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Oclusión en Odontología Restauradora

El fracaso de las restauraciones estéticas, como las resinas compuestas y


porcelanas, a menudo no se debe a las propiedades de los materiales, que han mejorado
considerablemente. En lugar de eso, el origen de los fracasos está relacionado con la
oclusión o parafunción. Algunos pacientes han mantenido restauraciones plásticas
exitosas durante más de 20 años con materiales menos resistentes, mientras que otros
necesitan reemplazos después de solo 5 años. Identificar las causas de estas diferencias
podría mejorar el pronóstico de las restauraciones

Relaciones dentarias y tipos de oclusión


Antes de realizar una restauración, ya sea del sector anterior o posterior,
debemos hacer un diagnóstico de la situación oclusal de la boca del paciente para
establecer en qué posición debemos realizar y ajustar nuestras restauraciones.
Existen 2 tipos de relaciones dentarias posibles:
 La oclusión habitual (OH) o máxima intercuspidación (MI) es la posición
natural de las piezas dentarias, presente en el 90-98% de las personas, y se
genera por contactos durante el cierre de la mandíbula. El contacto prematuro es
el que puede desviar la mandíbula hacia una posición más anterior y lateral.
 La oclusión en relación céntrica (ORC) o oclusión céntrica (OC) se refiere a
la posición cuando los cóndilos están en relación céntrica, considerada como la
posición articular funcional óptima, pero solo el 2-10% de las personas la
presentan de forma natural.

En ocasiones, debemos realizar restauraciones en bocas que presentan gran


cantidad de piezas dentarias con facetas patológicas. En estos casos sabemos que dichas
restauraciones se deberán realizar en ORC. Pero no solo es importante de- terminar la
posición de trabajo, sino también si hubo pérdida de dimensión vertical o un cambio de
posición mandibular como consecuencia del desgaste originado por el bruxismo. Estas
dos situaciones son elementos importantes a tener en cuenta también durante la etapa
diagnóstica y con frecuencia suelen generar dudas en el profesional y llevarlo a un
diagnóstico erróneo.
Alteración de la dimensión vertical
La dimensión vertical (DV) es la distancia entre un punto del maxilar superior y
otro de la mandíbula, que puede medirse en oclusión o en reposo. En reposo, la DV
aumenta según el espacio libre interoclusal presente.
La alteración de la DV puede ocurrir por la pérdida de piezas dentarias
posteriores o el desgaste por bruxismo, lo que genera contactos entre los dientes
anteriores, causando facetas, migraciones y dispersión vestibular. Esta alteración se
conoce como "colapso de la mordida". Si la pérdida de DV es por desgaste o facetas, se
realiza un diagnóstico para determinar si ha habido una alteración.

Cambio de posición mandibular


El desplazamiento de la mandíbula hacia una posición anterior se genera por la
pérdida del overbite o altura funcional anterior, la inestabilidad de los dientes
posteriores y la acción de los músculos pterigoideos externos. Este fenómeno se explica
a través de los determinantes de la morfología oclusal y los movimientos mandibulares,
que incluyen dos factores: la guía condílea (posterior) y la guía anterior. La guía anterior
tiene un mayor impacto en la desoclusión de los dientes posteriores.
Cuando la altura funcional anterior se pierde, especialmente por bruxismo, la
mandíbula se desplaza hacia adelante. La guía condílea, con una trayectoria de 30°,
provoca que, al avanzar la mandíbula, los dientes posteriores se separen, lo que se
compensa con la extrusión de estos dientes. Con el tiempo, el paciente adopta una
posición de borde a borde con desgaste en los dientes anteriores y menor desgaste en
premolares y molares, mientras los segundos molares permanecen intactos.

Ajuste Oclusal de una Restauración


El ajuste oclusal tiene como objetivo estabilizar y armonizar la restauración con
el sistema masticatorio. Si la oclusión habitual (OH) es fisiológica, el ajuste se realiza
en OH, verificando que no se generen nuevos contactos prematuros en la relación
céntrica (ORC). Si la OH es patológica, se ajustan todas las piezas dentarias en ORC,
buscando la máxima intercuspidación mediante desgaste selectivo, sin afectar la
dentina. Es esencial analizar los modelos montados en el articulador para determinar la
cantidad de desgaste necesario.
Para inducir la mandíbula a la relación céntrica, se utilizan maniobras manuales
(como la del dedo pulgar en el mentón) o autoinducidas (como las laminillas de Long).
Estas maniobras buscan obtener una posición articular más fisiológica, evitando
interferencias en los movimientos excéntricos (lateralidad y propulsión).
El objetivo final es una oclusión mutuamente protegida (OMP), donde los
dientes posteriores protejan a los anteriores y viceversa, favoreciendo su desoclusión en
los movimientos laterales y de propulsión. Si la guía anterior no funciona
correctamente, se realiza un análisis y ajustes en el articulador o se puede recurrir a
ortodoncia o placas de protección.
Para lograr estabilidad, se requiere un mínimo de tres contactos por pieza
dentaria, formando un triángulo de tripodismo, lo que proporciona estabilidad oclusal.

Pronóstico de las restauraciones


Guía anterior
La guía anterior está formada por los dientes anteriores y es responsable de
generar la desoclusión de los dientes posteriores durante los movimientos excéntricos
mandibulares (lateralidad y propulsión). La forma anatómica de los dientes anteriores,
especialmente los caninos, les permite soportar bien las fuerzas laterales. En los
movimientos laterales o protrusivos, los bordes incisales de los dientes mandibulares
contactan con las caras palatinas de los dientes maxilares, produciendo una trayectoria
que separa los dientes posteriores.
La capacidad de desoclusión de la guía anterior depende de la inclinación de la
cara palatina y el overbite o altura funcional de los dientes anteriores. Si la guía anterior
no funciona correctamente, puede haber contactos prematuros entre los dientes
posteriores durante los movimientos excéntricos, lo que, en presencia de bruxismo,
puede afectar negativamente las restauraciones en esa zona.
Altura funcional anterior y posterior (overbite)
Es un factor clave en la guía anterior. Se refiere a la distancia entre el punto de
contacto dental y el borde incisal de los incisivos superiores (AF anterior) o la cúspide
de los premolares y molares (AF posterior). A mayor AF anterior y menor AF posterior,
mayor será la desoclusión de la guía anterior y la separación de los dientes posteriores.
La angulación de las caras palatinas de los dientes anteriores y de las cúspides
vestibulares de los premolares y molares también influye en la capacidad de
desoclusión. A mayor angulación de las caras palatinas y menor angulación de las
cúspides vestibulares, mayor será la desoclusión de la guía anterior.
Relaciones oclusales
Para una correcta estabilidad oclusal, los puntos de contacto deben ser sobre
superficies convexas y ubicarse en el centro de la cara oclusal, no cerca de las caras
libres. Esto previene fracturas de la restauración o del diente, especialmente cuando se
han rellenado socavados.
Alineación tridimensional (AT)
La AT (Alineación Tridimensional) se refiere a la correcta ubicación de los
dientes en sus arcadas, garantizando una oclusión estable y sin interferencias, y una
oclusión mutuamente protegida (OMP), donde los dientes posteriores protegen a los
anteriores. Cuando la diferencia de altura funcional (AF) entre los dientes anteriores y
posteriores es pequeña (<1 mm), una mínima desalineación posterior puede generar
interferencias, afectando el pronóstico de las restauraciones si la guía anterior es
insuficiente.
Bruxismo
El bruxismo es el rechinar de dientes, clasificado como una actividad
parafuncional de los músculos de la masticación, que puede ser diurno o nocturno y
ocurre de manera subconsciente. La fuerza durante el bruxismo puede superar entre 4 y
8 veces la de la masticación normal, con un patrón de contracción isométrica (no
fisiológica), lo que genera efectos patológicos en el sistema estomatognático. La
presencia de bruxismo es un factor determinante en el pronóstico de las restauraciones
dentales, ya que puede afectar la guía anterior y la alineación tridimensional (AT) de las
piezas posteriores, comprometiendo la estabilidad. Aunque el bruxismo es
subconsciente y no predecible, se deben evaluar otros factores al pronosticar la
durabilidad de las restauraciones.
Referencia
J. Barrancos, P. (2015). Barrancos Mooney. Operatoria Dental. 81f93a54-7f2d-
4ac6-98c0-3d2c5903f909. E-book.

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