El mal no existe (2023)

El mal no existe
111 min.
6,4
2.790
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Trailer oficial HD (ESPAÑOL)
Ver 5 más
Sinopsis
Takumi y su hija, Hana, viven en un pueblo cercano a Tokyo. Su vida se verá profundamente afectada cuando descubren que cerca de su casa se va a construir un glamouroso camping para que los habitantes de la ciudad hagan escapadas cómodas a la naturaleza. Cuando dos representantes de una empresa de Tokio llegan al pueblo para celebrar una reunión, queda claro que el proyecto tendrá un impacto negativo en el suministro de agua local y provocará problemas. Las intenciones de la agencia ponen en peligro tanto el equilibrio ecológico de la meseta como su forma de vida, con consecuencias que afectan profundamente la vida de Takumi. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Naturaleza Vida rural
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Japón Japón
Título original:
Aku Wa Sonzai Shinai (Evil Does Not Exist)
Duración
111 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2023: Festival de Venecia: Gran Premio del Jurado. 2 nominaciones
2024: Asociación de Críticos de Los Ángeles (LAFCA): Nominada a Mejor banda sonora.
2024: Premios Gotham: Nominada a Mejor guion.
2024: Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a Mejor película extranjera.
New
Te pueden interesar si te gustó:
El mal no existe
8
Crítica de El mal no existe por Cinemagavia
*El ser humano y la naturaleza

En El mal no existe hay una importancia monumental en la relación de los habitantes del pueblo con su entorno. La naturaleza y su fauna son un universo que la población respeta, manteniendo un equilibro con el lugar donde viven. Ellos utilizan el agua para sus negocios y encuentran una forma de vivir en un lugar especial, pero siempre respetando lo que les rodea. De alguna manera crean un microcosmos donde todos se entienden y buscan mantener esa paz. Conviven con sus propias normas, que no hacen falta ser expresadas.

Todo esto se rompe en el momento en que se da la reunión con los representantes del proyecto. La conexión que mantienen los habitantes con la naturaleza que les rodea es única y la empresa no puede prever ni entender esta situación desde su atalaya en la ciudad. Queda patente que no se ha tenido en cuenta la forma de vida de estos habitantes, ni se respeta el entorno donde se va a construir. Pretenden realizar un camping con un proyecto que supondría la contaminación del agua del pueblo. No son capaces de entender lo que supone esta contaminación para ellos. El pueblo no está dispuesto a sacrificar la naturaleza en pro de mayores ingresos en los negocios.

Durante la reunión que tienen los representantes con el asesor queda de manifiesto la actitud de la empresa para con los habitantes del pueblo.

No pretenden realmente solucionar todos los inconvenientes expuestos por los habitantes, sino que buscan aceptar una mínima propuesta para convencerlos de sus buenas intenciones. Intentan fingir un interés y preocupación inexistentes por la prosperidad del entorno. Antes que retrasar el proyecto y perder la subvención prefieren empezar con la obra, aunque sea en contra de la opinión de los habitantes. En realidad, la reunión para conocer el pensamiento del pueblo respecto al proyecto es una pantomima, solo lo necesitan para justificar que se han comunicado con los vecinos.

Con esa actitud capitalista y poco humanista está claro que no empatizan con lo que creen que son “pueblerinos” y la relación entre la empresa y los habitantes será imposible. Los ven como inútiles. Menosprecian su forma de vida y minimizan la dificultad de su trabajo. Llegan a plantear que se use al protagonista como asesor durante las obras, alegando “que tendrá mucho tiempo libre”.

*Respetar lo desconocido

Hay un punto interesante en El mal no existe que viene definido por la diferencia de actitud hacia el pueblo de los dos representantes de Tokyo que acuden a la reunión. Esto se objetiva cuando vuelven y visitan al protagonista, acompañándolo en su jornada diaria. La mujer parece mantenerse distante, respeta la vida de Takumi y guarda silencio mientras va aprendiendo como actúa. No pretende ser parte del entorno nada más llegar. Intenta comprender los deseos del pueblo, pero no fuerza la situación. Cuando la representante se corta la mano observamos como Takumi se preocupa por ella, realmente la respeta.

En contraposición, el hombre tiene idea de cambiar su estilo de vida y mudarse a un pueblo como este. Intentará quemar etapas y hacerse con la gracia del pueblo. Admite que cortar los trozos de madera le ha hecho sentirse útil e importante. Podemos ver como esta actitud exaspera a Takumi. Este no tiene ningún interés en adoctrinarlo. Éste parece decir que la conexión con la naturaleza es algo que lleva tiempo y no se enseña, se debe descubrir por uno mismo.

Aunque podríamos pensar que el representante no tiene malas intenciones, sí que, en definitiva, simplifica la forma de vivir del protagonista. Para él es una especie de juego donde busca en todo momento ser capaz de hacer lo mismo que Takumi, que no lo aguanta a su lado. Incluso en el final, mientras el protagonista mantiene la quietud ante la situación de peligro de su hija, él actúa sin pensar, como si tuviese el conocimiento necesario para desenvolverse en ese entorno.

*El origen del mal

Respecto a la maldad en El mal no existe, se muestra de diversas maneras. Por un lado, todo lo expuesto anteriormente respecto a los empresarios. Estos no solo no respetan al pueblo, sino que tampoco a sus posibles consumidores, admitiendo que no podrán ofrecerles una experiencia de calidad. No les importa mientras se siga optando a la subvención y ganando dinero.

Por otro lado, los habitantes del pueblo. Durante las primeras secuencias hasta la llegada de la reunión los planos son dominados por una profunda quietud. Se muestran los paisajes con una mirada lírica y se ensalza a unos personajes que conviven en armonía. Todo cambia con la llegada de los representantes.

Como explica Takumi, los ciervos no son violentos en esta zona, no hieren a los habitantes. Sólo hay dos razones por las que atacarían. Si se trata de un ciervo herido o si su cría corre peligro.

Esta idea se aplica al pueblo, que parece desarrollar esa maldad por imposición externa. Que todo se mantenga depende de una delgada línea, de un equilibrio que puede romperse fácilmente. Y con la llegada del proyecto los habitantes comienzan a sentirse atacados, por lo que actúan de una manera más violenta.

Esto acabará dirigiéndose a un final donde Takumi muestra esa explosión de violencia sin remordimientos para defender a su hija.

*Paisaje y sonido

El mal no existe surgió en un principio con la idea de rodar unos planos de acompañamiento a la música de Eiko Ishibashi. Se consigue, en todo momento, imágenes de una belleza extraordinaria, que recuerdan, incluso, a El espejo de Tarkovsky. A partir de ahí se desarrolla una película con un claro mensaje de respeto hacia la naturaleza y los personajes que viven ahí.

Por tanto, las dos piezas clave que componen la historia realmente son la naturaleza y el sonido. Seguramente por este origen presenta una extraña estructura. Parece no saber el punto exacto de aterrizaje cuando despega. Y eso, que normalmente iría en su contra, aquí parece favorecer su hipnotismo.
..
..
.

.
.
..
..


Escrito por Carlos Moreno Latorre
[Leer más +]
65 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Cuidando el bosque
El nuevo trabajo de Ryûsuke Hamaguchi es una película que quiere hacer una crítica al impacto medioambiental que causa el ser humano.
La película se presentó en la pasada edición del Festival de cine de Venecia, en donde recibió el gran premio del jurado y el Fipresci de la crítica. En nuestro país su estreno tuvo lugar en la pasada edición del Festival de cine de San Sebastián dentro de la sección perlas.

El cineasta japonés, responsable entre otras de "Drive my car", ha filmado un ejercicio visual y sonoro, lo que le aleja de otros trabajos de Hamaguchi, para hacer una crítica a la destrucción de los bosques por el ser humano, y para ello nos presenta una historia que se desarrolla en Mizubiki, una pequeña localidad rodeada de bosques, en la que viven Takumi y su hija Hana, que son dos personas que aman la naturaleza, al igual que sus vecinos.
Pero un día se encuentran que una empresa tiene planificado construir un glamping, lo que no gusta nada a la gente de ese lugar, ya que además de destrozar la naturaleza, tendrían personas en su vida diaria.

La película tiene momentos, como en el prólogo inicial y alguno más en la parte final, en los que lo que vemos es una experiencia visual y sonora con la cámara recorriendo lentamente los árboles o el bosque por el que van andando los protagonistas, para pasar a toda la parte central con muchos minutos de unos diálogos ingeniosos durante la reunión de los vecinos con los trabajadores de la empresa constructora del glamping.
Todo eso funciona bastante bien, pero la película es bastante irregular, y tiene aspectos que no me terminan de convencer.

Entre las cosas que considero negativas están que toda esa parte inicial sin diálogos está alargada en exceso, que no me termina de convencer el final, y que no hay saltos bruscos cuando dejamos de escuchar la música (igual tiene alguna explicación técnica que me he perdido).
Pese a todo ello, no considero que sea una mala película, ya que tiene muchas cosas positivas, y ese experimento visual y sonoro funciona bastante bien para mostrar la belleza del lugar, justo antes de que se vaya a destrozar por el ser humano, con la puesta en marcha de esas tiendas de campaña.
Una película hipnótica, con un trasfondo de crítica social de fondo, y que es menos asequible que otras películas de Hamaguchi.

LO MEJOR: La dirección. La música y el sonido.
LO PEOR: Pierde algo de interés en la parte final.
[Leer más +]
40 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre El mal no existe
Se muestran resultados para
Sin resultados para
Fichas más visitadas