Sentencia de La Corte Constitucional
Sentencia de La Corte Constitucional
Sentencia de La Corte Constitucional
CORTE CONSTITUCIONAL
Expediente: T-9.953.076
Asunto: Acciones de tutela instauradas por Javier José Yepes Conde y otros, en contra de la
Registraduría Especial del Estado Civil de Santa Marta
Magistrado ponente:
Síntesis de la decisión[1]
En la presente oportunidad, la Corte revisó varias acciones de tutela en las que los actores
solicitan la protección de su derecho político a elegir, que consideran vulnerado por la
Registraduría Especial del Estado Civil de Santa Marta, en adelante RSM, al negar la
inscripción del ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía de Santa
Marta en las recientes elecciones.
En primer lugar, la Sala estudió como cuestión previa lo relativo a diversas acciones de
tutela cuya causa, objeto y accionadas eran iguales a las que ahora se examinan, las cuales
fueron repartidas a la Sala Tercera de Decisión del Tribunal Superior de Santa Marta. En
este contexto, destacó que la argumentación del Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de
Santa Marta para negarse a enviar los expedientes a él repartidos a dicha autoridad
judicial, estuvo fundada en supuestos fácticos inexistentes. En vista de esta circunstancia, la
Sala decidió compulsar copias de la actuación a la Comisión Seccional de Disciplina Judicial
del Magdalena, para lo de su competencia. Del mismo modo, ordenó al Consejo Superior
de la Judicatura que instruyera a las oficinas de reparto sobre el manejo de tutelas masivas,
a través de la Escuela Rodrigo Lara Bonilla.
En segundo lugar, la Sala analizó la procedencia de las acciones de tutela. En esta tarea, la
Sala no encontró acreditado el requisito de legitimación en la causa por activa. En cuanto a
la legitimidad en la causa por activa, la Sala puso de presente que las acciones de tutela no
fueron presentadas por la persona a quien se negó su inscripción, sino por terceros.
En tercer lugar, en vista de las anteriores circunstancias, la Sala confirmó la sentencia del
ad quem, que revocó el amparo dado por el a quo y, en su lugar, declaró la improcedencia
de las acciones de tutela.
I. ANTECEDENTES
Hechos relevantes
3. Ese mismo día, el señor Javier José Yepes Conde, “simpatizante y activo
participante”[3] del partido Fuerza Ciudadana en la ciudad de Santa Marta, acompañó al
ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza para inscribirlo como candidato de dicho movimiento
a la Alcaldía de Santa Marta. Sin embargo, la RSM negó la solicitud de inscripción, porque la
referida resolución del CNE no estaba ejecutoriada.
4. En la misma fecha, la directora de Gestión Electoral de la RSM expidió el
memorando No.0027, mediante el cual señaló que, con ocasión de la revocatoria de
inscripción de candidatos por causas constitucionales o legales, o cuando existiera una
inhabilidad sobreviniente o advertida después de la inscripción, se podrían modificar las
inscripciones hasta el 29 de septiembre de 2023 a las 6:00 p.m., de conformidad con lo
previsto en el artículo 88 del Código Electoral. De otra parte, dicha funcionaria indicó que,
debido a las dificultades que había tenido el CNE para emitir las certificaciones de
ejecutoria de las decisiones, “el funcionario electoral competente procederá a efectuar las
modificaciones a que haya a (sic) lugar, cuando la agrupación política aporte certificación o
documento que haga constar que no ha interpuesto recursos contra el acto del Consejo
Nacional Electoral y ordena o permite la modificación.”[4]
Trámite procesal
5. La acción de tutela. El señor Javier José Yepes Conde presentó acción de tutela
en contra de la RSM y el CNE, por considerar que dichas entidades vulneraron su derecho
fundamental a la participación política, al negar la inscripción como candidato a la Alcaldía
de Santa Marta del ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza, por el partido político Fuerza
Ciudadana.[5]
6. A juicio del actor, el actuar de la RSM fue dilatorio. A su juicio, si bien la decisión
del CNE no estaba ejecutoriada, en el recurso de reposición no se cuestionaba la decisión
de revocar la inscripción de la candidata Carmen Patricia Caicedo Omar, sino que se
solicitaba una aclaración de dicho acto administrativo. Ante estas circunstancias considera
que ha debido realizarse la inscripción solicitada y, en lugar de ello, lo que se hizo fue
cerrar las instalaciones de la RSM, sin atender de manera célere la referida solicitud.
11. De otra parte, destaca que esta Corporación ha determinado que “es
conveniente y razonable que las agrupaciones políticas legitimadas, puedan modificar la
inscripción de listas y candidatos para corporaciones y cargos en elección popular, siempre
que observen unos criterios básicos, esto es, que el cambo (sic) se produzca en un término
y ‘se preserve el derecho a la titularidad, en el sentido que sea la misma organización
política que presentó la lista que la modifique.’”[7] No obstante, la Ley 1475 de 2011 no
estableció un procedimiento a cargo del CNE para decidir sobre las solicitudes de
revocatoria de inscripción, ni mucho menos para resolver sobre la inscripción de un nuevo
candidato cuando opera la revocatoria.
12. Al referirse al caso sub examine, destaca que, de manera “atípica”, quienes
solicitaron la revocatoria de la inscripción de la candidatura de la ciudadana Carmen
Patricia Caicedo Omar, a pesar de haber logrado un resultado favorable a sus pretensiones,
interpusieron un recurso de reposición que a la fecha no había sido resuelto por el CNE. A
su juicio, el que el CNE se hubiere demorado en decidir, hasta el último día en el que se
podía modificar la inscripción de los candidatos, conlleva una violación de los principios de
igualdad, imparcialidad y de participación, “pues a quienes les fue resuelta la solicitud con
antelación y el CNE resolvió oportunamente los recursos de reposición interpuestos,
pudieron ejercer el derecho de postulación para inscribir nuevos candidatos para el
certamen electoral del próximo 29 de octubre de 2023.” En concreto, consideró que la
RSM había incurrido en un exceso ritual manifiesto.
14. En segundo lugar, destacó que el CNE había reconocido que no había un
procedimiento especial que regulara el trámite de revocatoria de inscripción, por lo cual
debía aplicarse lo previsto en el CPACA, y esta norma no contemplaba de manera adecuada
las peculiaridades que surgían en el contexto del calendario y la contienda electoral.
16. En cuarto lugar, el no inscribir al candidato del partido político Fuerza Ciudadana
limitaba su derecho a intervenir en el debate electoral, anulando de facto su participación.
De este modo, si no se adoptaban medidas inmediatas, el candidato de este partido no
tendría la oportunidad de presentar su proyecto de gobierno en igualdad de condiciones.
18. Denuncia en contra del juez Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta. El 10 de
octubre de 2023, el abogado Hernando Zabaleta Echeverry presentó denuncia en contra
del juez Cuarto Penal del Circuito de Santa Marta por la posible comisión de los delitos de
fraude procesal y prevaricato por acción. Lo anterior, en tanto “sin tener competencia para
avocar el conocimiento de una tutela en contra de una entidad del orden nacional como la
Registraduría, de conformidad con lo dispuesto por el numeral 3 del artículo 2.2.3.1.2.1. del
Decreto 333 de 2021, sin integrar al contradictorio al Consejo Nacional Electoral, sin
notificar a las partes que lograron la revocatoria de Carmen Patricia Caicedo y sabiendo
que hay 70 acciones de tutela idénticas repartidas ante el Tribunal Superior del Magdalena
-Sala Laboral, procedió de manera burda y grosera, desconociendo todo el ordenamiento
jurídico a dictar una medida cautelar ordenándole a la Registraduría, inscribir al candidato
Jorge Agudelo Apreza (…).”[9]
19. Solicitudes de remisión del expediente a la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Santa Marta. Los ciudadanos Hiran David Ramírez Monroy, Ariel Alberto
Quiroga Vides y Miguel Martínez Olano solicitaron al Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de
Santa Marta remitir el expediente a la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de la misma ciudad. Esto, en la medida en que, a su juicio, se presentaba el fenómeno de
“tutela masiva”, debido a que dicha Sala había conocido primero de otras acciones por los
mismos hechos y en contra de la misma accionada.
20. La respuesta del CNE. El CNE arguye que la Resolución No.11966 del 29 de
septiembre de 2023 fue emitida en derecho y con base en las facultades dadas por la
Constitución y la ley, específicamente las otorgadas en el artículo 265 de la Carta Política,
modificado por el Acto Legislativo 01 de 2009. Señala que, dentro del proceso de
revocatoria, se citó a audiencia el 12 de octubre de 2023 para la “adopción de decisión e
interposición de recurso” respecto de los procedimientos de revocatoria de inscripción de
candidaturas. En ese sentido, la Resolución No.11966 del 29 de septiembre de 2023 aún no
se encontraba en firme, en tanto no se habían resuelto los recursos presentados. Por otra
parte, destaca que el actor no tiene legitimidad por activa, en tanto no tiene un poder
especial otorgado por la candidata a la cual se le revocó la inscripción de su candidatura, ni
obra como su agente oficiosa. Por último, tampoco se está ante un inminente perjuicio
irremediable, pues el CNE no podía desconocer o desestimar los recursos interpuestos en
contra de su resolución. En cuanto a esto, destaca que la tutela no puede tenerse como
una “instancia adicional para suplir otra.”[10] Por ello, considera que la acción de tutela es
improcedente.
23. El escrito del señor Jesús María Henríquez. Este señor remitió un escrito por
medio del cual solicita que se declare la improcedencia de la acción de tutela, porque
considera que se trata de un recurso “corrupto” que fue admitido “fraudulentamente.”[11]
27. El señor Edilfonso Orozco Barros solicitó la remisión del expediente a la Sala
Penal del Tribunal Superior de Bogotá. Lo anterior, en la medida en que aquella Sala,
mediante proceso con radicado No. 2023-01058, ya conocía una acción de tutela en la que
“el accionante argumentaba vulnerado en la revocatoria de la inscripción como candidata
de la señora CAICEDO OMAR y en la negativa de la Registraduría Nacional del Estado Civil a
inscribir un nuevo candidato por ese partido como aspirante a la Alcaldía de Santa Marta.
En esta ocasión, se negó la medida provisional solicitada por el actor.”[13]
30. En el caso concreto, el agente señaló que el juez Cuarto Laboral del Circuito de
Santa Marta no siguió los lineamientos consolidados por la Corte Constitucional,[15] pues
exigió identidad en la parte actora. Por el contrario, para el agente, la competencia del
asunto recaía en la Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta, al haber sido el
primer juez que conoció de una acción de tutela con el mismo objeto, causa y parte
accionada. Esto es, la RSM y el CNE como partes accionadas; la conducta de la RSM de
inscribir al candidato por el partido Fuerza Ciudadana a la Alcaldía de Santa Marta como
causa; y la pretensión de que se permitiera inscribir al candidato que había de reemplazar a
Patricia Caicedo Omar como objeto de las acciones de tutela.
31. Dado que se satisfacían todas las exigencias previstas en el Decreto 333 de
2021[16] para que el asunto fuera repartido al Tribunal Superior de Santa Marta, y dado
que aquella autoridad judicial asumió el conocimiento de la primera tutela al respecto el 3
de octubre de 2023, el agente adujo que era la que debía conocer de las acciones que se
interpusieran con identidad de parte accionada, causa y objeto.
32. En cuanto al fondo del asunto, el agente recordó que, según lo previsto en el
artículo 108 de la Constitución, “[t]oda inscripción de candidato incurso en la causal de
inhabilidad, será revocada por el Consejo Nacional Electoral con respeto al debido
proceso.” Por su parte, el artículo 265, modificado por el artículo 12 del Acto Legislativo 01
de 2009, señala que le corresponde al CNE entre otras atribuciones, “[d]ecidir la
revocatoria de la inscripción de candidatos a Corporaciones Públicas o cargos de elección
popular, cuando exista plena prueba de que aquellos están incursos en causal de
inhabilidad prevista en la Constitución y la ley.”
34. Adicionalmente, el agente destacó que, conforme al artículo 87 del CPACA, “sólo
quedarán en firme los actos administrativos, entre otros eventos, cuando contra ellos se
han formulado recursos: bien a partir del día siguiente de la publicación, comunicación o
notificación de la decisión sobre el recurso o partir del día siguiente al de la notificación de
la aceptación del desistimiento del recurso.”[17] Por su parte, indicó que el artículo 89
siguiente establece que, salvo disposición en contrario, los actos administrativos en firme
serán suficientes para que las autoridades, por sí mismas, puedan ejecutarlos de
inmediato.
35. En el caso concreto, Germán Sosa Prieto, como agente oficioso de la señora
Vanessa Bermúdez, quien había formulado la solicitud de revocatoria de inscripción,
interpuso un recurso de reposición en contra de la decisión tomada por el CNE. Por lo
tanto, el agente señaló que válidamente tenía legitimación e interés para recurrir. Así, se
desprendía de los hechos que la Resolución 11966 del 29 de septiembre de 2023 no había
quedado en firme el día de su expedición, en virtud del recurso interpuesto e, incluso, si no
se hubieran interpuesto recursos, el acto habría quedado en firme el 2 de octubre de 2023.
36. Por último, resaltó que el artículo 31 de la Ley 1475 de 2011 establece que la
modificación de la inscripción en el caso de la revocatoria decretada por el CNE sólo puede
hacerse hasta un mes antes de la elección. De este modo, los problemas derivados de la
revocatoria de la inscripción de la ciudadana Patricia Caicedo Omar y las dificultades que
afrontaba ahora Jorge Luis Agudelo Apreza no eran atribuibles al CNE, sino exclusivamente
al partido Fuerza Ciudadana, el cual no habría efectuado una adecuada selección de su
candidato a la Alcaldía de Santa Marta. EL CNE, expresó el agente, se limitó a ejercer sus
funciones constitucionales y legales. Por lo expuesto, no podía sostenerse que el CNE o la
RSM hubiesen vulnerado los derechos fundamentales del actor o del ciudadano Jorge Luis
Agudelo Apreza.
37. La Solicitud de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá. El 17 de octubre de
2023, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá solicitó al Juzgado Cuarto Laboral del
Circuito de Santa Marta copia (i) de la demanda de tutela instaurada por Javier José Yepes
Conde; y (ii) del acta de reparto de la acción de tutela radicada bajo el número
470013105004202300280.[18] Al día siguiente, el juzgado remitió los documentos.[19]
38. El auto que niega los incidentes de nulidad. Mediante Auto del 20 de octubre de
2023, el Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta se pronunció sobre las diversas
solicitudes de incompetencia y nulidad presentadas por los intervinientes en el proceso de
la referencia.
40. De otro lado, recordó que, según los Autos 211, 212 y 224 de 2020, entre otros,
la triple identidad en el reparto de acciones de tutela masiva consiste en (i) la uniformidad
en sus pretensiones; (ii) mismos hechos o presupuestos fácticos, entendidos desde una
perspectiva amplia, es decir, las razones que se invocan para sustentar la solicitud de
protección; e (iii) identidad en el sujeto pasivo.
41. Al trasladar estas condiciones al caso concreto, el juez adujo que el actor había
dirigido su acción de tutela en contra del Registrador Delegado del Magdalena, con
independencia de las entidades que la autoridad judicial decidió vincular con posterioridad.
Además, aclaró que sus pretensiones no estaban relacionadas con la revocatoria de la
inscripción de Carmen Patricia Caicedo o las razones de dicha revocatoria. Por el contrario,
buscaba proteger su derecho fundamental a la participación política, es decir, el escrito de
tutela alegaba una presunta pérdida de oportunidad electoral. Así las cosas, el juez
concluyó que no existía identidad de sujeto pasivo ni de objeto.
42. Por ende, el Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta resolvió negar las
solicitudes de nulidades e incompetencia, y difundir a todos los medios de comunicación
locales y a la comunidad en general la explicación de tal decisión, consistente en:
“Algunas personas creen que un problema que se está discutiendo está en el lugar
incorrecto. Piensan que debería tratarse en un lugar llamado Tribunal, porque las personas
que cometieron un error son de un sitio grande llamado la capital. Sin embargo, existen
reglas claras que indican en qué lugar se debe hablar de cada problema. Esas reglas
determinan si el asunto es el mismo, si sucedió por las mismas razones y si involucra a las
mismas personas. Ahora, hay una persona que siente que no están respetando sus
derechos. Esta persona está molesta con alguien que organiza las elecciones en el
Magdalena porque este le impidió formar parte de un grupo que toma decisiones en la
ciudad, pero algo ocurrió y no lo permitieron. Ahora, quiere que un juez decida esto. Un
grupo de jueces importantes, la Corte Constitucional, ha explicado cómo se deben manejar
estas situaciones. Si alguien tiene un problema, lo importante es con quién es ese
problema, no quienes se añaden más tarde. Para decidir si el problema va al Tribunal, se
deben considerar tres cosas: ¿Qué esperan las personas que haga el juez? ¿Cuál es la razón
del problema? ¿Quién cometió el error? El juez que escuchó el problema descubrió que
quien cometió el error fue el Registrador del Magdalena, no las personas de la capital. Por
eso, decidió no enviar el caso al Tribunal. A veces, hay cosas que se ven parecidas, pero son
diferentes. Es como tener dos camisetas del mismo color, pero una con rayas y la otra sin
rayas. Se ven parecidas, pero no son iguales.”
46. De otra parte, recordó que la RSM era la única entidad competente para decidir
sobre temas de inscripciones y que, al negar la inscripción del candidato del partido político
al cual pertenecía el actor, vulneró sus derechos humanos en materia política.
Concretamente, impidió que el actor y el coadyuvante expresaran su voluntad política y
participaran en el certamen electoral, limitó su autonomía y libre desarrollo de la
personalidad, coartó los principios de diversidad y pluralismo político en el certamen y no
tomó acciones para garantizar el buen desarrollo de la contienda política.
47. En suma, para aquella autoridad judicial, la RSM debió acatar la CADH y las
sentencias de la CIDH, en especial la de los casos López Mendoza v. Venezuela y Petro
Urrego v. Colombia, en lugar de aplicar las normas internas de forma inflexible e irreflexiva.
Por lo tanto, resolvió (i) mantener las medidas positivas que garantizaban la participación y
el derecho a la oportunidad política del partido político Fuerza Ciudadana y su candidato en
las elecciones del 29 de octubre de 2023; (ii) remitir una copia de la decisión al Ministerio
de Justicia para que, si lo consideraba pertinente, lo integrara al informe que el Estado
debía presentar ante la CIDH, en relación con el caso Petro Urrego v. Colombia; (iii) remitir
el sentido de la decisión a los medios de comunicación locales y a la comunidad; y (iv)
ordenar a la Registraduría Nacional del Estado Civil y al CNE publicar la decisión en su
página web.
48. Las impugnaciones. Los señores Víctor Alegría, Carlos Mario Rojas, Alexander
Zabaleta, Diego Sánchez, Miguel Martínez, Hiran Ramírez y Jesús Henríquez, así como el
CNE, la RSM y la Procuraduría General de la Nación, impugnaron el fallo.
49. Dichos señores ciudadanos afirmaron que la acción era improcedente, en tanto
existía un proceso administrativo en curso; a su juicio, el juez competente para conocer del
asunto era la Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta, al haber admitido otras
acciones de tutela con la misma causa, objeto y sujeto pasivo; también advirtieron que el
actor no era el candidato a la Alcaldía de Santa Marta a quien le negaron su inscripción, por
lo tanto, sus derechos fundamentales no fueron vulnerados. Además, de todos modos, la
solicitud de inscripción de Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía por el
partido Fuerza Ciudadana fue extemporánea, al realizarse por fuera del horario de
atención, el 29 de septiembre de 2023.[21]
50. El señor Ramírez argumentó que los precedentes usados por el a quo no eran
análogos al caso concreto, pues en los casos López Mendoza vs. Venezuela y Petro Urrego
vs. Colombia se trató sobre la posibilidad de que un funcionario de elección popular
pudiera ser destituido o inhabilitado por una sanción administrativa. Finalmente, aduce
que el CNE y la RSM actuaron conforme a las normas aplicables al caso, por consiguiente,
prohibir la inscripción de Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía de Santa
Marta fue una medida legal, necesaria y proporcional.[22]
52. De otra parte, el abogado arguyó que no se vinculó al proceso a los terceros con
interés legítimo, como lo eran los otros candidatos que habían sido inscritos de manera
ordinaria y bajo los principios de ley. Sostuvo que la revocatoria de la inscripción de
Carmen Patricia Caicedo Omar fue consecuencia de una inhabilidad sobreviniente y, si bien
el partido Fuerza Ciudadana podía modificar la inscripción, ello no se hizo en el tiempo
previsto para tal actuación. Por tal razón, concluyó que se generó una violación a la ley
sustantiva en materia electoral, concretamente, al artículo 31 de la Ley 1475 de 2011,
como lo había establecido el Consejo de Estado en su jurisprudencia.[24]
53. Por su parte, el CNE sostuvo que el artículo 262 de la Constitución establece que
los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos que decidan
participar en procesos de elección popular, “inscribirán candidatos y listas únicas, cuyo
número de integrantes no podrá exceder el de curules o cargos a proveer en la respectiva
circunscripción.” En consecuencia, no era posible inscribir la candidatura de Jorge Luis
Agudelo Apreza, sin que antes quedara en firme la decisión de revocatoria de la
candidatura de Carmen Patricia Caicedo Omar.
55. Por otra parte, la RSM destacó que el a quo incurrió en: (i) un defecto sustantivo,
al inaplicar una norma especial en la materia y ordenar la inscripción de Jorge Luis Agudelo
Apreza por fuera del término legal; (ii) un defecto procedimental, pues la candidata
Carmen Patricia Caicedo Omar tenía derechos en suspenso cuando la autoridad judicial
decretó la medida cautelar; (iii) una violación directa de la Constitución porque, al afirmar
que debía flexibilizarse la interpretación de las normas que regían la inscripción de
candidatos, desnaturalizó el derecho a la igualdad de los demás candidatos; y (iv) un
defecto fáctico, pues del acto administrativo que revocó la candidatura de Carmen Patricia
Caicedo Omar y el oficio proferido por el CNE (CNE-SG-147) se desprendía que éste aún no
se encontraba en firme.
58. En vista de tales elementos de juicio, la sentencia no hace ningún esfuerzo por
argumentar de qué forma el ordenamiento jurídico resultaba contrario a dichos tratados.
Esto era especialmente importante, porque como lo ha recordado la Corte Constitucional,
en el ordenamiento jurídico interno no tiene cabida la figura de la
“supraconstitucionalidad” de los instrumentos internacionales, por lo que este control no
se realiza respecto de la Constitución.
63. El escrito del ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza. Mediante memorial del 8 de
noviembre de 2023, este ciudadano aseguró que había acaecido una carencia actual de
objeto, pues el proceso electoral del 29 de octubre de 2023 había concluido y,
precisamente, “había resultado elegido” como alcalde de Santa Marta por voto popular. De
este modo, sería la jurisdicción de lo contencioso administrativo la competente para
conocer de un eventual medio de control de nulidad electoral. Además, sobre el fondo del
asunto, sostuvo que el a quo desarrolló el derecho de oportunidad en materia política, para
luego aterrizarlo al caso concreto, que se resumía en las obligaciones del registrador
delegado de adoptar medidas positivas para garantizar los derechos políticos del aspirante
por el partido Fuerza Ciudadana.
67. El auto que rechaza la solicitud de nulidad. Mediante decisión del 1 de diciembre
de 2023, el ad quem rechazó la solicitud de nulidad, porque no encontró que hubiese
incurrido en alguna de las causales del artículo 133 del Código General del Proceso, en
tanto (i) era competente para conocer del asunto; (ii) no pretermitió ninguna instancia; (iii)
la decisión se notificó a todas las partes e interesados; (iv) se recibieron los memoriales de
todos los que participaron en el proceso; y (v) la acumulación de acciones de tutela se dio
en debida forma.
68. El auto que rechaza la solicitud de adición. Mediante Auto del 1 de diciembre de
2023, el ad quem rechazó las solicitudes de adición, pues los señores Luis Núñez Redondo y
Víctor Nel Alegría no habían sido parte ni coadyuvantes dentro del proceso de tutela.
69. La selección del asunto y su reparto. El asunto fue remitido a esta Corporación en
cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 33 del Decreto 2591 de 1991.[30] El 29 de
febrero de 2024, la Sala de Selección de Tutelas Número Dos lo escogió para su
revisión.[31] El 15 de marzo siguiente, la Secretaría General de la Corte remitió el
expediente al despacho del magistrado sustanciador para lo de su competencia.[32]
71. La respuesta del CNE. Esta entidad remitió el expediente completo del proceso
mediante el cual revocó la inscripción de Carmen Patricia Caicedo Omar como candidata a
la Alcaldía de Santa Marta.
73. La entidad explicó que dicha inhabilidad buscaba impedir que los servidores
investidos de autoridad usaran su posición para favorecer intereses de su núcleo familiar,
optimizar el principio de transparencia y evitar que la persona investida de autoridad
influyera de manera indirecta o directa al electorado
74. Al trasladar estas consideraciones al caso concreto, el CNE encontró que la
candidata era hermana del Gobernador del Magdalena y de quien había fungido como
Directora General del Instituto Distrital de Turismo hasta el 24 de abril de 2023. Entonces,
tenía un vínculo en segundo grado de consanguinidad con quienes habían ejercido
autoridad en la ciudad de Santa Marta.
75. Mediante Resolución No.13105 del 12 de octubre de 2023, el CNE resolvió los
recursos de reposición interpuestos contra la Resolución No.11966 del 29 de septiembre
de 2023, por medio de la cual revocó la inscripción de la candidatura de Carmen Patricia
Caicedo Omar a la Alcaldía de Santa Marta.
77. Asimismo, el señor Miguel Ignacio Martínez solicitó que se adicionara la decisión
en el sentido de compulsar copias disciplinarias y penales al señor Marcelino José Kadavid
Rada, por revocar directamente las resoluciones 080 del 28 de octubre de 2022, No.087 del
4 de noviembre de 2022, No.089 del 16 de noviembre de 2022 y la Resolución 009 del 3 de
febrero de 2023. También, pidió que se le impusiera una multa al partido político Fuerza
Ciudadana por inscribir una candidata incursa en una inhabilidad.
80. La respuesta de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta. Este
despacho judicial remitió los expedientes bajo los radicados 47-001-22-05-000-2023-
00087-00 y 47-001-22-05-000-2023-00087-00.
82. El segundo expediente trata de la acción de tutela presentada por María del
Carmen Arias contra las mismas entidades y bajo las mismas pretensiones. De nuevo, la
Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta no encontró acreditada la legitimación en
la causa por activa.
83. La respuesta del Tribunal Administrativo del Magdalena. Esta Corporación remitió
el expediente con número de radicado 47001233300020240002300. Se trata de la acción
pública de nulidad electoral presentada por el ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza en
contra del acto que declara la elección del ciudadano Carlos Pinedo Cuello como Alcalde de
la ciudad de Santa Marta. En la demanda, el referido ciudadano solicita que se declare la
nulidad de: (i) el acta del escrutinio municipal alcalde E-26 ALC del 25 de noviembre de
2023, a través del cual la Comisión Escrutadora Municipal de Santa Marta declaró como
alcalde electo de la ciudad a Carlos Alberto Pinedo Cuello; (ii) el Auto de trámite No.3 del
24 de noviembre de 2023, “por medio del cual se da cumplimiento al fallo proferido por la
Sala Tercera de Decisión Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta y
se dictan otras disposiciones”; y (iii) el Auto de trámite No.5 del 25 de noviembre de 2023,
por medio del cual la Comisión Escrutadora de Santa Marta “ordenó no dar trámite a las
solicitudes fechadas 6 de noviembre de 2023, 17 de noviembre de 2023 y 24 de noviembre
de 2023 presentadas por el abogado Rodolfo Quant en calidad de apoderado del señor
JORGE LUIS AGUDELO APREZA”, por considerar que no ostentaba las calidades requeridas
para presentar solicitudes de oposición y/o corrección, al no ser candidato a la Alcaldía de
Santa Marta.
85. De otra parte, como medida cautelar, solicitó la suspensión de los actos
demandados porque, a su juicio, la Comisión Escrutadora de Santa Marta incurrió en los
vicios de falta de competencia, desconocimiento del derecho de audiencia y defensa, y
desviación de poder. Argumentó que el CNE, mediante Resolución No.15731 del 22 de
noviembre de 2023, negó las solicitudes de revocatoria de su inscripción a la Alcaldía de
Santa Marta. Con todo, la Comisión Escrutadora, “careciendo por completo de
competencia material,”[34] revocó su inscripción. Lo anterior, desconociendo que la
competencia para la revocatoria de los actos de inscripción de candidaturas recaía
exclusivamente en el CNE y que la Sala Tercera de Decisión Laboral del Tribunal Superior de
Santa Marta, al resolver en segunda instancia la acción de tutela de la referencia, “no
impartió orden alguna que habilitara a los miembros de la Comisión Escrutadora de Santa
Marta a tomar las decisiones que ilegalmente adoptaron en el acto administrativo que se
acusa y mucho menos se pronunció sobre la revocatoria de la inscripción del
candidato.”[35] Además, el demandante adujo que la Comisión Escrutadora adoptó una
decisión contraria al interés general y la voluntad del electorado, con sustento en una
interpretación jurídica ilegal y errónea del fallo de tutela y normas no aplicables al caso.
88. Adicionalmente, resaltó que el señor Agudelo Apreza ingresó a las instalaciones
de la Registraduría Especial de Santa Marta antes de las 5:00 p.m. Sin embargo, no contaba
con la documentación completa.
90. Respuesta del apoderado de Carlos Pinedo Cuello. El abogado Humberto Antonio
Sierra Porto, en representación del actual alcalde de Santa Marta, arguyó que Javier José
Yepes Conde había incurrido en varias imprecisiones. Particularmente, el abogado relató
los hechos que condujeron a que el señor Jorge Luis Agudelo Apreza acudiera a la RSM.
Aclaró que, si bien llegó antes de las 5:00 p.m., no contaba con la documentación completa
y a las 8:33 p.m. dejó una constancia en la que manifestó la negación de su inscripción
como candidato. A las 9:54 p.m., el partido Fuerza Ciudadana, único titular del eventual
derecho a inscribir al candidato, radicó una solicitud de reemplazo de la ciudadana Carmen
Patricia Caicedo Omar.
91. Sobre estos hechos, el abogado argumentó que el derecho a realizar o modificar
una inscripción radica en el partido o movimiento político de quien la hace, no del
ciudadano que se inscribirá como candidato, y el partido Fuerza Ciudadana sólo realizó la
solicitud hasta las 9:54 p.m., cuando ya había precluido la oportunidad para hacerlo. Más
aun, la Resolución No.11966 del 29 de septiembre de 2023 aún no estaba en firme, por lo
tanto, no podía modificar la inscripción de la señora Carmen Patricia Caicedo Omar.
94. Además, arguyó que el aval que los partidos políticos le dan a sus candidatos es
irrevocable. Según la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado, “el aval es
un requisito constitucional y legal para inscribir a un candidato, su otorgamiento debe ser
el resultado de un proceso serio, democrático y razonado del cual surge tanto para el
candidato como para los simpatizantes, la convicción de que la contienda se adelantará con
el escogido.”[39] Por lo tanto, no puede ser retirado intempestivamente.
95. Seguidamente, dijo que Javier José Yepes Conde no era el titular del derecho a la
participación política que se considera vulnerado. Tampoco fungía como representante,
agente oficioso, defensor del pueblo o personero municipal. Por ende, no gozaba de
legitimación por activa.
96. Asimismo, advirtió que el juez Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta,
aunque negó que la acción de tutela de Javier José Yepes Conde compartiera causa, objeto
y parte pasiva con los casos que estudiaba en el momento la Sala Laboral del Tribunal
Superior de la misma ciudad, utilizó los mismos argumentos para acumular otros
expedientes de tutela. Así, a juicio del abogado, el a quo desconoció el artículo 2.2.3.1.3.1.
del Decreto 1069 de 2015 que establece cómo realizar el reparto de tutelas masivas.
97. Tampoco concordó con la postura del actor, según la cual sólo era relevante la
postura que adoptara el partido Fuerza Ciudadana respecto de la decisión adoptada por el
CNE de revocar la inscripción de Carmen Patricia Caicedo Omar. Por el contrario, el
apoderado sostuvo que es fundamental para un adecuado funcionamiento del sistema
democrático que los partidos no inscriban candidatos o candidatas que estén incursos en
una causal de inhabilidad y, precisamente por esa razón, cualquier ciudadano o ciudadana
podía solicitar la revocatoria de la inscripción de candidatos o candidatas, así como
interponer recursos de reposición en contra de las resoluciones que profiriera el CNE.
98. En todo caso, aún si se aceptara la postura del demandante, de conformidad con
el artículo 87 del CPACA, los actos administrativos quedarán en firme desde el día siguiente
al de la notificación de la aceptación del desistimiento de recursos. Por lo tanto, para el 29
de septiembre de 2023, la Resolución No.11966 no estaba en firme.
99. En ese sentido, el CNE, a su juicio, no vulneró los derechos políticos de Jorge Luis
Agudelo Apreza. Por el contrario, actuó conforme a las leyes que integran el ordenamiento
jurídico. A este respecto, el abogado afirmó que fue el partido político el que faltó a su
obligación de verificar que la señora Carmen Patricia Caicedo Omar no estuviera incursa en
alguna causal de inhabilidad, conforme lo establece el artículo 28 de la Ley 1475 de
2011[40] y lo determinó la Corte Constitucional en la Sentencia C-490 de 2011.
101. En efecto, las medidas fueron establecidas mediante leyes en sentido formal y
material. De igual forma, la medida que establece un término para la modificación de las
inscripciones por revocatoria tiene una finalidad legítima en el sistema democrático, al
buscar que los procedimientos para acceder a cargos de elección popular se realicen en
condiciones de igualdad, seriedad y transparencia. En definitiva, posibilita que la ciudadanía
tenga conocimiento de quiénes son los candidatos que participarán en las elecciones y
conozcan su programa de gobierno. Además, le permite a la Registraduría Nacional del
Estado Civil cumplir satisfactoriamente la función de dirigir y organizar el proceso electoral.
102. Por su parte, la norma que determina los eventos en los que los actos
administrativos quedan en firme, en especial, aquel que establece que quedarán en firme
“desde el día siguiente a la publicación, comunicación o notificación de la decisión sobre los
recursos interpuestos”, también tiene una finalidad legítima, a juicio del abogado. La
posibilidad de interponer recursos en sede administrativa es parte del derecho de
contradicción que constituye un mecanismo idóneo de autocontrol de la administración,
que le permite revisar sus actuaciones y evitar un control judicial posterior. Así, la firmeza
de un acto le da certeza a los ciudadanos de que el acto ya no será modificado. En ese
sentido, es un mecanismo que tiene como finalidad garantizar la seguridad jurídica.
104. De otro lado, es necesario que los ciudadanos puedan recurrir las decisiones de la
administración, como garantía del debido proceso y, en esa misma lógica, que los actos
administrativos no produzcan efectos jurídicos antes de que los recursos sean resueltos, en
aras de tener plena certeza de cuál es la decisión final.
106. Respuesta del apoderado de Jorge Agudelo Apreza.[42] El abogado Fabio Salazar
argumentó que la acción de tutela no puede equiparase a un proceso judicial ordinario,
pues se trata de un proceso que busca la protección de derechos fundamentales y
humanos, como el contenido en el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos
Humanos. Por esa razón, las instituciones propias del derecho procesal adquieren una
dimensión específica más flexible acorde con el carácter público de la acción, así como de
los principios que la gobiernan, especialmente el de informalidad, oficiosidad, economía de
las formas, prevalencia del derecho sustancial, acceso a la justicia, entre otros.
107. Por lo anterior, el apoderado señaló que el juez de tutela es el llamado a subsanar
los eventuales errores procesales de las partes para evitar fallos inhibitorios. En el presente
caso, alegó que los ciudadanos que interpusieron acciones de tutela eran titulares en sus
derechos políticos a elegir y participar en la conformación del poder político. Por lo tanto,
gozaban de legitimación en la causa por activa para pedirle al juez de tutela revisar y
corregir la actuación administrativa de las autoridades electorales en esta etapa en procura
de evitar un perjuicio irremediable para la democracia participativa y pluralista. Sin
embargo, el Tribunal Superior de Santa Marta menoscabó su derecho de acceso a la justicia
y a la tutela judicial efectiva, al negar por improcedente la solicitud de amparo en un
exceso ritual manifiesto, contrario a la naturaleza, principios y fines de este mecanismos
constitucional, más aún cuando el señor Agudelo Apreza había sido vinculado al proceso.
108. De otro lado, arguyó que la inscripción de Agudelo Apreza se realizó por orden
judicial y, para el momento en que el Tribunal Superior de Santa Marta resolvió la
impugnación de la acción de tutela, ya había surtido sus efectos. En ese sentido, “la
sentencia que se revisa erró al revocar por improcedente el fallo de primera instancia,
cuando se encontraba configurada la carencia actual de objeto por hecho superado”.[43]
109. También, indicó que el CNE y la Registraduría Especial de Santa Marta obraron
ilegalmente “en un intento coordinado por impedir la inscripción del señor Jorge Agudelo
Apreza como candidato a la Alcaldía (…)”[44]. El CNE modificó sin competencia el
procedimiento para resolver los recursos que se presentaron en contra de la decisión de
revocatoria de la inscripción de Carmen Patricia Caicedo, otorgando un plazo de dos días
hábiles para sustentarlos, mientras que la Registraduría Especial de Santa Marta negó la
inscripción, sin observar el principio pro electoratem y sin adoptar la decisión que más
favoreciera los derechos de los electores.
110. Por último, alegó que el Auto de Trámite No.3 de la Comisión Escrutadora de Santa
Marta, mediante el cual se declararon como no válidos los votos obtenidos por Agudelo
Apreza, debe ser objeto de estudio, en la medida en que guarda conexidad material con el
asunto bajo revisión. Al respecto, argumentó que la Comisión interpretó sin competencia y
con falsa motivación la sentencia de tutela de segunda instancia, que declaró
improcedente la acción de tutela. Concretamente, confundió los elementos de la existencia
y de validez de un acto administrativo.
116. Con todo, mediante Auto del 15 de julio de 2024, la Sala Quinta de Revisión
desacumuló estos expedientes debido a que acumular los expedientes T-9.953.076 y T-
10.144.802 no materializaría los principios de economía, celeridad y eficacia que perseguía
esta figura. Particularmente, el proyecto de sentencia que resolvía las controversias
contempladas en el primer proceso de tutela se registró el 14 de mayo de 2024 y, por
ende, la Sala de Revisión ya lo estaba estudiando. De otro lado, 10 días después, la Sala de
Selección de Tutelas No.5 seleccionó el expediente T-10.144.802 y lo acumuló al T-
9.953.076. Bajo este escenario, acumular estos expedientes obligaría a las partes del
primer proceso a esperar tiempo adicional para que sus pretensiones fueran resueltas, lo
cual desconocía los principios anteriormente mencionados. De igual forma, desacumular
los procesos de la referencia no afectaba el tiempo en el cual se resolverían los conflictos
expuestos en el expediente T-10.144.802.
II. CONSIDERACIONES
Competencia
118. En esta oportunidad, la Sala estudia las acciones de tutela instauradas por Javier
José Yepes Conde, José Vicente Bonilla Paredes, Martha Ladino Pertuz, Anselmo Gabriel
Ahumada Linero, Sara Cristina Espinoza Morales, Jorge Mario Bolaño Patiño y Stefanny
Vanessa Fills Cechar. Los actores solicitaron la protección de su derecho político a elegir, en
la medida en que, a su juicio, fue vulnerado por la RSM y el CNE, al negar la inscripción de
Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía de Santa Marta.
119. Al a quo se le solicitó que remitiera los expedientes al Tribunal Superior de Santa
Marta, en tanto aquella autoridad ya conocía otros casos que compartían la misma causa,
objeto y parte pasiva. Sin embargo, el juzgado negó la solicitud, con el argumento de que
no se estaba ante dichos supuestos. El tema fue debatido en el proceso de tutela en
diversas oportunidades y, además, muestra que hay serias discrepancias sobre la forma de
hacer el reparto cuando se está ante el fenómeno de tutelas masivas. Por ello, como
cuestión previa, la Sala analizará este asunto, dará cuenta de las reglas relativas a las
tutelas masivas y verificará si en el presente caso se configuró o no dicho fenómeno.
121. En este sentido, esta Corporación ha indicado que es la oficina de reparto la que,
prima facie, debe encargarse de la acumulación ante una presentación masiva de tutelas.
En el Auto 170 de 2016, la Corte enfatizó en la necesidad de que las oficinas de apoyo
judicial identificaran el uso masivo de la acción, a partir de los elementos objetivos que allí
se introducían, con el fin de enviar las distintas solicitudes a un mismo despacho judicial. La
responsabilidad de estas oficinas en evitar que el fenómeno de las tutelas masivas genere
distorsiones en la administración de justicia, recae en muy buena parte en tales oficinas. En
dicho auto se señalaba, además, que para cumplir con su tarea, las referidas oficinas
requerían de “un sistema de información que les permit[iera] determinar la semejanza
entre los asuntos que se plantea[ban], pues de ello depende que se puedan cumplir con los
efectos que se derivan de la nueva regla de reparto.”
122. El Decreto 1834 de 2015 no desconoce que, pese a lo anterior, las oficinas de
reparto puedan tener fallas en su tarea, principalmente por no contar con información
completa y suficiente. Ante esta posibilidad, con el propósito de garantizar la igualdad de
trato y la seguridad jurídica, cuando se presenta este fenómeno, las entidades accionadas
deben indicar al juez de la existencia de acciones de tutela anteriores que se hubiesen
presentado en su contra por la misma acción u omisión.[50]
123. En relación con esta segunda posibilidad, prevista en el inciso final del artículo
2.2.3.1.3.1. y en el artículo 2.2.3.1.3.2. del Decreto 1834 de 2015, la Corte ha precisado que
la actuación del juez es un importante apoyo a la función de reparto y no una forma de
alteración de la competencia a prevención en materia de tutela. Esto es así, pues los
sujetos activos no son determinantes para la solución del caso en dichos procesos, en tanto
no existen pretensiones individualizables y lo que marca el reparto son las identidades de
causa y objeto frente a un mismo demandado. Así, ante la plena identidad de una causa
presentada en varias oportunidades, es preciso que su examen se realice por una misma
autoridad judicial, con el fin de evitar un trato desigual entre casos iguales.[51]
124. Ante la dificultad que representa la falta de información unificada en las oficinas de
reparto, que es necesario superar prontamente, la comprobación de la identidad que
activa el reparto se deriva de la respuesta que brinden las entidades accionadas de forma
masiva.[52] Ante estas circunstancias, que deben ponerse de presente en el proceso, la
autoridad judicial a la que corresponda tiene el deber de actuar de manera oficiosa y
remitir el expediente al despacho que hubiere conocido por primera vez del mismo asunto,
siempre que constate la existencia de identidad de (i) sujeto pasivo, (ii) causa y (iii) objeto
entre el asunto primigenio y el recurso de amparo que llegó a su conocimiento.[53]
125. Esta Corte, en los Autos 211, 212 y 224 de 2020, fijó pautas dirigidas a determinar
el alcance de estos elementos. Al respecto, señaló:
“existe identidad de objeto en los eventos en los cuales las acciones de tutela cuya
acumulación se persiga presenten uniformidad en sus pretensiones, entendidas estas
últimas, como aquello que se reclama ante el juez para efectos de que cese o se
restablezca la presunta vulneración o amenaza de los derechos invocados. En lo que
respecta a la identidad de causa, estimó que su materialización ocurre cuando las acciones
de amparo que busquen ser acumuladas se fundamenten en los mismos hechos o
presupuestos fácticos -entendidos desde una perspectiva amplia-, es decir, la razones que
se invocan para sustentar la solicitud de protección. Finalmente, como su nombre lo indica,
la confluencia del sujeto pasivo se refiere a que el escrito de tutela se dirija a controvertir la
actuación del mismo accionado o demandado.”
126. Más recientemente, en los Autos 069 y 111 de 2021, esta Corporación señaló que,
en los eventos en los que un juez constitucional pretenda apartarse del conocimiento de
una acción de tutela bajo la figura de tutela masiva, le corresponde satisfacer una carga
argumentativa, lo cual implica señalar con “rigor demostrativo y coherencia” el
cumplimiento de los presupuestos que integran la triple identidad.
127. En el caso sub examine, la Sala constata que, de una parte, la oficina de reparto de
Santa Marta, pese a saber que la primera tutela sobre esta materia había sido repartida a la
Sala Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta, decidió repartir otras tutelas, sobre el
mismo asunto, al Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta; y, de otra, que ante
este juzgado intervinieron varios ciudadanos y la agente de la Procuraduría General de la
Nación, quienes pusieron de presente que se estaba ante el fenómeno de la tutela masiva y
que los expedientes debían remitirse al referido tribunal, porque compartían el mismo
objeto, causa y sujetos pasivos.
128. Frente a lo primero, para la Sala resulta difícil comprender las razones por las
cuales la oficina de reparto de Santa Marta hizo el referido reparto. Es posible que ello
pueda llegar a justificarse, pero al menos prima facie, lo hecho por esta oficina genera
serias inquietudes.
130. Luego de revisar los documentos que obran en el expediente y, en particular, las
dos acciones de tutela de las cuales conoció el Tribunal Superior de Santa Marta, la Sala no
puede compartir los argumentos expuestos por el a quo. En dichas acciones, como en las
que se han estudiado en esta sentencia, hay tres elementos comunes. El primer elemento
es que los actores son ciudadanos, que no son candidatos, que pretender la protección de
su derecho a elegir. El segundo elemento es que dichos actores pretenden que se
impartiera órdenes a las autoridades electorales, en particular al CNE y a la RSM. El tercer
elemento es que los actores solicitaban que dichas órdenes consistieran en inscribir al
ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía de Santa Marta por el
partido político Fuerza Ciudadana.
131. Como puede verse, las acciones repartidas al tribunal y las acciones repartidas al a
quo tienen la misma pretensión: que se ordene a las autoridades electorales la inscripción
del ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza como candidato a la Alcaldía de Santa Marta; por
lo tanto, comparten un mismo objeto. La parte pasiva es la misma, pues las accionadas,
más allá del matiz de que en algún caso es solo la RSM y en otros ésta y el CNE, se dirigen
contra las autoridades electorales que, a juicio de los actores, son las competentes para
decidir sobre dicha inscripción y, por lo tanto, al negarla, vulneran los derechos
fundamentales, a partir de la valoración de los actores. Finalmente, las acciones de tutela
se fundamentan en una misma causa, en la medida en que los hechos o presupuestos
fácticos son los mismos: la negativa de la inscripción del referido ciudadano como
candidato.
132. Para la Sala, los anteriores elementos objetivos son suficientes para no compartir
los argumentos expuestos por el a quo. En este estado de análisis, se podría decir que
existe una diferencia valorativa, que no suele ser infrecuente en el sistema judicial. Sin
embargo, la Sala encuentra, con mucha preocupación, que los argumentos del a quo se
fundan en una circunstancia que no corresponde a la realidad. En efecto, sostiene el a quo
que las acciones de tutela conocidas por el tribunal se centraban en la revocatoria de la
inscripción de la candidata Carmen Patricia Caicedo Omar. Esto no corresponde
objetivamente a lo que hay en el expediente.
136. De otra parte, instará al Consejo Superior de la Judicatura para que, de una parte,
tome las medidas necesarias para implementar prontamente un sistema de información
que les permita a las oficinas de reparto cumplir con las reglas de reparto de las tutelas
masivas y, de otra, a través de la Escuela Rodrigo Lara Bonilla, capacite adecuadamente al
personal de las oficinas de reparto sobre el manejo de las tutelas masivas.
137. La legitimidad en la causa por pasiva. La legitimación por pasiva se refiere a “la
capacidad legal de quien es el destinatario de la acción de tutela para ser demandado, pues
[es quien] está llamado a responder por la vulneración o amenaza del derecho
fundamental, una vez se acredite la misma en el proceso.”[54] En efecto, el artículo 5 del
Decreto Ley 2591 de 1991 establece que la acción de tutela procede contra “toda acción u
omisión de las autoridades públicas que haya violado, viole o amenace violar cualquiera de
los derechos de que trata el artículo 2 de esta ley.”
138. En el caso sub examine, las tutelas se dirigen contra la RSM. Conforme al artículo
2° del Decreto 1010 de 2000, el objeto de la Registraduría Nacional del Estado Civil es,
entre otros asuntos, organizar los procesos electorales y los mecanismos de participación
ciudadana. El artículo 4° ibidem define como misión de esta entidad la de “garantizar la
organización y transparencia del proceso electoral, la oportunidad y confiabilidad de los
escrutinios y resultados electorales, contribuir al fortalecimiento de la democracia
mediante su neutralidad y objetividad, promover la participación social en la cual se
requiera la expresión de la voluntad popular mediante sistemas de tipo electoral en
cualquiera de sus modalidades (…).” Finalmente, el artículo 5 de esta normativa enumera
como funciones de la registraduría “[p]roteger el ejercicio del derecho al sufragio y otorgar
plenas garantías a los ciudadanos, actuando con imparcialidad, de tal manera que ningún
partido o grupo político pueda derivar ventaja sobre los demás”, “[a]sesorar y prestar el
apoyo pertinente en los procesos de elecciones de diversa índole en que las disposiciones
legales así lo determinen” y “coordinar con los organismos y autoridades competentes del
Estado las acciones orientadas al desarrollo óptimo de los eventos electorales y de
participación ciudadana.”
139. Por otra parte, el artículo 3° del Decreto Ley 2085 de 2019 establece que el CNE –
que fue vinculado por el juez de primera instancia–, tiene como objeto regular,
inspeccionar, vigilar y controlar toda la actividad electoral de los partidos y movimientos
políticos, de los grupos significativos de ciudadanos, de sus representantes legales,
directivos y candidatos, garantizando el cumplimiento de los principios y deberes que a
ellos corresponden. Asimismo, dentro de sus funciones está ejercer la suprema inspección,
vigilancia y control de la organización electoral; revisar de oficio o por solicitud los
escrutinios y los documentos electorales concernientes a cualquiera de las etapas del
proceso administrativo de elección con el objeto de que se garantice la verdad de los
resultados y, especialmente, “[d]ecidir la revocatoria de la inscripción de candidatos a
Corporaciones Públicas o cargos de elección popular, cuando exista plena prueba de que
aquellos están incursos en causal de inhabilidad prevista en la Constitución y la ley. En
ningún caso podrá declarar la elección de dichos candidatos.”
140. De las normas citadas se concluye que las entidades accionada y vinculada son las
encargadas de velar por el buen desarrollo de las elecciones y la protección de los derechos
políticos de los ciudadanos. En esa medida, se estima son las responsables de decidir sobre
la inscripción de los candidatos o sobre la revocatoria de la misma, conducta a la cual los
actores atribuyen la vulneración de sus derechos fundamentales. Por lo tanto, la RSM y el
CNE tiene legitimidad por pasiva.
144. El ad quem soporta su postura en las Sentencias T-1232 de 2004 y T-411 de 2017,
en las cuales se precisa la legitimidad por activa en materia de derechos políticos.
149. Respecto de Álvaro Moisés Ninco Daza, la Sala encontró que, al ser miembro del
comité inscriptor de la candidatura de Gustavo Petro Urrego a la Presidencia de la
República, estaba legitimado para gestionar los intereses del grupo significativo de
ciudadanos Colombia Humana. Por su parte, Petro Urrego también estaba legitimado para
actuar, al ser el representante legal del movimiento político.
150. Sin embargo, respecto las personas que votaron por Gustavo Petro en la segunda
vuelta a la Presidencia, esta Corte concluyó que no eran personas que pudieran
identificarse o sobre las que se pudiera determinar que legitimaron de algún modo a los
accionantes para representar sus intereses en la acción de tutela. Por lo cual, carecían los
accionantes y su apoderado de una debida representación de aquel electorado. En
consecuencia, no se probó la legitimación en la causa por activa de aquel grupo de
electores.
151. De igual modo, en la Sentencia T-516 de 2014, la Corte analizó el caso de una
electora del exalcalde Gustavo Petro Urrego, quien interpuso una acción de tutela, en vista
de que, a su juicio, la Procuraduría General de la Nación vulneró su derecho político a
elegir, al destituir e inhabilitar al entonces alcalde de la capital. La Corte encontró que la
actora estaba legitimada para actuar, en cuanto, en efecto, había ejercido su derecho al
voto. En ese sentido, se vislumbraba una presunta vulneración de los derechos políticos de
la accionante.
152. Con todo, debe tenerse en cuenta que tal decisión se adoptó porque, de acuerdo
con esta Corporación, el derecho a elegir y ser elegido se afecta cuando “quien es elegido,
por cualquier motivo no puede ejercer sus funciones, [por lo que] los ciudadanos a los
cuales representa ven menguado el ejercicio del poder a través suyo, y por tanto, comienza
a amenazarse uno de los derechos políticos que, valga repetir, no desaparecen en el
momento de la elección”. En otras palabras, el derecho a elegir se ve vulnerado cuando
quien fue elegido popularmente no puede ejercer sus funciones, pues afecta la
participación ciudadana en la conformación, ejercicio y control del poder político. Por esa
razón, en estos casos, la Corte ha exigido prueba de que el accionante haya ejercido su
derecho al voto.
153. Bajo este contexto, la Sala debe destacar que en el presente asunto la decisión de
la Registraduría Especial de Santa Marta no tenía la potencialidad de afectar el derecho a
elegir de los actores, sino únicamente el derecho a ser elegido del señor Agudelo Apreza,
que es el que ciertamente se busca amparar con la acción de tutela. Ciertamente, los
ciudadanos podían ejercer su derecho al voto. De este modo, lo que se cuestiona es que no
se hubiera aceptado la inscripción como candidato de otra persona, con el argumento de
que con ello se vulneran sus derechos fundamentales.
154. En vista de las anteriores circunstancias, la Sala advierte que, en el presente caso,
si lo que se pretende es cuestionar la negativa a inscribir al ciudadano Jorge Luis Agudelo
Apreza como candidato, la legitimidad por activa para hacerlo corresponde a él mismo, o
incluso al representante legal del partido político Fuerza Ciudadana, pero no a cualquier
otra persona, que simplemente manifiesta ser simpatizante de dicho partido, como lo
indicaron los accionantes en este caso.
155. Del mismo modo, la Sala debe poner de presente que ninguno de los actores obra
en nombre del referido ciudadano. En efecto, no actúan como sus representantes o como
sus agentes oficiosos. Lo que pretenden es la protección de sus derechos fundamentales,
no de los del mentado ciudadano. Como se dejó en claro en la Sentencia T-1232 de 2004,
los actores no pueden alegar un desconocimiento de su derecho político a elegir, con
fundamento en la pretendida vulneración de los derechos fundamentales de un tercero.
156. La circunstancia de que el ciudadano Jorge Luis Agudelo Apreza haya coadyuvado
la acción de tutela presentada por el señor Javier José Yepes Conde, no modifica, a juicio de
la Sala, la anterior conclusión. La coadyuvancia implica la defensa de unos intereses en una
posición subordinada a una de las partes, adhiriéndose a sus pretensiones y sin poder
actuar con autonomía respecto de ella.[57] En el contexto de este caso, el coadyuvante no
es un segundo actor, sino un sujeto que apoya la demanda de tutela, valga decir, apoya la
pretensión de que se declare la violación del derecho del actor y, en consecuencia, se
proceda a dar las órdenes necesarias para su protección y restablecimiento.
158. En vista de las anteriores circunstancias, en este caso no se cumple con el requisito
de legitimidad por activa. Esto es suficiente para considerar que las acciones de tutela
objeto de revisión son improcedentes y, por tanto, es también suficiente para confirmar la
sentencia del ad quem.
159. Por las razones anteriores, la Sala Quinta de Revisión confirmará la Sentencia del
23 de noviembre de 2023, dictada por la Sala Tercera de Decisión del Tribunal Superior de
Santa Marta, que revocó la providencia proferida el 23 de octubre de 2023 por el Juzgado
Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta.
III. DECISIÓN
RESUELVE
Tercero. INSTAR al Consejo Superior de la Judicatura para que, de una parte, tome las
medidas necesarias para implementar prontamente un sistema de información que les
permita a las oficinas de reparto cumplir con las reglas de reparto de las tutelas masivas y,
de otra, a través de la Escuela Rodrigo Lara Bonilla, capacite adecuadamente al personal de
las oficinas de reparto sobre el manejo de las tutelas masivas.
Cuarto. Por Secretaría General, LÍBRESE la comunicación revista en el artículo 36 del
Decreto 2591 de 1991.
Magistrado
Magistrado
Magistrada
Secretaria General
[1] La Circular 01 de 2017 de la Corte Constitucional establece que los proyectos de
providencia a cargo de la Sala Plena incluirán una síntesis de la decisión al final de la parte
considerativa. No obstante, en este proyecto se ubica al inicio de la decisión para atender
la pauta de lenguaje claro, en cuanto organizar la información a partir de las necesidades
de la ciudadanía y, en este caso en particular, para dar cuenta de la información más
relevante es acerca de cuál fue la decisión adoptada por la Corte.
[2] Expediente T-9.953.976. Escrito presentado por Jorge Luis Agudelo Apreza, mediante el
cual coadyuva la acción de tutela instaurada por Javier José Yepes Conde.
[3] Expediente T-9.953.076. Escrito de demanda presentado por Javier José Yepes Conde.
[4] Expediente T-9.953.976. Escrito presentado por Jorge Luis Agudelo Apreza, mediante el
cual coadyuva la acción de tutela instaurada por Javier José Yepes Conde, pág.7.
[6] Para sustentar su postura, cita un Auto del 2 de octubre de 1991 y una sentencia del 16
de septiembre de 1999, y destaca que: “El acto de inscripción es preparatorio dentro de
una actuación que culmina con el acto que declara la elección, acto definitivo, que puede
ser objeto de control de legalidad a través de la acción de nulidad electoral ante la
jurisdicción de lo contencioso administrativo, por ello, el acto de inscripción no es atacable
en forma directa, ya que cualquier examen o revisión sobre su juridicidad solo es posible
cuando se demanda conjuntamente con el acto final, en tanto su cuestionamiento sea
parte de los cargos contra este.”
[7] Expediente T-9.953.076. Escrito presentado por Jorge Luis Agudelo Apreza, mediante el
cual coadyuva la acción de tutela instaurada por Javier José Yepes Conde, pág.7.
Concretamente, cita la Sentencia C-490 de 2011.
[8] (i) La solicitud de protección debe tener una aparente viabilidad respaldada en
fundamentos fácticos posibles y jurídicos razonables; (ii) debe existir un riesgo probable de
que la protección del derecho o la salvaguarda del interés público puedan verse afectados
considerablemente por el tiempo transcurrido durante el trámite de revisión; (iii) la medida
provisional no debe generar un daño desproporcionado a quien afecta directamente.
[9] Expediente digital T-9.953.076. Denuncia interpuesta por Hernando Zabaleta Echeverry
en contra del juez cuarto laboral del circuito de Santa Marta.
[10] Expediente digital T-9.953.976. Respuesta del Consejo Nacional Electoral a la acción de
tutela, pág.13.
[11] Expediente digital T-9.953.076. Correo remitido por el señor Jesús María Henríquez
[12] Mediante el auto del 11 de octubre de 2023, el despacho se pronunció sobre los
expedientes con número de radicado 470013333001220230037100,
47001333300320230036700 y 47001310500320230027200, los cuales acumuló. Mediante
el auto del 13 de octubre de 2023, acumuló los expedientes con número de radicado
47001310500520230027300, 47001311800120230008800 y 47001311800220230008300.
Finalmente, mediante el auto del 20 de octubre de 2023, acumuló el expediente con
número de radicado 47001333300620230037500.
[13] Expediente digital T-9.953.076. Solicitud de parte del señor Edilfonso Orozco Barros
[14] Expediente digital T-9.953.076. Agencia Especial No.063 del 13 de octubre de 2023.
[15] Las reglas de las tutelas masivas se encuentran, entre otros, en los Autos 136 de 2021,
211 y 212 de 2020.
[16] “ARTÍCULO 1°. Modificación del artículo 2.2.3.1.2.1 del Decreto 1069 de 2015.
Modifíquese el artículo 2.2.3.1.2.1 del Decreto 1069 de 2015, el cual quedará así:
"Artículo 2.2.3.1.2.1. Reparto de la acción de tutela. Para los efectos previstos en el artículo
37 del Decreto 2591 de 1991, conocerán de la acción de tutela, a prevención, los jueces
con jurisdicción donde ocurriere la violación o la amenaza que motivare la presentación de
la solicitud o donde se produjeren sus efectos, conforme a las siguientes reglas: (…)
3. Las acciones de tutela dirigidas contra las actuaciones del Contralor General de la
República, del Procurador General de la Nación, del Fiscal General de la Nación, del
Registrador Nacional del Estado Civil, del Defensor del Pueblo, del Auditor General de la
República, del Contador General de la Nación, del Consejo Nacional Electoral, así como, las
decisiones tomadas por la Superintendencia Nacional de Salud relacionadas con medidas
cautelares y de toma de posesión e intervención forzosa administrativa para administrar o
liquidar, de cesación provisional, o de revocatoria total o parcial de habilitación o
autorización de funcionamiento, con fundamento en los artículos 124 y 125 de la Ley 1438
de 2011, serán repartidas, a los Tribunales Superiores de Distrito Judicial o a los Tribunales
Administrativos.”
[17] “ARTÍCULO 87. FIRMEZA DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS. Los actos administrativos
quedarán en firme: (…)
3. Desde el día siguiente al del vencimiento del término para interponer los recursos, si
estos no fueron interpuestos, o se hubiere renunciado expresamente a ellos.
4. Desde el día siguiente al de la notificación de la aceptación del desistimiento de los
recursos (…)”.
[18] Expediente digital T-9.953.076. Solicitud remitida por la Sala Penal del Tribunal
Superior de Bogotá.
[19] Expediente digital T-9.953.076. Correo remitido por el Juzgado Cuarto Laboral del
Circuito de Santa Marta.
[20] Expediente digital T.-9.953.076. Sentencia del 23 de octubre de 2023, proferida por el
Juzgado Cuarto Laboral del Circuito de Santa Marta.
[21] Expediente digital T-9.953.076. Impugnación presentada por Hiran Ramírez, pág.4.
[22] Expediente digital T-9.953.076. Impugnaciones remitidas por los ciudadanos Jesús
Henríquez, Diego Sánchez y Víctor Alegría.
[26] La Corte debe poner de presente que en la sentencia citada por la Procuraduría
General de la Nación, la Sala Plena explicó el control de convencionalidad interamericano.
Dentro de este control, en efecto, “las autoridades estatales deben tener en cuenta no solo
el texto de la CADH (y de otros tratados internacionales sobre derechos humanos), sino
también la interpretación que de esta ha hecho la Corte IDH. En consecuencia, la
jurisprudencia interamericana resulta especialmente relevante, porque es el principal
medio por el cual la Corte IDH interpreta la CADH.” Así las cosas, según el artículo 68.1 de
la CADH, los Estados deben cumplir con las sentencias en las cuales han sido condenados,
para lo cual deben interpretar la sentencia como un todo, de tal forma que se entiendan de
forma sistemática las consideraciones y las órdenes impartidas. No obstante, la figura del
CCI, en los términos en los que la ha desarrollado la Corte IDH, impone a los Estados tener
en cuenta los precedentes y lineamientos jurisprudenciales de la Corte IDH, contenidos en
sentencias en las que no han sido parte, así como en sus opiniones consultivas.
[27] Esto, por cuanto el 17 de octubre de 2023 había proferido sentencia respecto del
expediente 47-001-22-05-000-2023-00087-00 actor RAFAEL FELIPE TRUJILLO ARIAS
accionados CONSEJO NACIONAL ELECTORAL – CNE - DR. ALFONSO CAMPO MARTÍNEZ,
REGISTRADURÍA NACIONAL DEL ESTADO CIVIL – DR. ALEXANDER VEGA ROCHA - Y
REGISTRADURÍA ESPECIAL DEL ESTADO CIVIL DE SANTA MARTA.
[28] Los accionantes fueron: José Vicente Bonilla Paredes, Martha Ladino Pertuz, Anselmo
Gabriel Ahumada Linero, Sara Cristina Espinoza Morales, Jorge Mario Bolaño Patiño y
Stefanny Vanessa Filla Cechar.
[29] Adicionalmente, los señores Javier José Yepes Conde y Jorge Luis Agudelo Apreza
remitieron solicitudes de aclaración. Sin embargo, posteriormente desistieron.
[30] Artículo 33 del Decreto 2591 de 1991 dispone: “La Corte Constitucional designará dos
de sus magistrados para que seleccionen, sin motivación expresa y según su criterio, las
sentencias de tutela que habrán de ser revisadas. Cualquier magistrado de la Corte, o el
Defensor del Pueblo, podrá solicitar que se revise algún fallo de tutela excluido por éstos
cuando considere que la revisión puede aclarar el alcance de un derecho o evitar un
perjuicio grave. Los casos de tutela que no sean excluidos de revisión dentro de los 30 días
siguientes a su recepción, deberán ser decididos en el término de tres meses.”
[31] Auto del 29 de febrero de 2024 proferido por la Sala de Selección de Tutelas Número
Dos. Los criterios de selección fueron “asunto novedoso” y “exigencia de aclarar el
contenido y alcance de un derecho fundamental.”
[32] Constancia del 15 de marzo de 2023 suscrita por la Secretaría General de esta
Corporación.
[34] Expediente T-9.953.076. Respuesta del Tribunal Administrativo del Magdalena al Auto
de pruebas del 3 de abril de 2024. Documento: “03Demanda.pdf,” folio 8.
[35] Ibidem.
[40] “Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica podrán inscribir
candidatos a cargos y corporaciones de elección popular previa verificación del
cumplimiento de las calidades y requisitos de sus candidatos, así como de que no se
encuentran incursos en causales de inhabilidad o incompatibilidad (…)”
[42] Por error secretarial, el auto de pruebas proferido no le fue notificado al señor Jorge
Agudelo Apreza, ni se le trasladaron las pruebas. Por esa razón, por medio de decisión del
27 de junio de 2024, el magistrado sustanciador ordenó trasladarle las pruebas al señor
Agudelo Apreza y le concedió 3 días para que ejerciera su derecho de defensa.
[43] Respuesta del señor Agudelo Apreza remitida el 9 de julio de 2024, pág.16.
[44] Ibidem.
[45] Expediente T-9.953.076. Intervención de la actora Stefanny Vanessa Fills Cerchar sobre
las pruebas recibidas con ocasión del Auto proferido el 3 de abril de 2024. Documento:
“tacha de falsedad ideológica pdf.”
[46] Expediente T-9.953.076. intervención de la actora Sara Cristina Espinoza sobre las
pruebas recibidas con ocasión del Auto de pruebas del 3 de abril de 2024. Documento:
“Descorrer traslado de pruebas proceso Expediente T- 9.953.076.pdf”. Adicionalmente, se
recibió escrito de parte de Richard Alfonso Fills Rojano.
[47] Auto del 24 de mayo de 2024 proferido por la Sala de Selección de Tutelas Número
Cinco. Los criterios de selección fueron “asunto novedoso” y “exigencia de aclarar el
contenido y alcance de un derecho fundamental.”
[49] Constancia del 15 de abril de 2024 suscrita por la Secretaría General de esta
Corporación.
[50] Sobre el particular, el Artículo 2.2.3.1.3.1 dispone que “(…) Para tal fin, la autoridad
pública o el particular contra quienes se dirija la acción deberán indicar al juez competente,
en el informe de contestación, la existencia de acciones de tutela anteriores que se
hubiesen presentado en su contra por la misma acción u omisión, en los términos del
presente artículo, señalando el despacho que, en primer lugar, avocó conocimiento, sin
perjuicio de que el accionante o el juez previamente hayan podido indicar o tener
conocimiento de esa situación.” Este precepto se desarrolla en el artículo siguiente al
disponer que: “Remisión del expediente. Recibido el informe de contestación con la
indicación de haberse presentado otras acciones de tutela que cumplan con lo dispuesto
en el artículo anterior, el juez de tutela al que le hubiese sido repartida la acción remitirá el
expediente, dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes, al juez que, según dicho
informe, hubiese avocado conocimiento en primer lugar. // Para estos efectos, el juez
remitente podrá enviar la información por cualquier medio electrónico o de transferencia
de datos, sin perjuicio de la remisión física posterior. // (…) El juez al que le hubiese sido
repartida la acción podrá verificar en cualquier momento la veracidad de la información
indicativa del juez que avocó conocimiento de la acción en primer lugar.”
[52] Ibidem.
[55] Cfr. Corte Constitucional, entre otras, Sentencias T-819 de 2001, T-531 de 2002, T-711
de 2003, T-212 de 2009, T-778 de 2010, T-495 de 2013, T-561 de 2013, T-679 de 2013, T-
470 de 2014, T-540 de 2015, T-361 de 2017, T-307 de 2018, T-455 de 2019 y SU-326 de
2022.
[58] En aquel caso, el senador Rodrigo Lara Restrepo interpuso una acción de tutela, en
tanto consideró que la sentencia de anulación proferida por la Sección Tercera del Consejo
de Estado del 13 de mayo de 2009 vulneró los derechos fundamentales de los habitantes
de Neiva. En concreto, la Sala debía resolver si la Sección Tercera del Consejo de Estado al
resolver un recurso de anulación contra el laudo arbitral de 14 de agosto de 2007 y
declarar probada la causal 2º del artículo 72 de la Ley 80 de 1993 a través de su
providencia de 13 de mayo de 2009, se pronunció de fondo sobre controversias sometidas
a la decisión exclusiva del Tribunal de Arbitramento en extralimitación de su competencia,
y si con ello se vulneró el derecho al debido proceso del Municipio de Neiva en conexidad
con los principios de confianza legítima y seguridad jurídica.
Sobre la legitimación en la causa por activa, la Sala encontró que los derechos del senador
no se habían visto afectados. Tampoco podía obrar en representación de los habitantes del
municipio de Neiva, pues dentro de sus funciones no se encontraba ejercer la agencia
oficiosa o representación judicial de sus electores. En cambio, el municipio de Neiva había
intervenido de manera principal. Aunque se presentó como coadyuvante, su actuación
tuvo por objeto a protección de sus derechos fundamentales al debido proceso, seguridad
jurídica y confianza legítima conculcados aparentemente por una providencia judicial que
dejó sin efectos un laudo arbitral originado en una controversia de la cual fue parte.
[59] En la respuesta remitida el 9 de mayo de 2024 por el Juzgado Cuarto Laboral del
Circuito de Santa Marta, se adjunta el proceso de tutela No.11001020500020240. En el
escrito de tutela y en la sentencia se relata que el partido Fuerza Ciudadana instauró una
acción de tutela, debido a que se negó la inscripción del señor Jorge Agudelo Apreza como
candidato a las elecciones a la alcaldía de Santa Marta. Esta acción le correspondió a la Sala
Laboral del Tribunal Superior de Santa Marta, bajo el radicado
No.47001220500020230008700.