Qué Es Un Destino Naranja

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

¿Qué es un destino naranja?

El destino naranja es un territorio con identidad cultural, un destino con


recursos culturales y creativos que tiene la economía naranja como uno
de sus ejes de desarrollo endógeno y genera una capacidad de atracción
suficiente para inducir a un viajero a realizar los esfuerzos necesarios
para desplazarse hacia él. El destino naranja debe disponer de un
portafolio de productos derivados de la acción creativa de la comunidad
local, o de la interacción de ésta con el turista.
Consiste en un destino con un imaginario, un(os) icono(s), con una
marca, un precio y un lugar en el mercado, con una comunidad que
participa, se identifica y ejerce de anfitriona, y que mantiene durante una
gran parte del año un flujo de visitantes y turistas lo suficientemente
numerosos como para convertir esta actividad en una de las bases de su
economía. Sin duda la labor de la UNESCO es clave gracias al impulso
de iniciativas como la Lista del Patrimonio Mundial, la Lista de
Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial o la Red de Ciudad
Creativas. Es fundamental desarrollar recomendaciones que contribuyan,
cuando sea preciso, al desarrollo responsable y sostenible del turismo
naranja.
¿Qué podemos hacer para implementar el turismo naranja?
Es preciso (re)plantear políticas y estrategias de turismo naranja que
armonicen sinergias y acciones que satisfagan los objetivos de
salvaguardar, conservar, activar y valorar el patrimonio, las artes y las
industrias culturales y creativas, transversalmente con las seis
convenciones UNESCO relativas a cultura, para activar la economía
naranja y a la vez construir mancomunadamente productos y servicios
eficientes e innovadores, que consoliden destinos turísticos de calidad,
competitivos, sostenibles, responsables e inclusivos y generadores de
desarrollo cultural, económico y social para la comunidad. Es bien
recomendable incluso reconducir numerosas iniciativas ya existentes en
materia de intervención/inversión cultural-patrimonial para que sean
reorientadas para lograr su mayor potencial dentro de un enfoque de
economía naranja.
Varios territorios con identidad del espacio cultural iberoamericano tienen
gran potencial para ser un destino naranja. Los que ya lo son cuentan
con entes o agencias de promoción turística que, articulados con el
sector cultural y creativo, ordenan la promoción de su oferta turística con
la segmentación de productos y servicios incorporando la economía
naranja de forma transversal como elemento de diferenciación del
destino. Por lo general estructuran ofertas específicas por líneas de
negocio por tipología de destino, actividad principal o complementaria o
segmento de público.
En el ámbito del turismo naranja los nichos que están manifestando un
mayor desarrollo son los vinculados al turismo patrimonial, al turismo
artístico, al turismo de festivales y sobre todo al vinculado con las
industrias culturales y creativas, con nichos específicos como el turismo
artesanal, el turismo cinematográfico, el turismo idiomático, el turismo
literario, el turismo gastronómico, el turismo musical y de baile,… Cabe
destacar especialmente el turismo creativo que implica una mayor
participación e interactividad por parte del turista que suele desear ser
viajero o sentirse local y desarrolla su potencial creativo a través del
aprendizaje, la experimentación, la creación o la exhibición de su talento
mediante el formato de experiencias turísticas vivenciales singulares. Las
vacaciones para pintar o aprender a pintar conocidas como "painting
holidays" son un claro ejemplo. En relación con el trabajo en red entre
destinos merece mención especial la Red de Turismo Creativo – Creative
Tourism Network.
En esta alianza del sector cultural y turístico es clave impulsar
la responsabilidad cultural empresarial del sector turístico. Entre sus
diferentes vertientes implicaría tanto el patrocinio y el mecenazgo como
la inclusión y la promoción de la cultura integrada en su propia línea de
acción y/o como parte de su acción social (responsabilidad social
empresarial).
¿Cómo identificamos al turista naranja?
Los principales indicadores que cabe considerar es analizar su
motivación, sea principal o complementaria; la actividades culturales y
creativas realizadas, en particular el número y la duración de las mismas;
el consumo en productos y servicios de economía naranja; el grado de
beneficio directo e indirecto que genera para la comunidad; y sobre todo
sus hábitos de organización del viaje (pre, durante, post), ya que gracias
al mundo digital que vivimos el turista naranja puede ser nuestro
promotor y prescriptor. Tenemos que ser exigentes ya que contamos
cada vez más con turistas más cultos y preparados, que conocen otros
destinos y comparan no sólo el precio sino los contenidos y las
experiencias. Su satisfacción y su prescripción en forma de valoración
positiva se convertirán en una herramienta clave de promoción.
El futuro…
Son muchos los retos de futuro, la clave está en el trabajo en red entre
las administraciones públicas, el sector privado organizado, las
asociaciones profesionales, las universidades y los organismos
internacionales, que sumando están logrando articular este proceso. Es
necesario desarrollar proyectos creativos también en su
conceptualización, con fuertes dosis de imaginación, no sujetos a
modelos existentes.
Prueba de ello es la consolidación de experiencias en diferentes grados
de desarrollo, principalmente en ciudades iberoamericanas - como
Barcelona, Cali, Buenos Aires, Cartagena de Indias, La Habana,
Popayán, Porto Alegre, Quito, San Cristóbal de las Casas o Santiago de
Chile-, así como en territorios turísticos que han sabido mantener una
identidad cultural - como la Costa Brava - o iniciativas asociadas a rutas
e itinerarios culturales - como es el caso del Camino de Santiago -.
Bibliografía
Buitrago P.F. & Duque Márquez I. (2013). La economía naranja: una
oportunidad infinita. Banco Interamericano de Desarrollo. Washington.
Couret C., (2012). Barcelona Creative Tourism, Journal of Tourism
Consumption and practice, Special Issue on Creative Tourism, Volume 4
Number 2: 132-123.
López Morales F. & Vidargas F. (2013)(Eds). Convenciones UNESCO.
Una visión articulada desde Iberoamérica. Instituto Nacional de
Antropología e Historia. México. 300 p.
Molina, Sergio (2011). Turismo creativo: el fin de la competitividad.
Escritores.cl.
Panosso Netto, A.; Gaeta, C. (orgs.)(2010). Turismo de experiência. São
Paulo, SP: SENAC.
Richards, G. (2011). Creativity and tourism: the state of the art. In Annals
of tourism research. 38,4, 225-1253.
Tresserras Juan J. (2003): "La tematización cultural de las ciudades
como estrategia de desarrollo a través del turismo", en Boletín GC, 6.
Disponible
en http://www.gestioncultural.org/ficheros/1_1316768545_JJuan.pdf
Tresserras Juan J. (2014). - “El turismo naranja, el color del turismo
cultural y creativo”, en Revista de Economía Creativa. Santiago Creativo
nº 1: 51-52. Programa CORFO del Ministerio de Economía de Chile.
Santiago.
[1]http://www.iadb.org/es/publicaciones/detalle,7101.html?id=70896

También podría gustarte