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Rafael Sansoni Riario

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Raffaele Sansoni Riario

El cardenal Riario, busto en terracota atribuido a Andrea Bregno.

Camarlengo de la Santa Iglesia Romana
Información religiosa
Proclamación cardenalicia 10 de diciembre de 1477 por Sixto IV.
Información personal
Nombre Raffaele Sansoni Riario
Nacimiento Savona, 1461.
Fallecimiento Nápoles, 1521.
Alma máter Universidad de Pisa

Escudo de Raffaele Sansoni Riario

Raffaele Sansoni Riario, (Savona, Génova, 3 de mayo de 1461-Nápoles, 9 de julio de 1521) fue un eclesiástico italiano.

Nepote de Sixto IV, fue cardenal durante más de cuarenta años durante los pontificados de Inocencio VIII, Alejandro VI, Pío III, Julio II y León X, decano del Colegio Cardenalicio, Camarlengo de la Iglesia católica, administrador apostólico de más de diez diócesis, abad de varios monasterios, legado pontificio, mecenas y destacado participante en la política italiana del Renacimiento.

Biografía

Familia

El fulgurante ascenso de Raffaele se debió a sus orígenes familiares. Los Della Rovere fueron una familia de condición modesta establecida en Savona (República de Génova) hasta que Francesco della Rovere fue elegido papa en 1471 y comenzó una intensa práctica del nepotismo acostumbrado en la época, concediendo a sus numerosos parientes beneficios eclesiásticos y cargos civiles, concertando alianzas matrimoniales con la nobleza italiana e infeudando territorios de la Iglesia.[1][2][3]

Hermana de este pontífice fue Bianca, que de su matrimonio con Paolo Riario tuvo a Pietro, Girolamo, Violante y Petruccia. Raffaele nació del matrimonio entre Violante Riario y Antonio Sansoni, diez años antes de que su tío abuelo fuera elegido papa.[4][5][6]

Sixto IV.

Cardenal de Sixto IV

Ya en la primera creación de cardenales de su pontificado Sixto IV había concedido el capelo a sus sobrinos Pietro y Giuliano. El primero de ellos murió antes de cumplir los treinta habiendo acumulado cinco obispados y una fortuna, y Raffaele vino a continuar su carrera eclesiástica como "purpurado de familia"[7]​: era ya protonotario apostólico cuando en el consistorio del 10 de diciembre de 1477 fue creado cardenal del título de San Jorge in vel aurum con dieciséis años de edad.[8][9][a]​ El mes siguiente fue nombrado legado en Umbría, donde la ciudad de Perugia y otras plazas menores, con el apoyo de Lorenzo de Médici, se habían rebelado contra el dominio papal.

La conjura de los Pazzi

Raffaele estudiaba derecho canónico en la Universidad de Pisa cuando se vió envuelto en el primer episodio político importante de su vida. Las relaciones entre el signor de la República de Florencia Lorenzo de Médici y los Estados Pontificios se habían ido enturbiando por sus enfrentamientos en la Romaña, y el papa Sixto, alentado por su sobrino Girolamo Riario (tío de Raffaele), decidió que era mejor apartarlo del gobierno.

Lorenzo de Médici.

En abril de 1478 la comitiva de Raffaele atravesaba Florencia en dirección a su legación de Umbría, escoltado por las tropas de Giovanni Battista de Montesecco. Ya para entonces se habían conjurado Montesecco, el arzobispo de Pisa Francesco Salviati, el banquero Jacopo de' Pazzi y varias personas más para atentar contra los Médici. El 26 de abril, durante la misa presidida por Raffaele en la Catedral de Santa María del Fiore, Giuliano de Médici fue asesinado y su hermano Lorenzo herido, pero la conspiración fracasó en su intento de relevarles del gobierno. Los involucrados en la conjura fueron linchados por la muchedumbre o ejecutados por la justicia; Raffaele fue retenido en Florencia.[10][11]

La muerte de Salviati y de varios prelados y la prisión del cardenal, violando la inmunidad eclesiástica de la que debían gozar, llevaron a Sixto IV a decretar la excomunión de Lorenzo y de las autoridades florentinas y el entredicho contra la República.[12][13][14]​ El cardenal Riario fue liberado el 12 de junio. El día siguiente llegó a Siena, "más muerto que vivo por el mucho miedo que había pasado",[15]​ y el 20 a Roma.[b]​ El episodio desembocó en la guerra de Toscana, que enfrentó a la alianza de los Estados Pontificios con Siena y Nápoles contra la de Florencia, Venecia y Milán hasta que la conquista de Otranto por los turcos del sultán Mehmed II noviembre de 1480 hizo necesaria la unión entre todos los estados italianos para enfrentar el peligro de las guerras otomanas en Europa.[16][17][18][19]

Italia a finales del s. XV.

Legado pontificio

Desde finales de junio hasta mediados de octubre de 1478 se encargó de la legación en Perugia; en agosto de 1480 fue legado en Hungría y en noviembre en la Marca de Ancona, donde frecuentó la corte del duque de Urbino Federico da Montefeltro. En mayo de 1483 recibió el título de San Lorenzo en Damaso manteniendo también el de San Jorge[20]​ y en septiembre el cargo de Camarlengo de la Iglesia católica,[21]​ que implicaba el control de las finanzas pontificias y la organización urbanística de Roma.

Obispo y abad

Simultáneamente comenzó su carrera episcopal. En julio de 1478 fue nombrado administrador apostólico de Camerino,[c][22]​ que un año después cambió por el arzobispado de Pisa.[23][24][25]​ Empezó así una acumulación de diócesis pocas veces vista en un solo prelado.[d]​ En distintos momentos a lo largo de su vida rigió también las de Cuenca,[26][27]​ Tréguier,[28]​ Salamanca,[29][30][31]​ Osma,[32]​ Viterbo,[33]​ Arezzo,[34][35]​ Savona,[36][37]​ Lucca[38]​ y Málaga.[39][40][e]​.

Fue también abad comendatario[f]​ de los monasterios de Montecassino, Cava, Chiaravalle, Pavía, Sassovivo, San Mercuriale y Santa Maria de Fumana en Forlì, San Donnino en Pisa y San Bartolomeo en Génova, y protector de los agustinos.[41][7]

Nunca residió en ninguna de sus diócesis o abadías, gobernándolas por medio de vicarios, pero cobrando las rentas eclesiásticas y cediéndolas a sus parientes. En varias ocasiones estos nombramientos pontificios tropezaron con la oposicion de los Reyes Católicos, que consideraban tener derecho a nombrar obispos nacionales.

Su aseglaramiento

Fue uno de los cardenales que varios siglos después algunos autores calificaron de "mundanos y aseglarados":[42][43]​ jóvenes, algunos todavía sin las órdenes menores ni vocación, provenientes de familias nobles y adineradas, eran elevados al cardenalato por intereses políticos o nepotismo, y el capelo era para ellos una fuente de ingresos económicos y un símbolo de prestigio social más que un reconocimiento a su labor en la Iglesia. Contemporáneos de Riario en este grupo de prelados fueron Ascanio Sforza, Rodrigo Borgia, los tres Della Rovere (Giuliano, Girolamo y Domenico), Giovanni Battista Orsini, Giovanni Giacomo Schiaffinati, Lorenzo Cibo, Antonio Pallavicino o Federico Sanseverino.

En magníficos palacios, rodeados del exquisito lujo de una cultura sumamente desarrollada, vivían estos cardenales enteramente como príncipes seglares, y parecían no considerar sus hábitos eclesiásticos sino como un ornamento de su estado; cazaban, jugaban grandes sumas, daban opíparos banquetes, celebraban sibaríticas fiestas, tomaban parte en las licenciosas diversiones del carnaval y se permitían graves excesos en sus costumbres. [44]

Pontificado de Inocencio VIII

Alejandro VI.





Pontificado de Alejandro VI

Alejandro VI.

Al fallecer Inocencio VIII en 1492, Riario presidió el gobierno de la Iglesia durante la sede vacante en su calidad de camarlengo, y en agosto abrió el cónclave en el que fue elegido papa el valenciano Alejandro VI.

Las relaciones con el nuevo papa fueron buenas al principio de su pontificado. Cuando el rey Carlos VIII de Francia pasó por Roma de camino hacia Nápoles en la Segunda guerra italiana, Riario se halló junto al papa en Orvieto.

Tras el asesinato de su primogénito el duque de Gandía Juan de Borgia, el papa hizo propósitos de reforma eclesiástica, y escogió a "seis de los mejores cardenales" (Riario, Carafa, Pallavicini, San Giorgio y Picolomini) para formar una comisión encargada de la redacción de la bula que debía poner remedio a los excesos de la Curia, aunque finalmente los buenos propósitos nunca llegaron a realizarse.[45]​ Se halló presente en el entierro de Bernardino Lonati, Paolo Fregoso y Giovanni Giacomo Schiaffinati y en el bautizo de Rodrigo, hijo de Alfonso de Aragón y Lucrecia Borgia, en noviembre de 1499.[46]

Luis XII.

Sin embargo las cosas se torcieron cuando en 1499 el papa planeó la creación de un ducado en la Romaña con el que investir a su hijo César Borgia. Su sobrino Ottaviano Riario fue desalojado por la fuerza de su signoria de Forlì, y en cuanto las noticias llegaron a Roma Riario, temiendo represalias contra su persona, fingio salir de caza a Castel Giubileo pero siguió hacia Monterotondo y Sarzana[47]​ y se exilió en Francia en la corte del rey Luis XII.[7]

Se encontraba en el séquito de éste cuando en agosto de 1502 reentró en Italia, y regresó a Roma solo tras la muerte de Alejandro VI en septiembre de 1503.[48][49]

Julio II.

Pontificado de Julio II

Ofició como camarlengo en el cónclave de septiembre de 1503 en el que las aspiraciones de Georges d'Amboise resultaron fallidas por la elección de Pío III,[50]​ y tras la prematura muerte de éste, en el de octubre de 1503 en que fue elegido papa su pariente Julio II,[51][g]​ y presidió la ceremonia de su coronación.[52][53]

El nuevo papa lo tuvo en gran consideración.[54]​ La primera preocupación de su pontificado fue la restitución a los Estados Pontificios de las plazas ocupadas en la Romaña: las fortalezas de Cesena, Forlì y Bertinoro estaban en poder de César Borgia; Gian Paolo Baglioni y Giovanni II Bentivoglio, respectivamente en los gobiernos de Perugia y Bolonia, se negaban a acatar la autoridad papal; y Venecia había ocupado Fano, Montefiore, Faenza y Rímini, con el pretexto de dirigirse contra César Borgia y no contra la Iglesia.[55]

César Borgia.

El problema con César Borgia

El enviado papal Pedro de Oviedo, que había viajado a Cesena para reclamar la restitución, fue ahorcado por el castellano de Diego Ramírez de Quiñones. En diciembre el papa mandó encerrar a César en la Torre Borgia; sus partidarios Francisco de Remolins y Luis de Borja huyeron de Roma.[56][57][58][59]​ En enero llegaron al acuerdo de conceder un plazo de cuarenta días para la devolución de las ciudades, a cambio de que el duque quedara en Ostia bajo la custodia de Bernardino de Carvajal. La restitución de las plazas se llevó a cabo finalmente en marzo.[60][61][62]​ César, que había escapado a Nápoles, fue apresado por Gonzalo Fernández de Córdoba y enviado a España.[63]

Riario maniobró para que se concediera Ímola a su primo Galeazzo Riario,[64]​ pero el papa decidió finalmente reintegrarla a los Estados Pontificios.

En 1504-05 asistió a los funerales de Jaime de Casanova, Clemente Grosso della Rovere, Ludovico Podocataro y Francisco des Prats y a las exequias celebradas en Roma por Isabel I de Castilla,[65]​ al nombramiento de Ascanio Sforza como vicecanciller,[66]​ acompañó al papa en su viaje a Civita Castellana, Viterbo y Corneto[67]​ y asistió al consistorio donde se crearon nuevos cardenales[68]

La expedición a Perugia y Bolonia

En agosto de 1506 el papa partió hacia el norte al frente de su ejército dispuesto a recuperar para los Estados Pontificios las plazas sublevadas o arrebatadas, llevando consigo a casi todos los cardenales excepto a los más ancianos. En marzo del año siguiente la comitiva regresó triunfalmente a Roma, después de haber cumplido su objetivo.[69][70][71]

Presbítero y cardenal obispo

Durante el episcopado de Julio II alcanzó el mayor grado en la jerarquía eclesiástica. Era cardenal obispo de la sede de Albano desde noviembre de 1503,[72][73]​ cuando el 1 de abril de 1504 recibió las órdenes mayores de manos del obispo de Caiazzo Giacomo de Luciis y el 9 del mismo mes fue consagrado obispo por Julio II, asistido por Antoniotto Pallavicini y Giovanni San Giorgio, en la misma ceremonia en que también lo fueron Galeotto Franciotti della Rovere, Francesco Alidosi, Antonio Ferrero, Gabriele de' Gabrielli y Johannes Burchard; celebró su primera misa en San Pedro el siguiente domingo de Pentecostés.[74][h]

Fue sucesivamente cardenal de Sabina en septiembre de 1507,[75][76]​ de Porto-Santa Rufina en septiembre de 1508,[77][78]​ de Ostia-Velletri y Decano del Colegio Cardenalicio en enero de 1511.[79][78][i]

León X.

Pontificado de León X

Fue involucrado por el joven cardenal Alfonso Petrucci en una presunta trama para asesinar a León X. Así, el 29 de mayo de 1517 fue arrestado y un mes después puesto en libertad a cambio del pago de una exorbitante multa de 150 000 ducados[j]​ y de la pérdida de privilegios y propiedades (entre ellas, su palacio, que pasó a convertirse en el palacio de la Cancillería papal).[80][81][82]

Sepultura del cardenal Riario en los SS. XII apóstoles de Roma.

Muerte

Sintiéndose enfermo, en el otoño de 1520 se trasladó a Caprarola y después a Nápoles, donde fue huésped del condestable Prospero Colonna. Tras una leve mejoría, en la primavera del año siguiente recayó y murió en julio a los sesenta de edad y cuarenta y cuatro de cardenalato.[83][7]

En su testamento, del que eran ejecutores el cardenal Giulio de Médici y su sobrino Cesare Riario, dejó dispuesto que se le enterrara en San Lorenzo in Damaso,[83]​ pero finalmente lo fue en la basílica de los Santos Apóstoles de Roma,[84]​ descansando en un monumento funerario cerca de la tumba de su tío Pietro.

Notas

  1. Nunca antes había sido creado un cardenal tan joven. Solo en 1489 le superó Giovanni de Médici, que lo fue a los catorce.
  2. Pastor, IV, p. 287, cita un documento de la época según el cual "desde aquellos días espantosos conservó por toda su vida una mortal palidez en el semblante".
  3. La diócesis de Camerino fue anexionada en 1986 a la de San Severino.
  4. Antes del Concilio de Trento, un mismo obispo podía regir varias diócesis simultáneamente, y no tenía obligación de residencia.
  5. Llegó a tener tantos como Jean de Lorraine, que treinta años después fue llamado maximus cumulator episcopatuum .
  6. El abad comendatario, a diferencia del abad conventual, no tenía obligación de residir en el monasterio ni de acatar la disciplina monástica.
  7. El padre de Julio II, Raffaello, y la abuela de Riario, Bianca, eran hermanos.
  8. Pío X estableció en el código de derecho canónico de 1917, canon 232 §1, que los cardenales debían ser presbíteros. Antes de esa fecha podían, excepcionalmente, ser laicos.
  9. Las sedes suburbicarias de Ostia y Velletri estuvieron unidas hasta que Pío X las separó en 1914.
  10. Un ducado pesaba 3,54 gramos de oro.

Referencias

  1. Gregorovius, VII-I, pp. 245-246.
  2. Pastor, IV, pp. 212-215 y 399-403.
  3. Collegio degli Scrittori, pp. 654-667.
  4. Passerini, p. I.
  5. Poggio, pp. 108 y ss.
  6. Pastor, IV, p. 212.
  7. a b c d Camaioni.
  8. Infessura, p. 83.
  9. Eubel, II, pp. 18 y 66.
  10. Poliziano, pp. 28-87.
  11. Pastor, IV, pp. 272-282.
  12. Conti, pp. 10-91.
  13. Pastor, IV, pp. 283-307.
  14. Setton, II, pp. 336-370.
  15. Allegretti, p. 784.
  16. Conti, pp. 106-114.
  17. Gherardi, pp. 26-29.
  18. Pastor, IV, pp. 283-307.
  19. Setton, II, pp. 364-370.
  20. Eubel, III, pp. 64 y 73.
  21. Gherardi, p. 114.
  22. Eubel, II, p. 116.
  23. Eubel, II, p. 216.
  24. Gams, p. 762.
  25. Mattei, pp. 161-165.
  26. Muñoz y Soliva, pp. 166-177.
  27. Eubel, II, p. 133.
  28. Eubel, III, p. 254.
  29. Vicente Bajo, p. 97.
  30. Eubel, II, p. 227.
  31. Gams, p. 67.
  32. Loperráez, pp. 382-388.
  33. Signorelli, pp. 293 y ss.
  34. Gams, p. 742.
  35. Ammirato, p. 235.
  36. Gams, p. 822.
  37. Eubel, III, p. 291.
  38. Eubel, III, p. 229.
  39. Eubel, III, p. 233.
  40. Gams, p. 49.
  41. Cardella, p. 212.
  42. Pastor, V, 369.
  43. Setton, II, pp. 431-432.
  44. Pastor, V, p. 364.
  45. Pastor, V, pp. 488-492.
  46. Burchard, II, pp. 175-176.
  47. Burchard, II, pp. 176-177.
  48. Burchard, II, p. 368.
  49. Pastor, VI, p. 131.
  50. Burchard, II, pp. 370-387.
  51. Burchard, II, pp. 397-411.
  52. Burchard, II, pp. 413-414.
  53. Pastor, VI, pp. 127-149.
  54. Giustinian, II, p. 291.
  55. Pastor, VI, pp. 166-172.
  56. Giustinian, II, pp. 350-352.
  57. Burchard, II, pp. 423-424.
  58. Conti, pp. 336-337.
  59. Pastor, VI, pp. 172-173.
  60. Giustinian, II, pp. 399-410.
  61. Burchard, II, p. 432.
  62. Pastor, VI, pp. 172-175.
  63. Pastor, VI, pp. 175-178.
  64. Giustinian, II, p. 405.
  65. Burchard, II, pp. 454-460 y 472.
  66. Burchard, II, pp. 487-488.
  67. Burchard, II, pp. 493-494.
  68. Burchard, II, pp. 499-501.
  69. Grassi, passim.
  70. Tedallini, pp. 312-313.
  71. Pastor, VI, pp. 189-214.
  72. Gams, p. XXIII.
  73. Eubel, III, p. 55.
  74. Burchard, III, pp. 443, 446 y 452.
  75. Gams, p. XIV.
  76. Eubel, III, p. 58.
  77. Gams, p. X.
  78. a b Eubel, III, p. 56.
  79. Gams, p. VI.
  80. Roscoe, II, pp. 53 y ss.
  81. Setton, pp. 167-169.
  82. Ferrajoli, passim.
  83. a b Grassi, p. 86.
  84. Cardella, p. 213.

Bibliografía

Fuentes primarias

Fuentes secundarias