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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

UNIDAD ACADÉMICA PROFESIONAL TEJUPILCO

ÉTICA EN LA PSICOLOGÍA

TEMA: Códigos deontológicos

Alumna: diana laura lopez Jaramillo

DOCENTE: LIC. EN PSIC. BLANCA ESTELA AVENDAÑO TORRES

Tejupilco, México
CÓDIGOS
DEONTOLÓGICOS
CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS
´Ética deontológica , en filosofía , teorías éticas
que ponen especial énfasis en la relación entre el
deber y la moralidad de las acciones humanas . El
término deontología se deriva del griego deon ,
“deber”, y logos , “ciencia”.

En la ética deontológica, una acción se considera moralmente buena debido a alguna


característica de la acción en sí, no porque el producto de la acción sea bueno. La ética
deontológica sostiene que al menos algunos actos son moralmente obligatorios
independientemente de sus consecuencias para el bienestar humano. Expresiones como “el
deber por el deber”, “la virtud es su propia recompensa” y “que se haga justicia aunque se
derrumben los cielos” son descriptivas de esta ética.

Por el contrario, La ética teleológica (también llamada ética consecuenciales o consecuencialismo


) sostiene que el criterio básico de la moralidad es precisamente el valor de lo que una acción
produce. Las teorías deontológicas han sido calificadas de formalistas, porque su principio central
radica en la conformidad de una acción con alguna regla o ley .

El primer gran filósofo que definió los principios deontológicos fue


Immanuel Kant , el fundador alemán del siglo XVIII de la filosofía
crítica ( ver Kantismo ). Kant sostuvo que nada es bueno sin una
condición, excepto una buena voluntad, y una buena voluntad es
aquella que quiere actuar de acuerdo con la ley moral y por
respeto a esa ley, en lugar de por inclinaciones naturales.

Veía la ley moral como una Kant consideró que la obligación moral era un imperativo categórico ,
es decir, un mandato incondicional, y creía que su contenido podía ser establecido únicamente
por la razón humana. Así, el imperativo categórico supremo es: “Actúa sólo según aquella máxima
por la cual puedas querer al mismo tiempo que se convertirá en ley universal”.
Kant consideró que esa formulación del imperativo categórico era equivalente a: “Actúa de tal
manera que trata a la humanidad en tu propia persona y en la persona de todos los demás
siempre al mismo tiempo como un fin y nunca meramente como un medio”. Sin embargo, la
conexión entre esas dos formulaciones nunca ha sido del todo clara. En cualquier caso, los críticos
de Kant cuestionaron su opinión de que todos los deberes pueden derivarse de un principio
puramente formal y argumentaron que, en su preocupación por la coherencia racional,
descuidaba el contenido concreto de la obligación moral.
C A R A C T E R I S T I C A S

Autorregulación : La exigencia de la autorregulación tiene que ver con el principio de


autonomía colegial que choca después, inevitablemente, con el principio de
legalidad. Los profesionales son creadores, sujetos y objetos de las normas
deontológicas de su profesión correspondiente.

Legalidad: Exigencia de constancia en un texto identificado como normas


deontológicas. La STC 93/92 señala que, en respeto del principio de legalidad, es
conveniente que las normas deontológicas aparezcan no dispersas, sino ordenadas
en un sistema que ofrezca a todos seguridad jurídica, sistema al que ha de darse
publicidad suficiente para que todos puedan conocerlas.

Tipicidad: El principio de tipicidad se refiere a la ineludible necesidad de la


predeterminación normativa de las conductas ilícitas y sanciones correspondientes. El
TS ha admitido la flexibilización del principio de tipicidad en la materia sancionadora
en relación a los colegios profesionales, al afirmar: “La utilización de conceptos
jurídicos indeterminados es constitucionalmente lícita en materia sancionadora
cuando su concreción es razonablemente factible en virtud de criterios lógicos,
técnicos, o de experiencia que permitan ver con suficiente seguridad, la naturaleza o
características esenciales de las conductas constitutivas de la infracción tipificada;
así como la flexibilidad en la tipificación de las infracciones y en la determinación de
la sanción correspondiente, especialmente en el ámbito de la supremacía especial,
que caracteriza el derecho administrativo sancionador, sin que implique en ningún
caso discrecionalidad”.

Publicidad: Exigencia de difusión. La adecuada publicación de las distintas normas


adoptadas por el colegio, en término que garantice su conocimiento, su autenticidad
y su constancia, y que además permita la impugnación en un proceso declarativo
acerca de su validez, deviene en un requisito imprescindible para hacer posible que
su cumplimiento resulte sometido a sanciones conformes al artículo 25.1 de la
Constitución Española.20 No obstante, como ya se ha comentado anteriormente, la
publicidad no necesariamente ha de ser en el BOE.
Códigos Deontológico del
Psicólogo

Artículo 1º: Este CÓDIGO DEONTOLÓGICO de la profesión de psicólogo/a está destinado a


servir como regla de conducta profesional, en el ejercicio de la Psicología en cualquiera de
sus modalidades. El Colegio Oficial de Psicólogos lo hace suyo y de acuerdo con sus normas
juzgará el ejercicio de la profesión de los colegiados.

Artículo 2º : La actividad del psicólogo/a se rige, ante todo, por los principios de convivencia
y de legalidad democráticamente establecidos en el Estado español.

Artículo 3º En el ejercicio de su profesión el/la psicólogo/a tendrá en cuenta las normas


explícitas e implícitas, que rigen en el entorno social en que actúa, considerándolas como
elementos de la situación y valorando las consecuencias que la conformidad o desviación
respecto a ellas puedan tener en su quehacer profesional.

Artículo 4º El/la psicólogo/a rechazará toda clase de impedimentos o trabas a su


independencia profesional y al legítimo ejercicio de su profesión, dentro del marco de
derechos y deberes que traza el presente Código.
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 5º El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad humana y social, que
puede expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de vida, la
plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de la vida
individual y social.

Artículo 6ºLa profesión de psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido de
responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la aplicación de
instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la fundamentación objetiva y
científica de sus intervenciones profesionales.
Artículo 7ºEl/la psicólogo/a no realizará por sí mismo, ni contribuirá a prácticas que
atenten a la libertad e integridad física y psíquica de las personas. La intervención directa o
la cooperación en la tortura y malos tratos, además de delito, constituye la más grave
violación de la ética profesional de los/las psicólogos/as. Estos no participarán en ningún
modo, tampoco como investigadores, como asesores o como encubridores, en la práctica
de la tortura, ni en otros procedimientos crueles, inhumanos o degradantes cualesquiera
que sean las personas víctimas de los mismos, las acusaciones, delitos, sospechas de que
sean objeto, o las informaciones que se quiera obtener de ellas, y la situación de conflicto
armado, guerra civil, revolución, terrorismo o cualquier otra, por la que pretendan
justificarse tales procedimientos.
Artículo 8ºTodo/a psicólogo/a deber informar, al menos a los organismos colegiales,
acerca de violaciones de los derechos humanos, malos tratos o condiciones de reclusión
crueles, inhumanas o degradantes de que sea víctima cualquier persona y de los que tuviere
conocimiento en el ejercicio de su profesión.
Artículo 9º El/la psicólogo/a respetará los criterios morales y religiosos de sus clientes, sin
que ello impida su cuestionamiento cuando sea necesario en el curso de la intervención.
Artículo 10º En la prestación de sus servicios, el/la psicólogo/a no hará ninguna
discriminación de personas por razón de nacimiento, edad, raza, sexo, credo, ideología,
nacionalidad, clase social, o cualquier otra diferencia.
Artículo 11º El/la psicólogo/a no aprovechará, para lucro o beneficio propio o de
terceros, la situación de poder o superioridad que el ejercicio de la profesión pueda
conferirle sobre los clientes.
Artículo 12º Especialmente en sus informes escritos, el/la psicólogo/a será sumamente
cauto, prudente y crítico, frente a nociones que fácilmente degeneran en etiquetas
devaluadoras y discriminatorias, del género de normal/anormal, adaptado/inadaptado, o
inteligente/deficiente.
Artículo 13º Nunca el/la psicólogo/a realizará maniobras de captación encaminadas a
que le sean confiados los casos de determinadas personas, ni tampoco procederá en
actuaciones que aseguren prácticamente su monopolio profesional en un área
determinada.
Artículo 14
El/la psicólogo/a no prestará su nombre ni su firma a personas que ilegítimamente, sin la
titulación y preparación necesarias, realizan actos de ejercicio de la Psicología, y denunciará
los casos de intrusismo que lleguen a su conocimiento. Tampoco encubrirá con su titulación
actividades vanas o engañosas.
Artículo 15
Cuando se halle ante intereses personales o institucionales contrapuestos, procurará el/la
psicólogo/a realizar su actividad en términos de máxima imparcialidad. La prestación de
servicios en una institución no exime de la consideración, respeto y atención a las personas que
pueden entrar en conflicto con la institución misma y de las cuales el/la psicólogo/a, en
aquellas ocasiones en que legítimamente proceda, habrá de hacerse valedor ante las
autoridades institucionales.

DE LA COMPETENCIA PROFESIONAL Y DE LA
RELACIÓN CON OTROS PROFESIONALES

Artículo 16
Los deberes y derechos de la profesión de psicólogo/a se constituyen a partir de un
principio de independencia y autonomía profesional, cualquiera que sea la posición
jerárquica que en una determinada organización ocupe respecto a otros profesionales y
autoridades superiores.
Artículo 17
La autoridad profesional del psicólogo/a se fundamenta en su capacitación y cualificación
para las tareas que desempeña. El/la psicólogo/a ha de estar profesionalmente preparado
y especializado en la utilización de métodos, instrumentos, técnicas y procedimientos que
adopte en su trabajo. Forma parte de su trabajo el esfuerzo continuado de actualización de
su competencia profesional. Debe reconocer los límites de su competencia y las limitaciones
de sus técnicas.

Artículo 18
Sin perjuicio de la legítima diversidad de teorías, escuelas y métodos, el/la psicólogo/a no
utilizará medios o procedimientos que no se hallen suficientemente contrastados, dentro de
los límites del conocimiento científico vigente. En el caso de investigaciones para poner a
prueba técnicas o instrumentos nuevos, todavía no contrastados, lo hará saber así a sus
clientes antes de su utilización.
Artículo 19
Todo tipo de material estrictamente psicológico, tanto de evaluación cuanto de
intervención o tratamiento, queda reservado al uso de los/as psicólogos/as, quienes por
otra parte, se abs- tendrán de facilitarlos a otras personas no competentes. Los/las
psicólogos/as gestionarán o en su caso garantizarán la debida custodia de los documentos
psicológicos.
Artículo 20
Cuando una determinada evaluación o intervención psicológica envuelva estrechas
relaciones con otras áreas disciplinares y competencias profesionales, el/la psicólogo/a
tratará de asegurar las correspondientes conexiones, bien por sí mismo, bien indicándoselo
y orientando en ese sentido al cliente.
Artículo 21
El ejercicio de la Psicología no deberá ser mezclado, ni en la práctica, ni en su presentación
pública, con otros procedimientos y prácticas ajenos al fundamento científico de la
Psicología, cuando tal prohibición esté prevista legalmente.
Artículo 22
Sin perjuicio de la crítica científica que estime oportuna, en el ejercicio de la profesión,
el/lapsicólogo/a no desacreditará a colegas u otros profesionales que trabajan con sus
mismos o diferentes métodos, y hablará con respeto de las escuelas y tipos de intervención
que gozan de credibilidad científica y profesional.
Artículo 23
El ejercicio de la Psicología se basa en el derecho y en el deber de un respeto recíproco
entre el/la psicólogo/a y otras profesiones, especialmente las de aquellos que están más
cercanos en sus distintas áreas de actividad.

CONCLUSIÓN
En conclusión, los códigos deontológicos son fundamentales para regular el ejercicio
profesional, asegurando que las acciones de los especialistas se guíen por principios éticos que
protejan tanto a las personas como al entorno social en el que se desenvuelven. Estos códigos
promueven la responsabilidad, la confidencialidad, la justicia, la competencia y la integridad,
aspectos que son esenciales para la confianza y el bienestar de los individuos que interactúan
con los profesionales. Así, al seguir estos lineamientos, se garantiza una práctica ética y
responsable que contribuye al bien común y a la preservación de los estándares morales en
cada campo.
REFERENCIAS
Julio, U. P. (s/f). LOS CÓDIGOS
DEONTOLÓGICOS].
Unionprofesional.com. Recuperado el 17
de septiembre de 2024, de
https://www.unionprofesional.com/estudi
os/DeontologiaProfesional_Codigos.pdf

(S/f). Copmadrid.org. Recuperado el 17


de septiembre de 2024, de
https://www.copmadrid.org/webcopm/re
cursos/codigodeontologicojunio2010.pdf

Código Deontológico. (2017, diciembre


18). Colegio Profesional de Trabajo Social
de Málaga.
https://www.trabajosocialmalaga.org/co
digo-dentologico/

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