Consejeria Pastoral
Consejeria Pastoral
Consejeria Pastoral
MATERIA:
CONSEJERIA PASTORAL
MTO. PBRO. JAIME AGUILAR
INTRODUCCION A LA MATERIA
GENERALIDADES
1. Consejería Pastoral
2. Descripción del curso: Este curso presenta al estudiante un panorama general y las pautas y
herramientas necesarias para brindar cuidado y consejería pastoral a los miembros de una
iglesia o Mision Local, e incluso a personas de la comunidad que busquen ayuda.
3. Objetivos generales:
Al concluir este curso el estudiante:
• Comprenderá el marco básico para desarrollar procesos de consejería pastoral.
• Tomará conciencia de su propio estado de salud holística y desarrollará disciplinas que le
ayuden a mantenerse saludable.
• Estará en capacidad de usar herramientas prácticas para el desarrollo de procesos sanos de
consejería pastoral.
EVALUACION
4. Evaluación
A lo largo del módulo se irán asignando ejercicios. Estos deben ser desarrollados por escrito en
una libreta física o digital; esta libreta debe estar disponible para compartirla con sus
compañeros del grupo de formación y/o con su formador en cualquier momento.
CRITERIOS
ASISTENCIA 25
PARTICIPACION 25
PROYECTO LOCAL 50
PROMEDIO MINIMO ACREDITABLE: 80
1 Introducción a la Consejería Pastoral
Propósito de la lección
Proveer al estudiante un marco general para la consejería
pastoral desde una perspectiva bíblica.
INTRODUCCION
El dolor es una experiencia inevitable para los seres humanos. Una de las respuestas de las personas ante
eventos de sufrimiento se caracteriza por un estado en el que descubren que el futuro está irremediablemente
alterado. En muchas ocasiones, lo más grave frente al sufrimiento no es el evento mismo que lo generó, lo más
letal y lesionador es aprender a vivir con las memorias que estos eventos generan, los cuales rompen con el
equilibrio requerido para ser emocionalmente sanos. Desde una perspectiva teológica la iglesia como
comunidad posee valiosos recursos y el potencial para ofrecer apoyo, aliento, ánimo, y sostén a quienes
enfrentan experiencias de dolor y crisis.
La iglesia, empoderada por el Consolador, tiene la posibilidad de ser un instrumento valioso para que las
personas sean acogidas, apoyadas y sanadas. De acuerdo al diseño de Dios, el individuo debe estar arraigado en
un contexto social que proporcione sostén, apoyo, nutrición emocional, social, desafío y crecimiento mutuo.
Una de las principales formas en que este acompañamiento se desarrolla es en la labor del pastor como
consejero, tema en el que profundizaremos en esta lección (Polischuk, 1994).
¿CONSEJERÍA PASTORAL O
PSICOLOGÍA?
Una de las áreas que no podemos evitar al abordar el tema de la consejería pastoral es su relación con la
psicología o terapia. En este aspecto ha existido una actitud de sospecha y/o separación; la psicología ha
sido vista como algo que está fuera del rango de la iglesia y que no da por sentado los principios bíblicos y
maneja conceptos que son incompatibles con la perspectiva bíblica. Aunque esta actitud tiene razón de ser
por las tendencias antirreligiosas de algunas escuelas y representantes de la psicología, la verdad es que
estos no representan toda la verdad.
Por otra parte, en las últimas décadas se ha dado un cambio de actitud y muchos líderes y pastores
cristianos ven en la psicología una profesión valiosa para el cumplimiento de su ministerio.
La comunidad cristiana ha comprendido que toda verdad que ayuda en el proceso de restauración de
una persona proviene de Dios; ha aprendido a examinarlo todo y retener lo bueno (1Ts. 5:21).
Sin embargo, en ocasiones parece que esta apertura ha ido mucho más allá de lo que sería adecuado
para ambas partes. Sucede que a veces encontramos psicólogos cristianos que terminan simplemente
evangelizando a sus clientes y reduciendo todo a un asunto de pecado y arrepentimiento, de esta
manera violentan su ética profesional. Del otro lado, encontramos cantidades de pastores y líderes
cristianos que terminan justificando las conductas de sus hermanos en razón de los traumas y crisis
emocionales que han experimentado.
En nuestro caso, consideramos que hay una legítima relación entre estas dos áreas pero, a la vez,
reconocemos que son dos áreas que tienen un camino propio. En este sentido cada una debe
reconocer valor a la otra. En el caso particular del pastor o líder cristiano, este debe saber cuándo una
persona debe ser remitida a un psicólogo o …
Terapeuta porque el asunto desborda su competencia; esto no significa un fracaso o derrota
por parte del consejero, es más bien una señal de humildad, sabiduría y madurez. Por otra
parte, como dice Donner: “algún conocimiento aunque superficial, de la psicología le sirve
al pastor-consejero para no caer en patrones simplistas en la consejería” (2004, p. 194). Es
decir, un poco de psicología ayudará al pastor-consejero a no acercarse al aconsejado como
a alguien en quien debemos detectar el pecado y arreglarlo; algo como lo que hicieron los
amigos de Job.
Lo que no es consejería pastoral:
No es imponer consejos ni resolver los problemas de otros, por ejemplo diciendo: “si yo
fuera usted haría…”, “usted no puede…”. La función del consejero cristiano es identificar
con el aconsejado las acciones y dificultades que están obstaculizando el crecimiento o
generando el conflicto. Explorar los recursos existentes para la solución de la dificultad a
través de la Escritura y los propios recursos del aconsejado, para luego dejar en manos del
mismo las diferentes opciones que hay para la solución del conflicto. Es decir, es el
aconsejado el que elige qué camino tomar.
Lo que no es consejería pastoral:
No es un tiempo de predicación, regaño o juicio: “yo se lo dije, esa no era la esposa que
Dios tenía para usted, yo sabía que esto no iba a terminar bien, ahora enfrente sus
consecuencias”. Es común en la labor de la consejería escuchar frases como estas.
Por ello recordamos al consejero cristiano que en la mayoría de los casos lo que un
aconsejado necesita es ser escuchado, consolado y redargüido a través de la Escritura, no a
través de los regaños y juicios del consejero.
Lo que no es consejería pastoral:
No es tomar los problemas del otro y cargarse. Existen casos de consejería que pueden
afectar emocional, moral y anímicamente al consejero. Esto puede ocurrir porque esa
situación no la ha superado o porque siente que no tiene los recursos y las fuerzas para
atenderla. Cuando esto ocurre, es recomendable que el consejero remita el caso.
Lo que no es consejería pastoral:
No es tomar la postura de súper héroe: “no se preocupe yo soy la persona que usted estaba
buscando, yo tengo la respuesta, recuerde que todo lo podemos en Cristo que nos
fortalece”. Esta actitud tiende a minimizar el sufrimiento humano y genera dependencia
por parte el aconsejado.
No es esculcar la vida del otro. Es importante que el consejero recuerde los objetivos de la
consejería, para que no dedique tiempo en indagar asuntos que no tiene nada que ver con la
situación que se está atendiendo.
Lo que no es consejería pastoral:
Hay dos categorías de objetivos en la consejería pastoral: los objetivos del aconsejado y los
objetivos de la consejería pastoral. En primer lugar, los objetivos del aconsejado están
determinados por la problemática que trae el individuo o sistema familiar, al escenario de
la consejería pastoral. Esto quiere decir, que cada motivo de consulta demanda unos
objetivos específicos. En ese orden de ideas, los factores presentes en los objetivos de las
personas que piden ayuda de un consejero se pueden agrupar de la siguiente manera:
1. Adquirir una comprensión de la situación problemática.
2. Desarrollar habilidades para resolver los problemas.
3. Mejorar en la comunicación interpersonal.
4. Recibir sostén y ayuda en tiempos de crisis.
5. Cambiar conductas inadecuadas y el aprendizaje de conductas adecuadas.
6. Identificar y potencializar sus recursos humanos y espirituales.
En segundo lugar, los objetivos de la consejería pastoral responden a la búsqueda de la
gloria y el carácter de Dios reflejada en la vida humana. Los objetivos de la
consejeríapastoral no se centran solo en los asuntos inmediatos del presente, sino que
también abordan aspectos pasados y futuros. Lo que implica crear en el contexto de la
consejería un escenario de restauración, sanidad, libertad de conflictos o realidades
pasadas,presentes y futuras para el individuo.
Este grupo de objetivos se puede enumerar así:
1. Facilitar cambios en las personas que buscan mejorar su manera de ser, hacer,
pensar y sentir, con el fin de mejorar su estilo de vida.
2. Orientar la adaptación a circunstancias difíciles, con asimilación y acomodación,
estableciendo cierto equilibrio emocional a través de la scritura.
3. Fortalecer y utilizar los recursos interiores y espirituales del asesorado.
4. Promover el bienestar y el carácter maduro de las personas ayudándoles a entrar en una
experiencia más profunda y significativa de relación, adoración y servicio a Dios, para que
desarrolle el carácter de Cristo.
ETAPAS DE LA CONSEJERÍA
TIPOS DE CONSEJERÍA
1. Consejería de apoyo
Este tipo de consejería ocurre en momentos de cualquier crisis; la meta de este tipo de
consejería es prestar, de manera temporal, apoyo, consuelo o aliento con el fin de
quesupere la crisis (1Ts. 5:11). Se debe tener cuidado de que el aconsejado no desarrolle
dependencia del consejero. El consejero es una figura sobre la cual los aconsejados se
pueden apoyar y descansar, esta figura en muchas ocasiones genera dependencia en los
aconsejados. La dependencia es el intento del asesorado de encontrar la “varita mágica”
Para salir de los problemas, afirmación, afecto, aceptación, seguridad, autoestima e
identidad en el consejero. Esto ocurre cuando el consejero hace cosas por el aconsejado
que él puede hacer por sí mismo, impidiendo el desarrollo libre de su personalidad y
decisiones para enfrentar sus conflictos.
Consejería por medio de la confrontación
Cada ser humano es responsable de sus acciones. Sin embargo, es usual que algunos
reaccionen reten a sus malos comportamientos culpando a otros, encubriendo sus faltas
o justificándolas. Al hacer esto anulan la posibilidad de confesar y reparar sus malas
decisiones. En estos casos la misión del consejero es confrontar al aconsejado con las
actuales consecuencias de sus acciones (Ga. 6:1). La confrontación no solo tiene como
finalidad abordar una experiencia pecaminosa, también le permite al aconsejado ganar
nuevas perspectivas acerca de su comportamiento, y escuchar nuevas posturas que tal
vez no haya tenido en cuenta. Este tipo de consejería requiere de mucho carácter, y
denuedo, pues en ocasiones el aconsejado responde de manera negativa y en algunos
casos muy agresivos, es importante hacerlo en pequeñas dosis, con amor y dominio
propio
3. Consejería informativa y directiva
Esta consejería ocurre en diferentes escenarios de la vida cotidiana.
Por ejemplo: personas que buscan orientación acerca del noviazgo, del
matrimonio, las finanzas, su vocación, etc. En este tipo de consejería el
papel del pastor es más de maestro; sin embargo, el consejero debe admitir que no es
experto en todas las áreas, por esta razón debe reconocer con humildad su imposibilidad de
asesorar en ciertos temas o situaciones
4. Consejería de grupo
En el contexto de la iglesia es muy común la reunión de pequeños
grupos con fines espirituales, sociales o de servicio. Algunos consejeros
han usado este método grupal con el propósito de aconsejar a varias personas a la vez. Las
características de estos grupos
son:
a. El número del grupo debe ser de 6 a 10 personas, con una reunión semanal en
un lugar establecido, con una duración de 1 hora y media aproximadamente, y
reunidos preferiblemente en forma de círculo.