Este documento explora las diferentes formas en que Jesús se identificó a sí mismo y fue identificado por otros, incluyendo títulos como Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Mesías, Maestro y Señor. También examina los significados de Jesús como el Pan de Vida, la Vid Verdadera, la Puerta y el Buen Pastor.
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Este documento explora las diferentes formas en que Jesús se identificó a sí mismo y fue identificado por otros, incluyendo títulos como Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Mesías, Maestro y Señor. También examina los significados de Jesús como el Pan de Vida, la Vid Verdadera, la Puerta y el Buen Pastor.
Este documento explora las diferentes formas en que Jesús se identificó a sí mismo y fue identificado por otros, incluyendo títulos como Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Mesías, Maestro y Señor. También examina los significados de Jesús como el Pan de Vida, la Vid Verdadera, la Puerta y el Buen Pastor.
Este documento explora las diferentes formas en que Jesús se identificó a sí mismo y fue identificado por otros, incluyendo títulos como Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Mesías, Maestro y Señor. También examina los significados de Jesús como el Pan de Vida, la Vid Verdadera, la Puerta y el Buen Pastor.
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LA PREGUNTA QUE EL MISMO CRISTO
FORMULO
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. A ESTA MISMA PREGUNTA RESPONDIO EL PADRE CELESTIAL
“Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto” (Mc
1,10)
Se lo dijo el día del
bautismo en el Jordán, antes de comenzar la predicación del Reino de Dios. TAMBIEN RESPONDIO
“Este es mi Hijo amado, mi predilecto,
escuchadlo” (Mt 17, 5)
Lo dijo el día de la transfiguración en el
monte, antes de su pasión y muerte. San Mateo nos dice así, de parte del ángel:
“Le pondrás por nombre Jesús, porque Él
salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21).
Son palabras del ángel a José.
Así lo nombró Juan Bautista a orillas del Jordán (Jn 1, 29):
«El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él,
y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.» Jesús fue el Profeta esperado:
“Este es el profeta Jesús, de Nazaret en Galilea”
(Mt 21, 9-11). Elegido y ungido por Dios y enviado con una misión. Jesús no sólo no usa el término de Mesías, sino que positivamente tiene una actitud de ocultamiento y reserva en este sentido. Jesús no se lo aplica nunca espontáneamente, aunque tampoco lo niega cuando se lo atribuyen (Mt 21, 9):
“ Y las multitudes que iban delante de él y las
que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! ” Tiene tres sentidos
Primero:
Hijo del hombre en clara referencia al texto de Daniel (7, 13-14):
“ Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del
cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” Segundo:
Jesús, al usar el título de hijo del hombre, lo hace en
conexión con la función del siervo de Yavé, y que vino con la misión de redimir a la humanidad (Mateo 20, 28):
“ como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” Tercero:
Hijo del hombre por ser verdadero hombre. Es el hijo de
hombre más extraordinario de todos. Hijo de hombre porque sufrirá todo tipo de humillaciones, porque no tendrá donde reclinar la cabeza. La actividad pública de Jesús se caracteriza por su enseñanza, por lo que parece justificado hablar respecta a Él designándolo como “Maestro”.
Jesús enseña en los lugares públicos de carácter religioso,
dirigiéndose a la gente que allí se reúne: en la sinagoga los días de sábado y en el área del templo. Enseñanza al aire libre, a la orilla del mar o en las plazas de la aldea. El título “Señor” se refiere más directamente a las relaciones de Cristo con nosotros. Jesús al presentar al Padre, indirectamente se está revelando a sí mismo como el Hijo en un sentido único y trascendente. No es que busque su gloria al revelarse como el Hijo; es que al revelar la gloria del Padre, inevitablemente revela la suya propia. Jesús no se auto designa nunca como el “mesías”. Son los otros, los discípulos o la gente quienes lo llaman mesías Jesucristo vino a salvar al hombre, no tanto a las circunstancias molestas. Por eso, aún con la venida de Cristo Salvador, perdura el mal en el mundo, sobre todo el mal físico (Mc 1, 14-15).
Vino a salvar a todo el hombre: sea en el alma, sea el
cuerpo. Y vino a salvar a todos los hombres (Mt 28, 19-20).
Esa salvación supuso un cambio interior del hombre. La
salvación de Cristo nos hace hombres nuevos. Significa existencia, identidad, autenticidad, veracidad, unidad, coherencia. Detrás de esa definición se esconde esta gran verdad: Jesús es la Existencia que da la existencia y consistencia a todo lo demás
«Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no
creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.» (Jn 8,24)
«Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del
Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo» (Jn 8,28) «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Jn 14,6)
camino para ir al Padre, camino para entender al
Padre, camino para entender la verdad profunda del hombre, camino para la realización humana, camino para la solución a todos los problemas socioeconómicos y culturales. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Jn 14,6)
Ha venido a traer la Verdad de Dios, la Verdad
del mundo, la Verdad del hombre, la Verdad de las cosas materiales, la Verdad del sufrimiento, la Verdad de la muerte, la Verdad del más allá. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Jn 14,6)
Ha venido a traer la vida divina, de la que Él
disfrutaba al lado del Padre. «Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Jn 11, 25)
Así como Él resucitó, así también nosotros, si
creemos en Él, si lo seguimos, si lo amamos, resucitaremos. «Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Jn 8, 12)
Antes de su venida, una espesa oscuridad se cernía sobre el
mundo y Él vino a traer la Luz del cielo, donde todo es transparencia, luminosidad, claridad. «Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas» ( Jn 10, 11) «Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas» (Jn 10, 7)
«Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo;
y entrará, y saldrá, y hallará pastos» (Jn10, 9)
Significa que Él es la Puerta de la Vida y el Camino
de la Redención Pan porque es el elemente más sencillo, lo que nunca falta en la mesa de los pobres. Pan porque se puede partir, compartir y repartir.
«Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene,
nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás» (Jn 6, 35) «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador» ( Jn 15, 1)
La Vid es la que da savia y alimento y fruto a los
sarmientos. Los sarmientos somos nosotros. No un rey temporal, político, social que subyuga, esclaviza a sus súbditos. es un Rey pobre materialmente, pero rico espiritualmente; es un Rey entregado a la Causa encomendada por el Padre; es un Rey humilde, pero consciente de su Realeza.
«Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió
Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz» ( Jn 18, 37) Que esta íntimamente unido a Dios y sufrirá por nosotros