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Pensaran que estoy loca o también que soy una
desagradecida pero ese día realmente desee que a
mi padre le sucediere algo horrible, para nunca más
verlo, nunca más saber del, nunca mas revivir esos
recuerdos terribles que el me provocó. Nose si
coincide con mi moral ese pensamiento pero así lo
sentí. Sentí una ira desenfrenada, un descontrol de
mi propia mente. Estaba cegada de odio hacia ese
ser.
Pensé que iba a cometer una locura, que me
descontrolaría de una manera donde terminaria
siendo incapaz de reconocerme a mi misma. Tenía
ganas de gritar, de romper todo, simplemente
quería arder. La impotencia me impedía pensar con
claridad pero pude controlar mi respiración
desenfrenada.
inhalar exhalar inhalar exhalar. Este acto me sirve
para impedir actuar sin pensar, y también para
resolver mis inconvenientes con la cabeza fría. Me
lo enseño mi hermana cuando tuve mi primer
ataque de ansiedad. Si, fue a los 11 años y todavía
recuerdo la sensación de asfixia que viví ese día. Sin
duda algo traumatizante que no tengo interés en
revivir porque llevo varios meses sin tener un
episodio.
Juntada
No estaría con este mal humor si a luna no se le
hubiese ocurrido salir a dar unas vueltas con Nico y
sus amigos. Tengo que darle gracias al universo ya
que Ciro no va a estar, me dijeron que tenía una
pelea de boxeo o algo así. Tampoco es que me
importe tanto.
Desee poder decirle a mi mejor amiga que pasaba
de esta juntada pero me la puso difícil,
lamentablemente le debía un favor por haberme
ayudado a aprobar inglés en el colegio. Todos
sabemos que nunca me lleve tan bien con un idioma
que no sea el español.
Ya en camino a la plaza donde nos veríamos, Decidí
ponerme un jean para la ocasión. Me queda
bastante holgado pero es cómodo y eso es lo
importante. En la parte superior elegí un corset que,
aunque me hace sentir un poco incómoda, resalta
mi figura de una forma muy bonita.
A medio camino de el trayecto a la plaza donde nos
encontraríamos me tome un segundo para analizar
que no me había traído abrigo. Estamos en pleno
otoño y aunque en el día no haga tanto frío, a la
noche refresca y siempre termino resfriada y y con
dolor de garganta . Desafortunadamente para mi
garganta, no volvimos para recoger una campera
porque ya íbamos a mitad de camino. No quería
molestar pidiéndole a luna volver por un simple
abrigo.
Llegamos a destino aproximadamente a las 11 de la
noche. Mientras bajaba de el taxi me tome el tiempo
de admirar la luna y las estrellas, creo que estas son
una de las cosas más hermosas que existen en
nuestro planeta. Esta noche parecía que brillaban y
resaltaban más que otras veces.
A lo lejos distingo ese pelo rubio que tanto
caracteriza a Nico. Me dirigí junto a luna para allí y
al llegar saludamos a todo el grupo.
Con una sonrisa nico dice
-Por fin, las estábamos esperando- dijo relajado.
Al igual que el pregunto como estaban y inició una
conversación normal y bastante aburrida.
Pasamos una hora sin hacer algo muy interesante,
solo nos sentamos en un banco a charlar sobre
cosas sin importancia, hasta que un amigo de Nico,
llamado Julian, se me acerca de forma silenciosa y
me pregunta
-¿Mañana jugas un partido en el centro de deportes?
Intrigada respondo que si, sin saber muy bien
porque me lo preguntaba así de la nada. Creo que
habíamos entablado dos palabra desde que nos
habíamos conocido hace casi un mes.
-Te lo preguntaba porque mañana teníamos
planeado ir a apoyar a Ciro al centro porque
compite la liga de boxeo local. Si vos jugas capaz
puedo ir a verte antes de que el pelee.- Dijo esta
última frase en un tono diferente… como dándole un
doble sentido que no entendí muy bien. Sin
embargo seguí como si nada.
-Me encantaría que me vayan a ver, Nico ya sabía
que iba a competir así que podes arreglar con él
para ir a verme.
-Genial. No sabía que nico también quería verte, voy
a organizarme y…
Por un momento me desconecté de la charla, sentir
una mirada clavada en mi nuca. Sentí que alguien
me observaba y me di cuenta de que nos habíamos
alejado de el grupo mientras hablábamos con
Julian.
Decido no darle importancia a esa sensación de ser
observada, seguramente no era nada y yo estoy
estoy perseguida.
Estaba a punto de retomar el hilo de la conversación
cuando escucho un sonido familiar, una voz grave y
muy conocida. Ciro, obvio que si.
Me dijeron que no iba a venir, que tenía
entrenamiento los viernes por la noche. No es que
me importe, para nada, me da igual. Me da
absolutamente igual lo que haga o no haga.
Inconsciente me puse nerviosa, sinceramente nose
porque me empecé a sentir así.
El recién llegado saludo a todo el grupo y estos no
parecieron sorprendidos de que el hubiera llegado.
Claro, yo era la única que no sabía que él vendría.
Después de saludar a las cinco personas que
conformaban la ronda, finalmente llegó hasta
adelante mío. Al instante en que se me plantó al
frente sentí su perfume. Una mezcla de vainilla y
fragancia de hombre que me vuelve loca al instante
solo de olerla.