Tema 28
Tema 28
A lo largo del siglo XIX, diversas leyes, como las de 1870 y 1872, ampliaron la
jurisdicción del jurado para incluir delitos políticos y delitos comunes más graves. La
Ley de 1888 proporcionó una regulación más detallada y sirvió como antecedente para
la regulación actual del jurado, aunque sólo estuvo en vigor hasta 1907. El jurado fue
reinstaurado durante la Segunda República en 1931, pero se suspendió nuevamente con
el estallido de la Guerra Civil en 1936.
El Tribunal del Jurado lo componen nueve personas legas, más dos suplentes y
un Magistrado-Presidente, por lo general, de la Audiencia Provincial, pero si es un
acusado que goza de aforamiento, será un Magistrado del Tribunal Superior de Justicia
y, si fuese un aforado a nivel nacional, un magistrado de la Sala Segunda del Tribunal
Supremo.
La función de las nueve personas que componen el Jurado será la de dictar veredicto
declarando probados o no probados los hechos justiciables y proclamando la
culpabilidad o inculpabilidad de los acusados.
-Derecho a ser jurado: Según el art. 6 LOTJ la función de jurado es un derecho que
tienen todos los españoles ejercitable por aquellos ciudadanos en los que no concurra
motivo que lo impida
-En cuanto a la retribución, el art. 7 LOTJ: Los que deban desempeñar esta función
tienen derecho a ser retribuidos indemnizatoria.
-Como requisitos generales:el art. 8 de la LOTJ establece que: para ser miembro del
Jurado hay que ser español, mayor de edad, estar en pleno disfrute de los derechos
civiles y políticos, saber leer y escribir y ser vecino de la provincia donde se haya
cometido el delito, así como no estar impedido física o psíquicamente para desempeñar
la función del Tribunal del Jurado. El cumplimiento de estos requisitos se sabe a través
del censo electoral.
- Causas de incapacidad: aquellas personas condenadas por delitos dolosos sin
rehabilitación, los procesados con apertura de juicio oral, aquellos en detención, prisión
provisional o cumpliendo pena por delito, o los suspendidos en un procedimiento penal
en su empleo o cargo público.
- Incompatibilidades: existen varias categorías de personas incompatibles con la
función de jurado, incluyendo miembros de la Familia Real, Presidente del Gobierno y
vicepresidentes, ministros, miembros de las Cortes generales, funcionarios de alto
rango, entre otros.
- Prohibiciones:
1. Prohibición de ser jurado: Aquellas personas que sean acusadores particulares o
privados, actores civiles, acusados o terceros responsables civiles en el mismo
proceso no pueden formar parte del jurado.
2. Prohibición por relaciones que determinan el deber de abstención: Quienes
mantengan relaciones con las partes del proceso que generen el deber de abstención
para los jueces y magistrados también están prohibidos de ser jurado.
3. Prohibición por vínculos de parentesco o relación: Aquellos que tengan vínculos
de parentesco o relaciones que puedan hacerlos parciales con el magistrado-presidente
del Tribunal, el miembro del MF), el LAJ o los abogados y procuradores involucrados
en la causa no pueden ser jurados.
4. Prohibición por participación previa en la causa: Quienes hayan intervenido en la
causa como testigos, peritos, fiadores o intérpretes no pueden ser jurados.
5. Prohibición por tener un interés directo o indirecto en la causa: Aquellos con un
interés, directo o indirecto, en la causa no pueden ser jurados.
-Excusas: aquellos que hagan uso de las excusas del art. 12.
1. Los mayores de sesenta y cinco años.
2. Los que hayan desempeñado efectivamente funciones de jurado dentro de los
cuatro años precedentes al día de la nueva designación.
3. Los que sufran grave trastorno por razón de las cargas familiares.
4. Los que desempeñen trabajo de relevante interés general, cuya sustitución
originaría importantes perjuicios al mismo.
5. Los que tengan su residencia en el extranjero.
6. Los militares profesionales en activo cuando concurran razones de servicio.
7. Los que aleguen y acrediten suficientemente cualquier otra causa que les dificulte
de forma grave el desempeño de la función de jurado.
• Las prohibiciones han de ponerse en relación con el concreto caso que se va a
enjuiciar, como ser pariente del acusado, de su abogado defensor, del juez que esté
presidiendo el juicio, etc. En definitiva las prohibiciones son las causas de
recusación para jueces y magistrados en la LOPJ con algunas más.
Competencia objetiva
El Tribunal del jurado tiene competencia objetiva para conocer de los delitos contra las
personas, por funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos, contra el honor, contra
la libertad y la seguridad, entre otros: el homicidio, amenazas, omisión del deber de
socorro, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, fraudes y
exacciones ilegales. La competencia se determina si el hecho podría constituir uno de
estos delitos, en caso de homicidio solo conoce si el delito ha sido consumado, en otros
delitos el grado de ejecución no es relevante. Cuando un solo hecho pueda constituir dos
o más delitos, el TJ conocerá si al menos uno de ellos está bajo su jurisdicción.
Competencia funcional
-Juzgados de Instrucción: Será competente para instruir las causas de las que conocerá
el jurado, el Juzgado de Instrucción ordinario del lugar donde se haya cometido el
delito o el Tribunal Superior de Justicia o Tribunal Supremo en caso de que el
acusado sea aforado.
-Contra las sentencias del Tribunal Superior de Justicia cabe casación ante el Tribunal
Supremo.
Competencia territorial
Por lo que hace a la competencia territorial rigen las reglas generales de la LECrim en
virtud del artículo 5.4 LOTJ. fuero principal es el forum delicti commissi.
Hasta que comienza el juicio tienen lugar varias actuaciones: primero aquellas que se
desarrollan ante el Juzgado de Instrucción y luego las que se realizan ante el
Magistrado-Presidente.
En general, hay mayor iniciativa de las partes, por lo que aquí el principio inquisitivo
cobra especial importancia. Cuando el Tribunal del Jurado es competente, el juez de
instrucción inicia el proceso y realiza las actuaciones iniciales. Las disposiciones
específicas de la Ley del Tribunal del Jurado se aplicarán, y cuando no se especifique,
se seguirán las reglas generales del procedimiento penal de la LECRIM. El juez de
instrucción convocará a los investigados, el Ministerio Fiscal y otras partes personadas
en una comparecencia para definir la imputación. A los investigados se les
proporcionará la denuncia o querella para que estén al tanto de las acusaciones si aún no
la han recibido.
En el caso de que se opte por el auto de apertura de juicio, éste tiene una gran
importancia de cara al juicio porque en él el juez de instrucción deberá determinar
cuáles son los hechos que han sido objeto de la acusación y en virtud de los cuales se
considera oportuna la apertura del juicio, así como la determinación de las personas que
pueden ser consideradas como acusados. También en este auto deberá el juez indicar los
fundamentos jurídicos que procedan y el órgano competente para conocer del juicio.
Junto a este auto, el juez deducirá testimonios para su envío a la Audiencia Provincial,
algo importante porque a diferencia de los procedimientos ordinario y abreviado donde
una vez terminada la instrucción el juez instructor dará traslado al órgano enjuiciador de
todo lo que ha llevado a cabo en la instrucción, en el procedimiento ante el Tribunal del
Jurado no, la LOTJ en la exposición de motivos dice que el Jurado debe juzgar
exclusivamente atendiendo a las pruebas que ante él se practiquen sin tener en cuenta
las diligencias de instrucción, algo que se evita impidiendo que el Jurado las conozca.
Sólo podrán conocer, además del propio auto del juicio oral, la documentación de las
diligencias de instrucción que no se puedan reproducir en el juicio, todos los efectos e
instrumentos del delito y también aquellos otros testimonios que las partes puedan pedir
al juez para su ulterior utilización en el juicio oral. Finalmente, el juez instructor en el
propio auto de apertura del juicio emplazará a las partes para que comparezcan ante la
audiencia Provincial y se procederá por ésta a designar Magistrado Presidente.
Antes del juicio, podrán tener lugar dos actuaciones: las cuestiones previas y el auto
de hechos justiciables. Las llamadas cuestiones previas que las partes pueden plantear
al Magistrado-Presidente se resolverán por éste último mediante auto apelable ante el
Tribunal Superior de Justicia. Por último, se hayan o no planteado cuestiones previas, y
si se han planteado una vez resueltas, el Magistrado-Presidente deberá dictar el llamado
auto de hechos justiciables, que es el que va a marcar los términos del debate porque en
él el Magistrado relacionará en apartados numéricos y separados los hechos básicos que
se someten a juicio así como los hechos complementarios de los básicos, los cuales
determinan el grado de ejecución del delito, el grado de participación del acusado, así
como las circunstancias concretas que determinen la responsabilidad criminal, todo esto
siempre partiendo de los hechos que se fijaron en el auto de apertura del juicio oral.
También en el auto de hechos justiciables el Magistrado determinará qué medios de
prueba han de reputarse admitidos para practicar en el juicio, así como el señalamiento
del día y la hora en que el juicio va a comenzar.