Bolilla II Actualizandoterminada Rocio
Bolilla II Actualizandoterminada Rocio
Bolilla II Actualizandoterminada Rocio
La sociedad como contrato: como bien dice Pisani, la sociedad siempre implica la existencia de un
contrato (social) que le da origen. Y si reúne los requisitos legales exigidos por la ley, esa sociedad
es un sujeto de derecho distinto de los socios que la integran.
5)La doctrina del contrato plurilateral de organización: con esta visión se comienza a
diferenciar doctrinariamente al contrato de sociedad del contrato de cambio, como poseedor de
una estructura distinta, en razón de la cual no le deben ser aplicables los principios e estos
últimos, que parte de la bilateralidad. Se dice que las características de la sociedad se adapta
mejor en esta construcción porque cada una de las partes es titular de derechos y obligaciones, lo
que determina una pluralidad de prestaciones a cargo de cada una de ellas, esto es asumido ante
los demás participes y hacia la sociedad (una vez constituida, para alcanzar los fines que los socios
se propusieron alcanzar) y no hay contraposición de prestaciones sino que cada una de ellas
responde a la naturaleza de la participación del socio y es independiente de las demás aunque en
conjunto conforman el medio para alcanzar los fines; la cuantía de la prestación de cada socio será
relevante para establecer la parte que recibirá el socio al distribuirse las ganancias para
determinar el poder político dentro de la sociedad, es posible el ingreso o egreso de nuevas
partes, lo que no ocurre en el contrato de cambio, salvo que se acepte una novación.
6) Las doctrinas receptadas por las legislaciones modernas y 7)la ley argentina: ante todo esto,
la doctrina nacional ha reconocido la raíz contractual de una sociedad. Y es además la solución que
la LGS en sus primeros artículos.
Nizzen: los legisladores fueron claros, ya que el art.1 dela ley 19550 asume una postura en torno a
la naturaleza jurídica del ato constitutivo de la sociedad, enrolándose categóricamente en la teoría
contractualista. Aunque la naturaleza y las características de las compañías mercantiles y en
especial las sociedades anónimas, pusieron en tela de juicio el carácter contractual del acto
constitutivo, pues la circunstancia de no existir prestaciones reciprocas o contrapuestas (sino
orientadas hacia un fin común)y fundamentalmente el hecho de que del ero acuerdo de
voluntades o de la inscripción registral del acto constitutivo pudiera surgir un nuevo sujeto de
derecho con personalidad jurídica independientemente a la de sus fundadores y con vida propia
en el mundo de los negocios fueron todos los elementos que llevaron a muchos autores a
considerar a la sociedad como producto de un acto de naturaleza compleja que presentaba
notorias e irreconciliables diferencias con el tradicional concepto del contrato. Así se elaboraron
otras doctrinas como la del acto colectivo o del acto complejo. Entre todas las doctrinas, la que
mayor predicamento obtuvo fue la teoría de la institución, nacida dentro del derecho Público,
pero adaptada al negocio societario y la cual, a diferencia de la tesis contractualista que pone
énfasis en la soberanía de la voluntad de los integrantes de la sociedad y en el principio
mayoritario como forma de adoptar resoluciones sociales, otorga preeminencia al interés “de la
empresa” por sobre el interés de los socios o accionistas, interés corporativo que todos los
integrantes de la sociedad deban respetar y al cual deben subordinarse.
Se trata la sociedad de un contrato de organización creado por el legislador como medio para
concentrar capitales para la realización de una actividad de carácter económico y a través del
cual su otorgantes disponen de un complejo de normas estructurales y funcionales destinadas a
regular permanentemente las relaciones emergentes del negocio jurídico constitutivo. Por ello, la
opinión predominante dentro de la doctrina nacional y extranjera es que el negocio jurídico por
cuya virtud se crea una sociedad, es un contrato plurilateral de organización.
La sociedad no solo resulta una regulación del derecho constitucional de asociarse con
fines útiles y una forma de ejercer libremente una actividad económica, sino que
constituye una realidad jurídica, esto es una ficción de la ley (otorgando atributos de la
personalidad como un nombre, domicilio, patrimonio, capacidad). La realidad jurídica que
la ley le reconoce es como medio técnico para que todo grupo de individuos pueda
realizar el fin licito que se propone.
De ahí que el art.2 de la ley19550 mencione que el carácter de sujeto de dicho de las
sociedades se reconoce “… con el alcance fijado en esta ley…”, lo que importa una
limitación ab initio de la personalidad reconocida.
Es lo que en doctrina hemos recordó al advertir que el conferimiento de la
personalidad jurídica importa –para la sociedad—respetar determinadas condiciones
de eso del instrumento legal, como bien lo establece el art.54, párrafo 3º de la ley
19550, que sanciona el desvió con la inoponibilidad de la personalidad jurídica
diferenciada. El carácter de sujeto de derecho asignado por la ley importa el
establecimiento –en la sociedad- de un centro diferenciado de imputación de
conductas, a la vez que la facultad para poseer también atributos diferenciados como
el nombre, domicilio y patrimonio propio.
Los limites de la sociedad se centran en lo que es legítimo, porque la sociedad debe
desarrollar una actividad tendiente a lograr el cumplimiento de su objeto social, pero sin
llegar a constituirse en un medio destinado a eludir los fines para los que fue creada, ni un
instrumento utilizado por los socios para evadir la ley o realizar a través suyo conductas
abusivas, antijurídicas o ilícitas.
1)Situaciones especiales:
a) Sociedades en formación: la ley 22903 reformó el régimen de los arts. 183 y 184 de
la ley 19550 incorporando así plenamente a la sociedad en formación como un
sujeto de derecho con capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones. La
redacción de la ley es plenamente coincidente con la tesitura de que la sociedad
nace como tal, a partir del acuerdo fundacional, constituyendo la inscripción del art.
7o un requisito de regularidad pero no de otorgamiento de personalidad, ya que la
misma resulta como expresamos del acuerdo de voluntades. Dentro de los actos
realizados durante el íter constitutivo podes distinguir:
- Actos necesarios para la constitución: Durante el íter constitutivo se imputan
directamente a la sociedad en formación y además de ella responden en forma
limitada y solidaria en este periodo los directores y fundadores. Una vez inscripta y
congruentemente con lo establecido en el art. 183 la sociedad asume
automáticamente las obligaciones provenientes de la realización de esos actos y libera
de la ilimitada y solidaria a directores y fundadores.
-Actos autorizados expresamente: Establece la imputación a la en formación de todo
tipo de actos relacionados con la actividad comercial que se propuso realizar. De
modo que hay una verdadera separación entre el patrimonio de la sociedad en
formación y el patrimonio de los socios. La única limitación es la autorización expresa.
Aquí también establece, al igual que en X Congreso Argentino de Derecho Societario,
VI Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa (La Falda,
Córdoba, 2007) 56 X o Congreso Argentino de Derecho Societario los actos relativos a
la constitución, la responsabilidad ilimitada y solidaria de los y directores.
Una vez inscripta la sociedad, la asunción de las deudas es automática y
consecuentemente los fundadores y directores quedan liberados de las mismas.
-Actos no autorizados expresamente: La ley establece que por esos actos no habrá
imputación a la Sociedad en formación y son responsables en forma ilimitada solidaria
las personas que los hubieren realizado y los directores y fundadores que los hubieren
consentido.
Entonces si se constituye una sociedad y se autoriza expresamente al Presidente del
Directorio a la compra de un inmueble destinado al de la actividad principal de la
sociedad, estamos ante un acto que se imputa a la sociedad los términos del artículo
183. Sin embargo de intentar la inscripción de dicha compra a nombre de la sociedad
en formación, el registro observará la inscripción, inscribiéndola provisionalmente por
180 días, observando que no se trata del caso previsto por el artículo 38 de la ley de
sociedades y artículos 104 y 105 del decreto 2080 (t.o. 1999). A efectos de evitar dicha
observación habitualmente se recurre a la gestión de negocios efectuada por el
Presidente de la sociedad, quien manifiesta comprar con dinero de y para la sociedad,
quien oportunamente aceptará la compra. así, se expone a un riesgo el capital
aportado por todos los socios, colocándolo bajo la titularidad de un tercero [algo más
sobre la gestión y sus riesgos]. Recordemos el artículo 38, tercer párrafo, de la ley de
sociedades: «Cuando para la transferencia del aporte se requiera la inscripción en un
registro, ésta se hará preventivamente a nombre de la sociedad en formación». El
artículo 104 del decreto 2080 t.o .1999 establece: "En el caso previsto en el artículo 38
de la ley 19550 y sus modificatorias, la anotación se practicará siempre que el
presentado para su registro reúna los requisitos: a) Que esté constituido por escritura
b) Que el propietario del inmueble transmita el dominio a la sociedad en formación c)
Que del documento resultare que el transmitente integra la sociedad y que la
transmisión la realiza como aporte." X Congreso Argentino de Derecho Societario, VI
Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa (La Falda, Córdoba,
2007) V I o Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa 57 El
artículo 105 agrega: "En el asiento resultante sólo se podrán realizar anotaciones de
medidas precautorias ordenadas contra la sociedad en formación, hasta tanto se
registre su constitución definitiva. Sin perjuicio de ello, se registrarán las transmisiones
de dominio originadas en sustitución de aportes, imposibilidad de constitución
definitiva de la sociedad o decisión de los socios de no constituirla, en cuyo caso tales
circunstancias deberán resultar suficientemente acreditadas en la documentación
presentada." Obviamente, no serían de aplicación los artículos 104 y 105 del decreto
2080 t.o. 1999, por cuanto el 104 sólo autoriza transmisiones a título de aporte y acá
la adquisición de la sociedad sería a de compra. Y respecto del 105, prohibe las
transmisiones salvo supuestos de sustitución de aportes o imposibilidad de
constitución definitiva, etcétera.El caso planteando no está contemplado en el decreto
2080, pero sí en la ley de sociedades, por lo tanto ante la observación registral habrá
que invocar la supremacía de la ley de sociedades por sobre el decreto .
En el art.2 de la ley 19550 se reconocer el carácter de sujeto de derecho de las sociedades, pero se
rentringe sus alcances, para el caso de que la técnica societaria no fuera utilizada para los fines
reconocidos por la ley. Cuando la utilización de la sociedad se desvia de ciertos fines o cuando se
abusa de esa personalidad para fines no queridos al otorgarla, es licito levantar el “velo” para
aprehender la realidad que se oculta tras ella y aplicar la normativa correspondiente a quienes
pretendieron eludirla mediante tan ilegitima manera de proceder.
2)La solución del art.54 parrafo ultimo de la ley 19550 : se concretan, abusando del
excepcional recurso de la personalidad jurídica, infinidad de maniobras que luego de la sanción de
la ley 22.903 han encontrado justo correctivo en la norma del art.54 in fine de la ley 19550.
-imputación a los socios o controlantes de la actuacion ilegitima o extrasocietaria de ente, esto es,
la aplicación concreta para ellos de la normas que quisieron ser evitadas tras la máscara de la
sociedad. Por ejemplo, cuando se trata de esconder un condominio ajo la forma de sociedad, el
condominio disfrazado de socio podrá exigir la división de este, invocando lo dispuesto en el
art,1997CCyC, sin que a ello pueda serle opuesto el plazo de duración de la sociedad o la doctrina
de los propios actos, toda vez a la ley 19550 no le interesa alentar la constitución o actuación de
sociedades meramente ficticia, a las que no reserva los excepcionales beneficios que consagra a
las entidades lícitamente constituidas y que desarrollan un fin societario.
-Satisfacción, por los socios o controlantes que hubieran hecho posible tal actuación, de los daños
y perjuicios correspondientes que resulten consecuencia de esta manera de actuar
C) Legitimacion activa y pasiva: Ello n importa sostener que cualquier demanda en donde la
personalidad juridica de una persona ideal se encuentre en discusion deba tramitar por ante el
fuero mercantil, sino solo aquellas en donde quien asume la legitimacion activa es un integrante
de la entidad. Por el contrario, cuando se trata de una demanda promovida por terceros y en la
cual se pretende hacer uso del remedio previsto en el art.54 de la ley 19550, será juez competente
el que corresponda según la índole de la pretensión del accionante.
La acción tendiente a desestimarla personalidad jurídica societaria, con los efectos previstos por el
art.54, debe sr instaurada por juicio de pleno conocimiento, tal como lo prevee el art.15 de la
misma ley, pues se trata de una acción autorizada por el ordenamiento scietario. Como excepción
a ello, se ha admitido, en los casos en que los tribunales del trabajo han aplicado la doctrina de la
inoponibilidad de la personalidad jurídica para sancionar a los integrantes de las sociedades
empleadoras, en los casos de contratación clandestina, infracapitalizacion societaria o
desaparición de la sociedad, la procedencia de promover un incidente de responsabilizar a los
fines de responsabilizar a sus integrantes, con posterioridad al dictdo de la sentencia definitiva,
cuando, durante la tramitación del preito, la sociedad ha desaparecido o ha caído en insolvencia.
D) Prescripcion.
la acción de los acreedores para impugnar la valuación de los aportes en especie en caso de
falencia, en un plazo de cinco años (art. 51).
los importes susceptibles de ser distribuidos entre los socios en razón de la liquidación social que
no fueran reclamados dentro los noventa días serán depositados en un banco oficial a disposición
de sus titulares y transcurridos tres años sin ser reclamados, se atribuirán a la autoridad escolar de
la jurisdicción respectiva (art. 111)
. la acción del accionista para impugnar la privación del derecho de suscripción preferente, ya
sea la cancelación de las suscripciones que le hubiere correspondido o los daños y perjuicios
correspondientes, cuando no es posible la cancelación por la entrega de las acciones, que deberá
ejercerse en el término de seis meses a partir del vencimiento del plazo de suscripción (art. 194).
La acción para promover la nulidad de una asamblea de una sociedad anónima, que deberá ser
ejercida dentro del plazo de tres meses contados a partir de la clausura de la asamblea (art. 251).
La derogación del Código de Comercio implicó la pérdida de vigencia del art. 848 del citado
cuerpo legal, que establecía el plazo trianual de prescripción en materia de sociedades
mercantiles. El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación al establecer los nuevos plazos de
prescripción liberatoria en los arts. 2560 y subsiguientes no estableció ninguna norma similar y
específica para las sociedades, como lo establecía el citado art. 848 ahora derogado. En
consecuencia, las acciones de prescripción derivadas del contrato social quedan alcanzadas por el
plazo general de cinco años del art. 2.560. Al no haber sido reformados, se mantienen los plazos
especiales regulados por la ley 19.550. Por otra parte, no existe ahora, a los fines de la
prescripción, ninguna distinción entre las sociedades regularmente constituidas y las que no lo
son, por lo que también las sociedades de la Seccion IV del Capitulo I de la Ley General de
Sociedades quedan incluidas en el plazo general previsto por el art. 2560 del Código. En
consecuencia, desde el punto de vista práctico, el plazo de la prescripción en materia societaria ha
aumentado de tres a cinco años, para el caso de las sociedades regulares. Resultan alcanzadas por
este plazo general de cinco años la inmensa mayoría de acciones derivadas de la ley 19.550. A
manera de ejemplo, citaremos las siguientes: Acciones emergentes por el incumplimiento de los
aportes comprometidos (art. 37). Acciones para cobrar dividendos Acciones para reclamar
remuneraciones de administradores y síndicos. Acciones vinculadas a la liquidación de la
sociedad. Acciones vinculadas con el cobro del reembolso de acciones en caso de receso. Sin
embargo, las acciones derivadas de las diferentes responsabilidades que la ley 19.550 establezca
en contra de la sociedad, socios, administradores, integrantes de los órganos de fiscalización u
otras personas, quedan alcanzadas por la norma del art. 2561, segunda parte, que establece el
plazo de tres años para la responsabilidad civil, sin ninguna clase de distinción sobre el origen de la
misma. Ello ocurriría, por ejemplo, con las acciones derivadas de los art. 276 a 279 y 298 de la ley
19.550. Este aumento del plazo de prescripción no parece conveniente para la seguridad y el
tráfico jurídico generado por las sociedades comerciales. Se había sostenido con razón, en
referencia al régimen del derogado Código de Comercio, que para imponer un plazo más
abreviado de prescripción en materia societaria, el legislador había tenido en cuenta la función
económica de las sociedades comerciales, que se constituyen para realizar empresas que por su
vastedad y carácter aleatorio superan los recursos e iniciativas individuales, de lo cual resulta que
el comercio social implica, frente al comercio individual una más intrincada red de negocios, un
más intenso movimiento de capitales, un mayor cúmulo de riesgos; por consiguiente, si en los
demás campos de la actividad comercial se ha sentido vivamente la necesidad de que las
relaciones jurídicas se definan con rapidez, tal necesidad se manifiesta aún con mayor intensidad
en el campo de las sociedades4 . VIII. Conclusiones. De acuerdo a lo expresado anteriormente, se
pueden extraer las siguientes conclusiones: a) La sanción del Código Civil y Comercial de la Nación
trajo importantes consecuencias en materia societaria, por la nueva regulación del código civil
unificado y por las reformas a la ley societaria. b) La derogación del art. 848 del Código de
Comercio ha implicado la inclusión de la prescripción de las acciones societarias en el nuevo plazo
general de cinco años del art. 2.560 del nuevo Código, ante la falta de una nueva norma específica
para esta materia. c) Las diferentes acciones de responsabilidad consagradas por la ley 19.550
resultan alcanzadas por el plazo trianual fijado para la responsabilidad civil previsto por el art.
2.561, segundo parte, del Código Civil y Comercial. d) Se mantienen los supuestos especiales de
prescripción de la ley 19.550, que no han sido alcanzado por la reforma. e) No resulta conveniente
para la seguridad y tráfico originado por las sociedades ampliar el plazo de prescripción