Super/Man: La historia de Christopher Reeve (2024) Documental

Un 10 de octubre de 2004 fallecía Christopher Reeve, a los 52 años, a causa de una hipotensión surgido a raíz de una sepsis ("es un síndrome de anormalidades fisiológicas, patológicas y bioquímicas, potencialmente mortal asociadas a una infección." Según Wikipedia). La vida de Reeve no fue la misma desde el 27 de mayo de 1995, fecha en la que sufrió un accidente en un concurso de equitación en Culpeper (Virginia) y su cuerpo quedó paralizado de cuello para abajo.

La vida de Reeve no se quedó ahí. Después del accidente apareció de nuevo a la luz pública en la 68ª ceremonia de entrega de los Oscar en marzo de 1996, realizó actividades para conseguir fondos y poder así investigar las células madre que le podrían ayudar a volver a caminar, prestó su nombre (y después, su esposa Dana también se sumó al de Christopher tras su fallecimiento por cáncer de pulmón un 6 de marzo de 2006) a una fundación para ello llamada 'The Christopher Reeve Foundation'. Sirvió aún con su accidente para ser un ejemplo de superación para su familia y gente que también sufriera de discapacidades iguales o similares a la suya.

Todo eso fue Christopher Reeve tras el accidente, pero este documental tampoco olvida quien fue Reeve antes del terrible suceso. Y Reeve pasó a la historia del cine como el primer actor que interpretó a Clark Kent/Superman en el cine en 1978 en 'Superman', y sus secuelas, además de otros proyectos como 'En algún lugar del tiempo' o 'El reportero de la calle 42'. El documental sabe hacer un balance entre la vida de Reeve como actor y como activista a través de testimonios de amigos y familiares (en el que hablan sus hijos y la ex-esposa de Reeve, Gae Exton, entre otros).

Ian Bonhôte y Peter Ettedgui dirigen y coescriben, junto a Otto Burnham, este repaso a su vida que sabe abarcar una imagen general de su vida en poco menos de dos horas mediante testimonios e imágenes y vídeos de archivo en el que se ve al fallecido actor y director en compañía de su familia y amigos y grabaciones caseras, dando una idea de quien era Christopher Reeve para los que no lo conociesen demasiado. Mediante un ágil montaje mezclando archivo, testimonios, imágenes hechas por ordenador y una banda sonora que acompaña eficazmente la narración se puede hacer un documental más que simplemente bueno.

No es un documental para personas sensibles, porque muchas cosas narradas no son agradables, mas creo que la figura del actor nacido en Nueva York un 25 de septiembre de 1952 no debería caer en el olvido y este filme servirá para que no sea así.

Superman fue mi ídolo de pequeño. Incluso me compré una botas de niño, con la "S" famosa. Para un niño, ver una película así, de un super héroe que volaba de fuerza infinita y que protegía el mundo de malvados y situaciones imposibles, era lo más impresionante e inolvidable visto en una pantalla.

Esa música. Todavía la escucho. Todavía la tengo grabada.

Seguí la trayectoria de Christopher Reeve desde entonces. Evidentemente, no llegó nunca a impresionarme tanto, y poco a poco, lo seguía solo de reojo.

Christopher era Superman. Solo Superman.

Cuando me enteré de su accidente, no podía creerlo. El hombre más fuerte del mundo que podía volar, ya no podría ni levantar una mosca en la vida real. Toda la vida en una silla de ruedas.

Posiblemente la historia más rocambolesca del destino, que se ha dado en la historia del cine.

Posteriormente lo vi en la gala de los Oscars, y seguí sus trabajos en la fundación.

Christopher Reeve dejó de ser Superman que volaba y tenia fuerza infinita para ser otro tipo de Superman.

El hombre que visibilizó la discapacidad como nadie lo ha hecho.

Su aparición en la gala de los Oscars, 10 meses después de su accidente, frente a 2000 millones de espectadores y frente a toda la gente guapa, sana y rica de Hollywood no se podrá pagar nunca por lo que aportó al mundo de la discapacidad.

Si Superman se visibiliza frente al mundo en una silla de ruedas, ¿Qué puede darme miedo a mi?, pensaron millones de personas con una discapacidad que se ocultaban en sus casas frente a la sociedad.

Impagable.

El documental es una maravilla porque es muy emotivo y porque cuenta la vida personal y profesional de Christopher con testimonios únicos de él, de sus hijos, amigos, con un montón de documentos históricos inaccesibles hasta la fecha. Muchos de estos documentos audiovisuales, de su época de Superman. El casting, el rodaje, su familia, la fama... Maravilloso.

La parte final del documental es la más emotiva por motivos obvios. Ni Christopher ni Dana, están ya.

La Fundación Dana y Christopher Reeve para financiar proyectos sobre la parálisis, recauda millones de dólares al año. Sus hijos, la gestionan ahora.

Un hombre único. Un hombre modelo. Un Superman de carne y hueso.

Una pieza única.