22 Críticas de los usuarios

Hay algo deliciosamente cruel en la idea de celebrar una fiesta de la alta sociedad mientras unos niñitos enfermos agonizan en la habitación de al lado. Hay algo deliciosamente cruel en torturar, física y psicológicamente, al modelo de infancia Kinder Sorpresa que representan los cuatro hermanos de la película, rubitas faces de anuncio publicitario sufriendo en el caserón de la abuela un poco por propio amor materno. Por supuesto, nos movemos entre líneas por los códigos del cuento (de terror) clásico, por lo que la credibilidad del asunto hay que dejarla en cuarentena (y creedme, en la primera media hora es una tarea muyyyy complicada). Masoquismo y cursilería no terminan de rimar en la primera mitad, pero cuando se va descubriendo el pastel (envenenado) la historia toma tintes oscurísimos que compensan el esfuerzo invertido.

Es una lástima que al frente del proyecto esté la mano más bien impersonal y anodina de Jeffrey Bloom, porque uno imagina este guión desarrollado por, por ejemplo, Tim Burton y se le hace la boca agua. En efecto, la negrura (inmensa) de fondo no casa bien con la claridad y concreción de la forma. Un cuento gótico necesita igualmente de una expresividad gótica para funcionar a pleno pulmón. Entre esto y la escasa definición de ciertos comportamientos (que acercan a la película al peligroso terreno de la comedia involuntaria), Flores en el ático no termina de entusiasmar. Pero merece la pena. ¿Un motivo? Contiene el villano más jodidamente perverso que ha presidido jamás una obra cinematográfica. Y no, no es el que uno imagina en un principio...

Lo mejor: no teme ser demasiado cruel.
Lo peor: yo le hubiera cambiado el final (y quizás añadido alguna explicación pertinente).

Basada en un Best Seller de V.C Andrews que comocionó a toda una generación allá a finales de los setenta, se decidió adaptarlo a la gran pantalla en 1987, en primera instancia Wes Craven iba a ser el encargado de dirigirla, pero debido a problemas entre el y el productor Charles Shyer se decidió contratar a Jeffrey Bloom cuyo talento en mi opinión quedó mas que demostrado, (4 años más tarde Wes se vengaría estrenando El Sotano del Miedo, un film que tiene mas de una semejanza con el que nos ocupa)
Para los que se hayan leido el libro puedo llegar a entender que el filme supusiera una decepción (el libro es mucho mas cruel y lo que la pelicula deja entreveer en le libro lo explíca de manera explícita) nunca me ha gustado comparar entre libros y películas ya que són medios muy diferentes y seamos sinceros a veces es muy complicado plasmar en una película todo lo que se difunde y se lee es un libro.
Él filme cumple a la perfeción con lo que promete (pasar un mal rato) todo ello debido entre otras cosas a una banda sonora a destacar compuesta por Cristopher Young y unas actuaciónes memorables de la talla de Louise Fletcher ( ganadora del oscar en 1975 por Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco) haciendo de abuela malvada y Victoria Tennant interpratando a la madre (una actriz que a mi personalmente me encanta y que es una pena que haya hecho tan poco cine) sin olvidarnos de una jovencita Kristy Swanson que un año antes había actuado en Amiga Mortal de Wes Craven.

Muchas veces la gente tiene disyuntivas entre "a mi me gusta más el libro" o "a mí me gusta más la película". Bueno, yo no he leído el libro, pero puedo asegurar que me gusta más que la peli (seguro!).
La verdad es que me puse la peli con cierta expectativa de que pudiera resultar atractiva, teniendo en cuenta que el argumento tiene material para que así fuese... pero no.
Hay veces que cuando estoy viendo una peli que no me atrae excesivamente pienso en cómo la habría hecho yo: "esto lo habría hecho así en vez de así", "este plano lo habría hecho así", "aquí habría puesto una iluminación así"... bueno, pues no se cómo habría hecho esta peli, pero sí se cómo NO la habría hecho: tal y como es:
- actuaciones escalofriantes, sí, pero por su necedad: exceptuando a la malvada abuela, que es la única que se salva, el resto me parecen infumables;
- un doblaje ñoño que no ayuda en nada a conseguir la atmósfera deseada;
- un estilo técnico en la dirección completamente aséptico que tampoco acompaña a generar tensión ni nada parecido;
- un maquillaje cutrón que a veces da risa.
Lo único que a mi parecer se salva es la iluminación, que en ciertos momentos me resulta hasta sublime, y la banda sonora, que está a un nivel superior que el resto de elementos de la película. A todo lo demás le doy un 2, porque no lo veo ni siquiera "flojo", lo veo "malo".
Conclusión: una peli con aspiraciones pero que se queda en un telefilme de aquellos que veíamos a principios de los 90 en las sobremesas de Antena 3. Sólamente deberías verla para comprobar cómo dilapidar un buen presupuesto haciendo una cacafuti del tamaño de una casa.

Primero dejar claro que esta película es un drama, no tiene absolutamente nada de terror, nada de intriga y no se puede decir que sea una película de adolescentes. Me recuerda inevitablemente a todas las películas que se emiten en Antena 3 los fines de semana a las cuatro de la tarde, tanto por la historia como por los aspectos técnicos (casi parece una tv movie).

Nos cuenta la historia de una familia muy feliz en la que repentinamente muere el padre y a la madre no le queda otra que llevar a sus cuatro hijos a la casa de los abuelos, donde la abuela es mala hasta decir basta y el abuelo es un moribundo. Lo que resulta sorprendente es la cantidad de situaciones ilógicas en una historia que imagino pretende ser creible, como que la madre es una interesada, todos lo saben y aun así parece que a nadie le importa, y diversas escenas de los hijos, por no hablar ya del aburdo final... Si algo bueno se puede decir es que es capaz de transmitir crudeza y provocar sensación de odio hacia la abuela y aversión por la madre.

Por lo visto está basado en el primer libro de una saga a cargo de V.C. Andrews que goza de buena fama, imagino que no continuaron con las películas debido al escaso éxito de esta.

Reconozco que no sabía nada de la existencia de esta película ni del libro en que se inspira hasta hace bastante poco, cuando leyendo algunas críticas en FILMAFFINITY me topé con las de este film. Enseguida me llamó la atención, pese a no tener una gran valoración y que casi todas rechazaban su final. Después de verla, con un nudo en el estómago y con mucha rabia contenida, apoyo ese rechazo a su conclusión, ya que el eje del mal se merecía un castigo mucho más severo. Y si ya tenía muchas ganas de leer el libro (o libros, tengo sabido que hacen un total de cuatro), muchas más ganas me han entrado al saber que se han comido bastantes cosas y que el final lo han cambiado completamente. No obstante, la recomiendo como ejercicio de humildad (maldito dinero que corroe a las personas) y de conciencia (quien maltrata a un niño, jamás podrá obtener el perdón).

Pocos años antes de la regeneración del suspense o “thriller” por parte de “La mano que mece la cuna”, el género no ofrecía ni mucha cantidad ni una excesiva calidad en sus títulos. Lejos quedaba la época gloriosa de Alfred Hitchcock.
En ese periodo en tierra de nadie, esta fue una de las primeras películas de ese estilo que pude ver en mi niñez.
El argumento es sencillísimo, y habiéndola vuelto a ver treinta años después de su estreno, lo cierto es que la película parece muy inocente y sabe a poco, pudiendo llegar a parecer incluso mediocre, con los ojos de hoy en día.
Pero el factor nostalgia de los ochenta que mitifica los recuerdos. Además, cuando la vi todavía no tenía mucho bagaje cinéfilo, así que el film me pareció una intriga muy atractiva, en su momento.
Y aunque los años no perdonan, el buen recuerdo hace que la vaya a salvar de la quema.
Objetivamente, hay que reconocer que la ambientación está más cerca de un telefilm basado en alguna obra de Agatha Christie que de una película con presupuesto.
Aun siendo de 1987, la estética es un poco anacrónica. Las ropas y decorados dan la sensación de que se desarrolle en un tiempo anterior, supongo que más bien en los años en los que se ambiente la novela en la que se basa.
Si la valoramos desde la actualidad, no puede salir muy bien parada, básicamente porque después de haber visto muchísimos “thrillers”, se queda a medio gas, pues no cuenta con ninguna gran secuencia impactante ni ningún golpe de efecto excesivamente emocionante, cosa que sí era así en su día.
El personaje más llamativo es el de la abuela, esa pérfida bruja que se lo hace pasar tan mal a estos chicos. Aun así, esta mala parece de chiste comparada con otras psicópatas “carceleras” del cine, como por ejemplo Annie Wilkes, de “Misery”.
Los niños no lo hacen muy mal, pero sus actuaciones se echan un poco a perder por ese maquillaje de palidez en el rostro, que es muy poco realista.
En cuanto a la banda sonora, con esa vocalización femenina, no encaja demasiado bien con una historia que en el fondo no es de demasiado terror.
Pues lo dicho, por mucho que la disfrutara en su día, la película no es nada del otro mundo. Es una intriga con muy poco gas que podría haber estado muchísimo mejor si le hubieran sacado más partido a la casa, a la situación, a los personajes y a la villana. El tiempo no pasa en balde para algunas películas como esta.
Eso sí, es tan corta que tampoco da tiempo a que uno se aburra viéndola.

V. C. Andrews tiene un halo chirriantemente malsano en sus novelas. Su saga basada en la disfuncional familia Dollanganger narra un infierno de infelicidad, crimen (llegando al filicidio y matricidio), incesto y psicosis que pone los pelos de punta. Yo sólo leí el tercer libro, "Si hubiera espinas", pero ya conocía lo suficiente de los anteriores como para estar familiarizada con la trama. Lo cierto es que no me apeteció leer ninguno de los otros.
El thriller "Flores en el ático" lo vi con unos doce años, antes de conocer las novelas de Andrews. El contraste entre esos cuatro hermanos confinados y abandonados en una lúgubre habitación en la siniestra casa de su abuela, y mi vida de niña feliz y querida, no podía ser más grande. No hubiera podido imaginarme una madre y una abuela más diferentes de las que me han tocado en suerte. Los monstruos que salen aquí afortunadamente están a años luz de mi realidad.
Y pensar que existe gente así...

Al enviudar, una mujer se muda con sus cuatro hijos a la mansión de sus padres. Mientras aguarda el momento de heredar la fortuna paterna, su rígida madre mantiene a los niños encerrados en el ático.

Drama que adapta un best-seller de Virginia C. Andrews al estilo de cuento de terror clásico, presidido por la siniestra presencia de Louise Fletcher en el papel de la abuela. Aunque supone un film de interés, el realizador Jeffrey Bloom no consigue trascender sus resabios televisivos, amén de variar negativamente el desenlace de la novela. Más de dos décadas después, se rodó una versión para la pequeña pantalla.



"Dejamos atrás nuestro pasado, pero nunca pudimos olvidar a mamá, a la abuela y aquel ático."

Qué recuerdos me trae esta película de años de infancia. Reconozco que aún pasados casi treinta años, tiene su punto de canguelo. La abuela se las trae en lata. Y es comprensible que haya perdido con los años a los ojos de un tipo de 43 años.

La trama comienza como me gusta, hablando uno de los protagonistas con voz en off y a raíz de ahí se nos presenta la típica historia de la familia feliz que es happy happy para los de la LOGSE y de repente el suceso imprevisto, (según para quién porque estaba cantado), obliga al resto de la familia a tener que bajar la cabeza, hacer las maletas y volver a la casa de los abuelos a obtener el perdón y el dinero.

Parece algo muy sencillo y soso la llegada a la mansión y hasta dudé que me hiciera sentir incómodo, craso error, cuando la abuela comienza a actuar y a hacer de las suyas, se convierte en la auténtica protagonista, lástima que vaya perdiendo peso a medida que avanza la historia. A medida que la abuela pierde peso, lo gana su madre, quien tiene un comportamiento cada vez más alejado de sus cuatro hijos, a quienes mantienen encerrados cual cárcel en el ático de la mansión. Sin coger aire, sin salir a la calle, ni tan siquiera pueden salir de la habitación, lo que llevará a los hermanos mayores a tomar cartas en el asunto a tenor de los acontecimientos dramáticos que se les irán presentando.

En mi opinión el desenlace es muy esperado, poco sorprendente y menos creíble, a la vez que muy frío para cerrar la historia.

Esta adaptación no es que sea mala, porque no lo es pero buena tampoco. El material que tenia en manos este director era buenísimo. Con tantos misterios, dramas y demás podía haber jugado más con las herramientas, haber explotado la figura de la abuela entre otras cosas.

Voy a tener que aludir a Hitchcock, pero incluso siendo un drama tirando a otra cosa, tenia mucha parte de suspense, pues que encierren a los 4 hijos en una habitación, pues que quieres que te diga. Podrían haber jugado con uno de los enemigos que es la mansión, hacerla tétrica, fría.

Resultado plano del film, que de haber caído en otras manos podría haber sido algo muy bueno.

No he leído el best-seller en que se basa esta película ni sabía nada de su argumento. Con tan pocas referencias, no esperaba que el tema que tratara fuera el que trata, y eso al menos ha sido una sorpresa. La literatura está llena de madrastras malas (ya parecen palabras casi sinónimas), pero el retrato de una madre que hace esta película, no lo había visto nunca. Incluso señalaría como virtud adicional (y hay pocas más) la forma en la que está planteado (y con ello paso al spoiler)...

"Flores en el ático" se presenta en un formato televisivo de sesión de tarde, que dentro de un estilo bastante típico, hace que el espectador se enganche a la historia y muestre cierto interés en ver como finalizará.
El guión es una adaptación del primer libro (el cual tiene el mismo título) de una saga de bastante éxito escrito por V.C. Andrews.
La manera en la que se desarrolla la historia es interesante, pero ciertamente es bastante floja cumpliendo correctamente con las películas de sobremesa de fin de semana. No obstante, el espectador sufre con unos personajes que están divididos en dos grupos bastante marcados; los torturadores y los torturados.
Las interpretaciones no son de una calidad impresionante, ya que en ciertos momentos se nota cierta sobreactuación haciendo que la interpretación resulte un poco falsa.
Además, la música que guía toda la película es bastante pobre y predecible. Típica música de cine B; estilo que se usa mucho en este tipo de formato.
Aun así, vuelvo a repetir, la película engancha y hace que el espectador aguante hasta el final esperando la resolución de la historia, y saber si el tiempo colocará a cada personaje en su lugar.

Hay que ser una persona sin sentimientos para encerrar a unos niños en una habitación bajo llave hasta su muerte. No te digo nada si ya son familiares tuyos y si encima tienes la poca humanidad de envenenar a tus hijos es que eres cruel a más no poder.

Unos crios que malviven en una ático y unas habitaciones como si habitaran en un zulo. La vi hace unos días por primera vez y todavia estoy con la piel de gallina al recordarla. Ver como a los niños se les blanquea la piel, le salen llagas y tienen que crear hierba de papel por que no le dejan jugar en el enorme jardín de la mansión.

Unos hijos denostados por una abuela que no duda en tratarlos como a perros bajo una dudosa moralidad basada en la Biblia. Gente que no duda en dejar morir a la sangre de tu sangre por no ser del todo pura..Segun ellos, claro.

Ahora que estoy escribiendo la crítica me acuerdo de aquella noticia del Monstruo de Amsteten....Podría este demente haberse inspirado en esta pelicula? Lo más sorprendente de todo es la esperanza de los niños en salir algun día; creen las falsas esperanzas que les da su madre que en un primer momento parece quererles. Una madre que sólo piensa en ella. Que no duda en decir NO cuando ve que su hijo pequeño necesita ser visto por un médico.

En un primer momento la película puede resultar ñoña, incluso , absurda. Pero los acontecimientos. El asombroso papel de despiadada abuela (Louise Fletcher) invierten la tendencia por completo convirtiéndola en una película dura de ver.

Curiosa la relación entre los dos hermanos mayores. Un hombre y una mujer que a pesar de ser hermanos al no ver otro especimen del sexo opuesto y estar en la edad donde más deseo sexual se tiene, pudieron, para crear más morbo y crueldad; haber mantenido relaciones. Cosa que llegó a creer la anciana en un momento de la película. No he leído el libro o libros (He leído que hay un total de cuatro) no sé si esta faceta la explota el libro, pero hubiese sido buena. El encierro enferma a las personas y al fin y al cabo vienen todos de una familia no muy cabal. Personalmente, en la escena en la que él le frota la espalda a su hermana en la ducha imaginé que sucedería. El film es bueno. El libro por lo que he oído es escándalosamente explícito y más duro.

Segun he podido leer después de escribir esta crítica uno que escribió otra y dice haber leído el libro comenta que se llevaron a cabo relaciones de incesto entre los hermamos mayores. Él dice no gustarle haberlo leído. Yo escribo; pasando por el hecho consabido de que es una atrocidad, que resulta interesante para el argumento y así como se escribió en el libro debió de salir en el film... Ya me imaginaba a mí la rareza de que no sucediera.

Es, sobretodo, una buena historia, original, tenebrosa, inquietante y morbosa y está bien plasmada en la pantalla, aceptablemente interpretada y por tanto podemos hablar de una buena película. Sin embargo, al verla, he tenido todo el tiempo la sensación de qué algo más iba a suceder. Algo que no ha terminado por ocurrir. Creo sinceramente que podría haber sido mejor que se le podría haber sacado más fruto a un excelente guión de la novela de V.C. Andrews.

Interesante y tensa versión cinematográfica de una de las novelas más famosas de la escritora V.C Andrews sobre una familia quebrada por la muerte del padre, y obligada a vivir en el incierto infortunio que supone estar encerrada en las cuatro paredes de una mansión. Los hijos Cathy (Kristy Swanson), Chris (Jeb Stuart Adams), Cory (Ben Ryan Ganger) y Carrie (Lindsay Parker) se verán despojados de su madre (Victoria Tennant) una vez encerrados bajo llave en un rincón de la mansión. Bajo la terrible tutela de una abuela (Louise Fletcher) vivirán la terrible agonía que les ha supuesto vivir como fruto de un pecado inconcebible por parte de la familia de la madre.

Con un cuidadoso planteamiento y unos personajes psicológicamente bien trazados (la involución de la madre protagonizada por Victoria Tennant a los pies de su tiránica madre, notable Louise Fletcher), los jóvenes protagonistas (especialmente los adolescentes bajo el rol de Krsity Swanson y Jeb Stuart Adams) intentarán sobrevivir al fin de su inocencia cuidando de sus hermanos pequeños en el descuidado ático que da título a la película, mientras que su madre, aislada, intentará recuperar una herencia que perdió.

Una buen melodrama gótico que se deja ver, dirigido por Jeffrey Bloom, poco conocido aunque para los amantes del fantástico de serie B lo verán acreditado en la realización de la terrorífica cinta de segunda “Playa Sangrienta” (Blood Beach, 1980).

Fallida adaptación del famoso best seller de la escritora V.C. Andrews, que narra la oscura historia de una madre dispuesta a todo por conseguir la ansiada herencia de su padre.

La estética recuerda mucho a la de un telefilm y eso la perjudica bastante, pero el principal fallo que le encuentro es el escaso desarrollo de los personajes que se traduce en una pérdida de credibilidad irreparable. No me creo la maldad de la abuela encarnada por Louise Fletcher, no es que lo haga mal porque es un papel que le viene como anillo al dedo después de su merecido óscar en Alguien voló sobre el nido del cuco, pero el excesivo rigor de su carácter y su conducta exagerada ralla lo caricaturesco. Tampoco es verosímil que la madre se desentienda con tanta facilidad de sus cuatro hijos persuadida por la abuela y los abandone a su suerte en el ático. Cuesta creer también la complicidad de los trabajadores de la casa, en especial la del mayordomo, para ocultar los maquiavélicos planes de la abuela y la madre. El resultado es una película entretenida pero que no sabe aprovechar todo el potencial que tiene la historia.

"Flores en el ático" se podría llamar también "Cómo ser idiota y no morir en el intento".
La trama es sencilla, una rubicunda familia de bote se ve destrozada por la repentina muerte del querido y cariñoso padre, que muere de manera desconocida.
La madre que hasta el momento había ejercido de mujer florero, no está dispuesta a fregar portales y estropearse las uñas, por lo que decide marchar con sus cuatro hijos, dos de cada sexo, a la chocita donde viven sus padres, los abuelos de los niños, que hace diecisiete años que no pisa.
Los pusilánimes niños de edades mentales similares, están gravemente afectados por el exceso de tinte, por lo que no coordinan debidamente y sus reacciones son complejas y de estudio.
Lo que pasa es que la casa de los abuelos es un purgatorio, la abuela es más mala que la peste y el abuelo está a punto de palmarla, cosa que la rubia madre está deseando que pase para quedarse con todas las pelas. Esta es la trama inicial.
Técnicamente, este pseudofilm tuvo un presupuesto reducido, todo se lo llevaban los tintes de los críos, y a recursos limitados, imaginación al poder. Polvos de talco para imitar una palidez, pelucas si te han cortado el pelo y si te han azotado, te pones un apósito ajustado en la espalda con las heridas pintadas ...
Si consigues verla hasta el final, mi más sincera enhorabuena, pero aseguro que no vale la pena.

Mi relación con esta obra, y al contrario que les pasa a muchos de por aquí, empieza precisamente con esta versión cinematográfica, que fue la que me hizo interesarme por la novela. Algo que, seguramente, hace que tienda a ser más generoso en la valoración que aquellos que se sintieron decepcionados con la adaptación tras haber leído el libro

El caso es que me topé con esta película por vez primera hace como diez años y por casualidad, en un pase televisivo y con la desgana pachanguera de quien espera la mierda de siempre: por eso siempre recordaré con cariño la cara que se me quedó cuando lo que parecía iba a ser un cutre melodrama familiar de sobremesa se convirtió ante mis ojos en uno de los cuentos góticos más inspirados, bestias y “hardcore” que había visto hasta entonces. Y, reconociendo que dista mucho de ser una obra maestra, tengo que decir que la he disfrutado como un enano cada vez que la he revisitado.

Será por eso que no acabo de entender (o entiendo demasiado) muchas de las “críticas” que se le hacen. Sobre todo, porque gran parte de ellas se basan en puras fobias y carecen de la más mínima objetividad. Me explico: no la suspenden porque la dirección les parezca calamitosa, el montaje una mierda, la iluminación amateur o la música un bluf; lo hacen porque no se creen la historia y les parece cursi y exagerada. Y, digo yo: ¿qué tendrá que ver el culo con las témporas?

Sorpresa: yo tampoco me creo Superman y no por eso la suspendo. Y es que a uno podrá gustarle más, o menos la historia (que, efectivamente, es irregular, bastante cursi y muy, pero que muy efectista: como todo cuento gótico), pero tampoco vamos a castigar una adaptación por trasladar fielmente los defectos (o virtudes) del original. ¿O así de tontos estamos?

Seamos serios, señores: los aspectos técnicos son más o menos correctos, la atmosfera es absolutamente sensacional y sólo las interpretaciones (en especial, la de “las flores”) desmerecen un poco el conjunto… Y eso en mucho menor grado de lo que algunos creen.
Porque, y esa es otra, habrá que explicarle al amigo Gregorini que la “ñoñería” que el detecta en los personajes no se debe tanto a la “necedad” de los actores sino a que los personajes están escritos así. En todo caso, un par de malos actores no hacen que una película dignamente dirigida, mejor ambientada y con una semejante trama merezca el suspenso: a los que tan alegremente la han suspendido me dan ganas de hacerles tragar en plan “La Naranja Mecánica” algunas de las que yo tengo valoradas con doses y treses: ya verás lo pronto que se les quitaban gilipolleces…

Y luego, por supuesto, está lo mejor de la película con diferencia. Algo que contribuye decisivamente a vestir a este gran cuento siniestro y melancólico y que, para que engañarnos, le viene muy grande al film: la maravillosa banda sonora que se saca Christopher Young de la manga. Seguramente, y con la de “The Gift”, lo mejor que ha compuesto.

Respecto a las comparaciones con la novela, tengo que decir que sí; es cierto que, sin separarse mucho de la trama original, hace algunos cambios. Pero, a mi entender, y en general, son cambios necesarios que no traicionan el espíritu de la historia. De hecho, Bloom se inventa escenas tan geniales e impagables como la de las tumbas o la de la bailarina, que no están en la novela pero que valen su peso en Oro. Por otro lado, sabe tratar el tema de incesto de un modo que resulta bastante elegante. Y eso por no hablar del final, que sé que a muchos les cabrea, pero que mí me encanta. Al fin de cuentas, el final de la novela resulta demasiado pesimista y amargo para mi gusto. Y este, por lo menos, te da alguna satisfacción.

En definitiva, una película mejorable, pero, pese a todo, razonablemente digna; que sabe cumplir tanto como film en sí mismo como adaptación. Recomiendo a todo amante de los cuentos de hadas perversos y de los finales descarnados que le echen un vistazo. No se arrepentirán.

La verdad es que las películas de los años 80 son mi debilidad, y `Flores en el ático´ basada en la novela de Virginia C. Andrews, es un claro ejemplo de ello. El caso es que a mi esta peli me gusta por lo bien hecha que está, llegando a ser claramente de mis favoritas de esa decada, destacando la banda sonora, que es bastante buena (como la mayoria de los films de esa época)

Resumiendo, una gran película.
El film es excelente, pero estoy deseando leerme la novela, que según dicen, es todo un best-seller, así que no me la pienso perder.

"Flores en el Ático" (1987) es hasta la fecha, la única adaptación cinematográfica de la novela. Es algo realmente curioso que una novela de la envergadura, trascendencia y calidad de V.C. Andrews no cuente con más adaptaciones, (está pendiente una nueva versión para T.V. con Heather Graham y Ellen Burstyn)

Yo conocí la fascinante novela a partir de la película, allá por los 90' y me quedé pasmado por la historia. Muchisimos años después logré dar con la novela original y la devoré con el mismo ansia, desesperación y codicia que destilaban sus páginas. Y cuando me la terminé, decidí revisitar la adaptación de Jeffrey Bloom:

Ni la película es tan mala como dicen, (yo diría justamente lo contrario) ni por supuesto está a la altura de la novela. Pero lo que si logran tanto su director, como Christopher Young es captar la atmósfera gótica y lúgubre de la novela. Su aire televisivo y de los 80' ayudan a darle un aire extraño y diferente. Algo que la novela es en si misma: una amalgama de géneros que van desde el misterio, el suspense, el terror (muy contenido pero eficaz) el drama hasta el incesto.

El final es atropellado y una especie de epílogo para toda la saga, (sólo merece la pena "Jardín sobrio" el resto no es más que novela barata) contando con cameo de la propia V.C. Andrews.

Bien es cierto que la película es muy difusa en lo que se refiere a la relación entre Cathy y Chris, (los hermanos mayores que deben de cuidar de sus hermanos pequeños) y no menos cierto es que Victoria Tennant no se acerca ni de lejos al personaje del libro. Pero por contra contamos con Louise Fletcher que logra dar miedo de verdad con su aire ultrareligioso y opresor. Kristy Swanson y Jeb Stuart lo hacen bastante bien, sólo falla lo más obvio: la censura.

Pero vuelvo a mencionar que no es un libro fácil de llevar a la pantalla, su atmósfera opresiva y el tema del incesto es lo suficientemente truculento como para que las mentes moralistas de Hollywood no aprueben ni a la de tres un guión fiel a la novela. Dando como resultado una película interesante pero un mero drama más. Cuando la novela jugaba con maestría con toques de erotismo, terror y lo prohibido.

Mención especial para la localización de la mansión: Castle Hill en Boston condado de Ipswitch, Massachusetts. Lugar donde también se rodó la genial "Las Brujas de Ipswitch" y que capta sobremanera la esencia original del libro.
Y por supuesto, la banda sonora de Christopher Young y su tema "Flowers In The Attic" nos adentra en una historia de sueños, pesadillas, inocencia y perversión.