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    5-Como Gallina A Sus Pollitos

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    Este documento describe cómo Jesús quería proteger al pueblo de Israel como una gallina protege a sus polluelos bajo sus alas, pero ellos no quisieron. A pesar de la paciencia y amor de Dios, el pueblo rechazó a los profetas y finalmente a Jesús, resultando en la destrucción de Jerusalén. El pasaje nos enseña sobre la paciencia de Dios, la invitación de amor de Jesús, la culpabilidad del pecado, y las consecuencias de rechazar a Cristo.

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    Este documento describe cómo Jesús quería proteger al pueblo de Israel como una gallina protege a sus polluelos bajo sus alas, pero ellos no quisieron. A pesar de la paciencia y amor de Dios, el pueblo rechazó a los profetas y finalmente a Jesús, resultando en la destrucción de Jerusalén. El pasaje nos enseña sobre la paciencia de Dios, la invitación de amor de Jesús, la culpabilidad del pecado, y las consecuencias de rechazar a Cristo.

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    5-Como Gallina a Sus Pollitos

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    Este documento describe cómo Jesús quería proteger al pueblo de Israel como una gallina protege a sus polluelos bajo sus alas, pero ellos no quisieron. A pesar de la paciencia y amor de Dios, el pueblo rechazó a los profetas y finalmente a Jesús, resultando en la destrucción de Jerusalén. El pasaje nos enseña sobre la paciencia de Dios, la invitación de amor de Jesús, la culpabilidad del pecado, y las consecuencias de rechazar a Cristo.

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    Este documento describe cómo Jesús quería proteger al pueblo de Israel como una gallina protege a sus polluelos bajo sus alas, pero ellos no quisieron. A pesar de la paciencia y amor de Dios, el pueblo rechazó a los profetas y finalmente a Jesús, resultando en la destrucción de Jerusalén. El pasaje nos enseña sobre la paciencia de Dios, la invitación de amor de Jesús, la culpabilidad del pecado, y las consecuencias de rechazar a Cristo.

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    Como la gallina

    a sus pollitos
    “!...Cuántas veces quise juntar a tus
    hijos, como la gallina junta sus
    polluelos debajo de las alas, y no
    quisiste!” Mt 23:37.
    El anhelo de Dios de juntar al pueblo
    de Israel bajo sus alas para salvarlos
    y protegerlos de su destrucción,
    aunque estos no quisieron.
    I. EL PUEBLO SIN LAS ALAS DE PROTECCIÓN
    (Mateo 23).
    A. El pueblo elegido (Mateo 23).
     Para tener la morada y casa de Dios (Mat.23:38).
    • Dios habitó con ellos primero en el santuario
    de Moisés.
    • Salomón luego le construyó una casa a Dios
    en siete años.
    • Luego del exilio, Zorobabel reconstruyó el
    templo y más tarde inició su remodelación el
    rey Herodes hacía 46 años. (Juan 2:20).
    Para recibir la Palabra de Dios mediante profetas (Mat.23:34).
    • El pueblo mató a los profetas (v.30,31,37).
    Para recibir las promesas de Dios y la ley (Rom.9:4).
    Para recibir al Mesías de Dios (Mat.23:10).
    • Cristo como Mesías fue enviado para renovar el pacto con el
    pueblo elegido y para darle su última oportunidad (Mat.10:5-7;
    15:24).
    B. El pueblo desagradecido (Mat.23).
    Luego de ser castigados con el exilio a Babilonia, Judá abandonó la
    idolatría y rebeldía, pero cayeron en la justicia propia.
    • Alejaron a la gente de Dios como ellos mismos lo estaban (Mat.23:15).
    Presentaban a Dios como duro y exigente (vs.4-6).
    • Enseñaron las tradiciones humanas en lugar de mostrar la Palabra de
    Dios (vs.13-15). Le dieron más importancia a sus propias reglas que las
    Escrituras.
    • Mostraron un Dios interesado en las apariencias y la piedad externa.
    Pero por dentro eran sepulcros pintados (23:26-28). Ellos no
    agradecieron el poder de Dios que obra desde el interior.
    C. El Pueblo Destruido (Mat.23:38 y 36).
    Su casa quedará desierta.
    • Mat 23:38 Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar abandonado
    (DHH).
    Cristo estaba saliendo ahora del templo y nunca volvió a entrar en él,
    pero con esta palabra lo abandonó en ruinas.
    • Habían hecho de ella una casa de
    comercio y una cueva de ladrones, y así
    les queda a ellos. Su ciudad también les
    fue dejada, desprovista de la presencia
    y la gracia de Dios; ya no era un muro
    de fuego alrededor de ellos, ni la gloria
    en medio de ellos.
    • La partida de Cristo convierte en un desierto el lugar mejor
    amueblado y reabastecido, aunque sea el templo, el lugar principal
    de la concurrencia; pues, ¿qué consuelo puede haber donde Cristo no
    está? Aun después de iniciada su misión terrenal, el Salvador,
    cansado de la obstinación e ingratitud de los hombres, podría haber
    retrocedido del sacrificio en el Calvario. En el Getsemaní la copa de la
    aflicción tembló en su mano. Aun entonces hubiera podido enjugar el
    sudor de sangre de su frente y dejar que la raza culpable pereciese en
    su iniquidad. Si lo hubiera hecho, no habría habido redención para la
    humanidad caída…en su último aliento: “Consumado es”, entonces el
    cumplimiento del plan de la redención quedó asegurado. CES. 72
    II. JESÚS TE QUIERE JUNTO A ÉL Y BAJO LAS ALAS DE SU
    IGLESIA (Mat.24:37-39).

    A. Jerusalén, Jerusalén (Mat.23:)


    “Jerusalén” la metrópoli de la
    nación, el centro de su vida
    religiosa: la “ciudad de sus
    solemnidades”, (Isa. 33:20),
    allí subían las tribus para
    alabar el santo nombre de
    Jehová; y en aquel momento
    la ciudad estaba llena de ellos.
    Aquí se hace referencia a toda la familia de Dios, “¡Jerusalén,
    Jerusalén! y después, en el cuadro que pinta de la ciudad: “que
    matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti!”:
    • ¡No estando contenta sólo con despreciar los mensajes divinos
    de misericordia, no permitan que aun vivan los mensajeros!
    • Las personas desagradecidas con frecuencia abandonan la
    iglesia y se alejan de todos aquellos que quieren hacerles bien,
    y mantener viva la fe y la esperanza en ellas.
    Pero ¿a quiénes habría él deseado juntar
    tantas veces?:
    “Tus hijos”, es decir, los hijos de la Jerusalén
    que odiaba la verdad, despreciaban la
    misericordia y mataba a los profetas.
    Hoy sucede que en la iglesia algunos no
    expresan, ni aprecian, lo que Dios les ha
    provisto en su vida. Viven con ingratitud en
    sus corazones, Dios los ha rodeado de
    bendiciones, pero su actitud demuestra que
    son desagradecidos a pesar de que son
    ricamente bendecidos.
    B. Quise juntar tus hijos como la gallina a sus
    polluelos (Mat.23:37).
    “Quise juntar tus hijos” dice Jesús, “como la gallina
    junta sus pollos debajo de las alas”. ¿Fue alguna
    vez un cuadro imaginario tan sencillo como éste,
    investido con gracia y sublimidad tales, al toque de
    nuestro Señor?
    Pero ¡qué exquisita la figura misma que incluye
    protección, descanso, calor y toda suerte de
    bienestar en aquellas criaturas pobres, indefensas
    y dependientes, al refugiarse y ampararse bajo las
    alas amplias de la madre ave!
    Si al andar errantes, fuera del alcance de la
    llamada materna, son alcanzados por la tormenta
    o atacados por el enemigo, ¿qué pueden hacer
    más que debilitarse y caer en el primer caso, o
    dejarse despedazar en el segundo?
    • El lugar de seguridad, bajo el ala materna, en
    vano tratará el enemigo de sacarlos de allí.
    • Porque alzándose con fuerza, inflamándose con
    furia y olvidándose a sí misma completamente
    en favor de su cría, ella dejaría correr la última
    gota de su sangre y perecería en defensa de sus
    polluelos, antes que cederlos a las garras del
    enemigo.
    ¡Qué figura tan significante de lo que Jesús es y
    hace a favor de los seres humanos! Bajo su gran
    ala protectora él había querido juntar a sus hijos.
    • Dios es como un águila que nos protege
    (Deut.32:10-12).
    • Dios nos protege como a sus propios ojos
    (Sal.17:8).
    • Dios nos protege porque es misericordioso
    (Sal.36:7).
    • Dios nos protege al estar en su templo o
    tabernáculo (Sal.61:4). No dejemos de
    congregarnos, se acerca el día de su venida
    (Heb.10:25).
    C. Y NO QUISISTE (Mateo 23:37).
    Pero ¿cuál fue el resultado de todo este amor tierno y poderoso? La
    respuesta es: “No quisisteis”. ¡Qué misteriosa la resistencia a aquel amor
    tan paciente! Y ¡qué misteriosa la voluntad para sacrificarse por ellos!
     Pero miremos otros ejemplos:
    • FARAÓN No quiso hacer el bien y endureció su corazón (Ex.10:27 y
    13:15).
    • ISRAEL No quiso que Dios los gobierne más y eligieron ser como las
    naciones paganas con un rey (1 Sam.8:18,19).
    • EL SIERVO INGRATO no quiso ser misericordioso y sufrió las
    consecuencias (Mat.18:30-35).
     En Jerusalén vio Jesús un símbolo del
    mundo que había rechazado y
    despreciado su gracia... aún mientras
    Jesús vertía lágrimas sobre el monte,
    Jerusalén habría podido arrepentirse y
    escapar a su condenación.
     Cristo te habla aún con acentos de
    amor: “Heme aquí ahora el tiempo
    aceptable; he aquí ahora el día de
    salvación.”
    CONCLUSIÓN

    Este pasaje nos muestra cuatro grandes


    verdades:
    1. La paciencia de Dios. Jerusalén había
    rechazado y matado a los profetas, y
    apedreado a los mensajeros de Dios; sin
    embargo, Dios no la había rechazado; y, por
    último, le envió a Su Hijo.
    2. La invitación de Jesús. Jesús habla como un
    Enamorado (cuántas veces quise, te rogué,
    te supliqué, te esperé). No quisiste.
    1. La culpabilidad del pecado. Los
    hombres contemplaron a Cristo en
    todo el esplendor de su invitación y le
    rechazaron.
    2. Las consecuencias de rechazar a
    Cristo. Sólo cuarenta años habían de
    pasar hasta que en el año 70 d C.
    Jerusalén quedara convertida en un
    montón de ruinas. Ese desastre fue la
    consecuencia directa de haber
    rechazado a Jesucristo.
    Vive como elegido, agradecido y protegido.
    Decide esta noche morar protegido bajo el amparo de sus alas.
    Vive agradecido como un elegido, entonces serás heredero del
    reino que ha prometido a los que le aman (Sant.2:5).

    “Por lo demás, me está guardada la corona de


    justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel
    día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman
    su venida”. 2 Tim 4:8.

    Oremos.

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