La Música en Bolivia en La Época Colonial
La Música en Bolivia en La Época Colonial
La Música en Bolivia en La Época Colonial
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Carlos V. que permitió un florecimiento artístico cultural sin precedentes hasta fines del siglo
XVIII.
La música barroca como instrumento evangelizador
En Bolivia se han preservado numerosas y voluminosas colecciones con música de la época
de la colonia, y del tiempo de la primera evangelización de los pueblos americanos.
En Sucre hay dos espléndidas colecciones con música que documenta la grandeza e
importancia que la catedral metropolitana e iglesias vecinas han tenido en la vida musical de
aquella época.
La Biblioteca y Archivo Nacionales de Bolivia, guarda más de 1.400 obras polifónicas, en
su mayoría villancicos, que proceden de dicha catedral y de la iglesia de San Felipe Neri.
La segunda, la componen los llamados libros de coro: treinta y cuatro gigantescos libros
(algunos de hasta 20 kilos de peso) con música en canto llano que se practicaba en dicha
catedral.
En las últimas dos décadas, la colección de música que más atención ha recibido, de parte de
investigadores y músicos, es la de las antiguas reducciones de Chiquitos, encontrada en San
Rafael y Santa Ana de Chiquitos, y hoy guardada en Concepción. Más de 5.500 páginas de
música de la época de las reducciones chiquitanas, constituyen el documento más importante
en el mundo, para demostrar el rol que la música ocupó en la evangelización de los pueblos
americanos.
Solamente la colección de música guardada en San Ignacio de Moxos, podría ser igualada en
importancia y significado, con la de Concepción.
Sonata en trío (Anónimo, S. XVIII) – “Archivo Musical de Chiquitos” (AMCh), Bolivia.
(Dos violines y bajo continuo).
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Boccherini. La música instrumental así como la vocal, está sólidamente fundada en el estilo
italiano. En ningún caso las partituras consignan el nombre del autor.”- (Alicia R. Illa).
COMPOSITORES Y MÚSICOS.
Sebastián de León.- A muy pocos años después de la fundación de la ciudad de La Plata,
por el capitán Pedro de Anzúrez de Campo Redondo, trabajó el distinguido músico Sebastián
de León, descendiente de la famosa familia de fabricantes de órganos españoles, por encargo
del Obispo Domingo de Santo Tomás Navarrete instaló un magistral órgano en la catedral
platence, luego en Santo Domingo y en el monasterio de nuestra señora de Remedios.
Fray Roque de San Vicente.- Maestro de capilla del santuario de Copacabana en el
Departamento de La Paz, contó con siete músicos y varios cantores, en la ciudad de La Paz,
existen documentos de la vida musical del religioso agustino.
Juan de la Peña y Hernán García.- Estos españoles se constituyeron en la ciudad de La
Plata, como cultores académicos para la educación musical el año 1568, para enseñar canto,
danza y a tocar la vihuela, a los hijos de las familias de la alta sociedad, juristas, catedráticos,
oidores etc. Luego a un grupo de esforzados interesados con las más severas disciplinas
musicales eclesiásticas formaron niños cantores a partir de los seis años (seises), y
monaguillos.
Gines Fernández.- Hacia 1572-73 dirige este organismo musical, siguiéndole luego
Francisco Días. Y otros del mismo apellido Hernando y Juan. En 1597 contratan al más
importante de los músicos de este periodo, como maestro de capilla a Gutiérrez Fernández
Hidalgo.
Fernández Hidalgo.- De la talla de Victoria, se cuenta entre sus obras un excelente
Magnificat en su cuarto tomo, contó con una colaboración de buenos músicos en la capilla,
como Luís Enríquez maestro de coros, Juan de Minuera presbítero de sobresaliente voz, en
1618 llega a la sede de la Audiencia.
Francisco de Otal.- Soprano castrati que causó sensación en el medio musical religioso
platence, hasta el punto de cobrar el doble o el triple del salario asignado a Fernández
Hidalgo.
Juan Corneta.- Músico indígena encargado de enseñar a tocar instrumentos musicales de
viento: bajones, chirimías y cornetas a los indígenas, para difundir la música sagrada. En la
misma temporada se evidencia que los autóctonos rivalizaban con los criollos españoles.
Baltazar Fernández de los Reyes.- Reconocido organista, hizo funciones de reparador y
afinador, en 1596 arregla los dos órganos catedralicios, adicionándolos registros de
dulzainas.
se sabe que Fernández Hidalgo, envió a Europa una importante colección de sus obras para
su impresión, la que infortunadamente se perdió en la travesía, se sabe también que estuvo
en Bogotá (Colombia) donde se conserva una gran parte de sus obras, luego en Quito
(Ecuador), Lima, Cuzco (Perú).
Pedro Villalobos.- Maestro de capilla de la Plata por varios años fue el único caso que trató
inútilmente de lograr puesto en Lima, alrededor de 1650 cometió el error de renunciar a su
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puesto sin tener aún la confirmación de su nombramiento, a pesar de haber sido considerado
como el mejor músico de entonces, no fue recontratado debido a su avanzada edad, para
enseñar a los niños del coro, quedó perjudicado en este ingrato oficio. Su sucesor fue Antonio
Crespo Bruno, de quién se esperaba mayor actividad en ese rubro, la autoridad catedralicia
no obteniendo lo que deseaba, sino cuatro años más tarde con Juan de Cárdenas y el cantor
Manuel Posadas.
Juan de Araujo.- (1646-1712) Nació en Villa Franca (Oviedo España). Llegó a lima aún
niño acompañado de su padre funcionario de la corte virreynal, en tiempos del virrey Conde
de Lemos, como colegial real estudió en la Universidad de San Marcos de Lima, el virrey
molesto por el espíritu de la independencia que poseía el estudiante, lo desterró de la ciudad
de los virreyes, por órdenes mayores ingresó a la catedral limeña como maestro de capilla.
Araujo vivió los años brillantes de la Plata, durante los gobiernos episcopales de Melchor de
Linán y Cisneros, Cristóbal de Zamora y Castilla, Bartolomé González y Poveda, por último
Juán Queipo de Llano y Valdéz. El auge económico fue tal que el cabildo catedralicio por si
solo ofreció suficiente cantidad de dinero para equipar una flota marina, contra el enemigo
pirata inglés que infestaba las aguas de las costas peruanas, La extraordinaria capacidad de
Araujo en la preparación de los niños cantores (seises) dio como resultado una calidad poco
común a sus conjuntos sonoros, que se traduce en la disposición de las voces en sus obras
confiadas a los tiples que tienen a su cargo interpretar melodías muy altas en la voz aguda.
Escribió música religiosa para la iglesia de San Miguel de La Plata, villancicos y chanzonetas
con sabor popular, "Silencio, pasito", "los Caflades de Estleya" etc. Araujo en su escritura y
su estilo tiene gran parentesco con Tomás de Torrejón y Velasco (1644-1728) que escribió
música colonial en el perú, con estilo barroco español como "Regem cui omnia vivunt",
proporcionaban música religiosa a las iglesias, para los servicios litúrgicos rígidamente
estratificadas en las vísperas, maitines y misas. Interpretó obras de Sebastián Durón, Juán
Hidalgo y el maestro de Puebla (México) Miguel Mateo de Dallo y Llano.
Los argentinos Carmen García Muñoz y Axel Roldón en su libro "Un Archivo Musical
Americano", obtenido en su totalidad del archivo catedralicio platence, presenta un catálogo
de 183 partituras de música americana y alto peruana producidos durante la colonia entre los
años 1683 y 1819. Bernardo Illari de Córdoba Argentina. Master en musicología 1995, dicta
conferencias sobre la música colonial barroca latinoamericana, donde hace mención de los
valiosos datos, número de catálogos, título, folio, época, tonalidad, notación y observaciones
sobre las características de la grafía antigua empleados en la mayoría de las composiciones,
además de su transcripción al sistema teórico moderno para su edición como el villancico
“Silencio pasito” de Araujo.
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negros, y villancicos en lugar de los madrigales europeos. Su actividad musical barroca,
denota que su composición de sus dos misas en Fa M. (kirie, Christe, kirie, gloria, credo y
sanctus), Te Deum de San Ignacio de Moxos para tres voces, fue copiada en 1784 por
copistas potosinos a requerimiento de algunas autoridades eclesiásticas, se descubrió en el
archivo de la catedral de Sucre.
Estanislao Miguel Leyseca.- Maestro de capilla de La Plata, desde 1786 sucediendo a
Franco Revollo trabajó en Oruro y la Paz, al parecer era religioso, usaba el título de doctor,
seguramente en derecho canónico, sus obras para violín son variadas y vigorosas
consecuencia del estilo galante italiano (Rococó), fue traído a América por Roque Cerruti y
Dominico Zipoli.
Antonio Durán de Motta.- Fue llamado por el cabildo platence desde Potosí, para
reemplazar a Araujo, pero éste rechazó el cargo para continuar como maestro de capilla de
la iglesia matríz de la villa Imperial, sin embargo alguna de sus obras se encuentran en el
archivo de la sala capitular de la catedral de Sucre, otras en la colección de Julia Elena Fortun
y algunas en la biblioteca del seminario de San Antonio Abab del Cuzco. Durán parece ser
el iniciador del movimiento de renovación que significó la utilización en forma concertada
de los violines, cuya técnica la denominaron técnica scarlatiana, otros seguidores de esta
renovación fueron: Juan Guerra de Vietma y Blas Tardío de Guzmán en la Plata.
Instrumentos musicales.- Los primeros instrumentos musicales introducidos por los
españoles durante la colonia fueron: las trompetas, pífanos, (flautas) y atabales (tambores),
eran comunes en las expediciones, sus notas daban aliento y marcialidad en la marcha de los
conquistadores, la vihuela muy popular en España llegó como acompañante del español,
cambió de nombre por la guitarra, el violín el fraile de la orden de los ceráficos Francisco
Zolano evangelizó a los nativos, después de atraerlos con los milagrosos sonidos sugestivos
de un violín, el órgano se implantó en las regiones de La Plata, La Paz y Potosí, gestionada
por las órdenes religiosas de mayor importancia. Se intensificó el aporte europeo a través de
calificados artistas, junto a los nuevos instrumentos musicales llegaban también partituras y
libros de música, para la enseñanza individual y colectiva de la población de la nobleza y la
criolla mestiza, hasta llegar a la indígena que llegó a imitar a los instrumentos europeos, con
las fabricadas en la artesanía local que promovieron la música popular. Los Jesuitas
difundieron métodos educacionales para la enseñanza del romance castellano, como las
canciones de cuna, juegos infantiles, villancicos etc. En la música popular profana se
destacan, las tonadas, fandangos, boleros y otros. Los conquistadores y los conquistados, se
influenciaron mutuamente en su sensibilidad artística musical, los nativos fueron atraídos por
las melodías españolas seglares o religiosos, los religiosos en su afán de evangelizar les
hicieron cantar himnos sacros, entonadas en una melodía incaica, como las "misas criollas".
2.3.LA IGLESIA EN SU LABOR PEDAGÓGICA
En la obra "Historia y antología de la literatura", de Edgar Ávila, con referencia a la colonia
dice: "Como era natural, fueron las órdenes religiosas, las que ejercieron un verdadero
monopolio de las labores pedagógicas... quienes sino ellos, los sacerdotes podrán haberse
hecho cargo de impartir instrucción tanto a los españoles, criollos e indígenas".
Los jesuitas, los franciscanos, mercedarios, dominicos se dedicaron a evangelizar a las tribus
de los Chiquitos, el Chaco, Moxos y el Altiplano, donde también enseñaron las artesanías,
cuya actividad se prolongó a todos los pueblos y ciudades de toda la Audiencia de Charcas,
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utilizando la lengua nativa al principio, luego sustituyeron con el castellano. Los religiosos
encargados de las labores pedagógicas efectuaban la enseñanza, con el objetivo de coadyuvar
al establecimiento y la perennidad de una sociedad sumisa al poder español, no permitiendo
el conocimiento de los elementos intelectuales cuestionadores de la validez del orden social
imperante, que favorecían para mantener las diferencias clasistas, no podían proceder de otra
forma, dada su especial mentalidad escolástica, tal instrucción formó una sociedad
marcadamente estratificada:
El hijo del español ensoberbecido en su orgullo racial con muchos privilegios.
El criollo vacilante por su desventaja social reducida por tener sangre indígena por uno de
sus progenitores con menos privilegios.
El indígena esclavizado para trabajar en las minas (mita), en el campo (pongueaje) y los
obrajes (telares).
En este sentido los sacerdotes haciendo diferencias de rango social, dieron el primer paso
hacia la asimilación democrática a través de la instrucción impartida en los colegios y
conventos, que dieron una producción artística, en la arquitectura, escultura, pintura y
música, formando una tradición cultural con matices originales, fusionando los caracteres de
la religión española con las viejas raíces espirituales de la cultura aymara y quechua para
formar los conceptos estéticos de la época, que fueron truncadas con las luchas por la
independencia.
En el siglo XVIII, la situación económica descendió como consecuencia de la caída de la
explotación minera en Potosí, trajo repercusiones económicas negativas, con graves
problemas tributarios, comercio interno y externo, que dieron lugar a la creación del
Virreinato de la Plata con sede en Buenos aires, a la que se incorpora la Audiencia de Charcas
en 1776, a partir de entonces, suceden la parcelación de la economía alto peruana en grandes
unidades provinciales, anquilosamiento (detenerse una cosa en su progreso) del orden social,
la expulsión de los jesuitas por el Papa Clemente XIV partir de 1767. En Charcas en manos
del virrey de Perú Don Manuel Amat y Yunyet, se realizó la expulsión sin escándalo y la
mayor premura en el menor plazo posible ante los ojos atónitos de los indios,
momentáneamente, colegios, universidades y misiones quedaron en gran confusión y
abandono
El movimiento insurreccional indígena por los Katari, en Chayanta, Julián Apaza (Tupac
Katari) en Ayo Ayo, y Tupac Amaru en el norte provocaron levantamientos con
características de una revolución.
Bajo la tutela de la iglesia y de algunos poderosos latifundistas, las artes fueron
desarrollándose como la arquitectura del "Barroco Mestizo", con suntuosas decoraciones en
la ornamentación con representaciones del sol, la luna y las sirenas, con frecuencia en Potosí
los templos de San Lorenzo, Salinas de Yocalla, Manquiri, Cayara, etc. también figura en
retablos en el interior de los templos, identificando el astro sol con Dios padre recuperando
así su antigua categoría de deidad incaica, como lo muestra la iconografía religiosa en muchas
iglesias como la iglesia de Colquepata en (Perú), y Viacha en (La Paz) que cedió ante el "Neo
Clásico", como la catedral de Potosí, obra del lego franciscano Manuel de Sanahuja. En la
pintura, Gaspar de Ríos, prolongó un tanto la gloria del Barroco Mestizo, con una técnica
heredada de Pérez de Olguín.
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En la música, se vislumbra este proceso de cambio mediante dos cultores de primer orden:
Juan Butrón en La Paz; Manuel meza y Carrizo en Chuquisaca, continuaron con la música
sacra con fin de mantener el legado de la tradición de los anteriores periodos, acorde a los
principios neoclásicos de la escuela de Mannheim (escuela alemana moderna de 1750, que
proclama la cantabilidad de la música instrumental).
La concepción musical de Manuel Meza y Carrizo se caracteriza por su escritura violinística
rica y vigorosa, consecuencia inmediata del estilo galante de la escuela italiana - alemana en
donde se anuncia un cierto carácter motivista, como (leiv motiv) especialmente en sus
sistemas populares y folclóricas, en esta época el folclore se manifiesta canalizando sus
características regionales hasta formar su propia expresión musical, comenzando a perfilarse
en base a la adaptación de la escala musical heptatónica de siete sonidos, en íntima fusión
con el pentatonismo regional.
Por la misma razón se transforman los instrumentos musicales en autóctonos construidos
para imitar a los usados por los colonizadores, como el charango (imitación a la guitarra),
con caja de resonancia con el caparazón de quirquincho, los artesanos mestizos e indios
construyeron en diferentes lugares de la región: arpas, flautas, violines y otros.
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