20[6][5]-40[2] muertos, algunos heridos, 30[6][5]-50 prisioneros, 10 cañones[2] (toda la artillería),[5] 30 municiones,[6][5] 6 granadas y algunas municiones[6]
Las tensiones entre centralistas de Santafé de Bogotá y federalistas de Tunja estallaron cuando estos últimos declararon la guerra al gobierno centralista de Antonio Nariño. En respuesta, el 26 de noviembre de 1812 Nariño salía con su ejército para tomar Tunja.[7] Sus tropas iban mandadas por el brigadier José Ramón de Leyva y su vanguardia por el coronel Bernardo Pardo del batallón Provincial. Ricaurte salió a confrontarlo con una columna federal desde Tunja y en Ventaquemada esperó a los refuerzos que Atanasio Girardot traía desde Samacá.[5]
A las 16:00 horas del 2 de diciembre ambas fuerzas chocaron y tras dos horas y media, los federales se impusieron gracias a su superioridad numérica. Leyva protegió la retirada de sus soldados hasta las 03:00 de la madrugada siguiente con tres piezas de artillería.[5] Al día siguiente Nariño vuelve con los supervivientes a Bogotá perseguido de cerca por sus enemigos.[7] Los federales solo tomaron rumbo a la capital el 10 de diciembre, una pérdida de tiempo que Nariño sabría aprovechar para la defensa.[5] Todo se decidirá en la batalla de San Victorino.
↑ abcdEncina, Francisco Antonio (1961). Bolívar y la independencia de la América española: Independencia de Nueva Granada y Venezuela (parte 1). Tomo III. Santiago: Nascimiento, pp. 115.
↑Thibaud, Clément (2003). Repúblicas en armas: los ejércitos bolivarianos en la Guerra de Independencia en Colombia y Venezuela. Bogotá; Lima: Planeta & Instituto Francés de Estudios Andinos, pp. 161. ISBN 9789584206145.
↑ abcdefghPardo Rueda, Rafael (2004). La historia de las guerras. Ediciones B, pp. 98. ISBN 9789589740552.
↑ abcdeRiaño, Camilo (1965). La independencia, 1810-1815. Parte 1 de Historia militar. Tomo XVIII de Historia extensa de Colombia. Ediciones Lerner, pp. 154.
↑ abRobledo, Beatriz Helena (2009). ¡Viva la Pola! Biografía de Policarpa Salabarrieta. Bogotá: Fundación Gilberto Alzate Avendaño, pp. 31. Ilustraciones de Olga Cuéllar. ISBN 9789588997148.