Neoestructuralismo y Corrientes Heterodoxas en America Latina
Neoestructuralismo y Corrientes Heterodoxas en America Latina
Neoestructuralismo y Corrientes Heterodoxas en America Latina
y corrientes
Desarrollo Económico
heterodoxas en
América Latina
y el Caribe a inicios
del siglo XXI
ALICIA BÁRCENA
ANTONIO PRADO
Editores
Neoestructuralismo y
corrientes heterodoxas
en América Latina
y el Caribe a inicios
del siglo XXI
Alicia Bárcena
Antonio Prado
Editores
132
Alicia Bárcena
Secretaria Ejecutiva
Antonio Prado
Secretario Ejecutivo Adjunto
Ricardo Pérez
Director de la División de Publicaciones y Servicios Web
El presente libro fue coordinado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y Antonio Prado, Secretario Ejecutivo
Adjunto. Colaboraron en su preparación Esteban Pérez-Caldentey, Oficial de Asuntos
Económicos de la División de Desarrollo Económico; Miguel Torres, Editor Técnico de la
Revista CEPAL, y Romain Zivy, Coordinador Adjunto de la Oficina de la Secretaria Ejecutiva.
El documento fue elaborado en el marco del proyecto “Raúl Prebisch y los desafíos del
siglo XXI”, llevado a cabo por la CEPAL y el Centro Internacional de Investigaciones para el
Desarrollo (CIID) (International Development Research Centre (IDRC)) del Canadá durante
el período 2011-2013. Los autores agradecen a Federico Burone, Director para América Latina
y el Caribe del CIID; Luis Bértola, Profesor de la Universidad de la República del Uruguay
y coordinador técnico del proyecto, y Vicente Neira, asistente de investigación del proyecto,
así como a todos los participantes en el Simposio sobre Neoestructuralismo y Economía
Heterodoxa, que se celebró en la sede de la CEPAL en Santiago, los días 22 y 23 de abril de 2013.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y
pueden no coincidir con las de la Organización.
Esta publicación debe citarse como: Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas en América Latina y el
Caribe a inicios del siglo XXI, Libros de la CEPAL, N° 132 (LC/G.2633-P/Rev.1), Santiago de Chile,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2015.
La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse al Secretario de la Junta
de Publicaciones, Sede de las Naciones Unidas, Nueva York, N.Y. 10017, Estados Unidos. Los Estados
miembros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa.
Solo se les solicita que mencionen la fuente e informen a las Naciones Unidas de tal reproducción.
Índice
Prólogo.................................................................................................................. 13
Introducción......................................................................................................... 17
Parte I
Corrientes de pensamiento y contexto regional a inicios del siglo XXI........... 31
Capítulo I
Una coyuntura propicia para reflexionar sobre los espacios
para el debate y el diálogo entre el (neo)estructuralismo
y las corrientes heterodoxas
Esteban Pérez Caldentey........................................................................................ 33
Introducción............................................................................................. 33
A. La Gran Moderación y los economistas....................................... 35
B. El paradigma económico dominante: sus bases teóricas
e implicaciones de política económica......................................... 38
C. Las críticas al paradigma económico dominante
y las contrarrespuestas................................................................... 45
D. La visión de la economía desde el estructuralismo
y la heterodoxia............................................................................... 48
E. El enfoque metodológico del neoestructuralismo
y del pensamiento heterodoxo...................................................... 53
F. El contexto externo: centro-periferia y dinámica........................ 57
G. El contexto externo: centro-periferia y restricción externa............ 60
H. Cambio estructural, progreso tecnológico e innovación........... 67
I. La distribución del ingreso............................................................ 70
4 CEPAL
J. La volatilidad y la inestabilidad.................................................... 71
K. El papel central de la demanda..................................................... 73
L. El papel del mercado y del Estado............................................... 75
Conclusión................................................................................................ 79
Bibliografía................................................................................................ 80
Capítulo II
América Latina frente a la turbulencia económica mundial
José Antonio Ocampo............................................................................................. 93
A. Los cambios dramáticos en el entorno internacional................. 94
B. Los cambios en el comercio internacional y el rezago
tecnológico de la región.................................................................. 97
C. El financiamiento externo y los balances
mundiales subyacentes ................................................................ 101
D. ¿Es hora de una nueva estrategia?.............................................. 106
Bibliografía.............................................................................................. 110
Capítulo III
La reciente internacionalización del régimen del capital
Luiz Gonzaga Belluzzo.........................................................................................111
Parte II
Macroeconomía para el desarrollo................................................................. 127
Capítulo IV
Neoestructuralismo y macroeconomía para el desarrollo
Ricardo Ffrench-Davis......................................................................................... 129
Introducción........................................................................................... 129
A. El enfoque dominante desde 1990 y sus efectos....................... 131
B. Asimetrías recesivas y regresivas............................................... 136
Conclusiones.......................................................................................... 149
Bibliografía.............................................................................................. 153
Capítulo V
Macroeconomía para el desarrollo en América Latina y el Caribe:
nuevas consideraciones sobre las políticas anticíclicas
Daniel Titelman, Esteban Pérez Caldentey......................................................... 155
Introducción........................................................................................... 155
A. El desempeño a largo plazo de América Latina:
alta volatilidad y bajo crecimiento.............................................. 158
B. La dominancia de la balanza de pagos...................................... 162
C. La volatilidad también refleja las características específicas
del ciclo económico de América Latina y el Caribe................. 165
D. La relación entre el ciclo y el crecimiento a largo plazo:
el canal real (productividad e inversión)................................... 170
E. La relación entre el ciclo y el crecimiento a largo plazo:
el canal financiero.......................................................................... 174
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 5
Parte III
Cambio estructural y desarrollo productivo................................................. 223
Capítulo VII
Productividad y cambio estructural: el estructuralismo
y su diálogo con otras corrientes heterodoxas
Mario Cimoli, Gabriel Porcile.............................................................................. 225
Introducción........................................................................................... 225
A. Crecimiento económico, especialización y tecnología............. 226
B. Fundamentos microeconómicos del aprendizaje
y la convergencia........................................................................... 232
C. Un ejemplo: la política industrial................................................ 235
Comentarios finales............................................................................... 238
Bibliografía.............................................................................................. 240
Capítulo VIII
La macro- y la microeconomía del crecimiento basado
en los recursos naturales
Jorge Katz............................................................................................................. 243
Introducción........................................................................................... 243
A. Algunas reflexiones sobre las nuevas políticas
macroeconómicas.......................................................................... 247
B. Otra asignatura pendiente: la sostenibilidad
de los recursos naturales a largo plazo...................................... 252
Reflexiones finales................................................................................. 257
Bibliografía.............................................................................................. 259
Capítulo IX
Patrones de desarrollo y Estados de bienestar en América Latina
Luis Bértola.......................................................................................................... 261
6 CEPAL
Introducción........................................................................................... 261
A. Crecimiento económico y recursos naturales:
una perspectiva a largo plazo...................................................... 262
B. Crecimiento desigual e interdependiente
del centro y la periferia................................................................. 264
C. Desarrollo y Estados de bienestar............................................... 268
D. Desarrollo y Estado de bienestar en América Latina............... 276
Conclusión.............................................................................................. 291
Bibliografía.............................................................................................. 294
Parte IV
El papel del Estado........................................................................................... 297
Capítulo X
Crecimiento, empleo y equidad: el nuevo papel del Estado
Robert Boyer........................................................................................................ 299
Introducción........................................................................................... 299
A. La reducción de las desigualdades en las economías
desarrolladas dentro de un régimen de crecimiento
alto y estable................................................................................... 300
B. El final de la “edad de oro”: el éxito de los regímenes
dominados por el mercado y sus crisis...................................... 305
C. El surgimiento de un nuevo paradigma sobre el Estado
y la política económica................................................................. 312
D. El Estado de bienestar y el crecimiento...................................... 315
E. Las consecuencias de la globalización....................................... 317
Conclusiones.......................................................................................... 321
Bibliografía.............................................................................................. 323
Capítulo XI
Transformación del Estado y paradigmas de desarrollo
en América Latina
René A. Hernández.............................................................................................. 325
Introducción........................................................................................... 325
A. Sobre los conceptos de Estado y desarrollo:
algunas aproximaciones............................................................... 326
B. Un acercamiento a los paradigmas
de desarrollo latinoamericano..................................................... 340
C. Una aproximación al aporte de Prebisch al debate actual...... 354
Conclusiones.......................................................................................... 358
Bibliografía.............................................................................................. 361
Capítulo XII
Sobre el Estado, la heterodoxia y el aporte del feminismo
Sonia Montaño V. ............................................................................................... 367
A. Los aportes del feminismo........................................................... 368
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 7
Parte V
Estudios de caso de las grandes economías de la región............................ 383
Capítulo XIII
Desarrollo y macroeconomía: reflexiones a partir del caso mexicano
Juan Carlos Moreno-Brid.................................................................................... 385
Introducción........................................................................................... 385
A. Avances, cuestiones pendientes y retrocesos de política
macroeconómica en México en los tres últimos decenios........... 387
B. Algunas lecciones de la crisis financiera internacional
en la aplicación de una política macroeconómica
para el desarrollo........................................................................... 397
Reflexiones finales................................................................................. 402
Bibliografía.............................................................................................. 408
Capítulo XIV
¿Quo vadis, desarrollo brasileño?
Francisco Eduardo Pires de Souza, João Carlos Ferraz....................................... 411
Introducción........................................................................................... 411
A. Antecedentes: del Plan Real a la bonanza externa................... 413
B. El modelo de crecimiento inclusivo: virtudes y limitaciones...... 415
C. (Primeras señales de) un modelo en gestación......................... 421
D. Bases y desafíos de un modelo de desarrollo inclusivo
y productivo................................................................................... 423
Reflexiones finales................................................................................. 428
Bibliografía.............................................................................................. 430
Capítulo XV
Trayectorias de cambio estructural y enfoques de política industrial:
una propuesta a partir del caso argentino
Fernando Porta.................................................................................................... 431
Introducción........................................................................................... 431
A. Características del desempeño industrial reciente................... 433
B. Limitaciones de la especialización productiva......................... 440
C. Enfoques de política industrial: hacia
una agenda posneoliberal............................................................ 448
Conclusiones.......................................................................................... 455
Bibliografía.............................................................................................. 456
Reseña biográfica de los autores..................................................................... 458
Publicaciones recientes de la CEPAL.............................................................. 467
8 CEPAL
Cuadros
II.1 Mundo: crecimiento promedio anual de los índices de precios
internacionales de los productos básicos, 2000-2013.......................... 95
II.2 Mundo (países y regiones seleccionados): evolución
del saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos
como proporción del PIB, 2005-2012..................................................... 96
II.3 Mundo: crecimiento del PIB per cápita,
por regiones, 1971-2011........................................................................... 97
II.4 Mundo: especialización, estructura productiva
y crecimiento, 1996-2007........................................................................ 100
IV.1 América Latina: PIB per cápita respecto del de los
Estados Unidos y del Grupo de los Siete (G7), 1970-2012............... 133
V.1 Regiones y agrupaciones seleccionadas: coeficiente
de variación de la tasa de crecimiento del PIB
per cápita, 1960-2011.............................................................................. 159
V.2 Regiones y agrupaciones seleccionadas: crecimiento
del PIB per cápita, 1971-2011................................................................ 161
V.3 América Latina y el Caribe y subregiones (incluido México):
coeficiente de sincronía del ciclo económico con respecto
a los Estados Unidos, la zona del euro y China, 1990-2012............. 164
V.4 Regiones seleccionadas: duración mediana y amplitud
de las fases de expansión y contracción del ciclo
económico, 1990-2012............................................................................ 167
V.5 América Latina y el Caribe: duración media y amplitud
de las fases de expansión y contracción del ciclo
económico, 1990-2012............................................................................ 168
V.6 Regiones y agrupaciones seleccionadas: duración
y amplitud de la fase expansiva del ciclo de productividad
laboral, mediante la metodología del ciclo clásico, 1990-2012........... 171
V.7 América Latina (países seleccionados): duración
y amplitud de las expansiones y contracciones del ciclo
de inversión pública en infraestructura, 1980-2010.......................... 173
V.8 América Latina (países seleccionados): duración y amplitud
de las fases de expansión y contracción del ciclo crediticio
real en relación con el PIB real, 1990-2012.......................................... 175
VI.1 Rasgos básicos de las edades de crecimiento
según Joan Robinson............................................................................. 192
VI.2 Episodios de alta inflación y cambios en la relación
entre los salarios y el PIB...................................................................... 209
VI.3 Argentina, Brasil, Chile y México: evolución de la inversión,
el empleo y la productividad laboral, 1993-2010.............................. 215
VIII.1 Chile: impacto de la tragedia de los comunes
en la salmonicultura, 2003-2007........................................................... 253
IX.1 Estructura de la riqueza por regiones, 2005....................................... 266
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 9
Gráficos
II.1 Crecimiento del comercio y del PIB mundial, 1950-2012................... 98
II.2 Mundo: evolución de las exportaciones por volumen
y por valor, enero de 2006 a julio de 2013............................................ 99
II.3 América Latina: márgenes de riesgo y rendimiento
de los bonos, 2003-2013......................................................................... 101
II.4 América Latina (17 países): apreciación o depreciación
real de las monedas, 1990-2011 a 2012 y 2003-2007 a 2012............... 102
II.5 América Latina (17 países): apreciación o depreciación
real de las monedas, 2012-2013............................................................ 103
II.6 América Latina: balance en cuenta corriente con respecto
al producto interno bruto, 1990-2012.................................................. 105
IV.1 América Latina (19 países): volatilidad del PIB, 1977-2012............. 134
IV.2 América Latina: relación de los precios de intercambio
de los bienes y servicios, 1990-2012..................................................... 135
IV.3 América Latina: evolución del volumen de las exportaciones
y las importaciones de bienes FOB, 2003-2012.................................. 135
IV.4 América Latina (19 países): formación bruta
de capital, 1970-2012.............................................................................. 140
V.1 América Latina (20 países): relación entre la volatilidad
de la inversión y la tasa de crecimiento del PIB, 1971-2008............. 160
V.2 América Latina y el Caribe: evolución de los coeficientes
de correlación móviles entre los ciclos del PIB y las corrientes
financieras, y entre los ciclos del PIB y los términos
de intercambio con una ventana de cinco años, 1993-2011.............. 162
V.3 Asia Oriental y el Pacífico y países de ingresos altos:
ganancia acumulada media del producto en comparación
con el de América Latina y el Caribe, 1990-2012............................... 169
10 CEPAL
Diagramas
X.1 Transformaciones institucionales en el origen del régimen
de crecimiento y la reducción de la desigualdad después
de la Segunda Guerra Mundial............................................................... 301
X.2 Tipos de capitalismo y relación entre eficiencia e igualdad,
hasta la década de 1970......................................................................... 305
X.3 El cambio de paradigma de la década de 1980:
la desigualdad social como incentivo para el crecimiento.............. 306
X.4 Surgimiento del capitalismo de mercado en un escenario
de inestabilidad financiera, 1960-1990................................................ 308
12 CEPAL
Recuadros
IV.1 Asimetrías recesivas y regresivas........................................................ 137
IV.2 Coyuntura actual de América Latina.................................................. 148
Prólogo
Las dos crisis de inicios del presente siglo —la crisis económica y financiera
internacional (2008-2009) y la crisis de la zona del euro (2009-2013)— han
sido las de mayor envergadura desde la Gran Depresión de los años treinta
por su intensidad, impactos económicos y sociales, y duración. Asimismo,
estas crisis y sus efectos no solo han puesto nuevamente de manifiesto la
incapacidad de la gran mayoría de las instituciones públicas y privadas o de
actores del mundo académico para anticiparlas, identificar desequilibrios
insostenibles y prevenir los riesgos inherentes al sector financiero, sino
también las significativas limitaciones asociadas a la predominancia de
una corriente de pensamiento sobre economía y desarrollo y sus políticas
de manejo macroeconómico y financiero.
En este contexto, el pensamiento económico convencional que
ha dominado de forma casi unilateral en la investigación y enseñanza
académica durante los últimos años, así como en la política económica
internacional desde hace más de tres décadas, ha sido objeto de fuertes
críticas. Se ha constituido en tema de intenso debate por parte de los
economistas, académicos y hacedores de políticas, dentro y fuera del
paradigma dominante, quienes han venido discutiendo su validez y
coherencia conceptual y empírica.
A finales de los años ochenta e inicios de los noventa se comenzó
a desarrollar en la CEPAL una nueva corriente de pensamiento
llamada neoestructuralismo. El fracaso de las políticas denominadas
paradójicamente de ajuste estructural y las experiencias de desarrollo en
el sudeste asiático crearon un entorno favorable para el surgimiento de
paradigmas alternativos. En efecto, durante la década de 1980, en el mismo
14 CEPAL
Alicia Bárcena
Secretaria Ejecutiva
Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL)
2
Véase [en línea] prebisch.cepal.org.
3
REDESENV, Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), Asociación de
Universidades Grupo Montevideo y Red Prebisch, entre otras.
Introducción
1
Se agradecen los insumos y comentarios de Esteban Pérez Caldentey, Miguel Torres y
Romain Zivy.
18 CEPAL
2
Véanse J.M. Keynes, The General Theory of Employment, Interest and Money, Nueva York, Harcourt
Brace Jovanovitch Publishers, 1936, cap. 24; R. Prebisch, Obras 1919-1949, vol. 4, Buenos Aires,
Fundación Raúl Prebisch, págs. 346-361, 301 y 303. Más recientemente, una opinión similar
también aparece en Furtado (2003a) y en Minsky, Can “It” Happen Again?, Nueva York, M.E.
Sharpe, 1982; y Stabilizing an Unstable Economy, New Haven, Yale University Press, 1986.
3
Esta es una cita casi textual de Celso Furtado (2003, pág. 30).
20 CEPAL
8
LC/G.2157(SES.29/3), Santiago de Chile, 2002 y LC/G.2247(SES.30/4), Santiago de Chile, 2004.
9
Véase un análisis sobre la evolución del neoestructuralismo, sus etapas y sus rasgos distintivos
en R. Bielschowsky, “Sesenta años de la CEPAL…”, op.cit.
10
Véase la definición de sistema abierto en V. Chick, “On open systems”, Brazilian Journal of
Political Economy, vol. 24, Nº 1, 2004; S.C. Dow, Economic Methodology: An Inquiry, Nueva York,
Oxford University Press, 2002; y Lawson, Reorienting Economics, Nueva York, Routledge, 2003.
11
La corriente heterodoxa incluye un conjunto heterogéneo de enfoques, como los marxistas y
radicales, la escuela de la regulación, la poskeynesiana, la institucionalista y la evolucionista.
22 CEPAL
Introducción
En consonancia con algunos de los más recientes planteamientos sobre
el tema, en este trabajo se establece que la crisis financiera mundial de
2007-2009 ha sacudido la forma en que se ha manejado la macroeconomía
según el denominado “nuevo consenso” (Blanchard, Dell’Ariccia y Mauro,
2013, pág. 3). Además, se argumenta que esta afirmación puede aplicarse
con facilidad al período de la Gran Moderación (1980-2006) y extenderse
al conjunto del paradigma dominante en economía, del cual el nuevo
consenso no es más que su expresión más moderna.
Casi una década después del estallido de la crisis del mercado de
hipotecas de alto riesgo en los Estados Unidos en 2007 y de debates en
torno al paradigma dominante, aún no se vislumbran los lineamientos
de un planteamiento alternativo. La respuesta a los cuestionamientos
1
El autor agradece los valiosos comentarios y sugerencias de Ramón Pineda, Antonio Prado,
Miguel Torres y Romain Zivy.
34 CEPAL
2
Véanse J.M. Keynes (1936, cap. 24) y Prebisch (1993, vol. IV, págs. 301, 303 y 346-361). Más
recientemente, también aparece una opinión similar en Furtado (2003a) y en Minsky (1982 y 1986).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 35
5
En el período de expansión más reciente antes de la crisis (2003-2007), América Latina y el
Caribe registró una tasa de crecimiento del 3,7%, muy superior a la contracción registrada en
los años ochenta (-0,8%). Esta tasa de crecimiento duplicó con creces el magro crecimiento de
la década de 1990. Incluso, el desempeño económico del período 2003-2007 fue algo superior al
registrado en los años setenta. El ciclo de crecimiento con holgura en el sector externo se refiere
a promedios regionales y a las economías más grandes de la región, ya que esto no ocurrió en
las economías más pequeñas, incluidas las del Caribe y Centroamérica. Para la región en su
conjunto, el período 2003-2007 constituyó un ciclo con características muy particulares. América
Latina y el Caribe no ha tenido, en términos regionales, un ciclo expansivo con superávit en la
cuenta corriente en más de tres décadas.
6
El número de pobres no indigentes en la región disminuyó de 225 millones a 167 millones
entre 2002 y 2011, lo que equivale a una reducción del 44% al 29% de la población total (véase
CEPAL, 2013).
7
Algunos economistas, como Lucas (2003), afirmaron que la macroeconomía había resuelto su
problema central: la prevención de depresiones y crisis.
8
Ocampo (2008 y 2011) y Pérez Caldentey y Vernengo (2010) constituyen una excepción.
38 CEPAL
9
El paradigma dominante incluye a los keynesianos de la síntesis neoclásica, los monetaristas, la
nueva macroeconomía clásica, los nuevos keynesianos y la escuela austríaca.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 39
10
Obviamente, las preferencias deben ser independientes de las dotaciones y las dotaciones deben
poder expresarse con independencia de los precios y de la distribución, y ser apropiadas a la
técnica de producción que permite la minimización de los costos.
40 CEPAL
11
Las fallas de mercado son inherentes al funcionamiento del mercado e impiden que se llegue
a una asignación eficiente de recursos. Se dan en cuatro grandes casos: bienes públicos y
externalidades, rendimientos crecientes a escala, monopolio natural y asimetrías de información.
12
No obstante, según la lógica de la teoría, la intervención para redistribuir los recursos y
dotaciones ocurre con anterioridad al comienzo de la actividad económica. La redistribución de
recursos no distorsiona el funcionamiento del mercado, ya que todos los agentes enfrentan el
mismo conjunto de precios y los mismos costos de oportunidad marginales.
13
La preocupación por el cambio estructural constituye una parte importante de las teorías del
desarrollo económico y en general de la literatura sobre el tema, como se atestigua en la parte
2 sobre transformación estructural y el capítulo 7 sobre patrones de cambio estructural en
Chenery y Srinivasan (1988). En cambio, no tiene lugar en el modelo de crecimiento neoclásico;
las actividades económicas son, de hecho, estructuralmente similares y pueden ser agregadas
en un sector representativo. Las teorías del crecimiento endógeno, si bien se centran en variables
como la productividad y el capital humano, por lo general no tienen en cuenta cambios en la
composición del producto y del empleo. Murphy, Shleifer y Vishny (1989), y Hansen y Prescott
(2002), y quizás también Lucas (2004), son una excepción a esta observación. Las contribuciones
seminales en la teoría del crecimiento del paradigma dominante incluyen a Solow (1956 y 1957),
Lucas (1988), Romer (1986 y 1990), Grossman y Helpman (1991), y Aghion y Howitt (1992).
Véase el tratamiento del cambio estructural en Ishikawa (1987) para las teorías del desarrollo y
en Matsuyama (2008) para los enfoques de crecimiento del paradigma dominante.
14
Entre los debates de mayor notoriedad se incluye el debate de monetaristas y keynesianos sobre
los parámetros de las funciones IS-LM, la función de consumo y la velocidad de circulación
del dinero (Friedman, 1970; Tobin, 1970), los debates sobre las políticas de estabilización
(Modigliani, 1977), los debates sobre la curva de oferta o curva de Phillips (Friedman, 1968;
Lucas, 1972b; Sargent y Wallace, 1976) y los debates sobre la rigidez de precios. Los debates
más recientes se han focalizado en la política monetaria y en la posibilidad de hacer política
monetaria en una economía sin dinero (Woodford, 2003). El debate más importante sobre el
largo plazo es el de la controversia sobre la teoría del capital (Harcourt, 1991; Cohen y Harcourt,
2003; Eatwell y Milgate, 1999).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 41
15
Las imperfecciones de mercado no son lo mismo que las fallas de mercado. Mientras que las
fallas de mercado (véase la nota al pie Nº 13) son inherentes al funcionamiento del mercado,
las imperfecciones de mercado se imponen sobre la existencia de un equilibrio competitivo.
Las imperfecciones más conocidas en la literatura son la rigidez de precios (salarios o tasas de
interés), las barreras institucionales que impiden que el mercado asigne recursos de manera
eficiente en el corto plazo y la falta de una respuesta apropiada de los agentes a los incentivos de
precios (Eatwell, 1987, pág. 727).
16
Véase información sobre microfundamentos en Weintraub (1979), sobre la dicotomía inválida
entre el sector real y monetario en Patinkin (1956 y 1987), y sobre cinco neutralidades en el
paradigma dominante en Akerloff (2006).
42 CEPAL
17
Véase una aplicación de este marco conceptual a distintos aspectos del comportamiento
humano y de la actividad económica en Friedman (1962), Coddington (1983), Becker (1978
y 1981) y Lucas (1986 y 1991). La lógica que subyace a estos trabajos fue aplicada en América
Latina y el Caribe en las décadas de 1980 y 1990 en temas de educación, salud y pensiones.
El tratado sobre la familia de Becker (1981) es sumamente ilustrativo de este enfoque, ya que
en él se argumenta, entre otras cosas, que las personas racionales se casan incluso cuando
están seguras de encontrar una mejor perspectiva con mayor búsqueda, cuando el costo de
la búsqueda adicional excede los beneficios esperados de una mejor perspectiva, y que la
aplicación de las ventajas comparativas implica que los hombres se especializarán en el sector
del mercado y las mujeres en el sector de los hogares. Como resultado, la tasa salarial de los
hombres excederá a la de las mujeres. De la misma manera, la aplicación de este marco al
medio ambiente implica que la tasa intertemporal de explotación de los recursos naturales no
renovables debe dejarse al mercado, a menos que se demuestre una falla de mercado y que se
pueda desarrollar una política correctiva (Solow, 1974; Davidson, 1979).
18
Véase una exposición del nuevo consenso en Blanchard (2008), Woodford (2009) y Gali (2008).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 43
19
El nuevo consenso se identifica con los nuevos keynesianos. La existencia de rigideces los asemeja
a la síntesis neoclásica, pero con la ventaja de haberlas microfundamentado y de sustentarlas
en el comportamiento racional de los agentes. En esto se parecen a la nueva macroeconomía
clásica. Como ellos mismos reconocen, los nuevos keynesianos tienen mucho en común con los
monetaristas y podrían perfectamente llamarse “los nuevos monetaristas”. Véanse, Mankiw y
Romer (1991).
20
Como expresó Blinder (1986), la sabiduría convencional actual sostiene que los cambios
discrecionales en la política fiscal hacen poco bien e incluso pueden hacer daño. ¿Por qué
ocurre esto? Primero hay que considerar que los rezagos son largos y quizás más largos que
una recesión típica. En segundo término, los efectos del instrumento más plausible de la política
fiscal, los cambios en los impuestos a los ingresos (o pagos por transferencias), pueden verse
debilitados por su uso temporal. Y en tercer lugar, hay un instrumento superior de estabilización
que está inmediatamente disponible: la política monetaria.
21
Como señala Fama (2007), no se puede testear modelos de equilibrio sin la eficiencia de mercado
porque la gran mayoría de los modelos de equilibrio de mercado parten de la suposición de
que los mercados son eficientes. Parten con una versión fuerte de esa hipótesis, de que todo el
mundo tiene la información relevante. Los test de eficiencia de mercado son test de equilibrio de
mercado, y viceversa, y ambos están indisolublemente unidos.
44 CEPAL
22
En el campo de la teoría, los economistas han señalado algunas deficiencias importantes, como
la falta de incorporación del sector bancario y financiero en los análisis (Woodford, 2010; Clarida,
2010; Mishkin 2010; Blanchard, Dell’Ariccia y Mauro (2013), el excesivo peso de la formalización
y de la modelística en el análisis económico, la falta de heterogeneidad (Caballero, 2010), la
eficiencia de los mercados financieros (Bean y otros, 2010) y el uso indebido de las técnicas
cuantitativas (Juselius, 2009).
23
Esta, de hecho, es una antigua disputa que ha vuelto a tomar relevancia como consecuencia de la
crisis financiera mundial (Hahn, 1981, pág. 1). Curiosamente, Friedman (1953b, 1974) hizo una
crítica similar con respecto al enfoque neowalrasiano de Oscar Lange y también a la manera de
enfocar la economía por parte de los economistas que desarrollaron la síntesis neoclásica.
46 CEPAL
29
Entre los economistas que trabajaron en el ISEB se encuentran Hélio Juaguaribe, Guerreiro
Ramos, Cândido Mendes de Almeida, Álvaro Vieira Pinto, Roland Corbisier y Nelson Werneck
Sodré. Los términos “estructuralista” y “estructuralismo” aparecen a principios de la década de
1960 en el contexto del debate sobre la inflación con la escuela monetarista e inicialmente tuvieron
una connotación verbal para equiparar, desde el punto de vista terminológico, a la escuela
monetarista y estructuralista (Campos, 1961; Danby, 2005). No obstante, es posible argumentar,
como lo hace Mallorquín (1998, pág. 40), que los lineamientos básicos del estructuralismo ya
estaban presentes en la década de 1950, en la obra de Furtado (A economia brasileira, 1954) y en
el artículo de Noyola (1956). Obviamente, el término “estructuralista” es una categoría analítica
y no todos los autores mencionados se autodenominaron estructuralistas. A este respecto, al
comenzar a escribir Capitalismo periférico en 1970, Prebisch remarcó: “Yo no sé si después de
esta exposición se me llamará estructuralista. Rechazo clasificarme y que me clasifiquen. Pero
reconozco que hay que entrar a fondo en el examen estructural del capitalismo” (Prebisch, 1976
citado en Mallorquín, 1998, pág. 36). Véase un desarrollo analítico reciente de la inflación, en
línea con el pensamiento estructuralista, en Vera (2013).
50 CEPAL
33
Kaldor se sintió impresionado por los análisis estructuralistas de la inflación desarrollados en la
CEPAL, que tendrían su expresión final en los análisis de Noyola y Sunkel (Harrod, 1965; King,
2009, pág. 116). Durante su primera visita a la región, en las charlas que dictó en la Universidad
en Chile y en el Brasil, Kaldor desarrolló una serie de conceptos que dominarían su pensamiento
—como la causación cumulativa, el progreso técnico, la concentración industrial y los límites al
crecimiento industrial— y que son fundamentales para conceptualizar el cambio estructural.
Kaldor volvió a América Latina en numerosas ocasiones, y en particular a México, donde abordó
los problemas de financiamiento del desarrollo y de una estrategia cambiaria para promover el
desarrollo económico.
34
Fernando Fajnzylber jugó un papel central en la concepción de Transformación productiva con
equidad (Fajnzylber, 1990). Entre los autores que contribuyeron al libro compilado por Sunkel
se destacan Ricardo Ffrench-Davis, Joseph Ramos y Víctor E. Tokman.
35
El pensamiento estructuralista perdió visibilidad en la década de los ochenta con la crisis de la
deuda y en parte en la década de los noventa con la primacía del Consenso de Washington. El
pensamiento estructuralista tuvo una respuesta débil a la crisis de la deuda, cuya intensidad
y duración responden más a factores financieros que a la torpeza e incompetencia de los
hacedores de política (Díaz Alejandro, 1984) o a un modelo de desarrollo centrado en un Estado
mal administrado e ineficiente. De hecho, la crisis de la deuda fue la primera crisis financiera
moderna que experimentó América Latina y su ocurrencia responde a la ausencia de regulación
financiera a nivel global.
36
Macroeconomía, comercio y finanzas: reformar las reformas en América Latina (Ffrench-
Davis, 2006) es una de las obras más completas y acabadas respecto de la incorporación de estos
temas en el pensamiento neoestructuralista.
52 CEPAL
37
Véase un análisis sobre la evolución del neoestructuralismo, sus etapas y rasgos distintivos en
Bielchowsky (2009).
38
Como señala Pereira (2012a), la macroeconomía estructuralista para el desarrollo parte de
la suposición de que el principal cuello de botella para el crecimiento y el pleno empleo se
encuentra del lado de la demanda. El lado de la oferta es evidentemente esencial. No obstante,
los países ya están trabajando para superar estos problemas. El principal problema del
desarrollo económico radica en la ausencia de oportunidades de inversión rentables debido a
una falta de demanda externa e interna y, en consecuencia, una baja tasa de inversión y ahorro.
Véase también Pereira, 2012b).
39
En este sentido, un sistema abierto se asemeja a un sistema complejo. Por contraposición, un
sistema cerrado es un sistema completo y esencialmente inalterable (de ideas, doctrinas, cosas,
etc.), autocontenido, inalterable e inafectado por fuerzas externas, Chick (2004).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 53
41
El paréntesis del Brasil es del autor de este artículo y se basa en Furtado (2003).
42
Furtado (1987) agrega que la investigación acerca de las razones del subdesarrollo solo tiene
sentido en un contexto histórico, lo que demanda un enfoque teórico distinto.
43
Véanse Taylor (2004) y Davidson (2011).
44
Un ejemplo ilustrativo es la hipótesis de las expectativas racionales, que iguala las expectativas
de los agentes económicos con la probabilidad objetiva. Como señala Muth (1961) en su artículo
fundacional sobre el tema, la hipótesis se puede parafrasear con más precisión de la siguiente
manera: las expectativas (o, de manera más general, la distribución de probabilidad subjetiva)
tenderán a estar distribuidas, para el mismo conjunto de información, en torno a la predicción
de la teoría (o la distribución de probabilidad objetiva), debido a que las expectativas, por ser
predicciones informadas de eventos futuros, son esencialmente las mismas que las predicciones
de la teoría económica relevante. Algunos autores argumentan que esto equivale a asumir que
todos los agentes son homogéneos.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 55
46
Prebisch desarrolló su teoría de la dinámica económica entre 1945 y 1949. Esta está reproducida
en Prebisch, (1993, págs. 410-489). Véanse notas a pie de página 121 y 141 en Prebisch (1991,
vol. III); y vol. IV pág. 2 (Prebisch, 1993).
47
Prebisch, 1949, pág. 414.
48
Más adelante, Furtado (2003, pág. 88) siguió manteniendo esta postura al expresar que la
indagación sobre las causas del atraso solo adquiere pertinencia si es concebida históricamente,
lo que exige otro abordaje teórico, y criticó, al igual que lo han hecho Minsky (1986, págs. 4-5) y
Davidson (2011), la teoría económica tradicional por su falta de realismo.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 57
49
Obviamente esto significa que desarrollo no es sinónimo de reproducir el perfil y los hábitos
económicos de los países industrializados (por ejemplo, el perfil de consumo).
50
La expresión es de Prebisch, excepto el texto entre paréntesis recto, que pertenece al autor.
58 CEPAL
53
Prebisch, 1991, vol. III, págs. 249-298, 301-310, 335-342 y 349-370. El coeficiente de expansión mide
la intensidad con que un aumento de la renta, causado por un incremento de las exportaciones
o los flujos financieros, produce una mayor expansión de la actividad económica interna. El
análisis del multiplicador del comercio exterior de Prebisch es estático, una explicación del
cambio de una posición de equilibrio a otra.
54
En un principio, las limitaciones surgieron por la creciente necesidad de importar bienes de
capital y bienes intermedios que excedía la capacidad de generar divisas de las exportaciones. En
la CEPAL, este problema pasó a ser conocido como el “estrangulamiento externo”. Los requisitos
crecientes de importación debían ser compensados por un mayor volumen de flujos financieros.
Aunque el enfoque estructuralista siempre concibió el desarrollo como un proceso de cambio
estructural, también siempre mostró preocupación por los desequilibrios que este proceso podía
acarrear y uno de los desequilibrios de base que identificó es el desequilibrio externo.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 61
55
Esto lo afirma en una entrevista organizada por Carlos Mallorquín en 1997 (Mallorquín, 1998,
pág. 147). La CEPAL analizó el problema del desequilibrio externo para el caso de México en
(CEPAL, 1957).
56
Esta definición está basada en McCombie y Thirlwall (1999, pág. 49), según los cuales los países
enfrentan una restricción externa cuando su desempeño en los mercados externos y la respuesta
de los mercados financieros a este desempeño restringen el crecimiento a una tasa por debajo de
la cual lo requeriría las condiciones internas. Esta definición presupone que los países crecen a
una tasa por debajo de la compatible con el pleno empleo. Por ende, la organización del sistema
económico mundial, incluida su arquitectura financiera, tiene un sesgo restrictivo e impide realizar
el potencial de crecimiento de los países sujetos a las restricciones externas. Keynes hizo una crítica
similar al sistema monetario internacional previo a Bretton Woods (y su Clearing Union consistía
justamente en remplazar el sesgo contraccionista por un carácter expansionista (J.M. Keynes,
1980, vol. XXV, pág. 74: “El plan busca la sustitución de presiones expansionistas en vez de
contraccionistas en el comercio mundial”). El hecho de no poder realizar la tasa de crecimiento
potencial tiene implicaciones para el mercado de trabajo, ya que bajo estas condiciones, los países
no pueden absorber la oferta de trabajo, lo que conduce a situaciones de desempleo, subempleo e
informalidad. La idea de que los países de la periferia muestran una tendencia a crecer por debajo
de su potencial es también un elemento importante del pensamiento de Ffrench-Davis, que se
articula alrededor del concepto de brecha recesiva que se explicará con mayor detalle en la sección
I.J. Prebisch (1993, vol. IV, pág. 351) pensaba, en una línea similar, que en el esquema clásico, el
volumen de producción es regular, se tiende hacia el pleno empleo de los factores productivos y
el máximo de producción. En la realidad, no obstante, el crecimiento es ondulatorio, en virtud de
la forma en que opera el proceso de acumulación. La producción no se mantiene cerca del óptimo,
sino que se acerca y se aleja alternadamente, con un gran desperdicio de factores productivos y, se
podría añadir desperdicio de recursos.
62 CEPAL
1 + OCN
( ) ) )
(2) = + +
[1] [2] [3]
)
(3) = +
57
La tasa de crecimiento de una economía periférica compatible con el equilibrio de la
balanza de pagos se deriva de un modelo de tres ecuaciones. La primera expresa la tasa de
crecimiento de las importaciones en función del tipo de cambio real y la tasa de crecimiento
*
de la periferia ( m= f ψ ( p + e − p df ) + ξ y f ), la segunda relación expresa la tasa de crecimiento
de las exportaciones en función del tipo de cambio real y la tasa de crecimiento del centro
=xf γ(p − p* − e) + π yl ), y la tercera ecuación muestra el equilibrio dinámico de la balanza de pagos
df
( θ ( pdf + x) + η f = p* + m f + e ). La solución se obtiene sustituyendo las ecuaciones de exportación e
importación en la condición de equilibrio dinámica y resolviendo esta para la tasa de crecimiento
de la periferia.
58
Estos permiten financiar el crecimiento de largo plazo por encima del compatible con una
cuenta corriente equilibrada (MacCombie y Thirlwall, 1994). Esto se condice con la postura
de la CEPAL respecto de que solo los flujos financieros de largo plazo permiten un mayor
crecimiento económico.
64 CEPAL
(4) =
59
Lo que lleva a pensar en una formulación de la restricción externa tipo sin flujos financieros. Es
decir, .
60
Véase una reinterpretación de las tesis sostenidas en 1950 en Prebisch (1991); y Singer (1950, 1987).
Según Singer, en 1938 y más adelante en su propuesta de Clearing Union, Keynes también había
enfatizado las particularidades y características de los bienes y mercados de la periferia, lo que
marca una vez más una convergencia de puntos de vista entre el estructuralismo y la tradición
heterodoxa. Es importante notar que el deterioro de los términos de intercambio fue remarcado
por Prebisch en 1926 y que en su análisis en el Manifiesto lo asocia directamente con el tema de
los ciclos. Como indica (1950, op.cit. pág. 504), no podría comprenderse la razón de ser de este
fenómeno (tendencia secular al deterioro de los términos de intercambio), sin relacionarlo con el
movimiento cíclico de la economía y la forma en que se manifiesta en los centros y la periferia. Los
precios primarios suben con más rapidez que los finales en la creciente (fase de auge del ciclo),
pero también descienden más que estos en la menguante (fase de declive del ciclo), de forma que
los precios finales [de la industria] van apartándose progresivamente de los precios primarios, a
través de los ciclos. La tendencia al deterioro de los términos de intercambio no es un elemento
común a todos los pensadores estructuralistas. De hecho, Furtado no mencionó este factor es su
análisis histórico del centro y la periferia ni en su estudio clásico sobre el Brasil. Boianovsky (2008,
pág. 14) señala que la tesis Prebisch-Singer de una caída secular de los términos de intercambio
no jugó un papel relevante en el análisis histórico de la dinámica de crecimiento en el centro y la
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 65
periferia de Furtado ni en su interpretación teórica del subdesarrollo; estaba ausente de sus dos
libros (1954 y 1959) sobre la historia económica brasileña y de su volumen de 1961 sobre desarrollo
económico. Véase una apreciación similar en Bielchovsky (1988) y un análisis de las contribuciones
de Furtado al pensamiento estructuralista en Bielchovsky (2009).
61
Dejando de lado el tema del crecimiento de la población, y en línea con la interpretación centro-
periferia como una dicotomía analítica y evolucionista, este párrafo es fácilmente aplicable a las
relaciones comerciales entre China y América Latina. América Latina exporta a China sobre todo
recursos naturales con bajo contenido tecnológico (y baja elasticidad ingreso de las exportaciones),
pero importa productos con mayor contenido tecnológico (alta elasticidad de la demanda ingreso
de las importaciones). Existe una clara convergencia entre esta caracterización de Prebisch de la
restricción externa y la esbozada por el economista poskeynesiano Paul Davidson en varios de
sus escritos (1992-2011). En total afinidad con Prebisch (1963), Davidson (1992, págs. 94-95) señala
que si las economías menos desarrolladas tienen una ventaja comparativa en las exportaciones
de bienes primarios y otros bienes básicos, para los cuales las curvas de Engel sugieren que el
mundo menos desarrollado tiene una baja elasticidad ingreso de la demanda, mientras que
los países menos desarrollados tienen una elevada elasticidad ingreso de la demanda para
los productos manufacturados del mundo desarrollado, los países menos desarrollados están
condenados a la pobreza relativa. Si la tasa de crecimiento de la población es mayor en los países
menos desarrollados, el futuro de estos países será aún peor.
66 CEPAL
5 =
62
El autor agradece a Gabriel Porcile por haberle señalado el artículo de Rodríguez y su similitud
con la Ley de Thirlwall.
63
Si se sustituye por ; por ; por y por , la expresión en (5) es idéntica a la
expresión en (4).
64
Moreno-Brid (1998-1999) introdujo en un artículo seminal la posibilidad de un déficit de la
cuenta corriente en el modelo de Thirlwall.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 67
6 = >0
67
Como se señaló, esto da lugar a dos tipos de estructuras productivas: i) especializada y
heterogénea en la periferia y ii) diversificada y homogénea en el centro.
68
Según Furtado (2003, pág. 97), la presión de las fuerzas sociales ha llevado a que se
establecieran sistemas de seguridad social y se definieran políticas de asistencia a las regiones
menos desarrolladas.
69
Pérez Caldentey, Titelman y Carvallo (2013) sostienen que el bajo crecimiento tendencial
de América Latina y el Caribe en relación con otras regiones se explica, en parte, por ciclos
expansivos más cortos y menos intensos.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 69
70
Prebisch declaró que lo que trataba de transmitir era la idea de un equilibrio dinámico entre
ambos sectores. Si no hay industrialización en los países en desarrollo, en la periferia, y si hay
progreso técnico en la agricultura, la relación de precios de intercambio tenderá al deterioro. La
única forma de frenar esa tendencia es la industrialización (Pollock, Kerner y Love, 2006). En el
pensamiento estructuralista, el progreso técnico no siempre es independiente de la acumulación,
ya que la segunda conlleva el primero. A este respecto, Furtado (1957, pág. 40) escribe que la
asimilación de técnicas más avanzadas se realiza usualmente mediante la incorporación de
equipo nuevo en el proceso productivo, es decir, a través de la acumulación de capital. Este es el
factor esencial del proceso de crecimiento en una economía subdesarrollada.
71
Los artículos seminales del paradigma sobre crecimiento económico donde se incluye el tema del
progreso tecnológico datan de mediados de la década de 1950 (Abramovitz, 1956; Solow, 1956;
Kaldor, 1957; Robinson 1956). El análisis de Solow se aplica para comparar trayectorias de
crecimiento de distintos países, asumiendo que todos tienen la misma tecnología, la misma
depreciación de capital, la misma tasa de progreso tecnológico, etc. Habría que esperar hasta la
década de 1980 para que el paradigma dominante abordara los problemas asociados a los países
en desarrollo (véase Lucas, 2002).
70 CEPAL
J. La volatilidad y la inestabilidad
La volatilidad es uno de los temas de referencia esencial para el trabajo
analítico de la CEPAL, para el pensamiento neoestructuralista de las
últimas dos décadas (CEPAL, 2002, 2004, 2010, 2012) y para el pensamiento
heterodoxo (como se muestra en el apartado anterior).
En consonancia con el enfoque metodológico, el análisis de la
volatilidad en América Latina y el Caribe parte de una constatación
empírica: a partir de la década de 1980, América Latina y el Caribe no solo
ha incrementado su nivel de volatilidad real, sino que se ha caracterizado por
ser una de las regiones del mundo con los mayores niveles de volatilidad real.
Entre 1960 y 1980, el coeficiente de variación para la región se situó por debajo
de 1, mientras que partir de 1980 es sistemáticamente superior a esta cifra.
La volatilidad se explica, en parte, por las características y
especificidades de su propio ciclo (Pérez Caldentey, Titelman y Carvallo,
2013). En comparación con otras regiones del mundo desarrolladas y en
desarrollo, el ciclo económico de América Latina y el Caribe presenta dos
rasgos distintivos. En primer lugar, la región exhibe expansiones que son
menos intensas y menos duraderas que en otras regiones del mundo en
desarrollo, en particular Asia oriental y Asia y el Pacífico. En segundo
término, América Latina y el Caribe muestra, en promedio, contracciones
72
De manera similar, en el pensamiento estructuralista, la estructura social y la distribución han
jugado un papel significativo en temas puntuales como el análisis de la inflación. El déficit
fiscal que se produce como consecuencia de pugnas redistributivas constituye uno de los
mecanismos de propagación que, junto a las presiones básicas, explican la dinámica de la
inflación (Noyola 1956; Sunkel, 1958 y 1963; Olivera, 1960). En Furtado también forma parte
del análisis inicial la inflación inercial, que este autor denominó inflación neutral (Furtado,
1954 y 1959; Boianovsky, 2009).
72 CEPAL
74
Schumpeter también compartía la noción de que el corto y el largo plazo están interrelacionados.
Como expresó (1939, Vol. 1, pág. v), los ciclos no son como las amígdalas, cosas separables
que pueden ser tratadas en sí mismas, sino que son como el latido del corazón, la esencia del
organismo que los revela. La interdependencia entre el corto y el largo plazo es una de las
características definitorias de la economía heterodoxa (Pereira, 2012b; Arestis y Sawyer, 2009).
75
La noción de irreversibilidad de la inversión puede encontrarse en distintas escuelas de
pensamiento (Bertola y Caballero, 1999; Arestis y Sawyer, 2009).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 75
76
En este sentido, Baer (2008, pág. 303) considera que la política de subsidios a la inmigración
adoptada en el Brasil a finales del siglo XIX actuó como sustituto de una política de inversión en
capital humano.
77
Prebisch reconoció a mediados de la década de 1950 las falencias de esta estrategia y fue
cuidadoso en hacerla institucionalmente pública en 1961 en el documento Desarrollo económico,
planeamiento y cooperación internacional (Prebisch, 1961) Tal y como señaló más de 20 años
después, en 1984, los mercados nacionales aislados de la competencia externa, debilitando
e incluso destruyendo el incentivo necesario para mejorar la calidad de la producción y
reducir los costos bajo el sistema de empresa privada. Esto [la estrategia de industrialización
regulada por el Estado] ha sofocado la iniciativa de las empresas en el mercado interno y
externo. También volvió a enfatizar las limitaciones de esta estrategia en la última entrevista
en la CEPAL cuando afirmó: “En CEPAL sostuvimos desde un principio que la protección
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 77
79
Véase Ffrench-Davis (2010).
80
Aunque según algunos neoestructuralistas, y en contraposición a la postura postkeynesiana,
lo aconsejable es establecer reglas fiscales (Ffrench-Davis, 2010), también se reconoce la
dificultad de hacerlo por el hecho de que la tendencia de una variable (i. e. el PIB) puede no ser
independiente de su ciclo (Heyman, 2000; Ocampo, 2011; Pérez Caldentey, Titelman y Carvallo,
2013), como ya se indicó. Este también es un punto de intersección entre los pensamientos
neoestructuralista y poskeynesiano.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 79
Conclusión
En este trabajo se sostiene que los acontecimientos de las últimas tres
décadas marcan una ruptura en la práctica de la ciencia normal en
economía (el llamado “paradigma dominante”). La validez y justificación
de este enfoque se centró, sobre todo, en la capacidad predictiva que
estos acontecimientos han puesto en duda. En este sentido, se trata de
un momento propicio para explorar nuevas alternativas, tanto desde
la perspectiva de un mayor equilibrio entre enfoques tradicionales y
novedosos de pensamiento, como sobre sus formas de enseñanza.
América Latina y el Caribe posee una larga y profunda tradición
de pensamiento económico. El pensamiento más completo que ha surgido
en la región es el ligado al estructuralismo y, en su versión más moderna,
al neoestructuralismo. El estructuralismo surgió, en parte, como una
reacción al pensamiento ortodoxo en economía debido a su falso sentido
de universalidad y su limitada aplicabilidad al mundo real (Prebisch, 1950,
pág. 498; Furtado, 2003, págs. 85-87), y, se podría decir, al mundo en
desarrollo. El neoestructuralismo constituye un esfuerzo por adaptar las
tesis estructuralistas a un contexto cambiante y proponer, a la vez, nuevos
temas y pautas para su desarrollo metodológico y la formulación de
política económicas.
En cuanto el (neo)estructuralismo es un sistema de ideas abierto,
puede beneficiarse con el establecimiento de diálogos y la apertura de
espacios de debate con otras tradiciones de pensamiento en economía,
como la corriente heterodoxa. La corriente heterodoxa engloba un
conjunto heterogéneo de enfoques, incluidos los marxistas y radicales,
la escuela de la regulación, los poskeynesianos, los institucionalistas y
los evolucionistas.
En este artículo se identifican siete áreas que pueden formar la base
para un acercamiento entre ambas tradiciones de pensamiento y para
una agenda de política económica cuyo fin sea, como lo plantearon en
su momento, y por distintas vías, Keynes y Prebisch, generar un espacio
de autonomía para la toma de decisiones que permita enfrentar las tres
grandes falencias de las economías de mercado: la incapacidad de generar
pleno empleo, la tendencia a la distribución arbitraria del ingreso y la
riqueza, y la propensión a la volatilidad y la inestabilidad.
80 CEPAL
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Capítulo II
1
Esta es la transcripción de la presentación del autor en el seminario sobre neoestructuralismo y
economía heterodoxa, realizado en la CEPAL los días 22 y 23 de abril de 2013. Los datos estadísticos
para el análisis han sido actualizados, si bien aquí se presentan solo algunos cuadros y gráficos.
94 CEPAL
Cuadro II.1
Mundo: crecimiento promedio anual de los índices de precios internacionales
de los productos básicos, 2000-2013
(En porcentajes; 2010=100)
Período Energía Alimentos Granos Metales y minerales Promedio
2000-2007 17 10 11 14 13
2008-2009 -9 -2 -4 -7 -5,5
2010-2011 16 8 14 3 10,25
2012-2013 0 -1 -7 -3 -2,75
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Banco Mundial, Commodity Price Data, “Pink
Sheet”, 2013.
2
En la llamada edad de oro de las economías industrializadas (1950-1973), el PIB de estas se
expandió a una tasa del 5,9%. Posteriormente el crecimiento no llegó a ese nivel ni siquiera
durante la “Gran Moderación”. En las décadas de 1980, 1990 y 2000 la tasa de crecimiento del
PIB fue del 3%, el 2,5% y el 1,7%, respectivamente.
3
El índice promedio de los precios de las materias primas (UNCTAD, 2011) para la energía, los
alimentos, granos y metales y minerales se expandió un 13% entre 2000 y 2007, se contrajo un
5,5% durante la crisis financiera global (2008-2009) y logró una rápida recuperación en los dos
años que siguieron, registrando una tasa de crecimiento del 10,3%.
96 CEPAL
Cuadro II.2
Mundo (países y regiones seleccionados): evolución del saldo de la cuenta corriente
de la balanza de pagos como proporción del PIB, 2005-2012
Cuadro II.3
Mundo: crecimiento del PIB per cápita, por regiones, 1971-2011
(En porcentajes)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Banco Mundial, World Development Indicators y Global
Finance Development Database (GFDD), 2013.
Gráfico II.1
Crecimiento del comercio y del PIB mundial, 1950-2012
(En porcentajes)
8
0
1950-1974 1974-1986 1986-2007 2007-2012
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Naciones Unidas hasta 2007 y del Fondo Monetario
Internacional (FMI) para los años recientes.
4
No a precios de paridad, ya que no es posible la comparación de los datos correspondientes con
la evolución del comercio
5
Entre los factores que explican el crecimiento del comercio internacional se incluyen las
innovaciones tecnológicas en el transporte y las comunicaciones, así como cambios en los métodos
de producción que permitieron la creación de nuevos productos, la expansión de la producción
y mejoras de eficiencia. Otro factor importante son los cambios en la forma de organización del
comercio, como la que se realiza a través de cadenas internacionales de suministro. También
hay que destacar la reducción de barreras al comercio y la expansión y globalización financiera
(incluida la disminución de las restricciones a los pagos transfronterizos).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 99
Gráfico II.2
Mundo: evolución de las exportaciones por volumen y por valor,
enero de 2006 a julio de 2013
(Índice 100 = primer semestre de 2008)
120
110
100
90
80
70
60
Oct
Oct
Oct
Oct
Oct
Oct
Oct
Jul
Jul
Jul
Jul
Jul
Jul
Jul
Jul
Abr
Abr
Abr
Abr
Abr
Abr
Abr
Abr
Ene
Ene
Ene
Ene
Ene
Ene
Ene
Ene
Valor Volumen
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de datos del Netherlands Bureau of Economic Policy
Analysis (CPB).
100 CEPAL
Cuadro II.4
Mundo: especialización, estructura productiva y crecimiento, 1996-2007
Gráfico II.3
América Latina: márgenes de riesgo y rendimiento de los bonos, 2003-2013
(En porcentajes)
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
Ene
Jul
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Fuente: Elaboración propia sobre la base de cifras proporcionadas por J.P. Morgan.
Gráfico II.4
América Latina (17 países): apreciación o depreciación real de las monedas,
1990-2011 a 2012 y 2003-2007 a 2012
(En porcentajes)
Bolivia (Est. Plur. de)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Venezuela
(Rep. Bol. de)
-40 -30 -20 -10 0 10 20
Gráfico II.5
América Latina (17 países): apreciación o depreciación real
de las monedas, 2012-2013 a
(En porcentajes)
Bolivia (Est. Plur. de)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Ecuador
El Salvador
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Venezuela
(Rep. Bol. de)
-15 -10 -5 0 5 10
2012 a 2013
equivalente a 4,5 puntos del PIB y, sin embargo, arrojó un déficit en cuenta
corriente. El déficit “potencial” era, por lo tanto, de unos 6 puntos del PIB,
más o menos el doble del nivel de 1997-1998.
Gráfico II.6
América Latina: balance en cuenta corriente con respecto
al producto interno bruto, 1990-2012
(En porcentajes)
3
2
-1
-2
-3
-4
-5
-6
-7
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Balance en cuenta corriente Balance ajustado por términos de intercambio
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Naciones Unidas hasta 2007 y del Fondo Monetario
Internacional (FMI).
fue acentuado tanto en los años veinte y treinta como en los ochenta y
noventa del siglo XX, en tanto que fue mucho más suave después del auge
que terminó cuando la Guerra de Corea, porque la economía mundial
estaba experimentado entonces un crecimiento rápido. De acuerdo con
este patrón histórico, la posibilidad de que se presente un descenso fuerte
es alta, dada la debilidad de la economía internacional y, en este caso, la
debilidad particular de la economía china.
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productiva”, Revista CEPAL, Nº 104 (LC/G.2498-P/E), Santiago de Chile,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo),
UNCTADSTAT [en línea] http://unctad.org/en/pages/Statistics.aspx.
Capítulo III
La reciente internacionalización
del régimen del capital
décadas del siglo XIX, sobre todo a partir de la Gran Depresión iniciada en
la década de 1870, los rezagados crecieron a la sombra del proteccionismo
y las reglas monetarias del patrón oro.
En la segunda mitad del siglo XX, la expansión mundial del
capitalismo bajo la hegemonía estadounidense modificó la división
internacional del trabajo y el esquema centro-periferia propuesto por
la hegemonía inglesa. Desde el siglo XIX, la economía continental
norteamericana sustentó el crecimiento en la expansión de su mercado
interno y secundariamente en el diversificado modelo de exportaciones.
Dotada de un escaso grado de apertura, pero gran productora y
exportadora de manufacturas, materias primas y alimentos, la economía
de los Estados Unidos encontraba en el comercio exterior un mecanismo
de ajuste que facilitaba su expansión acelerada.
El espacio económico internacional posterior a la Segunda
Guerra Mundial se construyó a partir del proyecto de integración
entre las economías nacionales propuesto por los Estados Unidos y su
economía. La hegemonía de dicho país se ejerció mediante la expansión
de las grandes corporaciones estadounidenses y sus bancos. Luego
de la reconstrucción económica de Europa, la respuesta competitiva
de las grandes empresas europeas —la rivalidad entre los sistemas
empresariales— promovería la inversión productiva cruzada entre
los Estados Unidos y Europa y la primera ronda de industrialización
fordista en la periferia. Durante la denominada “era dorada” (1947-
1973), la expansión del comercio internacional supuso, sobre todo, el
intercambio de bienes finales de consumo y de capital entre los socios
del Atlántico Norte.
La revolución china y de la Guerra de Corea, dieron lugar al estilo de
desarrollo asiático. Entrarían en el juego del desarrollo el Japón y, más tarde,
la propia Corea y Taiwán, con sus respectivos sistemas empresariales.
“El estilo de desarrollo asiático” fue inaugurado por el Japón,
que emergió como potencia económica, ya en los años sesenta, y se
propagó hacia Corea y Taiwán, protagonistas de un notable desempeño
en las décadas de 1970 y 1980. Los dirigentes y la tecnocracia de estos
dos países se inspiraron en el desempeño de su vecino —el Japón—
que, una década antes, ya en los años cincuenta, gracias a la Guerra de
Corea, había conseguido librar su economía de las reformas liberales del
General MacArthur.
¿Cuál era, en verdad, el proyecto estadounidense para el Japón?
Desarticular los grandes conglomerados, “occidentalizar” la economía,
asemejándola al modelo anglosajón de economía de mercado.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 113
La macroeconomía de la globalización
Observada en su configuración macro, la economía se puede
concebir como un gran panorama de balances interrelacionados. Los
balances de los bancos, las empresas, las familias, los gobiernos y
el sector externo registran, en cada momento, los resultados de las
decisiones de financiamiento y gasto que toma privadamente cada uno
de los participantes del juego del mercado. Las decisiones privadas de
gasto apoyadas en el crédito (y, por lo tanto, en el endeudamiento) son
las variables independientes que determinan la creación de empleos y,
por consiguiente, la formación del ingreso. Así, en la medida en que el
pago de salarios y las compras entre las empresas crean el flujo de ingresos
globales de la economía, las operaciones de débito y crédito modifican la
distribución de la acumulación de derechos sobre la riqueza y, por lo tanto,
la situación patrimonial de los protagonistas. En la fase ascendente
del ciclo, el flujo de lucros, el ahorro de las familias y los ingresos del
gobierno procuran garantizar el servicio y la estabilidad del valor de
las deudas y de los costos financieros. Los ahorros derivados del nuevo
flujo de ingresos constituyen el financiamiento del sistema bancario y
el mercado de capitales. Estos últimos, en su función de intermediarios,
promueven la validación del crédito y la liquidez (creación de moneda)
“adelantados” originariamente por los bancos para viabilizar los gastos
de inversión y consumo.
Iniciada en el segundo semestre de 2007 y acelerada en el infausto
episodio de la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008,
la crisis ofreció a algunos analistas (como Krugman, Roubini, Michel
Aglietta, Martin Wolf y Claudio Borio) la oportunidad de avanzar en la
comprensión de las transformaciones ocurridas en las relaciones entre
innovaciones financieras, financiamiento de los gastos de consumo de las
familias y de inversión de las empresas y generación de ingresos y empleo
en la economía globalizada.
El economista Claudio Borio del Banco de Pagos Internacionales
(BPI) reveló la verdad que la mayoría de los analistas comprometidos con la
banca se esfuerza por esconder al amparo de sus inefables conocimientos.
En el origen, desarrollo y configuración del ciclo financiero que culminó
en la crisis, se encuentra el flujo bruto de capitales privados, sobre todo
los que han formado parte de transacciones entre Europa y los Estados
Unidos. Debido a la interpenetración financiera se suscitó la diversificación
de los activos a escala mundial y, así, se impuso la “internacionalización”
de las carteras de los administradores de la riqueza.
En el ciclo de expansión financiera internacionalizada se combinaron
1) métodos innovadores de “apalancamiento” financiero; 2) la valorización
de los activos inmobiliarios; 3) la migración de la producción manufacturera
124 CEPAL
hacia los países con bajo costo de mano de obra; 4) la ampliación de las
desigualdades; 5) la insignificante evolución de los rendimientos de
la población asalariada; 6) la degradación de los sistemas progresivos
de tributación.
La lenta evolución de los rendimientos se hizo cómplice de la
vertiginosa expansión del crédito para impulsar el consumo de las
familias. Amparado en la “extracción de valor” que ofreció el incremento
de los precios de los inmuebles, el gasto de los consumidores alcanzó
elevadas participaciones en la formación de la demanda final en casi todos
los países de las regiones desarrolladas. Mientras tanto, las empresas de
los países “consumistas” procuraban intensificar la estrategia de separar
en territorios distintos la formación de nueva capacidad y la obtención de
los resultados.
En el período de euforia, las grandes empresas desplazaron su
manufactura hacia las regiones en que prevalecían bajos salarios, un
cambio desvalorizado y una alta productividad. Estadounidenses y
europeos corrieron en dirección a Asia y los alemanes, aunque frugales,
cambiaron repentinamente de rumbo hacia los vecinos del este. De estas
ciudades, exportaron manufacturas baratas para los países y las regiones
de origen o de su influencia. Embalados por la expansión de los gastos
de las familias, obtuvieron lucros y acumularon efectivo (en general en
los paraísos fiscales). El desplazamiento de las empresas estadounidenses
generó profundos déficits en cuenta corriente en la economía territorial
de la madre patria. Por su lado, los alemanes, a pesar del desplazamiento
hacia el este europeo, financiaron los gastos que produjeron los enormes
déficits en cuenta corriente de los vecinos de la zona del euro.
El mundo no convergió en el régimen de tasas flotantes. Todo lo
contrario: la coexistencia entre regímenes de tipos de cambio flotantes
y tasas administradas o fijas se convirtió en la marca registrada de la
economía mundial. El número de países que adoptó el “anclaje” al
dólar o una canasta de monedas aumentó considerablemente. Después
de la crisis asiática, las economías de la región —particularmente
China— retomaron las estrategias exportadoras con fuerte acumulación
de reservas y medidas sumamente pragmáticas de control de capitales.
Ante el aluvión de capitales empleados en el arbitraje con tasas de interés
y en la especulación desenfrenada con sus monedas, tanto los países
desarrollados como emergentes luchan para evitar la formación de
burbujas crediticias e intentan evitar los efectos indeseados y nefastos de
la valorización cambiaria.
La entrada de China y otros países emergentes como importantes
protagonistas en el comercio internacional de manufacturas promovió
un fuerte movimiento deflacionario, lo que contribuyó a la estabilidad de
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 125
Neoestructuralismo y macroeconomía
para el desarrollo
Ricardo Ffrench-Davis1
Introducción
Una de las responsabilidades fundamentales del Estado en la esfera del
desarrollo económico y social hace referencia al entorno global en el que
se desenvuelven los productores y consumidores de bienes y servicios
que operan en la economía nacional; eso es la macroeconomía. Al diseñar
el entorno macroeconómico, se deben tener en cuenta dos características
básicas: que posibilite el uso pleno de los recursos productivos, con
balances internos y externos sostenibles, y que ello guarde coherencia con
la formación de nuevas capacidades. Entre otras condiciones, se requiere
una evolución de la demanda interna en torno a la capacidad productiva,
o el PIB potencial, y que los precios macroeconómicos (en particular, el
tipo de cambio) se sitúen en niveles compatibles con una balanza exterior
sostenible. Esto es lo que se ha llamado macroeconomía para el desarrollo,
que resulta esencial para formular una estrategia de crecimiento con
1
El autor agradece la colaboración de Felipe Correa y los comentarios de los editores de este libro y
de los participantes del seminario sobre Neoestructuralismo y Economía Heterodoxa, realizado
por la CEPAL el 22 y 23 de abril de 2013. Sus primeros esbozos sobre neoestructuralismo se
encuentran en Ffrench-Davis (1988), elaborados sobre los trabajos pioneros de autores como
Aníbal Pinto, Osvaldo Sunkel y Fernando Fajnzylber.
130 CEPAL
2
El quinquenio 2004-2008 fue el más positivo desde la década de 1970, con un crecimiento
promedio del 5,3% anual. En el período 2009-2012, la mejora relativa de la región se debe más al
retroceso de las economías más desarrolladas.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 133
Cuadro IV.1
América Latina: PIB per cápita respecto del de los Estados Unidos
y del Grupo de los Siete (G7), 1970-2012
(En porcentajes, sobre la base de dólares en PPA de 2012)
Año América Latina/Estados Unidos América Latina/G7
1970 26,5 32,5
1980 30,3 35,6
1989 23,5 27,2
1997 23,0 26,6
2008 23,3 27,4
2012 24,6 29,1
Fuente: Para el PIB per cápita en PPA de las tres unidades de 2012: elaboración propia sobre la base de
estimaciones del Banco Mundial. Para los años anteriores: estimación sobre la base de las tasas
de variación real del PIB per cápita que figuran en los informes del Banco Mundial desde 1970
hasta 2012.
3
Véase CEPAL (2010) y Ffrench-Davis (2005 y 2010).
134 CEPAL
Gráfico IV.1
América Latina (19 países): volatilidad del PIB, 1977-2012
(Tasas anuales de crecimiento, en porcentajes)
7
2004=5,8 2010=5,8
1977-1980=5,5 1997=5,5
6
1994=4,9
5
1986=3,6 2000=3,8
4
2
1998-1999=1,4
1
1990=1,1
0 1995=0,4
1999=0,2
-1
2009=-1,9
-2
1983=-2,5
-3
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), datos de 19 países.
4
El aumento de cerca del 50% del índice de términos de intercambio sobrestima el impacto
positivo sobre los ingresos por exportación, pues parte del efecto se filtra al exterior mediante
las remesas de utilidades de la IED del sector exportador. La filtración fue de alrededor de un
tercio en el período reciente de auge. Véase la tendencia de los términos de intercambio en Erten
y Ocampo (2012).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 135
Gráfico IV.2
América Latina: relación de los precios de intercambio
de los bienes y servicios, 1990-2012
(Índice 1990=100)
160
150
140,6
148,3
140
130
129,9
120
110
113,6
100
99,0
90
80
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL).
Gráfico IV.3
América Latina: evolución del volumen de las exportaciones
y las importaciones de bienes FOB, 2003-2012
(Índice 2003=100)
240
220
200
180
160
140
120
100
80
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de CEPALSTAT para 2003-2009 y sobre la base de CEPAL,
Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2012 para 2010-2012.
136 CEPAL
Recuadro IV.1
Asimetrías recesivas y regresivas
5
Las estimaciones referentes a 1970-2003 de nueve países de América Latina, a los que
corresponde la gran mayoría de la población y del PIB regional, se basan en antecedentes de la
CEPAL y de Hofman y Tapia (2003). En Ffrench-Davis (2010), se vuelve a analizar este tema, con
estimaciones actualizadas de ese estudio que abarcan el período 1970-2009.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 139
6
El impacto depresor del ciclo sobre la formación bruta de capital fijo se intensifica por el hecho
de que la contracción de la inversión suele ser más bien abrupta, en tanto que la recuperación
tiende a ser gradual. Esta nueva asimetría arroja una suma de flujos de inversión inferior a la
que se obtendría si ambos ajustes fuesen simétricos.
140 CEPAL
Gráfico IV.4
América Latina (19 países): formación bruta de capital, 1970-2012 a
(En porcentajes del PIB, sobre la base
de dólares constantes de 2005)
27
24,6
25
23
21,3
21
18,6
19
17,6
17,0
17
15
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), datos de 19 países.
a
Las líneas horizontales indican la tasa media de formación bruta de capital en subperíodos en los que la
tasa estaba en expansión (1972-1981, 1992-1998 y 2006-2012) y en situaciones recesivas (1984-1990
y 2001-2004).
7
Véase, por ejemplo, Williamson (2008); Agosin (2007); Rodrik (2008); Eichengreen (2008);
Ffrench-Davis (2010), y Ocampo (2011).
142 CEPAL
8
Existen abundantes ejemplos en la literatura ortodoxa en los que se sostiene que el tipo de
cambio flexible, libre de intervenciones regulares de la autoridad, es eficaz para enfrentar los
riesgos de corto plazo de los períodos contractivos, ignorando masivamente la distorsión de
los efectos asignativos de factores irreversibles que provoca durante los auges revaluatorios
previos. Véase, por ejemplo, OCDE (2013, págs. 8, 15 y 16).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 143
de América Latina duplica con creces la del G7. Así pues, la región sigue
siendo muy regresiva en el contexto mundial (Banco Mundial, 2005), lo
que está asociado, de manera determinante, a las estructuras productivas.
Cabe reiterar que la acusada heterogeneidad estructural entre empresas de
diferentes dimensiones y entre trabajadores de distinta calificación implica
la existencia de desigualdades en el correspondiente funcionamiento de
los mercados10. Para crecer vigorosamente es necesario mejorar con mayor
rapidez la productividad de los sectores de menores ingresos y, con ello,
la empleabilidad de los sectores medios y pobres. En contraposición a
la creencia más común del enfoque neoliberal, en la situación actual de
América Latina existe un amplio grado de complementariedad entre
diversas políticas que contribuirían simultáneamente al crecimiento y a la
reducción de la desigualdad en el mercado laboral (Bourguignon y Walton,
2007; Ffrench-Davis, 2014, cap. VII).
La inestabilidad de la demanda interna y del tipo de cambio
produce efectos estáticos y dinámicos en el empleo. Un ejemplo
de efectos estáticos son los altibajos en la tasa de utilización de la
capacidad productiva disponible de trabajo y capital, que, al provocar
recurrentemente brechas sustantivas entre la capacidad instalada y el
PIB efectivo, generan a su vez brechas entre el pleno empleo y el empleo
efectivo. Esas brechas recesivas y la volatilidad de variables tales como el
tipo de cambio real han provocado profundos efectos dinámicos, como se
ha expuesto arriba, i) en la expansión del acervo de capital nacional, que
disminuye, en tanto que la fuerza de trabajo potencial, inexorablemente,
sigue elevándose; además, se debilitan las organizaciones laborales y,
en situaciones de desempleo creciente, se intensifica la discriminación
contra los trabajadores de menor calificación y los empresarios de menor
tamaño; ii) en la intensidad del valor agregado que se incorpora a las
exportaciones y su interrelación con el resto de la producción interna;
iii) en el desarrollo de las pymes, que suelen ser más intensivas en el uso
del trabajo y que compiten con las importaciones, y iv) en la formalidad o
precariedad del mercado laboral.
Uno de los vínculos que existen entre la inestabilidad de la
macroeconomía real y la desigualdad estriba en la extensa heterogeneidad
estructural que caracteriza a las economías en desarrollo. Dada la fuerza
que aún tiene el enfoque neoliberal, que incluye la idea de la homogeneidad
y la “neutralidad” de las políticas al formular las políticas públicas, es
fundamental comprender e internalizar la diversa capacidad de acción y
10
Véase un análisis y antecedentes empíricos sobre el intenso grado de heterogeneidad estructural
actual en las economías de América Latina y sus implicancias distributivas en Infante (2011).
Véase información al respecto sobre Chile en Sunkel (2011).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 147
reacción de los agentes típicos en distintos mercados. Por lo tanto, hay que
tener en cuenta la heterogeneidad entre grandes y pequeños empresarios,
trabajadores de alta y de reducida calificación, inversionistas productivos
e inversionistas financieros o compradores de activos, e inversionistas
productivos y consumidores, así como la elevada movilidad nacional e
internacional de los capitales financieros y del trabajo muy calificado, que
contrasta con la escasa movilidad del capital físico y de la mano de obra de
menor calificación.
Las asimetrías resultantes de esa heterogeneidad se intensifican
en situaciones de inestabilidad de la actividad económica y los precios
macroeconómicos. Por ejemplo, la distribución del ingreso suele
deteriorarse en las recesiones y mejorar en las recuperaciones, pero de
manera más gradual en estas que en aquellas, asimetría que provoca
efectos regresivos en los balances de los hogares y las empresas. Por
otra parte, los esfuerzos que se dedican a las reformas económicas que
requieren continuidad y una perspectiva de largo plazo se debilitan.
Además, en los períodos de auge de flujos financieros, una parte
sustancial se consume, ya que el consumo responde más rápidamente
que la inversión productiva cuando hay una oferta de fondos mayor, y
el mercado financiero se ha especializado más en financiar el consumo o
la compra de activos existentes que en el financiamiento de largo plazo
de la inversión productiva. Si ello se acompaña, como ha sido frecuente,
de apreciaciones cambiarias, el sesgo se acentúa debido a las crecientes
importaciones de bienes de consumo, lo que desvía el “ahorro externo”
hacia el “desahorro” nacional.
Así pues, después de un período de auge, quedan elevados
pasivos sin una contrapartida de capacidad de pago. El habitual
cambio de expectativas, la reversión de los flujos y las devaluaciones
abruptas conducen a un ajuste recesivo, con caídas de la demanda
interna. A su vez, esta arrastra a la baja a la producción, el empleo y
su formalidad y, por lo tanto, los ingresos tributarios. En los últimos
años, esta ha sido la dinámica de la región, con una tasa de formación
bruta de capital todavía reducida (a pesar de los notables precios de
exportación y del ingreso de capitales extranjeros) y un desequilibrio
creciente entre el volumen de las exportaciones y las importaciones
(véanse el recuadro IV.2 y el gráfico IV.3). Cabe añadir asimismo la débil
institucionalidad de la protección social para transferir ingresos en casos
de crisis, con un carácter contracíclico y progresivo, ya sea en materia
de reinserción, capacitación o compensación de las pérdidas de ingresos
(OIT/CEPAL, 2011).
148 CEPAL
Recuadro IV.2
Coyuntura actual de América Latina
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de cifras de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL).
Conclusiones
El entorno macroeconómico provoca diversos efectos en el desarrollo.
Entre ellos figuran los efectos: i) en la tasa de inversión; ii) en la
intensidad del valor agregado que se genera en las exportaciones y su
interrelación con el resto del PIB; iii) en la innovación y su distribución
entre distintos sectores de la economía; iv) en el desarrollo de las
pymes; v) en la formalidad o precariedad del mercado laboral, y vi) en
el presupuesto fiscal. El estilo de las políticas macroeconómicas incide
significativamente en todas esas variables.
Los inversionistas productivos y el empleo han estado sujetos a
una gran inestabilidad de la macroeconomía real, con elevadas brechas
recesivas, en un mercado financiero notoriamente incompleto, sobre todo
en el caso del financiamiento de las empresas de menor tamaño. A su vez,
la inestabilidad de la economía real ha estado estrechamente asociada a
los ciclos de los flujos financieros con el exterior, que, además de exhibir
una alta volatilidad procíclica, también tienen una escasa conexión con
la inversión productiva. Ha predominado lo que llamamos financierismo
en vez del productivismo (Ffrench-Davis, 2010). El motivo principal de
ello es la existencia de un mercado financiero internacional dominado
por agentes especializados en el corto plazo, cuyo comportamiento suele
ser intrínsecamente procíclico y circular al margen del financiamiento
de la inversión productiva. Esa deficiencia se agrava por el hecho de
que su volatilidad ha provocado crisis financieras y cambiarias en las
150 CEPAL
11
Hay experiencias de controles procíclicos o que intentan perpetuar desequilibrios insostenibles.
En contraste, varios países de América Latina han efectuado interesantes esfuerzos de regulación
contracíclica (véase, por ejemplo, CEPAL (2010)). Entre ellos destaca la exitosa experiencia de
Chile en el primer quinquenio de los años noventa, que ilustra la eficacia que pueden alcanzar
las regulaciones contracíclicas de la cuenta de capitales en materia de desarrollo cuando son
coherentes e integrales (véanse Ffrench-Davis (2014, cap. VIII) y Magud y Reinhart (2007)).
152 CEPAL
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Latina y el Caribe (CEPAL).
154 CEPAL
Daniel Titelman
Esteban Pérez Caldentey1
Introducción
La macroeconomía para el desarrollo en América Latina y el Caribe suele
articularse en torno a dos cuestiones: una estrategia activa de desarrollo
productivo y diversificación, y una orientación anticíclica de las políticas
(Ocampo, 2011; Ffrench-Davis, 2010).
La estrategia del desarrollo productivo tiene como meta, entre
otras cosas, aumentar la productividad, fomentar la innovación para
dar impulso a la acumulación de capacidad tecnológica y potenciar las
oportunidades de la región de exportar bienes y servicios de mayor
valor añadido. Por su parte, las políticas anticíclicas son necesarias para
1
Los autores expresan su agradecimiento a Pablo Carvallo y Manuel Cruz por su valiosa ayuda
en la investigación. También agradecen los comentarios que han recibido sobre una versión
anterior de este documento, presentada en el Seminario Neoestructuralismo y Economía
Heterodoxa (22 y 23 de abril de 2013).
156 CEPAL
2
Ffrench-Davis (2010) afirma que la volatilidad influye en el crecimiento económico a largo plazo
debido a su efecto sobre la inversión en capital fijo.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 157
4
En cambio, la volatilidad nominal disminuyó significativamente. La región logró grandes
avances en materia de inflación, tanto en lo que se refiere al nivel como a la volatilidad. Entre
1980 y 1989 la inflación promedio se situó en torno al 130%. Los niveles más elevados se
registraron en los países de América del Sur, donde la inflación promedio fue del 270%. El istmo
centroamericano registró tasas de inflación significativamente menores con una aceleración
inflacionaria entre 1985 y 1989 cercana al 122%. Hacia la segunda mitad de la década de 1990
la región anotó en promedio una inflación cercana al 14%, siendo esta mucho más baja en los
países del Caribe y el istmo centroamericano. La tendencia a la baja de las tasas de inflación se
ha mantenido en el tiempo y entre 2000 y 2012 se situó en un promedio cercano al 6%. Junto
con la disminución de la tasa de inflación, se logró una significativa reducción de la volatilidad
de la trayectoria del nivel de precios. No obstante la importancia de este quiebre estructural
en la trayectoria de la tasa de inflación, hay que añadir que la reducción de la inflación y de
su volatilidad fue un fenómeno regional generalizado. De manera más precisa, la reducción
del nivel de la inflación y de su volatilidad se logró con independencia del régimen monetario
particular de cada país y de su nivel de inflación inicial. En el período comprendido entre 1982
y 1990, todos los países de América Latina —a excepción de Haití, Honduras y Panamá— tenían
tasas de inflación superiores a un dígito. A partir de 1997, la mayoría de los países logró reducir
sus tasas de inflación de dos a un dígito.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 159
Cuadro V.1
Regiones y agrupaciones seleccionadas: coeficiente de variación de la tasa
de crecimiento del PIB per cápita, 1960-2011a
1960- 1970- 1980- 1990- 2000- 2000-
Región o agrupación
1970 1980 1990 2000 2007 2011
Asia Oriental y el Pacífico 2,92 0,53 0,27 0,40 0,23 0,20
Europa y Asia Central … … … -3,17 0,33 0,83
América Latina y el Caribe b 0,71 0,39 -6,77 1,39 1,17 1,22
Oriente Medio y África del Norte 0,65 1,77 -15,76 0,88 0,54 0,47
Asia Meridional 1,25 3,72 0,43 0,50 0,45 0,43
África Subsahariana 0,84 1,81 -1,98 -3,81 0,58 0,62
Mundo 0,34 0,95 0,96 0,64 0,50 1,26
Países de ingresos altos
(Organización de Cooperación y 0,32 0,81 0,60 0,46 0,44 1,90
Desarrollo Económicos (OCDE))
América del Norte 0,70 1,30 1,27 0,78 0,58 2,27
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Banco Mundial, World Development Indicators y Global
Finance, 2013.
a
El coeficiente de variación es igual a la relación entre la desviación típica(σ )de la tasa de crecimiento
del PIB per cápita y su media ( x ). El período 2007-2011 no se incluyó para evitar que el efecto de la
crisis mundial (2008-2009) que impactó a América Latina y el Caribe en 2009 (la tasa de crecimiento
del PIB se contrajo un 1,9%) sesgara el promedio de dicho período, ya que el objetivo es mostrar un
comportamiento tendencial de la tasa de crecimiento del PIB. Los puntos suspensivos indican que no
se dispone de datos.
b
La muestra incluye a los 33 países de la región.
Gráfico V.1
América Latina (20 países): relación entre la volatilidad de la inversión
y la tasa de crecimiento del PIB, 1971-2008 a b
10
9
1982-1989
8
1974-1989
1990-2008
7
Volatilidad de la inversión
1990-1998
6
5
Coeficiente de correlación simple = -0,73*
1999-2003
4
1974-1981 1971-1973
3
2
2004-2008
1
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
3,0
1974-1989
2,5
1982-1989
Volatilidad de la inversión
2,0 1990-2008
1974-1981
1999-2003
1990-1998
1,5
Coeficiente de correlación
simple = -0,70*
1,0
2004-2008 1971-1973
0,5
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Cuadro V.2
Regiones y agrupaciones seleccionadas: crecimiento del PIB
per cápita, 1971-2011 a
(En porcentajes)
Países de
ingresos altos
Asia Oriente
Europa (Organización de América
Oriental Medio y Asia África
y Asia de Cooperación Latina y
y el África Meridional Subsahariana
Central y Desarrollo el Caribe
Pacífico del Norte
Económicos
(OCDE)
1971-1980 4,5 … 2,7 3,2 2,7 0,7 0,9
1981-1990 5,7 -1,7 2,7 -0,8 0,2 3,0 -0,9
1991-2000 7,1 -1,7 1,9 1,6 1,8 3,2 -0,3
2003-2007 9,3 7,4 1,9 3,7 3,3 6,6 3,0
2001-2011 8,2 4,7 0,9 2,2 2,6 5,3 2,1
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Banco Mundial, World Development Indicators y Global
Finance, 2013.
a
Los puntos suspensivos indican que no se dispone de datos.
Gráfico V.2
América Latina y el Caribe: evolución de los coeficientes de correlación móviles
entre los ciclos del PIB y las corrientes financieras, y entre los ciclos del PIB
y los términos de intercambio con una ventana de cinco años, 1993-2011
1,0
0,8
0,6
0,4
Umbral estadísticamente significativo
0,2
0,2
0,4
0,6
0,8
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Banco Mundial, World Development Indicators y Global
Finance, 2013.
Nota: El umbral estadísticamente significativo se refiere a un nivel de confiabilidad del 95%.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 163
1 ( )
(1) ( ) =
| ( ) |
5
En el caso extremo de que ( ) ( ) > 0, ( ( ) ( ) < 0) , (para todos los componentes de la
sumatoria ( ) = .
164 CEPAL
región se encuentra en la misma fase del ciclo que las regiones o países
de referencia el 75% del tiempo).
Por una parte, el mayor grado de sincronía tiene lugar en el período
de cuatro años (2003-2007) que precedió la crisis financiera mundial
(2008-2009), lo que se debe a que durante dicho período la mayor parte
de los países del mundo experimentaron una expansión. Por otra, el
menor nivel de sincronía se registró durante la crisis financiera mundial
(2008-2009), lo que pone de relieve el impacto diferenciado de la crisis
mundial en las diversas regiones y países (véase el cuadro V.3).
Cuadro V.3
América Latina y el Caribe y subregiones (incluido México): coeficiente
de sincronía del ciclo económico con respecto a los Estados Unidos,
la zona del euro y China, 1990-2012 a
América Latina
América del Sur Centroamérica México
y el Caribe
Estados Unidos
1990-1994 74 68 85 80
1995-2002 73 72 78 75
2003-2007 89 99 80 100
2008-2009 57 45 73 75
2010-2012 83 92 80 100
Promedio 75 75 79 86
Zona del euro
1990-1994 … … … …
1995-2002 73 72 78 75
2003-2007 89 99 80 100
2008-2009 64 58 80 88
2010-2012 68 74 67 70
Promedio 74 76 76 83
China
1990-1994 … … … …
1995-2002 69 64 77 77
2003-2007 87 87 86 90
2008-2009 64 68 60 50
2010-2012 75 76 71 78
Promedio 74 74 74 74
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2012.
a
Los puntos suspensivos indican que no se dispone de datos.
6
Según la metodología del ciclo clásico, el ciclo es un conjunto de puntos de inflexión en una serie
cronológica que representa el nivel de actividad económica agregada sin tener en consideración
las tendencias (Harding y Pagan, 2002a y 2002b; Pagan, 2003). Los puntos de inflexión de la serie
se utilizan entonces como base para analizar el ciclo a partir de diversos indicadores como la
duración e intensidad de una expansión (del punto mínimo al máximo) y de una contracción
(del punto máximo al mínimo) y el grado de coincidencia entre dos series cronológicas dadas.
Un elemento fundamental de este enfoque es la determinación de los puntos de inflexión. Estos
suelen determinarse mediante el algoritmo de Bry y Boschan (1971), que se creó inicialmente
para el procesamiento de datos mensuales y luego fue adaptado a las observaciones trimestrales
por Harding y Pagan (2002a, 2002). El algoritmo consiste en definir los valores locales máximos
y mínimos de una serie determinada, siguiendo una transformación logarítmica basada en
reglas de censura específicas (Bry y Boschan, 1971). Estas reglas incluyen la especificación de
dos trimestres como duración mínima para una fase única, y una duración mínima de cinco
trimestres para un ciclo completo (Harding y Pagan (2002a, 2002). El punto máximo de la
serie se encuentra cuando es mayor que para . De modo similar, el punto
mínimo de la serie se encuentra cuando es menor que para . En el algoritmo se
excluye la posibilidad de que ocurran sucesivamente dos puntos mínimos o máximos.
166 CEPAL
∑
(2)
∑
donde S es una variable binaria que toma el valor de 1 durante la
expansión y de 0 durante la contracción7. El numerador de la ecuación
(2) (∑ ) denota la duración total de las expansiones, y el denominador
∑ ) mide el número de puntos máximos de la serie.
7
De modo similar, la duración y amplitud de las contracciones se computan mediante la fórmula
8
La muestra de economías de mercado emergentes está compuesta por 21 países pertenecientes
a América Latina y el Caribe, 5 a Asia oriental y el Pacífico, 11 a Europa y Asia Central, 3 al
Oriente Medio y África del Norte, 1 a Asia Meridional y 3 a África Subsahariana. La submuestra
de economías de ingresos altos incluye países de Europa (23), Asia (4), América del Norte (2),
el Caribe (2) y otros. Estos últimos son Chipre, Israel, Macao (China) y Malta. Los países del
Caribe son: Barbados, Belice, Granada, Jamaica, República Dominicana, Santa Lucía y Trinidad
y Tabago. En comparación con otros análisis sobre el tema, el conjunto de datos utilizado en el
presente documento es uno de los más grandes y representativos, a nivel regional y también a
nivel subregional de América Latina y el Caribe. En contraste con otros estudios sobre el tema,
este incluye la mayoría de los países de América del Sur y Centroamérica, además de economías
caribeñas, con lo que se evita introducir un sesgo subregional en los resultados obtenidos. No se
disponía de datos de todos los países en relación con el período 1989-2012. En todos los países
de la muestra se utilizó el PIB trimestral, con la única excepción de Barbados, en cuyo caso,
debido a las limitaciones de los datos, el PIB trimestral se determinó indirectamente a partir de
la información sobre las llegadas de turistas. En Barbados, los datos disponibles con carácter
anual respecto de las llegadas de turistas y el PIB demuestran que las dos variables presentan
un alto grado de coincidencia (incluso en los puntos de inflexión) y de asociación (un coeficiente
de correlación muy elevado y significativo).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 167
Cuadro V.4
Regiones seleccionadas: duración mediana y amplitud de las fases de expansión
y contracción del ciclo económico, 1990-2012 a
Contracción Expansión
Duración Amplitud Duración Amplitud
(en trimestres) (en porcentajes) (en trimestres) (en porcentajes)
Asia Oriental y el Pacífico 3,3 -10,6 32,5 39,0
Europa y Asia Central 3,8 -11,6 25,0 43,8
América Latina y el Caribe 3,8 -4,6 13,6 26,3
Oriente Medio y África del Norte 7,3 -7,0 3,5 15,6
Asia Meridional … … … …
África Subsahariana 2,7 -7,1 37,5 40,9
Países de ingresos altos 4,0 -4,9 23,0 26,3
Fuente: E. Pérez Caldentey, D. Titelman y P. Carvallo, “Weak expansions: a distinctive feature of the
business cycle in Latin America and the Caribbean”, Working Paper, Nº 749, Levy Economics
Institute, 2013.
a
Los puntos suspensivos indican que no se dispone de datos.
9
El algoritmo de Bry y Boschan se computó mediante el lenguaje MatLab, con la ayuda de
códigos informáticos facilitados por los profesores John Rand y Finn Tarp (de la Universidad de
Copenhague). Se utilizó el lenguaje Stata para computar los indicadores de los ciclos.
168 CEPAL
y terminó con la crisis financiera mundial (2009). Fue una de las más
dilatadas e intensas en más de tres decenios. No obstante, este episodio
de expansión es más débil en cuanto a duración y amplitud que el último
episodio de expansión que experimentaron otras regiones, en particular,
Asia Oriental y el Pacífico (26,5 trimestres y un 29,8% en el caso de América
Latina y el Caribe y 40 trimestres y un 53,9% en el caso de Asia Oriental y
el Pacífico, respectivamente)10.
En consonancia con los resultados anteriores, América Latina y el
Caribe también exhibe una de las más exiguas ganancias de producto
durante la fase expansiva del ciclo. En promedio, América Latina y el
Caribe registra, respectivamente, un aumento del 26,3% del producto. Esto
contrasta con la experiencia de la región de referencia, Asia Oriental y el
Pacífico, que registra una ganancia de producto equivalente al 39% (un
48% más que el de América Latina y el Caribe) (véase el cuadro V.5).
Cuadro V.5
América Latina y el Caribe: duración media y amplitud de las fases de expansión
y contracción del ciclo económico, 1990-2012
Contracción Expansión
Duración Amplitud Duración Amplitud
(en trimestres) (en porcentajes) (en trimestres) (en porcentajes)
América Latina y el Caribe 13,6 26,3 3,8 -4,6
América del Sur 15,3 27,9 3,6 -7,1
Centroamérica 25,0 27,0 3,5 -3,8
México 23,0 25,6 3,7 -7,9
Fuente: E. Pérez Caldentey, D. Titelman y P. Carvallo, “Weak expansions: a distinctive feature of the
business cycle in Latin America and the Caribbean”, Working Paper, Nº 749, Levy Economics
Institute, 2013.
Gráfico V.3
Asia Oriental y el Pacífico y países de ingresos altos: ganancia acumulada media
del producto en comparación con el de América Latina y el Caribe, 1990-2012 a
3,5
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0
Asia Oriental y el Pacífico en comparación Países de ingresos altos en comparación
con América Latina y el Caribe con América Latina y el Caribe
Fuente: E. Pérez Caldentey, D. Titelman y P. Carvallo, “Weak expansions: a distinctive feature of the
business cycle in Latin America and the Caribbean”, Working Paper, Nº 749, Levy Economics
Institute, 2013.
a
Se refiere al promedio de los valores obtenidos a partir del método de Bry y Boschan, el algoritmo de
cálculo, el método de Okun y el ciclo de desviaciones respecto del período 1990-2012. El aumento
acumulado de la producción se computa como el producto de la amplitud y la duración de la fase de
expansión de Asia Oriental y de las economías de ingresos altos en comparación con los de América
Latina y el Caribe.
Cuadro V.6
Regiones y agrupaciones seleccionadas: duración y amplitud de la fase
expansiva del ciclo de productividad laboral, mediante
la metodología del ciclo clásico, 1990-2012 a
Duración
(en años)
Asia Oriental y el Pacífico 4,3
Europa y Asia Central 5,5
América Latina y el Caribe 3,8
Oriente Medio y África del Norte 3,3
Asia Meridional 4,8
África Subsahariana 2,6
Países de ingresos altos 6,3
Amplitud
(en porcentajes)
Asia Oriental y el Pacífico 23,4
Europa y Asia Central 33,7
América Latina y el Caribe 13,6
Oriente Medio y África del Norte 17,2
Asia Meridional 16,0
África Subsahariana 8,5
Países de ingresos altos 17,7
Fuente: E. Pérez Caldentey, D. Titelman y P. Carvallo, “Weak expansions: a distinctive feature of the
business cycle in Latin America and the Caribbean”, Working Paper, Nº 749, Levy Economics
Institute, 2013.
a
Se refiere a la productividad laboral por persona empleada, en dólares de 2011 (convertidos al nivel
de precios de 2011 basado en la paridad de poder adquisitivo en dólares EKS de 2005 actualizados).
Corresponde a datos anuales.
Gráfico V.4
América Latina y el Caribe y Asia Oriental y el Pacífico: tendencia
del PIB, 1960-2010 a
(En escala logarítmica)
3,40
Período I
1960-1981
3,35
3,30
3,25
Período II
1981-2010
3,20
3,15
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
2010
Asia Oriental y el Pacífico América Latina y el Caribe
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Banco Mundial,
World Development Indicators y Global Finance [en línea] http://www.gfmag.com/.
a
Los cómputos se realizaron a partir de la metodología del ciclo de desviaciones; corresponden a
datos anuales.
Cuadro V.7
América Latina (países seleccionados): duración y amplitud de las expansiones
y contracciones del ciclo de inversión pública en infraestructura, 1980-2010 a
Expansión Contracción
Duración Amplitud Duración Amplitud
Total 2,7 25,6 2,2 -35,6
Sector de la energía 1,9 34,7 2,0 -51,5
Carreteras y ferrocarriles 2,1 32,3 1,7 -33,1
Telecomunicaciones 1,8 28,1 1,9 -58,0
Agua y saneamiento 1,6 24,2 1,7 -23,8
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2012.
a
Se utilizó el algoritmo de Bry y Boschan para determinar los puntos de inflexión, sobre la base de
datos anuales.
11
La Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, México y el Perú, países de donde proviene el 85,5% del
PIB de la región.
174 CEPAL
12
Según el paradigma dominante de la macroeconomía, los factores financieros no afectan, por
lo general, el crecimiento a largo plazo. El teorema de Modigiani-Miller (1958) es un ejemplo
de esto porque entraña una total dicotomía entre el valor de mercado de una empresa y su
estructura de pasivos. Como indicara Modigliani (1980) pág. viii: “…con mercados que
funcionen bien (e impuestos neutrales) e inversionistas racionales que sean capaces de ‘revertir’
la estructura financiera corporativa, detentando montos positivos o negativos de deuda, el
valor de mercado de una empresa (deuda más patrimonio) depende solo de su flujo de ingreso
generado por sus activos. De ello se desprende que el valor de la empresa no debería verse
afectado por la proporción de deuda en su estructura financiera ni por lo que hará con su
rendimiento (abonado como dividendo o reinvertido (con ganancias)”. Más recientemente,
organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional o la OCDE y la Unión
Europea han reconocido que las recesiones generadas por factores financieros pueden afectar el
PIB potencial. Ello ha llevado a algunos economistas (Borio, Disyatat y Juselius, 2013) a intentar
introducir factores financieros en la determinación del PIB potencial. En contraste, un principio
fundamental de la economía no tradicional es que la relación entre los factores financieros y el
comportamiento de las variables reales es indisoluble (Keynes, 1936; Minsky, 1982, 1986). Los
dos van siempre de la mano.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 175
Por una parte, las pruebas indican que las expansiones del crédito,
en promedio, suelen tener una duración paralela similar, pero de mayor
intensidad que la del PIB. Por término medio, las expansiones del crédito
se prolongan un trimestre más que las del PIB. No obstante, por lo general
reflejan una amplitud mayor que las del PIB en un 50%.
Por otra parte, las contracciones crediticias son, a la vez, un 60%
más prolongadas e intensas que las del PIB. En tanto, la intensidad de
las contracciones crediticias excede las del PIB en cinco veces en término
medio (cuatro veces si se utiliza la mediana en lugar del promedio) (véase
el cuadro V.8).
Cuadro V.8
América Latina (países seleccionados): duración y amplitud de las fases de expansión
y contracción del ciclo crediticio real en relación con el PIB real, 1990-2012 a
Duración Amplitud
Efecto acumulado
(en trimestres) (en porcentajes)
Expansión Contracción Expansión Contracción Expansión Contracción
Argentina 1,0 2,5 1,5 6,3 0,8 7,9
Brasil 0,6 2,4 0,9 3,0 0,3 3,5
Chile 1,0 0,7 1,6 0,8 0,8 0,3
Colombia … 1,7 … 3,2 … 2,8
Costa Rica 1,1 1,5 2,7 3,9 1,5 2,9
México 0,5 1,2 1,4 0,8 0,3 0,4
Paraguay 0,8 1,4 0,9 11,6 0,3 8,3
Perú 0,9 1,8 1,5 3,0 0,7 2,6
República
2,8 1,3 8,1 12,1 11,1 8,1
Dominicana
Venezuela (República
1,1 1,6 3,4 4,6 1,9 3,7
Bolivariana de)
Mediana 1,0 1,6 1,5 3,6 0,8 2,8
Promedio 1,1 1,6 2,4 4,9 1,3 4,0
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información oficial de los países y Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), Latin America and the Caribbean Macro Watch Data Tool [en línea] http://www.
iadb.org/research/latinmacrowatch/lmw.cfm.
a
Los puntos suspensivos indican que no se dispone de datos.
13
En cuanto a la relación entre los ciclos crediticio y financiero y el crecimiento tendencial del PIB,
véanse Borio (2012) y Drehman, Borio y Tsatsaronis (2012).
176 CEPAL
14
Los resultados obtenidos por los autores presentan cierta similitud con el concepto del
acelerador financiero (Bernanke y otros, 1999). Este concepto se basa en la idea de que existe
una asimetría de información posterior que da lugar a una prima de financiación externa como
reflejo de la diferencia entre los costos de las finanzas internas y externas. En la fase ascendente
del ciclo, el aumento de la solvencia crediticia, el patrimonio neto y, en general, de la capacidad
de pago, se traducen en una prima menor de financiación externa. Durante las contracciones
ocurre lo contrario. Así, la prima externa tiene un comportamiento anticíclico, siendo menor en
las expansiones y mayor en las contracciones. En este sentido, la prima de financiación externa
puede amplificar en la esfera financiera un choque que afecte las variables reales.
15
Tales resultados son compatibles con el fenómeno del milagro del ave fénix expuesto por Calvo,
referente a las recuperaciones sin crédito (Calvo y otros, 2006).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 177
Gráfico V.5
América Latina: países en los que el ciclo crediticio es un factor endógeno
del ciclo del PIB, primer trimestre de 1995 a cuarto trimestre de 2011 a
(En porcentajes de países)
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1995-2003 1999-2007 2001-2009 2003-2011
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información oficial de los países y Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), Latin America and the Caribbean Macro Watch Data Tool [en línea] http://www.
iadb.org/research/latinmacrowatch/lmw.cfm.
a
El porcentaje se estimó a partir del test de causalidad continua de Granger. Los países incluidos en la
muestra son: Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador,
El Salvador, Honduras, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
16
Tales resultados son coherentes con la anterior constatación de los autores de que la fase expansiva
del ciclo se desglosa en dos subfases, de aceleración y desaceleración (la aceleración se define
por el crecimiento del PIB a una tasa cada vez mayor o, dicho de otro modo, por una primera y
una segunda derivada positiva de la serie de niveles del PIB; la desaceleración se refiere a que
el PIB crece a una tasa cada vez menor o, dicho de otro modo, que la primera derivada de la
serie de niveles del PIB es positiva, en tanto la segunda es negativa). América Latina y el Caribe
tiene una de las tasas de crecimiento más atenuadas, tanto en la subfase de aceleración como de
desaceleración en contraste con otras regiones en desarrollo y desarrolladas. La tasa promedio
de crecimiento en la fase de aceleración llega al 6,1% en América Latina y el Caribe, mientras
que en otras regiones, como Asia Oriental y el Pacífico, asciende hasta aproximadamente el
7%. De modo similar, América Latina también ha sufrido una fase de desaceleración menos
pronunciada que otras regiones, con la excepción de la del Oriente Medio y África del Norte y
África Subsahariana (Pérez-Caldentey, Titelman y Carvallo, 2013).
178 CEPAL
17
La regulación macroprudencial debe apreciarse como complemento de la regulación
microprudencial, cuyo alcance normativo se limita a cada institución financiera por separado.
Las normas que rigen la reglamentación financiera internacional son emitidas por el Comité
de Basilea de Supervisión Bancaria. El enfoque del Comité de Basilea sobre la reglamentación
se centra en los requisitos de capital para cada institución financiera. Dichos requisitos se
establecieron inicialmente en el acuerdo de Basilea I (1998). Este acuerdo fue revisado en 2004,
lo que dio lugar al Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea, o Basilea II. Recientemente, a raíz
de la crisis financiera mundial, se estableció un nuevo acuerdo sobre requisitos de capital,
conocido como Basilea III. Según el Comité, Basilea III debe comenzar a aplicarse a partir de
2016 y entrar plenamente en funcionamiento antes de 2019. A diferencia de Basilea I y Basilea II,
Basilea III aportó algunos elementos macroprudenciales, incluido un amortiguador anticíclico
de capital que se debe activar cuando el crédito se expanda más allá de cierto umbral por encima
de su tendencia a largo plazo. No obstante, conviene señalar que la lógica en que se basa el
amortiguador anticíclico es la de los auges y depresiones, según la cual las crisis del crédito son
consecuencia directa de su propio auge.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 179
Conclusiones
La región de América Latina y el Caribe se caracteriza por elevados niveles
de volatilidad con respecto a sus propios antecedentes y a otras regiones
del mundo. Los altos niveles de volatilidad están asociados a una dinámica
macroeconómica a corto plazo determinada por las perturbaciones reales
y financieras externas (es decir, por el predominio de la balanza de pagos).
La volatilidad constituye un importante obstáculo para un
crecimiento a largo plazo y estable. Hace que se reduzca el horizonte de
182 CEPAL
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el Caribe (CEPAL).
Capítulo VI
Introducción
La implementación de políticas macroeconómicas contracíclicas
en numerosos países de América Latina como respuesta a la crisis
financiera internacional de 2008-2009 (CEPAL, 2012) coincidió con
cierto rescate de las políticas macroeconómicas keynesianas centradas
en el corto plazo, aunque no ha ocurrido lo mismo en lo que se refiere
a la adopción de políticas inspiradas en enfoques keynesianos o
poskeynesianos de largo plazo. Ello es particularmente evidente en el
caso de los aportes de Joan Robinson. Se considera que la falta de una
formalización matemática del modelo original planteado por Robinson
—además de la diversidad de formalizaciones efectuadas por numerosos
académicos— constituye uno de sus puntos flacos (Skott, 2004) o una de
las razones que han atentado contra su utilización (Backhouse, 2003)2.
1
El autor agradece los inestimables comentarios y sugerencias de Esteban Pérez, así como su
autorización para incluir en el anexo las ecuaciones que permiten formalizar el modelo de
Joan Robinson en términos de relaciones de equilibrio en el corto plazo. También agradece
el enorme apoyo de Giannina López y de Nicole Favreau para recopilar y procesar los datos
estadísticos utilizados en este trabajo.
2
A pesar de que Joan Robinson no las favorecía, existen formalizaciones matemáticas de su
teoría basadas en interpretaciones neoclásicas, por ejemplo las de Harry Johnson (1960) y
Findlay (1963), así como interpretaciones marxistas (Harris, 1975) y poskeynesianas, como
186 CEPAL
Esta situación contrasta con los modelos poskeynesianos con cierto grado
de formalización matemática, como los de Kalecki (1969) y Kaldor (1957).
Sin embargo, también puede argumentarse que la ausencia de un
modelo analítico formalizado y cerrado conduce a interpretaciones más
amplias de carácter inductivo, sin necesariamente sacrificar el rigor analítico.
Así, la identificación de diversas etapas —edades de crecimiento— basadas
en relaciones causales y no de equilibrio pueden contribuir a destacar ciertos
rasgos del crecimiento económico latinoamericano que la rigidez de otros
modelos sin ninguna flexibilidad analítica impide recoger de manera correcta.
A continuación se presentan los componentes básicos de la teoría del
crecimiento de Joan Robinson y se presta especial atención a las diversas
edades de crecimiento que identificó, sin olvidar que la bibliografía
sobre el desarrollo en general no les ha brindado mucha importancia3.
En la segunda parte se hace un intento por vincular con la teoría de
Robinson ciertos hechos estilizados relativos al crecimiento económico
latinoamericano del período 1980-2012, recogidos, en particular, en el
Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2013. Así se procura, en
una primera aproximación, ayudar a identificar los posibles alcances y las
limitaciones de la teoría de Robinson a la luz de ciertas características del
crecimiento económico de América Latina.
las de Asimakopulos (1991, capítulo 8) y Backhouse (2003), además de una versión basada en
estimaciones empíricas (Lovinsky y Gibson, 2004). Aunque J. Robinson expresó la esencia de
sus postulados en The Accumulation of Capital (1956), una versión más acabada y clara, como ella
misma reconoció, se encuentra parcialmente recogida en su obra posterior Essays in the Theory of
Economic Growth (1963). Las primeras reacciones, en parte negativas, a The Accumulation of Capital
y las posteriores respuestas de Robinson se encuentran explicadas en el capítulo 8 de Harcourt y
Kerr (2009). Véase también una síntesis del pensamiento de Robinson en Asimakopulos (1984) y
una evaluación de sus aportes a la tradición poskeynesiana, en Harcourt (2006).
3
Asimakopulos (1969 y 1991, págs. 179-182) y Kurdas (1991) constituyen las excepciones.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 187
(1)
7
En el modelo más sencillo se supone que solamente ahorran los rentistas, que reciben utilidades
e intereses, mientras que los trabajadores consumen todos sus ingresos. No obstante, es posible
realizar ejercicios más complejos que incluyan el ahorro de los trabajadores y mantengan los
mismos resultados siempre que los rentistas tengan una mayor propensión a ahorrar que los
trabajadores (Asimakopulos, 1969).
8
Esto se deriva de la ecuación S=P–Cg, donde las ganancias consumidas (Cg) pueden expresarse
como (1-SP) bP. Por ende, se obtiene S=P–(1-SP)bP, fórmula equivalente a S=P(1–(1-SP)b), a partir
de la cual se llega a la ecuación (1). Aquí Robinson presupone la existencia de una economía
capitalista competitiva, cerrada y sin gobierno. En el libro Exercises of Economic Analysis (1961)
se presenta una primera expresión de la relación entre las ganancias, el ahorro y la inversión.
Algunos antecedentes de esta teoría se pueden consultar en Kalecki (1969, capítulos 4 y 9), que
plantea que los planes de inversión de las empresas dependen de sus ahorros previos y de las
ganancias esperadas. A su vez, los ahorros de las empresas son una proporción de las ganancias
producidas por las inversiones en el pasado, mientras que las ganancias esperadas dependen
tanto de las inversiones actuales como pasadas (Lavoie, 2009, pág. 86). Robinson sostiene que, a
diferencia de Kalecki, su enfoque de la inversión se basa en el crecimiento económico deseado,
similar al que Harrod denomina crecimiento garantizado (warranted), más que en el capital
deseado (Robinson, 1963, pág. 87).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 189
9
La equivalencia entre las dos ecuaciones se logra al dividir ambos miembros de la ecuación por
K y expresar el denominador de la parte derecha de (1) como s.
10
En las versiones más sencillas de este enfoque solamente ahorran los capitalistas; por ende,
lo que no llegan a consumir determina el patrón de ahorro de la economía en su conjunto.
190 CEPAL
los salarios reales de los trabajadores por la vía de la inflación con el fin
de producir las ganancias adicionales que se deben reinvertir. Lo mismo
puede ocurrir si aumenta o disminuye el consumo de las ganancias, que
podría compensarse con una reducción o un incremento de los salarios
reales. Robinson argumenta que la búsqueda de menores salarios reales
podría verse frustrada ante la existencia de sindicatos que defiendan el poder
de compra de los trabajadores mediante un aumento inflacionario de los
salarios nominales, medida que constituye una barrera inflacionaria que
impediría aumentar la tasa de ganancias (Robinson, 1963, págs. 58-59).
En general, no solo es posible ajustar la distribución de los ingresos entre
los trabajadores y los demás integrantes de la población para facilitar o
impedir la acumulación de capital, sino que también se puede modificar
la propensión a consumir o a ahorrar las ganancias (en el modelo más
sencillo donde los trabajadores consumen todos sus ingresos).
b) La relación entre el crecimiento del producto,
el empleo y el progreso técnico
Más allá de la situación de equilibrio en el corto plazo durante el
cual está dada la capacidad instalada y el progreso técnico calificado se
considera neutral, a diferencia de la teoría del crecimiento de Harrod,
en el enfoque de Robinson el proceso de acumulación puede afectar la
naturaleza del progreso técnico, sin que sea exógeno11. Es fomentado
por la competencia y la relativa escasez o abundancia de mano de obra
puede estimular la adopción de técnicas de producción más o menos
mecanizadas, aunque no de manera mecánica o determinista. Esto se torna
particularmente evidente cuando se reconoce la existencia de innovaciones
que se dan de manera autónoma (Robinson, 1963, págs. 36 y 51-52).
A su vez, la naturaleza del progreso técnico se refleja en la evolución
de la productividad laboral que, junto con el crecimiento del empleo,
determinan el crecimiento del producto, tal como se observa en la siguiente
ecuación, donde representa el crecimiento del producto, es el crecimiento
de la productividad y equivale al crecimiento del empleo:
(3) gy=gd+gl
11
En este contexto, el progreso técnico mejora la relación entre el producto y el empleo sin alterar
la relación entre el capital y el producto, la cual resultaría neutral según la definición de progreso
técnico de Harrod (Asimakopulos, 1969).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 191
12
Véase una explicación similar en Backhouse (2003).
13
En un contexto donde la inversión esperada es mayor a la potencial —es decir, caracterizada
por la prevalencia de un aguerrido instinto animal—, Robinson supone que el ajuste entre la
inversión actual y el ahorro pasado se cubre mediante los créditos del sistema bancario. En una
economía que se acerca al pleno empleo y donde aumentan la oferta de crédito, la inflación y
la tasa de interés, una tasa de interés real más alta puede restringir el proceso de acumulación
(Backhouse, 2003; Robinson, 1971, pág. 74).
192 CEPAL
Cuadro VI.1
Rasgos básicos de las edades de crecimiento según Joan Robinson
Cuadro VI.1(conclusión)
i) La edad de oro
La trayectoria inicial de referencia de Robinson es la edad de oro, no
por su pretendida validez, sino porque pone de relieve las condiciones que
tendrían que darse para lograr una tasa de crecimiento alta y estable en
condiciones de pleno empleo. En esta edad, que Robinson considera mítica,
el aumento de la inversión esperada (asociada a los espíritus animales)
coincide con el de la inversión posible (resultante de las ganancias). El
capital tiene la composición adecuada para ajustarse a la tasa de equilibrio
de la acumulación deseada, derivada de la coincidencia entre la inversión
posible y la inversión esperada. Ello da lugar a una trayectoria de
crecimiento del producto donde, a partir de una situación de pleno empleo,
el crecimiento de la ocupación coincide con el crecimiento de la población
(n) y, basados en un supuesto de progreso técnico neutro, los salarios
reales aumentan en la misma proporción que la productividad laboral, la
tasa de ganancia permanece constante y prevalece la armonía laboral. La
flexibilidad de los precios, surgidos de mercados competitivos, permite que
se ajuste la demanda para impedir un aumento de la capacidad instalada
no utilizada, que crece al mismo ritmo que la economía14.
15
En la obra Exercise in Economic Analysis (1961, pág. 107), Robinson plantea que la causa del laxismo
observado en las empresas tal vez se deba a que los riesgos son demasiado grandes, que resulta
difícil obtener financiamiento o que los empresarios han dejado de esforzarse por alcanzar la
competitividad y que ahora llevan adelante una política destinada a vivir y dejar vivir.
16
Una interpretación menos radical del ajuste demográfico sería que ocurriera por la vía de la
emigración. Véase en Galor (2011, págs. 9-17) una caracterización muy precisa, basada en hechos
históricos, de un crecimiento con ajustes poblacionales, que permiten considerarla una etapa de
crecimiento maltusiano similar a la edad de plomo postulada por Robinson.
196 CEPAL
17
Sin intervención de gobierno, el aumento del crédito sería endógeno (sin una oferta monetaria
dada, como suponen los enfoques monetarios ortodoxos), pero se adecuaría para facilitar
el proceso de acumulación con tasas de interés suficientemente bajas y así no propiciar el
surgimiento de hiperinflaciones. Robinson reconoce que se trata de un proceso incierto que no
está exento de errores. Véase este enfoque en particular en Backhouse (2003).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 197
(5)
definidos sobre la base de criterios que toman en cuenta los ciclos económicos
de la región y, en particular, los principales choques de origen externo sufridos
durante estas tres décadas: i) el período 1982-1989, marcado por la crisis de
la deuda; ii) el período 1990-1997, signado por la inestabilidad financiera y la
crisis asiática de 1997-1998; iii) el período 1997/1998-2002 —considerado por
algunos observadores el sexenio perdido después del choque causado
por la crisis asiática—, que culmina con la crisis argentina de 2001-2002,
iv) el período iniciado en 2003, marcado por el auge de los precios de
las materias primas exportadas por la región, salvo durante 2008-2009,
y v) el período 2009-2012 a raíz de la crisis financiera global, que marca
el comienzo de cierta desaceleración del crecimiento en la región. Si
se parte del enfoque de Robinson y de esta periodización, se pueden
aprovechar los trabajos de Jiménez y Manuelito (2012 y 2013) y de la
CEPAL (2012 y 2013) e identificar varios rasgos que caracterizan las
inversiones realizadas en América Latina entre 1980 y 2012.
En primer lugar, en América Latina la inversión total ha seguido una
trayectoria cambiante, con niveles especialmente bajos durante la década
de 1980 como resultado de la crisis de la deuda y la recesión de la economía
mundial, y experimentó cierto repunte en las etapas subsiguientes, aunque
con diferencias entre los países. Cayó de manera sostenida durante la
primera mitad de la década de 1980 y alcanzó el 17,7% del PIB entre 1980
y 1989. Durante los años noventa, cuando numerosos países de la región
sufrieron una fuerte inestabilidad financiera pero tuvieron acceso al
ahorro y las inversiones externas, la inversión logró recuperarse en cierta
medida (alcanzó el 19,0% del PIB) y creció en la década de 2000, sobre todo
entre 2003 y 2010 (cuando llegó al 20,4% del PIB), aunque con patrones muy
heterogéneos entre los países durante esta última etapa.
En segundo lugar, en la región ha existido una estrecha relación
entre el crecimiento de la inversión y el del PIB (Ffrench-Davis, 2005,
págs. 109-112), lo cual se condice con el enfoque poskeynesiano en general.
Cuando se estima el coeficiente de correlación entre la tasa de crecimiento
de la inversión y la del PIB per cápita, se observa una correlación
significativa y positiva en todos los períodos analizados, representada por
las líneas de regresión simple del gráfico VI.120.
Además de esta correlación, el desplazamiento hacia arriba de las
líneas que corresponden a cada período indica que, con el transcurso
del tiempo, el crecimiento de la inversión coincide con mayores tasas de
crecimiento del PIB per cápita (véase el gráfico VI.1).
20
Aunque la inversión forma parte del PIB, la evolución de cada componente de este tiene
una dinámica propia, siendo la inversión la variable más volátil. Por ende, el coeficiente de
correlación entre ambas variables fluctúa entre los distintos períodos, por ejemplo: 0,7 (1982-1989),
0,53 (1990-1997), 0,83 (1998-2002), 0,7 (2003-2008) y 0,63 (2009-2012). En todos los períodos
analizados, la significancia estadística alcanza un 99%, excepto en 1990-1997, cuando el nivel de
confianza disminuye al 98%.
202 CEPAL
Gráfico VI.1
América Latina: relación entre el crecimiento del PIB per cápita
y el crecimiento de la inversión en distintos períodos
(En tasas de crecimiento)
8 Período
2003-2008
6 Período
2009-2012
4
Período
PIB per cápita
1990-1997
2
-20 -10 0 10 20 30 40
Período
1982-1989
Período -2
1998-2002
-4
-6
Inversión
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
casos del Brasil y el Perú (CEPAL, 2013, cuadro II.4, pág. 119). Esto indicaría
un posible efecto acelerador, en la medida en que pueden concebirse como
expectativas de crecimiento —asociadas al crecimiento de la demanda
agregada— que impulsan el dinamismo de la inversión. Al mismo tiempo,
existe cierta evidencia de que el desempeño mediocre de la productividad
laboral de la región se debe en parte a una limitada utilización de la
capacidad instalada en varios países (Aravena y Fuentes, 2013).
En cuarto lugar, los espíritus animales —reflejados en la voluntad
empresarial de aumentar el ritmo de acumulación de capital en
América Latina, aun cuando hayan sufrido cambios según la etapa y el
contexto de cada país— no parecen haber sido muy fuertes, en particular
frente a los de otros países. La inversión fue significativamente inferior a
la de otras regiones de rápido crecimiento, sobre todo en comparación con
Asia o, incluso, con Oriente Medio y África Septentrional. En China y la
India, la inversión —definida como la formación bruta de capital— alcanzó
en 2012 cifras por encima del 40% del PIB y en Oriente Medio y África
Septentrional osciló entre el 25% y el 30%, mientras que en América Latina
alcanzó un promedio algo superior al 20%21.
Por último, la evolución de la relación entre el ahorro y las inversiones
(véase el gráfico VI.2) tiende a confirmar la importancia de la dinámica de
estas últimas como una determinante del ahorro, sin que un mayor grado
de ahorro necesariamente produzca más inversiones, incluso cuando se trata
de una relación compleja e interdependiente donde el ajuste del ahorro a la
inversión no es automático y puede condicionar la inversión22. Así, la virtual
desaparición del ahorro externo en América Latina durante la década de 1980
como consecuencia de la crisis de la deuda, momento en que la inversión
fue significativamente menor que en etapas previas y posteriores, puso de
manifiesto la existencia de profundas restricciones externas que trajeron
aparejado un menor nivel de inversión.
21
Puesto que la decisión de invertir determina las ganancias que se reinvertirán (ganancias
ahorradas), se puede plantear como hipótesis que la inversión se ve restringida por el elevado
nivel de consumo y la marcada propensión exhibidos por los estratos empresariales de mayores
ingresos, en comparación con los de los mismos grupos empresariales de otras regiones
del mundo. Sería lo opuesto al efecto positivo que la mayor propensión a consumir de los
trabajadores o de la población en general puede ejercer en la demanda agregada.
22
No obstante la necesaria equivalencia contable ex post de la inversión y el ahorro, Asimakopulos (1984)
explica que Robinson identificó en Keynes una deficiencia acerca del manejo del tiempo relacionado
con el ajuste del ahorro a la inversión: si bien este ajuste se podía realizar mediante cambios en el
multiplicador (específicamente en la propensión al consumo) efectuados por la inversión, resultaba
difícil concebirlo como un ajuste simultáneo al efectuarse el cambio en la inversión. Esto significaba
que en la práctica no se daba simultáneamente la equivalencia entre la tasa de la inversión y del
ahorro. Al plantear que las ganancias empresariales se destinan a la inversión o al consumo, Kalecki
adopta un enfoque más simple y claro, pues plantea que la decisión de invertir determina qué
porcentaje de las ganancias se dedica al consumo y qué parte (el resto, es decir las ganancias
ahorradas) se destina a la inversión. Al decidir cuánto invierten y consumen, los empresarios
también determinan sus ganancias (futuras) (Lavoie, 2009, pág. 86; Kalecki, 1969, capítulos 4 y 9).
204 CEPAL
Gráfico VI.2
América Latina: inversión y ahorro interno y externo, 1980-2012
(En porcentajes del PIB)
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
-0,5
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Ahorro interno Ahorro externo Inversión bruta interna
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
que entre 2003 y 2007 hubo una salida de ahorro de los países de la región.
De nuevo, ello puede interpretarse como un mayor nivel de ahorro —ahora
nacional— que sustituyó al ahorro externo y que no dio lugar necesariamente
a un incremento equivalente de la inversión. También reflejaría cómo la
inversión determinó el nivel de ahorro que aprovechaba cada país23.
El hecho de que se subutilizara el ahorro interno disponible —parte
del cual se destinó al ahorro exterior— con el objeto de cubrir inversiones
entre 2003 y 2008 apunta, con ciertos matices, a espíritus animales que
todavía no aprovecharon al máximo las posibilidades de inversión (la
inversión potencial reflejada en la ecuación de Cambridge) de cada país24.
Esta situación sugiere que la ecuación de Cambridge, incluso ajustada
para tomar en cuenta el ahorro interno y externo y el balance fiscal, no
alcanza a dar cuenta de la inversión, pero también sugiere que la segunda
función de la inversión (esperada o impulsada por espíritus animales) de
Robinson, aun cuando resulte poco precisa, ayuda a explicar lo ocurrido.
23
Además, también justifica orientar políticas, especialmente relativas a la gestión de la cuenta de
capitales, para que la inversión se cubra con ahorros nacionales en lugar de ahorro externo, que
está sujeto a mayores fluctuaciones y coloca a los países en una situación de mayor vulnerabilidad,
sobre todo en la medida en que se cubra el déficit de la cuenta corriente con capitales de corto
plazo susceptibles de salidas súbitas en momentos de incertidumbre (Bresser-Pereira, 2012).
24
Esta idea puede matizarse en la medida en que los ahorros en el exterior se concretaron en
inversiones directas de los países latinoamericanos en otros países de la región o del mundo. El
mayor ahorro nacional representa la contraparte de una cuenta corriente superavitaria —reflejo de
un mayor incremento del valor de las exportaciones que de las importaciones— que, a su vez, dio
lugar a un aumento significativo del ingreso bruto nacional disponible (que toma en cuenta el efecto
de los términos de intercambio), superior al crecimiento del PIB (que se calcula a precios constantes).
206 CEPAL
Gráfico VI.3
América Latina: relación entre el crecimiento del producto por trabajador
y del empleo en distintos períodos
(En tasas de crecimiento)
Período 6
Variación del PIB por trabajador ocupado
2009-2012
4
2
Período
2003-2008
0
-4 -2 2 4 6 8 10 12
-2
Período
1998-2002
-4 Período
1990-1997
Período
-6 1982-1989
-8
Variación de la ocupación laboral
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 207
25
Resulta significativo que entre 1990 y 2002 los países menos integrados a los mercados
financieros, como los centroamericanos, hayan crecido más que el resto de América Latina
(con la excepción de Chile), situación que se vio reforzada por un aumento de las remesas.
Este aumento tuvo repercusiones repercusiones similares en el ingreso nacional a las que trajo
aparejada en la década siguiente la mejora de los términos de intercambio en América del Sur,
sobre todo entre los países exportadores de minerales y de hidrocarburos.
26
Se requeriría un análisis más exhaustivo de cada caso para determinar en qué situaciones los
desequilibrios financieros fueron alimentados por pugnas distributivas con participación sindical
y en cuáles fueron la consecuencia directa de marcados desequilibrios financieros combinados
con cambios extremos en los precios relativos —asociados a variaciones cambiarias—, sin que
mediaran de manera explícita pugnas distributivas con participación sindical.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 209
el PIB. Por ejemplo, a fines de los años ochenta y a principios de los años
noventa se observaron en el Brasil cambios en las cuotas, relativamente
considerables y en ambos sentidos, y, en comparación con años anteriores,
una consecuente y pronunciada merma del coeficiente de inversión,
pero su análisis debe enmarcarse dentro de contextos más amplios de
inestabilidad institucional y financiera27 28.
Cuadro VI.2
Episodios de alta inflación y cambios en la relación entre los salarios y el PIB
(En tasas de crecimiento)
Cambio en la Cambio en la
Barreras Tasa de inflación relación entre relación entre
Período
de inflación (base 2005=100) los salarios la inversión
y el PIB y el PIB
Argentina 2000-2004 12,7 -5,1 -4,5
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales.
27
En el Brasil, los salarios pasaron de representar el 45% del total del PIB en 1990 al 42% en 1991,
el 44% en 1992, el 45% en 1993 y el 40% en 1994.
28
Lavoie hace hincapié en que este tema fue planteado por varios teóricos poskeynesianos, como
Kalecki y Kaldor, pero apunta que la inflación es el resultado de instituciones ineficientes,
incluidas las que enmarcan negociaciones entre trabajadores y empleadores (Lavoie, 2009,
págs. 129-130).
29
Existe una correlación estadísticamente significativa entre la evolución del tipo de cambio y la
proporción de las remuneraciones en el valor agregado en los sectores transables de la Argentina,
el Brasil y Chile. El coeficiente de correlación es de 0,7976 en la Argentina (donde p = 0,004),
0,6702 en el Brasil (p = 0,171) y 0,4475 en Chile (p = 0,0717). No obstante, este coeficiente no tuvo
significancia estadística en el caso de México.
210 CEPAL
Gráfico VI.4
Argentina, Brasil, Chile y México: evolución del tipo de cambio real
efectivo (recíproco) y de la relación entre los salarios y el valor
agregado en los sectores transables, 1993-2007
(Año base=100)
A. Argentina: 1993=100
120
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
B. Brasil: 1996=100
120
100
80
60
40
20
0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Tipo de cambio real efectivo Relación entre los salarios y el valor agregado (sector transable)
30
Una hipótesis postularía que ante procesos de apreciación real del tipo de cambio, se crearía
una situación semejante a una ilusión monetaria, debido al mayor poder adquisitivo de la
moneda frente a otras, que se reflejaría en las importaciones adquiridas ante condiciones
(precios) más favorables.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 211
C. Chile: 1993-100
140
120
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
D. México: 1993=100
120
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Relación entre los salarios y el valor agregado (sector transable) Tipo de cambio real efectivo
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos del
proyecto LA-KLEMS [en línea] http://www.worldklems.net/.
32
En otras etapas, sobre todo durante el período en que predominó la sustitución de importaciones
y durante la década de 1980, la restricción externa se reflejó, por ejemplo, en una insuficiente
capacidad para importar bienes de capital.
33
Dado el aparente crecimiento excedentario de las inversiones, en comparación con el crecimiento del
consumo, durante el período 2010-2013 China pareció atravesar una edad de platino incipiente.
34
Esta información forma parte del banco de datos del proyecto LA-KLEMS [en línea] http://www.
worldklems.net/, en el que la CEPAL actúa como secretaría técnica (CEPAL, 2013, págs. 139-141).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 215
aumentó a un ritmo más acelerado que en el sector transable entre 1993 y 2010,
y sobre todo entre 2003 y 2010, cuando en varios de estos países se combinó
la mejora de los términos de intercambio con el ingreso de capitales y la
apreciación cambiaria35.
Cuadro VI.3
Argentina, Brasil, Chile y México: evolución de la inversión, el empleo
y la productividad laboral, 1993-2010
(En tasas de crecimiento anual promedio)
Sector Transable Sector No Transable
Variación
por período 1993- 1997- 2003- 1993- 1993- 1997- 2003- 1993-
1996 2002 2010 2010 1996 2002 2010 2010
Formación bruta de capital fijo en maquinaria y equipo
y en construcción
Argentina 7,01 -7,89 16,02 3,84 0,46 -9,52 29,79 6,66
Brasil 0,02 1,96 5,98 3,83 -0,67 1,09 8,08 4,46
Chile 13,25 3,80 9,30 8,50 16,05 2,75 12,71 10,16
México 0,01 4,93 3,56 3,80 -2,16 7,27 5,74 4,98
Promedio 5,07 0,70 8,71 4,99 3,42 0,40 14,08 6,56
Horas hombre
Argentina -3,32 -2,63 1,73 -0,92 -1,30 0,28 8,34 2,80
Brasil 1,25 0,91 1,07 2,29 2,83 2,95 2,84
Chile -0,23 -1,29 -0,64 -0,54 3,68 1,95 1,87 2,48
México 0,76 -0,17 -0,92 -0,13 1,43 2,86 2,13 2,42
Promedio -0,93 -0,71 0,27 -0,13 1,52 1,98 3,82 2,64
Valor agregado
Argentina 2,43 -1,86 5,87 2,33 3,20 -0,57 7,72 3,77
Brasil 0,79 1,76 3,11 2,42 2,33 2,16 4,09 3,20
Chile 6,08 3,08 1,90 3,65 7,05 3,49 5,16 5,27
México 2,67 2,82 -0,94 1,36 0,87 3,90 1,86 2,56
Promedio 2,99 1,45 2,49 2,44 3,36 2,25 4,71 3,70
Productividad laboral
Argentina 5,45 0,88 6,44 4,02 5,84 -0,67 0,38 1,05
Brasil 1,00 1,32 1,17 0,03 -0,56 1,16 0,28
Chile 6,34 4,53 2,95 4,47 3,30 1,51 2,93 2,63
México 1,90 3,08 -0,05 1,51 -0,59 1,11 -0,27 0,16
Promedio 4,56 2,37 2,66 2,79 2,15 0,35 1,05 1,03
Relación I/L
Argentina 9,89 -5,56 9,70 3,20 2,80 -10,70 20,26 3,25
Brasil 0,83 5,12 3,14 -2,89 -1,70 7,24 2,33
Chile 13,57 4,97 10,16 9,09 11,99 0,72 10,57 7,45
México -1,02 5,10 4,47 3,86 -3,94 4,26 3,51 2,38
Promedio 7,48 1,33 7,36 4,82 1,99 -1,86 10,39 3,85
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos del
proyecto LA-KLEMS [en línea] http://www.worldklems.net/.
35
Para propósitos estadísticos se definieron como transables los sectores agropecuario, industrial
y minero, mientras que los demás se clasificaron como no transables.
216 CEPAL
36
México constituye la única excepción entre 1993-1996.
37
Véase en Weller y Kaldewei (2013) el gráfico 16, donde se pone en evidencia el mayor crecimiento
del empleo en sectores no transables, así como el gráfico 4, donde se refleja el aumento del
empleo asalariado y la reducción del trabajo por cuenta propia, sobre todo entre 2003 y 2007.
38
Palma (2013), quien halló pruebas de una desindustrialización en varios países de América del Sur
—medida en términos de empleo—, argumenta que un mercado laboral más restringido
favoreció la productividad de Chile.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 217
Conclusiones
La teoría del crecimiento de Joan Robinson resulta orientadora, pues
coloca a la acumulación de capital en el foco del proceso de crecimiento
económico, y sus dos funciones de inversión —una que proyecta los
rendimientos esperados sobre la base de las inversiones pasadas y otra
218 CEPAL
que define la inversión futura sobre todo como un factor que depende de
ciertas expectativas (espíritus animales)— revisten utilidad para analizar
el proceso de acumulación de capital en América Latina. Los escenarios
—edades de crecimiento—, basados en relaciones causales más que en
relaciones de equilibrio, también proporcionan marcos para analizar el
proceso de crecimiento, y el hecho de que aborden el progreso técnico
como un proceso endógeno y el desempleo como un resultado posible de
su modelo ofrece mayor pertinencia. También contribuyen a esta riqueza
la naturaleza flexible y la apertura analítica de su modelo, que facilita
aproximarse al tema del crecimiento desde una perspectiva inductiva, sin
que esté completamente predeterminada por un conjunto de relaciones
entre variables rígidas definidas a priori.
Ahora bien, el hecho de que la teoría original de Robinson
no incorpore un modelo de crecimiento de una economía abierta al
comercio exterior y a las relaciones financieras internacionales limita el
alcance de sus aportes, tanto en relación con el modelo básico como en
lo atinente a las edades de crecimiento. Es posible encontrar analogías
entre la edad de plomo y la etapa vivida por América Latina durante la
década perdida de 1980, así como entre eventuales barreras de inflación y
lo que algunos países con elevada inflación experimentaron durante los
años noventa, o entre una edad de oro lánguida y el crecimiento de un
número reducido de países en 1990-1997. También es posible identificar
rasgos compartidos por la edad de platino galopante y la etapa de gran
crecimiento experimentado por un grupo mayor de países como resultado
del auge del precio de los recursos naturales entre 2003 y 2008. Sin
embargo, el modelo de Robinson y sus edades requieren ampliaciones y
adaptaciones para ayudar a entender más cabalmente los rasgos básicos
del crecimiento en la región.
Algunas ampliaciones ya realizadas incorporan el efecto del
ahorro externo y del balance fiscal al modelo básico de Robinson, pero
la exclusión de aspectos financieros, sobre todo la cuenta financiera de la
balanza de pagos y el tipo de cambio, como variables fundamentales para
articular lo ocurrido en el sector externo con el proceso de acumulación
de capital, limita en gran medida sus posibilidades de efectuar mayores
aportes que permitan comprender mejor el crecimiento en la región.
Tanto en el modelo básico de Robinson como en la teoría de las edades de
crecimiento convendría incluir estas variables y sustituir la incorporación
tradicional de dos sectores —producción de bienes de capital y de bienes
de consumo— por categorías alternativas, como el sector transable y el no
transable. Este podría ser un aporte beneficioso para entender el proceso
de acumulación de capital y de crecimiento en América Latina.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 219
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220 CEPAL
Anexo
(1) Y=W+P
(2) S=SW+SP
(4) I=S
39
Elaborado por Esteban Pérez, aunque en el caso de las últimas dos ecuaciones también se toma
en cuenta a Kurdas (1991) y Backhouse (2003).
222 CEPAL
(8)
(10)
Mario Cimoli
Gabriel Porcile
Introducción
Cuando se rinde tributo a autores relevantes en economía, se puede enfatizar
el hecho de que fueron los primeros en detectar o sistematizar ideas
avanzadas para su época que encontraron confirmación con el pasar del
tiempo; o se puede mostrar que propusieron una agenda de investigación
que ha sobrevivido y todavía influye en la agenda contemporánea. Ambos
tipos de homenaje podrían prestarse a autores como Prebisch, Furtado
y Fajnzylber, aun cuando una proporción no menor de los economistas
no tengan plena conciencia de cuánto han contribuido a la teoría del
desarrollo. En este capítulo se opta por otra forma de reconocimiento de
la tradición estructuralista, que es la de combinarla con otras corrientes de
pensamiento y buscar sus puntos de convergencia y mutua fertilización.
Las ideas de ciertos autores y escuelas se combinan y complementan con
armonía; ello ocurre porque lograron identificar dimensiones centrales del
comportamiento de la economía. La facilidad con que se combinan sus ideas
es fruto de su profundidad y relevancia.
226 CEPAL
1
Véanse Rodríguez (1980 y 2007) y Bielshowsky (2009).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 227
Gráfico VII.1
Especialización, salarios y crecimiento en el sistema centro-periferia a
A D
πP / πC WP / WC
W*
N yP /yC
NP
B C
εP / ε C εP / ε C
45º
N yP /yC
3
Esta es la visión original del sistema centro-periferia, en que las diferencias de productividad
entre los polos se explican principalmente por diferencias en las capacidades tecnológicas.
4
Véase CEPAL (2007) y Hausmann e Hidalgo (2010).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 229
5
Véanse Araujo y Lima (2007); Blecker (2011); Botta (2009); Cimoli y Porcile (2011); Dosi, Pavitt y
Soete (1990); CEPAL (2007 y 2012); Gouvea y Lima (2010).
6
Véanse McCombie y Thirlwall (1997) y Moreno-Brid (2003). Una revisión amplia del tema se
encuentra en Thirlwall (2011).
7
La validez de esta relación requiere un tipo de cambio real constante y que no haya endeudamiento
líquido en el largo plazo. El tipo de cambio real puede desempeñar un papel importante en el
largo plazo al afectar el grado de diversificación de la estructura, un tema que no se aborda en
este trabajo. Sobre este aspecto, véanse Bresser (2008), Freund y Pierola (2008), Eichengreen (2008),
Frenkel y Rapetti (2011), McMillan y Rodrik (2011) y Cimoli y otros (2012). La ecuación también
requiere que no haya pleno empleo, de tal forma que la oferta de trabajo siempre se ajuste a los
estímulos de la demanda. Más detalles pueden encontrarse en Cimoli y Porcile (2013).
230 CEPAL
( ) ( )
(2) y p = f N yc , f ' N > 0
P P
de f (N )
P
La forma funcional es una cuestión empírica; por
simplicidad, se asumirá una especificación lineal a lo largo del trabajo. Su
curvatura depende del impacto de la mayor complejidad productiva y del
cambio de la especialización sobre la participación del país en los distintos
mercados. De la ecuación 1 se obtiene la tasa relativa de crecimiento
entre centro y periferia, que será exactamente igual a la relación entre
las elasticidades ingreso de las exportaciones y las importaciones de la
periferia, función de NP.
yp ep
(3) = = f (N P )
yc ec
La igualdad anterior se representa en el cuadrante C, donde por
medio de una línea trazada en un ángulo de 45º se transforma la relación
entre las elasticidades ingreso de las exportaciones de la periferia y del
centro, en una relación entre las tasas de crecimiento de equilibrio de las
dos economías. La causalidad teórica va desde las elasticidades hacia el
crecimiento, mientras que las elasticidades dependen del progreso técnico
y de los patrones de demanda.
La periferia podría crecer durante cierto tiempo a una tasa superior a
la definida por la razón entre las elasticidades, pero ello está asociado a un
aumento de la deuda externa (las importaciones se incrementan más que las
exportaciones en el tiempo). Surge así la posibilidad de ciclos de expansión
y recesión asociados a ciclos de endeudamiento y a la posterior remesa de
divisas por concepto de pago de la deuda (políticas de rápida alternancia de
expansión y contracción (stop and go) observadas con frecuencia en la historia
económica de la región (véanse Ffrench-Davis y Ocampo (2001) y Ocampo
y otros (2009)). En el largo plazo, en tanto, a pesar de las fluctuaciones, la
tendencia de las tasas de crecimiento será a mantenerse próximas a la
definida por la condición de equilibrio externo.
8
En términos gráficos, si el declive de la curva de productividades relativas es muy marcado,
una gran caída del salario relativo solo produce un leve cambio en el patrón de especialización.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 233
9
Véanse Dosi (1988), Cimoli y Dosi (1995), Katz (1997) y Cimoli, Dosi y Stiglitz (2008). En los
trabajos pioneros de la CEPAL de los años cincuenta, se suponía implícitamente que la
industrialización bastaría para inducir la absorción de tecnología y el cierre de la brecha. Junto
con la protección a la industria, se estaría protegiendo el proceso de aprendizaje. La visión de
Steindl (1952 y 1976, pág. 133), según la cual el progreso técnico acompaña “como una sombra”
a la acumulación de capital, podría describir en forma aproximada la idea sobre la relación entre
industria y tecnología que predominaba en la época.
234 CEPAL
10
Véanse León-Ledesma (2002) y Arthur (1989 y 1994).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 235
Gráfico VII.2
Impacto de la política industrial y tecnológica a
2A 2D
πP /πC
WP / WC
W
X
Z
N yP /yC
1 2
N N
2B 2C
εP /εC εP /εC
Z
Z
X X
45º
N yP /yC
Gráfico VII.3
Países seleccionados: intensidad tecnológica de la estructura productiva, 1990-2008 a
1,6
1,4
1,2
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
11
Todos los indicadores de cambio estructural usados en la literatura tienen limitaciones
importantes, y el IPR no es la excepción a esta regla. De todas formas, los resultados que se
muestran en el gráfico VII.3 no cambian cuando se usan indicadores alternativos, como el índice
de complejidad económica o los gastos en I+D como porcentaje del PIB.
238 CEPAL
Gráfico VII.4
Países seleccionados: productividad relativa, 1990-2008 a
(Estados Unidos = 100)
50
45
40
35
30
25
20
15
10
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Brasil Argentina Rep. de Corea
Comentarios finales
La teoría estructuralista del desarrollo busca identificar las razones
por las que las desigualdades en productividad, crecimiento e ingresos
por habitante se mantienen o se amplían a lo largo del tiempo, tanto en
la economía internacional como dentro de las economías rezagadas.
Esta teoría sugiere que dichas tendencias son resultado de la evolución
conjunta de las estructuras productivas y el aprendizaje tecnológico. La
reproducción de esas tendencias se sostiene por los diversos mecanismos
acumulativos de construcción de capacidades, estudiados por la teoría
evolucionista. Debido a la importancia de estos mecanismos, para escapar
de las trampas del bajo crecimiento y el bajo aprendizaje se requiere la
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 239
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Capítulo VIII
Jorge Katz
Introducción
Tras el magro comportamiento registrado en la década de 1980, traducido
en pronunciadas caídas del PIB posteriores a la moratoria mexicana de 1982,
una fuerte contracción del empleo y de la equidad social, y considerables
episodios de destrucción de la capacidad productiva y tecnológica
nacional —resultantes de la manera irreflexiva en que distintos gobiernos
llevaron a cabo la apertura y la desregulación de la economía siguiendo
los dictados del Consenso de Washington—, los países de América Latina
experimentaron un heterogéneo pero alentador repunte a partir de los
años noventa y durante la primera década del tercer milenio.
Dicha recuperación se vio impulsada en buena medida por
el crecimiento de las exportaciones, la mejora de los términos de
intercambio y una significativa transformación estructural que permitió
1
El presente trabajo está basado en la presentación que el autor efectuó en el Seminario sobre
neoestructuralismo y economía heterodoxa, llevado a cabo en Santiago de Chile por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el 22 y 23 de abril de 2013. El autor agradece
la invitación a participar en el seminario, así como los comentarios recibidos, tanto en la reunión
como posteriormente en forma anónima. Las opiniones vertidas en este trabajo son de entera
responsabilidad del autor y en nada comprometen a los organismos mencionados.
244 CEPAL
Gráfico VIII.1
Precio de los productos básicos industriales
250 80
60
200
40
150
20
Porcentajes
0
100
-20
50
-40
0 -60
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
Trim 3
Trim 1
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Gráfico VIII.2
América Latina: crecimiento anual del PIB y de la demanda agregada, 1990-2004
(En porcentajes)
8
-2
-4
1991
2001
1990
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2002
2003
2004
PIB Demanda agregada
Fuente: Ricardo French Davis, Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad, Santiago de Chile,
LOM Ediciones, 2005.
Gráfico VIII.3
La apreciación cambiaria antes de la crisis de 2008-2009
(En porcentajes)
36
22
19 17
7
3
-4 -4
-8
-15
-19
-20 -21 -23 -25
-39
Canadá
Brasil
Argentina
Sudáfrica
Reino Unido
Turquía
México
Federación de Rusia
Suecia
Nueva Zelandia
Chile
Japón
Suiza
Colombia
Australia
Gráfico VIII.4
América Latina: formación bruta de capital, 1971-2011
(En porcentajes del PIB)
27
25
23,5
23
21,3
21
19
18,5
17,6 17,6
17
15
1971
1981
1991
2001
2011
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Fuente: Ricardo French Davis, Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad, Santiago de Chile,
LOM Ediciones, 2005.
y, por ende, suelen cubrir los tramos con un menor valor agregado interno
y con una aplicación menos intensiva del conocimiento en cada cadena
productiva. Esto jugó en contra de la creación de empleos de alta calidad
y bien remunerados. El mercado laboral creció de la mano de la economía,
sobre todo, en el sector de los servicios personales de bajo valor agregado,
sin formas adecuadas de protección social y con altas tasas de rotación
entre las tareas.
Salvo en áreas muy puntuales, los sistemas nacionales de
innovación no registran grandes avances a lo largo de esta etapa, siendo
la importación de máquinas y la adopción de licencias internacionales las
fuentes principales del proceso de modernización que exhiben diversos
núcleos del aparato productivo.
Lo ocurrido resulta del marco teórico que llevó a que sucesivas
generaciones de economistas latinoamericanos definieran como objetivo
fundamental de la política macroeconómica el sostener el equilibrio financiero
de corto plazo como base de su programa de política macroeconómica. El
modelo Mundell-Fleming —que constituye la extensión a una economía
abierta del modelo IS-LM (o modelo de Hicks-Hansen)— presenta un
algoritmo agregado en el que la estructura del aparato productivo y su
heterogeneidad, expresada por las distancias que exhiben diferentes
industrias respecto de la frontera internacional de productividad, no son
tomadas en cuenta y, por lo tanto, no son parte de las preocupaciones
centrales de la acción de gobierno. La mayor afluencia de divisas debida
a la exportación de productos básicos lleva a la apreciación cambiaria y
desincentiva la producción nacional de bienes más intensivos en ingeniería
y en conocimientos técnicos locales. Es dicho marco teórico el que inspira
hoy en día buena parte de la formulación y puesta en práctica de las
políticas macroeconómicas en la región.
Si la heterogeneidad estructural es muy marcada, el tipo de cambio
no resulta el instrumento más adecuado para inducir a aquellas ramas
productivas relativamente más alejadas de la frontera internacional de la
productividad a invertir en nueva capacidad instalada y en investigación
y desarrollo para competir con las importaciones (Rapetti, 2011). En
estos casos, la apreciación cambiaria, que no afecta a los sectores más
eficaces de la economía que producen productos básicos industriales
(industrial commodities), impide la convergencia de industrias que, si
bien están contemporáneamente alejadas de la frontera internacional de
productividad, podrían en el mediano plazo lograr competitividad en los
mercados mundiales tras una fase de aprendizaje. El Japón jamás habría
devenido en el eficiente productor de automóviles que es hoy en día si en la
década de 1950 se hubiera concentrado en la seda y en las industrias textiles
que por ese entonces constituían sus ventajas comparativas naturales. Lo
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 251
Gráfico VIII.5
Producción salmonícola, 1990-2002
(En miles de toneladas)
600
500
400
300
200
100
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Cuadro VIII.1
Chile: impacto de la tragedia de los comunes en la salmonicultura, 2003-2007
2003 2004 2005 2006 2007
Kilogramos de salmón del Atlántico 71 856 76 968 82 838 102 015
Kilogramos de alevines 3,71 3,66 3,57 3,34 3,14
Kilogramos de huevas 1,30 1,28 1,25 1,17 1,10
Peso promedio en planta 4 444 4 558 4 342 4 219 4 130
Factor de conversión económica 1,36 1,40 1,38 1,42 1,52
Factor de conversión biológica 1,24 1,27 1,28 1,30 1,34
Días para la cosecha 487 497 484 488 543
Fuente: Elaboración propia
a los de los países desarrollados. En estos momentos hay decenas de nuevas ciudades en plena
construcción, se dan movimientos masivos de población en el interior del país y el aparato
industrial sigue creciendo a una velocidad vertiginosa a raíz del enorme potencial del mercado
interno. Es cierto que los salarios aumentaron en fechas recientes, lo cual resulta difícil de explicar
en un país con un exceso de población deseosa de entrar al mundo urbano. Todo esto muestra lo
poco que sabemos acerca del caso de China y sobre si su expansión habrá de continuar en el futuro
(y a qué tasas). China no se rige por reglas convencionales de mercado, razón por la que resulta en
extremo difícil imaginar su futuro desde una visión contrafáctica de una economía de mercado.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 255
Reflexiones finales
En este trabajo se ha planteado que en el futuro América Latina deberá hacer
frente a nuevos dilemas de política pública, tanto de índole macroeconómica
como microeconómica, dado el creciente peso que los productos básicos
industriales y la producción de alimentos han adquirido en años recientes
para la estructura productiva y las exportaciones. La expansión de la frontera
agrícola, minera, acuícola y frutícola abre nuevas preguntas relacionadas,
por un lado, con la enfermedad holandesa y, por el otro, con la tragedia
de los comunes, que las autoridades encargadas de formular la política
económica en la región deberán abordar con realismo —aunque sin gran
teoría que los apoye— para alcanzar tanto la estabilidad de los fundamentos
macroeconómicos como el cierre de la brecha tecnológica y de productividad
con los países desarrollados y la sostenibilidad medioambiental, sin perder de
vista la equidad y la inclusión social. Cada una de estas esferas de la política
económica es importante en sí misma y todas deben recibir una adecuada
atención. El peligro de una visión parcializada de estas distintas esferas
conlleva la posibilidad de una mayor inflación y un deterioro de las cuentas
fiscales si no se respetan adecuadamente los equilibrios macroeconómicos;
una pérdida relativa del terreno ganado en los mercados mundiales si se deja
de lado el desarrollo productivo y tecnológico; un deterioro medioambiental
si se descuida la institucionalidad y la aplicación de normas de respeto
ambiental, y una pérdida de gobernabilidad democrática si el crecimiento
sigue concentrando la riqueza en los tramos más altos de la sociedad y la
escasez de bienes públicos acentúa la exclusión social.
258 CEPAL
Bibliografía
Luis Bértola
Introducción
Este capítulo se centra en el estudio de la relación entre, por una parte, los
patrones de desarrollo de las economías latinoamericanas, sobre todo las
que lo han basado en la amplia disponibilidad de recursos naturales y, por
otra, los Estados de bienestar. Se intenta precisar los desafíos específicos
que enfrenta el desarrollo económico moderno en las economías
latinoamericanas y, en especial, la forma en que surgen las demandas
sociales en el marco de crecientes conquistas democráticas, articuladas con
estructuras productivas muy diferentes a las que sustentaron el Estado de
bienestar en las economías hoy desarrolladas.
Se aborda en primer lugar el llamado desarrollo económico moderno
y su relación con los recursos naturales, tratando de arrojar luz sobre la
forma en que, recurrentemente, la disponibilidad de recursos naturales
ha impuesto restricciones al desarrollo y en que la sociedad moderna ha
ido eliminando esas restricciones. La intención es poner en perspectiva
histórica el debate actual sobre los límites ambientales del crecimiento.
262 CEPAL
Gráfico IX.1
Riqueza total y tipos de riqueza per cápita en siete regiones, 2005
(En dólares)
700 000
600 000
Tipos de riqueza per cápita
500 000
400 000
300 000
América Latina
200 000
100 000
0
0 200 000 400 000 600 000 800 000
Riqueza total per cápita
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de datos del Banco Mundial, 2012.
Cuadro IX.1
Estructura de la riqueza por regiones, 2005
(En dólares)
Gráfico IX.2
América Latina y “Occidente”: PIB per cápita en paridades del poder
adquisitivo de 1990 (x) y promedio de años de educación
en la población de 15 y más (y), 1870-1930
(En años y dólares)
9
0
0 1 000 2 000 3 000 4 000 5 000 6 000 7 000
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de L. Bértola, M. Hernández y S. Siniscalchi, “Un índice histórico
de desarrollo humano de América Latina y algunos países de otras regiones: metodología,
fuentes y bases de datos”, Documentos de Trabajo, Nº 28, Programa de Historia Económica,
Montevideo, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, 2012.
Cuadro IX.2
Heterogeneidad de la productividad estructural
por grupos de países, índice de Gini
Grupo 1991 1996 2001 2006 Promedio
1. América Latina a 1 0,455 0,406 0,478 0,448 0,447
2. Principales países de Europa b 2 0,168 0,191 0,158 0,180 0,174
3. Asia c 3 0,318 0,314 0,332 0,281 0,311
4. Escandinavia d 4 0,198 0,220 0,234 0,259 0,228
5. LATPER e 5 0,229 0,218 0,217 0,209 0,218
6. Nuevo asentamiento f 6 0,269 0,278 0,286 0,286 0,280
7. Estados Unidos 7 0,211 0,211 0,221 0,233 0,219
8. Toda Europa 8 0,188 0,208 0,188 0,203 0,197
Grupo Variación en puntos porcentuales
1. América Latina a -4,8 7,1 -3,0
2. Principales países de Europa b 2,3 -3,3 2,2
3. Asia c -0,4 1,8 -5,1
4. Escandinavia d 2,2 1,4 2,5
5. LATPER e -1,1 -0,1 -0,8
6. Nuevo asentamiento f 0,9 0,8 0,0
7. Estados Unidos 0,0 1,0 1,2
8. Toda Europa 2,0 -2,0 1,5
Fuente: L. Bértola, “Informe de proyecto”, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL), 2012, inédito.
a
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela (República
Bolivariana de).
b
Alemania, Bélgica, Francia, Países Bajos, Reino Unido y Suiza.
c
República de Corea y Japón.
d
Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia.
e
España, Italia y Portugal.
f
Australia, Canadá y Nueva Zelandia.
Cuadro IX.3
Heterogeneidad de la productividad del trabajo en países
de América Latina, por grandes sectores, 1991-2006
1991 1996 2001 2006 Promedio
Costa Rica 0,277 0,244 0,224 0,205 0,238
Argentina 0,279 0,276 0,291 0,308 0,289
Uruguay 0,311 0,310 0,335 0,302 0,314
Brasil 0,353 0,290 0,338 0,355 0,334
Perú 0,393 0,288 0,266 0,464 0,353
Colombia 0,371 0,334 0,352 0,378 0,359
Ecuador 0,394 0,374 0,322 0,417 0,377
Chile 0,405 0,372 0,396 0,452 0,406
México 0,467 0,478 0,402 0,404 0,438
Venezuela (República 0,408 0,478 0,399 0,475 0,440
Bolivariana de)
Fuente: L. Bértola, “Informe de proyecto”, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL), 2012, inédito.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 281
Gráfico IX.3
América Latina y el Caribe (países seleccionados): rentas capturadas por el Estado
como impuestos a la explotación de los recursos naturales, 1970-2010
(En porcentajes del PIB)
25
20
15
10
0
1970
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
Gráfico IX.4
Uruguay: renta de la tierra en relación con el PIB agropecuario y total, 1908-1966
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
1908
1911
1914
1917
1920
1923
1926
1929
1932
1935
1938
1941
1944
1947
1950
1953
1956
1959
1962
1965
Fuente: Elaboración propia sobre la base de L. Bértola, “A 50 años de la curva de Kuznets: crecimiento
económico y distribución del ingreso en Uruguay y otras economías de nuevo asentamiento
desde 1870”, Investigaciones en Historia Económica, Nº 3, 2005.
Gráfico IX.5
Uruguay: precio real de la tierra deflactado por el IPC
y estimación de la renta, 1902-2010
(En índices, base 1913=100)
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
1902
1906
1910
1914
1918
1922
1926
1930
1934
1938
1942
1946
1950
1954
1958
1962
1966
1970
1974
1978
1982
1986
1990
1994
1998
2002
2006
2010
Fuente: L. Bértola, “Informe de proyecto”, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL), 2012, inédito.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 287
Cuadro IX.4
Índice de igualdad, 1900-2000
Nuevo España
Cono Sur Centro Escandinavia
asentamiento e Italia
1900 0,559 0,403
1910 0,606 0,396
1920 0,576 0,653 0,490 0,528
1930 0,641 0,711 0,548 0,562
1940 0,682 0,726 0,567 0,670
1950 0,344 0,755 0,689 0,587 0,767
1960 0,369 0,768 0,785 0,661 0,830
1970 0,361 0,789 0,803 0,727 0,867
1980 0,408 0,794 0,836 0,752 0,890
1990 0,428 0,768 0,798 0,794 0,887
2000 0,419 0,777 0,773
Fuente: L. Bértola y otros, “A century of human development and inequality: a comparative perspective”,
Documentos de Trabajo, Programa de Historia Económica, Montevideo, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad de la República, 2012.
Cuadro IX.5
Índice Histórico de Desarrollo Humano simple (IHDH) y ajustado por desigualdad
(IHDHA), como porcentaje del de los países centrales, 1920-1990
Nuevo
Cono Sur España e Italia Escandinavia
asentamiento
IHDH IHDHA IHDH IHDHA IHDH IHDHA IHDH IHDHA
1920 105 120 57 49 70 64
1930 101 112 42 35 77 67
1940 109 115 46 38 82 81
1950 30 14 99 90 42 33 80 81
1960 39 19 95 97 56 49 89 96
1970 34 16 97 98 65 60 94 103
1980 26 14 96 101 67 64 92 103
1990 36 20 97 100 74 77 95 109
Fuente: L. Bértola y J.A. Ocampo, The Economic Development of Latin America since Independence,
Oxford University Press, 2012.
Conclusión
América Latina se encuentra en la actualidad en una coyuntura económica
extremadamente favorable, por lo que en términos generales ha podido
exhibir altas tasas de crecimiento económico, reducción de la pobreza y, en
muchos casos, una importante reducción de la desigualdad.
Sin embargo, esos logros no se deben a la elección y conformación
de una senda de desarrollo. En todo caso, el patrón actual de crecimiento
tropieza con un amplio conjunto de desafíos, cuya solución puede ser
decisiva para el desempeño a largo plazo.
América Latina se ve en la necesidad de mostrar avances en cinco
ejes principalmente. Casi todos están relacionados y es muy difícil definir
las jerarquías y prioridades entre ellos:
i) El eje de la transformación productiva. Se trata de encontrar
la forma de mantener la dinámica exportadora de los sectores
más competitivos, junto a la imperiosa necesidad de potenciar
nuevos sectores exportadores, lo que será imposible sin una
transformación profunda del conjunto del tejido productivo,
a fin de reducir marcadamente la heterogeneidad estructural.
Esos objetivos requieren una gran cantidad de recursos de la
sociedad en lo que respecta al desarrollo de instrumentos y
capacidades para las políticas industriales.
ii) El eje de las transformaciones sociales, la erradicación de la
indigencia, la máxima reducción de la pobreza, la reducción de
las alarmantes desigualdades sociales. Estas políticas requieren
muchos recursos, con la ventaja de que, a largo plazo, se pueden
transformar en fuentes de dinámica económica y social por la vía
de la formación de capital humano y de diversas capacidades.
La universalidad de las prestaciones sociales, especialmente el
acceso a la educación y a seguros de desempleo y accidentes
292 CEPAL
que el bienestar sea efímero. Por ese motivo, las políticas, que
deben tener un horizonte de largo plazo y resistir presiones
corporativas y tentaciones populistas, requieren un Estado
creíble y confiable, con crédito moral y solvencia técnica.
v) El quinto ámbito decisivo es el internacional. Se ha insistido en
ese aspecto a lo largo del trabajo y no puede pasarse por alto en
la construcción de una amplia gamas de políticas de exploración
y expansión hacia mercados y rubros tradicionales. Se deben
estudiar nuevos productos y mercados, concediendo un papel
estratégico a los procesos de integración regional. Estos deben
tener una clara dirección política, como forma de construir
peso y poder político regional con miras a la participación en
negociaciones internacionales. En ese ámbito es que se gestan
las oportunidades productivas y comerciales, y donde se deben
disputar los procesos de regulación internacional, no solamente
del comercio y la soberanía, sino del acceso al conocimiento y la
protección del medio ambiente.
El camino del desarrollo y el bienestar no le ha resultado fácil a
América Latina y no está garantizado que lo sea en el futuro. La región
debe cifrar sus esperanzas en la potenciación de sus capacidades, en su
integración social, su armonía con su entorno natural, la elaboración de
mejores formas de convivencia política y social y el fortalecimiento de su
posición internacional, en un marco de respeto y tolerancia.
294 CEPAL
Bibliografía
Robert Boyer
Introducción
Las reflexiones sobre el papel del Estado tras el colapso de la creencia
en la omnipotencia de los mecanismos del mercado se derivan de dos
observaciones. En primer lugar, llama la atención el surgimiento en
América Latina hace una década del tema del crecimiento con equidad,
mientras que en el resto del mundo, por el contrario, se registraba un
aumento de la desigualdad. La segunda observación es que, ante una
crisis sistémica, hay una incertidumbre radical del análisis, de modo que,
como afirma Joseph Schumpeter, si los modelos fracasan, significa que la
teoría macroeconómica es errónea, por lo que es necesario adoptar una
visión que inspire una nueva concepción del desarrollo y del Estado. En el
presente ensayo se trata el tema del crecimiento, el empleo, la igualdad, y
el nuevo papel del Estado. Más precisamente, se analiza la reorganización
del rol del Estado con el objetivo de propiciar un mecanismo por el cual
se reduzcan permanentemente las desigualdades, bajo un régimen de
crecimiento sostenible a largo plazo.
A fin de explicar cómo se concibió un régimen de este tipo, en
la sección A se resume la evolución de los modelos económicos desde
300 CEPAL
Diagrama X.1
Transformaciones institucionales en el origen del régimen de crecimiento
y la reducción de la desigualdad después de la Segunda Guerra Mundial
Aumento de la
masa salarial
Institucionalización de
un compromiso entre
capital y trabajo fordista
Reducción de la
desigualdad salarial
Crecimiento
del ingreso
de los más pobres
Estabilización de los ingresos
Cobertura social integral de los asalariados
Diagrama X.2
Tipos de capitalismo y relación entre eficiencia e igualdad, hasta la década de 1970
Justicia social
Economías
socialdemócratas
Economías con
impulso del Estado
Economías con impulso
del mercado
Economías
mesocorporativistas
Diagrama X.3
El cambio de paradigma de la década de 1980: la desigualdad social
como incentivo para el crecimiento
Ampliación de Resultado:
Más Inversión
los diferenciales Crecimiento menos desempleo
ahorro
de ingreso y menor pobreza
Diagrama X.4
Surgimiento del capitalismo de mercado en un escenario
de inestabilidad financiera, 1960-1990
Justicia social
1960
Economías
socialdemócratas
1990
1960
1960 1990 Economías con
impulso del Estado
Economías con impulso
del mercado
Economías
1990 mesocorporativistas
1990
1960
Diagrama X.5
Régimen de acumulación con dominación de las finanzas
+
Utilidad
Dividendos
y fondos de + Valorización
bursátil
+ Fácil acceso
al crédito
pensiones
+
Consumo Producción
+ + Empleo
Cuadro X.1
Estilos de política económica, 1945-2014
Períodos y regímenes 1945-1971 1972-2007 2007-presente
de crecimiento Producción y consumo Internacionalización Nuevo desarrollismo
Características en masa y financierización y rol del Estado
Visión general
1.Conceptualización Inestabilidad estructural Un conjunto El Estado como garante
de la economía que requiere de de mercados de la estabilidad
intervenciones autorregulados financiera e impulsor
del Estado del desarrollo
2.Teoría dominante Macroeconomía Nueva teoría clásica Nuevas teorías
keynesiana del desarrollo
(CEPAL, China)
3.Tipo de compromiso Compromiso entre Dominación de las Nuevo trato con
sociopolítico capital y trabajo finanzas los ciudadanos
Política económica
4.Política monetaria Optimización del Estabilización de Retorno del prestamista
equilibrio entre el una baja inflación y de última instancia, no
empleo y la inflación luego impulso a las neutralidad del crédito
finanzas y de la moneda
5.Gasto público Estabilizadores Gasto público En las depresiones,
y sistema fiscal automáticos procíclico altos multiplicadores,
no neutralidad ricardiana
6.Política de ingresos Convenios colectivos, Individualización y Lucha contra las
salario mínimo, descentralización, desigualdades,
impuestos progresivos sistema de tasa fija establecimiento de
normas financieras
7.Política de la competencia Limitada hacia una Apertura a la Suavización de la política
serie de oligopolios competencia contra la concentración
nacionales internacional y del capital
surgimiento de
oligopolios mundiales
8.Política comercial Lenta apertura Generalización de Control del tipo de
y tipo de cambio internacional, régimen regímenes de tipos cambio real para
de tipo de cambio fijo de cambio flexibles, favorecer el desarrollo
pero ajustable con excepción de la interno
zona del euro
Fuente: Elaboración propia.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 311
La crisis más grave se observó en los países que confiaban en las virtudes
de la liberalización financiera, dejando la iniciativa a los actores privados:
Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda e Islandia. Ellos debieron recurrir a
políticas más heterodoxas, es decir, una ruptura total con respecto a lo
que recomendaba anteriormente la teoría en vigor e implementaban el
banco central y el ministerio de hacienda (Boyer, 2011d). Algunos analistas
anticiparon una posible repetición de la década perdida del Japón: un
estancamiento de mediano plazo con riesgo de deflación.
Por otra parte, la recesión de 2008 y 2009 fue particularmente grave
en los países que habían basado su crecimiento en las exportaciones y el
dinamismo de la innovación: Alemania, el Japón o la República de Corea.
Los gobiernos y la opinión pública notaron luego la fragilidad de su
modelo de desarrollo y su extrema dependencia de la evolución mundial,
hasta el punto de considerar la posibilidad de una transición a un sistema
basado en el desarrollo del mercado interno y, especialmente, del consumo.
En la primera fase de la crisis producida por la quiebra de Lehman
Brothers, China parece escapar de la serie de recesiones que afectan a
otros países. De hecho, gracias al control del crédito y del tipo de cambio
312 CEPAL
Los mercados financieros hacen una mala asignación del capital, como
lo demuestra la sucesión de burbujas financieras ocurridas en los
Estados Unidos (la crisis de las sociedades de ahorro y préstamos de la
década de 1980, la nueva economía y la crisis de las hipotecas de alto riesgo),
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 313
en el Japón (la burbuja accionaria y de bienes raíces de 1980), Asia (la crisis
cambiaria, bursátil e inmobiliaria de 1997) y la Unión Europea (la crisis
inmobiliaria en España, Irlanda e Islandia de la década de 2000). Por lo tanto,
es necesario reinventar una forma de planeación, ya que las grandes empresas
siguen planificando sus actividades a nivel nacional e internacional, mientras
que el Estado sigue las pautas del mercado, es decir, las consecuencias de
las decisiones estratégicas de las multinacionales. Este modelo difiere de la
visión keynesiana, según la cual el Estado establece las reglas del juego y
hace converger las expectativas en torno a una senda de crecimiento en la
que todos los actores participan en la toma de decisiones y, con el tiempo, el
capital privado y social pasa al dominio del Estado y las empresas se ajustan
a ello. Hoy vivimos un período en el cual Morgan Stanley o Goldman Sachs
deciden si el régimen de Grecia es viable o no. Esta es claramente una cuestión
de soberanía nacional y de usurpación del poder económico surgido de la
deliberación democrática; en definitiva, el modo de respetar las decisiones de
los ciudadanos constituye un gran dilema.
Diagrama X.6
Mejora de la eficiencia dinámica mediante algunos sistemas de bienestar
Efecto negativo Incentivo de Impacto
a corto plazo productividad ambiguo sobre
sobre el empleo el empleo a
Objetivo de
justicia social corto plazo
Cuadro X.2
Factores que aumentaron la probabilidad de una crisis gemela, 2009
Créditos en moneda Crédito de corto plazo
Préstamos en divisas
extranjera (menos de 1 año)
(en porcentajes del total)
(en porcentajes del PIB) (en porcentajes)
República de Corea 9,5 119,0 -
India 1,4 81,0 -
Brasil 2,0 61,0 -
República Checa 8,0 97,3 8,8
Polonia 24,0 58,3 5,6
Hungría 55,0 106,7 18,2
Eslovaquia 35,0 107,2 13,2
Bulgaria 53,0 90,3 28,2
Rumania 54,0 66,7 19,6
Lituania 61,0 94,7 14,8
Estonia 82,0 161,0 25,7
Letonia 86,0 134,2 33,6
Turquía 29,0 23,8 9,1
Ucrania 49,0 31,3 10,2
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Fondo Monetario Internacional (FMI).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 319
Diagrama X.7
Complementariedad de los regímenes nacionales de desigualdad
y los modelos de desarrollo
América Latina
1 2 3 4
1 2 3 4
Europa
Conclusiones
La desigualdad creciente se convirtió en la década de 2010 en uno de
los principales retos para la mayoría de los países. Este fenómeno pone
en peligro la cohesión social, erosiona la legitimidad de la política y, en
última instancia, pone en peligro la resiliencia de la economía. Por tanto,
debemos cuestionar la premisa de la nueva teoría clásica según la cual
la desigualdad sería el vector de un régimen de crecimiento emergente.
Esta se basa en la idea de que la desigualdad es necesaria para fomentar
el esfuerzo de los trabajadores, estimular la inversión y promover la
innovación como fuente de crecimiento y creación de empleo.
En este contexto, la búsqueda de sistemas socioeconómicos
alternativos podría basarse en la experiencia de los Estados Unidos
y Europa tras la Segunda Guerra Mundial: una estricta supervisión
del mercado y una fuerte intervención pública a la vez redujeron las
desigualdades y promovieron un crecimiento rápido y relativamente
estable. Sin embargo, estas experiencias no pueden extrapolarse como
tales debido a los cambios del mundo moderno causados por la
internacionalización de la producción, el nuevo modelo productivo
y el poder de la globalización financiera. Por el contrario, parece
importante movilizar el marco conceptual que los economistas de los
países socialdemócratas han desarrollado para mostrar las condiciones
necesarias para que una extensa seguridad social permita compatibilizar
e incluso complementar la eficiencia económica con la justicia social. Este
enfoque puede adaptarse a las condiciones específicas de América Latina
en la actualidad.
Los objetivos e instrumentos de la política económica varían
de acuerdo con el sistema socioeconómico. En consecuencia, sería
peligroso continuar aplicando las políticas que condujeron a la sucesión
de crisis derivadas de una descuidada liberalización, especialmente de
las finanzas, o volver a las políticas posteriores a la Segunda Guerra
Mundial sin actualizarlas. ¿Cuáles podrían ser los principios de una
política para el siglo XXI y el desarrollo? En primer lugar, es necesario
reconocer que la estabilización de la inflación por medio de una política
monetaria prudente no garantiza la estabilidad financiera, sino que
es imprescindible regular las finanzas. Fuera del pleno empleo, el
desempleo es involuntario, por lo que las políticas monetaria y fiscal
pueden afectar el nivel de actividad. En los casos de depresión, el
gasto público recupera su eficacia en la reducción del desempleo.
La determinación del tipo de cambio no puede ser delegada a los
movimientos de entrada y salida de capitales a corto plazo, ya que debe
permitir la inserción de la economía nacional en el sistema internacional
mediante un modelo de producción eficiente. Por último, si el juego de
322 CEPAL
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324 CEPAL
René A. Hernández
Introducción
En el presente ensayo se esboza la relación entre los retos asociados a la
transformación del Estado y la evolución de los diferentes paradigmas
y estrategias de desarrollo que se han aplicado en América Latina. Se
intenta desmitificar el falso dilema de las concepciones que contraponen
de forma excluyente la función del Estado con el papel del mercado en la
actividad económica. En particular, se trata de esclarecer si, como sugiere
O’Donnell (2008a), cualquier paradigma de desarrollo y estrategia conexa
suponen decidir y adoptar una postura sobre los límites del Estado y la
política pública. Además, se procura rescatar un elemento que parece
esencial en la cosmovisión de la ideas de Prebisch para nuestros días,
y en especial para América Latina, a saber, su concepción balanceada
entre las medidas intervencionistas y el respeto al mercado, junto con
su elevado pragmatismo, siempre centrados en la necesidad de mantener
la mirada atenta al cambiante orden internacional o al desarrollo del
mundo en general.
326 CEPAL
1
Como referencia, se recomienda consultar los textos clásicos de Bulmer-Thomas (2011) sobre
historia económica de América Latina, a Sunkel y Paz (1970), Thorp (1998), o el reciente texto
de Bértola y Ocampo (2013) sobre el desarrollo económico latinoamericano desde los procesos
de independencia. Sobre la evolución del pensamiento de la CEPAL y el estructuralismo
latinoamericano, no se pueden pasar por alto a Rodríguez (2006), Rosenthal (2004), Bielschowsky
(1998a, 1998b y 2010) o Love (1994), por nombrar algunos de los más sobresalientes. En cuanto
a la renovación del pensamiento de la CEPAL desde los años ochenta, llamado también
“neoestructuralismo”, véase la recopilación de Sunkel (1991), Ffrench-Davis (2005), Ocampo y
Ros (2011), Ocampo (2008), Stallings y Peres (2000) y Fajnzylber (1993).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 327
2
El elemento central de la polémica del neoliberalismo sobre este tema se relaciona con el “Estado
de bienestar” por el supuesto debilitamiento de las instituciones que ocurriría como resultado
de prácticas clientelistas que llevarían a la postre al totalitarismo o, como lo llamó Hayek, a un
“camino de servidumbre”. Asimismo, Milton Friedman señala en Free to Choose que “la libertad
económica es un requisito esencial de la libertad política. Al permitir que las personas cooperen
entre sí sin la coacción de un centro decisorio, la libertad económica reduce el área sobre la que
se ejerce el poder político. Además, al descentralizar el poder económico, el sistema de mercado
compensa cualquier concentración de poder político que pudiera producirse. La combinación de
poder político y económico en las mismas manos es una fórmula segura para llegar a la tiranía”.
328 CEPAL
3
Bresser Pereira (1998) sostiene que existe gobernabilidad cuando el gobierno tiene una
legitimidad asegurada por instituciones políticas capaces de representar e intermediar intereses
sectoriales legítimos, y que existe gobernación cuando el Estado tiene capacidad financiera y
administrativa para ejercer las políticas decididas por el gobierno.
4
Véase en ILPES (1995) la mejor colección de ensayos sobre reforma y modernización del Estado
de esa década.
330 CEPAL
5
Nótese que esta definición de corte weberiano se refiere a lo que el Estado es, y no a la amplísima
gama de definiciones sobre lo que hace o debe hacer. El análisis no es solamente sobre el Estado,
sino sobre Estados que son o se autoproclaman nacionales. Siguiendo a O’Donnell (2008b), la
nación no precede al Estado, sino que este se esfuerza por crearla. Define la nación como “un
arco de solidaridades, una construcción política e ideacional que postula la existencia de un
‘nosotros’ que entraña un reclamo de lealtad por encima y más allá de otras entidades e intereses
y que, si ya no lo tiene, frecuentemente busca asentarse o definirse en un territorio delimitado
por un Estado”.
6
Aníbal Pinto (2008) define el “estilo de desarrollo” como el modo en que, “dentro de un
determinado sistema, se organizan y asignan los recursos humanos y materiales con el objeto
de resolver los interrogantes sobre qué, para quiénes y cómo producir los bienes y servicios”.
Específicamente, distingue dos conjuntos de rasgos: i) los que componen la base estructural
de la organización productiva, en especial la estructura sectorial del producto y del empleo,
los diversos estratos tecnológicos y el tipo de relacionamiento externo predominante, y ii) los
elementos dinámicos del sistema, que se revelan a partir del análisis del nivel y composición
de la demanda y de sus antecedentes, es decir, el nivel y la distribución del ingreso. Según ese
concepto, ambos conjuntos de rasgos están íntimamente vinculados por medio de un círculo de
causalidad acumulativa (Cardoso y Faletto, 1979; Cardoso, Prebisch y Green, 1982).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 331
7
En ese contexto, la burocracia se define como “un conjunto de relaciones sociales de comando
y obediencia que está jerárquicamente pautado por reglas formales y explícitas, vigentes en el
seno de una organización compleja” (O’Donnell, 2008b).
332 CEPAL
8
Nótese que el concepto de desarrollo no ha sido el mismo a lo largo del tiempo, como se verá
más adelante (Veltmeyer, 2010). Véase una exposición notable sobre factores estructurales y
modalidades del desarrollo en los ensayos clásicos de Aníbal Pinto (1973).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 333
9
En sus textos de los años cincuenta, Prebisch señala que la estructura productiva está compuesta
por los sectores productores de bienes, mientras que a la estructura económica se añaden la
infraestructura física y los sectores de servicios (incluso los que presta el gobierno). Por
consiguiente, según la narrativa de Prebisch, las características de la estructura productiva
condicionan las de la estructura económica.
334 CEPAL
10
La mejor exposición sobre el pensamiento económico de la CEPAL se encuentra en Bielschowsky
(1998b, 2010), Rodríguez (2006), Rosenthal (1998, 2004) y Love (1994). Véanse además, sobre el
pensamiento de Prebisch, Dosman (2006, 2010), Pérez Caldentey, Sunkel y Torres (2013), Love
(1980), Rodríguez (2001) e Iglesias (2003).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 335
11
Según Bielschowsky (2010), el método histórico-estructural está “dedicado al examen de las
especificidades productivas sociales, institucionales y de inserción internacional de los países
de América Latina y el Caribe, en su carácter de ‘periféricos’, examinadas en contraposición
con las características de las economías ‘centrales’, y observadas desde la perspectiva prioritaria
de su transformación a mediano y largo plazo”. Por su parte, Sunkel y Paz (1970) señalan que
“el análisis relativo a la limitada aplicabilidad en el tiempo de las leyes económicas sugiere la
necesidad de establecer hipótesis significativas para situaciones históricas concretas; en otras
palabras, se reconoce la historicidad del objeto de la ciencia económica”.
336 CEPAL
13
De ahí surge la idea generalizada de que el mercado es el medio más eficiente de asignar
recursos. La globalización es tan avasalladora que cualquier intento de la periferia por construir
un proyecto nacional de desarrollo está destinado al fracaso.
14
Incluso en la etapa exportadora, Prebisch y el pensamiento estructuralista nunca propugnaron una
visión autárquica del comercio o del desarrollo. De hecho, Prebisch siempre apuntó a redefinir la
articulación de América Latina con los flujos de intercambio internacional y la economía mundial,
no a aislarse de ellos. En ese sentido, el “manifiesto” nunca fue anticomercio, antiagricultura ni
proindustrialización a ciegas. Prebisch cuestionó el mercado como el gran igualador, pero reiteró
la necesidad de mantener el continuo equilibrio entre las medidas intervencionistas y el respeto al
mercado, con la mirada atenta al orden internacional (Ocampo, 2008).
342 CEPAL
15
La planificación normativa, racionalista, indicativa y tradicional fue el instrumento por
excelencia para llevar a cabo la intervención estatal. Tuvo su apogeo en la década de 1960. El
Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) de la CEPAL
fue el bastión teórico-conceptual más prominente que tuvo la región durante los años sesenta y
setenta y antes del repliegue de la planificación en los años ochenta.
16
La primera etapa se caracterizó por la expansión de las exportaciones heredada del modelo
anterior. La segunda tuvo un carácter más pragmático al apoyar sectores considerados
estratégicos (energía, petróleo), aplicar instrumentos combinados de política y promover la
creación de bancos de desarrollo. La tercera fue la fase “clásica” y se caracterizó por la tendencia
a racionalizar la protección mediante la integración comercial regional. La última fase constituyó
la etapa madura y fue el período del modelo mixto de sustitución de importaciones y promoción
de exportaciones (Ocampo, 2008).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 347
17
Citado en Ocampo (2008).
18
La CEPAL sustentó la defensa de la industrialización a partir de una teoría de la acumulación
del capital, más que de una teoría de la eficiencia económica (Ocampo, 2008).
19
Conviene señalar que Prebisch (1970, 1973) advirtió sobre los riesgos de una protección excesiva
y señaló que la solución no era sostener una protección arancelaria que aislara a los países de la
economía internacional, sino replantear la división internacional del trabajo para que los países
de la región se beneficiaran del cambio técnico, directamente asociado a la industrialización. Sin
embargo, el “modelo” de sustitución de importaciones de la CEPAL fue, por un lado, encasillado
con ese nombre, y por otro, banalizado por algunos de sus rasgos, en particular su orientación
al sector interno, su carácter dirigista y su inclinación fuertemente proteccionista. Nuevamente,
en la práctica, los países perpetuaron el uso del modelo y de sus instrumentos más allá de lo
justificado por las circunstancias imperantes (Rosenthal, 1998).
348 CEPAL
mercado como mejor forma de asignar los recursos, relegando el papel del
Estado a una función marginal y subsidiaria. De la misma forma que en los
años treinta se dio inicio a la industrialización dirigida por el Estado con
un mayor protagonismo estatal, la crisis de la deuda dio espacio al modelo
de economías abiertas orientadas por principios de mercado, de donde se
derivó lo que luego se conocería como el Consenso de Washington20.
22
Rodrik (2002, 2004) ha resaltado la importancia de las instituciones en el desarrollo económico,
especialmente las que protegen los derechos de propiedad (denominadas creadoras de mercado).
Sin embargo, para el desarrollo económico a largo plazo se requieren además instituciones de
reglamentación, estabilización y legitimación de los mercados.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 351
Conclusiones
El papel del Estado en la economía y en el progreso económico y social de
los países en desarrollo, y de los latinoamericanos en particular, ha sido
siempre controversial. Es un debate que se ha manifestado a lo largo de los
distintos paradigmas de desarrollo y tecnoeconómicos que se han aplicado
en la región desde la independencia. Se empieza por definir al Estado y
contextualizar el debate reciente en América Latina. Asimismo, se procura
desmitificar el falso dilema de las concepciones que contraponen de forma
excluyente la función del Estado con el papel del mercado en la actividad
económica. En ese esfuerzo, se intenta esclarecer que cualquier paradigma
y estrategia de desarrollo supone en última instancia decidir y adoptar
una postura sobre los límites del Estado y la política pública.
El concepto de Estado se esclarece desde los preceptos weberianos
y sus funciones se plantean a partir de una teoría institucionalista de
intervención estatal en un contexto de cambio estructural. Se elaboran tres
proposiciones básicas. La primera consiste en reconocer que el Estado y su
economía política son variables determinantes del desarrollo económico
y social. La segunda sugiere que el Estado en su concepción más amplia
es una construcción institucional y, por ende, una variable explicativa
fundamental de por qué unos países son más ricos que otros. La tercera es
que el Estado en América Latina tiende a ser social-liberal y cada vez más
democrático, con diversas interpretaciones del capitalismo globalizado y
una integración comercial y regional creciente24.
24
Existen dos “variedades” de economías de mercado que recientemente se han propuesto como
alternativas que podrían dar mejor resultado que el modelo anglosajón de mínima intervención
o laissez-faire. La primera es la de los “Estados de política industrial” de Asia oriental (Japón,
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 359
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362 CEPAL
Sonia Montaño V.
1
Gayle Rubin define el sistema sexo género como el conjunto de disposiciones por el que una
sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, y en el cual
se satisfacen esas necesidades humanas transformadas. Véase Reiter (1975).
2
Según Carole Pateman (1995), todas las democracias son insuficientes desde el punto de vista
de género.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 369
3
Esta es una de las razones por las que la integración de la perspectiva de género debería
ser transversal.
370 CEPAL
4
La agenda de desarrollo de Naciones Unidas durante la década de 1990 mostró la capacidad de
innovación que ha tenido la agenda feminista y que se expresa en este momento en la agenda
para el desarrollo después de 2015.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 371
Gráfico XII.1
América Latina (18 países): tasa de actividad económicaa por sexo,
total nacionalb, rondas de encuestasc
(En porcentajes)
100
60
48,0 49,1 49,7 49,8
46,6 47,3
41,8
38,1
40
20
0
1990 1994 1997 1999 2002 2005 2008 2010
Mujeres Hombres
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones
especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
a
Sobre la población de 15 años de edad y más.
b
Datos nacionales. Salvo la Argentina, datos urbanos en todas las rondas de encuestas. Bolivia (Estado
Plurinacional de), datos urbanos en rondas de 1990 y 1994. Ecuador, datos urbanos en rondas de 1990
a 2002. Panamá, datos urbanos en rondas de 1990 a 1999. El Paraguay, datos urbanos en rondas de
1990 a 1997. El Uruguay, datos urbanos en rondas de 1990 a 2005.
c
América Latina, promedio simple calculado con 18 países salvo la ronda de encuestas de 1990 sin
El Salvador, Nicaragua y la República Dominicana; ronda de 1994 sin Guatemala y la República
Dominicana; ronda de 1997 sin Guatemala, Nicaragua y la República Dominicana; ronda de 1999 sin
la República Dominicana; ronda de 2005 sin Guatemala; ronda de 2008 sin Nicaragua; ronda de 2010
sin Guatemala.
C. Economía e igualdad
El dogma neoliberal sobre el Estado en el sentido de que este solo cumple
un papel de regulación se ha roto durante la última crisis en que los
Estados han salido a rescatar el sistema. Al aceptar, legitimar y fomentar
el salvataje del sistema financiero, se han traspasado no solo todas las
barreras económicas aceptables, sino también las éticas y morales5.
La legitimidad de la intervención del Estado a favor de la
redistribución y la igualdad es más compatible con la perspectiva que
tiene la economía feminista. Dicho de otra manera, si los Estados pueden
rescatar a la banca especuladora, con mayor razón pueden invertir en
igualdad. La perspectiva de igualdad de género y los derechos humanos
universales permiten abordar de forma más clara el debate sobre el
tipo de desarrollo que se puede construir. Al abrirse una discusión
sobre la ineficacia del neoliberalismo, es factible debatir entre diversas
“heterodoxias” cuyo punto de convergencia es la revalorización del
Estado. Entre estas persisten aún diferencias críticas respecto al concepto
de desarrollo, una de cuyas dimensiones clave es para el feminismo la
visibilidad, el reconocimiento y la valorización del trabajo de las mujeres
y los sesgos con los que se aborda el tema desde la economía y la política.
Todavía existen vínculos ideológicos entre ortodoxos y heterodoxos
cuando de igualdad de género se trata.
Hoy en día, esta inquietud comienza a resolverse cuando se
reconoce6 que los aportes del pensamiento feminista están proporcionando
una nueva visión del bienestar. Esta subraya, visibiliza y releva la
importancia que tiene el trabajo no remunerado, el trabajo doméstico y
el trabajo invisible de mujeres y hombres para el bienestar, a través de su
visibilidad estadística, política y para enfrentar el paradigma tradicional
del desarrollo, donde se lo asociaba con el crecimiento y, eventualmente,
con una distribución de arriba hacia abajo7.
El principal aporte de la perspectiva de género en la economía ha
sido el deshacer la confusión existente entre trabajo y empleo. No son
sinónimos: tanto en las economías desarrolladas como, incluso más,
en las economías de países en desarrollo, frecuentemente el empleo no
absorbe ni siquiera la mitad del esfuerzo de trabajo de la economía. De
5
Un claro ejemplo al respecto se observa en Europa, con el problema de la vivienda y los
desahucios, entre otros. Igualmente son ilustrativas las consecuencias del ajuste en Grecia, entre
otros países.
6
La Comisión Sarkozy encargó al respecto la elaboración de un informe, elaborado por Stiglitz,
Sen y Fitoussi (2009).
7
Una de las exponentes más notables de este pensamiento es María Ángeles Durán, cuyos aportes
próximos a publicar por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
sintetizan el debate actual sobre la economía y el desarrollo (Durán, 2012 y 2007).
374 CEPAL
aquí deriva el gran aporte de los estudios sobre otras formas de trabajo
que no son empleo, como el trabajo no remunerado de los hogares y el
trabajo de voluntariado.
En este largo tránsito de debate intelectual, el feminismo ha aportado
no solo a la economía, sino también a la comprensión del Estado y a la
importancia que tiene la visibilización de las condiciones estructurales que
diferencian la ciudadanía de hombres y mujeres. Esto ha ocurrido hasta en
el contexto de los estados de bienestar donde la ciudadanía femenina y sus
derechos laborales estaban asociados a la titularidad laboral del hombre.
Se ha tardado mucho tiempo —y todavía media distancia— para que
las mujeres puedan tener el derecho legítimo a una participación laboral
con autonomía.
Para avanzar hacia esta agenda de igualdad de derechos, el
enfoque de género —a partir de la visualización y el reconocimiento de
la operación de las relaciones de género en la variedad de ámbitos del
desarrollo de las personas y las sociedades— ha identificado la división
sexual del trabajo entre hombres y mujeres, y el uso diferente del tiempo
como el fundamento de la subordinación económica, social y política de
las mujeres. Para transformar esta situación, se requiere de la voluntad
política de los gobiernos a fin de concretar cambios que apunten a
lograr el desarrollo de capacidades, oportunidades y derechos para
las mujeres.
Otra aportación importante que hizo el pensamiento feminista8 a
la reflexión sobre la economía, la producción, el desarrollo y el desarrollo
sostenible, es que no solo resulta pertinente valorizar y tomar en cuenta
los costos y las contribuciones de la naturaleza y la explotación de
recursos naturales en la economía, sino también el que tiene el trabajo no
remunerado en tanto producción de un conjunto de bienes y servicios que,
sobre todo en América Latina, recae enormemente en las mujeres pobres
(véase el gráfico XII.2).
Emerge un nuevo desafío de investigación y documentación, para
mostrar desde otra perspectiva dónde estriba el aporte, por ejemplo,
de las mujeres en la agricultura, en las cadenas de servicios y de las
mujeres migrantes en el envío de remesas. En suma, existe un conjunto
de elementos que están protegiendo a la sociedad de la decadencia
social y económica y, sin embargo, no forman parte del sistema de
mecanismos que se consideran en las políticas económicas para atender
la especificidad y los sesgos, no de un grupo minoritario de mujeres, sino
de la mitad de la población.
8
Hazel Henderson es una de las principales exponentes del pensamiento feminista en los años
sesenta y setenta.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 375
Gráfico XII.2
América Latina (promedio simple 17 países): desigualdad en la distribución
de ingresos por quintiles de ingreso, según sexo,
zonas urbanas, alrededor de 2012
(En porcentajes)
100
80
60
52,3
40 18,8
21,0
20 13,6
8,9 7,9 33,5
4,2 2,9
1,3 4,8
8,9 13,1
0 3,0 6,0
I II III IV V
Quintiles de ingreso de los hogares
Gráfico XII.3
América Latina (7 países): tiempo totala destinado al trabajo remunerado
y no remunerado por sexo, según país, último dato disponibleb
(En promedio de horas semanales)
70
15,4 21,1 16,0
60 40,4
34,3
19,5 40,3 42,9 30,4
50
17,6 35,9 13,9
16,1 31,0
40
30
20
10
26,2 6,3 29,1 7,1 25,2 4,8 28,4 8,2 50,5 17,7 42,5 18,3 46,9 18,4
0
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Brasil Colombia Costa Rica Ecuador México Perú Uruguay
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones
especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
a
Población de 15 años de edad y más.
b
Datos de 2011, salvo en los casos de México (2009), Perú (2010) y Uruguay (2007).
Gráfico XII.4
América Latina (18 países): índice de feminidad de la pobreza
por país y región, alrededor de 2002 y 2012
(En porcentajes)
150
140
130
120
110
100
90
Argentina
Bolivia
(Est. Plur. de)
Brasil
Chile
Colombia
Costa Rica
Guatemala
Honduras
México
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Uruguay
Venezuela
América Latina
Ecuador
El Salvador
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones
especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
a
Datos nacionales salvo en la Argentina, el Ecuador y el Uruguay, donde corresponden a áreas
urbanas. Los datos nacionales de Chile corresponden a 2003; los de El Salvador, Nicaragua y el
Paraguay, a 2001.
b
Datos nacionales, salvo en la Argentina, donde corresponden a áreas urbanas. Los datos nacionales de
Bolivia (Estado Plurinacional de), Chile, Panamá y el Paraguay corresponden a 2011; los de Honduras,
a 2010; los de Nicaragua, a 2009, y los de Guatemala, a 2006.
Gráfico XII.5
América Latina (promedio simple 18 paísesa): ingreso medio laboral
de las mujeres comparado con el de los hombres, según número
de años de instrucción, total nacional, alrededor de 2012
(En porcentajes)
75
70
69,6 69,5
67,1
66,3
65
60
5
55
0 a 5 años 6 a 9 años 10 a 12 años 13 años y más
Número de años de instrucción
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de tabulaciones
especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
a
Datos nacionales salvo en la Argentina, donde corresponden a áreas urbanas. Los datos de la Argentina,
el Brasil, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, México, el Perú, la República Dominicana,
el Uruguay y Venezuela (República Boliviariana de) corresponden a 2012; los de Bolivia (Estado
Plurinacional de), Chile, Panamá y el Paraguay, a 2011; los de Honduras, a 2010; los de Nicaragua, a
2009, y los de Guatemala, a 2006.
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Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 381
Introducción
El propósito de este artículo es señalar elementos fundamentales de la
estructura de la economía que deben tenerse en cuenta en el diseño de
una política macroeconómica para el desarrollo. Esta tarea se apoya en
los aportes de la perspectiva neoestructuralista, en especial su énfasis en
la importancia de la heterogeneidad productiva como determinante de la
pauta de crecimiento económico. También se consideran algunas críticas
a la política macroeconómica convencional realizadas, con diferentes
enfoques, a raíz de la crisis financiera internacional que estalló en 2008
y 2009. Para ello, y a modo de ilustración, se ha tomado como referencia
la política macroeconómica aplicada en México durante los últimos
30 años y su relación con el desempeño de la economía mexicana.
1
Se agradecen los comentarios de Esteban Pérez, Miguel Torres y Luis Ángel Monroy sobre
una versión preliminar de este trabajo, presentada en el Seminario sobre Neoestructuralismo
y Economía Heterodoxa, CEPAL, Santiago, 22 y 23 de abril de 2013. Asimismo, se reconoce
la valiosa asistencia de Jesús Santamaría en la investigación. El presente capítulo se apoya
en gran medida en una versión preliminar presentada a la Revista Problemas de Desarrollo
de la UNAM.
386 CEPAL
Gráfico XIII.1
México y países seleccionados: PIB real per cápita como proporción
del PIB per cápita de los Estados Unidos, 1980-2012 a
(En porcentajes)
30
25
20
15
10
0
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
China Chile Uruguay Brasil México
Fuente: Elaboración propia, sobre la base de datos de los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco
Mundial.
a
Brechas porcentuales calculadas a partir de datos expresados en dólares constantes de 2000. La
evolución de las brechas relativas de los países considerados para este indicador es sensible al año
base en que se mide el PIB per cápita en dólares reales.
Gráfico XIII.2
México: crecimiento económico y balanza comercial como proporción del PIB
en períodos seleccionados, 1960-2012
(En porcentajes)
8
1970-1981
7
Crecimiento medio anual del PIB
1960-1969
6
5
1995-2000
4
1988-1994
3
2
2001-2012
1
1982-1987
0
-1
-3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6 7
Promedio de la balanza comercial de bienes y servicios
2
Desde el punto de vista de la demanda, hay que separar los efectos debidos a una disminución
del multiplicador y los que se deben a una reducción del dinamismo de la inversión o de las
exportaciones. El primer caso se debe a la contracción del multiplicador , que puede
producirse como consecuencia de un alza en la propensión a importar o a ahorrar. El segundo
caso corresponde al decrecimiento del dinamismo de la inversión o de las exportaciones. En el
resto del capítulo, solamente la primera situación se denota como una bajada del multiplicador.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 391
3
El primer subperíodo abarca las décadas finales de la economía mexicana bajo la pauta de
desarrollo de industrialización liderada por el Estado. El segundo refleja su desempeño bajo la
nueva pauta neoliberal, tomando como año inicial 1987, cuando ya México estaba saliendo de la
parte más difícil de la crisis de la deuda y de la crisis de la balanza de pagos de 1986.
392 CEPAL
5
Véanse Ocampo (2005 y 2011), Ffrench-Davis (1996 y 2010) y, con una perspectiva convencional,
Ostry y otros (2010).
402 CEPAL
Reflexiones finales 6
Ahora bien, retomando el propósito del presente trabajo de identificar las
características que debe tener hoy una política macroeconómica para el
desarrollo, cabe concebir esta política en términos de las principales áreas
del funcionamiento de la economía en las que incide. La primera es la de
estabilización, entendida como la reducción de la volatilidad de variables
o relaciones clave de la economía nacional. Esta volatilidad inherente se
manifiesta en los mercados locales financieros, accionarios e incluso de
inversión, de bienes raíces y de ciertos productos básicos, pero también
puede tener su origen en el impacto de choques adversos surgidos
en mercados internacionales de bienes, de servicios o de capitales y
provocar cambios bruscos en los volúmenes demandados o en precios
relativos clave, así como en las condiciones de acceso a nuevos créditos o
a la renovación de financiamientos previos.
A este respecto, es prerrogativa y obligación fundamental de todo
gobierno identificar un conjunto de indicadores o variables cuya estabilidad
—sea en niveles o en pautas de crecimiento— pueda establecerse como
objetivo de la política macroeconómica. En gran parte del período de
posguerra la estabilización tuvo como meta mantener el equilibrio en dos
flancos: el equilibrio interno, que incluía preservar la estabilidad de precios
y mantener un ritmo elevado de actividad económica compatible con el
pleno empleo, y el equilibrio externo, que se ceñía a evitar situaciones
críticas en la balanza de pagos y en relación con la disponibilidad de
divisas. Después, en parte debido a la crisis internacional de la deuda de
la década de 1980 y al giro de la política económica en línea con el llamado
Consenso de Washington, se generalizó la interpretación ortodoxa de
la estabilización, como se señaló en la sección inicial del presente texto,
circunscrita a preservar una baja inflación y un déficit fiscal acotado o nulo.
Este cambio a favor de las variables nominales llevó, tarde o temprano, a
excluir el pleno empleo y el crecimiento del producto interno bruto real del
conjunto de objetivos directos de la política de estabilización.
La causa de dicho giro fue doble. Por una parte, comenzó a prevalecer
la noción de que la estabilización de las variables nominales era condición
suficiente —además de necesaria— para conseguir la estabilización de
las variables reales, es decir, del empleo, del crecimiento de la actividad
productiva y de la balanza de pagos7. Por otra parte, este razonamiento se
6
Esta sección se apoya en Moreno-Brid (2013).
7
Agradezco a Miguel Torres su comentario, con el que coincido, a los efectos de que es curioso
que el paradigma dominante —al menos hasta la crisis financiera internacional de 2008 y
2009— tienda a sostener que la estabilidad nominal es condición necesaria y suficiente para
el crecimiento económico y la estabilidad real, a la vez que, en sus modelos más formales, se
reconoce que la neutralidad a largo y a veces a corto plazo hace que, con independencia de los
factores nominales, las posiciones de equilibrio de la economía dependan más de las variables
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 403
11
Véase Nayar (2011).
12
Véase Musgrave y Musgrave (1989), en el que se distinguen tres funciones esenciales de las
políticas económicas: i) asignación de recursos, ii) estabilización macroeconómica frente a
choques externos y iii) redistribución del ingreso.
13
Véase, como antecedente, Taylor (1991).
406 CEPAL
14
Véanse CEPAL (2010 y 2012).
15
Véase, por ejemplo, Hausmann, Rodrik y Velasco (2005).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 407
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Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 409
Introducción
Las crisis cambiarias y financieras que experimentaron las economías
emergentes en la segunda mitad de la década de 1990 parecen haber
enterrado las recetas de política económica conocidas como el Consenso
de Washington. Es verdad que algunos de sus elementos lograron
sobrevivir, pero solo como parte de nuevas estructuras de política
económica, que se fueron construyendo y poniendo a prueba en lugares
que abarcan desde Asia hasta América Latina para viabilizar un
crecimiento más vigoroso y menos vulnerable de cara a las turbulencias
internacionales, sobre todo las originadas en los mercados financieros
(véase, por ejemplo, Frenkel (2010)).
Sin embargo, no fue solamente la crítica de las recetas pasadas
lo que determinó los nuevos rumbos que siguieron las economías
emergentes. La nueva realidad económica mundial de la década de
2000 desató una ola de prosperidad para las economías en desarrollo
y, en particular, para América Latina, que influenció sus estrategias de
desarrollo e inserción externa. Los países de la región se beneficiaron
1
Dedicamos este artículo a Antônio Barros de Castro, intelectual inigualable, siempre optimista y
en constante búsqueda de la esencia del desarrollo brasileño.
412 CEPAL
Gráfico XIV.1
Brasil y América Latina: índice de los términos de intercambio, 2002-2012
140
135
13,3
130
12,7 12,8
127,13 129,19
125
12,0
120
115
112,21
110
106,14
105
100
95
90
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Cuadro XIV.1
América Latina: términos de intercambio, años seleccionados
(Índice, 2002=100)
País/región 2002 2008 2011
Argentina 100,0 134,9 136,8
Bolivia (Estado Plurinacional de) 100,0 149,6 181,9
Brasil 100,0 112,2 137,2
Chile 100,0 169,6 211,3
Colombia 100,0 149,3 162,4
Perú 100,0 138,8 174,6
América Latina 100,0 127,0 137,5
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) – Bases de Datos y Publicaciones
Estadísticas (CEPALSTAT).
2
Datos disponibles en las Series Temporales del Banco Central del Brasil (https://www3.bcb.
gov.br/sgspub/localizarseries/localizarSeries.del?method=prepararTelaLocalizarSeries).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 417
Cuadro XIV.2
Brasil: crecimiento del PIB por el lado de la oferta, 2005-2012
(En porcentajes anualizados)
Industria
Sector Industria de la Electricidad,
Período extractiva Construcción Servicios
agropecuario transformación agua y otros
mineral
2005-2012 2,6 4,1 1,1 4,3 4,1 3,9
2005-2011 3,3 4,8 1,6 4,8 4,2 4,2
Fuente: Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), Cuentas Nacionales Trimestrales, segundo
trimestre de 2013.
5
Cálculo realizado por los autores, tomando como base los valores en reales de la producción,
exportación e importación de 2008 y calculando los valores de los demás años, a precios
constantes, a través de la multiplicación por los respectivos índices de quantum de la
Investigación Industrial Mensual del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (PIM/IBGE)
y de la Fundación Centro de Estudios del Comercio Exterior (Funcex).
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 419
6
Medidos por la evolución del rendimiento real del trabajo de la Encuesta Nacional por Muestra
de Hogares (PNAD) y por el índice del PIB de las cuentas nacionales trimestrales dividido por
el índice de ocupación total de la PNAD, respectivamente.
7
Antônio Barros de Castro (2011), a quien rendimos aquí un homenaje, en realidad ya había
percibido en períodos anteriores la importancia del consumo de masas como motor del
crecimiento en el Brasil. En el período en cuestión, el fenómeno adquirió una nueva escala.
420 CEPAL
8
Dada la identidad macroeconómica básica, y sin considerar el consumo del gobierno, si
(DC/C)>(DY/Y), C/Y es creciente, de forma que (M-X)/Y debe aumentar, a no ser que I/Y sea
reducido. Se incorporamos la variable consumo del gobierno (G), una alternativa, para evitar la
caída de I/Y sería necesario elevar progresivamente el superávit primario como porcentaje del PIB.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 421
9
Si una depreciación del tipo de cambio mitigara la crisis cambiaria, el problema se manifestaría
en un aumento de la inflación impulsado por el incremento del tipo de cambio.
10
Cuando se anunció la modificación de la política monetaria de los Estados Unidos en mayo de 2013,
se produjo una conmoción en los mercados financieros y cambiarios del mundo, con fuertes
repercusiones en el Brasil, lo que dejó claro que las modificaciones en los “niveles de equilibrio”
de los precios de los productos básicos y del tipo de cambio inviabilizaron las válvulas de escape
del modelo económico anterior para contener la inflación y mantener las cuentas externas en
niveles financiables. Dos años antes, cuando el gobierno comenzó a introducir nuevas políticas,
los límites de este modelo estaban lejos de ser consensuados.
422 CEPAL
13
Bresser-Pereira defendió la tesis de que existe una tendencia estructural a la apreciación del tipo
de cambio (en el sentido que aquí denominamos espuria), causada por el síndrome holandés y
por los flujos de capitales, y agravada por un conjunto de políticas equivocadas. A partir de este
diagnóstico propone una política destinada a neutralizar esa tendencia a la sobreapreciación como
uno de los pilares del nuevo desarrollismo. Véase, por ejemplo, Bresser-Pereira y Gala (2012).
426 CEPAL
Reflexiones finales
En el presente documento procuramos mostrar señales del surgimiento
de un nuevo modelo de desarrollo —inclusivo y productivo— y
reflexionamos sobre sus fundamentos y los desafíos —de naturaleza
esencialmente política— que este enfrenta, partiendo del modelo de
crecimiento inclusivo —con sus éxitos y limitaciones— observado en los
últimos diez años.
Como se indicó al comienzo del documento, los procesos de desarrollo
y las estrategias conexas se dan en un tiempo y lugar específicos, en función
de las características estructurales, institucionales, históricas y hasta incluso
del tamaño de cada país. Sin embargo, y teniendo presente esta advertencia,
parece evidente que algunos de los elementos del modelo inclusivo y
productivo, que discutimos sobre la base de la realidad brasileña, pueden ser
pertinentes también para otros países de América Latina y el Caribe.
La diversidad de frentes de expansión de la economía es, en
el mejor de los casos, algo que encuentra semejanzas tan solo en
las economías más importantes de la región. Del mismo modo, no
todos están vivenciando, en igual grado e intensidad, los efectos de la
transición demográfica sobre el mercado de trabajo, por lo que aumentar
la productividad del trabajo resulta esencial para lograr un crecimiento
robusto del PIB. Estas son características estructurales que debemos tener
en cuenta al discutir sobre la diversidad y el grado de libertad posibles
para cada estrategia nacional.
No obstante, la inclusión, la eficiencia y el desarrollo productivo
—que se darán sin dudas en función del grado de desarrollo de cada
actividad económica en los distintos países— como modelo para
superar el dilema que existe entre lograr una mejor calidad de vida de la
población, un crecimiento económico con estabilidad macroeconómica y el
mantenimiento de un bajo nivel de vulnerabilidad externa, son pilares que
todos pueden compartir.
El énfasis en la inversión en infraestructura y, de forma más general,
en la producción de bienes públicos, parece ser igualmente un rasgo común
de casi todas las economías de América Latina, donde el desequilibrio
entre la producción de bienes privados y bienes públicos genera elevada
ineficiencia económica y gran descontento social.
Por último, financiar el incremento de la inversión, ya sea desde el
punto de vista macroeconómico o microeconómico —de los instrumentos
y canales de financiamiento— es por cierto un desafío común, sobre todo
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 429
Bibliografía
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Souza, F.E.P., A Macroeconomia da Reindustrialização. Disponible en http://www. ie.
ufrj.br/images/conjuntura/A_Macroeconomia_da_Reindustrializao.pdf.
Capítulo XV
Fernando Porta
Introducción
Desde principios de 2003 y hasta finales de 2011, la economía argentina
recorrió una trayectoria uniforme de crecimiento acelerado, apenas
interrumpida entre fines de 2008 y mediados de 2009, sobre todo, por los
efectos de la crisis internacional. Este recorrido comprendió una primera
fase de recuperación tras la crisis, que prologó y sucedió al colapso del
régimen de convertibilidad, y una etapa posterior de crecimiento genuino
e igualmente sólido. Recién hacia fines de 2005 y después de más de diez
trimestres consecutivos de expansión generalizada, la economía alcanzó el
mismo nivel de PIB que en 1998, indicio más que elocuente de la gravedad
de la crisis interna de comienzos de siglo. Del mismo modo, ha llamado
1
Los temas abordados en este documento fueron el objeto de los debates del Seminario sobre
neoestructuralismo y economía heterodoxa llevado a cabo en Santiago de Chile por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) los días 22 y 23 de abril de 2013. Para
elaborar este trabajo, el autor se benefició notablemente de las reflexiones y los aportes de
Fernando Peirano, Gustavo Baruj, Cecilia Fernández Bugna, Carlos Bianco, Patricia Gutti, Jésica
De Ángelis, Pablo Sanches y Florencia Pizzarulli. Se agradecen especialmente los comentarios
de un árbitro anónimo y las sugerencias de los editores de este volumen. Los errores remanentes
son de exclusiva responsabilidad del autor.
432 CEPAL
2
A partir de 2008, el tipo de cambio real tendió a apreciarse en el marco de un proceso inflacionario
paulatinamente creciente.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 433
Gráfico XV.1
Argentina: evolución de la producción, el empleo y la productividad media
de la industria manufacturera, 1992-2011
(Índice 1997=100)
190
170
150
130
110
90
70
50
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Elaboración propia sobre la base del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC),
Encuesta Industrial Mensual.
Gráfico XV.2
Argentina: exportaciones por rubro, 1991-2011
(En millones de dólares)
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Gráfico XV.3
Argentina: importaciones totales y su composición
según su uso económico, 1991-2011
(En millones de dólares)
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
438 CEPAL
Gráfico XV.4
Argentina y Estados Unidos: producto industrial de sectores seleccionados,
por trabajador, 1993-2007
(En miles de dólares de 1985)
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
250
200
150
100
50
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
100
80
60
40
20
0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), Programa de Análisis de la Dinámica Industrial (PADI).
440 CEPAL
Gráfico XV.5
Argentina: crecimiento de la productividad y comparación
con los Estados Unidos, 2000-2010
(En porcentajes)
2,6
Productividad de la Argentina en comparación
2,1
con la de los Estados Unidos
1,6
1,1
0,6
Argentina
0,1
-5 0 5 10 15
- 0,4
Tasa de incremento de la productividad media anual
Gráfico XV.6
Argentina: indicadores de innovación y aprendizaje y encadenamientos
de las ramas manufactureras, 2005-2007 a
+
241 269
Numerosas innovaciones
y aprendizajes relativos
341
222
252 242
Innovación y aprendizaje
153 272
320 210
202 330
- 261
369 172
171
251
343 291 +
173 281 289 154
152 243 292 361
310 155
y aprendizajes relativos
Acotadas innovaciones
Encadenamientos
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del Centro de Estudios para la Producción (CEP),
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Matriz Insumo Producto 1997 (MIPAr-97).
a
Las burbujas reflejan la importancia de cada una de las ramas manufactureras respecto del valor
agregado de la industria.
6
Véanse las cuestiones metodológicas en Porta y Fernández Bugna (2011). Dado que las encuestas
nacionales sobre innovación y conducta tecnológica se elaboran a partir de una muestra de empresas
manufactureras, la falta de datos sobre las actividades de innovación en el sector primario y en el de
los servicios no permite aplicar la presente metodología a las actividades productivas.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 443
Gráfico XV.7
Argentina y Brasil: diferencias entre los indicadores de innovación y aprendizaje
y las complementariedades de las ramas manufactureras respecto de Alemania, 2005 a
(En porcentajes)
A. Argentina
100
80
60
26
40
Innovación y aprendizaje
20
25
0 21+22
20 36
-20
15+16
-40 28
17+18+19
-60 34 24
27 32 33
-80 29
30 31
35
-100
-100 -50 0 50 100
Encadenamientos
7
A partir de las matrices armonizadas de insumos y productos elaboradas por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de las respectivas encuestas sobre
innovación, se volvió a aplicar la metodología descrita para comparar la especialización industrial
de la Argentina, el Brasil y Alemania. Se utilizó el caso de Alemania como patrón de referencia
para definir los niveles absolutos de innovación, aprendizaje y encadenamientos con los cuales
calificar la especialización productiva de economías como la argentina o la brasileña. Por su parte,
se efectuó una comparación con el Brasil a fin de captar también las asimetrías tecnológicas con otra
economía de desarrollo intermedio de la región. En función de estos indicadores, se calcularon para
la Argentina y el Brasil las diferencias con los valores obtenidos en el caso de Alemania, teniendo en
cuenta la intensidad de la innovación y el aprendizaje, el nivel de investigación y desarrollo, y los
eslabonamientos de las ramas alemanas como un indicador indirecto de la frontera.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 445
80
60
40
Innovación y aprendizaje
36
20 21+22
17+18+19 26
15+16
0
28 25
27
-20 29
20
-40 33 31
35
30 32
-60 34
-80 24
-100
-100 -50 0 50 100
Encadenamientos
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el
Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la Oficina de Estadística de las Comunidades
Europeas (EUROSTAT) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
a
Las burbujas representan la participación de cada rama en el producto industrial correspondiente a 2005
sobre la base de información de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del INDEC, en el caso
de la Argentina, y de la base de datos del Programa de Análisis de la Dinámica Industrial (PADI) de la
CEPAL, en el caso del Brasil.
Gráfico XV.8
Argentina: sectores con ventajas comparativas según los indicadores
de innovación y aprendizaje, y de encadenamientos, 2005-2007 a
222
Innovación y aprendizaje
153
272
- +
154
152 155
-
Encadenamientos
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del Centro de Estudios para la Producción (CEP),
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Matriz Insumo Producto 1997 (MIPAr-97).
a
Las burbujas reflejan la importancia de cada una de las ramas manufactureras en el total de las
exportaciones de este origen.
8
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 447
Gráfico XV.9
Argentina: sectores con ventajas comparativas potenciales según los indicadores
de innovación y aprendizaje y encadenamientos, 2005-2007 a
+
241
Innovación y aprendizaje
242
210
- 171
251 +
221 351
201
-
Encadenamientos
Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del Centro de Estudios para la Producción (CEP),
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Matriz Insumo Producto 1997 (MIPAr-97).
a
Las burbujas reflejan la importancia de cada una de las ramas manufactureras en el total de exportaciones
de este origen.
uno de los sectores (Ai) al estado virtuoso adoptado como meta (B) se puede
dar a partir de acciones en diferentes instancias tecnoproductivas y
socioproductivas, y por medio de diferentes impulsos específicos.
Diagrama XV.1
Trayectorias de cambio estructural y acciones de política
Ai Ai
Diagrama XV.2
Objetivos y estrategias de cambio estructural
Ai B
Realizar un diagnóstico según los objetivos Establecer prioridades según las distintas
planteados basado en tres ejes: alternativas existentes:
1. Eslabón productivo 1. Cambios en los actores
2. Escalamiento productivo 2. Cambios en la gobernanza de la cadena
3. Marco normativo e institucional 3. Cambios en el plano tecnológico
4. Cambios en el contexto institucional
Diagnóstico y objetivos
específicos
Cambios en Ampliación de Nuevas Fusiones Transnacionalización Integración Desarrollo de Desarrollo
los actores la capacidad empresas proveedores o de grupos o
instalada o tercerización aglomeraciones
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas...
Acciones
en el plano la oferta de productos que científicos o de o de los servicios la práctica endógenas de intersectorial
tecnológico insumos o pueden actuar los servicios tecnológicos investigación o intrasectorial
bienes de capital como sustitutos tecnológicos internacionales y desarrollo
locales
Cambios en Normas sobre Bienes Oferta de Dirección de la Administración Líneas de crédito Incentivos
el contexto los productos públicos, infraestructura demanda o compras del comercio fiscales y
institucional conocimientos públicas exterior tributarios
o servicios
tecnológicos
Fuente: Elaboración propia.
453
454 CEPAL
Conclusiones
La resolución progresiva de los problemas de especialización entraña
impulsar una trayectoria de los sectores, los segmentos o las actividades
y, por ende, las empresas hacia un mayor contenido de conocimientos
y complementariedades. Estas trayectorias han de ser específicas para
cada sector, en el sentido de que permitan en diversos grados, tanto
potenciales como factibles, producir efectos de aprendizaje, externalidades
y vinculaciones. En la medida en que se recorran estas trayectorias
(reconversión y reestructuración del aparato productivo existente) y en que
las nuevas actividades tengan la capacidad de ejercer efectos dinámicos de
escala, todo el sistema podrá adquirir mayor competitividad. Esta acción
supone repensar la intervención pública y las políticas productivas desde
otra perspectiva conceptual. De este enfoque se desprenden formas de
intervención y modos de gestión y diseño de los instrumentos diferentes
de los que predominaron hasta hoy en día. Para superar los problemas
de heterogeneidad social de los que adolece la estructura económica
argentina, se requiere de un Estado que, además de estimular el
crecimiento, tenga la capacidad de intervenir activamente en la definición
de un perfil productivo que haga frente de manera eficaz y sostenida al
desafío de alcanzar la equidad.
456 CEPAL
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Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 457
Alicia Bárcena
Asumió como Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) el 1 de julio de 2008. Previamente
se desempeñó como Secretaria General Adjunta de Gestión en la Sede
de las Naciones Unidas en Nueva York, y cumplió tareas como Jefa de
Gabinete y anteriormente como Jefa Adjunta de Gabinete de Kofi Annan,
entonces Secretario General de las Naciones Unidas. En la CEPAL ocupó
el cargo de Secretaria Ejecutiva Adjunta y Directora de la División de
Medio Ambiente y Asentamientos Humanos. En las Naciones Unidas fue
Coordinadora del Programa de Desarrollo Sostenible de América Latina y
el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
y Coordinadora del Proyecto Ciudadanía Ambiental del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Además, fundó
y dirigió el Consejo de la Tierra, organización no gubernamental con
sede en Costa Rica, encargada del seguimiento de los acuerdos suscritos
en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992. Ha
sido profesora e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de
México y ha publicado numerosos artículos sobre desarrollo sostenible,
políticas públicas, medio ambiente y participación pública. Tiene una
licenciatura en Biología y obtuvo una maestría en Administración Pública
en la Universidad de Harvard. Finalizó los cursos de la maestría en
Ecología e inició estudios de doctorado en Economía en la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Antonio Prado
Economista brasileño especializado en el análisis de los cambios
tecnológicos en la industria y su impacto en el desarrollo económico, el
mercado laboral y las relaciones industriales del Brasil, que desde el
1 de noviembre de 2009 ocupa el cargo de Secretario Ejecutivo Adjunto
de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Previamente se desempeñó como Jefe de Asuntos Gubernamentales de
la Presidencia del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
(BNDES) (2005-2009) y fue asesor del Jefe de Bancada del Gobierno en el
Senado del Brasil (2003-2004). Ha sido también consejero de la Agencia
Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (APEX), la Agencia
Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) y el Centro Celso Furtado, entre
otras instituciones, incluidas algunas organizaciones de la sociedad civil.
Entre 1990 y 2000 fue miembro de la mesa directiva técnica y encargado de
la división de investigación del Departamento Intersindical de Estadística
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 459
Esteban Pérez-Caldentey
Actualmente se desempeña como Jefe de la Unidad de Financiamiento
para el Desarrollo de la División de Desarrollo Económico de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Anteriormente trabajó
en la sede subregional de la CEPAL en México y la sede subregional de la
CEPAL para el Caribe en Trinidad y Tabago, donde se desempeñó como
Oficial de Asuntos Económicos y Coordinador de la Unidad de Economía.
También ha trabajado para el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF). Tiene una maestría y un doctorado de la New School for Social
Research de Nueva York, donde se desempeñó como profesor auxiliar. Ha
sido también docente de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), la
Universidad de Chile y la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (ARCIS).
Es miembro del Comité Editorial de la revista Investigación Económica de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el International
Journal of Political Economy y el Review of Keynesian Economics. Es además
coeditor de la revista World Economic Review.
Daniel Titelman
Licenciado en economía por la Universidad de Los Andes en Colombia,
es también doctor en Economía por la Universidad de California. Posee
además una maestría en Ciencias Políticas de la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO). En la actualidad se desempeña como
Director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Anteriormente fue
Director de la División de Financiamiento para el Desarrollo, así como
Experto en Políticas Monetarias y Financieras y Coordinador de la Unidad
de Estudios Especiales de la CEPAL. Tiene una larga experiencia en temas
macroeconómicos y financieros y ha publicado numerosos informes sobre
la materia. También ha trabajado en temas relativos a financiamiento en
seguridad social, particularmente en salud y reforma de pensiones. Ha
participado en la elaboración de diversos informes institucionales de la
CEPAL en ámbitos relacionados con la macroeconomía, el financiamiento
para el desarrollo y la protección social y ha brindado asistencia técnica a
diversos países de América Latina y el Caribe.
Mario Cimoli
Es Director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y
profesor asociado de Economía en la Universidad Ca’ Foscari de Venecia.
Se doctoró en Economía por la Universidad de Sussex (1992) con una
tesis en que analizó el efecto de las brechas tecnológicas y el comercio
en el crecimiento de las economías en desarrollo. Junto a Giovanni Dosi
y Joseph Stiglitz, es codirector desde 2004 de dos grupos de trabajo de
la Iniciativa para el Diálogo Político de la Universidad de Columbia:
política industrial y regímenes de derechos de propiedad intelectual
para el desarrollo. También ha sido galardonado con el premio Philip
Morris Chair in International Business (2004) en la Escuela de Estudios
Avanzados Santa Ana de la Universidad de Pisa. Dicta conferencias
y publica artículos y libros sobre temas vinculados con las políticas
económicas para el desarrollo, tanto en el ámbito industrial como en de
la ciencia, la innovación y la tecnología.
Gabriel Porcile
Es Oficial de Asuntos Económicos de la División de Desarrollo Productivo
y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL). Tiene una maestría en Ciencias Económicas por la Universidad
Estadual de Campinas (UNICAMP) y un doctorado en Historia Económica
por la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres. Es también
profesor del Departamento de Economía de la Universidad Federal de
Paraná e investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y
Tecnológico (CNPq-Brasil). Ha publicado extensamente sobre temas de
tecnología, crecimiento en América Latina y teorías heterodoxas del
crecimiento. Sus dos últimos trabajos son “Technology, structural change
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 463
Jorge Katz
Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires en 1964 y
doctor en Economía por el Nuffield College de Oxford en 1967. Su tesis de
doctorado “Funciones de producción, inversión extranjera y crecimiento”
fue publicada por North Holland Publishing Company en 1969. Después
de volver a la Argentina, fue nombrado profesor de Economía en
la Universidad de Buenos Aires, donde enseñó sobre organización
industrial y desarrollo económico durante casi dos décadas. Durante ese
período llevó a cabo un proyecto de investigación a largo plazo para la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) sobre el desarrollo de la capacidad
tecnológica en América Latina. Los resultados de este proyecto han
sido publicados en numerosos libros y artículos en español e inglés. En
1994 fue nombrado Director de la División de Desarrollo Productivo y
Empresarial de la CEPAL, cargo que ocupó hasta su jubilación del sistema
de las Naciones Unidas en 2003. Desde entonces, trabaja en la Universidad
de Chile como profesor de desarrollo económico e innovación. Sus
publicaciones incluyen 18 libros sobre cuestiones tecnológicas y el sector
industrial de América Latina y cerca de 80 artículos en revistas científicas.
Luis Bértola
Doctor en Historia Económica por la Universidad de Gotemburgo,
se desempeña como profesor de Historia Económica y Desarrollo en
la Universidad de la República, Uruguay, donde es también jefe de la
Comisión Académica del programa del doctorado. Dirige la Base de
Datos de Historia Económica de América Latina Montevideo-Oxford
y el proyecto Raúl Prebisch y los desafíos del siglo XXI de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Es editor de la
revista Journal of Iberian and Latin American Economic History y miembro del
consejo editorial de muchas otras revistas científicas. Ha impartido cursos
de posgrado y seminarios en varias universidades de todo el mundo.
Sus publicaciones más recientes son dos libros sobre historia económica
latinoamericana: Desarrollo, vaivenes y desigualdad: una historia económica de
América Latina desde la independencia y Dos siglos de transformación productiva
y social en América hispana. Sus temas principales de investigación son el
desarrollo comparativo a largo plazo con enfoque en América Latina,
las instituciones, los cambios técnicos e estructurales, la desigualdad, las
condiciones de vida y las relaciones internacionales.
464 CEPAL
Robert Boyer
Economista francés conocido por ser uno de los principales autores de
la escuela de la regulación. Estudió en la Escuela Politécnica de París, el
Instituto de Estudios Políticos y la Escuela Nacional de Puentes y Calzadas
(ENPC). Actualmente, desempeña diversas actividades científicas y
administrativas, entre ellas, investigador del Instituto Francés para
América Latina (IFAL), socio de la Fundación Unión Europea-América
Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC), economista en el Centro para la
Investigación Económica y sus Aplicaciones (CEPREMAP), director de
investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de
la Escuela Normal Superior (ENS) y director de estudios en la Escuela de
Estudios Superiores en Ciencias Sociales (EHESS). Es también miembro
del Consejo de Análisis Económico, el Consejo Científico del Centro
San Gobain para la Investigación en Economía, el Comité Ejecutivo de
la Sociedad para el Avance de la Socioeconomía (SASE) y el Comité de
Dirección de la Asociación Francesa de Ciencia Económica. Anteriormente
trabajó como investigador asociado del Instituto de Estudios Avanzados
(Wissenschaftskolleg) de Berlín y profesor visitante del Centro
Internacional de Negocio y Política de Copenhague, el Departamento de
posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la
Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Yokohama. En su
libro La teoría de la regulación: un análisis crítico, desarrolla una alternativa
al modelo neoclásico de equilibrio general. Busca comprender cómo
se transforman las estructuras económicas y sociales en el largo plazo,
adoptando una aproximación institucionalista: los fenómenos económicos
solo pueden ser comprendidos a partir de la interdisciplinariedad.
Sonia Montaño
Socióloga boliviana que se desempeñó como Directora de la División de
Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL). Su carrera profesional comenzó en 1983 cuando fundó
y dirigió el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM)
en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde diseñó en 1989 la primera
propuesta de políticas públicas en materia de género. Entre 1993 y 1995
fue Subsecretaria de Asuntos de Género del Ministerio de Desarrollo
Humano de ese país y ha servido como asesora y consultora en varios
países de América Latina. Ha publicado numerosos trabajos sobre políticas
públicas, la ciudadanía y la participación política de las mujeres. La última
publicación bajo su dirección es Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe
2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer en
América Latina y el Caribe.
Neoestructuralismo y corrientes heterodoxas... 465
René Hernández
De nacionalidad mexicana, es doctor en Economía y magíster en Política
Económica por la Universidad de Warwick, Reino Unido. Posee también
una maestría en Desarrollo Económico de la Universidad de Vanderbilt,
Estados Unidos. Actualmente se desempeña como Jefe de Capacitación
y Educación del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación
Económica y Social (ILPES) de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) y Coordinador del Comité Académico. Previamente fue
Economista de la División de Desarrollo Productivo de la CEPAL, donde
centró su actividad en temas de progreso técnico, heterogeneidad y cambio
estructural en América Latina. Es además profesor de la Universidad de
Chile y del Centro de investigación y capacitación económica y social
sobre innovación y tecnología de la Universidad de las Naciones Unidas
en Maastricht (UNU-MERIT) y Coordinador Académico de la Escuela
de Verano sobre Economías Latinoamericanas de la CEPAL. Es autor y
coautor de varios libros y ha realizado numerosas contribuciones a revistas
científicas y académicas especializadas en economía latinoamericana;
colabora también como dictaminador y editor en revistas de economía del
desarrollo. Fue uno de los principales coautores del libro La transformación
productiva 20 años después: viejos problemas, nuevas oportunidades, su más
reciente publicación.
Fernando Porta
Se licenció en Economía Política en la Universidad de Buenos Aires (1970) y
realizó un posgrado en la Universidad de Sussex (1980). Es profesor titular
de la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad de Buenos Aires
e investigador principal del Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo
y Educación Superior (Centro REDES). Es también profesor de posgrado
en diversas universidades de la Argentina y del exterior. Especialista en
economía internacional y economía industrial, trabaja como consultor
para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Es además miembro del Comité
Editorial de la revista Desarrollo Económico y la Revista Iberoamericana de
Ciencia, Tecnología y Sociedad. Dirige también la colección Administración
y Economía de la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado
diversos libros y artículos sobre patrones de especialización y desarrollo,
competitividad internacional, integración económica, el MERCOSUR, la
reestructuración industrial y las estrategias de empresas transnacionales.
Publicaciones recientes de la CEPAL
ECLAC recent publications
www.cepal.org/publicaciones
Copublicaciones / Co-publications
• Decentralization and Reform in Latin America: Improving Intergovernmental Relations, Giorgio Brosio
and Juan Pablo Jiménez (eds.), ECLAC / Edward Elgar Publishing, United Kingdom, 2012, 450 p.
• Sentido de pertenencia en sociedades fragmentadas: América Latina desde una perspectiva global,
Martín Hopenhayn y Ana Sojo (comps.), CEPAL / Siglo Veintiuno, Argentina, 2011, 350 p.
• Las clases medias en América Latina: retrospectiva y nuevas tendencias, Rolando Franco, Martín
Hopenhayn y Arturo León (eds.), CEPAL / Siglo XXI, México, 2010, 412 p.
• Innovation and Economic Development: The Impact of Information and Communication
Technologies in Latin America, Mario Cimoli, André Hofman and Nanno Mulder, ECLAC / Edward
Elgar Publishing, United Kingdom, 2010, 472 p.
Coediciones / Co-editions
• Regional Perspectives on Sustainable Development: Advancing Integration of its Three Dimensions
through Regional Action, ECLAC-ECE-ESCAP-ESCWA, 2014, 114 p.
• Multi-dimensional Review of Uruguay, ECLAC-OECD, 2014, 190 p.
• Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una mirada hacia América Latina
y el Caribe 2014, CEPAL / FAO / IICA, 2013, 220 p.
• Perspectivas económicas de América Latina 2014: logística y competitividad para el desarrollo,
CEPAL/OCDE, 2013, 170 p.
Latin American Economic Outlook 2014: Logistics and Competitiveness for Development, ECLAC/
OECD, 2013, 164 p.
Cuadernos de la CEPAL
101 Redistribuir el cuidado: el desafío de las políticas, Coral Calderón Magaña (coord.), 2013, 460 p.
101 Redistributing care: the policy challenge, Coral Calderón Magaña (coord.), 2013, 420 p.
100 Construyendo autonomía: compromiso e indicadores de género, Karina Batthyáni Dighiero, 2012, 338 p.
99 Si no se cuenta, no cuenta, Diane Alméras y Coral Calderón Magaña (coordinadoras), 2012, 394 p.
98 Macroeconomic cooperation for uncertain times: The REDIMA experience, Rodrigo Cárcamo-Díaz,
2012,164 p.
Notas de población
Revista especializada que publica artículos e informes acerca de las investigaciones más recientes
sobre la dinámica demográfica en la región. También incluye información sobre actividades
científicas y profesionales en el campo de población.
La revista se publica desde 1973 y aparece dos veces al año, en junio y diciembre.
Specialized journal which publishes articles and reports on recent studies of demographic dynamics in
the region. Also includes information on scientific and professional activities in the field of population.
Published since 1973, the journal appears twice a year in June and December.
Las publicaciones de la CEPAL están disponibles en:
ECLAC Publications are available in:
www.cepal.org/publicaciones
Tel. (1-888)254-4286
Fax (1-800)338-4550
Contacto / Contact: [email protected]
Pedidos / Orders: [email protected]
Neoestructuralismo
y corrientes
Desarrollo Económico
heterodoxas en
América Latina
y el Caribe a inicios
del siglo XXI El pensamiento que ha dominado
ALICIA BÁRCENA unilateralmente la ciencia económica
ANTONIO PRADO
Editores desde hace más de cinco décadas se ha
constituido en el centro de un intenso
debate con respecto a su validez y coherencia conceptual y empírica, que
ha puesto en evidencia las limitantes del paradigma dominante para
enfrentar las principales falencias de las economías de libre mercado.
Para América Latina y el Caribe estas falencias tienen, como lo
planteara en su momento el estructuralismo, un carácter estructural.
El neoestructuralismo ha profundizado en los temas tratados en el
estructuralismo, con el fin de mejorar la inserción externa, incrementar
la generación del empleo productivo, reducir la heterogeneidad
estructural y mejorar la distribución del ingreso manteniendo equilibrios
financieros que sustenten estos cambios en la esfera productiva con un
apoyo social y estatal.
Lejos de ser un sistema de pensamiento autocontenido, el
neoestructuralismo es un sistema abierto que se presta a abrir
espacios de diálogo con otras tradiciones de pensamiento que
reconocen las limitaciones del paradigma dominante y se oponen a su
monismo metodológico.
En este libro se propone una mirada renovada sobre el neoestructuralismo
y las corrientes heterodoxas a inicios del siglo XXI. En un contexto marcado
por los impactos de la mayor crisis económica y financiera desde la gran
depresión y por los cambios paradigmáticos a nivel global, pretende abrir
espacios para el debate entre corrientes de pensamiento alternativas,
permitiendo sentar las bases de un desarrollo socioeconómico inclusivo y
ambientalmente sostenible para la región.
LIBROS www.cepal.org
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CEPAL)
ECONOMIC COMMISSION FOR LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN (ECLAC)