Dioses Romanos

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Dioses Romanos

Rosita Mondragon Santana.


Asignatura: Historia del arte.
Mitología Romana.
A diferencia de otras religiones, la romana era politeísta, lo que
significa que eran muchos los dioses a los que adoraban. Tenían
muchas deidades propias, pero muchas otras eran incorporadas, ya
sea de la mitología griega o de los territorios que iban
conquistando.
En la antigua Roma se desarrolló un sofisticado sistema religioso
con templos, sacerdotes, ritos y dioses que se remontaban hasta la
fundación de si civilización. Lo que en un principio era una
religión algo primitiva se fue modificando y añadiendo a nuevos
dioses que conforman la mitología romana tal y como la
conocemos hoy en día.
Júpiter.
El Júpiter de la antigua roma es el equivalente a lo que fue Zeus en
Grecia, con algunos elementos etruscos y nativos. Se trata del hijo de
Saturno, quien con la ayuda de sus hermanos destronó a su padre,
convirtiéndose así en "Rey de los dioses y de los hombres". Júpiter fue
la máxima divinidad romana y como rey de los Dioses repartió el
universo entre él y sus hermanos; a sí mismo se reservó el cielo, a
Neptuno le cedió el mar y Plutón se quedó con el mundo subterráneo.
Plutón.
Si quieres saber los equivalentes entre los dioses romanos y griegos,
debes tener en cuenta que Plutón sería el griego Hades (aunque se le
considera menos maligno). Hijo de Saturno y Ops, y hermano de
Júpiter y Neptuno, Plutón es el Dios del inframundo, motivo por el
cual se le considera el más duro y temido de los Dioses por los
hombres. A pesar de ello, cabe destacar que más tarde se le
consideró también dios benefactor y dispensador de riquezas.
Neptuno.
Neptuno es el equivalente romano del griego Poseidón. Es el
hermano mayor de Júpiter y entre ellos dos y Plutón, el tercer
hermano, destronaron a su padre del poder, repartiéndose después el
universo. Neptuno se quedó con el mar, lo que le convirtió en dios
de los mares, las tempestades y los vientos. Se le suele representar
como un dios iracundo y malhumorado, incluso violento. De sus
ataques de rabia nacen las tempestades, las olas y los terremotos,
por lo que solía ser el protagonista de las plegarias de marineros y
barqueros.
Juno.
Juno es la adaptación romana de la Diosa griega Hera. Juno era
hermana de Júpiter, pero se convirtió en su esposa oficial, unión
de la cuál salieron otros dioses romanos como Vulcano y Marte.
Debido a las innumerables infidelidades de Júpiter, Juno se forjó
una gran fama de celosa, vengativa y enfurecida. Esta ira, tal y
como se explica en la mitología de la antigua Roma, la llevó a
atentar y atacar a muchas de las amantes e hijos de Júpiter. Se
convirtió en la protectora de las mujeres casadas, la patrona del
hogar, de los partos y del honor. En sus imágenes se la representa
como a una majestuosa matrona.
Minerva.
Minerva es la adaptación romana de la Atenea griega. Su
vinculación con la ciudad El Pireo es total, pues el mito cuenta
que creando el olivo para la ciudad ofreció a los habitantes
prosperidad y seguridad. Minerva juega un papel fundamental
para entender las deidades de la antigua roma; es la Diosa de la
sabiduría, de la ciencia, de las artes y de las técnicas de guerra.
Aunque en un principio tenía un origen etrusco, cuyos atributos
la convertían en patrona de los artesanos, con el tiempo fue
adaptando la personalidad y los poderes de la diosa griega
Atenea.
Apolo.
Hijo de Júpiter y Latona, es de los pocos dioses que hace el
trayecto de Grecia a Roma sin cambiar su nombre y conservando
todos sus atributos (aunque cabe mencionar que también se le
conoce en Roma como Febo, aunque menos común). Igual que
su hermana Diana, es muy diestro con el arco y las flechas,
armamento con el que, según la mitología, logró vencer a la
serpiente pitón. Su importancia dentro de los dioses radica en
que era el encargado de disuadir o convencer a los otros dioses
para castigar los actos de los mortales. Apolo era por ser el dios
de la música, la poesía, la elocuencia y las artes en general. Sus
atributos principales eran el arco y la lira, con la cual era capaz
de inspirar a músicos y poetas.
Diana.

Diana es la adaptación romana de la diosa griega Artemisa. Es la


hermana gemela de Apolo, es decir, hija de Júpiter y Latona. Ella
vive en los bosques, de los cuales es diosa, y se dedica a cazar con
arco y flechas acompañada casi siempre por ninfas. También se le
solía rezar como diosa de la noche y los infiernos, motivo por el cual
a menudo se la identificar con la luna.
Marte.

Marte podría pasar por una adaptación romana de Ares, aunque la


realidad es que hay diferencias entre ambas deidades. Marte es
hijo de Júpiter y Juno, y aunque ha llegado a la actualidad como
el Dios de la guerra, lo cierto es que también lo era de la cosecha
y las vegetaciones.
Venus.
Venus es otra hija de Júpiter, una deidad que en la tradición
griega es conocida como Afrodita. Nos encontramos ante otra
diosa romana muy importante, pues no solo se considerada
diosa del amor y la belleza, sino también la gran Diosa de la
fertilidad. Venus tiene mucha importancia en el mundo de los
dioses romanos por los hijos que tubo. Por un lado está Cupido,
encargado de lanzar las flechas del amor, y por el otro Eneas, el
padre de los romanos (que no fundador como Rómulo y Remo).
Debido a su descendencia, Venus es considerada la Diosa
madre de los romanos.
Vesta.
Si seguimos comparando los Dioses romanos y griegos, vemos
que Vesta corresponde a la Hestia griega, aunque en la Antigua
Roma su persona fue mucho mayor que la que tuvo en Grecia.
Esta diosa era hermana de Júpiter y se consideraba la Diosa del
hogar, a quien se le encargaba su protección y la fidelidad de los
que ahí habitaban. Extrañamente, si la comparamos con el resto
de Dioses romanos, cuesta encontrarle atributos o figuraciones
específicas, pues Vesta era entendida como un ser más espiritual
y difuso.
Imágenes.
Filosofía.
La filosofía ​es una disciplina académica y un conjunto de reflexiones
y conocimientos de carácter trascendental que, en un sentido holístico,
estudia la esencia, las causas primeras y los fines últimos de las cosas.​
La filosofía es definida como un pensamiento de lo inteligible,
percepción de la realidad verdadera: es pues, por esta razón, un saber,
una ciencia, una aptitud para ver, por medio del intelecto, la realidad
verdadera que los sentidos no perciben.
Astrología.

La astrología también estudia la posición y los movimientos de los astros, y por eso
ambas palabras comparten raíz, pero lo hace bajo la creencia de que la configuración
del cielo influye en los eventos terrestres o en los seres humanos y en sus vidas (una
creencia más común actualmente). La astrología es una pseudociencia que en su
acepción más amplia, compone un conjunto de tradiciones y creencias que sostienen
que es posible reconocer o construir un significado de los eventos celestes.
Física.
La Física es la ciencia que estudia las propiedades de la energía y la materia, así
como el tiempo, el espacio y las interacciones que tienen entre sí. La física (del
latín physica, y este del griego antiguo φυσικός physikós «natural, relativo a la
naturaleza»)​es la ciencia natural que estudia los componentes fundamentales del
universo, la energía, la materia, la fuerza, el movimiento, el espacio-tiempo, las
magnitudes físicas, las propiedades físicas y las interacciones fundamentales. La
física es una ciencia básica estrechamente vinculada con las matemáticas y la lógica
en la formulación y cuantificación de sus principios y leyes físicas

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