Cortina Ciudadanos Del Mundo
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En la Introducción:
Presenta una Teoría de la ciudadanía: unión entre la razón sentiente
(-concepto de la sentiencia para diferenciar la habilidad de "pensar"
(razonar) de la de sentir-) de cualquier persona y las leyes y los
valores: sentimientos racionales: el de pertenencia a una
comunidad y el de justicia en esa misma comunidad (p. 19).
El Capítulo I :teoría de la ciudadanía.
Ciudadanía: constituye la razón de ser de la civilidad, fomentada por el hecho de que los ciudadanos
comparten un ideal de justicia y un sentimiento de pertenecer a una comunidad.
Los valores compartidos componen los mínimos de justicia a los que una sociedad pluralista no está
dispuesta a renunciar(p. 28).
La ciudadanía es un concepto mediador, integra las exigencias liberales de justicia y las comunitarias de
pertenencia (pp. 33; 34 y 35): Significa igualdad de los ciudadanos en dignidad y disponibilidad a
comprometerse en la cosa pública (p. 23; 25 y 31).
La ciudadanía es el reconocimiento de la sociedad hacia sus miembros y la consecuente adhesión, por parte de
éstos, a los proyectos comunes. Sólo quien se sabe reconocido por una comunidad puede sentirse motivado para
integrarse activamente en ella (p. 32).
Las influencias teóricas
W. Kymlicka (culturalista)
Ch. Taylor (ética de la autenticidad y multiculturalismo).
J. Habermas (teoría deliberativa de la democracia y del discurso)
J. Rawls ( liberalismo político o individualismo y mínimos de justicia distributiva como base de la
ciudadanía)
M. Walzer (comunitarismo y ciudadanía compleja).
Aceptación del enfoque liberal e individualista de Rawls no resuelve la
dificultad, que enfrenta una sociedad multidiferenciada, para lograr el
acuerdo entre los ciudadanos acerca de la noción o los mínimos de
justicia.
Rawls habla de justicia como base de la ciudadanía, pero no de los
derechos, los cuales son planteados en la literatura clásica como los
constitutivos de ella.
La autora relega dos componentes de la ciudadanía: las prácticas y las
instituciones: históricamente han sido las acciones, demandas y luchas
emancipatorias de los ciudadanos las que han logrado construir la
legitimidad de los derechos que, después, han sido reconocidos por los
Estados nacionales.
Reconocimiento es insuficiente si no se traduce en instituciones que les
den cuerpo y los materialicen.
El Capítulo II: la ciudadanía política.
La modalidad de ciudadanía se basa en dos tradiciones
distintas.
La liberal o representativa de acuerdo con la cual, el núcleo de la ciudadanía moderna es la
autonomía de cada persona, por ser sujeto de derechos y no súbdito (p. 62).
Estatuto legal o jurídico, como base para exigir derechos (p. 53).
Según esta corriente de pensamiento, el ciudadano ostenta la nacionalidad, el estatuto de
pertenecer a o ser miembro, con pleno derecho, de un Estado (p. 56). Actúa bajo la ley y espera
su protección (p. 54).
Combina la realización del ciudadano en la vida privada y la delegación política en los
representantes elegidos, que se ocupan de la vida pública/política.(p. 42).