Novena en Honor A La Virgen Del Carmen 2024
Novena en Honor A La Virgen Del Carmen 2024
Novena en Honor A La Virgen Del Carmen 2024
nosotros, existe una creatura modelo de dialogo y libertad para seguir como ejemplo en
nuestro proyecto vocacional. Ella es María. Es la mujer en la que se manifiesta la
libertad electiva. Si Dios la eligió y la predestinó, aun ella tuvo la libertad de aceptar el
proyecto de Dios, y así lo hizo con libertad de conciencia. Esta no es una Virgen
encontrada en el último momento, ni por casualidad, fue elegida de entre todas las
mujeres y en su madurez juvenil, supo discernir y aceptó el amor Divino
Regálate unos minutos de silencio y deja que la Palabra de Dios sea quien ilumine tu
vida.
Ve hacia la página 21, donde se encuentra el Oficio a nuestra Madre. De ser posible,
entona o reza a dos coros los gozos a María, con alegría y regocijo, uniéndote en
oración con toda la familia Carmelita.
Singular.
"Guardar la palabra" significa no solo leer y conocer las enseñanzas de Jesús, sino
también aplicarlas activamente en nuestra vida diaria. Amar a Jesús se manifiesta en algo
concreto. No es solo palabras bonitas. El que ama a Jesús lo demuestra cumpliendo su
palabra, lo que nos pide en el Evangelio. Es fácil conocer la palabra de Dios, pero requiere
dedicación, compromiso y esfuerzo para aplicarla en nuestro día a día. Esto incluye
practicar la humildad, el amor, el perdón y la gratitud en todo momento.
Por eso queridos hermanos, en esta novena que iniciamos en honor a Nuestra
Señora del Monte Carmelo esforcémonos en seguir las enseñanzas de Jesús y guardar su
palabra, para que podamos estar seguros de que somos amados por el Padre y que la
presencia divina está con nosotros dondequiera que nos encontremos. Que esta
celebración de Santa María del Monte Carmelo sea no sólo un motivo de alegría para todos
los devotos de Nuestra Señora del Carmen, sino también un motivo para rezar con más
fuerza al Padre por este inmenso don de su amor y al mismo tiempo, para cantar las glorias
de María en la contemplación de su misterio y de su misión de Madre de todos los hombres
y Reina del Carmelo.
…
Oración Inicial: María, mujer de la escucha, abre nuestros oídos; para que
sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil palabras de este
mundo; haz que sepamos prestar atención a la realidad en la que vivimos cada
persona que encontramos, especialmente aquella que es pobre, necesitada o en
dificultad. Por nuestro Señor Jesucristo tu hijo, que contigo vive y reina en la
unidad del espíritu y es Dios por los siglos de los siglos. Amen
Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen , el texto nos da la
clave de la felicidad la que es buscada a tiempo a destiempo, María es feliz porque ha
escuchado la palabra de Dios, ha creído en ella, acogió, se puso a su entera disposición
asumiendo el Hágase en mi según tu palabra encarna el ideal del creyente consecuente
hace un camino a la luz de la palabra que resuena en su corazón sabiendo guardar desde la
escucha todas las cosas .pidamos a María que la gracia de escuchar la palabra de Dios y
hacerla vida, este itinerario de fe nos centre en nuestra vocación y nos comprometa a
renovar nuestro si desde la escucha.
Que María, mujer de la escucha, interceda por nosotros y nos ayude a ser más atentos
y receptivos a la presencia de Dios y al prójimo en nuestras vidas.
D/¡Virgen del Carmen que sintamos tu protección de Madre y vivamos alegres de saber y
experimentar que nos amas como hijos!
D/¡Madre del Carmen! Que seamos entusiastas propagadores del santo Escapulario para
que nuestro prójimo, vistiéndolo, los libre del pecado y de todo mal.
D/¡Virgen del Carmen! Concédenos la gracia de ser siempre creyentes que bendicen y
reciben con agradecimiento ser bendecidos.
(1 Timoteo 1, 16)
La clemencia de María es un reflejo del amor y la misericordia de Dios. Ella nos invita
a cultivar en nosotros mismos esa actitud de compasión, solidaridad y acogida hacia los
demás, especialmente hacia los más necesitados y sufrientes. Que María, mujer clemente,
interceda por nosotros y nos ayude a ser instrumentos de la misericordia de Dios en el
mundo. Teniendo firmemente la convicción que el Señor obrara en todo momento, para que
con alegría vayamos propagando lo que hemos conocido y vivido; y que de esta manera el
Reino de Dios siga pasando por los Terciarios Carmelitas en toda Venezuela.
Nuestra Señora del Monte Carmelo piadosa y clemente ruega por nosotros.
D/ Madre mía del Carmen, has que nosotros escuchemos la palabra de Dios y la
llevemos a la práctica.
D/¡oh María, Madre del Carmelo!, que sepamos amar a la iglesia y a los más necesitados
como tú los amas.
D/¡Oh María, Madre del Carmelo!, que de ti aprendamos a guardar las pequeñas cosas
de Dios en lo secreto de nuestro corazón.
(Deuteronomio 31, 8)
Luego, cuando los discípulos huyen y se esconden atemorizados, allí está María con
ellos, acompañándolos, orando y animándolos a confiar en que Dios está allí y es
providente, ve antes que ellos lo que necesitan y se los concede.
D/¡Virgen del Carmen que sintamos tu protección de Madre y vivamos alegres de saber y
experimentar que nos amas como hijos!
D/¡Madre del Carmen! Que seamos entusiastas propagadores del santo Escapulario para
que nuestro prójimo, vistiéndolo, los libre del pecado y de todo mal.
D/¡Virgen del Carmen! Concédenos la gracia de ser siempre creyentes que bendicen y
reciben con agradecimiento ser bendecidos.
(1 Pedro 3, 15)
Aceptar a Cristo como nuestro Señor a ejemplo de María, que con un sí cargado de
valentía no dudo ante Dios dando el gran “Hágase en mi lo que has dicho”. Que como ella
preparemos nuestro corazón para que en medio de nuestra juventud hable de la esperanza
de un Cristo vivo que llegue a nuestros hermanos y que en amor y fraternidad seamos
testimonio vivo del amor y la esperanza del bien que logra Cristo.
Al igual que María, que fue designada como madre de toda criatura al pie de la cruz,
debemos acoger y acobijar a nuestros hermanos con un amor inigualable, guiándolos hacia
el encuentro con Jesús. Este amor y fraternidad son testimonio vivo del bien que Cristo
puede lograr, y es a través de esta entrega que llevamos la esperanza a nuestros
hermanos, especialmente a todos los jóvenes que se encuentran perdidos en medio del
mundo.
La Virgen María, Madre de la Esperanza, nos enseña a confiar en Dios incluso en los
momentos más oscuros y a mantener viva la esperanza en su promesa de salvación. Ella
nos inspira a ser testigos de la esperanza en un mundo que a menudo se siente
desesperanzado. Que María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos ayude a
ser Jóvenes portadores de la esperanza de Cristo vivo y resucitado.
D/ Madre mía del Carmen, has que nosotros escuchemos la palabra de Dios y la
llevemos a la práctica.
D/¡oh María, Madre del Carmelo!, que sepamos amar a la iglesia y a los más
necesitados como tú los amas.
D/¡Oh María, Madre del Carmelo!, que de ti aprendamos a guardar las pequeñas cosas
de Dios en lo secreto de nuestro corazón.
(Romanos 12, 1)
María, como la mujer del servicio que estuvo atenta y pronta a las necesidades de sus
hijos, la Carmelita lleva en el corazón las necesidades de la humanidad, las angustias,
sufrimientos y dolores de tantos hermanos nuestros. A ejemplo de María que en la visita a
su prima Isabel, de prisa y gozosa se pone en camino, impulsada por el amor. También
llevamos en nuestras entrañas espirituales por medio de la oración al hermano. Desde
nuestro silencio y el servicio en las tareas más sencillas, las mismas conque María sirvió a
su Hijo, préstamos a la Iglesia ese servicio.
Ese mismo celo, diligencia y prontitud, nos llevará a vivir que el servicio nos adentra a
la unión con Dios, que vino a servir y no a ser servido. Es el amor al servicio lo que hace
fecunda nuestra entrega oculta con Cristo. Y así cada Monasterio se convierte en un
cenáculo dónde, en compañía de María, la Madre de Jesús, las monjas imploran con la
plegaria la acción del Espíritu Santo en el Pentecostés permanente de la Iglesia.
D/¡Virgen del Carmen que sintamos tu protección de Madre y vivamos alegres de saber y
experimentar que nos amas como hijos!
D/¡Madre del Carmen! Que seamos entusiastas propagadores del santo Escapulario para
que nuestro prójimo, vistiéndolo, los libre del pecado y de todo mal.
D/¡Virgen del Carmen! Concédenos la gracia de ser siempre creyentes que bendicen y
reciben con agradecimiento ser bendecidos.
Ante esta necesidad María recurre a su Hijo para presentar la ausencia de vino e
inmediatamente con una fe firme dice a los sirvientes “Hagan lo que él les diga”. El carmelita
vive un consejo evangélico llamado obediencia, y nuestra Hermana es maestra en esto. El
que es obediente indudablemente es orante, porque es en este dialogo donde cada uno
tiene un momento de hablar y escuchar.
Pidamos con confianza al buen Dios que seamos capaces de escuchar y atender su
voz, que imitando a los siervos cumplamos con prontitud su designio de amor en lo sencillo
de cada día, y compartamos el vino de la alegría con aquellos que lo necesitan, que
podamos mantener la imagen de María atenta y obediente siempre presente en nuestras
vidas pues ella simboliza un modelo de perfecto seguimiento de Cristo, y es importante
contemplar en la Virgen el esplendor y fertilidad del monte Carmelo, donde crecen con
prontitud y vigor las más hermosas flores de las virtudes cristianas.
D/ Madre mía del Carmen, has que nosotros escuchemos la palabra de Dios y la llevemos a
la práctica.
D/¡oh María, Madre del Carmelo!, que sepamos amar a la iglesia y a los más necesitados
como tú los amas.
D/¡Oh María, Madre del Carmelo!, que de ti aprendamos a guardar las pequeñas cosas de
Dios en lo secreto de nuestro corazón.
(Proverbios 3, 5-6)
Debemos confiar plenamente en la voluntad de Dios, así como María. Él nos tiene a
cada uno un plan perfecto. La confianza de María en Dios es un ejemplo inspirador para
nosotros. Ella nos enseña a abandonarnos con fe en las manos del Señor, a confiar en su
providencia y a creer en su plan de salvación, incluso cuando las circunstancias parecen
difíciles o incomprensibles.
Nuestras acciones deben tener a Dios presente en todo momento y veremos sus
maravillosas obras echas realidad, él nos guiará a ser mejores cristianos y tomar decisiones
sabias cada día.
María es el ejemplo más palpable y sincero cuando acepto su destino de ser la madre
del salvador, del verbo hecho carne, del cordero de Dios que entregó su vida para limpiar el
pecado del mundo.
Abramos nuestro corazón y aceptemos la voluntad de Dios y nuestra vida será más
plena. Que María, mujer de la confianza, interceda por nosotros y nos ayude a cultivar una
fe inquebrantable en Dios, que nos lleve a vivir con esperanza y abandono en su voluntad.
D/¡Virgen del Carmen que sintamos tu protección de Madre y vivamos alegres de saber y
experimentar que nos amas como hijos!
D/¡Madre del Carmen! Que seamos entusiastas propagadores del santo Escapulario para
que nuestro prójimo, vistiéndolo, los libre del pecado y de todo mal.
D/¡Virgen del Carmen! Concédenos la gracia de ser siempre creyentes que bendicen y
reciben con agradecimiento ser bendecidos.
(Jeremías 2, 7)
D/ Madre mía del Carmen, has que nosotros escuchemos la palabra de Dios y la llevemos
a la práctica.
T/Ave María o canto …
D/¡oh María, Madre del Carmelo!, que sepamos amar a la iglesia y a los más necesitados
como tú los amas.
T/Ave María o canto …
D/¡Oh María, Madre del Carmelo!, que de ti aprendamos a guardar las pequeñas cosas
de Dios en lo secreto de nuestro corazón.
T/Ave María o canto …
D/ Celebremos en este día honores a la Virgen María,
ella es la hermosa Flor del Carmelo, de cuyo seno bendito brotó Jesús.
Oremos Juntos: ¡Oh Dios! que venga en nuestro auxilio la gloriosa intercesión de Nuestra
Señora del Carmen, para que podamos bajo su protección, subir al Monte que es Cristo. Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Oración final: Señora del Carmen, Madre de Dios y Madre nuestra, acepta los dones que te
traemos. En tus manos acepta nuestra capacidad de creer y amar, de servir y esperar.
Confiamos a ti todo lo que somos, tenemos o hacemos, nuestra mente y cuerpo, nuestra
salud o enfermedad, nuestra alegría y dolor, nuestras dificultades y destino.
Haznos crecer ¡oh Madre del Carmen! Cada día más en la fe, en la esperanza y en la
caridad. Enciende en nuestros corazones el fuego del amor, a fin de que toda nuestra vida
sea una agradable ofrenda a Dios. Amén.
Colaboradores