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Sitio de Bujará

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Sitio de Bujará
Parte de conquista mongola de Jorasmia

Mezquita Magok-i-Attari, edificio sobreviviente al asedio.[1]
Fecha Febrero de 1220
Lugar Bujará, actual Uzbekistán
Coordenadas 39°46′40″N 64°24′37″E / 39.777777777778, 64.410277777778
Resultado Victoria mongola
Beligerantes
Imperio mongol Imperio jorezmita
Comandantes
Gengis Jan
Tolui
Gür Jan
Fuerzas en combate
40 000 hombres (estimación moderna)[2] 2000 hombres (estimación moderna)[3]

El sitio de Bujará fue un enfrentamiento militar librado en el contexto de la invasión mongola de Corasmia, en febrero de 1219, cuando las fuerzas del jagán mongol Gengis Jan habían invadido el Imperio jorezmita con múltiples fuerzas atacando a la vez. Mientras el sah Mohamed II de Jorasmia planeaba dejar a cada una de sus ciudades defenderse por su cuenta, los mongoles asediaron Otrar y entraron profundamente en Jorasmia.

La ciudad de Bujará era un importante centro comercial y cultural del Imperio jorezmita, pero al estar ubicado lejos de la frontera con los mongoles, el sah le había asignado una relativamente pequeña guarnición. Un gran ejército mongol, comandado por Gengis Jan en persona, atravesó el desierto de Kyzyl Kum, hasta entonces considerado intransitable para grandes ejércitos. Los defensores de Bujará fueron tomados por sorpresa y después de una salida fallida, la ciudad exterior se rindió tres días después, el 10 de febrero. Los leales al sah siguieron defendiendo la ciudadela por menos de dos semanas hasta que fue tomada al asalto.

El ejército mongol mató a todos los defensores de la ciudadela y esclavizó a la mayoría de los habitantes de la ciudad. Los artesanos más hábiles fueron perdonados y se reclutaron a hombres para auxiliar al ejército. Aunque Bujará fue quemada, la destrucción fue relativamente leve en comparación a otros lugares, por lo que en poco tiempo volvió a ser un centro comercial y cultural, beneficiándose de la Pax Mongolica.

Antecedentes

Bujará

En vísperas de la invasión mongola, el geógrafo Abu Abdallah Yaqut ibn-Abdallah al-Rumi al-Hamawi describió a Bujará como una de las ciudades más grandes de Asia Central, aunque cita poemas sobre que su centro densamente poblado tenía sus calles muy sucias.[4]​ La mezquita de Po-i-Kalyan, construida entre 1121 y 1127, era una de las más grandes del mundo y contenía el minarete Kalyán.[5]​ El Arq era una enorme fortaleza que custodiaba la ciudad y servía como ciudadela desde su construcción en el siglo V. Las tierras de cultivo eran extensamente irrigadas con aguas del Zarafshán.[6]

Bujará, desde los siglos IX y X contaba con murallas concéntricas y masivas que rodeaban a la qasaba,[nota 1]​ los qusur (palacios), las rábidas (fuertes), los jardines y las villas cercanas;[8]​ según el historiador Richard Frye sumaban 250 km de largo.[9]​ Múltiples fuentes del siglo X describen las defensas. El geógrafo Al-Istajri mencionaba que la ciudad, villas y tierras arables eran rodeadas por un muro de 10 farasij[nota 2]​ de largo.[10]Ibn al-Faqīh al-Hamadānī afirmaba que Bujará tenía defensas similares a las de Samarcanda. Una muralla exterior con 12 puertas de madera cada 12 farasij daba protección a 6000 parcelas arables, suburbios y tierras irrigadas. Luego, un muro intermedio que protegía 5000 parcelas y tenía 4 puertas. Por último, un muro interior rodeaba la ciudadela y el palacio del sultán.[11][12]​ El historiador Al-Masudi decía que la muralla intermedia fue construida a 3 farasij de la urbe por reyes sogdianos y reparada extensamente por orden del califa Al-Mahdi.[13]​ El libro Las regiones del mundo menciona que el territorio defendido era de 12 farasij por 12 farasij de extensión. Ahí se producían abundantes frutas, lana y salitre para la exportación y contaba con buenos arqueros para su defensa.[14]​ Narshaji, un erudito sogdiano, afirmaba que el muro interior fue construido por los tahíridas[15]​ y que el muro exterior era apodado kanpirak, «la vieja dama», y fue levantado por el gobernador Abu al'Abbas Fald ibn Sulayman al-Tusi (783-787), tardando cincuenta años en terminarse.[16]​ Otro geógrafo, Al-Muqaddasi, estimaba en 12 farasij la longitud de la muralla externa y que en su interior había cinco ciudades y ningún terreno baldío.[17]​ El intelectual uzbeko Ibrohim Mominov afirmaba que el rabat (suburbio) de Bujará estaba rodeado por dos murallas fuertes y el shahristán (centro de la ciudad) contaba con una muralla extra; estas fuertes defensas le permitieron resistir un asedio jorezmita en 1208.[18]

En 892 se volvió capital de los samánidas, pero nunca alcanzó el tamaño de Samarcanda, la vieja capital.[19]​ Como centro político e intelectual de Asia Central gracias a su biblioteca Siwan al-hikma, «Almacén de la Sabiduría»,[20][21]​ pudo alcanzar los trescientos mil habitantes.[22][23]​ El arqueólogo Rocco Rante está de acuerdo en esa cifra, pero señala que corresponde a todo el oasis, no sólo la ciudad. El oasis de Bujará incluía varios distritos con villas y pueblos, donde la arqueología indica una población promedio de 100 a 200 personas por hectárea, una alta densidad para esos tiempos, lograda gracias al desarrollo de la irrigación auspiciado por abásidas y samánidas entre los siglos IX y XII.[24]​ Por su parte, Étienne De la Vaissière cree que la población del oasis era de 360 000 a 690 000 personas.[25]​ Su biblioteca pudo tener hasta 45 000 libros, que junto a su población, la convertía en la rival de Bagdad como centro de aprendizaje y cultura.[26]

El historiador estadounidense Tertius Chandler cree que la ciudad propiamente tal “sólo” tenía 100 000 habitantes hacia el año 975.[19]​ También la ubica entre las ciudades de la región que tenían más de cuarenta mil habitantes en 1200[27]​ y, aunque no da números específicos, da a entender que pasaba los cincuenta mil.[nota 3]​ Según R. W. Bulliet, Isfahán, Ray, Nishapur, Merv, Bujará, Samarcanda, Balj y posiblemente otras urbes superaban los cien mil habitantes.[30]

Casus belli

Mausuleo samánida, edificio sobreviviente al asedio y el saqueo.[31]

Durante el siglo XII, la urbe estuvo bajo el gobierno de los karajánidas, quienes históricamente habían gobernado las ciudades más ricas de la región, como Samarcanda, Taskent y Ferganá.[32]​ Nominalmente vasallos del Janato de Kara-Jitai, los karajánidas se les permitía operar autónomamente por la gran población y territorio que controlaban. En 1215, habían sido subyugados por los jorezmitas, también antiguos vasallos de los Kara-Jitai, que se habían extendido desde Gurganj aprovechando el vacío de poder dejado por el colapso de los selyúcidas.[33][34]​ En 1218, el sah Mohamed II de Jorasmia controlaba el Gran Irán, el Gran Jorasán y Hamadán, derrotando a los gúridas y ildegízidas.[33]​ Su dinastía había usurpado a los Kara-Jitai, ya desestabilizados por los refugiados que huían de las conquistas de Gengis Jan, quien había unificado las tribus de la meseta de Mongolia.[35]

Tras la derrota de su enemigo común, el príncipe Kuchlug de los naimanos, las relaciones entre mongoles y jorezmitas fueron buenas en un inicio,[36]​ pero el sah pronto se volvió aprensivo hacia los mongoles. El cronista persa, Shihab al-Din Muhammad al-Nasawi, atribuye el hecho al inesperado combate que libró con los mongoles, quienes lo impresionaron con su velocidad y ferocidad.[37]​ En 1218, permitió a Inalchuq, gobernador de Otrar, arrestar a una caravana comercial mongola y confiscar sus bienes. Buscando una solución diplomática, Gengis Jan envió a tres embajadores a Gurganj, pero Mohamed II los humilló públicamente y ejecutó a uno. Indignado, Gengis Jan abandonó su guerra en curso con las dinastía yurchen Jin y concentró la mayor parte de su ejército en el oeste, dejando sólo un pequeño destacamento a cargo de su noyan (general) Mujulai.[38]

Campaña

Mapa de la expansión del Imperio mongol durante el reinado de Gengis Jan, con el territorio original de su confederación tribal (rojo) y las conquistas realizadas en su vida (rosado).

Los mongoles invadieron el Imperio jorezmita en distintos grupos: el noyan Yebe y el hijo mayor del jagán, Jochi, lideraron la vanguardia, que cruzó por los pasos de Tian Shan y arrasaron las ciudades del este del valle de Ferganá; el segundo y el tercer hijo de Gengis Jan, Chagatai y Ogodei, pusieron a Otrar bajo asedio.[39]​ Poco después, Gengis Jan y su hijo menor, Tolui, llegaron con más tropas a Otrar y desde ahí ordenó nuevas ofensivas: Chagatai y Ogodei se quedaron asediando Otrar, Jochi avanzó al noroeste, hacia Gurganj, un destacamento menor fue enviado a Juyand, y el jagán con Tolui tomaron la mitad del ejército y se dirigieron al oeste.[40]

El imperio creado por el sah vasto y reciente, con una administración aún en desarrollo.[41]​ Su madre, Terken Jatun, ejercía un poder sustancial. El historiador estadounidense Peter Benjamin Golden calificó la relación entre Mohamed II y su madre como «una diarquía incómoda» que a menudo actuaba en desventaja para el sah.[42]​ Mohamed II desconfiaba de la mayoría de sus comandantes, excepto su hijo mayor y heredero, Jalal ad-Din Mingburnu, que había demostrado su habilidad militar en el primer encuentro con los mongoles.[43]​ Muchos de sus lugartenientes deseaban que buscara una batalla campal, pero se vería superado por los mongoles en número y habilidad.[44]​ Así, el sah decidió distribuir sus fuerzas en guarniciones para cada ciudad importante.[38]​ Deduciendo la estrategia de su oponente, el jagán cruzó el desierto de Kyzyl Kum, más de 400 km, para llegar a Bujará el 7 de febrero. Historiadores modernos H. Desmond Martin y Timothy May han clasificado esta maniobra como una obra maestra operativa.[45][46][47]

Fuerzas enfrentadas

Hay informes contradictorios sobre el tamaño de la fuerza invasora mongola total. El académico estadounidense John Masson Smith afirma que eran unos 130 000 hombres.[48]​ El erudito egipcio Morris Rossabi cree que eran 200 000.[49]​ El número más bajo lo dio el sueco Carl Fredrick Sverdrup, 75 000 guerreros, basado en la teoría que los tumen, el tipo de unidad militar mongol más grande, suelen ser sobreestimados en sus números.[50]​ De estos, el jagán habría tomado más de la mitad en su cruce del Kyzyl Kum.[2]

Al igual que con el ejército mongol, también existe un debate sobre el tamaño y la composición de las fuerzas del sah. Dado que estaba lejos del presunto teatro de guerra, a Bujará se le asignaron relativamente pocas tropas. Ata-Malik Juvayni, historiador persa de finales del siglo XIII, afirma que 20 000 auxiliares, biruni, hicieron una salida de la ciudad; también menciona que los habitantes de la ciudad ayudaron en la defensa.[51]Ali ibn al-Athir, otro cronista, afirmaba que el sah había ubicado en la ciudad 20 000 jinetes.[52]​ Basado en la crónica de Rashid-al-Din Hamadani sobre el número de defensores caídos,[53]​ Mominov estimó que la guarnición contaba con 30 000 soldados de a pie y a caballo;[18]​ el orientalista Aleksandr Yakubovsky aceptó esta última cifra, aunque también menciona que otras fuentes la reducen a 12 000,[54]​ como Minhaj-i Siraj Juzjani, aunque este último afirma que se refiere sólo a la caballería jorazmia.[55]​ El historiador sueco Carl Fredrik Sverdrup rebaja el número a 2000.[3]​ La mayoría de la guarnición eran mercenarios turcos.[56]

Asedio

Minarete Po-i-Kalyan en Bujará, sobrevivió al asedio y el saqueo.[31]

El sah fue tomado completamente por sorpresa. Había previsto que Gengis Jan atacaría primero Samarcanda, cuya guarnición podría ser auxiliada por su ejército de campaña como por la guarnición de Bujará. La marcha sorpresiva a través del desierto había dejado impotente al ejército de campaña jorezmita, incapacitado de enfrentarse al enemigo o ayudar a su gente.[57]​ El sah había intentado establecer una línea defensiva al sur del río Sir Daria (Yaxartes), pero con este movimiento los mongoles se acercaron a donde estaba su ejército de campaña y le impidieron reforzar fuertes y ciudades.[58]​ Juvayni registra que la guarnición en Bujará estaba comandada por un hombre llamado Gür Jan;[51]​ el historiador de principios del siglo XX, Vasili Bartold, sugirió que podría haber sido Yamuja, un viejo amigo convertido en enemigo de Gengis Jan.[59]​ Historiadores más recientes lo consideran poco probable, pues se asume generalmente que Yamuja fue ejecutado en 1206.[57][60]

La principal acción militar del asedio sucedió el segundo o tercer día, cuando las tropas del sah hicieron una salida. Juvayni registra que fueron aniquilados cuando llegaron a las orillas del río Amu Daria (Oxus) por las avanzadas mongolas, dejando una planicie llena de sangre.[51]​ El Yuanshi[nota 4]​ también menciona que 20 000 defensores hicieron esa fallida salida.[61]​ Unos pocos cientos lograron llegar a posiciones seguras a lo largo del río,[62]​ quedaron en la ciudadela sólo 400 leales.[63][62]

El historiador Paul Buell señala que la salida, realizada únicamente por las tropas auxiliares del sah y no por la guarnición de la ciudad, pudo haber sido simplemente un intento de huir; atribuye su voluntad de marcharse al hecho de que Bujará fue una conquista muy reciente de los jorezmitas, ya que había sido arrebatada a los karajánidas menos de una década antes.[64]​ El 10 de febrero, la urbe se rindió. La resistencia quedó reducida a un pequeño grupo de fieles en la ciudadela, que estaba construida con las mejores especificaciones, pero el jagán había traído chinos expertos en la guerra de asedios. En diez días se abrió una brecha con armas incendiarias y de pólvora, y la fortaleza cayó al undécimo día.[65][66]

Consecuencias

Destrucción

Sverdrup estima que el 28 de febrero la ciudadela cayó y sus 400 defensores fueron pasados a cuchillo.[67]​ Según crónicas de la época,[53]​ 30 000 defensores habían sido asesinados en el asedio de la ciudadela.[68]​ Después de entrar en la ciudad, Gengis Jan pronunció un discurso en la mezquita aljama.[69]

Oh Pueblo, sabed que habéis cometido grandes pecados, y que los grandes entre vosotros han cometido estos pecados. Si me preguntas qué prueba tengo de estas palabras, digo que es porque soy castigo de Dios. Si no hubierais cometido grandes pecados, Dios no os habría enviado un castigo como yo.
—Discurso de Gengis Jan a los vecinos de Bujará.[70]

El kagán hizo confeccionar una lista de 270 hombres ricos, 190 de ellos vecinos de Bujará y el resto de otras ciudades, y los hizo reunir para luego exigirles dinero para salvar sus vidas; después que pagaron no hubo más extorsiones.[53]

La pequeña resistencia en la ciudadela fue perjudicial para el resto de la urbe. Los mongoles prendieron fuego a la ciudad en un intento de expulsar a quienes resistían, y como la mayoría de las estructuras eran de madera, el incendio pronto de descontroló y la mayoría de la ciudad quedó reducida a cenizas, incluida su famosa biblioteca.[64]​ Al parecer, usaron proyectiles con nafta para tal propósito.[71]​ La mayoría de las estructuras de piedra que resistieron el incendio luego fueron arrasadas por los mongoles, como la mezquita Po-i-Kalyan; el minarete de Kalyan quedó en pie.[72]

Aunque todos los que estaban en la ciudadela fueron masacrados, la población no fue completamente exterminada, a diferencia de Merv o Gurganj. En cambio, fue evacuada y dividida. La mayoría de las mujeres fueron violadas y tomadas como concubinas, los artesanos fueron enviados a fábricas e instruidos para producir armamento para sus captores, y el resto de los hombres reclutados como auxiliares de las tropas mongolas.[73][74]​ Estos conscriptos fueron usados como escudos humanos en los asedios de Samarcanda y Gurganj.[75]​ Los mongoles sortearon entre los turcos qangli para determinar a cuáles perdonarles la vida.[53]

El sah Mohamed II huyó hasta morir en una isla del mar Caspio, mientras los mongoles asediaron y tomaron una por una todas las ciudades de su imperio.[76]​ Su hijo mayor logró liderar una breve resistencia hasta ser vencido.[40]

Legado

Aunque devastador a corto plazo, el asedio no supuso el fin de la ciudad. De hecho, dos décadas después Bujará era un centro del comercio asiático.[77]​ Rápidamente se establecieron elementos protoburocráticos bajos los auspicios del daruyachi Yelü Ahai.[78]​ Muchas de las instituciones que se implementaron más tarde se inspiraron en los Kara-Jitai, que Buell denominó «un prototipo de Imperio mongol».[79]​ Los registros de una delegación taoísta en la zona en 1221 revelan que Samarcanda y Bujará empezaron a ser repobladas con colonos de artesanos chinos, kitanos y tangut.[80]​ Sin embargo, el área siguió siendo inestable. Un jefe de bandidos jorezmita logró asesinar a un daruyachi mongol de Bujará en esa época. Las ciudades del fenecido Imperio jorezmita se convirtieron en las principales fuentes de ingresos de Ogodai y más tarde en parte clave del Janato de Chagatai; Bujará y Samarcanda serían también las ciudades de origen de Tamerlán.[81]​ Bujará recuperó su importancia religiosa, convirtiéndose en el centro más importante del sufismo en Asia Central y el santuario alrededor de Sayf al-Din al-Bajarzi fue una de las propiedades más ricamente dotadas de la región.[82]

Notas

  1. El centro administrativo y la ciudad principal del oasis, inicialmente llamada Numijkat o Bumiskat, luego Bujará.[7]
  2. O farsang, unidad de medida de distancia usada por los persas equivalente a 6 km.
  3. Chandler no da números específicos, pero si la ubica entre ciudades donde da cifras, las cuales están ordenadas de mayor a menor población. Bujará aparece entre las ciudades de Colonia, con una población estimada en 50 000 personas, y Granada, con una de 60 000.[28]​ Por su parte, el profesor afgano Ali Ahmad Jalali cree que una gran ciudad del siglo XIII apenas podía alcanzar los treinta o setenta mil habitantes.[29]​ Todos estos lugares crecieron desde ser pequeños fuertes rodeados de poblaciones de unos pocos miles con los sasánidas hasta grandes urbes con los jorazmios gracias a la ruta de la seda.[30]
  4. También llamado Xin Yuan Shi, es una crónica oficial de la dinastía Yuan.

Referencias

  1. Historic Centre of Bukhara.
  2. a b Sverdrup, 2017, p. 152.
  3. a b Sverdrup, 2017, p. 151.
  4. Wustenfeld, 1866, pp. 441-442.
  5. Emin, 1984, pp. 8-10.
  6. Frye, 1997, pp. 28–32.
  7. Haug, 2019, p. 36.
  8. Haug, 2019, pp. 36-37.
  9. Frye, 1996, p. 10.
  10. Ouseley, 1800, p. 237.
  11. Haug, 2019, p. 37.
  12. De Goeje, 1870, pp. 325-326.
  13. De Goeje, 1893, p. 65.
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  15. Narshaji 16 (Frye, 1954, pp. 34-35).
  16. Narshaji 15 (Frye, 1954, pp. 33-34).
  17. Collins, 1994, p. 240.
  18. a b Mominov, 1969, p. 155.
  19. a b Chandler, 2013, p. 233.
  20. Roudik, 2007, p. 33.
  21. Barisitz, 2017, p. 81.
  22. Roudik, 2007, p. 34.
  23. Burlot, 1995, p. 87.
  24. Rante, 2022, p. 146.
  25. De la Vaissière, 2017, pp. 806-808.
  26. Ahmad, 2000, p. 217.
  27. Chandler, 2013, p. 60.
  28. Chandler, 2013, p. 311.
  29. Jalali, 2021, p. 191.
  30. a b Bulliet, 2015, p. 325.
  31. a b Starr, 2013, p. 236.
  32. Golden, 2009, pp. 12–15.
  33. a b Abazov, 2008, p. 43.
  34. Buniyatov, 2015, pp. 32–33.
  35. Biran, 2009, p. 47.
  36. Jackson, 2009, pp. 30-31.
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  38. a b May, 2016, pp. 60-61.
  39. Buniyatov, 2015, p. 114.
  40. a b Sverdrup, 2010, p. 113.
  41. Barthold, 1968, pp. 373–380.
  42. Golden, 2009, pp. 14-15.
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Bibliografía

Primaria

Los libros son citados en números romanos y capítulos y párrafos en números arábigos. Entre paréntesis se usaron los apellidos de los editores o traductores de las ediciones usadas para indicar las páginas.

Moderna