Diferencia entre revisiones de «El Criticón»
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|Pie de imagen = Portada de la primera edición de ''El Criticón'' (1651)<ref |
|Pie de imagen = Portada de la primera edición de ''El Criticón'' (1651)<ref>EL CRITICÓN/ PRIMERA PARTE/ EN/ LA PRIMAVERA/ DE LA NIÑEZ,/ Y EN EL ESTÍO DE LA JUVENTUD./ AUTOR/ GARCÍA DE MARLONES./ Y LO DEDICA/ AL VALEROSO CABALLERO/ DON PABLO DE PARADA, / DE LA ORDEN DE CHRISTO,/ General de la Artillería, y Governa/ dor de Tortosa./ CON LICENCIA./ EN ZARAGOZA, por IVAN NOGUÉS, y a su costa./ Año MDCLI.</ref> |
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|Género = Novela filosófica |
|Género = Novela filosófica |
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|Idioma original = Español |
|Idioma original = Español |
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|País original = España |
|País original = España |
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|Fecha original = 1651<br |
|Fecha original = 1651<br>1653<br>1657 |
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'''''El Criticón''''' es una novela de [[Baltasar Gracián]] publicada en tres partes en |
'''''El Criticón''''' es una novela de [[Baltasar Gracián]] publicada en tres partes en 1651, 1653 y 1657. Está considerada como la obra maestra de su autor y como una de las cumbres de la narrativa filosófica [[literatura española|española]],<ref>{{cita libro|autor=[[Ignacio Gómez de Liaño|Gómez de Liaño, Ignacio]] |título=La variedad del mundo |año=2009 |ubicación=Anzos |editorial=Ediciones Siruela |isbn=978-84-9841-313-7 |página=9 |cita=[...] ''El Criticón,'' obra cumbre de la narrativa filosófica, en la que el célebre jesuita aragonés describe el «curso de tu vida en un discurso» [...]}}</ref> junto al ''[[Don Quijote de la Mancha|Quijote]]'' y ''[[La Celestina]].''<ref>«Concepto y forma atrevida unidos hacen de ''El Criticón,'' junto con el ''Quijote,'' la mejor novela española de todos los tiempos.», Santos Alonso, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón,'' Madrid, Cátedra, 1980 (1984, 2.ª{{esd}}ed.), p.{{esd}}25. ISBN 84-376-0257-2. Para opiniones de críticos extranjeros en esta misma línea, como Adolphe Coster o Michaelis de Vasconcellos, ''cfr. ibidem,'' p.{{esd}}23.</ref> ''El Criticón'' recoge y amplía toda su obra anterior en forma de [[novela|ficción novelesca]].<ref>Gerhart Schröder, ''Baltasar Graciáns «Criticón»: eine Untersuchung zur Beziehung zwischen Manierismus und Moralistik,'' Múnich, Wilhelm Fink, cop., 1966, p.{{esd}}8. ''Apud'' Santos Alonso, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón,'' Madrid, Cátedra, 1980 (1984, 2.ª{{esd}}ed.). P.{{esd}}23.</ref> Se la valora como la obra cumbre del [[conceptismo]] barroco español.<ref>{{cita libro|autor=Fernández Ramos, José Carlos |título=Sociología del cuerpo físico y del cuerpo político en la transición a la modernidad |otros=Tesis doctoral |año=2012 |editorial=Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Nacional de Educación a Distancia |página=7 |url=http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:CiencPolSoc-Jcfernandez/Documento.pdf |cita=[...] la corona de toda su trayectoria y obra cumbre del conceptismo barroco español: ''El Criticón.''}}</ref> |
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La obra adopta la forma de una gran [[alegoría]] que abarca toda la vida del hombre, representado en sus dos facetas de impulsivo e inexperto, Andrenio (del griego ἀνήρ, ἀνδρως [aner, andros]: |
La obra adopta la forma de una gran [[alegoría]] que abarca toda la vida del hombre, representado en sus dos facetas de impulsivo e inexperto, Andrenio (del griego ἀνήρ, ἀνδρως [''aner, andros'']: ‘varón’, ‘hombre’); y el prudente y experimentado Critilo (del griego κρίνειν, κριτής o κριτικός [''krínein, krités'' o ''kritikós'']: respectivamente, ‘discernir’, ‘juez’, ‘capaz de juzgar’). Es la obra literaria que resume la visión [[Filosofía|filosófica]] del mundo de Gracián bajo la forma de una gran [[epopeya]] moral. En ella se unen invención y didactismo, erudición y estilo personal, desengaño y sátira social. |
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Tras sus anteriores tratados, Gracián proyecta una obra de fabulación que resuma su pensamiento y amplíe a la vez su espectro como creador. La novela fue escrita en sus años de plena madurez y contiene su visión final acerca del mundo y de la vida humana. Se trata de una mirada amarga y desolada, aunque su desengaño alberga una esperanza en los dos virtuosos protagonistas, que consiguen escapar a la mediocridad reinante alcanzando la fama eterna. |
Tras sus anteriores tratados, Gracián proyecta una obra de fabulación que resuma su pensamiento y amplíe a la vez su espectro como creador. La novela fue escrita en sus años de plena madurez y contiene su visión final acerca del mundo y de la vida humana. Se trata de una mirada amarga y desolada, aunque su desengaño alberga una esperanza en los dos virtuosos protagonistas, que consiguen escapar a la mediocridad reinante alcanzando la fama eterna. |
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Su estilo supone la quintaesencia del [[conceptismo]], y está presidido por la brevedad y la intensificación semántica de la lengua. Destaca el recurso de la [[antítesis]] y todo tipo de [[juego de palabras|juegos de palabras]] junto con la abundancia de [[sentencia (literatura)|sentencias]] y [[máxima]]s de origen culto o de [[proverbio]]s y [[refrán|refranes]] populares que adecua a sus intenciones adaptándolos o transformándolos de modo original. |
Su estilo supone la quintaesencia del [[conceptismo]], y está presidido por la brevedad y la intensificación semántica de la lengua. Destaca el recurso de la [[antítesis]] y todo tipo de [[juego de palabras|juegos de palabras]] junto con la abundancia de [[sentencia (literatura)|sentencias]] y [[Adagio (lingüística)|máxima]]s de origen culto o de [[proverbio]]s y [[refrán|refranes]] populares que adecua a sus intenciones adaptándolos o transformándolos de modo original. |
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El autor exhibe constantemente una técnica perspectivista que desdobla la visión de las cosas según los criterios o puntos de vista de cada uno de los personajes, pero de forma antitética, y no plural como en [[Miguel de Cervantes|Cervantes]]. La novela refleja, con todo, una visión pesimista de la sociedad, con la que se identificó uno de sus mejores lectores, el filósofo alemán del XIX [[Arthur Schopenhauer]].<ref>Schopenhauer, en ''[[Sobre la voluntad en la naturaleza]]'' (1836), decía de ''El Criticón'' que era «quizá la más grande y la más bella alegoría que había sido escrita jamás» (véase A. Schopenhauer, ''Über den Willen in der Natur'' |
El autor exhibe constantemente una técnica perspectivista que desdobla la visión de las cosas según los criterios o puntos de vista de cada uno de los personajes, pero de forma antitética, y no plural como en [[Miguel de Cervantes|Cervantes]]. La novela refleja, con todo, una visión pesimista de la sociedad, con la que se identificó uno de sus mejores lectores, el filósofo alemán del XIX [[Arthur Schopenhauer]].<ref>Schopenhauer, en ''[[Sobre la voluntad en la naturaleza]]'' (1836), decía de ''El Criticón'' que era «quizá la más grande y la más bella alegoría que había sido escrita jamás» (véase A. Schopenhauer, ''Über den Willen in der Natur,'' en: ''Sämtliche Werke,'' edición de A. Hübscher, Mannheim, Brockhaus, 1988 {ISBN 3-7653-0410-7}, vol.{{esd}}IV, p.{{esd}}32). También añadió un elogio de la obra en la segunda edición (1844) de ''[[El mundo como voluntad y representación]]'' (véase, en la edición citada de las ''Werke,'' el vol.{{esd}}II: ''Die Welt...,'' I, libro{{esd}}III, §{{esd}}50, p.{{esd}}284). Unos años antes, en una carta fechada a 16 de abril de 1832, aseveraba: «Mi escritor preferido es este filósofo Gracián. He leído todas sus obras. Su ''Criticón'' es para mí uno de los mejores libros del mundo», ''apud'' [[Evaristo Correa Calderón]], «Introducción» a su ed. de ''El Criticón,'' Madrid, Espasa-Calpe, 1971, p.{{esd}}LXXIV.</ref> Efectivamente ''El Criticón'' influyó notablemente en filósofos del ámbito [[Alemania|germánico]], como el citado Schopenhauer o [[Friedrich Nietzsche]], y se ha visto a su autor como un precedente del [[existencialismo]]. |
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== Argumento == |
== Argumento == |
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Un náufrago, Critilo, hombre experimentado, es arrojado a las costas de la isla de [[Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña|Santa Elena]], donde conoce a Andrenio, el hombre natural, criado por un animal al margen de toda civilización, y a quien Critilo enseña a hablar. Andrenio le cuenta cómo nació en una cueva cerrada y tras un terremoto, vio la luz y la hermosa Naturaleza, comprendiendo que solo podía ser obra del Supremo Artífice. Son rescatados por una flota española y juntos comienzan una larga peregrinación alegórica en diversas etapas en la Corte de España |
Un náufrago, Critilo, hombre experimentado, es arrojado a las costas de la isla de [[Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña|Santa Elena]], donde conoce a Andrenio, el hombre natural, criado por un animal al margen de toda civilización, y a quien Critilo enseña a hablar. Andrenio le cuenta cómo nació en una cueva cerrada y tras un terremoto, vio la luz y la hermosa Naturaleza, comprendiendo que solo podía ser obra del Supremo Artífice. Son rescatados por una flota española y juntos comienzan una larga peregrinación alegórica en diversas etapas en la Corte de España, Francia y Roma en busca de Felisinda (la felicidad), esposa deseada por Critilo y madre de Andrenio, para al final de su vida alcanzar la Isla de la Inmortalidad. |
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== Estructura == |
== Estructura == |
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Las tres partes del ''Criticón'' |
Las tres partes del ''Criticón,'' publicadas en 1651, 1653 y 1657, constituyen una extensa novela alegórica de carácter filosófico; esta novela reúne en forma de ficción toda la trayectoria literaria de su autor. ''El Criticón'' conjuga la prosa didáctica y moral con la fabulación metafórica, y con ello, cada «crisi» (capítulo), alberga una doble lectura —si no más— en los planos real y filosófico. En ella se unen invención y didáctica, erudición y estilo personal, desengaño y sátira social. |
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En la Primera Parte, subtitulada «En la primavera de la niñez y en el estío de la juventud», los protagonistas Critilo y Andrenio se encuentran, cuentan sus peripecias vitales que les han llevado a conocerse en la isla de Santa Elena y emprenden viaje a España, comenzando por la Corte. |
En la Primera Parte, subtitulada «En la primavera de la niñez y en el estío de la juventud», los protagonistas Critilo y Andrenio se encuentran, cuentan sus peripecias vitales que les han llevado a conocerse en la isla de Santa Elena y emprenden viaje a España, comenzando por la Corte. |
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⚫ | La Segunda, que aparece con el epígrafe de «Juiciosa cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad», transcurre por tierras de Aragón y Francia. En la Tercera Parte, titulada más llanamente «En el invierno de la vejez» entran por las tierras septentrionales de Alemania y acaban en la meca del peregrino cristiano, Roma, para ser anunciados a la muerte y llegar a la inmortalidad cruzando las aguas de tinta de la fama. Los tres volúmenes ofrecen un equilibrio estructural en lo externo muy notable. Las dos primeras partes están |
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⚫ | El contenido del relato se configura temporalmente a través de un eje cronológico que comprende el ciclo vital del hombre, asociado a las estaciones del año, tal y como aparece esbozado en el último capítulo —[[s:El Discreto:Realce 25|Realce XXV]]— de ''[[El Discreto]]'' |
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⚫ | La Segunda, que aparece con el epígrafe de «Juiciosa cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad», transcurre por tierras de Aragón y Francia. En la Tercera Parte, titulada más llanamente «En el invierno de la vejez» entran por las tierras septentrionales de Alemania y acaban en la meca del peregrino cristiano, Roma, para ser anunciados a la muerte y llegar a la inmortalidad cruzando las aguas de tinta de la fama. Los tres volúmenes ofrecen un equilibrio estructural en lo externo muy notable. Las dos primeras partes están divididas en trece «Crisi(s)» (capítulos) cada una, y la tercera tiene doce. |
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⚫ | El contenido del relato se configura temporalmente a través de un eje cronológico que comprende el ciclo vital del hombre, asociado a las estaciones del año, tal y como aparece esbozado en el último capítulo —[[s:El Discreto:Realce 25|Realce XXV]]— de ''[[El Discreto]].'' Éste progresa de manera lineal, pero recorrido por constantes digresiones e interrupciones del hilo narrativo. En estos remansos aparecen cuadros alegóricos donde se da cuenta de todo un mundo de relaciones entre conceptos y figuras de la ficción. |
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⚫ | Parece seguro que había un plan preconcebido, pues existen rasgos de un diseño previo en ''El Criticón'' al comprobar la simetría que supone que el arranque y desenlace de la obra sucedan en una isla.<ref>Klaus Heger, ''Baltasar Gracián. Eine Untersuchung zu Sprache und Moralistik als Ausdrucksweisen der literarischen Haltung des «Conceptismo».'' (1952), trad. y reed., ''Baltasar Gracián. Estilo y doctrina'' |
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⚫ | Parece seguro que había un plan preconcebido, pues existen rasgos de un diseño previo en ''El Criticón'' al comprobar la simetría que supone que el arranque y desenlace de la obra sucedan en una isla.<ref>Klaus Heger, ''Baltasar Gracián. Eine Untersuchung zu Sprache und Moralistik als Ausdrucksweisen der literarischen Haltung des «Conceptismo».'' (1952), trad. y reed., ''Baltasar Gracián. Estilo y doctrina,'' Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1982, p.{{esd}}46. ''Apud'' [http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/lit/01/022607.asp Emilio Blanco, Baltasar Gracián: ''El Criticón''] {{Wayback|url=http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/lit/01/022607.asp |date=20180309172030 }}</ref> Es la misma tesis que recoge Ricardo Senabre,<ref>Ricardo Senabre, «Artificios narrativos en ''El Criticón.''», en VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001). Actas II Congreso Internacional «Baltasar Gracián en sus obras», Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001'' (vol. II), Aurora Egido, María Carmen Marín Pina y Luis Sánchez Laílla (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. p.{{esd}}354.</ref> que apunta también la existencia de principios estructurales basados sobre todo en la [[antítesis]]. Esta se hace presente ya en los dos protagonistas medulares, Andrenio-Critilo, y recorre toda la obra, desde los distintos comportamientos que ante determinadas situaciones tienen cada uno de los protagonistas, hasta la abundancia de periodos bimembres en frases e incluso en la [[figura literaria]] de la [[anfibología]]. Por otro lado, si nos atenemos a los temas que recorren la obra, encontramos una recurrente [[antinomia]] entre el engaño y el desengaño, eje temático que estructura toda la narración. |
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⚫ | En fin, [[Evaristo Correa Calderón|Correa Calderón]] |
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⚫ | En fin, [[Evaristo Correa Calderón|Correa Calderón]]<ref>Evaristo Correa Calderón, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón'' (3 vols.), Madrid, Espasa-Calpe, (col. Clásicos Castellanos, 165-167), 1971. P.{{esd}}XLIII.</ref> considera que ''El Criticón'' es una serie de cuadros alegóricos yuxtapuestos, que constituyen a modo de fantasías morales, enlazados tan solo por la andadura de sus dos protagonistas, al modo de lo que ocurre en los libros satíricos de la época, tal ''[[El Diablo Cojuelo]],'' de [[Luis Vélez de Guevara]], adoptando pues una estructura de pequeños módulos alegóricos independientes ensartados en el hilo del camino de los dos peregrinos. |
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Además de la alegoría, para tramar esta obra se sirve del ciclo de peregrinación de la [[novela bizantina]], y de su construcción en serie episódica, por la multitud de peripecias y aventuras que sufren los personajes y de la estructura de [[novela picaresca]] por la visión satírica de la sociedad de sus personajes principales, Critilo, hombre juicioso que personifica el desengaño, y Andrenio, hombre natural que representa la inocencia y los impulsos primitivos. |
Además de la alegoría, para tramar esta obra se sirve del ciclo de peregrinación de la [[novela bizantina]], y de su construcción en serie episódica, por la multitud de peripecias y aventuras que sufren los personajes y de la estructura de [[novela picaresca]] por la visión satírica de la sociedad de sus personajes principales, Critilo, hombre juicioso que personifica el desengaño, y Andrenio, hombre natural que representa la inocencia y los impulsos primitivos. |
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== Fuentes y género == |
== Fuentes y género == |
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Algunos de los moldes genéricos a los que podría asimilarse el ''Criticón'' fueron desvelados por el propio Gracián en el prólogo «A quien leyere» de la primera parte:{{Cita|He procurado juntar lo seco de la filosofía con lo entretenido de la invención, lo picante de la sátira con lo dulce de la épica (...) En cada uno de los autores de buen genio he atendido a imitar lo que siempre me agradó: las alegorías de Homero, las ficciones de Esopo, lo doctrinal de Séneca, lo juicioso de Luciano, las descripciones de Apuleyo, las moralidades de Plutarco, los empeños de Heliodoro, las suspensiones del Ariosto, las crisis del Boquelino<ref>[[Traiano Boccalini]], en obras como ''Ragguagli di Parnaso'' |
Algunos de los moldes genéricos a los que podría asimilarse el ''Criticón'' fueron desvelados por el propio Gracián en el prólogo «A quien leyere» de la primera parte:{{Cita|He procurado juntar lo seco de la filosofía con lo entretenido de la invención, lo picante de la sátira con lo dulce de la épica (...) En cada uno de los autores de buen genio he atendido a imitar lo que siempre me agradó: las alegorías de Homero, las ficciones de Esopo, lo doctrinal de Séneca, lo juicioso de Luciano, las descripciones de Apuleyo, las moralidades de Plutarco, los empeños de Heliodoro, las suspensiones del Ariosto, las crisis del Boquelino<ref>[[Traiano Boccalini]], en obras como ''Ragguagli di Parnaso,'' fue un comentarista de Tácito, muy admirado por Gracián.</ref> y las mordacidades de Barclayo.<ref>[[John Barclay]] es autor de obras satíricas y alegóricas, como ''Satyricon'' y ''Argenis''</ref>|El Criticón, I, «A quien leyere»}} Empezando por la epopeya griega, como en la ''[[Odisea]]'' de [[Homero]], la obra tiene su paralelo en los peligros que acechan a Ulises durante su viaje y las virtudes que el héroe debe poner en juego para vencerlos. También se han encontrado paralelos en la [[Novela griega|novela bizantina, griega o helenística]], la de [[Heliodoro]] en particular, cuyas digresiones, narraciones intercaladas y extensos diálogos pudieron influir en el autor. |
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Entre sus contemporáneos, se han rastreado numerosas influencias concretas que demuestran su conocimiento de las novelas de [[John Barclay]] (El «Barclayo» de Gracián): '' |
Entre sus contemporáneos, se han rastreado numerosas influencias concretas que demuestran su conocimiento de las novelas de [[John Barclay]] (El «Barclayo» de Gracián): ''Satyricon'' y ''Argenis,'' novelas con un hilo de búsqueda amorosa a través de numerosos incidentes, al estilo de las bizantinas, pero con la finalidad de satirizar sucesos y personas de la época, si bien Gracián no pone en solfa personas concretas en clave, sino que su demoledora crítica se orienta hacia tipos representativos y figuras abstractas y alegóricas. |
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Como ya ensayó en ''El Discreto'' y estudió de forma teórica en la Agudeza, Gracián pone en juego para componer su magna obra otros subgéneros de la época, como son [[emblema]]s, [[aforismo]]s, [[apotegma]]s, [[apólogo]]s, [[diálogo]]s o [[fábula]]s. Esta es la línea que comenzaron en la literatura latina la [[fábula menipea]] y retomaron los humanistas, con Erasmo al frente. Del antiguo género parte la médula esencial del Criticón: [[Luciano de Samosata]], [[Apuleyo]] o el [[Séneca]] de la ''Apokolokintosis'' |
Como ya ensayó en ''El Discreto'' y estudió de forma teórica en la Agudeza, Gracián pone en juego para componer su magna obra otros subgéneros de la época, como son [[emblema]]s, [[aforismo]]s, [[apotegma]]s, [[apólogo]]s, [[diálogo]]s o [[fábula]]s. Esta es la línea que comenzaron en la literatura latina la [[fábula]] [[Menipo de Gadara|menipea]] y retomaron los humanistas, con Erasmo al frente. Del antiguo género parte la médula esencial del Criticón: [[Luciano de Samosata]], [[Apuleyo]] o el [[Séneca]] de la ''[[Apocolocyntosis divi Claudii|Apokolokintosis]].'' Lázaro Carreter, en un estudio de 1986, define ''El Criticón'' como una «[[epopeya]] [[sátira menipea|menipea]]».<ref>Fernando Lázaro Carreter, GEl género literario de ''El Criticón''», en: ''Gracián y su época,'' 1986, pp.{{esd}}67-87.</ref> |
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Otro precedente posible para el arranque de la obra se viene citando al menos desde 1861. En este sentido se observan algunas concomitancias con ''[[El filósofo autodidacto]]'' de [[Abentofail]], que a su vez recoge teorías filosóficas del zaragozano [[Avempace]]. En esta obra árabe uno de los personajes, criado en una isla desierta entre las fieras, llega a las verdades metafísicas a través del ejercicio puro de la razón. Sin embargo esta influencia es improbable porque este relato árabe se tradujo al español por vez primera, muerto ya Gracián, en 1671 |
Otro precedente posible para el arranque de la obra se viene citando al menos desde 1861. En este sentido se observan algunas concomitancias con ''[[El filósofo autodidacto]]'' de [[Abentofail]], que a su vez recoge teorías filosóficas del zaragozano [[Avempace]]. En esta obra árabe uno de los personajes, criado en una isla desierta entre las fieras, llega a las verdades metafísicas a través del ejercicio puro de la razón. Sin embargo esta influencia es improbable porque este relato árabe se tradujo al español por vez primera, muerto ya Gracián, en 1671.<ref>Jorge Ayala «El Criticón de Gracián y ''El filósofo autodidacto'' de Abentofail», en: Gracián y su época, 1986, pp.{{esd}}255-269.</ref> |
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También se ha mostrado el paralelo con [[Miguel de Cervantes|Cervantes]], sobre todo por el protagonista dual, que representa dos caracteres humanos. Si bien Gracián no citó al autor del ''[[Don Quijote de la Mancha|Quijote]]'' |
También se ha mostrado el paralelo con [[Miguel de Cervantes|Cervantes]], sobre todo por el protagonista dual, que representa dos caracteres humanos. Si bien Gracián no citó al autor del ''[[Don Quijote de la Mancha|Quijote]],'' excepto para ridiculizar la figura del ingenioso hidalgo, las concomitancias son notables. No obstante hay evidentes diferencias, pues los personajes de la obra cumbre de Cervantes son dos seres humanos física y psicológicamente bien caracterizados, que pasan hambre, necesidades y sufren emociones. En cambio, Andrenio y Critilo funcionan como paradigmas del hombre, son figuras abstractas, que cumplen el objetivo de oponer la figura del Hombre (en su doble faceta ingenuidad-sabiduría) a las asechanzas del mundo. |
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Más claras aún son las relaciones de ''El Criticón'' con la [[novela picaresca]]. La narración de una serie de episodios ensartados por el hilo conductor un protagonista común y la intención moralizante, además de dibujar un mundo desengaño y falta de valores éticos ha hecho a la crítica pensar en el molde común de la picaresca. Sin embargo, en la obra de Gracián, los protagonistas no son meros sinvergüenzas |
Más claras aún son las relaciones de ''El Criticón'' con la [[novela picaresca]]. La narración de una serie de episodios ensartados por el hilo conductor de un protagonista común y la intención moralizante, además de dibujar un mundo de desengaño y falta de valores éticos ha hecho a la crítica pensar en el molde común de la picaresca. Sin embargo, en la obra de Gracián, los protagonistas no son meros sinvergüenzas que pretenden vengarse de lo que la sociedad les ha llevado a ser. El pícaro acaba su vida desde la posición de la ignominia, mientras que Andrenio y Critilo alcanzan la atalaya de la virtud y la fama imperecedera por vencer a las dificultades, trampas y engaños del mundo. En Gracián un mundo pícaro no justifica que sus protagonistas también se lancen al vicio, como apunta Montesinos.<ref>José Fernández Montesinos, «Gracián o la picaresca pura», ''C y R,'' julio de 1933, n.º{{esd}}4, pp.{{esd}}44-49.</ref> |
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Sin embargo, según apunta Senabre,<ref>Ricardo Senabre, ''op. |
Sin embargo, según apunta Senabre,<ref>Ricardo Senabre, ''op.{{esd}}cit.,'' 2004. Pp.{{esd}}353-367.</ref> desde nuestra perspectiva de lectores actuales ''El Criticón'' no es sino una novela, pues parte de la fabulación. Novela alegórica y filosófica, sí, pero los componentes de ficción están presentes. Hay que recordar que el concepto de novela tal y como hoy lo entendemos no existía en el {{Siglo|XVII||s}} y en este sentido tampoco Cervantes consideraba novela al ''Quijote,'' lo que no impide que no tengamos problemas en aplicarle hoy esta denominación. La novela, como decía [[Pío Baroja]], es «un saco donde cabe todo», y en esta amplitud de miras es donde hay que situar la obra culminante de Gracián, pues se trata de una narración en prosa de hechos imaginarios. Ni siquiera llega Gracián a los extremos de alejamiento de la realidad de [[Luciano de Samosata]], que ya en el {{siglo|II||s}} contó en su ''[[Historia verdadera]]'' un viaje a la Luna o una guerra espacial. |
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Aunque ''El Criticón'' se plantea como una [[novela bizantina]] en la que los dos protagonistas buscan el encuentro con Felisinda (la Felicidad), la búsqueda de la mujer de Critilo y madre para Andrenio, pronto se descubre un imposible. Tras este desengaño, el verdadero objetivo de los protagonistas es alcanzar la madurez como personas, la virtud y la sabiduría. Por tanto, se abandona enseguida esta tenue intriga para convertirse en una reflexión alegórica y filosófica sobre el estado del mundo según la óptica satírica y desengañada del pensamiento graciano. En este sentido, como dijimos, es en el que [[Fernando Lázaro Carreter]] va más allá y considera que la obra es una |
Aunque ''El Criticón'' se plantea como una [[novela bizantina]] en la que los dos protagonistas buscan el encuentro con Felisinda (la Felicidad), la búsqueda de la mujer de Critilo y madre para Andrenio, pronto se descubre un imposible. Tras este desengaño, el verdadero objetivo de los protagonistas es alcanzar la madurez como personas, la virtud y la sabiduría. Por tanto, se abandona enseguida esta tenue intriga para convertirse en una reflexión alegórica y filosófica sobre el estado del mundo según la óptica satírica y desengañada del pensamiento graciano. En este sentido, como dijimos, es en el que [[Fernando Lázaro Carreter]] va más allá y considera que la obra es una fábula menipea. |
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=== La alegoría === |
=== La alegoría === |
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Gracián leyó y admiró el ''[[Guzmán de Alfarache]]'' ( |
Gracián leyó y admiró el ''[[Guzmán de Alfarache]]'' (1599), de [[Mateo Alemán]], y le interesó sobremanera lo que hay allí de moralidad, de intención didáctica, de [[alegoría]]. Pero en el ''Guzmán'' la voz del moralista está separada de la del [[pícaro]] (aunque sean la misma persona, uno mozo, que realiza las fechorías, y otro adulto, que las rememora y moraliza a partir de ellas). En ''El Criticón,'' en cambio, la alegoría recorre de principio a fin la novela, y está perfectamente imbricada en la trama que se desarrolla. [[Alegoría]] y [[acción dramática|acción]] comparten [[tiempo]] y [[Voz gramatical|voz]] narrativa. Otra gran diferencia con la [[novela picaresca|picaresca]] es que esta voz no es autobiográfica, sino una tercera persona externa a los [[personaje]]s. Es aquí, en la plena [[ficción]] [[alegoría|alegórica]] continuada (lo que Gracián mismo denomina «agudeza compuesta fingida» en su tratado literario ''[[Agudeza y arte de ingenio]]'') donde hay que ver la esencia genérica de esta obra. |
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Por oposición a sus anteriores obras, en que adoptó el modelo genérico del tratado, aquí Gracián emprende la invención de un relato de ficción alegórica. En el repertorio de subgéneros didácticos de ''[[El Discreto]]'' ya había versión abreviada de la crisi(s), dado que así se calificaba entonces el realce VI («No sea desigual»). |
Por oposición a sus anteriores obras, en que adoptó el modelo genérico del tratado, aquí Gracián emprende la invención de un relato de ficción alegórica. En el repertorio de subgéneros didácticos de ''[[El Discreto]]'' ya había versión abreviada de la crisi(s), dado que así se calificaba entonces el realce VI («No sea desigual»). |
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Es alegórico el plan general de la obra de comprender la existencia humana en cuatro estaciones. También lo es representar la vida como una peregrinación, el ''homo viator'' |
Es alegórico el plan general de la obra de comprender la existencia humana en cuatro estaciones. También lo es representar la vida como una peregrinación, el ''homo viator,'' con gran tradición desde la [[Biblia]] hasta los [[ascetismo|ascéticos]] y [[misticismo|místicos]] de los siglos XVI y XVII. Hay muchas más, todas avaladas por la tradición [[cristianismo|cristiana]]: la «rueda del tiempo», la «danza de la muerte», el «castillo interior», el «gran teatro del mundo», el «mundo al revés»... Así, hasta sesenta y tres pasajes, según cómputo de Romera-Navarro. |
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Otro procedimiento alegórico son los nombres de los protagonistas de la novela. Critilo es el hombre juicioso, en el que predomina la razón, prudente, sagaz, adiestrado por la experiencia, como atestigua la raíz griega ''kríno'' |
Otro procedimiento alegórico son los nombres de los protagonistas de la novela. Critilo es el hombre juicioso, en el que predomina la razón, prudente, sagaz, adiestrado por la experiencia, como atestigua la raíz griega ''kríno,'' ‘juzgar’, que le da nombre. El nombre de Andrenio procede del griego aνηρ, aνδροs ''aner, andros'' ‘hombre’, que simboliza al hombre instintivo e inexperto, que se deja arrastrar por sus inclinaciones naturales. «Hombre», entre los [[jesuita]]s, tiene el sentido del hombre moldeable, mientras que «persona» alude al hombre sabio y racional, y lo encarna Critilo. |
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Todos los nombres propios de la novela componen una nueva trama alegórica, pues están hechos partir de sustantivos comunes que mantienen su significado simbólico. Así sucede con Hipocrinda (que representa la hipocresía), Sofisbella (la sabiduría), Vejecia (vejez), Falsirena (falsa sirena), Felisinda (felicidad), Virtelia (virtud) y un largo etcétera. |
Todos los nombres propios de la novela componen una nueva trama alegórica, pues están hechos a partir de sustantivos comunes que mantienen su significado simbólico. Así sucede con Hipocrinda (que representa la hipocresía), Sofisbella (la sabiduría), Vejecia (vejez), Falsirena (falsa sirena), Felisinda (felicidad), Virtelia (virtud) y un largo etcétera. |
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En otros casos encontramos un nombre común que se generaliza por [[antonomasia]], como sucede con el plural de los nombres propios (los Nerones, Tiberios, Calígulas...) y anteponiendo el artículo «un» («un Catón», «un Séneca»). De este modo, el nombre se convierte en un adjetivo de un rasgo característico (valentía, sabiduría...). |
En otros casos encontramos un nombre común que se generaliza por [[antonomasia]], como sucede con el plural de los nombres propios (los Nerones, Tiberios, Calígulas...) y anteponiendo el artículo «un» («un Catón», «un Séneca»). De este modo, el nombre se convierte en un adjetivo de un rasgo característico (valentía, sabiduría...). |
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Otro procedimiento alegórico en los nombres se consigue mediante el [[anagrama]]. Así «La biblioteca de Salastano» es la de [[Vincencio Juan de Lastanosa|Lastanosa]], con lo cual quedará medianamente completo el catálogo de los juegos nominales en ''El Criticón'' |
Otro procedimiento alegórico en los nombres se consigue mediante el [[anagrama]]. Así «La biblioteca de Salastano» es la de [[Vincencio Juan de Lastanosa|Lastanosa]], con lo cual quedará medianamente completo el catálogo de los juegos nominales en ''El Criticón.'' |
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La alegoría tiene desde sus orígenes en la literatura una función moralizante, y ello se corrobora en la última «crisi» de ''El Criticón'' en la que los dos protagonistas llegan a la Isla de la Inmortalidad con el Peregrino como guía. Una vez allí, El Mérito les pide la patente y les pregunta si está autentificada por el Valor y la Reputación. Las firmas que dan el salvoconducto a Andrenio y Critilo son todos los episodios de las «crisis» de la novela. |
La alegoría tiene desde sus orígenes en la literatura una función moralizante, y ello se corrobora en la última «crisi» de ''El Criticón'' en la que los dos protagonistas llegan a la Isla de la Inmortalidad con el Peregrino como guía. Una vez allí, El Mérito les pide la patente y les pregunta si está autentificada por el Valor y la Reputación. Las firmas que dan el salvoconducto a Andrenio y Critilo son todos los episodios de las «crisis» de la novela. |
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La prosa de Gracián, siguiendo lo que decíamos arriba, se compone de oraciones independientes y breves, separadas por signos de puntuación (coma, punto y coma y punto) y no por nexos de subordinación. Predominan, pues, la [[yuxtaposición (gramática)|yuxtaposición]] y la [[Coordinación (gramática)|coordinación]]. La poca presencia de oraciones subordinadas en periodos complejos, lejos de facilitar la comprensión, la hace ardua, pues el lector debe suplir los elementos relacionantes, deduciéndolos del sentido, de la idea que se expresa, lo que no siempre es fácil. La profundidad de Gracián, pues, está en el concepto, no en la [[sintaxis]]. |
La prosa de Gracián, siguiendo lo que decíamos arriba, se compone de oraciones independientes y breves, separadas por signos de puntuación (coma, punto y coma y punto) y no por nexos de subordinación. Predominan, pues, la [[yuxtaposición (gramática)|yuxtaposición]] y la [[Coordinación (gramática)|coordinación]]. La poca presencia de oraciones subordinadas en periodos complejos, lejos de facilitar la comprensión, la hace ardua, pues el lector debe suplir los elementos relacionantes, deduciéndolos del sentido, de la idea que se expresa, lo que no siempre es fácil. La profundidad de Gracián, pues, está en el concepto, no en la [[sintaxis]]. |
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La riqueza semántica, casi siempre polisémica, es otra de las características del estilo de ''El Criticón'' |
La riqueza semántica, casi siempre polisémica, es otra de las características del estilo de ''El Criticón.'' Esto está en línea con la alegoría, pues la lectura se ha de hacer en distintos planos de significado. Al menos uno natural y otro simbólico. Y esto sucede tanto en el plano morfológico como en el oracional y textual, pues cada «crisi» constituye una unidad significativa que también requiere una lectura a varios niveles. La doble interpretación del plano real y el alegórico o filosófico es lo que confiere una densidad extraordinaria a la magna novela graciana. |
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Por otro lado Gracián usa constantemente el contraste, la [[antítesis]]. En sintonía con el mundo, según la visión del aragonés, compuesto de apariencia engañosa y verdad escondida, toda la novela gira en torno a una visión dual y contrapuesta, representada por la perspectiva de Andrenio y Critilo o por la de los dos protagonistas con respecto al vulgo. El [[oxímoron]], la paradoja y el contraste serán también, en consonancia, [[figuras literarias]] utilizadas asiduamente por el jesuita. |
Por otro lado Gracián usa constantemente el contraste, la [[antítesis]]. En sintonía con el mundo, según la visión del aragonés, compuesto de apariencia engañosa y verdad escondida, toda la novela gira en torno a una visión dual y contrapuesta, representada por la perspectiva de Andrenio y Critilo o por la de los dos protagonistas con respecto al vulgo. El [[oxímoron]], la paradoja y el contraste serán también, en consonancia, [[figuras literarias]] utilizadas asiduamente por el jesuita. |
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Otro rasgo estilístico de la prosa de ''El Criticón'' es la búsqueda de la precisión léxica, para la que en muchas ocasiones se recurre al [[neologismo]] de creación. Así aparecen términos como «conreyes», «descomido», «desañar», «despenado» o «reconsejo», nuevos en el acervo del léxico español. Otras veces recurre a acepciones caídas en desuso y que |
Otro rasgo estilístico de la prosa de ''El Criticón'' es la búsqueda de la precisión léxica, para la que en muchas ocasiones se recurre al [[neologismo]] de creación. Así aparecen términos como «conreyes», «descomido», «desañar», «despenado» o «reconsejo», nuevos en el acervo del léxico español. Otras veces recurre a acepciones caídas en desuso y que él pone en primer plano (plausible=admirable, plático=práctico, brujulear=sondear el carácter, sindéresis=capacidad natural para el juicio correcto, etc.) o a cultismos traídos de nuevo a enriquecer el idioma, como «crisis» (estimación, juicio), «especiosidad» (perfección), «delecto» (capacidad de discernimiento), «deprecar» (pedir con insistencia), «exprimir» (expresar), «convicio» (ofensa), «intensión» (efectividad). Otras veces trae a colación nombres propios para crear vocablos comunes: «su minerva» (su inteligencia o sabiduría). Por último encontramos aragonesismos que concurren a aumentar el caudal del vocabulario español: «podrecer» (pudrir), «defecarse» (decantarse el vino de impurezas, y por extensión, lustrarse, perfeccionarse), entre otros. |
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== Fortuna y trascendencia == |
== Fortuna y trascendencia == |
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[[Archivo:Criticon-3.jpg| |
[[Archivo:Criticon-3.jpg|miniaturadeimagen|Edición ''princeps'' de la tercera parte de ''El Criticón'' (Madrid, 1657).]] |
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''El Criticón'' tuvo cierto éxito editorial en su tiempo, ya que a las [[Edición príncipe|ediciones príncipes]] de las tres partes respectivas en [[Zaragoza]], [[Huesca]] y [[Madrid]] se sumaron las de [[Lisboa]] en |
''El Criticón'' tuvo cierto éxito editorial en su tiempo, ya que a las [[Edición príncipe|ediciones príncipes]] de las tres partes respectivas en [[Zaragoza]], [[Huesca]] y [[Madrid]] se sumaron las de [[Lisboa]] en 1656, 1657 y 1661, y dos ediciones de las tres partes en [[Barcelona]] en 1664 y 1682.<ref>''El Criticón,'' Lisboa, Henrique Valente de Oliveira, 1.ª{{esd}}parte, 1656; 2.ª{{esd}}parte, 1657; 3.ª{{esd}}parte, 1661. ''Tres partes de El Criticón (...),'' Barcelona, Antonio Lacavallería (imp.), 1664. ''Tres partes de El Criticón (...),'' Barcelona, Antonio Lacavallería, 1682.</ref> Sin embargo, a partir de este siglo, el descrédito general en que cayó el estilo barroco hizo que no apareciera ninguna edición independiente de ''El Criticón'' hasta la edición de [[Julio Cejador y Frauca|Julio Cejador]] de 1913.<ref>''El Criticón,'' edición de Julio Cejador, Madrid, Renacimiento, (col. Obras maestras de la Literatura Universal), 1913-1914, 2{{esd}}vols.</ref> |
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Así, durante los siglos |
Así, durante los siglos {{siglo|XVIII}} y {{siglo|XIX}}, solo se publicó incluido en ediciones sucesivas de ''Obras completas'' de [[Baltasar Gracián|Gracián]]. Sin embargo, en toda [[Europa]] aparecieron traducciones desde la primera versión al inglés de 1681 y a lo largo de todo el {{siglo|XVIII||s}} en [[Francia]], [[Italia]], [[Inglaterra]] o [[Alemania]].<ref>La primera traducción al inglés data de 1681: ''The Critick.'' Written originally in Spanish by Lorenzo Gracian one of the best wits of Spain and translated into English by sir Paul Rycaut. Esq. (Londres, 1681). Más tarde se traduce al italiano: ''Il Criticon ovvero Regole della vita politica morale.'' Tradotte… da Gio. Pietro Cattaneo (Venecia, 1685); luego al francés por dos veces:''L’Homme détrompé, ou le Criticon'' de Baltasar Gracian (París, 1696) y ''L’Homme détrompé ou le Criticon'' de Baltasar Gracian (La Haye, 1705-1712); y al alemán: ''Der Entdeckte Selbsbetrug oder Balthasar Gracians Criticon über die Allgemeinen Laster des Menschens, welche dem selben in der Jugend in dem männlichen und hohen Alter umkleben…'' Von M. Caspar Gottschling (Augsburgo, 1711). [[#Traducciones|Véanse las traducciones antiguas]]</ref> |
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La fortuna crítica de su obra más acabada no empieza sino a principios del |
La fortuna crítica de su obra más acabada no empieza sino a principios del {{siglo|XX||s}} con los comentarios de [[José Martínez Ruiz|Azorín]], que lo llamó «un Nietzsche español».<ref>Azorín, «Baltasar Gracián», en ''Lecturas Españolas,'' Madrid, Espasa-Calpe, 1957 (8.ª{{esd}}ed.), pp.{{esd}}54-58.</ref> La repercusión de Gracián había estado fundada sobre todo en el ''[[Oráculo manual y arte de prudencia]],'' que había sido ampliamente difundido en Francia y, leído y traducido más tarde por [[Arthur Schopenhauer|Schopenhauer]] en [[Alemania]], era el punto de partida del conocimiento de la obra del [[Aragón|aragonés]]. |
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Tras la reedición de su obra cumbre, apareció la magnífica edición crítica de [[Miguel Romera-Navarro]] ( |
Tras la reedición de su obra cumbre, apareció la magnífica edición crítica de [[Miguel Romera-Navarro]] (1938-1940),<ref>''El Criticón,'' edición crítica y comentada de Miguel Romera-Navarro, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 3{{esd}}vols., 1938-1940.</ref> que vino a dar un aldabonazo al conocimiento y estimación crítica de esta obra graciana y de toda su producción literaria. Se trata de una edición en tres volúmenes que aclara todo pasaje, cita, fuente y dificultad lingüística de ''El Criticón'' y que, todavía hoy, es la edición de referencia. |
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En los años cincuenta y sesenta el mayor esfuerzo crítico con respecto al autor se desarrollaba en los ámbitos universitarios de [[Alemania]], que aplicaban enfoques [[filosofía|filosóficos]] a la apreciación de ''El Criticón'' |
En los años cincuenta y sesenta el mayor esfuerzo crítico con respecto al autor se desarrollaba en los ámbitos universitarios de [[Alemania]], que aplicaban enfoques [[filosofía|filosóficos]] a la apreciación de ''El Criticón.'' El primer libro dedicado exclusivamente al estudio de esta obra aparece en 1966.<ref>Este primer estudio dedicado a ''El Criticón'' es el de Gerhart Schröder, ''Baltasar Graciáns «Criticón»: eine untersuchung zur beziehung zwischen manierismus und moralistik,'' München, Wilhelm Fink, cop., 1966.</ref> Poco después, el auge académico de las universidades de [[Estados Unidos]] (que contaba con la labor académica en la [[Universidad de Pensilvania]] de Miguel Romera-Navarro acerca del autor) iría sustituyendo a la apreciación centrada en la interpretación del pensamiento del [[jesuita]] de la crítica germánica. Desde los años setenta del siglo{{esd}}XX, el alcance de los estudios sobre ''El Criticón'' en particular, y la obra de Gracián en general, es internacional.<ref>Carlos Vaíllo, «El Criticón», en VV. AA. ''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas,'' Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, p.{{esd}}104. [https://web.archive.org/web/20061006060610/http://www.dpz.es/ifc/libros/ebook2238.pdf Enlace a la versión en línea. Pág. 104 del texto, pág. 100 del archivo PDF]</ref> |
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== Ediciones == |
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=== Edición facsímil === |
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* ''El Criticón'' (ed. facsímil), prol. de Aurora Egido, Zaragoza, [[Institución «Fernando el Católico»]] (C. S. I. C.), 2009, 3 |
* ''El Criticón'' (ed. facsímil), prol. de Aurora Egido, Zaragoza, [[Institución «Fernando el Católico»]] (C. S. I. C.), 2009, 3{{esd}}vols. ISBN 978-84-9911-000-4. |
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=== Ediciones antiguas === |
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==== Ediciones sueltas hasta el |
==== Ediciones sueltas hasta el {{Siglo|XX||s}} ==== |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' Lisboa, Henrique Valente de Oliveira, 1.ª{{esd}}parte, 1656; 2.ª{{esd}}parte, 1657; 3.ª{{esd}}parte, 1661. |
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* ''Tres partes de El Criticón (...)'' |
* ''Tres partes de El Criticón (...),'' Barcelona, Antonio Lacavallería, 1664. |
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* ''Tres partes de El Criticón (...)'' |
* ''Tres partes de El Criticón (...),'' Barcelona, Antonio Lacavallería, 1682. |
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==== Traducciones ==== |
==== Traducciones ==== |
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Inglés: |
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* ''The Critick'' |
* ''The Critick.'' Written originally in Spanish by Lorenzo Gracian one of the best wits of Spain and translated into English by sir Paul Rycaut. Esq. (Londres, 1681). |
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* ''Il Criticon ovvero Regole della vita politica morale'' |
* ''Il Criticon ovvero Regole della vita politica morale.'' Tradotte… da Gio. Pietro Cattaneo (Venecia, 1685). |
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* ''Il Criticone'' |
* ''Il Criticone.'' Traduzione, introduzione e note di Elso Simone Serpentini (Artemia Edizioni, Mosciano Sant'Angelo, 2008). |
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Francés: |
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=== Ediciones modernas === |
=== Ediciones modernas === |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición de Julio Cejador, Madrid, Renacimiento, (Obras maestras de la Literatura Universal), 1913-1914, 2{{esd}}vols. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición crítica y comentada de Miguel Romera-Navarro, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 3{{esd}}vols., 1938, 1939, 1940. Ed. facsímil, Hildesheim-New York, Georg Olms, 1978, 2{{esd}}vols. Digitalización en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010. Tomo primero: [http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-criticon-tomo-primero--0/ ficha], [http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/el-criticon-tomo-primero--0/ pdf]. Tomo segundo: [http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-criticon-tomo-segundo--0/ ficha], [http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/el-criticon-tomo-segundo--0/ pdf]. Tomo tercero: [http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-criticon-tomo-tercero--0/ ficha], [http://www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/el-criticon-tomo-tercero--0/ pdf]. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición, introducción y notas de [[Evaristo Correa Calderón]], Madrid, Espasa-Calpe, (Clásicos Castellanos, 165-167), 1971, 3 vols. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición, introducción y bibliografía de Santos Alonso, Madrid, Cátedra (Letras Hispánicas, 122), 1980, (1984, 2.ª{{esd}}ed.). ISBN 84-376-0257-2. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición, introducción y notas de Antonio Prieto, Barcelona, Planeta (Clásicos Universales, 91), 1985. ISBN 84-320-3922-5. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición, bibliografía y notas de Elena Cantarino, introducción de Emilio Hidalgo-Serna, Madrid, Espasa-Calpe, (Austral, 435), 1998. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición e introducción de Carlos Vaíllo, prólogo de José Manuel Blecua, Barcelona, Círculo de Lectores, 2000. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' introducción de Aurora Egido, texto fijado y anotado por Carlos Vaíllo, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2001. Ilustrado con 36 dibujos de técnica mixta, reproducciones a color, ISBN 978-84-8109-357-5. |
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* ''El Criticón'' |
* ''El Criticón,'' edición crítica de Luis Sánchez Laílla y José Enrique Laplana; anotación de María Pilar Cuartero, José Enrique Laplana y Luis Sánchez Laílla, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (C. S. I. C.), 2017, 2{{esd}}vols. ISBN 978-84-9911-418-7. |
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==== En obras completas ==== |
==== En obras completas ==== |
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* «El Criticón», en ''Obras completas'' |
* «El Criticón», en ''Obras completas,'' ed. Emilio Blanco, Madrid, Turner-Biblioteca Castro, 1993, 2{{esd}}vols. ISBN 84-89794-59-6. |
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* «El Criticón», en ''Obras completas'' |
* «El Criticón», en ''Obras completas,'' ed. Luis Sánchez Laílla, introducción de Aurora Egido, Madrid, Espasa-Calpe, 2001. ISBN 84-239-7893-1. |
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== Referencias == |
== Referencias == |
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== Bibliografía == |
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* ALONSO, Santos, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón'' |
* ALONSO, Santos, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón,'' Madrid, Cátedra (col. Letras Hispánicas, 122), 1980 (1984, 2.ª{{esd}}ed.). Pp.{{esd}}11-58. ISBN 84-376-0257-2. |
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* AYALA, Jorge M., ''Baltasar Gracián: vida, estilo y reflexión'' |
* AYALA, Jorge M., ''Baltasar Gracián: vida, estilo y reflexión,'' Madrid, Cincel, 1988. |
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* AYALA, Jorge M., «''El Criticón'' de Gracián y ''El Filósofo Autodidacto'' de Abentofail», en ''Gracián y su época'' |
* AYALA, Jorge M., «''El Criticón'' de Gracián y ''El Filósofo Autodidacto'' de Abentofail», en ''Gracián y su época,'' 1986, pp.{{esd}}255-269. |
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* BATLLORI, Miguel y PERALTA, Ceferino, ''Baltasar Gracián en su vida y en sus obras'' |
* BATLLORI, Miguel y PERALTA, Ceferino, ''Baltasar Gracián en su vida y en sus obras,'' Zaragoza, Institución Fernando el Católico-CSIC, 1969. |
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* [https://cvc.cervantes.es/literatura/aiso/pdf/03/aiso%203%203%20011.pdf BORREGO, Manuel, "Algunas notas sobre las «cortes» en El Criticón", en Ignacio Arellano Ayuso, Carmen Pinillos Salvador, Marc Vitse, Frédéric Serralta (coord.), "Studia aurea: actas del III Congreso de la AISO (Toulouse, 1993), Vol. 3, 1996, pp. 73-80.] |
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* BRUNO HERRERA, M.J., ''El Criticón de Baltasar Gracián: aspectos de la técnica descriptiva y narrativa'' (Dissertation at New York University), New York, 1977, 247 fol. |
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* BRUNO HERRERA, M.J., ''El Criticón de Baltasar Gracián: aspectos de la técnica descriptiva y narrativa'' (Dissertation at New York University), New York, 1977, 247{{esd}}fol. |
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* CHECA, J., "Alegoría, verdad y verosimilitud en El Criticón", en: ''Baltasar Gracián. El discurso de la vida,'' 1993, pp.{{esd}}115-126. |
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* CORREA CALDERÓN, Evaristo, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón'' (3 |
* CORREA CALDERÓN, Evaristo, «Introducción» a su ed. de ''El Criticón'' (3{{esd}}vols.), Madrid, Espasa-Calpe, (col. Clásicos Castellanos, 165-167), 1971. Pp.{{esd}}VII-XCII. |
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* COSTER, Adolphe, «Baltasar Gracián (1601-1658)», ''Revue Hispanique'' |
* COSTER, Adolphe, «Baltasar Gracián (1601-1658)», ''Revue Hispanique,'' XXIX, 76 (1913), 347-754. Hay traducción española de Fernando del Arco (A. COSTER: Baltasar Gracián, Zaragoza, Inst. Fernando el Católico-CSIC, 1947). |
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* DOMÍNGUEZ LASIERRA, Juan, «El año en que Gracián fue 'best-seller' en los USA», Turia, 54 (noviembre de 2000), pp. 149-154. |
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* DOMÍNGUEZ LASIERRA, Juan, «El año en que Gracián fue 'best-seller' en los USA», Turia, 54 (noviembre de 2000), pp.{{esd}}149-154. |
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* ---''La rosa del silencio. Estudios sobre Gracián'' |
* ---''La rosa del silencio. Estudios sobre Gracián,'' Madrid, Alianza (Alianza Universidad, 851), 1996. |
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* HEGER, Klaus, ''Baltasar Gracián. Eine Untersuchung zu Sprache und Moralistik als Ausdrucksweisen der literarischen Haltung des «Conceptismo».'' (1952), trad. y reed., ''Baltasar Gracián. Estilo y doctrina'' |
* HEGER, Klaus, ''Baltasar Gracián. Eine Untersuchung zu Sprache und Moralistik als Ausdrucksweisen der literarischen Haltung des «Conceptismo».'' (1952), trad. y reed., ''Baltasar Gracián. Estilo y doctrina,'' Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1982, 230{{esd}}pp. |
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* HIDALGO-SERNA, Emilio, ''El pensamiento ingenioso en Baltasar Gracián. El “concepto” y su función lógica'' |
* HIDALGO-SERNA, Emilio, ''El pensamiento ingenioso en Baltasar Gracián. El “concepto” y su función lógica,'' Barcelona, Anthropos (Autores, Textos y Temas, Humanismo, 2), 1993. |
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* LÁZARO CARRETER, F., «El género literario de El Criticón», en: ''Gracián y su época,'' 1986, pp.{{esd}}67-87. |
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* LLEDÓ, E., «Lenguaje y mundo literario en El Criticón de Gracián», en: ''Serta gratulatoria in honorem Juan Régulo,'' La Laguna, Universidad de La Laguna, 1985, pp.{{esd}}411-424. |
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* MILHOU, A., «Le temps et l'espace dans le Criticón», en: ''Bulletin Hispanique,'' LXXXIX, 1-4 (1987), pp.{{esd}}153-226. |
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* MONTESINOS, José Fernández, «Gracián o la picaresca pura», ''C y R'' |
* MONTESINOS, José Fernández, «Gracián o la picaresca pura», ''C y R,'' julio de 1933, n.º{{esd}}4, pp.{{esd}}44-49. |
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* MORALEJA, Alfonso (ed. y coord.), ''Gracián Hoy'' |
* MORALEJA, Alfonso (ed. y coord.), ''Gracián Hoy,'' Madrid, Cuaderno Gris (n.º{{esd}}1, época{{esd}}III, monográficos, noviembre de 1944-junio de 1995). |
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* SCHRÖDER, Gerhart, ''Baltasar Graciáns «Criticón»: eine Untersuchung zur Beziehung zwischen Manierismus und Moralistik'' |
* SCHRÖDER, Gerhart, ''Baltasar Graciáns «Criticón»: eine Untersuchung zur Beziehung zwischen Manierismus und Moralistik,'' Múnich, Wilhelm Fink, 1966. |
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* SENABRE, Ricardo, «Artificios narrativos en ''El Criticón'' |
* SENABRE, Ricardo, «Artificios narrativos en ''El Criticón.''», en VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001). Actas{{esd}}II, Congreso Internacional «Baltasar Gracián en sus obras», Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001'' (vol.{{esd}}II), Aurora Egido, María Carmen Marín Pina y Luis Sánchez Laílla (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, pp.{{esd}}353-367. ISBN 84-7820-730-9. |
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* SENABRE, R., «El Criticón como ''Summa'' retórica», en: ''Gracián y su época'', 1986, pp.243-253. |
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* SENABRE, |
* SENABRE, R., «El Criticón como ''Summa'' retórica», en: ''Gracián y su época,'' 1986, pp.{{esd}}243-253. |
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* VAÍLLO, Carlos, «El Criticón», en VV. AA. ''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas'' |
* SENABRE, Ricardo, ''Gracián y «El Criticón»,'' Salamanca, Universidad, 1979. |
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* VAÍLLO, Carlos, «El Criticón», en VV. AA. ''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas,'' Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, pp.{{esd}}103-116. |
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* VAÍLLO, C., «Vidas de peregrinación y aprendizaje por Europa: ''El Satyricón'' de Barclay y ''El Criticón'' de Gracián», en: A. Sotelo y M. Cristina (eds.), Homenaje al prof. Antonio Vilanova, I, Barcelona, Universidad de Barcelona/PPU, 1989, pp.737-748. |
* VAÍLLO, C., «Vidas de peregrinación y aprendizaje por Europa: ''El Satyricón'' de Barclay y ''El Criticón'' de Gracián», en: A. Sotelo y M. Cristina (eds.), Homenaje al prof. Antonio Vilanova, I, Barcelona, Universidad de Barcelona/PPU, 1989, pp.737-748. |
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* VV. AA. ''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas'' |
* VV. AA. ''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas,'' Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001. ISBN 84-7820-640-X. |
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* VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001) |
* VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001): Actas{{esd}}I, Congreso Internacional «Baltasar Gracián, pensamiento y erudición», Huesca, 23-26 de mayo de 2001'' (vol.{{esd}}I), Aurora Egido, Fermín Gil Encabo y José Enrique Laplana (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. ISBN 8478207287. |
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* VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001) |
* VV.AA.: ''Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001): Actas{{esd}}II, Congreso Internacional «Baltasar Gracián en sus obras», Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001'' (vol.{{esd}}II), Aurora Egido, María del Carmen Marín Pina y Luis Sánchez Laílla (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. ISBN 84-7820-730-9. ISBN 84-7820-728-7 (obra completa). |
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* VV. AA.: ''Gracián: barroco y modernidad'' |
* VV. AA.: ''Gracián: barroco y modernidad,'' Miguel Grande y Ricardo Pinilla (eds.), Madrid, UPCo-IFC-DPZ, 2004. ISBN 84-8468-123-8. |
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* VV. AA.: ''Gracián y su época. Actas de la I Reunión de Filólogos Aragoneses'' |
* VV. AA.: ''Gracián y su época. Actas de la I Reunión de Filólogos Aragoneses,'' Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1986. |
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* WELLES, M.L., ''Style and Structure in Gracián's El Criticón'' |
* WELLES, M.L., ''Style and Structure in Gracián's El Criticón,'' Chapel Hill, University of North Carolina, 1976, 211{{esd}}pp.</div> |
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== Enlaces externos == |
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{{Wikisource}} |
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* [http://www.cervantesvirtual.com/Buscar.html?texto=El+Critic%F3n&tipoMuestra=obras&idRes=0&PO=0&portal=0 ''El Criticón.'' Reproducción digital de la edición de Amberes, en Casa de Geronymo y Iuan Baptista Verdussen, 1669.] |
* [http://www.cervantesvirtual.com/Buscar.html?texto=El+Critic%F3n&tipoMuestra=obras&idRes=0&PO=0&portal=0 ''El Criticón.'' Reproducción digital de la edición de Amberes, en Casa de Geronymo y Iuan Baptista Verdussen, 1669.] {{Wayback|url=http://www.cervantesvirtual.com/Buscar.html?texto=El+Critic%F3n&tipoMuestra=obras&idRes=0&PO=0&portal=0 |date=20071107094021 }} |
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* [https://www.elejandria.com/libro/el-criticon/baltasar-gracian/1708 Baltasar Gracián: El Criticón] Edición transcrita y revisada por Julio Cejador, entre el año 1913 y 1914, en formatos PDF, ePUB y MOBI. |
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* José Manuel Blecua, [http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/00/16/1blecua.pdf «El estilo de "El Criticón", de Gracián»], ''Archivo de Filología Aragonesa, I Serie B'' |
* José Manuel Blecua, [http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/00/16/1blecua.pdf «El estilo de "El Criticón", de Gracián»], ''Archivo de Filología Aragonesa, I Serie B,'' Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1945, pp.{{esd}}5-32. {{ISSN|0210-5624}} |
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* [http://ifc.dpz.es/publicaciones/ver/id/2045''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas''], Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, |
* [http://ifc.dpz.es/publicaciones/ver/id/2045''Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas''], Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, pp.{{esd}}103-116. ISBN 84-7820-640-X. Versión electrónica en formato PDF de Acrobat, 0,9{{esd}}Mb. pp.{{esd}}100-113. [http://ifc.dpz.es/publicaciones/ebooks/id/2045 Descarga por capítulos]. |
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*[http://www.antoniosaura.org/home.php?lng=ca&rub=2&ssrub=5&illustration=34 Selección de imágenes de la edición ilustrada por Antonio Saura] de Baltasar Gracián, ''El Criticón'' |
* [https://web.archive.org/web/20110812131411/http://www.antoniosaura.org/home.php?lng=ca&rub=2&ssrub=5&illustration=34 Selección de imágenes de la edición ilustrada por Antonio Saura] de Baltasar Gracián, ''El Criticón,'' Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2001, ilustrado con 36 dibujos de técnica mixta, reproducciones a color, introducción de Aurora Egido, texto fijado y anotado por Carlos Vaíllo. |
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* Texto completo de ''El Criticón'', edición de [[Julio Cejador y Frauca|Julio Cejador]], [http://www.gutenberg.org/ebooks/62691 tomo primero] y [http://www.gutenberg.org/ebooks/63402 tomo segundo], en el [[Proyecto Gutenberg]]. |
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El Criticón | ||
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de Baltasar Gracián | ||
Portada de la primera edición de El Criticón (1651)[1] | ||
Género | Novela filosófica | |
Edición original en español | ||
País | España | |
Fecha de publicación |
1651 1653 1657 | |
El Criticón es una novela de Baltasar Gracián publicada en tres partes en 1651, 1653 y 1657. Está considerada como la obra maestra de su autor y como una de las cumbres de la narrativa filosófica española,[2] junto al Quijote y La Celestina.[3] El Criticón recoge y amplía toda su obra anterior en forma de ficción novelesca.[4] Se la valora como la obra cumbre del conceptismo barroco español.[5]
La obra adopta la forma de una gran alegoría que abarca toda la vida del hombre, representado en sus dos facetas de impulsivo e inexperto, Andrenio (del griego ἀνήρ, ἀνδρως [aner, andros]: ‘varón’, ‘hombre’); y el prudente y experimentado Critilo (del griego κρίνειν, κριτής o κριτικός [krínein, krités o kritikós]: respectivamente, ‘discernir’, ‘juez’, ‘capaz de juzgar’). Es la obra literaria que resume la visión filosófica del mundo de Gracián bajo la forma de una gran epopeya moral. En ella se unen invención y didactismo, erudición y estilo personal, desengaño y sátira social.
Tras sus anteriores tratados, Gracián proyecta una obra de fabulación que resuma su pensamiento y amplíe a la vez su espectro como creador. La novela fue escrita en sus años de plena madurez y contiene su visión final acerca del mundo y de la vida humana. Se trata de una mirada amarga y desolada, aunque su desengaño alberga una esperanza en los dos virtuosos protagonistas, que consiguen escapar a la mediocridad reinante alcanzando la fama eterna.
Su estilo supone la quintaesencia del conceptismo, y está presidido por la brevedad y la intensificación semántica de la lengua. Destaca el recurso de la antítesis y todo tipo de juegos de palabras junto con la abundancia de sentencias y máximas de origen culto o de proverbios y refranes populares que adecua a sus intenciones adaptándolos o transformándolos de modo original.
El autor exhibe constantemente una técnica perspectivista que desdobla la visión de las cosas según los criterios o puntos de vista de cada uno de los personajes, pero de forma antitética, y no plural como en Cervantes. La novela refleja, con todo, una visión pesimista de la sociedad, con la que se identificó uno de sus mejores lectores, el filósofo alemán del XIX Arthur Schopenhauer.[6] Efectivamente El Criticón influyó notablemente en filósofos del ámbito germánico, como el citado Schopenhauer o Friedrich Nietzsche, y se ha visto a su autor como un precedente del existencialismo.
Argumento
[editar]Un náufrago, Critilo, hombre experimentado, es arrojado a las costas de la isla de Santa Elena, donde conoce a Andrenio, el hombre natural, criado por un animal al margen de toda civilización, y a quien Critilo enseña a hablar. Andrenio le cuenta cómo nació en una cueva cerrada y tras un terremoto, vio la luz y la hermosa Naturaleza, comprendiendo que solo podía ser obra del Supremo Artífice. Son rescatados por una flota española y juntos comienzan una larga peregrinación alegórica en diversas etapas en la Corte de España, Francia y Roma en busca de Felisinda (la felicidad), esposa deseada por Critilo y madre de Andrenio, para al final de su vida alcanzar la Isla de la Inmortalidad.
Estructura
[editar]Las tres partes del Criticón, publicadas en 1651, 1653 y 1657, constituyen una extensa novela alegórica de carácter filosófico; esta novela reúne en forma de ficción toda la trayectoria literaria de su autor. El Criticón conjuga la prosa didáctica y moral con la fabulación metafórica, y con ello, cada «crisi» (capítulo), alberga una doble lectura —si no más— en los planos real y filosófico. En ella se unen invención y didáctica, erudición y estilo personal, desengaño y sátira social.
En la Primera Parte, subtitulada «En la primavera de la niñez y en el estío de la juventud», los protagonistas Critilo y Andrenio se encuentran, cuentan sus peripecias vitales que les han llevado a conocerse en la isla de Santa Elena y emprenden viaje a España, comenzando por la Corte.
La Segunda, que aparece con el epígrafe de «Juiciosa cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad», transcurre por tierras de Aragón y Francia. En la Tercera Parte, titulada más llanamente «En el invierno de la vejez» entran por las tierras septentrionales de Alemania y acaban en la meca del peregrino cristiano, Roma, para ser anunciados a la muerte y llegar a la inmortalidad cruzando las aguas de tinta de la fama. Los tres volúmenes ofrecen un equilibrio estructural en lo externo muy notable. Las dos primeras partes están divididas en trece «Crisi(s)» (capítulos) cada una, y la tercera tiene doce.
El contenido del relato se configura temporalmente a través de un eje cronológico que comprende el ciclo vital del hombre, asociado a las estaciones del año, tal y como aparece esbozado en el último capítulo —Realce XXV— de El Discreto. Éste progresa de manera lineal, pero recorrido por constantes digresiones e interrupciones del hilo narrativo. En estos remansos aparecen cuadros alegóricos donde se da cuenta de todo un mundo de relaciones entre conceptos y figuras de la ficción.
Parece seguro que había un plan preconcebido, pues existen rasgos de un diseño previo en El Criticón al comprobar la simetría que supone que el arranque y desenlace de la obra sucedan en una isla.[7] Es la misma tesis que recoge Ricardo Senabre,[8] que apunta también la existencia de principios estructurales basados sobre todo en la antítesis. Esta se hace presente ya en los dos protagonistas medulares, Andrenio-Critilo, y recorre toda la obra, desde los distintos comportamientos que ante determinadas situaciones tienen cada uno de los protagonistas, hasta la abundancia de periodos bimembres en frases e incluso en la figura literaria de la anfibología. Por otro lado, si nos atenemos a los temas que recorren la obra, encontramos una recurrente antinomia entre el engaño y el desengaño, eje temático que estructura toda la narración.
En fin, Correa Calderón[9] considera que El Criticón es una serie de cuadros alegóricos yuxtapuestos, que constituyen a modo de fantasías morales, enlazados tan solo por la andadura de sus dos protagonistas, al modo de lo que ocurre en los libros satíricos de la época, tal El Diablo Cojuelo, de Luis Vélez de Guevara, adoptando pues una estructura de pequeños módulos alegóricos independientes ensartados en el hilo del camino de los dos peregrinos.
Además de la alegoría, para tramar esta obra se sirve del ciclo de peregrinación de la novela bizantina, y de su construcción en serie episódica, por la multitud de peripecias y aventuras que sufren los personajes y de la estructura de novela picaresca por la visión satírica de la sociedad de sus personajes principales, Critilo, hombre juicioso que personifica el desengaño, y Andrenio, hombre natural que representa la inocencia y los impulsos primitivos.
Fuentes y género
[editar]Algunos de los moldes genéricos a los que podría asimilarse el Criticón fueron desvelados por el propio Gracián en el prólogo «A quien leyere» de la primera parte:
He procurado juntar lo seco de la filosofía con lo entretenido de la invención, lo picante de la sátira con lo dulce de la épica (...) En cada uno de los autores de buen genio he atendido a imitar lo que siempre me agradó: las alegorías de Homero, las ficciones de Esopo, lo doctrinal de Séneca, lo juicioso de Luciano, las descripciones de Apuleyo, las moralidades de Plutarco, los empeños de Heliodoro, las suspensiones del Ariosto, las crisis del Boquelino[10] y las mordacidades de Barclayo.[11]El Criticón, I, «A quien leyere»
Empezando por la epopeya griega, como en la Odisea de Homero, la obra tiene su paralelo en los peligros que acechan a Ulises durante su viaje y las virtudes que el héroe debe poner en juego para vencerlos. También se han encontrado paralelos en la novela bizantina, griega o helenística, la de Heliodoro en particular, cuyas digresiones, narraciones intercaladas y extensos diálogos pudieron influir en el autor.
Entre sus contemporáneos, se han rastreado numerosas influencias concretas que demuestran su conocimiento de las novelas de John Barclay (El «Barclayo» de Gracián): Satyricon y Argenis, novelas con un hilo de búsqueda amorosa a través de numerosos incidentes, al estilo de las bizantinas, pero con la finalidad de satirizar sucesos y personas de la época, si bien Gracián no pone en solfa personas concretas en clave, sino que su demoledora crítica se orienta hacia tipos representativos y figuras abstractas y alegóricas.
Como ya ensayó en El Discreto y estudió de forma teórica en la Agudeza, Gracián pone en juego para componer su magna obra otros subgéneros de la época, como son emblemas, aforismos, apotegmas, apólogos, diálogos o fábulas. Esta es la línea que comenzaron en la literatura latina la fábula menipea y retomaron los humanistas, con Erasmo al frente. Del antiguo género parte la médula esencial del Criticón: Luciano de Samosata, Apuleyo o el Séneca de la Apokolokintosis. Lázaro Carreter, en un estudio de 1986, define El Criticón como una «epopeya menipea».[12]
Otro precedente posible para el arranque de la obra se viene citando al menos desde 1861. En este sentido se observan algunas concomitancias con El filósofo autodidacto de Abentofail, que a su vez recoge teorías filosóficas del zaragozano Avempace. En esta obra árabe uno de los personajes, criado en una isla desierta entre las fieras, llega a las verdades metafísicas a través del ejercicio puro de la razón. Sin embargo esta influencia es improbable porque este relato árabe se tradujo al español por vez primera, muerto ya Gracián, en 1671.[13]
También se ha mostrado el paralelo con Cervantes, sobre todo por el protagonista dual, que representa dos caracteres humanos. Si bien Gracián no citó al autor del Quijote, excepto para ridiculizar la figura del ingenioso hidalgo, las concomitancias son notables. No obstante hay evidentes diferencias, pues los personajes de la obra cumbre de Cervantes son dos seres humanos física y psicológicamente bien caracterizados, que pasan hambre, necesidades y sufren emociones. En cambio, Andrenio y Critilo funcionan como paradigmas del hombre, son figuras abstractas, que cumplen el objetivo de oponer la figura del Hombre (en su doble faceta ingenuidad-sabiduría) a las asechanzas del mundo.
Más claras aún son las relaciones de El Criticón con la novela picaresca. La narración de una serie de episodios ensartados por el hilo conductor de un protagonista común y la intención moralizante, además de dibujar un mundo de desengaño y falta de valores éticos ha hecho a la crítica pensar en el molde común de la picaresca. Sin embargo, en la obra de Gracián, los protagonistas no son meros sinvergüenzas que pretenden vengarse de lo que la sociedad les ha llevado a ser. El pícaro acaba su vida desde la posición de la ignominia, mientras que Andrenio y Critilo alcanzan la atalaya de la virtud y la fama imperecedera por vencer a las dificultades, trampas y engaños del mundo. En Gracián un mundo pícaro no justifica que sus protagonistas también se lancen al vicio, como apunta Montesinos.[14]
Sin embargo, según apunta Senabre,[15] desde nuestra perspectiva de lectores actuales El Criticón no es sino una novela, pues parte de la fabulación. Novela alegórica y filosófica, sí, pero los componentes de ficción están presentes. Hay que recordar que el concepto de novela tal y como hoy lo entendemos no existía en el siglo XVII y en este sentido tampoco Cervantes consideraba novela al Quijote, lo que no impide que no tengamos problemas en aplicarle hoy esta denominación. La novela, como decía Pío Baroja, es «un saco donde cabe todo», y en esta amplitud de miras es donde hay que situar la obra culminante de Gracián, pues se trata de una narración en prosa de hechos imaginarios. Ni siquiera llega Gracián a los extremos de alejamiento de la realidad de Luciano de Samosata, que ya en el siglo II contó en su Historia verdadera un viaje a la Luna o una guerra espacial.
Aunque El Criticón se plantea como una novela bizantina en la que los dos protagonistas buscan el encuentro con Felisinda (la Felicidad), la búsqueda de la mujer de Critilo y madre para Andrenio, pronto se descubre un imposible. Tras este desengaño, el verdadero objetivo de los protagonistas es alcanzar la madurez como personas, la virtud y la sabiduría. Por tanto, se abandona enseguida esta tenue intriga para convertirse en una reflexión alegórica y filosófica sobre el estado del mundo según la óptica satírica y desengañada del pensamiento graciano. En este sentido, como dijimos, es en el que Fernando Lázaro Carreter va más allá y considera que la obra es una fábula menipea.
La alegoría
[editar]Gracián leyó y admiró el Guzmán de Alfarache (1599), de Mateo Alemán, y le interesó sobremanera lo que hay allí de moralidad, de intención didáctica, de alegoría. Pero en el Guzmán la voz del moralista está separada de la del pícaro (aunque sean la misma persona, uno mozo, que realiza las fechorías, y otro adulto, que las rememora y moraliza a partir de ellas). En El Criticón, en cambio, la alegoría recorre de principio a fin la novela, y está perfectamente imbricada en la trama que se desarrolla. Alegoría y acción comparten tiempo y voz narrativa. Otra gran diferencia con la picaresca es que esta voz no es autobiográfica, sino una tercera persona externa a los personajes. Es aquí, en la plena ficción alegórica continuada (lo que Gracián mismo denomina «agudeza compuesta fingida» en su tratado literario Agudeza y arte de ingenio) donde hay que ver la esencia genérica de esta obra.
Por oposición a sus anteriores obras, en que adoptó el modelo genérico del tratado, aquí Gracián emprende la invención de un relato de ficción alegórica. En el repertorio de subgéneros didácticos de El Discreto ya había versión abreviada de la crisi(s), dado que así se calificaba entonces el realce VI («No sea desigual»).
Es alegórico el plan general de la obra de comprender la existencia humana en cuatro estaciones. También lo es representar la vida como una peregrinación, el homo viator, con gran tradición desde la Biblia hasta los ascéticos y místicos de los siglos XVI y XVII. Hay muchas más, todas avaladas por la tradición cristiana: la «rueda del tiempo», la «danza de la muerte», el «castillo interior», el «gran teatro del mundo», el «mundo al revés»... Así, hasta sesenta y tres pasajes, según cómputo de Romera-Navarro.
Otro procedimiento alegórico son los nombres de los protagonistas de la novela. Critilo es el hombre juicioso, en el que predomina la razón, prudente, sagaz, adiestrado por la experiencia, como atestigua la raíz griega kríno, ‘juzgar’, que le da nombre. El nombre de Andrenio procede del griego aνηρ, aνδροs aner, andros ‘hombre’, que simboliza al hombre instintivo e inexperto, que se deja arrastrar por sus inclinaciones naturales. «Hombre», entre los jesuitas, tiene el sentido del hombre moldeable, mientras que «persona» alude al hombre sabio y racional, y lo encarna Critilo.
Todos los nombres propios de la novela componen una nueva trama alegórica, pues están hechos a partir de sustantivos comunes que mantienen su significado simbólico. Así sucede con Hipocrinda (que representa la hipocresía), Sofisbella (la sabiduría), Vejecia (vejez), Falsirena (falsa sirena), Felisinda (felicidad), Virtelia (virtud) y un largo etcétera.
En otros casos encontramos un nombre común que se generaliza por antonomasia, como sucede con el plural de los nombres propios (los Nerones, Tiberios, Calígulas...) y anteponiendo el artículo «un» («un Catón», «un Séneca»). De este modo, el nombre se convierte en un adjetivo de un rasgo característico (valentía, sabiduría...).
Otro procedimiento alegórico en los nombres se consigue mediante el anagrama. Así «La biblioteca de Salastano» es la de Lastanosa, con lo cual quedará medianamente completo el catálogo de los juegos nominales en El Criticón.
La alegoría tiene desde sus orígenes en la literatura una función moralizante, y ello se corrobora en la última «crisi» de El Criticón en la que los dos protagonistas llegan a la Isla de la Inmortalidad con el Peregrino como guía. Una vez allí, El Mérito les pide la patente y les pregunta si está autentificada por el Valor y la Reputación. Las firmas que dan el salvoconducto a Andrenio y Critilo son todos los episodios de las «crisis» de la novela.
Lenguaje y estilo
[editar]El Criticón puede ser considerado como una «summa» del estilo conciso y cargado de significado del conceptismo barroco. Si los manieristas, como Herrera o Góngora tuvieron por modelo el estilo oratorio de Virgilio y Cicerón, Gracián se fija en el estilo lacónico de Tácito, Séneca y Marcial, su paisano. Pero ello no significa que sea un estilo llano, al modo de Cervantes. La dificultad es patrimonio tanto de cultistas gongorinos como de conceptistas. La diferencia estriba en que entre estos últimos, el esfuerzo del lector está destinado a descifrar los múltiples significados ocultos tras cada expresión lingüística. La concisión sintáctica, además, obliga a suponer elementos elididos frecuentemente, ya sean palabras con significado léxico o conectores lógicos.
La prosa de Gracián, siguiendo lo que decíamos arriba, se compone de oraciones independientes y breves, separadas por signos de puntuación (coma, punto y coma y punto) y no por nexos de subordinación. Predominan, pues, la yuxtaposición y la coordinación. La poca presencia de oraciones subordinadas en periodos complejos, lejos de facilitar la comprensión, la hace ardua, pues el lector debe suplir los elementos relacionantes, deduciéndolos del sentido, de la idea que se expresa, lo que no siempre es fácil. La profundidad de Gracián, pues, está en el concepto, no en la sintaxis.
La riqueza semántica, casi siempre polisémica, es otra de las características del estilo de El Criticón. Esto está en línea con la alegoría, pues la lectura se ha de hacer en distintos planos de significado. Al menos uno natural y otro simbólico. Y esto sucede tanto en el plano morfológico como en el oracional y textual, pues cada «crisi» constituye una unidad significativa que también requiere una lectura a varios niveles. La doble interpretación del plano real y el alegórico o filosófico es lo que confiere una densidad extraordinaria a la magna novela graciana.
Por otro lado Gracián usa constantemente el contraste, la antítesis. En sintonía con el mundo, según la visión del aragonés, compuesto de apariencia engañosa y verdad escondida, toda la novela gira en torno a una visión dual y contrapuesta, representada por la perspectiva de Andrenio y Critilo o por la de los dos protagonistas con respecto al vulgo. El oxímoron, la paradoja y el contraste serán también, en consonancia, figuras literarias utilizadas asiduamente por el jesuita.
Otro rasgo estilístico de la prosa de El Criticón es la búsqueda de la precisión léxica, para la que en muchas ocasiones se recurre al neologismo de creación. Así aparecen términos como «conreyes», «descomido», «desañar», «despenado» o «reconsejo», nuevos en el acervo del léxico español. Otras veces recurre a acepciones caídas en desuso y que él pone en primer plano (plausible=admirable, plático=práctico, brujulear=sondear el carácter, sindéresis=capacidad natural para el juicio correcto, etc.) o a cultismos traídos de nuevo a enriquecer el idioma, como «crisis» (estimación, juicio), «especiosidad» (perfección), «delecto» (capacidad de discernimiento), «deprecar» (pedir con insistencia), «exprimir» (expresar), «convicio» (ofensa), «intensión» (efectividad). Otras veces trae a colación nombres propios para crear vocablos comunes: «su minerva» (su inteligencia o sabiduría). Por último encontramos aragonesismos que concurren a aumentar el caudal del vocabulario español: «podrecer» (pudrir), «defecarse» (decantarse el vino de impurezas, y por extensión, lustrarse, perfeccionarse), entre otros.
Fortuna y trascendencia
[editar]El Criticón tuvo cierto éxito editorial en su tiempo, ya que a las ediciones príncipes de las tres partes respectivas en Zaragoza, Huesca y Madrid se sumaron las de Lisboa en 1656, 1657 y 1661, y dos ediciones de las tres partes en Barcelona en 1664 y 1682.[16] Sin embargo, a partir de este siglo, el descrédito general en que cayó el estilo barroco hizo que no apareciera ninguna edición independiente de El Criticón hasta la edición de Julio Cejador de 1913.[17]
Así, durante los siglos XVIII y XIX, solo se publicó incluido en ediciones sucesivas de Obras completas de Gracián. Sin embargo, en toda Europa aparecieron traducciones desde la primera versión al inglés de 1681 y a lo largo de todo el siglo XVIII en Francia, Italia, Inglaterra o Alemania.[18]
La fortuna crítica de su obra más acabada no empieza sino a principios del siglo XX con los comentarios de Azorín, que lo llamó «un Nietzsche español».[19] La repercusión de Gracián había estado fundada sobre todo en el Oráculo manual y arte de prudencia, que había sido ampliamente difundido en Francia y, leído y traducido más tarde por Schopenhauer en Alemania, era el punto de partida del conocimiento de la obra del aragonés.
Tras la reedición de su obra cumbre, apareció la magnífica edición crítica de Miguel Romera-Navarro (1938-1940),[20] que vino a dar un aldabonazo al conocimiento y estimación crítica de esta obra graciana y de toda su producción literaria. Se trata de una edición en tres volúmenes que aclara todo pasaje, cita, fuente y dificultad lingüística de El Criticón y que, todavía hoy, es la edición de referencia.
En los años cincuenta y sesenta el mayor esfuerzo crítico con respecto al autor se desarrollaba en los ámbitos universitarios de Alemania, que aplicaban enfoques filosóficos a la apreciación de El Criticón. El primer libro dedicado exclusivamente al estudio de esta obra aparece en 1966.[21] Poco después, el auge académico de las universidades de Estados Unidos (que contaba con la labor académica en la Universidad de Pensilvania de Miguel Romera-Navarro acerca del autor) iría sustituyendo a la apreciación centrada en la interpretación del pensamiento del jesuita de la crítica germánica. Desde los años setenta del siglo XX, el alcance de los estudios sobre El Criticón en particular, y la obra de Gracián en general, es internacional.[22]
Ediciones
[editar]Ediciones princeps
[editar]- EL CRITICÓN/ PRIMERA PARTE/ EN/ LA PRIMAVERA/ DE LA NIÑEZ,/ Y EN EL ESTÍO DE LA JUVENTUD./ AUTOR/ GARCÍA DE MARLONES./ Y LO DEDICA/ AL VALEROSO CABALLERO/ DON PABLO DE PARADA, / DE LA ORDEN DE CHRISTO,/ General de la Artillería, y Governa/ dor de Tortosa./ CON LICENCIA./ EN ZARAGOZA, por IVAN NOGUÉS, y a su costa./ Año MDCLI. Ejemplar de la edición de 1658 en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
- EL CRITICÓN/ SEGUNDA PARTE./ IVYZIOSA CORTESANA/ FILOSOFÍA,/ EN EL OTOÑO DE LA/ VARONIL EDAD./ POR/ LORENZO GRACIÁN./ Y/ LO DEDICA/ AL SERENÍSIMO SEÑOR/ D. IVAN DE AVSTRIA. / CON LICENCIA,/ En Huesca: por Ivan Noguès./ Año 1653./ A costa de Francisco Lamberto, Mercader de Libros./ Vendese en la Carrera de San Geronimo. Ejemplar en la UCM
- EL CRITICÓN./ TERCERA PARTE./ EN/ EL INVIERNO DE LA VEJEZ./ POR/ LORENZO GRACIÁN./ Y LO DEDICA/ AL DOCTOR DON/ Lorenço Frances de Vrritigoyti,/ Dean de la Santa Iglesia/ de Siguença. / CON PRIVILEGIO./ En Madrid. Por Pablo de Val. Año 1657./ A costa de Francisco Lamberto, vendese en su casa/ en la Carrera de San Geronimo. Ejemplar en la UCM
Edición facsímil
[editar]- El Criticón (ed. facsímil), prol. de Aurora Egido, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (C. S. I. C.), 2009, 3 vols. ISBN 978-84-9911-000-4.
Ediciones antiguas
[editar]Ediciones sueltas hasta el siglo XX
[editar]- El Criticón, Lisboa, Henrique Valente de Oliveira, 1.ª parte, 1656; 2.ª parte, 1657; 3.ª parte, 1661.
- Tres partes de El Criticón (...), Barcelona, Antonio Lacavallería, 1664.
- Tres partes de El Criticón (...), Barcelona, Antonio Lacavallería, 1682.
Traducciones
[editar]Inglés:
- The Critick. Written originally in Spanish by Lorenzo Gracian one of the best wits of Spain and translated into English by sir Paul Rycaut. Esq. (Londres, 1681).
Italiano:
- Il Criticon ovvero Regole della vita politica morale. Tradotte… da Gio. Pietro Cattaneo (Venecia, 1685).
- Il Criticone. Traduzione, introduzione e note di Elso Simone Serpentini (Artemia Edizioni, Mosciano Sant'Angelo, 2008).
Francés:
- L’Homme détrompé, ou le Criticon de Baltasar Gracian (París, 1696).
- L’Homme détrompé ou le Criticon de Baltasar Gracian (La Haye, 1705-1712).
Alemán:
- Der Entdeckte Selbsbetrug oder Balthasar Gracians Criticon über die Allgemeinen Laster des Menschens, welche dem selben in der Jugend in dem männlichen und hohen Alter umkleben… Von M. Caspar Gottschling (Augsburgo, 1711).
Ediciones modernas
[editar]- El Criticón, edición de Julio Cejador, Madrid, Renacimiento, (Obras maestras de la Literatura Universal), 1913-1914, 2 vols.
- El Criticón, edición crítica y comentada de Miguel Romera-Navarro, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 3 vols., 1938, 1939, 1940. Ed. facsímil, Hildesheim-New York, Georg Olms, 1978, 2 vols. Digitalización en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010. Tomo primero: ficha, pdf. Tomo segundo: ficha, pdf. Tomo tercero: ficha, pdf.
- El Criticón, edición, introducción y notas de Evaristo Correa Calderón, Madrid, Espasa-Calpe, (Clásicos Castellanos, 165-167), 1971, 3 vols.
- El Criticón, edición, introducción y bibliografía de Santos Alonso, Madrid, Cátedra (Letras Hispánicas, 122), 1980, (1984, 2.ª ed.). ISBN 84-376-0257-2.
- El Criticón, edición, introducción y notas de Antonio Prieto, Barcelona, Planeta (Clásicos Universales, 91), 1985. ISBN 84-320-3922-5.
- El Criticón, edición, bibliografía y notas de Elena Cantarino, introducción de Emilio Hidalgo-Serna, Madrid, Espasa-Calpe, (Austral, 435), 1998.
- El Criticón, edición e introducción de Carlos Vaíllo, prólogo de José Manuel Blecua, Barcelona, Círculo de Lectores, 2000.
- El Criticón, introducción de Aurora Egido, texto fijado y anotado por Carlos Vaíllo, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2001. Ilustrado con 36 dibujos de técnica mixta, reproducciones a color, ISBN 978-84-8109-357-5.
- El Criticón, edición crítica de Luis Sánchez Laílla y José Enrique Laplana; anotación de María Pilar Cuartero, José Enrique Laplana y Luis Sánchez Laílla, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (C. S. I. C.), 2017, 2 vols. ISBN 978-84-9911-418-7.
En obras completas
[editar]- «El Criticón», en Obras completas, ed. Emilio Blanco, Madrid, Turner-Biblioteca Castro, 1993, 2 vols. ISBN 84-89794-59-6.
- «El Criticón», en Obras completas, ed. Luis Sánchez Laílla, introducción de Aurora Egido, Madrid, Espasa-Calpe, 2001. ISBN 84-239-7893-1.
Referencias
[editar]- ↑ EL CRITICÓN/ PRIMERA PARTE/ EN/ LA PRIMAVERA/ DE LA NIÑEZ,/ Y EN EL ESTÍO DE LA JUVENTUD./ AUTOR/ GARCÍA DE MARLONES./ Y LO DEDICA/ AL VALEROSO CABALLERO/ DON PABLO DE PARADA, / DE LA ORDEN DE CHRISTO,/ General de la Artillería, y Governa/ dor de Tortosa./ CON LICENCIA./ EN ZARAGOZA, por IVAN NOGUÉS, y a su costa./ Año MDCLI.
- ↑ Gómez de Liaño, Ignacio (2009). La variedad del mundo. Anzos: Ediciones Siruela. p. 9. ISBN 978-84-9841-313-7. «[...] El Criticón, obra cumbre de la narrativa filosófica, en la que el célebre jesuita aragonés describe el «curso de tu vida en un discurso» [...]».
- ↑ «Concepto y forma atrevida unidos hacen de El Criticón, junto con el Quijote, la mejor novela española de todos los tiempos.», Santos Alonso, «Introducción» a su ed. de El Criticón, Madrid, Cátedra, 1980 (1984, 2.ª ed.), p. 25. ISBN 84-376-0257-2. Para opiniones de críticos extranjeros en esta misma línea, como Adolphe Coster o Michaelis de Vasconcellos, cfr. ibidem, p. 23.
- ↑ Gerhart Schröder, Baltasar Graciáns «Criticón»: eine Untersuchung zur Beziehung zwischen Manierismus und Moralistik, Múnich, Wilhelm Fink, cop., 1966, p. 8. Apud Santos Alonso, «Introducción» a su ed. de El Criticón, Madrid, Cátedra, 1980 (1984, 2.ª ed.). P. 23.
- ↑ Fernández Ramos, José Carlos (2012). Sociología del cuerpo físico y del cuerpo político en la transición a la modernidad. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Nacional de Educación a Distancia. p. 7. «[...] la corona de toda su trayectoria y obra cumbre del conceptismo barroco español: El Criticón.».
- ↑ Schopenhauer, en Sobre la voluntad en la naturaleza (1836), decía de El Criticón que era «quizá la más grande y la más bella alegoría que había sido escrita jamás» (véase A. Schopenhauer, Über den Willen in der Natur, en: Sämtliche Werke, edición de A. Hübscher, Mannheim, Brockhaus, 1988 {ISBN 3-7653-0410-7}, vol. IV, p. 32). También añadió un elogio de la obra en la segunda edición (1844) de El mundo como voluntad y representación (véase, en la edición citada de las Werke, el vol. II: Die Welt..., I, libro III, § 50, p. 284). Unos años antes, en una carta fechada a 16 de abril de 1832, aseveraba: «Mi escritor preferido es este filósofo Gracián. He leído todas sus obras. Su Criticón es para mí uno de los mejores libros del mundo», apud Evaristo Correa Calderón, «Introducción» a su ed. de El Criticón, Madrid, Espasa-Calpe, 1971, p. LXXIV.
- ↑ Klaus Heger, Baltasar Gracián. Eine Untersuchung zu Sprache und Moralistik als Ausdrucksweisen der literarischen Haltung des «Conceptismo». (1952), trad. y reed., Baltasar Gracián. Estilo y doctrina, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1982, p. 46. Apud Emilio Blanco, Baltasar Gracián: El Criticón Archivado el 9 de marzo de 2018 en Wayback Machine.
- ↑ Ricardo Senabre, «Artificios narrativos en El Criticón.», en VV.AA.: Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001). Actas II Congreso Internacional «Baltasar Gracián en sus obras», Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001 (vol. II), Aurora Egido, María Carmen Marín Pina y Luis Sánchez Laílla (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. p. 354.
- ↑ Evaristo Correa Calderón, «Introducción» a su ed. de El Criticón (3 vols.), Madrid, Espasa-Calpe, (col. Clásicos Castellanos, 165-167), 1971. P. XLIII.
- ↑ Traiano Boccalini, en obras como Ragguagli di Parnaso, fue un comentarista de Tácito, muy admirado por Gracián.
- ↑ John Barclay es autor de obras satíricas y alegóricas, como Satyricon y Argenis
- ↑ Fernando Lázaro Carreter, GEl género literario de El Criticón», en: Gracián y su época, 1986, pp. 67-87.
- ↑ Jorge Ayala «El Criticón de Gracián y El filósofo autodidacto de Abentofail», en: Gracián y su época, 1986, pp. 255-269.
- ↑ José Fernández Montesinos, «Gracián o la picaresca pura», C y R, julio de 1933, n.º 4, pp. 44-49.
- ↑ Ricardo Senabre, op. cit., 2004. Pp. 353-367.
- ↑ El Criticón, Lisboa, Henrique Valente de Oliveira, 1.ª parte, 1656; 2.ª parte, 1657; 3.ª parte, 1661. Tres partes de El Criticón (...), Barcelona, Antonio Lacavallería (imp.), 1664. Tres partes de El Criticón (...), Barcelona, Antonio Lacavallería, 1682.
- ↑ El Criticón, edición de Julio Cejador, Madrid, Renacimiento, (col. Obras maestras de la Literatura Universal), 1913-1914, 2 vols.
- ↑ La primera traducción al inglés data de 1681: The Critick. Written originally in Spanish by Lorenzo Gracian one of the best wits of Spain and translated into English by sir Paul Rycaut. Esq. (Londres, 1681). Más tarde se traduce al italiano: Il Criticon ovvero Regole della vita politica morale. Tradotte… da Gio. Pietro Cattaneo (Venecia, 1685); luego al francés por dos veces:L’Homme détrompé, ou le Criticon de Baltasar Gracian (París, 1696) y L’Homme détrompé ou le Criticon de Baltasar Gracian (La Haye, 1705-1712); y al alemán: Der Entdeckte Selbsbetrug oder Balthasar Gracians Criticon über die Allgemeinen Laster des Menschens, welche dem selben in der Jugend in dem männlichen und hohen Alter umkleben… Von M. Caspar Gottschling (Augsburgo, 1711). Véanse las traducciones antiguas
- ↑ Azorín, «Baltasar Gracián», en Lecturas Españolas, Madrid, Espasa-Calpe, 1957 (8.ª ed.), pp. 54-58.
- ↑ El Criticón, edición crítica y comentada de Miguel Romera-Navarro, Philadelphia, University of Pennsylvania Press, 3 vols., 1938-1940.
- ↑ Este primer estudio dedicado a El Criticón es el de Gerhart Schröder, Baltasar Graciáns «Criticón»: eine untersuchung zur beziehung zwischen manierismus und moralistik, München, Wilhelm Fink, cop., 1966.
- ↑ Carlos Vaíllo, «El Criticón», en VV. AA. Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas, Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, p. 104. Enlace a la versión en línea. Pág. 104 del texto, pág. 100 del archivo PDF
Bibliografía
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- AYALA, Jorge M., Baltasar Gracián: vida, estilo y reflexión, Madrid, Cincel, 1988.
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- VAÍLLO, Carlos, «El Criticón», en VV. AA. Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas, Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, pp. 103-116.
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- VV. AA. Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas, Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001. ISBN 84-7820-640-X.
- VV.AA.: Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001): Actas I, Congreso Internacional «Baltasar Gracián, pensamiento y erudición», Huesca, 23-26 de mayo de 2001 (vol. I), Aurora Egido, Fermín Gil Encabo y José Enrique Laplana (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. ISBN 8478207287.
- VV.AA.: Baltasar Gracián IV Centenario (1601-2001): Actas II, Congreso Internacional «Baltasar Gracián en sus obras», Zaragoza, 22-24 de noviembre de 2001 (vol. II), Aurora Egido, María del Carmen Marín Pina y Luis Sánchez Laílla (eds.), Zaragoza, IFC-IEA-Gobierno de Aragón, 2004. ISBN 84-7820-730-9. ISBN 84-7820-728-7 (obra completa).
- VV. AA.: Gracián: barroco y modernidad, Miguel Grande y Ricardo Pinilla (eds.), Madrid, UPCo-IFC-DPZ, 2004. ISBN 84-8468-123-8.
- VV. AA.: Gracián y su época. Actas de la I Reunión de Filólogos Aragoneses, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1986.
- WELLES, M.L., Style and Structure in Gracián's El Criticón, Chapel Hill, University of North Carolina, 1976, 211 pp.
Enlaces externos
[editar]- Wikisource contiene obras originales de o sobre El Criticón.
- El Criticón. Reproducción digital de la edición de Amberes, en Casa de Geronymo y Iuan Baptista Verdussen, 1669. Archivado el 7 de noviembre de 2007 en Wayback Machine.
- Baltasar Gracián: El Criticón Edición transcrita y revisada por Julio Cejador, entre el año 1913 y 1914, en formatos PDF, ePUB y MOBI.
- José Manuel Blecua, «El estilo de "El Criticón", de Gracián», Archivo de Filología Aragonesa, I Serie B, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1945, pp. 5-32. ISSN 0210-5624
- Baltasar Gracián: Estado de la cuestión y nuevas perspectivas, Aurora Egido y María del Carmen Marín Pina (coord.), Zaragoza, IFC-Gobierno de Aragón, 2001, pp. 103-116. ISBN 84-7820-640-X. Versión electrónica en formato PDF de Acrobat, 0,9 Mb. pp. 100-113. Descarga por capítulos.
- Selección de imágenes de la edición ilustrada por Antonio Saura de Baltasar Gracián, El Criticón, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2001, ilustrado con 36 dibujos de técnica mixta, reproducciones a color, introducción de Aurora Egido, texto fijado y anotado por Carlos Vaíllo.
- Texto completo de El Criticón, edición de Julio Cejador, tomo primero y tomo segundo, en el Proyecto Gutenberg.