Historia de La Devocion A La Virgen Del Valle
Historia de La Devocion A La Virgen Del Valle
Historia de La Devocion A La Virgen Del Valle
Un elemento que España trasplantó a América fue su fe religiosa y, dentro de ella, el culto
y devoción a la Virgen María, principalmente en la advocación de la Inmaculada Concepción.
La política deliberada de la monarquía española de sostener y extender ese culto arraigó de
manera tan sólida que hoy, cuatro siglos más tarde, es uno de sus legados indiscutibles.
Aún hoy no se tiene certeza sobre el origen de la imagen de Nuestra Señora del Valle de
Catamarca. Samuel Lafone Quevedo y Antonio Larrouy estiman que la imagen ya estaba
hacia 1590-1600 en un paraje cercano a la Población del Valle, cuyo nombre era Choya.
Podría haber sido fabricada y adquirida en el Alto Perú y traída por el vecino encomendero
Luis de Medina o por su esposa.
Antes de continuar, debemos recordar que hacia 1591 Juan Ramírez de Velasco fundó la
ciudad de Todos Santos de la Nueva Rioja. A partir de ese evento, se inició el otorgamiento
de mercedes de tierras y encomiendas de indios en el Valle de Catamarca, determinando
el inicio del establecimiento de españoles.
De esta manera, los nombres de Pedro de Maidana y Luis de Medina, que participaron de
la ceremonia de fundación de La Rioja y por ello son beneficiados con mercedes aquí,
empiezan a figurar en la documentación de la época, junto al de Manuel de Salazar, que se
había casado con una pariente de Maidana y recibió una extensión de tierra. Por ese tiempo
se inicia la devoción a una imagen de
la Inmaculada Concepción encontrada
en una gruta de Choya y luego
trasladada a un caserío cercano
llamado Población del Valle, caserío
que no tenía el título jurídico de
ciudad, por no haber sido fundada, y
pertenecía a la jurisdicción de la
ciudad de San Miguel de Tucumán,
que se había fundado en 1565.
Recordemos que la Población del Valle Fresco de O. Orlandi, Catedral Basílica
se ubicaba en el actual San Isidro, en los
alrededores de la Ermita.
Dicen los documentos que el vizcaíno Manuel de Salazar, que ya se encontraba en el Valle
de Catamarca hacia 1615, a través de un indio que estaba a su servicio, tuvo conocimiento
de la existencia de una imagen que recibía cierta veneración por parte de los indios del
pueblo de Choya.
Hacia 1630 los vecinos de la Población del Valle, devotos de la Virgen, levantaron una
sencilla iglesia en la que la imagen permaneció cuatro décadas, hasta que una crecida del
río del Valle arrasó el edificio. Desaparecía así el primer santuario levantado en honor de
Nuestra Señora del Valle. Este templo fue el que visitó el primer peregrino conocido de la
Virgen del Valle, llamado Bernardo Ordóñez de Villaquirán, quien era vecino de la ciudad
de La Rioja.
Según escribe el gobernador Peredo, el Valle de Catamarca poseía sobre todo "la milagrosa
Imagen de Nuestra Señora de la Concepción, a cuyo santuario acuden de varias partes y por dilatados
caminos en romería innumerables gentes"; y en otra carta añade que, habiéndose detenido
cuarenta días en el Valle "por la suma de negocios que ocurrió a su juzgado”, "cuyo tiempo le di
por bien distribuido a la vista de aquel donoso santuario de la Concepción, donde los vecinos de aquella
población, con fervoroso amor nacido de su afecto, acuden en competencia al adorno y lucimiento de
su servicio con sublimes festejos en la celebración de su fiesta, cuya iglesia por mis instancias,
recompensando a un vecino veo conseguido su fin."
"levado de su buena inclinación y devoción al culto divino en la iglesia que tiene sirve de
parroquia en el dicho Valle de Catamarca por encargo de este Gobierno a su costa y con
asistencia personal la ha reedificado y reparado haciéndole unos corredores de buena perfección
y entablando y tejando lo uno y lo otro, con aprobación y alabanza de sus habitadores, que
tiene tanta gente como otra cualquiera ciudad de la provincia. Y se espera de su buen celo que
lo continuará y ocupará en semejantes obras...".
El Obispo de Tucumán Nicolás de Ulloa Hurtado de Mendoza elevó esa iglesia parroquial
y santuario a la categoría de Iglesia Matriz en 1683. Pero Mate de Luna había fundado la
ciudad de San Fernando en la otra margen del río y cuando el poblamiento efectivo se
inició hacia 1695 en el nuevo sitio, hubo que trasladar la Imagen. Esta situación implicaba
la construcción de un nuevo templo. A esta obra se dedicó con esfuerzo el teniente de
gobernador Bartolomé de Castro. Es posible que cuando la imagen de Nuestra Señora del
Valle fue trasladada en procesión desde la antigua Población del Valle, que empezaba a
ser el Valle Viejo, hasta la ciudad de San Fernando de Catamarca, el Valle Nuevo, haya
sido albergada en el nuevo Santuario en construcción. Allí se transformará en un foco de
atracción de peregrinos de la zona y de la región ya que se tienen noticias de peregrinos de
otras jurisdicciones. Este edificio, cuarenta años después, amenazaba ruina, y por esa
razón se lo abandonó. En 1740 se inició la tarea de construcción del nuevo templo, que
fue terminado en 1744. En esta obra tuvo participación efectiva el general Luis José Díaz,
de quien sabemos que estando “en artículo de muerte, sin pulsos, según las que le asistieron... y
estando así moribundo se le concedió el que se le llevase a Nuestra Señora a su casa, la que llevó la
clerecía con aparato y acompañamiento que mejor se pudo, y puesta en un trono que cerca de la cama
se había formado, se mantuvo en él por algún poco de tiempo y en ese ínterin volvió en sí, y sanó
después de pocos días del todo...".
Fue el general Luis José Díaz un importante hombre público del tiempo colonial. Resulta
interesante destacar que, de acuerdo a las fuentes, es la única vez desde la aparición de la
imagen hasta el año 1764, que la imagen de la Virgen del Valle fue trasladada desde la
iglesia matriz hasta un domicilio particular. El templo que ayudó a construir el general
Díaz tuvo un final desdichado. El 6 de diciembre de 1862, al terminar la "Misa de la
Virgen", se desplomó el techo sobre la concurrencia, provocando la muerte de más de
doce personas e hiriendo a muchas otras. Nueve años antes, el 9 de julio de 1853, fray
Mamerto Esquiú había proclamado su famoso sermón de la Constitución. En ese sitio se
levanta la actual Catedral Basílica del Santísimo Sacramento y Santuario de Nuestra
Señora del Valle, obra que inició en la década de 1860 y concluyó en 1875.
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