Hernández Moreno Sol Abigail
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Hernández Moreno Sol Abigail
METODOLOGÍA
DE LA INVESTIGACIÓN
Actividad 3
1er avance Proyecto de Investigación
La captura de orcas y puestas en cautiverios es una tema de debate a través de los años, y
no solo por las complicidad ética que tiene, sino que también el gran impacto ambiental y en
las poblaciones silvestres. Las orcas son animales altamente sociables e inteligentes, y al ser
retiradas de su hábitat natural sufren grandes consecuencias como su bienestar físico y
psicológico, corta esperanza de vida o problemas en la salud. La extracción de orcas de sus
hábitats naturales con uso de su exhibición en los parques acuáticos puede conllevar
grandes preocupaciones sobre la sostenibilidad ecológica y el balance de los ecosistemas
marinos, con base a esta investigación se busca alternativas que prioricen tanto la
conservación de las especies como el respeto por el bienestar animal.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Sin embargo, ahora que la información fluye libremente por todo el mundo, una mayor
conciencia de las condiciones antinaturales a las que estas orcas son obligadas a vivir ha
salido a la luz. Varios incidentes se han registrado durante los últimos años, que hacen que
mucha gente se cuestione el mantenimiento en cautiverio de ballenas orcas. Estos
incidentes incluyen accidentes, enfermedades, embarazos fallidos, muertes prematuras, e
incluso ataques a los instructores y demás seres humanos.
Muchos visitantes viajan a “Sea World” para ver al Orca más famoso de todos los tiempos (
Shamu). Sin embargo, el original Shamu murió en 1971, después de haber vivido en
cautividad durante sólo seis años. Ahora, Shamu es una marca comercial utilizada en el
mundo del mar. Hasta la fecha, 140 orcas han muerto en cautiverio, y actualmente sólo
existen 45 orcas que se sabe que viven en cautiverio. De estos, 26 son nacidos en cautiverio,
mientras que los otros diecinueve han nacido salvajes.
Algunos científicos dicen que las orcas machos viven hasta los 30 años de edad, y las
hembras viven hasta unos 50 años en lo salvaje, mientras que otros creen que los machos
viven hasta los 50 y las hembras viven hasta 90 años de edad. Sin embargo, todos los
científicos coinciden en que tanto las orcas machos y hembras en cautiverio no viven mucho
más de veinte años.
Activistas de los animales creen que las orcas sólo se tienen en cautividad para el
entretenimiento y el lucro, y no para el estudio científico. Además, consideran que cualquier
estudio científico de las orcas se realiza mejor en su hábitat natural, no en los acuarios.
Las orcas poseen el segundo cerebro más grande entre los animales del planeta. Al igual que
en los humanos, sus cerebros están muy desarrollados en las zonas de inteligencia social,
lenguaje y conciencia de sí mismas. En estado salvaje, las orcas poseen grupos familiares
unidos que comparten una cultura única y sofisticada que se transmite a lo largo de
generaciones, según se ha demostrado. El efecto psicológico de alejar a estas majestuosas
criaturas de sus familiares es una gran fuente de preocupación.
Los activistas creen que la captura y el transporte de estos animales es muy cruel, debido a
la tensión psicológica provocada por la separación de los miembros de la vaina, y el estrés
causado durante el transporte. Luego, la tensión se añade aún más cuando las orcas se
colocan en tanques con otras orcas que no son miembros de sus vainas, o con diferentes
especies de delfines.
En cautividad, las orcas son introducidas en grupos sociales artificiales. Unas pocas orcas
cautivas, como Lolita, viven completamente solas. Las orcas nacidas en cautividad suelen ser
separadas de sus madres a edades mucho menores que en estado salvaje (las orcas macho
suelen permanecer con sus madres durante toda la vida) y son trasladadas a otras
instalaciones. Kayla fue separada de su madre a los 11 meses y la trasladaron entre
propiedades de SeaWorld por todo el país en cuatro ocasiones diferentes.
Los científicos creen que los sonidos no naturales son también un problema para las orcas
en cautiverio. Los sonidos de las bombas de agua y la multitud de personas vitoreando,
interfieren con la ecolocación natural de las orcas, y tiene un impacto negativo en la
comunicación. Las orcas tienen un oído muy sensible.
Parece que ahora que el público tiene acceso a información que antes no tenían, algunos
han tomado medidas para liberar orcas de nuevo al océano. Además, la asistencia a estos
acuarios se ha reducido considerablemente en los últimos años, lo que envía un mensaje a la
industria que utiliza a las orcas con fines de lucro que ya no estamos siendo entretenidos por
las orcas en cautiverio, y preferimos verlos en su ambiente natural.
ANTECEDENTES
Finalmente se toca el tema de la realidad que sufre esta orca es similar a la que sufren
muchos animales marinos en cautiverio como: delfines, lobos marinos, pingüinos, tortugas
marinas, etc. En la investigación se habla de que en 2019 se calcula que hubo 223 animales
acuáticos en cautiverio en los dos escenarios más grandes de Argentina. La vida de estos
animales se da en cautiverio, puesto que muchos acuarios y oceanarios en vez de rehabilitar
a los animales para luego devolverlos a sus hábitats naturales, los adiestran para montar
espectáculos con ellos (Change.org, s.f.). De esta forma se obtienen ganancias monetarias
gracias a que los visitantes pagan una entrada por ingresar al sitio y entretenerse durante
unas horas. Una de las cuestiones a ver aquí es que en muchas ocasiones los visitantes
desconocen el “detrás de escena”.
Es hora, sin embargo, de poner de relieve los datos y hechos que hemos podido obtener, y
valorar si de verdad nos encontramos ante centros que preservan nuestra biodiversidad o si
no son más meros circos que realizan espectáculos con animales salvajes, a los que se les
otorga otra denominación.
Es de dominio común que no todas las especies son capaces de reproducirse en ambientes
de cautiverio, pues no todas las reproducciones de animales son sencillas, sino que en la
mayoría de los casos las especies poseen sus propios tiempos y características, por lo que
nos encontramos en la mayoría de las especies con casos de reproducción complejos.
También hoy en día, es de dominio común que tampoco todas las especies son capaces de
adaptarse a las simulaciones de sus hábitats naturales que son recreados en los zoológicos.