Los Orgános Del Cuerpo y Su Relación Con Las Emociones

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Los Órganos del Cuerpo y su Relación con Las Emociones

El Hígado:
Está a cargo de descomponer y de almacenar y reconstruir la materia. Si la
vida de una persona se desmorona, y no puede llevar a cabo la tarea de
reconstruir, entonces uno almacena sensaciones de hallarse sobrecargado,
sobre-exigido, lo cual puede crear bronca, odio y resentimiento. Mucha gente
de hecho están sobrecargadas por las circunstancias de sus vidas, pero el
umbral difiere ampliamente y por supuesto muchas personas tienen distintas
neurosis cuando se sienten sobrecargadas.
Los Pulmones:
Tienen dos funciones: inspiran la vida y expresan ideas a través del habla. Si
tiene problemas con los pulmones, la expresión de uno está siendo sofocada,
no se pueden expresar libremente, en algún área de su vida.
Cuando una palabra subyuga a un niño, el niño puede convertirse ya sea en
una persona muy ruidosa y que siempre presiona a los demás para que
justamente lo escuchen, lo cual es una sobre-estimulación de los pulmones, o
nos rendimos, porque nos hallamos oprimidos y cerramos nuestra
comunicación, y entonces tenemos los pulmones débiles.
Generalmente si ustedes tienen problemas con los pulmones, es porque tienen
que hacerse oír, y aprender nuevas formas de comunicación. Y con respecto a
sentirse oprimidos, recuerden que hay cierta gente que se siente oprimida en
un segundo, uno se les acerca y ya se sienten oprimidos, eso es lo que quiero
significar. Ellos están tan llenos sin poder desagotar, por eso toda la
reducción del stress es una ayuda tan grande.
La meditación reduce al stress y si aprenden a hacerlo adecuadamente es muy
útil, pero si lo hacen solamente un rato corto esto no consigue el efecto
deseado. El Estómago:
Es la asimilación de las experiencias de nuestros ideales, y si sienten que es
demasiado lo que pasa, uno no puede asimilar las cosas adecuadamente,
entonces el estómago se puede descomponer, y el resultado de una
preocupación crea una rajadura entre la mente y las emociones.
Recuerden nuevamente que si sienten que es demasiado lo que pasa, y para
mucha gente es cierto, los que tienen muchos temas simultáneos, todo está
sucediendo demasiado y todo el tiempo, siendo ellos mismos los que están
creando todo eso, ya que son patrones de conducta, entonces hay que mirar.
El Páncreas:
Tiene que ver con el azúcar y con la dulzura de la vida, pudiendo el mismo ser
dañado por la amargura, en especial una mamá muy amargada, y hay mucha
gente sufriendo este problema.
Los Riñones:
Involucran emociones y son el canal procesador de agua más importantes, ya
que es ahí donde se almacena los temores resultantes de traumas, los cuales
dañan a la vitalidad de la persona, bloquea su motivación y su entusiasmo.
Cuando el temor se almacena en los riñones, el individuo se hallará
incapacitado de manejar situaciones emocionales futuras. El Bazo:
Retiene los fracasos, los deseos de muerte, apatía, y si una persona enfrenta
más dificultades de las que puede soportar, uno se puede dar por vencido, uno
puede creer que realmente fracasó, y pierde su voluntad para vivir, y su deseo
de vivir. Se presentan problemas de circulación y digestión, pereza, porque los
sentimientos se mueren, y uno tiene a intelectualizar todo, y uno siente este
tipo de apatía y tiernamente lo soportamos, y como que la alimentamos. Es un
problema del bazo. Las
Gónadas:
Ellos almacenan lo inconsciente, cuando uno abandona su habilidad de
manejarse uno mismo, por medio de drogas, alcohol, lastimaduras, accidentes,
cuando uno pierde su propio empoderamiento, energías externas a nosotros
pueden posesionarse de nosotros y poseernos.
Algunas personas que han abandonado su propio gobierno en algún área de su
vida, ya que a la naturaleza no le gusta el vacío y hay también agujeros en el
aura, así que generalmente tienen posesiones pegadas a ellas.
Corazón:
Tiene que ver con el amor, y el daño ocasionado al corazón siempre es por la
pérdida, cuando uno resquebraja la confianza de una persona en uno, y eso
nos conduce al temor, más pérdidas y también a la posesividad, a los celos,
egoísmo, todo eso es el daño y el corazón está roto.
La Vesícula Biliar:
Es el precursor a tener problemas cardíacos, y resulta dañado por el temor a
la pérdida, y todas las tensiones resultantes de una falta de confianza en la
vida.
Es ansiedad con respecto al futuro y acá hay que mirar el tema de la
concepción, si los padres no son positivos cuando ustedes fueron concebidos,
si el alma pasó por un momento de trauma y no fueron bienvenidos a la nueva
encarnación y hay una gran desilusión del alma acerca de la forma en la que
los padres se ocuparán del niño, entones hay problemas en la vesícula biliar.
Los Pechos:
Representan el aspecto nutriente de lo femenino, como así también a la
sexualidad y almacenan los sentimientos de la mujer con respecto a su
sexualidad y de cómo los hombres la ven.
De forma que si hay un trauma sexual, represión, resentimientos respecto a
las expectativas de su rol, entonces puede suceder un daño.
Las Piernas:
Nos llevan hacia delante, nos sostienen, los problemas se presentan cuando la
persona no ha tenido el coraje de dar un paso nuevo. Muchas veces es porque
aquellas personas no han tenido el apoyo que él o ella creyó necesitar, y
entonces comienza a tener problemas con sus piernas.
Las Manos:
Corresponden al dar y recibir, y el problema se desarrolla cuando una persona
no se siente igual a otras, y no pueden encontrar el balance justo entre el dar
y el recibir. Eso tiene que ver con si usa su fuerza de voluntad o la cede.
Este desequilibrio se produce por un ego supe desarrollado o una falta de
autoestima. El Cuello:
Es la parte flexible de la columna dorsal, es el balance de su voluntad con
flexibilidad. Un cuello duro es una actitud rígida, la tensión se siente en el
cuello cuando la propia rigidez le hace mantener a uno conceptos rígidos y
esos son desafiados. El Pelo:
Es gobernado por el hígado de modo que la pérdida de cabello se produce por
aferrarse rígidamente a la bronca o enojo. Cuando alguien impone su voluntad
sobre otros para probar simplemente su punto de vista, uno sigue trayendo a
la vista resentimientos pasados, o sea recordándolos. Y son cabeza dura.
Pueden tener problemas con el pelo. Las Caderas:
Son los puntos de equilibrio, son energía creativa asociada con la crianza de
los niños.
Es nuestra habilidad de pararnos y valernos por nosotros mismos, y la
flexibilidad en las caderas, está relacionada con su sentimiento de libertad
personal, y acá miramos a los adolescentes, en los cuales se producen temas
acerca de su primer sentimiento de separación de los padres, de las
expectativas, de sus direcciones, tenemos una entidad sexual.
Si uno se rinde al control de los padres, como adolescentes, en vez de
encontrar nuestra propia dirección, entonces las caderas no se desarrollan
adecuadamente. De modo que el deterioro de las caderas realmente surge de
una culpabilidad sexual, de modo que si sentimos culpa y resentimiento,
porque hemos permitido que otros tomen decisiones por nuestra cuenta, y no
hemos expresado nuestro poder, también tenemos deterioro en las caderas.
Las Tiroides:
Es donde almacenamos enojo, es el deseo de poder, de actitudes rígidas,
cuando las tiroides no funcionan bien. Hay una calcificación anormal en los
huesos, y que puede también desarrollar una artritis y de vuelta el cuerpo
rígido proviene de una mente rígida. El Timo:
Almacena temor y gobierna nuestro sistema inmunológico de forma que el
miedo hace que una persona retroceda y se achique y se puede perder la
integridad en una situación, y cuando esto sucede el cuerpo permite la
entrada de virus.
Cuando uno tiene un virus, hay que mirar por dónde surgió el temor en su
vida, dónde uno se achicó frente a una situación, tiene que volver a esa
situación e imaginarla en forma diferente y cambiarla y ello ayuda a combatir
el virus. Las Glándulas
Suprarrenales:
Almacenan pena y nos lleva al complejo de víctimas, ¿peleo o me escapo?
Siempre creen que hay algo ahí afuera que se va a apoderar de ellos, y los
está persiguiendo.
Cuando no están dispuestos a soportar amorosamente una experiencia
emocional dolorosa, esa persona reacciona como si el mundo fuera
responsable por su experiencia dolorosa, y se olvida de que cada persona es
responsable de su propia creación, de su vida. La Glándula Pituitaria:
Almacena pena reprimida, porque al experimentar pena o dolor, puede ser
una puerta o un portón hacia una conciencia superior, después de que los
juzgamientos de las glándulas inferiores son transmutadas.
Soportando amorosamente el dolor, justamente esto permite que nosotros
experimentemos la dualidad y reconciliar, y esto justo libera toda la parte del
juzgamiento y ayuda a la glándula pituitaria.
La dualidad representa lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo positivo
o lo negativo, a todo nivel.
La Glándula Pineal:
Necesita luz natural, de día, necesita entusiasmo y si no hay suficiente
entusiasmo en su vida, la glándula pineal no funciona adecuadamente, así que
tienen que salir a la naturaleza, porque la naturaleza a fin de hallar algo de
luz natural, y eso realmente va a ayudar.
La Columna Vertebral:
La columna vertebral representa su voluntad, la fuerza de voluntad, es como
que cuando uno no mantiene su propia visión, al enfrentarse con la presión
que viene de afuera, uno puede llegar a tener ESCOLIOSIS, la distorsión de la
columna, la que se tuerce porque su fuerza de voluntad se doblega.
Cuando uno utiliza la columna vertebral para hacer trabajo espiritual, nuestra
fuerza de voluntad está alineada con la voluntad divina, y algunas personas lo
llaman co-creación, pero realmente se trata de la columna vertebral que se
abre a la Kundalini, lo cual es simplemente la parte femenina que se halla en
la columna y a medida que nosotros nos damos cuenta de ello, ella también se
va dando cuenta. Los
Órganos Sexuales:
Son reproducción, esto por supuesto es su habilidad de expresarse
sexualmente. Puede haber una inhabilidad de recibir la parte femenina si los
padres desearon un chico del sexo opuesto, puede ser que uno se enfrenta a la
propia moralidad y está realizando un auto-castigo.

La Espalda:
Es lo que uno deja detrás suyo, lo que se quiere olvidar, lo que está en el
fondo de nuestra mente, la parte baja de la espalda es el apoyo, y el dolor en
esta parte es cuando una persona resiente al no tener el apoyo que él o ella
cree que necesita, a fin de lograr algo. La Vejiga:
Libera agua, es la expresión de manifestar exteriormente su emoción. Si la
vejiga es débil, la persona siente dificultades en expresar sus sentimientos.
El Intestino Delgado:
Es la etapa final de la digestión, es el comienzo de la absorción, provee la base
para la construcción y el crecimiento, construye su personalidad, su carácter,
su fuerza de voluntad, su confianza, pero más importante que todo es que
refleja los estados más importantes de nuestra vida.
De modo que puede que realmente no funcionemos cuando una persona sufrió
una gran vergüenza. Esa vergüenza sufrida en la primera infancia. Son muy
conscientes, muy cercanas las personas, piensan que no se están acordando o
pensando en ello, pero se acuerdan del colegio, la primera vez que
menstruaron, los niños con quienes jugaron, algún pariente que les hizo sentir
vergüenza.

El Intestino Grueso:
Tiene que ver con la materia sólida y esto nos muestra si somos capaces de
lidiar bien con todos los temas materiales.
El Intestino Grueso tiene que ver totalmente con dejar ir y soltar todas las
cosas que no nos sirven, y la incapacidad de dejar ir puede ser el resultado de
un miedo a la pérdida. ¿Qué es lo que se pierde si se deja ir? Tienen que
fijarse de vuelta en el momento de la concepción, qué es lo que formó la
actitud de la personalidad de esa persona.

¿Nos enferma la familia? (Bertold Ulsamer) El


desarrollo de problemas y enfermedades en el seno de
la familia
Los conocimientos realmente nuevos acerca de las causas de enfermedades y
problemas son más bien escasos. Tanto más llamativo resulta el enfoque
sistémico de Bert Hellinger que en la actualidad está suscitando un interés
insólito en Alemania, ampliando considerablemente la comprensión de la
psique humana.
Miremos los problemas de Monika, Robert y Marita para conocer algunas de
las situaciones que frecuentemente se nos presentan en seminarios
psicoterapéuticos.
Desde hace años, Monika vive repetidas fases de melancolía y hastío de la
vida, llegando a pensar incluso en el suicidio durante tales semanas. Este
estado de ánimo parece haberse contagiado también a su familia, dado que
ahora ya descubre síntomas similares en su hija de diez años. Robert, por su
parte, frecuentemente se ve atormentado por sentimientos de culpabilidad
que aparecen por los más mínimos motivos en su vida cotidiana. Es incapaz de
defenderse contra ellos ni tampoco encuentra las razones de fondo, por más
que lo piense. Marita, finalmente, una y otra vez fracasa en sus relaciones
sentimentales. Si bien en un principio tiene mucho éxito con los hombres,
nunca se desarrolla ninguna relación duradera y estable. Así, pues, mira con
envidia a sus antiguas compañeras de clase que, hace tiempo, encontraron sus
parejas y pudieron formar sus hogares. ¿Aún aparecerá el hombre de sus
sueños?
La persona abrumada por un problema busca las causas; busca una
explicación en las experiencias difíciles del presente y del pasado, empezando
por la reciente pérdida de su trabajo hasta las vivencias traumáticas de la
infancia. Muchas veces se encuentra lo que se buscaba, a veces, sin embargo,
no. Ni Monika ni Robert ni Marita pudieron encontrar explicaciones en las
circunstancias de sus propias vidas: los tres crecieron en situaciones similares
a las de sus coetáneos y viven en circunstancias idénticas. ¿De dónde
proviene, pues, su desdicha personal? ¿Acaso ya estaba dispuesta en sus
genes?

El enfoque de Bert Hellinger va más allá de la historia personal, abriendo una


puerta a un espacio nuevo, al espacio de la historia familiar. Basándose en su
experiencia terapéutica de decenios, Hellinger ha descubierto relaciones
sorprendentes entre el pasado y el presente. En gran parte, las raíces de
problemas se remontan a generaciones anteriores. Toda la familia, incluyendo
a nosotros mismos, está vinculada -(frecuentemente sin sentirlo ni saberlo.
Así, pues, el sufrimiento y la culpa son transmitidos de generación en
generación. Todo gira alrededor de la muerte, la injusticia, los golpes
deparados por el destino, el amor y las relaciones humanas. Así, por ejemplo,
cualquier miembro olvidado o excluido es representado por otro miembro que
nace posteriormente en el mismo sistema; su suerte se repite. Al referirse a
estas partes inconscientes que nos unen, Hellinger usa la palabra ".alma". El
alma procura que los valores, comportamientos y suertes de nuestros
antepasados sigan actuando, vibrando y buscando su realización en nuestra
propia persona. Esta lealtad es uno de los valores más supremos. Cada uno
asume el papel necesario para el sistema familiar, experimentando así una
profunda satisfacción interior. Así, pues, la muerte tiene una influencia
extraordinaria, sobre todo la muerte vivida como un hecho chocante, por
ejemplo al tratarse de un niño, o una persona joven, o cuando sucede de una
manera violenta.
Monika tiene en su familia dos hermanos fallecidos en temprana edad. Cuando
Monika tenía tres años, su hermano de cinco años murió en un accidente. A
raíz de sus investigaciones, descubre además que la primera hija de sus
padres nació muerta; esta hermana no se había mencionado nunca, quedando
así prácticamente olvidada. Cuando un hijo muere, el impacto sobre padres y
hermanos es considerable. A veces, sobre todo al tratarse de un primer hijo,
los padres no asimilan esta muerte sino que guardan el dolor en sus
corazones.

También los hermanos se sienten chocados y, de alguna manera, culpables.


Ellos siguen con vida mientras que su hermano (o hermana) tuvo que morir.
En consecuencia, frecuentemente se sienten atraídos por la muerte, ya que
desean estar allí donde sus hermanos se encuentran: "Te sigo" (esta frase
expresa su tendencia a la muerte, tendencia de la que no son conscientes. En
el caso de Monika, esta tendencia se expresa bajo la forma de melancolía,
hastío de la vida e ideas suicídales. Este efecto se da aunque Monika no haya
conocido a la hermana muerta, ni nunca haya oído hablar de ella
conscientemente. Tal muerte, sin embargo, causa profundas heridas
emocionales en los padres. Con sus antenas sensibles los demás hijos perciben
estas vibraciones y reaccionan en consecuencia.

Es esta tendencia a la muerte la desencadenante de muchas enfermedades


graves. La voluntad de vivir está debilitada y el cuerpo reacciona con
enfermedades. Otros que se sienten atraídos por la muerte toman el camino
de los excesos y las drogas. Otros sienten predilección por los deportes
peligrosos exponiéndose así a la muerte. Asimismo, más que un conductor
temerario que se fue a la muerte habrá sucumbido a la fuerza atractiva de
este "te sigo". Pero esta tendencia aún va más lejos, alcanzando incluso
generaciones posteriores. Los hijos la perciben en sus padres, y en su interior
surge otra frase: Mejor que sea yo que tú." El hijo prefiere morir antes que el
padre o la madre se mueran. Estos hijos se sienten inspirados por una
creencia mágica, pensando
que podrían llevar la suerte fatal en lugar de sus padres. Así, la hija de Monika
quisiera llevar el sufrimiento y la muerte en lugar de su madre, cayendo
melancólica ella misma.
Robert una y otra vez se siente atormentado por sentimientos de culpabilidad
de los que desconoce toda causa. También sus sentimientos se explican por la
vinculación de la familia a través de las generaciones, ya que otra ley vigente
en toda familia es la siguiente: Sentimientos importantes que fueron
reprimidos por un miembro de la familia serán adoptados y vividos por otro
miembro posterior.

Acerca de este fenómeno citaremos un ejemplo referido por Bert Hellinger en


otro contexto: Una pareja participa en un grupo. A todos los participantes les
llama la atención la excesiva e inexplicable agresividad con la que la mujer
muchas veces reacciona ante su marido. Hellinger pregunta: (¿Qué mujer en
tu sistema con razón estuvo enfadada con su marido? La mujer responde: (Mi
abuela. Ella sí que hubiera tenido motivos para estar enfadada. Su marido, mi
abuelo, la maltrataba y humillaba una y otra vez. Una vez, delante de todos los
comensales, la arrastró por los pelos a través del comedor del restaurante.
Esta abuela había reprimido su cólera, por lo que este sentimiento parece
errar por el sistema familiar buscando a alguien que lo viva. Finalmente, la
nieta adopta la cólera reprimida de la abuela, sintiéndola continuamente y
dirigiéndola contra su propio marido, en este caso, inocente. Por tanto, se le
pregunta a Robert: é ¿Qué hombre en tu familia hubiera tenido motivos reales
para sentirse culpable?" A Robert le viene a la mente que su padre, durante la
guerra, abandonó a su primera mujer y esta pereció en consecuencia. Más
tarde, su padre volvió a casarse, aparentemente olvidándose por completo de
la primera mujer. Robert descubre que él vive los sentimientos que su padre
reprimió.

El orden que reina en las familias procura que toda injusticia sea expiada. Por
tanto, una pregunta importante es ésta: ¿Hubo algún tipo de injusticia o de
culpa en la familia? Así, por ejemplo, una familia campesina vivirá como
injusticia el hecho de que no se respete la sucesión, es decir, que no sea el
hijo mayor quien herede la finca sino su hermano menor. En tales casos, esa
finca suele "traer mala suerte". Un hecho especialmente apropiado para
alborotar a una familia es un asesinato cometido por uno de sus miembros. Un
acto así no puede ser olvidado sino que requiere la expiación. El perpetrador
pierde el derecho de pertenencia a la familia y debería abandonarla. De lo
contrario, los hijos y otros miembros de la familia nacidos posteriormente se
verán implicados en la culpa. En tales casos, frecuentemente se producen más
asesinatos o suicidios en la primera o segunda generación siguiente. Así, por
ejemplo, en Alemania la culpa del Tercer Reich una y otra vez reaparece en
las familias.

En el caso de Marita se muestra otro tipo de implicaciones en el destino


familiar que aparecen con frecuencia. A pesar de su innegable éxito con el
otro sexo, todas sus relaciones amorosas acaban fracasando. ¿Cuál es la razón
de fondo? Una relación de pareja tiene buenas posibilidades de lograrse
cuando ambos
miembros son fiables y suficientemente maduros para, en algún momento,
formar una familia y cumplir el papel de padre o de madre. Para ello es
necesario que (hablando en un sentido figurativo (la madre se encuentre
detrás de la mujer, y el padre detrás del marido. Si esta relación está
perturbada, también la capacidad de establecer una relación y un vínculo se
encontrará perturbada. Una causa sistémica habitual de este trastorno radica
en el pasado de los padres: la madre o el padre tuvieron otra relación
vinculante antes de casarse, por ejemplo un gran amor, un compromiso u otro
matrimonio. Esta primera pareja también forma parte del sistema, dado que
otra ley de la familia dice que también forma parte del sistema aquél que hizo
sitio a favor de otro. Si esta persona es olvidada (como ocurre en muchas
familias (, será representado por un hijo. Así, el padre de Marita estuvo
comprometido antes de su matrimonio y se separó para casarse con la madre
de Marita. En la familia nadie habla de aquella mujer, el tema es demasiado
delicado. Marita representa a la novia anterior de su padre sin que nadie lo
sepa o advierta. Por eso, desde un principio había sido la preferida de Papá
(como representante de su primer amor. Con su madre, por lo contrario,
nunca se había entendido muy bien, ya que inconscientemente percibía la
rivalidad. Como resultado de esta situación, Marita sabe muy bien cómo jugar
con los hombres y ganárselos. Ahora bien, mientras permanezca cogida en el
campo de tensión entre el padre y la madre, le faltará la fuerza femenina
madura para un vínculo duradero.
Agudizando lo suficiente la mirada hasta llegar a las raíces de estas
conexiones, se evidencia un profundo amor original de hijos a padres. Los
hijos aman de una manera ciega e incondicional. No sólo son dependientes y
necesitados de amor como la Psicología afirmaba hasta ahora, sino que ellos
mismos aman con un amor inconsciente, fuerte. Durante toda su vida
permanecen profundamente unidos a los padres, dispuestos incluso a entregar
sus vidas por sus padres y su familia. Esta misma lealtad lleva a los hijos a
tomar sobre sí la desdicha de los padres. Así, por ejemplo, una pareja vive en
una relación infeliz. Sus hijos difícilmente tendrán el valor o la fuerza de ser
felices en sus propias relaciones. En sus corazones sería como una traición. Y
esto se aplica a todos los hijos. En la superficie, el contacto entre hijos y
padres puede haberse roto, o incluso puede que exista una relación de
hostilidad. Pero también estos hijos están al servicio de la familia, cumpliendo
misiones transmitidas de generación en generación.
¿Es posible disolver o transformar estas conexiones nefastas? Para este fin
Bert Hellinger ha desarrollado el instrumento de las constelaciones familiares
en su forma peculiar. Con la ayuda de los participantes de un grupo alguien
configura la imagen de su familia. Se configura o bien la familia de origen, es
decir la familia de la que uno proviene, con los padres, hermanos y, en caso
necesario, también miembros de otras generaciones anteriores, o bien el
sistema actual, su propia familia con el cliente como marido (la cliente como
mujer), la pareja y los propios hijos. Aquí también pertenecen las parejas
anteriores.
Cada uno de nosotros lleva en su interior la imagen de un orden en su familia.
En la constelación esta imagen se exterioriza y cobra vida. El cliente elige
representantes para cada miembro vivo o muerto de su sistema, inclusive su
propia persona. A continuación asigna a cada uno de ellos un lugar y una
dirección en qué mirar en un campo libre. En todo este proceso, sin embargo,
no se determina ninguna postura ni ningún sentimiento concreto.
Muchas constelaciones evidencian un gran número de tensiones subliminales
existentes en el sistema que los representantes expresan. Así, por ejemplo, el
representante de un hijo o un padre que en una constelación es colocado al
margen y mirando al vacío, percibe esta posición como una carga. Cada lugar
tiene su propia fuerza, de manera que cualquier persona que lo ocupe tendrá
percepciones similares. Más allá de la mera percepción, los representantes
experimentan una sorprendente variedad de sentimientos y relaciones en la
respectiva familia. El que ocupa el lugar de otra persona comunica las
tensiones percibidas en ese papel, tensiones que se disuelven en cuanto son
descubiertas y expresadas. En el trabajo concreto se emplean una serie de
frases simples con un efecto curativo. Los efectos sobre los demás
participantes de la constelación muestran si una frase es acertada y produce
un cambio real. De esta manera se permite experimentar con diferentes
soluciones posibles y comprobarlas. Un paso decisivo consiste en variar las
posiciones para así buscar un orden bueno, es decir, un orden en el que cada
participante se encuentra a gusto en su posición. Frecuentemente el orden
para una familia significa que los padres se encuentren enfrente de los hijos,
ligeramente girados el uno hacia el otro. Los hijos, a su vez, forman un
semicírculo en el que el hijo mayor ocupa el primer lugar, y después los
demás, por orden de edades. En éste ámbito resulta especialmente
beneficioso que los hasta ahora olvidados o excluidos reciban también el lugar
que les corresponde.
También la hija que murió al nacer obtiene ahora el lugar que le corresponde
al lado de los hermanos de Monika. Es como si se llenara un hueco negro en
su interior. La representante de Monika expresa su respeto ante esta hermana
con una reverencia, pronunciando la siguiente frase curativa: " Por favor
mírame con cariño." Para Robert, que vivía los sentimientos de culpabilidad
que su padre había reprimido, son otras las frases liberadoras. El se halla ante
el representante de su padre y le dice: "tu Es tu sentimiento de culpa que he
llevado durante tanto tiempo. Por favor, vuelve a cogerlo tú." En la
constelación de Marita fue especialmente importante que la novia anterior de
su padre, hasta entonces excluida, fuera introducida en la configuración del
sistema de origen. De repente está claro a quién se dirigen realmente los
sentimientos del padre, y la hija queda aliviada. Así puede volver enteramente
al papel de hija y, desde esa posición, buscar un nuevo contacto con la madre.
Al final de la constelación, el participante que configuró su sistema ocupa el
lugar de su representante. Hasta ese momento ha estado observando la
historia de su familia desde fuera, con distancia, en un proceso que puede
haber durado quince minutos o incluso toda una hora. Muchos aspectos le
habrán quedado claros. Así, pues, interioriza con todos sus sentidos la imagen
y el orden nuevos.
Como preparación de este tipo de trabajo se recomienda investigar en la
propia familia, preguntando a padres, tíos o abuelos por sucesos incisivos.
Estas serían las preguntas más importantes para aclarar hechos decisivos del
pasado: ¿Hubo casos de muertes tempranas en la familia? ¿Entre los
hermanos? ¿En la línea del padre o de la madre? ¿Hubo injusticia o culpa?
¿Infortunios? ¿Hubo algún compromiso anterior por parte del padre o de la
madre?
La red de vínculos que une a la familia se hace visible en una constelación
familiar. Lo que ocurre y se mantiene por amor, tan sólo por amor puede
encontrar la solución. Esta atmósfera constituye la base necesaria para
disolver viejos enredos e implicaciones funestas. Finalmente se encuentran un
amor y una unión más maduros, dando paso a un orden nuevo en el que cada
uno recibe un lugar bueno. Así es posible disolver tensiones antiquísimas,
perpetuadas de generación en generación, para dar lugar a una vida futura
más independiente

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