Tipos de Noviasgos
Tipos de Noviasgos
EL NOVIAZGO MICROONDAS
Solo un par de minutos suena la campanilla y ya está caliente. Por
eso fueron inventados los microondas, para apresurar las cosas y que
la comida esté lista más rápido que con el proceso normal. Incluso
hay algunos que como yo, sacamos la comida antes de que pasen los
dos minutos. ¿No te ha pasado?
Este sociedad nos ha invadido con sexo, desde el anuncio de una
aspirina hasta el anuncio de agua cristalina. Todos muestran a
mujeres y hombres con cuerpos esculturales como yo. ¡Como yo
hubiera querido tenerlo! De todos los olores, sabores, colores y
formas.
Todos los comerciales, series de televisión, novelas, películas (en
muchos casos basura internacional de importación) envían mensajes
directos, sin piedad, sin nada de misericordia, sin dulzura, sin amor.
Comerciales que nos atacan directamente y sin pensar. De tal forma
que estamos predispuestos en nuestras relaciones a tratar de repetir
lo que nuestra mente tiene por natural, fascinante y lleno de
supuestos placeres.
Es allí donde nacen las relaciones microondas. Han pasado del amor a
la pasión, o sea, que en menos de dos minutos de estar juntos, suena
la campanilla y ya los dos están listos para la foto.
El diálogo se ha perdido, ya no se comunican, solamente con gemidos
indecibles o miradas de vacas locas. Las respiraciones se vuelven
más profundas y las manos ya no saben que más tocar. (Están
poseídos por un espíritu de pulpo).
Es muy fácil creer que todo eso es amor. Pero uno de los principios
más importantes cuando se ama es dar, no pedir. Y en estas
relaciones sólo piensan en satisfacer sus deseos personales. Se
vuelven egoístas, sólo piensan en sí mismos, no en consecuencias ni
en futuros. No en proyectos ni en sueños. Puede más la pasión que el
amor.
Rolando me dijo que su novia quería sexo con él porque le amaba.
Fue la misma frase que el anterior novio de ella utilizó para acostarse
con ella la primera vez. Ella lo ve como algo normal, en los dos casos
tuvo relaciones sexuales por amor. ¡Qué ironía!. Ahora no está con
ninguno de los dos.
Alguien dijo una vez que las mujeres dan sexo para recibir amor y los
hombres dan amor para recibir sexo. Esta es la expresión más
machista que he escuchado pero al mismo tiempo la más cierta.
¿Cuántas veces debo tener relaciones sexuales para descubrir que
tengo dignidad?
¿Cuántas veces debo entregar mi cuerpo para sentir amor de verdad?
¿Cuántas veces debo probar lo valiente que soy al destruir otras vidas
y destruir al mismo tiempo la mía?
La verdadera prueba de amor se da cuando la pareja es capaz de
apagar el microondas y sustituirlo por comunicación, por abrazos sin
malicia, por miradas a los ojos y no a las curvas, por conversaciones
del futuro y no pequeños placeres del presente.
El microondas tiene varias características:
Calienta sólo por un rato. Esto en otras palabras significa que son
amores pasajeros.
• Al sonar la campana todo se acaba. Es cuestión de esperar que
haya un pequeño problema, un campanazo por allí y todo se acaba.
Igual ya tuvieron lo que querían.
• Sirve para muchos y diferentes platos. Las personas involucradas
en las relaciones microondas, entran en el circulo vicioso. ¡sexo, le
dejo o me deja, busco otro! ¡sexo, le dejo o me deja busco otro....!
Una vez que me perdí el respeto ya lo demás no importa. Nos
convertimos no en plato de segunda mesa, sino de todas las mesas.
• Seguirán destruyéndose si no apagan el microondas y destruyendo
a los que quieran calentar su alimento de amor en ellos.
EL NOVIAZGO CICLÓN
Es sencillo.
Se hacen novios, se hacen promesas, se pelean, terminan y vuelven.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
Vuelven, promesas, se pelean, terminan.
El ciclo se repite una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. Es un
verdadero ciclón.
Este es uno de los noviazgos más predecibles. Ninguno como éste
muestra la madurez de los enamorados. Por supuesto, muestran la
madurez que no tienen. Creen que eso es una relación de amor. Lo
interesante de este tipo de historia es que al final casi nunca
terminan juntos. En una de las tantas peleas terminaron para
siempre. Pero esa última vez sí fue cierto. ¡Aunque todas las veces
que terminaban era cierto!
Parece que les encantan las reconciliaciones. Porque terminan sólo
por el deseo de reconciliarse. La pregunta lógica es:
¿Por qué no tienen una relación en constante reconciliación sin
necesidad de pelear?
Ellos han degenerado el amor y han generado una dependencia del
pleito, de las discusiones, de enfrentamientos para encontrar
ganadores.
Lo interesante es que siempre que uno gana, los dos pierden. Ya que
en el amor no hay ganadores, solamente personas que deben ceder
algunas áreas de su vida para lograr tener una relación seria y
estable.
Si uno de los dos demanda total atención y exige un cambio total en
su pareja sin él poner de su parte, eso no es otra cosa más que
agresión. Los dos están obligados a ceder, a comprenderse y amarse
por encima de las diferencias.
El noviazgo ciclón enferma, mantiene a los enamorados tristes la
mitad del día y felices la otra mitad. O sea, este tipo de noviazgo
produce altibajos, inestabilidad emocional y doble ánimo.
Una relación sana se manifiesta cuando:
a) Los enamorados crecen emocionalmente y no se deprimen
constantemente
b) Los enamorados discuten con buenas razones. No terminan sólo
por tontas cuestiones.
c) Los enamorados planean juntos sus proyectos futuros. No están
pensando en que si mi pareja me dice lo que no me gusta le termino.
d) Los enamorados quieren estar siempre juntos, no se dan “tiempos”
para descubrir sus mundos.
e) Estos enamorados entienden que se hacen daño si siguen juntos,
que mejor es terminar en serio y buscar nuevos rumbos.
Son buenas las discusiones porque ellas nos generan criterio. Nos
hacen debatir ideas. Pero para ello se requiere mucha madurez para;
comprender, aceptar, corregir y de ser posible cambiar.
NOVIASGOS CRÒNICOS
Cuántas veces uno piensa que es el fin, que debe separarse de su
pareja porque la relación no da para más tiempo. Las discusiones, los
celos, las peleas, los gritos, los abandonos, las excusas y las
agresiones indican que alguno debería tomar las riendas del asunto,
pero nadie se anima hacerlo.
Aunque los motivos para irse sobran, las razones para no dejar a la
otra persona aparecen si uno comienza a recordar los buenos
tiempos, las vacaciones, las amistades. Y es en ese momento cuando
uno se paraliza. Entonces entra a jugar el círculo vicioso: el miedo a
tomar la decisión equivocada paraliza y asusta.
Esta sensación es muy normal. Porque no hay nada más triste que
reconocer que la persona por la cual apostaste tanto tiempo no es
para vos y que ya no podrás verla, ni contarle tus cosas, como lo
hacías con un amigo. Es lo mismo que te digan que mañana no
podrás ver más a algún familiar y que debes conformarte con los
recuerdos.
Es común que cuando están a punto de separarse el amor surja por
momentos y traiga a relucir las virtudes y cualidades del vínculo. De
pronto, se descubre que las cosas podrían solucionarse y vuelven a
ensayarse estrategias que, seguramente, ya fueron probadas. Lo
curioso es que estos intentos por seguir adelante aparecen justo
cuando las papas están quemando.