*** El exfical destacó que este problema no solo es difícil de erradicar, sino que también es complicado de medir debido a su naturaleza perceptual.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
El exministro de Transparencia, Edmundo Orellana, aseguró que la corrupción en Honduras “ya es cultural”, algo que, según él, se refleja claramente en la reelección de diputados en el Congreso Nacional que han sido vinculados a actos ilícitos y sobornos.
Orellana señaló que, durante la administración del expresidente Juan Orlando Hernández, varios diputados del Congreso Nacional aceptaron sobornos provenientes de recursos del narcotráfico para influir en la elección de la Corte Suprema de Justicia, la Junta Directiva del Congreso y otros cargos de alto rango en el país.
“Los diputados que se dejaron sobornar con recursos del narcotráfico para elegir una Corte, para elegir una junta directiva del Congreso Nacional, y sin embargo, los relegimos. Ahí están en el Congreso Nacional”, afirmó Orellana. “Eso es el mejor indicador de que el problema de la corrupción ya es cultural”.
El exministro destacó que este problema no solo es difícil de erradicar, sino que también es complicado de medir debido a su naturaleza perceptual. “Es un asunto de percepción, lo que hacen es que lo valoran en función de lo que opinen algunos sectores importantes del país”, explicó Orellana.
Además, el exfiscal expresó su preocupación por el hecho de que, si se le preguntara sobre la situación en Honduras, él respondería que el país está dominado por la corrupción. “Con el simple hecho de haber reelecto estos diputados, es más que evidente que es un país que está dominado por la corrupción”, subrayó.
Orellana también consideró que todos los gobiernos hasta la fecha han fracasado en su lucha contra la corrupción. Según él, si se hubiera logrado algún éxito significativo, la cultura de la corrupción ya se habría eliminado.
El exministro argumentó que la corrupción está profundamente arraigada en la sociedad hondureña, señalando que los ciudadanos a menudo buscan “el atajo” en lugar de seguir el camino recto. “Es un asunto ya cultural”, afirmó.
Para combatir esta problemática, Orellana destacó la importancia de comenzar desde la niñez, recuperando los valores éticos en las escuelas. Según él, la educación es clave para erradicar la cultura de la corrupción.
Finalmente, Orellana advirtió sobre la vulnerabilidad de los jóvenes en el país, quienes, debido a la falta de cohesión familiar y la insuficiencia del sistema educativo, caen fácilmente en manos de las maras, lo que contribuye a la perpetuación de la criminalidad en Honduras. OB/Hondudiario
