03 Tema 3 HIPER
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INTRODUCCIÓN
El significado etimológico del término hiperactividad es el de un movimiento
excesivo que, connotativamente, no suele tener una propositividad o intencionalidad
dirigida a un fin planeado constructivo. Cualquier persona puede sentirse inquieta en un
momento dado y responder impulsivamente. Sin embargo, cuando este exceso conductual
es mantenido durante todo el día y persiste durante más de seis meses, y, a su vez, interfiere
negativamente en la vida diaria produciendo un deterioro en el ámbito personal, escolar,
social y familiar, nos encontramos ante un verdadero trastorno que nosológicamente ha
sido etiquetado como Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
El TDAH es una alteración del neurodesarrollo que constituye un importante
problema en la infancia, tanto en el ámbito clínico como en el contexto escolar. Su
frecuencia y las características de su sintomatología hacen que cada vez se le preste más
atención por parte de los padres, la escuela y los médicos. Constituye un campo científico
de gran interés en el ámbito clínico y educativo, tanto en la evaluación multidisciplinar
como en los tratamientos mediante diversos modelos en constante proceso de revisión.
Sus manifestaciones conductuales y cognitivas tienen un gran impacto en el
desarrollo de la personalidad, en el rendimiento escolar, en las relaciones interpersonales,
en la dinámica familiar y en la adquisición de las habilidades sociales necesarias para el
desenvolvimiento y adaptación en la sociedad (fragilidad de los mecanismos adaptativos
al entorno; Narbona, 1997).
3.1.1. Niñas.
a) Área conductual.
Las niñas con TDAH sufren una menor afectación en su dimensión conductual
(Gaub y Carlson, 1997), muestran una menor hiperactividad y una menor proporción de
trastornos de conducta.
- Menos agresivas e impulsivas.
- Menor número de síntomas de trastornos de conducta.
- Tendencia a ser más reservadas y tímidas.
3.1.2. Niños.
a) Área conductual.
- Mayor hiperactividad.
- Mayor falta de atención.
- Trastorno oposicionista desafiante (comorbilidad).
b) Impulsividad:
1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las
preguntas completas.
2. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones
en grupo.
3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
Además de presentar, como se ha dicho anteriormente, de 6 o más síntomas, deben
cumplirse otros requisitos como:
1. Aparecer antes de los 7 años.
2. Los síntomas deben presentarse en dos o más situaciones: la escuela, en casa...
3. La alteración es causa de un significativo distrés o impedimento en el
funcionamiento social, académico u ocupacional.
4. No debe aparecer exclusivamente durante el curso de un desorden penetrante
de desarrollo, esquizofrenia u otro desorden psicótico y no se puede justificar
tampoco por un desorden de humor, desorden de ansiedad, desorden
disociativo o desorden de personalidad.
El DSM-IV en su versión renonavada y previo al DSM-5 distinguía entre cuatro
tipos de desorden:
1. Desorden de atención/hiperactividad predominando el tipo inatención.
2. Desorden de atención/hiperactividad con predominio de hiperactividad.
TIPO SÍNTOMAS
Más de 6 ítems en inatención.
TDAH combinado.
6 ítems o más en hiperactividad e impulsividad.
6 ítems o más en inatención. Menos de 6 ítems en
TDAH inatención.
hiperactividad e impulsividad.
TDAH hiperactividad/ Menos de 6 ítems en inatención. Más de 6 ítems en
impulsividad. hiperactividad e impulsividad.
TABLA 1. Criterios diagnósticos de los subtipos de TDAH del DSM-IV (APA, 2000).
Hiperactividad:
a) A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que
se espera que permanezca sentado.
c) A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es
inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a
sentimientos subjetivos de inquietud).
d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades de ocio.
e) A menudo «está en marcha» o suele actuar como si tuviera un motor.
f) A menudo habla en exceso.
Impulsividad:
g) A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las
preguntas.
INATENCIÓN
- Dificultad para mantener la atención, especialmente en la realización de tareas
prolongadas.
- Atención escasa e insuficiente a los detalles y aspectos analíticos de las actividades.
- Lentitud y pasividad en la realización de las tareas.
- Tendencia a distraerse. Atención multifocalizada y oscilante, es decir, abandono de la
actividad atencional primaria (distracción) focalizándola a continuación en estímulos
distractores: ruidos, entradas y salidas de compañeros en clase, etc. Dificultades en
la atención selectiva.
- Dificultad para completar y acabar tareas.
- Dificultad para seleccionar estímulos a los que prestar atención.
- Dificultad para explorar estímulos complejos de un modo ordenado.
- Cometer errores por descuido.
- No escuchar. Apariencia de no prestar atención a las instrucciones verbales.
- Pérdida de objetos con cierta frecuencia, especialmente los necesarios para el
aprendizaje escolar. Tendencia a la desorganización.
- Procesamiento lentificado de la información.
- Evitación de tareas que requieren concentración (esfuerzo mental sostenido).
- Tendencia a olvidar instrucciones recibidas.
- Dificultad de concentración en una sola tarea de trabajo o estudio.
- Atención automática en función de su interés.
- Olvido de las actividades diarias previstas.
HIPERACTIVIDAD
- Respuestas rápidas e irreflexivas. Latencia de respuesta inexistente.
- Inexactitud en las respuestas.
- Incapacidad para inhibir conductas (ausencia de autocontrol).
- Incapacidad de demorar la gratificación.
- Falta de control en las reacciones o respuestas.
- Baja tolerancia al aburrimiento.
- Falta de planificación y previsión del comportamiento.
- Interrupciones en las conversaciones y juegos con los compañeros.
Tabla 2. Sintomatología observada en el ámbito escolar.
Las combinaciones posibles entre los componentes del trastorno dan lugar a las
siguientes consecuencias:
a) Déficit atencional + hiperactividad: se producen mayor número de conductas
agresivas, enfrentamientos interpersonales entre compañeros de clase, mayor
impulsividad y estos niños son más impopulares entre el grupo. Los demás
les evitan.
b) Déficit atencional solo: son alumnos más callados y tímidos, con un estilo
pasivo en el afrontamiento de las relaciones sociales. Emplean más tiempo
para la resolución de las tareas. Su “tempo” cognitivo es más lento.
Por otra parte, la CIE-10 establece los siguientes subtipos del trastorno:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado. Si
se satisfacen los criterios A1 y A2 durante los últimos 6 meses.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
del déficit de atención. Si se satisface el criterio A1, pero no el criterio A2
durante los últimos 6 meses.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
hiperactivo-impulsivo. Si se satisface el criterio A2, pero no el criterio A1
durante los últimos 6 meses.
Capdevila y Artigás (2003) ponen de relieve las dificultades que pueden darse en la
identificación de los diferentes subtipos. El estudio realizado por dichos autores analiza las
diferencias existentes entre cada uno de ellos. Así, en cuanto a su epidemiología, indican
que el subtipo desatento se da con mayor frecuencia en muestras comunitarias o generales,
siendo más frecuente el subtipo combinado en muestras clínicas. Según estos autores, los
síntomas atencionales que más diferencian al subtipo desatento son los indicadores del
denominado “tempo cognitivo calmoso”, tales como:
Por el contrario, el grupo de niños con hiperactividad, suelen ser más irresponsables,
presentan una mayor distractibilidad, impulsividad y dejadez. Asimismo, resulta común
a todos los subtipos los problemas académicos y las dificultades en las relaciones
interpersonales, produciéndose habitualmente conflictos entre ellos. La percepción social
de estos niños es deficitaria y poseen escasa competencia y bajo autoconocimiento acerca
de sus habilidades sociales para la interacción con los compañeros de clase. Tal y como
afirman Capdevila y Artigás (2003), los niños del subtipo combinado presentan una mayor
agresividad y son más rechazados por sus compañeros.
Con respecto a la prevalencia de los subtipos los datos ofrecidos en los estudios
de Lahey et al. (1994; citados por Idiazábal, 2005) arrojan las siguientes proporciones en
función del género::
- Subtipo combinado: 7,3 niños por cada niña.
- Subtipo hiperactivo-impulsivo: 4 niños por cada niña.
- Subtipo inatento: 2,7 niños por cada niña.
Otros autores como Biederman et al. (2002) señalan, igualmente, al subtipo
combinado como el de mayor prevalencia, seguido del inatento y del hiperactivo-impulsivo.