Qué son las ITS
Qué son las ITS
Las ITS son aquellas infecciones que se transmiten principalmente a través de las relaciones
sexuales (de forma oral o penetrativa), pero también es posible que se transmitan a través de transfusiones de
sangre, e incluso de la madre al hijo durante el embarazo, el parto o el periodo de lactancia. La Organización
Mundial de la Salud (1988) consideró que era conveniente dejar de usar el término “enfermedades de
transmisión sexual” (ETS), porque en una enfermedad, por lo general, hay síntomas que son evidentes. En su
lugar, se las denomina ahora “infecciones de transmisión sexual” (ITS), ya que la infección se refiere a que un
virus, una bacteria o un parásito se ha introducido o alojado en el cuerpo de una persona, sin necesariamente
manifestar ningún síntoma visible, o, en otras palabras, sin desarrollar la enfermedad.
Las ITS pueden ser curables o incurables. Las curables se tratan con antibióticos, y las más frecuentes son sífilis,
gonorrea, clamidiasis y tricomoniasis. Algunas infecciones que no tienen cura son las que se transmiten por virus;
sin embargo, estas se pueden controlar siguiendo un tratamiento adecuado y oportuno. Entre ellas están el VIH y el
herpes genital.
3. ¿Qué es el VIH? ¿Es lo mismo que el sida?
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un tipo de ITS, pues no desaparece del organismo. Cuando este
virus ingresa en una persona, pasa por diferentes etapas, siendo que en la etapa final se produce el sida (síndrome
de inmunodeficiencia adquirida). El sida corresponde a la etapa de enfermedad y no tiene cura. De este modo, no
es lo mismo ser portador del VIH y estar enfermo de sida. El VIH ataca el sistema inmunológico, que es el encargado
de defender nuestro cuerpo cuando este es amenazado por algún germen o agente patógeno. Al afectar dicho
sistema de defensa natural, se debilita el organismo. Dado que el virus se expande a gran velocidad, se dificulta su
control. En la actualidad, con el tratamiento antirretroviral, las personas que tienen el VIH pueden vivir muchos años,
hacer una vida normal y no llegar a la etapa del sida. En Estados Unidos, una persona con VIH en la que se detecta
el virus a tiempo y cuenta con tratamiento permanente tiene igual esperanza de vida que una persona sana.
4. ¡Conozcamos otras ITS!
A. ¿Qué es la sífilis?: es una infección de transmisión sexual producida por la bacteria Treponema pallidum. En la
etapa inicial no muestra síntomas visibles, aunque se pueden detectar erupciones o lesiones no dolorosas en la
piel de la zona genital. Sin embargo, si la sífilis no se trata adecuada y oportunamente, esta se vuelve una
enfermedad que incluso podría atacar al sistema nervioso. La sífilis se detecta con un examen de sangre llamado
“prueba serológica para la sífilis” (VDRL). Si se detecta a tiempo, se puede curar y su tratamiento es fácil.
B. ¿Qué es el herpes genital?: se manifiesta con llagas o ampollas incómodas y dolorosas. Estas lesiones se forman
entre 2 a 20 días luego de haber tenido contacto sexual. Estas lesiones desaparecen en un par de semanas,
aproximadamente. Así como el VIH, esta ITS no tiene cura. Habrá periodos en los que no se percibirán síntomas,
pero factores como el estrés o las defensas bajas pueden volver a activarlas. Existen varios exámenes para
detectar el virus del herpes. Estos se realizan en los centros de salud, los cuales también brindan el tratamiento
adecuado.
C. ¿Qué es el cáncer cérvico uterino?: es un cáncer producido por el virus del papiloma humano (VPH), el cual se
transmite por vía sexual y se aloja en el cuello del útero. Es un cáncer imperceptible en un primer momento. En
ese sentido, los síntomas recién empiezan a manifestarse cuando el cáncer está muy avanzado. Estos son
sangrado entre menstruaciones de aspecto muy aguado, dolor durante y luego de las relaciones sexuales,
sumado a un sangrado posterior. La única forma de detectarlo es a través del examen de papanicolaou (PAP).
Las mujeres entre 25 a 64 años deberían hacerse este examen cada año.
5. Signos para reconocer las ITS
Una persona puede tener una ITS y no manifestar síntomas muy evidentes de enfermedad. Por ello, la
transmisión es frecuente, ya que la persona no sabe que tiene la infección y que se la puede transmitir a su
pareja, sea esta estable o eventual. Aunque existen más de 30 tipos de ITS, y cada una tiene nombres y síntomas
particulares, es posible conocer de manera general cuáles son los síntomas y signos que podrían indicar que se
trata de una ITS.
Mujeres Hombres
- Flujo anormal en la vagina con o sin olor desagradable. - Secreción por la uretra.
- Llagas, ronchas o ampollas cerca de los órganos sexuales, del - Llagas, ronchas o ampollas cerca de los
ano o de la boca. órganos sexuales, del ano o de la boca.
- Inflamación de uno o más ganglios cercanos a la llaga. - Inflamación de uno o más ganglios
- Dolor en la zona de la pelvis, en el área entre el ombligo y los cercanos a la llaga.
órganos sexuales. - Dolor en los testículos, inflamación o dolor
- Escozor o picor alrededor de la vagina. alrededor de los órganos sexuales.
- Ardor al orinar o defecar. - Escozor o picor alrededor de los órganos
- Sangrado por la vagina, el cual no se debe a la menstruación o sexuales.
a haber tenido relaciones sexuales. - Ardor y dolor al orinar o defecar.
- Sangrado excesivo durante la menstruación o ausencia de esta.
- Dolor en la vagina durante las relaciones sexuales.
En caso de que se identifique alguno de esos síntomas, es necesario ir a un centro de salud para determinar el
tipo de ITS y el tratamiento que se requiere. A veces, a las personas les resulta difícil ir al médico cuando tienen
una ITS, pues sienten que serán juzgadas o que les preguntarán cómo se la transmitieron. Esto ocurre en mayor
medida en jóvenes; sin embargo, es importante dejar la vergüenza o el temor de lado, pues cuanto más
temprano se identifique una ITS, el tratamiento será más efectivo.
6. ¿Cómo prevenir las ITS?
La abstinencia sexual y el uso de condón son opciones para prevenir tanto las ITS como los embarazos. Pero
ambas posibilidades implican una decisión, muchas veces difícil de asumir: expresa un conocimiento maduro y
responsable. Estar seguro de sí mismo para evitar relaciones sexuales o exigir el uso de condón es consecuencia
de un gran respeto y conocimiento de uno mismo. Esta capacidad de respetarse a sí mismo y de cuidarse
mutuamente debe preocuparnos mucho más que los posibles estereotipos que podamos tener de la forma de
vivir de las personas.
Este es el primer paso antes de pensar en formas de prevención. Por ello, para tener un comportamiento
responsable que evite consecuencias no deseadas, es importante conversar en confianza acerca de las
implicancias tanto físicas como emocionales y afectivas de tener relaciones sexuales. Si se cuenta con pareja, es
importante que ambos se protejan y se cuiden mutuamente. Hay muchos recursos para prevenir las ITS:
informarse acudiendo a centros de salud; conversar abiertamente con padres o tutores, amistades o pareja;
valorarse y cuidarse a sí mismo y a su pareja. En los establecimientos de salud pueden recibir orientación y
consejería gratuita. Cuanto antes se identifique que una persona tiene una ITS o VIH, se podrá iniciar un
tratamiento, el cual, además, en la actualidad es gratuito en los servicios de salud del Estado.