Didactica
Didactica
“Ismael Montes”
Cochabamba – Bolivia
Introducción
Este modelo se centra en la idea de que el conocimiento no puede ser algo impuesto de
manera unilateral desde una autoridad (el docente), sino que debe ser un proceso
construido colectivamente, en diálogo con la comunidad. Así, el proceso educativo no
se limita al aula ni a los textos académicos, sino que se expande a la vida cotidiana,
integrando las experiencias y saberes locales en una propuesta pedagógica más amplia.
En este sentido, la visión metodológica del modelo intenta responder a las limitaciones
y ausencias de las concepciones educativas que sólo han dirigido su interés al desarrollo
del nivel cognitivo del aprendizaje, es decir que han hecho de la teoría y su transmisión
la finalidad de la educación.
Una de las contribuciones más significativas del modelo socio comunitario es su énfasis
en las estrategias metodológicas que buscan transformar el proceso educativo desde la
base. Estas estrategias no solo invitan a una reflexión crítica sobre el contenido que se
enseña, sino también sobre el “cómo” se enseña y “para qué”. El aprendizaje, bajo este
enfoque, no es solo un fin en sí mismo, sino un medio para generar cambios reales en la
vida de los estudiantes y sus comunidades.
En este sentido, el modelo reconoce que no todas las estrategias metodológicas son
igualmente útiles en todos los contextos. La transformación educativa requiere una
flexibilidad metodológica que permita a los docentes adaptar sus enfoques según las
necesidades específicas de sus estudiantes y las realidades de su entorno.
Una de las innovaciones más notables del modelo socio comunitario es la estructuración
del proceso educativo en “cuatro momentos metodológicos”: práctica, teoría, valoración
y producción (Ministerio de Educación de Bolivia, 2012). Estos momentos reflejan la
manera en que el aprendizaje se construye de manera dinámica, partiendo de la
experiencia directa de los estudiantes, pasando por la reflexión crítica, y culminando en
la producción de soluciones tangibles para los problemas identificados.
2. Teoría: Una vez identificado el problema, el siguiente paso es el análisis teórico. Los
estudiantes, con el apoyo del docente, investigan y estudian los conceptos y teorías que
les permitan comprender el problema de manera más profunda. Este momento permite
una conexión vital entre los saberes locales y los académicos, enriqueciendo ambos.
Aquí se pone en juego el concepto de aprendizaje significativo de Ausubel (1983), que
sugiere que los estudiantes aprenden mejor cuando pueden relacionar la nueva
información con sus conocimientos previos.
Uno de los componentes más innovadores del modelo educativo socio comunitario es el
“proyecto socio productivo”. Este proyecto integra los conocimientos adquiridos a lo
largo del proceso educativo y los aplica en la creación de soluciones productivas para la
comunidad. No solo se trata de un ejercicio académico, sino de una forma de involucrar
a los estudiantes en la transformación de su entorno, promoviendo una visión del
aprendizaje como herramienta de cambio social.
3. Proceso de Organización
La gestión de recursos es otro aspecto crucial. Los recursos incluyen no solo materiales
como libros, tecnología, y herramientas didácticas, sino también recursos humanos
como los docentes, los especialistas y la comunidad educativa en general. Es
fundamental que los recursos se gestionen de manera eficiente, garantizando que todos
los actores educativos tengan acceso a lo necesario para llevar a cabo el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
La coordinación entre los diferentes actores educativos es esencial para que las
estrategias metodológicas y didácticas sean efectivas. Esta coordinación debe incluir no
solo a los docentes, sino también a los estudiantes, los padres de familia, los
administradores escolares, y la comunidad en general. Una comunicación fluida y una
colaboración efectiva entre todos los actores educativos son clave para lograr una
enseñanza de calidad.
Finalmente, la creación de un ambiente de aprendizaje adecuado es esencial para el
éxito del proceso educativo. Este ambiente debe ser inclusivo, respetuoso, y seguro,
promoviendo el bienestar emocional y físico de los estudiantes. Un ambiente de
aprendizaje positivo no solo facilita la adquisición de conocimientos, sino que también
fomenta el desarrollo personal y social de los estudiantes, permitiéndoles crecer como
individuos íntegros y responsables.
Conclusión