Monografía Historia
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ÍNDICE
RESUMEN 3
INTRODUCCIÓN 5
GANADERÍA EN EL IMPERIO INCAICO 6
Crianza de camélidos 6
Importancia de los camélidos 6
Importancia de los camélidos en la economía altoandina 6
Descripción y características de cada especie 7
Características 7
Los Rebaños 8
Clasificación 8
Domesticados 8
No domesticados 9
Crianza de otros animales 9
GANADERÍA EN EL IMPERIO PREINCAICO 10
GANADERÍA EN LA CONQUISTA DE ESPAÑA 12
CONCLUSIÓN 15
BIBLIOGRAFÍA 17
ANEXO 18
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RESUMEN
Esta presentación tiene como objetivo explorar los inicios de la Zootecnia en el Perú, subrayando la
importancia y evolución de esta disciplina desde las épocas preincaicas, incas, la conquista y más
allá. Durante las épocas preincaicas, representadas por las culturas Chimú y Paracas, y la antigua
civilización de Caral, se destaca el manejo de los animales y la adquisición de conocimientos para
mejorar su adiestramiento.
En el periodo incaico, los animales, especialmente alpacas y llamas, se organizaban en rebaños
específicos, como hembras con crías, hembras jóvenes y machos, con una cuidadosa selección por
colores. Con la conquista, llegaron nuevos animales como caballos, bueyes, asnos, vacas, puercos,
ovejas y cabras, introduciendo nuevas formas de crianza y manejo. En 1521, los primeros bovinos
llegaron a tierra firme, marcando un hito en la ganadería local.
Este documento destaca el impacto de los conocimientos adquiridos en esas épocas en la ingeniería
zootécnica, muchas de cuyas prácticas se mantienen hasta hoy. La monografía ofrece una visión
completa de la evolución y la influencia de estas prácticas en la zootecnia moderna.
Hace unos 20,000 años, durante el Pleistoceno, los primeros habitantes de América llegaron y
convivieron con animales ahora extintos como perezosos gigantes, armadillos gigantes y
mastodontes, sobreviviendo principalmente a través de la caza. En Perú, los Andes estaban cubiertos
por glaciares tres veces más que en la actualidad, mientras que la costa era más húmeda y la selva
más densa. Aunque la costa peruana era árida, había zonas más húmedas en el interior que
albergaban una rica fauna, incluyendo especies hoy extintas como mastodontes, tapires, equinos y
camélidos.
La domesticación de animales precedió a la de plantas, inicialmente para garantizar el suministro de
alimentos, y luego para otros usos como trabajo, protección y compañía. En el Arcaico Inferior, los
cambios climáticos llevaron a los pobladores andinos a desarrollar nuevas actividades económicas
basadas en el ciclo biológico de animales y plantas. En Telarmachay, se encontraron evidencias de la
domesticación temprana de llamas y alpacas. No obstante, algunos expertos opinan que los
camélidos en lugares como Lauricocha eran cazados y no domesticados.
La domesticación de camélidos en los Andes, aunque no completamente aclarada, probablemente
ocurrió entre Perú y Bolivia. Estudios arqueológicos indican un proceso gradual desde la caza de
camélidos y cérvidos hacia la domesticación y pastoreo de alpacas y llamas alrededor de 6000-5500
BP.
El cuy, posiblemente domesticado por los antiguos peruanos de Chavín de Huántar, fue intensamente
consumido entre 2500 y 1500 A.C., durante la época de la Agricultura Incipiente. Evidencias
arqueológicas, como los descubrimientos de Julio C. Tello y Toribio Mejía Xesspe en el valle de
Casma y el cerro Sechín, revelan depósitos de guano de cuy, confirmando su domesticación y
crianza en esa región.
En los Andes prehispánicos, los camélidos, especialmente la llama y la alpaca, desempeñaron un
papel esencial en la economía incaica. Estos animales domesticados se criaban a gran escala y se
utilizaban para múltiples fines: la producción de carne fresca, charqui y chalona, lana para hilos y
tejidos, y otros productos como huesos, cuero, grasa y excrementos que se empleaban en la
fabricación de instrumentos musicales, calzado, medicinas y abono. También eran usados en
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sacrificios religiosos. Los rebaños comunales de camélidos eran cuidados por jóvenes de entre 12 y
16 años, y en áreas con grandes rebaños, se asignaban especialistas.
La ganadería inca empleaba herramientas como piedras, cuchillos (tumíes), hachas de piedra y
bronce, y sogas, a menudo hechas en su tiempo libre. Estas herramientas servían para esquilar a los
camélidos, asegurando así la sostenibilidad de las poblaciones. Los guanacos, aunque no
domesticados, eran cazados en chacos (cacerías colectivas) por su carne.
La cría de camélidos era vital para la economía altoandina, de la que dependían más de 150,000
familias, representando entre el 70% y el 80% de sus ingresos anuales. Perú alberga más de 3.6
millones de alpacas, el 87% de la población mundial, siendo el principal productor mundial de fibra
de alpaca. La vicuña, apreciada por su fina fibra, está representada en el Escudo Patrio y se encuentra
en varias regiones del Perú. La población de llamas en Perú es de aproximadamente 1,257,000
cabezas, distribuidas principalmente en los departamentos de Puno y Cusco.
La ganadería inca, única en América, estaba bien organizada, con rebaños divididos en los del Inca
(cápac llama) y los del Sol (huaccha llama), gestionados por la comunidad local y destinados a
diversos fines económicos y ceremoniales. La lana de la llama y la alpaca se usaba para confeccionar
ropa, su carne se consumía fresca o deshidratada, y sus cueros se empleaban para hacer cuerdas y
sandalias. La división de los rebaños por colores facilitaba su contabilidad y uso en rituales según las
tradiciones y creencias incas.
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INTRODUCCIÓN
El objetivo de esta presentación es informar y profundizar sobre los inicios de la Zootecnia en el
Perú, en esta monografía se tiene en cuenta la importancia de la carrera de Zootecnia y sus inicios en
épocas pre- incaicas, incas, durante la conquista y después de ella.
Durante las épocas pre- incas que fue abarcado por las culturas chimú y paracas, teniendo en cuenta
que la primera civilización fue Caral, así mismo se da a conocer su inicio, la importancia y el manejo
de los animales en esas épocas, donde se adquirió nuevos conocimientos y así mismo introducir sus
culturas de manejo hacia los animales para de esa forma poder adiestrar de mejor forma a los
animales.
En las épocas incas se dividían a los animales en rebaños de alpacas y llamas, y a su vez eran
divididos en rebaños de hembras con cria, hembras jóvenes y de machos, poniendo en especial
cuidado en seleccionar animales por sus diversos colores.
En épocas de la conquista de forma progresiva fueron llegando barcos cargados no solamente con
colonizadores, sino también animales (caballo, buey, asno, vacas, puercos, ovejas y cabras), en 1521
se inicia la llegada de bovinos a tierra firme.
Así mismo considerando que los animales durante esa época se implementaron y nos trajeron nuevas
formas de crianzas para ellos, y en este documento damos a conocer lo muchas cosas sobre esas
épocas que tuvieron un impacto sobre la ingeniería zootécnica.
Implementando conocimientos en los ganaderos de esas épocas y que algunas hasta estas épocas
actuales se siguen utilizando, de la misma forma nosotros mediante esta monografía estamos dando a
conocer los puntos más relevantes e importantes durante esas épocas
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Crianza de camélidos
Los camélidos sudamericanos conformaban una fuente valiosa de recursos. Su carne se consumía
fresca o en charqui y chalona; con su lana confeccionaban hilos y tejidos; sus huesos, cuero, grasa y
excrementos tenían aplicaciones diversas como: instrumentos musicales, calzado, medicinas y abono
respectivamente. También eran animales preferidos para los sacrificios religiosos. Los rebaños
comunales de camélidos se encontraban al cuidado de jóvenes, cuyas edades fluctuaban entre los
doce y dieciséis años.
En zonas donde los rebaños comunales eran grandes, como la región del altiplano, a donde los pastos
estaban lejos, es probable que su cuidado haya estado en manos de un especialista a dedicación
exclusiva. Los cronistas mencionan dos nombres quechuas para los pastores: llama michi -que
Garcilaso asocia con una baja condición social- y llama camayos, que designaba al cuidador de
llamas o empleado responsable de los hatos. Los pastores estatales respondían por los animales que
se encontraban a su cargo, cuya contabilidad y supervisión eran hechas por funcionarios designados
por el Estado.
A. Características:
Único pueblo en toda América que practicó la ganadería y el pastoreo.
Domesticaron los camélidos andinos o auquénidos.
Supieron aprovechar y clasificar a las llamas: Por su carne, por su lana y por su utilidad (para el
transporte).
Aprovecharon la carne y la lana de la vicuña.
El cuero de los auquénidos era utilizado para hacer ojotas o prendas de vestir.
Inclusive hasta los excrementos eran utilizados como abono.
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Se construyeron sistemas de irrigación en las pampas, alto andinas (hábitat de las vicuñas) para
incrementar los ichu (pastizales).
Al incrementarse la cantidad de ichu se incrementó la población de vicuñas.
Camélidos domesticados: Llama y alpaca.
Camélidos no domesticados: vicuña y guanaco.
Además aprovecharon la carne de cérvidos (venado y tarugo) y del cuchi (cerdo andino), el cuy, la
vizcacha y de aves como las perdices.
B. Los Rebaños:
Los rebaños se habían seleccionado en rebaños del Inca (cápac llama) y rebaños del Sol (huaccha
llama)
Rebaños del Inca (cápac llama): Se encargaba de su cuidado la comunidad local de cada provincia.
Rebaños del Sol (huaccha llama): Destinados prioritariamente a la redistribución o reparto de tejidos
en su política diplomática, aparte de los fines más específicos como la confección de tejidos para el
uso de la élite y del personal aplicado al culto.
Clasificación
El jesuita José de Acosta menciona que en el Antiguo Perú se realizaba la división de los hatos de
camélidos según los colores de los animales. Había blancos, negros, pardos y moromoros, como
llamaban a los de varios colores. Además, el cronista decía que los colores se tomaban en cuenta
para los diversos sacrificios, de acuerdo con sus tradiciones y creencias. Garcilaso de la Vega añade
que en los rebaños, cuando una cría salía de color distinto, una vez crecida la enviaban al hato que le
correspondía. Esta división por tonalidades facilitaba su cuenta en los quipus, que se confeccionaban
con lana del mismo color que el de los animales que querían contabilizar.
Domesticados
Llama: Los recursos proporcionados por la llama fueron utilizados al máximo. Así, su lana era hilada
para transformarla en ropa para la gente de la sierra, pues los pobladores de la costa utilizaban
el algodón para confeccionar sus vestimentas. Su carne era consumida tanto fresca como secada al
sol y deshidratada (charqui); esto último permitía su conservación y almacenamiento en los
depósitos. Además, eran sangradas por una vena de la quijada para preparar una comida especial con
la sangre. Los cueros eran utilizados para preparar cuerdas, sandalias y otros objetos, mientras que su
excremento seco era un excelente combustible, particularmente en las alturas donde no había árboles
para conseguir leña.
Alpaca: proporcionaba básicamente su lana -de calidad inferior a la de la vicuña- para los tejidos más
finos y lujosos. Los pastizales necesarios para su crianza siguieron pautas similares a las de la
tenencia de la tierra agrícola. Los ayllus disponían de pastos para sus animales, al igual que los
curacas, los grandes señores de las macroetnias, las huacas y los pastos especiales del Inca-Tanto las
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No domesticados
Vicuña: los cronistas afirman que a las vicuñas nunca se les daba muerte. De ellas se buscaba obtener
su lana que era muy apreciada. La ropa del inca y la que sería destinada a las ofrendas se
confeccionaba de esta lana. Era cazada mediante los chacos (cacerías colectivas) para ser esquiladas
y luego puestas en libertad; así se aseguraban que su cantidad se mantuviese. Los guanacos en
cambio, eran cazados por su carne, que era muy apreciada.
Guanaco: el camélido más difundido en términos geográficos era el guanaco, pues se le encontraba
desde los ámbitos sudecuatoriales hasta la Tierra del Fuego. Sobre los guanacos, señala el
cronista Pedro Cieza de León, se cazaban para hacer charqui, que era almacenado en los depósitos
«para alimentar al ejército». Eran cazados por su carne, al ser esta muy apreciada.
Una excepcional riqueza en vestigios faunísticos permitió demostrar, por primera vez en los Andes,
la existencia de un proceso de domesticación in situ de los camélidos andinos desde 6000-5500 BP
aproximadamente: entre 9000 y 7200 BP se practica una caza generalizada de los camélidos y
cérvidos que evoluciona , entre 7200 y 6000 BP, hacia una caza especializada de las vicuñas y de los
guanacos; entre 6000 y 5500 BP aparecen los primeros animales domesticados, de tipo alpaca y, por
fin, después de 5500 BP, el pastoreo de animales completamente domesticados (alpacas y, en
proporción menor, llamas). Los análisis arqueo zoológicos permitieron también determinar que la
ocupación del abrigo fue estacional y tenía lugar entre diciembre y abril. Las otras categorías de
vestigios (herramientas y desechos líticos, instrumentos de huesos) fueron analizados morfológica y
morfométrica mente, lo que permitió percibir su evolución cronológica. Por otra parte, se realizaron
varios estudios funcionales (análisis de las micro huellas de uso, experimentaciones, analogías
etnográficas). El cotejo de todas las informaciones obtenidas llevó a una percepción etnológica de la
historia de la ocupación humana en Telarmachay. Las técnicas empleadas y las diversas tareas
efectuadas (caza, recolección, pastoreo; trabajo de la piedra y del hueso; tratamiento de las pieles;
usos domésticos y técnicas del fuego) fueron reconstituidas. Finalmente, el análisis espacial llevó a
una reconstrucción del espacio habitado y a la definición de áreas de actividades especializadas, para
cada fase de ocupación. Al mismo tiempo, se reveló una permanencia relativa de las modalidades
generales de acondicionamiento del abrigo a lo largo del periodo precerámico. Estudiado por
historiadores antropólogos franceses liderado por Danielle Lavalleé.
“Las evidencias arqueológicas muestran que el cuy posiblemente fue domesticado en la región del
rió Marañón, por antiguos peruanos de Chavín de Huántar, que, Según algunos autores, éstos
cultivaban una variedad pequeña de maíz y su consumo se intensificó entre 2,500 a 1,500 A. C., es
decir en la época de la Agricultura Incipiente Temprana Pre cerámica) y en la época de la
Agricultura Incipiente Tardía” (polimatía expresa, p. 1, 2016).
“Las primeras evidencias concretas sobre la domesticación y crianza del cuy nos lo dan los
descubrimientos del Dr. Julio C. Tello y sus auxiliares, en especial Toribio Mejía Xesspe, que
exploraron con éxito el valle de Casma y en el cerro Sechín quienes descubrieron los célebres
monolitos que rodean al gran templo del cerro Sechín, encontrando mediante estratigrafía en el año
de 1956, abundantes depósitos de guano de cuy” (polimatía expresa, p. 1, 2016).
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Perú en 1536. En 1556 se vendían ya en las plazas del Cusco ovejas a 40 pesos la cabeza, y a 50 las
escogidas. Conforme se reproducían, el precio de las mismas fué bajando. En 1590 las ovejas en pié
valían 8 reales y 1 O las selectas. Lo importante de este hecho es que la lana de oveja era «tanta que
casi no tenía precio, que valía 3 a 4 reales la arroba». Se demuestra así el rápido crecimiento de la
masa ganadera ovina, en detrimento de los camélidos {Garcilaso Inca de la Vega, [1609]1976). La
burocracia colonial articuló la mayor parte de los modos de producción que permitieron aumentar los
caudales de los reyes de España. Los Obrajes que fueron impuestos por los españoles en todas sus
colonias del continente Americano, procesaron preferentemente la lana de ovino, y marginalmente se
ocuparon de la fibra de los camélidos; el procesamiento de la mayor parte de la fibra producida por
los cada vez menos numerosos camélidos, fueron procesados textil mente por los mismos indios,
para su vestimenta, abrigo, costales, sacos, sogas, alforjas, etc. En cambio los europeos no españoles
mostraron otra actitud hacia los camélidos; así, Buffón (1789), el naturalista francés, escribió de ellos
lo siguiente: «{ ... ) Es muy notable que siendo doméstica en el Perú, en México y en Chile, el Llama
y el Alpaca, como son los caballos en Europa, o los Camellos en Arabia, apenas los conozcamos, y
que después de más de dos siglos que los españoles reinan en aquellas vastas regiones, ninguno de
sus autores no hayan dado una historia individual ni una descripción exacta de estos animales, que
sirven diariamente, pues aunque según dicen, no se les puede transportar a Europa ni aun hacerlos de
las montañas sin perderlos, o al menos de verlos padecer dentro de breve espacio, habiendo literatos
en Quito, Lima y otras muchas ciudades, hubieran podido dibujarlos, descubrirlos, disecarlos». En el
mismo texto de Buffón se hace referencias a que el Rey Católico mandó llevar vicuñas a España con
el fin de que se propaguen, pero que ninguna sobrevivió al clima europeo; dice textualmente:
«( ... )La grande utilidad que se saca de su lana (Vicuñas domésticas o alpacas) hizo que los
españoles procurasen naturalizarlas en Europa, a cuyo fin transportaron a algunas a España para
hacerlas poblar; pero aquel clima las probó tal mal que murieron todas ( ... ) Insisto sobre el asunto,
porque imagino que estos animales serían una exelente adquisición para la Europa, y producirían
más utilidades reales y efectivas que todo el metal del Nuevo Mundo, el cual no ha servido sino de
cargarnos con un peso inutil, pues en otro tiempo se nos daba por un grano de oro o de plata lo que
hoy nos cuesta .un onza de 'estos mismos metales». Continúa diciendo: «( ... )De esta lana de Vicuña
se hacen exelentes guantes y medias y también mantas y tapices de gran precio, siendo esta lana tan
cara como la seda, de suerte que este sólo género forma una rama en el comercio de las Indias
Españolas, pués ni el Castor de Canadá, ni la Cabra de Siria, ni la oveja de Calmiquia, dan un pelo
tan bello y precioso». El relato continúa indicando que desde los años 1568-1569 tenían en España
fábricas de paños de vicuña, de los cuales había abundancia y exedían en finura, suavidad y duración
a los mejores que se hacían en Europa, y aun a los que en fábricas extranjeras se hacían con la misma
lana de vicuña, porque estas se mezclaban con algodón y lana refina, lo que no se hacía en la fábrica
de Guadalajara. El sur andino en el siglo XVIII, se articulaba en base a la producción minera del alto
Perú, Arequipa, Cusco, Potosí y el norte de Argentina se integraban como unidad comercial,
intercambiando varios productos como panes de azúcar, aguardiente, tejidos de los Obrajes, vellones
de fibra de alpaca y llama, etc. Con la decadencia de la minería éste circuito empieza a degradarse y
colapsa definitivamente con la formación de la nuevas repúblicas emergentes de las guerras de
independencia de España. En casi trescientos años de coloniaje decayó no sólo la agricultura, sino
que para evitar la competencia y por política de sobreprotección a la producción lanar ovina se
menoscabó, hasta casi desaparecer, la floreciente actividad del pastoreo aborigen y su textilería. Al
término del Virreynato e inicios de la República, quedaban en el territorio peruano solamente
440.000 alpacas y algo más de 1 millón de llamas (Sumar, 1992) Durante la época de la
industrialización en la época repúblicana se envían los primeros embarques de fibra de alpaca y
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llama a nuevos mercados, especialmente ingleses y se inicia una espectacular demanda por ésta
materia prima, por lo que el sur peruano y Bolivia se articulan en el mercado internacional. Este
hecho se inicia en Bradford, Inglaterra, con un modesto fabricante de telas llamado Titus Salt
(Bentley, 1988). Este, nacido de una familia de agricultores en 1803, se unió a su padre quién dejó la
tierra y se dedicó a la clasificación de lanas en la ciudad de Picadilly, Bradford en 1822. El éxito de
Titus Salt se debió a las innovaciones que introdujo en el uso de nuevas y raras fibras en la
manufactura de telas de lana peinada, especialmente alpaca y mohair. En 1836, encontró algunos
fardos sucios de lana de alpaca, que habían sido olvidados en un rincón oscuro de un almacén de
Liverpool. Al tiempo que sus dedos se deslizaban por una mecha de esas fibras, supo
inmediatamente que estaba frente a una fibra de gran potencial y compró el lote a 8 d. la libra.
Viendo que las fibras sucias y desaliñadas, después de ser batidas, limpiadas y peinadas, podían ser
transformadas en telas de lujo de la más alta calidad, en el período de tres años, la importación de
lana de alpaca subió a la cantidad de dos millones de libras, a un precio de 2/6d la libra Esta
circunstancia especial de la gran demanda de fibra de alpaca por la industria inglesa, da inicio a un
nuevo período en la explotación y crianza de camélidos; se forman las primeras explotaciones
comerciales, se consolidan los grupos compradoresexportadores en Arequipa y se liga a los mercados
la producción de las economías campesinas de los pastores de altura Desde al año 1800 a la fecha,
existen dos modalidades de comercialización de la fibra de alpaca, que consistían en las Ferias
Anuales y Ferias Semanales. La primeras, llegaron a constituir factores importantes para el
intercambio comercial, pués se compraban grandes lotes, ofertados por las haciendas ganaderas,
directamente a los representantes de los grandes comerciantes con sede en Arequipa; era la llamada
«fibra de finca», con predominancia hasta un 85% de fibra de color blanco. En cambio en las Ferias
Semanales aunque ocupaban un lugar secundario, se ofertaba en pequeños lotes, la producción de los
miles de pequeños campesinos, equivalente alBO% de la producción nacional; a esta fibra se le
llamada «de colecta», donde intervienen una serie de agentes intermediarios, que a su vez ofertaban
variados productos regionales de origen urbano. Adicionalmente, otro producto importante de los
camélidos domésticos lo constituye la carne; de ella se sabe de sus características nutritivas similares
a otras carnes rojas, con la ventaja de sus bajos niveles de grasa y por ende de colesterol. La alpaca y
llama, son especies muy aptas para la producción de carne en términos de rendimiento de carcasa
(52-59%) y conversión de pastos Otra modalidad en el consumo de la carne de camélidos
domésticos, es el <
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CONCLUSIÓN
La domesticación de animales en América del Sur representa un capítulo fascinante en la historia de
las civilizaciones andinas. Las primeras evidencias de domesticación se remontan a culturas
preincaicas como los Nanchoc y los Caral en Perú, quienes domesticaron llamas y alpacas hace
aproximadamente 4,000 años, utilizándose para transporte y producción de lana, lo que facilitó el
desarrollo de redes comerciales y textiles. Esta domesticación permitió la expansión de actividades
económicas y el asentamiento en diversas regiones de los Andes.
La llegada de los españoles en el siglo XVI trajo consigo cambios drásticos en el manejo de animales
andino. La introducción de nuevos animales como caballos, vacas, ovejas y cerdos transformó las
prácticas tradicionales. Los españoles introdujeron técnicas europeas de cría y manejo que, aunque
inicialmente disruptivas, fueron eventualmente adaptadas e integradas por las culturas locales. La
incorporación de estos nuevos animales y técnicas permitió una mayor diversificación en la
producción agrícola y ganadera, aunque también trajo desafíos como la competencia por recursos y
la degradación de pastizales. Las culturas andinas mostraron una notable capacidad de adaptación,
integrando lo nuevo con lo tradicional, resultando en un sistema híbrido y resiliente.
como Julien y Dillehay, complementan nuestro entendimiento de cómo las culturas andinas
enfrentaron y adaptaron las nuevas realidades impuestas por la colonización, subrayando la
resiliencia e innovación de las sociedades andinas que integraron elementos europeos en su sistema
tradicional.
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO