El Qual Non Pueda Dar Poder A Ningun
El Qual Non Pueda Dar Poder A Ningun
El Qual Non Pueda Dar Poder A Ningun
Servicio de Publicaciones
Córdoba
MMXIX
ÍNDICE
• Introducción 9
• Judeoconversos y espiritualidad cristiana en la España de los siglos XV y XVI. El proceso formativo 13
Rafael M. Pérez García
• De criptojudíos a nobles titulados: el origen judeoconverso de las élites de Cuenca (SS. XV-XIX) 101
Rafael M. Girón Pascual
• Judaizantes o marqueses. Los judeoconversos de Lucena (Córdoba) entre los siglos XV y XVII. Una 127
primera aproximación a su estudio
Enrique Soria Mesa
• Chistes para judíos, chistes para conversos criptojudíos y chistes para cristianos: el repertorio del chiste 171
en La Celestina
Kenneth Brown
• Nuevas aportaciones a la serranía críptica: el último reducto judaizante tras la gran persecución del siglo 209
XVIII
José Luis Buitrago González
• La acción del Santo Oficio de Córdoba y las inquisiciones portuguesas contra los judeoconversos lusos 229
Marcos Rafael Cañas Pelayo
• Sentencia estatuto e limpeza de sangue. A estigmatização dos conversos castelhanos no século XV 271
Kellen Jacobsen Follador
• De la incertidumbre a los «actos positivos». Las averiguaciones de limpieza del Santo Oficio bajo Felipe IV 327
Roberto López Vela
— 7 —
Los judeoconversos en la monarquía hispánica. Nuevas aproximaciones a un antiguo problema historiográfico
• El ascenso de los judeoconversos en la Lucena moderna: el caso de los Álvarez de Sotomayor 345
Víctor M. Maíllo Chicano
• Estrategias de integración de los judeoconversos en las élites del reino de Jaén. Aproximación a un 365
estado de la cuestión.
Félix Marina Bellido
• Un dramaturgo judeoconverso en la corte de Felipe IV: Juan Bautista Diamante. Historia familiar de un 379
ascenso social
Elena Martínez Carro
• «...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas 425
rentas». El papel de los judeoconversos de Castilla la Nueva en la gestión tributaria a fines de la Edad
Media
Pablo Ortego Rico
• Origens do problema converso e do marranismo no reino visigodo de Toledo (século VII) 469
Renata Rozental Sancovsky
• Conversos y nobles. Los Ramírez Rico de Rueda de Lucena, Condes de las Navas 483
Nereida Serrano Márquez
— 8 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha
çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los judeoconversos de
Castilla la Nueva en la gestión tributaria a fines de la Edad Media1
Introducción
«Todo su propósito e fecho de los conversos es aver riquezas temporales en este mundo, e no curan
de las riquezas spirituales. Esto les viene por opinión antigua de sus parientes los judíos, los quales
nunca demandaron a Dios sino cosas temporales: pan, vino, azeyte, etcétera»2.
Con estas palabras el anónimo autor del panfleto anti-converso conocido como Libro del Alborayque
(ca. 1465) explicaba la incorporación de «la silla de un estrado rico» al compendio de veinte elementos
caracterizadores de la bestia mitológica al-Burāq —a cuyos lomos habría cabalgado Mahoma en su
viaje celestial— utilizada por el polemista para estereotipar el carácter híbrido que le asignaba al grupo
converso. En este punto, el autor de este famoso opúsculo no hacía sino trasladar a los judeoconversos
una de las ideas tópicas utilizadas de forma más recurrente durante todo el Medievo para atacar a
la minoría hebrea y crear una imagen ficticia de su comportamiento como colectivo3. En efecto, la
avaricia —transmutada en virtud— también figura como hilo conductor de la primera sátira escrita
en Castilla contra los conversos, a la sazón el llamado Traslado de una carta de privilegio que el rey
don Juan Segundo dio a un hijodalgo, otorgado en respuesta a la supuesta solicitud formulada por un
cristiano viejo al monarca a fin de que este le concediese licencia para convertirse en «marrano»4. Entre
las cláusulas incluidas a modo de parodia en este irónico documento, cuya redacción se enmarca en
los acontecimientos derivados de la revuelta anticonversa toledana de 1449, figura la licencia otorgada
por el rey al hidalgo para que «fingidamente podades entrar en la iglesia y lugares sagrados sin alguna
devoción, llevando, en lugar de oras o psalterio, el libro [d]e memoria de las rentas e alcavalas que tenés
arrendadas a vuestro cargo [...]5.
1.- Este trabajo forma parte de los siguientes proyectos de investigación financiados por el Programa Estatal de Fomento de la
Investigación Científica y Técnica de Excelencia, Subprograma Estatal de Generación de Conocimiento, del Ministerio de
Economía y Competitividad: «El negocio de la fiscalidad: gestión tributaria, redes financieras y grupos de poder en la Corona
de Castilla (1450-1550)» (HAR2013-45788-C4-1-P), dirigido por J. M. Carretero Zamora; y «Prácticas de comunicación y
negociación en las relaciones de consenso y pacto de la cultura política castellana. Ca. 1230-1504» (HAR2013-42211-P),
dirigido por J. M. Nieto Soria.
2.- D. E. Carpenter (ed.), Alborayque, Mérida, 2005, p. 95.
3.- E. Cantera Montenegro, «La imagen del judío en la España medieval», Espacio, tiempo y forma. Serie III. Historia medieval,
11 (1998), pp. 11-38 (especialmente pp. 31-34).
4.- Sobre este escrito ver D. E. Carpenter, «Polémicos privilegios: dos versiones de la primera sátira conocida en contra de los
conversos», Sefarad, 72/2 (2012), pp. 295-324.
5.- Ibidem, p. 312.
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«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
Más allá de la significación alcanzada por estos escritos en el marco de la polémica judeoconversa
desarrollada durante toda la segunda mitad del siglo XV6, ambos textos —especialmente el segundo—
nos ponen en la pista de uno de los principales tópicos elaborados ya a fines de la Edad Media en relación
a la actividad desarrollada por los conversos castellanos: la dedicación preferente del colectivo a oficios
que les permitían medrar económicamente sin esfuerzo, entre los cuales los vinculados a la gestión
recaudatoria de tributos ocupaban un lugar destacado. En esto los cristianos nuevos serían —como
recordaba el Libro del Alborayque— herederos de los hebreos, grupo que también habría mostrado,
según autores como Andrés Bernáldez o Pedro Barrantes de Maldonado, una notable predilección por el
arrendamiento de rentas y otros «oficios holgados»7. Por su parte, la reciente historiografía ha retomado
el estudio de las relaciones sostenidas por los conversos con la práctica fiscal —ya abordada en trabajos
clásicos como el de Domínguez Ortiz8—, bien destacando su inserción en los cuadros burocrático-
hacendísticos de la monarquía como contadores, tesoreros o receptores9, bien con objeto de evaluar
su grado de intervención en las tareas de recaudación asociadas al arrendamiento de tributos regios,
eclesiásticos o concejiles, o tomando este elemento para analizar las formas de integración del colectivo
en el grupo de elites económicas y políticas del reino, y sus mecanismos de ascenso social10.
La cuestión resulta fundamental para comprender mejor algunas de las reacciones desatadas a fines
del Medievo contra el colectivo, habida cuenta de su instrumentalización a la hora de legitimar la postura
6.- Sobre la polémica judeoconversa remitimos al trabajo general de M. P. Rábade Obradó, «Judeoconversos e Inquisición», en
J. M. Nieto Soria (coord.), Orígenes de la monarquía hispánica: propaganda y legitimación (ca. 1400-1520), Madrid, 1999,
pp. 239-274.
7.- Pedro Barrantes de Maldonado al tratar en sus Ilustraciones de la Casa de Niebla, escritas en 1541, los acontecimientos
posteriores a la expulsión de los judíos decretada en marzo de 1492 señala cómo «se convirtieron a la fe católica muchos millares
de judíos, los quales antes que se fuesen eran muy ricos, porque solo un judío dellos arrendava la mesa de Castilla, e todos
eran arrendadores de los maestrazgos, de las encomiendas, de los pueblos de los señores, e los que no alcançavan a tanto eran
ofiçiales de ofiçios holgados, sin que nenguno de ellos cavase, arase ni travajase en ofiçio pesado». P. Barrantes Maldonado,
Ilustraciones de la Casa de Niebla, Cádiz, 1998, p. 397. Ver M. P. Rábade Obradó, «La elite judeoconversa de la Corte de los
Reyes Católicos y el negocio fiscal», En la España Medieval, 37 (2014), pp. 205-206. Por su parte Andrés Bernáldez señala
en un conocido texto cómo los judíos castellanos «todos eran mercaderes e vendedores, e arrendadores de alcabalas e rentas
de achaques, e fazedores de señores, o oficiales tondidores, sastres, çapateros, cortidores, çurradores, texedores, especieros,
bohoneros, sederos, herreros, plateros, e de otros semejantes oficios; que nenguno ronpía la tierra ni era labrador ni carpintero,
ni albañil, sino todos buscavan oficios holgados, e de modos de ganar con poco trabajo». A. Bernáldez, Memorias del reinado
de los Reyes Católicos, Madrid, 1962, p. 257. El profesor Ladero Quesada, sin restar importancia a la intervención de judíos
como arrendadores mayores durante los reinados de Juan II, Enrique IV y los Reyes Católicos, se encargó de desmitificar con
datos las teorías —desarrolladas por autores como Y. Baer— que otorgaban a la minoría hebrea el control del arrendamiento
de tributos regios. M. Á. Ladero Quesada, «Los judíos castellanos del siglo XV en el arrendamiento de impuestos reales», en
idem, La Hacienda Real de Castilla (1369-1504). Estudios y documentos, Madrid, 2009, pp. 507-528. [Reedición de «Los judíos
castellanos del siglo XV en el arrendamiento de impuestos reales», Cuadernos de Historia. Anexos de Hispania, 6 (1975), pp.
417-439]. Ver también las reflexiones sobre la presencia constante, aunque no exclusiva, de la minoría judía en las finanzas de
J. M. Monsalvo Antón, Teoría y evolución de un conflicto social. El antisemitismo en la Corona de Castilla en la Baja Edad
Media, Madrid, 1985, pp. 70-84.
8.- A. Domínguez Ortiz, Los judeoconversos en la España Moderna, Madrid, 1991, pp. 177-178 y 193-195.
9.- Datos generales sobre tesoreros, contadores y otros oficiales conversos desde mediados del siglo XIV en N. Roth, Conversos,
Inquisition, and the Expulsion of the Jews from Spain, Madison-London, 2002, pp. 117-150. M. Á. Ladero Quesada, «El cargo
de Diego Arias Dávila en 1462», Espacio, Tiempo y Forma. Serie III. Historia medieval, 1 (1988), pp. 271-293. C. Álvarez
García, «Un registro de Francisco Fernández de Sevilla, escribano de cámara y contador de hacienda, converso sevillano
(1458-1465)», Historia. Instituciones. Documentos, 23 (1996), pp. 1-62. J. Martínez Millan, C. J. de Carlos Morales, «Los
conversos y la Hacienda Real de Castilla en la primera mitad del siglo XVI: las actividades de Alonso Gutiérrez de Madrid en la
Corte de Carlos V», en P. Civil, (ed.), Siglos dorados. Homenaje a Agustín Redondo, Madrid, 2004, vol. 3, pp. 915-932.
10.- M. P. Rábade Obradó, «La elite judeoconversa...», pp. 205-222. P. A. Porras Arboledas, Comercio, banca y judeoconversos
en Jaén, 1475-1540, Jaén, 1993. Este autor señala cómo al menos el 25 % de los artesanos y mercaderes conversos de Jaén
documentados para los años finales del siglo XV y primera mitad del XVI se dedicaban al arrendamiento de rentas urbanas.
Ibidem, pp. 138 y 171-173. Sobre compañías concretas resulta muy meritorio el trabajo póstumo de M. T. López Beltrán,
«Redes familiares y movilidad social en el negocio de la renta: el tándem Fernando de Córdoba-Rodrigo Álvarez de Madrid y
los judeoconversos de Málaga», Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 24 (2012), pp. 33-72. Para
los años iniciales del siglo XVI contamos también con el valioso estudio general de J. M. Carretero Zamora, «Los conversos
y la Hacienda de Castilla a comienzos del siglo XVI», en R. Carrasco, A. Molinié y B. Perez, (dirs.), La pureté de sang en
Espagne. Du lignage a la «race», Paris, 2011, pp. 113-131.
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Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
adoptada por una parte de la mayoría cristiano-vieja ante sus actividades, y las medidas acordadas
desde el poder11. Por otro lado, la valoración del grado de penetración del elemento judeoconverso en
la gestión de la fiscalidad en sus diversos escalones puede resultar de utilidad para comprender los
mecanismos que intervenían en la gestación de solidaridades mutuas entre los agentes que ejercían estas
funciones, imprescindibles para el desarrollo óptimo de una actividad cooperativa como el arrendamiento
de tributos llevada a cabo habitualmente por compañías financieras en las cuales el elemento socio-
religioso podía contribuir a dotar a las relaciones estrechadas de unos marcos de confianza apropiados12.
Finalmente, el análisis de la penetración judeoconversa en la gestión fiscal puede ayudar a evaluar
el impacto de medidas de tan amplio calado como el establecimiento de restricciones a la actividad
económica y política de los conversos castellanos, entre ellas las puestas en marcha al calor de las
revueltas anticonversas de 1449 y 1467, o las derivadas del establecimiento de la Inquisición a partir de
1478. Por ello, las siguientes líneas tratan, dentro de la necesaria brevedad y síntesis que corresponde a
un trabajo de estas características, de realizar una aproximación preliminar a la problemática planteada a
partir del análisis, fundamentalmente para el reinado de Isabel I, de la intervención en la fiscalidad regia
ordinaria de los operadores financieros judeoconversos de Castilla la Nueva, ámbito donde, como es bien
sabido, se situaron las primeras iniciativas emprendidas contra los miembros del grupo que marcaron el
devenir futuro del llamado «problema converso»13.
Las medidas articuladas contra los financieros conversos durante los reinados de
Juan II y Enrique IV: planteamiento general
La presencia de cristianos nuevos en la gestión de la fiscalidad regia ordinaria a fines del Medievo
es una realidad bien conocida desde antiguo que, ya en el siglo XV, sirvió como argumento para atacar la
posición alcanzada por los miembros más señeros del colectivo en un contexto marcado por el nacimiento
de algunas de las ideas que permitieron desviar la violencia ejercida hasta el momento contra los judíos
y justificar los primeros ataques anti-conversos fundamentados en elementos de carácter ideológico-
religioso tras los cuales se ocultaba un trasfondo de marcada naturaleza socio-económica14. Entre otras
motivaciones, ello era fruto del ascenso social y político experimentado por amplias capas de cristianos
nuevos tras los bautismos asociados a las matanzas de 1391 y las predicaciones desarrolladas durante los
años iniciales del siglo XV en un momento de auge de la presión legal contra los hebreos15, circunstancia
que habría llevado no solo a la incorporación de una parte importante del grupo judeoconverso al sector
de elites urbanas en ascenso, sino también a su integración en espacios políticos como la corte que
amplificaban sus posibilidades de medrar al amparo de la protección dispensada por algunos de los
grupos que controlaban el poder.
Ya durante la revuelta toledana encabezada en 1449 por el repostero mayor Pero Sarmiento
contra don Álvaro de Luna, privado de Juan II, se habían lanzado fuertes diatribas contra la actividad
recaudatoria desarrollada por algunos conversos principales vinculados al círculo lunista, amén de que
la turba toledana focalizó en los primeros compases del motín sus ataques en algunos de los principales
financieros judeoconversos toledanos. Entre ellos figuraba, como es bien sabido, el rico mercader
11.- Las bases económico sociales del antisemitismo en Castilla en J. M. Monsalvo Antón, Teoría y evolución..., pp. 49-106.
12.- Ver sobre este punto las reflexiones de H. Casado Alonso, «Crecimiento económico, redes de comercio y fiscalidad en Castilla
a fines de la Edad Media», en J. A. Bonachía Hernando y D. Carvajal de la Vega (eds.), Los negocios del hombre. Comercio
y rentas en Castilla. Siglos XV y XVI, Valladolid, 2012, p. 34.
13.- Sobre los orígenes toledanos del «problema converso» siguen siendo imprescindibles los trabajos de E. Benito Ruano, «La
Sentencia-Estatuto de Pero Sarmiento contra los conversos toledanos», Revista Universidad de Madrid, 4 (1957), pp. 277-306;
idem, «Del problema judío al problema converso», en Simposio Toledano Judaico, Toledo, 1972, vol. II, pp. 5-28; idem, Los
orígenes del problema converso, Madrid, 2001.
14.- J. M. Monsalvo Antón, Teoría y evolución..., pp. 277-315. A. MacKay, «Popular movements and pogroms in Fifteenth-
Century Castile», Past and Present, 55/1 (1972), pp. 33-67.
15.- Para este período sigue siendo útil E. Mitre Fernández, Los judíos de Castilla en tiempo de Enrique III: el pogrom de 1391,
Valladolid, 1994.
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«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
Alonso Cota, encargado del cobro del empréstito de 20.000 doblas solicitado por don Álvaro de Luna
que prendió la mecha del conflicto16; también el líder de los conversos toledanos Juan de Ciudad —al
parecer natural de Ciudad Real—, que acabo colgado por los pies de la horca pública de la plaza de
Zocodover tras encontrar la muerte en el motín, descrito por Pedro de Escavias como «honbre muy
cavdaloso que arrendava todo el rreyno con mucha gente de conversos y de otros que avía allegado a
sueldo por dineros»17, y como «grand recabdador e rico e atrevido converso» por el autor de la Crónica
de don Álvaro de Luna18. Por otra parte, la Soplicaçión e requerimiento remitida en mayo de 1449 por
Pero Sarmiento a Juan II en nombre del común de la ciudad de Toledo acusaba al privado regio, entre
otras cosas, de proteger la actividad financiera de los judeoconversos, en cuyas manos don Álvaro de
Luna habría puesto «por vía de masa» el control de las rentas reales del reino con objeto de enriquecerse
a costa del empobrecimiento del «estado de los oficiales e labradores»19.
Queda lejos de nuestras pretensiones analizar en este momento la veracidad o falsedad de estas
acusaciones, en especial en lo que se refiere al peso de la actividad de los agentes judeoconversos —
particularmente de los toledanos—, como arrendadores de la «masa» o totalidad de alcabalas y tercias del
reino en el marco de un sistema de delegación piramidal de las responsabilidades tributarias articulado
desde al menos 1429 que permitió a don Álvaro de Luna controlar a través de agentes afines el sistema
de recaudación de tributos regios20. Solo apuntaremos la escasa efectividad en el plano de la gestión fiscal
de las medidas articuladas en aquel momento contra los grupos conversos, por ejemplo las incorporadas
en la famosa Sentencia-Estatuto para apartar a los cristianos nuevos de los cargos públicos. De hecho,
desde al menos los años iniciales del reinado de Enrique IV el propio Alonso Cota volvió a desarrollar
un activo papel como financiero al servicio de la monarquía en distintas empresas de calado21.
De nuevo, tras la revuelta toledana desarrollada en julio de 146722 la actividad de los agentes
conversos volvió a sufrir ataques, esta vez traducidos en la incorporación en los contratos de
arrendamiento de cláusulas lesivas a su intervención como cogedores. Así, tras la comparecencia de
Rodrigo de Montoro, vecino de Toledo, ante el ayuntamiento toledano para presentar una carta de
«recudimiento» expedida por el infante don Alfonso —intitulándose como rey tras el destronamiento en
efigie de su hermanastro Enrique IV en junio de 1465— que le habilitaba para ejercer conjuntamente con
Alfón Rodríguez de Toledo como recaudador de las alcabalas y tercias de las cuadrillas de los montes
de Toledo de 1467, los regidores establecieron una serie de condiciones, de las cuales informaron a los
concejos de las localidades de los montes de Toledo el 8 de abril de 1468. Entre ellas figura la siguiente:
«Que como quiera qu’el dicho recudimiento suena que han de coger e recabdar las dichas alcavalas
e terçias los dichos Rodrigo de Montoro e Alfón Rodríguez, que non las coja salvo el dicho Rodrigo
16.- La casa de Alonso Cota fue atacada el 26 de enero de 1449. Relato en P. Carrillo de Huete, Crónica del Halconero de Juan II,
J. M. Carriazo (ed.), Granada, 2006, pp. 511-512. Nueva valoración de la revuelta, con amplias referencias bibliográficas, en
Ó. López Gómez, Violencia urbana y paz regia: el fin de la época medieval en Toledo (1465-1522), Toledo, 2006, pp. 468-473.
Tesis doctoral inédita. Universidad de Castilla La Mancha. Facultad de Humanidades de Toledo. Departamento de Historia.
17.- P. Escavias, Repertorio de príncipes de España, M. García (ed.), Madrid, 1972, p. 342.
18.- Crónica de don Álvaro de Luna, J. M. Carriazo (ed.), Madrid, 1940, p. 244.
19.- P. Carrillo de Huete, Crónica del Halconero..., p. 522.
20.- Un análisis de este sistema, de las redes que generaba, y de los vínculos entre los arrendadores mayores de la «masa» toledanos
—por ejemplo los judeoconversos Pedro Franco de Toledo o especialmente el tesorero Juan Ramírez de Toledo— y el poder
lunista en P. Ortego Rico, «Financieros y redes financieras en tiempos de Juan II: posibilidades de estudio del libro de «recepta»
de 1440», en D. Carvajal de la Vega, J. Añibarro Rodríguez e I. Vitores Casado (eds.), Redes sociales y económicas en el
mundo bajomedieval, Valladolid, 2011, pp. 103-129; idem, Poder financiero y gestión tributaria en Castilla: los agentes fiscales
en Toledo y su reino (1429-1504), Madrid, 2015, pp. 46-112.
21.- En 1456 Enrique IV le encargaba nombrar receptores para la percepción del «pedido» y 16 «monedas» de 1456 en los
arcedianazgos de Toledo, Talavera, Madrid, Guadalajara, Calatrava, Alcaraz y el obispado de Cuenca. Archivo General de
Simancas (AGS), Escribanía Mayor de Rentas (EMR), leg. 5-1, ff. 179-180. Al año siguiente (1457), el tesorero Alonso Cota,
mencionado como jurado y fiel ejecutor de Toledo, aparece como receptor en el arcedianazgo de Toledo de la bula de Cruzada
aprobada por Calixto III en favor de Enrique IV. AGS, Casa y Sitios Reales, leg. 97, f. 79v.
22.- El desarrollo de esta revuelta en Ó. López Gómez, Violencia urbana y paz..., pp. 500-509.
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Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
de Montoro, el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger
las dichas rentas nin entender nin andar con él en alguna d’ellas»23.
En definitiva, ello suponía aplicar al plano de la gestión tributaria algunas de las medidas de
carácter político-religioso incluidas en el programa del bando que había resultado victorioso tras el
motín de julio de 1467 —a la sazón el de los Ayala—, y dotar de continuidad los principios raciales de
segregación vinculados a la «limpieza de sangre» expresados por primera vez en la Sentencia-Estatuto
de Pero Sarmiento. Junto al apartamiento de los conversos de la gestión financiera en los escalones más
próximos al contribuyente —el representado por los cogedores—, tras recuperar la obediencia de la
ciudad, Enrique IV se encargaba de privar el 3 de julio de 1468 a todos los conversos toledanos de sus
regidurías, medida justificada en «el buen regimiento desa cibdad» y en el «rumor antiguo de los mis
regnos que ahí esa cibdad ha dado»24.
A pesar de la batería de medidas puestas en marcha contra la actividad de los cristianos nuevos, y de
la visión peyorativa sobre los financieros conversos fraguada durante los reinados de Juan II y Enrique
IV al calor de revueltas urbanas como las desarrolladas en Toledo, la actividad de los operadores de
ascendencia hebrea como arrendadores de tributos regios ordinarios tuvo una continuidad muy evidente
durante el reinado de los Reyes Católicos, aunque todavía resulta poco conocida en términos globales. En
este sentido, más allá de planteamientos cualitativos o del análisis de casos particulares centrados en las
iniciativas fiscales de los conversos a nivel local, consideramos necesario cuantificar la importancia que
alcanzó la actividad desarrollada por cada grupo socio-religioso (judíos, conversos, cristianos viejos) en
el arrendamiento «por mayor» de tributos regios —elemento fundamental del engranaje hacendístico de
la Monarquía— siguiendo, en parte, el modelo aplicado por M. Á. Ladero hace ya varias décadas para
los arrendamientos llevados a cabo por agentes hebreos25. Lamentablemente, para los reinados de Juan
II y Enrique IV no es posible, por el momento, aportar datos cuantitativos fiables sobre el número de
operadores conversos que intervinieron en estas tareas pues, aunque desde 1439 y hasta 1470 contamos
con nóminas bastante completas de gestores de la fiscalidad regia ordinaria «por mayor» —arrendadores
mayores y fiadores26 —, existen grandes dificultades a la hora de identificar la posible ascendencia hebrea
de muchos de los agentes mencionados27. Por ello hemos centrado este análisis en el reinado de Isabel
I (1474-1504), cuando las posibilidades de cuantificación de la actividad arrendaticia conversa —aún
contando con un cierto margen de error— son mucho mayores como consecuencia de las huellas dejadas
por la intervención inquisitorial.
En primer lugar, es necesario valorar el peso relativo de los agentes judíos y judeoconversos sobre
el total de operadores avecindados en el territorio de estudio, que es básicamente el correspondiente al
obispado de Sigüenza, el arzobispado de Toledo y los territorios de la Provincia de Castilla de la orden
de Santiago con Huete28. A partir de investigaciones sobre la gestión de la fiscalidad regia desarrolladas
— 429 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
previamente se ha podido establecer una nómina de 505 agentes procedentes o avecindados en este
espacio que, entre los años 1475 y 1504, intervinieron en la gestión «por mayor» de la fiscalidad real
ordinaria de todo el reino, bien como arrendadores mayores de partidos, bien ejerciendo tareas de soporte
financiero derivadas de la presentación de fianzas —requisito obligatorio establecido desde antiguo por
la Real Hacienda—, o ambas cosas a la vez29. De ellos 64 (13 %) eran judíos30: destacan por su actividad
agentes como los aben Xuxen y Ardutel de Toledo, los Cohen y Abolafia de Huete y Guadalajara, los
hermanos Simuel e Isaque de Frómista, de Villafranca del Puente del Arzobispo, o el grupo de agentes
hebreos avecindado en Guadalajara y otras villas cercanas como Pastrana31. Tal y como ya apuntaba
en 1975 Ladero Quesada, unos pocos apellidos copan la muestra —en el caso de Castilla la Nueva 13
apellidos suponen el 70 % de la nómina—, lo cual demuestra una vez más que la intervención hebrea en
el arrendamiento «por mayor» era una actividad desempeñada por un escaso número de hebreos cuyas
familias habían concentrado parte de su actividad económica en estas tareas32.
A ellos se suman otros 4 judíos que tras el decreto de expulsión de marzo de 1492 optaron por su
permanencia en Castilla como cristianos nuevos, entre los cuales encontramos, por ejemplo, a Huda
aben Simón, bautizado como Juan Rodríguez de León, y a su hijo Rabí Mose aben Simón, convertido
como Pedro González de León, ambos vecinos de Sigüenza33. Otros eligieron el destierro: es el caso
de Rabí Santo Melamed, vecino de Ocaña34, o del famoso judío de origen portugués Isaque Abravanel
(1437-1508), avecindado en Guadalajara y posteriormente en Alcalá de Henares35. Muchos de los que
se fueron ya no regresaron, y los que lo hicieron como conversos quedaron teóricamente excluidos
del negocio fiscal a raíz de la promulgación de una pragmática el 20 de octubre de 1496 en la que los
reyes prohibían a «los nuevamente convertidos que salieron fuera de nuestros reynos e tornaron a ellos
reduzidos a nuestra sancta fe cathólica» arrendar durante tres años cualesquier rentas «por mayor» ni
«por menor», bajo pena de inhabilitación perpetua para arrendar, y de destierro en caso de reincidencia.
En enero de 1500 y abril de 1503 los monarcas renovaban la prohibición por tres años, escudándose en
la continuidad del flujo de retornados a Castilla, aunque en la renovación de 1503 aceptaban la validez
de los arrendamientos ya suscritos con licencia de los contadores mayores36. Aunque supuestamente esta
medida buscaba alejar a estos conversos de nueva hornada de quehaceres que les distrajeran de la que
Talavera, Toledo con sus montes y cuadrillas, Provincia de Castilla de la orden de Santiago, orden de Calatrava, Ciudad Real y
Alcaraz. A estos partidos se suma el de Huete, pero no el de Cuenca.
29.- Se trata de una nómina construida a partir de los datos procedentes de los arrendamientos regios «por mayor», por lo que
puede sufrir variaciones al alza conforme avancen las investigaciones. Todos los datos proceden de AGS, EMR, legs. 28-100.
Con objeto de evitar una sucesión interminable de notas y aclaraciones remitimos a la nómina completa, con la justificación
documental de cada tipo de intervención y de la adscripción a los grupos socio-religiosos delimitados, incluida en P. Ortego Rico,
Poder financiero y gestión tributaria..., Apéndice III.A.
30.- El porcentaje es algo más reducido que el 15 % de arrendadores hebreos sobre el total del censo que establece Ladero para
los arrendamientos de rentas regias ordinarias de toda Castilla del período 1439-1469. M. Á. Ladero Quesada, «Los judíos
castellanos...», p. 517.
31.- Las trayectorias de todos estos personajes y familias en P. Ortego Rico, Poder financiero y gestión tributaria..., Apéndice III.A.
32.- M. Á. Ladero Quesada, «Los judíos castellanos...», p. 517. Para el caso de Castilla la Nueva, entre los años 1474 y 1492, se
documentan 35 «apellidos» o sobrenombres entre los arrendadores mayores y fiadores. Entre ellos los que mayor frecuencia
tienen son los siguientes: aben Arroyo (7); Abolafia, y Cohen (6); Alfandari, Bienveniste, Francés, Leví y aben Xuxen (3);
Algravate, Ardutel, Asayol, Frómista y aben Simón (2). Los restantes apellidos solo aparecen una sola ocasión entre judíos
avecindados en el ámbito de estudio dedicados al arrendamiento «por mayor» de tributos regios ordinarios.
33.- Sobre ambos personajes ver J. Castaño González, Las comunidades judías en el obispado de Sigüenza en la baja edad media
transformación y disgregación del judaísmo en Castilla a fines del medievo, Madrid, 2002, pp. 49-51. Tesis doctoral inédita.
Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Historia Medieval.
34.- Figura como desterrado en AGS, Registro General del Sello (RGS), febrero de 1497, f. 251.
35.- B. Netanyahu, Don Isaac Abravanel: estadista y filósofo, Salamanca, 2004.
36.- Ver la sucesión de pragmáticas en el Libro de las bulas y pragmáticas de los Reyes Católicos, Madrid, Instituto de España,
1973 [edición facsímil a cargo de A. García Gallo y M. Á. Pérez de la Canal de la primera edición de Alcalá de Henares de
1503], ff. XVIv-XVIIIv y CCCXXVr-v. Noticias sobre su cumplimiento en AGS, RGS, enero 1500, f. 74; julio de 1500, ff. 286,
342; agosto de 1500, f. 292. La medida no afectaba a los judíos que optaron por su conversión en Castilla tras la promulgación
del decreto de expulsión.
— 430 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
los reyes consideraban debía ser su dedicación principal, a la sazón el adoctrinamiento en la fe cristiana
y la salvación de sus almas, qué duda cabe que la prohibición contribuía a reducir la competencia en
un campo como el de la gestión fiscal de altos vuelos acaparado mayoritariamente, como veremos, por
agentes conversos o judíos bautizados a raíz de la promulgación del edicto de expulsión que optaron
desde el primer momento por permanecer en Castilla37.
Frente al reducido peso de los operadores hebreos en el conjunto de la muestra manejada —aunque
muy relevante si lo comparamos con el total de la población cristiana— ha sido posible identificar como
cristianos nuevos a 179 agentes (35 % de la nómina) a partir del cruce de los datos procedentes de los
arrendamientos reales, por un lado, con los aportados por los procesos inquisitoriales incoados por los
tribunales de Ciudad Real y Toledo38, las informaciones procedentes de las nóminas de «habilitados» para
el arzobispado de Toledo de 149539, y los datos extraídos de otras fuentes diversas. Se trata de una cifra
importante, máxime si a este número sumamos los 113 agentes (22 % de la muestra) para los cuales, si
bien carecemos de pruebas definitivas sobre su ascendencia hebrea, contamos con sólidos indicios que
apuntan hacia su identificación como judeoconversos (ámbito relacional, apellido...). En total, ambos
grupos ocupan el 64 % de la lista, completada con otros 145 agentes que, o bien eran cristianos viejos, o
cuya adscripción no se ha podido determinar a la espera de investigaciones futuras que puedan alterar
al alza la cifra de los que en realidad eran conversos. Ello confirma, al menos para el caso de Castilla
la Nueva y el reinado de Isabel I, la hipótesis formulada por el profesor Ladero en relación a la mayor
importancia desempeñada en el siglo XV por los cristianos nuevos en la gestión de la fiscalidad frente
a la aportación más limitada —al menos en número de agentes— de la minoría hebrea40. No obstante,
sería necesario realizar otros estudios regionales para comprobar la extensión de esta sospecha a áreas
como la andaluza, donde la presencia de conversos entre los agentes dedicados a la actividad arrendaticia
también debía ser muy importante.
Tabla 1. Agentes fiscales (arrendadores mayores y fiadores) avecindados en Castilla la Nueva (sin Cuenca) que
intervinieron en la gestión de rentas regias ordinarias de Castilla, según adscripción socio-religiosa (1474-1504).
— 431 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
Ilustración
Ilustración1.1.Porcentaje
Porcentajedel
deltotal
totaldedeagentes
agentesfiscales
fiscales(arrendadores
(arrendadoresmayores
mayoresy yfiadores)
fiadores)avecindados
avecindadosenenCastilla la
Nueva (sin Cuenca) que intervinieron en la gestión de rentas regias ordinarias de Castilla, según adscripción socio-
Castilla la Nueva (sin Cuenca) que intervinieron en la gestión de rentas regias ordinarias de Castilla,
según adscripción religiosa (1474-1504)
socio-religiosa (1474-1504)
13% Judíos
29%
Judeoconversos
35% Posibles judeoconversos
1% 22%
Judíos convertidos después de 1492
Cristianos viejos o indeterminados
El análisis global de
El análisis la nómina
global de lasegún
nómina el lugar de vecindad
según el lugar de decada agente también
vecindad de cadaesagenteun elemento a
tener en cuenta,
también es unespecialmente
elemento aporquetener noenencuenta,
todas lasespecialmente
localidades la aportación
porque nonuméricaen todas y proporcional
las
delocalidades
cristianos nuevos era la misma. Según los datos recopilados, los agentes
la aportación numérica y proporcional de cristianos nuevos era la misma. judeoconversos destacaban
porSegún
su número
los datos recopilados, los agentes judeoconversos destacaban por su número en en las
en Toledo, Madrid, Illescas, Ocaña, Almagro, Ciudad Real y Alcaraz, localidades
cuales
Toledo,los porcentajes de arrendadores
Madrid, Illescas, y fiadores Ciudad
Ocaña, Almagro, conversos,Realo con serios indicios
y Alcaraz, que apuntan
localidades en las hacia su
consideración
cuales los porcentajes de arrendadores y fiadores conversos, o con serios indicios 80
como tales, superaban el 50 %, aproximándose en la mayoría de los casos al que%. Toledo
es apuntan
la ciudadhacia
que más su consideración como tales, superaban el 50 %, aproximándose en lasuponen
conversos aporta al listado, con 57 agentes de probada ascendía hebrea que
el mayoría
58 % del total
de losde casos
financieros
al 80 documentados
%. Toledo es avecindados
la ciudad que enmás
la ciudad (99), aaporta
conversos los quealselistado,
suman otros 26
operadores
con 57 agentes de probada ascendía hebrea que suponen el 58 % del total de financieros nuevos.
sobre los cuales tenemos serios indicios de su adscripción al colectivo de cristianos
Familias como losavecindados
documentados Álvarez de Toledo, Ciudad,
en la ciudad Cota,
(99), de la
a los queFuente,
se sumanFranco, de 26
otros la Higuera,
operadores San Pedro,
Sánchez de Toledo, Torrejón, Prado o Villarreal —bien conocidas
sobre los cuales tenemos serios indicios de su adscripción al colectivo de cristianos por parte de la historiografía 41
—
desempeñaron un papel relevante en las finanzas regias.
nuevos. Familias como los Álvarez de Toledo, Ciudad, Cota, de la Fuente, Franco, de la
Higuera,
MadridSan aportaPedro,
a la Sánchez
nómina4124 deagentes
Toledo,deTorrejón, Prado o Villarreal
probada ascendencia judía (32–bien
% de conocidas
los 74 agentes allí
avecindados) a los que se añaden otros 14 posibles conversos (19 %). A pesar de que en regias.
por parte de la historiografía – desempeñaron un papel relevante en las finanzas cifras absolutas
los operadoresMadrid aporta amadrileños
conversos la nómina eran24 agentes
un númerode probada ascendencia
importante, en términosjudíaporcentuales
(32 % de losquizás su
74 agentes
relevancia allíalgo
fuera avecindados)
menor que en a los
otrasque se añadena otros
localidades, 14 posibles
la espera de nuevasconversos (19 %).
investigaciones queApermitan
pesar de que en cifras absolutas los operadores conversos madrileños
desvelar la posible ascendencia hebrea de algunos de los financieros para los cuales no contamos en eran un número
importante,
este momento en contérminos porcentuales
datos sobre quizássocio-religiosa.
su adscripción su relevancia fuera algo menor
No obstante, que en
la villa delotras
Manzanares
localidades, a la espera de nuevas investigaciones que permitan desvelar
era en época de los Reyes Católicos el lugar de vecindad de arrendadores de primer orden: entre ellos la posible
ascendenciaa Luis
encontramos hebrea de de algunos
Alcalá, sociodeprincipal
los financieros para los cuales
del conglomerado no contamos
de compañías en el enqueeste
también se
momentoAbrahem
integraban con datos sobre
Seneor, su adscripción
su yerno Rabí Mayr osocio-religiosa.
los hermanos Abrahem No obstante, la villa dely quizás
y Vidal Bienveniste,
unoManzanares era en época
de los financieros de los Reyes
más relevantes Católicos
de Castilla entreel1475
lugar de vecindad
y 1494 42 de arrendadores
; su hermano Juan de Alcalá; los
de primer
miembros de laorden:
familiaentre ellos
Mazote; los encontramos
Gutiérrez de Madrid,a Luisfamilia
de Alcalá,
a la cualsocio principal
pertenecía del de la
una figura
conglomerado de compañías en el que también se integraban Abrahem
talla del tesorero de la Hermandad Alonso Gutiérrez de Madrid, que mudó su vecindad a Toledo a partir Seneor, su yerno
deRabí149543Mayr o los hermanos
; o los Almonacir, Abrahem
entre otros muchosy44. Vidal Bienveniste, y quizás uno de los
financieros más relevantes de Castilla entre 1475 y 149442; su hermano Juan de Alcalá;
41.-losL. miembros de laoffamilia
Martz, A Network ConversoMazote;
Families inlos Gutiérrez
Early de Madrid,
Modern Toledo: familia
Assimilating a laMichigan,
a Minority, cual pertenecía
2003. J.-P. Molénat,
Campagnes et monts de Tolède du XIIe au XVe siècle, Madrid, 1997, pp. 586-592. J. C. Gómez-Menor Fuentes, Cristianos
una figura de la talla del tesorero de la Hermandad Alonso Gutiérrez de Madrid, que
nuevos y mercaderes de Toledo, Toledo, 1970.
mudó su vecindad a Toledo a partir de 149543; o los Almonacir, entre otros muchos44.
42.- Sobre esta compañía ver los siguientes trabajos: M. Á. Ladero Quesada, «La receptoría y pagaduría general de la Hacienda
regia castellana entre 1491 y 1494: de Rabí Meír Melamed a Fernán Núñez Coronel», En la España medieval, 25 (2002), pp. 425-
41506;
L. C.
MÁlvarez García, «Los judíos y la hacienda real bajo el reinado de los Reyes Católicos. Una compañía de arrendadores
ARTZ, A Network of Converso Families in Early Modern Toledo: Assimilating a Minority,
de rentas reales», en Las Tres Culturas en la Corona de Castilla y los Sefardíes, Salamanca, 1990, pp. 87-125; y P. Ortego Rico,
Michigan, 2003. J.-P. MOLENAT, Campagnes et monts de Tolède du XIIe au XVe siècle, Madrid, 1997, pp.
Poder financiero y gestión tributaria..., pp. 263-313, 381-392 y 404-485.
586-592. J. C. GÓMEZ-MENOR FUENTES, Cristianos nuevos y mercaderes de Toledo, Toledo, 1970.
43.-42 Sobre
SobreAlonso Gutiérrez de
esta compañía verMadrid ver J. Martínez
los siguientes Millán
trabajos: M. Á.y C.LADERO
J. de Carlos Morales,
QUESADA , «La«Los conversos
receptoría y ypagaduría
la Hacienda...», vol.
3, pp. 915-932; y P. Ortego Rico, «Alonso Gutiérrez de Madrid y otros agentes financieros
general de la Hacienda regia castellana entre 1491 y 1494: de Rabí Meír Melamed a Fernán Núñez de Castilla la Nueva en la tesorería
general de la Hermandad (1493-1498): vínculos cooperativos, redes socioeconómicas y gestión
Coronel», En la España medieval, 25 (2002), pp. 425-506; C. ÁLVAREZ GARCÍA, «Los judíos y la Forma.fiscal», Espacio. Tiempo.
Serie III. Historia Medieval, 27 (2014), pp. 381-420.
hacienda real bajo el reinado de los Reyes Católicos. Una compañía de arrendadores de rentas reales», en
44.-LasSobre
Tres los judeoconversos
Culturas de Madrid
en la Corona es fundamental
de Castilla el trabajo
y los Sefardíes, de M. P. Rábade
Salamanca, Obradó,
1990, pp. 87-125;«Conversos,
y P. ORTEGOInquisición y
Rcriptojudaísmo en el Madrid
ICO, Poder financiero de lostributaria...,
y gestión Reyes Católicos», Anales del
pp. 263-313, Institutoy de
381-392 Estudios Madrileños, 36 (1996), pp. 249-267.
404-485.
43Análisis muy completo de los agentes fiscales madrileños en M. Diago Hernando, «Vecinos de Madrid al servicio de la Real
Sobre Alonso Gutiérrez de Madrid ver J. MARTÍNEZ MILLÁN y C. J. DE CARLOS MORALES, «Los
Hacienda durante el reinado de los Reyes Católicos: los arrendadores de rentas», Anales del Instituto de Estudios Madrileños,
conversos y la Hacienda...», vol. 3, pp. 915-932; y P. ORTEGO RICO, «Alonso Gutiérrez de Madrid y otros
47 (2007), pp. 367-416.
agentes financieros de Castilla la Nueva en la tesorería general de la Hermandad (1493-1498): vínculos
— 432 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
En Illescas, 13 agentes —41 % de los 32 operadores allí avecindados— eran con seguridad
conversos: entre ellos destacan los distintos integrantes de la familia Jarada, algunos de los cuales
también figuran avecindados en Trujillo —caso de Pedro Jarada y Gonzalo Pérez Jarada— o Toledo
—Francisco Pérez Jarada— aunque siempre mantuvieron estrechos vínculos con la villa45; también los
Limosín —Antonio Limosín y su padre Juan Limosín—. Por su parte, la villa santiaguista de Ocaña
aporta a la lista 11 cristianos nuevos (46 % del total de agentes allí avecindado) a los que se suman
otros 8 posibles judeoconversos, cuya suma supone un 79 % del total de arrendadores y fiadores allí
avecindados. Aquí se distinguen las familias de la Cámara, García de Ocaña, García de la Rúa, Gómez
de Torrijos y Rincón.
Por el contrario, la aportación judeoconversa a los cuadros gestores de la fiscalidad regia es mucho
más limitada en otras localidades. Así, en Guadalajara de los 58 agentes documentados tan solo se ha
podido determinar la ascendencia hebrea de 5 de ellos (9 %), aunque es probable que otros 9 fueran
cristianos nuevos. Aquí fueron los agentes hebreos los que desempeñaron un papel mucho más activo: 28
judíos —miembros en su mayoría de las familias Alfandari, aben Arroyo, Asayol, Abolafia, Bienveniste,
Francés y Levi— figuran como arrendadores mayores y fiadores de la Real Hacienda entre 1474 y
1492 (48 % del total)48. Lo mismo sucede en Huete, donde de los 19 agentes documentados 13 (67 %)
45.- Sobre los Jarada ver H. Beinart, Trujillo: a Jewish..., pp. 329 y ss.
46.- La trayectoria financiera de Juan Díaz de San Ginés en P. Ortego Rico, «Arrendadores mayores y arrendadores menores. La
configuración de redes socioeconómicas a través de la gestión de la Hacienda Real a fines del siglo XV: algunos ejemplos», en
Á. Galán Sánchez y E. García Fernández (eds.), En busca de Zaqueo: los recaudadores de impuestos en las épocas Medieval
y Moderna, Madrid, 2012, pp. 108-114; idem, Poder financiero y gestión tributaria..., pp. 317-327.
47.- Sobre algunos de estos agentes —particularmente los Pisa— es imprescindible el trabajo de L. R. Villegas Díaz, «Sobre
judeoconversos manchegos. Una apreciaciones», en F. Ruiz Gómez y M. Espadas Burgos (coords.), Encuentros en Sefarad.
Actas del Congreso Internacional «Los Judíos en la Historia de España», Ciudad Real, 1987, pp. 175-188. Nuevos datos sobre
los Pisa, Gutiérrez de la Caballería y Fernando de Villarreal en el magnífico trabajo de R. Velasco Tejedor, «De financieros
judeoconversos a nobleza titulada. Las estrategias de ascenso social de la familia Pisa (siglos XVI-XVII)», Historia y Genealogía,
3 (2013), pp. 243-261; y en P. Ortego Rico, «Alonso Gutiérrez de Madrid...», pp. 391-404.
48.- Los judíos de Guadalajara cuentan con los estudios globales de F. Cantera Burgos y C. Carrete Parrondo, Las juderías
medievales en la provincia de Guadalajara, Madrid, 1975; y G. Viñuales Ferreiro, La Edad Media en Guadalajara y su
provincia: los judíos, Guadalajara, 2003.
— 433 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
eran judíos, en su mayoría miembros de las familias Cohen y Abolafia, cuya dedicación a la gestión
recaudatoria venía de antiguo49.
Tabla 2. Agentes fiscales (arrendadores mayores y fiadores) avecindados en Castilla la Nueva (sin Cuenca)
que intervinieron en la gestión de rentas regias ordinarias de Castilla, según adscripción socio-religiosa y
vecindad (1474-1504)
49.- Sobre los judíos de Huete ver L. R. Villegas Díaz, «Algunos datos más sobre la judería de Huete», en Scripta: estudios en
homenaje a Élida García García, Oviedo, 1998, vol. 2, pp. 635-650; idem, «Para una historia de la judería de Huete: datos y
documentos», Miscelánea de estudios árabes y hebraicos. Sección de hebreo, 45 (1996), pp. 101-133. Tanto los Abolafia como
los Cohen de Huete ya aparecen a finales del siglo XIV (1397) dedicados al arrendamiento de tributos regios como las alcabalas.
L. R. Villegas Díaz, «Para una historia...», pp. 114-115.
— 434 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
Tabla 3. Cargo total en rentas regias ordinarias (alcabalas, tercias y salinas) gestionado por arrendadores mayores
conversos y judíos. Castilla la Nueva (1477-1495)53
50.- Los partidos que se tienen en cuenta para todos los cálculos incluidos a continuación son los siguientes: alcabalas y tercias de
Molina de Aragón, señoríos del obispado de Sigüenza, ciudad de Sigüenza (desde 1495), Atienza, Guadalajara (solo alcabalas),
señoríos del arzobispo de Toledo (arrendados conjuntamente hasta la división del partido en cuatro unidades fiscales nuevas
desde 1484 —Alcalá de Henares, Uceda-Torrelaguna-Talamanca-Brihuega, Talavera de la Reina, e Illescas-El Romeral-La
Guardia-Lillo—), arcedianazgo de Talavera, Toledo con su tierra, montes y cuadrillas, Provincia de Castilla de la orden de
Santiago, Campo de Criptana (desde 1486 integrado en la Provincia de Castilla), orden de Calatrava, Ciudad Real, y Alcaraz. A
estos partidos se suman los arrendamientos de las salinas de Atienza y Espartinas, localizadas en el territorio.
51.- Además, entre 1475 y 1480, como consecuencia de las alteraciones provocadas por el conflicto sucesorio, algunos partidos
fueron administrados en régimen de receptoría, es decir, sus gestores fueron nombrados directamente por los reyes, sin que
dispongamos de precios de arrendamiento establecidos en pública almoneda.
52.- Ello supone que, frente a los recaudadores mayores que hasta el momento figuran al frente de cada circunscripción fiscal, desde
1496 comiencen a aparecer receptores o tesoreros específicos encargados de gestionar las libranzas realizadas con cargo a la
cuantía que cada concejo entregaba por sus rentas. Esto no quiere decir que los conversos no tuvieran un papel relevante como
receptores.
53.- Los datos cuantitativos se han extraído de las fuentes procedentes del Archivo General de Simancas (AGS, EMR, legs. 28-100).
El desglose por unidades fiscales con los precios de arrendamiento y la composición de las compañías que se hicieron cargo de su
gestión (arrendadores mayores y fiadores) puede verse en P. Ortego Rico, Poder financiero y gestión tributaria..., Apéndice I.C.
— 435 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
Ilustración 2. Cargo
Ilustración totaltotal
2. Cargo en rentas ordinarias
en rentas (alcabalas,
ordinarias tercias
(alcabalas, y salinas)
tercias gestionado
y salinas) por arrendadores
gestionado mayores
por arrendadores
mayores conversos
conversos y judíos.
y judíos. Castilla
Castilla la Nueva
la Nueva (1477-1495)
(1477-1495)
50.000.000
45.000.000
40.000.000
35.000.000
30.000.000
25.000.000
20.000.000
15.000.000
10.000.000
5.000.000
0
1477
1478
1479
1480
1481
1482
1483
1484
1485
1486
1487
1488
1489
1490
1491
1492
1493
1494
1495
Los datos que presentamos son especialmente reveladores de la enorme importancia que alcanzó
Los
la intervención datos
de los que judíos
agentes presentamos son especialmente
y judeoconversos en la gestión reveladores
de la fiscalidadderegia
la enorme
ordinaria del
importancia que alcanzó la intervención de los agentes judíos y judeoconversos
territorio neocastellano. Aunque los totales y porcentajes son variables según años, los arrendadores en la
gestión
mayores de lao fiscalidad
hebreos, bautizadosregia ordinaria
en 1492, del territorio
tanto procedentes delneocastellano. Aunque
territorio de estudio los de
como totales
otras ypartes
porcentajes son variables según años, los arrendadores mayores hebreos, o bautizados
de Castilla, controlaron entre 1481 y 1495 un 51 % del cargo total al cual ascendieron las rentas del
en delimitado,
espacio 1492, tantofrente
procedentes del territorio
al 32 % gestionado porde estudio como
arrendadores de otras
mayores partes de Castilla,
judeoconversos identificados
con seguridad como tales. A ello se suma otro 3 % del cargo controlado por compañíaslas
controlaron entre 1481 y 1495 un 51 % del cargo total al cual ascendieron querentas del
incorporaban
entre espacio delimitado,
sus fiadores frente al 32
algún converso % gestionado
o hebreo, aunqueporno arrendadores mayores
haya sido posible judeoconversos
identificar la adscripción
identificados con seguridad como tales. A ello se suma otro 3 % del cargo
socio-religiosa de los operadores que ejercían como arrendadores mayores. En definitiva, hebreos y
controlado
54
Los datos cuantitativos se han extraído de las fuentes procedentes del Archivo General de Simancas
(AGS, EMR, legs. 28-100). El desglose por —unidades
436 — fiscales con los precios de arrendamiento y la
composición de las compañías que se hicieron cargo de su gestión (arrendadores mayores y fiadores)
puede verse en P. ORTEGO RICO, Poder financiero y gestión tributaria..., Apéndice I.C.
por compañías que incorporaban entre sus fiadores algún converso o hebreo, aunque no
haya sido posible identificar la adscripción socio-religiosa de los operadores que
ejercían como arrendadores mayores.
Pablo Ortego En definitiva,
Rico - Universidad Complutense hebreos
de Madrid y judeoconversos
Ilustración
Ilustración 3. Porcentaje
3. Porcentaje del cargo
del cargo totaltotal en rentas
en rentas regiasregias ordinarias
ordinarias (alcabalas,
(alcabalas, tercias
tercias y salinas)
y salinas) controlado por
controlado
judíos y conversos
por sobre
judíoselytotal acumulado.
conversos Castilla
sobre el La Nueva (1481-1495)
total acumulado. Castilla La Nueva (1481-1495)
Era especialmente relevante la actividad desarrollada por algunas de estas sociedades, por ejemplo
Era especialmente relevante la actividad desarrollada por algunas de estas
la liderada por Luis de Alcalá, vecino de Madrid, Abrahem Bienveniste, vecino de Guadalajara, Abrahem
sociedades, por ejemplo la liderada 54por Luis de Alcalá, vecino de Madrid, Abrahem
Seneor y Rabí Mayr, vecinos de Segovia . En lo que atañe a las rentas de Castilla la Nueva, desde el
Bienveniste, vecino de Guadalajara, Abrahem Seneor y Rabí Mayr, vecinos de
acceso al trono
56 de Isabel I hasta fines de la década de 1480 los miembros de esta conocida compañía
Segovia . En lo que atañe a las rentas de Castilla la Nueva, desde el acceso al trono de
ejercieron —bien a título individual, o de forma más habitual alternándose en los roles de arrendador
Isabel
mayor I hasta
y fiador «defines de la década
mancomún»— de 1480
su control sobrelos los miembros de esta deconocida
siguientes partidos alcabalascompañía
y tercias: señoríos
ejercieron –bien a título individual, 55 o de forma más habitual alternándose
del arzobispo de Toledo (1477-1483) , orden de Calatrava (1477-1482) , Ciudad 56 en los
Realroles de
(1480-1483) 57
,
arrendador mayor y fiador “de mancomún”– su
Toledo (1481-1489) y Madrid (1481-1482) . Por otra parte, el pico que en control sobre los siguientes partidos de
57 1490 alcanza la intervención
58 59
alcabalas
hebrea y tercias:
en la gestión «por señoríos
mayor» del
de arzobispo
las rentas deárea
del Toledo
de (1477-1483)
estudio (96 % del , orden de Calatrava
58 59 60total) solo se entiende a la luz
(1477-1482)
de la operación emprendida por Rabí Mayr Melamed que, con el concurso dey Luis
, Ciudad Real (1480-1483) , Toledo (1481-1489) Madrid (1481-Abrahem
de Alcalá,
61
1482)y el
Seneor . Por otra parte,
regidor el pico
segoviano Luis que en 1490
Mejía, logróalcanza la intervención
el control de buena parte hebreade en
las la gestión
circunscripciones
“por mayor” de las rentas del área de estudio (96 % del total) solo
fiscales del territorio de estudio, amén de otras localizadas en diferentes regiones de Castillase entiende a la luz deque no es
el la operación
caso detallar aquíemprendida
60
. La misma por dinámica
Rabí Mayr Melamed
se observa que, elcon
durante el concurso
período de Luis
1491 y 1494: de años de
son los
Alcalá, Abrahem Seneor y el regidor segoviano Luis Mejía, logró
la receptoría y pagaduría general de rentas ordinarias, cuando Mayr Melamed (bautizado en 1492 como el control de buena
parte Núñez
Fernán de las Coronel)
circunscripciones
se hizo con fiscales del de
la gestión territorio de estudio,
una cantidad amén de
importante de partidos
otras localizadas
a lo largo de toda
62
en diferentes regiones de Castilla que no es el caso detallar aquí .
Castilla, entre ellos buena parte de los de Castilla la Nueva, con el aval de Luis de Alcalá, AbrahemLa misma dinámica
Seneor (bautizado como Fernán Pérez Coronel) y Yuçaf Abravanel (exiliado en 1492)61.
56
Visión global sobre la actividad de este conglomerado societario en P. ORTEGO RICO, «Auge y caída de
una gran compañía financiera en Castilla: Luis de Alcalá, Rabí Mayr y la quiebra de la receptoría y
54.-pagaduría
Visión global sobrede
general la rentas
actividad(1477-1495)»,
de este conglomeradoen E. societario
GARCÍA FenERNÁNDEZ
P. Ortego eRico, I. V«Auge y caída
ITORES CASADOde una gran compañía
(eds.),
financiera en Castilla: Luis de Alcalá, Rabí Mayr y la quiebra de la receptoría y pagaduría
Tesoreros, “arrendadores” y financieros en los reinos hispánicos: la Corona de Castilla y el reino de general de rentas (1477-1495)», en E.
García Fernández e I. Vitores Casado (eds.), Tesoreros, «arrendadores» y financieros en los reinos hispánicos: la Corona de
Navarra (Siglos XV-XVII), Madrid, 2012, pp. 101-122.
57Castilla y el reino de Navarra (Siglos XV-XVII), Madrid, 2012, pp. 101-122.
AGS, EMR, leg. 26, f. 173; leg. 28-1, f. 108; leg. 30, ff. 159-162.
55.-58 AGS,
AGS,EMR,
EMR,leg. 26,22,
leg. f. 173;
f. 31;leg. 28-1,
leg. 30,f.ff.108; leg. 30, ff. 159-162.
161-162.
59
AGS,EMR,
56.- AGS, EMR,leg. leg.
22,28-1,
f. 31;f.leg.
316;
30,leg. 33, ff. 146-147; leg. 35, ff. 101-102; leg. 37, ff. 207-208.
ff. 161-162.
60
AGS,EMR,
57.- AGS, EMR,leg. 28-1,
28-1,f.f.313;
316; leg. 30,ff.f. 146-147;
leg. 33, 156; leg.leg.33,35,
ff.ff.110-111;
101-102; leg. 35,ff.ff.207-208.
leg. 37, 87-88; leg. 36, f. 47; leg. 37,
ff. 195-196; leg. 38, ff. 148-151; leg. 43, f. 19, leg. 45, f. 142.
58.-61 AGS, EMR, 28-1, f. 313; leg. 30, f. 156; leg. 33, ff. 110-111; leg. 35, ff. 87-88; leg. 36, f. 47; leg. 37, ff. 195-196; leg. 38, ff.
En este caso, el partido quedó en manos de Luis de Alcalá, sin que figuren fiadores. AGS, EMR, leg.
148-151; leg. 43, f. 19, leg. 45, f. 142.
30, ff. 148-151, leg. 33, ff. 108-109.
59.-62 En
Eneste caso, el
Castilla la partido
Nuevaquedó en manos arrendó
la compañía de Luis de lasAlcalá, sin que
alcabalas y figuren
tercias fiadores. AGS, EMR,partidos:
de los siguientes leg. 30, ff.Ciudad
148-151, leg. 33,
ff. 108-109.
Real, Provincia de Castilla de la orden de Santiago, Señoríos del obispado de Sigüenza, orden de
60.-Calatrava.
En CastillaJunto
la Nueva la compañía
a estas arrendó
rentas Rabí Mayrlas alcabalas y tercias de los
quedó igualmente en siguientes
1490 como partidos: Ciudadmayor
recaudador Real, Provincia de Castilla de
“por torno
la orden de Santiago, Señoríos del obispado de Sigüenza, orden de Calatrava. Junto a estas rentas Rabí Mayr quedó igualmente
en 1490 como recaudador mayor «por torno de almoneda» con los mismos fiadores de las alcabalas y tercias de otros cuatro
partidos, entre los cuales figuran los de Alcalá de Henares, Illescas, y la villa de Talavera. AGS, EMR, leg. 547, sin f.
61.- Sobre su actividad a lo largo de este período remitimos al trabajo de M. Á. Ladero Quesada, «La receptoría y pagaduría...»,
pp. 425-506.
— 437 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
Junto a la actividad arrendaticia desarrollada por esta compañía, también hay que valorar las
iniciativas emprendidas por otros financieros judeoconversos en una escala de alcance regional que
superaba los marcos estrictamente locales. Especial relevancia alcanzan las operaciones llevadas a cabo
por Alonso Gutiérrez de la Caballería, vecino de Almagro, que ejerció su control sobre las sustanciosas
alcabalas y tercias de la orden de Calatrava entre 1483-148662, y sobre las salinas de Espartinas entre 1492
y 149463. Desde comienzos de la década de 1490 Fernando de Villarreal, avecindado en Almagro, aunque
natural de Ciudad Real, amplió su actividad previa en el territorio: en 1491 lograba controlar, con el aval
del mismo Alonso Gutiérrez de la Caballería, la recaudación de las alcabalas y tercias del maestrazgo
de Calatrava y de Ciudad Real, y entre 1491 y 1494 la de las alcabalas y tercias de Alcaraz64, en un
contexto marcado por el auge de la compañía de Rabí Mayr y Luis de Alcalá, de la cual eran directos
competidores y en cuyo seno había prestado su colaboración el propio Fernando de Villarreal durante la
década de 148065. Por otro lado, Juan Díaz de San Ginés, oriundo de Alcázar de Consuegra (de San Juan),
actuó entre 1477 y 1478 como fiador «de mancomún» de los conversos Pedro de Villarreal y Alonso de
Toledo, vecinos de Toledo, para el arrendamiento de las tres cuartas partes de las alcabalas y tercias de
la Provincia de Castilla de la orden de Santiago66, y ampliaba poco después sus negocios fiscales en el
territorio neocastellano gracias al arrendamiento de las salinas de Atienza (1482-1483)67 y Espartinas
(1482)68. Su hermano Alonso Pérez de San Ginés logró arrendar, con su aval «de mancomún» —entre
otros— las alcabalas y tercias de Alcaraz durante el trienio 1483-148569, renta que pasó al control de
Juan Díaz de San Ginés durante el bienio 1486-148770. Por su parte, el judeoconverso Diego Sánchez de
Arroyal, vecino de Toledo, lograba con el aval de su suegro Juan Díaz de San Ginés, y el de los conversos
toledanos Luis Álvarez de Toledo y su hermano Pedro Zapata, el control de una cuarta parte de las
alcabalas y tercias de la Provincia de Castilla de la orden de Santiago durante el período 1487-148971.
Otros cristianos nuevos centraron su actividad fiscal en su ámbito local de implantación, con
extensión en algunos casos hacia regiones comarcanas. Es el caso de los miembros de la familia Montiel
de Alcaraz, que intervinieron de forma muy activa en el afianzamiento de las rentas de Alcaraz del
período 1476-148072, aunque Fernando de Montiel —procesado por la Inquisición antes de diciembre de
149273— también logró hacerse con el control recaudatorio, junto a Sancho de Arenas, vecino igualmente
de Alcaraz, de la mitad de las alcabalas y tercias de la Provincia de Castilla de la orden de Santiago
en 148174. Por su parte, el converso Alonso de Prado, avecindado en Ciudad Real y en Toledo —según
el momento—, obtuvo la recaudación de las alcabalas y tercias de Ciudad Real entre 1484 y 148975,
mientras que Pedro González Mazote, vecino de Madrid, quedó durante el bienio 1479-1480 como
arrendador mayor de las alcabalas y tercias del partido de Madrid al frente de una compañía de carácter
62.- AGS, EMR, leg. 35, ff. 103-104; leg. 38, ff. 211-214.
63.- AGS, EMR, leg. 28-1, f. 315; leg. 50, f. 670.
64.- AGS, EMR, leg. 50, ff. 514-515.
65.- La actividad de Fernando de Villarreal, que también ocupó un lugar destacado como tesorero general de la Hermandad, junto a
su consorte en el cargo Alonso Gutiérrez de Madrid en P. Ortego Rico, «Alonso Gutiérrez de Madrid...», pp. 391-402.
66.- AGS, EMR, leg. 22, ff. 99-100.
67.- AGS, EMR, leg. 28-1, f. 328; leg. 36, ff. 92-94.
68.- AGS, EMR, leg. 37, f. 341.
69.- AGS, EMR, leg. 35, ff. 109-110; leg. 38, ff. 332-333.
70.- AGS, EMR, leg. 41, f. 145.
71.- AGS, EMR, leg. 45, ff. 228-229; leg. 47, f. 237.
72.- AGS, EMR, leg. 21, ff. 17-18; leg. 26, ff. 189-191.
73.- Mención a su condena inquisitorial en AGS, RGS, diciembre de 1494, ff. 275 y 323.
74.- AGS, EMR, leg. 30, f. 155.
75.- AGS, EMR, leg. 38, f. 208; leg. 43, f. 30.
— 438 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
marcadamente familiar, aunque sus problemas con la Inquisición quizás limitaron su continuidad en el
ejercicio de labores de recaudación76.
No obstante, la situación de cierto caos financiero que, como veremos, se observa en la Ciudad
Imperial a partir de 1485 cuenta con un precedente de interés. Tras el establecimiento del primer tribunal
inquisitorial en Sevilla en noviembre de 1480 muchos de los financieros conversos que intervenían
habitualmente en la gestión de rentas reales y concejiles optaron por la huída. Ello provocó —según ha
estudiado Juan Gil— un descenso de casi el 30 % en el precio alcanzado por las rentas en 1481, que se
sumó a los graves problemas de gestión provocados por la salida de un buen número de arrendadores
conversos después de la celebración del primer auto de fe en febrero de 148177. Las consecuencias
económicas de la implantación de la Inquisición en Sevilla no debieron pasar desapercibidas en los
restantes círculos financieros castellanos. De ahí la incorporación de cláusulas especiales, destinadas a
compensar las pérdidas ocasionadas por una eventual intervención del Santo Oficio, entre las condiciones
declaradas en la licitación «por mayor» de aquellos partidos donde la presencia de judeoconversos en los
arrendamientos de rentas «por menor» se consideraba significativa.
Al igual que en el caso sevillano, el peso de los arrendadores conversos en la gestión de las rentas
«por menor» de Toledo debía alcanzar una singular importancia. Solo así se explica el interés de
Abrahem Bienveniste, vecino de Guadalajara, por incorporar a las condiciones señaladas para arrendar
por 5.930.000 mrs anuales el partido de Toledo durante el trienio 1484-1486 la siguiente cláusula:
«sy oviere Ynquisyçión en la dicha çibdad de Toledo que desd’el día que la oviere fasta sesenta dyas
primeros syguientes la aya de notificar a los contadores porqu’ellos moderen el descuento que le
deve ser fecho por razón de la dicha Ynquisyçión, señaladamente del cuerpo de la dicha çibdad e no
más, porque aquello que se moderare se les descuente en la dicha çibdad como dicho es los dichos
años, o qualquier d’ellos que la oviere»78.
Del contenido de esta condición se deduce que Abrahem Bienveniste consideraba fundamental
para el adecuado desarrollo de su actividad la intervención judeoconversa, tanto en el trato comercial
urbano como en las tareas de recaudación efectiva llevadas a cabo por los «arrendadores menores». Ello
no hace sino evidenciar, de forma indirecta, el elevado nivel de participación desarrollado por el grupo
en esta parcela económica y su categorización como elemento imprescindible en función del alto grado
de especialización alcanzado por muchas compañías formadas por cristianos nuevos de las cuales, en
última instancia, dependía el correcto funcionamiento de la base sobre la cual descansaba el sistema
fiscal. No obstante, la condición aceptada por los contadores a Abrahem Bienveniste no reconocía en
ningún momento la posibilidad de abandonar las obligaciones derivadas del arrendamiento realizado, que
pasaban por la rectificación anual de fianzas necesaria para la expedición de la carta de «recudimiento»
76.- AGS, EMR, leg. 26, f. 151; leg. 28-1, ff. 178-179. La condena de Pedro González Mazote y otros miembros de su familia consta
en AGS, EMR, leg. 48, f. 35; leg. 49, f. 17. AGS, CMC, 1ª ép., leg. 100, sin f.
77.- J. Gil Fernández, «El establecimiento de la Inquisición en Sevilla y sus consecuencias económicas», Philologia hispalensis,
4/1 (1989), pp. 137-144; idem, Los conversos y la Inquisición sevillana, Sevilla, 2000, vol. I, pp. 131-137.
78.- AGS, Expedientes de Hacienda (EH), leg. 17, f. 339.
— 439 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
de las rentas que habilitaba al financiero como recaudador mayor y le facultaba para iniciar los trámites
asociados al arrendamiento «por menor» en cada ejercicio fiscal.
A pesar de ello, Bienveniste intentó abandonar la recaudación del partido de Toledo. Para ello Rabí
Mayr, fiador «de mancomún» de Bienveniste79, presentaba en su nombre ante los contadores mayores un
requerimiento en el cual rechazaba la quiebra con la que desde la contaduría se le había amenazado si
no accedía a sacar carta de «recudimiento». Tal y como recordaba el judío, en virtud de las condiciones
aprobadas para la formalización del arrendamiento le debía ser realizado cierto descuento pues...
«...ya saben vuestras merçedes commo la dicha ynquisyçión está en la dicha çibdad de Toledo desde
el mes de mayo del anno que pasó de LXXXV e dentro de los dichos sesenta días don Abrahem
Seneor en nombre del dicho don Abrahm [sic] Bienveniste lo notyficó a vuestras merçedes en
Córdoua e despues muchas vezes os supliqué e pedí por merçed me hisyese la dicha moderación en
los del dicho anno de LXXXV e non la quisisteis faser nin guardar la dicha condiçión e librasteis en
el dicho oficio mucho mas de lo que en él cabría»80.
Tras esta primera respuesta contraria a sus intereses, Abrahem Seneor y Rabí Mayr volvieron a
solicitar en Alcalá de Henares la aprobación del descuento. Los contadores respondieron con una nueva
negativa argumentada en el desconocimiento de la cuantía a la cual ascendía la quiebra. Para averiguarla
los judíos solicitaron a los contadores autorización para «faser las rentas antes de primero dia de enero»
pues en caso de no sanearse las rentas, fundamentalmente como consecuencia de la huida de muchos
arrendadores menores, se podría conocer «lo çierto de la quiebra que en ellas auía». La nueva negativa de
los contadores mayores a aceptar la propuesta motivó la oposición de Bienveniste y los miembros de su
compañía a sacar «recudimiento»81, circunstancia que generó graves problemas hacendísticos durante el
año 1486 explicitados en el impago de «situados» y libranzas a sus beneficiarios —iglesias, monasterios,
personas singulares, el corregidor Gómez Manrique o el tesorero Ruy López de Toledo— y en la ausencia
de recaudadores menores al frente de la gestión de muchas figuras fiscales —se señala cómo «las dichas
rentas se han perdido e pierden de cada día»82—.
79.- AGS, EMR, leg. 38, ff. 148-151. No obstante, en la documentación de 1486 se menciona como fiador a Fernando de Villarreal.
AGS, EH, leg. 1, f. 239.
80.- P. León Tello, Judíos de Toledo. Vol. I. Estudio histórico y colección documental, Madrid, 1979, doc. 75, pp. 518-520.
81.- Ibidem, p. 519.
82.- AGS, EH, leg. 1, f. 239.
83.- El establecimiento de la Inquisición en Toledo fue abordado por autores clásicos como H. C. Lea, Historia de la Inquisición
española, Madrid, 1983, vol. I, pp. 193-195; Y. Baer, Historia de los judíos en la España cristiana. Segunda parte. De la
catástrofe de 1391 a la Expulsión, Madrid, 1981, pp. 581-592; P. León Tello, Judíos de Toledo. Vol. I..., pp. 254-258. Muchas
noticias de esta época inicial proceden de la relación copiada por el licenciado Sebastián de Orozco, estudiada por F. Fita,
«La Inquisición toledana. Relación contemporánea de los autos y autillos que celebró desde el año 1485 hasta el de 1501»,
Boletín de la Real Academia de la Historia, XI (1887), pp. 289-322. En el segundo auto de fe, celebrado el 2 de abril de 1486,
comparecieron 900 reos de otras seis parroquias, lo que debió acrecentar los problemas que ya se venían arrastrando desde mayo
de 1485.
84.- Las consecuencias en el ámbito financiero se sumaron a los restantes daños económicos provocados por la acción inquisitorial
vinculados, por ejemplo, al embargo de propiedades eclesiásticas tomadas a censo por algunos conversos condenados. Ó. López
Gómez, Los Reyes Católicos y la pacificación de Toledo, Madrid, 2008, pp. 257-262.
— 440 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
El caso, grave por cuanto atañía a uno de los partidos más rentables de Castilla, fue analizado,
siguiendo la propuesta formulada en la protesta elevada por Rabí Mayr85, por el Consejo Real que, tras el
examen del proceso de arrendamiento «por mayor» y de las condiciones acordadas, obligó a Bienveniste
a sacar «recudimiento». No obstante, los contadores mayores y el Consejo asumían los efectos adversos
provocados por la Inquisición en la gestión de las rentas del cuerpo de la ciudad, cuyo impacto en
términos cuantitativos sería determinado tras la realización de una pesquisa86.
El 11 de mayo de 1486 los reyes acordaban suspender con carácter provisional «fasta ser averiguada
la verdad» 300.000 mrs del cargo de 1486 —según se contenía en una relación de cuenta remitida a
Bienveniste—, aunque ello no eximía al financiero de la obligatoria rectificación de fianzas y de sacar
carta de «recudimiento» de las rentas, para lo cual se pondría un «término convenible». De no hacerlo
los miembros de la compañía se expondrían al embargo de sus bienes y a la pérdida de la suspensión de
300.000 mrs autorizada. Al mismo tiempo, y con objeto de facilitar los pagos más urgentes se conminaba
a Bienveniste, bajo amenaza de ejecución hipotecaria, a aceptar las libranzas incluidas en la relación
de cuenta remitida, entre las cuales se mencionan de forma explícita las emitidas en favor de Gómez
Manrique y del tesorero Ruy López de Toledo87. En efecto, entre los papeles simanquinos se conserva
una relación de cuenta —probablemente copia de la enviada a Bienveniste— en la cual se consigna una
suspensión de 300.000 mrs «por lo de la Ynquisyçión, mientras se averigua», que verifica el contenido
de la carta dada en favor de Bienveniste. El mismo documento permite apreciar las dificultades a las
cuales hubo de hacer frente la administración hacendística a la hora de librar cantidades sobre las rentas
toledanas, gravadas por un elevado «situado» o gasto fijo que ascendía a 4.797.472 mrs (77 % del cargo).
De hecho la libranza realizada en favor del tesorero Ruy López de Toledo —por aquellos años pagador
de muchos de los gastos bélicos generados por la contienda granadina además de los gastos de la casa
de la reina— hubo de ser «abaxada»: los 500.000 mrs librados inicialmente en las rentas de Toledo de
un total de 7.000.000 mrs de los cuales debía ser beneficiario quedaron reducidos a 335.500 mrs88.
Junto a la aprobación del descuento provisional, el mismo 11 de mayo de 1485 los reyes comisionaban
a través de otra carta a don Vasco de Ribera, miembro del Consejo Real, a Marcos Díaz de Mondéjar,
canónigo de la Santa Iglesia de Toledo, y a Alonso Fernández de Oseguera, vecino de Toledo, para que
en 20 días contados a partir de la recepción de la carta realizasen una pesquisa exhaustiva sobre las
condiciones de arrendamiento de las rentas «menores». En ella debían comparecer el escribano mayor
de las rentas de la ciudad de Toledo, su lugarteniente, y los escribanos ante los cuales hubieran pasado
los arrendamientos y fieldades «por menor» de las alcabalas toledanas, y cualesquier otras personas que
fuesen requeridas. Dicha averiguación se haría a partir de una serie de instrucciones. Entre ellas tienen
interés para nuestro objeto de estudio las destinadas a obtener información sobre aquellos arrendadores
menores que habían sido apartados de sus funciones, así como sobre los motivos para que «teniendo
arrendadas por menor las dichas rentas los ayan quitado d’ellas para que las non resçiban nin tengan», lo
cual permitiría determinar si efectivamente la actuación inquisitorial había tenido los efectos declarados
por Bienveniste y Rabí Mayr sobre la gestión.
A la luz de los datos recabados, los comisionados debían valorar el impacto provocado por la acción
inquisitorial en la posible bajada de las rentas de la ciudad en relación al valor alcanzado en 1485, así
como «en qué cantydad e presçio podía e puede ser menos lo d’este dicho presente año que los del año
85.- P. León Tello, Judíos de Toledo. Vol. I..., doc. 75, pp. 519-520.
86.- Para ello se nombrarían «personas fiables que sy [sic] ynformen e sepan la verdad, sy por razón de la dicha Ynquisiçión pudo
e puede aver alguna baxa en la dichas rentas del cuerpo de la dicha çibdad d’este dicho año o en algunas d’ellas, o qué cabsas
justas pudo o puede aver o entrevinieron para la tal baxa». AGS, EH, leg. 1, f. 239.
87.- AGS, EH, leg. 1, f. 239.
88.- La cantidad restante sería pagada por Mose Alfahar, recaudador del diezmo y medio diezmo «de lo morisco» de Murcia, renta
con cargo a la cual también se abonarían los 230.000 mrs que faltaban para completar el pago de 520.000 mrs librado en favor
del corregidor toledano Gómez Manrique, tras el «abaxamiento» de su libranza hasta los 290.000 mrs. AGS, EMR, leg. 42, ff.
125-126.
— 441 —
«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
pasado». Por otra parte, con objeto de evitar la instrumentalización de la intervención inquisitorial como
argumento para tapar las posibles deficiencias en la gestión llevada a cabo por Bienveniste, así como
otros fraudes y colusiones que pudieran haber determinado «que las dichas rentas se abaxasen e aya en
ellas quiebra o baxa o otro daño», se debería averiguar si el recaudador mayor había puesto el «recabdo
e diligençia que convenía de se poner en las dichas rentas asy como persona que tyene cargo d’ellas» y
si por «non lo fazer e cunplir asy ha seydo cabsa que las dichas rentas pudiesen e pueden valer menos
de los dichos presçios del dicho año pasado, e en qué contía»89.
Todo apunta a que las consecuencias de este primer embate del Santo Oficio en Toledo se dejaron
sentir en el plano hacendístico hasta fines de la década de 1480, a pesar de lo cual la Corona trató de
limitar al máximo que los financieros que se hacían cargo de la gestión «por mayor» del partido pudiesen
recurrir al argumento inquisitorial a la hora de solicitar suspensiones. Por ello, entre las condiciones
particulares concertadas entre la Real Hacienda y Rabí Mayr Melamed para el arrendamiento de
las rentas de Toledo del trienio 1487-1489 se incluyó una cláusula según la cual «en lo que toca a la
Ynquisiçión del dicho partydo de Toledo no ha de aver descuento alguno, puesto qu’el año pasado de
ochenta e seys avya seydo fecho a los arrendadores de las rentas»90. Esta condición desaparece en los
nuevos arrendamientos realizados a partir de 1490, quizás porque de nuevo la demanda de rentas menores
en la almoneda del partido había mejorado sustancialmente, situación que pudo consolidarse a partir de
la primera oleada de «habilitaciones» llevada a cabo a partir de 149591.
Conclusiones
Las páginas precedentes constituyen un punto de partida a partir del cual se pueden establecer
algunas conclusiones generales en relación al papel desempeñado por los cristianos nuevos de Castilla
la Nueva en la gestión fiscal a fines de la Edad Media. Frente a visiones meramente cualitativas, por otra
parte también necesarias, se ha evaluado el peso de la actividad arrendaticia de los judeoconversos en el
escalón superior representado por el arrendamiento de rentas ordinarias «por mayor». En primer lugar, el
análisis cuantitativo desde una perspectiva socio-religiosa de los agentes realizado nos lleva a considerar
la adscripción al colectivo judeoconverso como uno de los principales atributos comunes a buena parte
de los operadores neocastellanos que participaron del negocio fiscal a lo largo del reinado de Isabel I (al
menos un 60 % del total de arrendadores y fiadores documentados para el territorio de análisis eran con
seguridad o muy probablemente cristianos nuevos, frente a un 14 % de operadores hebreos). Se trata de
una característica que, a pesar de los ataques que el grupo converso comenzó a recibir desde 1449, llegó
a convertirse en una constante a lo largo de todo el período analizado, de forma que también podríamos
hablar para el campo de la fiscalidad regia de una «discriminación poco efectiva», utilizando la expresión
acuñada por F.J Aranda Pérez en relación al escaso éxito que, a la larga, tuvieron las medidas articuladas
para apartar a los cristianos nuevos del poder municipal toledano92. Ni siquiera la Inquisición, a pesar del
impacto fiscal inicial que su establecimiento ejerció en ciudades como Sevilla o Toledo, logró frenar a
largo plazo la actividad arrendaticia conversa como, por otra parte, ponen de manifiesto los estudios de
J.M. Carretero para el primer tercio del siglo XVI93. Por un lado, las «habilitaciones» puestas en marcha
a partir de 1495 permitieron a un buen número de condenados, e hijos y nietos de condenados, proseguir
con sus actividades económicas. Por otro, sabemos que algunos financieros conversos prominentes —por
— 442 —
Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
ejemplo García de Pisa— solicitaron a la Corona licencias específicas para poder seguir ejerciendo sus
actividades arrendaticias94.
Por otra parte, más allá de los argumentos de corte socioeconómico, la importante participación de
agentes conversos en la gestión fiscal quizás haya que empezar a valorarla también en función del papel
desempeñado por la identidad cultural o religiosa a la hora de generar un marco de confianza sin el cual
no es posible comprender el establecimiento de relaciones cooperativas de carácter económico como
las de carácter financiero95. No obstante, la intervención en las labores de gestión fiscal de una parte
de estos grupos, ciertamente minoritaria, en un contexto en el cual los cristianos viejos parecen haber
desempeñado un papel poco relevante, sigue sin encontrar una respuesta concluyente. ¿Existía ya en
aquel momento un prejuicio social, mezclado con tintes raciales, que llevase a la mayoría de los cristianos
viejos con medios económicos y de gestión a limitar conscientemente su intervención en este tipo de
actividades, vinculado a la imagen peyorativa y pecaminosa proyectada sobre las mismas? Sea como
fuere, lo cierto es que la intervención de los conversos en el negocio fiscal también debe relacionarse
con dos fenómenos señalados desde hace tiempo: en primer lugar las posibilidades de integración y
promoción social que los bautismos posteriores a 1391 habían facilitado a algunas familias conversas;
en segundo lugar las relaciones de dependencia articuladas por algunos cristianos nuevos con grupos
de poder que podían promover su mejor inserción en el negocio fiscal a cambio de fidelidad política, en
las cuales habría que profundizar.
Finalmente, no conviene perder de vista que el peso de los operadores fiscales conversos sobre el
total del colectivo de cristianos nuevos siempre fue muy limitado. Sin embargo, su actividad —junto
con la de los hebreos— era especialmente visible en virtud del práctico monopolio que ambos grupos
ejercían conjuntamente sobre el control de la fiscalidad ordinaria (al menos el 87 % del cargo total para
el caso de las rentas de Castilla la Nueva entre 1481 y 1495). En estas circunstancias no resulta difícil
imaginar lo sencillo que podía resultar para la población cristiano-vieja y para los polemistas elaborar
una representación de ambos grupos en la que los atributos socio-económicos de la parte acababan siendo
asimilados al todo. Ello permitía sentar globalmente a ambos grupos en esa «silla de un estrado rico»
que el autor del Libro del Alborayque incorporaba, según vimos al comienzo, como elemento de la bestia
Burāq que le servía para categorizar en términos metafóricos al colectivo judeoconverso.
Apéndice: agentes fiscales (recaudadores mayores y fiadores) avecindados en Castilla la Nueva (sin Cuenca).
Adscripción socio-religiosa (1475-1504)96
94.- En el proceso relativo a una puja «del cuarto» para el arrendamiento de las alcabalas y tercias de la orden de Calatrava García
de Pisa señalaba lo siguiente en Córdoba el 16 de junio de 1486: «dixo qu’él habló con el rey nuestro señor çerca d’este caso
çerca de Oropesa por el camino viniendo Su Alteza a Guadalupe e que pedya a Su Alteza çiertas cosas que oviese de fazer entre
las quales era que Su Alteza diese liçençia del prior de Santa Cruz [el Inquisidor general fray Tomás de Torquemada] para qu’el
dicho Garçía de Pisa e sus hermanos pudiesen arrendar e fazer otros qualesquier ofiçios. E que Su Alteza dixo que lo procuraría
con el dicho prior. E llamó para ello a Rodrigo de Ulloa y Su Alteza le dixo el caso. Y que algunas vezes después el dicho Garçía
de Pisa requirió a Su Alteza le oviese la dicha liçençia del dicho prior por que se pudiese fazer el dicho quarto. Y que tantas vezes
ge lo dixo que como vido que no se dava la dicha liçençia le dixo que más pesava al dicho Garçía de Pisa porque non se podía
fazer el dicho serviçio a Su Alteza que non por lo que a él tocava. E que con esto se partió el dicho Garçía de Pisa de Su Alteza
syn ningund conçierto». AGS, EMR, leg. 41, f. 175.
95.- J. T. Landa, Trust, Ethnicity, and Identity: Beyond the New Institutional Economics of Ethnic Trading Networks, Contract Law
and Gift Exchange, Ann Arbor, 1994.
96.- P. Ortego Rico, Poder financiero y gestión tributaria..., Apéndice III.A.
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«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
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Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
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«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
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Pablo Ortego Rico - Universidad Complutense de Madrid
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«...el qual non pueda dar poder a ningund converso vezino d’esta dicha çibdad para coger las dichas rentas». El papel de los...
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