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Capítulo 1

EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA.


RETOS PENDIENTES

MARÍA JOSÉ MORAL


Febrero 2020 (revisión del texto de 2019)

Índice
1.1 ORIENTACIÓN GENERAL 1

1.2 TRANSFORMACIONES FUNDAMENTALES DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA 2


1.2.1 Cambio de la estructura sectorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.2 Mayor grado de apertura exterior. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2.3 Transformaciones socio-económicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

1.3 CICLOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA EN LOS ÚLTIMOS 50 AÑOS 8


1.3.1 Un poco de historia: último cuarto del siglo XX . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.3.2 La consolidación como una potencia desarrollada, 1996-2007 . . . . . . . . . 11
1.3.3 La crudeza impuesta por la Gran Recesión, 2008-2013 . . . . . . . . . . . . . 16
1.3.4 Vuelta a la senda de expansión, 2014-2020 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

1.4 RETOS PENDIENTES 19

1.5 ANEXO 20

1.6 IDEAS BÁSICAS 20

1.7 GLOSARIO DE TÉRMINOS 22

BIBLIOGRAFÍA 24
Capítulo 1 1

1.1 ORIENTACIÓN GENERAL


A finales del siglo XX la economía española experimenta un intenso desarrollo
que la sitúa entre las economías más prósperas, produciendose este proceso en
un tiempo reducido en comparación con otros países cercanos. La Gran Recesión
iniciada en 2008 ha impuesto cambios estructurales en los mercados y también en
el comportamiento de los agentes. Conocer estas transformaciones es crucial para
entender tanto la situación actual como los retos económicos que quedan por salvar.
Al estudio de estas transformaciones y de la situación general de la economía
española se dedica este primer capítulo. Se inicia el análisis con un repaso
histórico del paso de una economía subdesarrollada a una economía desarrollada y
plenamente integrada en la UE junto con la identificación de las transformaciones
económicas y sociales. Seguidamente, se examinan las etapas que ha atravesado la
economía española mediante la caracterización de los ciclos económicos a través del
comportamiento de las variables macroeconómicas fundamentales: el PIB y el empleo.
En los siguientes capítulos del libro se analizará con más detalle el desempeño
de cada uno de los factores de crecimiento identificados en los ciclos económicos,
así como un análisis más profundo de cada uno de los sectores productivos e
institucionales de la economía española.

PREGUNTAS GENERALES
Durante el desarrollo económico español, ¿qué transformaciones se produjeron?
¿Cómo es la estructura productiva de la economía española en el siglo XXI?
¿Cómo ha influido la Gran Recesión en la estructura del PIB español?
¿Converge el PIB per cápita español al europeo desde 2008?
¿Qué indicadores conoce para medir la variación de precios?
2 Capítulo 1

1.2 TRANSFORMACIONES FUNDAMENTALES DE LA


ECONOMÍA ESPAÑOLA
Durante el último tercio del siglo XX, fueron muchos los factores que
contribuyeron a que se entrara definitivamente en un proceso de transformación
profundo de la economía española, en Fuentes Quintana (1988) se concretan en tres
puntos claves. En primer lugar, la necesidad de abandonar un modelo autárquico
que no permitía alcanzar la eficiencia económica y que generaba escasez de
materias primas y bienes de capital. En segundo lugar, la proximidad a los países
más desarrollados de Europa que, en su mayoría, estaban firmando acuerdos de
colaboración económica muy relevantes como el Tratado de Roma (1957) firmado por
Francia, Alemania, Italia, Bélgica y Holanda que constituyó la base de la Comunidad
Económica Europea (CEE). Por último, la presencia de nuevas posibilidades de
financiación procedentes de los ingresos por turismo, la inversión extranjera y las
remesas de los emigrantes españoles1 . Estos tres canales contribuyeron a financiar
la rápida transformación de la economía española desde un modelo autárquico y
subdesarrollado basado en la agricultura a una economía desarrollada en la que el
sector servicios es preponderante, las relaciones internacionales son una pieza clave
y el Estado de Bienestar está consolidado.
En 1960 la economía española presentaba rasgos característicos de una
economía subdesarrollada en la medida en que presenta una alta participación de la
agricultura en el PIB y el empleo, y un grado de apertura exterior muy bajo. Entre 1960
y 1974 se producen los cambios cuantitativos más relevantes que permiten alcanzar
tasas de crecimiento del PIB muy elevadas (del 7 % de media anual en términos reales)
y reducir la preponderancia del sector primario en la economía. Por ello, este período
se ha denominado la época dorada de la economía española caracterizada por una
convergencia hacia los países más ricos de Europa y un aumento en la apertura al
exterior sin precedentes. Además, estos cambios traspasaron el ámbito económico
1
En 1960, se estima que había cerca de 1,3 millones de españoles emigrantes en Latinoamérica,
fundamentalmente en Argentina y Venezuela. Sin embargo, desde la década de los sesenta,
únicamente se mantiene un flujo relevante de emigrantes hacia Venezuela. A comienzos de la década
de los setenta había cerca de 2,5 millones de españoles emigrantes, fundamentalmente, en Alemania
y Francia.
Capítulo 1 3

modificando la sociedad española como, por ejemplo, con la incorporación de la mujer


al mercado laboral.
En definitiva, se vivió una transformación significativa en un lapso de tiempo
muy reducido que es preciso conocer para entender algunos acontecimientos
posteriores. De hecho, este crecimiento tan pujante no corrigió debilidades
importantes que han dificultado (y dificultan) algunos resultados. Entre las flaquezas
que persisten en la economía española cabe señalar: el desequilibrio en la balanza
comercial, la elevada intensidad energética, la debilidad para crear empleo de calidad
o la heterogénea distribución de la actividad económica en el territorio nacional.

1.2.1 Cambio de la estructura sectorial

El motor del intenso crecimiento de la renta per cápita fue la reestructuración


de las actividades productivas con una continua reducción del peso relativo del sector
primario en el PIB y en el empleo. Esto liberó recursos hacia la industria - que durante
los años 60 lideró el fuerte crecimiento económico-, y más tarde, hacia el sector
servicios. El cambio estructural se comprueba tanto por la aportación de cada rama
productiva al VAB de la economía como por la representatividad del empleo en cada
rama respecto del conjunto de la economía. Pero este no es un fenómeno histórico
que acabó en el siglo XX, muy al contrario, ha llegado hasta la actualidad.
En De la Fuente y Freire (2000) se analizan estos cambios entre 1964 a 1993 y
se concluye: i) el sector agrícola disminuyó más de dos tercios su peso relativo en el
empleo, ii) la industria y la construcción aumentaron su participación en el empleo
total hasta 1977 pero después disminuyó por lo que al final del período prácticamente
no habían cambiado su posición, y iii) el sector servicios casi se duplicó su aportación.
La Figura 1.1 muestra la estructura sectorial en términos de ocupados en puestos de
trabajo equivalentes a tiempo completo2 . Dado que se mide en términos relativos no
aporta información sobre el cambio en el volumen total de empleo (en el Cuadro 1.3 se
muestran las cifras en términos absolutos y relativos). Para apreciar más claramente
2
Existen otras medidas para contabilizar el empleo, pero esta es más homogénea cuando se comparan
sectores con jornadas efectivas muy diferentes.
4 Capítulo 1

la magnitud de los cambios en los sectores con menos participación no se representa


el sector servicios de manera que se amplía la escala del gráfico inferior.

Figura 1.1: Estructura sectorial en España según el empleo total*


(en porcentaje, 1995-2018)
80

70

60

50

40

30

20

10

S. Primario Industria Construcción Servicios

20

15

10

S. Primario Industria Construcción

Nota: En porcentaje sobre el total de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.


Fuente: CNE y CRE para el año 2018, INE (febrero, 2019).
Capítulo 1 5

La Figura 1.1 permite comprobar que el sector primario continuó su tendencia


decreciente hasta 2008, pero desde entonces mantiene su aportación al empleo
total de la economía. Por su parte, la participación del sector industrial se mantuvo
hasta finales del siglo XX pero desde entonces comenzó a disminuir su participación,
tanto que en 2013 el número total de ocupados en la industria había caído un 30 %
respecto a la existente en el año 2000 (véase el Cuadro 1.3). No obstante, desde
2014 ha estabilizado su situación y se mantiene en torno al 13 % de los ocupados
(equivalentes a tiempo completo). El sector de la construcción experimentó una
espectacular subida en el empleo total hasta 2007, pero con la crisis la caída en el
empleo fue tan dura que perdió lo ganado durante la burbuja inmobiliaria y en 2014
registró su participación más baja (un 5,7 %), desde entonces se está recuperando
lentamente y en 2018 representa el 6,4 % de los ocupados. Por último, el sector de
servicios mantuvo su participación hasta el 2001, y desde entonces ha ido aumentando
lenta pero paulatinamente su presencia en el total de empleos y en 2018 el 76,8 % de
los puestos de trabajo corresponden al sector servicios.

1.2.2 Mayor grado de apertura exterior.

Cabe señalar como una transformación abrumadora de la economía española el


aumento de su grado de apertura que en 2018 se sitúa en el 66,7 % (se calcula como
el cociente de la suma de exportaciones e importaciones de bienes y servicios entre
el PIB).
Ya a comienzos de los años 60 se solicitó formalmente colaborar con la
Comunidad Económica Europea (CEE), pues en lo económico se tenía como punto de
referencia a Europa. En el arranque de la democracia se solicitó la plena incorporación
con el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas y la sociedad española, pero no
fue hasta junio de 1985 cuando se firmó el Acta de Adhesión del Reino de España a las
Comunidades Europeas que, junto con Portugal, pasó a ser miembro de pleno derecho
el 1 de enero de 1986. El carácter europeísta de la sociedad española era evidente,
aunque no cabe duda que desde la integración en la CEE se ha ido afianzando.
España ha mostrado en numerosas ocasiones su capacidad de esfuerzo y aptitud para
participar en todos los procesos relevantes de construcción de una Unión Europea
fuerte. Uno de los pasos más importantes se dio con el cumplimiento en 1998 de los
6 Capítulo 1

acuerdos del Tratado de Maastricht (1992) que situaron a España en el grupo de países
que pasaban de pleno derecho a integrar la Unión Económica y Monetaria (UEM) que
dio lugar a la creación del euro como moneda única. El euro se puso en circulación
(física) el 1 de enero de 2002, aunque ya había emprendido su andadura como dinero
no efectivo el 1 de enero de 1999 con 11 Estados miembros (Bélgica, Alemania, Irlanda,
España, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Austria, Portugal y Finlandia)3 . En el
Recuadro nº 1 se comenta brevemente el proceso de formación de la UEM, así como
los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht que se exigían (y exigen) para
participar en la UEM.

Recuadro nº 1:
Antecedentes de la Unión Monetaria Europea
El Informe Delors (aprobado en la cumbre de Madrid en junio de 1989) establecía que la
transición a la Unión Económica y Monetaria se produciría en tres etapas. En la primera fase se
afianzaría la cooperación entre los bancos centrales; en la segunda, se preveía la creación del
Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y una paulatina transferencia del diseño de la política
monetaria a esta institución; y, en la tercera fase, se fijarían las paridades entre las monedas
nacionales partícipes. En 1992, el Tratado de la Unión Europea (conocido como el Tratado de
Maastrich) concretó las propuestas del Informe Delors, aunque con algún cambio ya que proponía
que en la segunda etapa no se transfiriera el diseño de la política monetaria y se optó por aumentar
la coordinación entre los bancos centrales dentro del Instituto Monetario Europeo (IME). En dicho
tratado se estableció el calendario para cada una de las tres etapas de creación de la UEM y los
criterios de convergencia. A continuación, se resumen.

ETAPAS DE FORMACIÓN DE LA UEM


Primera etapa (inicio 1-7-1990):
- Liberalización de la circulación de capitales en los países de la Comunidad.
- Entrada en vigor del Mercado Único Europeo.
- Independencia de los bancos centrales (BC).
- Prohibición de que los BC financien a sus gobiernos de forma privilegiada.
- Iniciación de los planes de convergencia, en especial, para la estabilidad de precios y las
finanzas públicas.
- No modificación de la composición del ECU.
Segunda etapa (inicio 1-1-1994):
- Creación del Instituto Monetario Europeo (IME).

3
A estos 11 países se han sumado los siguientes: Grecia (2001), Eslovenia(2007), Chipre y Malta (2008),
Eslovaquia (2009), Estonia (2011), Letonia (2014) y Lituania (2015).
Capítulo 1 7

- Coordinación de las políticas monetarias de los países comunitarios.


- Cumplimiento de las condiciones de convergencia.
- Antes del 31-12-1996 se debía decidir si una mayoría de países cumplía las condiciones de
convergencia. En caso afirmativo, el Consejo Europeo elegiría la fecha de comienzo de la tercera
fase (nunca más tarde del 1-1-1999).
Tercera fase (inicio fijado por la Comisión Europea, no posterior al 1-1-1999):
- Creación del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC).
- Liquidación del IME.
- Establecimiento de un sistema de tipos de cambio fijo entre el euro y las monedas de los
países integrantes de la UEM. - Implantación del euro como moneda legal.

CRITERIOS DE CONVERGENCIA
Algunos criterios se referían al mejor comportamiento observado por un mínimo de tres
países, aunque se daba la oportunidad de valorar otras variables secundarias.
- Estabilidad en precios. La tasa media de inflación durante el año anterior al momento
del examen no debería exceder de 1,5 puntos porcentuales la tasa de inflación media de los tres
Estados miembros con mejor comportamiento en este criterio.
- Finanzas públicas. El déficit público no debía sobrepasar el 3 % del PIB (a menos que se
hubiera reducido sensiblemente la proporción sobre el PIB y se hubiera llegado a un porcentaje
próximo al 3 %; o bien, que este se sobrepasara de forma excepción y temporal). Un segundo
criterio era que la deuda pública no debería superar el 60 % del PIB.
- Estabilidad en el tipo de cambio. Al menos durante los dos años anteriores al examen, no
se debería haber devaluado la moneda.
- Tipos de interés a largo plazo. Durante el año antes del examen, el tipo de interés nominal
no debía exceder el mínimo, más dos puntos porcentuales, de los tres países con tasas de inflación
más bajas.

1.2.3 Transformaciones socio-económicas

Las fuertes transformaciones económicas han tenido su reflejo en la sociedad


española siendo especialmente relevantes la incorporación de la mujer al mercado
laboral y el impulso del Estado de Bienestar.
El aumento de la participación femenina en el mercado laboral se ha alargado
hasta la actualidad y todavía quedan posibilidades de expansión. Aunque quizás el
8 Capítulo 1

cambio más importante (por su novedad e intensidad) se produjo en la década de los


60 cuando se incorporaron a la población activa algo más de un millón de mujeres4 .
Los avances del Estado de Bienestar se apoyaron en el fuerte aumento del
PIB per cápita y abarcaron todos los ámbitos de protección social. Inicialmente, la
expansión del gasto público vino motivado por el incremento del gasto en servicios
sociales como la educación y la sanidad, pero también en protección social directa
a través de la generalización de las pensiones y la amplitud en la cobertura de
las prestaciones por desempleo. El aumento del gasto público también se debió a
la actuación en los mercados, ya que a finales de los setenta y comienzos de los
ochenta la recesión económica requirió de importantes subvenciones e incentivos a
determinadas actividades productivas. La dependencia es un pilar que se ha incluido a
partir de 2007, aunque su aplicación está siendo claramente insuficiente dada la falta
de financiación al coincidir su implantación con el inicio de la crisis.

1.3 CICLOS DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA EN LOS ÚLTIMOS


50 AÑOS
En este apartado se analizan las distintas etapas por las que ha pasado la
economía española en los últimos 50 años dede el punto de vista de los ciclos
económicos. La Figura 1.2 muestra la tasa de crecimiento del PIB real español desde
1972 hasta 2020 (siendo 2019 y 2020 previsiones). Las formas geométricas punteadas
indican las etapas de expansión y recesión de la economía española mostrando
claramente el comportamiento cíclico. Además, como se irá analizando a lo largo
del curso el ciclo económico español es muy similar al europeo pero con una mayor
amplitud, es decir, se crece más en las etapas expansivas y en las etapas recesivas se
retrocede con más intensidad.

4
En Cebrian y Moreno (2008) se realiza una exposición detallada sobre la evolución de la participación
de la mujer en el mercado de trabajo español.
Capítulo 1 9

Figura 1.2: Tasa de variación del PIB real español, 1971-2021*

10

-2

-4
1991

1996
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990

1992
1993
1994
1995

1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
Nota: Los cambios de color en la serie implican un cambio en la base. Desde 1971 a 1995 es una serie homogénea
base 1986. Desde 1995 la serie es homogénea con base SEC-2010. Las previsiones para 2020-2021 son de la
Comisión Europea. Las figuras punteadas de colores marcan los ciclos económicos.
Fuente: INE (CNE) y Comisión Europea, febrero-2020.

1.3.1 Un poco de historia: último cuarto del siglo XX

- Las crisis energéticas de los setenta


Entre 1975-1984 se asiste a un largo período de crisis económica generalizada en
los países desarrollados. Su origen es internacional como consecuencia de la subida
del precio del petróleo en 1973 (a partir del control de la OPEP), lo que se conoce
como la primera crisis energética. En España esta crisis se inició más tarde, pero fue
más intensa debido a una conjunción de factores internos de distinta índole5 . Por una
parte, factores políticos como la transición política a la democracia, y por otra, factores
económicos como la obsolescencia de la estructura productiva y la permanencia de
un marco institucional desfasado que entorpecía la actividad económica. Todo esto
explica que cuando llegó la segunda crisis energética en 1979, todavía en España
no se hubiesen adoptado reformas económicas y los efectos fueran bastante más
5
Rojo (2002) realiza una excelente revisión de la economía española en este período.
10 Capítulo 1

negativos que en los países en los que sí se ejecutaron estas medidas. En cualquier
caso, se debe señalar el esfuerzo realizado por parte de todos los agentes que cuyo
hito más importante fue la firma, en 1977, de los Pactos de la Moncloa. En estos Pactos
los agentes se comprometían a realizar ajustes para controlar la subida de precios
(durante la Transición se alcanzó el 17 % de inflación), el déficit público y el déficit
exterior.
Este escenario de recesión y de estancamiento durante una década provocó un
retroceso sustancial respecto a la mayoría de los países de nuestro entorno con la
consiguiente pérdida de convergencia real. A partir de 1984 se comenzó a implementar
reformas importantes que situaron a la economía española en condiciones para poder
crecer.

- Adhesión de España a la CEE


En 1985 se firmó el Acta de Adhesión del Reino de España a la CEE que se haría
efectiva el 1-1-1986. Los cinco años siguientes suponen un cambio de tendencia con
un crecimiento en el PIB. Además de las buenas expectativas que generó el ingreso en
la CEE, el factor interno que contribuyó a este cambio de tendencia fue la aplicación
de reformas económicas. Entre los factores externos que ayudaron a este cambio de
tendencia se encuentran la menor presión de los costes energéticos (por la reducción
del precio del petróleo) y la depreciación del dólar.
Es importante constatar que la economía española se muestra ya como
una economía desarrollada con crecimientos estables y no tan elevados como los
precedentes. En este etapa también se dinamiza el mercado laboral (por los contratos
temporales legalizados en la reforma laboral de 1984); así como la formación bruta de
capital fijo (por el crecimiento de las inversiones extranjeras directas y la preparación
de los eventos internacionales de 1992: Olimpiadas en Barcelona, Expo de Sevilla y el
Quinto Centenario).

- Primera recesión económica en el seno de la UE.


Las políticas fiscales expansivas ejecutadas en los años previos, basadas en
incrementos del gasto público para financiar la reconversión industrial y otras medidas
sociales no compensados por la parte de los ingresos, dieron lugar a un incremento
Capítulo 1 11

del déficit público (véase Borrell, 1988), cuya financiación causó un aumento de los
tipos de interés y con ello, un efecto expulsión sobre la inversión privada. Esto, unido
a la finalización de las grandes obras de infraestructuras diseñadas para los eventos
de 1992 (AVE Madrid-Sevilla, autopistas,. . . ), paralizó el crecimiento económico. A
todo ello, hubo que añadir una reducción de las inversiones extranjeras directas como
consecuencia de la crisis económica internacional de 1993.
Durante esta reducida fase recesiva del ciclo, los efectos sobre el PIB y el empleo
fueron muy nocivos y los peores desde hacía décadas: el PIB real cayó un 1 % en 1993, y
en 1994 se alcanzó una tasa de paro media en torno al 22 %, mientras la juvenil llegó al
50 %. Pero esta situación crítica sólo se mantuvo unos trimestres debido a que pronto
se volvió a políticas presupuestarias de control del déficit público y a la devaluación
de la peseta en 1993 que potenció las exportaciones y con ellas la contribución de
la demanda externa al crecimiento económico. En cualquier caso, y como ocurre
sistemáticamente en la economía española durante los períodos de crisis, se perdió
convergencia con Europa.

1.3.2 La consolidación como una potencia desarrollada, 1996-2007

El cumplimiento de las condiciones de convergencia para el ingreso en la Unión


Monetaria (véase el recuadro nº 1) se consiguió gracias a la reducción de los tipos
de interés y a la contención de la tasa de inflación. Se inició un fuerte crecimiento
económico que ha resultado ser la etapa expansiva más larga de la historia reciente
y que situó a la economía española como una de las más dinámicas de la Unión
Europea6 .
El Cuadro 1.1 presenta el PIB y el PIB per cápita (ambos en términos nominales y
reales), así como la población desde 1995 a 2018 (los datos proceden de la Contabilidad
Nacional de España, CNE, con base SEC2010 elaborada por el INE). Es fácil comprobar
que entre 1995 y 2007 se produjo un fuerte crecimiento en el PIB real con una tasa de
crecimiento media anual del 3,8 %. Si comparamos con la tasa de crecimiento del PIB
nominal (7,4 %) nos indica que el deflactor medio del PIB fue aproximadamente de un
3,6 % anual.
6
En Malo de Molina (2005) se presenta un análisis detallado de esta etapa expansiva.
12 Capítulo 1

Cuadro 1.1: El PIB y la población en España, 1995-2018


A. Evolución
Año PIB nominal Población PIB p.cápita PIB real
(mill. Euros) (miles) (euros) (ind. vol.)

1995 459.337 39.718,9 11.564,7 65,7


2000 646.250 40.554,4 15.935,4 80,3
2005 930.566 43.662,6 21.312,7 94,9
2006 1.007.974 44.360,5 22.722,3 98,8
2007 1.080.807 45.236,0 23.892,6 102,5
2008 1.116.225 45.983,2 24.274,6 103,7
2009 1.079.052 46.367,6 23.271,7 100,0
2010 1.080.935 46.562,5 23.214,7 100,0
2011 1.070.449 46.736,3 22.904,0 99,0
2012 1.039.815 46.766,4 22.234,2 96,1
2013 1.025.693 46.593,2 22.013,8 94,5
2014 1.037.820 46.455,1 22.340,3 95,8
2015 1.081.165 46.410,1 23.295,9 99,3
2016 (P) 1.118.743 46.449,9 24.084,9 102,4
2017 (A) 1.166.319 46.534,0 25.063,8 105,5
2018 (A) 1.206.878 46.733,0 25.824,9 108,1

B. Tasas de Variación
(en porcentajes)

Año PIB, pm Población PIB pc PIB real PIB pc


(nominal) (real,base 2010)

2006 8,3 1,6 6,6 4,2 2,5


2007 7,2 2,0 5,2 3,8 1,8
2008 3,3 1,7 1,6 1,1 -0,5
2009 -3,3 0,8 -4,1 -3,6 -4,4
2010 0,2 0,4 -0,2 0,0 -0,4
2011 -1,0 0,4 -1,3 -1,0 -1,4
2012 -2,9 0,1 -2,9 -2,9 -3,0
2013 -1,4 -0,4 -1,0 -1,7 -1,3
2014 1,2 -0,3 1,5 1,4 1,7
2015 4,2 -0,1 4,3 3,6 3,7
2016 (P) 3,5 0,1 3,4 3,2 3,1
2017 (A) 4,3 0,2 4,1 3,0 2,8
2018 (A) 3,5 0,4 3,0 2,5 2,1
Media
1995-2007 7,4 1,1 6,2 3,8 2,7
2008-2013 -1,7 0,3 -1,9 -1,8 -2,1
2018-2013 3,3 0,1 3,2 2,7 2,7

Notas: CNE (base SEC2010). P=Previsión, A=Avance. Población a 1 de julio en el censo.


Fuente: INE (CNE y Censos de Población), Febrero 2019.
Capítulo 1 13

También se observa otro fenómeno muy relevante, y a veces olvidado, que


consiste en un intenso crecimiento de la población. Entre 1998 y 2008, la población
creció en España un 14,8 %, siendo este aumento mayor incluso al registrado en las
décadas de los 60 y los 70 del siglo XX cuando se registró un incremento del 11,0 %
y 11,1 %, respectivamente. Además de una mayor esperanza de vida, la llegada de
inmigrantes contribuyó a explicar esta tendencia positiva.
Evidentemente, este ascenso en la población explica que el avance del PIB per
cápita real fuera inferior y se situara en el 2,7 %. En cualquier caso, se trata de un
período de doce años en los que la economía española creció a un ritmo medio
elevado que permitió que el PIB per cápita (nominal) se duplicara pasando de 11.565
euros por habitante en 1995 a 23.893 euros por habitante en 2007.

Cuadro 1.2: Estructura del PIB por sectores productivos


(a precios de mercado)

Año S. Primario Industria Construc. Servicios Imp.N. TOTAL

1995 3,9 19,8 8,6 60,2 7,5 100


2000 3,7 18,7 9,2 59,1 9,3 100
2005 2,7 16,9 10,4 59,7 10,4 100
2006 2,4 16,6 10,4 59,9 10,7 100
2007 2,4 16,4 10,1 61,1 10,0 100
2008 2,3 16,5 10,1 63,0 8,1 100
2009 2,2 15,5 9,9 65,7 6,8 100
2010 2,3 15,7 8,1 65,4 8,4 100
2011 2,3 16,0 6,9 66,7 8,1 100
2012 2,3 15,9 6,1 67,4 8,3 100
2013 2,5 16,0 5,3 67,5 8,8 100
2014 2,4 16,0 5,1 67,5 9,0 100
2015 2,6 15,9 5,2 67,0 9,3 100
2016(P) 2,7 16,0 5,3 66,7 9,3 100
2017(A) 2,7 16,3 5,6 66,1 9,3 100
2018(A) 2,6 16,1 5,8 66,0 9,5 100

Notas: A=Avance. El sector primario incluye agricultura, ganadería, silvicultura y pesca. C) La


industria incluye manufacturas, energía, industrias extractivas y gestión de residuos.
Fuente: INE (CNE, base SEC2010), febrero 2019.

Otro aspecto relevante que determina la estructura económica de un país es la


distribución del empleo entre las diferentes actividades económicas. A este respecto,
14 Capítulo 1

el Cuadro 1.3 muestra información sobre el número de empleos totales equivalente


a tiempo completos (asalariados y no asalariados) desde 1995 a 2018. Es patente el
intenso incremento de la población ocupada durante el período expansivo, ya que se
ha pasa de 13,3 millones de empleos en 1995 a 19,8 millones en 2007. Esto supuso
que, en media, se estaban creando más de 540.000 empleos (equivalentes a tiempo
completo) al año entre 1995-2007.
El Cuadro 1.2 presenta la estructura productiva que define a la actividad
económica española entre 1995 y 2018, en términos de la aportación porcentual que
cada actividad realiza al PIB nominal (descontados los impuestos netos sobre los
productos). Como ya se explicó en la sección 1.2.1, el proceso de desagrarización ha
llegado hasta el año 2008. En el año 1995, el sector primario representaba el 3,9 %
del PIB frente a un 2,3 % en 2008. En esta etapa expansiva el sector secundario
(manufacturas y energía) también ha mostrado una tendencia decreciente en su
aportación a la riqueza nacional desde el inicio del siglo XXI. Por el contrario, el
sector de la construcción exhibió un avance sin precedentes reflejo de la burbuja
inmobiliaria. Finalmente, el sector servicios continuó su avance en la aportación a la
riqueza nacional, si bien de forma muy lenta en este período expansivo.
En términos de la población ocupada, se constata la reducción de la importancia
de la agricultura, ya que su peso relativo pasó del 7,3 % en 1995 al 4,1 % en 2007,
bajando incluso en términos absolutos (de 966,4 a 805,0 mil empleos). La industria
hasta el año 2000 estuvo aumentando el número de ocupados en términos absolutos
aunque dado el ritmo de ensanchamiento del mercado laboral únicamente mantuvo
su nivel relativo (en torno al 19 %). Sin embargo, a partir de ese momento comenzaron
a disminuir los empleos en términos absolutos lo que provocó una caída en términos
relativos hasta representar el 14,8 % del total de empleos en 2007). La construcción fue
el sector que con más intensidad creó empleo en esta fase ya que pasó de 1,22 millones
de ocupados en 1995 a 2,65 millones en 2007 (acercándose incluso a la industria). Por
último, el sector servicios también aumentó significativamente su población ocupada
ganando cuota en el conjunto de empleos del país hasta alcanzar el 67,8 % del total.
Capítulo 1 15

Cuadro 1.3: Evolución del mercado de trabajo en España


A. Miles de empleos

Año S. Primario Industria Construc. Servicios TOTAL

1995 966,4 2.521,0 1.224,2 8.573,3 13.284,9


2000 942,0 3.026,8 1.846,6 10.108,2 15.923,6
2005 871,8 3.014,2 2.379,9 12.247,5 18.513,4
2006 823,8 2.968,4 2.519,6 12.880,8 19.192,6
2007 805,0 2.922,7 2.648,5 13.436,2 19.812,4
2008 775,2 2.894,3 2.336,4 13.843,9 19.849,8
2009 742,0 2.562,0 1.830,0 13.508,1 18.642,1
2010 747,1 2.485,7 1.574,1 13.341,2 18.148,1
2011 720,0 2.399,9 1.334,0 13.193,3 17.647,2
2012 696,3 2.234,3 1.093,2 12.773,4 16.797,2
2013 686,1 2.132,7 953,9 12.453,1 16.225,8
2014 691,7 2.106,1 930,7 12.665,0 16.393,5
2015 700,3 2.164,5 996,5 13.076,2 16.937,5
2016(P) 727,1 2.250,5 1.017,1 13.459,0 17.453,8
2017(A) 745,2 2.329,5 1.083,2 13.793,4 17.951,3
2018(A) 737,1 2.352,4 1.183,8 14.130,1 18.403,4

B. Porcentaje sobre el total anual

Año S. Primario Industria Construc. Servicios TOTAL

1995 7,3 19,0 9,2 64,5 100,0


2000 5,9 19,0 11,6 63,5 100,0
2005 4,7 16,3 12,9 66,2 100,0
2006 4,3 15,5 13,1 67,1 100,0
2007 4,1 14,8 13,4 67,8 100,0
2008 3,9 14,6 11,8 69,7 100,0
2009 4,0 13,7 9,8 72,5 100,0
2010 4,1 13,7 8,7 73,5 100,0
2011 4,1 13,6 7,6 74,8 100,0
2012 4,1 13,3 6,5 76,0 100,0
2013 4,2 13,1 5,9 76,7 100,0
2014 4,2 12,8 5,7 77,3 100,0
2015 4,1 12,8 5,9 77,2 100,0
2016(P) 4,2 12,9 5,8 77,1 100,0
2017(A) 4,2 13,0 6,0 76,8 100,0
2018(A) 4,0 12,8 6,4 76,8 100,0

Notas: CNE en base SEC2010. P=Previsión, A=Avance. El sector primario incluye agricultura,
ganadería, silvicultura y pesca. C) La industria incluye manufacturas, energía, industrias
extractivas y gestión de residuos.
Fuente: INE (CNE), febrero 2019.
16 Capítulo 1

Igualmente, es interesante analizar la expansión de la economía española


respecto a la registrada en los países de nuestro entorno. Para ello, se estudia la
evolución de la convergencia (real) de España con estos países en base al PIB per
cápita. La Figura 1.3 muestra el índice de convergencia real de los países de nuestro
entorno tomando como base 100 el valor del PIB per cápita (en Pariadad de Poder de
Compra, PPC) de la UE-15.
Durante la larga fase expansiva entre 1995 y 2007 España redujo la distancia
con los países de la UE-15. Un aspecto crucial, a tener en cuenta cuando se habla de
convergencia respecto a la Unión Europea, es distinguir si se compara con la UE-27 (o
UE28) o bien con la UE-15, es decir, si se consideran o no los Estados miembros que se
incorporaron en 2004 y con posterioridad (véase la nota nº 2). En efecto, en 2007, el
pib per cápita español era superior a la media de la UE-28, pero inferior a la media de
la UE-15.

1.3.3 La crudeza impuesta por la Gran Recesión, 2008-2013

Como de todos es conocido, desde 2008 la economía española entra en una


profunda crisis cuyos efectos se aprecian claramente en los Cuadros 1.1 y 1.3. Incluso
en términos nominales, el PIB per cápita disminuye entre 2008 y 2013. El retroceso
más fuerte se dio en 2009, con una caída del 4,4 % en del PIB per cápita real. Además,
a diferencia de lo que había ocurrido en el período expansivo anterior, el menor
crecimiento de la población a partir de 2009 ha contribuido a que la reducción en
el PIB per cápita no haya sido mayor durante estos años.
La crisis económica ha provocado cambios significativos en la estructura
productiva de la economía española siendo especialmente significativo el desplome
de la construcción. La industria manufacturera fue un sector muy dañado en la primera
parte de la recesión con una intensificación del ritmo al que perdía peso tanto en el
PIB como en el empleo, pero al final de la crisis este mal resultado se amortiguó algo.
De los 3.624,0 mil empleos (equivalentes a tiempo completo) que se destruyeron, en
términos netos, entre 2008 y 2013: 1.382,5 mil fueron en la construcción y 761,6 mil
en industria.
Capítulo 1 17

Figura 1.3: Convergencia real de las economías


PIB per cápita en paridad de poder de compra
120

115
114,5

110

105

100 98,5
97,8

95 96,3

92,6

90
89,2

85 85,2

80
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

UE28 Zona Euro Alemania España Francia Italia R. Unido

Nota: El nivel 100 en cada año corresponde con el PIB per cápita en ppc de la UE-15.
Fuente: Eurostat, febrero-2019.

En términos de convergencia (véase la Figura 1.3), la crisis ha supuesto un


retroceso muy fuerte para la economía española que ha retrocedido a los niveles de
comienzos del siglo XXI. Si comparamos con lo ocurrido en las economías más ricas de
la UE, sólo Italia presenta unos resultados tan negativos. Así en 2013, el PIB per cápita
español era un 17,8 % más bajo que el de la UE-15 (exactamente la misma diferencia
que nos separaba en el año 2000).
En cuanto a la entrada en la Gran Recesión varias son las hipótesis que se
han apuntado sobre sus causas, desde aquellas que proceden exclusivamente de
las economías internacionales hasta aquellas que únicamente se encuentran en
el funcionamiento de la economía española. Evidentemente, como en casi todo,
las causas se encuentran tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales
(véase Estrada et al., 2009): se produjo un problema en los mercados financieros
internacionales que se trasladó al nacional, pero hubo que unir la persistencia de
importantes desequilibrios en la economía española (como en el mercado exterior
18 Capítulo 1

y el de trabajo, así como el fuerte endeudamiento del sector privado) y el fin de


la burbuja inmobiliaria que había arrastrado al sector de la edificación residencial y
a otros sectores vinculados directamente (proveedores). Además, desde la segunda
mitad de 2011, España se enfrentó a una crisis de deuda soberana sin precedentes
(a mediados de 2012 se superaron los 500 puntos básicos de diferencial con el bono
alemán). En enero de 2014, la prima de riesgo de España frente a Alemania ya había
vuelto a los niveles de finales de 2010 (en torno a los 200 puntos básicos). En cualquier
caso, es evidente que esto supuso un sobrecoste para la financiación de la deuda
pública española en los mercados internacionales.

1.3.4 Vuelta a la senda de expansión, 2014-2020

La dureza de la recesión ha hecho necesaria la aplicación de importantes


reformas estructurales para corregir los desequilibrios existentes, si bien quedan
reformas por abordar. En cualquier caso, la reactivación de la demanda interna
está tomando el protagonismo en esta nueva senda de expansión. Los resultados
económicos de 2014 mostraron un cambio de tendencia que permitieron hablar de
una recuperación económica.
El crecimiento real ha sido muy intenso entre 2015 y 2017 (por encima del 3 %).
Sin embargo, en 2018 se ha suavizado este ritmo al crecer la economía al 2,5 % y en
2019 no se llegado al 2 %, siendo las previsiones para el 2020 inferiores (1,5 %).
Evidentemente estos buenos resultados se han trasladado al mercado de trabajo
con un crecimiento en el número de ocupados que ya los sitúa en 18,4 millones
(medido en puestos de trabajo a tiempo completo) bajando la tasa de desempleo al
13,8 % en el cuarto trimestre de 2019 (según la Encuesta de Población Activa, EPA).
Pero no se puede obviar que todavía no se ha alcanzado el número de ocupados
(en empleo total equivalente) de 2008 cuando se alcanzaron los 19,85 millones
de personas (véase el Cuadro 1.3). En esta etapa expansiva cabe destacar el buen
comportamiento de la industria que mantiene su participación en el 16,1 % y que ha
vuelto a crear empleo en términos netos.
Capítulo 1 19

1.4 RETOS PENDIENTES


Existen debilidades importantes en los sectores productivos y financieros que,
aunque se explicarán con más detalle a lo largo del libro, en este primer capítulo es
preciso apuntarlas y tenerlas en mente. Para comentar algunos de estos retos los
clasificaremos según se traten de procedencia externa o interna.
A continuación se enumeran los factores intrínsecos de la economía española
que son más acuciantes en el corto y medio plazo.
En primer lugar, es indiscutible que la situación de crisis económica ha dejado
como reto más palmario la creación de empleo. A este respecto, en 2012 se acometió
una reforma del mercado laboral cuyos resultados parece que han servido para crear
empleo pero de una calidad inferior a la deseada por lo que se debe incidir también en
este aspecto. El objetivo en el mercado de trabajo debe ser doble: crear empleo sí pero
ajustar los salarios a la productividad. A este respecto, la subida del salario mínimo
interprofesional (SMI) de un 22,3 % en diciembre de 2018 y un 5,5 % en enero de 2020
contribuye a mejorar la situación económica de los trabajadores pero, aunque durante
2019 no se ha encontrado evidencia clara de reducción de empleo, es posible que ante
una situación de lento crecimiento se produzcan efectos negativos en los empleos de
menor cualificación. Además, no hay que olvidar que existe una bolsa muy importante
de desempleados de larga duración con cualificaciones bajas que es preciso reubicar
en el mercado laboral mediante políticas adecuadas. En segundo lugar, se debe seguir
controlando la deuda pública que en 2018 se mantiene un 97,4 % del PIB por lo que
absorbe demasiados recursos. Por último, aunque sin especificar demasiado aquí es
claro que la sociedad y los agentes involucrados están solicitando reformas en otros
campos como la educación, la financiación autonómica, la transición energética de
combustibles fósiles a otros limpios o la sanidad y la atención a la dependencia. Por
último, se señala el reto de la economía digital y la aparición de nuevas plataformas
que están cambiando los modelos de negocio en muchos sectores regulados y que
tanto la Administración como los propios agentes implicados deben abordar.
Entre los factores externos se señalan el lento crecimiento en las principales
economías de la Unión Europea. Esto puede afectar por varías vías a la economía
española pero la más evidente es la lentitud en el crecimiento de las exportaciones.
20 Capítulo 1

Unido a esto hay que mencionar el Brexit que ya es efectivo desde el 31 de enero de
2020. Otro factor de inestabilidad es el cambio en la política comercial y monetaria
estadounidense que ya está mostrando consecuencias negativas en el comercio
mundial. En tercer lugar, el precio del petróleo se mantendrá en niveles más elevados
pero no superiores, en media, a los 70$ debido a la OPEP ha perdido el control al no
conseguir expulsar a los productores de shale oil (petróleo de esquisto) a través de la
técnica del fracking.

1.5 ANEXO
A lo largo del curso se comentan y explican datos estadísticos que definen la
situación de la economía española procedentes, fundamentalmente, del Instituto
Nacional de Estadística (INE) y disponibles en: http://www.ine.es. También es
interesante la base de datos de Eurostat (https://ec.europa.eu/eurostat) para realizar
comparaciones con otros Estados miembros de la UE. Además, existen otros
organismos que ofrecen información económica de interés y que se irán detallando
en las figuras y cuadros utilizados en el curso.
Por otra parte, se emplean en el texto métodos y herramientas de economía
aplicada que es conveniente tener claro cómo se calculan para entender el significado
de la información económica que trasmiten y cuyo estudio queda fuera del objetivo
de este libro. Existe numerosa bibliografía donde se explican con detalle estos
instrumentos de análisis económico que permiten un análisis descriptivo de la
economía riguroso y útil. Sin que sirva para excluir el resto, aquí recomiendo el
libro coordinado por los profesores José Carlos Fariñas y Diego Rodríguez (Fariñas y
Rodríguez, 2013).

1.6 IDEAS BÁSICAS


La economía española ha experimentado desde 1960 un profundo crecimiento
que la ha situado entre las economías más prósperas del mundo. Entre las
transformaciones cabe destacar:
Capítulo 1 21

- El paso de una economía subdesarrollada a una desarrollada en la que el sector


primario pierde peso y el sector servicios lidera la aportación del PIB.
- El acceso a la Unión Europea en 1986 ha permitido mostrar una elevada capacidad
para participar en procesos relevantes de integración. Así, en 1998 pasó a formar parte
de la Unión Económica y Monetaria (UEM), cuya expresión más axiomática fue la
creación del euro como moneda única.
- Desde el punto de vista social, ha sido clave la incorporación de la mujer al mercado
laboral y el impulso del Estado de Bienestar.
La economía española sigue una fluctuación cíclica muy similar a la europea si
bien con mayor amplitud. A continuación se resumen los hitos más importantes desde
mediados de los años setenta:
- Fase recesiva (1975-1984) que en España por coincidir con problemas económicos y
políticos-sociales es más es más dura y extensa en el tiempo.
- Fase expansiva (1985-1990): los ajustes internos, las buenas expectativas por la
incorporación a la CEE y la menor presión de los costes energéticos ayudaron al
crecimiento.
- Fase recesiva (1990-1995) muy intensa con caída en el PIB real y aumento de las tasas
de paro por encima del 20 %.
- Fase expansiva (1996-2007) muy extensa, con convergencia del PIB per cápita a la
media europea (incluso con un crecimiento sustancial de la población).
- Fase recesiva (2008-2013) con cambios en la estructura productiva (se desploma la
construcción) y una tasa de paro que llega a superar el 25 %.
- Fase de recuperación y expansión (2014-2020). Inicio del crecimiento económico
siendo fuerte entre 2015 y 2017 pero más lento a partir de 2018.
La crisis económica actual ha puesto de manifiesto que persisten retos
pendientes en numerosos campos de la economía. Serán necesarios varios años para
poner en orden todos los sectores y, en especial, conseguir que la tasa de paro baje
de dos dígitos. De hecho, tras años de crecimiento todavía en el cuarto trimestre de
2019 la tasa de paro es igual al 13,8 %.
22 Capítulo 1

1.7 GLOSARIO DE TÉRMINOS

Euro: es la moneda única que comparten actualmente 19 Estados miembros de


la Unión Europea, que forman la Zona Euro. La introducción del euro en 1999 fue un
importante paso hacia la integración europea. Dos países, Dinamarca y el Reino Unido,
han optado por la cláusula de «exclusión voluntaria» contemplada en el Tratado, que
les exime de participar en la zona del euro, mientras que el resto (muchos de los
nuevos Estados miembros más Suecia) van adoptando la moneda única a medida
que van cumpliendo los requisitos precisos. Las fechas de introducción del euro en
los Estados miembros son:
1999 Bélgica, Alemania, Irlanda, España, Francia, Italia, Luxemburgo, Países
bajos, Austria, Portugal y Finlandia
2001 Grecia
2002 Introducción de los billetes y monedas en euros
2007 Eslovenia
2008 Chipre y Malta
2009 Eslovaquia
2011 Estonia
2014 Letonia
2015 Lituania

Paridad de poder adquisitivo (versión relativa).- Tiene en cuenta que el tipo de


cambio entre dos monedas se ajusta hasta reflejar las variaciones de la inflación entre
ambos países. Se utiliza para realizar comparaciones internacionales de agregados
macroeconómicos (PIB,. . . ).
Producto interior bruto a precios de mercado (PIBpm).- Valor, a precios de
mercado luego en términos nominales, de todos los bienes y servicios finales
producidos en un territorio durante un período determinado de tiempo, generalmente
un año o trimestre.
Producto interior bruto (pm) per cápita.- Se calcula como el cociente del PIBpm
de un determinado territorio entre la población de dicho territorio.
Deflactor implícito de precios del PIB.- Mide la variación de precios de todos los
componentes del PIB.
Crecimiento económico en términos reales.- Tasa de crecimiento del PIB en
términos reales.
Capítulo 1 23

Convergencia real de la economía española.- Proceso de acercamiento entre el


índice del PIBpm per cápita de España respecto a una región de referencia, teniendo
en cuenta la paridad del poder de compra en ambas regiones.
24 Capítulo 1

Bibliografía
Borrell, J. (1988), “Evolución y tendencias del gasto público”, Papeles de Economía
Española, Vol. 37, 174–183.

Cebrian, I. y Moreno, G. (2008), “La situación de las mujeres en el mercado de trabajo


español. Desajustes y retos”, Economía Industrial, Vol. 367, 121–137.

Estrada, A., Jimeno, F.J., y Malo de Molina, J.L. (2009), “La economía española en la
UEM: los diez primeros años”, Documento Ocasional n◦ 0901, Banco de España.

Fariñas, J.C. y Rodríguez, D. (2013), Método de Economía Aplicada: Editorial Delta.

Malo de Molina, J.L. (2005), “Una larga fase de expansión de la economía española”,
Banco de España, Documento Ocasional n◦ 0505, Banco de España.

Rojo, A. (2002), “La economía española en la democracia (1976-2000)”, en Hernández


y E. Llopis F. Comín. M. ed. Historia Económica de España. Siglos X-XX: Crítica.

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