Un ambiente psicosexual onírico, con una banda sonora industrial igual de fuerte que las mismas imágenes que nos muestran, componen esta pesadilla deshumanizada que será imposible no terminar perturbado.

No comprendo muy bien porqué esto tiene una puntuación tan baja; la historia no es lo sorprendente, pero cómo está todo grabado sí lo es. Ese monocromático que vuelve tan insípido el escenario y es que tenía que grabarse así porque ¿para qué colores si nada aquí es lindo?

La música es probablemente lo más característico de esta película, pues se trata de un sonido industrial acompañado en ocasiones de drone. Hay una ocasión en específico donde se escucha un power electronics que mejor no podía quedar.

Para que esto se llevara las cinco estrellas, para mí, le hizo falta un poco de diálogo; de hecho, los pocos que hay son precisos. Pero, yo diría, que unos cuantos comentarios psicóticos más, hubiesen encajado perfecto para desarrollar más ideas en nuestras cabezas de lo enfermizo que es The Bunny Game.