Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Microrrelato»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Revertidos los cambios de 212.183.230.10 a la última edición de Petitpiaf usando monobook-suite (spam)
Línea 40: Línea 40:
== Enlaces externos ==
== Enlaces externos ==


*[http://qualid.es/?id_pre=98 Ejemplos de microrrelatos]


*[http://oscarroman.com Microrrelatos de Óscar Román Alconada]


[[Categoría:Subgéneros narrativos]]
[[Categoría:Subgéneros narrativos]]

Revisión del 22:41 5 jun 2010

El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuento, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento, etcétera.

Historia del género

Textos escritos u orales de corta extensión aparecen a lo largo de todos los tiempos. Fábulas, adivinanzas, parábolas, epitafios, graffittis, etcétera. El microrrelato no es un fenómeno nuevo. Sienta sus bases en la Edad Media en los llamados bestiarios y más adelante es posible encontrarlo en las sentencias del Conde Lucanor, pero aún más atrás existen antecedentes en las parábolas de Jesús, vistas de forma individual, separada del texto, como estructuras narrativas completas y breves, exigencia de un microcuento. Lo que las convierte en microrelato es el lector, al individualizarlos.

Dado que el cuento, y especialmente el cuento fantástico, es en idioma español un género eminentemente rioplatense, el cuento breve es una especialización de ese género y el microrrelato su destilación máxima en autores que publican en Buenos Aires.

El microcuento nace en la Argentina en la década de los 1950 cuando con Bioy Casares, Jorge Luis Borges realiza la antología Narraciones Breves y extraordinarias, donde aparecen relatos de dos páginas hasta dos líneas. Más adelante en 60 Jorge Luis Borges escribe nuevas narraciones de microrrelatos en el libro El Hacedor, donde hay varios microrrelatos junto a poemas, Bioy en Guirnalda con amores y Julio Cortázar masificó el género con Historias de Cronopios y de Famas haciéndolo famoso en Europa.

En Estados Unidos se empieza en los años 70 y fuera del Río de la Plata en Latinoamérica se comienza a explorar con mayor intensidad a partir de la década del 80. Es, sin duda, reflejo de lo absurdo y lo fragmentario de la modernidad. Juan José Arreola, Marco Denevi y Monterroso crearon las condiciones para que el microrrelato irrumpiera con mayor fuerza.

Pedro de Miguel, en el diario El Mundo, de Madrid dice:

Pero es en la época moderna, al nacer el cuento como género literario, cuando el microrrelato se populariza en la literatura en español gracias a la concurrencia de dos fenómenos de distinta índole: la explosión de las vanguardias con su renovación expresiva y la proliferación de revistas que exigían textos breves ilustrados para llenar sus páginas culturales. Algunas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna son verdaderos cuentos de apenas una línea, y también Rubén Darío y Vicente Huidobro publicaron minicuentos desde diversas estéticas. Junto a estos autores, la crítica señala también al mexicano Julio Torri y al argentino Leopoldo Lugones como decisivos precursores del actual microrrelato.

En la segunda mitad del siglo XX, proliferan estos textos que David Lagmanovich llama "cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas [...] que ponen a prueba nuestras maneras rutinarias de leer". Se presenta como una auténtica propuesta literaria, al grado de que es raro el escritor que no lo haya intentado.

No es de extrañar entonces que los mecanismos de construcción del microcuento contemplen el quiebre de expectativas del lector que lo impele a seguir buscando el sentido, y no sólo esto, sino además otorgar el sentido al completar los significados que apenas se esbozan o se insinúan apoyados en otro de los mecanismos propios de su construcción, "el doble sentido", es decir, la posibilidad de que lo dicho signifique no sólo lo literal e incluso algunas veces en absoluto lo literal, sino otra cosa que el lector debe encontrar para completar la narración, siendo de este modo lector y autor al mismo tiempo.

Juan Armando Epple ha definido así este tipo de composiciones: "Lo que distingue a estos textos como relatos es la existencia de una situación narrativa única, formulada en un espacio imaginario y en su decurso temporal, aunque algunos elementos de esta tríada (acción, espacio, tiempo), estén simplemente sugeridos."

Para entender el microcuento no se necesitan referentes externos salvo aquellos de orden cultural que permiten otorgar sentido a algunas expresiones. Esta narración es por sobre todo concisa, es decir, breve y precisa y de una gran intensidad expresiva, pues es un verdadero extracto no en el sentido del resumen, sino en el sentido de "esencia", es decir, aquello que contiene lo más importante, lo central.

Principales características

La brevedad

No es falso asegurar que la brevedad, noción que también aplica al cuento, sea lo más común de este tipo de textos. Sin embargo, es una característica bastante subjetiva, ya que existen microrrelatos de varias páginas, decenas de palabras o incluso cuatro.

Los títulos son pertinentes, porque cumplen una indudable función de focalización. En algunos casos son imprescindibles para completar el sentido, por eso cuentan (importan) en el texto. Se entiende, eso sí, que contar el número de palabras es sólo una forma de ilustrar el concepto de brevedad.

Aun así, hay análisis que se centran en este método de contar palabras para la clasificación, y distinguen: "hiperbreve", "microrrelato", "cuento breve", "cuento", "novela breve" o "novela", etc.

La temática

Como otras obras literarias, los microcuentos abarcan las más diversas temáticas que van desde la ficción pura, la inclusión de otros discursos (políticos, sociales, etcétera), hasta el uso de la intertextualidad.

Cruce de géneros

La economía de palabras es notoria, pero a medida que el microrrelato se va haciendo popular, también la variedad de la forma va aumentando. Esto provoca la destrucción de los géneros, hasta el punto de que resulte imposible -e inútil- tratar de definirlo, distinguirlo o clasificarlo. Se postula entonces un género híbrido que con sus recursos estilísticos entremezcla narración, ensayo, poesía, etcétera.

Enlaces externos