Shameless (2011) Serie

En realidad, mucho más que eso. Shameless tendría poco que ver con el “Sinvergüenza” desenfadado de la acepción española más manida. El Shameless de esta serie nos habla más de la falta de lástima, de la falta de pena, de la falta de vergüenza a la que te lleva una vida precaria, difícil, en la que, Fiona, la heroína de la historia, no esta dispuesta a prescindir de la alegría, de la fraternidad, de la amistad, del sexo y del amor.

Narra las peculiares vidas de los miembros de la disfuncional familia Gallagher, un verdadero rebaño abandonado, que sobrevive a base de ingenio y tolerancia en un barrio obrero a la afueras del frio Chicago.

No es fácil hablar de esta historia coral sin desvelar el trasfondo de sus personajes, que por otro lado se desvelan ya en buena parte en el primer episodio, pero el dibujo es complejo y está tan bien perfilado que sería una temeridad por mi parte siquiera apuntar en ese sentido.

Ha habido series y películas que han abordado historias de familias poco comunes. Nada que ver. Leo que es el remake americano de una serie inglesa del mismo nombre y de la que copia casi todo. No sé cómo será la original. La copia es maravillosa.

Todo lo que un censor podría cortar, es aquí motivo de broma y de reflexión adulta en proporción dispar. Todo lo que oculta el que lo hace, aquí se aborda con practicidad torera.

Las interpretaciones de cada uno de los hermanos, del patriarca shameless ( desde Fargo, no tenía Macy un papel tan rico), de los complementarios vecinos y de Fiona (una Emma Kenney luminosa y en estado de gracia) merecen por si mismas que no se considere a la serie como un mero remake.

Vedla. Transgredir no es difícil. Provocar tampoco es de medalla. Pero cuando la valentía de dar un paso adelante está respaldada por saber hacer, la cosa cambia. Hay mucho talento y mucha profesionalidad en este “pasada” de serie.

Los títulos de crédito en el baño, geniales.

Por Frank, el padre más alcohólico, drogadicto e irresponsable que jamás existió, capaz de hacer CUALQUIER COSA con tal de salirse con la suya.

Por Fiona, la hermana más responsable que jamás hubo, la antítesis de Frank, su contrapunto perfecto, la que hace que todo funcione y las cosas vayan según lo previsto (más o menos).

Por Lip, el vándalo adolescente más inteligente de los suburbios de Chicago, capaz de piratear cualquier objeto para conseguir lo que necesite, y el más cínico e irónico de la familia.

Por Ian, el gay más adorable de la historia de la televisión, que se pone macarra y gallito sólo si es necesario, y es capaz de cubrir a su mejor amiga en todo momento, siempre y cuando ella lo pida.

Por Carl, el niño más sádico y violento jamás imaginado, todo un alivio que él esté cerca cuando algún Gallagher se encuentra en problemas.

Por Debbie, la única de la familia que defiende a Frank, y casi la única que le comprende realmente, debido a su gran personalidad.

Por Liam, que todavía está creciendo, pero ya nos ha deparado grandes momentos, y algunos brutalmente emocionales.

Por Monica, la madre ausente, que nunca está pero siempre se la recuerda, y que siempre que aparece es un auténtico huracán.

Y también:

Por Sheila, el ama de casa con agorafobia más encantadora posible, siempre cocinando cosas nuevas y complaciendo a sus conocidos y amigos de la forma más agradable.

Por Karen, la mayor zorra de todo Chicago, ninfómana como ella sola, una auténtica hija de puta, con una carita de ángel resplandeciente y luminosa que oculta sus intenciones casi siempre.

Por Jody, que es sencillamente... Sorprendente. Inesperado. Rocambolesco. Brillante, es un personaje completamente brillante.

Por Kevin, el mejor barman de todo Chicago, que posee una polla mágica y tiene ciertos problemillas de dislexia.

Por Vero, la mejor amiga de Fiona, y a su vez el soporte de esta, el único apoyo que nunca le falla, y que es capaz de convencer a su madre y a su esposo de hacer lo innombrable.

Y además:

Por Jimmy/Steve, que a pesar de sus múltiples y variados problemas con la ley y con la mafia, siempre sabe cómo salir de cualquier entuerto... desapareciendo.

Por Mandy Milkovich, la mejor amiga posible de un gay, y la mejor novia posible para cualquiera, capaz de hacer LO QUE SEA por su chico.

Por Mickey Milkovich, cuya evoución a lo largo de la serie es bestial, sin duda, el personaje que más cambia, aún siendo fiel a su estilo de macarrilla barriobajero.

Por Terry Milkovich, peor padre aún si cabe que Frank, batiendo recórds de ingreso en la cárcel, ostentando en su palmarés más de 50 detenciones.

Y no me quiero olvidar tampoco de grandes secundarios como el padre de Karen, o de personajes como los colegas del bar que frecuenta Frank, el Alibai, donde encontramos personajes tan reales y auténticos a la par que sinceros como son Tommy y Gustavo, enormes los dos.

Por todos ellos, absolutamente TODOS, merece la pena ver esta grandísima y deslumbrante serie, posiblemente la mejor mezcla de comedia y drama que jamás se ha hecho junto con Six Feet Under.

En resumen, COJONUDA.