PRESENTACION
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PRESENTACION
El tubo difusor de la turbina bulbo es recto, lo que da una forma tronco-cónica, esto eleva la
eficiencia del mismo por no presentar cambios de dirección de la velocidad del agua.
En cualquier caso debe hacerse notar que la altura física del tubo de desfogue debe ser menor
que el de una columna de agua real equivalente a la presión atmosférica para impedir que la
vena líquida se rompa en el ducto.
La forma del tubo de desfogue lógicamente debe ser conforme con los principios que rigen a
difusor de un buen rendimiento, el ducto recto cónico de sección circular resulta teóricamente
el más aconsejable.
RECOMENDACIONES
Existen dos recomendaciones para conseguir un buen rendimiento del tubo difusor:
La velocidad absoluta a la salida del difusor, C4, debe ser mínimo de 1 m/seg para evitar la
entrada de aire al mismo.
El coeficiente de la velocidad Kc42, debe tener un valor máximo de 0,04 para que la pérdida de
energía no sea alta.
FORMAS DE REALIZACIÓN DE
LOS DIFUSORES
Las formas de realización de los difusores varían con el ns
de la turbina y con el tipo de instalación. Para las
turbinas de eje horizontal y pequeños valores de ns el
tubo de aspiración puede ser una simple tubería
acodada, de sección creciente, Fig VII.22.a, que
desemboca por debajo del nivel del agua del canal.
Para reducir el efecto perjudicial del codo, se puede
utilizar para la parte recta final una disposición inclinada.
Para las turbinas de eje vertical, la forma del difusor
puede ser, para valores pequeños de ns la de un simple
tronco de cono, Fig VII.22.b
Fig VII.22.- Formas simples del difusor
TUBO DIFUSOR. CÁLCULOS:
Despejando de la ecuación:
Se obtiene:
;
Por recomendación:
Donde:
A3 = área de sección transversal a la entrada del difusor
(salida del rodete).
L= longitud del difusor (altura del cono truncado)
TUBO DIFUSOR. CÁLCULOS:
Si se asume que la relación sea igual a 1/6.5, despejando se tiene:
Ó también:
CAVITACIÓN
Cuando la presión ejercida sobre un líquido en movimiento, desciende
por debajo de su presión de vaporización, éste se evapora formando
gran número de pequeñas burbujas, que al ser arrastradas a zonas de
mayor presión, terminan por estallar. La formación de estas burbujas y
su subsiguiente estallido, es lo que constituye la cavitación. La
experiencia demuestra que el estallido de esas burbujas genera
impulsos de presión muy elevados, que van acompañados de fuertes
ruidos (una turbina en cavitación suena como si a través de ella pasasen
montones de grava), y que la acción repetitiva de esos impulsos produce
una especie de corrosión difusa, formando picaduras en el metal
(.pitting.). Con el tiempo esas picaduras, degeneran en verdaderas
grietas con arrancamiento de metal. Las elevadas temperaturas
generadas por esos impulsos y la presencia frecuente de gases ricos en
oxígeno, agravan la corrosión. Un alabe sometido a cavitación aparece al
cabo de cierto tiempo lleno de cavidades, lo que obliga a sustituirlo o, si
aún se está a tiempo, a repararlo recargándolo por soldadura.
COEFICIENTE DE THOMA
La cavitación viene caracterizada por un coeficiente σ (coeficiente de Thoma), definido
según la norma IEC 60193 como: dónde: