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APRENDIZAJE

Aprendizaje social sobre Bandura

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EQUIPO 5:

APRENDIZAJE SOCIAL
El aprendizaje social se basa en una teoría desarrollada por el psicólogo
Albert Bandura que propone que el aprendizaje es un proceso cognitivo
(operaciones mentales que el cerebro realiza para procesar la información,
almacenarla y analizarla) que tiene lugar en un contexto social y ocurre
puramente a través de la observación o la instrucción directa, incluso en
ausencia de reproducción motora o refuerzo directo.

Hoy, aprendemos mirando, escuchando y realizando;


al combinar estilos de aprendizaje visual, auditivo y
kinestésico para comprender nuevos conceptos o
aprender de otros, retener y ajustar ese conocimiento
a su entorno, así como desarrollar habilidades
aplicándolos a los desafíos cotidianos, en el trabajo,
en la escuela y/o en el hogar. Esto es aprendizaje
social.

Esta teoría del aprendizaje surgió de la necesidad de


explicar cómo los niños aprenden en entornos sociales, y de demostrar que
el aprendizaje no se puede explicar únicamente a través del
condicionamiento directo (refuerzo y castigo) como las teorías conductistas
de Skinner o Watson.

"La mayoría de los


comportamientos humanos se
aprenden observacionalmente a
través del modelado: desde la
observación de los demás, uno
forma una idea de cómo se realizan
los nuevos comportamientos, y en
ocasiones posteriores esta
información codificada sirve como
guía para la acción". (Bandura).
El determinismo recíproco

Bauda enfatiza la importancia del determinismo recíproco, en el cual sugiere


que el comportamiento humano está formado e influido por la interacción
entre tres factores: factores personales, factores ambientales y los
comportamientos. Según esta teoría, estos factores no solo tienen influencia
mutua y recíproca.

Siendo unos de los primeros factores se refiere a las características,


creencias, valores, actitudes y capacidades cognitivas de una persona.
Estos factores personales juegan un papel fundamental en la forma en la
que una persona interpreta y responde a su entorno. Por ejemplo, la
autoeficacia o la confianza de una persona en sus propias capacidades
puede tener una gran influencia en su comportamiento y en cómo percibe
y responde a diferentes situaciones. En el segundo factor, que es el medio
ambiente, incluye los aspectos físicos, sociales y culturales del entorno de un
individuo. Esto contempla a las personas con quienes interactúa, las
instituciones a las que pertenecen y las normas y expectativas en general de
una sociedad. Estos aspectos ambientales pueden tener un profundo
impacto en los procesos y los comportamientos de los seres humanos ya que
pueden tener un refuerzo positivo o negativo. El tercer y último factor se
refiere a las acciones y respuestas exhibidas por una persona. Según el
determinismo recíproco, el comportamiento también se conforma de la
capacidad de una persona para influir en los otros dos factores
mencionamos. De ahí el énfasis en el término «reciprocidad» pues los tres
elementos interactúan los unos con los otros de forma continua.

Las cuatro fases del aprendizaje social

Los principios del aprendizaje social de Albert Bandura son las cuatro fases
distintas que contribuyen al aprendizaje social: atención, retención,
reproducción y motivación. Estas etapas proporcionan un marco de trabajo
completo para entender cómo las personas adquieren e internalizan nueva
información y cambian su comportamiento debido a la cultura y el entorno
social.

Atención:

La fase inicial de la teoría del aprendizaje social de Bandura se centra en la


atención. Para aprender de otros, las personas primero deben prestar
atención al modelo de la persona a la que observan. Esto es esencial
porque determina el alcance en el que los estudiantes absorben y retienen
la información.

Retención:

La segunda etapa involucra decodificar y almacenar la información


observada. Para que suceda al aprendizaje social, los alumnos deben
retener la información por suficiente tiempo para poder reproducirla más
adelante. Albert Bandura sugiere que las personas crean representaciones
mentales o modelos cognitivos de los comportamientos observados, los
cuales sirven como referencia para la imitación futura.

Reproducción:

La reproducción es la tercera fase de la teoría del aprendizaje social e


involucra trasladar la información almacenada a conductas reales. Esto
pone de manifiesto la importancia de las habilidades motoras, pues los
estudiantes necesitan contar con las habilidades físicas para imitar las
acciones observadas exitosamente. A través de la práctica, los aprendices
mejoran su capacidad para replicar el comportamiento, lo que
gradualmente les permite mejorar su rendimiento.

Motivación:

La fase final de la teoría del aprendizaje social es la motivación. Según


Badura, la probabilidad de que los aprendices imiten el comportamiento
observado depende de las consecuencias y las recompensas asociadas
con dicho comportamiento. El refuerzo positivo, como el reconocimiento o
el premio, puede motivar al aprendiz a reproducir las acciones observadas.
Por otro lado, las consecuencias negativas o los castigos pueden desanimar
al aprendiz de imitar cierto comportamiento. La motivación también está
influida por la autoeficacia, que como vimos es la creencia del individuo
respecto a su capacidad de realizar un comportamiento específico
exitosamente. Una mayor autoeficacia resulta en más motivación y mayor
posibilidad de reproducir el comportamiento observado.

CONCEPTOS CLAVE EN EL APRENDIZAJE SOCIAL

1. APRENDIZAJE VICARIO:

El aprendizaje vicario, también conocido como aprendizaje por observación


o modelado, es un proceso mediante el cual una persona adquiere nuevos
comportamientos, habilidades o actitudes al observar las acciones de otros,
sin necesidad de experimentar directamente las consecuencias de esas
acciones. Este concepto fue desarrollado principalmente por el psicólogo
Albert Bandura como parte de su teoría del aprendizaje social.

Principales características del aprendizaje vicario:

1. Observación: El individuo observa a un modelo (otra persona) que


realiza una acción o comportamiento. Este modelo puede ser real (un
maestro, un padre, un amigo) o simbólico (personajes en medios
como la televisión o redes sociales).

2. Imitación: Si el individuo considera que el comportamiento observado


es relevante o beneficioso, puede intentar replicarlo.

3. Reforzamiento indirecto: El aprendizaje vicario no solo implica la


observación de un comportamiento, sino también de las
consecuencias que recibe el modelo. Si el modelo es recompensado
por su comportamiento, es más probable que el observador intente
repetirlo; si es castigado, es menos probable que lo imite.

4. Procesos cognitivos: El aprendizaje vicario no es automático. Requiere


de atención, retención de la información observada, capacidad de
reproducción y motivación para imitar el comportamiento.
Ejemplo de aprendizaje vicario:
Si un estudiante ve a un compañero ser elogiado por resolver un problema
de matemáticas de una manera innovadora, puede aprender a resolver
problemas de manera similar con la esperanza de recibir elogios también.

Este tipo de aprendizaje tiene un impacto significativo en entornos


educativos y sociales, ya que muestra cómo las personas pueden aprender
sin la necesidad de la experiencia directa, basándose en el entorno social y
en los modelos que observan.

2. APRENDIZAJE A TRAVÉS DEL MODELADO

El modelado es un tipo de aprendizaje que se basa en la imitación de la


conducta ejecutada por un modelo, normalmente otra persona. Este
proceso sucede de forma cotidiana y puede utilizarse como técnica
terapéutica para facilitar la adquisición y la modificación de
comportamientos.

El término “modelado” tiene un significado similar a los de “imitación”,


“aprendizaje social”, “aprendizaje observacional” y “aprendizaje vicario”.
Cada uno de estos conceptos hace énfasis en una característica distinta de
este tipo de aprendizaje. Así, mientras que “modelado” destaca el hecho de
que exista un modelo a imitar, “aprendizaje social” es un concepto amplio
que pone el acento en el papel de este proceso en la socialización, y
“aprendizaje vicario” quiere decir que las consecuencias de la conducta del
modelo son aprendidas por el observador.

El modelado tiene distintas funciones. Principalmente sirve para adquirir


nuevos comportamientos, por ejemplo habilidades manuales, pero también
puede inhibir o desinhibir conductas; esto depende de las expectativas de
la persona en relación a las consecuencias.

3. APRENDIZAJE DE AUTOEFICACIA:

La autoeficacia no sólo influye en el modo en que las personas enfrentan las


dificultades, sino también en su motivación y nivel de persistencia ante los
desafíos.

La autoeficacia, según Bandura, tiene cuatro fuentes principales. En primer


lugar, las experiencias de dominio o logros previos juegan un papel
fundamental, si una persona ha tenido éxito en una tarea similar en el
pasado, es más probable que crea que puede volver a tener éxito en el
futuro, por otro lado, los fracasos reiterados pueden disminuir la percepción
de autoeficacia.

En segundo lugar, las experiencias vicarias, es decir, la observación de otros


que logran sus objetivos, también influyen, ver a alguien similar a uno mismo
tener éxito en una tarea puede fortalecer la creencia de que uno también
es capaz de realizarla, el tercer factor es la persuasión verbal, donde los
comentarios positivos y motivadores de personas cercanas o figuras de
autoridad pueden reforzar la creencia de que alguien puede enfrentar con
éxito un desafío, finalmente, los estados emocionales y fisiológicos también
afectan la autoeficacia, el estrés o la ansiedad pueden reducir la confianza
en uno mismo, mientras que un estado de ánimo positivo puede elevar la
percepción de autoeficacia.

La autoeficacia tiene un
impacto profundo en el
aprendizaje y el
comportamiento, las
personas con una alta
percepción de autoeficacia
tienden a estar más
motivadas, fijarse metas más
ambiciosas y esforzarse más
para alcanzarlas, además, son más resilientes ante los fracasos, ya que creen
que con esfuerzo y perseverancia pueden mejorar y superar los obstáculos,
por el contrario, las personas con baja autoeficacia son más propensas a
evitar los desafíos y a rendirse fácilmente cuando enfrentan dificultades.

En el ámbito educativo, la autoeficacia es de particular importancia tanto


para estudiantes como para docentes, los estudiantes con alta autoeficacia
creen en su capacidad para aprender, lo que los motiva a participar más
activamente en el proceso de aprendizaje y a enfrentar los obstáculos
académicos con mayor confianza, por su parte, los docentes con alta
autoeficacia tienden a ser más efectivos en el aula, ya que se sienten
capaces de manejar el comportamiento de los estudiantes, implementar
nuevas estrategias pedagógicas y crear un entorno de aprendizaje positivo.

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