Platón

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MARCO CONCEPTUAL

Platón fue uno de los filósofos más destacado de la Antigua Grecia y del mundo
occidental. Sus pensamientos y sus doctrinas marcaron a muchos de sus discípulos
que lo siguieron hasta el día de su muerte. En sus escritos podemos encontrar
referencias a la justicia, la igualdad, al arte o a la belleza, además de ser un excelente
teórico de temas como la política o la religión.

El filósofo nació en la ciudad de Atena en el año 427 a.C. en el seno de una familia de
aristócratas. Su nombre verdadero era Aristocles, pero él acuñó el de Platón gracias a
un apodo que su profesor de gimnasia le decía que quería decir «el de espaldas
anchas».

Su vida estuvo marcada por el estudio de las diferentes artes y de la filosofía de la


época, siendo discípulo de Sócrates al que conoció con 20 años. La relación de
maestro discípulo que mantuvo con el filósofo marcó profundamente sus convicciones y
manera de pensar en los años posteriores.

Ideas fundamentales

Una de las características de las obras de Platón, de las que se conocen casi en su
totalidad, es que estaban escritas en forma de diálogo. Este método le permitió
desarrollar su propio método socrático, además de significar una muestra pedagógica
sin precedentes.

En su teoría de las ideas, donde quedó plasmado toda su filosofía, cohabitaban dos
mundos: las ideas y las cosas. Ambos separados, pero unidos. En las ideas no se
distinguían los sentidos, sin embargo, en el de las cosas, era un mundo más sensible,
donde todo era perfectamente percibido por los sentidos.

La realidad de Platón era inteligible, por un lado, la cual era eterna, y por otro lado la
realidad sensible formada por las cosas. Distinguía su mundo de ideas en tres
escalones: primero las ideas del bien, con objetos estéticos y éticos; después las ideas
matemáticas; y por último las ideas de las cosas.
Influencias notables

No solo Sócrates influyó en la obra y el pensamiento de Platón. La escuela de


Pitágoras, los pitagorinos como Arquitas, también marcaron la personalidad y
pensamiento del ateniense. Sus propios discípulos como Aristóteles o personajes como
Cicerón admitieron que la escuela pitagorina marcó a Platón profundamente.

Al igual que las ideas de Pitágoras, el pensamiento presocrático de filósofos como


Heráclito y Parménides estuvieron muy presentes en los textos de Platón, que ayudaron
para crear su teoría de las ideas y de las cosas.

Pensamiento de Platón

Hay quienes creen que Sócrates y Platón fueron la misma persona, pero no es así. Sin
embargo, esta idea tiene su razón de ser, y es que muchos de los escritos de Sócrates
no los escribió él, sino Platón, su discípulo.

Mito de la caverna

Es uno de los escritos más conocidos de Platón. El filósofo cuenta cómo un grupo de
prisioneros nacieron en una caverna. Sólo podían mirar hacia el fondo de esta, de
manera que lo único que veían era pasar unas sombras. Ellos nunca habían conocido a
personas reales, así que pensaban que las sombras eran las verdaderas figuras
humanas. Un día, uno de los prisioneros consiguió escapar de la caverna. Aunque al
principio le cuesta acostumbrarse a la luz del sol, finalmente puede ver lo que a su
alrededor.

Así se da cuenta de que las imágenes que veía en la caverna no eran reales, sino
sombras proyectadas en una pared por unas llamas que había justo detrás de él y del
resto de prisioneros. Cuando vuelve a la caverna y les cuenta a los otros lo que había
visto en el exterior, no le creen. Piensan que las sombras proyectadas en la pared son
reales.

Las frases más destacadas de Platón

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1. Donde reina el amor sobran las leyes.
2. La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
3. Nuestra lucha es la de encontrar el modo correcto de hacer las cosas.
4. La honestidad suele generar menos ganancias que la mentira.
5. La ignorancia es la semilla de todo mal.
6. El objetivo de la educación es la virtud y la meta de convertirse en un buen
ciudadano.
7. La sabiduría es, en sí mismo, la ciencia del resto de ciencias.
8. Lo que no sé, tampoco creo saberlo.
9. El consuelo es frío e insípido si no va envuelto en una solución.
10. No hay nada que escape a la perfección de las ideas.
11. El amor es sentir que el ser sagrado late dentro del ser querido.
12. Son filósofos verdaderos quienes disfrutan contemplando la verdad.
13. Los hombres más fuertes son los que se han planteado cómo es la realidad.
14. Ser sabio requiere tiempo y esfuerzo, pero sobre todo honestidad.
15. Cuando es la multitud la que ejerce su autoridad, es más cruel que los tiranos.
16. No es en los hombres sino en las cosas donde hay que buscar la verdad.
17. Quien no es un buen sirviente no será un buen maestro.
18. Los virtuosos se conforman con soñar lo que los pecadores realizan en la vida.
19. La pobreza no viene por la disminución de la riqueza, sino por la multiplicación
de los deseos.
20. Es difícil distinguir los contornos de la sombra de la mentira. (MANZANAS, 2021)

BIOGRAFÍA
Nació en Atenas 427 AC y murió próximo a los 80 años 347 AC, Pertenecía a una
familia noble. su padre, Aristón, su madre Períctiona, tuvo dos hermanos, Glaucón y
Adimanto, y una hermana, Potone.

Filósofo griego, junto con su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, Platón es la


figura central de los tres grandes pensadores en que se asienta toda la tradición
filosófica europea.

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De joven, Platón tuvo ambiciones políticas, pero se desilusionó con los gobernantes de
Atenas. Cuando tenía veinte años tiene lugar el encuentro con Sócrates que contaba
entonces 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte.

Proclamado discípulo de Sócrates aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la


obtención de la verdad mediante preguntas. Parece ser que fue testigo de la muerte de
su maestro. Temiendo por su vida, abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia
y Egipto.

En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada


como la primera universidad europea. Se daban materias como astronomía, biología,
matemáticas, teoría política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.

Fue educado en las mejores escuelas de Atenas y estudió con algunos de los filósofos
más importantes de su época.

Creía que la única forma de lograr cambios era a través de la educación.

OBRA “LA REPÚBLICA”


La República es la obra más conocida de Platón y es uno de los diálogos más
importantes en donde expresa su concepción del arte, lo político, la sociedad, la justicia,
la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal. Se trata de un diálogo entre Sócrates y otros
personajes.

La República es un diálogo que tiene la particularidad de no introducir directamente en


escena a los personajes que mantienen la conversación a lo largo de la obra, sino de
presentar primeramente un narrador. Esta modalidad la comparte con otros escritos
platónicos, como: Cármides, Lisis. Sócrates es inicialmente el único personaje por lo
que debe entenderse que dirige su relato directamente al lector.

El propósito de Platón es el estudio de lo justo y de lo injusto, y la demostración de la


necesidad moral, tanto para el Estado como para el individuo, de regir toda su conducta
según la justicia; esto es, según la virtud, o precisamente más, según la idea del bien,
principio de buen orden para las sociedades y para las almas. La obra está compuesta
por diez libros.

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Libro I

Inicia el tema principal que abarca gran parte de esta obra: la justicia. En primer lugar,
Sócrates reflexiona sobre esto con Polermaco y, después con Trasímaco.

El concepto de justicia surge desde la primera parte del libro. Polemarco considera que
la justicia consiste en “hacer bien a los amigos y mal a los enemigos”. La idea de
justicia de este personaje está relacionada con la atribuida al poeta griego Simónides.

Sin embargo, Sócrates difiere de esta definición. Para el filósofo la justicia no significa
disponerse a hacer cosas buenas a los amigos, sino en conocer qué cosas son buenas
para ellos. Obrar justo significa no hacer daño a nadie.

Libro II:

Intervienen Glaucón y Adimanto quienes desean averiguar qué es justicia. También


aparecen temas como la existencia de tres tipos de bienes, las características del
hombre justo e injusto. Asimismo, Sócrates ofrece los primeros detalles de cómo ha de
ser el Estado ideal.

A fin de enmarcar la justicia dentro de un tipo de bien, Glaucón afirma que existen tres
clases de bienes.

Bienes deseados por sí mismos: son aquellos que buscamos por lo que son y no por
los resultados que ofrecen. Dentro de esta clase de bienes pertenecería por ejemplo la
alegría.

Bienes deseados por sí mismos y por sus consecuencias: son aquellos que queremos
por la satisfacción que producen y por los resultados que nos traen. Un ejemplo de este
tipo sería la salud o la vista.

Bienes deseados por su utilidad y no por sí mismos: aquellos que se buscan por las
ventajas que proporcionan, por ejemplo, un salario.

Libro III:

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Se centra en cómo tiene que ser la educación de los futuros guardianes. Sócrates se
adentra en diferentes disciplinas que, según él, hay que “vigilar” en el proceso
educativo. Desde los héroes que se presentan en la literatura, la gimnasia y la música,
hasta las imágenes que fabrican los artesanos.

El sistema educativo que propone el filósofo estaría estrictamente controlado a fin de


que pese más fomentar el bien de la ciudad por encima de los intereses individuales.
Así establece cómo debería ser la educación de los guardianes y los gobernantes de la
ciudad.

Libro IV:

El libro cuarto inicia con la oposición por parte de Adimanto a las palabras de Sócrates,
donde afirma que los gobernantes han de prescindir de cualquier tipo de propiedad.
Sócrates argumenta sobre la necesidad de que la ciudad en su conjunto sea feliz, no
solo una clase. Asimismo, el filósofo establece una analogía entre ciudad ideal y el
alma.

Libro V:

En esta parte intervienen Adimanto, Polemarco, Trasímaco y Glaucón quienes,


insatisfechos con las respuestas de Sócrates, quieren que este continúe especificando
detalles sobre la ciudad ideal. Aunque Sócrates se dispone a hablar sobre las diferentes
formas de gobierno, primero responde acerca del papel de las mujeres en ese Estado
ideal.

La ciudad ideal para Platón, en palabras de Sócrates, es aquella en la que se dan


cuatro virtudes: prudencia, valor, templanza y justicia.

En primer lugar, la prudencia. Una ciudad prudente es aquella que atina en sus
decisiones. Dentro de la ciudad, los sujetos poseedores de la prudencia son los
gobernantes.

En segundo lugar, el valor. Esta virtud ayuda a superar las dificultades, tener la fuerza
para luchar contra las ellas y determinar qué temer o qué no temer. El valor es lo que
caracteriza a los guerreros.

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Por otro lado, la templanza en la ciudad determina la moderación de los apetitos
corporales y las tentaciones de los sentidos. Esta es la característica principal de los
agricultores, artesanos y comerciantes.

La cuarta virtud es la justicia que Platón entiende como orden y armonía. Esta aparece
cuando se dan las virtudes anteriores.

Libro VI

Sócrates expone sus argumentos sobre por qué el Estado ideal ha de estar gobernado
por filósofos. Por su parte, Adimato señala que la mayor parte de las personas piensan
que los filósofos son extraños. Sócrates argumenta en defensa de los filósofos como
gobernantes y utiliza dos alegorías: la del sol y la de la línea.

Vemos como, para Platón, el Estado ideal se fundamenta en una división clasista de la
sociedad. Sin embargo, para el filósofo estas categorías sociales no deberían ser
herméticas. Aparece aquí la figura del guardián del Estado, ciudadanos preparados
para hacer la guerra cuyas cualidades, señala, han de ser las siguientes: valor, fuerza,
actividad y filosofía.

Libro VII

En esta parte, Sócrates habla sobre la importancia que tiene la educación del rey-
filósofo. Aquí expone el mito de la caverna a fin de explicar la importancia del filósofo
como guía de las personas para extraerlas de la ignorancia y dirigirlas hacia el
conocimiento.

Libro VIII

Glaucón hace un resumen de las conclusiones sobre Estado ideal que ha ofrecido
Sócrates en los libros anteriores. Sócrates se encarga de describir los cuatro tipos de
gobierno: timocracia, oligarquía, democracia y tiranía. Los cuales el filósofo describe
como formas de gobierno “deficientes”. Sócrates va pasando por cada forma de
gobierno a medida que imagina el fracaso de la ciudad.

Libro IX

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En el libro noveno Sócrates termina su reflexión acerca de las diferentes formas de
gobierno, concluye hablando sobre el hombre tiránico y cómo este surge del hombre
democrático. Asimismo, Sócrates pretende demostrar que el hombre justo es el más
feliz que el hombre injusto.

Libro X:

En el último libro de La República, Platón indaga en el tema de la poesía y los poetas.


Sócrates y Glaucón abordan la expulsión de los poetas del Estado Ideal.

Para Platón, los poetas son imitadores cuyas creaciones están muy lejos de la verdad.
Los artistas solo crean copias de las ideas, por ello la ciudad justa no debe permitir la
poesía.

EXPLICACIÓN DE LA OBRA “LA REPÚBLICA”

República fue leída ampliamente en el mundo romano. Siguió siendo un referente


durante la Edad Media y el Renacimiento; fue cayendo en el olvido después del siglo
XVI, hasta que en el siglo XIX fue resucitada por la traducción del griego al inglés de
Benjamin Jowett. Con los acontecimientos sociales y políticos del siglo XX,
volvió República a recuperar su lugar como texto clásico de la filosofía política. Y volvió
también a estar en el centro de la crítica por cuanto, como veremos, la sociedad
dibujada allí por Platón tiene características que la asemejan a los regímenes
totalitarios, los cuales fueron azote de la humanidad en el siglo anterior.

Platón expone en República cuál sería el gobierno ideal para las polis (ciudades -
Estado) y da cuenta de aspectos tales como la educación que deberían recibir estos
ciudadanos, la participación que tendrían en los asuntos de la ciudad, entre otros,
proponiendo cosas como, por ejemplo, la expulsión de la ciudad de los indeseables, el
veto a los poetas, la limitación a la propiedad privada, que las mujeres sean ‘comunes’ y
tengan un rol más activo en su ciudad, asignándoseles tareas en las que gozarían de
cierta equidad respecto de los hombres.

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Platón hace su exposición guiándose principalmente por los modelos políticos que
estaban en boga para la época (aristocracia, oligarquía, democracia y tiranía), y señala
las cualidades y falencias que ve en estos. La tiranía y la democracia son las peores
formas de gobierno para Platón. Recordemos además que él había sido testigo de la
injusta condena y muerte de su maestro Sócrates por orden del gobierno democrático
que gobernaba a Atenas en ese momento, y esta amarga experiencia contribuyó a que
Platón se formara una pésima opinión de la democracia, entendida esta como
demagogia.

Mencionamos ya que en República se trata el tema del gobierno ideal. A este tópico se
llega a partir de una sugestiva pregunta: ¿qué es la justicia? Sócrates, personaje
principal del diálogo, interroga a Céfalo, anciano respetable, sobre la felicidad que
acompaña sus últimos días. Céfalo le responde que, habiendo tenido una vida justa y
pía, no teme a la muerte y puede considerarse feliz. Sócrates entonces pide a Céfalo
que precise si la justicia es ‘dar a cada uno lo que le corresponde’ (devolver el bien con
bien y el mal con mal).

INFLUENCIA DE LA REPÚBLICA

Platón ha sido uno de los filósofos más influyentes en la cultura occidental, no tanto por
el peso que tuvo en la cultura grecolatina a la que perteneció, sino sobre todo porque su
obra fue uno de los elementos clave en la formación de la teología cristiana y de la
ciencia moderna. Aunque algunos de los elementos de su doctrina, como la metafísica
idealista, prácticamente han desaparecido de la filosofía actual, otros aspectos, como la
matematización del conocimiento o el utopismo político, tienen plena vigencia en el
mundo moderno.
El impacto del pensamiento platónico ha sido multidisciplinario ya que no solo ha
influido en la filosofía posterior, también lo ha hecho en la ética, política, literatura,
psicología y religión. Cada época ha interpretado la obra de Platón con los valores
predominantes en cada momento, así hasta nuestros días.

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Es evidente la repercusión en corrientes filosóficas posteriores como el neoplatonismo.
También en la divulgación del cristianismo, con autores como San Agustín y, después,
en la filosofía escolástica con Santo Tomás de Aquino.

La República explora tópicos tan variados como la ordenación de la ciudad ideal, los
tipos de gobierno, el papel de la mujer en la sociedad, la educación o la Teoría del
conocimiento. Para ello, Platón se vale de diferentes alegorías, entre ellas, alguna tan
conocida como El mito de la caverna.

LA TEORÍA DE LAS IDEAS


La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del
cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna
de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de
madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro". Por lo general se considera que la
teoría de las Ideas es propiamente una teoría platónica, pese a que varios estudiosos
de Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de que Platón la había
tomado directamente de Sócrates. Los estudios de D. Ross, entre otros, han puesto de
manifiesto las insuficiencias de dicha atribución, apoyando así la interpretación más
generalmente aceptada.

Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera:


Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que
llama sensible.

La realidad inteligible, a la que denomina "Idea", tiene las características de ser


inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto, ajena al
cambio, y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible, constituida
por lo que ordinariamente llamamos "cosas", y que tiene las características de ser
material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y
que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible.

La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero ser,
mientras que, de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o "cosas",
hallándose en un constante devenir, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente
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son. Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento o "episteme",
mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión o "doxa".
De la forma en que Platón se refiere a las Ideas en varias de sus obras como en el
"Fedón" (el alma contempla, antes de su unión con el cuerpo, las Ideas) o en el "Timeo"
(el Demiurgo modela la materia ateniéndose al modelo de las Ideas), así como de la
afirmación aristotélica en la "Metafísica" según la cual Platón "separó" las Ideas de las
cosas, suele formar parte de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas la
afirmación de la separación ("khorismós") entre lo sensible y lo inteligible como una
característica propia de ella.

El dualismo sensible/inteligible

Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de esta presentación tradicional


de la teoría de las Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada
también mundo inteligible ("kósmos noetós") y la realidad sensible o mundo visible
("kósmos horatós"), que aboca a la filosofía platónica a un dualismo que será fuente de
numerosos problemas para el mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles señalará
como uno de los obstáculos fundamentales para su aceptación.

Lo inteligible

En cuanto a las Ideas, en la medida en que son el término de la definición universal


representan las "esencias" de los objetos de conocimiento, es decir, aquello que está
comprendido en el concepto; pero con la particularidad de que no se puede confundir
con el concepto, por lo que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino
objetos a los que se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que
expresamos a través del lenguaje. Esos objetos o "esencias" subsisten
independientemente de que sean o no pensados, son algo distinto del pensamiento, y
en cuanto tales gozan de unas características similares a las del ser parmenídeo. Las
Ideas son únicas, eternas e inmutables y, al igual que el ser de Parménides, no pueden
ser objeto de conocimiento sensible, sino solamente cognoscibles por la razón. No
siendo objeto de la sensibilidad, no pueden ser materiales. Y sin embargo Platón insiste
en que son entidades que tienen una existencia real e independiente tanto del sujeto
que las piensa como del objeto del que son esencia, dotándolas así de un carácter
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trascendente. Además, las Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que
la realidad sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas. Para los
filósofos pluralistas la relación existente entre el ser y el mundo tal como nosotros lo
percibimos era el producto de la mezcla y de la separación de los elementos originarios
(los cuatro elementos de Empédocles, las semillas de Anaxágoras o los átomos de
Demócrito); también Platón deberá explicar cuál es la relación entre ese ser inmutable y
la realidad sometida al cambio, es decir entre las Ideas y las cosas. Esa relación es
explicada como imitación o como participación: las cosas imitan a las Ideas, o participan
de las Ideas.

Lo sensible

Por su parte la realidad sensible se caracteriza por estar sometida al cambio, a la


movilidad, a la generación y a la corrupción. El llamado problema del cambio conduce a
Platón a buscar una solución que guarda paralelismos importantes con la propuesta por
los filósofos pluralistas: siguiendo a Parménides hay que reconocer la necesaria
inmutabilidad del ser, pero el mundo sensible no se puede ver reducido a una mera
ilusión. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de las Ideas ha de tener
alguna consistencia, y no puede ser asimilado simplemente a la nada. Es dudoso que
podamos atribuir a Platón la intención de degradar la realidad sensible hasta el punto
de considerarla una mera ilusión. La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre
otros, el problema de la unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento
común a todos los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real; parece claro
que la afirmación de la realidad de las Ideas no puede pasar por la negación de toda
realidad a las cosas.

La jerarquización de las Ideas

Las Ideas, por lo demás, está jerarquizadas. El primer rango le corresponde a la Idea
de Bien, tal como nos lo presenta Platón en la "República", aunque en otros diálogos
ocuparán su lugar lo Uno, (en el "Parménides"), la Belleza, (en el "Banquete"), o el Ser,
(en el "Sofista"), que representan el máximo grado de realidad, siendo la causa de todo
lo que existe. A continuación, vendrían las Ideas de los objetos éticos y estéticos,
seguida de las Ideas de los objetos matemáticos y finalmente de las Ideas de las cosas.
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Platón intenta también establecer una cierta comunicación entre las Ideas y, según
Aristóteles, terminó por identificar las Ideas con los números, identificación de la que sí
tenemos constancia que realizaron los continuadores de la actividad platónica en la
Academia.

Conclusiones y Observaciones Relevantes

 Platón fue uno de los filósofos más destacados de la antigua Grecia y del mundo
occidental, su vida estuvo marcada por el estudio de las diversas artes y
filosofías de su tiempo como alumno de Sócrates, a quien conoció a los veinte
años. La tutoría que mantuvo con diversos filósofos influyó profundamente en
sus creencias y pensamiento más adelante en la vida.

 Una característica de las obras de Platón es que están escritas en forma de


diálogo, la realidad de Platón era comprensible, por un lado, por otro una
realidad racional hecha de cosas.

 El filósofo griego, junto con su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, son


las figuras centrales de los tres grandes pensadores sobre los que se asienta
toda la tradición filosófica europea.

 Algunas personas creen que Sócrates y Platón son la misma persona, pero no lo
son, sin embargo, esta idea tiene mérito en que muchos de los escritos de
Sócrates no fueron escritos por Sócrates, sino por su discípulo Platón.

 La República es la obra más famosa de Platón y uno de los diálogos más


importantes en los que expresó sus puntos de vista sobre el arte, la política, la
sociedad, la justicia, la inmortalidad, la virtud, el bien y el mal. "República" es un
diálogo que se caracteriza por presentar primero al narrador en lugar de

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presentar directamente a los personajes que continúan hablando a lo largo de la
obra.

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