GUÍA PARA LA AUTOEVALUACIÓN Primero de Filosofia

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GUÍA PARA LA AUTOEVALUACIÓN

Nombre completo: Renán Gamaliel Domínguez Hernández


Edad: 24
Diócesis: Arquidiócesis de Tegucigalpa
Lugar y fecha de nacimiento: Yarula, La Paz, 05/01/2000
Curso: I de Filosofía
Candidatura (Lugar, fecha,
Obispo):___________________________________________________________
Lectorado (Lugar, fecha, Obispo):
____________________________________________________________
Acolitado (Lugar, fecha, Obispo):
_____________________________________________________________
Director espiritual: Padre Patricio Larrosa
Lugar de pastoral y responsable de la pastoral (sacerdote o laico):

Vida humana, afectiva y familiar


1. Situación de salud:
Mi salud física se encuentra en un estado estable. Procuro mantener un estilo de vida
saludable, siguiendo una dieta balanceada y realizando ejercicio regularmente.
Además, confío en la providencia de Dios para mantener mi bienestar.
2. Estabilidad emocional:
Me esfuerzo por mantener una estabilidad emocional sólida, apoyándome en la
oración y la meditación diaria. Cuando enfrento desafíos emocionales, encuentro
consuelo en la fe y en la guía de mis formadores y compañeros.
3. Temperamento:
Mi temperamento es generalmente tranquilo y reflexivo. Busco mantener la calma en
situaciones de tensión y actúo con paciencia, recordando que la paz interior es un
reflejo de la presencia de Dios en mi vida.
4. Relaciones de amistad:
Valoro profundamente las relaciones de amistad que he desarrollado en el seminario.
Estas amistades me fortalecen y me brindan apoyo en mi camino vocacional.
Mantengo relaciones basadas en la confianza, el respeto y el amor fraterno.
5. Valores personales en los que se ha experimentado o no crecimiento:
He experimentado un crecimiento notable en la honestidad, sinceridad y
transparencia. A través de la reflexión constante y la dirección espiritual, también he
mejorado en el manejo de emociones y en el respeto hacia los demás. Sin embargo,
reconozco que la sencillez y la recta intención son áreas en las que continúo
trabajando para perfeccionarme.
6. Presentación personal:
Me esfuerzo por mantener una presentación personal que refleje mi respeto por la
vocación sacerdotal y por los demás. Considero que una apariencia ordenada es un
testimonio silencioso del compromiso con mi llamado.
7. Criterio personal:
Mi criterio personal se basa en los principios del Evangelio y en la enseñanza de la
Iglesia. En la toma de decisiones, busco siempre la voluntad de Dios, apoyándome en
la oración y en el consejo de mis superiores.
8. Vivencia de la afectividad:
Vivo mi afectividad con madurez, orientándola hacia el amor fraterno y el servicio a
los demás. Estoy consciente de la importancia de una afectividad bien integrada en
la vida sacerdotal.
9. Disponibilidad para asumir el celibato:
Me siento plenamente disponible para asumir el celibato como un don y un
compromiso que me permite servir más libremente a Dios y a la Iglesia. El celibato lo
vivo como una expresión de amor y dedicación total a Cristo.
10. Relación con la propia familia:
Mantengo una relación cercana y saludable con mi familia, quienes me apoyan en mi
camino vocacional. Aprecio sus oraciones y su comprensión de mi llamado.
11. Alguna dificultad familiar que sea motivo de preocupación:
Afortunadamente, no tengo ninguna dificultad familiar significativa en este momento
que sea motivo de preocupación. Mi familia se mantiene unida y en paz, lo cual
agradezco a Dios.
12. Responsabilidad en el pago de la cuota mensual (cuánto debo; cuándo
pienso pagar):
Me esfuerzo por cumplir puntualmente con el pago de la cuota mensual.
Actualmente, no tengo deudas pendientes, y planeo continuar gestionando mis
finanzas de manera responsable.
13. Asesoría psicológica:
Además de la asesoría formal en el seminario, durante las vacaciones me reúno con
mi amigo, el Padre Luis Gutierres, quien es psicólogo y tiene una maestría en su
campo. Él me ofrece consejos valiosos como amigo, orientándome en hábitos y
temas fundamentales para mi crecimiento personal y vocacional. Su apoyo ha sido
crucial para mi desarrollo, y aprecio profundamente su acompañamiento en mi
camino.
14. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida humana, afectiva y
familiar:
Deseo seguir profundizando en la sencillez y en la vivencia de la recta intención en
todas mis acciones. Además, quiero fortalecer aún más mi estabilidad emocional,
confiando plenamente en la gracia de Dios para superar cualquier desafío.

1. Situación de salud:
2. Estabilidad emocional:

3. Temperamento:

4. Relaciones de amistad:
5. Valores personales en los que se ha experimentado o no crecimiento (honestidad,
sinceridad, transparencia, sencillez, recta intención, manejo de emociones, respeto
por el otro, buenas maneras):
6. Presentación personal:
7. Criterio personal:
8. Vivencia de la afectividad:
9. Disponibilidad para asumir el celibato:
10. Relación con la propia familia:
11. Alguna dificultad familiar que sea motivo de preocupación:
12. Responsabilidad en el pago de la cuota mensual (cuánto debo; cuándo pienso
pagar):

13. Asesoría psicológica:

14. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida humana, afectiva y familiar:
Vida comunitaria
1. Nivel de integración a la vida grupal, diocesana y comunitaria:
He trabajado activamente para integrarme en la vida grupal y comunitaria,
participando en actividades diocesanas y buscando siempre el bien común. He tenido
aciertos en mi disposición para colaborar y en la creación de un ambiente fraterno. A
veces encuentro desafíos, pero me esfuerzo por superarlos con la ayuda de Dios y el
apoyo de mis compañeros.
2. Capacidad para trabajar en equipo:
Valoro mucho el trabajo en equipo, reconociendo que es fundamental para la vida
sacerdotal. Me esfuerzo por colaborar de manera efectiva, aportando ideas y
apoyando a mis compañeros, siempre con un espíritu de servicio y humildad.
3. Liderazgo comunitario (¿cómo lo utiliza?):
Cuando se me presenta la oportunidad de liderar, lo hago con un enfoque en el
servicio. Mi objetivo es guiar a los demás hacia una mayor unión con Dios y con la
comunidad, promoviendo un ambiente de respeto y colaboración.
4. Puntualidad (en los actos comunitarios y para llegar a tiempo después de
las salidas):
La puntualidad es una virtud que trato de cultivar diariamente. Reconozco su
importancia para la disciplina y el respeto hacia la comunidad, y me esfuerzo por ser
puntual en todas las actividades comunitarias y compromisos.
5. Trato con los compañeros y con los formadores:
Mantengo un trato respetuoso y fraterno con mis compañeros y formadores.
Considero que el respeto mutuo es esencial para una convivencia armónica y para el
crecimiento espiritual y humano dentro del seminario.
6. Disponibilidad para acatar normas y sugerencias:
Estoy siempre dispuesto a acatar las normas del seminario y a recibir sugerencias de
los formadores. Reconozco que la obediencia es clave en mi formación, y la acepto
como una expresión de mi compromiso con la voluntad de Dios.
7. Ejercicio de la obediencia:
La obediencia es una virtud que procuro vivir con sinceridad y dedicación. Acepto las
decisiones de mis superiores con confianza en que ellas me ayudarán a crecer en mi
vocación y en mi camino hacia el sacerdocio.
8. Servicios comunitarios y forma de participación en ellos:
Participo activamente en los servicios comunitarios, viendo en ellos una oportunidad
para servir a los demás y para vivir la caridad fraterna. Me esfuerzo por cumplir mis
responsabilidades con esmero y alegría.
9. Participación en las jornadas de aseo y de áreas verdes:
Participo con entusiasmo en las jornadas de aseo y cuidado de áreas verdes,
reconociendo que estas actividades no solo embellecen nuestro entorno, sino que
también fortalecen la comunidad y nos enseñan el valor del trabajo humilde.
10. Iniciativas de participación en actividades de tipo comunitario:
Procuro ser proactivo en la participación y organización de actividades comunitarias.
Me esfuerzo por contribuir con ideas y apoyo para fortalecer la vida comunitaria y
crear un ambiente de fraternidad y unidad.
11. Uso del celular en ambientes comunitarios:
Soy consciente de la necesidad de moderar el uso del celular en ambientes
comunitarios, para no distraerme ni distraer a los demás. Trato de ser responsable y
respetuoso con este aspecto, limitando su uso a momentos apropiados.
12. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida comunitaria:
Deseo seguir mejorando en mi capacidad para el trabajo en equipo y en la
integración de la vida comunitaria. También quiero profundizar en la vivencia de la
obediencia y la disposición para acatar normas, siempre buscando crecer en
humildad y servicio.

1. Nivel de integración a la vida grupal, diocesana y comunitaria (en concreto,


aciertos, dificultades, búsquedas, esfuerzos):
2. Capacidad para trabajar en equipo:
3. Liderazgo comunitario (¿cómo lo utiliza?):
4. Puntualidad (en los actos comunitarios y para llegar a tiempo después de las
salidas):
5. Trato con los compañeros y con los formadores:
6. Disponibilidad para acatar normas y sugerencias:.
7. Ejercicio de la obediencia:
8. Servicios comunitarios y forma de participación en ellos:
9. Participación en las jornadas de aseo y de áreas verdes:
10. Iniciativas de participación en actividades de tipo comunitario:
11. Uso del celular en ambientes comunitarios:
12. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida comunitaria:

Vida espiritual y litúrgica:


1. Experiencia personal de fe:
Mi experiencia personal de fe es profunda y se nutre a diario a través de la oración y
la meditación de la Palabra de Dios. Siento la presencia de Dios en mi vida de
manera constante, lo cual me llena de gozo y paz.
2. Oración personal:
Dedico tiempo diariamente a la oración personal, buscando momentos de silencio y
recogimiento para dialogar con Dios. La oración es el pilar de mi vida espiritual y me
guía en cada decisión y acción.
3. Participación sacramental (Eucaristía, Reconciliación):
La Eucaristía es el centro de mi vida espiritual, y participo en ella con devoción diaria.
Además, busco el sacramento de la Reconciliación con regularidad, reconociendo su
importancia para mantenerme en gracia y en comunión con Dios.
4. Testimonio personal de oración-acción:
Procuro que mi vida sea un testimonio de oración y acción, reflejando mi fe en cada
uno de mis actos. Intento vivir de acuerdo con el Evangelio y ser un testimonio vivo
del amor de Dios en mi entorno.
5. Prácticas de tipo espiritual para cultivar la propia experiencia de fe:
Practico con devoción el rezo del rosario y la Lectio Divina, además de hacer visitas al
Santísimo y participar en la vida litúrgica de la comunidad. Estas prácticas me
ayudan a profundizar en mi relación con Dios y a fortalecer mi vida espiritual.
6. Amor a la Liturgia de las Horas:
La Liturgia de las Horas es una parte esencial de mi vida diaria. Rezo con amor y
dedicación, viendo en ella una oportunidad para unirme a la oración de la Iglesia y
santificar mi día.
7. Frecuencia en el diálogo con el Director Espiritual (¿Resulta útil?):
Mantengo un diálogo frecuente con mi Director Espiritual, lo cual considero
fundamental para mi crecimiento vocacional y espiritual. Este acompañamiento me
ayuda a discernir mejor la voluntad de Dios en mi vida.
8. Vivencia de la caridad fraterna:
Vivo la caridad fraterna con el deseo de imitar a Cristo, buscando servir a los demás
con humildad y amor. Me esfuerzo por ser un buen hermano para mis compañeros y
por fomentar un ambiente de unidad y paz en la comunidad.
9. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida espiritual:
Quiero profundizar aún más en mi oración personal y en la participación sacramental,
así como en la vivencia de la caridad fraterna. También deseo fortalecer mi amor a la
Liturgia de las Horas, para que cada vez más mi vida esté totalmente centrada en
Dios.

1. Experiencia personal de fe:


2. Oración personal:
3. Participación sacramental (Eucaristía, Reconciliación):
4. Testimonio personal de oración-acción:
5. Prácticas de tipo espiritual para cultivar la propia experiencia de fe (visitas al
Santísimo, amor a la Eucaristía, participación en la vida litúrgica, rezo del rosario;
práctica personal de la Lectio Divina):
5. Amor a la Liturgia de las Horas:
6. Frecuencia en el diálogo con el Director Espiritual (¿Resulta útil?):
7. Vivencia de la caridad fraterna:

8. Aspectos que quiero seguir trabajando en la vida espiritual:

Vida intelectual
1. Capacidad intelectual:
Me considero una persona con una capacidad intelectual adecuada para enfrentar los
estudios en el seminario. Me esfuerzo por comprender y asimilar los conocimientos
necesarios para mi formación sacerdotal, siempre buscando profundizar en la verdad
y en la sabiduría de la Iglesia.
2. Aprovechamiento personal del tiempo de estudio:
Intento aprovechar al máximo el tiempo dedicado al estudio. Planifico mis actividades
para asegurar que tenga suficiente tiempo para estudiar y reflexionar, evitando
distracciones y manteniéndome enfocado en mis metas académicas y espirituales.
3. Método de estudio:
Utilizo un método de estudio estructurado que incluye la lectura comprensiva, la
toma de apuntes y la revisión constante. Me esfuerzo por relacionar lo que aprendo
con mi vida espiritual y pastoral, buscando siempre la aplicación práctica del
conocimiento.
4. Desempeño académico durante el año:
Mi desempeño académico ha sido satisfactorio, logrando cumplir con los objetivos
establecidos para este año. Aunque he encontrado algunos desafíos, he trabajado
diligentemente para superarlos y mejorar mi comprensión de las materias
estudiadas.
5. No asistencia a las clases inclusive con permiso (cuántas y cómo me han
afectado):
He procurado asistir a todas las clases, entendiendo la importancia de la formación
continua. En casos excepcionales en los que he necesitado ausentarme, lo he hecho
con permiso y he tomado medidas para ponerme al día con los temas tratados.
6. Empeño en los estudios (tiempo que dedico cada día al estudio, a la
lectura, a la consulta):
Dedico varias horas al día a los estudios, distribuyendo el tiempo entre la lectura de
los textos asignados, la preparación de trabajos, y la consulta de materiales
adicionales. El estudio es una parte fundamental de mi preparación, y me esfuerzo
por abordarlo con dedicación y constancia.
7. Visitas a la Biblioteca:
Visito la biblioteca con regularidad para complementar mis estudios. La considero un
recurso valioso para profundizar en las materias y para encontrar textos que
enriquezcan mi formación teológica y filosófica.
8. Atención y participación en clases:
Me esfuerzo por mantener una actitud atenta y participativa durante las clases. Hago
preguntas cuando es necesario y contribuyo a las discusiones con el objetivo de
enriquecer tanto mi aprendizaje como el de mis compañeros.
9. Principales éxitos alcanzados:
Uno de mis principales éxitos este año ha sido la mejora en mi capacidad de análisis
crítico, aplicando los conocimientos adquiridos a situaciones prácticas y reflexiones
teológicas. También he logrado una mayor comprensión de los textos fundamentales
de la filosofía y la teología.
10. Principales dificultades encontradas:
He encontrado dificultades en algunos temas complejos de la teología, especialmente
aquellos que requieren un profundo conocimiento de lenguas clásicas. Sin embargo,
he trabajado en superar estos desafíos a través de la consulta con mis profesores y
compañeros.
11. (III Fil y IV Teol). Trabajo Final de Grado: Tema que ha trabajado y en
qué nivel de desarrollo está:
Actualmente estoy en proceso de definir el tema para mi Trabajo Final de Grado.
Estoy considerando enfocarme en un área que combine mi interés en la teología
moral con aspectos pastorales, y estoy en la fase de investigación inicial para
concretar mi enfoque.
12. Aspectos que quiero trabajar en la vida intelectual y áreas del saber
que me atraen especialmente:
Quiero seguir trabajando en mejorar mi comprensión de las lenguas clásicas y en
profundizar en la teología moral. También me atraen especialmente las áreas de la
filosofía práctica y la pastoral, ya que considero que tienen una aplicación directa en
mi futura labor sacerdotal.
1. Capacidad intelectual:

2. Aprovechamiento personal del tiempo de estudio:


3. Método de estudio:
4. Desempeño académico durante el año

5. No asistencia a las clases inclusive con permiso (cuántas y cómo me han


afectado):

6. Empeño en los estudios (tiempo que dedico cada día al estudio, a la lectura, a la
consulta):
7. Visitas a la Biblioteca:

8. Atención y participación en clases:


9. Principales éxitos alcanzados:

10. Principales dificultades encontradas:


11. (III Fil y IV Teol). Trabajo Final de Grado: Tema que ha trabajado y en qué nivel de
desarrollo está,

12. Aspectos que quiero trabajar en la vida intelectual y áreas del saber que me
atraen especialmente:

Vida Apostólica:
1. Lugar donde realiza la pastoral e indicación de las actividades que ha
desempeñado durante este año:
Este año, mi pastoral se ha desarrollado en el Hospital Escuela, un lugar donde he
tenido la oportunidad de estar muy cerca de los que sufren y necesitan apoyo
espiritual. Mis actividades han incluido visitas a los enfermos, ofreciendo oraciones y
consuelo, reflexionando con ellos sobre la Palabra de Dios, y brindando consejos que
fortalezcan su fe y esperanza. También he trabajado en la sección de maternidad,
que está dividida en diferentes áreas, y he conocido a fondo las distintas ramas
médicas, incluyendo la unidad en el último piso dedicada a los pacientes con
VIH/SIDA.
2. ¿Estas actividades, estas prácticas han ayudado a desarrollar el “corazón
pastoral”?:
Sin duda, estas actividades han sido fundamentales para desarrollar mi corazón
pastoral. Estar al lado de quienes atraviesan momentos de gran vulnerabilidad, como
los enfermos y sus familias, me ha enseñado a ser más compasivo y a ver a Cristo en
cada persona que sufre. Este contacto cercano con el dolor humano me ha permitido
profundizar en mi vocación de servir con amor y dedicación, siempre buscando aliviar
no solo el cuerpo, sino también el alma.
3. Caridad apostólica (“celo de almas”):
Mi caridad apostólica se ha visto muy fortalecida a través de este servicio. El deseo
de cuidar y salvar almas se ha intensificado al ver las necesidades espirituales de los
enfermos y de sus familias. Cada oración, cada palabra de consuelo, es una
oportunidad para sembrar esperanza y fe en los corazones de quienes más lo
necesitan, y esto me motiva a continuar con fervor en mi misión.
4. Talentos personales descubiertos en el servicio pastoral:
He descubierto que tengo un don para ofrecer consuelo y acompañamiento
espiritual, especialmente en momentos de crisis. También he desarrollado una
habilidad para conectar con las personas a través de la oración y la reflexión, lo cual
ha sido muy útil en mi trabajo pastoral. Además, mi capacidad para adaptarme a
diferentes contextos, como las distintas secciones del hospital, me ha permitido ser
flexible y efectivo en mi servicio.
5. Disponibilidad para los diversos tipos de trabajo pastoral:
Estoy totalmente disponible para asumir cualquier tipo de trabajo pastoral. El servicio
en el hospital me ha enseñado a estar preparado para diferentes situaciones, desde
el consuelo a una madre en la maternidad hasta la oración con un paciente en una
unidad crítica. Esta experiencia ha reforzado mi disposición a servir donde sea
necesario, siempre con el mismo espíritu de entrega y amor.
6. Preparación del trabajo:
Antes de cada visita al hospital, me preparo tanto espiritual como emocionalmente.
Rezo para que el Espíritu Santo me guíe y me dé las palabras adecuadas para cada
situación. También me informo sobre las diferentes áreas del hospital para poder
entender mejor las necesidades específicas de los pacientes y sus familias.
7. Creatividad, capacidad para comunicar el mensaje:
He procurado ser creativo en mi pastoral, utilizando diferentes formas de oración,
lecturas bíblicas y reflexiones que puedan resonar en el corazón de los enfermos y
sus familias. Esta creatividad es esencial para mantener la esperanza y la fe vivas en
circunstancias que a menudo son muy difíciles.
8. Relación con la comunidad:
Mantengo una relación respetuosa y empática con la comunidad del hospital. He
aprendido a escuchar y a ser paciente, entendiendo que cada persona enfrenta su
dolor de manera diferente. Mi objetivo es ser un apoyo constante y una presencia de
fe que pueda brindar consuelo y esperanza en los momentos más oscuros.
9. Relación con las personas con que se trabaja:
Trabajo bien con el personal del hospital, incluyendo médicos, enfermeras y otros
laicos. Valoro mucho su labor y me esfuerzo por colaborar con ellos en todo lo que
pueda, siempre buscando que nuestro trabajo conjunto beneficie al máximo a los
pacientes.
10. Relación con el párroco y demás compañeros:
Mi relación con el párroco y mis compañeros ha sido positiva y enriquecedora. Hemos
trabajado juntos en diversas iniciativas pastorales dentro del hospital, y he recibido
su apoyo y orientación en mi labor. Esta colaboración ha sido fundamental para el
éxito de nuestra misión.
11. ¿Capacidad de trabajo con los laicos?:
Tengo una buena capacidad para trabajar con los laicos, tanto en el contexto
hospitalario como en la comunidad en general. Valoro sus contribuciones y busco
integrarlos en las actividades pastorales, reconociendo que su participación es clave
para llevar adelante nuestra misión de evangelización y servicio.
12. Valoración personal del trabajo pastoral de este año:
Este año ha sido muy significativo en mi vida pastoral. El trabajo en el hospital me ha
permitido crecer enormemente en mi vocación, al enfrentar de cerca el sufrimiento
humano y al descubrir el poder transformador de la fe y la esperanza. Valoro
profundamente cada experiencia vivida y estoy agradecido por la oportunidad de
haber podido servir de esta manera.
13. Aspectos que quiero trabajar en la vida apostólica:
Quiero seguir profundizando en mi capacidad de consolar y acompañar
espiritualmente a los enfermos y a sus familias. Además, deseo mejorar mi
comprensión de los aspectos psicológicos del sufrimiento para poder ofrecer un
apoyo más completo. También me gustaría seguir desarrollando mi habilidad para
trabajar en equipo con los laicos y otros profesionales del hospital.

1. Lugar donde realiza la pastoral e indicación de las actividades que ha


desempeñado durante este año:

2. ¿Estas actividades, estas prácticas han ayudado a desarrollar el “corazón


pastoral”?:

3. Caridad apostólica (“celo de almas”):

4. Talentos personales descubiertos en el servicio pastoral:

5. Disponibilidad para los diversos tipos de trabajo pastoral:

6. Preparación del trabajo:

7. Creatividad, capacidad para comunicar el mensaje:

8. Relación con la comunidad:


9. Relación con las personas con que se trabaja:

10. Relación con el párroco y demás compañeros:

11. ¿Capacidad de trabajo con los laicos?:

12. Valoración personal del trabajo pastoral de este año:

13. Aspectos que quiero trabajar en la vida apostólica:

Opción Vocacional
1. Situación vocacional actual:
Mi vocación sigue siendo firme y clara. Cada día, me siento más llamado a servir a
Dios como sacerdote. Las experiencias vividas durante este año, especialmente en
mi trabajo pastoral en el Hospital Escuela, han reafirmado mi deseo de entregar mi
vida al servicio de los demás a través del sacerdocio.
2. ¿Ha habido crecimiento en la experiencia vocacional y en la forma de
participación en el propio trabajo formativo?:
Sí, ha habido un crecimiento significativo en mi experiencia vocacional. A través de la
pastoral en el hospital y la guía constante de mis formadores, he madurado en mi
comprensión del sacerdocio y en mi compromiso con mi formación. Siento que he
avanzado en mi capacidad para integrar la formación humana, espiritual, intelectual
y apostólica en mi vida diaria.
3. ¿Elaboré a tiempo mi Proyecto Personal de Vida? ¿Lo he utilizado como
un instrumento de mi crecimiento vocacional?:
Sí, elaboré mi Proyecto Personal de Vida a tiempo, y lo he utilizado activamente como
una herramienta para guiar mi crecimiento vocacional. Este proyecto me ha ayudado
a mantener un enfoque claro y a revisar regularmente mis metas y avances,
asegurándome de que estoy alineado con la voluntad de Dios para mi vida.
4. ¿Hay mayor claridad vocacional?:
Definitivamente, mi claridad vocacional ha aumentado. Las experiencias y reflexiones
de este año han sido cruciales para profundizar en mi discernimiento. Cada vez estoy
más seguro de que el camino del sacerdocio es el que Dios ha dispuesto para mí, y
esto me llena de paz y determinación.
5. ¿Identificado con la vocación diocesana?:
Sí, me siento plenamente identificado con la vocación diocesana. Entiendo la
importancia de estar profundamente arraigado en la vida de la diócesis y de servir a
la comunidad local con dedicación y amor. La vida diocesana me atrae porque me
ofrece la oportunidad de ser un pastor cercano a su pueblo, compartiendo sus
alegrías y desafíos.
6. Relación con el Obispo, con los colegas de Diócesis y con padres del clero
de la Arquidiócesis:
Mantengo una buena relación con el Obispo, así como con los colegas de mi Diócesis
y con los sacerdotes de la Arquidiócesis. He tenido la oportunidad de recibir
orientación y apoyo de ellos, lo cual ha sido muy enriquecedor para mi proceso
formativo. Valoro mucho estas relaciones, ya que me ofrecen un sentido de
pertenencia y me permiten aprender de quienes ya han recorrido este camino.
7. Aspectos que quiero trabajar en mi opción vocacional:
Deseo seguir profundizando en mi discernimiento y en mi relación con Dios,
asegurándome de que cada decisión que tomo está enraizada en la oración y en el
deseo de hacer Su voluntad. También quiero fortalecer mi capacidad para vivir con
mayor entrega y compromiso mi vocación diocesana, integrándome aún más en la
vida de la comunidad a la que serviré en el futuro.

Comentarios personales:
A lo largo de este año, he experimentado un crecimiento profundo en todas las áreas
de mi vida formativa. Estoy agradecido por las oportunidades y desafíos que he
enfrentado, ya que cada uno de ellos me ha acercado más a Dios y a la misión que Él
tiene para mí. Sigo confiando en Su guía y me comprometo a seguir trabajando con
humildad y dedicación en mi camino hacia el sacerdocio.

1. Situación vocacional actual:


2. ¿Ha habido crecimiento en la experiencia vocacional y en la forma de participación
en el propio trabajo formativo?:
3. ¿Elaboré a tiempo mi Proyecto Personal de Vida? ¿Lo he utilizado como un
instrumento de mi crecimiento vocacional?:

3. ¿Hay mayor claridad vocacional?:


4. ¿Identificado con la vocación diocesana?:

5. Relación con el Obispo, con los colegas de Diócesis y con padres del clero de la
Arquidiócesis:
6. Aspectos que quiero trabajar en mi opción vocacional:

Comentarios personales

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