Urgencias Reproductivas
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Urgencias Reproductivas
URGENCIAS
REPRODUCTIVAS
Bachilleres:
Edimar Ortega
Leonardo Ramirez
Ana K. Rojas
Maria F. Moreno
Piometra
Es la afección uterina más común en perras que en gatas, que han alcanzado la madurez sexual.
Se define como el acúmulo de pus en el útero. Es una enfermedad infecciosa grave afecta generalmente
a hembras de más de 7 años, pero puede observarse también en animales jóvenes pues puede aparecer
a partir del primer celo. La predisposición a padecer esta enfermedad aumenta en las perras sometidas
a tratamientos hormonales; Fármacos Progestágenos (para el control del estrés) o Fármacos Estrógenos
(para el control de las gestaciones no deseadas). Se desarrolla en la fase de metaestro, es decir, las
semanas siguientes al celo, cuando la concentración de progesterona es más elevada. Causas más
frecuentes de la infección del útero en perras
Se produce por una alteración aguda o crónica del endometrio (paredes que reducen el útero) y
aparece en la fase luteínica debido a una colonización del útero por parte de bacterias oportunistas
que provienen de la flora vaginal de la perra. Esta fase, el endometrio es mas grande debido a la
acción de la P4 y lo hace susceptible a infecciones. A medida que pasan los años, y se han producido
mas celos las hembras son mas susceptibles a padecerla
La mayor parte de las perras y gatas esterilizadas en una etapa temprana de la vida no desarrollarán
piometra. Sin embargo, se puede producir una piometra de un muñón uterino después de una
ovariohisterectomía incompleta que permite que se infecte un segmento del cuerpo uterino o cuerno.
Habitualmente, o bien hay una parte de tejido ovárico todavía presente o el animal ha estado
sometido a hormonas progestacionales, lo que permite que se desarrolle esta situación. Pero se ha
comprobado que el momento de mayor riesgo es entre la 6 y 8º semana después de acabar el celo,
pues en este momento el cérvix comienza a cerrarse.
¿Cuáles son los tipos
de piómetra?
Dependiendo del estado del cuello del útero y determinando así su gravedad y urgencia.
Piómetra abierta: el cuello del útero permanece abierto. Habrá descarga de material sanguinolento o
mucopurulento. Es la forma más frecuente aproximadamente el 85% de los casos y menos grave.
Piómetra cerrada: el cuello del útero se obstruye debido a la aparición de nódulos en el endometrio,
por lo que las secreciones no pueden drenar y se acumulan, dando lugar a inflamación del útero. Es
más difícil su diagnóstico y más grave y comprometida la situación del paciente. Requiere el ingreso
inmediato, estabilización y cirugía.
Sítomas
• Fiebre
• Letargia
• Inapetencia
• Poliuria / polidipsia (se da cuando se bebe más agua de lo normal y/o se orina más
de lo habitual).
• Depresión
• Anorexia
• Membranas mucosas pálidas
• En el caso de ser una piómetra abierta, se empezaría a observar la salida de una
secreción vaginal sanguinolenta
• Apatía
Raramente también puede dar lugar a vómito, diarrea, pérdida de peso, ojos inflamados y distensión
abdominal. En casos muy avanzados o que no han recibido el tratamiento correcto puede llegar a producir
septicemia, toxemia, peritonitis e insuficiencia renal. Algunos animales posiblemente no tengan ningún
signo clínico además de la secreción vaginal purulenta. Pero tambien Muchas perras y gatas tendrán un
cuello uterino cerrado y, por tanto, posiblemente no esté presente el signo evidente de secreción vaginal
sanguinolenta.
Diagnostico
Se basa en la historia clínica, los signos clínicos, analítica sanguínea y la ecografía.
Se realizará por anamnesis y exploración física, y será confirmado mediante ecografía. Si esta prueba no
resulta concluyente o se sospecha la presencia de masas tumorales en el útero que puedan imitar los
síntomas de piometra, una analítica y citología pueden ayudar a obtener un diagnóstico definitivo.
El resultado analítico de piometra mostrará signos de infección y en la citología vaginal se observará
alta concentración de neutrófilos.
Si el cuello uterino no está abierto, el diagnóstico puede precisar unas cuantas pruebas diagnósticas
más. En general, se necesita un útero distendido con líquido para diagnosticar la piometra. Por lo tanto
se pueden realizar las siguientes pruebas complementarias:
Tratamiento médico: que incluye el lavado del útero, instalación de drenaje transcervical,
antibioticoterapia y administración de prostaglandinas para aumentar la contractilidad uterina con el
fin de vaciar el contenido purulento del útero. Este tratamiento puede realizarse en casos leves que
padezcan piómetra canina de tipo abierto y estén estables, cuando se desee conservar la fertilidad
del animal, aunque hay que tener en cuenta que no puede garantizarse que se mantenga la
capacidad de gestar. Esta opción terapéutica sólo debe administrarse en piometra abierta y tras una
cuidadosa valoración del paciente canino.
Tratamiento
CLINDAMICINA:
Dosis: 11 mg/kg cada 12 horas durante mínimo 4 semanas Oral
MELOXICAM:
Dosis: 0,2 mg/kg una vez antes de la cirugía, se puede continuar por 2 o 3 días con 0,1 mg/kg. S.C
Utilizar un calendario de fechas de celos de la perra. Esto nos permite determinar si un sangrado
vaginal está ocurriendo en las fechas previstas y podemos esperar que se trate de un celo normal o
si debemos sospechar de una piómetra.
Si la perra está amamantando a los cachorros y se le diagnostica una infección en el útero lo mejor es
que el propietario se encargue de criar a la camada aparte, sobre todo cuando se recurra a la cirugía.
De esta forma aseguraremos la recuperación óptima de la paciente. Se alimentará a los cachorros con
leche artificial a los cachorros.
Caso clínico
Nombre: Linda
Especie: Canino
Raza: Golden retriever
Edad: 11 años
Sexo: Hembra
- Quirúrgico: Ovariohisterectomía
- Medico:
Clindamicina:
Dosis: 11 mg/kg cada 12 horas durante mínimo 4 semanas Oral
MELOXICAM:
Dosis: 0,2 mg/kg S.C una vez antes de la cirugía,
se puede continuar por 2 o 3 días con 0,1 mg/kg.
En el prolapso vaginal sale gran cantidad de tejido a través de la vulva mientras que en la
hiperplasia vaginal la cantidad de tejido es mucho menor.
Sistemas afectados:
Aparece como una masa vulvar que puede acompañarse de disuria, lamido excesivo y ulceración. En
función de su gravedad puede variar desde una pequeña tumefacción de los pliegues del suelo vaginal
ventral craneal al meato uretral, hasta la profusión de tejidos donde se aprecia una masa carnosa de
color rojo, predispuesta a sufrir traumatismos, desecación y automutilaciones
Siempre que una perra está en celo las estructuras vaginales estan más hinchadas pero en ocasiones hay
una respuesta exagerada a los estímulos hormonales y es cuando se produce la hiperplasia vaginal.
Normalmente desaparece por si sola cuando se produce el declive hormonal postovultorio.
El principal problema es que se produzcan daños en la mucosa vaginal debidos a la exposición del tejido
(abrasión, heridas por lamido).
¿A qué razas suele
afectar?
Bulldog
Boxer
Dalmatas
Pastor Aleman
Sant Bernardo
Labrador
Weimaraner
Airedale Terrier
American Stafordshire Terrier
Síntomas
Tipo 1: ligera evaginación del piso de la vagina, sin protrusión a través de la
vulva
Tipo 2: prolapso del tejido vaginal a través de la abertura vulvar (masa con
forma de lengua)
La citología vaginal aportar mucha información del momento del ciclo estral en el que se encuentra
la perra.
Es muy importante valorar si la perra puede orinar. El tejido vaginal edematoso puede taponar la
uretra y provocar una obstrucción urinaria.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:
Neoplasia vaginal: tumor venéreo transmisible y leiomioma; se diferencian por la reseña, el estadio
del ciclo estral y el examen vaginal
Es muy importante mantener la zona humedecida y limpia para impedir que esto ocurra. Esto se
puede hacer con suero fisiológico estéril, lubricantes y pomadas antibióticas.
Es importante poner un collar isabelino a la perra para evitar que se lama la zona.
Caso clínico
Nombre: Dana
Especie: Canino
Raza: Schnnauzer
Edad: 3 años
Sexo: Femenino
Peso: 6.5 kg
Tratamiento quirúrgico
Tratamiento medico:
CEFALEXINA 30 mg/kg oral por 4 dias
Puede estar causada por factores que dependen de la madre o del feto, aunque en algunas
ocasiones pueden existir ambos tipos
El ritmo cardiaco de los fetos es superior a los 200 ppm, y además, debe
estar por encima del doble de las pulsaciones de la madre en el momento de
la realización de la ecografía. Por debajo de 180 ppm consideramos que hay
estrés fetal claro, mientras que 160 ppm es el límite para realizar una
cesárea de urgencia.
Tratamiento
Se puede tratar en los siguientes casos:
Cuando los fetos no presentan sufrimiento fetal y, por tanto, los latidos cardiacos de los fetos estan
por encima de las 190 ppm
El tamaño y la posición fetal deben ser compatibles con el parto Vaginal (no debe haber malposiciones
no corregibles)
La madre debe presentar una adecuada condición fisica, debe estar estable y en condiciones físicas
capaces de completar el parto vaginal
Tratamiento quirúrgico
Suele ser necesario en el 60 – 80 % de los casos de perras y gatas. Antes de llevar a cabo la cesarea
debemos asegurar de que la hembra no presenta shock, deshidratación, desequilibrios electrolíticos o
anomalías hemáticas o bioquímicas
Tratamiento
Tratamiento manual
Tratamiento medico
Dosis: 0,22 ml/kg S.C aplicar cada 4 a 6 horas para mantener la intensidad de las contracciones
uterinas o bien sea antes de la expulsión de cada cachorro, se debe de colocar las dosis en diferentes
puntos. El calcio incrementa las contracciones uterinas por lo que en muchas ocasiones puede no ser
necesaria la aplicación de oxitocina.
OXITOCINA
A continuación del gluconato de calcio se puede administrar oxitocina (10 USP u/ml) cuando las
contracciones uterinas son menos frecuentes y menos intensas de lo normal, y los ritmos cardiacos
fetales son normales. Se ha demostrado que dosis bajas de oxitocina inferiores a las usadas
normalmente, administradas con mayor frecuencia (0.5 - 2.0 unidades por hembra vía intramuscular o
subcutánea), son eficaces igualmente para mejorar la calidad y la frecuencia de las contracciones
miometriales, sin provocar efectos negativos no deseados. Se puede repetir la dosis de oxitocina en
dosis bajas a intervalos de 20 – 30 minutos hasta que salgan todos los cachorros
Se puede utilizar glucocorticoides para el tratamiento de la distocia. Puede ser DEXAMETASONA a dosis
de 0.4 mg/kg ya que disminuye la inflamación del en el cuello uterino y el canal del parto, aumenta la
viabilidad de los neonatos y la maduración del hígado del feto
Caso clínico
Nombre: Lupe
Especie: Canino
Raza: Maltes
Edad: 2 años y 11 meses
Sexo: Hembra
-PROPOFOL :5 mg/kg
Parafimosis
Es una de las patologías más comunes del órgano genital masculino. Es más común en perros que en
gatos, y suele aparecer con más frecuencia en individuos jóvenes, de cualquier raza. Se describe como
la inhabilidad del pene de regresar dentro del prepucio. Su manejo es muy importante ya que puede
derivar en gangrena y necrosis si el motivo de su aparición no es eliminado. Puede ser congénita o
adquirida, resultado de una gran variedad de condiciones:
Coito.
Trauma (como la fractura del pene).
Neoplasia.
Pseudohermafroditismo.
Hipoplasia prepucial.
Inversión del orificio prepucial.
Estenosis del orificio prepucial. Atrapamiento del pene por un anillo de
Hematomas peneanos. pelos.
Balanopostitis crónica. Priapismo.
Debilidad del músculo retractor del Lesiones neurológicas (como encefalitis o
pene. lesiones en discos intervertebrales).
Cuerpos extraños que rodeen y Sin embargo, el 30% de los casos de
constriñan el pene. parafimosis son idiopáticos.
Sintomatología
La mucosa del pene se suele mostrar eritematosa, seca, inflamada,
congestionada, edematosa e isquémica, características que dan origen a dolor,
hecho que puede conducir al perro a la automutilación. La cronicidad de la
protrusión del pene puede derivar en excoriación y consecuente cornificación
de la mucosa, congestión venosa y aumento del edema. Si sigue persistiendo,
la gravedad incrementa notablemente con la trombosis de la vasculatura del
pene, ulceración de la mucosa y posterior necrosis.
Diagnostico
Se basa en la examinación visual de los genitales del perro. En estadios
iniciales de parafimosis, el dolor puede ser muy elevado y es recomendable el
uso de sedación o anestesia para poder manipular el pene y el prepucio sin
provocar mayor malestar. También es importante valorar la extensión de la
lesión de la mucosa, la posibilidad de aparición de necrosis y la existencia de
compromiso uretral u otras anormalidades urogenitales.
Tratamiento
El manejo de la parafimosis depende inicialmente de la causa que lo esté provocando. La evolución
de la enfermedad puede darse en etapas, de forma que el tratamiento también dependerá de la
gravedad de cada caso así como de la viabilidad que presente el pene en el momento de
examinación. El objetivo de cualquier tratamiento de parafimosis es reubicar el pene en el prepucio
lo antes posible para evitar que los tejidos se vean comprometidos y prevenir también la recurrencia.
Inicialmente se realiza una delicada limpieza del pene acompañada del desbridamiento del tejido
necrótico. Los cuerpos extraños y los anillos de pelo que puedan estar presentes, deberán ser
retirados cuidadosamente. En los casos en los que el tejido no se vea gravemente comprometido y
sea posible, se recomienda recurrir a terapias conservativas como sería la presión digital para
introducir el pene en la vaina prepucial. La aplicación de agentes tópicos como lubricantes o
soluciones hiperosmóticas (dextrosa) y el uso de vendajes compresivos fríos favorecen la
vasoconstricción del pene y ayudan a reducir el edema y la inflamación, de forma que facilitan su
reintroducción. Puede ser necesario agrandar el orificio prepucial mediante una pequeña
intervención quirúrgica, conocida como prepuciotomía, para conseguir la recolocación del pene
cuando no sea posible manualmente.
Tratamiento
Cuando el pene no puede ser reintroducido, o bien regresa a su posición natural pero no es capaz de
permanecer dentro del prepucio, existen una gran variedad de intervenciones quirúrgicas que se
pueden llevar a cabo.
En los perros que presentan hipoplasia o acortamiento del prepucio, o debilidad del músculo
prepucial se recomienda realizar la prepucioplastia para alargar el prepucio o incluso avanzarlo
cranealmente. El avance del prepucio normalmente resulta exitoso cuando la longitud del pene
expuesto no supera los 2 cm.
También se puede recurrir a otras técnicas como realizar una pequeña sutura en el orificio prepucial
para estrecharlo, en aquellos perros que presenten un orificio demasiado grande, o incluso aplicar
técnicas quirúrgicas como la miorrafía del músculo prepucial o la falopexia. Esta última técnica, la
falopexia, consiste en la creación de una adhesión permanente, mediante una sutura, entre la parte
dorsal del cuerpo del pene y la superficie adyacente de la mucosa del prepucio, y evita muchas de las
potenciales complicaciones que pueden derivarse de las otras técnicas mencionadas.
Tratamiento
En los casos en que existe neoplasia, un trauma grave, anomalías congénitas o
parafimosis crónica, la amputación parcial del pene es una alternativa
ampliamente frecuente. Cuando se produce necrosis y estrangulación del pene
y se compromete el lumen de la uretra, la amputación parcial del pene está
indicada como un procedimiento de salvamento. Esta opción, a pesar de ser
efectiva, es más traumática para los tejidos genitales, necesita de un mayor
tiempo quirúrgico y al ser tan drástica tiene poca acogida entre los petparents.
Caso clínico
Nombre: Brando
Especie: Canino
Raza: Mestizo
Edad: 8 meses
Sexo: Macho
Peso 25 kg
Condición corporal: 4/5
Temperatura: 38.5 °C
- Limpieza
- Sedante
- Lubricación