Asesinato de Un Periodista
Asesinato de Un Periodista
Asesinato de Un Periodista
Asesinato de un periodista
HUGO ROPERO Fotgrafo, editor y periodista. Con una extensa carrera en el medio, fue durante la dcada del 90 editor de fotografa de la revista Noticias. Luego del asesinato de Cabezas fue co fundador y director de imagen de El planeta urbano. En EEUU, ya en el siglo 21, fue editor fotogrfico en Accin deportiva, una revista de American Media inc. Es autor tambin de Maldita droga, editada por editorial Norma en el ao 2008.
Asesinato de un periodista
Prlogo
El trabajo de reportero grfico es, dentro del periodismo, la rama ms peligrosa del oficio. Tanto los fotgrafos como los camargrafos son los que estn en la primera lnea, son los ojos de la noticia. La prdida de un compaero es siempre dolorosa pero tiene en el fondo un dejo heroico, ese de haber muerto en el frente de batalla. No cabe duda de que Cabezas fue asesinado por haber hecho aquella foto del empresario postal Alfredo Yabrn durante la temporada del 96. Pero fue el empresario el que orden el crimen? O matar al fotgrafo era el camino para sacar a Yabrn del medio en la puja por el correo y los aeropuertos? La corporacin del grupo Clarn junto al resto de los medios hegemnicos, de los que Perfil formaba parte, haban pintado una imagen de capo mafia en la figura del empresario. Era lgico e inevitable suponer que si mataban al periodista que lo haba fotografiado toda la opinin pblica lo apuntara a l. Pero Yabrn era un estratega; jams haca algo sin primero medir todas las consecuencias. Durante el ao anterior al crimen, cada uno de sus movimientos haba implicado metros de tinta en las publicaciones polticas del pas, en medio del proceso de privatizaciones y endeudamiento que, a mediados de los 90, se encontraba en pleno desarrollo. Era muy poco probable que un hombre que haba construido un imperio cuyos pilares eran el anonimato y la discrecin, asesinara a un periodista en plena temporada de verano, a la vuelta de su casa y de una forma tan cruenta. Lo que sigue es una cronologa de sucesos que rodearon el crimen de Jos Luis Cabezas, narrada desde la perspectiva de un colega y amigo. Esto implica una subjetividad particular, por lo menos en dos sentidos: En primer lugar, se trata de conocer la cocina de aquello que se presenta como la realidad. La revista Noticias, como todos los medios de comunicacin, implicaba a un conjunto de personas tomando decisiones a diario, decisiones guiadas por intereses, que no siempre estaban claros para todos los que de aquel proceso participaban. Por ltimo, y fundamentalmente, el siguiente relato se escribe desde el dolor de haber perdido a un entraable y talentoso amigo, en medio de una serie de hechos cuya resolucin efectiva se parece muy poco a lo que algunos insisten en llamar justicia.
PRIMERA PARTE
2 de octubre
2010
Una camioneta del Servicio Penitenciario Bonaerense se detuvo frente al 2170 de la calle 60 en el barrio platense de Los Hornos cuando se hacan las seis y media de la tarde. Un hombre delgado, canoso y con barba de varios das descendi del vehculo y atraves rpidamente la vereda. Estaba esposado y lo custodiaban dos uniformados. El detenido era un ex comisario de la bonaerense de nombre Gustavo Prellezo a quien la cmara de Dolores haba otorgado ese da el beneficio del arresto domiciliario. Dejaba as la crcel el ltimo de los detenidos por el asesinato de un periodista. Haba sido un crimen brutal. Una puesta en escena de barbarie humana cargada de smbolos mafiosos en la plenitud estival de una temporada en Pinamar. Un fotgrafo de la revista Noticias asignado a cubrir el operativo periodstico de verano en aquel balneario fue la vctima. Se llamaba Jos Luis Cabezas. La imagen que vi en la televisin del auto humeante y el cuerpo calcinado con las piernas hacia afuera me haba perturbado demasiado. Slo se reconocan las botas tejanas que haba comprado en el free shop de Sydney unos meses atrs. En ese entonces yo era editor de fotografa de la publicacin y en consecuencia su superior inmediato. El caso moviliz la sociedad en su conjunto. Se realizaron cientos de marchas a lo largo de todo el territorio nacional en las que se reclamaba justicia bajo el lema: No se olviden de Cabezas. La prensa de todo el mundo se hizo eco del hecho. En nuestro pas, la opinin pblica manipulada por la hegemona meditica carg como una turba sedienta de culpables contra Alfredo Yabrn, un empresario postal muy ligado al gobierno y fbico a las fotos que se jactaba de ser invisible hasta que Noticias mostr su retrato. Eso habra provocado el enojo de Yabrn y ese dbil argumento bast para convertirlo en el mentor intelectual y principal sospechoso del crimen. Luego, tras una investigacin de ribetes circenses, un puado de rateros de Los Hornos y algunos hombres de la bonaerense fueron sindicados como los autores materiales.
Pero el tiempo es devastador y nuestra historia turbulenta. Vinieron los saqueos, la devaluacin, el corralito y hasta tuvimos cinco presidentes en una semana. Aquellas condenas ejemplares que haban sido anunciadas con bombos y platillos se perdieron en el olvido de la opinin pblica. Nadie not que en menos de diez aos casi todos los culpables quedaron en libertad. Tampoco ningn medio dijo o se pregunt quin haba pagado los costos de aquel juicio con abogados de primera lnea que haban usado todos los artilugios legales que estaban a su alcance en pos de un grupete de rufianes de poca monta. O quin haba pagado las fianzas de aquellos asesinos que vivan en la mayor indigencia acaso el empresario que no gustaba de las fotos o l tambin haba sido usado para fabricar una enorme cortina de humo? Estaba claro que ya nos habamos olvidado de Cabezas. El escenario poltico de los noventa era sumamente turbio. La mafia del oro, el escndalo de las coimas de IBM, la venta de armas a Ecuador y Croacia, los atentados contra la comunidad juda y la guerra de las privatizaciones, eran apenas lo que se dejaba ver de una maraa de corrupcin baada de sangre. Testigos muertos antes de declarar, la voladura de un polvorn en Crdoba y hasta la dudosa muerte del hijo del presidente mostraban parte de una realidad siniestra camuflada en los medios con la caza de ricos y famosos. Las noticias policiales faranduleras como el arresto de Maradona o el caso Coppola hacan el espectculo. Programas como Memoria o Medio da con Mauro convertan los hechos en verdaderos circos mediticos. El entonces presidente Carlos Menem se jugaba a una re reeleccin con pocas posibilidades de lograrla. Comenzaba de a poco a perder poder y estos espacios codiciados desataron una feroz guerra poltica. Jos Luis era mi amigo. Un buen tipo. Melanclico, sarcstico, creativo y atrevido. La primera vez que lo vi fue un catorce de julio. Entraba agitado a la oficina de fotografa de la mano de la recepcionista diciendo que traa un material exclusivo. Detrs vena Carlos Lunghi, el director de fotografa, quien se abalanz sobre el negatoscopio muido de una lupa para ver la tira de slides que Cabezas traa. En las fotos se vea a un seor de anteojos
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saludando desde la ventanilla trasera de un vehculo con el vidrio bajo. Nada del otro mundo si no fuera porque esa era la ltima imagen en vida de Miguel ngel Roig, flamante ministro de economa de la primera presidencia de Carlos Menem. Haba muerto ese da de un infarto a poco de salir de un cctel en la Embajada Francesa. Jos Luis era en ese momento el fotgrafo de la sede diplomtica. Ese reflejo periodstico le dio un lugar entre los colaboradores de la editorial. En pocos aos se convertira en uno de los fotgrafos ms importantes del staff. Es por eso es que me llen de indignacin ver por la televisin a Prellezo saliendo de la crcel para cumplir el resto de la condena en su casa. Eso, sumado al hecho de que nunca se sabr quien o quienes fueron los verdaderos responsables del crimen, son las cosas que me empujaron a contar esta historia desde donde me toc vivirla.
1 de enero
1995
El horizonte marino se dejaba ver por momentos, a pesar de la obstinada negrura de la noche. El agua brillaba iluminada por destellantes luces de colores bajo los fuegos de artificio y las ensordecedoras explosiones de los petardos. Era ya una tradicin de todos los fines de ao: asistir a La Prgola, una playa exclusiva de Valeria del Mar, para ver el festival de fuegos chinos y fantasas que organizaba el municipio. Todos los veranos la revista enviaba dos equipos periodsticos a Pinamar para cubrir las alternativas de la temporada. Jos Luis era una pieza fundamental de estos operativos por su capacidad de organizacin, su talento fotogrfico y un carisma que abra todas las puertas y hacia que el personaje ms amargo posara vestido de clown. Ese da el no estaba ah. Me haba pedido permiso para comenzar el ao con su familia en Buenos Aires. Sin embargo se encarg en persona de dejar precisas instrucciones a Patricio Haimovichi, un fotgrafo al que algunas veces contratbamos. La tarea era sencilla,
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no requera de gran pericia ni de altos conocimientos tcnicos. Haba que tirar al bulto. -Sesenta/cinco seis y pum - Le haba dicho Cabezas para luego rematar: - Y no te hagas el artista, mueco, que necesito que se vean bien todos los chabones. Entendiste?El dato era que a ese festejo concurra todos los aos Alfredo Yabrn. El poderoso empresario postal que se mova sutilmente a la sombra del poder, con una particular habilidad para no hacerse ver ni dejar huella. Desde haca ya un tiempo Domingo Cavallo, el ministro de economa, haba sacado a la luz su nombre y lo acusaba pblicamente de manipular al gobierno, en particular a Menem. Esto lo haba convertido en blanco codiciado para la prensa, especialmente para los fotgrafos, ya que nadie conoca su rostro. Martn Lofeudo fue el elegido de la redaccin para acompaar a Patricio. Apenas si haban tenido tiempo para cenar algo por el centro, para ellos la misin era importante. Si tenan xito ganaran muchos puntos en la revista, por eso minuciosamente fueron fotografiando todos los grupos de gente que haba en el lugar. Jos Luis les haba dicho que prestaran principal atencin a los que se reunan en unas gradas que se haban armado para la ocasin. - Creo que los tengo a todos- le dijo Patricio a Martn, quien con un vaso de cerveza en la mano lo mir sonriente y dijo: - Ests seguro de que tenas rollo, boludo? Ambos rieron y se encaminaron hacia el hotel que haca de redaccin a dejar el material. Todava no contbamos con la tecnologa digital y se trabajaba con rollos fotogrficos de diapositivas que deban ser enviados a Buenos Aires por avin. Luego se procesaban en los laboratorios de la editorial, y posteriormente se escaneaban.
2 de enero
1995
Buenos Aires estaba desierta. Al xodo de enero se haba sumado que las fiestas cayeran a mitad de semana. Llegu a la redaccin aquel jueves a la maana y mi escritorio estaba abarrotado de sobres con material proveniente de la costa. Era da de cierre y todos haban llegado temprano. A media maana Lunghi entr a mi oficina mientras yo observaba una produccin de modelos en diminutas tangas proveniente de Punta del Este. - Che Huguito- me dijo, apoyando una mano en mi hombro. Yo levant la vista e invitndolo a mirar contest: - No se puede creer el lomo que tiene esta mina. - En cinco minutos abr una carpeta- dijo sealando la computadora- y busc un archivo que se llama Pinamar. Vas a ver grupos de gente. Hac varios printers de cada foto porque va a venir un tipo a identificar a Yabrn. - Lo pudieron hacer?- pregunt. Carlos respondi con un gesto de incertidumbre. Alrededor de las tres de la tarde se present en la redaccin la persona que identificara las fotos. Hctor D Amico, director de la revista, estaba de impecable camisa a rayas y una vistosa corbata Hermes color rojo obispo. Recibi al desconocido en su despacho. Era un tipo de baja estatura vestido con un saco azul marino de botones dorados y pantalones color crema. Se tom su tiempo para observar las fotos hasta que finalmente con un lpiz graso dibuj un crculo alrededor de la imagen de Yabrn y dijo: - Ac est, es ste. DAmico sin dudar tom el telfono y le pidi a Graciela, su secretaria, que hiciera venir al director de arte. Habamos conseguido la foto. bamos a ser el primer medio en publicar la imagen del misterioso empresario. En la redaccin se comenz a sentir un clima de excitacin muy particular. La gente de diseo tuvo que trabajar durante horas con el photoshop para aislar la imagen de Yabrn del resto de las personas que estaban en la foto. Pasada la medianoche el taller nos envi el primer cromaln de la tapa.
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- Con esto rompemos todo- dijo DAmico mirando la imagen con ojos de regocijo.
4 de enero
1995
El sol de la maana acariciaba suavemente los pinos que rodeaban la residencia de Yabrn aquel sbado de enero. La mucama haba ordenado prolijamente los diarios y revistas sobre la mesa del comedor. - Hijos de puta!- dijo al verse retratado en la tapa de Noticias. Siempre repeta la utopa de que ni en la SIDE tenan una foto suya. Ahora su imagen penda de los techos metlicos de todos los puestos de revistas del pas. Gregorio Ros, su jefe de seguridad, fue quien recibi la mayor descarga de ira de parte del empresario Hacerme esto a m es como pegarme un tiro- le haba dicho. Ros se justific diciendo que aquella noche haba mucha gente viendo el espectculo y que todos los turistas sacaban fotos. Pero don Alfredo solo se calm cuando Wenceslao Bunge, su mano derecha, le hizo comprender que a la larga esto tena que ocurrir en algn momento debido a la exposicin meditica a la que el ministro lo haba arrastrado. Nunca supe quien era ese personaje que marc la foto de Yabrn pero sin duda alguien lo haba entregado. Si lo queran perjudicar lo haban logrado. Para su perfil empresario el anonimato era una herramienta clave. Poda entrar en cualquier despacho sin ser reconocido, poda fingir ser otra persona, poda sentarse en cualquier restaurante sin que nadie supiese quien era a pesar del poder que manejaba.
23 de agosto
1995
Por unos meses la opinin pblica desvi su inters del asunto. El foco de la atencin se centraba entonces en el entorno del
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presidente Menem. Carlos Jnior, su primognito, haba perdido la vida en un dudoso accidente areo. La versin oficial daba cuenta de que Carlitos no haba podido controlar su helicptero al enredarse con los cables de alta tensin. Volaba a baja altura copiando la Ruta nueve hacia Rosario. Sin embargo la aeronave contaba con un sistema para cortar cables en su parte delantera. Eso motiv que se pensara en la posibilidad de un atentado. Varios testigos hablaban de una camioneta que habra disparado sobre el helicptero. La misma Zulema Yoma, madre de Carlitos, se puso al frente de las acusaciones pero desde el gobierno la trataron de loca. A poco de que terminara aquel invierno, la pelea entre Yabrn y Cavallo recrudeci. La privatizacin del correo los enfrentaba en una puja de poder millonaria. Esa maana el ministro se present al congreso y carg contra el empresario durante once horas. En esa oportunidad exhibi documentos que vinculaban a Yabrn y a algunos de sus parientes cercanos a una red de negocios que abarcaban desde varios correos privados a los depsitos aduaneros, pasando por carga y descarga de aviones, transporte y carga de caudales y que llegaba hasta la fabricacin de pasaportes y registros de portacin de armas. Tambin involucr a legisladores, jueces y periodistas en ese esquema. Habl de una mafia enquistada en el poder cuyo alarmante prximo paso sera la concesin del Correo Argentino al empresario postal por parte del Estado. Las empresas Oca, Ocasa y Andreani, atribuidas a Yabrn administraban a esta altura el 37% del total de un paquete que facturaba anualmente alrededor de 450 millones de dlares (pesos). - Cavallo habra afirmado que Alfredo Yabrn podra matarlo. Deca un periodista mirando a cmara en las afueras del recinto. Gabriel Pandolfo y Carlos Russo eran el vicedirector y el editor de informacin general de la revista. Estaban siguiendo las alternativas de la exposicin del ministro a travs de uno de aparatos de televisin instalados en la redaccin. Pandolfo se quit las gafas y mirando a Russo le dijo: - Que poder tiene Yabrn para que este haga esta pirueta!
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- Bueno, mir lo que manejacorreo, aduana, caudales, seguridad y me quedo corto. Respondi Russo frunciendo el ceo. Pandolfo, entrecerrando un ojo como para hacer memoria pregunt: - Qu tenemos?... el tipo se fue a Estados Unidos a operarse Cundo vuelve?, Qu sabs? Russo se puso serio. Pens antes de responder. Se supona que deba estar informado. Mir a los escritorios vacos de sus colaboradores y luego de apretar el labio inferior contra el superior solt un: - Nada. A partir de ah la gente de redaccin se aboc a la tarea de conseguir alguna declaracin de Yabrn. A travs de su vocero Wenceslao Bunge se le hizo llegar un cuestionario que el empresario contest en forma escueta en contraposicin al verborrgico discurso esgrimido por Cavallo en el recinto. Don Alfredo, fiel a su bajo perfil, se desvinculaba de las acusaciones y respondi casi con inocencia cuando se le pregunt: - Por qu existen importantes empresarios periodsticos que temen mencionarlo en sus medios? - No creo que haya un solo periodista que tenga motivos para tenerme miedo. Contando con estas declaraciones DAmico decidi poner al empresario nuevamente en tapa. Se volvi a publicar aquella foto que le habamos tomado en ocasin de los fuegos artificiales.
Noviembre
1995
El departamento de fotografa era una sala de cinco metros por ocho aproximadamente. En su interior haba un largo silln en forma ele en el que los fotgrafos descansaban cuando no estaban de
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nota. El centro del recinto estaba ocupado por un negatoscopio del tamao de una mesa para seis personas en el que cada fotgrafo preeditaba el material de su nota a medida que este iba llegando del laboratorio. Mi escritorio estaba del lado de la nica ventana que haba. Lo comparta con Pedro Guzmn, mi asistente. Pedrito, como le decamos en la editorial, gozaba de una memoria privilegiada y se involucraba totalmente en el funcionamiento integral del departamento. La maana del 3 de noviembre, mientras que yo ojeaba los diarios y beba caf, entr Pedrito a fotografa con ojos de urgencia. Pareca como si el celular lo estuviera arrastrando hacia m. En el telfono el inconfundible acento cordobs de nuestro corresponsal Ramn Verd. - Hugo- me dijo agitado- Estoy en Ro Tercerovol todo a la mierda. no escuchaste nada todava? Le ped a Pedro que pusiera Crnica TV donde, sin mucha informacin, se hablaba de la explosin de un polvorn en la provincia de Crdoba. Lo cierto era que la fbrica militar de Ro Tercero haba desaparecido tras una impresionante deflagracin. Las casas de diez cuadras a la redonda haban sido afectadas en su estructura. Restos de cartuchos y bombas, algunas sin detonar, estaban regados por las veredas y los jardines de las viviendas de la zona. De inmediato enviamos dos equipos al lugar. Era da de cierre, por lo que fletamos una avioneta privada. Pasado el medioda, DAmico me pidi que viajase para coordinar la cobertura. Alquilamos otro avin y le ped a Jos Luis que me acompaara. El aeropuerto de Ro Tercero era una zona de desastre. Grupos de familias estaban dispersos por el hall central, cargando colchones como refugiados. Todos estaban perplejos. Algunos deambulaban buscando entre la gente a sus seres queridos. Haca ya un tiempo se vena investigando una venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, y enseguida se especul con la posibilidad de que la explosin hubiera sido provocada con la finalidad de eliminar pruebas. Jos Luis, mientras caminbamos entre rostros desesperados, me mir con ojos incrdulos y me dijo: - Puede haber un hijo de puta que haga algo as?
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A los pocos das comenzamos a preparar los operativos del verano 96. Cabezas llevaba ya varias temporadas en Pinamar. Debut en el 93 y ah se enamor de la recepcionista del hotel. Yo lo gastaba dicindole que esas eran cosas de novato. - El primer viaje que te mando y te enamors de la primera minita que te dio bola: La recepcionista! Ja ja! Pero el amor fue ms fuerte. Al poco tiempo se divorci de su esposa, con la que tena dos hijos, y finalmente se uni en concubinato con Cristina, que as se llamaba la chica del hotel. Esto lo haba convertido prcticamente en pinamarense ya que la familia de ella era residente del balneario. Era obvio que uno de los temas ms importantes de ese verano iba a ser Yabrn y todo lo que estuviese relacionado con l, pero la revista tena otras secciones. Todos los editores demandaban material periodstico de la costa. Vidriera, moda, personajes, poltica y espectculos deban ser cubiertos por tan slo dos fotgrafos y dos cronistas. Ir de temporada estaba lejos de ser un premio. Haba que trabajar mucho de da y de noche. Lo bueno era la posibilidad que haba de lucirse profesionalmente y tambin la de hacer una diferencia de dinero con las horas extras.
Enero
1996
A Noticias en ese momento la rodeaban todo tipo de operadores polticos y lobistas. Siempre estaba la sospecha de que algunos periodistas reciban sobres para hablar bien de alguien y tambin para dejar de hacerlo. Yo mismo rechac una vez dinero que me ofreci muy sutilmente el secretario privado de Menem a travs de un colega acreditado en la sala de periodistas de presidencia. Debido a que fotografa era un centro neurlgico de la revista, ya que todas las notas pasaban por all, l pretenda que lo mantenga informado de todo lo que se investigaba.
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En ese contexto de coimeros y soplones fue que comenzamos a armar el mapa de la temporada. Si bien en muchos casos la procedencia de la informacin poda ser oscura no dejaba de ser eficaz. Sabamos que Yabrn tena un chalet en Pinamar al que, casi en forma de burla, haba bautizado Narbay, su apellido al revs. Por otro lado tenamos informacin de un hotel de cinco estrellas en construccin y un club de golf que se le atribuan al cartero, como se refera Cabezas al empresario postal. Pero tambin la polica bonaerense estaba en la mira de la revista. Contbamos con el dato de que un grupo de funcionarios de esta fuerza se estaban enriqueciendo desmedidamente en la costa. Se los vinculaba con trfico de drogas, prostitucin, as tambin como de liberar zonas facilitando delitos contra lujosas propiedades de Pinamar, Caril y Valeria del Mar. Por lo que la mochila, aquel verano, sala bastante cargada de origen. A esto haba que sumarle lo impredecible. Las noticias que se producen in situ y hacen el da a da. Durante la temporada Cabezas descoll. Haba alcanzado una madurez profesional importante. Tena una manera muy particular de contar las cosas en imgenes. Sus encuadres se burlaban de la lnea del horizonte y lograba que las modelos volaran o que personajes de la poltica y los negocios se caracterizaran para sus reportajes. El espectro periodstico de su trabajo en la costa haba cubierto una heterognea gama de notas. Producciones con modelos top, entrevistas a polticos y gente de la farndula y hasta un reportaje al empresario postal Oscar Andreani se contaban entre los que considerbamos como posados, es decir, con produccin fotogrfica acordada con el entrevistado. Luego estaban las notas que se realizaban sin ningn acuerdo fotogrfico previo, las de investigacin. Cabezas haba fotografiado una serie de propiedades que se le atribuan a Yabrn y otras tantas a funcionarios policiales. Cabezas no investigaba. Al igual que en los diarios. los reporteros grficos de revistas son un servicio de la redaccin. De all parten las rdenes, los datos y las investigaciones. El fotgrafo es solamente el encargado de ilustrar la nota.
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16 de febrero
1996
Ese viernes comenzaba la ltima quincena de la temporada. El cielo difano y la arena caliente haban atrado a una verdadera multitud de turistas a la costa. Gabriel Michi, el redactor que formaba el equipo periodstico con Cabezas, se paseaba por la playa en ojotas, bermudas anaranjadas y remera blanca. La nariz untada con protector solar y un sombrero tipo piluso con la leyenda I love Pinamar lo hacan pasar desapercibido, como un baista ms. En otro sector de la playa Jos Luis ocultaba bajo una toalla su cmara lista para disparar. Estaba montada a un pequeo teleobjetivo de 500 mm/f 8 del tipo catadiptrico. Era el mejor equipo para afanar fotos. Liviano y fcil de ocultar. Su sistema de espejos enfrentados lograba que la imagen rebotara internamente, en lugar de hacerlo en forma lineal, reduciendo as su tamao. A cien metros podamos tener a una persona de cuerpo entero sin que esta lo percibiera. Resultaba ideal para esconderse entre la gente y la confusin. Ya estaba listo cuando su celular lo sobresalt. nerviosamente y la voz de Michi en el auricular dijo: - Jos, est yendo para el mar, va con la mujer. Cabezas mir hacia las carpas del balneario buscando entre los pasillos a su presa. Alfredo Yabrn apareci caminando relajado y distrado junto a su esposa. No pareca distinguirse de las dems personas. Su nico atuendo era un short de bao a cuadros y hablaba animadamente. Jos lo encuadr y comenz lentamente a buscar el foco y esperar el momento. Le transpiraban las manos y la frente. Pero la adrenalina que le provocaba ese instante de vrtigo se transform de pronto en una rfaga de fotos. Llam a la editorial desde la misma playa. En fotografa lo atendi Pedrito, mi asistente, quien abri la boca en gesto de sorpresa y sin pronunciar palabra me pas el telfono. Se lo oa eufrico a travs del auricular. - Hugo- me dijo Lo hicimos! No saba de qu me hablaba. En ese momento estaba editando el material de Mar del Plata que recin haba llegado. - Qu cagada hicieron?- pregunt
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Atendi
- A Yabrn, boludo! Lo hice a Yabrn! Una pinturita- dijo entre carcajadas -. La foto era espectacular. Me qued un rato observndola cuando lleg a mi escritorio. El foco crtico del catadiptrico haca que la figura del empresario se viera despegada del fondo casi en forma tridimensional. Llam de inmediato a Lungui y le dije: - Carlos, tenemos un fotn! Esa haba sido la frutilla del postre de una exitosa temporada para Cabezas, pero un nuevo y duro golpe bajo para Yabrn.
19 de febrero
1996
Don Alfredo desayunaba tranquilo en su residencia de verano aquella tibia maana de lunes. Estaba a punto de verter un poco ms de jugo de naranjas en el vaso cuando su celular comenz a sonar insistentemente. - Buen da, seor, disculpe que lo interrumpa. - Dijo Wenceslao Bunge del otro lado en tono preocupado. - Acabo de abrir un mail enviado por la gente de la revista Noticias. Adentro tiene un archivo con una fotografa en la que se lo ve claramente a usted caminando con su esposa por las playas de Pinamar. En el texto dice que lograron hacer la foto durante este fin de semana y que si usted le concede una nota a la revista no la publicaran Yabrn se mordi los labios de bronca pero solo dijo: - Reenvemelo ms tarde hablamos. Gregorio Ros vio tambalear de pronto su puesto de jefe de seguridad del empresario cuando este mirndolo con ojos de furia le dijo: - Si tenan un rifle me mataban. para qu mierda te tengo? Los periodistas que vienen en verano son siempre los mismos
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no los conoces todava?... Me dijiste que estaba todo despejado Cmo mierda no vieron tus hombres a esos pelotudos? Pero en el fondo saba que el mismo se haba descuidado. Tena la suficiente cantidad de hombres en sus empresas de seguridad y el suficiente dinero como para seguir paso a paso a cada periodista destinado a Pinamar. Cualquier empresario de poca monta contaba con equipos de espionaje. Los aparatos para capturar llamadas de celulares y telfonos inalmbricos eran los ms modernos; las minicmaras y micrfonos ocultos los ms clsicos. A Yabrn no le hubiera costado nada seguirle los pasos a Cabezas y Michi durante la temporada. Pero sus verdaderas preocupaciones pasaban por otro lado. Cavallo arremeta nuevamente. Esta vez con una serie de carpetas que vinculaban al grupo del empresario con el copamiento de empresas competidoras como Andreani y DHL. Tambin lo acusaba de ordenar un atentado con explosivos contra las oficinas de ENCOTESA. Pareca que queran darle un perfil mafioso y siniestro. Tal es as que Wenceslao Bunge sali al cruce de estas acusaciones diciendo: - Yabrn no es violento juega fuerte. En ese contexto la foto que lo mostrara como a un simple veraneante, paseando por la playa en shorts de bao, lejos de daarlo favorecera su imagen. No era el nico empresario que rehua de las fotos. En el archivo de la revista solo tenamos una imagen que databa de 1977 del hombre ms rico de la Argentina en ese momento; Gregorio Prez Companc. Sin embargo este no era requerido por los medios ya que ningn ministro lo acusaba pblicamente de mafioso. Casualmente ese mismo verano, el 3 de enero, logramos fotografiarlo en ocasin de una reunin que mantuvo con el primer mandatario en la casa rosada. Muchos eran los que decan que el ministro de economa Domingo Cavallo actuaba como lobista de intereses americanos. Se hablaba de relaciones carnales con los EE UU. Insista en instrumentar una ley de patentes que slo hubiera favorecido a los grandes laboratorios de aquel pas. Ahora se vena la privatizacin del correo y Federal Express no quera quedar afuera. Entre los postulantes locales, adems de Yabrn, se encontraban Franco
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Macri y Samuel Liberman. El ministro Cavallo insista en que la licitacin estaba hecha a la medida del cuestionado empresario postal.
4 de julio
1996
Los salones del Club Americano lucan cargados de cintas y ornamentos con los colores de la bandera de los Estados Unidos. Por los ventanales del dcimo piso contrastaba la postal portea con la vista del teatro Coln adelante y el obelisco de fondo iluminados por la luz de gas. Se celebraba la tradicional recepcin para conmemorar otro aniversario de la independencia del pas del norte. Funcionarios y empresarios de ambos pases se haban dado cita en el agasajo. - Nuestra mayor preocupacin est centrada en la participacin de ese sospechoso empresario Alfredo Yabrn en los free shops y los aeropuertos.- le dispar Ronald Godard, el encargado de negocios americanos en nuestro pas, a Gustavo Vivacqua, un funcionario del Ministerio de Economa. Godard haba mantenido, por este tema, una acalorada discusin das atrs con el jefe de gabinete Jorge Rodrguez, quien estaba a cargo de la privatizacin de los aeropuertos. Por su parte, Elizabeth Freidemberg, representante legal de la empresa Federal Express en Buenos aires, tambin expres sus reservas para con Yabran durante la comida: - Nos preocupa la posibilidad de que este seor, que es propietario o controla el treinta por ciento del negocio del correo obtenga con ENCOTESA otro treinta y siete por ciento del mercado.Vivacqua escuchaba atentamente las demandas de garantas en las negociaciones que reclamaban los americanos pero no le qued otro camino que el de hacer de Pilatos: - Yo les sugiero que Federal Express, UPS, y las otras firmas interesadas transmitan por escrito sus objeciones al proyecto y
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se las dirijan a Germn Kammerath en la Secretara de Comunicaciones de la presidencia Economa ya no maneja el proyecto.
8 de agosto
1996
La investigacin del atentado contra la AMIA que llevaba adelante el juez Galeano sindicaba a algunos miembros de la polica de la provincia de Buenos Aires como partcipes necesarios del brutal ataque. Esto se sumaba a distintos episodios de gatillo fcil e inseguridad que se venan registrando con mayor frecuencia en el conurbano. La sensacin general de estar durmiendo con el enemigo fue lo que motiv que nuestro inters periodstico se centrara en aquella fuerza. Carlos Dutil, redactor de informacin general, saboreaba el humo de su pipa mientras contemplaba los objetos de una repisa que haba debajo de un espejo ornamentado al estilo barroco. Un pequeo elefante de plido y lechoso marfil llam su atencin. La diminuta escultura sujetaba en la trompa enroscada un billete de un dlar. Dutil levant la vista y observ por el espejo lo que pasaba a sus espaldas. Cabezas estaba sobre una de las sillas del escritorio del jefe de la polica Bonaerense, Pedro Klodzyck. Este a su vez posaba con su uniforme de gala, mirando seriamente la cmara. A unos metros Anthony Walsh, asistente de fotografa, sostena una caja de luz montada a una lmpara de flash. Todos estaban en lo suyo. Dutil, casi como un nio, tom el billete del elefante y lo guard disimuladamente en el bolsillo superior de su saco. Una expresin gioconda se dibuj en su rostro. - Ah jefe, qudese as, ahora mreme un poco sin mover el rostro, solo con los ojos- deca Cabezas sin quitarse la cmara de la cara. El impecable uniforme del hombre ms poderoso de la bonaerense pareca brillar con los destellos de la luz de flash. Dutil se acerc y dando una bocanada a su pipa pregunt:
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- Juan Jos Ribelli, el comisario procesado por el caso AMIA, es su mano derecha? - Trabaj conmigo, igual que otros dos oficiales que estn en su misma condicin. Klodzyck no se senta muy cmodo con las preguntas que le disparaba el periodista, pero la simpata de Jos Luis haba doblegado la obstinada seriedad del jefe. Finalmente ste los despidi obsequindoles una fina lapicera con ribetes dorados y su nombre y cargo grabados en uno de los lados. Se hicieron las diez y media de la noche. Contra los ventanales de la redaccin golpeaba una fuerte lluvia que haca ver a la calle Corrientes como pintada en acuarela. Haba muchos escritorios vacos a esa hora. Slo faltaba que Dutil terminara de redactar la nota sobre la bonaerense. En fotografa, Pandolfo, Russo y yo acabbamos con lo que quedaba de unas pizzas que habamos encargado en Banchero. Como muestras del banquete las cajas empapadas en aceite y con algn carozo de aceituna mezclado con migajas yacan sobre la mesa del negatoscpio. Cabezas irrumpi empujando la puerta con una de sus piernas. Traa en las manos el material fotogrfico de la entrevista a Klodzyck. El laboratorio no estaba en el mismo edificio. Haba que recorrer dos cuadras hasta Sarmiento para buscar los sobres con las tiras de fotos cortadas y ensobradas. Un cadete se encargaba normalmente de ese trfico interno. Pero Jos Luis no dio tiempo a que cortaran nada. l mismo esper que salieran los rollos de la mquina. A su lado caminaba agitado y con rostro de entusiasmo Anthony Walsh, el asistente. Jos Luis empuj las cajas de pizza con el codo haciendo que una de ellas cayera al piso y desparram las tiras sobre el acrlico blanco. Los cinco nos abalanzamos sobre el material. - Te subiste al escritorio del jefe de la bonaerense? Que guacho! Le dije entre risas. A Cabezas le gustaban los encuadres supinos y se diverta contando como trepaba por los escritorios de personajes de todo tipo. Dutil dej de escribir y se nos acerc exhibiendo el dlar que haba sustrado del despacho del funcionario y dijo:
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- Ja ja! Y yo le afan el billete del elefantito. Russo le dispar una mirada seria y quitndose el cigarrillo de los labios le contest: - Mejor que termines rpido porque te van a venir a buscar y vamos a ir todos presos por un dlar. Dale dale, escrib que no me quiero ir a las diez de la maana. Dutil regres a sentarse frente a su computadora, prendi la pipa y antes de comenzar a escribir mascull entre dientes: - Maldita polica. Pandolfo tom esa frase como la que resuma el espritu de la nota. - Ese es el ttulo- dijo mientras llevaba el material a la oficina de DAmico. - Aquel no te lo va a dejar pasar- respondi por detrs Russo. - Yo me encargo.- sentenci Gabriel y apur el paso perdindose en el pasillo de la redaccin. La nota fue tapa del nmero de esa semana. El rostro de Klodzyck con una expresin tan seria como imperturbable inundaba las calles bajo el ttulo Maldita Polica. El artculo de Dutil era devastador. Daba precisiones de los ms turbios negocios que manejaba la bonaerense. Acusaba adems con documentos y fotos a varios miembros de la cpula policial de un sbito enriquecimiento ilcito. Haba fotos de lujosos chalets, yates y otras propiedades que ostentaban personajes tales como los comisarios Mario Rodrguez, Mario Naldi y Juan Jos Ribelli. Este ltimo, sindicado como partcipe necesario en el atentado que sufriera la sede de AMIA en 1994. Aquella que Duhalde haba sealado como la mejor polica del mundo mostraba as su lado ms oscuro y terrible. Esto oblig al gobernador de la provincia a llevar a cabo una importante purga en las filas de la bonaerense. Al mes de haberse publicado el artculo, Klodzyck fue separado de su cargo.
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Quizs sin quererlo las dos secciones ms importantes de la revista haban generado las condiciones adecuadas para que alguien pudiera planear el siniestro asesinato. Por un lado, poltica nacional, a cargo de Gustavo Gonzlez, se haca eco de las denuncias de Cavallo. Cargaba contra sus denunciados, en especial Yabrn, sin preguntar ni ahondar demasiado en los verdaderos intereses que motivaban a aquel ministro que estaba vendiendo las empresas del pas. Noticias haba logrado desenmascarar al hombre sin rostro. Los enemigos del empresario, en especial el ministro Cavallo, trataban por todos los medios de sindicarlo de mafioso lo que nos dejaba en una frgil situacin de inseguridad. Cualquiera de los que tenan cuentas pendientes con el empresario, que no eran pocos, podra atentar contra la editorial o sus trabajadores con la certeza de que la opinin pblica se lo adjudicara al cartero. Ya haban ocurrido algunos episodios violentos entre custodios, periodistas y familiares del empresario debido al asedio permanente de los medios que trataban de demonizarlo. Estaba claro que si en ese momento asesinaban a un periodista nadie hubiera dudado en creer en la autora de Yabrn. Mucho menos si ese periodista fuese el reportero grfico que haba logrado fotografiarlo. Por otro lado, informacin general, a cargo de Carlos Russo, haba asestado el golpe de gracia a la gestin de Klodzyck denunciando las maniobras ilcitas de sus ms cercanos colaboradores en una cruzada contra la corrupcin. La banda de hampones uniformados del ex jefe de la bonaerense obedeca a los ms estrictos cdigos mafiosos; tanto en sus acciones como en sus mensajes. La devastadora denuncia de Noticias era merecedora de una vendetta ejemplificadora. La revista sumaba as a otro peligroso enemigo. La sed de venganza de unos y la codicia de los otros seran los dos pecados capitales que de a poco fueron tejiendo la dramtica trama.
Septiembre
1996
Yabrn tena todos los atributos de un empresario mafioso. Su vertiginoso y sostenido crecimiento as lo sugera. Haba comenzado como un oscuro empleado de Oca en la poca de la
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dictadura militar para convertirse en la cabeza de un imperio postal en la Argentina menemista. Semejante camino de ascenso hubiera resultado impensable sin negociados infames y las condiciones necesarias para tal fin generadas por miembros de una clase dirigente corrupta. La otrora patria financiera haba logrado extender su dominio sustentndose en una especie de sucedneo donde el poder econmico y el poltico eran indisociables. Por eso no hubiera sido fcil acorralarlo en su terreno. Los hombres de inteligencia que respondan a los intereses y especulaciones de quienes queran quitar del medio al cartero comenzaron a trazar su perfil privado para encontrar un punto dbil. No se le conocan vicios, no fumaba ni beba alcohol y llevaba una vida ordenada y familiar. Estaba casado con Maria Cristina Prez y era padre de tres hijos: Pablo, Mariano y Melina. Quico, como lo llamaban en la intimidad del hogar, prefera rodearse siempre de los suyos tras los muros de su fortaleza en Acassuso. Trataba de pasar lo ms desapercibido posible. Esto ltimo se convertira en su taln de Aquiles. El capricho de Menem por lograr su re reeleccin estaba dividiendo en su seno al partido justicialista. Las pretensiones presidenciales de Duhalde no eran compatibles con los sueos de perpetuidad del primer mandatario. Por otra parte el resto del espectro poltico del pas estaba tratando de formar alianzas para derrotar al justicialismo. Pero las estrategias polticas tenan tambin un lado oscuro y siniestro lleno de operaciones y escaramuzas. El empresario postal era una pieza clave en los negocios turbios de algunos funcionarios del gobierno y en especial de Menem. Si de alguna forma esto poda ser sacado a la luz acabara definitivamente con la ansiada re reeleccin presidencial. La estrategia elegida para hacer que Yabrn pisara en falso haba sido la de exponerlo, difamarlo y acosarlo a travs de los medios corporativos. La vidriera era un lugar al que, sin duda, no estaba acostumbrado. El caldo de cultivo estaba a punto. El hecho de haber sido la nica revista que logr fotografiar al hombre invisible nos converta automticamente en blancos tcitos. Era obvio que eliminar al fotgrafo de Noticias durante la temporada de verano en Pinamar colocara inmediatamente al empresario postal bajo la lupa de la justicia. Por esa razn hubiera sido algo realmente absurdo e infantil el pensar que un estratega como Yabrn poda ordenar semejante atrocidad en aquellas circunstancias. Pero que haba de sus incontables enemigos? En uno de los frentes estaba Cavallo que
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quera postularse como candidato a presidente en el noventa y nueve y trataba de armar sus negocios y su propio espacio poltico. En el otro flanco estaban todos los grupos de empresas, nacionales e internacionales, que pretendan aduearse de los aeropuertos, el negocio postal y la aduana privada. Por ltimo estaba la clase poltica encabezada por Duhalde que quera deshacerse de Menem a cualquier costo. Para algunos Yabrn era un estorbo para otros una herramienta desestabilizadora. Llevarlo ante la justicia lo quitara del medio en los negocios y servira para ensuciar a Menem en el terreno poltico. Cualquiera de estas partes o quizs todas ellas en conjunto podran haber elucubrado la siniestra idea del crimen. La dcada del noventa estuvo plagada de confabulaciones irresolutas. Episodios de violencia con victimas civiles e inocentes cuyas investigaciones se perdieron en confusos laberintos judiciales con la complicidad del oscurantismo meditico. Saber quienes planearon los atentados a la embajada de Israel, la AMIA, el polvorn de Ro Tercero o quien dispar contra el hijo del presidente echara luz sobre los manipuladores y titiriteros que mueven los hilos del poder desde las sombras. Esos que siempre estn en el lugar donde nunca nadie llega. No fueron pocas las personas que, con el transcurso del tiempo, acusaron al comisario mayor Mario chorizo Rodrguez de haber sido el encargado de hacer la logstica del homicidio de Cabezas. No slo porque sus pretensiones para llegar a jefe de la bonaerense se haban visto frustradas tras el certero artculo de Dutil en Noticias, sino tambin porque era conocida su habilidad para fabricar operetas y ratoneras de todo tipo. En la jerga policial se llamaban de ese modo a los operativos armados de antemano; encerronas fabricadas donde los delincuentes generalmente eran abatidos y siempre haba algn prfugo que se lleva el dinero. Sin embargo Rodrguez no hubiera sido capaz por si mismo de elaborar y llevar a cabo un plan tan sofisticado sin la colaboracin del sector poltico para asegurarle proteccin jurdica, y el econmico para financiarlo. Solo haba bastado que se unieran las dos partes. Los que iban contra Yabrn, que disponan de dinero y logstica, con los enemigos de Menem y Noticias, que sumaban en los miembros de la maldita polica a un grupo armado, con capacidad operativa y con un alto conocimiento del terreno.
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Pedro Klodzyck, el otrora hombre ms poderoso de la bonaerense, padeca de un cncer terminal y sus secuaces ms cercanos estaban sumariados por asuntos internos e investigados por la justicia ordinaria. Comprar a un acabado guerrero convaleciente y a un grupo de mercenarios perseguidos, asegurndoles un buen retiro, no fue para nada una tarea difcil an cuando el plan inclua algunas traiciones. Klodzyck recordaba muy bien a Cabezas. Todava senta esa sensacin de haber sido burlado el da de la entrevista. Pero ms all del encono con Noticias, personalmente quera darle una leccin a los medios que metan la nariz en los sucios negocios de la bonaerense. Era el momento oportuno para llevar a cabo una venganza y el plan para inculpar al cartero le daba la coartada perfecta.
Octubre
1996
El caso Coppola acaparaba todos los medios. La historia de sexo y drogas que involucraba al manager de Maradona con el trfico de cocana haba desatado un circo meditico rayano con lo delirante. Samanta Farjat, junto a otras prostitutas que haban sido usadas como carnada, se convirtieron por unas semanas en la principal atraccin de todos los programas de televisin. Noticias no estaba ajena a toda esa parodia y debamos mantener cubiertas todas las alternativas del caso. Fueron das bastante movidos para m, por lo que pens en tomar un descanso. Haca ya dos aos que con mi esposa alquilbamos una quinta en la zona de Pacheco, en la calle Delcase, detrs de la fbrica de Terrabusi. Era un buen refugio para escaparse del estrs y el bullicio de la ciudad. Cabezas haba venido un fin de semana con Cristina y ambos quedaron enamorados de ese lugar. - Cunto pagas por esto? - me haba preguntado. - Cinco mil pesos por ao. - Queee? Yo pago cuatrocientos cincuenta mangos de alquiler por mes por un departamento de dos ambientes y encima tengo expensas.
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Al poco tiempo la quinta que lindaba con la ma se desocup. La casa no era muy grande pero estaba rodeada de un hermoso bosque de pinos. Jos Luis vino a verla y decidi alquilarla. Pero no para ir los fines de semana, sino que rescindi el contrato de su departamento en capital para tomarla como vivienda permanente. Para los primeros das de octubre ya estaban instalados en su nueva morada. Quizs haban precipitado la decisin por la llegada de Candela, una hermosa beba que haba nacido en agosto de ese ao. El feriado por el da de la raza caa en lunes y se nos ocurri aprovechar ese fin de semana largo para organizar un asado e invitar a todos los fotgrafos de la revista, que eran ms de quince entre colaboradores y efectivos. Arreglamos para el domingo, por lo que el sbado fuimos temprano a Unicenter para comprar la carne y las bebidas. De regreso pensamos que podramos organizar algn juego para amenizar la tarde del da siguiente. Elegimos la bsqueda del tesoro y nos abocamos a preparar las pistas para luego esconderlas. Parecamos dos chicos entre los rboles escondiendo papelitos doblados e imaginando situaciones graciosas y rindonos de ellas. Al otro da la asistencia fue perfecta. Vinieron todos con sus respectivas compaeras. El clima obsequi un domingo clido y cristalino. A media tarde, luego del asado nos reunimos en lo que quedaba de una vieja cancha de tenis que haba en el fondo de la quinta. - Che, ven ac, chabn bravo, vos no pusiste- dijo Cabezas entre risas mientras tomaba del brazo a Anthony. Cada uno deba poner dos pesos y el pozo recaudado se lo llevara quien llegara al tesoro. Yo haba hecho de recaudador y con los billetes en la mano dije: - Bueno podemos empezar, ya tenemos un suculento pozo. - De mierda.- remat Cabezas soltando una carcajada.- Estn armadas las parejas? Entonces empecemos. El grupo se desgran en segundos. Los ms atlticos se le animaban a los pinos y trepaban hasta las primeras ramas.
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- Ac hay una!- Grit el bombero Fernndez y todos corrieron hacia l como hormigas al caramelo. A partir de esa primera orientacin se encamino la bsqueda. Beatriz, la mujer de Lungui, fue quien finalmente encontr la ltima pista escondida en un pilar de la entrada. Al anochecer, luego de que se fueran todos los invitados, Jos Luis aviv las brasas que quedaban en la parrilla. Comimos las sobras del asado hasta que el fro de la noche nos oblig a entrar a la cabaa. Cristina estaba durmiendo con Candela pero antes de acostarse haba acomodado unos troncos en la estufa. Yo me encargu de encenderlos valindome de unas pias secas mientras Jos Luis procuraba una botella de whisky JB y dos vasos con hielo. Acomodamos unos almohadones cerca del hogar y nos sentamos en ellos. Los acordes de Las cuatro estaciones de Vivaldi, su msica preferida, sonaban de fondo dando un toque mgico al momento. - Ves Hugo, esto es lo que me hizo dejar ese departamento y venir a vivir ac. Siempre so con una casa con hogar a lea y lugar para que mis hijos corran felices Mi hija mayor dice que me mud a una plaza Sus ojos brillaban como de emocin con los destellos del fuego que abrazaba lentamente los leos de quebracho colorado. El feriado pas y el martes amaneci con una densa neblina. Jos Luis atraves con mucho cuidado la tranquera. La visibilidad era casi nula. Tuvo que descender del vehculo para volver a cerrar el pesado portn de madera. De pronto de la bruma apareci un viejo Ford Taunus color verde botella que se detuvo violentamente levantando una nube de polvo con la frenada. Dos tipos de ropa oscura armados con pistolas saltaron casi al mismo tiempo de su interior. Uno descendi del lado del acompaante y se qued parado con los brazos extendidos apuntando con un arma a Jos Luis. El otro sali por la puerta trasera y se le vino encima gritando: - Quedte quieto, no te muevas! Un tercero se mantena al volante listo para salir en cualquier momento. Jos Luis estaba paralizado por el miedo. No quera siquiera levantar la vista para no ver los rostros de quienes lo atacaban a cara descubierta.
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- Llvense todo, no me hagan nada- alcanz a balbucearEl delincuente le dio un empujn que lo dej sentado en el pasto. Luego subi al Fiat Spazio de Cabezas que estaba con el motor encendido y sali arando. El Ford Taunus lo sigui a corta distancia hasta que los dos se perdieron en la niebla. El auto apareci esa misma tarde a las pocas cuadras. Le haban robado el sistema de audio y el bolso con el equipo fotogrfico que estaba en el asiento trasero. Pudo haber sido un hecho al boleo o quizs ya lo estaban midiendo. Lo cierto es que ese episodio hizo reflexionar a Jos Luis con el tema de la seguridad de su familia. Durante la semana aquel barrio de quintas quedaba prcticamente vaco de moradores y Cristina pasaba mucho tiempo sola con su beba. A los pocos das volvieron atrs la operacin con la inmobiliaria y regresaron a su departamento de la calle Vidt en barrio norte.
6 de Noviembre
1996
Una lluvia torrencial y persistente escurra de a poco la sangre regada sobre el pavimento de la calle Pienovi al cien en el partido de Avellaneda. Esa maana, ms de una docena de hombres armados haban intentado robar en una sucursal del correo privado de Andreani. A las once en punto los delincuentes ingresaron al playn de carga del correo con la intencin de alzarse con los trescientos mil pesos destinados al pago de sueldos. Apenas entraron al lugar fueron sorprendidos por policas que haban rodeado el predio y los estaban esperando al mando del comisario mayor Mario chorizo Rodrguez. Lejos de amedrentarse los malvivientes intentaron huir hacia la calle, pero fue un error. Afuera estaba el grueso de los uniformados, unos cuarenta efectivos de la bonaerense. La balacera fue infernal y el hecho se conoci en los medios como la masacre de Andreani. Seis ladrones, un rehn y dos policas muertos fue el resultado que dej el frustrado asalto que automticamente pas a convertirse en el episodio con ms vctimas de la historia policial argentina.
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Haca ms de un mes que Duhalde haba iniciado una demorada purga en las filas de la bonaerense. Comenz primero con el pase a retiro de Klodzyck junto a nueve comisarios generales. Ms tarde orden que se iniciara una investigacin en torno a un grupo de cuestionados oficiales de alto rango. El primero en la lista era el jefe de la unidad regional de Lans, comisario mayor Mario Rodrguez alias El chorizo. Carlos Dutil haba mencionado a Rodrguez en su investigacin publicada en la revista Noticias del 10 de agosto bajo el nombre de maldita polica. En aquella nota describa la particular y estrecha relacin de Rodrguez con el presidente de la cmara de diputados, Alberto Pierri y tambin con el gobernador Duhalde. Sin embargo durante los ltimos das de octubre comenzaron a circular rumores sobre un posible pase a retiro para Rodrguez. El comisario mayor pens que su carrera policial corra peligro y crea que deba hacer algo para ganar prestigio e imagen dentro de la fuerza y tambin en la opinin publica. Fue ah que decidi montar una espectacular ratonera. Un par de semanas antes del sanguinario hecho, un sargento de la bonaerense llamado Domingo Schiliase haba participado en una reunin entre el oficial Arturo lvarez, un viejo conocido del Chorizo, y un sujeto al que a veces la polica usaba de sopln. En esa oportunidad el informante les revel que se estaba armando un plan para asaltar la sucursal de Andreani en Avellaneda. Tambin les dijo que los delincuentes lo haban reclutado para que les consiguiera algunas armas largas y uniformes de la empresa que iba a ser blanco del robo. El oficial lvarez crey que los datos brindados por el buchn en esa oportunidad eran muy importantes y decidi llevarlo ante el comisario mayor Rodrguez. La reunin con el Chorizo se realiz en la Unidad Regional de Lans. En ese encuentro el informante hizo un pacto con el comisario y le dio los nombres de las personas que planeaban el atraco. A cambio de la informacin Rodrguez le facilit las armas y los uniformes que el buchn se haba comprometido a conseguir. Esta era la manera de combatir el delito que tenan el Chorizo y la banda de criminales uniformados que se haba enquistado en las filas de la bonaerense. Sumaban estadsticas armando operativos truchos y ratoneras. Pero en esta oportunidad a Rodrguez las cosas se le haban ido de las manos ya que entre los muertos se encontraba un rehn. Un joven de veintids aos cuyo nombre era Marcelo Vzquez. El mismo sargento Domingo Schiliase,
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mostrndose arrepentido, fue quien cont en su declaracin los detalles del hecho a la jueza de Lomas de Zamora Dra. Silvia Gonzlez.
19 de Noviembre
1996
El mate de palo santo enchapado en aluminio se dibujaba muy distorsionado sobre la carcasa de un termo metlico. Algunas migajas de bizcochuelo danzaban al borde del escritorio siguiendo el ritmo de un destartalado ventilador de techo. Pedro La liebre Gmez esperaba reclinado en su silln de cuero con apoyabrazos de madera la llegada de Gustavo Prellezo, el comisario de Valeria del Mar. Klodzyck saba que el verdugo deba ser alguien que tuviera una estrecha relacin con el entorno de seguridad de Yabrn. La Liebre Gmez sugiri el nombre de Prellezo, quien haba sido su segundo en la comisara de Pinamar y con el que haba tenido algunas diferencias. La amistad de Prellezo con Gregorio Ros, que en algn momento haban alertado a Gmez de sus desmedidas ambiciones, sera ahora el eslabn necesario para cerrar la cadena. Prellezo lleg quince minutos ms tarde de lo pactado pero igual la Liebre dibuj su mejor sonrisa al verlo y lo invit a matear con l. El polica trataba de adivinar que querra Gmez de l mientras observaba las burbujas de espuma que se formaban en la yerba humeante. - Gustavo- dijo Gmez- te hice venir porque tenemos que hacer un trabajo y el jefe te pidi a vos especialmente para que colabores con el grupo. El grupo al que se refera la Liebre era la cofrada cercana a Klodzyck. Formar parte de esta elite era algo ambicionado desde haca tiempo por Prellezo y Gmez lo saba. Como tambin saba que este se comunicaba peridicamente con Gregorio Ros. Gmez dio algunos detalles de la operacin a Prellezo. Tambin le habl de las extras que cobrara si todo sala bien. Pero recin al
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ver un sincero convencimiento en los ojos del oficial fue que abri el juego y dijo: - Vos lo conocs al tipo, es el fotgrafo de Noticias el que le hizo la foto a Yabrn en la playa - Ah! S, ya s quien es. - Tom - dijo Gmez y le extendi un papel donde haba anotado el nombre completo de Jos Luis. - Necesito que le pidas a Silvia los antecedentes del tipo para empezar a trabajar. El comisario se refera a Silvia Velawsky, la esposa de Prellezo, que tambin era oficial de la bonaerense y trabajaba en el departamento de polica de La Plata dentro de la Direccin de Servicios Sociales. Las instrucciones que le dio Gmez a Prellezo fueron claras. Deba reclutar a un grupo matones que seran la mano de obra para ejecutar el crimen. El arma homicida le sera entregada por Jorge Cabezas en una reunin que se llevara a cabo pasada la Navidad, durante la cul se deban ajustar todas las piezas del macabro designio. En este tipo de operativos, la banda de policas trabajaba en forma celular. Cada miembro saba cual era su participacin y nada ms. Por eso Prellezo no se molest en preguntar quin pagaba el trabajo ni cules eran los motivos por los que deban matar a Cabezas. Con la inclusin de Prellezo la participacin policial ya estaba cubierta.
21 de noviembre
1996
Casi al finalizar un da de cierre, cuando slo faltaban algunos detalles para ultimar el nmero, Pandolfo me llam a su oficina. Quera que lo ayudara con la lista de periodistas que iran a la costa el verano venidero. Haca tiempo que Pandy, como lo llambamos en confianza, andaba detrs de una fotgrafa de mi equipo, Anita
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Guilligan, una bonita veinteaera de cabellera rubia y esbelta figura. Seguramente le haba hecho un par de promesas imprudentes y ahora me peda que la tratara de ubicar en Pinamar. - No hay problema, estaba entre los candidatos le contest Recin lo vi a Cabezas no quers que lo llame as cerramos Pinamar? - Dale, yo pido algo en el bar - contest mientras digitaba un nmero en el telfono. En fotografa Pedrito me dijo que Jos Luis recin haba bajado al caf de la esquina. - Debe estar en el ascensor quiere que lo llame? - Si llamlo al celu y decle que venga a lo de Pandolfo que lo vamos a invitar con algo. No pasaron ms de cinco minutos antes de que llegara Cabezas. Detrs de l entraba Ral, el mozo del bar. Traa tres cafs, tres cocas y tres vasos con hielo. Cuando termin de acomodar el pedido mir con ojos cmplices a Pandolfo y este, hacindole un guio, le dijo: - Cerr bien la puerta. Pandolfo tom uno de los pocillos de caf y, ante la mirada atnita de Cabezas, volc su contenido en uno de los vasos con hielo. - Par! Qu haces? Te volviste loco? - No queras un Fernet?- le dijo- Viene as porque a Fontevecchia no le gusta que se beba alcohol durante el horario de trabajo. - Perdn?- dijo con ojos de asombro- son las 10 de la noche, hasta qu hora es eso? Los tres sonremos por la irona. - Cmo te ves en Pinamar?
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Pregunt Pandolfo echndose sobre el respaldo de su silln. Cabezas, como haca siempre, comenz a presionarnos con el tema de los viticos diarios. Deca que si no los mejoraban ese ao no viajara. El otro asunto que le preocupaba era quien sera el segundo fotgrafo. Jos Luis pretenda que fuese Guillermo Cantn. Le dije que haramos gestiones con la administracin para mejorar el vitico pero prefer no hablar de la fotgrafa en ese momento y solo deslice un: - Veremos. La ventana de la oficina daba a la calle Talcahuano. A menos de quince metros, de la mano de enfrente, veamos otras oficinas con tanta claridad como se vean las nuestras. Algunas, curiosamente, permanecan activas hasta altas horas de la noche al unsono con nuestros horarios de cierre. Estbamos muy expuestos y ramos extremadamente confiados e inocentes. Jams se nos hubiera cruzado por la cabeza que podran estar hacindonos inteligencia, o que podan escuchar nuestras conversaciones. Creamos en la fantasa de la libertad de prensa que el menemismo nos venda junto con el cuento del uno a uno y la estabilidad econmica. Esa noche Cabezas lleg cansado a su casa. Salud a Cristina y pregunt: - Hola pjaro, escuchaste los mensajes? - No, recin llego, fui al sper y al Laverap - contest Cristina desde la cocina. Jos Luis activ el contestador y la cinta retrocedi para luego reproducir su contenido. Pip. - Jos Luis, ests ah?- dijo la inconfundible voz de Norma, su madre. Llamme cuando puedas.
Pip. - Con esa foto me cagaste la vida a m y a mi familia- Solt de pronto una voz oscura y difusa por el pequeo parlante para luego rematar:- me las vas a pagar. Pip. Cristina se asom por la puerta desde la cocina y pregunto:
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- Qu fue eso Jos? Quin era? - Ni idea- contest encogindose de hombros para destacar su ignorancia- esper que lo paso de nuevo. Cabezas no hizo comentario alguno sobre la llamada. A los pocos das lo mand por una semana a Sidney, Australia. El viaje era para cubrir una serie de eventos a los que la embajada de aquel pas nos haba invitado junto a otros medios.
Noviembre - Pinamar
1996
A excepcin del comisario Gmez, los policas involucrados desconocan que el plan era acusar al empresario a travs de los cruces telefnicos hechos por un novedoso programa informtico especializado. Crean que se investigara como cualquier crimen con pistas que ellos mismos plantaran y seran los responsables de investigar. Para eso necesitaran un chivo expiatorio alguien a quien acusar y usar de coartada. Jorge Cabezas era un oficial de la bonaerense que prestaba servicio en el destacamento de Mar del Tuy. Desde haca un tiempo la Direccin de Asuntos Internos vena investigndolo. Las acusaciones que caan sobre l eran las de enriquecimiento ilcito y la de canjear vehculos robados por cocana. Este ltimo negocio no pudo ser probado ante la justicia. Sin embargo, era de pblico conocimiento que Jorge Cabezas tena vinculacin con una banda de Mar del Plata dedicada a la prostitucin y el trfico de drogas. Su lder era Margarita Di Tullio alias: Pepita la pistolera. Se haba ganado ese mote luego de que liquidara a balazos a tres supuestos atacantes en un confuso episodio haca ya mas de diez aos. Tambin era conocida en el puerto de Mar del Plata por regentear un par de prostbulos sobre la 12 de octubre. La relacin entre Margarita Di Tullio y el oficial Jorge Cabezas no estaba hacia fines de 1996 en su mejor momento. No haban sido pocos los que la oyeron vociferar refirindose a su antiguo socio: - Ese Cabezas me tiene harta, lo voy a hacer cagar.
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La llamativa homonimia no haba pasado desapercibida a los odos de quienes, por otro lado, estaban trabajando en el plan para asesinar precisamente a Cabezas. Si Pepita tena un enemigo que se llamaba Cabezas, solo faltaba que se le pudiera plantar algo que la involucrara en el crimen de Jos Luis, como por ejemplo: el arma homicida para luego hacer circular la versin de que los sicarios de pepita se haban equivocado de hombre. Eso fue lo que hizo que Jorge Cabezas pensara en Carlos Redruello, un buchn que se mezclaba entre hampones y policas segn hacia donde soplara el viento. El oficial saba que Redruello conoca a un tal Dominichetti, miembro de la banda de Pepita y con quien este haba estado en prisin durante un tiempo. Si Redruello poda llegar a infiltrarse en el entorno de Margarita di Tullio habra entonces muchas posibilidades de incriminarla. Por otra parte al oficial Jorge Cabezas no le importaba salir a la luz pblica mostrndose como casi vctima de su ex socia; no tena nada que perder. Estaba sumariado internamente y hasta la DEA lo investigaba. Con la promesa de archivar sus causas y un buen puado de dlares habra bastado para convencerlo.
1996
El aire acondicionado haba vuelto a colapsar debido al intenso calor. Eran las tres de la tarde y la trmica llegaba a los treinta y cuatro grados. Pedro y yo escuchbamos a un fotgrafo que nos hablaba de las maravillas de unas cajas de luces plegables, ideales para las entrevistas. Estuvo varios minutos tratando de armar el artefacto a modo de demostracin hasta que de pronto irrumpi Jos Luis en la sala y dijo: - Ome Negro, el chabn ya se muri de viejo para cuando vos termins de armar eso. Ja ja! Mir a Cabezas, recin llegado de viaje y lo primero que not era que estaba calzado con unas flamantes y llamativas botas de estilo tejano.
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- Pero mir vos que botitas jaileifes se trajo el tipo- Le dije mientras me paraba para saludarlo -Mmm perfumito francs, a vos no te va nada mal gorditoJos Luis ri y me dijo: - Free shop de Sidney, pap. Pedrito segua la escena parado detrs de mi silln como Impaglione en El banquete de Severo Arcngelo. Lo mir buscando complicidad y le dije: - Hijos de puta, los mando a conocer el mundo mientras que yo tengo que estar detrs de este maldito escritorio escuchando cmo se quejan. Si al menos me trajeran la botellita de vino del avin pero nada ni eso. A lo que Pedro remat: - Son todos iguales. Pandolfo pasaba para su oficina y cuando vio que Cabezas haba regresado entr a fotografa para saludarlo. - Qu hacs, ya volviste? le dijo- Sabs que te vas el quince con Michi? Sin esperar la respuesta de Jos Luis, mir para mi escritorio y continu diciendo: - Hugo, ubicme las fotos de Cavallo en el Congreso- luego dio media vuelta y sigui su camino. Cabezas me mir con ojos inquisidores y pregunt: - Y con quin ms voy? - Con Anita - le contest en forma ligera, como pretendiendo infantilmente que no se diera cuenta. - Uh no! Le falta experiencia. Despus tengo que cargar yo con la piba Por qu no viene Canton? - Cantn no puede. Ya lo charl con Gabriel mir Joselo-, le dije poniendo mi mano en su hombro
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- Esto tambin es un negocio y nos conviene que viaje Anita porque es colaboradora, tiene ganas de aprender y nos sale mucho ms barato. Aparte vos lo mandaras a Canton de guardia a Ku a las dos de la maana porque esta Chiwy del Corral con menganita? Seguro que no, pero a la piba s entends? Menos problemas, menos gasto y las cosas cubiertas, Ok? - Ok - dijo refunfuando y luego continu: - Che, mientras estaba de viaje Cristina recibi una llamada de un tipo que dice que yo le arruin la vida con una foto, que le cagu a la familia y que s yo hace un tiempo yo haba escuchado un mensaje parecido en el contestador No tengo idea de quin pueda ser. - A lo mejor era el turco Elas, el fotgrafo de Carlos Pazcontest con sorna - Te acords cundo le sacaste una foto a Moria Casn en un boliche y se lo vea a l en una mesa del fondo tomando algo con un gato? - Sii, te acords? La jermu casi lo mata. Ja ja! Nos reamos con inconsciencia de lo que vaticinaba la tragedia. ramos las piezas de un juego siniestro que se armaba a nuestro alrededor sin que lo percibiramos. Lo vertiginoso de nuestro trabajo no permita que nos detuviramos a pensar. Un fotgrafo de staff realizaba no menos de dos notas por da, lo que sumaba ms de quinientas producciones por ao. En cualquier nota, por ms pequea que fuera, se tomaban como mnimo setenta fotos, (dos rollos). Esto quera decir que Cabezas habra disparado su cmara cerca de treinta y cinco mil veces despus de aquella tarde en Pinamar.
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5 de diciembre
1996
Patricio Haimovichi era un guardavida de la costa aficionado al fotoperiodismo. Haba sido l quien fotografiara a Yabrn por primera vez all en La Prgola a principios del noventa y cinco. Me haba venido a ver esa maana con la idea de incorporarse al grupo de Pinamar. l dispona de vivienda en la zona por lo que slo le pagaramos por cada vez que lo necesitramos. - Ok le dije - Ya conocs a Cabezas y Michi no?, ellos van a manejar el operativo. Dejles tu celular para que te contacten. La nota la pagamos ciento cincuenta mangos pero en tu caso vamos a hacer una excepcin - Y cunto me van a pagar?- Pregunt con ojos entusiastas. - Un carajo respond lanzando una risotada. Luego del asesinato supe que en sus aos de cuidar baistas en la costa atlntica, Patricio haba cultivado amistad con varios miembros de la bonaerense. Entre ellos estaban los oficiales Juan Carlos Salva, Sergio Camaratta y Jorge Cabezas. Estos eran policas de carrera y saban cmo preguntar para sacar informacin. Consciente o inconscientemente, Patricio haba pasado a ser un infiltrado dentro de nuestro equipo.
1996
Una fresca brisa nocturna cargada de humedad haca que el asfalto mojado de la calle 12 de octubre copiara los colores de las marquesinas de nen del puerto marplatense. Neisis II llamaban las letras encendidas en un local de vidriera ciega ubicado a escasos metros de la esquina de Bermejo. En su interior se llevaba a cabo una fiesta. Haban colocado algunas guirnaldas sobre las sogas, campanas y timones que hacan a la decoracin estilo barco de pesca tradicional del lugar. La msica estaba fuerte y el humo invada todos los rincones. Se acercaba navidad y Margarita Di Tullio haba reunido a sus mejores chicas junto con un grupo de
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amigos en una fiesta privada. Entre los concurrentes estaban su pareja Pedro Villegas, un agenciero de autos llamado Flavio Steck y Juan Domingo Dominichetti. Con este ltimo venia Carlos Redruello, que desde haca unos das haba logrado entrar al selecto grupo de conocidos de Pepita. Con su habilidad para construir personajes y su sistemtica mitomana les haba hecho creer que era un especialista en el robo de vehculos. La fiesta se fue convirtiendo de a poco en un verdadero bacanal. Las meretrices desnudas ofrecan cocana en platillos calientes a los invitados. Los privados, hechos con butacas de cabotaje, no daban abasto y en la barra el alcohol corra como agua de vertiente. Para las cuatro y media de la maana todos estaban muy alcoholizados. Redruello aprovech esta confusin y fingiendo estar ebrio sali a la vereda con la excusa de tomar un poco de aire fresco. Una vez all, con absoluta lucidez, se dirigi al Ford Escort de Pedro Villegas que estaba estacionado cerca de la esquina. Con mucha habilidad forz la cerradura y se hizo de un revolver calibre treinta y dos largo que haba en la guantera del vehculo. Hecho esto regres a la fiesta para no levantar sospecha y se perdi entre el humo y las luces de colores. Poco a poco el crculo se cerraba alrededor de la vctima. Los asesinos haban infiltrado a Redruello en la banda de Margarita. Contaban ya con un arma y un chivo expiatorio a quien, en principio, cargarle el crimen. A la vez haban conseguido introducir un fotgrafo informante en la revista. Pero el plan maestro inclua tambin un fino trabajo de inteligencia. La banda policial no era el nico grupo que operaba en torno al crimen. Haba que infectar el aparato de seguridad de Yabrn. Alguien cercano a Ros deba dar precisiones a los medios para lograr que siempre hubiera periodistas por donde el empresario se moviera. El objetivo era provocar su enojo. Otra de las estrategias sera la de hacer circular versiones que involucraran la vida privada del cartero. Por ejemplo la de una supuesta amante o cualquier otro rumor que atrajera la atencin de los medios hacia l para luego amenazarlos.
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1 de enero
1997
Los invitados a la fastuosa fiesta de fin de ao que don Alfredo haba organizado en la mansin del guila en Acassuso brindaban y se abrazaban unos a otros. Las campanadas de un viejo reloj de pndulo suizo tocaban las doce. Era un momento de euforia general y todos comenzaron a lanzar cnticos contra el ministro de economa. - Le vamo a dar, le vamo a dar, a Cavallo le vamo a dar. Yabrn recorra el saln brindando y cantando con todos. Cuando lleg el turno de saludar a Ros, el empresario lo mir a los ojos en el momento de chocar las copas. Luego le dio un tibio y breve abrazo, lo justo como para demostrarle que an gozaba de su confianza. Fue ah que Roberto Archuvi, otro de los hombres de seguridad, cambi la letra de la cancin y comenz a decir: - Le vamo a dar, le vamo a dar a los fotgrafos le vamo a dar. Esto provoc la risa del empresario y eso fue suficiente para que todos los presentes se unieran al unsono en el canto. De una manera muy sutil se haba logrado exponer el enojo de Yabrn para con los fotgrafos ante un nutrido grupo de testigos.
1997
Eran aproximadamente las cuatro de la maana del sbado. Un Dodge 1500 abandonaba la ruta once para adentrarse por las calles de tierra circundantes a Valeria del Mar. Al volante y con rostro cansado venia el comisario Prellezo. Haba decidido viajar de noche porque supuso que la ruta estara menos transitada. Con l venan los cuatro sicarios que haba reclutado para llevar a cabo el homicidio. Del lado del acompaante viajaba Jos Luis Auge, un ratero y busca vidas de la zona de Los Hornos conocido del polica. En el asiento posterior lo hacan Horacio Braga, Gustavo Gonzlez
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y Hctor Retana. Estos ltimos eran amigos de Auge y l los haba trado por encargo de Prellezo. Faltando dos cuadras para llegar al mar se detuvieron frente a unos departamentos de alquiler para turistas. - Qu les parece?- pregunto Prellezo mientras los invitaba a pasar a una de las unidades No se pueden quejar, bulo, coche por lo menos a las minas bsquenselas ustedes. El polica haba pactado con Auge y los horneros que los invitara a pasar unas semanas con casa y auto en Valeria del Mar a cambio de que lo ayudaran a realizar un apriete. El hecho de que los asesinos fueran ajenos a la polica responda a que, en caso de haber algn testigo del secuestro, este no pudiera vincularlos con nadie de la fuerza. Prellezo le haba pedido a Auge que trajera especialmente a Retana en el grupo debido a su parecido fsico con Pedro Villegas, el marido de Pepita la pistolera.
5 de enero - Pinamar
1997
Jos Luis saba que las mejores condiciones de luz para fotografiar modelos en la playa se daban despus de las seis de la tarde. A esa hora el sol comenzaba a bajar tornndose rojizo y suave. Junto a Michi haban elegido La Frontera como locacin para realizar una sesin de fotos con la top model Dolores Moreno. - Ves la luz? Cuando le pega as vos te queds quieto como rulo de estatua- Deca Cabezas con humor mientras trataba de explicarle a Michi cmo mover el rondoflex, una pantalla reflectora plegable que se usaba para suavizar las sombras. Luego tom su cmara montada en un teleobjetivo de 300mm/f 2,8 y enfocando a la modelo dijo: - Bueno, a ver linda corrte un poquito ms all. Michi! gir el rondo ms a tu derecha. Ah, ah! No te muevas Ahora s, Dolores, jug con tu cuerpo.
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La chica de tapa conoca bien su oficio y comenz a contorsionarse lentamente sobre los mdanos de arena blanca. Vidriera y personajes eran las secciones que ms material demandaban durante el verano ya que dependan exclusivamente de la costa. Su editor era el gordo Giordano, un ex periodista de poltica devenido a farandulero. Jos Luis pona mucha energa en las notas de personajes. A pesar de ser una de las secciones ms frvolas de la revista era la que tena mayor lucimiento y se poda jugar con la esttica libremente. - S, ah. Eso es te ves como una diosa no sabs - Deca Cabezas mientras la modelo, con los brazos al cielo, desplegaba una fina y transparente tela que jugueteaba con el viento. Las tomas continuaron hasta que el sol se ocult tras la lnea del horizonte. Cuando por la noche Jos Luis regres al hotel estaba agotado. Apoy sus bolsos de equipo sobre las baldosas de cermica roja del lobby y desparram su humanidad en un silln de gruesa madera y almohadones blancos que estaba al lado de la escalera. Anita Guilligan vena bajando de su habitacin en ese momento. Llevaba puesta una diminuta remera amarilla, calzas muy ajustadas y unas botas de cuero negro al estilo punk que le llegaban a las rodillas. - Hooola! Exclam al ver a Jos Luis - Qu tal esa creativiiiAnita resbal y no pudo terminar la frase. Continu su descenso vertiginosamente golpeando cada escaln con su trasero. Todos los que estaban en el lobby corrieron a asistirla mientras ella se retorca en el piso y lloraba de dolor. El diagnstico mdico fue devastador. Ana se haba fracturado el coxis y eso nos dejaba con un fotgrafo menos apenas comenzada la temporada. Por fortuna Daniel Darrs, otro colaborador de la revista, se encontraba en Villa Gesell por cuestiones personales. Me comuniqu con l y no dud un instante en viajar a Pinamar para efectuar el relevo. El accidente de la fotgrafa haba contribuido tambin para que Patricio, el reportero/guardavidas amigo de los policas, se mantuviera ms cerca de Cabezas y Michi.
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6 de enero
1997
Gregorio Ros no era polica. Vena del ejercito y haba sido instruido militarmente durante el proceso. Era un especialista en coordinar operativos relmpago y grupos de tareas. Seguramente haba fantaseado ms de una vez con la forma de deshacerse de periodistas como Cabezas. Yabrn ya le haba advertido que este verano no quera problemas con los fotgrafos como el ao pasado. - Sacmelos de encima como sea haban sido, textualmente, sus palabras. Por eso caminaba serio esa maana entre el gento de la avenida Bunge. Iba al encuentro de Prellezo, con quien haba quedado que almorzaran juntos en Tante. El comisario ya estaba en el restaurante cuando Ros lleg. Como buen polica, se haba ubicado en un rincn desde donde se dominaba visualmente todo el lugar y cuidando de no darle la espalda a ninguna puerta. Luego de los saludos formales y de ordenar el primer plato, Ros, frotndose nerviosamente las manos, dijo: - El mircoles viene mi jefe. Necesito que me mantengas al tanto de los movimientos de la gente de Noticias. Llamme al celular a cualquier hora. Vos sabs que don Alfredo es generoso - Quedte tranquilo Gregorio que a esos turros los tenemos en la mira. Vos mantenme informado por dnde te vas a mover y yo te controlo a los periodistas. En Pinamar y sus alrededores vacacionaban muchas personalidades del empresariado y la poltica. Era normal que los encargados de la seguridad de cualquiera de estos se comunicaran o pidieran apoyo logstico a la polica. Ros lo haca en forma directa con Prellezo porque desde haca un tiempo haba entre ellos una estrecha relacin. Lo que ninguno de los dos saba era que seran traicionados. Que el plan para asesinar a Cabezas haba sido elaborado a partir de un sofisticado programa informtico llamado Excalibur. Con este sistema desarrollado por el FBI sera posible realizar todo tipo de cruces telefnicos. La idea era presentarlo como una novedad a los
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investigadores despus del homicidio. Esto echara por tierra la pista de Margarita Di Tulio al no existir ningn llamado sospechoso que pudiera vincularla. Pero en cambio atraera la atencin hacia el entorno de Yabrn.
11 de enero
1997
El cielo estaba nublado y un viento pertinaz y fresco hamacaba las ramas de los pinos. Cabezas y Michi haban salido esa maana a corroborar algunos datos que venan de Buenos Aires. Se trataba de la ubicacin de lujosas propiedades atribuidas a miembros de la bonaerense. - Ah, par ah - dijo Michi sealando un importante chalet que surga del follaje. - Ja! sta es la casa de Camaratta? - Pregunt Cabezas Mir que bien viven los ratis despus se quejan de que ganan poco. Te hago el frente desde ac, ni pienso bajarme del auto. El celular son estridente e inoportuno. Michi atendi de inmediato temiendo llamar la atencin. - Hola Gabriel dijo la vos de Carlos Russo. - Qu haces Carlos? - Che, necesito el material de la banda de la costa. tienen algo? - Estamos trabajando con eso, maana temprano tenemos una entrevista con Gmez y a ltima hora te mandamos todo. - Ok, averigu quin es el sobrino de Klodczyk o a quin le dicen El sobrino Dutil cree que es Salv. Fijte si lo pods chequear.
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Cabezas continuaba sacando fotos de la casa mientras Michi tomaba nota de lo que Russo le peda. Ninguno de los dos haba notado que en el interior de una Fiorino estacionada a menos de cincuenta metros estaba el oficial Luna monitoreando la llamada. Luna era el encargado de hacer las tareas de inteligencia sobre Cabezas. Deba informar de cada movimiento a Prellezo y mantener al tanto de todo al comisario Gmez.
16 de enero
1997
El zumbido persistente del portero elctrico sacuda el aire espeso de la cueva de los horneros en Valeria del Mar. Eran apenas las ocho y media de la maana. Auge fue el nico que se levant y casi como un sonmbulo pudo llegar a la cocina para atender. - Quin es? dijo con voz spera - Che! Soy yo Gustavo contest Prellezo desde la calle abrme y despert a todos que tenemos que ir a Pinamar El pedido del polica no era tarea fcil. Los muchachos venan de varias noches de excesos. Cada uno haba llevado su provisin de drogas a la costa y estaban pasando unos das de fiesta. Prellezo quera que los horneros conocieran a la vctima. Una vez que los reuni a todos abord junto a Auge y Retana el Fiat Uno blanco en el que haba venido e indic a los dems que lo siguieran con el Dodge. Cabezas y Michi iran esa maana al destacamento de Pinamar para tener una entrevista con el comisario Gmez. Hacia all se dirigan los dos vehculos cuando una llamada alert a Prellezo sobre un cambio de planes. Gmez se haba trasladado a un stand de la firma Land Rover en el que una camioneta cuatro por cuatro que participaba de una exhibicin haba sufrido un vuelco en la pista de pruebas. Prellezo dej su auto en el estacionamiento del predio y les pidi a Auge y Retana que lo siguieran. Los dems se quedaron esperando en el otro vehculo. El lugar estaba atestado de curiosos que se haban acercado para ver el estado en el que estaba la
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camioneta volcada a un costado de la pista. Gmez estaba junto al intendente de Pinamar Blas Altieri y not de inmediato la presencia de Prellezo. A los pocos minutos llegaron Cabezas y Michi. Se hicieron lugar entre la gente agolpada y las promotoras de la marca hasta llegar a donde estaban los funcionarios. Saludaron con un formal apretn de manos al intendente con el que Michi cruz algunas palabras. Cabezas tendi su mano para saludar a Gmez pero este, cual Judas, se inclin y lo bes en la mejilla mientras miraba en direccin a Prellezo asegurndose de ser visto. - Ese es el tipo, el que bes al comisario - dijo Prellezo - El fotgrafo? pregunto Auge con cierto asombro - Si no pasa nada, es un fotgrafo de cuarta insisti el polica restando importancia a la condicin de periodista de la vctima. Gmez le pidi a Cabezas y Michi que lo esperaran un momento mientras atenda la diligencia. Jos Luis aprovech ese tiempo para hacer algunas fotos de la camioneta siniestrada - Tom esto dijo Prellezo mientras le ofreca un atado de cigarrillos a Retana and a pedirle fuego as lo ves de cerca- Dale que te acompao- dijo Auge y ambos se acercaron a los periodistas. - Che, tienen fuego?- pregunto Retana - Yo no fumo respondi Michi en forma cortante y antiptica Jos Luis introdujo su mano en uno de los bolsillos del chaleco de fotgrafo y dijo: - Yo s, ac tengo y sac un encendedor con el que prendi el cigarrillo de Retana- Qu mquina que tens! - dijo Auge y luego pregunt - Son periodistas? - S, somos de revista Noticias respondi Cabezas
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La infantil idea de Prellezo era que Michi viera a Retana y lo asociara luego del crimen con Pedro Villegas, el marido de Margarita Di Tulio. Pero el grupo del polica no era el nico que estaba trabajando alrededor de Cabezas y Michi ese da. Un llamado annimo advirti a los periodistas sobre la presencia de Yabrn en un balneario cercano. Gabriel Michi ambicionaba lograr una nota con el empresario y por eso le pidi a Jos Luis que no dejara ver para nada su cmara de fotos. Estacionaron el auto en la playa sin percatarse de que eran vigilados de cerca por tres individuos a bordo de un Peugeot 405 gris topo. Cabezas disimul el equipo en una mochila y ambos se adentraron en el balneario en busca de su presa. Ni bien los periodistas se alejaron, uno de los sujetos que estaban en el Peugeot se acerc sigilosamente al Ford Fiesta y, valindose de un estilete italiano de accin automtica, efectu varios cortes en uno de los neumticos. - Qu mala leche!- Dijo indignado Cabezas cuando intent subir al vehculo y not que una de las ruedas traseras estaba en llantas. Cambiaron entre los dos el neumtico bajo un sol abrasador. Cuando terminaron Jos Luis miro a Gabriel sonriendo y le dijo: - Che! No tens otra sorpresita por ah guardada? Pero la verdadera sorpresa lo asaltara luego. Cuando el encargado de la gomera con sus manos rsticas y ennegrecidas por el caucho vulcanizado le mostrara el estado en el que haba quedado la cubierta diciendo: Pibe, esto te lo hicieron a propsito mir los cortes que tiene.
Aquel o aquellos sectores que planearon y estaban financiando la operacin tenan su propia gente de inteligencia trabajando en persuadir a Cabezas y Michi de que Yabrn los tena en la mira. Se presentaban ante los contactos e informantes de los periodistas y hacindose pasar por hombres del empresario deslizaban comentarios que saban que, como en todo pueblo chico, llegaran a sus odos. Michi dijo en una oportunidad que gente de Yabrn haba estado preguntando dnde viva Cabezas en Buenos Aires. Algo
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realmente absurdo y de razonamiento cndido si se tiene en cuenta que Yabrn era precisamente el dueo de un emporio postal. Con semejante banco de datos y con la disponibilidad de un verdadero ejrcito privado no hubiera necesitado mandar a preguntarle a un posadero de Pinamar dnde encontrar a Cabezas. Jos Luis no me coment nada del episodio. Michi, en cambio, inform a DAmico sobre lo ocurrido y ste no slo le rest importancia sino que le pidi, por intermedio de Russo, que investigara otras propiedades de policas de la costa. A pesar de que estaban metiendo las narices en el corazn del avispero podrido de la bonaerense Cabezas y Michi tenan la sensacin que era la gente del magnate la que trataba de amedrentarlos. El caso Coppola segua siendo la vedette meditica. La salida en libertad del empresario deportivo lo converta en la figura de tapa de todas las revistas. Esto haba hecho que Yabrn quedara en un segundo o hasta un tercer plano en el requerimiento periodstico de la costa. Entonces comenz a circular el rumor de la amante del cartero. Un periodista de la seccin de poltica, haba trado el dato que sindicaba a Ada Fonre, ex secretaria de Yabrn, como su amante. La fuente de la informacin era incierta por lo que sera muy difcil de corroborar. Sin duda Ada Fonre, que haba trabajado cerca de Yabrn por ms de once aos, mantena una estrecha relacin con ste. Eso no bastaba para tildarla de amante pero s serva a la hora de hacer circular rumores y molestar al empresario. Gustavo Gonzlez llam a Pinamar y le pidi a Michi que averiguara algo de esta mujer que curiosamente tambin veraneaba por la zona de Valeria del Mar. - Lo ideal sera tener una foto de ella- le sugiri.
23 de enero
1997
La tarde se haca noche y el sol doraba los mdanos que de a poco abrazaban los bordes del camino. El Dodge 1500 de los horneros circulaba errtico por la calle de la costa. Auge manejaba a baja
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velocidad y tocaba la bocina a cuanta mujer vea. A su lado Retana hurgaba dentro de un pequeo envoltorio de papel glas para tratar de extraer con su cdula de identidad un poco de cocana. En el asiento trasero Braga y Gonzlez disfrutaban de las bondades del THC compartiendo un porro en el sistemtico ritual de pasrselo de uno a otro. - Boludo!, guarda la merca que nos para la cana dijo Auge al ver que un polica de trnsito afectado al operativo sol le haca seas para que detuviera la marcha. - Decle que laburamos para Prellezo que no rompa las bolas El agente le requiri el registro y la cdula verde a Auge. Pero los horneros no tenan ningn papel que probara que el automvil les perteneciera. Eso motiv que el polica se comunicara por radio al comando para averiguar si exista algn pedido de captura. La respuesta fue positiva. Era un vehculo robado. Por ms que Auge intentara explicar que eran invitados de Prellezo el agente se comunic con la comisara de Valeria. El oficial Colo, Jefe de servicio, recibi la llamada y ordeno la inmediata detencin de los sospechosos. En la comisara los horneros insistan en pedir al oficial que se comunicara con Prellezo. - Buenas tardes comisario, habla Colo. - S Qu pasa? -respondi Prellezo con desgano - Trajimos detenidos a cuatro masculinos mayores que circulaban en un rodado con pedido de captura marca Dodge 1500- Prellezo no lo dej terminar y poniendo en su voz un tono de conciliadora autoridad dijo: - Escuchme Colo, esos tipos estn haciendo un trabajo para el jefe. Dejlos ir, devolvles el auto y olvidte del asunto. Colo cumpli al pi de la letra las ordenes de su superior. Prellezo guard el celular y mantuvo en el rostro una mueca de preocupacin durante algunos minutos. Estos imbciles casi la cagan- pensaba mientras diriga su auto hacia el departamento de Valeria del Mar. Faltando un da para el trabajo no se poda permitir ningn error. En el camino se comunic con Camaratta y armaron una reunin con los horneros para ajustar los ltimos detalles de la
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operacin. Ordenaron un delivery de pizza, empanadas y cerveza. Luego pusieron una radio FM a volumen medio y comenzaron a planificar los movimientos del da siguiente. Braga y Gonzlez seran los encargados de reducir a Cabezas y trasportarlo en su propio vehculo. Contaran con un revlver de tambor calibre treinta y dos, (el de Villegas), y un handy para comunicarse con Prellezo. Un tercer equipo de comunicacin estara en manos de Camaratta. Este ltimo sera el encargado del apoyo logstico. Hasta ah haba llegado la informacin que los policas bajaran a la banda de los hornos. - No hagan cagadas.- orden Prellezo - Esta noche no salgan a ningn lado. - Maana los paso a buscar despus del medioda.
24 de enero
1997
El vapor perfumado de shampoo y jabn no terminaba de disiparse dentro del pequeo departamento. Jos Luis ya estaba vestido y se dispona a preparar el equipo fotogrfico que usara esa noche para cubrir la fiesta de cumpleaos de Oscar Andreani. Haba dejado el bolso sobre la mesa del comedor. Sus hijos Juano y Agustina miraban televisin sentados en uno de los sillones de la sala. Haban ido a pasar unos das a Pinamar con el padre. Cabezas decidi que solo llevara un cuerpo de cmara, un pequeo zoom y el flash. Tambin carg un paquete cerrado de diez rollos. Agustina se acerc para contemplar a su padre preparndose y se proyect a s misma en eso de los oficios. Tirando suavemente del pantaln de Jos Luis y con ingenuidad de nia pregunt: - Pap, a vos que te gustara que fuera cuando sea grande, enfermera, maestra o secretaria? Jos Luis apoy el bolso en el piso de madera y se puso en cuclillas para estar a la altura de su hija. Luego mir con ternura sus profundos e inquisidores ojos negros y acaricindole las mejillas dijo:
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- Eso lo vas a tener que decidir vos y pap va a estar orgulloso de cualquier cosa que vos elijas-. Luego le bes la frente y continu diciendo: -Acustense temprano que hoy papi tiene que trabajar hasta muy tarde. Cristina haba terminado de cambiar los paales a Candela y se acerco a saludar a su marido con la beba en brazos. - Chau Jos cuidte. - Chau pjaro respondi l y le sopl el ultimo beso desde la puerta del ascensor.
25 de enero - Pinamar
1997
Nada se haba dejado librado al azar en el imponente agasajo que ofreca el empresario postal Oscar Andreani. Las mesas abarrotadas de exquisiteces ocupaban los laterales de la gran carpa blanca levantada en los jardines de su residencia de verano. Decenas de sirvientes mantenan todo el tiempo las copas llenas de los invitados. Apenas haban pasado la una de la madrugada y el caudal etlico se notaban en la alegra reinante. En un costado de la pista Jos Luis posaba para una foto que otro colega le tomaba junto a Michi y Andreani. - Che, pon en foco, mueco- le requiri Cabezas al fotgrafo. Luego mirando al empresario e intentando ponerse serio le dijo: Bueno djeme su telfono y veinte pesos que le mandamos una copia - Dicho esto solt una carcajada que Andreani acompa riendo hasta enrojecer.
Afuera de la casa, sobre la calle Pramo, los autos estacionados ocupaban las dos aceras desde Burriquetas hasta Libertador. Prellezo haba ubicado el Fiat Uno sobre la cortada Del Buen Orden. Desde esa posicin se vea la puerta de acceso a la fiesta. Luego camin hasta la esquina mientras hablaba con Camaratta desde su handy. Auge y los otros se quedaron cerca del auto.
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Estaban inquietos y algo nerviosos. Gonzlez se acerc a la casa de Andreani para ver si poda conseguir un poco de comida. En ese momento un vehculo con las luces encendidas dobl por la cortada en direccin a los horneros y entr en el garaje que estaba justo detrs del Fiat Uno. Diana Solana viva en esa casa junto a su marido y una amiga de la pareja que haba venido por unos das. El hombre baj para abrir el portn y Diana se acerc a Auge que estaba sentado sobre el cap del Fiat. - Qu hacen ac? pregunt con voz firme y segura. - Somos custodios respondi Auge mostrando el handy que llevaba en su mano derecha. - Custodios de quin? insisti Diana Solana. Retana estaba sentado en el asiento posterior del vehculo con la ventanilla medio baja y desde all respondi: - Ya vas a ver de quien Prellezo, que vena caminando desde la esquina, not que la situacin estaba tensa y se dirigi a Diana para tratar de calmarla. - Estamos mirando la fiesta seora, no se preocupe. Cuando la mujer se retir, Auge miro a Prellezo y con cierta preocupacin le dijo: - Che, a ver si sta llama a la polica - Yo soy la polica, tarado. Pasadas las tres y media de la madrugada algunos invitados comenzaron a retirarse. Dentro de la carpa Cabezas conversaba animadamente con un grupo de periodistas. - Che, Jos vas a poder manejar con el pedo que tens? pregunt Michi, ya con nimo de marcharse. - Vos fum, chabn, mir como te hago el cuatro contest Cabezas representando al nmero cuatro con su mano en vez de con las piernas.
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- Bueno, a m me llevan los chicos de Gente. Maana al medioda mandamos esto yo te llamo dijo Michi al tiempo que saludaba a todos en general. - Che, si te llama el gordo Giordano decle que tiene para hacer una vidriera llena de borrachos alcanz a gritar Jos Luis antes de que Michi se confundiera entre los invitados en busca de la puerta. Auge observ que el periodista se retiraba del lugar y alert a Prellezo - Ah sale uno!... Ese no es el compaero? - S el otro debe estar por salir respondi el polica Vamos a esperarlo en la casa que ac ya hicimos mucha bandera. Una hora ms tarde Cabezas abandonaba la fiesta un poco entonado. Dud unos instantes antes de recordar donde haba dejado su vehculo y camin tambaleante hasta que lo vio estacionado a unos cuarenta metros sobre Pramo. En ningn momento not la presencia de Camaratta, que lo observaba desde un Peugeot 405 bord estacionado frente a la residencia. Ni tampoco la del oficial Salv que se encontraba en el interior de un furgn Ducatto detenido cerca de la esquina de Libertador. Camaratta dej en el cenicero el cigarrillo que recin haba encendido e hizo una breve sea de luces. - Ya lo vi contest Salv a travs del handy. Ambos pusieron en marcha los motores y esperaron a que Jos Luis emprendiera el camino a su domicilio. Prellezo estaba esperando en un terreno baldo lindero a la casa de Cabezas. Haba entrado el vehculo marcha atrs para asegurarse de quedar mirando hacia Rivadavia. A las cinco y siete minutos recibi la llamada que confirmaba que el fotgrafo se diriga hacia all. - Preprense que ah viene les dijo a Gonzles y Braga. Jos Luis apareci por la calle Shaw y dio la vuelta en Rivadavia para estacionarse en la puerta de su casa. Baj con dificultad del
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vehculo y se esforz en llegar al equipo fotogrfico que estaba en el asiento del acompaante. Sorpresivamente Gonzlez se le abalanz. Lo tom del cuello con el antebrazo derecho y le aplic un fuerte golpe a la altura del hgado con la mano izquierda. Jos Luis intent zafarse de su agresor pero intervino Braga y apoyndole el cao del revlver en la frente le dijo: - Quedte quieto o sos boleta - Tom las llaves no me hagan nada - respondi Cabezas pensando que se trataba de un robo. Braga tom el llavero y le dijo: - Sub al auto y no hagas ninguna boludezhay alguien que te quiere hablar. Jos Luis accedi y entr al vehculo sin ofrecer mayor resistencia. Prellezo estacion el Fiat sobre la vereda de enfrente. Esper hasta asegurarse de que todo estuviera bajo control y luego emprendi la marcha a contramano por Rivadavia. Braga se sent al volante del Ford Fiesta y dio un giro para seguir al auto de Prellezo. A Jos Luis lo haban sentado en el asiento trasero junto a Gonzlez que lo mantena con la cabeza gacha haciendo presin con su mano derecha. De alguna forma a Cabezas lo tranquilizaba la idea de que nadie le hara dao a un periodista de su categora y que solo se trataba de un apriete. No era la primera vez que alguien amenazaba o amedrentaba a los fotgrafos de Noticias. Recordaba cuando los custodios de Mara Julia Alsogaray golpearon a varios compaeros que hacan guardia frente a su casa y terminaron efectuando un disparo a una de las cmaras fotogrficas que haba quedado tirada sobre el pavimento. Por sus confusos pensamientos tambin rondaba la idea de que quizs lo estuvieran llevando ante Yabrn o Ros, que la cosa vena por ese lado. Los dos vehculos pasaron por la rotonda distribuidora de la ruta once. Prellezo hizo un guio con las luces al patrullero que estaba detenido sobre la plazoleta. La suboficial Garen respondi del mismo modo desde el mvil policial en seal de que estaba todo despejado. A la altura de Mar de Aj se desviaron de la ruta y continuaron su marcha por el trazado de un oscuro camino vecinal de tierra. Camaratta y Salv se haban adelantado. Estaban
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esperando a unos diez kilmetros al frente estacionados junto a un tercer vehculo que se haba sumado a la escena. En l vena un suboficial del servicio penitenciario provincial apodado Tribiln, uno de los lugartenientes del comisario mayor Mario Chorizo Rodrguez. Los tres autos estaban a la entrada de lo que pareca ser un principio de excavacin hecho por la accin de una pala mecnica. Una cava de unos seis metros de ancho y cuatro de fondo mordida a un terreno irregular que la haca ver ms profunda de lo que en realidad era. Ese haba sido el lugar elegido pera llevar a cabo el crimen. Del renegrido horizonte asomaron las luces del Fiat de Prellezo seguidas por una nube de polvo iluminada desde atrs por el auto de Cabezas. Camaratta encendi las balizas del Peugeot para indicar el lugar. Prellezo se pas unos metros para que el Ford Fiesta entrara primero y de punta. Luego gir en U y detuvo el vehculo apuntando hacia el interior de la cava. Los otros tres policas colocaron sus autos a los lados del de Prellezo y encendieron las luces altas para encandilar a la vctima. Braga ya haba bajado del Ford Fiesta y sostena abierta la puerta del acompaante para que Prellezo pudiera colocar un juego de esposas en las muecas de Cabezas. - Qu pasa loco, qu pasa? balbuce Jos Luis mientras lo bajaban del auto. A pesar de que las luces lo encandilaban alcanz a reconocer a Prellezo. - Estn haciendo un adicional para Yabrn? pregunto con algo de irona. - Mejor que no me toquen porque se les va a pudrir todo. Prellezo le propin un violento golpe en el rostro con su puo derecho al tiempo que le deca: - Que Yabrn, idiota. As que vos nos ands jodiendo con la maldita polica y la concha de tu madre despus de esto no les va a quedar ms ganas de nada a tus colegas. Tribiln se acerc blandiendo una barreta metlica de unos ochenta centmetros y comenz a castigar a Jos Luis golpendolo en todo el cuerpo.
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- Este te lo manda Kodzyck- le deca y lo volva a golpear - este por escrachar al Chorizo Cabezas cay de rodillas casi convencido de que ese era el final. De que lo iban a matar ah mismo. El oficial Salv recibi un llamado a travs de su handy que lo alertaba de movimientos de custodios en la casa del gobernador Duhalde. Mir a Camaratta y con un breve movimiento de cabeza le dio a entender que no haba ms tiempo. - Reventlo y vamos que se hace de da. Jos Luis, con lgrimas en los ojos, mir al polica y dijo: - Se van a pudrir en la crcel hijos de mil puta. Cerr fuerte los ojos y apret los puos esperando el impacto. Pens en sus hijos, en Cristina, en su familia. Solamente quera despertar de esa pesadilla. Braga accion el gatillo pero la bala no sali. Cabezas escuch el golpe del percutor y el terror hizo que se mojara los pantalones. Braga prob por segunda vez y el mecanismo volvi a fallar. Prellezo, fastidiado, sac su arma reglamentaria y dispar a la cabeza de Jos Luis, quin cay sobre el lado izquierdo de su cuerpo. - Dame eso, cagn del orto le dijo a Braga mientras le quitaba el revlver de la mano. Luego dio una vuelta al tambor de la treinta y dos y dispar nuevamente a la cabeza de la vctima. Esta vez la bala sali al primer intento. Camaratta, Salva y el penitenciario dejaron la cava y se marcharon para el lado de Pinamar. Prellezo recogi la vaina servida de su nueve milmetros y la guard en el bolsillo del pantaln. Mientras tanto Braga y Retana trataban de subir el cadver al auto pero slo lograron sentarlo de costado en el asiento del acompaante dejando las piernas fuera del vehculo. Gonzlez sac del bal del Fiat un bidn de plstico cargado con combustible y luego de rociar el cadver y el interior del Ford con el lquido inflamable intent prenderlo con un encendedor. La combustin fue tan sorpresiva y violenta que lo tir dos metros hacia atrs quemndole las manos y dejando su pelo todo chamuscado.
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Finalmente Prellezo y los horneros abordaron el Fiat y escaparon dejando tras de s una estela de polvo que al disiparse descubra el dantesco espectculo de las llamas confundindose con las primeras luces del alba.
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SEGUNDA PARTE
En casi todos los puntos de la costa habamos tenido problemas durante aquel caluroso enero. La diferencia de criterios entre los miembros de la plana mayor de la revista se hacia visible y enrareca el aire de la redaccin. Estbamos en plena guerra de verano con las principales revistas del medio, Caras y Gente. Todas haban abaratado el precio de tapa a principio de ao para recuperar el bajn de ventas de ms de un trece por ciento que acumulaban en los ltimos meses. La temporada estival es la poca que registra los mayores picos de venta durante el ao. Por ese motivo era menester que el contenido de las publicaciones fuera vistoso y de alto impacto periodstico. Pandolfo sostena que haba que apostar a la costa y sacarle provecho a los operativos de verano. DAmico por su parte crea que las notas de autoayuda y bienestar eran ms comerciales y que los operativos resultaban demasiado onerosos. Por ese motivo habamos tenido que reducir a menos de la mitad la cantidad de periodistas destinados a la costa, en especial los afectados a Punta del Este. Mientras que a principios de enero Caras y Gente exhiban tapas frescas y vistosas Noticias pona en su portada el desabrido dibujo de un corazn que ilustraba una nota sobre lo malo del colesterol. Fontevecchia estaba muy enfrascado en la creacin de su nuevo proyecto, el diario Perfil, y haba dejado que DAmico manejara Noticias a su albedro. En el fondo, crea que lo que en ese momento sostena la venta de la revista era la coleccin de rock nacional que se regalaba en formato de CD junto con el ejemplar y que lo periodstico era fluctuante y relativo. De hecho, los spots publicitarios de la revista en televisin resaltaban el contenido de la promocin y no mencionaban nada de los contenidos editoriales. El 24 de enero, en vsperas del crimen, Noticias sali con Coppola en la tapa. No era material proveniente de la costa ni tampoco hablaba del colesterol. Pero era un personaje que todava venda a pesar de la saturacin que haba causado su meditico caso en la opinin pblica. No haba nada que vaticinara la tragedia.
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1997
La ciudad estaba vaca de gente aquel sbado al medioda. Con el sol en el cenit pegando en mi cabeza trataba de bajar las bolsas del supermercado que traa en el auto. El celular son tan inoportuno como siempre y lo atend como pude sosteniendo la puerta con un pie y dejando algunas bolsas en el piso. - Hola Hugohabla Michi de Pinamar. - Qu haces Gabriel? todo bien? Contest reconociendo de inmediato su voz - Chee no se nada de Jos Luis desde anoche me dijo en tono preocupado Lo dej ayer en lo de Andreani Cristina me dijo que a la casa no fue y el telfono me da apagado. - Por qu no vas hasta la comisara? - Estoy con la polica me dijo y note que su voz se quebraba dicen que encontraron un auto quemado igual al nuestro al costado de un camino por ac cerca. - Uy Dios, se peg un palo! exclam mientras un sudor fro comenzaba a correr por mi espalda. El, sin escucharme, continu: - Parece que adentro hay un cadver esposado... con un tiro en la cabeza. Sent que las piernas se me aflojaban y tuve que sentarme en uno de los escalones de la entrada al edificio. Michi continu diciendo: - Yo me voy con ellos para all y te vuelvo a llamar - S, por favor alcance a responder ya entre sollozos. Volv a subir las cosas al auto y me fui directo a la oficina. Tena las manos temblorosas y casi no poda marcar los nmeros en el celular para armar una reunin de emergencia.
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Pas poco menos de una hora hasta que la polica de Pinamar confirm que se trataba efectivamente de uno de los automviles alquilado por editorial Perfil. Deambulbamos con Lunghi nerviosos entre los escritorios vacos de la redaccin cuando irrumpi Marcelo Deverre, el coordinador de operativos, y nos dijo: - Confirmado, es el auto de Noticias noms y se quedo mirndonos inexpresivamente con sus finos anteojos de aumento que le agrandaban exageradamente los ojos. DAmico lleg como a los diez minutos. Baj del ascensor hablando por su celular con la Doctora Pepe, la abogada de la editorial. Interrumpi la conversacin cuando nos vio y se acerco a darnos un apesadumbrado abrazo. Nos sentamos devastados, azorados y aturdidos. - Marcelo dijo DAmico mientras cerraba su celular conseguime dos remises para salir ya a Pinamar. Vos, Lunghi, vens conmigo. En el otro auto va ir la Doctora Pepe, hay que pasarla a buscar por la casa. Vos, Hugo, encargte de los medios. Los periodistas no estamos acostumbrados a ser la noticia, nuestro trabajo siempre fue buscarla y difundirla. Pero esta vez la vctima era uno de los nuestros. Clarn fue el primer medio en comunicarse conmigo. Norita Mazzini, una fotgrafa que trabajaba para el diario, me llam para pedirme una imagen de Jos Luis. Yo estaba seguro de que en la editorial haba muchas, pero era sbado y el archivo estaba cerrado. Entonces record que unos das antes de que se fuera a Pinamar nos habamos reunido en la casa de Guillermo Cantn a comer un asado. En aquella oportunidad Guillermo le haba tomado unas fotos a Jos Luis con Candela en brazos. Cit a Nora en mi casa y ella valindose de un normal y un flash fuera de cmara reprodujo la imagen en el piso del comedor. Fue el nico medio que public en su tapa una foto de Jos Luis en vida. Los dems aprovecharon la obscena exhibicin del cadver quemado que ofreca la polica permitiendo que toda la prensa se moviera libremente por la escena del crimen. En los hechos policiales que acontecen a diario los fotgrafos pueden ver hasta donde la polica les deja. Rara vez se muestra un
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cadver abiertamente sin ninguna restriccin. El procedimiento normal hubiera sido el de cortar la ruta treinta metros antes de la cava y no permitir el paso a nadie ajeno a la investigacin. Pero ese da los periodistas de todos los medios estaban pisoteando huellas y pruebas al borde del socavn desde donde tenan una perfecta vista panormica al horror. Un pasen y vean de estilo circense con la carga aleccionadora del esto les va a pasar si siguen jodiendo. Por la noche los programas de noticias se abocaron exclusivamente al crimen y ya deslizaban el nombre de Yabrn entre los sospechados.
26 de enero
1997
Una vieja camioneta Dodge convertida en gra se acercaba lentamente a la comisara de Madariaga en la maana del domingo. En su guinche arrastraba los restos del auto de Cabezas. La carrocera en llantas y con la pintura resquebrajada por la accin del fuego raspaba la ruta sacando chispas contra el pavimento. Un mvil policial que acompaaba al remolque se adelant y estacion frente a la puerta del destacamento. El oficial Salva baj rpidamente del vehculo para eludir las preguntas de los periodistas que buscaban alguna novedad en el caso. Antes de atravesar la puerta de entrada un agente de inteligencia lo abord para preguntarle: - Encontraron la cmara? - S respondi sin titubear y sin detener su paso. - Dnde est? - Se quem con el auto. - Y no qued nada? Si es de metal - insisti el agente. - La tena entre las piernas se la llevaron los peritos.
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Ni Salva ni ninguno de los policas involucrados quera que miembros de otra dependencia estuvieran metiendo las narices en la investigacin. Pero las severas irregularidades en todas las diligencias llevadas a cabo por los policas locales fueron advertidas de inmediato por los hombres del comisario mayor Vctor Fogelman, quien haba sido nombrado director de la investigacin por el secretario de seguridad. Por otro lado, Menem saba que este asunto iba a tocar elpticamente a Yabrn, con quien tena importantes vnculos comerciales y del que se deca que era su testaferro. Por eso le haba pedido a Corach, el ministro del interior, que movilizara a los servicios de inteligencia y todo lo que estuviera a su alcance para dar con los responsables. Para el presidente tambin era sospechoso el hecho de que el crimen se perpetrara en el camino que usaba habitualmente el gobernador de la provincia para ir a pescar a una laguna cercana. De hecho Duhalde fue una de las primeras personas en pasar frente a la cava mientras el auto de Jos Luis todava estaba ardiendo. - Me tiraron un muerto - haba dicho hacindose blanco del siniestro mensaje encubierto. Pero en el sucio juego de la poltica es muy difusa la lnea entre quienes son vctimas y quienes victimarios. El compaero de frmula con el que Menem haba llegado a la primera presidencia era ahora su ms acrrimo enemigo poltico y por eso no deba descartarse ninguna hiptesis. DAmico lleg a la escena del crimen un poco despus de que retiraran el vehculo. A un costado del camino lo esperaban Pablo Sirven, Jefe de redaccin de la revista, y Carlos Russo, que fumaba nervioso. - Estas cosas que estn ac, no son piezas del auto?pregunt DAmico mientras caminaba por el interior de la cava. - Esto no se lo tendran que haber llevado los investigadores?continu -Por qu no hay policas ac? - Vamos a buscar en qu llevarlas Sugiri Lunghi sosteniendo en las manos restos metlicos cubiertos de ceniza y tierra.
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La moto de Jorge Gainza, otro de nuestros fotgrafos, se asom desde el borde del cavado levantando tras de s una oleada de tierra. Gainza se haba enterado de lo ocurrido en Mar del Plata y decidi viajar por su cuenta. DAmico, Lunghi y los dems dejaron lo que tenan en sus manos y abrazaron a Jorge. Lloraron y estuvieron en silencio durante largos minutos. Luego siguieron buscando infructuosamente lo que podra ser una pista o algo que los ayudara a entender lo que all haba ocurrido. Para el medioda la noticia de la muerte de Cabezas era el tema central en todos los canales. Algunos haban levantado la programacin habitual para entregarse exclusivamente al tema.
27 de enero
1997
Yabrn haba desplegado los diarios sobre el escritorio y caminaba nervioso por el despacho de su empresa Yabito, ubicada en Carlos Pellegrini 1168. Estaba reunido con Wenceslao Bunge, Gregorio Ros y su abogado el doctor Pablo Argibay Molina al que haba convocado en forma urgente. - Me lo quieren encajar a m a toda costa estos hijos de puta. Deca sealando a los diarios. - Decme, Gregorio, ese comisario amigo tuyo Prellezo, no te dijo nada? Esto no es obra de un boludo solitario. Ac hubo una organizacin, inteligencia tienen que haber visto algn movimiento algo La furia se reflejaba en sus ojos. Saba que se encontraba en medio de una peligrosa tormenta que amenazaba con arrasarlo todo. El abogado argument, para tranquilizarlo, que no haba nada ms que el imaginario colectivo en su contra. Pero nada palpable que lo vinculara con el crimen, ninguna prueba. La redaccin de Noticias estaba colmada por periodistas de todos los medios desde muy temprano. Algunos venan a cubrir la noticia y otros a solidarizarse con los colegas de la revista que caminaban
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devastados entre los escritorios. La Asociacin de Reporteros Grficos haba convocado a un camarazo en el obelisco y varios fotgrafos alistbamos nuestras cmaras para ir. Un movilero de Crnica TV se acerc a fotografa y le pregunto a Pedro: - Ac trabajaba Jos Luis? - Si trabajaba ac el seor era el jefe -contest Pedro visiblemente apesadumbrado mientras me sealaba. El cronista pregunt: - Podemos hablar con usted? Estamos en directo. - S, pas. Contest. Detrs vena un cameraman que no paraba de grabar imagen en ningn momento. Buscaba detalles como el broche del tablero con el nombre de Cabezas donde colgbamos las ordenes de trabajo del da y cosas as.
- Este era el lugar donde Jos Luis trabajaba todos los das.Afirm el cronista mirando a cmara. - Usted era su jefe, verdad? - S, as es. - Usted cree que Yabrn est detrs de este crimen? - No, no creo no s me parece demasiado obvio. Lo que s creo es que alguien quiso hacer mucho ruido. A m no me parece que Yabrn, por sus caractersticas, vaya a matar al que lo fotografi y a prenderlo fuego a la vuelta de su casa en plena temporada. No es un personaje al que le guste exponerse y con un crimen tan aberrante solo se expondra ms De hecho usted ya lo da como sospechoso. Esas primeras declaraciones fueron levantadas por varias agencias internacionales de noticias. Esa misma maana, un poco antes del medioda, Glenda Umaa desde la CNN comentaba para todo el mundo de habla hispana:
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- La Organizacin Internacional de Prensa repudi el homicidio del que fuera vctima un periodista de la revista Noticias de Argentina. Sus colegas creen que este crimen pueda tener connotaciones polticas. Teresa, mi esposa en aquel entonces, esperaba el ciento sesenta en la parada de Salguero y Das Vlez para ir de compras a plaza Italia durante esa tarde. Al llegar el micro ascendi junto a dos personas que estaban en la parada detrs de ella. De soslayo alcanz a ver que se trataba de una joven y ms atrs un hombre. La mujer sac boleto y se sent junto a ella a pesar de que el colectivo estaba casi vaco. Recin en ese momento Teresa not que la piel de la cara y de las manos de la chica estaba tan escaldada que daba impresin mirarla. El hombre tena un traje oscuro y permaneci parado, como observando oculto tras sus gafas de sol. Por suerte se bajaron un poco despus de cruzar la calle Crdoba, curiosamente lo hicieron en la misma parada. Mas tarde, ya en el supermercado, Teresa volvi a cruzar a la mujer desfigurada por el fuego en la gndola de la carnicera. El hombre de traje y gafas oscuras tambin se hizo ver en el lugar. Estaba claro que se trataba de una intimidacin. Teresa comenz a ponerse nerviosa y con las pocas cosas que llevaba en el chango se dirigi hacia las cajas con la intencin de marcharse cuanto antes del lugar. Tom un taxi frente al centro comercial para evitar cualquier otro encuentro con esas personas. Al llegar al edificio baj presurosa del vehculo y sorte de un salto los tres escalones de la entrada. Ya en el palier, cuando cerraba la puerta de vidrio, vio otra vez a la joven que pasaba por la vereda mirando desafiante hacia adentro. Tambin observ que el hombre de traje y gafas oscuras caminaba a paso lento por la acera de enfrente. - Tengo mucho miedo, Qu esta pasando Hugo?- me dijo por la noche mientras sollozaba sentada al borde de la cama. Realmente no sabamos que pasaba a nuestro alrededor pero estaba claro que el mensaje haba sido: callte la boca. Durante ese da, en la redaccin, haba visto muchas caras extraas entre los periodistas y sobre el murmullo general se oa todo el tiempo el nombre de Yabrn. Daba la sensacin de que queran instalar a la fuerza la hiptesis del mentor intelectual en la figura del empresario. DAmico pareca obstinado en creer que esa era la nica lnea a investigar. Lamentablemente el nico que hubiera podido contradecirlo era Pandolfo pero estaba de vacaciones en Mxico
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desde haca una semana. De todos modos me comuniqu con su familia para que alguien le informara lo que estaba ocurriendo.
28 de enero
1997
Cuatro carrozas fnebres de impecable blanco esperaban desde temprano en la puerta de la cochera Paran de avenida Mitre al 4600 cerca de Wilde. El fretro con los restos de Jos Luis haba sido colocado en la primera de ellas pero los empleados demoraron unos minutos ms hasta acomodar en las otras tres la impresionante cantidad de coronas que haban llegado durante toda la noche. Una multitud de curiosos, periodistas y deudos ocupaban la calzada. A media maana la procesin se encamin a paso de hombre rumbo al cementerio de Avellaneda. El silencio de la marcha solo se interrumpi unos instantes cuando la tapa del radiador de una de las carrozas salt debido al intenso calor y provoc una espesa columna de vapor. Fue en ese momento que el celular de DAmico vibr en su bolsillo avisndole que tena una llamada entrante. - Hola susurr. En el otro lado de la lnea estaba Pandolfo vestido tan solo con un short de bao y apoyado en la barra de un bar de Bahas de Huatulco en Mxico. - Cmo no me avisaron? Dijo con la voz quebrada por el llanto. - Me enter por mi cuado l crea que yo ya lo saba. DAmico se alej unos pasos del grupo con el que vena acompaando la procesin y le dijo: - Gabriel, ests en tus vacaciones Qu podas hacer enterndote antes? No s, pero no me dejaste elegir. Soy el vicedirector de la revista, hace tres das mataron a un compaero de trabajo y yo ac como un pelotudo jugando al mariachi
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- En este momento estamos enterrando a Jos Luis contest DAmico con un dejo de fastidio. - Qu se sabe? insisti Pandolfo. - No sabemos nada - Pensar que fue Yabrn es demasiado obvio. Recib por fax lo que sali publicado y - Te tengo que cortar interrumpi DAmico - Hablemos en otro momento. Era evidente que DAmico haba elegido su propia hiptesis y se aferraba firmemente a ella. Rechazaba de plano cualquier otra lnea de investigacin que no fuera la que vinculaba a Yabrn. Cort la comunicacin y suspir como aliviado. Estaba ms tranquilo con Pandolfo lejos de la redaccin.
29 de enero
1997
El jubileo estival pinamarense se haba transformado en un devenir de rostros temerosos que deambulaban por la avenida Bunge. El grupo Clarn, con todo su aparato meditico, junto a La Nacin, Noticias y Gente insistan en demonizar al empresario mostrndolo como un padrino mafioso y sin escrpulos. Los veraneantes comenzaron a sentirse inseguros en el balneario. Muchos decidieron terminar sus vacaciones abruptamente mezclando entre las prendas del equipaje miedo, bronca y desazn. Otros se agolpaban frente a la comisara de Pinamar al grito de no tenemos miedo. Pocho Gambetta era mi segundo en el escalafn jerrquico. Yo le haba pedido que viajara a Pinamar para coordinar todos los envos de material desde all. Esa maana el se encontraba preparando un envo en la oficina de la costa cuando irrumpi Patricio. - Pocho, tengo un material buensimo dijo con la voz cargada de excitacin La hice a la amante de Yabrn
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- A quin? pregunt Pocho sorprendido. - A la Fonre, la amante de Yabrn. - Bueno dejmelo que ahora llamo a Buenos Aires. La redaccin de Noticias segua siendo un caos. Era muy difcil volver al ritmo normal de trabajo en esas circunstancias. Estbamos atrasados en los cierres y para peor rodeados de tipos de traje que parecan ser de los servicios. Circulaban todo el tiempo por los pasillos y la recepcin con rostros serios e inquisidores. En fotografa nos preparbamos para ir a un almuerzo que Fontevecchia iba a dar en uno de los salones del hotel Sheraton de Retiro. Durante la comida se tratara el tema de la seguridad. Pedro entr apurado a la sala con el celular en su mano y me dijo: Lo llama Pocho de Pinamar.
- Qu hacs, Pochito? Cmo estn las cosas all? - Ojo con lo que habls que estn todos los telfonos pinchados me dijo a soto voce. - Tranquilo contest Qu pas? - Vino ese pibe Patricio dice que hizo unas fotos de la amante de Yabrn - Si fuera por m que se las meta en el culo. Quin lo mand a hacerlas? - No s, me dej el material ac y se fue. - Ok Pocho, llamme en diez. Desde el momento en el que se conoci el crimen empezaron a circular los rumores de que a Cabezas lo haban matado porque asediaba al cartero siguindolo a todas partes. Si publicbamos las fotos de la supuesta amante, no hacamos ms que reforzar esa teora. Mi pregunta era: Quin le haba dicho a Patricio que hiciera esas fotos? A ninguno de nosotros se le hubiera ocurrido arriesgar a
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un fotgrafo para seguir a una supuesta amante en ese momento de miedo, congoja e incertidumbre. Comenc a sospechar que a ese pibe alguien lo estaba operando de alguna forma. Al medio da una caravana de remises sali de la editorial llevando a todo el staff de la revista hacia el hotel Sheraton de Retiro. Tres largas mesas ubicadas en forma de U ocupaban el centro de un fastuoso saln adornado con alfombras persas y cortinados de pesado terciopelo rojo. Jorge Fontevechia ocup la cabecera flanqueado por DAmico y Lunghi. De inmediato una docena de mozos de impecable uniforme se hizo presente portando bandejas cubiertas con campanas de plata. Fontevecchia esper a que sirvieran el primer plato para comenzar con su retrica. - Todos sabemos que el periodismo es una profesin de alto riesgo ya conocen las estadsticas - comenz diciendo para luego continuar. - Las cosas a veces no salen como queremos que salgan. En Estados Unidos, a pesar de la rigurosidad tecnolgica de la NASA, el Challenger explot en el aire y, a pesar de la seguridad presidencial, tambin mataron a Kennedy. Esta vez le toco a Noticias perder a uno de sus hombres Lamentablemente lo que queramos or sobre nuestra seguridad laboral no estuvo contenido en la esencia de aquel discurso ni tampoco en la de los otros floridos parlamentos que se esgrimieron durante aquel almuerzo. Los dichos de Fontevecchia, en el curso de los hechos, me hicieron pensar que l tena una visin de lo sucedido que lo colocaba en el estandarte del portador de la verdad. El hecho de que mataran a uno de sus hombres por el compromiso en pos del periodismo pareca darle un carcter honorfico. El mismo escribira mas adelante: La mquina de investigacin de Noticias la componen alrededor de cincuenta periodistas. Un diario de los grandes cuenta con ms de doscientos periodistas. Es legtimo preguntarse: Por qu una redaccin de cincuenta periodistas descubre, recurrentemente y a lo largo de tantos aos, informaciones graves que siempre se le escapan a una redaccin que la cuadruplica en tamao? No se olviden de Cabezas! No se olviden de reclamarles a los diarios
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coraje para comprometerse en los temas difciles en el momento que ocurren y no despus Por la tarde, en la redaccin, un grupo de fotgrafos y yo comentbamos sobre lo ocurrido en la comida cuando el telfono de mi escritorio comenz a sonar. - S?... Quin es? - pregunte con algo de fastidio. Del otro lado Anita Guilligan estaba acurrucada y en ropa interior ocultndose detrs de una cmoda de su cuarto. - Hugo dijo con la voz quebrada por el miedo me estn apuntando con un lser no s que hacer. - Ana, me ests jodiendo? - Noo por favor es en serio dijo sin poder contener el llanto - Cerr todas las puertas, alejte de las ventanas y no te muevas de ah Cort con ella para marcar el interno de Lunghi. - Carlos le dije Anita me llam llorando, dice que la estn apuntando con un lser que la sigue por toda la casa. Llamamos a la polica? - No dej, ya que estamos rodeados de policas y servis, aprovechmoslos En menos de diez minutos cuatro patrulleros se hicieron presentes frente al domicilio de Ana. Una vez dentro del departamento los oficiales calcularon desde donde podran venir los destellos. Observaron una ventana del piso superior que daba al patio interno del edificio y concluyeron que ese hubiera sido el nico lugar posible. Cinco policas se movilizaron hacia all. Cuatro de ellos tomaron posicin entre el pasillo y la escalera. El quinto se arrim a la entrada del departamento. Todos estaban con las armas en la mano listos para lo que pudieran encontrar. - Quin es? respondi una voz femenina desde adentro luego de que el oficial hiciera sonar insistentemente el timbre.
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- Somos de la polica. Podra salir e identificarse por favor. Se oy ruido de llaves y cerrojos hasta que la puerta se abri. Una anciana con bata rosada y pantuflas de felpa cuadriculadas mir sorprendida al oficial desde el vidrio de aumento de sus anteojos. Ms atrs dos nios de entre ocho y diez aos se asomaron curiosos al ver el despliegue de policas agazapados en el pasillo. Uno de los chicos, mientras rea, apunt al oficial con una diminuta linternita lser que el abuelo le haba comprado ese da en el colectivo. Los policas bajaron la guardia, pidieron disculpas por el mal entendido y se retiraron del lugar mientras hacan comentarios jocosos sobre lo ocurrido. En Pinamar, mientras tanto, los periodistas de la revista no estaban ajenos a la paranoia que todos empezbamos a padecer. Para peor trataban de buscar informacin del hecho sin saber que los policas que investigaban el crimen a su lado eran los verdaderos asesinos. Durante esa tarde, un poco antes del ocaso, Carlos Russo estacion su auto en la cochera del hotel. Deba entrar por unos instantes para ir a su habitacin a buscar una agenda que haba olvidado. Al volver al vehculo not la presencia de un objeto que pareca ser una pequea caja de cartn ubicada justo debajo de la puerta del conductor. Carlos estaba seguro de no haberla visto all cuando estacion. Pens que algo podra habrsele cado al descender. Pero un escalofro recorri su cuerpo cuando advirti que se trataba del estuche vaco de un juego de esposas de la misma marca y tipo de las que haban sido halladas en el cuerpo de Jos Luis.
30 de enero
1997
El gobernador Duhalde mantena la postura de ser el receptor del mensaje. Insista con que el crimen de Cabezas se lo haban tirado a l, que era algo as como su Maria Soledad. Este papel que asuma de sentirse el ombligo del mundo fue el que lo llev a dirigir prcticamente todas las acciones. Elev la recompensa para quin diera algn dato til a trescientos mil dlares e instruy al
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comisario Fogelman para que investigara todas las irregularidades de la instruccin caiga quin caiga. Era da de cierre en la revista y estbamos un tanto atrasados. A media maana llegaron a mi escritorio las fotos de Ada Fonre que Patricio haba tomado en Pinamar. Saqu unas impresiones y me dirig al despacho de DAmico. - Ac estn las fotos de la amante de Yabrn le dije con cierta sorna mientras apoyaba las hojas en su escritorio. - Te parece que publiquemos esto? Ya compramos que fue Yabrn? Estas fotos apoyan la teora del acoso periodstico. Eso de que Jos Luis hostigaba al cartero pero las hizo Patricio ayer Vos realmente crees que fue Yabrn? - No s dejmelas ah despus veo dijo como para sacarme de encima. - Pensaste en la tapa? pregunt - Esta Pablo con eso. - Pienso que debera de ser negrano s estamos de luto no?... Una cosa ms estos corbatudos que estn por todo el edificio? Qu son? De la federal? DAmico me mir serio y dijo: - Son de la SIDE nos estn protegiendo. - Vos decs? Las fotos de Fonre salieron en el nmero siguiente. No conforme con esto DAmico redobl el juego y convenci a Michi para que pidiera una ampliacin indagatoria ante el juez Machi. Deba declarar que desde haca un tiempo estaban siguiendo e investigando a la amante de Yabrn.
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3 de febrero
1997
El recambio turstico y una agresiva tormenta de verano hacan del trnsito en la ciudad un verdadero caos. Fontevecchia haba convocado a la plana mayor de Noticias a una reunin en su despacho para las diez de la maana de aquel lunes. Con su caracterstica puntualidad, comenz la charla sentado en la cabecera de una gran mesa de madera de caoba sobre la que haba desplegado los primeros monos y bocetos del diario. Pandolfo entr a la sala con veinte minutos de retraso. Se lo vea agitado y con el cabello mojado, evidenciando las dificultades que haba tenido que sortear para llegar. - Disclpenme dijo mientras cerraba la puerta a sus espaldas. - Cmo estas, Pandy? pregunt Fontevecchia esgrimiendo una sonrisa aniada. - No lo s volv el viernes y llam a todos pero nadie me contest me fui a Pinamar y tampoco encontr a nadie, salvo Balmaceda que lo vi dos minutos el domingo. Recin llego y veo que estn hablando del diario. - Es que llegaste tarde Respondi Fontevecchia mientras se colocaba los lentes. Pandolfo mir el reloj que llevaba en su mueca y dijo: - En veinte minutos agotaron el tema Cabezas?. Pandy, ests sobreactuando porque no estuviste.
- Te parece? Pandolfo tom de la mesa el nmero de Noticias y lo abri en la pgina en la que haba una foto de DAmico caminando por el interior de la cava. - Estamos haciendo todo mal dijo - Qu plan tenemos? Fontevecchia lo mir con ojos de fastidio y volvi a tomar uno de los monos mientras le deca:
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- Gabriel, ese tema ya lo charlamos el proyecto del diario Perfil es la mejor respuesta que podemos dar. Al medio da me asom a la oficina de Pandolfo para convidarlo a almorzar. Estaba meditabundo, sentado en su escritorio con los codos sobre la mesa y la pera sumergida entre las palmas de sus manos. - Ven cerr la puerta dijo cuando me vio. - Te voy a decir algo, porque necesito un testigo cuando termine toda esta mierda me voy de este nido de hijos de putaesto ltimo lo dijo con la voz cargada de indignacin. - Gracias por lo que me toca. contest con algo de irona. Me miro serio y pregunt: - Qu le dijiste a la prensa? - En pocas lneas, que no crea que Yabrn haya sido el mentor de este crimen cometido a la vuelta de su casa para que despus toda la prensa lo apunte a l. Si vos fueras Yabrn, haras algo as? - Yo no soy Yabrn no tengo la ms puta idea. Pero fuiste vos el que sac el nombre de Yabrn? - No, el pibe me pregunt si yo cra que Yabrn estaba detrs del crimen - Y qu le dijiste - Que noya te dije sabs que, Gabriel? Creo que hay mucha inteligencia detrs de todo este asunto Esta no sera una buena forma de sacar al cartero del juego? Estamos en medio de un gran quilombo poltico. Por un lado Menem y Duhalde se declararon la guerra, por el otro, Cavallo que est con la licitacin del correo detrs de las dos cosas est la figura de Yabrn. Qu mejor para sacarlo del medio que matar al fotgrafo que lo escrach hacindole perder el anonimato en el que se escudaba?... Sera fcil cargarle el crimen no te parece?
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Pandolfo se qued pensativo unos instantes y sin levantar la vista dijo: - Me parece una boludez Qu cosa te parece una boludez?
- Que Yabrn vaya a matar a un periodista de una revista como Noticias de la forma que lo hizo tan solo porque le sac una foto. - Y bueno, boludo, estamos hablando de lo mismo. - Entonces por qu carajo todo lo que tiene que ver con el crimen esta rodeado de Yabrn? - Creo que nos estn operando de todos lados Gabriel - Pero Quin tiene la espalda para bancarse un muerto que era el fotgrafo estrella de Noticias? dijo Pandolfo mientras tomaba una lapicera y una hoja de papel para luego continuar: - Muerto Cabezas fuera Yabrn. Quin se beneficia? - Varios contest Cavallo, los que quieren agarrar el negocio postal, la bonaerense y de alguna forma Duhalde que se hace la vctima entre otros. Nosotros somos menos que peones en este juego perverso pero eso s, al que estoy seguro que no beneficia para nada es al cartero.
4 de febrero
1997
Haban pasado algunos minutos de las nueve de la maana cuando un BMW negro con vidrios polarizados ingresaba al patio lateral del Palacio de Gobierno de la provincia por la calle cincuenta y uno en la ciudad de La Plata. Dos hombres, de riguroso traje oscuro, descendieron del vehculo y entraron por la puerta que daba directo al ascensor que llevaba al despacho de Duhalde. Uno de ellos era el comisario retirado Jos Scopa, quien haba hecho de enlace para
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reunir al gobernador con su acompaante, el delegado para Amrica Latina del FBI, Robert Fernndez. Durante la reunin, que duro ms de dos horas, Fernndez present y expuso las cualidades del programa Excalibur al que llam: Una novedad informtica en materia de investigacin. Duhalde qued impresionado con la variedad de posibilidades que el programa ofreca y no dud en adquirirlo. Luego instruy a Fogelman para que dispusiera de un bunker fuera del rea de la brigada de investigaciones y as evitar cualquier tipo de filtraciones de los datos que pudiera proveer el Excalibur. Una casa quinta de la localidad de Castelli fue la elegida para instalar una docena de computadoras y armar desde all la central operativa. El hombre del bur de investigaciones americano arregl tambin que en los das venideros un grupo de expertos asesoraran al equipo del comisario inspector Jos Luis Costa, jefe de informtica de la bonaerense, sobre el manejo del software. Esa misma tarde Duhalde se encarg de separar de la investigacin al comisario de Pinamar Alberto la Liebre Gmez sospechado de haber liberado la zona durante la madrugada del asesinato. El polica haba declarado a la prensa: - Los miembros de la revista Noticias fueron quienes planearon el crimen para poder vender ms ejemplares. Junto a Gmez era separado tambin el comisario inspector Carlos Rossi sobre quien caa la acusacin de haber cometido serias irregularidades mientras estuvo a cargo de la instruccin sumaria durante las horas posteriores al crimen. De esta manera quedaba allanado el camino para que Fogelman junto a Costa y sus doce ciberpolicas trabajaran sin obstculos desde Castelli.
11 de febrero
1997
El movimiento nocturno marplatense se iba extinguiendo poco a poco a medida que avanzaba la madrugada de aquel martes sin luna. Varios vehculos de la brigada de investigaciones de Dolores apoyados por mviles de la polica bonaerense se adentraban por
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las oscuras y tranquilas calles de Punta Mogotes rodeando la esquina de Cervantes Saavedra y Tripulantes del Fournier. El objetivo era arrestar a Margarita Di Tullio y Pedro Villegas. Los agentes saban con certeza que ambos se hallaban en su casa esa noche. Simultneamente, sobre la avenida Coln entre Alvear y Guemes, otro grupo de policas se aprestaba a allanar la casa de Luis Alberto Martnez Maidana. En este caso con testigos civiles ya que se presuma que en ese lugar se encontraba oculta el arma homicida. Estaban comenzando a unirse las piezas de la primera parte del plan. Unos das antes Redruello se haba encargado de restituir el arma usada en el crimen al entorno de Pepita la pistolera. Luego se present ante la justicia en calidad de testigo encubierto y declar que l saba quien tena el revlver asesino. Albergaba entre sus intenciones la audaz pretensin de embolsarse los trescientos mil dlares de recompensa. En su declaracin involucraba a Jos Luis con el trfico de cocana y lo acusaba de extorsionar a Margarita di Tullio. Haba dicho tambin que en varias oportunidades escuch a la madama decir a ese Cabezas lo voy a hacer cagar. La versin esgrimida por este mitmano consuetudinario en su declaracin era rayana con lo absurdo pero el comisario general Adolfo Vitelli, en su desesperacin por resolver el caso, no slo haba dado asidero a sus dichos si no que puso a disposicin de Redruello un vehculo y dinero con el fin de que este se involucrara an mas dentro de la banda. La idea era obtener de este modo mayor informacin. Redruello dio luego a las autoridades la ubicacin exacta del arma que el mismo haba plantado en la casa de Maidana. Durante los operativos llevados a cabo esa noche fueron arrestados los cinco miembros de la banda y en los allanamientos se les secuestraron varias armas de fuego entre las que estaba el aciago revlver calibre treinta y dos. Al medio da, en la sala de fotografa, la fotgrafa Vernica Jacobson y yo mirbamos las noticias por televisin. Antonio Llorente desde Dolores hablaba a cmara:
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- La detencin de Margarita Di Tullio, alias pepita la pistolera, su marido y otros integrantes del clan sera la lnea llamada de los pepitos que surgi a partir de las declaraciones de un testigo encubierto que habra brindado informacin - No me mands a Dolores? -pregunt Vernica repentinamente mientras acomodaba su cmara en el bolso. Yo tena claro el calibre de fotgrafa que era ella pero tambin saba lo enrarecido que estaba el aire alrededor del caso. No quera poner ms gente en la zona de riesgo por lo que prefer responderle con una humorada: - Vos quers ir porque estas caliente con el gallego Llorente ja ja! - Tarado respondi Vernica y luego se ech a rer. En ese momento Dutil entr en la sala y salud a los que estbamos con una mano mientras que con la otra se quitaba un chupetn a bolita de su boca. - Eso de los pepitos no se lo cree ni el juez. - sentenci En la televisin continuaba el informe de Llorente: - La investigacin gira ahora en torno del Excalibur, un sofisticado programa que habra sido provisto por el F.B.I. Es un sistema informtico que cruza llamadas y que permitir rastrear todas las comunicaciones hechas durante la madrugada del crimen - El Excalibur cruza los llamados? pero entre quines? Pregunt Dutil mientras se sentaba en el banco de los fotgrafos - Qu telfonos van a tomar de referencia? - Entre las cuatro y las seis de la maana no debe haber habido muchos llamados respond - Lo que el programa hace es cruzar todos esos llamados y rastrear los nmeros para ver de quines son Ponle que Pepita y Yabrn se hayan hablado salta Entendiste? Recin entonces se daba a conocer a la prensa la presencia del Excalibur en la investigacin. Para ese momento, los hombres de
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12 de febrero
1997
El sol caa abrasador sobre los transentes que atravesaban la plaza Lavalle durante aquella calurosa maana. La cotidianeidad del paisaje se vea alterada por la presencia de varios mviles de exteriores y un nutrido grupo de periodistas que se agolpaban instalados en las escalinatas del Palacio de Tribunales. El rumor que corra hablaba de que Yabrn se presentara a declarar como testigo en un juicio por calumnias e injurias que mantena el ministro Cavallo contra el periodista Bernardo Neustadt. El empresario postal haba decidido mostrarse en pblico. Quera que lo vieran sin custodias, caminando por la calle como un ciudadano comn. A las diez y media de la maana se hizo presente. Lleg a bordo de un vehculo de alquiler sorprendiendo a todos los que all estaban. De inmediato fue rodeado por una nube de fotgrafos y periodistas de televisin que se abalanzaron sobre su persona. - Les parece que soy un tipo peligroso?... caminando as libremente entre la gente. Deca mientras trataba de abrirse paso a travs la exaltada aglomeracin de reporteros. En su mano derecha sostena un panfleto con la imagen de Jos Luis y la inscripcin No se olviden de Cabezas. La exhiba en lo alto asegurndose de que se viera bien en todos los medios. Quizs alojando la infantil pretensin de mostrarse solidario con la causa. Su permanencia en el juzgado no super los cuarenta minutos. La salida fue an ms tumultuosa que el ingreso debido a la cantidad de curiosos que se haban agrupado en la plaza al or la noticia de la presencia de Yabrn en Tribunales. La polica tuvo que hacer un cerco a su alrededor y ayudarlo a subir al taxi que lo estaba esperando. La animosidad de la gente para con el empresario comenzaba a tornarse medieval. Fue insultado y salivado por la turba durante todo el trayecto. Mientras avanzaba acurrucado entre los policas alcanz a declarar tibiamente a los periodistas:
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25 de febrero
1997
Un palco mvil que cruzaba de vereda a vereda haba sido instalado de cara a la avenida Corrientes en su interseccin con Talcahuano. Sobre el se ergua un enorme cartel con la inscripcin No nos olvidemos pintada en letras rojas sobre fondo blanco. Se cumpla un mes de la muerte de Jos Luis y el sindicato de prensa haba organizado junto la asociacin de reporteros grficos un acto en su memoria que culminara con una marcha a Plaza de Mayo en reclamo de justicia. El fuerte impacto que el crimen haba causado en la sociedad hizo que una multitud se congregara espontneamente ese da cubriendo la avenida desde Talcahuano hasta pasada la esquina de la calle Montevideo. Todos los integrantes del staff de Noticias ocupbamos el centro del escenario junto a Cristina, la viuda de Cabezas. Debajo, mezcladas entre la gente, haba un sin nmero de personalidades de la poltica y las artes. - Qu buen momento para lanzar el diario le dijo Fontevecchia en voz baja a Damico cuando al salir del edificio se percat de la impresionante cantidad de gente que el caso haba movilizado. Luego Gabriel Michi ley unas sentidas palabras alusivas y ms tarde se hizo un minuto de silencio que se extendi por toda la ciudad. Cabildo y Juramento, Rivadavia y Acoyte, Triunvirato y Avenida de los Incas, fueron algunas de las intersecciones en las que la gente se haba autoconvocado en silencio. Pasado el minuto los bomberos de todos los cuarteles porteos hicieron sonar sus sirenas. Antonio Ormundo, un fotgrafo brasileo que trabajaba con nosotros, se par en el medio del palco y grit con toda su garganta: - Cabeeezaas Al unsono la multitud respondi: - Presente.
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Esa consigna se repiti durante toda la marcha. En las pancartas, en los afiches, en nuestras camisetas, por todos lados la imagen de los ojos de Jos Luis nos miraban como tratando de buscar alguna respuesta.
Marzo
1997
La forma en que algunos medios trataban la noticia del homicidio haba comenzado a tornarse vulgar y en muchos casos un espectculo circense. Todo pareca girar en torno a lo ms negro, lo escabroso. Algunos periodistas se preocupaban por saber si Jos Luis respiraba mientras lo consuma el fuego. Otros especulaban con la cantidad y el calibre de las armas utilizadas para el crimen. En los diarios se podan ver todo tipo de monografas e ilustraciones explicando en detalle cada paso de la autopsia o la preparacin del lquido inflamable con el que haba sido rociado el cuerpo de la vctima. La televisin no se quedaba atrs en materia de sensacionalismo. Por el programa de Mauro Viale desfilaban a diario testigos truchos, dudosos peritos y todos los policas separados de la investigacin quienes aseguraban estar pagando el pato de la boda. Uno de ellos, el oficial Carlos Salva protagoniz escenas de pugilato con un tal Pedro Avio frente a las cmaras de televisin. Avio, un ex polica de la bonaerense, acus durante el programa a Salva de ser el lder de una banda de delincuentes uniformados. - Por qu e dicen el patrn de la costa?- Inquiri Avio al oficial bajo la atenta y regocijante mirada de Viale. - Usted est mintiendo.- Contest Salva - Acaso usted no es el ahijado de Klodzcyk insisti Avio ya con nimo de provocacin.- Yo con mentirosos no hablo ms.- Respondi el polica visiblemente ofuscado -No entiendo su inters en difamarme Por qu miente?
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La respuesta de Avio no fue verbal si no que levantndose de su silla le aplic un certero puetazo sobre el pmulo izquierdo del rostro. Salva respondi la agresin y comenz un forcejeo con su interlocutor. Mauro Viale trataba de separarlos sin quitar ni un instante la vista del monitor para asegurarse de que todo esto se estaba viendo en vivo y en directo. De todos modos lo ms bizarro y grotesco en shows periodsticos lo presenci por televisin durante una emisin del programa Memoria en la que su conductor, Samuel Gelblung, presentaba un pattico informe: - Ahora vamos a ir a exteriores donde hemos preparado un horno en el que lograremos reproducir la temperatura que habra tenido el auto de Jos Luis Cabezas durante el incendio.Deca Gelblung mirando a cmara y con los codos apoyados en el escritorio. - En l introduciremos una cabeza de ovino a la que se le efectuar un disparo a fin de determinar si la bala podra haberse disuelto en el crneo del fotgrafo. En instantes en Memoria.Aquel espectculo result ser inusitadamente brbaro. Despus de la presentacin de la nota un sujeto apareci en pantalla diciendo ser perito balstico y coloc la cabeza seccionada de un pequeo ternero sobre una parrilla metlica de las que se fabrican con la mitad de un barril de combustible. Luego, con un revlver del mismo calibre que el utilizado en el crimen, le asest un disparo a la altura de la sien. Mientras tanto el asistente encenda el material inflamable que estaba dentro del medio tanque. La extremidad estuvo sobre el intenso fuego durante ms de cuarenta minutos. Para finalizar, en el ltimo bloque, el supuesto perito quit la cabeza incinerada y humeante de la parrilla y la apoy sobre una mesada de piedra. Luego, valindose de una maza y un cortafierro, procedi a romper el crneo en busca de los restos de plomo de la bala. Todo esto se realizaba en presencia de una escribana que daba fe cabal de la infame pericia.
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En la revista no queramos que el caso se samantisara, (trmino que habamos heredado del sonado juicio a Coppola ya que una de sus mediticas protagonistas se llamaba Samanta), pero ciertamente eso ya no estaba en nuestras manos. La investigacin, mientras tanto, segua girando en torno a la historieta de los pepitos. El 14 de marzo el juez Macchi dict el procesamiento de Margarita Di Tullio por considerar a esta la instigadora del homicidio. Yo no entenda por qu la revista no se plantaba frente a la cantidad de versiones que circulaban sobre la vida de Cabezas. Sabamos perfectamente qu tipo de persona era Jos Luis. Compartamos muchas horas junto a l en la editorial y algunos, como en mi caso, fuera de la misma. Sabamos tambin que no exista ningn vnculo entre l y Pepita la pistolera. Sin embargo Noticias segua, al unsono con los otros medios, publicando los pormenores del caso como si la vctima nos hubiera sido ajena.
8 de abril
1997
La gran cantidad de flashes que comenzaron a destellar simultneamente provocaban un efecto estroboscpico sobre la figura del Gobernador Duhalde mientras que hacia su ingreso al saln de los acuerdos. Periodistas de todos los medios se haban hecho presentes en el palacio de gobierno de La Plata ante la convocatoria a una conferencia de prensa donde se daran a conocer importantes novedades relacionadas al crimen. - Hemos adelantado bastante en la investigacin.- Comenz diciendo Duhalde.- Dieron resultado las medidas que tom este gobierno al ofrecer una recompensa y gracias al testimonio de una persona que intervino directamente en el hecho y que se confes ante m, hemos logrado la detencin de cuatro individuos de la zona de Los Hornos cercana a La Plata y estamos a la espera de la captura de un integrante de la polica bonaerense...-
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Pandolfo y yo seguamos las alternativas de la conferencia por la televisin de su oficina cuando Michi irrumpi para decir: - Parece que el polica es Prellezo Tenemos unas fotos de cuando hicimos la nota de los robos en la costa Es el comisario de Valeria del Mar.- Por favor, decle a Pedrito que las pida en el archivo- le suger. - Vos cres esa versin de Duhalde? Le pregunt a Pandolfo. - Yo no creo nadapero nada de nada.- Me contest sin sacarse el capuchn de la birome de entre los dientes. - Me suena un poco ms creble que lo de Pepita la pistolera.continu Al tipo lo entrega el viejo por la guita - Con la malaria que hay, si me dan cien lucas, digo que fuiste vos. interrumpi riendo. - Siempre sostuve que eras un gran compaero - respond. l continu diciendo: - El padre de uno de los asesinos que casualmente tiene SIDA Una variante de El amigo americano, de Truffaut. En ese momento se asom DAmico y dijo: - Muchachos, por favor, vengan a ver el video de la autopsia. - Disculpen, pero yo paso. contest Pandolfo con gesto de rechazo. En la oficina de DAmico estaban Russo, Sirven, Gonzlez y el doctor Moretti, director del departamento legal de la editorial. Circulaban muchas versiones contradictorias acerca de cuntas balas tena el cadver y si stas podran haber sido cambiadas durante la autopsia. Por tal motivo Moretti haba gestionado ante la justicia para que pudiramos tener acceso al material flmico de la diseccin del cuerpo. Tuve que vencer la aversin que me provocaban las imgenes de la manipulacin del cadver devastado por el fuego. El video mostraba el momento en el que, mediante una
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pinza de ciruga, un mdico extraa piezas metlicas del irreconocible crneo de Jos Luis. Luego las colocaba en un frasco de plstico transparente. - Con esto no se puede probar nada sentenci Esta filmacin no tiene continuidad. - Eso que quiere decir? pregunt DAmico - Que no est hecho de una sola toma. Tiene cortes y en los cortes pueden sacar o poner cualquier cosa ya lo haca Georges Mellis en los albores del cine Ah! Ves? Fijte que entre el momento en que mete la bala en el frasco hasta que se lo llevan hay por lo menos, dos cortesNo entenda qu quera lograr DAmico exhibindonos este video. La bala podra haber sido cambiada en cualquier circunstancia. Hubiera sido absurdo pretender que una cmara estuviera las veinticuatro horas siguiendo las pruebas. Creo que en su afn por mantener la sospecha sobre Yabrn desestimaba cualquier otra hiptesis. Como se acostumbraba decir en la jerga periodstica compraba todo tipo de pescado podrido. Cuanto ms embarrada estaba la cancha ms crecan en la opinin pblica las sospechas sobre el empresario postal.
14 de mayo
1997
El alba despuntaba fra sobre los pastizales escarchados que permanecan ocultos bajo una fina capa de neblina. Desde el horizonte se vean aparecer decenas de nios que caminaban a la orilla de la ruta 11 dibujando sus siluetas a contraluz de un cielo que de a poco iba tornando del escarlata al naranja. El comisario Fogelman haba pedido la colaboracin de las escuelas de la zona para ayudar en la bsqueda de la cmara fotogrfica de Cabezas. Prueba fundamental para verificar la versin de los hechos dada por la banda de Los Hornos. La investigacin haba cambiado el rumbo radicalmente. La parodia de los pepitos termin siendo insostenible a pesar de la irrefutable
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prueba del arma homicida. Para el comisario Fogelman no haba dudas de que esta haba sido plantada en el entorno de la banda. Por su parte el Excalibur comenzaba a dar cuenta de la existencia de numerosos llamados entre el jefe de seguridad de Yabrn y Gustavo Prellezo, a quien acusaban los horneros de ser el autor material del homicidio. El juez Macchi jugaba entonces un enroque y Margarita Di Tullio junto a Domingo Dominichetti fueron liberados los primeros das de mayo. En su lugar eran detenidos el comisario de Pinamar Alberto Gmez y el oficial ayudante Anbal Luna. Pero para Fogelman la obsesin segua siendo encontrar la cmara de fotos o, aunque ms no sea, alguna de sus partes. Hctor Retana haba dicho en su declaracin ante Macchi: - Despus que salimos de Pinamar Prellezo le pidi a Gonzlez que rompiera la cmara y la fuera tirando por el camino Cuando no la pudo romper ms tir el pedazo ms grande en un arroyo que pasamos -
16 de mayo
1997
Camargrafos y fotgrafos de todos los medios seguan atentamente los movimientos de un sujeto ataviado con botas de pescador que muido de un alambre en forma de horqueta caminaba concentrado y en silencio en medio de las turbias aguas del Canal Uno. Recurriendo a los procedimientos ms inslitos Fogelman haba pedido la colaboracin de Nstor Vinelli, un ex rector de la Universidad de Lomas y experto en rabdomancia, para que a travs de su ciencia lo ayudara en la bsqueda de los restos de la cmara. Cada paso en la investigacin era rimbombante y teatral. Todo era rico en imgenes para regodeo de los que buscaban ms sensacionalismo. A las diez de la maana el rabdomante marc un sector del arroyo y le indic a los buzos tcticos de la bonaerense el lugar exacto donde haba detectado algo. Los acuanautas llevaban puesto todo su equipo de trabajo incluyendo tanques de oxgeno y patas de rana. Un camargrafo del noticiero del nueve se acerc al oficial a cargo y le sugiri:
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- Jefe No es demasiado equipo para un arroyito de cincuenta centmetros de hondo?... va a quedar medio ridculo nos van a rajar a todos. El oficial sonri, no sin sonrojarse un poco, y orden a sus hombres que slo usaran el snorkel. Veinte minutos ms tarde uno de los buzos sala del agua trayendo un objeto metlico en sus manos. Pedrito me llam a fotografa para que viera lo que estaban transmitiendo en vivo por un canal de noticias. En la imagen se vea como el jefe del procedimiento le mostraba el hallazgo a Vernica Jacobson, nuestra fotgrafa, que ese da se haba sumado al equipo de trabajo de Dolores. Vimos como Vernica primero asenta con la cabeza y luego comenzaba a llorar desconsoladamente. Era el cuerpo de la Nikon F4 de Jos Luis no caba duda alguna. Se vean claramente los infantiles stickers que Agostina y Juano haban pegado en el respaldo de la cmara de su padre. Todos en la redaccin permanecimos unos minutos en silencio. Creo que el hallazgo del equipo nos haba hecho volver a tomar conciencia de la muerte de nuestro compaero. Solo se oa la televisin de fondo. En ella Llorente en primer plano deca: - La cmara fotogrfica desat la euforia de los policas y el dolor de los periodistas. Las dos calcomanas que ayudaron a reconocerla, haban sido pegadas por los hijos de Jos Luis Cabezas para que siempre los tuviera presente Lo paradjico de esta historia tenebrosa es que los dos nios, sin proponrselo, haban contribuido con eso a condenar a los asesinos de su padre
23 de mayo
1997
Una multitud de periodistas de medios locales e internacionales junto a ms de un centenar de curiosos se agolpaban frente a las escalinatas de los Tribunales de Dolores aquella maana de viernes. El motivo de tal aglomeracin era la esperada llegada de Yabrn y la de su jefe de seguridad Gregorio Ros. Ambos haban sido citados a comparecer ese da como testigos en la causa ante el
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juez Macchi. El revuelo comenz a las diez de la maana con la llegada de Ros. Demor cerca de quince minutos en recorrer los cincuenta metros de distancia entre su vehculo y la entrada al tribunal. Los periodistas se abalanzaron sobre el ex militar que trataba de avanzar sorteando cables y micrfonos. La pregunta de todos los cronistas era la misma: - Usted fue quin dio la orden de matar a Cabezas? El ex hombre fuerte de Yabrn caminaba mirando hacia los lados con ojos de terror y solo atinaba a decir: - Djenme pasar tengo que llegar temprano para ver al juez. En el ingreso al edificio la confusin fue tal que rodaron por el piso periodistas, camargrafos y fotgrafos. Yabrn estaba citado para las primeras horas de la tarde. Algunos de los hombres de prensa, movidos por la buena voluntad, trataban de poner cierto orden entre sus colegas. - Armemos un cordn, armemos un cordn a cada lado para que podamos organizarnos y todos tengamos la foto.Rogaba Mario Koqui, de la Asociacin de Reporteros Grficos, a los fotgrafos que pugnaban por conseguir la mejor ubicacin. DAmico haba pedido que viajara yo personalmente para dirigir la cobertura. Alquil una combi y part con cuatro de mis hombres hacia Dolores. All nos esperaban Vernica Jacobson y Jorge Gainza con los que hacamos un equipo de siete fotgrafos. - Este Koqui quiere hacer cordoncitos. dije dirigindome al grupo. No le den bola porque cuando aparezca Yabrn todos estos monos se le van a tirar encima. As que organicmonos nosotros Vos Vero te vas a parar en la punta de la escalera, al lado de la puerta de entrada. Encaj el veinte en la cmara y no te muevas de ah pase lo que pase And a tomar posicin ya. Vos Jorgito caz el auto y te vas al peaje de Dolores. El tipo va a pasar por ah de ac a cuarenta minutos. Si vos no preguntas boludeces y te vas ya, vas a llegar en quince
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Todos los medios queran asegurarse la imagen de Yabrn entrando al tribunal. Uno de los canales de noticias haba llegado al extremo de alquilar una gra hidrulica y colocar un camargrafo en el barquillo para tener una buena vista area y quedar fuera del caos que todos vaticinbamos que se producira al llegar el empresario postal. Entre los cientos de curiosos que se iban agrupando frente al edificio haba personajes de todo tipo y ralea. - Recin lo vi al Coco Mourio esto esta infectado de servisMe dijo Leo Cosn mientras trepbamos a la caja de un camin volcador que estaba estacionado en la vereda de enfrente a los tribunales. Mourio era un legendario matn que en otra poca haba sido guardaespaldas del sindicalista Diego Ibez pero que ahora se deca amigo de Yabrn. Mi celular comenz a sonar. Atend y del otro lado estaba Gainza. - Hugo, lo tengo. Habl con l tom un caf en esa estacin de servicio Minotauro cerca de Castelli. - Dijo Jorge algo agitado. - Haba otros fotgrafos? - No, yo solo. Va para all en un Mondo igual voy a llegar antes porque ellos van despacio. - No no te apurs, segulo a ver si lo hacen boleta y no tenemos la foto. El empresario era muy prevenido y saba el caos que provocara su llegada al tribunal. Por eso haba dispuesto que varios de sus hombres de seguridad se mezclaran entre la gente. Fueron estos los que lo rodearon al bajar del vehculo que lo traa y lo escoltaron hasta la entrada. Le llev tres largos minutos atravesar la vereda entre el requerimiento periodstico y los abucheos de la gente que se agolpaba a su alrededor al grito de - Asesino, asesino Yabrn declar ante el juez hasta las nueve y cuarto de la noche. Se retir sin hacer declaraciones y bajo una fuerte custodia policial. Se lo vea tranquilo y sonriente. Saba que los investigadores no
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tenan elementos para inculparlo y por eso se haba manejado con soltura ante Macchi y su secretario.
24 de mayo
1997
La ciudad de Dolores o el primer pueblo patrio, como la nombran orgullosos sus veinticinco mil moradores, fue la primera poblacin creada por el naciente estado argentino luego de la declaracin de la independencia. Alberg en pocas de Rosas a los mentores de la revolucin de los libres del sur bajo el mando de Pedro Castelli. Pero la batalla de Chascoms sofoc todo sueo revolucionario. Castelli fue ejecutado y su cabeza colg expuesta, durante aos, de un palo colocado en la plaza de Dolores, frente donde hoy se encuentra el hotel Plaza. El mismo que pasaba a ser ahora el epicentro periodstico del caso. Los corresponsales de los principales medios estaban hospedados all. Tambin circulaban por sus pasillos abogados, testigos y voceros de los imputados. Estas mismas instalaciones haban albergado meses atrs a los protagonistas del caso Coppola. Recuerdo una llamada de Leo Cosn, nuestro corresponsal, en la que me contaba que escuchaba las fiestas que hacan los detectives de la polica Gerace y Diamante con las testigos Samanta Farjat y Natalia de Negri en la habitacin contigua a la suya. - Nooo por atrs noo Oa que gritaban las susodichas hasta altas horas de la madrugada Era sbado y el tribunal no trabajaba. La nica actividad programada para ese da era una rueda de prensa a la que haba convocado Bunge, el emisario de Yabrn, para las cuatro de la tarde. - Por qu haba empleados de seguridad del congreso entre las personas que ayer custodiaban a Yabrn? Dispar Vernica en medio de la conferencia y para sorpresa de todos. Bunge trat de desviar la respuesta con evasivas pero Llorente fue mas especifico y le replic:
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- La colega se refiere a los hermanos Mourio que ayer mantuvieron un altercado con periodistas antes de que saliera Yabrn. Bunge dijo no conocerlos y dio por terminada la conferencia. La complicidad circunstancial en la rueda de prensa provoc un acercamiento entre nuestra fotgrafa y el movilero estrella. Algo ansiado por los dos desde haca tiempo. Los corresponsales pasaban largas semanas lejos de sus hogares soportando todo tipo de presiones y en medio de un clima general que cada vez se haca ms y ms denso. Esa noche Vernica y Llorente se sentaron muy juntos cerca de la cabecera de una larga mesa que compartan cronistas, camargrafos y fotgrafos en el restaurante del hotel. - Qu bien estuviste hoy en la conferencia de Bunge Lorente mientras tomaba tmidamente la mano de Vernica. dijo
En otro sector de la mesa, lejos de los arrumacos, el vino corra rpido y los efluvios etlicos comenzaban a hacer efecto sobre algunos periodistas. De pronto Horacio Segovia, un fotgrafo de nuestro equipo, lanz un desatinado comentario: - Cabezas era un reverendo ortiba nadie se lo bancaba en la editorial Esto provoc un silencio a su alrededor y ms de una mirada de reproche. - Qu decs tarado le recrimin un fotgrafo del diario Crnica. - Qu sabes vos? Si no laburabas con l en la redaccin no se lo bancaba nadie. Insisti Segovia con su rostro enrojecido, quizs producto del alcohol. Ome imbcil vos no entendiste nada? Dijo el hombre del diario visiblemente nervioso. - Ests hablando de un compaero que asesinaron que podras haber sido vos o cualquiera de nosotros La concha de tu madre - y junto con esta ltima frase le arroj un vaso de cerveza sobre la cara.
Segovia reaccion y se trenzaron en un intercambio de golpes. Sillas, vasos y botellas cayeron por el piso mientras que los otros colegas forcejeaban con los contrincantes para tratar de separarlos.
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En medio de la confusin Vernica y Llorente se alejaron por el pasillo que llevaba a las habitaciones.
Junio
1997
Yabrn estaba herido de muerte y de a poco comenzaba a darse cuenta. La municin en su contra era cada vez ms pesada y certera. Sobre todo en el efecto que produca sobre la opinin pblica. En los primeros das de junio se presentaron ante la cmara de apelaciones los peritos psiquitricos Jos Antonio Abasolo y Silvia Dulau Dumm de Aguilar. Los profesionales sostenan que, a pedido del juez, haban realizado un estudio psiquitrico al comisario Prellezo. Segn ellos, este les confes que se haba reunido en dos oportunidades con Yabrn y uno de sus lugartenientes para ver cmo podan coordinar y darle un apriete al fotgrafo. Das ms tarde un estanciero local de apellido Cibert se present como testigo ante el juez y afirm que Cabezas le cont que haba recibido amenazas por parte del empresario postal debido a una investigacin sobre lavado de narcodlares. Quizs en busca de tener sus quince minutos de fama o vaya a saber movidos por que inters aparecan estos personajes a brindar dudosos testimonios. Pero la base en la que se sustentaba todo el plan era el Excalibur. Tal como estaba previsto, los cruces telefnicos revelaron que exista una estrecha relacin entre el polica acusado de ser el autor material del homicidio y Gregorio Ros, el ladero del empresario. La sospecha de que Yabrn podra haber sido el instigador del homicidio cobraba fuerza a travs de las sugestivas llamadas y daba va libre a la justicia para investigar todos sus movimientos. A mediados de junio el programa aportado por el F.B.I. daba cuenta de numerosos llamados realizados desde los telfonos de Yabito, una de las pocas empresas reconocidas por Yabrn como propia, a despachos de funcionarios del gobierno que otrora haban negado conocer al misterioso empresario. Ciento dos de esos llamados tenan como destino el despacho del Ministro de Justicia Elas Jassan. El escndalo comenz a crecer en intensidad a medida que el filo del Excalibur avanzaba en direccin a los funcionarios del gobierno de Menem. La investigacin provoc un vendaval en los despachos oficiales. El ministro del interior, Carlos Corach, sali a hablar en los medios de una caza de brujas.
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Duhalde, por su parte, era el que ms disfrutaba de los resultados obtenidos a travs del nuevo juguete informtico. En medio de esta debacle poltica, las mentes criminales no dejaban de agitar a la opinin pblica y comenzaron entonces a amedrentar a los periodistas ms emblemticos del caso. Santos Biasatti fue amenazado telefnicamente y, das ms tarde, un sujeto lastim en un brazo a la hermana de Fernndez Llorente a la vez que le indicaba: - Decle a tu hermano que se borre de Dolores. Pensar que Yabrn estuviera amenazando a periodistas en ese momento era realmente absurdo. Su situacin ya estaba bastante comprometida como para buscar ms exposicin y acrecentar las sospechas en su contra. Sin embargo el sistemtico bombardeo de informacin manipulada disparado hacia la masa no daba lugar a otro razonamiento que l que sindicaba al empresario como el mentor de todos los males.
24 de junio
1997
La avenida Corrientes estaba muy congestionada ese martes a la maana. Yo quera llegar antes de las diez a la editorial pero lo vea difcil. El celular comenz a sonar y atend con el manos libres. - Hola Hugou- Dijo Anthony Walsh con su inconfundible acento. No pude pasar por la editorrial y tengou poco materrial. Anthony era oriundo de Londres. Haca ms de un ao que colaboraba con nosotros. Tena buen ojo pero era sumamente tmido y esto a veces lo pona en desventaja. Le gustaba hacer de asistente porque aprenda pero tambin sola hacer muy buenas notas como fotgrafo. Ese da lo haba mandado a una guardia en la puerta de la explanada de la casa de gobierno. Yabrn haba solicitado una audiencia con el jefe de gabinete Jorge Rodrguez y se reuniran durante el transcurso de esa maana. Llam a Pedrito y le ped que mandara un paquete de rollos en una moto a casa de gobierno.
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- Es mejor que lo lleve yo - Sugiri no vamos a llegar a tiempo si esperamos la moto. - Tens razn tomate un taxi despus te doy la plata.En plaza de Mayo haba gente desde temprano portando panfletos y pancartas con la imagen de los ojos de Jos Luis y la inscripcin no se olviden de Cabezas. El Frepaso haba convocado a un bocinazo para repudiar la presencia del magnate. A las diez y cinco Yabrn lleg al lugar en un Ford Mondeo bord. Desde su arribo hasta atravesar el portn de rejas tuvo que sortear un verdadero caos. El vehculo avanzaba lentamente entre periodistas y gente que le cerraba el paso al grito de asesino. Durante el recorrido no baj la ventanilla para hacer declaraciones pero tampoco dej de sonrer para los fotgrafos en ningn momento. Sin duda se esforzaba en mostrar una imagen de tipo simptico y bonachn. El magnate postal haba transitado en muchas ocasiones los pasillos del palacio de gobierno. La diferencia estaba en que antes lo haca en forma annima, sin que nadie supiese quien era, en vez ahora su imagen se haba convertido en una especie de cono de la corrupcin. El tablero poltico estaba sufriendo un fuerte cimbronazo debido a los cruces telefnicos obtenidos a travs del Excalibur. Le tocaba ahora al gobierno reordenar sus piezas y Yabrn no era precisamente un fusible descartable. Su influencia dentro de los espacios de poder teja una oscura y enmaraada trama de ramificaciones. La reunin con el jefe de ministros se extendi por ms de una hora. Un nutrido nmero de curiosos, manifestantes y periodistas se haba juntado durante ese lapso en las afueras de la casa rosada esperando la salida del empresario. - Ah sale! - le dijo Pedrito a Anthony cuando not que el Mondeo bord estaba siendo colocado en la entrada al saln de los bustos. Yabrn subi de prisa al vehculo y al cruzar la reja de la explanada todo se descontrol. El auto qued atrapado durante unos minutos entre reporteros grficos que apoyaban los objetivos de sus cmaras sobre las ventanillas y movileros que pugnaban por
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obtener una declaracin del empresario. Entre los curiosos y manifestantes haba activistas que desde temprano estaban exaltando la animosidad de los presentes hacia el empresario. Esto provoc que la gente comenzara a arrojar objetos y a pegar patadas y golpes de puo sobre el vehculo. Uno de estos activistas muido de una buja oculta en su mano golpe en forma descendente a la luneta trasera provocando el estallido del cristal. La escena cobraba as el dramatismo propio de la antesala a un linchamiento. - Mierda... parece el crimen de Cuenca! Exclam mientras segua los acontecimientos por la televisin de la sala de fotgrafos. - Mir ah!... ese no es Pedrito? Pregunt Ana Guilligan sealando a la pantalla. Cuando observ bien no lo poda creer. Pedrito, que era muy correcto y de modales afrancesados, estaba entre los manifestantes golpeando el techo del vehculo como un enajenado. La imagen de Pedro descargando su ira contra el automvil del empresario recorri todos los noticieros de ese da. Durante la tarde tuve que pedirle que se tomara unos das de franco. DAmico pensaba que si alguien lo reconoca poda quedar pegada la revista con los episodios violentos de la maana.
25 de junio
1997
Carlos Dutil no tena intenciones de regresar a la redaccin durante esa nublada tarde de mircoles. Deba ir hasta la ciudad de La Plata para mantener un encuentro con la doctora Elba Tmpera, una abogada que Dutil haba conocido en la poca en la que estaba escribiendo el libro Maldita Polica junto al periodista Ricardo Ragendorfer. Este ltimo haba trabajado como redactor especial en Noticias hasta mediados del noventa y seis. Dutil le haba pedido a Ragendorfer que lo acompaara a la reunin que iba a tener ese da con la abogada. Quera estar seguro de que todo quedara bien claro. Ambos se encontraron al medio da en Uruguay y Corrientes y fueron a un restobar del paseo La Plaza donde almorzaron algo liviano para luego partir hacia La Plata.
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Unos das antes, la doctora Tmpera se haba comunicado telefnicamente con Dutil para informarle que Yabrn tena intenciones de contratarlo para que investigara el homicidio de Cabezas. Segn la abogada, Wenceslao Bunge le haba pedido que hiciera de intermediaria para contactar a Dutil y hacerle llegar el ofrecimiento del empresario. La cifra era sumamente tentadora: cincuenta mil dlares para empezar y una suma igual si durante la investigacin se obtena algn resultado positivo. Yabrn en ese momento trataba de hacer todo lo posible para demostrar su inocencia. De todos modos no era esa la nica razn por la que quera contratar a un periodista del medio que haba sido blanco del brutal asesinato. Ocurra que Yabrn haba ledo el libro de Dutil y Ragendorfer y buena parte de los policas mencionados en aquella investigacin periodstica eran los mismos que l acusaba como autores del asesinato de Jos Luis. Para el empresario no haba dudas de que el crimen haba sido planeado y dirigido por Mario chorizo Rodrguez, el comisario del singular apodo que en lunfardo es sinnimo de ladrn o chorro. Lo que pretenda Yabrn era que Dutil iniciara una investigacin en torno a Rodrguez y a varios policas que trabajaban bajo su rbita, entre los que estaban Carlos Stoghe, Norberto Degastaldi, Horacio Pozal y Daniel Leguizamn. Segn Yabrn, estos oficiales y suboficiales formaban parte de una banda delictiva dentro de la fuerza y habran sido ellos los responsables del homicidio de Cabezas. Si bien Dutil dudaba de que Yabrn estuviera detrs del crimen, no por eso poda ponerse en contra de todo el periodismo e irse a investigar el hecho del lado del cuestionado empresario. Precisamente ese era el motivo por el que deba hablar con la doctora Tmpera aquella tarde. Estaba decidido a rechazar la oferta del magnate. La abogada los recibi en el estudio que tena en su propio domicilio y les ofreci caf. - Esto no quiere decir que yo vaya a dejar de investigar el caso.- Le dijo Dutil a la abogada - Todo lo contrario Y si de lo que averige descubro que Yabrn es inocente lo voy a escribir y si descubro que es culpable tambin lo voy a escribir.-
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La conversacin se trunc en ese momento debido a la violenta irrupcin del esposo de Tmpera en la sala. Este, en tono agresivo y evidenciando un nerviosismo extremo dijo: - Elba!, Te dije que no operaras ms para ese tipo cortla nos van a matar a todos.
27 de junio
1997
La sudestada que sopl durante esa tarde haba dejado su huella de hojarasca y barro sobre el boulevard de la avenida Quinteros. Los lujosos chalets del barrio River, un vrtice de Belgrano llamado as por la proximidad al estadio Monumental, no quedaron exentos a las consecuencias de la crecida en la cota de las aguas del Ro de la Plata. Al anochecer la temperatura estaba por debajo de los cuatro grados y por eso ningn vecino estaba afuera ni se percat del movimiento extrao en la casa del mil treinta y cinco. La imponente casona de estilo londinense que se haba hecho construir el senador Eduardo Menem como residencia era el escenario elegido para el encuentro entre el primer mandatario y su mximo enemigo poltico, el gobernador Duhalde. Faltaban tres meses para las elecciones legislativas y el Justicialismo herva. Duhalde saba que con el Excalibur tena el as de espada asegurado por varias manos en esta puja. Sin embargo esa noche los dos hombres ms importantes del justicialismo se pusieron de acuerdo en que los daos colaterales de esta contienda interna seran infaustos para el movimiento. El escndalo de los cruces telefnicos haba hecho rodar la cabeza de Elas Jassan, el ministro de justicia de Menem, y la onda expansiva complicaba a otros altos funcionarios del gobierno. Las elecciones estaban muy cerca y ya era tiempo de ponerle fin a la pelea. Por eso decidieron que sera mejor despolitizar todo lo relacionado a Yabrn y a la investigacin del caso Cabezas. Acordaron tambin fijar como fecha el da veintinueve de ese mes para firmar una tregua en la quinta de Duhalde en San Vicente.
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4 de julio
1997
La revista cerraba la edicin los jueves por la noche pero casi siempre terminbamos el ltimo pliego ya de madrugada. Pandolfo y yo habamos tomado como costumbre salir a cenar despus de cada cierre. bamos siempre a lugares diferentes para evitar movimientos rutinarios en caso de que alguien nos estuviera haciendo algn tipo de inteligencia. Durante la comida quitbamos las bateras a los celulares porque creamos que sin fuente de energa evitbamos toda posibilidad de escucha. La paranoia nos provocaba angustia, por eso aprovechbamos esas salidas para pensar en proyectos que nos permitieran salir de todo el torbellino que envolva a Perfil. Esa noche fuimos a cenar a La Ctedra. - Me aprobaron lo de la revista - dijo Gabriel sonriente mientras limpiaba sus lentes con un papel tis. - Hablaste con alguien del grupo? pregunt en tono entusiasta. - S Silvina me lo present a Samuel. - A Samuel Liberman?... en persona? - dije con sorpresa. - S, estaba tambin el hijo Sal se llama. El pibe es el que quiere incursionar en los medios de comunicacin grfica aceptaron todo lo que les ped. - Todo?... lo mo tambin? - S, todo lo tuyo y lo de Dutil tambin vamos a armar la redaccin en una casa por la zona de Belgrano R - No ser mucho, Gabriel?... Me ira a las diez lucas por mes para hacer una revistita mensual de ciento veinte pginas! - Mir Hugo si quers venir?, ya sabes lo que tens que hacer - S si ya s lo que pensaba es Por qu los Liberman se fijaron en nosotros habiendo tantos paisanos en el medio
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Este grupo est tambin atrs del correo no?... y si nos quieren sacar del medio?... Somos los nicos dos boludos que no nos creemos lo de Yabrn - No exageres Ropero; no somos los nicos Dutil tampoco cree la versin oficial de Noticias. - Ya lo s contest - y tambin se lo estn llevando los Liberman otro que no cree lo del cartero es Patn Ragendorfer. - Vos decs que exagero insist - del otro lado del mundo se estn cagando a tiros los rabes contra los israeles por qu penss que ac estamos afuera del conflicto? - Porque nosotros estamos ac y el conflicto es territorial y ocurre a muchsimos kilmetros de aqu. - Gabriel: no s si te acords que ac volaron dos sedes judas durante el gobierno de un rabe oriundo de Damasco al que le mataron a su hijo primognito y que casualmente todava esta en el poder. - Y eso qu tiene que ver? - No s Yabrn es de origen rabe y hombre de Menem entre otras cosas maneja EDCADASA and a saber si el tipo no dej entrar los explosivos con los que volaron la Amia o algo as y querer chantarle el crimen de Jos Luis sea una suerte de venganza. - Te fuiste al carajo, Ropero. - Puede ser no s quizs sea un exceso de paranoia Me puse mal ayer cuando Patn me cont que Patricio Haimovichi, el fotgrafo de Pinamar, tena un celular que yo desconoca y que el nmero era correlativo al que usaba ese buchn de Redruello. - Ah s?... Mir vos - As es salt por el Excalibur A m ya me pareca que ese pibe estaba actuando en forma extraa pero nunca pens que trabajara para los asesinos.
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- Qu hijo de puta! no se puede creer en nadie sentenci Gabriel. Ambos permanecimos unos instantes en silencio. Quizs estbamos pensando en lo mismo; en lo difcil que se nos haca convivir con nuestra postura en el caso dentro de la redaccin. Las rencillas internas se tornaban cada vez ms insoportables. La sensacin era la de que en la revista no haba lugar para disidencias. - Bueno entonces te sums al proyecto? Pregunt Pandolfo interrumpiendo el instante de letargo - O te vas a afiliar al algn partido neo nazi? Sonre y dud un instante; luego respond: - S, me sumo estara bueno salir un poco de este infierno
10 de octubre
Un fuerte olor a gas se senta desde la mitad del pasillo.
1997
- No prendan la luz! Grit el encargado del edificio a Lunghi que junto a Marcelo Deverre lo seguan de cerca. Eran las tres de la tarde y Anthony Walsh haba faltado a las dos notas que tena asignadas para ese da. Tampoco responda a los llamados telefnicos ni en su casa ni en el celular. Anthony no tena familia en Buenos Aires. Su ltima novia haba sido Alejandra Folgarait, que tambin trabajaba en Noticias como redactora. Ella le dijo esa maana a Carlos que haca mas de una semana que estaban distanciados y que ya no convivan; que no saba nada de l. Sensibilizado por los hechos recientes Lunghi decidi ir hasta el departamento que el ingls ocupaba en la calle Snchez de Loria para ver si estaba todo bien. Luego de probar con varias llaves el encargado logr abrir la puerta. Entr y fue derecho hacia la ventana para ventilar el ambiente; el olor a mercaptano era insoportable. En el equipo de msica sonaba un tema de The Cure. Lunghi empuj la puerta de la cocina y, en un acto reflejo, se llev ambas manos a la cabeza. El cuerpo inerte de Anthony yaca en el
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piso de baldosas claras junto a la tapa abierta del horno. Sobre la mesada se vea la cinta de embalar que haba utilizado para sellar las hendijas de la puerta mientras preparaba su ltimo escenario. Pedro me llam esa tarde para darme la noticia. Yo ya no estaba trabajando en la editorial. Haba renunciado para sumarme al proyecto de El Planeta Urbano junto a Pandolfo. Dej todo lo que estaba haciendo y me fui para Perfil. En fotografa estaba Pedrito que, ni bien me vio, vino a darme un abrazo con los ojos llenos de lgrimas. El ingls se haba ganado el cario de todos en la editorial. Anchony, como le deca Cabezas, era un romntico y se notaba en la pasin que pona en sus fotografas. A veces, por las tardes, se sentaba en un rincn de la sala y escriba. Me acuerdo que una vez, refirindose a que los crticos de la alta fotografa no tenan en cuenta a los fotoperiodistas, escribi: Los mismos reporteros grficos raramente otorgan tiempo a fomentar su reputacin como artistas ya que a la larga no tienen tiempo o no tienen la inclinacin, debido a los cierres y a las horas imposibles en las que se ven obligados a trabajar"
11 de octubre
1997
Quera acostarme temprano as que suspend una cena con amigos que tena programada para ese sbado a la noche. No estaba de buen nimo y adems deba levantarme muy temprano para asistir a las exequias de Anthony que se llevaran a cabo en un cementerio de Pilar. Son el telfono y atend desde el inalmbrico que estaba en la cocina. - Hola Hugo - Dijo Jorge Gainza del otro lado en tono apagado. Sabs lo que pas?... Me sorprendi su llamado a esa hora. Jorge estaba de viaje con Dutil en Guatemala hacindole una nota para El Planeta Urbano a un grupo de Mdicos sin Fronteras que trabajaban en las regiones selvticas de ese pas.
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- Qu hacs Jorgito?... Qu pas? Viste lo de Anthony?Pregunt. - No que Anthony dijo con la voz entrecortadaDutil. se muri
- Quee?... Respond creyendo haber escuchado mal. - Se muri Carlos hoy a la tarde Le dio un infarto mientras jugbamos al ftbol con unos indios - dijo sollozando. Pareca una maldicin, en las ltimas veinticuatro horas haban muerto dos entraables colegas. Llam a Pandolfo y quedamos en encontrarnos en la redaccin de El Planeta Urbano. Ninguno de los dos tena la llave de la casona de la calle Pampa por lo que permanecimos debajo del prtico a resguardo de una fina lluvia que haba comenzado a caer. Debamos esperar a que Muzella, nuestro coordinador llegara con la llave. A los pocos minutos se nos sum Jimena Carbonell, una redactora de la revista que tambin haba trabajado junto a Dutil en Noticias. Nos sentamos los tres en la escalera de piedra donde nos tocaba un poco la lluvia. La luz del porche caa pesadamente sobre nuestras cabezas gachas y algunas gotas mezcladas con lgrimas se escurran entre las piedras de la escalera. Era tan grande la carga de tristeza que no podamos pronunciar palabras. Finalmente pudimos entrar a la casa. Estuvimos ms de dos horas organizando todo lo concerniente al papeleo para poder trasladar el cuerpo de nuestro colega. Al finalizar con todos los llamados telefnicos Gabriel sac una botella de Bourbon de un cajn de su escritorio y me pidi que buscara algo donde servir. Llen tres vasos hasta el borde y dijo: - Tomen chicos estoy seguro que Carlitos hubiera querido que sus amigos lo despidiramos as. Salimos al balcn y a modo de brindis dirigimos los vasos en direccin a las estrellas. Luego los bebimos hasta el final.
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12 de octubre
1997
La grama color esmeralda, prolijamente cortada, cubra las suaves colinas adornadas con pinos y cipreses del parque Memorial de Pilar. La fina y pertinaz llovizna que caa desde la madrugada daba un toque britnico a la marcha lenta del cortejo que acompaaba a Anthony hasta su ltima morada. Alejandra Folgarait lloraba desconsoladamente y su delgada figura pareca quebrarse con cada convulsin. Los compaeros de redaccin y algunos pocos amigos de la pareja rodeaban la fosa donde lentamente, mediante un sistema de poleas, los empleados del parque iban haciendo descender el fretro. Folgarait pronunci algunas palabras de despedida y luego ley un poema de Cummings en ingls. Pandolfo me hizo una sea con la cabeza y ambos nos separamos del grupo. - Pobre Alejandra est hecha mierda- Le dije a Gabriel mientras caminbamos en direccin al estacionamiento. - En dos horas tengo que ir a Ezeiza a recibir el cuerpo de Carlitos - Dijo Pandolfo mirando su reloj. -Vos and a la redaccin para ver que todo est bien Decle a Rozemblum que no se olvide de mandar el giro a Guatemala por el fretro y los gastos de traslado Dnde lo vamos a velar? - Ya est arreglado el saln de la Asociacin de periodistas para el velatorio. respond. - Lo que son las cosas - Dijo Gabriel - Sabs que pensaba?... durante este ao murieron los tres periodistas que hicieron la nota de la maldita polica - Es cierto.- Contest un poco estremecido por la afirmacin. Cabezas, Dutil y Walsh - Una verdadera maldicin Cuidte.- Termin diciendo Gabriel mientras cerraba la puerta del taxi.
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Mayo
1998
El juez Macchi segua sumando testimonios que remarcaban la fobia que senta Yabrn hacia los periodistas. La ceguera de la justicia, como nunca, era absoluta y tomaba todo lo que pudiera ser probable sin detenerse a observar lo que poda ser posible. Quizs porque era conveniente no mirar para ningn lado. Pero sumar ese tipo de testimonios no alcanzaba a ser prueba suficiente para imputar al magnate. Prellezo se mantena en silencio. Saba que no deba hablar; que cualquier cosa que dijera comprometera a sus compaeros de armas y eso violara los pactos de silencio y encubrimiento que existan dentro de la fuerza. Pero a medida que avanzaba la causa el ex polica iba tomando conciencia de que haba sido utilizado de carnada para atrapar al empresario; de que aprovecharon su cercana frecuente con Ros para luego usar el Excalibur en su contra. Saba que el juez Macchi solo quera escuchar de su boca el nombre de Yabrn. La encrucijada del polica estaba en que si menta se estara poniendo en contra a su amigo Gregorio Ros y al mismsimo Yabrn y que la represalia a esa accin poda costarle la vida. - Yo me voy a bancar la que me tenga que bancar Fue su nica declaracin ante el juez Como en un estratgico ajedrez, todas las jugadas se haban pensado con varias movidas de anticipacin. En el plan maestro se haba trazado un perfil de cada uno de los actores para generar mecanismos de presin en su contra si fuera necesario. En el caso de Prellezo saban que estaba tratando de recomponer su relacin con Silvia Velawsky de la que se haba separado haca un ao. Vanesa Cecilia, la pequea hija de la pareja, era el principal motivo del nuevo acercamiento. Por su funcin dentro de la fuerza Velawsky tena acceso a la informacin de los prontuarios y antecedentes de las personas. Justamente por eso Gmez le haba dicho a Prellezo que le pidiera a Silvia los antecedentes de Cabezas aquella maana de noviembre en Pinamar. Ese pedido de antecedentes qued registrado a nombre de la oficial en los archivos digitales del departamento de Polica del da 20 de noviembre del noventa y siete, (dos meses antes del crimen). Con esa prueba Velawsky fue detenida y acusada por el juez de haber participado en el homicidio.
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Ahora Macchi tena una herramienta de presin poderosa. Con la ex esposa del polica presa, el destino de la hija de ambos sera incierto. Prellezo no declar ante el juez pero sufri un supuesto quiebre durante un examen psiquitrico. Duhalde quera la foto de Yabrn esposado como trofeo de guerra. Se haca evidente que lo que haba decidido entregar el presidente Menem durante la negociacin con el gobernador de la provincia en la quinta de San Vicente haba sido la cabeza de Yabrn. A partir de ah el gobierno de Menem solt la mano del empresario y se mantuvo al margen del desarrollo de la investigacin. A cambio de esto no se mencionaron a ms funcionarios y los resultados de los cruces telefnicos pasaron a ser de orden reservada y secreta. - Silvia Velawsky es un rehn de Duhalde Deca el abogado del empresario a los medios. Argibay Molina haba presentado un pedido de habeas corpus preventivo para su defendido ante el juez Bernasconi. Luego el cuestionado magistrado del caso Coppola acudi a la corte ante la negativa de Macchi al reclamo de copias de las fojas relacionadas con Yabrn. La intencin era quedarse a cargo de la causa pero esta maniobra no dio resultado y todo volvi a manos de Macchi. Finalmente Silvia Velawsky declar ante el magistrado. Lo hizo el quince de mayo y bajo la promesa de que su situacin procesal sera morigerada si inculpaba al empresario postal de ser el autor intelectual del homicidio. En esa declaracin, evidentemente armada por sus abogados para complacer al juez y no quedar involucrada, dijo que ella haba solicitado un informe de antecedentes de un tal Cabezas en el departamento de polica por pedido de su ex esposo en noviembre del noventa y siete. Dijo tambin que una semana despus sostuvo con su ex una acalorada discusin en la que Prellezo le haba dicho que Yabrn lo haba contratado para asesinar a Cabezas y que era mejor que no abriera la boca. Una vez conseguido ese testimonio el juez Macchi libr una orden de captura internacional en contra del empresario. La investigacin del crimen de Jos Luis jams existi. Toda la instruccin no fue ms que un campo de batalla donde se enfrentaron intereses diversos en contra de Yabrn y consecuentemente de Menem. Testigos falsos, mitmanos, declaraciones arregladas bajo extorsin, el empleo del Excalibur como factor de presin poltico y la complicidad meditica ejercida
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por el monopolio del grupo Clarn fueron las herramientas usadas para llegar a un desenlace pactado finalmente en despachos oficiales. No eran pocos los que comenzaban a sentirse incmodos dentro del gobierno con la idea de que Yabrn fuese detenido en territorio de Duhalde. Pero lentamente se iban agotando todas las instancias judiciales y su captura sera algo inevitable. Si esto ocurra todos los negocios del empresario quedaran trabados o sujetos a embargos judiciales e investigaciones. Fue en esas circunstancias que Yabrn pens en trazar un audaz plan de fuga. Este consista en fingir un suicidio y aprovechar la confusin que esto generara durante las primeras horas para salir del pas. En el momento en que todos pensaran que estaba all, el ya no estara. Pero para llevar a cabo un suicidio deba de haber un muerto. Yabrn era uno de esos multimillonarios que podan comprar cualquier cosa que quisiera. Desde voluntades hasta la vida misma. Seguramente no hubiese anotado nunca a uno de sus hijos en la lista del INCUCAI. El trfico de rganos de seres descartables es un negocio millonario al que alguna vez Cecilia Giubileo, la doctora que desapareci de la colonia Montes de Oca all por los ochenta, intent sacar a luz y lo pag con su propia vida. Algunos rumores dan cuenta de que Yabrn habra contratado a un grupo de mercenarios franceses para que consiguieran a su sustituto y prepararan la escena del suicidio. Este grupo comando de elite, con base en Porto Seguro (Brasil), se reuna cada vez que consegua algn contrato millonario. Eran capaces de crear toda clase de escenarios ficticios. Una suerte de simuladores internacionales a los que se poda contactar a travs de un telfono satelital. Yabrn no quera dejar cabos sueltos. Los franceses eran una garanta de silencio y discrecin. Cada vez que terminaban un trabajo regresaban a Brasil done tenan sendas posadas y restaurantes a modo de cubierta y nadie conoca sus otras actividades. El escenario elegido por los franceses fue una estancia ubicada a mitad de camino de la ruta que une Gualeguaych con Concepcin del Uruguay cuyo nombre era San Ignacio. Este campo de ms de cinco mil hectreas propiedad de la empresa Yabito era lindero a otro establecimiento llamado La Margarita que, curiosamente, perteneca a Hugo Anzorreguy, el titular de la SIDE.
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El lugar del hecho quedara de este modo fuera de la jurisdiccin de Duhalde y esto exclua a la bonaerense de la investigacin. Tanto el procedimiento como la autopsia y el reconocimiento del cadver seran realizados por las autoridades competentes de la provincia de Entre Ros. La estancia posea dos cascos principales. En realidad, se trataba de dos estancias contiguas. San Ignacio era la primera y tena su propio casco. All vivan y trabajaban habitualmente ms de veinte personas. El lugar era administrado por un antiguo cuidador de apellido Gervasoni. Despus de esas instalaciones comenzaba el verdadero bunker del empresario. Se trataba de una casa desde donde se poda ver el ingreso de cualquier vehculo al lugar. Este casco haba pertenecido a la estancia Guipzcoa, anexada a San Ignacio haca cerca de tres aos. Ambas casas estaban separadas por cinco kilmetros de camino en mal estado. El domingo diecisiete, Yabrn se comunic con Marcelo Lozano, un lugarteniente de su confianza, para indicarle el lugar donde quera que se encontrara con Leo Aristimuo, el casero del casco nuevo y la nica persona que en ese momento poda llegar al empresario. Lozano deba traer una escopeta Baikal MP 133 calibre 12.70 de fabricacin rusa que Yabrn guardaba en su mansin de Acassuso y regresar a Buenos Aires con un paquete de cuatro cartas dirigidas a la esposa y los hijos del magnate. En ellas les peda disculpas por la difcil situacin que les estaba haciendo pasar y rogaba paciencia para el rencuentro. En ninguna de esas cartas escribi la palabra adis.
20 de mayo
1997
Entre los negocios atribuidos a Yabrn y su entorno estaba el de la confeccin de pasaportes y registros de portacin de armas. Tena adems depsitos aduaneros, empresas de carga y descarga de aviones y hasta su propia compaa area. Si agregramos a esto un haber de ms de tres mil millones de dlares, lejos se estara de dar con el perfil de un personaje que est dispuesto a quitarse la vida ante un inesperado revs judicial sabindose inocente. Era
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prcticamente el dueo de la llave de entrada al pas y de quererlo poda tener diez identidades distintas. El juego de las escondidas era el que ms le gustaba y el que mejor saba jugar. l deca que la mejor manera para ser invisible era la de no estar donde todos crean que estaba. Ese da el pasto prolijamente cortado haba amanecido cubierto por la escarcha. Yabrn se levant temprano y como desayuno solo tom unos mates que le acerc Andrea. Alrededor de las diez de la maana recibi la llamada que lo alertaba de que las comisiones policiales de Concepcin del Uruguay y Gualeguaych estaban listas para allanar San Ignacio. El empresario les haba pedido a Aristimuo y su esposa que le prepararan algo para picar. Unos minutos ms tarde los llam para decirles que se quedaran afuera de la casa y recibieran a la polica que ya vena a buscarlo. Le entreg a su casero un sobre con diez mil pesos y le dijo: - Guardte esto por si hay algn gasto imprevisto sean fuertes y gracias por todo chicos. Una vez que se qued solo dentro de la casa Yabrn fue directo a la suite y se cambi la ropa que traa puesta, un jogging azul, una remera blanca y zapatillas grises, por una camisa de seda gris, un pantaln negro y zapatos de cuero al tono. Dej sus prendas sobre la cama junto al reloj pulsera, la alianza de matrimonio y una cadena turbilln de oro que siempre usaba. Luego sali por la parte trasera de la casa. All lo esperaban dos hombres en una camioneta cuatro por cuatro negra. El empresario subi por la puerta del acompaante y emprendieron la marcha rpidamente en direccin a los fondos de la estancia. Alrededor del medio da, las dos comisiones policiales entraron en caravana hasta el casco viejo de San Ignacio. El comisario mayor Hernn Degruguiller y el comisario principal Adolfo Alloatti estaban a cargo del operativo. El hecho de que actuaran las dos departamentales se deba a que la estancia estaba dividida entre ambas jurisdicciones. Gervasoni recibi a los policas y los invit a recorrer el casco viejo y las dependencias auxiliares. - El seor hace mas de tres meses que no viene por ac - dijo el casero despus de que los efectivos terminaran con la minuciosa inspeccin del lugar.
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- A dnde da ese camino? Pregunt Alloatti sealando el sendero de tierra que llevaba hacia el casco Guipzcoa. Hay alguna otra construccin mas all? - No hay un tambo y unos galpones de acopio mas all pero no vive nadie. El comisario no crey lo que Gervasoni deca y envi un mvil para que hiciera un reconocimiento de la zona. A los pocos minutos Alloatti recibi la confirmacin de su sospecha. El principal Chamot le informaba, a travs del handy, que haba otra casa importante a unos cinco kilmetros de all. Aristimuo y su mujer, Andrea, recibieron a los policas en los jardines aledaos a la casona rosada. Negaron que all se encontrara su patrn pero tuvieron que franquear el paso hacia el interior ante la orden de allanamiento que exhiban los uniformados. Apenas atraves la puerta Alloatti se percat que alguien estaba en el lugar. Los restos de queso y salamn todava estaban sobre la mesa junto a una botella de aperitivo y otra de whisky escocs. Tambin not que las estufas a lea del comedor y la sala estaban encendidas. Aristimuo intent convencer al polica de que su patrn les haba pedido a l y a su esposa que ocuparan la casa grande hasta el verano. Pero el comisario tampoco crey esa historia y orden a sus hombres que revisaran todo el lugar. La suite principal estaba cerrada. Alloatti le pidi la llave a al casero pero este neg tenerla. - Ah el patrn guarda sus cosas siempre se lleva la llave. - Entonces traiga las llaves de las otras habitaciones seguro que alguna abre si no vamos a tener que forzar la puerta. Aristimuo accedi al pedido del polica y le entreg el manojo de llaves. Alloatti eligi una al azar e intent introducirla en la cerradura. De pronto una detonacin seca se escuch del otro lado de la puerta. El casero se tir instintivamente al piso y los policas desenfundaron sus armas al tiempo que se cubran. - No tiren que Don Alfredo est ah. grit Aristimuo con el rostro desencajado por el susto.
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- Por favor seor Yabrn no complique ms las cosas y entrguese el lugar est rodeado. Rog el comisario con voz firme. Pasaron algunos instantes de tenso silencio entonces Aristimuo, con los ojos llenos de lgrimas, suplic: - Por favor, Don Alfredo salga. Como no se oa nada dentro de la habitacin uno de los uniformados de apellido Seves mir a travs de la cerradura. - Uy no! - exclam el polica al ver un cuerpo tendido que asomaba de la puerta del bao. Leo, suponiendo lo peor, le entreg con el pulso tembloroso una copia de la llave al comisario Alloatti. Los efectivos lograron entrar en la habitacin y encontraron el cuerpo cadavrico de un masculino caucsico tumbado boca abajo en medio de un charco de color prpura. An persista el olor a plvora mezclada con ese hedor ferroso que emana de la sangre todava caliente. La escopeta calibre 12.70 asomaba por debajo del cuerpo. El disparo haba desfigurado el rostro de la vctima al punto de dejarlo irreconocible. La violenta expansin de los gases producto de la combustin de la plvora, ms una carga de treinta y nueve perdigones le haban provocado el estallido del crneo desparramando restos de masa enceflica por las paredes y el techo del bao. Otra vez el hombre sin rostro se haba borrado la cara. Aristimuo dedujo por la indumentaria y el cabello canoso del occiso que estaba ante el cadver de su patrn y debido a la crisis de nervios que sufri tuvo que ser llevado fuera de la casa No conoc personalmente a Yabrn. Solo lo vi de pasada aquella vez que se present a declarar en el juzgado de Dolores. No s que clase de persona era ni cuales eran sus cdigos. Pero si s que la dcada de los noventa estuvo plagada de impunidad y de maniobras orquestadas en post de intereses polticos y econmicos. El asesinato de Jos Luis fue otra de esas tantas operaciones de manipulacin a la opinin pblica. Se deca que haba sido un crimen perpetrado para silenciar a la prensa. Pero yo, personalmente, creo que la complicidad y la torpeza de ciertos sectores del medio fue la que propici las condiciones necesarias para llevarlo a cabo.
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A eso de las tres de la tarde entr Mussella a mi oficina para mostrarme el cromaln de tapa de El planeta Urbano. Era una foto de Bernardo Neustadt disfrazado de Nern para ilustrar una nota sobre la tica del poder. - El viejo boludo este - dijo Mussella - cuando se de cuenta lo que hizo se muere Ja!... la Cordero Viedma nos lo va a agradecer. - Ya se aviv en el estudio contest - mientras le estaba haciendo las fotos el tipo se puso tenso Jimena lo chamuy un poco y se tranquiliz Pero yo me di cuenta que tena miedo de hacer el ridculo. En la televisin comenz a sonar Barras y Estrellas por Siempre, la caracterstica marcha que anunciaba las primicias de Crnica TV. LTIMO MOMENTO, rezaban las letras blancas sobre el fondo rojo de la pantalla, SE SUICID YABRAN. Mussella y yo quedamos estticos esperando a que el cronista diera alguna precisin ms sobre lo que haba ocurrido. El informe me haba dejado helado. Sub a la oficina de Pandolfo y not que tambin estaba mirando las noticias. - Matamos a Yabrn! Le dije con algo de asombro. Gabriel se levant y apag el televisor con el control remoto. - Vayamos a tomar un caf dijo mientras se acomodaba el saco al hombro- Esa nota la podra escribir Dalmiro
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