Tercia de Reinas

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TERCIA DE REINAS

(Comedia sobre mesa)

de:

Elena Guiochins

PERSONAJES:

Milagros: Reina de tréboles


Dolores: Reina de corazones
Soledad: Reina de diamantes
El mesero: no habla

Copy right by Elena Guiochins


Derechos Reservados por Elena Guiochins
Número de registro: 03-2006-062611003600-01

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1. LAS ENTRADAS

LA MESA VACÍA DE UN RESTAURANTE. LLEGA DOLORES Y SE


SIENTA EN LA MESA. MIRA LA CARTA CON CIERTO DESGANO,
SE LE VE DEPRIMIDA. LLAMA AL MESERO.

DOLORES: ¡Joven! Un tequilita doble…para empezar. Gracias.

DOLORES MIRA EL RELOJ CON CIERTA IMPACIENCIA. ES


EVIDENTE QUE ESPERA A ALGUIEN MÁS.

DOLORES: ¡Cómo siempre! ¿Cuándo aprenderé a ser impuntual?

APARECE SOLEDAD, SE ACERCA SIGILOSAMENTE A LA MESA


DONDE ESTÁ DOLORES Y LE TAPA LOS OJOS.

SOLEDAD: (FINGE VOZ DE HOMBRE) ¿Por qué tan sola Lola?

DOLORES: (SE TENSA) No, no estoy sola, estoy esperando a…

SOLEDAD: ¡Hola chaparrita, soy yo! ¿Llevas mucho esperando?

DOLORES: (ALGO IRRITADA) Más o menos…

SOLEDAD: (LLAMA AL MESERO) ¡Oiga joven, una piñita colada, por fa!

DOLORES: (LA MIRA DE ARRIBA ABAJO) ¡Qué bien te ves Soledad!

SOLEDAD: ¡No me digas así!

DOLORES: ¿Cómo? ¡Si te ves de diez!

SOLEDAD: Dime Sol, estoy tratando de romper con el karma de mi nombre.

DOLORES: ¿Cuál karma?

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SOLEDAD: De ahora en adelante soy Sol sin Edad. El Sol es luz, es calor,
playa, hombres guapos en traje de baño, Acapulco, Can Cún, Veracruz, ¡el sol
es vida!

DOLORES: Está bien, ya entendí. Solecita.

SOLEDAD: ¡Sol, sólo Sol! ¡Me cagan los diminutivos Lola!

DOLORES: Bueno pero no te enojes.

SOLEDAD: ¿Y tú qué onda?

DOLORES: Nada, nada…todo bien.

SOLEDAD: Qué bueno chaparrita, qué bueno.

SILENCIO. NINGUNA SABE DE QUÉ HABLAR. EL MESERO TRAE


UNA PIÑA COLADA.

SOLEDAD: Y…¿has ido al cine?

DOLORES: Pues no…No he ido al cine.

SOLEDAD: ¿Al teatro entonces?

DOLORES: Menos…

SOLEDAD: ¿Ópera, una fiesta, el Chipendale?

DOLORES: Tampoco. Nada de eso.

SOLEDAD: ¿Algún viaje?

DOLORES: ¡Eso sí!

SOLEDAD: ¿Dónde?

DOLORES: Cuernavaca…

SOLEDAD: No, en serio Lola, ¿a dónde has viajado?

DOLORES: Ya te dije, Cuernavaca…

SOLEDAD: No pues, ¡padre tu plan!

DOLORES EXAMINA CON DETENIMIENTO A SOLEDAD.

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DOLORES: Te queda muy bien el rojo.

SOLEDAD: Vengo vestida de azul.

DOLORES: Pero el rojo siempre te ha quedado muy bien.

SOLEDAD: Gracias chaparrita, qué linda.

SILENCIO INCÓMODO.

DOLORES: ¿Tú crees que Milagros venga?

SOLEDAD: ¡Más le vale! Si ella fue la que organizó este convivio.

DOLORES: Pero ya sabes cómo es ella…

SOLEDAD: No, no sé.

DOLORES: ¿De veras no estás enojada?

SOLEDAD: ¡Ya te dije qué no! Pero si me sigues preguntando puede que…

DOLORES: (INTERRUMPE A SOL) Yo siempre lo dije, ¡el rojo es tu color!

SOLEDAD PRENDE UN CIGARRO.

DOLORES: ¿Volviste a fumar?

SOLEDAD: ¿Y?

DOLORES: Nada, nada…qué bueno que fumes.

SOLEDAD LE ECHA EL HUMO DEL CIGARRO EN LA CARA.

SOLEDAD: Milagros anda en el azote.

DOLORES: ¡No me digas! La última vez que nos vimos la vi muy bien.

SOLEDAD: ¿Y cuándo fue eso?

DOLORES: Pues ya tiene tiempo…

SOLEDAD: (AL MESERO) Oye chaparrito, ¿me traes otra igual?

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SOLEDAD MIRA DE ARRIBA ABAJO AL MESERO, SE CONCENTRA
EN SUS NALGAS.

SOLEDAD: Mmm, tiene potencial el jovencito.

DOLORES: Tú siempre de coqueta.

SOLEDAD: ¡No llevo ni quince minutos contigo y ya me estás censurando!

DOLORES: ¡Ay pero no te enojes!

SOLEDAD: ¡Que no estoy enojada!

DOLORES: Me da mucho gusto verte. De veras.

SOLEDAD: Igual. (PAUSA) ¿Sabías que Milagros se está divorciando?

DOLORES: Pobrecita.

SOLEDAD: ¿Pobrecita?

DOLORES: Es feo eso del divorcio.

SOLEDAD: Quién sabe, a veces más vale sola que mal acompañada.

DOLORES: Eso lo dices por ti, ¿verdad? Porque yo estoy muy feliz con mi
marido.

SOLEDAD: Tú siempre eres muy feliz con todo.

DOLORES: ¿Y eso es malo?

SOLEDAD: Depende.

DOLORES: ¿De qué?

SOLEDAD: De qué te hace feliz. (FUMA) Se ve que la está pasando muy mal.

DOLORES: No me digas…

SOLEDAD: Yo la oí pésimo en el teléfono…Creo que estaba borracha…

EL MESERO TRAE OTRA PIÑA COLADA.

DOLORES: ¡Qué horror! Oye, y tú…¿sigues casada?

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SOLEDAD: ¿Qué me estás confundiendo o ya se te subió el tequilita? ¡Yo ya
llevo tres divorcios! Y de mis tres ex maridos no se hace uno solo.

DOLORES: No te preocupes, todavía tienes oportunidad, lo último en morir es la


esperanza. Hace poco leí en un libro de Sanborns que las mujeres divorciadas
también tienen derecho a ser felices en medio de sus vidas tan desgraciadas.

SOLEDAD: ¡Ay chaparrita por eso me caes a toda madre!

DOLORES: Qué bueno, tú también. Vales mil, nunca cambies.

LLEGA MILAGROS CON LENTES OSCUROS.

MILAGROS: ¡Perdón, perdón, perdón! El tráfico estaba de lo peor.

SOLEDAD: ¡Qué onda chaparrita!

MILAGROS SE QUITA LOS LENTES. TIENE LOS OJOS INCHADOS,


SE NOTA QUE HA ESTADO LLORANDO.

DOLORES: ¡Te ves…super bien!

MILAGROS: ¿De veras? Qué bueno que lo dices porque me siento de la patada.
¿Qué están tomando?

DOLORES: Yo un tequilita doble…

SOLEDAD: ¿Qué quieres tú?

MILAGROS: Un hombre de verdad, ¡ah y de paso un vodka tónic!

SOLEDAD LE HACE UNA SEÑA AL MESERO Y PIDE UN VODKA.

SOLEDAD: ¿Cómo va la vida?

MILAGROS: Traigo una crisis existencial muy densa.

DOLORES: Pobrecita.

MILAGROS: ¡Tampoco es para que me compadezcan!

SOLEDAD: Yo no dije nada, fue Lola como siempre.

DOLORES: ¿Qué tiene de malo preocuparse por el prójimo?

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SOLEDAD Y MILAGROS CRUZAN MIRADAS.

DOLORES: ¿Por qué se me quedan viendo así? ¿Qué, dije algo malo?

EL MESERO TRAE UN VODKA Y LO DEJA SOBRE LA MESA.

MILAGROS: (MIRANDO AL MESERO MIENTRAS SE ALEJA) ¡Cabrón! ¡Puto!


¡Mentiroso! ¡Cobarde! ¡Jodido! ¡Pinche naco!

DOLORES: Milagros no le hables tan feo al mesero, pobrecito.

MILAGROS: ¡Estoy hablando de mi marido! ¡Ex marido!

SOLEDAD: ¿De plano lo mandaste a freír espárragos?

MILAGROS: Vengo de firmar el divorcio.

SOLEDAD: ¡Bienvenida al club! ¡Salud!

MILAGROS Y SOLEDAD LEVANTAN SU COPA PARA BRINDAR,


DOLORES SE LES UNE MUY A SU PESAR.

DOLORES: Bueno salud, pero no se les olvide que yo sigo felizmente casada
¿eh?

MILAGROS: Sí Lola, ya lo sabemos. No necesitas recordárnoslo. (PAUSA)


¡Pinches hombres!

SOLEDAD: (SOLIDARIA) ¡Sí, pinches!

MILAGROS Y SOLEDAD BEBEN MUY SERIAS. DOLORES LAS MIRA


COMPASIVAMENTE.

MILAGROS: ¿Existirá algún antídoto contra la estupidez masculina?

SOLEDAD: No que yo sepa.

DOLORES: No sean tan desconsideradas. También hay hombres que son


amables.

SOLEDAD: ¿Y dónde queda ese Club, Lola?

DOLORES: ¿Cuál Club?

SOLEDAD: El Club de los tipos amables.

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DOLORES: No sé, yo solamente pensaba en mi marido.

MILAGROS: ¡Hay una gran diferencia entre “ser amable” y “ser auténtico”!

DOLORES: Pues si yo fuera hombre, mujeres como ustedes me darían miedo.

SOLEDAD: No lo dudo para nada.

DOLORES: A lo mejor su problema es que son muy exigentes con ellos y los
abruman con todas sus necesidades a los pobrecitos.

MILAGROS: ¡¿Pobrecitos?!

SOLEDAD: ¡Otra vez esa palabra!

DOLORES: Si están en ese plan, mejor no digo nada.

PAUSA TENSA. LAS TRES BEBEN EN SILENCIO.

SOLEDAD: Yo por eso tengo perros, perros, perros, sin incluir a los hombres.
Por suerte hace mucho que descubrí que son mejores los perros que los
hombres.

DOLORES: ¡Ay sí, son tan lindos! Yo tengo dos salchichas monísimos.

SOLEDAD: El perro es el ser vivo más noble. (LEVANTA SU COPA) ¡Brindo por
el perro!

MILAGROS: ¿De mi marido?

SOLEDAD: ¡Claro que no! Brindo por la especie perruna.

DOLORES: ¡Ay sí, yo también los adoro! Son tan lindos cuando mueven la cola.

MILAGROS: También los hombres…

SOLEDAD: Juegan, se revuelcan contigo.

MILAGROS: También los hombres…

DOLORES: Te brincan, te olisquean por todos lados.

MILAGROS: También los hombres…

SOLEDAD: Se te echan encima.

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DOLORES: Los salchichas no tanto porque son chaparritos.

SOLEDAD: Te hacen sentir acompañada.

MILAGROS: También los hombres…

DOLORES: Les hablas y no te contestan.

MILAGROS: También los hombres…

SOLEDAD: ¡Te lamen de arriba abajo!

MILAGROS: También los hombres…

DOLORES: ¡Duermen contigo!

MILAGROS: También los hombres...

SOLEDAD: Cuando lloran hasta te dan ternura.

MILAGROS: También los hombres…

SOLEDAD: Te muerden, te dan de besitos…

DOLORES: Pero los perros no…ellos no…

SOLEDAD: ¿No qué?

DOLORES: Pues eso... Digo, yo quiero mucho a mi Pili y a mi Mili. ¡Pero a mi


jamás se me ocurriría!

CRUCE DE MIRADAS ENTRE MILAGROS Y SOLEDAD.

SOLEDAD: ¿Qué? ¿Comerte una salchicha?

MILAGROS: ¿Echárteles encima?

SOLEDAD: ¿Lamerlos de arriba abajo?

DOLORES: ¡Yo con un perro jamás lo haría!

SOLEDAD RIE Y MILAGROS ESTALLA EN LLANTO.

SOLEDAD: (AL MESERO) Joven, ¿nos trae la carta?

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CAMBIO DE TIEMPO.
MILAGROS DEJA DE LLORAR DE GOLPE. HABLA A PÚBLICO.

MILAGROS: Mismo lugar, mismas amigas. Años atrás, muchos.

MILAGROS VUELVE A LLORAR A LÁGRIMA VIVA.

DOLORES: Ya, ya, no llores…

SOLEDAD: Ni que fuera para tanto Milagros.

DOLORES: Ni modo, no te dieron el papel. Ya será para la próxima.

SOLEDAD: Además, ¿qué esperabas?

MILAGROS: ¿Qué estás diciendo Soledad? ¡De veras te pasas!

DOLORES: (A SOL) Dale chance, como la que se quedó con el papel fuiste tú…

SOLEDAD: ¿Y? Milagros sabía que las dos íbamos a audicionar para el mismo
papel. Ella no se quedó y yo sí. ¿Por qué tanto drama?

MILAGROS: ¡Porque estoy hasta la madre de que siempre la que se queda con
todo eres tú!

SOLEDAD: ¡Eso no es cierto!

MILAGROS: ¿Ah, no?

SOLEDAD: ¡Claro que no! ¡No me levantes falsos chaparrita, eso sí que no!

DOLORES: ¡Bajen la voz! Estamos en un lugar público.

MILAGROS: ¡Mejor para que todos se enteren de la clase de mujer qué eres tú!

SOLEDAD: ¿Y qué clase de mujer soy yo, según tú?

DOLORES: ¡Ay por dios, mejor ya no digan nada! No vale la pena tanta alharaca
y menos por un pinche papel de hada madrina en la comedia musical de
Cenicienta!

SOLEDAD: ¡No me salgas con esas, Lola! ¡Tú también te morías por ese
“pinche” papel! ¡Es más, tú me dijiste que te morías de ganas por bailar y cantar
el solo con la varita mágica en la mano!

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DOLORES: Tanto así como morirme de ganas por bailar con la varita mágica en
la mano, no. Tampoco es para tanto.

MILAGROS: Pues con varita o sin varita esas son…¡Mejor aquí le paro!

SOLEDAD: ¡Par de envidiosas! No pueden soportar que alguien reconozca mi


talento.

MILAGROS: ¡Tu talento! ¿Le llamas talento obtener un papel después de irte a
cenar y seguramente a otro lugar más a-coge-dor con el productor?

SOLEDAD: ¿Que qué? ¿Quién inventó ese chisme?

MILAGROS: ¡Ay Soledad, todo el mundo habla de eso en los pasillos de la


Academia!

SOLEDAD: Pues que cúleros porque no es cierto.

DOLORES: ¿Estás segura que no es cierto?

SOLEDAD: Y si fuera cierto, ¿qué tiene? ¿Es pecado que una actriz acepte irse
a cenar con el productor de su obra?

MILAGROS: Depende…si el menú incluye sexo oral, pues sí está pinche.

DOLORES: ¡¿Por un solo con varita mágica le hiciste sexo oral a ese gordo
horrendo?!

SOLEDAD: ¡Claro que no!

MILAGROS: A mi se me hace que la varita mágica estaba en otro lugar y no


precisamente en el escenario.

SOLEDAD: ¿Qué estás insinuando?

MILAGROS: Nada…hada madrina.

SOLEDAD: ¡Y se supone que ustedes son mis mejores amigas!

DOLORES: Claro que lo somos, pero parece que siempre que un elemento
masculino entra en escena nuestra amistad desaparece como por arte de magia.

SOLEDAD: Mira Lola, yo no tengo la culpa de que a ti te conflictúe tanto


competir en un escenario por obtener un papel. Si no le quieres entrar al ruedo
esa no es mi bronca.

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MILAGROS: ¿Entrarle al ruedo o entrarle a la cama?

SOLEDAD: ¡Chinga tu madre!

SOLEDAD SE PARA DE LA MESA Y ESTÁ A PUNTO DE IRSE


CUANDO LA ESCENA SE CONGELA.

APARECE EL MESERO Y ENTREGA EL MENÚ.


REGRESAMOS AL PRESENTE.

2. A LA CARTA

LAS TRES AMIGAS ELIGEN SUS PLATILLOS. EL MESERO TOMA


LA ORDEN Y SE VA.

SOLEDAD: Bueno, pues salud chaparritas, por el gusto de verlas.

MILAGROS: Que esto que lo otro.

DOLORES: ¡Salucita!

MILAGROS: ¿Y sigues en la telenovela?

SOLEDAD: ¿Cuál? No, ya no.

DOLORES: ¡Pero por qué! Si estabas super bien en tu papel de, de…

SOLEDAD: Dilo, dilo, no me ofendo.

DOLORES: Por eso, estabas magnífica haciendo tu papel de, de...

SOLEDAD: (LA INTERRUMPE DE GOLPE) De puta.

DOLORES: (A MILAGROS) Conste que yo no dije nada, ¿eh?

MILAGROS: ¡Ay por dios Lola! Estamos hablando del personaje no de nuestra
amiga. (MIRANDO A SOL) ¿O si?

SOLEDAD: ¡Ya ni la friegan!

MILAGROS: No ya en serio, ¿qué pasó con “Gacela Herida”?

SOLEDAD: Pues por andar con gente del medio, me ha ido medio mal en la
chamba.

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DOLORES: ¿O sea que sigues acostándote con actores, productores, directores
y anexas?

SOLEDAD: Digamos que mataron a mi personaje antes de tiempo.

MILAGROS: ¿Así sin decir agua va?

SOLEDAD: Sí, de la noche a la mañana.

MILAGROS: ¡Pinches putos! ¡Todos son iguales! (SE LE QUEDA VIENDO A


SOLEDAD) ¡Y todo por puta, seguro que fue por eso! ¿Pero qué tienen contra
las putas? ¡Pinches misóginos!

SOLEDAD: Cálmate Milagros, no me quieras ayudar.

DOLORES: Como quien dice otra vez estás desempleada.

SOLEDAD: Más o menos. Ahorita ando haciendo castings.

MILAGROS: ¿Y?

SOLEDAD: Voy a todos y no me quedo.

DOLORES: ¿Castings de qué?

SOLEDAD: De lo que sea: hermana menor, hija ilegítima, madre soltera, mujer
guapa que come sopa instantánea, enfermera amante del doctor en turno,
veinteañeras en busca del amor eterno, ama de casa vital realizada con su
nuevo detergente y etcétera, etcétera, etcétera.

MILAGROS: ¿A poco todavía te dan papeles de jovencita?

SOLEDAD: ¡Dame más ánimos! Supongo que si me ofrecen ese tipo de papeles
es porque no me veo tan dada al cuás. Además yo siempre me he visto más
jovencita a diferencia de otras…

MILAGROS: Una cosa es cierta.

SOLEDAD: ¿Tengo talento?

MILAGROS: No, nunca creciste.

SOLEDAD: ¡Gracias amiga! ¿Qué te tomas?

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PRIMER ENTREMES.
SOLILOQUIO DE SOL.
CAMBIO DE TIEMPO. SOLEDAD OBSERVA LA MESA DONDE
ESTÁN SENTADAS SUS AMIGAS QUE HAN QUEDADO
CONGELADAS COMO EN UNA FOTOGRAFÍA.

SOL: Nos conocemos de toda la vida. Somos una especie de trillizas unidas
voluntariamente por no sé qué fuerza del destino. Ahí están: Milagros y Lola. El
tiempo ha transcurrido atestiguando nuestra amistad. La vida nos ha unido y la
vida también nos ha distanciado. Somos como moléculas que se disuelven y
desaparecen para volver a reunirse. Cada vez que siento que empiezo a
salirme de esta fotografía emblemática, ¡zas!, algo pasa. Una de las tres marca
un número telefónico y volvemos a encontrarnos. Y aquí estamos, de nuevo
juntas, sentadas en la mesa de un café, de un restaurante, de un bar. ¡Da lo
mismo! Me pregunto, ¿por qué siempre me da tanto gusto volver a ver a este par
de locas? Aunque a veces sienta que tenemos poco o nada que decirnos porque
nuestras vidas difieren tanto una de la otra.

MILAGROS: Hubo un tiempo en que compartíamos la misma trama de la vida y


poco a poco sin darnos cuenta el hilo de esta historia fue tomando rumbos
distintos.

DOLORES: Sin despedirnos, cada una eligió una ruta diferente.

SOLEDAD: Y fuimos renunciando a cosas, de manera inconsciente tal vez.

MILAGROS: Como jugar a decir sí y a decir no ante distintas opciones.

DOLORES: Como escoger entre un platillo y otro en un menú interminable.

SOLEDAD: ¿Qué haría yo sin mis amigas? Me reiría menos de mi misma, sin
duda.

3. PRIMER PLATO.

CAMBIO DE TIEMPO. MILAGROS Y SOLEDAD COMEN A


DIFERENCIA DE DOLORES QUE JUEGA CON EL TENEDOR
MOVIENDO SU ENSALADA.

DOLORES: Yo siempre he pensado que la juventud está en la mente.

MILAGROS: ¿No me digas?

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SOLEDAD: Seguro lo descubriste cuando te miraste al espejo.

DOLORES: ¡Claro que no! Lo descubrí después de tomar el método Silva de


Control Mental: Todo está en la mente. Se los juro.

MILAGROS: Pues este trozo de carne que tengo no está en mi mente, está en
mi boca y sabe delicioso.

SOLEDAD: Lo mismo mis fajitas. ¿Me pasas la sal?

DOLORES LE PASA LA SAL. MILAGROS Y SOLEDAD SIGUEN


DISFRUTANDO SUS PLATILLOS. DOLORES NO COME, OBSERVA A
SUS AMIGAS DETENIDAMENTE.

DOLORES: Me da mucha pena que sufran tanto.

MILAGROS: ¿Quiénes?

SOLEDAD: ¿Los niños de Biafra?

DOLORES: No, ustedes.

MILAGROS Y SOLEDAD SE MIRAN ENTRE SÍ.

MILAGROS Y SOL: ¿Nosotras?

DOLORES EMPIEZA A COMER SU ENSALADA.

DOLORES: Yo en cambio estoy tan contenta. Y lo digo sin ganas de ofender a


nadie.

SOLEDAD: Se nota.

DOLORES: Mi matrimonio es fabuloso, tengo una casa bonita, mis perritas


salchichas que son un primor y dos hijos encantadores que adoro. El primero fue
niño, gracias a dios, y a la niña me encanta vestirla de princesa, hacerle sus
moñitos y ponerle cositas en su cabeza.

MILAGROS: Qué bueno que seas tan feliz. Provecho.

DOLORES: Mi marido está muy bien en el trabajo y no tenemos que


preocuparnos por el dinero, más bien nos ocupamos en gastarlo.

SOLEDAD: Chido tu plan de vida.

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DOLORES: Claro que por eso mismo casi no nos vemos y no viajamos tanto
como yo quisiera. Pero por lo menos cada quince días salimos a Cuernavaca a
visitar a mi suegra.

MILAGROS: Qué bueno…está mi filete.

DOLORES: Raúlito cada día se parece más a su papá y Mirnita es un amor.


¿Quieren ver sus fotos? Tengo unas en mi celular.

DOLORES LES ENSEÑA LAS FOTOS DE SUS HIJOS.

MILAGROS: Sí, están monísimos.

SOLEDAD: Sí, son lindos.

DOLORES: ¿Y qué más les iba a contar? ¡Ah, casi se me olvida! Hace quince
días me sacaron la matriz.

REACCIÓN DE SOLEDAD Y MILAGROS. DEJAN DE COMER DE


GOLPE.

MILAGROS: ¡Qué!

SOLEDAD: ¡No manches!

DOLORES: Ajá…

SOLEDAD: ¡O sea que te vaciaron! ¡Estás vacía!

DOLORES: No ni tan vacía, me encontraron un tumor.

MILAGROS: ¡Lola!

DOLORES: Está chiquito, una cosita de nada.

MILAGROS: ¿Y es maligno?

DOLORES: ¿Quién?

SOLEDAD: ¡Cómo que quién: el tumor!

DOLORES: Todavía no lo sé. No he tenido tiempo de recoger mis resultados de


la biopsia.

MILAGROS: ¿Y cuándo carajos piensas ir por ellos?

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DOLORES: Cuando tenga tiempo.

SOLEDAD: ¿Y cuándo vas a tener tiempo? ¡Digo, porque el tiempo pasa!

DOLORES: ¿Mañana? No. Mañana no puedo, tengo el día a tope…Yo creo que
la semana que entra.

MILAGROS: ¿Tienes miedo Lola?

DOLORES: ¿De qué?

MILAGROS: De nada, no me hagas caso.

DOLORES: ¡Qué rica está la comida! ¿Verdad? Ahorita vengo, voy al baño.

DOLORES SE LEVANTA PARA IR AL BAÑO.

SOLEDAD: ¿Te cae que tiene cáncer?

MILAGROS: No le eches la sal. Además todavía no recoge los resultados de su


biopsia.

SOLEDAD: ¡Está del nabo!

MILAGROS: No lo puedo creer.

SOLEDAD: Pues comparado con eso, yo estoy en la gloria.

MILAGROS: ¿Te das cuenta de lo que dices?

SOLEDAD: ¿Qué tiene?

MILAGROS: No me extraña nada tu actitud. Para eso y más te pintas sola.

SOLEDAD: Francamente me es intramuscular lo que me estás diciendo.

MILAGROS: ¡A nuestra amiga Lola se la está llevando la chingada y a ti te da


gusto!

SOLEDAD: ¡Claro que no! ¡Pero no soy una mustia como otras y digo lo que
pienso!

MILAGROS: Pues parece que piensas con las patas, no más bien con otra cosa
que tienes entre las patas.

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SOLEDAD: ¡Se me olvidaba que tú eres de las que no toman, no fuman pero
que tal le ponen!

MILAGROS: Tú y tus dramitas existenciales: “¡ay sufro mucho haciendo castings


de jovencitas!”

SOLEDAD: ¡Pues tú deberías de hacer uno de desenfriol! Con la cara que traes
no necesitas ni maquillaje. ¡Das todo el tipo!

MILAGROS: ¿Te parece poco mi divorcio?

SOLEDAD: Si se trata de competir en desgracia, Lola se lleva la Palma de Oro.

MILAGROS: Hasta en eso eres envidiosa. ¡Increíble!

SOLEDAD: Yo no tengo la culpa de que estés frustrada.

MILAGROS: ¿Qué dices?

SOLEDAD: Parece que ya llegó la hora de las netas, la hora netil. ¡Ándale pues!
Hablemos de las netas. Empieza tú, soy toda oídos:

MILAGROS: Siempre me bajaste los papeles y a los galanes.

SOLEDAD: Bájale, eso no es cierto.

MILAGROS: Claro que sí. Acuérdate.

SOLEDAD: Fue hace muchos años.

MILAGROS: No importa. Por todo competías conmigo, el colmo fue cuando te


metiste con Luigi.

SOLEDAD: ¿Luigi? ¿Luigi?

MILAGROS: Sí, el pelirrojo ese que tanto me gustaba.

SOLEDAD: ¡Ah, ya me acordé! ¿Te refieres al panzón ese, el de la barba rojita?

MILAGROS: Si, sí, ese que tenía pecas en el cráneo.

SOLEDAD: Claro, el calvo prematuro. ¡Ese no fue un baje, sólo fue un faje y
nada más! No hubo penetración digo, compenetración.

MILAGROS: Pues para que lo sepas después de muchos años me lo volví a


encontrar y…¡me casé con él!

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SOLEDAD: Pues pobre de ti.

MILAGROS: ¿Por qué? El que ahora me esté divorciando de Luigi no quiere


decir que todo haya estado mal.

REGRESA DOLORES DEL BAÑO.

DOLORES: ¿De quién hablan?

SOLEDAD: De Luigi. Su ex.

DOLORES: ¡Ese es tu ex! ¿El italiano de Coatzacoalcos?

MILAGROS: Sí, ese.

DOLORES: Oye, ¿y sigue haciendo video homes?

MILAGROS: Sí, nada más que ahora usa otro nombre artístico.

SOLEDAD: ¿Cuál será? ¿Lingüini al Pesto?

MILAGROS: No.

DOLORES: ¿Raviole Boloñesa?

MILAGROS: No.

SOLEDAD: ¿Pene Risoto?

MILAGROS: ¡No! Ahora se llama: Donatela.

SOLEDAD: ¿Te cae?

SILENCIO TENSO. MILAGROS ESTÁ MUY SERIA. SOLEDAD HACE


UNA SEÑA AL MESERO Y PIDE OTRA RONDA.

DOLORES: ¿No se llama así una de las tortugas ninja?

MILAGROS: ¡Ay Lola no lo quieras arreglar, ese es un nombre de vieja!

DOLORES: Bueno sí pero muy original. Además qué tiene, acuérdate de la


época en que te dio por salir con tipos que tenían nombres de estilistas.
Donatela…Suena sofisticado, ¿o no?

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DOLORES ERUCTA SIN QUERER.

SOLEDAD: ¡Ay Lola ya vas a empezar!

DOLORES: Perdón, sólo fue un gacecito.

MILAGROS: ¿Tanto asco te da mi historia?

DOLORES: Claro que no. Así me pasa cuando tomo mucho tequilita.

SOLEDAD: Pobre de ti amiga, debes haberla pasado muy mal.

MILAGROS: Y lo del nombre no es lo peor.

DOLORES: ¿Te puso el cuerno con otra?

MILAGROS: No.

SOLEDAD: ¿Recaditos en el celular?

MILAGROS: Sí.

DOLORES: ¿Siempre llegaba tarde a la casa?

MILAGROS: No.

SOLEDAD: ¿Se bañaba cuando llegaba tarde?

MILAGROS: Sí.

DOLORES: ¿Le daba igual todo?

MILAGROS: A veces.

SOLEDAD: ¿Le encontraste cosas?

MILAGROS: No, más bien fueron desapareciendo cosas.

DOLORES: ¿Qué cosas?

MILAGROS: Primero un par de zapatos, luego mi ropa interior. Cuando me di


cuenta hasta mis vestidos desaparecieron del clóset, ¡entonces sí me puse muy
mal!

DOLORES: ¡Qué horror! ¿Era fetichista?

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MILAGROS: ¡No, era puto!

DOLORES: ¡¿Cómo?!

MILAGROS: ¡Se los ponía! ¡Se ponía mis vestidos a escondidas!

DOLORES: Siquiera no tuviste hijos.

SOLEDAD: ¡Nomás eso faltaba, que el que se embarazara fuera él!

MILAGROS: Fue terrible. ¡Se transformó completamente!

DOLORES: Bueno, eso es normal. Los hombres cambian con el matrimonio.

MILAGROS: ¡Pero no tanto! Y menos de…

MILAGROS ROMPE A LLORAR.

SOLEDAD: Ni me lo digas, ya me imagino…

DOLORES: ¿Qué?

SOLEDAD: ¡La jarocha!

MILAGROS EN EL COLMO DEL LLANTO.

DOLORES: ¿Qué así lo conocen allá por Veracruz?

MILAGROS NIEGA CON LA CABEZA.

DOLORES: ¡Ah, ya sé!: ¿ese era su apodo?

MILAGROS NIEGA OTRA VEZ.

DOLORES: Entonces no entiendo nada.

SOLEDAD: ¡Se operó Lola!

MILAGROS ASIENTE ENTRE LÁGRIMAS.

DOLORES: ¿Y qué tienen contra la cirugía plástica? Los hombres también son
vanidosos. ¡Ni que fuera para tanto!

SOLEDAD: ¡Ay Lola, tú no tienes remedio! ¡No se operó la cara, sino otra cosa!

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DOLORES: ¡Qué horror! (DUDA) ¿Qué cosa?

MILAGROS: (ENTRE SOLLOZOS) Se operó el, el, el…¡Desapareció!

DOLORES: ¿También tenía un tumor? Pobre Luigi.

SOLEDAD: (FUERA DE SÍ GRITA) ¡Se quitó el pito y lo convirtió en vagina!

DOLORES: (EN VOZ BAJA) No necesitas gritar para que te entienda. Mira cómo
se nos quedan viendo. (AL MESERO) Joven, ¿me trae otro tequilita?

MILAGROS: (LIMPIANDOSE LOS MOCOS) Me siento tan humillada.

SOLEDAD: No deberías. Tú no tienes la culpa.

DOLORES: (YA ESTA MEDIO BORRACHA. GRITA) ¡Por mi que se la


arranquen todos!

SEGUNDO ENTREMES.
SOLILOQUIO DE MILAGROS.
CAMBIO DE TIEMPO.
QUEDAN CONGELADAS SOL Y LOLA.

MILAGROS: (A PÚBLICO) ¡Y yo les arrancaría otra cosa a cada uno de ustedes!


Porque seamos honestos, ¿a quién le gusta admitir que se equivocó? ¿Cómo
sobrevivir al desencanto, a esa sensación nauseabunda de que tu vida es un
esplendoroso fracaso? ¿Cómo reconocer ante tus amigas que todo aquello que
creíste haber construido se te vino abajo de la noche a la mañana? En este
momento mi vida es un derrumbe y yo soy la prueba viviente del desastre.
Nunca aprendí a sobreponerme a la frustración. ¿Hay alguien aquí que sí lo
haya logrado? Me casé con Luigi porque en realidad me habría casado hasta
con una llanta de repuesto si ésta me hubiera prestado alguna atención. La
psiquis femenina disfruta caer en sus propias trampas. Las expectativas,
deseos, esperanzas y quimeras que me provocaron las presiones sociales, hoy
me cobran el impuesto al valor agregado de mi sacrificio. Les quiero preguntar
algo: ¿se sienten indignos por la manera en que están viviendo sus vidas? ¿No?
Yo sí.

4. SEGUNDO PLATO.

CAMBIO DE TIEMPO.
LAS TRES AMIGAS SIGUEN PLATICANDO.

22
MILAGROS: Pues yo a estas alturas del partido lo único que temo en la vida es
el viaducto y la mediocridad.

DOLORES: ¿Todavía te da miedo manejar en el viaducto?

MILAGROS: Es lo único que me da miedo. De lo demás, ya ni me acuerdo.

DOLORES: ¡Entonces ni hablar de los segundos pisos!

SOLEDAD: ¿Y de qué ya no te acuerdas?

MILAGROS: Del sexo, por ejemplo.

SOLEDAD: ¡Pues bienvenida al club de las mujeres insatisfechas que se hacen


el favor solas!

DOLORES: ¡Ay Sole…digo Sol sin edad, qué cosas dices de veras! (PAUSA) ¿A
poco tú te haces el favor sola?

SOLEDAD: Yo tengo a mi conejito. ¡Y está buenísimo!

DOLORES: ¿No que no tenías galán? A ver dinos: ¿quién es tu conejito?

MILAGROS: ¿No me digas que es ese que tiene unas orejitas que son la neta,
vibran y hacen maravillas?

SOLEDAD: ¡Ese mero! Lo bauticé “el duracel” porque sigue y sigue y sigue
hasta que te…

DOLORES: (LA INTERRUMPE) ¡Ay, no manches!

SOLEDAD: (BURLANDOSE) ¡No mancha, de veras Lola! ¡Te lo recomiendo!

DOLORES: Si se trata de presumir aparatos, yo tengo uno que es una cosita


larguita y tiene unos puntitos.

SOLEDAD: ¿Te cae?

MILAGROS: Oye Lola, ¿y de pura casualidad los puntitos giran sobre su propio
eje?

DOLORES: La verdad no sé, todavía no lo he usado. Mi suegra me lo acaba de


prestar.

SOLEDAD: ¿Tu suegra? ¡Mira tú, quién diría!

23
DOLORES: Dice que la relaja.

SOLEDAD: ¿Nada más?

DOLORES: Aunque a veces, también le duele.

MILAGROS: ¡Se ve que le gusta usarlo!

DOLORES: ¡Le encanta! Tanto, que a veces lo ha llegado a usar hasta tres
veces al día.

SOLEDAD: ¡Tanto así!

MILAGROS: ¡Eso ya es adicción!

DOLORES: Es que pobrecita, ella también padece de la espalda como yo y ese


aparato está hecho especialmente para dar masajes en esa zona.

MILAGROS Y SOLEDAD CRUZAN MIRADAS.

MILAGROS: (A SOL) Ya decía yo que su suegra no podía ser tan liberal.

SOLEDAD: ¡Qué lástima! Ya hasta me había emocionado.

DOLORES: ¿Qué es lo que se imaginaban?

MILAGROS: Nada, sólo creíamos que tu suegra era un poco más…

DOLORES: (INTERRUMPE Y SE PONE A LA DEFENSIVA) ¿Más qué?

SOLEDAD: Creativa.

MILAGROS: Y usaba su aparatito en otras áreas.

MILAGROS Y SOLEDAD SE BURLAN DE LOLA.

DOLORES: ¡Eso sólo se les ocurre a ustedes!

MILAGROS: Cálmate Lola, no tiene nada de malo tener un poco de imaginación.

DOLORES: Pues yo no le encuentro nada imaginativo andarse metiendo


aparatos exóticos en...

SOLEDAD: (LA CORRIGE) Se llaman vibradores.

24
DOLORES: ¡Como se llamen! Yo jamás me metería animales exóticos,
vibradores o esas cosas en, en…¡Ahí pues!

MILAGROS: Pero si sólo es un inocente conejito.

DOLORES: Yo a esas cosas no le entro, en serio.

SOLEDAD: Pero si no eres tú la que tiene que entrarle, son esas cosas las que
entran en ti.

DOLORES: Para eso tengo al conejo de mi marido.

SOLEDAD: ¡Pues buen provecho!

MILAGROS: (A SOL) No creo que sea tan potente como tu duracel.

DOLORES: Además yo he oído que ese tipo de aparatos son para lesbianas.

MILAGROS: (BURLONA) ¡Ay qué horror, tú me quieres engañar! ¡No me digas!

DOLORES: Sí te digo.

SOLEDAD: ¡Pues bien por ellas porque también se la han de pasar a gusto con
sus juguetitos!

DOLORES: No me extraña nada oírte hablar así Sol.

SOLEDAD: ¿Por qué?

DOLORES: Por ahí me contaron que la otra vez te vieron con una “amiga” en un
bar gay.

SOLEDAD: ¿Y? ¿Qué tiene?

MILAGROS: ¡Yo también iba con mi ex marido muy seguido a esos lugares! ¡A
Luigi le fascin…! (PARA SI) ¡Pero de veras qué bruta era!

SOLEDAD: Yo no tengo nada en contra de las lesbis, sólo que ese no es mi


departamento.

DOLORES: ¿Ah si? ¿De veras estás tan segura?

SOLEDAD: Tal como lo oyes.

DOLORES: ¿Y qué fue de aquel anillito de rubí que te regaló tu admiradora?

25
SOLEDAD: ¿Mi admiradora?

DOLORES: ¡Conchita Reguló!

MILAGROS: ¿La repostera del Deportivo Israelita?

DOLORES: (A MILAGROS) ¡Sí, esa!

SOLEDAD: ¡Ay Lola, ya llovió! Eso pasó hace mucho tiempo, ya ni me acordaba.

MILAGROS: ¿Qué pasó con Conchita?

SOLEDAD: Nada, ella me dio el anillo y yo le di…

DOLORES: (LA INTERRUMPE) ¿Qué le diste?

SOLEDAD: Yo le di…

MILAGROS: (SE BURLA) ¿Tu ser?

SOLEDAD: ¡Claro que no! Le di las…

MILAGROS: ¡Se las diste!

SOLEDAD: Le di las gracias y le devolví el anillo.

MILAGROS: Y hablando de anillos y devoluciones, ¿cuántos divorcios llevas?

SOLEDAD: Tres.

MILAGROS: ¿Y por qué siempre terminas divorciándote?

SOLEDAD: No sé, todavía no lo descubro.

DOLORES: ¡No me digas!

SOLEDAD: Pues sí te digo. Por lo pronto, el último de mis exs no cumplía en


eso (HACE UNA SEÑA DE TIPO SEXUAL) y tampoco en aquello. (HACE OTRA
SEÑA QUE INDIQUE DINERO).

MILAGROS: ¿Cada cuánto hacían el amor?

SOLEDAD: Has de cuenta que me daba mi quincena.

DOLORES SE PONE A HACER SUS CUENTAS MENTALMENTE.

26
MILAGROS: ¡Qué horror!

SOLEDAD: Y para colmo era muy pudoroso.

MILAGROS: ¡No me digas que le gustaba el ostión y por eso no te arrimaba el


camarón!

DOLORES: ¡Ay, se me antojó un ceviche! (LLAMA AL MESERO).

SOLEDAD: No tanto como Luigi pero también tenía lo suyo. ¡Le encantaba
meterse sus periquitos y entonces era cuando se ponía efusivo!

DOLORES: ¡Otro que se mete animales exóticos! Se ve que están de moda.

MILAGROS: Ay Lola, mejor cómete tu ceviche.

SOLEDAD: Ese sí que era un hombre muy efusivo…y cambiaba la posición de


golpe.

DOLORES: ¿Qué posición?

SOLEDAD: ¿Cuál crees? ¡A lo que te truje chencha!

MILAGROS: ¡Qué trauma!

SOLEDAD: ¡Hasta que me harté de la abstinencia sexual!

MILAGROS: Sé de lo que hablas. ¡Es de lo más triste!

SOLEDAD: Me empecé a frustrar gacho. Pensaba: ¿qué onda conmigo? ¿Qué


tengo?

MILAGROS: O que no tengo.

SOLEDAD: ¡Exacto!

DOLORES: ¿Alguien tiene cambio?

MILAGROS Y SOLEDAD: ¡¿Qué?!

DOLORES: Para comprar cigarros pues, no se enojen.

SOLEDAD: Pero si tú ni fumas.

DOLORES: Pero se me acaba de antojar.

27
SOLEDAD SACA UNA CAJETILLA NUEVA. DOLORES PRENDE UN
CIGARRO Y TOSE UN POCO.

MILAGROS: Y luego…

SOLEDAD: Mi ex marido decía que el acto sexual era muy importante y que
había que hacerlo en un momento especial porque si no se podía volver
monótono. Pero él y yo ni a eso llegábamos.

MILAGROS: ¿Y qué hiciste?

SOLEDAD: Intenté todo. Me disfrazaba de cualquier cosa: de gatita, de


enfermera, de azafata, de colegiala y…nada. Le ponía fresas enormes en el
pecho y crema chantillí en el ombligo y…nada. Le vendaba los ojos, le untaba
aceites afrodisíacos por todo el cuerpo y…nada. Me vestía toda sado, le daba
de latigazos y…nada. Hasta que un día…

DOLORES Y MILAGROS: ¿Qué?

SOLEDAD: Un día me dijo que me quería dar una sorpresa. Y me pidió que lo
esperara en traje de baño.

MILAGROS: ¿Y?

SOLEDAD: Llegó en la noche a la casa muy contento.

DOLORES: ¿Y?

SOLEDAD: Que me lleva afuera, donde está la alberca.

MILAGROS: ¿Y?

SOLEDAD: Que me tapa los ojos y que me dice: “Mini, ¿qué crees que te traje?”

DOLORES: ¿Y qué te traía?

SOLEDAD: ¡No me lo van a creer!

MILAGROS: ¿Pues qué era?

SOLEDAD: ¡Algo de pésimo gusto!

MILAGROS: ¿Un payaso con una tanga y los zapatotes?

SOLEDAD: Ojalá.

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DOLORES: ¡Ay dios! ¿Qué te hizo ese hombre? ¿Qué era?

SOLEDAD: ¡Una foca!

MILAGROS Y DOLORES: ¡¿Qué?!

SOLEDAD: Como lo oyen, una foca. Tal cual.

DOLORES: ¿Amaestrada?

SOLEDAD: ¡Ay Lola, no sé! No me dio tiempo de descubrirlo.

MILAGROS: ¿Y qué quería hicieras con ella? ¿Un abrigo?

SOLEDAD: Peor. Quería que fornicáramos los tres juntos en el agua. ¡Hazme
favor! ¡Un menage a trois con una foca!

DOLORES: Oye Sol, ¿cómo fornican las focas?

SOLEDAD: ¡No sé Lola y te juro que lo último que se me ocurrió en ese


momento era averiguarlo!

MILAGROS: Qué tipo tan perverso.

SOLEDAD: Me daban ganas de reportarlo con la Asociación Protectora de


Animales. ¡Te lo juro!

DOLORES: ¡Estabas en todo tu derecho!

SOLEDAD: Esa fue la última que le aguanté a Tito. Una cosa es el aspecto
animal-macho pero ¡con una foca!

MILAGROS: Yo ni con un delfín, paso.

DOLORES: Para eso están los disfraces ¿no?

SOLEDAD: Quién sabe, a veces los disfraces desarrollan algo biológicamente


inherente en tu hombre que tú ni te imaginabas.

DOLORES: Tienes razón. ¿Y qué pasó después de la foca?

SOLEDAD: ¿Pues qué va a pasar? ¡El divorcio!

MILAGROS: Hiciste bien Sol, porque si le hubieras seguido el juego quien quita
y lo que te esperaba era fornicar con una galería de especies en extinción.

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SOLEDAD: ¿Por qué a los hombres se les olvida que su pene también forma
parte de su espíritu?

DOLORES: Ni tanto, hay algunas tribus que hasta los tallan en madera y les
rinden tributo.

SOLEDAD: ¡Ay Lola, agarra la onda por una vez en tu vida!

MILAGROS: Bueno, tampoco las mujeres somos el dulce y el azúcar de todo lo


agradable.

DOLORES: (TODA FRÍVOLA) Pero somos encantadoras. Así que: que esto que
lo otro: ¡salud!

DOLORES BEBE DE GOLPE SU TEQUILA. SOLEDAD LA MIRA


RESENTIDA.

SOLEDAD: ¿Cómo le haces para poder ser tan feliz Lola? Con todo y tu cáncer.

MILAGROS: ¡Ya vas a volver a empezar Sol!

DOLORES: (A MILAGROS) No te preocupes por mi, ya sé cómo tratar a una


mujer como Sol.

SOLEDAD: ¿Ah si? ¿Y cómo se supone que es eso?

DOLORES: Mira Sol, tú eres el tipo de mujer que todo lo relaciona con el sexo.
Estás obsesionada con el asunto. Tu disponibilidad sexual está asociada a tu
experiencia de vida que a estas alturas ya es muy larga. No tienes idea de lo
que es el sentido de la permanencia en un matrimonio. ¿Voy bien o me regreso?

SOLEDAD: Tú síguele chaparrita, te estoy escuchando con mucha atención.

DOLORES: A ti lo que te mueve son una serie de furores eréctiles y hormonales,


por eso siempre has elegido matrimonios inapropiados.

SOLEDAD: ¿De veras?

DOLORES: La actividad sexual al margen de una relación comprometida es el


sello que imprimes a tus matrimonios por eso se han desintegrado al estrellarse
contra la pared de la realidad. ¿Okey?

SOLEDAD: Ajá…

DOLORES: Se te olvida que se necesita algo más que una erección para
sostener un matrimonio.

30
SOLEDAD: ¿No me digas? ¿Y qué será “eso” tan necesario que obviamente yo
no tengo?

DOLORES: Valores morales.

SOLEDAD: ¿Qué estás diciendo Lola? ¿No será que el tumor que te
encontraron lo tienes en la cabeza?

MILAGROS: Oigan, vayan bajándole a sus ímpetus.

DOLORES: Nunca has tenido valores sólidos.

SOLEDAD: Y tú tienes mentalidad de Cenicienta. Ese papel te lo debieron haber


dado a ti en lugar de a mi. ¡Con razón ni quisiste audicionar! ¿Para qué? Si al fin
y al cabo lo ibas a representar el resto de tu vida. Lástima que nadie te iba a
aplaudir por eso.

MILAGROS: Sol, por favor. Ya párale. No es momento para confrontar a Lola.

SOLEDAD: ¿Por qué? ¿Por qué ella está enferma y yo no?

MILAGROS: Sol, sé prudente.

SOLEDAD: ¿Prudente? ¿Cómo me pides eso cuando Lola de puta no me ha


bajado desde que me senté frente a ella en este pinche lugar?

DOLORES: No digas mentiras, Sol.

SOLEDAD: ¡Deja de hablar así con tu tonito de eterna niñita de colegio de


monjas! ¡Tú empezaste con esto y ahora te aguantas!

MILAGROS: (AL MESERO) ¡Joven, una botella de tequila! ¡Caray, hasta el


tequila está más reposado que nosotras!

NINGUNA CELEBRA SU CHISTE.

MILAGROS: Ay bueno, era un chiste malo.

SOLEDAD: Seguramente eres muy feliz y todos tus sentimientos y emociones


están dirigidos hacia tu marido y tus hijos. Pero no confundas la vida entre
concentrarse en un ideal y concentrarse en personas de carne y hueso.

DOLORES: Por lo menos el amor es algo que hago y no algo que espero que
venga a mi.

31
MILAGROS: ¡Tómala! (CORRIGE) Digo, tómense un tequila conmigo ¿si?

SOLEDAD Y DOLORES: ¡No!

DOLORES: En lugar de ponerte así, deberías de agradecer que soy sincera


contigo y te digo lo que pienso.

SOLEDAD: ¿En serio? A mi más bien me da la impresión que no respetas tus


propios sentimientos y necesidad de intimidad. Tienes tanto miedo de mostrarte
tal cual eres.

DOLORES: Yo no tengo miedo de nada.

SOLEDAD: ¿No le tienes miedo a ese tumor?

DOLORES: No.

SOLEDAD: ¿No le tienes miedo al cáncer?

DOLORES: No.

SOLEDAD: ¿No tienes miedo a morirte?

DOLORES: ¡No!

DOLORES SE BEBE DE GOLPE UN TEQUILA.

DOLORES: (GRITA ANGUSTIADA Y LLOROSA) ¡No me quiero morir! ¡No me


quiero morir!

MILAGROS: (A SOL) ¿Ahora sí estás contenta?

SOLEDAD BEBE DE GOLPE SU TEQUILA. MILAGROS HACE LO


MISMO.
CAMBIO DE TIEMPO.

TERCER ENTREMÉS.
SOLILOQUIO DE DOLORES.
SOLEDAD Y MILAGROS SE CONGELAN COMO EN UNA
FOTOGRAFÍA.

DOLORES: (A PÚBLICO) ¿Quieren saber qué pasó después? Soledad se sintió


tan culpable que quiso pagar la cuenta completa.

32
EL MESERO TRAE LA CUENTA Y SOLEDAD PAGA.

DOLORES: Milagros tenía migraña y se despidió rápidamente.

MILAGROS SE PONE LOS LENTES OSCUROS.

DOLORES: Yo me acabé todo el tequila del mundo, luego fui al baño a vomitar
y...No me morí. El tumor no fue maligno. No sé cuánto pasó para volver a
reunirnos pero las tres dejamos de vernos por mucho tiempo. Dejamos de
llamarnos por teléfono y…

SOLEDAD: Nos sumergimos en un profundo silencio. Creo que nadie quería


saber nada de ninguna.

MILAGROS: Estoy segura que en el fondo cada una de nosotras era


profundamente infeliz durante aquella época.

SOLEDAD: Sufríamos y lo más curioso es que gozábamos sufriendo nuestras


vidas.

DOLORES: Durante años viví convencida de que disfrutaba de una vida muy
agradable, era una especie de esposa respetada y remunerada. Había
construido un reino de posesiones materiales y emocionales donde yo era la
soberana. Y la mejor inversión eran mis hijos. Voluntariamente caí en la trampa
de un estilo de vida al que llamaba “familia”. Pero la verdad era otra. El término
“mi marido” significaba proveedor de esperma y dinero. Yo a mi vez era la
responsable incuestionable de complacer a todos en ese sencillo entramado de
realidad y valores. ¿Qué beneficio más grande podía obtener una mujer como
yo? Suplantadas mis necesidades personales asumía el control, establecía las
reglas de mi hogar y los límites. Hasta que me di cuenta que una cosa es
construir un reino y otra una familia. No. No me convertí en feminazi.

SOLEDAD: Tampoco acudí a psicoanálisis.

MILAGROS: O tuve catárticas sesiones musicales oyendo cantar a Lupita


Dalessio.

DOLORES: Simplemente abdiqué mi trono de “buena mujer”. Y un día, después


de “tenerlo todo”, decidí quedarme sin nada.

33
5. LOS POSTRES

DOLORES DESABROCHA ALGUNOS BOTONES DE SU BLUSA, SUS


PECHOS SE INSINÚAN SENSUALMENTE. PIDE UNA COPA Y
ENCIENDE UN CIGARRO.
SOLEDAD VISTE UN SARI Y SE PONE UN TURBANTE BLANCO EN
LA CABEZA.
MILAGROS HA CAMBIADO DE PEINADO Y DE LENTES OSCUROS.
LAS TRES LUCEN DISTINTAS.

MILAGROS: (A DOLORES) Como quien dice, te diste un break.

DOLORES: Algo así. (A SOL) ¿Y a qué secta perteneces?

SOLEDAD: A ninguna.

MILAGROS: ¿Es un nuevo look?

SOLEDAD: Digamos que ya no cuelgo tantas prendas en mi perchero.

CRUCE DE MIRADAS DE ASOMBRO ENTRE MILAGROS Y


DOLORES.

SOLEDAD: ¡No se saquen de onda chaparritas, tampoco es para tanto!

MILAGROS: La verdad, te sienta bien el turbante. Hasta me da nostalgia y me


recuerdas esas películas sesenteras con Fanny Cano.

DOLORES: Yo me acuerdo de Aladino y la lámpara maravillosa.

SOLEDAD: ¡Bueno ya! Dejemos a mi turbante en paz y mejor cambiemos de


tema.

MILAGROS: ¿Y cuánto tiempo te aventaste en la India?

SOLEDAD: Casi cuatro años.

MILAGROS: Increíble.

DOLORES: Oye Sol, ¿y además del kamasutra qué aprendiste?

SOLEDAD: Aprendí sobre mi.

34
MILAGROS: O sea que tuviste que irte hasta allá para poder encontrarte a ti
misma.

SOLEDAD: Algo así, aunque la mera verdad el viaje se dio de otra forma.

DOLORES: (LA INTERRUMPE) ¿Y de pura casualidad ese viaje tenía forma


masculina?

SOLEDAD: ¿Qué comes que adivinas, Lola?

MILAGROS: ¿Y se puede saber de dónde salió esa forma masculina?

SOLEDAD: Nos conocimos en un festival dedicado a la cultura de la India.

DOLORES: ¿Y cómo se llama tu gurú?

SOLEDAD: Se llamaba, sólo duramos un año juntos. ¡Y no es mi gurú! Se los


aseguro.

MILAGROS: Nombre y coordenadas, por favor.

SOLEDAD: Satya.

DOLORES: Qué nombre tan…bonito.

MILAGROS: Suena mejor que Donatela ¿Están de acuerdo?

SOLEDAD: ¿Saben qué significa?

DOLORES: ¿Alma gemela?

MILAGROS: ¿Indio viril?

SOLEDAD NIEGA CON LA CABEZA.

SOLEDAD: Significa verdad.

MILAGROS: ¡Por lo menos una de nosotras dio con un hombre de Verdad!

SOLEDAD: Todos esos años que estuve lejos de aquí fueron buenísimos.

DOLORES: ¿Por qué?

SOLEDAD: Durante mucho tiempo pensé que mi destino era interpretar una
infinidad de papeles en la vida, hasta que me di cuenta que ninguno de esos
papeles tenían que ver con quién era yo.

35
MILAGROS: ¿Y quién eres tú?

SOLEDAD: ¡Esa es la única pregunta que vale la pena hacerse!

DOLORES: ¿Y cuál es la respuesta a esa pregunta?

LAS TRES AMIGAS SE MIRAN ENTRE SÍ Y NINGUNA DICE NADA.

SOLEDAD: Ahí tienen la respuesta.

MILAGROS: Pero si nadie ha dicho nada.

SOLEDAD: Por eso.

DOLORES: Supongo que es muy profundo lo que nos estás diciendo, pero la
mera verdad yo no entiendo nada.

SOLEDAD: Lo que quiero decir Lola, es que ahora estoy libre de todo papel. Me
transformé.

MILAGROS: Se nota. Y no lo digo por el turbante, en serio.

DOLORES: Oigan, yo también cambié. ¿No me notan algo diferente?

SOLEDAD: Volviste a fumar.

DOLORES: De vez en cuando, pero no, no es eso.

MILAGROS: ¿Te hiciste la lipo?

DOLORES: No. ¡Mírenme bien!

SOLEDAD: ¿Botox?

DOLORES NIEGA CON LA CABEZA.

DOLORES: (MUY ORGULLOSA) Me puse más chichi y me di una restiradita.

MILAGROS: ¿De veras?

SOLEDAD: Pues no se te nota.

DOLORES: ¡No me chinguen! Tanto esfuerzo para nada.

36
SOLEDAD: Quiero decir que te ves tan bien que no se te nota la restirada.

DOLORES: ¡Pero las chichis sí!, ¿o no?

MILAGROS: ¡Claro que sí! Te quedaron de lujo.

DOLORES: (MUY ORGULLOSA) Ahora soy 34 C.

SOLEDAD: (A MILAGROS) Ahora te toca a ti Milagros, ¿qué te has hecho?

MILAGROS: Pues yo ni la lipo, ni una restiradita, ¡y mucho menos la jarocha!


Pero pasó algo que me cambió la vida…

SOLEDAD: ¿Te volviste gay?

MILAGROS: No.

DOLORES: ¿Te convertiste al cristianismo?

MILAGROS: Tampoco.

SOLEDAD: Entonces…

MILAGROS: Tuve un hijo.

DOLORES: ¿En serio? ¡Qué maravilla Milagros!

SOLEDAD: ¡Felicidades amiga!

MILAGROS: Gracias. Es niño, tiene casi cuatro años y se llama Bruno.

SOLEDAD: ¿Y se puede saber quién es el padre de la criatura?

MILAGROS: Luigi.

SOLEDAD Y DOLORES: ¡¿Donatela?!

MILAGROS: Quedé embarazada antes de la jarocha, o sea antes de que Luigi


ya saben, cambiara de parecer en la vida. Claro que ni él ni…quiero decir, ni ella
ni yo lo sabíamos.

DOLORES: O sea que como quien dice Bruno tiene dos…mamás.

MILAGROS: Algo así.

37
SOLEDAD: ¡Que bueno que entré a la meditación!

DOLORES: Y yo que creía que eso sólo pasaba en las películas de Almodóvar.

MILAGROS: ¡Siguen siendo de lo peor!

SOLEDAD TOMA DEL BRAZO A MILAGROS.

SOLEDAD: Ya en serio, que bueno que tuviste un hijo.

DOLORES: Y que estés contenta.

MILAGROS: Ah, y otra cosa más: ¡volví al mundo del espectáculo!

SOLEDAD: ¿En serio?

MILAGROS: Así como lo oyen. ¡Su amiga Milagros ha vuelto a los escenarios!

DOLORES: ¿Y te estás presentando en algún lugar?

MILAGROS: Ahorita estoy ensayando una nueva obra con una compañía de
teatro codependiente.

SOLEDAD: Querrás decir independiente.

MILAGROS: No, así como suena: codependiente. Somos un grupo de Adictos a


las Relaciones Destructivas y desde hace dos años formamos una compañía
teatral.

DOLORES: ¡Qué padre! ¿Y qué obras han montado?

MILAGROS: Llevamos tres: “Pégame pero no me dejes”, “Alicia en el país de las


quesadillas”, que es una adaptación muy interesante sobre comedoras
compulsivas y “Amor a la mexicana”.

SOLEDAD: Qué interesante.

DOLORES: ¡Suena super!

SOLEDAD: Y ¿cómo se llama la obra que estás ensayando ahorita?

MILAGROS: Se llama “Tercia de Reinas”.

DOLORES: ¿Y de qué trata?

38
MILAGROS: Es sobre un grupo de amigas disfuncionales a las que les pasa de
todo: divorcios, traiciones, fracasos sentimentales, adicción al sexo, a la cirugía
plástica en fin, ya se imaginan.

SOLEDAD: Como quien dice el pan nuestro de cada día.

MILAGROS: Y por otro lado tengo montado un show.

DOLORES: Por lo visto andas muy activa. ¿Y de qué es tu show?

MILAGROS: Trabajo con…¡No me lo van a creer!

DOLORES: ¿Fito Girón?

MILAGROS: ¿Todavía vive?

SOLEDAD: ¡Ay, no me digas que con focas!

MILAGROS: ¡Trabajo con Donatela!

DOLORES: ¿Tú ex marido?

SOLEDAD: O lo que es lo mismo: la madre de tu hijo.

MILAGROS: ¿Quién lo diría? Superado el trauma jarocho nos convertimos en


buenas amigas.

DOLORES: ¿Y qué tipo de show es?

MILAGROS: Es un show travesti de alto nivel. Donatela y tres de sus colegas


imitan a una serie de personalidades de la farándula.

DOLORES: ¿Tú también participas?

MILAGROS: De alguna manera sí.

SOLEDAD: Entonces supongo que te vistes de charro imitando al Potrillo o algo


por el estilo ¿no?

MILAGROS: No, yo no me transformo para nada.

DOLORES: La verdad ni lo necesitas, siempre tuviste cierto aire de marimacha.

MILAGROS: ¡Ay Lola, por dios! Yo dirijo el espectáculo.

DOLORES: Claro, claro. Me lo imaginaba.

39
SOLEDAD: Pues por lo visto han cambiado mucho las cosas desde la última vez
que nos vimos.

MILAGROS: (A DOLORES) ¿Sigues felizmente casada Lola?

DOLORES: Por supuesto. Acuérdense que yo sí creo en el matrimonio.

SOLEDAD: ¿Tus hijos?

DOLORES: Hermosos y creciendo rapidísimo.

MILAGROS: ¿Y tus salchichas Pili y Mili?

DOLORES: Pili se nos murió en un viaje que hicimos a…

SOLEDAD: ¿Cuernavaca?

DOLORES: No, a Ixtapa.

MILAGROS: Qué triste, ¿qué le pasó a tu perrita?

SOLEDAD: No me digas que se enamoró de un lanchperro.

DOLORES: Se ahogó. Una ola se la tragó.

SOLEDAD: Qué mala onda, pobre Pili.

DOLORES: Sí, Mili estuvo muy deprimida mucho tiempo pero le conseguimos
otro salchicha y ya se recuperó. Se llama…Sol.

SOLEDAD: ¡Como yo!

DOLORES: La verdad le puse el nombre en tu honor.

SOLEDAD: ¿Porqué soy una perra?

DOLORES: Porque brillas.

SOLEDAD: (TODA MÍSTICA) Namaste.

MILAGROS: ¿Y qué más Lola, aparte del fallecimiento de tu perra salchicha?

DOLORES: Nada, nada…Todo bien. (PAUSA) Bueno, la mera verdad hay algo
más.

40
SOLEDAD Y MILAGROS: ¿Qué?

DOLORES: (SUSPIRA) Es algo que me tiene muy contenta.

SOLEDAD Y MILAGROS: ¿Qué?

DOLORES: Pero es top secret ¿eh? No le vayan a decir a nadie.

SOLEDAD: Lola, ya sabes que todo lo que se diga en esta mesa queda entre
nosotras.

MILAGROS: ¿En qué andas Lola?

SOLEDAD: ¡No vayas a salir con que tienes otro tumor!

DOLORES: ¡Toco madera!

MILAGROS: (A SOL) Lo bueno es que ya meditas. ¿Qué es Lola?

DOLORES: Tengo un amante.

MILAGROS: ¡¿Cómo?!

SOLEDAD: A ver, a ver barájamela más despacio. Repite lo que dijiste.

DOLORES: ¡Tengo un amante cachondísimo!

MILAGROS: (A SOL) Pellízcame por favor porque creo que estoy alucinando.

DOLORES: Para nada. ¡Y no crean que estoy hablando de ese tipo de juguetes
exóticos que tanto les gustan!

SOLEDAD: Como quien dice este modelito es de carne y hueso.

DOLORES: Mejor, ¡es un toro!

MILAGROS: ¡Nombre y coordenadas pero ya!

DOLORES: Se llama José. Es estudiante de actuación y tiene un trabajo de


medio tiempo.

SOLEDAD: ¿Y cuántos años tiene tu Pepe el Toro?

DOLORES CUCHICHEA LA INFORMACIÓN A SUS AMIGAS.

MILAGROS: ¡No te creo!

41
DOLORES: ¡Y muy bien puestos!

SOLEDAD: ¡Bien por ti, mi Lola!

MILAGROS: ¡Esto merece un brindis!

SOLEDAD: Yo las acompaño con mi naranjada porque ya no tomo ni fumo.

MILAGROS: ¡No me vayas a salir con que tampoco le pones!

SOLEDAD: Pues aunque no me crean, así es. Estoy en un voto de castidad.

DOLORES: Pobrecita.

SOLEDAD: Lola por favor, ya sabes que esa palabra me choca.

DOLORES: (MUY PREOCUPADA) Pero…¿te sientes bien así sin nada de


nada?

SOLEDAD: Estoy perfectamente.

MILAGROS: ¿Y qué pasó con tu conejito?

SOLEDAD: ¿Cuál?

MILAGROS: ¿Cómo que cuál? ¡El duracel!

SOLEDAD: Ah, de veras. Ya ni me acordaba. Pues se le acabó la pila.

MILAGROS: ¿Al duracel o a ti?

SOLEDAD: Primero a él y luego a mi.

DOLORES: ¿Piensas renunciar al sexo de por vida?

SOLEDAD: Nada es para siempre, Lola. No hay principios ni finales. Y aunque


no me crean, por primera vez en la historia estoy disfrutando mi celibato.

MILAGROS: Yo diría más bien que estás descubriendo el celibato.

SOLEDAD: Exactamente.

MILAGROS: ¿Y?

SOLEDAD: ¡Me siento de poca madre!

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DOLORES: Entonces, brindemos por tu celibato.

SOLEDAD: (A LOLA) Y por tu restirada

DOLORES: (A MILAGROS) Y por tu hijo.

MILAGROS: (A LOLA) Y por tus chichis.

DOLORES: Espérense, mucho brindis, mucho brindis y no tenemos copas.

DOLORES LE HACE UNA SEÑA AL MESERO.


ÉL LLEGA HASTA LA MESA CON UNAS COPAS. CUANDO ESTÁ A
PUNTO DE IRSE, DOLORES LE HACE UN CARIÑITO DISCRETO EN
LAS NALGAS.

DOLORES: (AL MESERO) ¿A qué hora sales?

EL MESERO LE INDICA CON UNA SEÑA LA HORA. DOLORES LE


GUIÑA UN OJO Y LE MANDA UN BESO.

MILAGROS: Lo veo y no lo creo. ¡Qué onda contigo Lola!

SOLEDAD: ¡Ahora sí estás desatada!

DOLORES: Él es…José.

SOLEDAD: ¡No es cierto! ¿Ese forro es tu amante?

DOLORES ASIENTE CON UNA SONRISA DE OREJA A OREJA.

MILAGROS: ¡Ahora sí: te rayaste mi Lola!

DOLORES LEVANTA SU COPA PARA HACER UN BRINDIS.


MILAGROS Y SOLEDAD CON LA COPA EN ALTO TAMBIÉN.

DOLORES: Brindo por Sol y por Milagros. Mis amigas.

SOLEDAD: Brindo por Milagros y por Lola. Mis amigas.

MILAGROS: Brindo por Lola y por Sol. Mis amigas.

SOLEDAD: ¡Brindo por todo! (MIRA A LOLA) ¡Tu galán, mi celibato y por…
(MIRA A MILAGROS) ¿Cómo dijiste que se llama la obra que estás ensayando?

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MILAGROS: Tercia de Reinas.

SOLEDAD, MILAGROS Y DOLORES: ¡Por Tercia de Reinas!

6. LA CUENTA.

ENTRA EL TEMA “MIND TRICK” DE JAMIE CULLUM.


LAS TRES AMIGAS BRINDAN Y SIGUEN PLATICANDO.

FIN DE LA OBRA

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