Diferencia entre revisiones de «Corrupción política»
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Revisión del 01:48 24 may 2010
En términos generales, la corrupción política es el mal uso público (gubernamental) del poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia. Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o transparencia de un Estado.
Todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, el pucherazo, el patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo y la impunidad. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el tráfico de drogas, el lavado de dinero y la prostitución ilegal; aunque no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes.
El concepto de corrupción difiere dependiendo del país o la jurisdicción. Lo cierto es que algunas prácticas políticas pueden ser legales en un lugar e ilegales en otros. En algunos países, la policía y los fiscales deben mantener la discreción sobre a quien arrestan y acusan, y la línea entre discreción y corrupción puede ser difícil de dibujar. En países con fuertes intereses de grupos políticos, las prácticas de corrupción se dan con más facilidad.
La corrupción política es una realidad mundial; su nivel de tolerancia o de combate evidencia la madurez política de cada país. Por esta misma razón existen entidades nacionales e internacionales, oficiales y privadas, con la misión de supervisar el nivel de corrupción administrativa internacional. La corrupción, contrariamente a lo que podría pensarse inicialmente, no es sólo responsabilidad del sector oficial, del Estado o del Gobierno de turno, sino que incluye muy especialmente al sector privado. En muchos países, como en los de Latinoamérica, dicho sector tiene una gran influencia estatal y por lo tanto el nivel de corrupción presente en esos países tiene mucho que ver con la manera en la que se comporta el sector privado en conjunto con los sistemas políticos.
Efectos en políticas, administración e instituciones
La corrupción plantea un serio desafío de cambio. La corrupción en elecciones y en los cuerpos legislativos aumenta la falta de credibilidad y distorsiona la capacidad de creación de nuevas normas; la corrupción en el poder judicial compromete al estado de derecho, y la corrupción en la administración pública da como resultado la disposición injusta de servicios. Otro problema es que para facilitar la Corrupción, es necesario establecer sistemas de Justicia que alienten la Impunidad, lo cual permite la Impunidad en otros crimenes distintos a la Corrupción, como el Libertinaje, el Narcotráfico, el Tráfico de Influencias, etc., lo cual afecta a la Sociedad.
Niveles de corrupción y transparencia
Uno de los organismos internacionales que monitoriza el nivel de corrupción y transparencia en 180 estados del mundo es Transparencia Internacional, con sede en Berlín, que presenta un informe anual de todos los países y les da una puntuación de 1,0 a 10. De acuerdo con el informe de 2008,[1] los países con el más alto nivel de transparencia del mundo y que ocupaban el primer puesto con una puntuación de 9,3 eran Dinamarca, Nueva Zelanda y Suecia. Por otro lado, los estados con el nivel de transparencia política más bajo del mundo y que ocupaban los puestos 178 a 180 eran Iraq, Birmania (ambos con 1,3 de calificación) y Somalia, con 1,0.
Posiciones en el mundo hispano
La siguiente es la tabla de posiciones de acuerdo al nivel de transparencia y corrupción publicado por Transparencia Internacional para el 2008 en los países de habla hispana:[1]
- 1. Chile (6,9) (23º del mundo)
- 1. Uruguay (6,9) (23º del mundo)
- 3. España (6,5) (28º del mundo)
- 4. Costa Rica (5,1) (47º del mundo)
- 5. Cuba (4,3) (65º del mundo)
- 6. El Salvador (3,9) (67º del mundo)
- 7. Colombia (3,8) (70º del mundo)
- 8. México (3,6) (72º del mundo)
- 8. Perú (3,6) (72º del mundo)
- 10. Panamá (3,4) (85º del mundo)
- 11. Guatemala (3,1) (96º del mundo)
- 12. Bolivia (3,0) (102º del mundo)
- 12. República Dominicana (3,0) (102º del mundo)
- 14. Argentina (2,9) (109º del mundo)
- 15. Honduras (2,6) (126º del mundo)
- 16. Nicaragua (2,5) (134º del mundo)
- 17. Paraguay (2,4) (138º del mundo)
- 18. Ecuador (2,0) (151º del mundo)
- 19. Venezuela (1,9) (158º del mundo)
Tabla mundial de índices de percepción de corrupción para 2008
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Referencias
- ↑ a b Tabla de índices de percepción de corrupción para 2008, enlace revisado el 26 de julio de 2009.
Véase también
Enlaces externos
- L. Cobb y M. González. 2007. Explicando la corrupción como un sistema de ciclos viciosos. Security and defense studies review, vol. 7, nº 1.