fervor de
tus santos eternamente, ahora y siempre y por los
siglos de los siglos”. El clero comulgará con la
partícula “XC” (Cristo), para simbolizar la unidad del
clero entorno a su obispo. El clero es otro Cristo;
ungidos por el Espíritu Santo para hacer a Cristo
presente entre los hombres. El pueblo comulgará con
las partículas “NI- KA” (victorioso. “Porque somos más
que vencedores por aquél que nos amó”231. Comulgar
a Cristo, (, es unirnos a Él, y debemos por lo
tanto creer en la realidad de este misterio. Escribe San
Pablo:

“La copa de bendición que bendecimos, ¿No es


acaso comunión con la sangre de Cristo? ¿Y el

229
GLINKA, Luis, Op. Cit. p.121
230
Alusión al momento en que Elías desciende fuego del cielo como signo de
aceptación divina a su ofrenda en el monte Carmelo. 1 Reyes 18:38
231
Romanos 8:37
88
Anotaciones a la Divina Liturgia

pan que partimos, ¿No es comunión con el


cuerpo de Cristo?.”232

Antiguamente, todos los cristianos recibían la


comunión de los divinos misterios con ambas manos,
de la misma forma en que actualmente comulga el
clero ordenado, se recibe a Cristo con las manos,
como un rey en su trono, así lo enseña San Cirilo de
Jerusalén (siglo IV) en sus catequesis:

“No te acerques, pues, con las palmas de las manos


abiertas ni con los dedos separados. Con la mano
izquierda haz un trono para la mano derecha, porque
debe recibir al rey. Con la concavidad de la mano,
recibid al cuerpo de Cristo y decid, “Amén”. Cuida
santificar los ojos al contacto con el cuerpo santo, y
recíbelo procurando no perder nada de aquello.
Si pierdes algo, es como si te hubieses amputado
uno de tus miembros. Dime, ¿si alguno te regalase
pajitas de oro, no las recibirías con mucho cuidado,
para no perder nada y no arruinarlas? ¿No pondrás
mayor cuidado en lo que es más precioso que el oro
y es más estimado que las piedras preciosas, para
que no caiga ni siquiera una miguita?.233”

232
1 Corintios 10:15
Cirilo de Jerusalén, “Catequesis de la iniciación cristiana”, editorial Lumen,
233

Argentina 2004, p. 136


89
Anotaciones a la Divina Liturgia

Los primeros cristianos tenían muy presente que la


vida cristiana culmina con el martirio. Desde el
momento de su bautismo conocían su posible final
sobre la tierra al confesar su fe, relacionaban
íntimamente el bautismo con el martirio. Y, así como el
Señor degustó de la Santa Cena antes de su saludable
pasión, también ellos anhelaban la Eucaristía antes de
dar Testimonio de Jesucristo ante los tribunales. San
Ignacio Mártir, tercer obispo de Antioquía (Siglo II), nos
ofrece bellos pensamientos acerca de la Eucaristía y
su correspondencia con el martirio:
“Porque os estoy escribiendo en plena vida,
deseando, con todo, mi muerte. Mi amor ha sido
crucificado, ya no hay en mí fuego para amar la
materia, sino sólo agua viva que murmura dentro de
mí, diciéndome: Ven al Padre. No tengo deleite en el
alimento de la corrupción o en los deleites de esta
vida. Deseo el pan de Dios, que es la carne de
Cristo, que era del linaje de David; y por bebida
deseo su sangre, que es amor incorruptible.”234

Una inscripción muy antigua datada en el siglo III y que


fue encontrada en Francia en 1839 en un cementerio,
se consigna un poema fúnebre eucarístico.
Composición poética que expresa el pensamiento de
los primeros cristianos, quedando establecido el

234
Lo mejor de los Padres Apostólicos, editorial CLIE, España 2004, p. 2004
90
Anotaciones a la Divina Liturgia

símbolo del pez como un símbolo de la propia


Eucaristía:
¡Oh raza divina del Ichthys ! (el Pez),
conserva tu alma pura entre los mortales,
tú que recibiste la fuente inmortal de aguas divinas.
Templa tu alma, querido amigo, en las aguas
perennes de la sabiduría que reparte riquezas.
Recibe el alimento, dulce como la miel, del Salvador
de los Santos, come con avidez, teniendo el Ichthys
(el Pez) en las palmas de tus manos.
Aliméntame con el Pez, te lo ruego, Señor y
Salvador. Que descanse en paz mi madre,
te suplico a ti, luz de los muertos.

Retomando esta parte del ritual, antes de la recepción


de los misterios se recita una oración como
preparación. Esta oración no suplanta el santo
sacramento de la Reconciliación (confesión-
penitencia), sacramento al que todo cristiano debe
acercarse, clero y pueblo. En la Iglesia Ortodoxa no es
un obstáculo el hecho que un fiel no se haya
confesado previamente para participar de la cena del
Señor, a menos que haya cometido un pecado grave.
Así lo enseña San Nicolás Cabásilas:

“¿Qué decir? ¿Acaso todos los pecados dan muerte


al hombre? No, sino solamente el pecado que
conduce a la muerte y que por eso mismo, en efecto,
91
Anotaciones a la Divina Liturgia

se llama mortal. Porque ´hay pecados que no llevan


a muerte´ (1 Jn 5:16-17), según san Juan. Y es por
esta razón que los que han sido bautizados, sino han
cometido faltas que por su naturaleza les separen de
Cristo y les causen muerte, nada impide, al comulgar
con los santos misterios, participar de la
santificación, de hecho y por derecho, puesto que
siguen siendo miembros vivos y unidos a la
Cabeza”235

No obstante, se deben confesar los pecados de


manera frecuente. Escribe Kallistos Ware: “no es de
esperar que el feligrés se confiese todas las veces
antes de comulgar236”; la participación de los Santos
Misterios no es un premio de nuestras jornadas, es un
auxilio de parte de Dios, alimento y medicina. Escribe
Un monje de la Iglesia de Oriente237 que la Eucaristía
es: nuestro viaticum238, y “cada uno debe actuar como
le dicte su conciencia”239. San Ignacio Mártir (Siglo II)
concibe la Eucaristía en su aspecto terapéutico,
porque “es medicina de inmortalidad, y antídoto para

235
CABÁSILAS, Nicolás, Op. Cit. P.72
236
WARE, Kallistos, Op. Cit. 261
237
Pseudónimo que utilizaba el Padre Liv Gillet (1893-1980). Francés, fue
monje benedictino y posteriormente ordenado sacerdote católico de rito
oriental. Fue recibido en la Iglesia Ortodoxa en París en 1928.
238
UN MONJE DE LA IGLESIA DE ORIENTE, La oración de Jesús:
Introducción a la espiritualidad oriental, editorial Lumen, segunda edición,
Argentina, 1990, p.114
239
Íbidem
92
Anotaciones a la Divina Liturgia

que no tengamos que morir, sino para vivir siempre en


Jesucristo240; y San Ambrosio (siglo IV) por su parte
nos enseña:

“Si el pan es cotidiano, ¿Por qué esperar un año


para que lo recibas como tuvieron costumbre de
hacerlo los griegos en Oriente? Recibe cada día lo
que debe aprovecharte cada día. VIVE DE TAL
MODO QUE CADA DIA MEREZCAS RECIBIRLE
[sic]”241

Por otro lado, San Juan Crisóstomo, Arzobispo de


Constantinopla (Siglo IV), señala como requisito para
la recepción de la Eucaristía la pureza de conciencia:

“El acercarse mejor (a la Eucaristía) no depende de


la observancia de los tiempos, sino de la pureza de
conciencia”242 .
Y sobre todo la amistad de Jesucristo a los hombres
nos permite conocer las cosas del Cielo. El Señor dijo
a sus discípulos: “Ya no os llamaré siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he

240
ROPERO, ALFONSO, Lo mejor de los Padres Apostólicos: Cartas de San
Ignacio, editorial CLIE, España, 2004, p.176
241
SAN AMBROSIO, Los Sacramentos y los Misterios, editorial Apostolado
mariano, España, 1991, p.48
242
PONS, Guillermo, Op. Cit. p.71
93
Anotaciones a la Divina Liturgia

llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi


Padre os las he dado a conocer.”243
Por lo tanto, participamos de los bienes divinos en
virtud del amor de Dios y del amor de nosotros hacía
él. Así lo enseña Dionisio Areopagita (Siglo IV):
“El mismo autor de estos símbolos, con toda razón,
excluye del sagrado banquete a quien no viva en su
amistad.”244

Con lo anterior, contemplemos la oración de


preparación a la comunión: Creo, Señor, y Confieso
que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que ha
venido al Mundo a salvar a los pecadores de los
cuales yo soy el primero…Primeramente se emplean
las palabras de los dos santos y alabadísimos
Apóstoles: Pedro y Pablo. El primero confiesa su fe al
contestar la pregunta del Maestro: “¿Qué dicen los
hombres qué es el Hijo del hombre? Y ustedes, ¿qué
dicen que soy?”, San Pedro contesta al Maestro: “Tú
eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente”.245 Escribe San
Pablo:

243
Juan 15:15
244
PSEUDO DIONISIO AREOPAGITA, Op. Cit. La jerarquía eclesiástica,
p. 188
245
Mateo 16:16
94
Anotaciones a la Divina Liturgia

“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que


Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero.246
Decimos: Creo, Señor, y confieso… La fe en
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, la Fe en la
Encarnación del Verbo, la fe en la salvación de la
materia, la fe en que Dios fue visto en la carne, esta fe
es indispensable para obtener la salvación. El divino
teólogo Juan enseña:
“Hizo además Jesús muchas otras señales en
presencia de sus discípulos, las cuales no están
escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y
para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”247
Es necesaria la fe en la persona del Hijo de Dios como
ha enseñado la Iglesia de los Apóstoles. No obstante
a lo anterior, además de profesar la fe en la kenosis248
del Verbo, requerimos también hacer una profesión de
nuestra kenosis, es decir, vaciarnos de nosotros
mismos, vaciarnos de nuestra “vaciedad”, de nuestra
vanagloria (kenodoxia) y reconocernos como
pecadores, es decir, una profesión de humildad;
reconocerse pecador y necesitado de Dios.

246
1 Timoteo 1:15
247
Juan 20:30-31
248
Anonadar, vaciar. Dios Verbo se anonadó al hacerse hombre por
nuestra salvación.
95
Anotaciones a la Divina Liturgia

También creo que este es tu inmaculado cuerpo y


que esta es tu preciosa sangre… Creer en la
Encarnación del Verbo, es creer en la Eucaristía, signo
de la santificación del cosmos, de la transfiguración del
mundo, donde la realidad celestial se compenetra con
la terrenal. Escribe el Catequista de Jerusalén, San
Cirilo (siglo IV):

“No consideres como cosas simples y naturales este


pan y este vino; son, según la declaración del Señor,
su cuerpo y su sangre. Si los sentidos te inducen a
esto, adhiere firmemente lo que dice la fe.”249

En esta piadosa oración antes de la comunión se pide


además de la fe en Cristo y en sus divinos misterios
por el perdón de nuestros pecados, que nos permita
participar como sus apóstoles de esta cena mística, sin
la hipocresía que tuvo Judas Iscariote al tocar con sus
labios al Maestro, sino con la fe del ladrón crucificado
junto a él cuando clamó: acuérdate de mí cuando
vengas en tu reino, reconociendo en todo momento
que ha sido el amor de Dios que nos ha hecho dignos
de participar de la Mesa del Señor.

No sea motivo de mi juicio y condenación la


comunión de tus santos misterios, Señor, sino
para curar mi alma y mi cuerpo… En los tiempos del

249
SAN CIRILO DE JERUSALEN, Op. Cit. p.123
96
Anotaciones a la Divina Liturgia

Antiguo Testamento, Dios se presentaba en el Templo


Hebreo, su Presencia misteriosa residía en el Lugar
Santísimo (Kodesh Hakodashim), el cual era una
sección oculta tras los velos sagrados dentro del
Santuario. Allí dentro, tras el velo, la Gloria de Dios, su
Shejiná, descendía sobre el Arca de la Alianza250. Si
alguno tocaba el Arca sin ser sacerdote, o incluso
siéndolo cuando no era permitido, moría; así le
aconteció a un varón llamado Uza en tiempos del Rey
David 251 . Ahora bien, San Pablo Apóstol, teniendo
estos antecedentes muy presentes, y conociendo que
el Nuevo Testamento lo constituyó nuestro Señor
Jesús en (con) su Cuerpo y Sangre, la Eucaristía es el
signo del Nuevo Testamento (Pacto); pero recibirla de
manera inadecuada tiene como consecuencia la
muerte espiritual, por ello el Apóstol San Pablo escribe
a los Corintios:

“De manera que, cualquiera que coma este pan


o bebiere esta copa del Señor Indignamente,
será culpado del Cuerpo y la Sangre del Señor.
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y
coma así de aquel pan, y beba de aquella copa.
Porque el que come y bebe indignamente, juicio

250
El arca de la alianza contenía las tablas de piedra donde el Dedo de Dios
grabó los Diez Mandamientos, así como la vara de Aarón, un poco de maná, y
según algunas tradiciones, también contenía la espada de Goliat.
251
2 Samuel 6:8
97
Anotaciones a la Divina Liturgia

come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo


del Señor. Por lo cual hay muchos enfermos y
débiles entre vosotros, y muchos duermen”252

Esto nos lleva a clamar que la comunión de los Divinos


Misterios no sea para nuestra condenación, es al
Santo de los Santos a quien se recibe: ¿Cuánto mayor
castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de
Dios, y tenga por inmunda la sangre del pacto en la
cual fue santificado y ofenda al Espíritu de
gracia? 253 Tras recitar la oración se acerca el clero
ordenado al Cáliz del Señor. Un pan para todos, una
copa para todos, manda el Señor: “Bebed de ella
todos”. El clero y el pueblo comulgarán del mismo Pan
y del mismo Cáliz. Para que Cristo sea todo en todos.

Comunión del Pueblo

Se abren las Puertas Reales y el diácono tomando el


santo cáliz llama al Pueblo: ¡Con temor de Dios, con
fe y amor acercaos! El principio de la sabiduría es el
temor al Señor254, así lo enseña el Eclesiastés (Rey
Salomón). El temor del Señor nos enseña a adorarle.
Temor porque nos acercamos a servir al Rey de todo.
Escribe el Apóstol:

252
1 Corintios 12:27-30
253
Hebreos 10:29
254
Proverbios 1:7
98
Anotaciones a la Divina Liturgia

“Porque el que come y bebe indignamente, juicio


come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del
Señor.”255

Con fe porque con fe se debe acercar el hombre a


Dios. Enseña el Apóstol acerca de la necesidad de la
fe:

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es


necesario que el que se acerca a Dios crea que lo
hay, y que es galardonador de los que le buscan”. 256

¡Y amor acercaos! No puede existir verdadera fe sin


amor, son virtudes inseparables, la fe sin amor es fe
muerta, la fe sin amor de nada sirve257. El divino San
Juan Clímaco, escribe en la Escala al Paraíso:

“La fe la comparo con un rayo, la esperanza con luz


y el amor con una esfera, juntas forman una sola
claridad, un solo esplendor.”258

La Eucaristía es el sacramento del amor de Dios, que


de tal manera amó al mundo que entregó a su Hijo por
nuestra salvación y vida eterna. San Juan Clímaco

255
1 Corintios 12:30
256
Hebreos 11:6
257
1 Corintios 13:2
258
ROPERO, Alfonso (compilador), Lo mejor de Juan Clímaco (Santa escala
y Sobre el pastor), editorial CLIE, España, 2003, p. 306
99
Anotaciones a la Divina Liturgia

comprende bajo el amor la obra redentora del Hijo


como buen pastor:

“El amor permite conocer al verdadero pastor,


porque por amor el gran Pastor quiso ser
crucificado”.259

La Liturgia es la acción del amor de Dios, porque por


amor el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;
por amor se hizo nuestro pan de cada día para estar
con nosotros todos los días hasta el fin del mundo; por
amor el pan de su Cuerpo fue partido para poder
unirnos a todos con Él. Es requisito amar para
participar de este Don, porque aquel que ama conoce
a Dios, porque Dios es amor, y ese amor es nuestro
alimento. San Isaac el Sirio (Siglo VII) enseña:

“El amor basta para alimentar al hombre, en lugar de


la comida y la bebida materiales. El amor es ‘el vino
que alegra el corazón del hombre’ ¡Bienaventurado
aquel que bebe de este vino! De este vino han
bebido los disolutos y se han vuelto castos; han
bebido los pecadores y han rechazado los caminos
de las ofensas; han bebido los borrachos y se han
vuelto expertos en el ayuno; han bebido los ricos y
han deseado la pobreza; han bebido los pobres y se
han vueltos ricos de esperanza; han bebido los

259
Ídem p. 319
100
Anotaciones a la Divina Liturgia

débiles y se han vuelto fuertes; han bebido los


simples y se han vuelto sabios.”260

El anhelo de unirse a Cristo es el anhelo que comienza


a realizarse desde el Santo Bautismo. Nuestra relación
con Dios debe ser entendida como la relación de dos
que se aman y se desean261; los Padres de la Iglesia,
continuando la Santa Tradición, refieren el amor a Dios
como el grado más excelso y elevado que puede
alcanzar el hombre. San Juan Clímaco escribe:

“No hay inconveniente en valerse de comparaciones


humanas para expresar el deseo, el temor, la
preocupación, el fervor, el servicio y el amor de Dios.
Dichoso el que ama y suspira por Dios como el
apasionado amante por la persona amada…”262

Se ha señalado que los fieles cristianos comulgaban


en la antigüedad como actualmente el clero lo hace.
Pero por ciertas razones pastorales, los Padres
decidieron dar la comunión con una cucharilla,
simbolizando cuando el Profeta Isaías fue purificado
con un carbón encendido que le fue dado por los
serafines con unas tenazas desde el Altar celestial. 263
Ese carbón simbolizará a Cristo en sus dos
260
SAN ISAAC DE NINIVE, Op. cit. p. 147
261
El comentario de Orígenes sobre el Cantar de los cantares expone esa
relación amorosa entre Dios y el alma, y como la de Cristo con su Iglesia.
262
JUAN CLÍMACO, Op. cit. p. 307
263
Isaías 6:6
101
Anotaciones a la Divina Liturgia

naturalezas: la humana y la divina. Porque Cristo en


este misterio, perdona nuestros pecados; el verdadero
maná que viene del Cielo; el Cáliz como manantial
saludable que brota ríos de vida eterna; es el Fruto del
Árbol de la Vida; Pez tomado por el ángel que derrota
a Asmodeo y produce salud; la Eucaristía siempre se
ha tenido como la medicina por excelencia. San
Gregorio de Niza enseña (Siglo IV):

“¿Qué remedio es éste? No otro que aquel cuerpo


que se mostró más fuerte que la muerte y dio
principio a nuestra vida. Porque, como dice el
Apóstol, lo mismo que un poco de levadura se
asimila a toda la masa, así también el cuerpo al que
Dios hizo inmortal, cuando se introduce en el
nuestro, lo cambia y lo transforma en sí mismo todo
entero.”264

Los fieles deben acercarse a la comunión con los


brazos en forma de cruz 265 participarán del
Crucificado, y el que participa de su muerte, participa
de su resurrección. El Apóstol escribe:

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no


vivo yo, más vive Cristo en mí, y lo que ahora vivo

264
GREGORIO DE NIZA, “La gran catequesis”, editorial Ciudad Nueva,
Madrid, 1990, p. 127
265
Concilio de Trullo (año 692), cánon 101.
102
Anotaciones a la Divina Liturgia

en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual


me amó y se entregó a sí mismo por mí.”266

Muertos en nuestros pecados, a fin de heredar la vida


eterna, participamos del Pan de Vida. 267 Nuestro
Padre entre los santos, Juan Damasceno (siglo VIII),
describe fielmente nuestra piadosa tradición:

“Por tanto, acerquémonos con extremo temor,


conciencia pura, y con fe segura: será para nosotros
completamente como creemos y no dudamos. Lo
honraremos con toda pureza: tanto del alma como
de cuerpo, ya que aquélla es doble. Acerquémonos
con a él con deseo ardiente, y llevando las manos
en forma de cruz, recibiremos el cuerpo del
crucificado. Levantando ojos, labios y frente,
participemos del divino carbón, para que el fuego del
deseo en nosotros adquiera la combustión del
carbón, consuma nuestro pecados, ilumine nuestros
corazones, y por la participación del fuego divino,
seamos quemados y divinizados.”268

Acción de gracias

Después de la comunión, el sacerdote entra al


santuario y coloca los santos Dones sobre la santa

266
Gálatas 2:20
267
Juan 6:48
268
Juan damasceno, exposición de la fe, editorial ciudad nueva, Madrid 2003,
p. 261
103
Anotaciones a la Divina Liturgia

mesa. Luego el diácono vierte todo lo que queda


en el santo Discario en el santo cáliz… las partículas
del pan que sirvieron para conmemorar a todos los
santos y a los fieles ortodoxos vivos y difuntos, son
vertidas al santo cáliz por el diácono, para simbolizar
que los fieles somos sumergidos y bautizados en
Cristo, rociados con su sangre, limpiándonos de todo
pecado y otorgándonos vida eterna.
¡Hemos visto la verdadera luz, hemos recibido el
Espíritu celestial, hemos encontrado la verdadera
fe, adorando a la Trinidad Indivisible, porque nos
ha salvado!... Cristo Jesús es la luz del mundo, la Luz
de la Luz, Dios es luz y en Él no hay tinieblas 269. La
Eucaristía nos hace comulgar con Cristo Dios y nos
hace reconocerle, verle. Así lo entendió San Lucas en
su Evangelio, cuando relata sobre los dos discípulos 270
que se dirigían a Emaús y platicaban con un peregrino
que venía al igual que ellos de Jerusalén, y al invitarlo
a su hogar al caer la noche, el extraño peregrino toma
el pan dando gracias y lo parte (fracción del pan), y es
en ese momento es cuando reconocen al peregrino
como Cristo resucitado: “Sentado a la mesa con ellos,
tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba

269
1 Juan 1:5
270
Según la Tradición, uno de los dos peregrinos es el mismo San Lucas y el
otro Cleofás.
104
Anotaciones a la Divina Liturgia

dando. Entonces se les abrieron los ojos y le


reconocieron”.271

Hemos visto la verdadera Luz, hemos recibido el


Espíritu Celestial….Nuestro fin es ver a Dios, unirse
a Él, la vida en Cristo; conocerle, vivir en su amor,
hacerse dios en Dios, es participar de la naturaleza
divina como dice San Pedro 272 ; revestirnos de la
incorruptibilidad como dice San Pablo 273 ; esta es la
Vida Eterna prometida por nuestro Señor Jesucristo, el
conocimiento de la Santísima Trinidad274; la salvación
para la Iglesia culmina en la deificación () como
lo han enseñado los Padres. Esta es la redención y
nuestra salvación, deificación o theosis es salvación.
La muerte no es una sentencia del Cielo, sino una
consecuencia de la responsabilidad humana que hizo
mal uso de su libertad y se apartó de Dios fuente de
vida y existencia, luego entonces, todos pecamos
porque morimos, porque somos mortales y perdimos a
la Vida, el postrer enemigo es la muerte. De igual
manera, la salvación no es una declaración divina, sino
la comunión amorosa entre la voluntad realizada de
Dios y los hombres; porque no morimos porque
pecamos, sino que pecamos porque morimos, el

271
Lucas 24:30-31.
272
2 Pedro1:4
273
1 Corintios 15:53
274
Juan 17:3
105
Anotaciones a la Divina Liturgia

pecado es sólo la legítima consecuencia de una


naturaleza caída. El Apóstol escribe:

“Y cuando este ser corruptible se revista de


incorruptibilidad y este ser mortal de revista de
inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está
escrito: la muerte ha sido devorada por la victoria.
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está,
oh muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el
pecado; y la fuerza del pecado, la Ley. Pero ¡gracias
sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro
Señor Jesucristo.”275

El poder de la muerte es el pecado, pero cuando en


nuestro cuerpo habite la Vida Eterna plenamente, es
decir, el revestimiento de la incorruptibilidad
(llamémosle transfiguración, deificación), la muerte se
acabará, y con ella su poder: el pecado. Y en esta
misma línea doctrinal continua San Isaac el Sirio (Siglo
VII):

“No somos mortales porque pecamos; sino que, por


ser mortales, estamos inclinados al pecado. No en
vano, el hecho de que la potencia de la libertad haya
sido colocada en nuestro centro; hace que ella
pueda ser puesta al servicio de la vida o al servicio
de la muerte”276

275
1 Corintios 15:54-58
276
SAN ISAAC DE NINIVE, Ip.cit., p. 64.
106
Anotaciones a la Divina Liturgia

La victoria de la Resurrección es el anuncio de nuestra


salvación.277 La Divina Liturgia nos prepara en el aquí
y ahora para cuando se realice plenamente en la
culminación de los tiempos tras el Segundo
Advenimiento del Señor. Debemos ver la Divina
Liturgia como una participación previa de la Gracia
Divina en plenitud de los últimos tiempos, por ello es
un ambiente celestial entre incienso, oraciones y
canticos espirituales. La Divina Liturgia es la
participación de la dispensación de Dios para salvar a
los hombres, es participación de la vida redentora de
Cristo, porque él vino a salvar lo que se había perdido,
se había perdido a Dios en la vida humana, el hombre
no pudo llegar a ser Dios, Dios se hizo hombre. Toda
la Liturgia es la glorificación de la obra de Salvación de
la Santa Trinidad, a quien tras el Bautismo de Cristo se
reveló intensamente a los hombres (Teofanía). Al
comienzo de la Anáfora se establece en las
oraciones la incognocibilidad de Dios, el llamado
“Dios desconocido”, Aquél que sobrepasa y
trasciende todo concepto, ese primer reflejo sobre
Dios Padre; pero como va avanzando la Liturgia, en el
Memorial las oraciones rezan que el Dios inaccesible
se hace accesible, el Invisible se hace visible debido a
la Encarnación del Verbo, ya que Dios Padre de tal

277
Sanación, del verbo poner a salvo, sanar, curar, resguardar,
redimir, libertar.
107
Anotaciones a la Divina Liturgia

manera amó al Mundo, que en la Persona de su Hijo


Jesucristo, Dios es visto y contemplado, y nuestra
naturaleza humana débil y enferma de la muerte y el
pecado comienza a ser restaurada y redimida
completamente: alma, espíritu, mente y cuerpo. Vence
a la muerte con la muerte, y en el madero de la Cruz
nos concede la vida que perdimos por el Árbol del
conocimiento del Bien y del Mal; muere y resucita al
tercer día, se levanta de entre los muertos y rescata a
Adán y Eva de la fosa del Hades. Y en la Epíclesis se
cumple la Promesa del envío del Espíritu Santo; el
Paráclito y Dador de Vida, viene a nosotros y sobre las
Ofrendas, haciendo del pan y el vino el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, viene sobre nosotros para hacernos
Iglesia en la Eucaristía, así como moró en los santos
para hacerlos ofrenda agradable a Dios, y en ese
mismo Espíritu nos unimos como una sola Iglesia en
el Señor deificándonos con los divinos misterios. Tras
la bendición de la Ofrenda se conmemora a todos los
santos, especialmente a la Madre de Dios, pues la
unión de lo increado y lo creado se realizó dentro de
ella, siendo la Madre de Dios el límite entre lo creado
y lo increado. Por lo tanto, el Dios Desconocido no es
absolutamente desconocido, puesto en Él somos, nos

108
Anotaciones a la Divina Liturgia

movemos y existimos278, particularmente en el amor se


conoce a Dios. Escribe San Juan el Teólogo:

“Queridos hermanos, amémonos unos a otros,


porque el amor procede de Dios. Todo aquel que
ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama
no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios
ha mostrado su amor hacia nosotros al enviar a su
Hijo único al mundo para que tengamos vida por él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose
en sacrificio, nuestros pecados quedaran
perdonados. Queridos hermanos, si Dios nos ha
amado así, también nosotros debemos amarnos
unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si
nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y
su amor se hace realidad en nosotros. La prueba de
que nosotros vivimos en Dios y que él vive en
nosotros es que nos ha dado su Espíritu. Y nosotros
mismos hemos visto y declaramos que el Padre
envió a su Hijo para salvar al mundo. Todo aquel
que reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, vive en
Dios y Dios en él. Así hemos llegado a saber y creer
que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el
amor vive en Dios y Dios en él.”279

278
Hechos 17:28
279
1 Juan 4:7-16
109
Anotaciones a la Divina Liturgia

Al vivir unidos a Dios vemos su luz, por ello tras la


comunión se canta: Hemos visto la verdadera luz,
hemos recibido el Espíritu celestial, hemos
encontrado la verdadera fe, adorando a la Trinidad
Indivisible, porque nos ha salvado. Las Profecías
del Antiguo Testamento se cumplen con el Hijo de
Dios. Escribe el Profeta Isaías:

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz,


y la Gloria del Señor ha nacido sobre ti. Porque he
aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las
naciones; más sobre ti amanecerá el Señor y sobre
ti será vista su Gloria”280.

Gloria por la promesa que anunció el Profeta Joel:

“Después de esto yo derramaré mi Espíritu sobre


toda carne”281.

Por esto San Simeón el Nuevo Teólogo conociendo


que tras el Advenimiento del Hijo de Dios podemos
unirnos a Dios, verle y contemplarle en su Luz, canta
en sus himnos:

“¡No digáis que es imposible recibir el Espíritu Divino,


no digáis que sin él es posible salvarse,
no digáis que puede poseerse sin saberlo!

280
Isaías 60: 1-2
281
Joel 3:1
110
Anotaciones a la Divina Liturgia

¡No digáis que Dios no se deja ver ante los hombres,


no digáis que los hombres no pueden ver una luz
divina o que es imposible en los tiempos de ahora!
Nunca tal cosas ha resultado imposible, amigos,
antes bien, es muy posible para quienes así lo
desean.282

Dios puede ser visto por los hombres: el Profeta


Moisés contempló a Dios en la Montaña; San Pablo
fue envuelto por la Luz camino a Damasco; San Pedro,
el Teólogo amado y Jacobo Apóstol contemplaron el
verdadero día sin ocaso en el Monte Tabor al ser
cegados por el Sol de Justicia; a muchos santos
varones se les concedió mirar a Dios es su Divina Luz.
Aunque no vieron a Dios en su esencia, la tal es
incognoscible, incomunicable, inefable e imposible de
narrarla, pero sí lo vieron en su Gracia Divina, o como
San Gregorio Palamás le llama: su Energía Increada;
porque al llamarle increada a la energía es porque
pertenece a la esfera de lo divino y no a la de las
creaturas; esa Luz increada fue con la cual hizo la
Creación y es la misma que nos deífica y nos une a Él.
Esa posibilidad de contemplar a Dios está
testimoniada desde los tiempos bíblicos, y a través de
toda la historia de la Iglesia. Dios es incomunicable en
su esencia, pero no en su energía increada. San

282
San Simeón el Nuevo Teólogo, Op. cit., p. 106.
111
Anotaciones a la Divina Liturgia

Gregorio Palamás (siglo XIV) expone esta tradicional


doctrina cristiana en contra del agnosticismo latino que
negaba la visión de Dios como defensa en contra de
un adversario llamado Barlaam de Calabria, que
habiéndose separado éste último de la Tradición de los
Padres por seguir el escolasticismo occidental latino
del corte Tomista, negaba la posibilidad real de unirse
a Dios y de contemplarle, y aparte se mofaba de los
monjes hesicastas del Monte Athos. El escolasticismo
fue sumamente racional, separó la Teología de la
Mística, cuando son una misma realidad,
distorsionando la Tradición de los Padres, porque para
los escolásticos – aunque no se quiera reconocer- una
afirmación del Filósofo Aristóteles era más
contundente que las voces del Coro de los Padres. No
olvidemos que el Padre del Logos es el Dios del
Misterio. Escribe Evagrio Póntico (Siglo IV):
“Si eres teólogo, orarás verdaderamente; y si oras
verdaderamente, eres teólogo.”283

Un teólogo es aquel que se eleva en dialogo hacia


Dios, un dialogo secreto del alma con su Creador, la
no oración que ora, el amor orante del corazón; la
verdadera teología es recostarse sobre el pecho del
Señor; además es defender y amar a la Trinidad y
dejarse instruir por ella; asimismo es cantarle al Dios

283
Evagrio Póntico, Op. cit. p. 248
112
Anotaciones a la Divina Liturgia

que nos permite contemplar su bella y tierna luz.


Empero la Ortodoxia triunfa y la Iglesia Ortodoxa
reconoció la doctrina Palamita como doctrina de la
Iglesia. Es importante y oportuno citar en este punto al
bendito San Gregorio Palamás:

“El resplandor y la energía deificante de Dios, con


los cuales son deificados los que participan de ellas,
conforme a una gracia divina, pero no la naturaleza
misma de Dios. Ello no se debe a la ausencia de ésta
última en quienes han recibido la gracia – según
afirma la delirante mentira de los adversarios- pues
la naturaleza de Dios está en todas partes, sino a su
carácter incomunicable: ninguna cosa creada puede
participar de la naturaleza de Dios, tal como ha
quedado demostrado. También la energía y la gracia
divinas del Espíritu, presentes en todas partes y
operantes sin separarse de él, son incomunicables
a quienes por su impureza no se han hecho idóneos
de recibirlas. Del mismo modo que no se plasma un
rostro en cualquier tipo de materia, sino en la que
posee cierto tipo de sutileza y transparencia,
tampoco puede hacerse presente en todas las almas
la energía del Espíritu, excepto las que no tienen
nada de tortuoso o de ambiguo. Luego, si bien el
Espíritu Santo se manifiesta a todos, sólo exhibe su
propia potencia a los que se purifican de las
pasiones; en cambio, no la manifiesta a quienes

113
Anotaciones a la Divina Liturgia

tienen su principio rector confuso por las manchas


del pecado”284.

Pero para conocer a Dios, no se requiere la


inteligencia natural de los hombres, sino de
inteligencia, sabiduría y revelación divinas, porque
nadie conoce al Padre sino sólo el Hijo, y nadie conoce
al Hijo sino el Padre 285 , y el Espíritu conoce aún lo
profundo de Dios286 enseñan los divinos Apóstoles de
Cristo. El conocimiento de Dios se nos concede por la
obra del Espíritu Santo. Escribe San Silouan el
Athonita (siglo XX):

“Pero no es posible conocer verdaderamente a Dios


más que por el Espíritu Santo, y el que, en su orgullo,
pretendiera conocer al Creador mediante su propia
inteligencia, es ciego e insensato.”287

Tan necesaria e indispensable es la asistencia del


Espíritu Santo, que por ello, el Señor conmina a sus
discípulos a esperar el cumplimiento de la Promesa del
Padre acerca del envío del Espíritu Santo sobre ellos
antes de salir de Jerusalén 288 , porque el poder del

284
Nicodemo y Macario, “Filocalia”, vol. IV, editorial Lumen, Argentina,
2012, p. 160
285
Mateo 11:27
286
1 Corintios 2:10
287
Archimandrita Sophrony, “Escritos de san Silouan el athonita”, editorial
Sígueme, Salamanca, 2011, p. 30
288
Hechos 1:4
114
Anotaciones a la Divina Liturgia

Espíritu suscitará el nacimiento de la Iglesia el día de


Pentecostés289. San Serafín de Sarov responde a la
pregunta de Motovilov al indicarle que la finalidad de la
vida cristiana es la adquisición del Espíritu Santo:

“La oración, el ayuno, las vigilias y otras actividades


cristianas, por muy buenas que puedan parecer en
sí mismas, no constituyen la finalidad de la vida
cristiana, aunque ayuden a conseguirla. La
verdadera finalidad de la vida cristiana consiste en
la adquisición del Espíritu Santo de Dios. En cuanto
a la oración, el ayuno, las vigilias, la limosna y las
demás buenas obras hechas en nombre de Cristo,
no son más que medios para la adquisición del
Espíritu Santo.”290

La Divina Liturgia es la adoración a la Santísima


Trinidad, recibimos el Espíritu Santo para contemplar
su Luz, y en esa Luz adoramos al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo. La Divina Liturgia nos hacemos la señal
de la Cruz sobre nosotros en honor a la Trinidad Santa,
Dios se nos ha revelado. San Gregorio el Teólogo
(siglo IV) nos expone bellamente el dogma trinitario
como la luz divina que nos baña de su resplandor:

“Es una naturaleza unida e infinita para tres seres


infinitos. Considerados separadamente, como Padre

289
Hechos 2:1-13
290
GORAÏNOFF, Irina, Op. Cit. p. 144
115
Anotaciones a la Divina Liturgia

e Hijo, como Hijo y Espíritu Santo, en cuanto que


cada uno mantiene su peculiaridad, cada uno de
ellos es Dios. Los tres, considerados cada uno con
el otro, son Dios. Son tres por su igualdad en la
sustancia, son Dios por su única soberanía. No
alcanzo a concebir la unidad y estoy iluminado por
la Trinidad. No alcanzo a distinguir la Trinidad y me
veo transportado por la unidad. Cuando contemplo
a uno de los tres, pienso que se trata de la totalidad
y colmo mi vista, pero se me escapa lo que es más
importante. No puedo abarcar la grandeza de uno,
¿por qué debo dar más al resto? Cuando reúno a los
tres en mi mente veo un solo esplendor y no puedo
calcular ni distinguir a la luz que se hace única.”291

Finalmente, el sacerdote bendice al Pueblo con la Cruz


de mano. Todos los fieles besan la Santa Cruz y se les
da pan bendito (antidoron) del mismo pan de la
Prósfora que fue usado para conmemorar a los santos
y fieles cristianos en la Proskomidia292.

291
GREGORIO NACIANCENO, “Homilías sobre la natividad”, editorial
Ciudad Nueva, Madrid, 1992, p. 143
292
El antidoron es un símbolo de comunión fraterna, a fin de recordar las
antiguas comidas de amor (ágape) que se realizaban en la antigüedad. Los
fieles suelen llevarse un poco de este pan para compartirlo con aquellos que no
pudieron asistir al divino servicio, como signo de unión
116
Anotaciones a la Divina Liturgia

A manera de conclusión
Participar de la Divina Liturgia es contemplar la luz
divina, recibir el Espíritu Santo y vivir la verdadera fe
adorando a la Santa Trinidad. Esta inefable Gracia
debemos conservarla con alegría dentro de nosotros
lo más posible, sin importarnos nuestra humilde
condición humana, frágil y pecadora, pues creemos
que fue Dios por su bondad y amor a los hombres, fue
quien nos la otorgó. La vida cristiana es una oración
litúrgica, el propio ser humano es un ser litúrgico, en
todo lo que realiza debe estar inmersa la alabanza al
Creador, la propia creación alaba a Dios enseña el
salmo 148. Dice el Peregrino ruso:
“Cuando oraba en lo más profundo de mi corazón,
todas las cosas que me rodeaban aparecíanme bajo
un aspecto encantador: árboles, hierbas, aves,
tierra, aire, luz, todas parecían decirme que existen
para el hombre y que dan testimonio del amor de
Dios por el hombre; todas oraban, todas cantaban la
gloria de Dios.293”
La fortaleza del cristiano es su culto a su Dios, con ella
se derrumban murallas, quiebran cadenas, derrotan
enemigos, la alabanza concede dicha, otorga fe, nos
revela el amor. Recordemos siempre estas palabras
de San Pablo cuando vengan los momentos difíciles

293
Relatos de un peregrino ruso, LUMEN, Argentina 2006, p. 49
117
Anotaciones a la Divina Liturgia

en nuestras vidas: “Pero llevamos este tesoro en


recipientes de barro para que aparezca que una fuerza
tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.”294 Por
tanto, aunque venga pobreza, hambre, peligro,
espada, persecución, enfermedad, recordemos el gran
tesoro que poseemos dentro de nosotros mismos.

Oh misericordia y Compasión enviada al mundo,


esperanza de la creación,
hazme gustar la dulzura de tu esperanza,
para que me vuelva ciego para el mundo, pero iluminado
por el Espíritu;
y que por medio de tu amor mi vida quede embriagada
hasta que abandone el mundo y sus caminos.
San Isaac el Sirio

¡Amén! ¡Ven Señor Jesús! (Apocalipsis 22:20)

294
2 Corintios 4:7
118
FUENTES CONSULTADAS

TEXTOS Y VERSIONES BÍBLICAS


STUTTGARTENSIA, Biblia Hebraica, Deutsche Bibelgesallschaft,
Germany, 1997.
ALAND, KURT, New Testament in Greek, Deutsche Bibelgesellschaft
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VERSIONES DE LA BIBLIA EN CASTELLANO
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TEXTOS LITURGICOS
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4
La Divina Liturgia ha sido el baluarte fiel de la
Iglesia; es la Fuente que emana lo sacro y el
misterio divino en el mundo. Podemos estar
orgullosos que nuestra Iglesia Ortodoxa, en virtud
del Santo Espíritu, ha mantenido incólume la
Tradición cristiana y sus dogmas, preserva la Fe y
la adoración en Espíritu y Verdad, más allá de los
vicios y pasiones humanas, más allá del tiempo,
más allá de todo.

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