Livro Filosofia LT

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Coleção Pensamento Filosófico

FILOSOFIA DA PESSOA
NO PENSAMENTO DE
PAUL RICOEUR

José Vanderlei Carneiro


Rita de Cássia Oliveira
Claudia Aita Tiellet
(Orgs.)
FILOSOFIA DA PESSOA
NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR
José Vanderlei Carneiro
Rita de Cássia Oliveira
Claudia Aita Tiellet
(Organizadores)

FILOSOFIA DA PESSOA
NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR

Teresina, 2023
UNIVERSIDADE FEDERAL DO PIAUÍ

Reitor
Gildásio Guedes Fernandes

Vice-Reitor
Viriato Campelo

Superintendente de Comunicação Social


Samantha Viana Castelo Branco Rocha Carvalho

Diretor da EDUFPI
Cleber de Deus Pereira da Silva

EDUFPI - Conselho Editorial


Cleber de Deus Pereira da Silva (presidente)
Cleber Ranieri Ribas de Almeida
Gustavo Fortes Said
Nelson Juliano Cardoso Matos
Nelson Nery Costa
Viriato Campelo
Wilson Seraine da Silva Filho

Projeto Gráfico. Capa. Diagramação.


Design ink

Revisão
Os autores

Editora da Universidade Federal do Piauí – EDUFPI


Campus Universitário Ministro Petrônio Portella
CEP: 64049-550 - Bairro Ininga - Teresina - PI – Brasil
SUMÁRIO

PREFÁCIO
LA NECESIDAD DE UNA FILOSOFÍA
Tomás Domingo Moratalla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ


Paulo Gilberto Gubert . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

A PESSOA EM PAUL RICOEUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA:


UMA RESPONSABILIDADE PRÁTICA
Ozeli Oliveira dos Santos
Rita de Cássia Oliveira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICOEUR: TAREFA ENTRE


CONHECIMENTO DE SI E RECONHECIMENTO DO OUTRO
Claudia Aita Tiellet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR: A PESSOA COMO


POSSIBILIDADE E NARRATIVA NA ANTROPOLOGIA HER-
MENÊUTICA DE RICOEUR
Vítor Hugo dos Reis Costa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

LA PARADOJA DE LA PERSONA: AVENTURAS DE UN


SUBSTANTIVO
Francisco Díez Fischer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICOEUR


Jadilson Almeida Vilas Boas
Elton Moreira Quadros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
PAUL RICOEUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA
Aluizio Oliveira de Souza
José Vanderlei Carneiro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195

SOBRE OS AUTORES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221


PREFÁCIO
LA NECESIDAD DE UNA FILOSOFÍA

Tomás Domingo Moratalla

Es para mí un honor y un placer presentar este libro que recoge


los trabajos de investigación del “Grupo de Estudos e Pesquisa na Her-
menêutica de Paul Ricoeur”, del Programa de Pós-Graduação en Filo-
sofía de UFPI . No es, pues, una mera recopilación de trabajos dispersos,
sino que nacen de un proyecto de investigación, de un grupo entregado
a la filosofía de Paul Ricoeur, probablemente uno de los más activos a
nivel internacional .
Honor y placer que me llevan a agradecimiento y gratitud,
palabras tan ricoeurianas y tan llenas de sentido como sinceras .
No busca esta recopilación ofrecer un compendio de trabajos
cerrados sobre un tema ya acotado, sino lanzar perspectivas y miradas
sobre una de las temáticas filosóficas que más perplejidad y desafíos se
pueden acometer en nuestro tiempo: la cuestión de la identidad per-
sonal . Se trata así de un abanico de ideas y perspectivas .
Paso a hacer um breve recorrido por las diferentes interven-
ciones, sin ánimo de exhaustividad, tan solo con la intención de señalar
los hitos fundamentales de cada intervención . Por tanto, mi intención es
TOMÁS DOMINGO MORATALLA

tan solo ofrecer una invitación a su lectura y a la reflexión, y continuar,


de mil maneras, la tarea comenzada . Son exposiciones que coordinan y
acotan un tema, pero también tiene valor cada una por sí misma . Son
diferentes ventanas abiertas a la cuestión de la persona, en Ricoeur y más
allá de él . Es una manera también de comprendernos a nosotros mismos
a través del pensamiento del filósofo francés y de la mano de los dife-
rentes autores . Vamos con el breve recorrido .
En primer lugar, el profesor Paul Gilberto se centra en el último
Ricoeur y nos ofrece un brillante recorrido por los temas últimos de su
filosofía, en concreto por la cuestión de la asimetría y los estados de paz .
Pensar estos temas es pensar la relación que mantenemos con los otros,
una relación siempre conflictiva que nos puede llevar a la cercanía/proxi-
midad o a la distancia . Los estados de paz iluminan momentos de proxi-
midad sin confusión . Me atrevería a hablar de “justa distancia” . También
hay que destacar la importante presencia en el trabajo del diálogo pro-
fundo y fructífero entre Ricoeur y Marcel Henaff .
En relación con el tema del encuentro con el otro, y su posible
relación o vinculación, el trabajo de Ozeli Oliveira dos Santos y Rita de
Cássia Oliveira aborda la cuestión de la no violencia en el pensamiento
de Ricoeur . Se trata de una cuestión vertebradora, en el fondo, de la filo-
sofía del pensador francés . Las autoras conectan este tema del primerísimo
Ricoeur con el tema de la responsabilidad y la sabiduría práctica, tema de
sus últimas obras . Hay que destacar en el trabajo las brillantes conexiones y
el buen trabajo con la literatura secundaria . La cuestión de la no violencia
no solo vertebra la ética social y política de Ricoeur, sino, me atrevería a
decir yo, su propia vida . La evolución, perspectivas, cambios de pareceres,
etc . sobre esa cuestión muestra la tensión que provocó en Ricoeur a nivel
no solo académico sino sobre todo biográfico . Es una cuestión sobre la que
muchas veces sus biógrafos pasan excesivamente deprisa .
El trabajo de Claudia Aita Tiellet plantea directamente la
cuestión del reconocimiento, entre el sí mismo y el otro . El trabajo des-
grana los momentos fundamentales en los que se articula la propuesta
ricoeuriana . Nos encontramos con una presentación que busca sistema-
ticidad, que ayuda y completa otras que se encuentran en este colectivo .
Los dos trabajos siguientes tienen el mérito de afrontar la cuestión de la
persona, de la identidad, ya desde cuestiones y temas concretos . Buscan,

8 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA NECESIDAD DE UNA FILOSOFÍA

de alguna manera ofrecernos claves de lectura y comprensión . El primer


trabajo de Vítor Hugo dos Reis Costa se adentra en la cuestión narrativa
y desde ella se busca articular una hermenéutica del sí mismo . El trabajo
presenta una lectura muy pertinente de Ricoeur, y enriquece la lectura
mediante múltiples referencias narrativas . ¿Cómo construimos nuestra
identidad? ¿Cómo pensamos, descubrimos, o construimos, nuestra
vida? Estas importantes cuestiones que nos surgen con la lectura de este
trabajo encuentran un replanteamiento también en el trabajo de Jadilson
Almeida Vilas Boas e Elton Moreira Quadros que se centra en la cuestión
de la memoria, y lo desarrollan al hilo de una comparación entre Ricoeur
y San Agustín .
Llegados a este punto, nos encontramos inmersos en la filosofía
de la persona desde temas concretos, épocas y momentos, relaciones
determinadas, temáticas oportunas, etc . Los dos trabajos finales nos
ofrecen una visión más sistemática . El profesor Francisco Díez Fischer
explora las paradojas de la persona en la filosofía de Ricoeur desde el
término mismo “persona” . Se señala con pertinencia que la cuestión de
la persona quizás no sea una cuestión teórica, sino práctica; y es un tema,
un término, caracterizado por su fragilidad . Somos frágiles y vulnerables
y nuestro discurso, nuestros términos, también están tejidos de fragi-
lidad y vulnerabilidad . Sólo el tacto, la sabiduría práctica, la responsabi-
lidad están al alcance de nuestra mano o de nuestro corazón .
José Vanderlei Carneiro y Aluizio Oliveira de Souza ofrecen también
una visión sistemática de la filosofía de la persona de Ricoeur proyec-
tando muy oportunamente temas del último Ricoeur en el primero . Lo
van a realizar a través de la idea de ser humano-capaz, la cuestión de la
capacidad . Queda plateada así, con estos trabajos señalados, la posibi-
lidad de configurar una filosofía de la persona, “a la altura de nuestro
tiempo” .
Tras este breve recorrido, que no ahorra la lectura de los trabajos
citados, sino que tan solo quiere señalar algunos hitos y momentos, me
gustaría poner de relieve, tras su lectura, algunos de los hitos fundamen-
tales que circulan en todo el conjunto de trabajos, y que le confieren un
peculiar valor .
El primer valor que otorgo a este colectivo es la centralidad que
se da al abordaje de la cuestión de la persona, o identidad personal . Inde-

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 9


TOMÁS DOMINGO MORATALLA

pendientemente del nombre que reciba (persona, sujeto, yo, sí mismo,


etc .) nos encontramos ante uno de los temas centrales del pensamiento
de Paul Ricoeur y también de nuestra época . Se nos ofrece una serie de
pautas y pistas para perseguir la cuestión en la frondosa obra de Ricoeur
y, al mismo tiempo, poder calibrar la aportación de Ricoeur al pensa-
miento más actual .
Desde un punto de vista académico veo en esta recopilación de
trabajos argumentos para defender una tesis que llevo ya enarbolando
desde hace años: la filosofía de Paul Ricoeur es básicamente una antro-
pología filosófica, pero no una antropología filosófica como una dis-
ciplina más de las múltiples que integra la filosofía, sino la antropo-
logía filosófica como filosofía primera . El propio Ricoeur nunca llamó a
ninguna de sus obras ni trabajos “antropología filosófica”, sin embargo,
él mismo reconoce que lo que hace y explora bien puede llamarse antro-
pología filosófica . Creo que nos ofrece brillante recursos para desarrollar,
desplegar y enriquecer una disciplina nueva, y con brillante futuro . En
el pensador francés nos encontramos un tema desplegado, como bien
muestra este conjunto de trabajos, y, sobre todo, una metodología en
el entrecruzamiento entre fenomenología y hermenéutica . Vemos en su
filosofía, con los más diversos nombres, una vertebración de la antropo-
logía filosófica como filosofía primera .
No solamente hay temas y desarrollos, lecturas y comentarios,
pautas y sugerencias, sino sobre todo elementos para construirla, para
configurarla . Y no se trata de cualquier cosa, sino de una antropología
filosófica altamente valiosa para el momento peculiarmente que nos ha
tocado vivir . Este es uno de los motivos fundamentales por los que reco-
mienda la lectura, el trabajo y el análisis de los textos que tenemos entre
manos .
Para concluir quiero destacar el cuidado en la edición, la oportu-
nidad y, sobre todo, su necesidad .
Se trata de un libro elaborado con “cuidado”, en la selección de
temas, pautas, horizontes, son trabajos dispersos, pero tienen una misma
“música”, tienen un aire de familia . Encontrará el lector variedad, pero
no arbitrariedad .
En segundo lugar, se trata de un trabajo “oportuno” . Y lo es
porque ya son muchas, cada vez más, las obras sobre el filósofo francés,

10 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA NECESIDAD DE UNA FILOSOFÍA

pero no son tantas las monografías que logran aunar un tema tan central
y ofrecernos una mirada tan perspicaz, profunda y oportuna sobre un
tema que considero fundamental .
Y en tercer lugar recomiendo que nos detengamos en esta recopi-
lación de trabajos, en esta temática, porque, más allá de la posibilidad de
configurar una disciplina como es la “antropología filosófica”, nos orienta
y nos ofrece perspectivas sobre la cuestión más fundamental ante la que
se enfrenta la filosofía contemporánea y, me atrevería a decir, nuestro
mundo en su conjunto . El ser humano, la naturaleza misma que soporta
al ser humano, está en juego, está peligro . Los avances científicos-tecno-
lógicos ponen en juego al ser humano y su continuidad en la tierra . Y es
precisamente al estar en juego nuestra pervivencia y subsistencia cuando
aparece como más apremiante la cuestión sobre qué somos . Al estar en
peligro que sigamos siendo hace que aparezca con fuerza la pregunta por
lo que somos . Pocas filosofías como la de Ricoeur nos da argumentos y
recursos para para pensarnos y pensar estas cuestiones .
Invito así al Grupo de Investigación a continuar esta tarea
emprendida . Los retos de los transhumanismos, los desafíos de la Inteli-
gencia Artificial, etc ., nos obligan a seguir pensando .
Lo que aquí nos encontramos es nada más y nada menos que
pasos en esta tarea . No podemos dejar de aprovecharlos . Tenemos la
obligación de pensar estas cuestiones; el trabajo ya ha comenzado . Por
mi parte no me cabe más que agradecimiento y gratitud para acompañar
la tarea comenzada . Es nuestra misión, es nuestra responsabilidad . No lo
hacemos por lujo, lo necesitamos .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 11


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ*

Paulo Gilberto Gubert

Introdução

O conceito de assimetria é abordado por Ricoeur – ora explici-


tamente, ora de forma velada – desde a publicação do artigo Sympathie
et respect: phénoménologie et éthique de la seconde personne, em 1954, até
encerrar com o livro Parcours de la reconnaissance, em 2004 . Isto denota
a proeminência desta questão no pensamento de Ricoeur, sobretudo
quando de suas abordagens acerca de temas filosóficos clássicos, como
a ética, a fenomenologia, a política e a antropologia . Destas abordagens
resultam fecundas interpretações, dentre as quais estão a própria questão
da simetria e da assimetria, bem como sua inter-relação com a recipro-
cidade e o reconhecimento . Estes conceitos são imprescindíveis para a

* Parte deste texto foi publicado com o título Da reciprocidade à mutualidade:


a questão da assimetria originária em Ricoeur . Disponível em: https://www .editorafi .
org/090reciprocidade
PAULO GILBERTO GUBERT

compreensão da problemática que envolve a questão da assimetria origi-


nária enquanto fundamento para os estados de paz .
No artigo supracitado Sympathie et respect: phénoménologie
et éthique de la seconde personne, a problemática da simetria e da dis-
simetria1 é introduzida por Ricoeur em uma discussão que envolve
Husserl e Kant, a simpatia e o respeito, a afetividade e a norma . Neste
contexto, verificamos uma tentativa do autor de integrar uma fenome-
nologia da simpatia a uma ética do respeito . Ao concluir o texto, Ricoeur
apresenta, em caráter introdutório, duas questões centrais, quais sejam,
as noções de luta e de conflito, bem como o alerta de que o conflito pode
desencadear a violência na luta por reconhecimento, temática desen-
volvida com maior alcance em Parcours de la reconnaissance . Aqui, o
ponto de partida é o desconhecimento originário apontado por Hobbes,
no Leviatã, expresso pelo medo da morte violenta . Em segundo lugar, o
filósofo francês demonstra de que forma Hegel, especialmente na Feno-
menologia do Espírito, apresenta uma resposta a Hobbes, por meio de
um fundamento moral que seja distinto do medo e esteja alicerçado no
desejo de reconhecimento . Este desejo, fundado na consciência de si,
é que impulsiona a luta . Neste sentido, muito embora Honneth, em
seu livro Luta por reconhecimento. A gramática moral dos conflitos sociais
apresente uma atualização do problema hegeliano do reconhecimento, a
questão reincide em uma fenomenologia do desprezo que não é capaz de
oferecer uma alternativa ao problema da luta infindável .
Ademais, desde uma perspectiva de cunho ético e moral, em
Soi-même comme un autre, o autor enfatiza a necessidade da simetria
tanto para a invenção das normas, quanto para assegurar a aplicabilidade
da justiça . Neste contexto, o autor encontra na solicitude o ponto de
convergência entre a reciprocidade da amizade aristotélica e da Regra
de Ouro, formalizada no imperativo categórico kantiano . Inclusive, ao
propor sua “pequena ética”, o autor também estabelece um princípio
simétrico de reciprocidade: A visada da vida boa, com e para outros nas
instituições justas .

1 Ricoeur utiliza os termos assimetria (asymétrie) e dissimetria (dissymétrie)


como sinônimos .

16 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

Este princípio denota uma dívida com a herança fenomeno-


lógica, especialmente com os mestres da fenomenologia, Husserl e
Levinas . A inquietação com os problemas relacionados à dissimetria e à
egologia expressa a diligência de Ricoeur para com aquele que considera
ser o problema fundamental da fenomenologia, isto é, a constituição
da intersubjetividade, do alter ego . Do mesmo modo, a seriedade com a
qual Husserl e Levinas enfrentam esta questão revela a importância da
discussão filosófica acerca do problema do outro . Em um cenário no
qual aparentemente não há conciliação possível entre ambos os autores,
dado que cada um constrói sua filosofia embasado em um polo diame-
tralmente oposto ao do outro – Husserl do lado do ego e Levinas do lado
do alter2 –, Ricoeur vislumbra o que considera ser uma grande desco-
berta da fenomenologia, isto é, a dissimetria originária .
As questões da simetria e da assimetria revelam-se fundamentais
e recebem uma atenção especial no Parcours de la reconnaissance . Neste
texto, Ricoeur apresenta a interpretação de Hénaff acerca do enigma
da retribuição, que tem como nascedouro a noção de sem-preço e
desemboca no enigma do dom . Interessado, assim como Hénaff, no
entendimento do princípio de reciprocidade3 enquanto princípio basilar
para a civilidade, Ricoeur tensiona, por meio de uma concordância/dis-
cordante em relação à filosofia de Hénaff, a temática da assimetria e da
simetria . Neste ponto, nossa hipótese principal, ancorada em Ricoeur,
é a de que o reconhecimento somente é efetivo e afetivo quando se per-
cebem e se valorizam as diferenças, isto é, aquilo que nos faz assimétricos
em relação a outrem .

2 Embora a temática fenomenológica acerca do ego e do alter ego esteja sina-


lizada aqui, seu propósito é tão somente apresentar ao leitor a origem da discussão .
Sendo assim, a questão não será desenvolvida ao longo do texto .

3 Há uma distinção conceitual entre os conceitos de reciprocidade e de mutu-


alidade, que só aparece no Parcours de la reconnaissance . Ricoeur designa “o termo
‘mutualidade’ para as trocas entre indivíduos e o termo ‘reciprocidade’ para as relações
sistemáticas cujos vínculos de mutualidade não constituiriam senão uma das ‘figuras
elementares’ da reciprocidade (2006, p . 246)” . Em outras palavras, a reciprocidade está
mais relacionada à esfera mercantil e a mutualidade ao dom . Os desdobramentos desta
distinção conceitual não serão abordados no texto .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 17


PAULO GILBERTO GUBERT

Não se verifica, neste ponto, um desprezo pela simetria da reci-


procidade . Pelo contrário, os critérios de similitude e de igualdade são
essenciais para o funcionamento de grupos e de instituições, desde
que fundados sobre uma base assimétrica . Trata-se de uma justiça que
permita comparar os incomparáveis, assevera Levinas em Outramente
que ser ou mais além da essência . Com outras palavras, Ricoeur reafirma:
“quer se parta do pólo ego ou do pólo alter, trata-se em cada uma das
vezes de comparar incomparáveis e assim igualá-los (2006, p . 175) .
Há, aqui, uma importante menção a ser feita acerca da temática
do perdão – um dos principais exemplos de assimetria nas relações –,
no epílogo de La memoire, l’histoire, l’oubli, o qual assume um papel de
destaque enquanto uma das formas possíveis de reconhecimento, não
apenas intersubjetiva, mas também entre povos e nações . O perdão,
neste contexto, pode reverter nossa propensão para a guerra, conforme
alertara Hobbes, e promover os estados de paz que, não necessariamente
produzirão uma paz perpétua, conforme a utopia kantiana, mas poderão
contribuir para uma cultura de paz .
O texto que segue, se subdivide em quatro partes: A categoria do
sem-preço, A simetria mercantil, A assimetria da gratidão e O dom ceri-
monial e os estados de paz .

A categoria do sem-preço

Os bens não venais, isto é, os bens que resistem aos avanços da


esfera mercantil, constituem o ponto central da discussão acerca da cate-
goria do sem-preço, no livro Le prix de la vérité, de Hénaff . A segunda
parte deste livro, intitulada L’univers du don, é fundamental para Ricoeur
(2004a), uma vez que, ao partir da ideia de sem-preço, Hénaff (2002)
pôde propor uma solução para o enigma da retribuição do dom .
Para tanto, Hénaff (2002), na esteira de Mauss (2003), constata
que, nas sociedades arcaicas, já se verificavam relações de gratuidade .
Estas relações equivalem à descoberta, entre os gregos, da noção de sem-
-preço, que, por sua vez, sempre deve estar vinculada à ideia de verdade .
Por conta disto, Ricoeur entende que, não obstante o título do livro de
Hénaff seja Le prix de la vérité, o tema tratado é o sem-preço ou o não-
-preço da verdade .

18 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

Ricoeur (2004a), na trilha de Hénaff (2002) salienta que foi


Sócrates quem inaugurou a discussão que se situa na interseção entre
verdade e dinheiro . Ao contrário dos sofistas4, Sócrates ensinava a
verdade sem exigir uma retribuição salarial . Neste sentido, na Apologia
de Sócrates, Platão apresenta a autodefesa do personagem Sócrates, o
qual afirma, no início do julgamento, que “se tendes ouvido de alguém
que instruo e ganho dinheiro com isso, não é verdade” (2003, p . 06) .
A argumentação que põe o dinheiro e a verdade em lados opostos
se aprofunda ainda mais, na medida em que é a pobreza que atesta a ino-
cência de Sócrates . A respeito disso, Platão afirma, por meio do personagem
Sócrates, que “ocupado em tal investigação, não tenho tido tempo de fazer
nada apreciável, nem nos negócios públicos, nem nos privados, mas encon-
tro-me em extrema pobreza” (Platão, 2003, p . 10) . Mais adiante, Sócrates é
taxativo em sua autodefesa: “pois bem; apresento um testemunho suficiente
do que digo: a minha pobreza” (Platão, 2003, p . 19) .
Na terceira parte do julgamento, quando Sócrates se despede do
tribunal e dos cidadãos atenienses, seu último gesto corrobora toda sua
argumentação anterior: “mas tudo o que lhes peço é o seguinte: quando
os meus filhinhos ficarem adultos, atormentai-os como eu vos ator-
mentei, quando vos parecer que eles cuidam mais de riquezas e de hon-
rarias do que da verdade” (Platão, 2003, p . 30) .
Ao analisar os textos Apologia de Sócrates e Le prix de la vérité,
Ricoeur (2004a) abaliza que o julgamento de Sócrates marcou o início

4 No diálogo O Sofista, por meio dos personagens Teeteto e Estrangeiro, Platão


questiona e afirma: “e a modalidade que promete ensinar a virtude por meio da conver-
sação e que se faz pagar em espécie, não merecerá, como gênero à parte, denominação
especial? [ . . .] . É muito fácil . Acho que encontramos o sofista” (1980, p . 11) . Nesta
acepção, para Hénaff, “cette attitude envers l’argent est un des premiers critères qui
permettent de différencier un philosophe « ami de la sagesse » d’un Sophiste « mar-
chand de savoirs »” (2002, p . 70) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 19


PAULO GILBERTO GUBERT

de uma relação de inimizade entre a verdade e o dinheiro, que perpassa a


história até a contemporaneidade5 .
O problema do dinheiro é que ele deveria ser apenas o meio para
indicar a equivalência de valores entre bens trocados, mas ele se tornou
sua própria finalidade à medida que se transformou em capital, ou seja,
adquiriu valor próprio . Neste ponto, Ricoeur (2010) considera a rele-
vância das análises marxistas,

sobre o modo que o valor de troca se torna mais-valia;


e, a partir disso, mistificação, no sentido que o dinheiro
se torna misterioso já que produz dinheiro, ao passo
que apenas deveria ser o sinal de uma troca real entre as
coisas que têm o seu valor seja pela raridade, seja pelo
trabalho que nelas está incluso, seja pela mais-valia ao
ficar a disposição do consumidor . Que de mistificação
o dinheiro seja tornado a coisa universal que se trans-
forma, marca o pináculo do conflito entre a verdade e o
dinheiro (p . 365) .

Neste contexto, permanece a desconfiança sobre “o dinheiro que


compra dinheiro e se converte em mercadoria6 (Ricoeur, 2004a, p . 363,
tradução nossa)” . Disso resulta, para Ricoeur (2004b) que, na medida

5 Segundo Ricoeur, “l’expérience fondatrice ici c’est la déclaration de Socrate


face aux sophistes : « moi j’enseigne la vérité sans me faire payer » [ . . .] . Un problème a
été posé à l’origine, c’est le rapport entre la vérité et l’argent, un rapport on peut dire
d’inimitié . Cette inimitié entre la vérité (ou ce qui est cru comme vérité et enseigné
comme vérité) et l’argent a elle-même une longue histoire – et le livre de Hénaff est en
grande partie une histoire de l’argent face à la vérité” (2004b, p . 25) .

6 “L’argent qui achète l’argent et se mue en marchandise” .

20 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

em que passou a ter valor próprio, o dinheiro passou a ser desejado e


buscado de forma insaciável7 .
Diante deste cenário – de aparente vitória do dinheiro e
do mercado – o gesto de Sócrates no momento da morte é anulado?
Ademais, esta vitória significaria o fim dos bens não comercializáveis?
Ricoeur (2004b), em concordância com Hénaff (2002), menciona
que, neste quadro de busca insaciável por dinheiro, é preciso restabelecer
uma relação de troca – por meio de bens não venais – que pode, neste caso,
assumir uma significação libertadora8 . Trata-se, portanto, de buscar uma
forma de troca que não seja pautada pela lógica de mercado – o dom .
Para Hénaff (2002), o dom não é ancestral, nem substituto das
trocas mercantis, pois ele se situa em outro plano, precisamente no plano
do sem-preço . Sendo assim, o dom procede de uma relação de troca não
mercantil9 . Neste ponto é que se vinculam a ideia de sem-preço com a
ideia de dom, por meio do dom recíproco cerimonial .

7 A este respeito, tanto Ricoeur (2004b), quanto Hénaff (2002) consideram


relevante a contribuição de G . Simmel que – em seu livro Philosophie de l’argent –
simultaneamente, enaltece o dinheiro ao compreendê-lo enquanto universal de troca e
teme o fascínio pelo dinheiro, que gera insaciabilidade . Neste sentido, Ricoeur assinala
que “Socrate avait prévu : le désir d’argent est une soif illimitée ; on pense au mot
d’Horace « auri sacra fames », la faim sacrée de l’or” (2004b, p . 26, grifos do autor) .

8 Ricoeur entende que “tous les moralistes, depuis Aristote et les stoïciens,
avaient dénoncé [ . . .] la volonté d’avoir trop, la « pléonexia », l’insatiable . L’insatiable,
c’est à la fois l’infini et l’insaisissable, d’où la signification libératrice du rapport avec les
biens non-marchands” (2004b, p . 26) . A este respeito, Loute considera que “l’objet de
la réflexion de Ricoeur reste, à nos yeux, d’une importance capitale . Qu’est-ce qui, dans
nos sociétés, est à même de nous unir et nous lier dans la lutte pour la reconnaissance,
au-delà des formes de reconnaissance sociale instituées par la loi et l’argent ? A en rester à
ces deux formes de reconnaissance, nos sociétés ne sont-elles pas condamnées à souffrir
d’un « déficit de reconnaissance », pour reprendre les mots de Marcel Hénaff ?” (2010, p .
23) .

9 De acordo com Hénaff, “il s’agit de penser une relation d’échange qui n’est
pas du tout de type marchand” (2002, p . 134) . Neste sentido, no livro Claude Lévi-
-Strauss et l’anthropologie structurale Hénaff assinala que “ce qui s’y produit, c’est non
pas simplement une manifestation de bienveillance ou de générosité, mais la reconnais-
sance de l’autre en tant que tel” (1991, p . 73, grifo do autor) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 21


PAULO GILBERTO GUBERT

A simetria mercantil

As sociedades arcaicas constituem o principal elemento de


estudo de Hénaff (2002), enquanto busca fundamentar sua tese acerca
do dom . Leitor de Mauss e de Lévi-Strauss, Hénaff retoma a discussão
sobre o enigma da troca de dons, promovendo uma dupla ruptura . Por
um lado, rompe com a interpretação moralizante do dom . Por outro,
com a interpretação economicista10 . Neste ponto, Ricoeur (2004a) está
mais interessado pela segunda ruptura, ao mencionar que, para Hénaff,
o dom não é uma forma arcaica da troca mercantil, pois “o dom recí-
proco cerimonial não é nem um ancestral, nem um concorrente, nem
um substituto da troca mercantil; ele se situa em outro plano, precisa-
mente no plano do sem-preço11” (Ricoeur, 2004a, p . 364) .
Entretanto, a noção de sem-preço não resolve per se o enigma
da obrigação de retribuir . Neste sentido, Ricoeur (2004a) entende que
a contribuição de Hénaff (2002) é significativa porque vai além, tanto
da interpretação de Mauss (2003), quanto de Lévi-Strauss (2003) . Isto
significa que Hénaff (2002) não assume nem a explicação mágica do
hau, nem a ideia de uma relação que só pode ser verificada por um ter-
ceiro; sua tese consiste em enfatizar o papel central do doador e do dona-
tário na reciprocidade da troca entre os protagonistas . Disso resulta,
para Hénaff, que “o importante não é, em si, o dar, mas iniciar ou con-
tinuar um processo de reconhecimento recíproco (no sentido de se reco-
nhecer)12” (Hénaff, 2002, p . 155, tradução nossa, grifo do autor) .
Neste ponto, Ricoeur (2004a) assinala que, para Hénaff (2002),
o enigma é dissipado na medida em que não se toma a coisa dada somente

10 Hénaff (2002) salienta que o dom cerimonial não é de natureza econômica,


mas também não é um gesto moral . Para este autor, “ni l’explication économique ni
l’interprétation morale ne sont pertinentes (et ce n’est donc pas sans raison que ces
deux vues sont incompatibles) . Le don réciproque cérémoniel n’est ni un échange pro-
fitable ni un simple geste d’oblation bienveillante” (Hénaff, 2002, p . 149) .

11 “Le don réciproque cérémoniel n’est ni um ancêtre, ni un concurrent, ni un subs-


titut de l’échange marchand ; il se situe sur un autre plan, celui précisément du sans prix” .
12 “L’important n’est pas en soi de donner, mais d’enclencher ou de continuer
une procédure de reconnaissance réciproque (au sens de se reconnaître)” .

22 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

como garantia, mas também como substituta do processo de reconhe-


cimento . Isto significa, para Ricoeur, “a garantia do engajamento do
doador no dom, o substituto da confiança no aparecer do gesto de retri-
buição (Ricoeur, 2004a, p . 365, tradução nossa, grifo nosso)13” .
Ricoeur (2004a) entende que a análise da questão do reconheci-
mento recíproco, conforme proposta por Hénaff (2002), é típico-ideal,
pois privilegia e atribui igual peso tanto à precisão conceitual quanto
à exemplificação empírica14 . Neste caso, a experiência histórica deverá
corrigir uma dicotomia presente na análise conceitual .
Esta dicotomia diz respeito à diferença entre troca de dons e
troca mercantil . Neste caso, de acordo com Ricoeur, os presentes – que
podem ter tido um custo elevado – somente poderão ser compreendidos
como dons se estiverem cumprindo sua “função de garantia e de subs-
tituto no que concerne à relação de reconhecimento mútuo15” (2004a,
p . 366) . Por conseguinte, a questão do dom e do sem-preço se entre-
cruzam, apesar de parecer que já não existam bens não comercializáveis .
Muito embora o sem-preço esteja perdendo espaço para os avanços da
sociedade mercantil, ele é o sinal distintivo dos bens não venais . Neste
sentido, nosso autor entende que há algo de dom em todas as formas
do sem-preço . Ele ressalta, por exemplo, que a dignidade moral, a inte-
gridade do corpo humano e o esplendor das paisagens possuem valor,
não preço (Ricoeur, 2004a) .
Por outro lado, as experiências concretas do cotidiano mostram
que a dicotomia entre trocas de dons e trocas mercantis não é tão evi-
dente quanto parece ser . Segundo Ricoeur (2004a), se a troca mercantil
deixa de ser comparada à troca cerimonial e passa a ser compreendida

13 “Le gage de l’engagement du donateur dans le don, le substitut de la con-


fiance dans l’apparition du geste en retour” . Ricoeur acrescenta que “ce serait la qualité
de la relation de reconnaissance qui conférerait sa signification à tout ce qu’on nomme
des présents” (2004a, p . 365) .

14 “L’analyse ici conduite peut être dite idéal-typique en un sens wébérien,


en ce qu’elle fait la part égale à la précision conceptuelle et à l’exemplification empi-
rique” (Ricoeur, 2004a, p . 365) .

15 “Fonction de gage et de substitut à l’égard de la relation de reconnaissance


mutuelle” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 23


PAULO GILBERTO GUBERT

no emaranhado das práticas cotidianas, então as diferenças de sentido e


de intenção devem, por um momento, ocupar o centro da análise . Para
tanto, Ricoeur considera fundamental o trabalho do historiador . Neste
caso, ele toma por base o Essai sur le don dans la France du XVIe siècle,
livro publicado pela historiadora Nathalie Zemon-Davis .
A complexidade deste tipo de análise – que leva em consideração
a sensibilidade do trabalho do historiador –, consiste em demonstrar
que as trocas mercantis ou não mercantis podem ser contemporâneas,
complementares e sutilmente antagônicas, afirma Ricoeur (2004a) .
Sendo assim, pelo menos três traços distintos podem ser identificados
nesse conjunto de experiências que se vivencia cotidianamente . Segundo
Ricoeur, “o primeiro concerne à pluralidade das crenças de base que são
fonte do ‘espírito do dom’ . O segundo refere-se ao emaranhamento
entre as prestações do dom e as prestações mercantis . O terceiro chama a
atenção para as figuras do fracasso na prática efetiva do dom16” (2004a,
p . 368, tradução nossa, grifo do autor) .
Ricoeur (2004a) concorda com Zemon-Davis (2003) e demonstra
que o espírito do dom provém de um conjunto de crenças heterogêneas .
Primeiramente, é a Bíblia que apresenta uma antecedência do dom divino
e uma instrução para a gratuidade entre humanos . Isto se verifica no Evan-
gelho de Mateus (Mt 10, 8): “de graça recebestes, de graça dai”17 . Em
segundo lugar, o autor salienta a ética da liberalidade, segundo a qual o

16 “Le premier concerne la pluralité des croyances de base qui sont la source de
l’« esprit du don » . Le second a trait à l’enchevêtrement entre les prestations du don et
les prestations marchandes . Le troisième retient l’attention sur les figures d’échec dans
la pratique effective du don” .

17 Para Ricoeur (2000), é possível visualizar uma forma superior de troca até
mesmo no mandamento do amor aos inimigos (Lc 6, 35): “Amai vossos inimigos, fazei
o bem e emprestai sem esperar coisa alguma em troca” . Neste sentido, nosso autor
entende que, “toutes les objections, en effet, présupposent un intérêt caché derrière la
générosité [ . . .] . Le commandement d’aimer ses ennemis commence par briser la règle
de réciprocité, en exigeant l’extrême ; fidèle à la rhétorique évangélique de l’hyperbole,
le commandement voudrait que seul soit justifié le don fait à l’ennemi, dont, par hypo-
thèse, on n’attend rien en retour . Mais, précisément, l’hypothèse est fausse : ce qu’on
attend de l’amour, c’est qu’il convertisse l’ennemi en ami” (Ricoeur, 2000, p . 625) .

24 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

doador e o donatário são postos como iguais . Por último, ainda são acres-
centados os favores e a generosidade própria da amizade e da vizinhança .
Neste contexto, as ocasiões para dar um presente possuem uma
relação essencial com o tempo, de acordo com as festividades demarcadas
pelo calendário – ano novo, chegada das estações, festas de padroeiros – e
pelo ciclo de vida pública das pessoas – nascimento, ritos de passagem,
casamento, morte – . Segundo Zemon-Davis (2003), estas ocasiões favo-
reciam momentos ideais e em diferentes círculos sociais, para dar e receber .
No entanto, a autora salienta que “as pessoas do século XVI também
estavam muito atentas aos limites desse quadro, aos sinais que permitiam
distinguir um dom de uma venda e às obrigações de dom de um paga-
mento forçado18” (Zemon-Davis, 2003, p . 36, tradução nossa) .
No que tange à complexa relação entre dom e venda, Ricoeur
(2004a) salienta que, para Zemon-Davis (2003), não se trata de uma
dicotomia . A economia do dom não substitui a economia mercantil,
ambas coexistem; não obstante, por vezes, um regime se sobreponha
ao outro . Para a historiadora, há uma sensibilidade para a relação entre
dom e venda, um “interesse pela fronteira entre os dois [ . . .] . O que era
particularmente importante no século XVI era a possibilidade de ir e vir
entre o modo do dom e o da venda, recordando sempre a distinção entre
ambos19” (Zemon-Davis, 2003, p . 72, tradução nossa) .
Neste cenário – do século XVI – Ricoeur (2004a) afirma que um
exemplo desta sobreposição da fronteira entre dom e venda reencontra
a problemática de Sócrates no momento em que as transações efetivas
entre protagonistas da troca se referem ao conhecimento . Trata-se do
caso da editoração e impressão de um livro, no qual a imprensa separa o
autor do editor . O primeiro pode oferecer seu livro em dedicatória – e
também por doação – a alguém . Já o segundo tem por função vender
este mesmo livro . Outro exemplo diz respeito às profissões ligadas ao

18 “Les gens du XVIe siècle, étaient également très attentifs aux limites de ce
cadre, aux signes qui permettaient de distinguer un don d’une vente et aux obligations
de don d’un paiement contraint” .

19 “Intérêt pour la frontière entre les deux [ . . .] . Ce qui était particulièrement


important au XVIe siècle était la possibilité d’aller et venir entre le mode du don et
celui de la vente, tout en se souvenant toujours de la distinction entre les deux” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 25


PAULO GILBERTO GUBERT

ensino e à medicina, bem como à atividade das parteiras, que são retri-
buídas com honorários, presentes e cortesias que oscilam entre o salário
e o dom . Disso resulta, para Ricoeur, que esta análise põe em evidência
o sentimento de gratidão, “como o sentimento que, no receber, separa
e vincula o dar e o retribuir [ . . .] . É a qualidade desse sentimento que
garante a consistência da linha divisória que atravessa internamente as
misturas entre dom e venda20” (2004a, p . 370, tradução nossa) .
Por outro lado, é justamente a gratidão que pode conduzir o
dom ao fracasso, ao corrompê-lo . O problema reside na obrigação de
retribuir inerente ao contradom, que está sujeita a sobrecarregar o dona-
tário . Neste sentido, Ricoeur (2004a) menciona o exemplo de um que
donatário demora ou se recusa a retribuir e que é acusado de hipocrisia e
de ingratidão por parte do doador .
Outros exemplos de dons fracassados, conforme Zemon-Davis
(2003), são verificáveis tanto no contexto familiar, quanto social . Na
família, quando se prometem dons em troca de heranças; no meio
social, dons são trocados por reputação, títulos e vantagens pessoais .
Ademais, para Ricoeur, o contexto político do século XVI possibilita um
melhor entendimento dessa questão, pois “é na administração da justiça,
mas também na outorga de privilégios reais que sobeja a corrupção que,
na verdade, sai do ciclo dos dons fracassados para entrar no dos ‘dons
maus’21” (Ricoeur, 2004a, p . 372, tradução nossa) .
Diante disso, Ricoeur (2004a) salienta que há ainda uma questão
histórica relevante a ser considerada, uma vez que, para Zemon-Davis
(2003), não obstante os conflitos gerados, é impossível pensar o con-
texto social e político do século XVI sem os dons . Então, a historiadora
sugere que seja feita uma separação entre a boa reciprocidade e a má,
sem, contudo, dar nenhuma indicação de como isto poderia ser feito . A

20 “Comme le sentiment qui, dans le recevoir, sépare et relie le donner et le


rendre [ . . .] . C’est la qualité de ce sentiment qui assure la fermeté de la ligne de partage
qui traverse de l’intérieur les mélanges entre don et vente” .

21 C’est dans l’administration de la justice mais aussi dans l’octroi des privilèges
royaux que sévit la corruption qui, à vrai dire, sort du cycle des dons manqués pour
entrer dans celui des ‘dons mauvais’ .

26 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

tentativa de oferecer uma resposta a esta questão será decisiva para a tese
ricoeuriana acerca do reconhecimento mútuo .
Neste sentido, ao encerrar o percurso histórico – com Zemon-
-Davis –, Ricoeur (2004a), observa que o aparente fracasso do dom
não pode ser tomado como pressuposto para desconsiderá-lo, mas para
retomar o problema sob outra perspectiva, integrando a perspectiva his-
tórica à análise conceitual típico-ideal . Isto significa, para Ricoeur, que

tão certo quanto a admissão [de Zemon-Davis] segundo


a qual ‘o registro do dom estava inevitavelmente prenhe
de conflitos potenciais’ permanece a convicção que a tese
de Marcel Hénaff elaborou, a saber, que a experiência
efetiva do reconhecimento [ . . .] no modo simbólico é
oferecida pelo dom recíproco cerimonial . Para proteger
o sucesso dessa experiência efetiva de reconhecimento
mútuo, é preciso assumir a tarefa crítica de ‘distinguir
entre a boa e a má reciprocidade’22 (2004a, p .372) .

Portanto, após o exame das relações entre dom e venda, embara-


lhadas nas práticas do cotidiano, a tese de Hénaff (2002) acerca do pro-
cesso de reconhecimento recíproco na troca de dons volta para o centro
da discussão .

A assimetria da gratidão

A questão do reconhecimento depende de um esclarecimento,


a esta altura, aparentemente óbvio, isto é, que um dom não equivale
meramente a dar um presente . Na esteira de Hénaff (2002), Ricoeur
afirma que, “a coisa dada, seja qual ela for – as pérolas ou as trocas matri-

22 “Ausssi vrai que l’aveu selon lequel « le registre du don était inévitablement
lourd de conflits potentiels », demeure la conviction que la thèse de Marcel Hénaff
a échafaudée, à savoir que l’expérience effective de reconnaissance [ . . .] sur le mode
symbolique est offerte par le don réciproque cérémoniel . Pour protéger le bonheur de
cette expérience effective de reconnaissance mutuelle, il faut assumer la tâche critique
de « faire le partage entre la bonne et la mauvaise réciprocité »” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 27


PAULO GILBERTO GUBERT

moniais, não importa qual possa ser o presente, o dom, o regalo – nada
disso substitui o reconhecimento tácito” (2010, p . 364) .
Contudo, assumir esta tese, para Ricoeur (2004a), implica não
mais sucumbir ao fascínio do enigma da retribuição – tal como Hénaff
(2002) –, porque isto significa a manutenção da lógica da reciprocidade
nos termos do duplo nó, ou seja, “continua a ser amplamente uma cons-
trução de baixo conteúdo fenomenológico que fornece o pretexto para a
distinção dos dois níveis, o das práticas e o do círculo autônomo dotado
de autotranscendência” (Ricoeur, 2006, p . 254) . Ademais, o deslumbra-
mento provocado pelo enigma pode fazer com que sejam negligenciados
elementos importantes inerentes à prática do dom, isto é, os gestos
de oferecer, de aceitar e de dar algo de si ao dar um presente (Ricoeur,
2004a) . Porém, o que significa dar algo de si? Para Ricoeur,

é o doador que se dá a si mesmo em troca no dom e


ao mesmo tempo o dom é a garantia de restituição . O
funcionamento do dom em realidade não estaria na
coisa dada, mas na relação doador-donatário, a saber,
há um reconhecimento tácito simbolicamente figurado
pelo dom [ . . .] . O gestual do reconhecimento é um gesto
construtivo de reconhecimento, através de uma coisa
que é simbólica, que simboliza o doador e o donatário23
(2004b, p . 23, tradução nossa) .

Em função disso, Ricoeur (2004a) propõe que a questão da retri-


buição seja descentralizada e que seja enfatizado o gesto de dar, em razão
de que todo o processo se inicia pela generosidade do primeiro dom .
Se o dom fosse portador da exigência de retribuir, não seria generoso e
estaria então destituído de seu próprio sentido . O dom não obriga, mas
suscita algo como que uma resposta do donatário diante de uma oferta .

23 “C’est le donateur qui se donne lui-même en substitut dans le don et en


même temps le don est gage de restitution ; le fonctionnement du don serait en réalité
non pas dans la chose donnée mais dans la relation donateur-donataire, à savoir une
reconnaissance tacite symboliquement figurée par le don [ . . .] . La gestuelle de la recon-
naissance, c’est un geste constructif de reconnaissance à travers une chose qui est sym-
bolique, qui symbolise le donateur et le donataire” .

28 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

Por este motivo, Ricoeur entende que “é preciso tomar o primeiro dom
como o modelo do segundo dom, e pensar, por assim dizer, o segundo
dom como uma espécie de segundo primeiro dom24” (2004a, p . 373,
tradução nossa) .
Neste ponto, Hénaff (2012), em seu livro Le don des philosophes,
entende que o conceito de reconhecimento mútuo apresentado por
Ricoeur (2004a) é paradoxal . Isto se deve ao fato de que, ao pensar o
segundo dom como um “segundo primeiro dom”, Ricoeur aposta em
uma noção de dom como graça, generosidade, ágape e, portanto, como
unilateralidade . Para Hénaff, isto significa eliminar o enigma da retri-
buição, bem como a possibilidade de reciprocidade .
Além disso, Hénaff (2010), no artigo On the norm of reciprocity
salienta que o caráter universal de retribuição é o fundamento da reci-
procidade . Ele afirma que o “dar cerimonial nas sociedades tradicionais
é sempre recíproco porque seu propósito é que os parceiros aceitem um
ao outro, para proporcionar reconhecimento público entre os grupos
humanos, a fim de estabelecer uma aliança e, portanto, para garantir a
paz25” (2010, p . 10, tradução nossa) . O autor vai além, afirmando que a
reciprocidade, neste caso, é um elemento imprescindível, “pois ela cons-
titui a relação entre uma oferta e uma resposta; ela pressupõe que uma
ligação deve ser estabelecida ou reforçada entre dois parceiros26” (2010,
p . 10, tradução nossa) .
Entretanto, Ricoeur (2004a) salienta que é justamente para
salvaguardar a tese hénaffiana do reconhecimento mútuo por meio do
dom recíproco cerimonial, enquanto prática social e não exclusivamente

24 “Il faut tenir le premier don pour le modèle du second don, et penser, si l’on
peut dire, le second don comme une sorte de second premier don” .
25 “Ceremonial giving in traditional societies is always reciprocal because its
purpose is for the partners to accept one another, to provide public recognition among
human groups, to establish an alliance and thus to ensure peace” .

26 “In this case reciprocity is indispensable because it constitutes the rela-


tionship between an offer and a reply; it presupposes that a bond must be established
or reinforced between two partners” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 29


PAULO GILBERTO GUBERT

para uma teoria da reciprocidade27, que é preciso recorrer à relação entre


a fenomenologia das intenções do dom e o caráter desinteressado do
ágape . A questão, para nosso autor, é compreender se “o risco do pri-
meiro dom, com seu movimento de oferta, não conservaria alguma coisa
do caráter desinteressado da expectativa que vai primeiramente rumo à
recepção do dom antes de se fechar em uma expectativa do retorno do
dom?28” (Ricoeur, 2004a, p . 374, tradução nossa) . Esta expectativa faz
com que o segundo dom não se torne simplesmente uma retribuição,
mas seja alçado à mesma categoria afetiva do primeiro dom . Isto sig-
nifica, para Ricoeur, que, no que concerne à obrigação de retribuir, “é
preciso falar, sob o signo do ágape, em resposta proveniente da genero-
sidade do dom inicial” (2006, p . 255, grifo do autor) .
Neste ponto, entendemos que, ao analisar, em primeiro lugar o
enigma da retribuição e, após se deter no gesto de dar, Ricoeur (2004a)
percebe que o dom e o contradom não formam uma díade – dar-re-
tribuir –, mas uma tríade – dar-receber-retribuir . Sendo assim, não é o
dar, nem mesmo o retribuir que deve ficar em relevo, mas o receber29 .
O autor avalia que o “receber se torna então a categoria-pivô em que a
maneira pela qual o dom é aceito determina a maneira pela qual o dona-

27 Muito embora não tenha lido o artigo On the norm of reciprocity e nem o livro
Le don des philosophes, Ricoeur (2004a) percebeu que, em Le prix de la vérité, Hénaff, ao
concentrar o núcleo de sua argumentação na busca de uma resposta para o enigma da
retribuição – apresentado por Mauss e desenvolvido por Lévi-Strauss – direcionou seu
trabalho mais para a – lógica – teoria da reciprocidade e menos para – o fenômeno – as
práticas sociais .
28 “Le risque du premier don, avec son mouvement d’offre, ne gardait-il pas
quelque chose du caractère désintéressé de l’attente qui va d’abord à la réception du
don avant de se refermer en attente du retour du don ?”

29 “Quel nom donner à cette forme non marchande du don ? Non plus l’échange
entre donner et rendre, mais entre donner et simplement recevoir” (Ricoeur, 2000, p .
626) . Neste sentido, Ricoeur, no texto Ricordare, dimenticare, perdonare, acrescenta
que “ciò che veniva potenzialmente offeso nella generosità ancora tributaria dell’ordine
commerciale era la dignità del ricevere . Certamente bisogna imparare a ricevere: è la
virtù della modestia . Più ancora bisogna imparare a donare onorando il beneficiario: è
la virtù della magnanimità” (2012, p . 116) .

30 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

tário se sente obrigado a retribuir30” (Ricoeur, 2004a, p . 255, tradução


nossa) . Este modo de aceitar o dom é marcado pela atitude de gratidão31,
que, para Ricoeur, “alivia o peso da obrigação de retribuir e a orienta
rumo a uma generosidade igual àquela que suscitou o dom inicial32”
(2004a, p . 374, tradução nossa) .
Por conseguinte, não se trata aqui da gratidão enquanto sobre-
carga para o donatário, nem mesmo enquanto gênese da corrupção,
conforme relatado por Zemon-Davis (2003) . Para Ricoeur (2004a),
é a qualidade do sentimento de gratidão, isto é, o “bom” receber, que
delimita a separação entre a boa e a má reciprocidade . Ademais, a gra-
tidão é responsável pela decomposição da tríade dar-receber-retribuir
em dois pares: dar-receber e receber-retribuir . Esta separação é inexata
tanto no âmbito da justiça, quanto no da venda . Quer dizer que não
há um preço estabelecido, nem mesmo um prazo estipulado para devo-
lução . Dessa forma é que se distinguem e se complementam o sem-preço
e o ágape . Ricoeur esclarece que,

sob o regime da gratidão, os valores dos presentes tro-


cados são incomensuráveis em termos de custos mer-
cantis . Essa é a marca do sem-preço sobre a troca de dons .
Quanto ao tempo conveniente para retribuir, pode-se
dizer, igualmente, que não há uma medida exata: essa é a

30 “Recevoir devient alors la catégorie pivot, en ceci que la manière dont le don
est accepté décide de la manière dont le donataire se sent obligé de rendre” .
31 Ricoeur salienta que “en français le mot reconnaissance signifie deux choses,
être reconnu pour qui on est, reconnu dans son identité, mais aussi éprouver de la
gratitude - il y a, on peut le dire, un échange de gratitude dans le cadeau” (2004b, p .
27) . Neste sentido, verificamos, no Dicionário Aurélio da língua portuguesa (2010) que,
em português, a palavra reconhecimento também pode significar gratidão e agradeci-
mento, tal como em francês .

32 “Allège le poids de l’obligation de rendre et oriente celle-ci vers une géné-


rosité égale à celle qui a suscité le don initial” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 31


PAULO GILBERTO GUBERT

marca do ágape, indiferente ao retorno, sobre a troca de


dons33 (2004a, p . 375, tradução nossa, grifo do autor) .

Dados esses pressupostos, nosso autor reafirma a importância do


complemento entre a análise típico-ideal e a crítica histórica . Ricoeur
(2004a) entende que “é finalmente às figuras do fracasso do dom que
nós devemos esse aprofundamento da análise típico-ideal da troca dos
dons nos termos de uma ética da gratidão34” (2004a, p . 375, tradução
nossa) . O autor não esclarece qual seria o significado específico de tal
ética, que se fundamenta no bom receber . Todavia, entendemos que,
muito embora a ética da gratidão não deva ser desconsiderada35, também
não deve ser confundida com uma redução moralizante, conforme será

33 “Sous le régime de la gratitude, les valeurs des présents échangés sont


incommensurables en termes de coûts marchands . C’est là la marque du sans prix sur
l’échange de dons . Quant au temps convenable pour rendre, on peut le dire également
sans mesure exacte : c’est là la marque de l’agapè, indifférente au retour, sur l’échange
des dons” .

34 “C’est finalement aux figures de l’échec du don que nous devons cet appro-
fondissement de l’analyse idéal-typique de l’échange des dons dans les termes d’une
éthique de la gratitude” .

35 A este respeito, Ricoeur afirma, no artigo Considération sur la triade: « le


sacrifice, la dette, la grâce » selon Marcel Hénaff, que “on se rappelle combien Hénaff est
soucieux de disjoindre le cérémonial du don de sa moralisation . Le régime de la grâce,
à mon sens, tend plutôt à les réunifier” (2004c, p . 37) .

32 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

demonstrado no paralelo entre a luta por reconhecimento36 e as ocasiões


especiais de trocas de dons, que possuem um caráter cerimonial e festivo .

O dom cerimonial e os estados de paz

O objetivo de Ricoeur (2004a) é confrontar a luta pelo reco-


nhecimento com a experiência real do dom, mediante a possibilidade
de realização efetiva de um ser-reconhecido . Contudo, esta realização é
frágil e incerta, pois depende de um dar que deve ser generoso e de um
receber que deve ser grato . Por este motivo é que o dom porta em si um
caráter simbólico, que é cerimonial . Com isto, Ricoeur (2004a) entende
que não se trata apenas de reafirmar o caráter gratuito, sem-preço, do
dom . O caráter cerimonial não visa simplesmente a distinção entre troca
mercantil e a troca de dons, com o intuito de isolar o dom das práticas
comerciais; por outro lado, também não tende a meramente demonstrar
a prevalência da generosidade do primeiro dom com relação à obrigação
de retribuir, inerente ao contradom . O cerimonial envolve tanto o dom
quanto o contradom e assegura o caráter festivo da troca, que ocorre na
vida cotidiana, mediante uma disposição ritual entre indivíduos37 .
O caráter festivo é que protege o dom de uma redução mora-
lizante que, de acordo com Ricoeur “vemos surgir no elogio estoico

36 A luta por reconhecimento é o tema principal da Fenomenologia do espírito,


assinala Ricoeur (2004b) . Neste sentido, Rossatto e Reichert do Nascimento consideram
que “a conferência A luta por reconhecimento e a economia do dom se inclui no debate mais
geral da problemática do reconhecimento, realizado recentemente pelos intelectuais de
língua alemã, inglesa e francesa . Ela já é um esboço bem delineado da tese principal que
Ricoeur vai defender amplamente neste debate: a ideia hegeliana de luta por reconheci-
mento tem seu principal mérito assentado na superação moral da moderna tendência
da filosofia política que, de Maquiavel a Hobbes, se fundamentou na pressuposição de
que há uma luta natural por autoconservação . Além disso, ele introduz aos poucos a tese
complementar de que a noção de luta violenta não pode continuar ainda hoje com a
palavra final no tema do reconhecimento: ela deve ser ‘completada e corrigida’ pela ideia
não violenta de dom” (2010, p . 347, grifo dos autores) .
37 A este respeito, Ricoeur entende que “donner reste un geste répandu qui
échappe à l’objection de calcul intéressé : il dépend de celui qui reçoit de répondre à
celui qui donne par une générosité semblable . Ce désintéressement trouve dans la fête,
dans les célébrations familiales et amicales son expression publique . Le festif [ . . .] inter-
rompt le marché et tempère sa brutalité en y apportant sa paix” (2013, p . 451) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 33


PAULO GILBERTO GUBERT

dos ‘benefícios’ erigidos em deveres38” (2004a, p . 376, tradução nossa,


grifo do autor) . Isto significa, para Ricoeur, que a redução “assumiu a
amplitude que conhecemos nos empreendimentos beneficentes organi-
zados, bem como nas organizações caritativas que visam, legitimamente,
preencher as lacunas da justiça distributiva e redistributiva39” (2004a, p .
376) . Muito embora esteja consciente dos problemas e das críticas que
acompanham estes comportamentos públicos movidos por um provável
espírito de generosidade40, nosso autor reconhece a importância do tra-
balho destas instituições caritativas; além disso, vincula-o a uma con-
cepção mais ampla de justiça, isto é, da busca de igualdade na atribuição
de direitos e deveres, bem como na distribuição dos bens .
A este respeito, Ricoeur (2004a) afirma que algo do caráter
festivo se esquiva da moralização . O festivo está presente nos ritos da
arte de amar, tanto em suas formas eróticas, quanto na amizade e, mais
amplamente, na sociedade . Para nosso autor, “o festivo do dom [ . . .] se
une assim ao conjunto das fórmulas que gosto de colocar sob o patro-
cínio gramatical do optativo, esse modo que não é descritivo nem nor-
mativo” (Ricoeur, 2006, p . 257) .

38 “On voit poindre dans l’éloge stoïcien des « bienfaits » érigés en devoirs” .

39 “A pris l’ampleur que l’on sait dans les entreprises de bienfaisance organisées
ainsi que dans les institutions caritatives qui visent légitimement à combler les lacunes
de la justice distributive et redistributive” .

40 Para Ricoeur “la suspicion s’en prend aux comportements privés ou publics
se réclamant de l’esprit de générosité (bénévolat, collectes publiques, réponses à la men-
dicité), pour ne rien dire des attaques dont sont aujourd’hui victimes les organisations
non gouvernementales d’intervention humanitaire . Les adversaires argumentent ainsi
: donner contraint à donner en retour (do ut des) ; donner crée souterrainement de
l’inégalité en plaçant les donateurs en position de supériorité condescendante ; donner
lie le bénéficiaire, transformé en obligé, obligé à la reconnaissance ; donner écrase le
bénéficiaire sous le poids d’une dette insolvable” (2000, p . 624) . A mesma questão é
apresentada por Hénaff, ao afirmar que o dom não é um gesto moral: “à l’opposé de
l’interprétation économiste on est souvent tenté, pour comprendre le don cérémoniel,
de partir du don moderne et de ses expressions soit individuelles dans le cadeau, soit
institutionnelles dans l’aide humanitaire [ . . .] . Or, il faut le soutenir fermement : la
pratique du don cérémoniel n’est pas plus un geste d’aide ou de charité qu’il n’est une
alternative à la relation marchande” (Hénaff, 2002, p . 155) .

34 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

Para Ricoeur (2004b), o caráter cerimonial e festivo do dom fica


mais evidente quando se diferenciam os dias de trabalho dos dias de
festas comemorativas . Desta distinção resulta “uma significação fun-
dadora, como se houvesse uma espécie de suspensão na corrida pela pro-
dução, no enriquecimento, e que faz com que as festividades sejam, por
assim dizer, a réplica não violenta de nossa luta para ser reconhecido”
(Ricoeur, 2010, p . 365) .
Por conseguinte, Ricoeur (2004b) entende que o dom cerimonial
conserva, fundamentalmente, a ideia de suspender a luta por reconheci-
mento para evitar o desencadeamento da violência . De acordo com esta
perspectiva, é preciso salientar que se o dom é cerimonial, então ele não
é somente festivo, mas também solene, como no caso do gesto de pedir
perdão41 .
Neste ponto, Ricoeur tem em mente o gesto – considerado raro
– de um chefe de Estado que se desculpa publicamente por ofensas ou
crimes cometidos contra outro Estado42 . Muito embora este gesto não

41 No epílogo de La mémoire, l’histoire, l’oubli, Ricoeur (2000) assinala que o


pedido de perdão não é unilateral, porque há “une corrélation entre le pardon demandé
et le pardon accordé . Cette croyance transporte la faute du régime unilatéral de l’incul-
pation et du châtiment dans le régime de l’échange [ . . .] . Ma thèse est ici que, si l’entrée
du pardon dans le cercle de l’échange marque la prise en compte de la relation bilatérale
entre la demande et l’offre du pardon” (Ricoeur, 2000, p . 619) . Nesse sentido, ressal-
tamos a relação que é restabelecida por meio da troca . Para o autor, o caráter relacional do
face a face “confronte deux actes de discours, celui de l’aveu et celui de l’absolution : « Je
te demande pardon . - Je te pardonne . » Ces deux actes de discours font ce qu’ils disent: le
tort est effectivement avoué, il est effectivement pardonné” (Ricoeur, 2000, p . 630) .

42 Ricoeur menciona o “geste du chancelier Brandt, s’agenouillant au pied


du monument de Varsovie à la mémoire des victimes de la Shoah” (2004a, p . 377) .
Outro exemplo da relação entre perdão e reconhecimento é o referente à Comissão de
Verdade e Reconciliação, instaurada na África do Sul e conduzida por Nelson Mandela
e por Desmond Tutu, que teve por objetivo, segundo S . Pons “collectionner les témoig-
nages, consoler les offensés, indemniser les victimes et amnistier ceux qui avouaient
avoir commis des crimes politiques” (2000, p . 13) . Neste caso, de acordo com Ricoeur
(2000), o recurso à compreensão e ao perdão, ao invés da vingança, desbancou a ideia
de uma lógica punitiva e possibilitou que a memória fosse preservada e a história,
recontada; já não mais em uma perspectiva de continuidade da violência, mas da busca
pela paz . Sendo assim, o contraponto para a segregação racial foi a busca pelo reconhe-
cimento mútuo entre negros e brancos, por meio do perdão .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 35


PAULO GILBERTO GUBERT

possa ser institucionalizado, ele possibilita vislumbrar uma esperança no


horizonte da política e do direito, que se estende das relações interpes-
soais até o plano internacional, desencadeando “uma onda de irradiação
e de irrigação que, de modo secreto e indireto, contribui para o avanço
da história rumo a estados de paz43” (2006, p . 257) .
Entretanto, isto não significa o alcance da paz em modo defi-
nitivo . Para Ricoeur (2004a), não obstante sejam importantes, os estados
de paz são momentos simbólicos e breves, nos quais o reconhecimento
mútuo, a cada vez que é vivenciado, significa apenas uma suspensão
temporária da luta por reconhecimento .
Então, indaga Ricoeur (2004a), se a suspensão da luta é apenas
temporária, quando é que um indivíduo pode realmente considerar-se
reconhecido? Ademais, a exigência por reconhecimento não pode se
tornar interminável?
Embora haja uma experiência de reconhecimento efetivo nas
trocas de dons, não se pode esperar mais do dom do que a possibilidade de
uma trégua da luta por reconhecimento, uma vez que a complexidade das
relações vividas no cotidiano carrega um sem-número de perplexidades .
Isto significa que as raras experiências do dom não estão desvinculadas dos
conflitos que as sucedem e as precedem . Nesta acepção, para Ricoeur,

a experiência do dom, além de seu caráter simbólico,


indireto, raro, até mesmo excepcional, é inseparável de
sua carga de conflitos potenciais ligada à tensão criadora
entre generosidade e obrigação; são essas aporias susci-
tadas pela análise típico-ideal do dom que a experiência

43 “Une onde d’irradiation et d’irrigation qui, de façon secrète et détournée,


contribue à l’avancée de l’histoire vers des états de paix” . Jervolino (2012) considera,
na esteira de Ricoeur (2000), que se trata de um percurso em direção a uma cultura de
paz, que saiba contrastar os germes de violência profundamente radicados na história .
Nesta acepção, não obstante considere um possível progresso da humanidade rumo a
estados de paz, Ricoeur entende que a noção kantiana de paz perpétua é tão somente
uma “utopie politique” (2000, p . 625) .

36 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

do dom traz em sua vinculação com a luta pelo reconhe-


cimento44 (2006, p . 257, tradução nossa, grifo do autor) .

De fato, a história mostra bem que os conflitos e a luta parecem


ser intermináveis . Entretanto, as trocas de dons – sobretudo em sua fase
cerimonial e festiva – continuam favorecendo experiências de reconheci-
mento efetivo, que, para Ricoeur, “conferem à luta pelo reconhecimento
a garantia de que a motivação que a distingue do apetite pelo poder, e
que a coloca ao abrigo da fascinação pela violência, não era ilusória, nem
vã45” (2006, p . 258) .

Considerações finais

A essa altura, parece-nos óbvio que, no entendimento de


Ricoeur, os estados de paz não estão desvinculados da luta pelo reconhe-
cimento . Muito embora não seja comum atrelar o conceito de luta ao de
paz, há uma motivação moral nas lutas pelo reconhecimento que não é
meramente utópica . Sendo assim, os estados de paz devem poder cor-
responder às experiências pacíficas de reconhecimento mútuo e possuir
um caráter excepcional, porque se tratam de mediações simbólicas que

44 “L’expérience du don, outre son caractère symbolique, indirect, rare, voire


exceptionnel, est inséparable de sa charge de conflits potentiels liée à la tension créa-
trice entre générosité et obligation ; ce sont ces apories suscitées par l’analyse idéal-ty-
pique du don, que l’expérience du don apporte dans son couplage avec la lutte pour la
reconnaissance” .

45 “Confèrent à la lutte pour la reconnaissance l’assurance que la motivation


qui la distingue de l’appétit du pouvoir, et la met à l’abri de la fascination par la vio-
lence, n’était ni illusoire, ni vaine” . Em La lutte pour la reconnaissance et l’économie
du don, Ricoeur encerra o texto com uma interrogação: “jusqu’à quel point peut-on
donner une signification fondatrice à ces expériences rares ? Cependant je tendrais à
dire que tant que nous avons le sentiment du sacré et du caractère hors-ouvrage de la
cérémonie dans l’échange sous son aspect cérémoniel, alors nous avons la promesse
d’avoir été au moins une fois dans notre vie reconnu ; et si nous n’avions jamais eu l’ex-
périence d’être reconnu, de reconnaître dans la gratitude de l’échange cérémoniel, nous
serions des violents dans la lutte pour la reconnaissance . Ce sont ces expériences rares
qui protègent la lutte pour la reconnaissance de retourner à la violence de Hobbes”
(Ricoeur, 2004b, p . 27) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 37


PAULO GILBERTO GUBERT

ocorrem nas intermitências das relações cotidianas tanto de ordem


jurídica, quanto de ordem mercantil, ambas simétricas .
Vale recordar que não é preciso superar a simetria da recipro-
cidade para que haja reconhecimento em nível jurídico e institucional .
Neste caso, a simetria é necessária, como no caso da luta por direitos
iguais entre homens e mulheres, por exemplo .
Todavia, em contraponto à luta por reconhecimento, Ricoeur
entende que é possível vivenciar, eventualmente, experiências de reco-
nhecimento positivo, como em ocasiões cerimoniais, troca de presentes
e quando perdoamos ou somos perdoados por alguém . Fundamental-
mente, são estas experiências positivas as responsáveis pelo reconheci-
mento efetivo e não os sistemas jurídicos, que seguem a lógica da reci-
procidade . Qual é o problema da lógica da reciprocidade? É a mesma
lógica simétrica usada pelo mercado, agonística, isto é, de ação e reação,
segundo a qual os acordos de troca sempre antecedem as relações entre
as pessoas . Isto não significa que a ética, a justiça e as instituições sejam
dispensáveis; o que procuramos demonstrar é que há um tipo de reco-
nhecimento assimétrico – pré-jurídico, como enfatiza Ricoeur – que as
antecede e que contribui para sua estabilidade e manutenção .
O reconhecimento em nível pré-jurídico acontece no âmbito do
encontro e das relações que podem, por meio de um autêntico reconhe-
cimento do outro, ir além da lógica de uma simples troca entre iguais .
A assimetria, assim, está na base do reconhecimento efetivo de outrem
e contribui para nosso frágil equilíbrio social – os estados de paz, ou as
clareiras no horizonte dos conflitos – e pelo não-retorno à predisposição
para a violência do estado de natureza . Obviamente que este é apenas
o primeiro passo . Se não houverem instituições que promovam a simi-
litude da ética, da justiça, dos direitos e dos deveres . . . não existirá civi-
lidade, nem sociabilidade .

38 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A ASSIMETRIA E OS ESTADOS DE PAZ

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42 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICOEUR COMO NÃO-
VIOLÊNCIA: UMA RESPONSABILIDADE PRÁTICA

Ozeli Oliveira dos Santos


Rita de Cássia Oliveira

Introdução

Neste capítulo discutimos sobre a possiblidade de uma pessoa


se constituir não- violenta . Para isso, buscamos na filosofia de Paul
Ricoeur subsídios que nos permitam refletir sobre tal possibilidade, uma
vez que o filósofo francês se desbruçou sobre o tema da violência para
alcançar a perspectiva de uma não-violência . Ora, desde os primórdios
da humanidade que a violência se apresenta, quer nas ações, quer na
linguagem . Então, indagamos: a violência é constitutiva da pessoa? Se
é, como podemos agir para superar este traço constitutivo? Essas inda-
gações nos guiaram nas reflexões que fazemos neste texto com a intenção
de investigar o posicionamento de Ricoeur quanto à possibilidade de
uma pessoa poder se constituir como não-violenta . Alertamos o nosso
OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

leitor que nesta trajetória um leque de questões se abriu e nem todas


fomos capazes de responder mas, antes de tudo, de levantamos esta pro-
blemática tão persistente na história da humanidade .
Sabemos bem que a humanidade é motor da história, e que a
manutenção dos seus feitos vai depender das ações e das memórias vir-
tualizadas nos livros, na figura do testemunho . . . Tornar uma memória
que nos antecede, um diálogo e uma ação viva, é antes de mais nada,
preciso se apropriar e travar um diálogo sobre ela . É primeiramente por
essa ótica que Ricoeur começa seu debate sobre a presença da pessoa
não-violenta1 na história . Neste caso, o discurso e a ação são preciosos
para que reconheçamos a fulcral importância de introduzir essa pessoa
não-violenta na memória e no presente da humanidade .
Ricoeur ao abordar a não-violência em um texto de 1949, inti-
tulado de O homem não violento e sua presença na história, apoiou-se
no Sermão da montanha, com o objetivo de refletir sobre a encarnação
da pessoa não-violenta na história, um argumento voltado para cons-
ciência e para realização prática das atividades humanas voltadas para
uma possível bondade . Ricoeur através do “iogue” e do “comissário”,
aponta as posições em que se encontram as atitudes humanas no que se
refere a não-violência . Para o filósofo francês está à margem da história,

1 O “não” da não-violência se opõe a todos os processos de justificação e legi-


timação que fazem da violência um direito do homem . Optar pela não-violência é des-
legitimar a violência, desconstruir suas ideologias a fim de manter a consciência de que
a violência é radicalmente contrária à vocação espiritual do homem . Falou-se muitas
vezes que a própria palavra não-violência era mal escolhida por ser um termo negativo .
De minha parte, estou cada vez mais convencido de que essa palavra é decisiva por
negatividade, precisamente porque ela, e somente ela, permite deslegitimar a violência .
Notemos ainda que, no plano prático, o “não” da não-violência não é um “não” de
negação, mas um termo de resistência (Muller, 2006, p . 29) .

46 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

como o iogue apresentada por Koestler2 não seria suficiente para com-
preender os caminhos da violência e se opor a ela, ou seja, não basta a
preocupação com o interior e esquecer o exterior dos acontecimentos .
Para Ricoeur é necessário atravessar a história com toda sua estrutura em
uma atitude contínua e encarnada . Nas palavras do filósofo - “o Sermão
da Montanha, com a sua não-violência, quer entrar na história, seu
objetivo é de ordem prática, ele postula a encarnar-se, e não a se evadir”
(Ricoeur, 1968, p . 226) . Complementando “a não violência só pode ser
uma atitude válida se podemos esperar dela uma ação sobre o curso da
história” (Dosse, 2017, p . 176) . Compreendemos que introduzir-se na
história é estar presente no discurso e na ação do privado, do coletivo,
nas relações sociais e no campo político . No campo político precisamos
lembrar que é o lugar de onde se levanta seu maior império .
Monteil nos enfatiza que para Ricoeur, a postura mais sábia de
combate ao mal político é através da postura de um cidadão vigilante e
guardião, dentro desta mesma postura também está inclusa a declaração a
seguir:

Ricoeur não se contenta em pensar no mal político e nas


condições de seu resultado prático; ele explora o que o
torna possível no registro do pensamento . “Pensando o
evento” estritamente falando, exige que o espectador seja
receptivo a ele para considerá-lo; como tal: um aconte-
cimento que estremece, que modifica e que, na reflexão,

2 No campo da prática propriamente dita, Koestler chamou de iogue o inte-


ressado em transformar o homem a partir de seu foro íntimo, atuando sobre a moral
pessoal . Este pensador, interpretando a política como intrinsecamente maléfica, pro-
punha-se ficar fora dela . Ao segundo tipo Koestler chamou “comissário”, pois se carac-
terizaria por ser um ativista com pretensões de mudar o homem a partir de fora . O
“comissário” não deveria ser entendido como um ingênuo ou hipócrita: ele reconhecia
o caráter diabólico da política, mas o entendia como transitório e, sobretudo, avaliava
sua própria ação como capaz de erradicá-lo (Hecker, 1999, p . 129)

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 47


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

dita um curso de ação segurar e uma maneira de agir .


(Monteil, 2013, p . 5, tradução nossa) .3

A declaração provoca as seguintes questões: até que ponto a não-


-violência influencia a história humana? Existe referência desta na his-
tória humana? Na declaração de Monteil acima, o evento para Ricoeur
tem que ser pensado, ou seja, primeiro ele tem que existir para ser
pensado, assim como pensamos as marcas da violência, também precisa-
ríamos pensar a não-violência por meio de suas marcas, é neste aspecto
que Ricoeur chama atenção para a responsabilidade da ação prática de
cada indivíduo na história . “Pois é a história, e não a pureza de nossas
intenções, é o que tivermos feito a outrem, que remontará o sentido
daquilo que havíamos desejados” (Ricoeur, 1968, p . 226) . Dito de outra
forma, se o que a história nos mostra é violência, é a violência que fica
na história, mas se for o contrário disso, do mesmo jeito ficará marcado .

A não-violência na experiência prática

Saber se a não-violência é possível, é colocá-la no campo da expe-


riência prática, isto é aplicá-la na efetividade da convivência entre indi-
víduos, experienciando com o conflito, com a pluralidade e com todo
conjunto que compõe a experiência . Em outras palavras, “é coloca-la
em curto-circuito com a ação efetiva” (Ricoeur, 1968, p . 226) . Diante
do argumento entende-se que postura do não-violento é antes de tudo,
deixar a posição da margem e introduzir-se tomando consciência de
toda amplitude da violência em suas causas e feitos em direção ao outro,
ou seja, é pensar a história da violência e combatê-la com uma outra ação
que não caia apenas como uma ação passiva fora da história .
A estudiosa sobre violência em Ricoeur, Graciela Walton, com-
preende que o filósofo francês utiliza-se da atitude do “iogue” e do
“comissário” para enfrentar a consciência moral com a eficácia política”

3 Ricoeur ne se contente pas de penser le mal politique et les conditions de son


issue pratique; il explore ce qui le rend possible dans le registre de la pensée . « Penser l’évé-
nement » à proprement parler requiert du spectateur la prédisposition à y être réceptif
pour le considérer comme tel: un événement qui ébranle, qui modifie et qui, réflexion
faite, dicte une conduite à tenir et une manière d’agir (Monteil, 2013, p . 5) .

48 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

(Walton, 2011, p . 417)4 . Em outras palavras, a figura do “profeta” teria


que superar ambas posições se materializando em uma ação que tenha
peso na história .
Como já citado acima, o primeiro movimento necessário para
o não-violento é a consciência da violência, esse mesmo movimento o
filósofo em seu discurso sobre a presença da pessoa não-violenta na his-
tória . Sair da posição do “iogue” é antes de tudo compreender a vio-
lência e seus reflexos na história . “Seria preciso buscar muito embaixo
e muito no alto as cumplicidades de uma afetividade humana harmo-
nizada ao terrível na história” (Ricoeur, 1968, p . 227) . É o mesmo que
ser a própria agência, o mesmo que promove e o mesmo que pratica a
violência em suas inúmeras maneiras . Para o filósofo seu sumário está no
comprimento, na largura e na profundeza, isto é, no comprimento da
história, nas ramificações psicológicas, sociais e culturais, e sua profun-
didade está nas pluralidades das consciências humanas .
São essas as principais demandas lançadas pela violência nas
consciências da história humana, embora não se saiba sua psicologia ao
nível da história, é importante perceber que em todos esses caminhos
seu objetivo, sua cólera5 é a morte do outro .

O assassínio premeditado e efetivo é, desse ponto de


vista, o sinal de toda violência: no momento da vio-
lência, o outro recebe a marca: “a suprimir” . A violência
tem mesmo uma carreira sem fim: pois o homem é capaz
de várias mortes, algumas das quais, quintessenciadas,
exigem que o moribundo seja mantido à beira da morte
para sorver até o fim certas mortes piores que a morte;
é preciso que o torturado esteja presente para sofrer a
chaga consciente do envelhecimento e viver a própria
destruição para além do corpo, no cerne de sua dig-
nidade, de seu valor, de sua alegria; se o homem é mais

4 Al yogui con el comisario significa enfrentar la conciencia moral con la efi-


cácia política (Walton, 2011, p . 417) .
5 É assim que Jesus denuncia a simples cólera: aquele que se encoleriza contra
seu irmão é o assassínio do seu irmão (Ricoeur, 1968, p . 230) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 49


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

que sua vida, a violência intenta matá-lo até no reduto


desse mais; pois, no fundo, é esse mais que se acha em
excesso . (Ricoeur, 1968 . p . 230) .

Aqui compreendemos que Ricoeur lança sobre a consciência do


terrível, seu argumento em relação a violência histórica humana, ou seja,
a morte do outro é elo que liga todas as camadas e todos os tipos de vio-
lência, desde a violência de uma guerra a uma violência que interrompe
seu direito de fala ou sua liberdade de expressão, mesmo que seja, direta
ou indiretamente de maneira implícita ou explícita . É a esse discurso e
a essa ação que estamos vinculados e responsabilizados . Tomar para si
todo esse império é ao mesmo tempo enxergar onde estamos localizados,
e qual ação nos encaminharia para uma responsabilidade da sabedoria
prática, a qual Ricoeur tanto propõe encarnar .
Transcender a não-violência na história para Ricoeur é o prin-
cipal desafio do profeta, isto porque marcar e manter-se influenciado a
ponto de mudar as relações entre humanos é sair do campo da violência
na história e entrar no campo da ética . Seria estar em posição contrária
respondendo em atos, a violências com amor . No entanto, o que daria
uma resposta a tal objetivo seria encontrar a eficácia da não-violência no
curso da história . Para o filósofo acreditar que a não-violência “é possível
a título individual na recusa da obediência que dá força aos valores defen-
didos” (Dosse, 2017, p .176) . É primeiramente uma atitude do homem
que carrega consigo a fé na amizade, na liberdade e através da ação dar
exemplo dos fins voltados para bem e para boa relação com o outro, uma
visão esperançosa voltada para frente, embora não haja uma garantia de
sua concretude . A eficácia da ação do que crer, “também pode se mani-
festar de maneira coletiva e assumir a forma de uma resistência massiva,
como é o caso na índia com Gandhi e Martin Luther King nos Estados
Unidos” (Dosse, 2017, p .176) .
Diante do argumento primeiro entendemos que Gandhi ocupa
os dois pontos do argumento, a não-violência como filosofia de vida
voltada para o bem em todas as modalidades da vida, especialmente, no
espaço público . Na visão de Ricoeur ele “significa esperança e demons-
tração” (Ricoeur, 1968 . p . 232) . Em outras palavras, ele individual-
mente presou pela fé na mudança, e na prática suas técnicas de resis-

50 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

tência alcançaram um coletivo exemplar . Segundo Jean-Marie Muller


“O grande mérito de Gandhi é ter reconciliado a filosofia como sabe-
doria e a política como ação, de ter reconciliado a exigência ética com
o realismo político” . (Muller, 2006, p . 31) . Ao que se parece, sua con-
vicção se resumia na força de Gandhi “resplandece o caráter ativo da não
violência: o verdadeiro abandono, aos olhos de Gandhi, é a violência;
por ela eu me entrego ao cabeça, ao chefe; a não-violência é para ele a
força” (Ricoeur, 1968, p . 233) .
A não-violência de Martin Luther King seguida pelo exemplo
de Gandhi, isto é, a ideia de lutar por direitos civis nos Estados Unidos,
também é uma tentativa de unir o profético ao político ou sabedoria
e política . Para Muller a união funcionou na índia até por contextos
diferentes, mas nos Estados Unidos era outra realidade, muitos negros
achavam a não violência de Martin Luther King pacifica demais e acre-
ditavam que o poder estava na ponta de um fuzil, “O resultado veio
logo, e os poucos fuzis que eles puderam utilizar foram rapidamente
despedaçados pelos fuzis dos policiais brancos” (Muller, 2006, p . 34) .

Na realidade, o verdadeiro gentleman era Gandhi .


Diziam-nos ainda: “Evidentemente, a não-violência
funcionou nos Estados Unidos . No entanto, a tarefa
era fácil para Martin Luther King, visto que ele vivia na
maior democracia do mundo!” Na realidade, o verdadeiro
democrata era Martin Luther King . (Muller, 2006, p . 34) .

Neste ponto do argumento é importante primeiro colocar que


na experiência de Gandhi, se recusar a matar e aceitar morrer para não
sujar as mãos, não coloca a ação inteiramente no campo da não-vio-
lência segundo Ricoeur “a pureza de um, não livra os outros que sujaram
as mãos . Se, portanto, cabe algum sentido à não-violência, cabe-lhe
completá-lo na história que preliminarmente ela transcende” (Ricoeur,
1968, p . 231) . Nesta perspectiva poderíamos dizer que esse ato do profeta
ocupou uma dimensão histórica, assim como a não-violência de Martin
Luther King, onde muitos optaram pelo uso das armas e também aca-
baram mortos . Nesta perspectiva, é fácil notar apenas o lugar da reflexão
e do exemplo histórico e excepcional, conseguir unir valores humanos

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 51


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

a prática política, ainda fica no alhures (esse outro lugar) . O da não-vio-


lência histórica .
Podemos perceber que na visão do filósofo francês a resistência
não-violenta está historicamente na ordem do profeta e do gesto sim-
bólico, mas preza por uma ética capaz de encarnar na humanidade
uma esperança entre cidadãos e nas instituições . Isto porque a história
apresenta até nossos dias uma violência em grande demanda e de inú-
meras formas . Para Londoño, Ricoeur reconhece a grande tendência que
o indivíduo humano tem para cometer a violência e também na sua
necessidade de se opor ao mal, entretanto, acredita em uma postura da
bondade que supere o mal instalado na história . Nas considerações feita
pelo o estudioso ricoeuriano, ele nos pontua:

Por mais originário que seja o bem, por mais constitutivo


de nossa existência, pode-se chamar plenitude de vida com
os outros, por mais pobres que sejam as potencialidades
humanas que estão em ação . Como povo, procuramos
nos organizar em instituições justas nas quais se expresse
nosso desejo de convivência, não podemos perder de vista
que a violência é uma realidade da humanidade que se fez
e continua a marcar presença na história, por vezes com
muito mais ruído do que consciente das ações generosas
que fazem a vida cotidiana . (Londoño; Carol; Arbeláez,
2020, p . 86, tradução nossa) .6

Certificamo-nos na abordagem, que alcançar uma eficácia da


não-violência que transcender a história, requer um alinhamento entre
a sabedoria do profeta e o exercício da prática política, entendemos que

6 No obstante lo anterior, por más originaria que sea la bondad, por más cons-
titutiva de nuestra existencia que sea la llamada a la plenitud de la vida con y para los
otros, por más despliegue de las potencialidades humanas que esté en acción cuando las
personas procuramos organizarnos en instituciones justas en las que se decanta nuestro
deseo de vivir juntos, no podemos perder de vista que la violencia es una realidad
humana que ha hecho y sigue haciendo presencia en la história, a veces con mucho más
ruido que cientos de acciones generosas que tejen la vida cotidiana (Londoño; Carol;
Arbeláez, 2020, p . 86) .

52 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

na visão de Ricoeur o que a história nos mostra são casos que ocuparam
o lugar do discurso, no entanto, não ocuparam o lugar da prática . Isto
porque os eventos nos mostram, em todos os casos, a violência como fim .
A observação do estudioso Londoño é mais uma confirmação de que o
conflito prevalece na história humana até os dias atuais, entretanto, nem
tudo está perdido . Nas palavras de Ricoeur, “para aquele que vive e age,
não existe compromisso nem síntese, mas uma escolha . Para aquele que
vive e cessa de observá-la, a não-violência que ser toda ação, quer fazer
história” (Ricoeur, 1968, p . 236) . Podemos aqui primeiro dizer, que é
necessário reconhecer o discurso e prática da violência que comanda a
humanidade . Segundo reconhecer a importância do cidadão nas ope-
rações de discursos e em suas ações, somos seres responsáveis pelas ações
no mundo e pelos resultados delas . Terceiro, é preciso enxergar que a
falibilidade e a capacidade fazem parte da condição humana, por isso é
necessário, conhecer, observar e policiar a vida sem cessar, como defende
Paul Ricoeur, para o filósofo francês o caminho está na sabedoria prática .

Contribuição da sabedoria prática para não-violência

É importante observamos que é o discurso que sustenta a dialética


da violência, por esta razão visamos responder como Ricoeur argumenta
a problemática da violência neste caminho tão bem elaborado, que é sua
hermenêutica . O que importa aqui nesta abordagem, são os modestos
caminhos que o filósofo aponta para se superar a violência, como uma
sabedoria prática, para isto, elabora a seguinte pergunta em seu texto
Violência e linguagem (1967): Como viver uma situação intermediária
entre o sentido e a violência? O filósofo, primeiramente nos mostra o
confronto entre discurso e violência, segundo o conflito entre moral e
política vista nas interações políticas ou espaço público .
Para entender o fio condutor desse movimento, antes de mais
nada precisamos mirar, que os discursos de Paul Ricoeur a respeito do
ser humano, está sobre a luz de uma teleologia Aristotélica e uma deon-
tologia kantiana, ou seja, um olhar atento ao bom e ao obrigatório; nas
palavras de Ricoeur, “é por convenção que reservarei o termo “ética” para
intenção de uma vida realizada sob o signo das ações estimadas e boas,
e o termo “moral” para o lado obrigatório, marcado por normas obri-

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 53


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

gações” (Ricoeur, 1995, p . 161) . É sobre esse olhar que Ricoeur define
sua pequena ética na intenção da vida boa, com e para os outros em
instituições justas . Assim como Aristóteles, Ricoeur também defende
que o homem se realiza na cidade, no entanto, para tal realização, o
mesmo tem que ser regido pela norma e pela regra, como defende Kant .
O filósofo em suas considerações sobre a não-violência, argumenta as
possibilidades da união entre sabedoria e política, estas aplicadas nas
interações do espaço público, tendo como base, a responsabilidade com
si mesmo e com os outros para assim alcançar o bem comum .
Visar uma sabedoria prática que contribua como forma de resis-
tência para uma não-violência é um caminho estreito, no qual podemos
notar nos limites que cabe a postura de uma linguística de um discurso e
na postura da vida prática política .
Nesta perspectiva da consciência e da responsabilidade, Ricoeur
em seu texto, Tarefas do educador político de 1965, argumenta sobre a
importância do educador político na comunidade que buscam exercer
uma ação eficaz, “incluo nessa categoria todos os que se sentem respon-
sáveis, por uma ação de pensamento, de fala de escrita, pela transformação,
pela evolução e pela revolução do seu país” (Ricoeur, 1995, p . 145) .
De acordo com filósofo francês é importante entender que
fazemos parte de uma civilização no seu sentido do todo e esta mesma
está dividida em três realidades: a dos utensílios (toda criação humana),
instituições (político) e valores (apreciação e valorização do utensílio) .
Não aprofundaremos a abordagem sobre a civilização aqui, mas é preciso
especificar que esta é apenas uma forma de localização para que pos-
samos entender os três níveis fundamentais que Ricoeur considera uma
ação política eficaz ou uma sabedoria prática .
No pensamento de Ricoeur a tarefa do educador político está
nos três níveis apresentados acima e que em ambos há formas diferentes
de intervenção: a responsabilidade do educador no campo dos uten-
sílios está na decisão coletiva, ou seja, a ideia de liberdade e de escolha é
um fator decisivo que define os rumos de um coletivo de pessoas como
por exemplo, a decisão de um chefe de empresa ou um chefe de Estado
sobre medidas econômicas . Neste caso, Ricoeur pontua que, “A tarefa
do educador, é dupla: primeiro, tornar visível a significação ética de toda

54 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

escolha, segundo lutar pela construção de uma democracia econômica”


(Ricoeur, 1995, p . 54) .7
No nível político, Ricoeur sustenta-se sobre os dois níveis da
moral: a “moral da convicção” influenciado pela cultura e pela religião
e a “moral da responsabilidade” a moral da força, da violência e da cul-
pabilidade .8 A partir dessa distinção de Max Weber, Muller esclarece
que “a moral de convicção está alinhada a postura espiritual, sem se
preocupar com os resultados das ações, enquanto a moral da respon-
sabilidade exige uma resposta ao resultado das ações” (Muller, 2006, p .
31) . De acordo com Ricoeur, “moral da convicção só pode agir indire-
tamente, pela pressão que exerce sobre a moral da responsabilidade e de
poder9; à diferença desta, ela não está ligada ao possível e ao razoável,
mas ao que poderíamos chamar de “desejável humano”, de “optimum
ético” (Ricoeur, 1995, p . 157) . Dito de outra forma, entendemos que
em termos práticos, a moral da convicção influencia a ação prática, neste
caso, é preciso manter uma atenção ou um policiamento até que ponto
ela ajuda no reforço de uma ação ética ou influência uma ação violenta .
O desejável aqui certamente é ação ética, ou seja, a moral da convicção
ocupa a função de exercer uma pressão sobre a moral da responsabi-
lidade, uma pressão que vise o “bem comum” .
O terceiro nível, a ordem dos valores, de acordo com Ricoeur “a
tarefa do educador é unir a civilização técnica universal a personalidade

7 O exemplo econômico foi colocado a partir da análise de Ricoeur sobre o


contexto mais recente de sua época, a respeito dos problemas levantados sobre a centra-
lidade econômica e a ideia do lucro deixando a margem os trabalhadores .

8 A tarefa da educação é, a meu ver, manter nesse ponto uma tensão viva;
pois se reduzíssemos a moral de convicção à moral de responsabilidade, cairíamos no
realismo político, no maquiavelismo, que resulta que resulta da confusão constantes
dos meios e dos fins . Mas se por outro lado, se amoral de convicção pretendesse uma
espécie de ação direta, cairíamos em todas as ilusões do moralismo e do clericalismo . só
pode agir indiretamente, pela pressão constante que exerce sobre a moral de responsa-
bilidade (Ricoeur, 1995, p . 157) .
9 Ricoeur nos coloca que o Sociólogo alemão Max Weber em seus manuscritos
antes da “moral da responsabilidade” escreveu “moral de poder”, para o filósofo francês
essa é uma observação importe porque a “moral da responsabilidade” é também moral
da força, isto é, da violência . em outras palavras, nela o homem se realiza com, ou
contra a violência .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 55


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

cultural, isto, unir a singularidade histórica a cada grupo” (Ricoeur,


1995, p . 159) . No seu campo técnico, está o avanço com a ideia de
melhoramento social e o consumo desacelerado cada vez mais exigente,
mas do outro lado, a aceleração com ideia universal de melhoramento
das massas de acordo com Ricoeur gera uma erosão nos grupos histó-
ricos por conta da técnica, além de nas comunidades gerarem um dis-
tanciamento entre os que avançaram na técnica e os que se mantiveram
mais ao passado . Desse modo, há os que desaparecerão por conta da
técnica, os que serão ressignificados e encarnados, através do trabalho da
cultura e da linguagem .
A pretensão do argumento acima foi visualizar um ângulo amplo
do contexto histórico, social e político, o que cabe nesse cenário o sábio
fazer ou o educador político . Enxergamos no argumento o fio condutor
que cada uma das três situações apresenta, a visão do filósofo francês
voltada para a insistente ideia ética, aplicada no campo da prática .
Agora voltamos aqui, a abordagem da violência e da linguagem, para
Ricoeur é a linguagem que nos dá acesso ao mundo, e a partir dela que
conhecemos a violência, a linguagem apresenta a violência, porque a lin-
guagem é mecanismo humano . Neste trabalho ao qual nos dedicamos,
o processo da violência se apresenta no campo do discurso e no campo
da prática . Como a abordagem desse tópico é sobre maneiras sabias de
evitar a violência, Ricoeur apresenta três modestas regras para o bom uso
da linguagem no seu confronto com a violência .
Primeiro, que discurso e violência sejam tomados como os con-
trários mais fundamentais da existência humana, mesmo como uma
simples verdade formal, isto é, realizar esse exercício sem cessar para que
se possa identificar onde está a violência, a exemplo “quem chama um
crime de crime já está já está na via do sentido e da salvação” (Ricoeur,
1995, p . 67) .
Segundo a ideia do “não matarás” seja aplicado como verdade
formal no nível de uma moral convicção e de uma moral da responsa-
bilidade, mesmo quando não aplicável . Isto porque “o lugar do teste-
munho do não-violento permanece na história . Por seu gesto fora de
moda, intempestivo, o não-violento atesta para todos os homens o fim
da história e da própria violência” (Ricoeur, 1995 . p . 67) . Ricoeur ainda
destaca que a moral da convicção e a moral da responsabilidade exprime

56 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

a posição de estar entre o discurso e a violência, ou seja, é pela escolha, o


ideal seria acreditar na não-violência e levá-la para prática .
Terceiro, a prática da não-violência do próprio discurso, ir na
contra mão de querer superar o outro discurso, de não aceitar outro
ponto de vista . Nas palavras de Ricoeur, “ser não-violento no discurso é
respeitar a pluralidade e a diversidade das linguagens” (Ricoeur, 1995,
p . 68) . Ou seja, é preciso respeitar a multiplicidade, a diversidade e a
hierarquia das linguagens, tal postura é única maneira de trabalhar o
sentido razoável entre as relações discursivas . Colocar em prática essas
boas regras, é antes de mais nada, um processo que requer um trabalho
de um pensamento, de uma consciência e de reconhecer o discurso
como elemento fundamental de compreensão da violência e também de
seu contrário . Ao mesmo passo que poderá ser materializado nas relações
da vivência social, uma vivência estreita, mas não podemos dizer que é
impossível . Nesta perspectiva da ideia Muller nos complementa:

Deveríamos todos concordar em dizer que, se a não-vio-


lência é possível, ela é preferível; e se a não-violência é pre-
ferível, cabe-nos torná-la possível, pois, se não fizermos
nada para torná-la possível, continuaremos a dizer que a
não-violência é, sem dúvida alguma, um belo ideal, mas
apenas um ideal impossível de realizar . E nossos filhos
e netos repetirão, de maneira igualmente estúpida, que
a não-violência é impossível . Cabe-nos, portanto, expe-
rimentar a não-violência, e nela investir com a mesma
energia, com a mesma inteligência, a mesma engenho-
sidade com as quais até hoje investimos na violência .
Nem tudo é possível, mas precisamos inventar o que é
possível e nada além do possível, mas todo o possível .
(Muller, 2006, p . 35) .

Essa mesma visão acima citada por Muller nos ajuda a perceber
que o pensamento de Ricoeur vai ao encontro com a ideia do não impos-
sível, isto porque sua perseverante ideia de pensar o bem comum é uma
postura que se estende em todo seu discurso sobre a violência . Vimos
que a ideia da não-violência é uma ideia pensada desde a linguística do

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 57


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

discurso à sua materialização nas relações sócio-políticas, uma ideia que


tem em todo seu percurso uma visão fundamentada na ética . Na pers-
pectiva das relações políticas, podemos notar que o ideal é unir a sabe-
doria à prática, isto é, a união da ética a moral, entretanto, para Ricoeur
a uma marcante dissimetria no convívio entre tais posturas, isto porque
“A sociedade não é um Éden . Temos de nos encarregar dos conflitos,
como nos ensina a tragédia grega, onde vemos surgir conflitos entre os
homens e os deuses, entre jovens e velhos, entre irmãos e irmãs… Na
tragédia grega, o espetáculo do desastre faz apelo à sabedoria prática
(Ricoeur, 1991, p . 6) . Deste modo, alcançar esse lugar exige um esforço
da consciência e da responsabilidade é sobre esse aspecto que instigamos
aqui colocar a importante reflexão que o filósofo francês apresenta sobre
a ética do compromisso .
Para Ricoeur, antes de mais nada é importante atentamo-nos que
“se não encontrássemos um compromisso, encontraríamos a violência”
(Ricoeur, 1991, p . 27) . De acordo com o filosofo francês, todas as socie-
dades têm como caraterística o fato de não atender todas as demandas
do cidadão, isto é, não a uma igualdade na distribuição de bens e valores,
“ninguém é grande em todas as dimensões da vida, isto porque para
existir diferentes ordem de grandeza como: a grandeza do corpo, da inte-
ligência e da caridade” (Ricoeur, 1991, p . 1) . Diante da demanda e das
exigências pessoais, sociais e políticas, não há como alcançar o bem de
todos por intermédio uma só ação, no caso do compromisso é necessário
levar em consideração a pluralidade, a justificação e a força do compro-
misso de cada um no momento do conflito . Para Ricoeur a exigências do
compromisso, um compromisso forte, principalmente porque fazemos
parte de uma sociedade cada vez mais diversificada e cada dia mais com-
plexa, desse modo, é importante compreender que:

Todos os compromissos são frágeis, na medida em que


têm princípios menos fortes que os princípios que se
opõem . Um compromisso é honesto se ele reconhece
a força da reivindicação de parte a parte, mas também
se, ao mesmo tempo, é criador, porque abre caminho à
procura de novos princípios mais vastos . Para o dizer de
outra maneira, parece-me que o bem comum se define

58 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

pelo compromisso entre as regras rivais que cobrem


os diversos setores de atividade, os mundos de ação .
(Ricoeur, 1991, p .7) .

Podemos aqui dizer que para o filósofo o compromisso verda-


deiro com si mesmo e com a comunidade, é mecanismo fundamental
para alcançar um bem . Sugerimos a partir desse ponto de vista, dizer
que mesmo diante do conflito, da rivalidade de ideias e em especial da
própria violência, cabe o cidadão, a cidade, as instituições e toda comu-
nidade histórica prezar pela força da responsabilidade, pela ética e pela
sabedoria prática, o alcance do bem, da felicidade e da não-violência .
Isto é, a força do compromisso de alcançar o bem comum deve ser maior
do que a do conflito e da violência .

Considerações finais

A uma eminente grandeza na ideia de que somos seres racionais,


detentores de linguagem e de ações livres, livres para fazer escolhas e
escolhas responsáveis . Somos atores e autores, porque conduzimos as
ações práticas e marcamos com os resultados das ações que fazemos, ou
seja, descrevemos e escrevemos a história humana no mundo .
Embora Ricoeur não tenha desenvolvido um estudo mais amplo
sobre a problemática da violência e nem sobre a ideia da não-violência,
podemos perceber em seus estudos, uma importante preocupação com
um sujeito reflexivo capaz de se compreender e compreender o outrem .
O indivíduo humano é o fio condutor do seu projeto filosófico, este
mesmo, ele compreende não como consciência imediata, como a ideia
cartesiana, mais como um indivíduo que se reconhece passo a passo
através das mediações .
Para Ricoeur na linguística dos discursos a um sujeito presente
e reflexivo, ao mesmo passo que se comunicam em sua pluralidade e
em suas múltiplas ações se instalam na arena do convívio entre grupos .
Neste aspecto do discurso adentramos em problemáticas do convívio
sócio-político como a fragilidade do discurso político . No pensamento
de Ricoeur, o discurso torna-se frágil por está mais tendencioso ao seu
mau uso no jogo político, tão tendencioso que facilmente se constata no

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 59


OZELI OLIVEIRA DOS SANTOS | RITA DE CÁSSIA OLIVEIRA

histórico da arena pública política . Isto ainda justificado por um sujeito


paradoxal e ambivalente, além de está entre uma racionalidade espe-
cífica e um mal específico . Na visão do filósofo francês sua liberdade e
poder circunscreve na pretensão de legitimação, entretanto é marcado
por deixar prevalecer sua vontade e não dentro das exigências de justiça,
tornando assim o convívio cada vez mais propenso ao conflito e a vio-
lência, especialmente por está sob a ideia de domínio e de permanência
no poder .
Entendemos que para Ricoeur, a violência já se apresenta no
campo do discurso porque há sempre uma vontade particular de subs-
tituir um discurso por outro que se julga melhor . Portando na visão de
Ricoeur a violência indica ser o império do meio, ou seja, o próprio
sujeito humano, isto porque ele olha do lado do furacão e do lado do
assassinato: do lado do furacão está a violência do desejo, do medo e
do ódio; do lado do assassinato estão a vontade de subjugar o outro, de
privá-lo de liberdade ou expressão . Desse modo, entendemos que a vio-
lência faz parte da constituição humana . No entanto, faz se necessário
atravessa-la em sua trágica grandeza, visando reconhece-la como um pro-
blema sempre possível, isto porque é edificada tanto em seu aspecto da
própria natureza ou pelo próprio individuo, este que é falível e também
capaz . Capaz de combate-la em seu contrário, mesmo sabendo que a
ação não-violenta precise encarnar e fazer história, mesmo assim, a ação
reflexiva e responsável deve ser sempre considerada .
Consideramos no exposto, a busca do filósofo a um sujeito capaz
de flexão e de imputação, que vise melhorar suas posturas e considere as
pluralidades . É sobre este olhar que Ricoeur aposta em uma linguística
com um sujeito reflexivo, um discurso com um sujeito ético e uma
prática com uma sabedoria que não exclua, mas de respeito ao outro .
Que o discurso e a violência sejam atestados como os contrários mais
fundamentais da existência humana; que o “não mataras” seja sempre
verdade, mesmo quando não aplicável; que a moral da convicção e da
responsabilidade seja ação necessária mais não suficiente e que a não-
-violência seja prioridade no discurso e na vida prática, onde o respeito a
multiplicidade, a diversidade e as hierarquias das linguagens sejam para
os indivíduos o caminho da vida que desejamos ter .

60 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA EM PAUL RICŒUR COMO NÃO-VIOLÊNCIA

REFERÊNCIAS

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LONDOÑO, Manuel Alejandro Prada; CAROL, Juliette Pertuz


Bedoya; ARBELÁEZ, Esther Juliana Vargas . Los otros en mí: estudios
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dicos .uninove .br/dialogia/article/view/884/757 . Acesso em: 15 ago .
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de Janeiro: Companhia editora forense, 1968 .

RICOEUR, Paul . Para uma ética do compromisso . Entrevista


realizada por Jean-Marie Muller e François Vaillant e publicada pela
revista Alternatives Non-Violentes, n . 80, out . 1991 .

RICOEUR, Paul . Leituras I: Em torno ao Político . Tradução de


Marcelo Perine . São Paulo: Edições Loyola, 1995 .

WALTON, Graciela Rolón . Violência e Hisória . Investigaciones


Fenomenológicas, vol . monográfico 3: Fenomenologia y política,
2011 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 61


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICOEUR: TAREFA
ENTRE CONHECIMENTO DE SI E RECONHECI-
MENTO DO OUTRO*

Claudia Aita Tiellet

O que é uma pessoa para Paul Ricoeur?

Em 1936, período prematuro de sua filosofia, nosso filósofo


escreve Note sur la personne, empenhado em responder à pergunta inicial
“O que é uma pessoa?”.
Consideravelmente, Ricoeur responde a partir da formulação
negativa do conceito, ou seja, a pessoa não é fruto de suas forças bioló-
gicas, de suas forças psicológicas, tampouco de forças sociais . Essas forças
todas definem o que Ricoeur entende por indivíduo: “[ . . .] o tempera-
CLAUDIA AITA TIELLET

mento prolongado pelo caráter, coroado pela mentalidade1” . (Ricoeur,


1936, p . 438, tradução nossa) .
A pessoa também não é a consciência, o sujeito, o eu da tradição
moderna . Não a ponto de se admitir uma separação entre alma e corpo
– como propõe o dualismo de René Descartes2 . Para o filósofo francês,
esse afastamento do eu em relação ao próprio corpo e em relação ao lugar
em que se encontra, ao mundo que habita, é problemático3, sobretudo,
porque a experiência vai além do eu penso, “envolve o eu desejo, eu posso,
eu vivo e, de uma maneira geral, a existência como corpo4” (Ricoeur,
1950, p . 13, tradução nossa) e carne .
Naquele Ricoeur de 1936, a pessoa é então um todo unificado
entre encarnação e vocação . Introduzindo o conceito de encarnação,
emprestado de Gabriel Marcel, Ricoeur quer mostrar que a pessoa é
carne e concomitantemente, é vocação livre, é um corpo5 entre os corpos,

1 * Parte deste texto foi publicada no tópico Por uma Filosofia da Pessoa, inte-
grante de um capítulo da tese de minha autoria, sob o título Segunda Pessoa e Casos-
-Limite em Paul Ricoeur . Disponível em: TES_PPGFILOSOFIA_2020_TIELLET_
CLAUDIA .pdf (ufsm .br) .

“[ . . .] j’appelle individuel le tempérament prolongé par le caractère, couronné par la


mentalité” .
2 Não é demais lembrar que para Descartes (2013, p . 51 e p . 52) “Depois,
examinando atentamente que coisa eu era, e vendo que podia supor que não tinha
corpo e que não havia qualquer mundo ou qualquer lugar onde eu existisse […], com-
preendi que era uma substância, cuja essência ou natureza é unicamente pensar e que,
para existir, não precisa de nenhum lugar nem depende de coisa alguma material . De
maneira que esse eu, isto é, a alma pela qual sou o que sou, é inteiramente distinta do
corpo, e até mais fácil de conhecer do que ele, e ainda que este não existisse, ela não
deixaria de ser tudo o que é” .

3 “Pessoa reúne substância corpórea e atos mentais” . (Leonhardt, 2004, p . 55) .


4 “[ . . .] enveloppe le je désire, je peux, je vis et, d’une façon générale, l’existence
comme corps” .
5 Sobre o corpo em Ricoeur, vale transcrever uma passagem de François Dosse
(2017, n .p): “[ . . .] Merleau-Ponty e Ricoeur vão encarnar duas orientações um pouco
diferentes da fenomenologia francesa: de um lado, em Merleau-Ponty, uma atenção
mais centrada no corpo propriamente dito, a carne, e de outro, com Ricoeur, uma
abordagem da carne mais abstrata, pelo viés da textualidade, ainda que, no momento
de sua tese sobre o voluntário, o problema do corpo seja frontalmente abordado” .

66 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

que cria algo no mundo, que é presença voltada para o mundo . Vemos,
por conseguinte, a formulação positiva do conceito de pessoa, que nosso
autor introduz a partir da noção de ato: “a pessoa é a que reivindica um
certo ato, que se solidariza com este ato, assume as consequências, é res-
ponsável por ele6” . (Ricoeur, 1936, p . 439) .
Em seguida, Ricoeur pondera que a pessoa se manifesta pela
vocação acompanhada da responsabilidade . Ter uma vocação é responder
ao apelo de um valor, é tornar-se responsável, engajar-se, “sendo suas
ações testemunho de sua vocação” (Lauxen, 2013, p . 597), concluindo
que “o ponto extremo do engajamento, do testemunho, da responsabi-
lidade, da vocação é o sacrifício: a carne se apaga na ordem visível diante
da vocação” . (Ricoeur, 1936, p . 443) .
Em História e verdade (1968), Ricoeur retoma Emmanuel
Mounier para conjeturar a urgência de um mundo da pessoa. Inicial-
mente, acerca de sua predileção pelo termo pessoa em detrimento de
indivíduo, recorda a figura mounieriana e singular do burguês, ou,
podemos dizer, do indivíduo depauperado, que dos valores de conquista
e criação declina para valores de conforto:

Essa intuição do negativo no burguês conduz a todas


as reflexões sobre a oposição entre indivíduo e pessoa
[ . . .] . O indivíduo é preliminarmente um polo de civi-
lização, ou, mais exatamente, um contrapolo; sob esse
termo, identificou Mounier a coalisão de diversas ten-
dências em aparência disparatadas, mas entre as quais
circula a mesma corrente ascendente: o desordenado das
imagens superficiais, dos diversos personagens entre os
quais se divide o homem sem interioridade, a compla-
cência nessas imagens, a avareza fundamental de um ser
sem generosidade, a segurança na qual ele se enquista,
e por fim, a fria reivindicação, racionalista e jurídica,
com a qual ele se protege . Desse modo coagula-se um
“mundo” do indivíduo que é simultaneamente o mundo

6 “La personne est celle qui réclame un certain acte, qui comprend cet acte, en
assume les conséquences, qui en est responsable“ .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 67


CLAUDIA AITA TIELLET

da aparência e da consideração, o mundo do dinheiro, o


mundo da impersonalidade, o mundo do juridicismo .
(Ricoeur, 1968, p . 141) .

De saída, o filósofo baliza que pessoa e indivíduo não podem,


portanto, ser equivalentes . Não se trata, como assevera Lauxen (2013,
p . 597), de instaurar uma separação entre eles . Mas o indivíduo em
Ricoeur pertence ao campo do cientificismo tão previsível através de
seus efeitos7, a pessoa não .
Em 1983, no texto Meurt le personnalisme, revient la personne8,
Ricoeur segue se opondo à noção cartesiana de sujeito9 e permanece com
a noção de ato10 pela qual ele define a pessoa . Influenciado novamente

7 “O individualismo é um produto ideológico da cultura contemporânea


ligado a um fenômeno de classes (E311) . Para o indivíduo, a sociedade é, por assim
dizer, o inimigo que o impede de ter direitos próprios, direitos estes que lhe pertencem
antes mesmo de entrar em sociedade . Essa ideia nasce nos últimos três séculos, e é
urgente que se faça sua crítica, crítica esta que poderia nos possibilitar pensar numa
pessoa [ . . .], para além do individualismo . Se o indivíduo configura ‘a reivindicação da
satisfação própria, ao desconhecimento do outro’ (E311), há que se pensar na ligação
que Mounier estabelece entre pessoa e comunidade” . (Douek, 2011, pp . 35 e 36) .

8 Este artigo foi publicado juntamente com o Abordagens da pessoa, de 1990,


perfazendo a obra original Lectures 2: La contrée des philosophes, de 1992. No Brasil, o
título foi traduzido por Leituras 2: a região dos filósofos, com publicação em 1996 .

9 Conforme Baggio (2016, p . 33), nesse artigo Ricoeur “deixa claro porque ele
usa o conceito pessoa e não sujeito ou outra instância” .
10 Nesse artigo, diz Lauxen (2013, p . 598), “Ricoeur não abandona a noção de
ato como não abandonará jamais” .

68 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

pelo personalismo mounieriano11, nosso autor defende que nada se pode


argumentar, sobretudo, na fundamentação de debates jurídicos, éticos e
políticos – debates que envolvam direitos humanos, por exemplo – sem
referência à pessoa, senão vejamos:

Mas quero me concentrar no argumento filosófico . Se


volta a pessoa, é porque ela continua sendo o melhor can-
didato para sustentar os combates jurídicos, políticos,
econômicos e sociais evocados em outro lugar: quero
dizer, um candidato melhor do que todas as outras enti-
dades que foram levadas pelas tormentas culturais evo-
cadas acima . Relativamente à ‘consciência’, ao ‘sujeito’,
ao ‘eu’, a pessoa aparece como um conceito sobrevivente
e ressuscitado . Consciência? Como se crê ainda na ilusão
de transparência que se liga a esse termo, depois de Freud
e da psicanálise? Sujeito? Como se nutriria ainda a ilusão
de uma fundação última nalgum sujeito transcendental,
depois da crítica das ideologias da escola de Frankfurt?
‘Eu’? Quem não sente a impotência do pensamento para
sair do solipsismo teórico, a não ser que ele parta, como
Emmanuel Lévinas, do rosto, eventualmente numa ética
sem ontologia? Prefiro dizer pessoa em vez de consci-
ência, sujeito, eu . (Ricoeur, 1996, p . 158) .

11 Além do tópico “Emmanuel Mounier: uma filosofia personalista”, contido


na obra História e verdade (1968), o artigo Meurt le personnalisme, revient la personne
(1983), é um dos trabalhos em que Ricoeur se dirige diretamente ao personalismo
desse autor e que veremos mais adiante em nosso texto, que se sustenta que mesmo
estando “morto”, o tema da pessoa (o personalismo) deve ser retomado (Lauxen, 2013,
p . 596) . O mesmo artigo encontra sua versão na língua portuguesa: Morre o persona-
lismo, volta a pessoa, parte do livro intitulado A região dos Filósofos (Ricoeur, 1996) .
Conforme Lauxen (2013, p . 595), “Em diferentes momentos históricos Ricoeur mani-
festou ao mesmo tempo sua dívida e seu distanciamento em relação ao personalismo
de seu mestre Emmanuel Mounier, do qual nunca se separou verdadeiramente . Não
seria exagerado dizer que Soi-même comme un autre é a resposta mais elaborada que
Ricoeur pode oferecer a este tema da pessoa, que ele sempre reclamou de seu mestre, ser
carente de uma análise conceitual mais rigorosa” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 69


CLAUDIA AITA TIELLET

Em Mounier (1964, p . 84) uma pessoa “não é uma coisa que


se pode encontrar no fundo das análises, ou uma combinação defi-
nível de aspectos [ . . .], mas é, exatamente, o não inventariável; [ . . .] é,
exatamente, o centro da liberdade” . O personalismo mounieriano é um
movimento de combate ao individualismo e ao egocentrismo, expressos
na sociedade capitalista de sua época12, tecnicista e tão indiferente à dig-
nidade humana, esvaziada de sentido humanizador: “[ . . .] ‘o conjunto
dos consentimentos primordiais em que se pode fundamentar uma civi-
lização devotada à pessoa humana’” . (Mounier apud Ricoeur, 1968, p .
139) . Na pessoa se encontra um ser de alteridade, de solidariedade, de
comum união . No personalismo mounieriano, segundo Ricoeur:

[ . . .] o desígnio primordial do personalismo, o desígnio


de uma civilização; é muito digno de nota o fato de que
o adjetivo personalista qualifica antes de tudo uma civili-
zação, uma função civilizadora . (Ricoeur, 1968, p . 137) .

A mim me parece, portanto, ter o pensamento de


Emmanuel Mounier de 1932 e 1950 sido um movi-
mento orientado de um projeto de civilização “persona-
lista” a uma interpretação “personalista” das filosofias da
existência . (Ricoeur, 1968, p . 139) .

No dizer de Peixoto, para Mounier a pessoa “não é a consciência


que alguém tem de si próprio, pois cada um cria várias representações de
si . A pessoa é um absoluto . [ . . .] a pessoa vale por si mesma . Ela é dotada de
dignidade intrínseca (a dignidade humana)” . (Peixoto, 2017, p . 22) .
Além das críticas ao individualismo, Mounier questiona o mora-
lismo, tomando-o por obstáculo no caminho que leva à transformação
da realidade histórica e a uma civilização nova (Corá, 2013, p . 17), o que
Ricoeur recorda:

12 Adão José Peixoto (2017, p . 13) recorda que o personalismo de Mounier


surge no contexto da profunda crise política, ética e social que se estendeu pela Europa
a partir de 1929 . Inicialmente, a crise foi provocada pela crise econômica e se estendeu
até o nazismo, o fascismo e a Segunda Guerra Mundial .

70 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

Graças à sua crítica do “erro doutrinário ou moralista”,


Emmanuel Mounier terá precisamente contribuído para restaurar o
prestígio da ética, fazendo-lhe atravessar toda a espessura das técnicas,
das estruturas sociais, das ideias, e erguer o peso dos determinismos e das
inércias ideológicas . Terá tornado real e verídica a ética . A longa cami-
nhada do zelo ético através da carne das sociedades não faz senão tornar
mais resplendente a afirmação fundamental da revolução personalista e
comunitária: uma civilização é “antes de tudo uma resposta metafísica
a um apelo metafísico, uma aventura de ordem eterna, proposta a cada
homem na solidão de sua escolha e responsabilidade . . . “ . (Ricoeur,
1968, p . 139-140) .
A pessoa, por todos esses atributos e, destacadamente, como
possibilidade de diálogo e de abertura civilizadora ao outro, tem que
voltar – registra Ricoeur – sobreviver porque carrega consigo o atributo
do reconhecimento . Concordamos intimamente com nosso filósofo
quando ele afirma que “A única coisa importante é discernir com justiça
o intolerável de hoje e reconhecer minha dívida com relação às causas
mais importantes do que eu mesmo que me requisitam” . (Ricoeur,
1996, p . 162) . É a pessoa – não o indivíduo – quem se compromete com
tais causas, quem transcende os princípios da sociedade sem infringi-los
e, por consequência, interage com o mundo, transformando-o – “[ . . .] na
perspectiva personalista, o social e o político são expressões do pessoal” .
(Peixoto, 2017, p . 23) .
Acerca da inspiração em Mounier, Ricoeur (1968, p .135) afirma:
“[ . . .] o que nos atraiu para ele é algo de mais secreto que um tema de
muitas faces [o da pessoa] [ . . .] é a sutil aliança de uma bela virtude ‘ética’
com uma bela virtude ‘poética’ que fazia de Emmanuel Mounier esse
homem ao mesmo tempo irredutível e que se dava” .
Por outro lado, contudo, Ricoeur considera problemática a
escolha de Mounier pelo termo em -ismo, tomado juntamente com
outros -ismos, eis que rebaixa o personalismo à condição de “fantasma
conceitual” . O personalismo “morre”, em razão das circunstâncias his-
tóricas que modificam sua base de compreensão conceitual, tornando-se
vulnerável, marcado pela mesma nota de infâmia, aduz Ricoeur (1996,
p . 156), que marca seus irmãos inimigos: o marxismo e o existencia-

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 71


CLAUDIA AITA TIELLET

lismo13 . Mas a noção mounieriana de pessoa, nesse artigo de 1983, per-


manece viva, inspirando a noção ricoeuriana de pessoa .
Em 1996, no texto Abordagens sobre a pessoa, “Volta a pessoa”,
dotada de sentido novo, classificada por Ricoeur como o suporte de uma
atitude . Assim é que se pode falar em pessoa, guarnecida não pelo per-
sonalismo, aquele fantasma, mas incrementada pela perspectiva de Eric
Weil14: “Aprendemos com Eric Weil [ . . .], que todas as categorias novas
nascem de atitudes que são tomadas na vida e que [ . . .] orientam a busca
de novos conceitos que seriam suas categorias apropriadas” . (Ricoeur,
1996, p . 158) . A pessoa é então, o núcleo de uma atitude, e no lugar
do personalismo, a atitude lhe garante um estatuto epistemológico mais
apropriado . Indo direto ao ponto, nosso autor quer chamar a atenção
para a atitude-pessoa, assinalada pelo trânsito entre dois momentos: o de
crise e o de engajamento .
Para Ricoeur (1996, p . 160), três estágios constituem o momento
de crise da pessoa: (1) “não sei mais qual é meu lugar no universo”; (2)
“não sei mais que hierarquia estável de valores pode guiar minhas pre-
ferências”; (3) “não distingo claramente meus amigos dos meus adver-

13 Sobre isso, em História e verdade (1968), Ricoeur afirma que “[ . . .] entrega-


mo-nos nesse caso ao jogo estéril de comparar, peça por peça, a ‘filosofia’ de Mounier
à ‘filosofia’ existencialista e à ‘filosofia’ marxista . Este jogo é estéril, porque as três ‘filo-
sofias’ não são soluções diferentes dadas a um mesmo bloco de problemas, não são
mesmo problemáticas diferentes situadas num mesmo plano teórico, são maneiras
divergentes de projetar as relações do teórico e do prático, da reflexão e da ação” .
(Ricoeur, 1968, p . 137) .
14 Ricoeur, neste momento, afirma que o conceito de atitude-pessoa de Weil
é mais proveitoso (Burgos, 2012, p . 229-233 apud Neto, 2016, p . 44) . “[ . . .] Ricoeur
é capaz de advertir que o conceito de ‘atitude-pessoa’ é algo ambíguo, mas entende
que este problema pode ser superado dando-lhe um estatuto epistemológico consis-
tente em estabelecer uma pré-compreensão que determine a orientação de suas investi-
gações . Seria o ‘foco de uma ‘atitude’ a que pudesse corresponder ‘categorias’ múltiplas
e muito diferentes, segundo a concepção que se tenha do trabalho de pensamento
digno de ser chamado ‘filosofia’’ . Tratar-se-ia, em definitivo, de abordar a noção de
pessoa não desde uma filosofia forte e específica, senão desde premissas diferentes e
próprias de cada investigador, que deveriam ter, isso sim, traços comuns próprios do
foco que delimita a atitude-pessoa e que, segundo Ricoeur, estariam governadas por
dois critérios: crise e compromisso, e por três corolários: tempo, diferença e horizonte
de uma visão histórica global” . (Burgos, 2012, p . 233 apud Neto, 2016, p . 44) .

72 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

sários, mas existe para mim o intolerável” . Dito de modo mais simples,
na zona da crise a pessoa percebe sua condição de vulnerabilidade diante
do universo, se nota deslocada, questionando os próprios valores, as pró-
prias preferências e as relações pessoais de intimidade e camaradagem,
alcançando o desconfortável limite da tolerância .
O engajamento [engagement], por sua vez, advém do estágio
no qual “não tenho outra maneira de discernir uma ordem de valores
capaz de me exigir – uma hierarquia do preferível – sem me identificar a
uma causa que me supere” . (Ricoeur, 1996, p . 160) . É resultado daquele
mencionado desconforto diante do intolerável na crise . Numa espécie de
reflexão pessoal, na zona do engajamento resgatamos a posição singular
diante do cosmos, arriscamos, submetemo-nos, obrigamo-nos a hierar-
quizar as escolhas e, enfim, cientes da diversidade, escolhemos e inven-
tamos com eloquência . Face ao intolerável o “espectador desinteressado”
se transforma em “homem de convicção que descobre ao criar e cria ao
descobrir” (Ricoeur, 1996, p .160), tomando partido e posição .
O engajamento e o compromisso da pessoa com “o que é mais
durável” que ela mesma, conduzem à instância da convicção. Para Lauxen
(2013, p . 598) a convicção é reação à crise mantendo-se fiel a uma causa
no tempo, fidelidade a uma direção escolhida15 . O caráter da convicção
é revelado na descoberta da relação circular entre uma historicidade do
compromisso e uma atividade hierarquizante16, o que nos permite ver
na atitude-pessoa um comportamento constante no tempo, de fidelidade
no tempo através do engajamento, uma vez que este não é virtude no
instante e sim, virtude na duração . Além disso, a fidelidade do engaja-
mento unifica a pessoa – unificação da duração numa interioridade – lhe
conferindo identidade . Aqui, um ponto bastante relevante, predileto à

15 “[ . . .] ‘fidelidade a uma causa’ (penso aqui na lealdade do velho neo-hegeliano


americano Rosiah Royce que outrora inspirou Gabriel Marcel)” . (Ricoeur, 1996, p .
160) .

16 Algo próximo da “hierarquização de finalidades inerentes à ação, de acordo


com o bom e o desejável . Hierarquização que não pode deixar de ser configurada e
refigurada pela narratividade como campo de experimentação de suas possibilidades,
acarretando seu exame e a inflexão da ordem do factual e meramente descritivo ao
campo das normas, decididamente prescritivo, tendo por liame ou termo de ligação o
valor e seu duplo, o não-valor ou desvalor” . (Botton, 2017, p . 192) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 73


CLAUDIA AITA TIELLET

Ricoeur: identidade ligada à alteridade, pois “Só existe o outro se existe


o mesmo e vice-versa”. (Ricoeur, 1996, p . 161) .
Da relação de base entre crise e engajamento, portanto, Ricoeur
extrai também a diferença ou o “complemento dialético” da identidade .
E adverte, mais adiante no artigo, que a fidelidade e a identidade do
engajamento são critérios desafiadores, uma vez que há de se fazer o
movimento mais complexo de todos, em direção ao “reconhecimento
do que dá um valor superior ao outro, a saber, que é para ele seu intole-
rável, seu compromisso e sua convicção” . (Ricoeur, 1996, p . 161) .
Mais um critério, registra Ricoeur, a ser extraído do par crise-en-
gajamento é o de uma visão histórica global, ou seja, “[ . . .] a unificação da
duração numa interioridade, o reconhecimento e o amor das diferenças”
(Ricoeur, 1996, p . 161 e 162), que requerem que se pense numa ordem
como tarefa para todo o humano, não numa ordem “abstrata de valores”,
mas numa “convergência do que há de melhor em todas as diferenças”
assevera o autor .
A pessoa como atitude é, à vista disso, identidade na diferença,
aceitação da alteridade e da diferença na identidade – o que desde já nos
remete à futura temática do si-mesmo . Nesse sentido, é que a designação
de pessoa como ato e atitude segue no intercurso do pensamento rico-
euriano até o veterano O Si mesmo como outro (1990), que para Roberto
Lauxen (2013, p . 595): “é a resposta mais elaborada que Ricoeur pode
oferecer a este tema da pessoa”, tema “do qual nunca se separou verda-
deiramente” .
A pessoa é mais importante que o personalismo, confirma Élsio
Corá (2013, p . 22) . Numa atitude ciente de que não supera o nível
da convicção, mas é capaz de discernir o intolerável de nosso tempo e
reconhecer a dívida com relação às causas mais importantes do que ela
mesma que a requisitam .
A temática da pessoa é, por todo o exposto, muito cara a Paul
Ricoeur . Para Guedes (2014, p . 17) “A teoria da pessoa humana deve ser
considerada mote e fonte da intensa produção do trabalho filosófico de
Paul Ricoeur” . Em Lauxen (2013, pp . 595 e 596), “Não seria exagerado
dizer que Soi-même comme un autre é a resposta mais elaborada que
Ricoeur pode oferecer a este tema da pessoa . [ . . .] reconhece na pessoa
uma força poderosa que precisa ‘voltar’ (revient) como sustentáculo dos

74 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

debates éticos, jurídicos e políticos” . E de acordo com Corá (2004, p .


56), “Ricoeur (1996, p . 158) quer reelaborar a filosofia do sujeito como
filosofia da pessoa” .
Vejamos, a seguir, como Ricoeur, concentrado especialmente na
argumentação filosófica do conceito, recompõe uma ideia mais fecunda
de pessoa, constituída a partir de quatro estratos centrais: linguagem,
ação, narração e ética, no caminho que vai de uma fenomenologia her-
menêutica da pessoa à hermenêutica do si-mesmo e, consequentemente, à
retomada da filosofia da pessoa.

Da fenomenologia hermenêutica da pessoa à hermenêutica do


si-mesmo – um conceito contemporâneo de pessoa

Na obra O voluntário e o Involuntário, publicada em 1950,


Ricoeur apresenta como tema central, “uma fenomenologia eidética17 da
reciprocidade do voluntário e do involuntário na experiência humana”
(Pellauer, 2009, p . 17), uma análise fenomenológica da vontade frente
à dimensão involuntária do humano, a existência humana limitada
pela existência corpórea, por nossas necessidades orgânicas, hábitos,
interdições sociais e interdições legais . É nesse quadro, que coloca
radicalmente em questão a onipotência da vontade humana ou, no
entendimento de Jeane Marie Gagnebin (1997, p . 01), a finitude, a

17 Quanto a isso, em uma nota de rodapé, Cristina Meireles (2016, p . 34)


aponta: “Por agora, entendamos a análise fenomenológica desenvolvida em Le volon-
taire et l’involontaire sucintamente como a descrição eidética, isto é, a descrição das
estruturas envolvidas na experiência humana do voluntário e do involuntário” .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 75


CLAUDIA AITA TIELLET

culpabilidade, o mal, justamente figuras dolorosas do involuntário18 .


Delineia-se assim, a questão fundamental do mal em Ricoeur, fonte da
reflexão ética e política do autor e o caminho de acesso aos símbolos,
aos mitos, isto é, às invenções linguísticas e narrativas que os homens
elaboram para tentar dar sentido à existência .
De outro modo, trata-se de um estudo em que Ricoeur examina
possibilidades reais da liberdade humana, o que ocorre quando esco-
lhemos, quando agimos: um acontecimento natural ou um ato de respon-
sabilidade? Se na natureza tudo tem uma causa, há lugar para a liberdade?
Liberdade e causalidade seriam, portanto, excludentes uma da outra? A essas
questões, nosso filósofo vai responder com uma interpretação excêntrica
da antinomia liberdade-causalidade de Kant – atual liberdade-determi-
nismo19 .
Para ele, ao tratar das teses de liberdade e de causalidade, o
filósofo alemão faz uso de duas linguagens diferentes que não podem ser
reduzidas uma à outra, tampouco excludentes entre ambas . Isso porque
a primeira, na linha da subjetividade, trata da experiência pessoal em
relação à liberdade, o vivido de cada um de nós mesmos como livres e a
outra, na linha da objetividade, “corresponde a uma linguagem científica
que pressupõe uma compreensão da causalidade que não deixa espaço
à liberdade” . (Pellauer, 2009, p . 23) . Desse modo, ao tratar do tema da

18 “Nos anos 50, Ricoeur publica O Voluntário e o Involuntário e logo em


seguida Finitude e Culpabilidade. A experiência da guerra, suas ligações com um grupo
de intelectuais franceses como Mounier e Gabriel Marcel assim como com o médico e
filósofo Karl Jaspers, bem como a leitura de Heidegger, o conduzem a uma concepção
pessimista de homem . O ser humano é finito e limitado, vivendo numa permanente
tensão entre o bem e o mal . Para Ricoeur o ser humano é extremamente lábil podendo
ser capaz de ser bom, mas tendo uma permanente tendência a transgredir o que é facil-
mente constatável . Ricoeur vai buscar em Platão a ideia da desproporcionalidade entre
participar da physis e do logos . Essa desproporcionalidade entre o natural e o racional
provoca uma fragilidade da vontade humana, levando-o ora para o bem, ora para o
mal . Dessa forma o ser humano é sempre finito e incompleto tendo que lutar durante
toda a sua existência com essas duas tendências, correndo o risco de inserir sua exis-
tência, no que Kant afirmou a respeito do ‘mal radical’” . (Martini, 2012, p . 03) .

19 “Outra influência no projeto inicial de uma filosofia da vontade empre-


endida por Ricoeur, é a apresentação kantiana da antinomia liberdade/causalidade ou,
como poderíamos dizer hoje, liberdade/determinismo” . (Pellauer, 2009, p . 23) .

76 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

filosofia da vontade, Ricoeur prefere falar não em termos de liberdade e


determinismo, mas tão somente, de “reciprocidade do voluntário e do
involuntário em nossa experiência vivida” . (Pellauer, 2009, p . 23) .
Em 1939, Ricoeur já havia esboçado a dialética que sistematiza
entre o voluntário e o involuntário, bem como, a filiação a Husserl e
Gabriel Marcel . Num estudo apresentado ao Círculo de Filosofia do Oeste,
o filósofo francês afirma que a atenção, considerada como “orientação
voluntária do olhar“ se põe como um meio de articular determinismo
e liberdade, pois é, “ao mesmo tempo, receptividade pela sua aderência
ao objeto e atividade por sua inerência ao sujeito” . (Dosse, 2017, n .p .) .
A obra de 1950, ainda que não trate da pessoa e do personalismo,
escreve a ideia de uma existência humana assimilada como existência
incorporada ao mundo, como também, destarte, da temática do sujeito
à luz de uma ontologia cuja figura, entretanto e mais uma vez, não é
aquela de Descartes, um cogito exaltado . O sujeito não é autoconsciente,
nem um eu todo poderoso .
De acordo com Cristina Meireles, os comentadores François
Dosse, Olivier Abel e Jérôme Porée e Jeanne-Marie Gagnebin endossam
a presença da temática do sujeito na obra inicial do filósofo francês20,
por meio do que nosso autor chamou de cogito brisé [cogito partido],
ou seja, o cogito que se refere a toda uma tradição que resiste à exaltação
cartesiana do ego, senão vejamos:

A figura central que não cessará de ser a fonte de inter-


rogação de Ricoeur é aquela de um cogito interiormente

20 “Desde o início de sua produção de maior fôlego na década de 1950, no


interior de uma reflexão fenomenológica que colocava a questão da consciência e do
sujeito, já desconfiava da ideia de um cogito autossuficiente” . (Pereira, 2016, p . 594) .

“Desde o início de sua trajetória em Le Volontaire et l’involontaire (1950/2009), tese


doutoral do filósofo, Ricoeur situa-se num combate às versões mais exacerbadas do
idealismo, em particular à pretensão de autossuficiência da consciência de si, para res-
saltar os limites dessa tentativa . Isso se evidencia por meio da aceitação dos limites
apresentados pela crítica kantiana, onde ficam expostas as demarcações intranspo-
níveis da racionalidade e da linguagem humanas, sob pena de cair nas aporias ou, pior,
na hybris (desmesura) de um pensamento que se auto institui em absoluto” . (Medeiros,
2015, sem paginação) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 77


CLAUDIA AITA TIELLET

partido (Dosse, 2001, p . 215, tradução nossa, grifo do


autor) . E também: ‘Vista pela primeira vez em O volun-
tário e o involuntário, a temática do ‘cogito partido’
ressurgiu quarenta anos mais tarde em Si-mesmo como
outro’ . (Abel e Porée, 2009, p . 28, tradução nossa, grifos
dos autores) . E ainda: ‘Já nessa obra inicial, portanto,
alguns temas-chave da reflexão de Ricoeur estavam
postos: a não-soberania do sujeito consciente e sua
relação simbólica e cultural com esse outro que lhe
escapa’ . (Gagnebin, 2006; Abel e Porée, 2009; Dosse,
2001 apud Meireles, 2016, p . 35) .

Em 1960, com a Simbólica do mal, Ricoeur se esforça para inter-


pretar a linguagem cifrada dos mitos e dos símbolos do mal e da culpa
das grandes culturas e instaura o desvio pela via longa21 que constitui a
base de sua crítica à imediatidade, transparência e apoditicidade do cogito,
pressuposto comum a Descartes e Husserl . Nesse sentido, Ricoeur argu-
menta que o sujeito “não se conhece a si mesmo diretamente, mas somente
por meio dos signos depositados em sua memória” . (Ricoeur, 1995, p . 30
apud Nascimento e Salles, 2013, p . 39) .
A obra Da interpretação: ensaios sobre Freud, publicada em 1965,
onde faz referência aos “três mestres da suspeita” [Marx, Freud, Niet-
zsche], Ricoeur examina sua concepção de hermenêutica e, a partir das
correspondentes hermenêuticas da suspeita, questiona mais uma vez o
cogito cartesiano, insistindo num sujeito que se apreende e se diz pela
mediação dos signos, e não pelo caráter transparente e imediato da cons-
ciência (Nascimento e Salles, 2013, p . 44), inaugurando seu cogito ferido

21 Por oposição à via curta representada pela compreensão imediata do ser, nos
termos do cogito cartesiano . “A via longa, da qual ele fala, trata do acesso ao ser por um
desvio pela interpretação dos símbolos e das diversas formas de manifestação do ser .
O tratamento específico desta caracterização pode ser encontrado em obras como Do
texto à ação e Teoria da interpretação” . (Bona, 2010, p . 49) .

78 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

[cogito blessé] . Tal debate segue no Conflito das Interpretações22, de


1969, conduzindo à derrocada do cogito e à reconfiguração do sujeito23 .
É interessante notar que enquanto lemos, no Ricoeur de 1965, “Após a
dúvida sobre a coisa, ingressamos na dúvida sobre a consciência”, lemos
“Depois de Freud, reflexão e consciência já não coincidem; é preciso
perder a consciência para encontrar o sujeito”, no Ricoeur de 196924 .
Cogito partido e cogito ferido são conceitos que, ao menos num
primeiro momento, não se distinguem de todo, uma vez que anunciam
o mesmo sujeito ricoeuriano: o sujeito que só se apreende por meio do
desvio pela reflexão em direção a si mesmo. Por outro lado, partido e
ferido são, no entendimento de Abel e Porée (2009, p . 30), expressões
diversas que revelam dois aspectos diferentes desse sujeito reflexivo: (1)
o aspecto epistemológico, próprio do cogito ferido e que remete a “um
pensamento que tudo deseja saber”, ou seja, à possibilidade do conhe-
cimento sobre si mesmo; (2) o aspecto ontológico, próprio do cogito

22 Nas palavras de Jeanne Marie Gagnebin (1997), a discussão filosófica que


Ricoeur empreende nas décadas de 1960 e 1970 é marcada “por várias tentativas de
destronar não só a filosofia clássica do sujeito autônomo (Descartes e Kant), mas
também seus sucedâneos contemporâneos, o existencialismo e o personalismo, com
sua ênfase nos conceitos de responsabilidade e de decisão” . (Gagnebin, 1997, p . 263) .
À “exaltação do Cogito”, portanto, Ricoeur oporá um Cogito “quebrado” (brisé) ou
“ferido” (blessé), como escreverá no prefácio a Soi-même comme un autre . “Mas essa
quebra é, simultaneamente, a apreensão de uma unidade muito maior, mesmo que
nunca totalizável pelo sujeito: a unidade que se estabelece, em cada ação, em cada obra,
entre o sujeito e o mundo” . (Gagnebin, 1997, p . 262) .

23 “[ . . .] na década de 1960, empreende o trabalho do que denominou de


‘enxerto hermenêutico na fenomenologia’, contexto no qual visita as obras dos ‘mestres
da suspeita’ (Marx, Freud, Nietzsche), contrabalançando seu pêndulo reflexivo entre
uma ‘hermenêutica da confiança’ e uma ‘hermenêutica da suspeita’ . Na realidade não
vem só dessas referências esse seu adensamento da categoria do sujeito . Muitos desvios
e mediações aí se interpuseram: a visita aos símbolos e mitos, à linguística e à psica-
nálise, à antropologia e à história, um debruçar-se sobre as narrativas . Um movimento
reflexivo que talvez encontre sua melhor tradução em sua conhecida e lapidar expressão
do ‘cogito ferido’” . (Pereira, 2016, p . 594) .

24 Nesta obra, ao confrontar estruturalismo linguístico com psicanálise, Ricoeur


também verifica que, para além das diferenças de objeto e das diferenças metodológicas,
há um resultado comum, a saber, o questionamento do sujeito (Bona, 2010, p . 52) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 79


CLAUDIA AITA TIELLET

partido, que remete a “uma ‘lesão’ interior a nosso desejo de ser” ou à


problemática existencial da própria natureza cindida do sujeito .
Meireles (2016, p . 31) também diz que no plano epistemológico, a
objetividade do conhecimento de si só poderá ser concebida por meio de um
conceito estimado à filosofia ricoeuriana: a atestação, um modo de conheci-
mento que requer que o sujeito seja considerado na dimensão mais alargada
do agir, “como a confiança que supera todo exercício da dúvida, marcando
pela convicção o lugar do si no ser” . (Botton, 2009, p . 04) .
A atestação pode ser entendida como a afirmação do si como tes-
temunho, o si que se manifesta na relação com o mesmo [mesmidade] e
na dialética com o outro de si [ipseidade] . No plano ontológico, em pro-
ximidade à fenomenologia husserliana, a apreensão de si deve ser con-
cebida como uma instância de reapropriação, uma maneira indireta de
autocompreensão que requer uma abertura direcionada para expressões
simbólicas, culturais, linguísticas .
Aí Ricoeur “tende a se desfazer do idealismo transcendental em
proveito de uma hermenêutica dos textos” (Stevens apud Nalli, 2006,
n .p .), a qual implica uma forma de desapropriação do eu [je] da filosofia
cartesiana, em proveito de uma reapropriação do si [soi] . De maneira
notável, nosso autor nos adverte que a “A tarefa de uma descrição do
voluntário e do involuntário é, de fato, acessar a uma experiência integral
do cogito, até as fronteiras da afetividade mais confusa25” (Ricoeur,
1950, p .12, tradução nossa), quer dizer, aquém de todo dualismo inte-
lectualista .
A expressão cogito ferido é abandonada por Ricoeur na fase
madura de sua obra . O Si mesmo como outro, traz exclusivamente o cogito
partido, em meio ao confronto de duas heranças – a positiva cartesiana e a
negativa nietzschiana – das filosofias do sujeito para compreender porque
a querela do cogito tem de ser reavaliada (Ricoeur, 2014, p . XV) . Ricoeur

25 “La tâche d’une description du volontaire et de l’involontaire est en effet


d’accéder à une exppérience intégrale du Cogito, jusqu’aux confins de l’affectivité la
plus confuse” .

80 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

relembra que Descartes26, insatisfeito com reflexões anteriores na ten-


tativa de compreender o que é o conhecimento e encontrar a verdade,
põe-se, então, a questionar o valor do conhecimento e a defender a
necessidade de se encontrar o inquestionável . Inaugurando o método
que busca a fundação da certeza e duvida de todas as coisas no intuito
de encontrar um terreno sólido e impermeável para edificar a filosofia
do cogito.
O cogito cartesiano que, em Ricoeur (2014, p . XVII), “Não é
ninguém” . Desancorado em relação a todos os referenciais espaço tem-
porais associados ao corpo, no sentido de que não é soberano, detentor
do conhecimento verdadeiro e de ideias claras e distintas, quanto menos
uma consciência autônoma, “[ . . .] como um primeiro passo à frente de
uma encruzilhada, não pode ser imediatamente seguido de nenhum
outro” . (Ricoeur, 1978, p . 19) .
A verdade pretendida por Descartes em Ricoeur, portanto, não
passa de uma verdade superficial e abstrata que:

[ . . .] não pode ser verificada nem deduzida; é ao mesmo


tempo a posição de um ser e de um ato; a posição de uma
existência e uma operação de pensamento: eu sou, eu
penso . Existir para mim, é pensar . Eu existo enquanto
penso . (Ricoeur, 1978, p . 275) .

O ego cogito em Ricoeur, desencadeia diversas indagações sobre


o eu que se coloca a si mesmo como questão . A posição de Descartes nos
apresenta o ego como inteiramente subjugado no seio do cogito . Sobre
isso, Ruth Leonhardt pondera:

Do exame do cogito fica ressaltado que Descartes exaltou


o ego atribuindo-lhe a posição de mentor e nutriz da
certeza . Nessa ideia Ricoeur lê a desmesura da ambição e

26 “René Descartes, todos sabemos, é considerado o pai da filosofia da Moder-


nidade . Esse merecido reconhecimento sublinha a instauração do método racional
para se buscar a verdade na filosofia e nas ciências, mas também – e sobretudo – as
ressonâncias que esse método trouxe para a noção de sujeito” . (Meireles, 2016, p . 21) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 81


CLAUDIA AITA TIELLET

da radicalidade em resolver uma dúvida descabida, que


nada exclui . A esta apologia, a este engrandecimento é
que Ricoeur obsta, considerando-o desproporcional e o
infere solipsista, restrito a um monólogo autotélico que
gira em torno do conteúdo de seu espírito, numa forma
autoverificadora que se esgota na peculiaridade íntima
da correlação entre o pensar e o existir, que não transita
além da circularidade, pois cai na atração do vácuo que
provoca . (Leonhardt, 2004, p . 48) .

Assim, Ricoeur vê a necessidade de buscar uma maneira alter-


nativa de falar e de conceber o sujeito para além da ambição cartesiana,
retomando a concepção do sujeito eliminado de Nietzsche .
No texto Verdade e mentira no sentido extra-moral, de 1873, Niet-
zsche, ao discutir a oposição entre verdade e falsidade – apresenta seu
conhecido anti-cogito. Como bem aponta Cristina Meireles (2016, p .
33) “A partir de um recurso à dimensão linguístico-conceitual de toda
civilização, Nietzsche mostra que verdade e falsidade são conceitos con-
vencionais, no final das contas” . A pretensão cartesiana de conhecer a
verdade, portanto, é insignificante em Nietzsche . O percurso proposto
por esse filósofo, não foi só no sentido contrário ao percurso de Des-
cartes . Seguiu rumo diverso, em direção a uma revisão dos conceitos
de conhecimento e verdade27, trazendo à tona “as estratégias retóricas
dissimuladas, esquecidas e até hipocritamente reprimidas e negadas, em
nome da imediatez da reflexão” . (Ricoeur, 2014, p . XXV) .
Consequentemente, a noção de sujeito é revisada . O sujeito,
detentor do conhecimento verdadeiro e das ideias esclarecidas de Des-

27 “No referido texto, Nietzsche começa buscando uma resposta para a seguinte
indagação: de onde vem o assim chamado impulso à verdade dos homens? Geralmente,
a primeira tendência seria relacionar tal impulso à dimensão racional-intelectual
dos homens, respaldados por uma implícita crença numa suposta supremacia deste
aspecto da natureza humana sobre os demais (como instintual, emocional e afetivo,
por exemplo) . Nietzsche, remando contra essa tendência, vem argumentar a favor do
caráter extremamente pragmático do intelecto humano; para ele, a dimensão inte-
lectual teria unicamente a função de garantir a conservação do indivíduo na natureza .
Nesse sentido, as atividades do intelecto resumem-se à função de representação” (Mei-
reles, 2016, p . 26) .

82 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

cartes não passa de uma ficção, o resultado de uma longa cadeia de


escolhas verborrágicas .

Pensa-se: logo, existe algo pensante: aqui desemboca


a argumentação cartesiana . Isso significa, porém, esta-
belecer previamente nossa crença no conceito de subs-
tância como ‘verdadeiro a priori’ – que tenha que existir
‘algo que pense’, quando se pensa, é, porém, simples-
mente uma formulação de nosso hábito gramatical, que
estabelece um agente para o fazer . Em resumo: aqui já se
institui um postulado lógico – metafísico – e não apenas
se constata . . . Pelo caminho cartesiano não se chega a
algo absolutamente certo, e sim ao fato de uma crença
muito forte . (Nietzsche, 1990, p . 145) .

Nietzsche, duvidando melhor do que Descartes28, apaga a exal-


tação do sujeito cartesiano e defende a ideia de que a unidade do sujeito
não é mais do que uma ilusão da linguagem, um hábito gramatical que
liga um agente a uma ação . Os conceitos ou a teia conceitual são tão
somente o que permite ao sujeito reconhecer a si mesmo . “É verdade que
somente pela teia rígida e regular do conceito o homem acordado tem
certeza clara de estar acordado” . (Nietzsche, 1999, p . 59) . O sujeito é,
assim, desconstruído, interpretado apenas como uma ilusão que consis-
tiria em imaginar um “substrato de sujeito ou substância” no qual os atos
de pensamento teriam sua origem” . (Piva, 1999, p . 209) .
Podemos continuar falando em sujeito depois de Nietzsche?
Com Ricoeur de 1990, sim . Ele tenta salvaguardar o sujeito
por meio de uma hermenêutica que o leva ao encontro de seu lugar
epistêmico e ontológico, situado além dessa alternativa entre cogito e
anti-cogito. Ele não rompe totalmente com Descartes . Reconhece no
modelo cartesiano a junção do ser e do ato e a atribuição do ato ao ser,
na acertada conjugação entre o ser e o agir . Mas vê problema na cons-

28 “Nietzsche não diz outra coisa, pelo menos nesses fragmentos, senão o
seguinte: duvido melhor que Descartes. O Cogito também é duvidoso” . (Ricoeur, 2014,
p . XXX) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 83


CLAUDIA AITA TIELLET

tituição ontológica do cogito . A ontologia cartesiana não dá conta das


exigências do mundo em constante mudança e nas palavras de Ruth
Leonhardt (2004, p . 48), “da existência ancorada na interpretação e na
compreensão da textura da vida, que é como tecido urdido por inú-
meros fios e não se esgota na repetição cíclica da ininterrupta sequência .
Para essa ontologia, o ego cogito se mostra insuficiente” .
Ricoeur propõe então, o resgate desse ego através da tarefa .
Destaca a presunção de certeza desse ego se ele não assumir obras e
atos (Leonhardt, 2004, p . 48), reafirmando: “A posição do ego deve ser
retomada através de seus atos, pois ela não é dada nem numa evidência
psicológica, nem em uma intuição intelectual, ou numa visão mística” .
(Ricoeur, 1978, p . 275) .
De Nietzsche e da hermenêutica da suspeita, Ricoeur fica com
“uma metodologia de interpretação que permite desmascarar a falsa
consciência e as ilusões da soberania do sentido” (Nascimento e Salles,
2013, p . 29), pois de fato, é cada vez mais difícil afirmar que há verdade
universal e conhecimento absoluto, tampouco, um acesso imediato e
seguro à compreensão de si que não redunde num curto circuito do ego
em face de um abismo narcísico (Lauxen, 2013, p . 14) .
Assim, Ricoeur evita a exaltação cartesiana do cogito, contudo, e
oposto a Nietzsche, salvaguardando o sujeito sem humilhação:

Sujeito enaltecido, sujeito humilhado: ao que parece é


sempre por meio dessa inversão entre o pró e o contra
que se faz a abordagem do sujeito; daí seria preciso con-
cluir que o ‘eu’ das filosofias do sujeito é atopos, sem
lugar garantido no discurso . (Ricoeur, 2014, p . XXX) .

Para além dessa contenda cogito x anti-cogito nos oferece, por-


tanto, a hermenêutica do si-mesmo, portadora das características do
desvio da reflexão pela análise, da dialética entre ipseidade e mesmidade
e da dialética entre ipseidade e alteridade (Ricoeur, 2014, p . XXI) .
A hermenêutica do si-mesmo liberta o ego das filosofias do sujeito,
abrindo-o para o mundo . E se funda no primado da mediação reflexiva
sobre a posição imediata do sujeito, resgatando a posição desse sujeito
na figura do cogito partido, quebrado, desafetado tanto do triunfalismo

84 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

do cogito de Descartes, quanto do niilismo do anti-cogito de Nietzsche .


Só o sujeito é um quem responsável por seus atos e capaz de conhecer a si
mesmo . Nas palavras de Lauxen (2013, p . 601), Ricoeur está realmente
interessado em retomar a perspectiva singular sobre o mundo, porque é
dela que deriva a responsabilidade do ato .
O sujeito não é, portanto, uma espécie de substrato metafísico,
desancorado em relação a todas as referências espaço-temporais, fora das
condições de interlocução, uma identidade pontual, a-histórica, mas
um si, uma determinação singular que aparece em relação com o que
Ricoeur chamará “locutor, agente, personagem de narração, sujeito de
imputação moral, etc .” . (Ricoeur, 2014, p . 20) . Vejamos como Ricoeur
permanece, outrossim, aliado à compreensão de subjetividade essencial-
mente como ato, ação – desde sua perspectiva inicial, em Note sur la
personne, de 1936. A constituição do sujeito se dá concomitantemente
com a constituição da ação nos seus diversos níveis: linguístico, prático,
narrativo, ético, político .
Tal concepção é central nos dez estudos desenvolvidos em O Si
mesmo como outro. Ricoeur pergunta pelo sujeito que age, mas tanto o
sujeito quanto a ação são noções polissêmicas, tendo em conta a plura-
lidade das manifestações do sujeito e as formas diversas da práxis .
O cogito partido ricoeuriano interessa-se pelo autoexame, se reco-
nhece como sujeito sem réplica, porém, não desamparado no mundo . No
entendimento de Ruth Leonhardt (2004, p . 49), o cogito partido não se
diz sem reflexão, “sem refletir sobre o quem, sobre o sujeito que percebe
o eu que tem em si . O conhecimento e o autoconhecimento recorrem à
reflexão e esse é o modo de se tornar consciente de si” . Já foi dito acima
que o eu reflexivo é também um ser num mundo de sentidos, marcado
pelas influências que recebe, centrado num ponto de convergência das
condições e situações que o ego cogito, em cativeiro, não percebe .
Os mestres da suspeita (Nietzsche, Marx e Freud) mostram a
fragilidade do cogito . Seu sentido encontra-se ainda ameaçado pelas
ilusões da própria consciência . A mediação dos signos no caminho da
compreensão de si pressupõe que o sentido do cogito está descentrado
em relação a seu significado, deve ser decifrado, interpretado em seus
signos e suas obras que se tornaram estranhos pela distância temporal .
Para Ricoeur, portanto, a dimensão da suspeita que pesa sobre o cogito

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 85


CLAUDIA AITA TIELLET

vem completar a tarefa hermenêutica da compreensão de si . Ele afirma:


“[ . . .] minha hipótese de trabalho filosófico, é a reflexão concreta, isto é,
o cogito mediatizado por todo o universo dos signos29” . (Ricoeur, 1969,
p . 169, tradução nossa) .
Ao lermos o artigo Abordagens da Pessoa, de 1990, anterior ao
Si mesmo como outro, percebemos que Ricoeur vai além do ensaio pre-
cedente de 1983, declarando-se mobilizado com as pesquisas contem-
porâneas sobre a linguagem, a ação e a narrativa . Ele afirma que o texto
“[ . . .] se situa no prolongamento do Tratado do caráter” de Mounier
(Ricoeur, 1996, p . 164) . E nas palavras de Élsio Corá (2013, p . 18)
“[ . . .] o fio condutor [do artigo] é a problemática em torno da figura do
homem capaz, que aparece implicado no caminho de uma fenomeno-
logia hermenêutica do si-mesmo” .
Em síntese, Ricoeur se mantém fiel à definição de pessoa como
atitude, de Weil e, igualmente, ao par crise/engajamento de Landsberg, no
qual acrescentou as decorrências indispensáveis de fidelidade no tempo
a uma causa superior, a aceitação da alteridade e da diferença na iden-
tidade da pessoa . Todavia, vê agora, na linguagem, na ação e na narrativa
a possibilidade de dar um fundamento à constituição ética da pessoa e
conceber uma fenomenologia hermenêutica da pessoa, recompondo uma
ideia mais rica de pessoa (Ricoeur, 1996, p . 168) .
Com isso, ele afirma que a pessoa é conformada pelas quatro
camadas da linguagem, ação, narrativa e vida ética . A filosofia da lin-
guagem, semântica e pragmática, a teoria da ação, uma vida narrada
(examinada) e assim, substancialmente, a estrutura ternária da (1) aspi-
ração a uma vida boa, (2) com e para os outros, (3) em instituições justas,
que tem muito a contribuir para uma filosofia da pessoa .
Ricoeur nada refere a uma hermenêutica do si-mesmo nesse artigo
– seu interesse é a retomada contemporânea do conceito de pessoa – mas
descortina essas quatro camadas da pessoa de forma semelhante ao que
faz em O Si mesmo como outro: (1) introduzindo o diálogo “com as filo-
sofias inspiradas pelo que foi chamado de linguistic turn”, nos planos da
semântica e da pragmática, atribuindo à pessoa uma identificação como

29 “[ . . .] mon hypothèse de travail philosophique, c’est la réflexion concrète,


c’est-a-dire le cogito médiatisé par tout l’univers des signes” .

86 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

particular de base, ao modo de Peter Strawson, e defendendo que pela


teoria dos atos de discurso, o significado de uma proposição depende do
contexto de interlocução; (2) concebendo a pessoa como sujeito que
age e sofre, reforçando a teria da pessoa com a teoria da ação30; (3) recor-
rendo à dimensão narrativa onde, defende o autor, age a “dialética entre
mesmidade e ipseidade”; e (4) referindo-se à estrutura ternária da aspi-
ração a uma vida boa [estima de si] com e para os outros [solicitude e
respeito] em instituições justas [justiça distributiva rawlsiana]31, onde se
esboçam progressivamente as três camadas anteriores .
Ricoeur observa ainda, com habilidade, que esses quatro estratos
correspondem ao que “poderia”, diz ele, constituir a fenomenologia her-
menêutica da pessoa: o homem que fala, o homem que age e sofre, o
homem narrador e personagem da própria narrativa de vida e o homem
responsável . Todos conformam a pessoa, restando delineadas as quatro
maneiras de responder às perguntas: quem fala? Quem atua? Quem narra?
Quem é o sujeito moral de imputação?
Por fim, em que pese n’O Si-mesmo como outro não haver refe-
rência específica a uma filosofia da pessoa – passando da fenomenologia
hermenêutica da pessoa, talhada no artigo precedente, para a herme-
nêutica do si-mesmo – Ricoeur refere-se, já no primeiro dos nove estudos
que compõem a obra, à noção de pessoa32 .

30 “Esta teoria, muito em voga no meio anglo-saxão, se baseia numa análise


linguística das frases de ação do tipo: A faz X em circunstâncias Y . Parece que a lógica
dessas frases de ação é irredutível à da proposição atributiva: S é P . Não insistirei nesse
problema, que concerne à semântica da ação, com o fim de reservar o essencial de
minha análise para a implicação do agente na ação” . (Ricoeur, 1996, p . 173) .

31 “Não me deterei na noção de igualdade proporcional pela qual Aristóteles


define a justiça distributiva . Eu a tomarei somente como ponto de partida de um longo
processo argumentativo que prossegue até a nossa época e da qual a obra de Rawls, em
Teoria da justiça, oferece o melhor modelo” . (Ricoeur, 1996, p . 167) .

32 Pessoa como particular de base [identificada no seio de uma gama de coisas


particulares do mesmo tipo], desejando atribuir-lhe uma identificação porque só
assim, de fato, se pode imputar atos; é com a noção de pessoa que é possível restaurar a
identidade pessoal como modo de subtração do anonimato e da desumanização .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 87


CLAUDIA AITA TIELLET

Reale e Antiseri (2006, p . 269), ao se referirem a Ricoeur,


designam um tópico especial sob o título de A reconquista da pessoa.
Esses autores afirmam que se quiséssemos tentar captar o sentido de
todo o trabalho hermenêutico de Ricoeur, poderíamos dizer que “é ‘o
longo caminho’ da reconquista da pessoa humana por meio de uma
peregrinação fatigante na floresta das produções simbólicas do homem,
e depois das devastações produzidas na ideia de consciência pelos mestres
da ‘escola da suspeita’” . (Marcondes Cesar, 1997, p . 30) .
Com efeito, a reflexão sobre a pessoa como sujeito capaz de fala,
de ação e de narração, sujeito moral de imputação, histórico e aberto ao
outro prefigura, portanto, não só o projeto dos anos cinquenta, mas
quase toda a obra de Ricoeur, numa singular filosofia da pessoa .

Considerações finais

O mundo contemporâneo é cada vez mais marcado pela razão


instrumental ou pela crise da razão . A frase é “batida” e desde a Escola
de Frankfurt, lá nos idos 1925, já se denunciava a perda da autonomia
do sujeito, a incapacidade humana de conhecer a realidade objetiva e os
fins propriamente humanos . Fomos advertidos de que a razão subsistiria
à mercê do lucro, colocando a ciência e a técnica a serviço do capital, da
produtividade e da competitividade . A subjetividade livre e autônoma
deixava de ser o centro da história da humanidade .
Os existencialistas, por sua vez, advertiram acerca da perti-
nência da escolha livre e da responsabilidade pessoal . A mera reprodução
de ideias e de atitudes impediria o processo de transformação do ser
humano, tão natural e necessário para justamente lidar com o absurdo, o
imprevisto da existência, tornando possível a melhor ação frente às mais
diversas situações e desafios do viver . E a responsabilidade pelas próprias
escolhas deveria se converter numa responsabilidade pela humanidade
inteira, sobretudo, com Sartre e o “O Existencialismo é um Huma-
nismo”, deixando claro que cada escolha pessoal reflete o que queremos
para o mundo – seres atuantes, decidimos, escolhemos e agimos na e
para a totalidade da experiência real e possível .
Paul Ricoeur ratifica a perda da autonomia do sujeito e reco-
nhece a finitude do ser humano e seu caráter existencial . Mas o homem

88 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A PESSOA NA OBRA DE PAUL RICŒUR

pode ser homem capaz – que fala, que age e sofre, que narra e que é res-
ponsável por si mesmo, pelo outro e por suas ações – suscetível a uma
compreensão mais profunda dos fenômenos mundanos, da natureza
humana, da complexidade da sociedade .
Esse mesmo homem capaz, que pode viver a ética da vida boa,
com e para os outros, em instituições justas, se depara reiteradamente
com o brutal desafio de superar a desigualdade, a violência, os conflitos
e as incógnitas da contemporaneidade, à luz do que Ricoeur (1968, p .
142) afirmou ser uma pedagogia da comunidade, que é a mesma coisa
que o despertar da pessoa .
A pessoa tem de voltar . O conceito ricoeuriano de pessoa não
descreve somente um indivíduo de fato, mas é um conceito prescritivo
de ordem ético jurídica, que dá sustentação ao caráter incondicional da
dignidade humana .
A pessoa tem de despertar . Porque é ela quem melhor atende à
subjetividade e a intersubjetividade33, a corporeidade, a espiritualidade,
a afetividade, os valores, a comunidade e a ética . Enquanto o indivíduo é
inflexível e o sujeito é solipsista e isolado, a pessoa é generosa, carregada
de acolhimento vital, capaz de criar e compartilhar, pois “a originalidade
da pessoa se exprime em primeiro lugar na comunhão e não na solidão”
(Ricoeur, 1968, p . 162). E nesses tempos em que se tem excluído o ser
humano do centro das reflexões filosóficas, precisamos, com Ricoeur,
reinventar a filosofia do cogito como filosofia da pessoa .
A filosofia ricoeuriana da pessoa é resistência à adequação do
humano às crenças ou sistemas que distanciam da civilização, da plura-
lidade da vida, da singularidade de cada ser .
Em última análise, a filosofia ricoeuriana da pessoa garante o
humanizador da existência, na recondução ao percurso do conheci-
mento de si e do reconhecimento do outro .

33 Ricoeur propõe uma “( . . .) via intermediária entre Lévinas e Husserl, no que


diz respeito à questão da intersubjetividade . Para Husserl, o outro é percebido como
um “alter ego”, enquanto que, para Lévinas, é a alteridade de um ‘totalmente outro’” .
De acordo com Ricoeur, não implica nenhuma espécie de contradição considerar
como “dialeticamente complementares” os movimentos do outro para o si mesmo e do
si mesmo para o outro (Ricoeur, 1991, p . 396 apud Gubert, 2011, p . 76) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 89


CLAUDIA AITA TIELLET

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94 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR: A PESSOA
COMO POSSIBILIDADE E NARRATIVA NA
ANTROPOLOGIA HERMENÊUTICA DE RICOEUR

Vítor Hugo dos Reis Costa

Considerações preliminares

Em maio de 2022, uma reportagem1 no New York Times observou


a ampla circulação de uma hashtag nas redes sociais, a saber, a hashtag
#romanticizeyourlife . Acompanhando geralmente vídeos curtos consti-
tuídos por cenas em cenários muito belos (praias, montanhas, entarde-
ceres, etc) ou cuidadosamente preparados (mesas de café da manhã, pessoas
correndo no gramado, etc), a hashtag era amplamente acompanhada por
uma faixa de áudio que, em minha livre tradução, dizia o seguinte:

1 https://www .nytimes .com/2022/05/11/well/mind/romanticize-your-life-


-tiktok .html (acessada em 30 de julho de 2022, 9h15) .
VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

Você tem que começar a romantizar sua vida . Você tem


que começar a pensar em si mesmo como protagonista .
Porque se você não fizer isso, a vida continuará a passar
por você . E todas as pequenas coisas que o tornam tão
bonito continuarão a passar despercebidas . Então, pare
um segundo, olhe ao redor e perceba que é uma bênção
para você estar aqui agora .

Segundo a reportagem, a onda de convite a romantização da vida


nas redes sociais começou ainda durante a pandemia de Covid-19 quando,
em contextos de privação de vida social pública, muitas pessoas sentiram
necessidade de intensificar e tornar mais densas as experiências mais pro-
saicas, cotidianas e ordinárias que constituem o tecido do tempo de suas
vidas . Diferentemente do que se nota em certa tendência hodierna, a ideia
de romantização apareceu, nesse contexto, circundada por uma aura de
interpretação positiva . Afinal, é melhor romantizar a própria vida e se
tornar um protagonista cheio de gratidão do que, distraidamente, deixá-la
simplesmente passar . Tudo se passa como se estivéssemos sendo convi-
dados a viver de forma parecida com um “personagem” que aparece em
Reinventar a vida, de Daniele John . No livro, a psicanalista nos fala sobre
um jovem adulto que chega para sua primeira sessão de análise:

Ele discorre sobre os motivos que o trouxeram, salien-


tando que a principal razão de seu sofrimento era uma
tendência a viver como se fosse ficção . Costuma romantizar
tudo o que acontece com ele e, muitas vezes, já não sabe
mais o que é verdade e o que é sua imaginação . Vários
amigos já o alertaram quanto a isso e comentam que ele
parece viver no mundo da lua . Acha que chegou a hora
de cair na real, afinal, já não é mais nenhum menino .
Antes de buscar a análise, estava tão ansioso que tentou
escrever como uma forma de alívio para a angústia . Com-
binou consigo mesmo que jogaria no lixo tudo o que
escrevesse, para que sua escrita fosse o mais livre possível
e assim atingisse o objetivo de desabafar completamente .
Mas algo estranho acontecia . Surpreendeu-lhe a cons-

98 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

tatação de que, embora não escrevesse para ninguém,


e mesmo estando em um estado de sofrimento muito
intenso, ainda assim se pegava preocupado com o estilo .
Também percebe agora, enquanto fala, que o mesmo
se passava ali, na sessão . Se procurou uma analista para
poder falar sobre tudo, por que estaria tão preocupado
em soar bem? (John, 2015, p . 97) .

O propósito deste modesto texto é o de mostrar certa sintonia


entre a demanda hodierna de romantização do cotidiano e certas ideias
do filósofo Paul Ricoeur . Para tentar exibir essa sintonia, explorarei
sua concepção de identidade pessoal, especialmente apresentada em O
si-mesmo como outro . Pretendo mostrar como, no bojo de sua antropo-
logia filosófica, Ricoeur nos oferece uma imagem da condição humana
na qual a experiência viva da possibilidade é uma forma especialmente
intensa e densa da própria existência .

Sobre certa tensão entre ipseidade e mesmidade

No intento de explorar a noção ricoeuriana de pessoa, pri-


meiramente é preciso deixar claro o que não é uma pessoa para Paul
Ricoeur . Em A memória, a história, o esquecimento, Ricoeur se filia a
Locke contra Descartes, no intento de separar o sujeito puro do conhe-
cimento daquela instância mais complexa que constitui a pessoa . Para
Ricoeur (2007), “John Locke é o inventor das três noções e da sequ-
ência que formam juntas: identity, consciousness, self”, uma invenção que
“tornar-se-á a referência confessa ou não das teorias da consciência, na
filosofia ocidental, de Leibniz e Condillac, passando por Kant e Hegel,
até Bergson e Husserl” (p . 114) . Ainda para nosso filósofo,

o sujeito gramatical do cogito cartesiano não é um self,


mas um ego exemplar cujo gesto o leitor é convidado a
repetir . Em Descartes, não há “consciência” no sentido
de self . (…) O cogito não é uma pessoa definida por sua
memória e sua capacidade de prestar contas a si mesma .
Ele surge na fulgurância do instante . Nunca parar de

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 99


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

pensar não implica lembrar-se de ter pensado . Somente


a continuação da criação lhe confere a duração . (…)
Enquanto nas Meditações metafísicas a certeza da exis-
tência se inscreve numa nova filosofia das substâncias, a
pessoa, para Locke, é identificada unicamente pela cons-
ciência que é o self, com exclusão de uma metafísica da
substância, a qual, embora não seja radicalmente excluída,
é metodicamente suspensa . (Ricoeur, 2007, p . 114) .

Se a passagem elucida mais ou menos a linha de filiação da


reflexão de Ricoeur sobre a pessoa (a pessoa não é um mero sujeito cog-
nitivo, uma mente, etc), porém, há um imenso universo de complexi-
dades que não aparecem nessa passagem . Ao me referir a tais complexi-
dades, me refiro ao longo percurso de Ricoeur em O si-mesmo como outro
na direção não só de uma noção de identidade pessoal mas também
na de um esboço de antropologia filosófica . Os temas do prefácio e do
último estudo do livro evidenciam essa preocupação: começando com
a questão da ipseidade, o livro se conclui, também, com um questiona-
mento: rumo à qual ontologia a longa reflexão de O si-mesmo como outro
nos leva? Recapitulo brevemente, pois, esse quadro de questões com as
quais Ricoeur começa e termina o livro .
No Prefácio de O si-mesmo como outro, Ricoeur (2014) faz um
balanço de duas aproximações insuficientes da questão da identidade
pessoal, representadas paradigmaticamente por Descartes e Nietzsche .
Enquanto o primeiro substancializa demais uma subjetividade que nunca
ultrapassa a condição de mero sujeito de vivências eminentemente cog-
nitivas, o segundo dessubstancializa demais a subjetividade e oferece uma
imagem fragmentada da subjetividade humana definida como mero
feixe de impulsos artificialmente organizados por uma pessoalidade
meramente ilusória . Em ambos os casos, é possível dizer o que alguém
é, seja substância pensante ou feixe de impulsos em conflito uns com os
outros . No primeiro caso, a questão sobre quem alguém é não se coloca .
No segundo, ela já é posta como respondida; a pessoa é uma ilusão,
uma ficção útil para um organismo vivo . Nesse quadro, todo o esforço
de O si-mesmo como outro é um esforço “rumo a uma hermenêutica do
si mesmo” (p . XXX), isto é, rumo a uma perspectiva na qual a iden-

100 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

tidade pessoal deverá ser concebida como uma tarefa – eminentemente


prática, eminentemente ética – perpetuamente inacabada . Distante dos
anseios de fundamentação metafísica, da busca pelo incondicionado e
do fechamento doutrinal de sistemas, a hermenêutica do si de Ricoeur,
segundo o próprio filósofo, “mereceria ser chamada de filosofia prática e
ser aceita como ‘filosofia segunda’” (p . XXXIV) . Nesse sentido, se torna
compreensível que o último estudo seja intitulado com uma questão: em
que tipo de ontologia se enquadra essa reflexão eminentemente antro-
pológica e ética?
O décimo estudo de O si-mesmo como outro já presume todo o
longo túnel cavado por Ricoeur pela tradição analítica, sua concepção
de identidade narrativa – que explorarei um pouco mais no decorrer
do texto – e sua pequena ética, desenvolvidas nos estudos subsequentes .
É preciso observar que o que Ricoeur chama de ontologia no referido
estudo é algo suavemente distinto daquilo que foi realizado, por
exemplo, na tradição continental, em Ser e tempo e O ser e o nada por
Martin Heidegger e Jean-Paul Sartre, a saber, um longo discurso sobre a
constituição da própria realidade . Alinho-me aqui com certa tendência
de considerar que a palavra mais adequada para caracterizar o estatuto
do discurso de Ricoeur nesse desfecho de O si-mesmo como outro seja
antropologia2, e não exatamente ontologia, na medida em que é o modo
de ser do ser humano que está em jogo . Não obstante, é incontornável
perceber que as ontologias fenomenológicas da tradição ocidental com-
parecem enquanto influxos e inspiram o pensamento de Ricoeur nessas
palavras finais da obra . Nestas últimas páginas, Ricoeur (2014) nos diz
quesua “distinção entre ipseidade e mesmidade não incide apenas sobre

2 Penso especialmente, aqui, na abordagem do professor Tomás Moratalla .


Em uma bela palestra proferida em ocasião da comemoração de 20 anos de A memória,
a história, o esquecimento e 30 anos de O si-mesmo como outro, o professor Moratalla
enfatizou não só o aspecto antropológico do pensamento de Ricoeur como elencou
sete características capitais dessa antropologia filosófica . Uma destas características
capitais é que ela seja hermenêutica . Em minha perspectiva pessoal, essa é a caracte-
rística filosoficamente mais importante da antropologia filosófica de Ricoeur e permite
seu enquadramento no que já se chamou de pensamento pós-metafísico ou, conforme
Jean Greisch, idade hermenêutica da razão . A palestra do professor Moratalla pode ser
encontrada na segunda metade do vídeo disponível neste link: https://www .youtube .
com/watch?v=2prIkeE95Ko (acessado em: 3 de agosto de 2022, 8h) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 101


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

duas constelações de significações, mas sobre dois modos de ser” e que “o


estatuto ontológico da ípseidade” está “solidamente baseado na distinção
entre os dois modos de ser que são o Dasein e a Vorhandenheit”, pois
“entre a categoria de mesmidade” de suas análises “e a noção de Vorhan-
denheit em Heidegger, existe o mesmo tipo de correlação que há entre
a ipseidade e o modo de ser do Dasein” (p . 364) . Antes de tratar desse
par de categorias cardeais da noção ricoeuriana de identidade pessoal,
realizarei um desvio elíptico pela problemática relação entre Dasein e
Vorhandenheit nas ontologias fenomenológicas . Penso que esse desvio
permite mostrar como a filosofia de Ricoeur é expediente de soluções
para problemas internos da ontologia de orientação fenomenológica .

Ipseidade e mesmidade no quadro da ontologia fenomenológica

Conforme observa Róbson Reis (2014, p . 285), “Heidegger


explicitamente reconhece cinco modos [de ser]: subsistência, disponi-
bilidade, consistência, vida, existência” . Subsistência e existência são as
melhores traduções para, respectivamente, Vorhandenheit e Dasein uti-
lizados por Heidegger em Ser e tempo . Enquanto existência designa o
modo de ser do ser humano – e está associada, portanto, para Ricoeur, à
ipseidade –, subsistência designa o modo de ser dos entes que aparecem
para os seres humanos em comportamentos de tematização objetivante .
A noção de subsistência ganha significativo relevo se contrastada com
a noção de disponibilidade, na medida em que esta designa um ente
em seu contexto de uso, em ordens de remissões que se organizam por
propósitos humanos em complexas redes de relações . Grosso modo, em
linguagem ordinária, a mesma coisa ou objeto pode aparecer como dis-
ponível (para ou uso) ou subsistente (enquanto instância portadora de
qualidades destacadas por uma intencionalidade tematizante) .
Uma interessante problemática em torno das relações entre exis-
tência e subsistência é apresentada em Heidegger and Sartre, de Joseph
Fell (1979) . Segundo o autor, uma das razões pelas quais Heidegger teria
abandonado certo caminho aberto em Ser e tempo seria uma espécie de
queda no exato tipo de dualismo de semblante metafísico que tentava
evitar . Alguns momentos de Ser e tempo – especialmente o §32 e o §58
– sustentariam uma perspectiva na qual não só os entes são considerados

102 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

intrinsecamente assignificativos como, mais e pior do que apenas isso,


a privilegiada experiência da angústia exibiria essa assignificatividade
como uma verdade habitualmente esquecida . Em outras palavras, o
eventual desmoronamento dos sentidos ordinários com os quais alguém
está familiarizado transmutaria uma totalidade organizada de entes dis-
poníveis – cujas identidades seriam relativas às suas posições nessa malha
de relações – em uma totalidade indiferenciada de entes meramente
subsistentes . A experiência da angústia isolaria, portanto, dois polos da
realidade: um sujeito responsável pela criação do sentido e do valor da
realidade e uma totalidade de entes meramente justapostos e intrinseca-
mente assignificativos . Se no plano da existência pessoal essa partição da
realidade aparece na angústia, porém, para Fell, no âmbito da cultura,
ela caracteriza o niilismo: um mundo de coisas ou objetos intrinseca-
mente assignificativos é um mundo inabitável . Não obstante, para Fell,
é precisamente esse o nosso mundo contemporâneo . Contra o niilismo,
Fell sugere uma luta contra a ontologia da mera subsistência e uma recu-
peração daquilo que Aristóteles, no De anima, chamou de comunidade
de natureza entre fatores3 . Em outras palavras, é necessário assegurar, pelo
pensamento, um lugar comum de sentido no qual já desde sempre os
entes e os existentes estejam .
Voltemos ao olhar ricoeuriano sobre a questão da identidade
pessoal . Para nosso filósofo, dispomos de dois modelos de permanência no
tempo, dois modelos que estabelecem uma relação de polaridade . Assim
como existência e subsistência no concernente a constituição da rea-
lidade, ipseidade e mesmidade se relacionam por meio de uma tensão no
concerenente a constituição da identidade pessoal . Grosso modo, seria

3 A expressão – “precedent community of nature” – é tomada, por Fell, de Basic


works of Aristotle, de Richard McKeon . Se consultamos a mesma passagem em 429b25
nas edições em português, não encontramos essa expressão . Na tradução de Maria Cecília
Gomes dos Reis (2006, p . 115), se lê que “algo comum subsiste em duas coisas” . Na tra-
dução de Ana Maria Lóio (2010, p . 115), se lê sobre “existir em duas coisas algo comum” .
Um comentário que se sintoniza com a interpretação de Fell pode ser encontrada em
Aristotle’s De Anima: a critical commentary, de Ronald Polansky (2007, p . 456-7) . Uma
interpretação do tema da inteligibilidade em Aristóteles, na perspectiva de um cotejo
entre o De anima e a Metafísica pode ser encontrada em Mind and world in Aristotle’s
De Anima, de Sean Kelsey (2021, p . 121ss) . No mais, aproveito para mencionar que
todas as passagens do livro de Fell aqui mencionadas são traduções minhas .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 103


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

possível dizer que ipseidade e mesmidade representam, respectivamente,


um modelo ativo e um modelo passivo de permanência no tempo .
Enquanto ipseidade, alguém permanece no tempo sob a forma de um
esforço, de uma tarefa, de uma perseverança na direção de propósitos .
Enquanto mesmidade, alguém permanece no tempo enquanto con-
junto de disposições duráveis . Enquanto ipseidade, alguém permanece
no tempo enquanto promessa . Enquanto mesmidade, alguém permanece
no tempo enquanto caráter . Nas palavras do próprio Ricoeur:

Minha hipótese é que a polaridade desses dois modelos de


permanência da pessoa resulta do fato de a permanência
do caráter expressar a sobreposição quase completa da
problemática do idem e da do ipse, ao passo que a fide-
lidade a si mesmo no cumprimento da palavra dada marca
o afastamento extremo entre a permanência do si e do
mesmo, comprovando plenamente, portanto, a irredu-
tibilidade recíproca das duas problemáticas . Apresso-me
a completar minha hipótese: a polaridade que vou pers-
crutar sugere uma intervenção da identidade narrativa na
constituição conceitual da identidade pessoal, ao modo
de uma medianidade específica entre o polo do caráter,
em que idem e ipse tendem a coincidir, e o polo da manu-
tenção de si mesmo, em que a ipseidade se desvencilha da
mesmidade . (Ricoeur, 2014, p . 118) .

A polaridade entre esses dois modos de permanência no tempo


parece sugerir, grosso modo, que enquanto mesmidade, alguém per-
manece no tempo enquanto possuidor de qualidades e, enquanto
ipseidade, alguém permanece no tempo em especial relação com suas
possibilidades . Com alguma violência hermenêutica, pergunto: não
parece que enquanto ipseidade, alguém permanece no tempo como
pessoa enquanto como mesmidade a permanência é a da identidade do
tipo de uma coisa? Ricoeur, afinal, não abre O si-mesmo como outro com a
questão da mesmidade mas, pelo contrário, com a da ipseidade . Uma iden-
tidade genuinamente pessoal não exigiria uma espécie de depuração ou
purificação da instância da ipseidade, por meio da qual um ser humano

104 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

seria completamente inscrito no domínio das pessoas e totalmente fora


do domínio das coisas? Ou, alternativamente, isso intensificaria a tensão
entre ipseidade e mesmidade e, nesse sentido, produziria um indesejável
dualismo com consequências niilistas? É possível conceber uma pura
ipseidade? E, se sim, em que tipo de existência ela implica?

Ipseidade pura e primazia do possível na existência: Sartre, Musil e


Beckett

Permanecendo na trilha da analogia entre ipseidade e mesmidade


em Ricoeur e entre existência e subsistência em Heidegger, recapitulo
brevemente a questão da primazia da possibilidade na existência na filo-
sofia heideggeriana . Conforme Róbson Reis (2014, p . 211), “’neces-
sidade’, ‘efetividade’ e ‘possibilidade’ assumem significados distintos de
acordo com o modo de ser pertinente” de modo que “as noções modais
no campo existencial são diferentes das categorias modais da subsis-
tência” . Disso se segue, por exemplo, que na existência “a efetividade não
seria o critério da genuína possibilidade”, de modo que “seriam admis-
síveis possibilidades existenciais que não se efetivam na história tem-
poral” (p . 213) . Ainda segundo Róbson Reis, a adequada compreensão
do “significado da prioridade do possível sobre o efetivo” na existência
passa por um “exame da estrutura da projeção” (p . 214) . Na ontologia
fenomenológica heideggeriana, portanto, o existente se caracteriza pela
projeção em possibilidades .
A noção heideggeriana de projeção é explorada por Ricoeur em
diversos momentos de sua obra . Para Ricoeur (2010, p . 114), a presença
funesta da estrutura do ser-para-a-morte no limite do horizonte de expec-
tativas humanas faz com que “a resolução em face da morte” redunde
numa espécie de “ética, muito marcada por um certo estoicismo” diante
da qual Ricoeur declara preferir “uma análise como a de Sartre, que
caracteriza a morte antes como interrupção de nosso poder-ser do que
como sua possibilidade mais autêntica” . De fato, como Ricoeur, também
Sartre exibe uma notória insatisfação com a ênfase heideggeriana no ser-
-para-a-morte . Para o existencialista francês, o tipo de resolução para a
morte que Heidegger (e o cristianismo em geral, segundo ele) representa
um fechamento da conta da existência . Segundo Sartre (2008, p . 659),

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 105


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

“nossa vida nada mais é do que uma longa espera”, uma espera “pela
realização de nossos fins” , uma “espera por nós mesmos”, uma espera
“constituída não somente de esperas, mas de esperas de esperas que, por
sua vez, esperam esperas”, sendo essa estrutura estratificada de esperas “a
própria estrutura da ipseidade” . Como Ricoeur, Sartre é um pensador
para o qual a ipseidade é marcada pela ênfase no futuro vivo . Todavia,
se como observa Róbson Reis, na ontologia fenomenológica heideg-
geriana são admissíveis possibilidades existenciais que não se efetivam,
para Sartre, é da natureza própria da possibilidade não se efetivar jamais .
Em O ser e o nada, Sartre (2008) declara que a totalidade do futuro
“cai no passado como futuro”, se transformando em “futuro passado”,
um futuro que “não se realiza” jamais e que deixa um incontornável
retrogosto de “decepção ontológica” (p . 182) . A possibilidade futura é
desejável “porque eu me projetava rumo ao futuro enquanto futuro” (p .
183) . Essa decepção ontológica, “decepção constante” que acompanha o
desejo saciado na forma de uma frustração, uma insatisfação, um “‘não
era mais que isso?’” se dá porque a meta do desejo é a “coincidência com
o si” (p . 154), um “repouso em si”, uma “a-temporalidade da coinci-
dência absoluta consigo mesmo” (p . 198) . Essa nota melancólica já res-
soava no pensamento de Sartre desde seu Diário de uma guerra estranha .
No dia 17 de fevereiro de 1940, Sartre (2005) anotou em seus diários:
“penso que a maior parte das nossas mais sutis decepções são devidas ao
fato de um irrealizável nos aparecer no futuro e depois, subitamente,
no passado, como realizável, e ao fato de sentirmos bem, então, que
não o realizamos” (p . 437-8) . O irrealizável, para Sartre, “nunca é um
objeto”, mas “uma situação” (p . 448) . A existência errante, em Sartre,
não conhece descanso, nunca está onde deseja, jamais se sente em casa .
Na ontologia fenomenológica de Sartre, a ipseidade se projeta em um
futuro que está sempre em outro lugar, em uma vida que está sempre em
outro lugar .
O recurso de Ricoeur ao pensamento de Sartre ficaria ainda mais
limitado se aquele lembrasse que, para este, a relação entre o caráter e a
promessa – entre a ipseidade e a mesmidade, portanto – é de tal natureza
que, no mesmo Diário… se lê que “um juramento é uma confissão de
desespero” (p . 235) . Quem estivesse genuinamente resoluto precisaria,
contra si mesmo, prometer o que quer que fosse? Tudo se passa como se

106 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

em Sartre, a ipseidade já nem sequer demandasse uma eventual purifi-


cação dos eventuais sedimentos de mesmidade, pois ela já sempre estaria
estruturalmente além, em outro lugar em relação aos traços identitários e
qualidades estáveis que representam o modo de permanência passiva no
tempo . Sartre, contudo, não é o único exemplar de ipseidade demasiado
pura que pode exibir as consequências problemáticas ou indesejáveis de
uma purificação da ipseidade na hermenêutica do si . É possível perceber
traços do que seria uma pura ipseidade nos romances de Robert Musil e
Samuel Beckett .
No quarto capítulo de O homem sem qualidades, Robert Musil
(1989) diz que em quem o senso de possibilidade prevalece sobre o senso
de realidade, a realidade aparece como algo que “provavelmente também
poderia ser de outro modo”, desde que o senso de possibilidades é uma
legítima “capacidade de pensar tudo aquilo que também poderia ser, e
não julgar que aquilo que é seja mais importante do que aquilo que não
é”, fazendo com que a experiênciaa se constitua em “teia mais sutil, feita
de nevoeiro, fantasia, devaneio e condicionais” (p . 14) . No arco da tensão
entre a promessa e o caráter que lastreia a promessa, alguém assim pode,
alega Musil, parecer “inconfiável e imprevisível no trato com as pessoas”
(p . 15) . Nos termos de Ricoeur (2010a, p . 279), o homem sem quali-
dades de Musil é sobretudo “um si privado do socorro da mesmidade”,
uma “hipótese dá muito do que falar, como o demonstra a imensidão
de uma obra como O homem sem qualidades” . Que a ipseidade pura seja
uma hipótese é o que também percebe João Botton (2017), para quem “a
ideia de uma ipseidade pura é somente uma hipótese especulativa com
função bem determinada, a de fazer trabalhar ao limite a dialética da
ipseidade e da mesmidade fazendo distinguir teoricamente ao máximo
a primeira da segunda” (p . 124) . Ainda segundo Botton, “a hipótese
narrativa de uma ipseidade pura revela a radicalidade da diferença da
ipseidade em relação à mesmidade” pois “enquanto todos os traços de
mesmidade se dissolvem com a dissolução da unidade da composição, a
ipseidade permanece marcando o lugar vazio a ser ocupado pelo sujeito,
ainda que esse lugar não possa ficar vazio por muito tempo” (p . 79) .
Samuel Beckett é mais célebre por sua dramaturgia do que
por seus romances . Esperando Godot começa com a constatação “nada
a fazer” . Em Para frente o pior, encontramos os célebres versos “tenta

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 107


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

/ fracassa / não importa / tenta outra vez / fracassa de novo / fracassa


melhor”4 . Mas é em O inominável, terceiro romance de uma trilogia na
qual se constata um crescente desmoronamento do sentido da ação e da
narração – e, consequentemente, da identidade pessoal dos personagens
– que encontramos, já no início, o que pode ser uma genuína expressão
verbal do que poderia ser uma experiência de uma pura ipseidade:

Onde agora? Quando agora? Quem agora? Sem me per-


guntar . Dizer eu . Sem pensar . Chamar isso de perguntas,
hipóteses . Ir adiante, chamar isso de ir, chamar isso de
adiante . ( . . .) Pode ter começado assim . Não farei mais
perguntas . ( . . .) Pouco importa como isso se deu . Isso,
dizer isso, sem saber o quê . Talvez não tenha feito mais
que ratificar um velho fato consumado . Mas não fiz
nada de fato . Parece que falo, não sou eu, de mim, não é
de mim . ( . . .) Deve haver outros expedientes . Senão seria
um desespero total . Mas é um desespero total . (Beckett,
2009, p . 29)

Minha hipótese é a de que enquanto O homem sem qualidades


de Musil permanece na nebulosa fronteira da tensão entre ipseidade e
mesmidade, no caso do Inominável de Beckett, ultrapassamos os limites
dessa tensão e descobrimos um território no qual a ipseidade, enfim,
aparece sem o lastro de qualquer socorro da mesmidade . A voz narrativa
do inominável beckettiano não ancora o sujeito da narração em nenhum
nome ou corpo próprios, em nenhum tempo histórico ou lugar geo-
gráfico, em nenhum cenário específico . O inominável beckettiano está
além de uma fronteira na qual permaneceriam o homem sem qualidades

4 A tradução de Ana Helena Barbosa Bezerra de Souza do texto de Beckett para


o português faz a opção de traduzir o célebre adágio beckettiano da seguinte maneira:
“Nunca tentado . Nunca falhado . Não importa . Tentar de novo . Falhar de novo . Falhar
melhor” (Beckett, 2012, p . 65) . A própria autora, porém, admite que a opção foi feita
por razões de sonoridade (Souza, 2014, p . 98) . Opto por mencionar, no texto, a versão
do texto que circula na internet e é, dessa forma, mais conhecida . Utilizei essa versão
como epígrafe de minha tese de doutorado (Costa, 2021c) .

108 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

musiliano ou mesmo o estrangeiro camusiano, por exemplo5 . Acres-


cento que, se compreendo bem, tanto o senso de possibilidades musiliano
quanto a ideia sartreana de longa espera indicam, para a hermenêutica do
si de Paul Ricoeur, uma possibilidade interessantíssima, a saber, a pos-
sibilidade de uma concepção de identidade pessoal na qual a ipseidade
prevalece sobre a mesmidade . O desocultamento do modelo identitário
da ipseidade de sua condição eclipsada pelo modelo da mesmidade é
o desocultamento de uma concepção de identidade pessoal na qual as
possibilidades precedem as qualidades . Dito isso, passo ao exame de
algumas interessantes possibilidades existenciais abertas pela perspectiva
da precedência da ipseidade sobre a mesmidade .

Expectativa, intensidade e densidade

No final de Tempo e narrativa, em seu esboço de uma herme-


nêutica da consciência histórica, Ricoeur reivindica para sua hermenêutica
o conceito de horizonte de expectativa, colhido na teoria da história de
Reinhart Koselleck . Segundo Ricoeur (2010c, p . 354-5), “a esperança e
o temor, o desejar e o querer, a preocupação, o cálculo racional, a curio-
sidade, em suma, todas as manifestações privadas ou comuns que visam
o futuro” . Meia década depois, em O si-mesmo como outro, essa noção
aparecerá articulada, no contexto de sua concepção de identidade nar-
rativa, com a noção sartreana de projeto . Diz Ricoeur:

Na compreensão de si, a mímesis práxeos parece só con-


seguir abranger a fase já passada da vida e precisar arti-
cular-se com previsões e projetos, segundo um esquema
semelhante ao proposto por R . Koselleck em Vergangene
Zukunft [Futuro Passado], em que a dialética entre
“espaço de experiência” e “horizonte de expectativa”
põe em relação a seleção dos acontecimentos narrados

5 Tratei do tema da ipseidade em O estrangeiro de Camus em Para morrer


é necessário ser alguém: a ipseidade mínima de Meursault diante do desafio romanesco
(Costa, 2020) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 109


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

e as previsões pertinentes àquilo que Sartre chamava de


projeto existencial de cada um . (Ricoeur, 2014, p . 172)

As noções de projeto e de horizonte de expectativas devem


designar, para Ricoeur, a instância de nosso relacionamento total com o
futuro e, portanto, com nossas possibilidades mais íntimas . É esse dire-
cionamento para o futuro que produz a significação e a configuração
retroativa do passado e da memória na narração . É mesmo curioso que
Ricoeur, tão atento e rigoroso leitor da obra de Freud, não aproxime de
sua visão da identidade narrativa um termo de Freud alçado ao patamar
de conceito psicanalítico, a saber, o termo Nachträglichkeit . Uma bela
exploração dele pode ser encontrado em Reinventar a vida, da psicana-
lista Daniele John .
Grosso modo, Nachträglichkeit pode ser traduzido como caráter
retrospectivo ou retrospectividade . O termo designa o caráter tardio da
compreensão, sua a posteriori-dade . Freud lançou mão desse termo para,
em sua teoria da sedução, falar do tempo do trauma, isto é, do tempo que
um sujeito precisa para elaborar o sentido do evento traumático que lhe
acontece em um episódio remoto, no passado incompreendido e quase
esquecido . No paradigma naturalista que informava a psicanálise freu-
diana, o fenômeno da Nachträglichkeit, conforme Daniele John (2015,
p . 37), “é associado à obtenção de novos níveis de entendimento, de com-
preensão, de revisão de sentido, de elaboração”, embora sua formulação
inicial estivesse “ligada simplesmente a uma maturidade orgânica que
dava acesso a sensações corporais antes impossíveis de serem sentidas”
Embora a noção permita pensar em um “tecer de novos sentidos que se
faz ao longo do tempo, isso não quer dizer que se trate de pura criação”,
diz a psicanalista, mas “do resgate e da apropriação subjetiva de uma his-
tória que já havia começado bem antes daquele sujeito existir” (p . 47) .
Alimentada pela expectativa concernente à projeção em possibilidades, a
narrativa identitária é sempre nachträglich, dotada de um sentido sempre
a posteriori . A ideia pode aparecer em uma poética nitidez por meio de
algumas alegações de Milan Kundera . No começo do primeiro conto de
Risíveis amores, Kundera (2012, p . 11) nos lembrará que “atravessamos
o presente de olhos vendados, mal podemos pressentir ou adivinhar o
que estamos vivendo”, e que “só mais tarde, quando a venda é retirada e

110 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

examinamos o passado, percebemos o que vivemos e compreendemos o


sentido do que se passou” .
O caráter nachträglich da narrativa identitária é algo que não
só é descrito e explicado por Ricoeur em O si-mesmo como outro como
também é algo que, penso, já era pressentido pelo autor em Tempo e
narrativa . No início do primeiro volume da obra, Ricoeur (2010a, p .
11) confessa ter configurado seu texto pensando que “o encontro entre
as Confissões e a Poética, na mente do mesmo leitor, ficaria mais dra-
mático” se “fosse da obra em que predomina a perplexidade provocada
pelos paradoxos do tempo” para “aquela em que, ao contrário, prevalece
a confiança” na capacidade narrativa em “fazer triunfar a ordem sobre a
desordem” . Tempo e narrativa se desenrolam, portanto, em um espaço
de tensão entre a perplexidade agostiniana com a experiência viva do
tempo e a confiança aristotélica na configuração do enredo e, por meio
dessa configuração, do triunfo da ordem sobre a desordem .
No enquadramento da tensão entre pares como confiança e per-
plexidade ou ordem e desordem, tudo se passa como se toda desordem,
perplexidade e incerteza emergissem do horizonte de expectativas para,
por meio da capacidade humana de produzir enredos com sentido,
serem colocadas em uma ordem sempre provisória e revisável . Ricoeur
não é um pensador que deseja abolir nem as intervenções do acaso nem
as intermitências no coração na existência, Seu recurso ao pensamento
de Koselleck pode nos ajudar a constatar a importância da expectativa
como experiência viva: se Tempo e narrativa é um confronto com a per-
plexidade agostiniana por meio da confiança aristotélica, o conceito de
horizonte de expectativas intensifica o polo da perplexidade, especial-
mente se pensarmos que Koselleck é, em certo sentido, mais agostiniano
que Agostinho . Em Estratos do tempo, Koselleck (2014, p . 232) nos diz
que “em primeiro lugar, existem ( . . .) um passado presente e um futuro
presente, aos quais corresponde um presente presente, seja este con-
cebido como algo que se dissolve num ponto ou como algo que abarca
todas as dimensões”, que em segundo lugar, existe – já que todo pre-
sente se estende simultanea mente para a frente e para trás – um pre-
sente passado com seus passados passados e seus futuros passados” e, por
fim, que “em terceiro lugar, existe um presente futuro com seu passado
futuro e seu futuro futuro” . Koselleck é um pensador para o qual, por-

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 111


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

tanto, o tríplice presente agostiniano ganha novos estratos e dimensões .


Essa similitude entre Agostinho e Koselleck é constatada pelo próprio
Ricoeur (2007, p . 312), quando este diz, em A memória, a história, o
esquecimento, que “o paralelismo entre o par horizonte de expectativa e
espaço de experiência e o par presente do futuro e presente do passado é
marcante” . Tendo isso em mente, compreendemos melhor algumas das
últimas palavras de Ricoeur em Tempo e narrativa . Ricoeur (2010c, p .
460) dirá que “é preciso reconhecer que a narrativa não é tudo e que o
tempo se diz também de outro modo, porque, também para a narrativa,
ele continua inescrutável”, bem como que “o mistério do tempo não
equivale a um interdito que pesa sobre a linguagem” mas, pelo contrário,
“suscita, antes, a exigência de pensar mais e de dizer de outra forma” (p .
463) . Mistério inescrutável, a experiência viva do tempo é a experiência
viva das possibilidades por meio das quais alguém se define em cada
presente vivo considerado . Não fosse o fluxo perpétuo desse mistério,
incidindo como uma neblina que vem do futuro para o presente, a exis-
tência humana seria insípida e inodora como a dos entes meramente
subsistentes que descansam perpetuamente, aquém do tempo, em um
modo de ser que consiste na mera exibição da própria essência . Se a
existência humana fosse apenas qualidades sem possibilidades, apenas
ordem sem desordem, sem perplexidade ou incerteza, não seria, em
suma, humana .
Estamos nos reaproximando do tema com o qual iniciei a pre-
sente reflexão, a saber, o tema da romantização do cotidiano . Engrosso
o coro de quem não se satisfaz com o termo “romantização” e, penso,
há expressões melhores para designar o tipo de imersão no presente vivo
pelo qual se clama em redes sociais . Uma delas se encontra em Tempo e
narrativa e é utilizada para designar a experiência da eternidade tal como
descrita por Agostinho, a saber, o que Ricoeur (2010, p . 14) chama de
“intensificação da experiência do tempo” . Longe de seus pressupostos
metafísicos ou teoógicos, a subida da alma até Deus pode ser descrita
fenomenologicamente não mais necessariamente como uma transcen-
dência mas, talvez, alternativamente, como uma rescendência, um mer-
gulho no nível mais íntimo e constitutivo da consciência íntima do
tempo . Haveria, portanto, uma qualidade mística típica das experiências
intensas que desafiam qualquer tipo de verbalização . Seja a náusea ou

112 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

o maravilhamento, há já sempre disponível para os seres humanos um


estrato de experiências de qualidade especialmente intensa .
Outra bela expressão por meio da qual se pode designar essa
imersão no presente vivo pode ser encontrada em A cortina, de Milan
Kundera (2006), onde o romancista fala da beleza de uma súbita den-
sidade da vida . Analisando o recurso que Dostoievski faz das cenas em
seus romances, Kundera constata um paradoxo: tentando “conservar
toda a verossimilhança da prosa da vida”, no texto do romancista russo,
a cena tende sempre a ficar “tão rica em acontecimentos, tão transbor-
dante de coincidências, que perde o caráter prosaico e a verossimilhança”
(p . 24-5) . Porém, essa teatralização das cenas por Dostoievski encerra
em si uma profunda sabedoria, pois “esse acúmulo de acontecimentos,
com tudo o que possa ter de excepcional e de quase impossível, é antes
de tudo fascinante” e, quando acontece em nossa vida, “nos deslumbra”,
“nos encanta”, “torna-se inesquecível” porque “reflete uma beleza toda
especial, beleza muito rara” que “cada um de nós conheceu ou pelo
menos pressentiu na própria vida” (p . 25) . Presumindo um arco de
tempo um pouco maior do que o dos instantes intensos – a saber, o das
cenas ou, eventualmente, dos episódios – Kundera coloca em relevo uma
qualidade estética do presente vivo, especialmente quando essa beleza da
súbita densidade se dá de modo menos programado do que casual .
Por fim, para um enquadramento mais geral dessas experi-
ências privilegiadas, retomo a leitura que, em O tempo e o cão, Maria
Rita Kehl faz de Walter Benjamin . Trata-se da interessantíssima dis-
tinção entre Erlebnis e Erfahrung ou, em português, entre experiência
e vivência . Segundo Kehl (2009), Erlebnis é o que é conscientemente
experimentado, que “produz sensações e reações imediatas mas não
modifica necessariamente o psiquismo”, produz a “impressão de tempo
vazio”, são vivências que “representam uma dimensão empobrecida da
vida do espírito” (p . 160) . A Erfahrung, por sua vez, é “passível de trans-
missão”, se constitui como “um saber que pode ser passado adiante e
que enriquece o vivido não apenas para aquele a quem a experiência é
transmitida, mas também para aquele que a transmite” de modo que “é
no ato da transmissão que a vivência ganha o estatuto de experiência” (p .
162) . A Erfahrung, portanto, presume todo o círculo hermenêutico da
mímesis de Tempo e narrativa, por meio da qual Ricoeur estabelece que

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 113


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

a narrativa só recebe seu derradeiro acabamento na leitura . Por meio


desse conceito podemos concluir, portanto, que mesmo as experiências
mais intensas e densas clamam por narração e só recebem genuíno aca-
bamento na partilha comunicativa . Não deve parecer casual, aliás, que
em Teoria da interpretação, Ricoeur nos fale da comunicação em termos
muito assemelhados àqueles que comparecerão designando o tempo em
Tempo e narrativa . Se o tempo é mistério inescrutável, a comunicação é,
segundo Ricoeur (2013, p . 50), “enigma” e “milagre” . A perspectiva, no
nosso horizonte de expectativas, do enigmático milagre da comunicação
do que mais denso e intenso nos ocorre é o que torna vivo o outro polo
das instâncias formais koselleckianas, a saber, o espaço de experiência .
Após tais considerações sobre a pertinência da perplexidade da
experiência viva do tempo por meio da ênfase em suas possibilidades
intensas e densas e que clamam por partilha comunicativa, passo ao exame
das razões pelas quais porque, do ponto de vista comunicacional e nar-
rativo, também temos alternativas ao apelo de romantização .

Nossas vidas dariam romances?

Em um romance intitulado A vida está em outro lugar, Milan


Kundera nos oferece essa interessante e provocativa digressão:

Do mesmo modo que a sua vida, leitor, é determinada


pela profissão ou o casamento que tenha escolhido, este
romance é limitado pela perspectiva que nos é oferecida
do nosso posto de observação, de onde só se pode ver
Jaromil e sua mãe, enquanto os outros personagens só
podem ser vistos se aparecem na presença dos dois prota-
gonistas . Escolhemos o nosso observatório como o leitor
escolheu o seu destino, e a nossa escolha é da mesma
forma irremediável .

Mas todos lamentam não poder viver outras vidas além


da única existente; também você, leitor, gostaria de viver
todas as suas virtualidades não realizadas, todas as suas
vidas possíveis (…) . Nosso romance é como você, leitor .

114 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

Também ele gostaria de ser outros romances, o que


poderia ter sido e não foi . (Kundera, 1991, p . 322)

O tema evocado por Kundera nessa passagem é um daqueles


temas de mais ampla disseminação cultural na compreensão ordinária
dos indivíduos e grupos humanos . É o tema do poema The road not
taken, de Robert Frost6 . É também o tema de Missing out: in praise of
the unlived life, do psicanalista Adam Philips (2012) . Trata-se, em suma,
da perpétua presença dos caminhos não percorridos e das escolhas não
realizadas, dos futuros que ficaram no passado e das vidas que restaram
em outro lugar . É um tema do qual, penso, Ricoeur (2010c, p . 368) se
aproxima significativamente quando, no final de Tempo e narrativa, nos
convida a “reabrir o passado, reavivar nele potencialidades irrealizadas,
impedidas”, “lutar contra a tendência de só considerar o passado sob o
ângulo do acabado, do imutável, do findo”, “resistir ao encolhimento do
espaço de experiência”, pensar “contra o adágio que diz que o futuro é
aberto e contingente e o passado univocamente fechado e necessário”, a
“tornar nossas expectativas mais determinadas e nossa experiência mais
indeterminada” . Conforme observa François Hartog (2003, p . 33),
Ricoeur nos convida a “reabrir o passado” e “olhá-lo como um conjunto
de passados que foram uma vez futuro possível” . Penso que essa rea-
bertura do passado está intimamente relacionada com a possibilidade da
intensidade e da densidade da experiência viva do presente, uma expe-
riência que clama por um tipo de narração muito especial e que, com
Milan Kundera, Maria Rita Kehl e René Girard, contra a tendência de
romantização, vou chamar de narração romanesca .

6 Não tenho condições de oferecer uma interpretação do poema nem, tam-


pouco, uma tradução de seus versos . Partilho as quatro quintilhas do poema aqui, em
seu original, em inglês: “Two roads diverged in a yellow wood / And sorry I could not
travel both / And be one traveler, long I stood / And looked down one as far as I could /
To where it bent in the undergrowth; / Then took the other, as just as fair, And having
perhaps the better claim, / Because it was grassy and wanted wear; / Though as for that
the passing there / Had worn them really about the same, / And both that morning
equally lay / In leaves no step had trodden black . / Oh, I kept the first for another day!
/ Yet knowing how way leads on to way, / I doubted if I should ever come back . / I shall
be telling this with a sigh / Somewhere ages and ages hence: /Two roads diverged in a
wood, and I— / I took the one less traveled by, / And that has made all the difference .”

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 115


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

Penso que para que o passado esteja sempre aberto a ressignifi-


cações retrospectivas, é necessário ter em mente o que, em A insusten-
tável leveza do ser, nos diz Milan Kundera (1995, p . 14), a saber, que
“tudo é vivido pela primeira vez e sem preparação . Como se um ator
entrasse em cena sem nunca ter ensaiado” . Esse sentimento ou atmosfera
afetiva de incerteza existencial tem o potencial de cancelar a demanda de
romantização e de excesso de sentimentalismo com a qual somos, todos
os dias, bombardeados em redes sociais, meios de comunicação e na
linguagem do marketing, da publicidade e da propaganda e por meio da
qual se insiste que, no fim, tudo vai dar certo “ especialmente se você, por
exemplo, se tornar protagonista da própria vida . Esse tipo de demanda
é do mesmo tipo daquilo que Kundera chamou de kitsch e que, em um
enquadramento cultural, produziu a figura do homo sentimentalis . O
kitsch é concebido por Kundera (2006, p . 52) como um “véu rosa jogado
sobre o real”, como uma “exibição despudorada do coração que não para
de se emocionar” . Apresentando distintas camadas nas quais se constitui
o kitsch, Kundera (1995, p . 253) alega que “o faz nascer, uma após a
outra, duas lágrimas de emoção . A primeira lágrima diz: como é bonito
crianças correndo no gramado!” enquanto “a segunda lágrima diz: como
é bonito ficar emocionado, junto com toda a humanidade, diante de
crianças correndo no gramado!” . O kitsch presume, portanto, uma
atenção reflexiva e por meio da qual opera a conceitualidade e o imagi-
nário prévios de uma visão de mundo adocicada e excessivamente sen-
timental . Eis a essência do que, em A imortalidade, Kundera (1998, p .
191) chamada de homo sentimentalis, isto é, não “uma pessoa que expe-
rimenta sentimentos (porque todos somos capazes de experimentá-los),
mas como uma pessoa que os valorizou”, pois “desde que o sentimento
seja considerado como um valor, todo mundo quer experimentá-lo; e
como todos nós temos orgulho de nossos valores, é grande a tentação
de exibir nossos sentimentos” . Mais uma passagem deste romance deixa
bastante claro que a romantização da existência tem a característica de
uma decisão, de uma projeção em possibilidades do tipo que integra e
sintetiza os domínios por meio dos quais uma existência se realiza e se
expressa:

116 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

O sentimento surge em nós à nossa revelia e muitas vezes


com nosso corpo se defendendo . Do momento que
queremos experimentá-lo (assim que decidimos experi-
mentá-lo, como Dom Quixote decidiu amar Dulcinéia),
o sentimento não é mais sentimento, mas imitação de
sentimento, sua exibição . Aquilo que geralmente cha-
mamos de histeria . É por isso que o homo sentimentalis
(em outras palavras, aquele que instituiu o sentimento
como valor) é na realidade idêntico ao homo hystericus”
(Kundera, 1998, p . 192)

A aproximação entre sentimentalismo e histeria pode encontrar


respaldo nas reflexões da psicanalista Maria Rita Kehl . Para a psicana-
lista, “todo neurótico é uma espécie de romancista de sua própria vida”,
pois mesmo que “não escreva concretamente nenhuma linha em papel
ou computador”, o neurótico está sempre “costurando sua história,
explicando sua vida, tentando dar sentido ao sintoma, amarrar o futuro
no passado, o começo no fim”, em perpétua atividade de “escrever men-
talmente a narrativa da qual ele é, claro, o personagem principal”7 . Em
um artigo intitulado “Minha vida daria um romance”, Kehl (2001, p .
83) fala das possibilidades de abandonar a “pretensão neurótica de tudo
saber e tudo dizer sobre si” e de “tentar deter no tempo o movimento
errático da vida” . A narrativa da existência poderia ser, portanto, “uma
ficção mais imprecisa, cheia de elipses, que suporte os enigmas em vez
de tentar esclarecê-los todos” e os sujeitos já não estariam tão submersos
na condição de “personagens dos romances de suas próprias vidas” revol-
tados, “inconformados com a finitude de suas trajetórias individuais,
obcecados por deter no tempo e na memória todos os detalhes de uma
vida que não faz sentido” (p . 84) . Em Ética e técnica, Kehl (2007, p . 374)
menciona o “ganho em leveza” de uma existência menos zelosa da “inte-
gridade narcísica”, menos temerosa das “manifestações do inconsciente”,

7 As palavras de Kehl podem ser encontradas no texto “Peixe de bicicleta”,


publicado na Folha no dia 04 de maio de 2002, que pode ser encontrado no seguinte
link: https://www1 .folha .uol .com .br/fsp/ilustrad/fq0405200214 .htm (acessado em
1º/07/2022) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 117


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

na qual alguém pode “levar menos a sério suas pretensões e deixar de


se torturar por seus tropeços” . O gênero narrativo mais intimamente
próximo dessa existência seria, para a psicanalista, não o romance, mas
o conto .
Tanto Kehl (2018, 2001), quanto Ricoeur (2010b) e Kundera
(2017, 2006, 1988) enfatizam a íntima relação entre a história das trans-
formações da estética da narrativa de ficção e a história das sucessivas
formas de configuração da subjetividade . De modo ainda mais franco,
essa relação é explorada em Mentira romântica e verdade romanesca, por
René Girard (2009) . Para os fins da presente reflexão, é singularmente
especial a tese girardiana de que “somente os romancistas revelam a
natureza imitativa do desejo” (p . 38) . Essa é a própria verdade roma-
nesca, a verdade ensinada por todos os genuínos romancistas desde Cer-
vantes, passando por Flaubert e chegando até Kundera, a saber, a de que
de saída e na maioria das vezes, nossos propósitos aparentemente mais
íntimos e pessoais são, na verdade, imitações dos propósitos de outras
pessoas . A tese de Girard cancela de saída a possibilidade daquilo que
os existencialistas “ especialmente Sartre “ chamaram de autenticidade .
Se para Sartre sempre estamos condenados à uma liberdade compre-
endida como “insustentável necessidade de fazer-se ser até o mínimo
detalhe” (p . 544), para Girard (2009, p . 83), “escolher nunca passará
de escolher um modelo para si e a liberdade verdadeira está localizada
na alternativa fundamental entre modelo humano e modelo divino” .
Na opinião de Larmore (2008, p . 61), “nenhum outro pensador se
encarniçou tão impiedosamente e com tanto êxito em demonstrar nesse
sentido a impostura da autenticidade” . A autenticidade enquanto ideal
de um sujeito autor de si mesmo é uma das formas mais bem acabadas da
mentira romântica por excelência . A presença da alteridade na posição
do modelo mediador dos nossos mais profundos propósitos é notoria-
mente compativel com a visão de Ricoeur (2014, p . 114) sobre a lite-
ratura como laboratório e propedêutica para a ética . Ainda em A metáfora
viva, em seu sétimo estudo, Ricoeur (2000, p . 350) se pergunta se não é
função da poesia, afinal, “fazer nascer outro mundo”, “um mundo outro
que corresponda a outras possibilidades de existir, a possibilidades que
sejam os nossos mais próprios possíveis”, um “mundo virtual no qual

118 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

seria possível habitar” . Um mundo, enfim, no qual se possa estar em casa


porque a vida já não estaria em outro lugar .
Se com Musil descobrimos que uma pessoa com forte senso de
possibilidade vive em um nevoeiro feito de fantasia, devaneio e condi-
cionais, Ricoeur (2014, p . 195) nos fala da “nebulosa de ideais e sonhos”
que alimenta e vivifica nosso presente . A Erfahrung, em sua riqueza que
clama por partilha comunicativa, é mais do que a mera Erlebnis sen-
sorial e que compõe aquilo que, com muito acerto, David Carr (2016, p .
236) chamou de “estática” e “ruídos irrelevantes”, ou seja, os momentos
banais sobre os quais incidirá o apelo de romantização, com suas fór-
mulas que valorizam, de modo desmedido, o sentimento como um
valor . Portanto, onde a demanda de romantização do cotidiano incide
com um ideal neurótico de protagonismo, a visão de mundo romanesca
mantém lucidas as expectativas e abertas as experiências . Onde a vida
romantizada planifica e simplifica a experiência por meio da valorização
desmedida do sentimento, a visão de mundo romanesca complexifica e
singulariza uma existência pessoal envolvida com as possibilidades mais
próprias de alguém, na tensão viva entre o sonho, o devaneio e a com-
preensão retrospectiva oferecida pela narração de uma existência, nar-
ração por meio da qual uma existência adquire o tipo de identidade que
pode ter, a saber, uma identidade pessoal .

Uma visão de mundo romanesca ontologicamente comprometida


com a prosa da vida

Neste último momento, quero retomar o enquadramento da


problemática filosófica oferecida em Heidegger and Sartre, por Joseph
Fell (1979) . Já mencionei que o autor nos convida para uma luta contra
a ontologia da mera subsistência (p . 115, 128, 202) e ao asseguramento,
pelo pensamento, de uma comunidade precedente de natureza entre fatores
(p . 56, 90, 114-5, 121-2, 163-4, 182-3, 419) aparentemente inconcili-
áveis e radicalmente separados . Um outro tema que aparece com relevo
em suas análises é o da vingança contra o tempo (p . 181, 183, 242, 358,
424), isto é, a busca do incondicionado metafísico por meio do qual toda
a finitude estaria desde sempre redimida . Para o autor, “não é exagero
dizer que as aparentes complexidades” das “investigações ontológicas”

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 119


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

de Heidegger e Sartre “resultam na questão crítica da orientação futura


de nossa civilização” (p . ix) . Desse modo, o livro de Fell se encerra com
o delineamento de dez orientações para a orientação de quaisquer onto-
logias fenomenológicas futuras . A luta contra a ontologia da mera sub-
sistência, o fim do desejo de vingança contra o tempo e o asseguramento
de uma comunidade de natureza entre distintos fatores são elementos
de um programa de enfrentamento filosófico do niilismo . Se Fell só via
esperança do enfrentamento filosófico do niilismo por meio da onto-
logia fenomenológica, penso que a antropologia filosófica de Ricoeur já
parte, de saída, de uma perspectiva que assume os desafios colocados por
Fell . Para desenvolver minha hipótese, recorro ao belo texto de Fell . Diz
este autor:

O que você busca está perto, não importa onde você


esteja . Não importa onde você esteja, você está essencial-
mente no mesmo lugar . Você estava nesse lugar quando
estava em terra estrangeira, mas também estava nele
quando estava em casa . No entanto, talvez seja menos
provável que você reconheça aquele lugar em terras
estrangeiras, porque você abandonou seu lar justamente
por não reconhecer este lugar . Em outras palavras, é
porque originalmente o lugar pareceu distante quando
estava perto que alguém, viajando para longe, buscou
dele se aproximar . (Feel, 1979, p . 212)

Subtitulado Um ensaio sobre Ser e Lugar, o livro de Fell é


também, entre outros méritos, um grande elogio da sofisticada noção
de “lugar” [Ort] apresentada pelo Heidegger tardio . Segundo Fell, Hei-
degger propõe a recuperação filosófica de um lugar originário do qual,
progressivamente, a tradição metafísica se esqueceu . Desde a partição
platônica entre a transcendência e a imanência, a explicação dedutiva e
sistemática da realidade eclipsou, segundo Fell (1979), a experiência do
espanto, do maravilhamento com a “maravilha das maravilhas”, a saber,
o fato de que “há entes em vez de nada” (p . 226) . Nesse lugar originário,
o pensamento descobre que as instâncias que se relacionam em uma
tensão aparentemente insuperável estão, na verdade, já sempre articu-

120 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

ladas, havendo entre elas uma comunidade de natureza precedente ao


aparecimento de um semblante de tensão insolúvel . Filosofias dualistas
e presas ao paradigma do sujeito e do objeto, como as de Sartre, tornam
insuperável o mal-estar porque fazem trincheira na agonia da tensão,
sem aceder ao âmbito originário no qual há comunidade de natureza
entre os opostos .
No desenvolvimento da presente reflexão, lancei mão de uma
série de autores – Koselleck, Sartre, Beckett, Musil – para intensificar
o desafio à hermenêutica do si e sugerir que é precisamente onde ela
mais é desafiada é que ela mais mostra suas valências . Tentei, por meio
desses autores, mostrar como a perplexidade pode vivificar a experiência
sem cindir a ordem oferecida pela narrativa . Pretendo, enfim, mostrar
como a hermenêutica do si de Paul Ricoeur pode ser um convite para
uma visão romanesca de mundo na qual a pessoa se define – isto é, de
identifica –, sempre, pela tensão entre as suas possibilidades mais próprias
e aquilo que Jacques Lacan (1998, p . 439) chamou de “história de uma
vida vivida como história” . Penso que é uma passagem pelo enquadra-
mento das problemáticas de Joseph Fell permite a visualização dissso .
Examinarei o pensamento de Ricoeur nesses três tópicos: luta contra
ontologia da mera subsistência, comunidade de natureza e vingança contra
o tempo .
A luta contra a ontologia da mera subsistência: conforme Fell
(1979, p . 223), “para essa ontologia, o que existe são entidades-em-si-
-mesmas não-referenciais e, além disso, nada” . Nessa ontologia, só há
corpos, objetos ou coisas meramente físicas, dotadas de propriedades
intrinsecas e localizáveis em um sistema de coordenadas espaço-tem-
porais . Em suma, a ontologia da mera subsistência opera em um plano
que é precisamente aquele em que alguém vai parar quando é assolado
pela experiência da angústia . A separação platônica e dualista da rea-
lidade em transcendência e imanência preparou, em longo prazo, o nii-
lismo da cultura ocidental na qual a ontologia hegemônica, simultane-
amente como “astrofísica e microfísica se afasta da Terra com impulso
crescente, buscando a origem do ser na origem supertelescópica do
cosmos e buscando a natureza do ser em partículas submicroscópicas –
enquanto a própria Terra é deixada em crise ecológica” (p . 207) . Assim,
se “metafísica é angústia e a aventura de superar a angústia” (p . 107),

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 121


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

a hegemonia da ontologia da mera subsistência é a consumação dessa


metafísica enquanto niilismo .
Ricoeur está muito longe do discurso heideggeriano, às vezes
desmedidamente antipático ao domínio das ciências naturais, chegando
a dizer que a expressão “tempo vulgar”, usada por Heidegger para pla-
nificar o tempo da física e o da experiência cotidiana, “passa a parecer
ridícula, considerando-se o tamanho dos problemas que a orientação,
a continuidade e a mensurabilidade do tempo colocam para a ciência”
(2010c, p . 153) . Todavia, Ricoeur também é implacável com o redu-
cionismo naturalista que pretende deduzir o domínio propriamente
humano de estratos meramente físicos, químicos e biológicos . Em O
si-mesmo como outro, lê-se, por exemplo, Ricoeur (2014, p . 136) dizendo
que “o cérebro difere de várias partes do corpo, e do corpo inteiro
enquanto experiência integral, pelo fato de estar despojado de qualquer
estatuto fenomenológico, portanto do traço de pertencimento meu”, de
modo que “a expressão ‘meu cérebro’ não significa nada, pelo menos
diretamente” . Em A memória, a história, o esquecimento, a ideia tem seus
contornos reforçados e Ricoeur (2007, p . 430) dirá que se o cientista se
permite dizer que segura algo com as mãos e compreende algo com o
cérebro, porém, “para o filósofo, não há paralelo entre as duas frases” .
O cérebro, portanto, não é o lugar que habita uma pessoa na antropo-
logia filosófica de Ricoeur . Desse modo, se em O si-mesmo como outro
Ricoeur honra os experimentos de pensamento de Derek Parfit sobre o
cérebro e a identidade pessoal ao enfrentá-los e recorre à teoria da refe-
rência identificadora de Peter Strawson pelas vantagens que proporciona
diante da intimidade dos acontecimentos mentais no cartesianismo (p .
10), porém, a questão da ipseidade exige mais do que a ontologia de ins-
piração analítica, com seus particulares básicos, parece poder oferecer .
Se a ipseidade está para a existência assim como a mesmidade está para
a subsistência, a antropologia filosófica de Ricoeur é uma luta contra
a ontologia da mera subsistência no sentido de que uma pessoa, em seu
modo de ser próprio, exige um registro discursivo no qual a pessoalidade
seja apreendida na tessitura de sua especificidade ontológica .
Comunidade de natureza entre fatores antagônicos: é em um con-
ceito colhido por Heidegger no idealismo alemão que Fell (1979, p . 221,
372-4) identifica a possibilidade de estabelecimento das bases de supe-

122 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

ração de um dualismo inevitavelmente niilista, a saber, o conceito de


identidade-e-diferença . Trata-se de um lugar originário onde os opostos,
superficialmente articulados por oposição, aparecem sobretudo articu-
lados, mais do que por oposição . No horizonte da antropologia filosófica
de Ricoeur, entendo que uma identidade desse tipo se estabelece precisa-
mente entre a experiência viva das possibilidades mais próprias e a história de
uma vida vivida como história . Em termos mais simplórios, é possível falar
em termos de identidade entre existência e narrativa . Dado que esse debate
possui sua própria história, passo para uma sumária recapitulação dela .
Para Alasdair MacIntyre (2001, p . 356), “as histórias são vividas
antes de serem contadas” e “é porque todos vivenciamos narrativas nas
nossas vidas”, “porque entendemos nossa própria vida nos termos das
narrativas que vivenciamos, que a forma da narrativa é adequada para se
entender os atos de outras pessoas” . Na mesma direção vai o pensamento
de David Carr (2016, p . 230), para quem “a narrativa não é apenas uma
maneira bem sucedida de descrição dos eventos”, mas “sua estrutura é
inerente aos próprios eventos”, não uma “distorção forma dos eventos
relatados”, mas “uma extensão de uma das suas características principais” .
Para este último, Ricoeur daria muita ênfase a perplexidade agostiniana
em detrimento da ordenação poética aristotélica e terminaria, no con-
cernente a narrativa, demasiadamente próximo de autores como Louis
Mink e Hayden White . De fato, se vamos ao texto do nosso hermeneuta
francês, podemos ficar desconcertados com algumas passagens, nos per-
guntando se é mesmo ele quem diz isso ou se está citando trechos de A
náusea, de Sartre8 . Lê-se, em O si-mesmo como um outro, Ricoeur (2014,
p . 171) dizendo que “nada na vida real tem valor e começo narrativo” .
Todavia, se podemos operar com uma ideia de identidade profunda,
enquanto articulação íntima, entre pares de opostos antagônicos – em
termos ricoeurianos, uma concordância profunda entre concordâncias e
discordâncias superficiais – são Carr e MacIntyre que não tiram vantagem
da relação superficialmente tensa entre existência e narração justamente

8 Realizei uma comparação mais detida entre as teses apresentadas por Sartre
em seu romance e as posições hermenêuticas e narrativistas de Ricoeur em Novos
começos, situações privilegiadas e momentos perfeitos: as fragilidades do antinarrativismo
de Antoine Roquentin (Costa, 2021b) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 123


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

por não reconhecê-la . Por identificarem existência e narração muito


rapidamente, Carr e MacIntyre perdem a chance de descobrir o que só
se pode descobrir por meio da investigação dessa tensão em uma via
longa da hermenêutica . Penso que o âmbito em que se reconhece essa
profunda e discreta identidade entre existência e narração é o âmbito do
que Ricoeur chamou de círculo da mímesis . As narrativas seriam incom-
preensíveis, segundo Ricoeur (2010a, p . 108), se não configurassem o
que “na ação humana, já faz figura” . Se o tema por si mereceria uma
exploração muito mais consequente e demorada do que a que ofereço,
me reservo ao direito de indicar os trabalhos recentes de Benjamin Roth
(2017, 2014) . Operando com a noção heideggeriana de projeção e com
o conceito de “ponto de vista errante” da fenomenologia da leitura de
Wolfgang Iser, Roth oferece o que pode ser uma poderosa metáfora axial
para a hermenêutica do si, a saber, a de uma pessoa que, antes de ser
protagonista ou autora de sua própria narrativa é, sobretudo, leitora da
própria existência9 .
O fim da vingança contra o tempo: se a metafísica e seu desdobra-
mento niilista é, conforme Fell (1979, p . 181) uma “raiva violenta” por
“libertar o homem de suas condições mortais-temporais” e situá-lo em
uma “região de pura possibilidade”, nesse sentido, a filosofia de Ricoeur
não pode ser senão uma grande reconciliação com o tempo por meio da
narração . No pensamento de Ricoeur, o tempo se torna humano ao ser
narrado e a existência se torna pessoal por meio da narrativa . Na antro-
pologia filosófica de Ricoeur, como diz o título de um de seus mais belos
textos, a vida é uma narrativa em busca de narrador . Como alguém em
atitude de flerte, a vida clama por narração e, ao mesmo tempo dela se
evade, se esquivando do enquadramento em palavras . “É precisamente
em razão do caráter evasivo da vida real”, diz Ricoeur (2014, p . 173),
“que temos necessidade do socorro da ficção para organizá-la retrospec-
tivamente após os acontecimentos, mesmo que seja preciso considerar
revisável e provisória toda e qualquer figura de enredo extraída da ficção
ou da história” . Uma filosofia que se abre ao provisório e ao revisável e

9 Explorei a hipótese dessa nova metáfora axial para a hermenêutica do si em


A vida como perpétuo rascunho à espera de releitura e reelaboração: uma variação sobre a
hermenêutica do si de Paul Ricoeur (Costa, 2021a) .

124 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

que tem a coragem de fazer exortações – como a da última página de A


memória, a história, o esquecimento (2007, p . 507) – ao “inacabamento”
é certamente uma filosofia que fez as pazes com o tempo . Nessa mesma
perspectiva, quero retomar uma ideia de Jean Greisch (2013), para quem
o pensamento de Ricoeur promove um tipo de sabedoria prática que é
capturada por uma expressão de Milan Kundera, a saber, a sabedoria da
incerteza . Tal sabedoria implicaria em uma vitória do impulso de com-
preender sobre o impulso de julgar . Nessa perspectiva, hermenêutica e
visão de mundo romanesca se irmanam e parecem conspirar para aquilo
que Kundera chamou de conversão antilírica . Segundo Kundera (2006,
p . 86), a conversão antilírica é “uma experiência fundamental no cur-
riculum vitae do romancista”, na qual, “distanciado de si mesmo, vê-se
de repente à distância, surpreso de não ser aquele por quem se tomava”,
e depois da qual “saberá que nenhum homem é quem acha que é, que
esse mal-entendido é geral, elementar, e projeta sobre as pessoas […]
a doce iluminação do cômico”, essa “recompensa, discreta e preciosa,
de sua conversão” . Se, conforme Ricoeur (2010b, p . 269), o romance
nasceu da destruição de uma “distância épica” e, conforme Fell (1979, p .
92), a ontologia fenomenológica frequentemente tem um semblante de
“drama cósmico”, Kundera (2017) nos lembra “da coexistência perpétua
do banal e do dramático sobre o qual nossas vidas estão fundamentadas”
(p . 137) . Essa coexistência do banal e do dramático é o próprio tecido
da prosa da existência e, nesse sentido, o romance, enquanto arte espe-
cífica, pode guiar nossa visão de mundo “porque a descoberta da prosa é
sua missão ontológica, que nenhuma outra arte senão ele mesmo pode
assumir inteiramente” (p . 139) . A sabedoria romanesca da incerteza só
pode ser filosoficamente acolhida por uma perspectiva que, segundo
Gadamer (2012, p . 343), se caracteriza por sempre “deixar algo per-
manecer incerto”, a saber, a hermenêutica filosófica . E é em uma visão
hermenêutica e romanesca sobre a existência que pode medrar uma
antropologia filosófica orientada por uma noção de pessoa definida
como a tensão de duas instâncias às vezes tão aparentemente distintas
quanto, no fundo, intimamente ligadas, a saber, as possibilidades fixadas
no horizonte das expectativas e as histórias narradas pela compreensão
sempre retroativa . Se o horizonte de expectativas é coberto por uma
neblina ou mesmo se o percorremos com uma venda sobre nossos olhos,

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 125


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

nesse caso, é “isso que faz”, conforme Kundera (1995, p . 14), “com que
a vida pareça sempre um esboço” . Mesmo um esboço já é uma narrativa .
Mesmo que o revisemos, reelaboremos e ressignifiquemos, essa revisão,
essa reelaboração, essa ressignificação incidirá sobre um segmento de
tempo que poderá ter sido vivido como história . Como observa Charles
Larmore (2008, p . 255), “todo segmento de vida se assemelha a um
curto romance” . Curto ou longo romance, conto, episódio, cena densa
ou instante intenso, a existência pessoal tem sempre, em potência, uma
qualidade narrativa a ser exibida de modo incandescente por meio da
revitalização da experiência viva das possibilidades mais íntimas .
A experiência viva de viver a vida como história, diferentemente
da mera romantização do cotidiano, faz com que a relação entre a espera
de esperas que esperam esperas por meio da qual nos relacionamos com
o futuro e a compreensão nachträglich e narrativa com a qual nos rela-
cionamos com o passado intensifique e torne denso o tríplice presente da
experiência viva . Se a superação de uma sonâmbula errância dispersa
por uma experiência viva, intensa e densa está sempre mais ou menos
disponível, é porque ao menos eventualmente a vida não está em outro
lugar, porque ao menos eventualmente o que você busca está perto, não
importa onde você esteja .

Considerações finais

Se nossa época clama pelo reconhecimento da existência como


uma benção que se deve honrar com protagonismo e romantização do
cotidiano, isso tem mais importância pelo tipo de desejo que indica do
que pelo modo eventualmente kitsch que esse desejo assume . Conforme
observa Fell (1979, p . 226), o Heidegger tardio enfatiza “a maravilha das
maravilhas” que é o fato de que “há entes em vez de nada”, esse presente
dado – esse lugar de aparecimento de entes – ao qual se deve “gratidão” .
Se a ideia de protagonismo flerta com um tipo de autenticidade exem-
plarmente romântica por meio da qual se introduz o risco do modo
de existência histérico e sentimental, isso não significa que não existam

126 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


A VIDA NÃO ESTÁ EM OUTRO LUGAR

outros modos de administrar nosso desejo de viver belas histórias10 . A


qualidade narrativa de uma existência pessoal pode assumir uma forma
romanesca e antilírica, por meio da qual o banal e o dramático da prosa
da vida possam aparecer tanto sob a doce iluminação do cômico quanto
em sua beleza da súbita densidade . É disso que Fell (1979, p . 425) pensa
se tratar, afinal, a missão da ontologia fenomenológica: “reconhecer e
honrar os compromissos prévios de alguém, por mais comuns e banais
que sejam”11 . Essa fórmula – precisamente as últimas palavras do livro
de Fell e que ensejaram o título de um livro em sua homenagem –, me
parece, define o espírito e a missão tanto da arte do romance de Kundera
quanto da hermenêutica e da antropologia filosófica de Paul Ricoeur .
Trata-se, no fim das contas, de reavivar, de um modo tão sóbrio quanto
vivo, nosso lugar comum e banal como o lugar de desocultamente do pre-
sente vivo, nosso como lugar privilegiado, o lugar onde pode florescer
e vicejar nosso desejo de viver belas histórias, histórias que podem ser

10 A expressão “desejo de viver belas histórias” é o título de minha tese de dou-


torado, defendida em 2021, sob orientação do professor Noeli Dutra Rossatto . Por
meio dela, tento designar uma variação daquilo que Sartre (2008), em O ser e o nada,
chamou de desejo de ser . Se o desejo de ser assume, em Sartre, o desejo de posse de
identidades pessoais, práticas e sociais, uma aproximação desse conceito com a her-
menêutica narrativista de Ricoeur permite que se observe que muitas vezes esse desejo
assume a forma de aquisição de identidade por meio do percurso por histórias . O con-
ceito fica parcialmente completo no final da segunda parte do texto da tese, recebendo
seu acabamento na quarta parte, quando introduzo a ideia, de Milan Kundera, de que
os seres humanos se guiam na existência sobretudo por um imperativo estético . Desse
modo, frequentemente desejamos ter identidades narrativas e, além disso, que essas
narrativas sejam belas .
11 Joguei, nas duas últimas citações de Fell, com as valências próprias das línguas
portuguesa e inglesa . Traduzi gift por presente e commonplace por comum e banal . Gift,
a rigor, é o presente que se recebe, o dom, e não a dimensão temporal . Optei pela
palavra “presente” porque ela captura ambos os sentidos e, desse modo, permite a vin-
culação entre a graça ou benção do haver entes para a compreensão quanto o tecido
temporal do desvelamento que condiciona a possibilidade desse “haver” . No caso de
commonplace, a expressão – que, conforme afirmei, foi parar no título de Commonplace
commitments, livro organizado em homenagem a Joseph Fell – a expressão comum e
banal parece necessária para indicar uma ambivalência da palavra em inglês, a saber,
a de que esses lugares são comuns no sentido de serem partilhados mas, também, no
sentido de serem ordinários e banais, como é ordinária e banal grande parte do tecido
de nossas vidas .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 127


VÍTOR HUGO DOS REIS COSTA

romanescas em vez de românticas . Ao emoldurar nossa vivência em uma


forma kitsch de fantasia pré-fabricada, a romantização opera do mesmo
modo que as perspectivas filosóficas que impedem o desocultamento
do ipse, frequentemente eclipsado pelo idem e condenado ao existir em
uma ontologia da mera subsistência, na qual a ipseidade não se des-
vencilha da mesmidade e a existência jamais emerge como existência
pessoal . A experiência só pode ser intensa e densa se permitirmos que
cintilem em sua incandescência, na nebulosa de sonhos que paira sobre
nosso horizonte de expectativas, nossas possibilidades mais próprias, em
um modo de existir mais pessoal justamente porque menos cioso de sua
integridade narcísica, mais aberto ao que de belo podem trazer tanto os
acasos quanto as intermitências do coração . Essa, me parece, é uma bela
maneira de honrar o presente que nos foi dado .

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132 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA: AVENTURAS DE
UN SUBSTANTIVO

Francisco Díez Fischer

La filosofía de Paul Ricoeur se moviliza en paradojas . El tema de


la persona no es la excepción . La paradoja de la persona se presenta como
una contradicción entre la centralidad práctica con la que asume el con-
cepto y la distancia teórica que disuade de su abordaje filosófico . La cen-
tralidad práctica de la persona en Ricoeur remite a la fuerte influencia
que recibe en su juventud —y mantiene a lo largo de toda su vida— de
la filosofía personalista de su amigo Emmanuel Mounier y de Paul-Louis
Landsberg, mediada por el existencialismo de Gabriel Marcel y Karl Jas-
FRANCISCO DÍEZ FISCHER

pers .1 A tal punto el personalismo es la matriz práctica de su filosofía que


muchas veces Ricoeur es considerado un representante de esta corriente
aunque él mismo defina su relación como una “fidelidad crítica” .2 Su
fidelidad a los ideales personalistas es práctica y se concreta en una acción
comprometida en asiduas colaboraciones con la revista Esprit, órgano de
difusión del personalismo . Su crítica es teórica y apunta contra la factibi-
lidad de una reflexión filosófica sobre la persona . Un vuelo rápido sobre
su obra hace evidente que, a pesar de la centralidad práctica, Ricoeur no
intenta una “filosofía de la persona” . Su pensamiento se distancia de un
abordaje teórico del tema aunque éste resuene de fondo en sus binomios
antropológicos fundamentales: lo voluntario y lo involuntario, la falibi-
lidad y el mal, el primado de la acción sobre la especulación, la necesidad
del rodeo reflexivo y la mediación interpretativa, la unidad de reflexión
y vida, la dialéctica narrativa de la identidad personal entre idem e ipse .
Ricoeur sostiene dos razones contra un abordaje filosófico de la persona .
1º) En su juventud, siguiendo a Marcel, concibe a la persona como acto .
Hacer filosofía de ella es degradar el dinamismo de su verbo a la inmovi-
lidad del sustantivo, por eso sentencia que acto y persona “no pueden ser
los elementos de una filosofía” .3 2º) En su madurez estima que, aunque la
reflexión filosófica se concrete en la acción comprometida y responsable,
la primera exige una independencia que se opone a la segunda, por eso

1 Sobre la relación entre Ricoeur y Mounier, cf . Agís Villaverde, M . “Aproxi-


maciones a la persona: Paul Ricoeur y Emmanuel Mounier”, en Hermenéutica y Res-
ponsabilidad. Homenaje a Paul Ricoeur. Actas VII Encuentros Internacionales de Filosofía
en el Camino de Santiago, 2003, pp . 133-159; y Randall Carrera – Umaña, “Herme-
néutica de la persona en Paul Ricoeur . Una continuidad con el proyecto filosófico de
Emmanuel Mounier”, InterSedes, vol . XIX, Nº 40, 2018, pp . 103-115 . Esta herencia
filosófica se imbrica con la de su fe cristiana en la doctrina de las personas divinas .
2 Ricoeur, P ., “Meurt le personnalisme, revient la personne…” Esprit (Cin-
quantenaire. Des années 30 aux années 80), 1, 1983, p . 113 . Distintos autores destacan
el núcleo personalista de su filosofía definiéndolo como un “personalismo herme-
néutico”, surgido “de las más vivas instancias personalistas, a las que aporta una ori-
ginal y actual contribución” . Cf . Domingo Moratalla, A ., Introducción al pensamiento
de Paul Ricoeur: Esperanza Militante y creatividad reflexiva, en Clásicos básicos del Per-
sonalismo, Nº 8, Instituto E . Mounier, Madrid, 2002, p . 6 y Ribobello, A . (y otros), Il
personalismo, Cittè Nouva, 1978, p . 197 .

3 Ricoeur, P ., “Note sur la personne”, Le Semeur, 38/7, mai 1936, p . 439 .

136 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

la reflexión teórica debe mantenerse a distancia de una acción compro-


metida con la persona .4
A pesar de esta toma de posición, muerto el personalismo y des-
conectado de él, Ricoeur vuelve a la persona e intenta una empresa filo-
sófica que aumenta la tensión en la matriz práctica de su pensamiento .
La denomina “fenomenología hermenéutica de la persona”5 y la concreta
en su obra Sí mismo como otro (1990) . Allí el pronombre “sí” prima sobre
el sustantivo “persona” . El dinamismo dialéctico del primero desplaza al
anquilosamiento sistemático del segundo . La filosofía de la persona es
la hermenéutica del sí . ¿Qué diferencia hay entre ambas? ¿Qué significa
para la paradoja entre compromiso práctico y distancia teórica concebir
a la persona como sí? En últimas, ¿qué es la persona para Ricoeur? A
modo de introducción, destaco dos rasgos de su paradójico abordaje que
sirven de orientación a este trabajo .
1º) La persona es la clave de bóveda antropológica que mantiene
en tensión la reflexión filosófica y la vida práctica de Ricoeur . Aunque
haya sido refractario a una filosofía de la persona e incluso a señalar
un punto de convergencia que unifique su obra, es sabido que la preo-
cupación antropológica tensiona transversalmente su pensamiento . La
cuestión de la persona es la clave de esa preocupación, por eso Ricoeur
reconoce que, a pesar de ser sustantivo, la persona es mejor que otros
sustantivos como conciencia, sujeto o yo para pensar al hombre .6 Las
desventajas de estos sustantivos se resumen en la crítica a un cogito
asegurado y auto-transparente . “Toda la hermenéutica ricoeuriana se

4 En una entrevista de 1991, Ricoeur insiste en su distancia de las filosofías


de la persona: “Yo me inclinaría más bien, a pesar de la filiación que se me reconoce
bastante a menudo con el personalismo, del lado de la desconexión (…) Creo que esta
distanciación al nivel de la propia vida, de la felicidad y de la desdicha, forma parte del
acto de filosofar .” Citada por Mongin, O ., Paul Ricoeur, Paris, Du Seuil, 1994, p . 119 .

5 Ricoeur, P ., “Approches de la personne” (1990), Lectures, t . 2 . Du Seuil


(Kindle), 1992, posición 3505 .
6 Después del descubrimiento freudiano del inconsciente, la conciencia ha
perdido toda posibilidad de ser transparente a ella misma . Después del existencialismo
y la escuela de Frankfurt, el sujeto ya no puede sostener su pretensión trascendental
de fundamentación última . Y después la fenomenología husserliana el yo sume en un
solipsismo del que hace malabares para salir .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 137


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

dispara de esta crítica al cogito” .7 Éste se experimenta de forma origi-


naria como internamente escindido y quebrado, vulnerado en su poder .
Ricoeur asume del personalismo el carácter primitivo de esa experiencia
dualista que hace al misterio de la existencia encarnada . Somos existencia
y pensamiento, a la vez . Por eso la vía de acceso a nosotros mismos no
puede ser nunca un pensamiento directo de sí a sí . Esa clase de reflexión
siempre fracasa por lo desproporcionado de los polos humanos . Su
fracaso abre al camino indirecto de la reflexión hermenéutica, dando
paso a la comprensión de sí mediada por la interpretación de alteridades
(obras, textos, acciones, etc .) . El cogito se manifiesta y se recupera a sí
mismo en unidad desde esa pluralidad de otros . A partir de esta vivencia
originaria de la quebradura y del largo camino hermenéutico de unifi-
cación, se instituye la ventaja de la persona . La persona es la acción de
síntesis entre los polos de la dualidad vivida por el cogito en crisis . Es
el fin de esa tarea de carácter hermenéutico y ético como proyecto de
unificación interna en un cogito restaurado . No obstante, siguiendo las
leyes de la teleología husserliana, para Ricoeur sólo puede ser fin de una
tarea aquello que ya es fuente y está en el origen . Entonces, el proceso de
personalización es llegar a ser al final en unidad y acto lo que ya somos
al principio en dualidad y potencia . En cualquier caso, se trata de un
camino inacabable, de un acto que está siempre ligado a la potencia
mientras hay vida . Por eso se puede decir de una filosofía ricoeuriana
de la persona lo que Domingo Moratalla afirma de su antropología filo-
sófica: no está ya hecha, sino por hacer .8 Ese dinamismo e inacabamiento
tensiona reflexión y acción, teórica y práctica, en la vida personal de
Ricoeur . La persona fue el motivo de su compromiso vital . La encarnó
en el margen de una constelación de conceptos (respeto, humanidad,
atestación, solicitud, reconocimiento) y en el centro de su vida personal,

7 Blanco Ilari, J . I ., “La fenomenología hermenéutica de la persona según Paul


Ricoeur”, Revista de Filosofía y Teología Política, 2005, 36, p . 3 .
8 Cf . Domingo Moratalla, T ., “Prólogo”, Ricoeur, P ., Antropología Filosófica,
Madrid, BAC, 2020, p . 12 .

138 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

poniendo en acto un talante receptivo al diálogo y comprometido con


otros que sus obras testimonian .9
2º) La persona es la razón del privilegio que Ricoeur otorga al
lenguaje . Porque el abordaje de la persona (y constituirse a sí mismo en
la tarea práctica de ser persona) no puede ser directamente filosófico,
se concreta a través del rodeo por el lenguaje en tanto “la humanidad
deviene el sujeto de ella misma diciéndose” .10 La aproximación lin-
güística evita una filosofía de sustantivos, de sustancias atemporales e
inmutables, a través de tres funciones claves: 1) La importancia de los
pronombres personales, determinantes de la conjugación verbal en las
personas gramaticales (yo, tu, él, nosotros, etc .) y determinados por su
función predicativa (me, a mí, te, a ti, etc .) . El tratamiento de la persona
desde estos pronombres hace a la transformación de la pregunta qué es
la persona por quién es . La cuestión de la identidad personal, cúlmine
de la obra ricoeuriana, involucra en su respuesta un pasaje por los pro-
nombres . Es un problema que se asume en 1º persona ¿quién soy? como
una cuestión que interpela a todo hombre en algún momento de su
vida . Guarda la exigencia de pasar por la alteridad de la 2º persona, pues
nunca se constituye un “yo” sin “tú” . Y se ejerce en la 3º persona que la
reflexión filosófica exige por su misma pretensión de universalidad y dis-
tancia . 2) La ventaja del dinamismo pronominal se concreta en el pro-
nombre reflexivo “sí” que Ricoeur privilegia sobre el sustantivo persona
porque no oculta el problema de la temporalidad . “Sí” es la forma tónica
reflexiva de la 3º persona, tanto del singular como del plural (él/ellos se
ama/n) y acompaña en los verbos reflexivos al resto de los pronombres
personales (yo me miro) e impersonales (cada uno o cualquiera se siente) .
Una filosofía del “sí” revela el paso del tiempo en esa reflexión hecha en
3º persona, mediada desde su origen por la alteridad de la 2º y adscripta
a la 1º . Además, suma dos ventajas . Acepta la reduplicación “mismo”

9 Por eso del personalismo “más que una influencia específica que podamos
hallar en tal o cual obra, lo que se aprecia es una influencia interiorizada por Paul
Ricoeur y que consolida su talante personal y su peculiar modo de entender la filo-
sofía .” Agís Villaverde, M . “Aproximaciones a la persona: Paul Ricoeur y Emmanuel
Mounier”, op. cit., p . 137 .

10 Ricoeur, P ., Temps et récit, III, Paris, Éd . du Seuil, 1985, p . 307 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 139


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

que indica la relación dialéctica y temporal del sí con “sí mismo” y con
“otro” . Y coincide materialmente con el adverbio de afirmación (sí) que
expresa la potencia originaria que, según Ricoeur, está en la base de la
constitución personal como atestación de sí . 3) El lenguaje aporta a la
persona la figura ejemplar de la promesa . La acción de prometer algo a
alguien es un acto lingüístico . Ese acto revela que la constitución de la
persona y de su identidad personal se mantienen en el tiempo, de modo
similar a como una promesa hecha se cumple a pesar de los imprevistos .
Bajo la guía de estas características, la “paradoja de la persona” en
la filosofía de Ricoeur será examinada siguiendo las tres fuentes que la
constituyen . Ricoeur mismo reconoce que la noción de persona no solo
procede de Mounier y encuentra una elaboración más técnica en Marcel
y Jaspers . También se encuentra en la tradición francesa de la filosofía
reflexiva y en la fenomenología .11 Con este reconocimiento, asumo
como objetivo de trabajo el análisis de la paradoja de la persona en las
tres fuentes de la filosofía ricoeuriana . Siguiendo la imagen del árbol, en
el punto I, examinaré los aportes de su raíz que es la tradición francesa
de la filosofía reflexiva (décadas del 30-50); en el punto II, los contri-
buciones de su tronco que es la fenomenología de Husserl (décadas del
50-60); y, en el punto III, la institución de una “filosofía de la persona”
de arborescencias hermenéuticas (décadas del 60-90) .

La filosofía de la persona en la raíz reflexiva del pensamiento


ricoeuriano

La filosofía reflexiva, cuya tradición francesa inicia con Des-


cartes y Maine de Biran, continúa con Ravaisson, Boutroux, Lachelier,
Lagneau, Brunschvicg, y culmina con Jean Nabert —cuya versión
alemana cuenta con Kant y Husserl— es la raíz originaria de la filosofía
de Ricoeur . Esta tradición es cercana a las filosofías de la persona en

11 “La noción de persona, cara a Mounier, encontraba una articulación filo-


sófica, sólo que más técnica, si puede decirse, en los pensadores evocados más arriba
[la filosofía reflexiva, Marcel, Jaspers, Scheler y Husserl] .” Ricoeur, P ., Autobiografía
intelectual, Buenos Aires, Nueva Visión, 1995, p . 20 .

140 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

tanto busca la verdadera subjetividad y acto de la conciencia .12 La cer-


canía nutriente de la raíz reflexiva y la matriz práctica del personalismo
tiene por caso ejemplar su primer ensayo, su tesis de maestría, Método
reflexivo aplicado al problema de Dios en Lachelier et Lagneau (1934).
Allí un muy joven Ricoeur aborda la cuestión de Dios en el idealismo
de Lachelier y Lagneau, cruzando su interés religioso, su compromiso
con la persona y el método de la filosofía reflexiva . El idealismo francés
propone alcanzar a Dios en el fondo de la propia interioridad a través
de una vía inmanente que el yo recorre por reflexión . En este camino
interior hacia Dios la reflexión se enfrenta a sus propios límites y fracasa
en la empresa metafísica de alcanzarlo . Para Ricoeur ése es el gran poder
revelador de la cuestión de Dios que luego se trasladará a la cuestión de
la persona como sí . La reflexión queda obligada por su fracaso a asumirse
como un acto personal de pensamiento y abrirse a la dimensión práctica
de la moral y el amor . Por eso si bien Ricoeur adhiere al método reflexivo
como auténtico camino del pensar, critica su concepción impersonal
del pensamiento que oculta la dimensión personal, es decir, la toma de
conciencia subjetiva y singular de la persona que reflexiona .13 Pensar es
el acto de una persona y no puede ser hecho y asumido más que por una
persona tanto en su intento como en su fracaso .14 A causa de su fracaso,
la doctrina inmanente de la reflexión sobre Dios debe prolongarse en
una doctrina de la trascendencia que obliga al personalismo en tanto
Dios “no aparece plenamente al hombre más que en la perspectiva de

12 Cf . Ricoeur, P ., “Objectivité et subjectivité en histoire” (1952), Histoire et


Vérité, Paris, Le Seuil (Kindle), 1955, posición 703 .
13 “Los partidarios del método reflexivo olvidan a menudo que no soy sola-
mente un individuo, sino una persona […] no soy una novela mediocre de apariciones
y acontecimientos; soy un drama y un destino . Eso es mi persona que tiene la respon-
sabilidad del pensamiento, la carga de la duda y la iniciativa de la buena voluntad”
Ricoeur, P ., Méthode réflexive appliquée au problème de Dieu chez Lachelier et Lagneau,
Paris, CERF (Kindle), 2017, p . 39 . En el prólogo Greisch recuerda que “drama y
destino” revelan la ascendencia de Marcel en el joven Ricoeur .
14 Años más tarde, en “L’histoire de la philosophie et l’unité du vrai” (1953),
Ricoeur define a la verdad como una abstracción intemporal e impersonal que debe
ser entendida como idea límite de una tarea temporal y personal; eso es mi búsqueda
personal de la verdad .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 141


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

una filosofía de la Persona .”15 La trascendencia es la intensificación de


nuestra originalidad personal en la irreductible distancia entre Dios y
el hombre: “la persona es el interés supremo del mundo, y Dios es el
principio de la Persona tanto como de la unidad .”16 La apertura personal
a la trascendencia es un acto de amor . El amor necesita como base la
noción de persona porque es recepción de la trascendencia: “amar es
salir de sí, esto es, descubrir una alteridad, interiorizar a otro exteriori-
zándose a sí-mismo” .17 Estas ideas del joven Ricoeur, anticipatorias de
conceptos centrales de su filosofía, indican una conciencia práctica de la
persona en decisiones, compromisos y actos personales que un pensador
debe asumir cada vez que aborda un tema infinito que pone en crisis su
reflexión (Dios o la persona) . Así la raíz de la filosofía reflexiva se nutre y
se trasciende en la matriz práctica del personalismo como lo confirman
cuatro artículos de la época dedicados a la persona .
En “Nota sobre la persona” (1936), Ricoeur interpreta la situ-
ación histórica como un momento de restauración de la noción de
persona . Se pregunta: ¿Qué es una persona? Su respuesta se resume en
tres ideas . 1) En concordancia con la matriz personalista y su idea del
acto reflexivo personal, define a la persona como acción: “Yo soy persona
cuando hago eso que hago, es decir, en el sentido radical y radical-

15 Ricoeur, P ., Méthode réflexive appliquée au problème de Dieu chez Lachelier


et Lagneau, p . 240 . “La trascendencia, que no niega la verdadera interioridad de los
pensamientos, tiene como base real el personalismo .” Ibidem, pp . 241-242 .

16 Ibidem, p . 242 . Aquí se resume la “importancia cultural inmensa del pensa-


miento trinitario en la constitución de la noción occidental de la persona” . Ricoeur, P .
“Meurt le personalisme, revient la personne…” (1983), Lectures, t . 2, op . cit ., p . 196 .
El pensamiento trinitario de Agustín sobre las personas divinas fue determinante para
pensar el carácter relacional de la persona, aunque diera lugar a la definición sustancia-
lista de Boecio que excluye tal relación .

17 Ricoeur, P ., Méthode réflexive appliquée au problème de Dieu chez Lachelier et


Lagneau, p . 242 . Aquí la persona queda ligada también al problema del mal que “es el
hecho de una persona y un producto de la libertad .” Ibidem, p . 244 .

142 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

mente activo de la palabra hacer .”18 Soy persona no cuando realizo una
acción cualquiera, sino cuando realizo mi acción, la que se explica por
mi decisión libre, siendo responsable y asumiendo sus consecuencias . 2)
Como el actuar libre no es previsible, no puede haber ciencia ni filosofía
de la persona . La persona es una verbalidad que “tocamos” más que un
sustantivo que “abarcamos” . 3) La persona como acción teóricamente
inabarcable se revela a través del cuerpo: “Yo soy un todo unificado . Yo
soy carne . Eso significa: yo soy al mismo tiempo vocación libre (…) y yo
soy al mismo tiempo cuerpo entre cuerpos . Esa es la paradoja central de
la noción de persona: la paradoja de la encarnación .”19 Ese cruce entre
cuerpo y persona será clave tanto para su obra Filosofía de la Voluntad
(1950) como para Sí mismo como otro (1990) . Ahora se formula en tér-
minos de acción y temporalidad: la persona es la acción de una impen-
sable encarnación del instante en el tiempo que rompe el círculo fatal
del determinismo y se manifiesta en su vocación y responsabilidad ante
un llamado (no utópico sino religioso en la persona divina de Jesús) . Por
eso la encarnación de la persona más que una reflexión teórica exige una
tarea concretada en acciones que duran .
En “Una filosofía personalista” (1950), Ricoeur homenajea a
Mounier después de su muerte ensayando una primera interpretación

18 Ricoeur, P ., “Note sur la personne”, op. cit ., p . 438 . “Pero en la medida,


donde ese yo hago se explica por fuerzas anónimas, yo no soy una persona (…) En la
medida, el hombre es un objeto de ciencia, no es una persona .”

19 Ricoeur le debe tanto a Mounier como a Marcel y Husserl la atención sobre


el misterio de la existencia encarnada . Mounier analiza el rol del cuerpo en el movi-
miento de personalización . La persona es ser en relación, abierto a la alteridad por la
que deviene persona . En ese proceso, el cuerpo tiene un rol mediador fundamental
porque yo debo entrar en relación con él para devenir persona . Se trata de sobrepasar
la experiencia dualista originaria que tenemos de él como objeto para evolucionar y
conquistar la vida personal en una unidad de cuerpo y espíritu, acorde con el cristia-
nismo en la promesa de Cristo . “La encarnación confirma la unidad de la tierra y el
cielo de la carne y el espíritu” (Mounier, E ., Le personnalisme, Paris, PUF, 1959, p . 12) .
En “Sexualidad: la maravilla, la inestabilidad, el enigma” (1960), Ricoeur aplica estas
ideas a la sexualidad . La relación entre cuerpo y persona es una tarea de personalización
de la relación entre dos personas, por eso la aparición carnal de la persona no puede ser
más que interpersonal . Cf . Lucas, M-O .,“Le corps personnel . Étude du rôle du corps
dans l’élaboration de l’être personnel dans le Traité du caractère et Le Personnalisme
d’Emmanuel Mounier”, Transversalités, Janvier-Mars 2019, Nº 148, pp . 155-176 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 143


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

del personalismo . 1) El personalismo es un compromiso intelectual y


personal de Mounier con la crisis de la civilización que se mueve por
fuera de la filosofía académica y universitaria . La relación comprometida
entre crisis y persona revela un pensar unido a la vida y a la ética que será
de inspiración para la concepción ricoeuriana de filosofía . 2) El persona-
lismo es “en el origen una pedagogía de la vida comunitaria ligada a un
despertar de la persona .”20 El personalismo aboga por una práctica de la
vida en común que tiene a la persona como figura límite de la comunidad
verdadera y se opone al individuo como figura límite de la incivilización
burguesa . El binomio persona-comunidad, inspirado en la comunión
de los santos, es “el largo camino de la preocupación ética a través de
la carne de las sociedades” .21 Mounier lo concreta en 1944 al fundar
Les Murs Blancs, una comunidad de casas donde Ricoeur vivirá desde
1957 hasta su muerte . 3) El personalismo no es una filosofía teórica de
definiciones abstractas . Por el contrario, se ejerce a través de un “tacto”
concreto al modo de un “discernimiento de espíritu” que practica juicios
históricos en situación . Por eso la persona no puede ser “abarcada” siste-
máticamente . Solo puede ser “tocada” a través del ejercicio de ese tacto
prudencial que Ricoeur asumirá en su fenomenología hermenéutica de
la persona como filosofía práctica . 4) Ese discernimiento prudencial des-
cubre que “la persona es generosidad .”22 Siguiendo la necesaria apertura
al amor de la reflexión fracasada, Ricoeur afirma que, por la acción de
darse, la persona “se reconquista desde su pérdida” .23 El paradigma de
su figura es Cristo, la Persona que se da a las personas . Por eso “el tema
de la persona toma vida y sentido en una zona ‘peri-cristiana’ de la con-
ciencia ética” .24 Se trata de las posibilidades comunitarias y personales

20 Ricoeur, P ., “Une philosophie personnaliste”, Esprit, 18/12, 1950 Décembre,


p . 863 .
21 Ibidem, p . 864 .

22 Ibidem, p . 866 . Así “la encarnación (no tiene sentido) más que para un
mundo del ‘compromiso’ .”
23 Ibidem .

24 Ibidem, p . 869 .

144 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

que ofrecen las raíces cristianas de la civilización, pues “no se va hacia la


persona, si ella no está en el origen” .25
En “Masa y persona” (1951), escrito en conjunto con Jean-
-Marie Domenach, Ricoeur ejerce su tacto prudencial y analiza la
“masa” como actor característico de la situación histórica . Muestra cómo
ella se articula con la persona como fin ético de la comunidad civilizada .
La masa no solo es masificación resultante de un proceso centralizado
de manipulación . También es “hacer masa” como defensa colectiva de
los derechos y toma de conciencia del poder popular . En ese sentido,
la masa exige un proceso de personalización . Impone “la exigencia que
la persona sea objetivo de toda voluntad civilizadora .”26 Se trata más de
promover a la persona que de proteger al individuo porque la persona
no es “un hecho adquirido de civilización a defender, sino una tarea his-
tórica prometida”; de eso se trata en una “ética de la persona” .27
Finalmente, en “El ‘socius’ y el prójimo” (1954) Ricoeur analiza
la idea de la persona como acción generosa a la luz de la parábola del
buen samaritano . La persona es capacidad de encuentro con otra
persona, la acción de darse en la relación personal con el prójimo . El
prójimo es la manera personal con que yo me encuentro con el otro por
encima de toda mediación social o institucional, aunque el verdadero
fin de toda institución es servir a las personas en esa relación amorosa de
encuentro .28

25 Ibidem, p . 871 .

26 Ricoeur, P . y Domenach, J .-M ., “Masse et personne”, Esprit 19/1, 1951


Janvier, p . 12 .
27 Ibidem, p . 13 .

28 Según Ricoeur, si hay juicio final, seremos juzgados por el “impacto de


nuestro amor en las personas individualizadas .” Ricoeur, P ., “Le ‘socius’ et le prochain”,
Histoire et Vérité, op . cit ., posición 2083 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 145


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

La filosofía de la persona en el tronco fenomenológico del pensa-


miento ricoeuriano

La fenomenología husserliana es el tronco de la filosofía de


Ricoeur . Si bien continúa su raíz reflexiva —Husserl pertenece a su
versión alemana—, tiene una mayor cercanía con la matriz persona-
lista que le otorga dos ventajas al momento de afrontar la paradoja de la
persona: su concepción del cogito y del cuerpo .
La primera radica en que, a diferencia de las filosofías reflexivas
que, como Ricoeur planteaba en su maestría, exigen ser corregidas por
el personalismo, el cogito husserliano ya contempla desde el inicio la
dimensión personal . “Husserl opta inequívocamente por el carácter
personal del ego cogito . Esta opción es integral al método mismo: si el
cogito es un campo de experiencia, este cogito es mío, incluso elevado al
eidos de sí mismo .”29 La universalidad del yo fenomenológico no reside
en la función de un yo general, sino en el poder que yo tengo, que tú
tienes y que tienen cada uno de los que dice “yo” . Por eso el problema
del “otro yo” surge con fuerza en la filosofía de Husserl . No obstante, su
abordaje es pobre porque está centrado en una perspectiva teórico-per-
ceptiva que le exige a Ricoeur hacer dos correcciones . Por un lado, la
corrección de la comunidad personalista . La íntima imbricación entre
persona y vida comunitaria en el personalismo humaniza la intersubjeti-
vidad fenomenológica, implicando al otro en el proceso de constitución
del yo personal . Por otro, la corrección kantiana . La consideración de
la persona como fin en sí a través de las ideas de respeto y humanidad
precisan la relación con el otro personal que es un “tú” frente a un “yo” .
Esa corrección Ricoeur la desarrolla en Simpatía y respeto: fenomenología
y ética de la segunda persona (1954) . En la fenomenología, la experiencia
del otro yo personal es decepcionante porque el método fenomenológico
vale para el aparecer perceptivo de otros que son cosas, no de otros que

29 Ricoeur, P ., “Études sur les Méditations Cartésiennes de Husserl” (1954), À


l’école de la phénoménologie, Paris, VRIN, 2004, p . 200 .

146 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

son personas .30 La persona no aparece a la percepción, solo aparece el


cuerpo . En tanto la única experiencia perceptiva originaria que tengo es
la mía, la existencia del otro es un enigma . La analogía es la respuesta que
Husserl intenta dar al enigma, pero solo revela la dificultad de asumir el
tema desde una perspectiva teórico-perceptiva . Ricoeur sigue a Scheler
en la idea de que la persona se revela más bien a nivel práctico . Scheler
busca en los sentimientos y la afectividad esa revelación y erige a la sim-
patía en el sentimiento fundamental .31 Sin embargo, para Ricoeur la
piedra de toque no está ahí, sino en un sentimiento que suponga la acep-
tación del límite: “la realidad del otro se atesta en una reflexión sobre
el límite (…) querido como el medio de dar valor al yo empírico; este
acto de auto-limitación justificante —esta posición voluntaria de la
finitud— puede llamarse indiferentemente deber o reconocimiento del
otro” .32 La experiencia fenomenológica del otro se corrige con el pos-
tulado formal de la ética kantiana en el sentimiento de respeto . Ricoeur
retoma la noción de persona en la segunda fórmula del imperativo bajo la
expresión “humanidad”: debemos tratar a la humanidad siempre como
un fin y nunca como un medio .33 El respeto al otro es tratarlo como
fin en sí, esto es, como persona . Allí el querer pone su límite poniendo

30 Esta distinción entre cosas y personas será central para la imputación jurídica
y moral . Citando a Kant en Metafísica de las costumbres, Ricoeur recuerda que “Una
persona es ese sujeto cuyas acciones se le pueden imputar . La cosa es lo que no es sus-
ceptible de imputación alguna .” Citado por Ricoeur, P ., Parcours de la reconnaissance:
trois études, Stock, 2004, p . 160 .

31 Ricoeur valora que Scheler intente una aprehensión teórica de la persona


como unidad concreta de actos intencionales: “La persona no es una cosa, ella no existe
más que en el cumplimiento de sus actos” Scheler, M ., Le formalisme en éthique et
l’éthique matériale des valeurs, Paris, Gallimard, 1955, p . 24 .

32 Ricoeur, P ., “Sympathie et Respect . Phénoménologie et éthique de la seconde


personne” (1954), À l’école de la phénoménologie, op . cit ., p . 345 .
33 Ricoeur recuerda la afirmación de Kant: “Los seres razonables son llamados
personas, porque su naturaleza los designa ya como fines en sí, es decir como algo
que no puede ser empleado simplemente como un medio, algo que, en consecuencia,
limita cualquier capacidad de actuar como bien me parece y es objeto de respeto .”
Citado por Ricoeur, P ., “Sympathie et Respect . Phénoménologie et éthique de la
seconde personne” (1954), À l’école de la phénoménologie, op . cit ., pp . 346-347 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 147


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

otro querer y postula el valor absoluto de la existencia del otro . El pos-


tulado de ese reconocimiento es el momento formal de la ética . Por eso
la persona se define como el postulado práctico y ético de la finitud que
escapa a la percepción y comprensión teórica: “esta posición de realidad
de las personas queda como un reconocimiento práctico, (…) el deseo
de ‘ver’, de conocer especulativamente la existencia de otro es ya indis-
creción, no respeto” .34 El postulado ético del respeto personal determina
la imposibilidad de una filosofía de la persona .
La segunda ventaja son los análisis fenomenológico-genéticos
que Husserl desarrolla sobre el cuerpo y que culminan en una apología
de la persona, por la cual en “Husserl se encuentra una de las raíces de las
fuentes de estas filosofías de la persona” .35 Ricoeur los examina en “Aná-
lisis y problemas en Ideas II” (1952) . Le interesan porque en su texto de
1936 ya había definido a la paradoja de la persona como la paradoja de
la encarnación . En Ideas II Husserl comienza a desarrollar su fenome-
nología genética examinando los procesos de génesis de sentido a nivel
de la constitución de la naturaleza material (parte I), de la naturaleza
animada (parte II) y del mundo espiritual (parte III) . En la primera parte
examina la constitución de las cosas a nivel de la percepción y descubre
su relación al sujeto percipiente encarnado . Mi cuerpo está implicado en
todas las percepciones de las cosas como punto cero que la conciencia se
apropia por las sensaciones táctiles . “Cuerpo propio” es la fórmula que
Husserl toma de Marcel . En la segunda parte se ocupa de la constitución
animada de ese cuerpo . La psyché anima al cuerpo y el cuerpo es la loca-
lización primaria de la psyché . Cuerpo animado y psyché corporal loca-
lizada forman una sola realidad pero experimentada originariamente
como dualidad . Por eso es evidente que la psyché no tiene la estabilidad
de las cosas . Depende de sí en tanto se motiva, pero también depende de
otros en tanto es motivada . Esa dependencia intersubjetiva constituye

34 Ricoeur, P ., “Sympathie et Respect . Phénoménologie et éthique de la seconde


personne” (1954), À l’école de la phénoménologie, op . cit ., p . 358 .
35 Ricoeur, P ., “Analyses et problèmes dans Ideen II” (1952), À l’école de la phé-
noménologie, op . cit ., p . 156 .

148 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

“el nivel de la Persona” .36 En la tercera parte examina el nivel personal


de las relaciones intersubjetivas en la constitución del mundo espiritual .
Husserl introduce a la persona y a la comunidad con el término espíritu
(Geist) .37 El espíritu también se reconoce menos en la actitud teórica
que en la actitud práctica de los predicados de valor y acción en las rela-
ciones interpersonales . Esas relaciones exceden toda explicación causal
(orgánica o psíquica) y remiten al mundo vivido en común . La comu-
nidad de personas se comprende por relaciones de motivación . La moti-
vación es la ley fundamental del mundo personal y de la comunidad
de personas . Determina una nueva relación entre espíritu y cuerpo de
la que había entre cuerpo y psyché . En este nivel personal, el cuerpo se
imprime —al igual que las obras culturales— de un sentido espiritual
determinante para las relaciones interpersonales (solo basta pensar en
los gestos personales) . Ahora “el yo no es más el anexo de su cuerpo; al
contrario es la persona la que le sirve de referencia, sufriéndolo, con-
duciéndolo, expresándose a través de él, cediendo o resistiéndosele .”38
Ricoeur destaca que Husserl sostenga así la preeminencia ontológica del
espíritu sobre la naturaleza . Eso no es más que la primacía de la persona .
Por eso el apartado sobre el espíritu culmina con el estudio sobre la
individuación . El espíritu se individualiza de forma contraria a las cosas
naturales . Cada cosa es un caso particular de algo general en relación a
una conciencia que la percibe . Cada persona o espíritu es “único por

36 Ricoeur, P ., “Analyses et problèmes dans Ideen II” (1952), À l’école de la phé-


noménologie, op . cit ., p . 126 .
37 “El espíritu no es más que el ego de la fenomenología, pero sin la luz de la
reducción fenomenológica . Es una realidad, la realidad de la persona en sus relaciones
al medio ambiente, a grupos sociales y a otras personas .” Ricoeur, P ., “Analyses et pro-
blèmes dans Ideen II” (1952), À l’école de la phénoménologie, op . cit ., p . 155 . Respecto
a la comunidad, Ricoeur cita a Husserl: “Cada yo no puede devenir para ti y para
otro una persona en el sentido normal, una persona en una relación a otras personas,
que cuando la comprensión instituye una relación a un mundo circundante común .”
Ricoeur, P ., “Analyses et problèmes dans Ideen II” (1952), À l’école de la phénoméno-
logie, op . cit ., p . 143 .

38 Ibidem, p . 149 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 149


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

su estilo de motivación, por la coherencia de su historia” .39 La persona


realiza la individuación primordial, la unidad absoluta consigo misma
en la que participan la pysché y el cuerpo, y respecto a la cual toda natu-
raleza es relativa . En línea con este camino fenomenológico-genético
que culmina en apología de la persona, Ricoeur ensaya su propia defi-
nición . A diferencia de las definiciones anteriores, cruza la tarea de sín-
tesis de la persona en su carácter activo como fin y pasivo como fuente
predada que se revela por la corporalidad: “defino a la persona como el
centro de sus actos, como la que tiene su cuerpo, como el sustrato de
sus propiedades de carácter, como la unidad de un curso de desarrollo,
como un ‘organismo de poderes’, como un ser responsable y razonable,
en todos estos casos la persona es encontrada, descubierta como una
realidad previa . La adhesión de una zona de sombra, de pasividad, de
motivación oculta, a esta espontaneidad del ‘yo puedo’ subraya aún más
este carácter preliminar de lo pre-dado, de lo pre-reflexivo en el descu-
brimiento de la persona .”40
Estas ventajas concretan el proyecto que Ricoeur desarrolla en
los dos tomos de su obra fenomenológica Lo Voluntario y lo Involun-
tario (1950) y Finitud y Culpabilidad (1960) . Allí la aproximación a la
experiencia vivida desde la existencia encarnada, procedente de Marcel
y Jaspers, confluye con la aproximación descriptiva de la fenomeno-
logía en “el proyecto de una antropología filosófica de la filosofía de la
voluntad” .41 El objetivo de este proyecto retoma la idea personalista de la
experiencia originaria de la escisión interna del cogito y busca reconciliar

39 Ibidem, p . 153 .

40 Ibidem, p . 156 .

41 Vallée, M-A ., Le sujet herméneutique, Éditions univesitaires européennes,


2010, p . 16 . En tanto la voluntad hace posible la acción, Ricoeur adopta la expresión
“filosofía de la voluntad” como equivalente de “filosofía de la acción”, íntimamente
ligada a su concepción de persona .

150 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

su no coincidencia paradojal a través de la función de síntesis ética de la


persona bajo el lema “deviene eso que tú eres” .42
El primer tomo se ocupa del análisis intencional de lo voluntario
e involuntario en la dimensión individual de la acción . La presencia de
la persona es inherente al tema porque frente al énfasis husserliano en
la percepción que da primacía al aparecer de las cosas, Ricoeur opone
el énfasis en la voluntad que da primacía al revelarse de las personas .
La persona se encuentra en la reciprocidad entre lo voluntario (decidir,
actuar, consentir) y lo involuntario (motivaciones, poderes, límites) . “La
comprensión de las relaciones de lo involuntario y lo voluntario exige,
pues, que, sobre la actitud naturalista, se reconquiste sin cesar el Cogito
captado en primera persona .”43 Para el cogito en primera persona es evi-
dente que el deseo es otra cosa que la decisión, la necesidad otra cosa que
la voluntad . Se vivencia interiormente fracturado, por eso experimenta
al cuerpo como una segunda persona .44 Su escisión es una dualidad de
personas en el seno de la primera persona; un drama entre pronombres
personales .45
El segundo tomo completa el análisis de la voluntad desde la
escisión originaria con el problema de la falibilidad humana como
condición de posibilidad del mal . La persona deviene aquí la categoría
formal que concilia la paradoja . “Sería una equivocación deducir de
esta reflexión que una filosofía de tipo trascendental es vana por ser sólo

42 Ricoeur, P ., Philosophie de la volonté. Le volontaire el l’involontaire, Paris, Édi-


tions Montaigne, 1950, p . 450 . Por eso reconoce que hay una “ética implícita e inex-
plorada en esa época, marcada por la dialéctica del dominio y del consentimiento” .
Ricoeur, P ., Autobiografía intelectual, op . cit ., p . 26 .

43 Ricoeur, P ., Philosophie de la volonté. Le Volontaire et l’Involontaire, op . cit ., p . 12 .


44 “Mi cuerpo adopta frente a mí, no ya el anonimato de una fuerza extraña, sino
la autonomía de una persona que tiene intenciones o iniciativa propias . Entonces dialogo
con él; se convierte en la segunda persona: ‘Tiemblas, viejo esqueleto, pero si supieras . . .’ .”
Ricoeur, P ., Philosophie de la volonté. Le Volontaire et l’Involontaire, op . cit ., p . 46 .

45 Ricoeur enfatiza estos juegos pronominales de síntesis activas y pasivas en su


lectura de Freud: “Yo, ello, superyo son variaciones acerca del pronombre personal o
acerca del sujeto gramatical; de lo que aquí tratamos es de la relación de lo personal con
lo anónimo y con lo suprapersonal en la instauración de la persona .” Ricoeur, P ., De
l’interprétation. Essai sur Freud, Paris, Éd . Du Seuil, 1965, p . 181 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 151


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

formal . Es la primera etapa de una antropología filosófica . Quien qui-


siese quemarla y construir de entrada una filosofía de la persona, sólo
saldría de lo patético para caer en una ontología fantástica del ser y de
la nada . Si el hombre es un medio entre el ser y la nada es porque antes
opera ‘mediaciones’ en las cosas: su lugar intermedio es ante todo su
función de mediador entre infinito y finito en las cosas .”46 El formalismo
práctico de la idea de persona completa limitando la fenomenología de
las cosas percibidas y complementa mediando la fenomenología de la
voluntad personal, pues “lo que le falta sobre todo a ese conjunto de
cosas es el cara a cara de las personas con las que trabajamos, luchamos y
nos comunicamos, y que destacan en ese horizonte de cosas .”47 La ética
formal de Kant vuelve a ser el correctivo de la fenomenología material
de Husserl . Ricoeur explora la comparación entre la función sintética de
la imaginación en el ámbito teórico de la percepción de las cosas como
mediadora entre el entendimiento y la sensibilidad como modelo para
profundizar la función sintética del respeto en el ámbito práctico de la
constitución de las personas como mediador entre el carácter y la dicha .
Mi carácter es mi acceso restringido a todos los valores de todos los
hombres en todas las culturas; mi perspectiva de la humanidad . La dicha
es el polo opuesto . Es un destino universal asignado a todo hombre . Pero
no pienso ni el carácter ni la dicha sin basarme en una idea de hombre,
es decir, en una síntesis que es la idea formal de persona como un fin a
alcanzar y una fuente ya existente: “Con la forma de persona me pro-
pongo una síntesis de nuevo tipo: la de un fin de mi acción que sería
al mismo tiempo una existencia .”48 Se trata de un fin en sí mismo y, a
la vez, de una existencia tangible con la que entramos en relación cara
a cada . “La persona es un ‘por ser’; la única manera de acceder a ella es
‘hacerla ser’; en lenguaje kantiano: la persona es una manera de tratar al
otro y de tratarse a sí mismo (…) No es ni tú ni yo, sino el ideal práctico

46 Ricoeur, P ., Philosophie de la volonté. Finitude et culpabilité, Tomo II, Paris,


Aubier-Montaigne, 1960, p . 63 .
47 Ibidem, p . 65 .

48 Ibidem, p . 88 .

152 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

de ‘Sí’, tanto en ti como en mí .”49 En suma, la persona es ante todo ideal


de persona; un proyecto de síntesis que bajo el nombre de humanidad
“me represento, me opongo y me propongo; y ese proyecto de la persona
es (…) una síntesis que se opera .”50 Síntesis práctica del respeto que se
revela tan activa como pasiva en su relación con el cuerpo . En tanto pos-
tulado formal ético, “no puede exponerse a la reflexión sin quebrarse .”51
Por su fragilidad, la reflexión fracasa en su intento teórico por abarcar la
persona y se abre a la ética donde “se constituye la noción de persona” .52
El postulado del otro como límite lo revela como mediador .

La filosofía de la persona en las arborescencias hermenéuticas

A partir de la década del 60, Ricoeur ensaya el injerto de la her-


menéutica en el tronco de la fenomenología dando lugar a las varia-
ciones eidéticas de su filosofía . La motivación del implante es evidente .
Al igual que la filosofía reflexiva, la fenomenología fracasa en su intento
por abarcar teóricamente a la persona, por eso se convierte en apología .
No hay posibilidad de un acceso inmediato ni directo del sí a sí mismo .
La posición del sí revela la escisión interna que lo distancia . Yo estoy

49 Ibidem, p . 90 .

50 Ibidem, p . 87 . En concordancia con la crítica a los sustantivos conciencia y


yo, señala que la “‘conciencia’ todavía no es la unidad de una persona en sí y para sí; no
es una persona ‘una’; no es nadie; el ‘Yo’ del yo pienso no es sino la forma de un mundo
para cualquiera y para todos; es conciencia en general, es decir, puro y simple proyecto
del objeto .” Ibidem, p . 63 .

51 Ibidem, p . 91 . En tanto es proyecto la persona no puede tener una expe-


riencia para sí de la que surja una “filosofía de la persona”: “el Sí, más que vivido, es algo
que se apunta, me atrevería a decir que la persona no es todavía conciencia de sí para Sí,
es solamente conciencia de sí en la representación del ideal del Sí . No hay experiencia
de la persona en sí y para sí .” Ibidem, p . 86 .

52 Ibidem, p . 92 . “El respeto es la frágil síntesis en la que se constituye la forma


de la persona” Ibidem, p . 96 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 153


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

“separado del centro de mi existencia (…) yo no poseo eso que yo soy” .53
El pasaje de la reflexión directa a la reflexión indirecta de la herme-
néutica existe gracias a la vivencia de esa separación . Ella hace fracasar a
la primera (como fracasa en la distancia entre Dios y el hombre) y abre
a la segunda como una comprensión de sí mediada por la interpretación
de alteridades (obras, textos, acciones) . Esta reapropiación de sí desde
la alteridad acerca la reflexión mediada de la hermenéutica y la tarea
ética de síntesis práctica que es la persona . En la hermenéutica ricoeu-
riana culmina la matriz ética del personalismo al inaugurar una “herme-
néutica del yo soy”54 que más tarde será “hermenéutica del sí” .
En esta separación que acerca reflexión hermenéutica y síntesis
ética, el problema de la persona queda dirigido al problema de la cons-
titución de la identidad personal que es “el corazón de la teoría de la
persona desarrollada algunos años más tarde en Sí mismo como otro.”55
La pregunta filosófica qué es la persona deviene la pregunta ética quién
es la persona .56 La transformación procede de lo que queda abierto en
los estudios sobre el lenguaje y el tiempo en Tiempo y Relato (1983-85).
Las páginas finales presentan a la identidad narrativa como “el frágil
retoño de la unión de la historia y la ficción” .57 Esa fragilidad identitaria
de la persona es tocada, no abarcada, en dos textos contemporáneos a las
Gifford Lectures, de las que surgirá Sí mismo como otro: “Individuo e iden-
tidad personal” (1985) e “Identidad narrativa” (1986) . En el primero,
Ricoeur justifica abordar la identidad personal desde la primacía de la

53 Ricoeur, P ., “Herméneutique des symboles et réflexion philosophique”, Le


conflit des interprétations . Essais d’herméneutique, Paris, Le Seuil, 1969, p . 439 .
54 Ricoeur, P ., “La question du sujet: le défi de la sémiologie”, Le conflit des
interprétations, op . cit ., p . 353 .
55 Abel, O . y Porée, J ., Le vocabulaire de Paul Ricoeur, Paris, Ellipses, 2007, p . 38 .

56 Como recuerda Ricoeur en Tiempo y Relato III, es Jesús quien introduce la


distinción entre la pregunta qué y quien cuando interroga a sus discípulos: “Y ustedes,
¿quién dicen que soy yo?” . Al mismo tiempo, es una transformación que se encuentra
en Heidegger cuando en Los problemas fundamentales de la fenomenología define la pre-
gunta quién como propia del Dasein por sobre la pregunta qué .

57 Ricoeur, P ., Temps et récit, t III, op . cit ., p . 355 .

154 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

filosofía del lenguaje . La distingue del individuo a través de tres niveles,


mediados por dos transiciones lingüísticas: 1) El nivel de individuali-
zación por la cual reconocemos a un individuo como tal [la mediación
lingüística es la pragmática que revela al individuo humano, es decir,
al que habla y dice “yo digo qué”]; 2) El nivel de identificación de ese
“yo” que dice algo, donde se revelan sus paradojas entre el yo general (él
mismo) y el yo singular (yo) y entre el yo y el tú [la mediación lingüística
es ahora la operación narrativa que revela ese entramado paradójico entre
la constitución identitaria y el tiempo]; 3) El nivel de las implicaciones
éticas del acto del discurso por parte del yo que habla prometiendo algo
a alguien . En el segundo trabajo, se ocupa de esa función mediadora
de la operación narrativa entre la acción (hablar) y la ética (imputar),
profundizando el carácter temporal de la constitución de la identidad
personal que es “aquella identidad que el sujeto humano alcanza por la
mediación de la función narrativa .”58 En el núcleo personal vuelve a estar
la paradoja de la encarnación entre lo que permanece y no cambia (la
mismidad o identidad idem) y lo que se mantiene y cambia (la ipseidad
o identidad ipse) . El lenguaje revela esa paradoja en la persona cuando
se refiere a su identidad con la pregunta quién como identidad de un
personaje . La tarea narrativa de síntesis activa y pasiva que constituye esa
identidad confía en que, desde su separación originaria, “la figuración
de uno mismo a través de la mediación del otro puede ser un medio
auténtico de descubrirse a sí mismo” .59
Otros dos escritos coetáneos son claves por privilegiar el uso de
“persona” sobre el de “identidad personal” y “sí” . En “Muere el persona-
lismo, vuelve la persona…” (1983) Ricoeur ofrece una nueva interpre-
tación de la filosofía personalista de Mounier con motivo del cincuen-
tenario de la revista Esprit . El personalismo muere por varias razones
filosóficas: no estar tan bien articulado conceptualmente como el exis-
tencialismo y el marxismo; la transformación de la situación histórica a
la que respondía; y, sobre todo, su desatención a la dimensión lingüística
en sus análisis de la persona, por lo cual el estructuralismo lo desplaza

58 Ricoeur, P ., “Identité narrative” (1986), Anthropologie philosophique. Écrits et


conférences 3, Paris, Du Seuil (Kindle), 2013, p. 287 .
59 Ibidem, p . 302 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 155


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

en el ámbito antropológico y filosófico (eso explica por qué Ricoeur


privilegia un abordaje de la persona desde la filosofía del lenguaje) . A
pesar de este fracaso, el personalismo hizo un gran aporte: reveló que el
interés por la persona es un tema irrenunciable para la filosofía . Gracias a
su capacidad de hacer fracasar a la reflexión, se mantiene vigente y vuelve
sin cesar situándose en su núcleo con gran fecundidad política, eco-
nómica y social . “La persona aparece como un concepto superviviente
y resucitado .”60 Entonces, siguiendo a Eric Weil —y fiel al compromiso
personalista—, Ricoeur define a la persona como actitud que hace frente
a la crisis . La persona nace de las actitudes tomadas en situaciones crí-
ticas . La actitud-persona se caracteriza por el compromiso y convicción
de discernir en las crisis una escala de valores y elegirla . La fidelidad en el
tiempo a lo elegido, gana una identidad, por eso “lo único importante es
discernir con un tono justo lo intolerable de hoy y reconocer mi deuda
con respecto a las causas más importantes que yo mismo y que me con-
vocan .”61 El segundo escrito es “Aproximaciones a la persona” (1990) .
Se trata de un texto clave por varias razones . Confirma la supervivencia
del sustantivo “persona” a través de una “aproximación” que lo toca sin
abarcarlo . Retoma las ideas del primer artículo Nota sobre la persona
(1936) . Aclara el sentido y la presencia estructural de la persona en la
obra Sí mismo como otro (1990) al haber sido publicado el mismo año .
Además Ricoeur lo liga al texto de 1983 reconociendo que su definición
de persona como actitud fracasó por el cambio de situación histórica .
Una vez más hay que volver sobre la persona . La examina en cuatro
estratos de su constitución bajo los que agrupa los distintos estudios de
su obra mayor: el estrato lingüístico, la persona como hablante (estudios
1º a 2º de Sí mismo como otro); el estrato de la acción, la persona como
agente y sufriente (estudios 3º a 4º); el estrato de la narración, la persona
como personaje y narrador (estudios 5º a 6º) y el estrato ético, la persona

60 Ricoeur, P . “Meurt le personalisme, revient la personne…” (1983), Lectures,


t . 2, op . cit ., posición 3404 .
61 Ibidem, posición 3483 .

156 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

como imputable y responsable (estudios 7º a 9º) .62 En concordancia con


sus ideas más tempranas, sostiene que este último estrato ético es el más
fundamental y elucida las otras capas de constitución . La estructura del
ethos personal es trinitaria y sigue su definición de ética en una dialéctica
de tres términos (en clave pronominal, yo-tú-él): 1) “deseo de vida rea-
lizada” que apunta a la estima de sí que es necesaria para ser responsable
por sobre el narcisismo del yo; 2) “con y para los otros” que indica en la
persona la capacidad constituyente de la acogida, retomando, en clave
personalista, el carácter fundamental de relaciones interpersonales . La
irrupción de la alteridad de la segunda persona moviliza la dialéctica
entre estima de sí y solicitud . La solicitud de sí hacia el otro responde a
la interpelación de sí por el otro; 3) “en instituciones justas” que apunta
a las relaciones institucionales al servicio de las relaciones interperso-
nales anónimas .63 Ahora bien, ¿cómo esta estructura trinitaria del ethos
personal como cuidado de sí, de otros y de las instituciones se refleja y
esclarece los estratos lingüístico, práctico y narrativo de la persona?
El estrato lingüístico revela la primera condición de la persona,
ser hablante, pues la universalidad pretendida de la persona se gesta en
que toda experiencia humana se lleva al lenguaje . Hay dos niveles: la
semántica y la pragmática . La semántica revela todos los operadores
que permiten designar a la persona en su singularidad (identificación):
nombres propios, deícticos, pronombres personales . Aquí la persona
aparece como un particular de base (Strawson), lo que significa que: a)
las personas son cuerpos; b) se distinguen de los cuerpos en que tiene
predicados psíquicos; c) los predicados psíquicos son aplicables a sí y a
otros con la misma significación . La pragmática es donde “el aporte de

62 Se trata de cuatro modos de responder a la misma pregunta por la identidad


personal: quien habla, quién actúa, quien narra y quién es el sujeto moral de impu-
tación .

63 En este punto, la dialéctica triádica completa para Ricoeur la dialéctica


diádica del personalismo (persona-comunidad) a través del plano político que aparece
más claramente en las relaciones institucionales que en la utopía personalista de la
comunidad .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 157


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

la lingüística a una filosofía de la persona es más decisivo” .64 Revela la


presencia de la estructura triádica del ethos personal: 1) El yo hablo es
el equivalente de la estima de sí en su configuración pre-moral como
persona que compromete su palabra; 2) El yo hablante dice algo a un tú
que lo interpela, por tanto es el equivalente de la relación solícita al otro;
3) El lenguaje es institución porque al hablar no lo inventamos, sino lo
asumimos con todo lo dicho y se convierte en modelo de institución al
servicio de las personas .65
El estrato práctico revela la segunda condición de la persona, ser
agente, que se moviliza por la solicitud como movimiento de sí hacia el
otro que responde a la interpelación de sí por el otro . Aquí la persona
adquiere la idea de insustituibilidad e irremplazabilidad, implicada en
el reconocimiento mutuo . La estructura tríadica del ethos personal se
refleja en que: 1) Es agente quien puede designarse a sí mismo como
siendo responsable de sus actos y se estima en su capacidad de obrar; 2)
Todo obrar es interactuar con otros que revela también el padecer; 3)
La acción refleja la escala de excelencia que es equivalente de las institu-
ciones . Lo instituido como bueno, por ejemplo cuando decimos “es un
buen profesional”, es la dimensión pre-ética de la institución regulatoria
y evaluadora de la acción .
El estrato narrativo media entre el práctico y el ético con la
tercera condición de la persona: ser narrador de historias que forjan su
identidad . Su carácter mediador consiste en insertar el problema tem-
poral en la identidad personal . Ese problema en la constitución de la
persona no aparece ni en la ética, ni en el lenguaje, ni en la acción . Se
revela en la dialéctica entre los dos equívocos lingüísticos del latín: lo
que permanece y no cambia, la mismidad (identidad idem), y lo que se

64 Ricoeur, P ., “Approches de la personne” (1990), Lectures, t . 2, op . cit .,


posición 3628 .
65 La promesa es un micro-ejemplo de ese servicio como tríada ética: 1) mantener
la promesa es mantenerse a sí mismo en la identidad ipse mientras que la identidad idem
permanece en el carácter; 2) prometer es prometer algo a alguien; 3) prometer equivale a
preservar la institución del lenguaje en la distribución justa de la palabra .

158 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

mantiene y cambia, la ipseidad (identidad ipse) .66 Entre idem e ipse se


moviliza la dialéctica interna a la constitución ontológica de la persona
en la historia narrada cuyo instrumento es la construcción de la trama .
Ahora la cuestión es “¿qué enseñanza puede sacar de este dialéctica de la
identidad personal una filosofía de la persona?”67 Nuevamente se trata
del reflejo de la estructura trinitaria del ethos personal: 1) La estima de sí
es el equivalente de la identidad narrativa como cohesión de una persona
en el encadenamiento de la vida humana . Aquí “la filosofía de la persona
podría ser liberada de los falsos problemas heredados del substancialismo
griego”68; 2) La alteridad y solicitud aparecen porque la unidad narrativa
de una vida integra la alteridad de los acontecimientos y se entrecruza
con las vidas de otros reales y ficticios; 3) Las instituciones tienen como
las personas una identidad narrativa y la persona misma puede definirse
como una “institución narrativa” .69 En resumen, el individuo deviene y
se constituye persona, asumiendo la tarea narrativa de síntesis activa y
pasiva de sus polos, en la constitución de su identidad personal aunque
“la identidad narrativa no agote la ipseidad del sujeto .”70
Estas aproximaciones y notas filosóficas tocan a la persona y
clarifican el sentido y estructura de Sí mismo como otro (1990) en su
esfuerzo por perseverar en fidelidad crítica al personalismo . El sentido
de la estructura se revela en un camino regresivo desde la “pequeña ética”
de los estudios finales (7º a 9º) como génesis de los tres estratos desar-
rollados en los estudios anteriores (lingüístico, práctico y narrativo) . A
diferencia del artículo “Aproximaciones a la persona”, aquí prima —por

66 Ricoeur atiende al ipse más que al idem lo que es coherente con su intención
de evitar una filosofía de sustantivos y sustancias atemporales e inmutables que abarque
lo que es en su origen una verbalidad .

67 Ricoeur, P ., “Approches de la personne” (1990), Lectures, t . 2, op . cit .,


posición 3784 .
68 Ibidem, posición 3790 .

69 Esa es la idea central de la tesis de Rodrigue, Tobi, La personne selon Paul


Ricoeur: une institution narrative, Mayo 2018, disponible en: https://papyrus .bib .
umontreal .ca/xmlui/handle/1866/21293

70 Ricoeur, P ., Soi-même comme un autre, Paris, Seuil, 1990, p . 358 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 159


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

las razones expuestas al comienzo— el uso del pronombre reflexivo “sí”


sobre el sustantivo “persona” . No obstante, hay tratamientos expresos de
la persona en tres momentos: en el estudio 1º, con el punto de partida
de los particulares de base de Strawson; en el estudio 7º, con el problema
del respeto en Kant; y, en el estudio 10º, con la ontología de la persona
que es acción y reclama la relación complementaria con el cuerpo que
es pasión .71 El estudio 7º retoma los análisis éticos de la persona como
postulado formal que corrigen la aproximación fenomenológica y media
como síntesis entre las referencias a la persona del primer y último estudio .
Nos ocuparemos de ellos para mostrar allí la presencia de la persona como
paradoja de la encarnación, asumida desde el escrito de 1936 .
El estudio 1º es el único cuyo título utiliza el término “persona”
entre comillas: “La ‘persona’ y la referencia identificante . Aproximación
semántica .”72 Ricoeur afirma que la persona comparte con el cuerpo ser
un concepto límite y primitivo, es decir, fin y fuente: “el concepto de
persona, como el de cuerpo físico, sería un concepto primitivo, en la
medida en que no se puede ir más allá, sin presuponerlo en el argu-
mento que pretende derivarlo de otra cosa .”73 Dos aspectos importantes
se derivan del carácter originario del postulado que entrecruza cuerpo
y persona: 1) La determinación de la noción de persona se puede hacer
por medio de los predicados (físicos y/o psíquicos) que le atribuimos .
2) La prioridad del cuerpo en los particulares de base es correlativo del
primado de la persona . Las personas son las que poseen cuerpo . No son
conciencias puras a las que se le adjunta un cuerpo . Están originaria-

71 Quedan por fuera los estudios no publicados en Sí mismo como otro pero que
fueron parte de las Gifford Lectures, dedicados al sí mismo en tanto convocado y que
coincide con la idea de juventud de la persona como acción responsable ante un llamado .

72 A partir del estudio 5º, clave por abordar el problema de la identidad nar-
rativa, prima el uso del pronombre sí (6º “El sí y la identidad narrativa”; 7º “El sí y la
intencionalidad ética”; 8º “El sí y la norma moral”; 9º “El sí y la sabiduría práctica: la
convicción”) .

73 Ricoeur, P ., Soi-même comme un autre, p . 43 .

160 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

mente encarnadas por eso se encuentra el “estatuto conceptual de la


persona en la tercera persona gramatical”74 y no en la primera .
El estudio 10º “¿Hacía qué ontología?” retoma el cruce íntimo
entre cuerpo y persona . Allí la teoría de la acción, inherente a la más ori-
ginaria idea ricoeuriana de persona, se completa con una fenomenología
de la pasividad, centrada en el cuerpo . Este estudio suele ser leído como
un regreso forzado y apresurado a la fenomenología de la corporalidad
de Filosofía de la voluntad (1950), donde quedan más preguntas que
respuestas sobre la relación entre cuerpo y persona, y falta una teoría de
la encarnación .75 Sin embargo, a la luz de sus ideas sobre la persona y del
estudio 1º, creo que más bien se trata del cumplimiento de la paradoja
de la persona en la paradoja de la encarnación: “Nos limitamos entonces
a sostener la afirmación de que las personas también son cuerpos por
una constricción del lenguaje cuando hablamos de las cosas como lo
hacemos . No hemos dejado de observar que, si las personas son también
cuerpos, lo es en cuanto cada una es para sí su propio cuerpo . Dar cuenta
de esta presuposición requiere que basemos la organización del lenguaje
en la constitución ontológica de esas entidades llamadas personas .”76
La persona y su abordaje lingüístico recobra retrospectivamente
sentido e importancia en su unidad paradójica con el cuerpo propio
(Leib) .77 Un buen ejemplo es el hilo conductor de la obra: el concepto de
atestación, examinado en el inicio (prefacio) y en el final (estudio 10º) .
En el inicio, la atestación se define como la confianza y aseguramiento
de las propias capacidades personales (hablar, actuar, narrar, prometer)
que le permiten a la persona permanecer sí mismo en circunstancias

74 Ibidem, p . 77 .
75 Cf . Kearney R . y Treanor B . (eds .), Carnal Hermeneutics, New York, Fordham
University Press, 2015 y Amalric, J .-L ., “La médiation vulnérable . Puissance, acte et
passivité chez Ricoeur”, Études Ricoeuriennes / Ricoeur Studies, 9, 2, 2018, pp . 44-59 .

76 Ricoeur, P ., Soi-même comme un autre, pp . 369-370 .

77 La distinción fenomenológica entre Körper (el cuerpo en tanto cosa que per-
tenece a lo observable) y Leib (el cuerpo en tanto vivido que pertenece a la esfera
de lo propio) se cruza conflictivamente con la identidad idem e ipse. Al respecto cf .
Cabestan, P ., “Qui suis-je ? Identité-ipse, identité-idem et identité narrative”, Le Philo-
sophoire, 2015/1, N° 43, pp . 151-160 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 161


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

cambiantes . No es la certeza inmediata y asegurada del cogito cartesiano .


Es una certeza al modo de una creencia cuya “falla de fundación” la vuelve
vulnerable, por eso es más del orden del testimonio que se da porque
se afirma . En el final, la atestación es la certeza mediada por el tacto del
cuerpo (es la corrección que Maine de Biran hace a Descartes en la raíz de
la filosofía reflexiva y Husserl confirma) . La persona atesta el cuerpo como
propio (Leib) en su sentirse, esto es, en el tocar y ser tocado del cuerpo por sí
mismo (el ejemplo de Husserl de una mano que toca a la otra) pero, sobre
todo, en el contacto con otro . Allí la atestación primera es la afirmación
del poder corporal “yo puedo”, pero también su vulnerabilidad porque es
la primera experiencia de una alteridad que vulnera (por ejemplo cuando
otro me hiere o mi cuerpo se enferma) . En esas situaciones críticas, ser
persona es asumir esa atestación de sí tanto en el hacer como en el padecer:
“el aseguramiento de ser sí mismo actuante y sufriente” .78 Esa es la gran
diferencia con la certeza del cogito cartesiano que procede de la primacía
visual y funda la preponderancia de la sustancia .79 Para él el dolor es un
espectáculo porque no le toca ni vulnera . Su acceso visual al cuerpo le
permite dudar de él porque, en verdad, duda de una imagen del cuerpo .
Pero ese yo desencarnado “no es nadie” .80 En cambio, por la atestación
táctil, el dolor del otro toca a la persona encarnada y hace posible la ética
de un tacto cuidadoso en las relaciones interpersonales por el que deviene
persona . La encarnación del dolor lo compromete .81 Persona y cuerpo,

78 Ibidem, p. 35 Por eso habla de una “atestación ella misma quebrada” y de la


”unidad profunda de la atestación de sí y la conminación venida del otro”. Ricoeur, P .,
Soi-même comme un autre, p . 368 y 409 .

79 “La antigua identificación del ser con la sustancia, no cuestionada, en


absoluto, por Descartes, descansaba en el privilegio exclusivo de la representación
cuasi visual que transforma las cosas en espectáculo, en imágenes captadas a distancia .”
Ricoeur, P ., Soi-même comme un autre, pp . 371-372 .

80 Ricoeur, P ., Soi-même comme un autre, p . 16 .

81 Solo cabe intentar imaginar ¿qué dolor por el otro que sufre podría sentir una
persona que tuviera un cuerpo invulnerable al dolor físico? ¿Qué simpatía podría tener
sin pathos? Al respecto cf . Díez Fischer, F ., “El tacto de sí como otro . Fundamentos per-
ceptivos de una ética encarnada en la hermenéutica de Paul Ricoeur”, Pensando. Revista
de Filosofia, Vol . 12, Nº 26, 2021, pp . 4-20 .

162 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


LA PARADOJA DE LA PERSONA

compromiso y encarnación, son una unidad paradójica tan frágil como


potente que, al modo de fuente y fin, moviliza la filosofía ricoeuriano, por
eso en ella una teoría de la encarnación y una teoría de la persona tienen el
mismo destino inacabado .

Conclusión

A partir de 1990 el paradójico tratamiento ricoeuriano de la


persona se disemina en distintas problemáticas . Se profundiza en desar-
rollos éticos sobre el reconocimiento entre personas82 y en nuevas para-
dojas de la identidad narrativa . Se extiende en un abordaje pronominal
de la relación entre Dios y hombre83 y en problemas jurídicos sobre los
derechos de la persona y la “persona potencial” del embrión . La conti-
nuidad del camino confirma que la persona es un concepto frágil que
debe ser constantemente retomado . La imagen es la del cristal . Las defi-
niciones filosóficas abstractas fracasan porque lo rompen . No hay defi-
nición posible . La persona sólo puede ser tocada con cuidado a través
de un tacto agudo que vulnera todas las definiciones: acción que dura,
actitud frente a la crisis, síntesis activa (y pasiva) del respeto, ideal formal
del trato con otros y consigo mismo . Su fragilidad procede del vínculo
íntimo con la temporalidad que hace a la paradoja de la encarnación que
la revela . Como el tema de Dios ponía en crisis a la reflexión y exigía
una salida de la inmanencia a través de una recepción ética de la tras-
cendencia, el tema de la persona encarnada exige a la filosofía el mismo
movimiento de renuncia y transformación . Surge en una matriz práctica .
Se alimenta de raíces reflexivas . Se eleva como fenomenología y arborece
en hermenéutica . Por su fuente práctica, esta “filosofía es fundamental-
mente una antropología filosófica, centrada antes sobre el actuar que

82 Cf . Ricoeur, P ., “Etica y Moral” (1990) Lectures 1, Autour du politique (La


couleur des idées), Ed . Du Seuil (Kindle), 1991, p . 260 .
83 Dios habla en tercera persona, pero la revelación nace cuando el yo divino
dice tú (sea a una persona concreta o a la comunidad) y el diálogo comienza . Cf .
LaCocque, A . y Ricoeur, P ., Penser la Bible, Paris, Éd . Du Seuil (Kindle), p . 263 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 163


FRANCISCO DÍEZ FISCHER

sobre el saber teórico” .84 Ricoeur la hizo vida y obra que dura, abriendo
un largo camino a nuestra propia reflexión cada vez que asumimos la
tarea de ser personas .

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FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 167


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICOEUR

Jadilson Almeida Vilas Boas


Elton Moreira Quadros

Introdução

Como aponta Ricoeur (2007), as reflexões sobre a memória ao


tentar responder à pergunta “quem lembra”, acaba por se dividir em
duas tradições, a tradição da memória interior e a tradição da memória
coletiva (ou social) . Nesse contexto, desde o instante em que abordamos
sobre o termo memória nos damos conta do quanto estamos acostu-
mados a nos referir de forma imediata a uma experiência pessoal . Em
outros termos, refletir sobre o tema memória nos conduz a um mer-
gulho dentro de nós mesmos talvez à procura de um novo encontro com
histórias pretéritas, porém não apenas vividas, mas também imaginadas .
Desse modo, parte-se do pressuposto de que refletir sobre a
memória, enquanto objeto de investigação do campo científico, nos
auxilia a percorrer as mais variadas obras produzidas pelos mais variados
pensadores sobre os estudos da memória . Dentro desta perspectiva,
JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

Ricoeur nos oferece uma oportunidade singular para a possibilidade de


discussão sobre a problemática acerca da memória .
Ademais, no que se refere a problematização que envolve a dis-
cussão, de modo mais específico, em relação à memória individual e
à memória coletiva, entendemos com base nos estudos desenvolvidos
por Ricoeur, que a memória se encontra na relação entre ambas e, ao
invés de suscitar uma oposição, um entrave, espera-se, bem ao estilo
ricoeuriano, uma proximidade entre a memória individual e a memória
coletiva . A respeito disto, ele escreve que a proposta é a de “dar alguma
credibilidade à hipótese de uma constituição distinta porém mútua e
cruzada, da memória individual e da memória coletiva” (Ricoeur, 2007,
p . 107) . Nota-se que Ricoeur advoga por uma memória que esteja na
relação entre o individual e o coletivo e não em um confronto de ideias
ou antagonismo, como “se só uma dentre essas perspectivas caracteri-
za-se ou abarcasse a própria origem da memória” (Quadros, 2016, p .
111) .
Apesar da proposta de Ricoeur buscar ancorar-se na discussão
entre memória pessoal e memória social, tendo por base a questão
“do eu, dos próximos e dos coletivos”, o pensador francês realiza uma
reflexão quase que panorâmica sobre a tradição da memória individual e
a proposta halbwchiana sobre a memória coletiva .
Nos ateremos nesse capítulo a percorrer a discussão sobre a
memória individual através da discussão ricoeuriana sobre o pensa-
mento originário de Agostinho de Hipona, pensador africano que, para
alguns, coloca a discussão sobre memória e pessoa ou, para caracterizar
melhor, memória e interioridade na convergência mesmo que estrutura
a tradição da memória interior .
Para isso, começamos com a discussão sobre a memória como
atribuição ao eu em Agostinho, para em seguida, evidenciamos efe-
tivamente a questão da interioridade no autor . Em grande medida, o
que baliza a nossa discussão é a resposta agostiniana à pergunta “quem
lembra?” e a atribuição ao eu interior . Esse percurso se dá, no autor das
Confissões, sempre no liame em que o homem é entendido como um ser
de relação primordial com Deus, portanto, Deus mesmo está presente
nessa interioridade feita memória . Em seguida, colocamos em evidência
a discussão ainda no campo agostiniano sobre a relação entre interio-

172 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

ridade e memória e, por fim, evidenciamos a discussão sobre a memória


pessoal em Ricoeur e a sua crítica aos limites da perspectiva da tradição
da memória interior, com isso, esboçamos brevemente a concepção
tríade da atribuição à memória no pensamento do autor francês .

Agostinho e a atribuição da memória ao eu: o caminho à interioridade

Pretendemos realizar uma análise sobre a memória sob a ótica


individual interrogando a respeito da interpretação proposta por
Ricoeur em sua obra A memória, a história, o esquecimento, de modo
mais específico, na parte I dessa obra, nomeada de “Memória pessoal,
memória coletiva”, na qual o filósofo francês desenvolve uma análise
sobre a memória pessoal com o objetivo de explicitar como é possível
associar a lembrança mediante à interioridade, ao abordar as contri-
buições de Agostinho no que se refere ao conceito de memória .
Em que pese Agostinho não seja contemporâneo de Ricoeur,
este é, no entanto, um autor chave ao se discutir acerca da tradição da
memória e sua relação com a interioridade . Tanto que Ricoeur (2007)
chega a afirmar que Agostinho é o filósofo da interioridade .
Partindo dessa afirmação, ou seja, segundo as considerações
feitas por Ricoeur sobre a memória pessoal em Agostinho, ao iniciar esse
debate o propósito é apresentar argumentos acerca da memória numa
perspectiva da tradição do olhar interior . À vista disso, estaremos em
interlocução com o pensamento de Ricoeur, por entender que ele inten-
ciona proceder uma investigação do movimento interno da memória .
Essa análise se dá no entendimento ricoeuriano da memória como
pessoal, dessa longa tradição à qual “Santo Agostinho é ao mesmo tempo
sua expressão e seu iniciador” (Ricoeur, 2007, p . 108) . Aliás, o próprio
conceito de memória pessoal, em Ricoeur, adquire novos contornos e
novas perspectivas baseados na análise desenvolvida pelo filósofo francês
acerca da memória pessoal em Agostinho . Por consequência, a memória
pessoal passa a ser aquilo que não apenas articulará como também, con-
duzirá o encadeamento que tornará possível o reconhecimento de si e
mútuo .
Em face disso, entendemos que essa discussão se faz necessária
se quisermos dar um passo adiante em nossa investigação sobre a legiti-

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 173


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

midade de posse envolvendo a memória individual e a memória pessoal,


como apontada anteriormente . Com efeito, o debate segue o caminho
percorrido para chegar aos “próximos” e aos “outros”, o que nos leva
a apontar uma visão ricoeuriana sobre esse momento originário da
memória pessoal .
Contudo, antes de nos debruçarmos sobre a discussão proposta
por Ricoeur acerca da memória pessoal em interlocução com Agos-
tinho, objetivo central deste tópico, julgamos importante desenvolver
uma breve análise contextual da vida intelectual de Agostinho . E, nesse
sentido, buscamos discorrer sobre alguns caminhos no percurso imple-
mentado por Agostinho, antes mesmo da redação das Confissões. Esta
breve incursão na trajetória intelectual agostiniana, mesmo não sendo
alvo das reflexões de Ricoeur quando da sua análise sobre a memória
pessoal, nos pareceu importante para a compreensão da memória na
redação, tempos depois, das Confissões.
Considerando que Agostinho percorrerá alguns caminhos antes
de redigir a obra Confissões, dentre eles o encontro com o maniqueísmo
e o neoplatonismo, os quais apresentaremos de forma breve a seguir e,
mesmo antes de encontrar a crença religiosa que o possibilitará a reco-
nhecer Deus como Sumo Bem, interrogamos: quais motivos levam
Agostinho a se aproximar tanto da religião dualista maniqueísta como da
filosofia neoplatônica, especialmente, da doutrina plotiniana do sumo
bem? Em outras palavras, no desenvolvimento de seu pensamento, o
que impulsiona Agostinho a um encontro com o maniqueísmo e o neo-
platonismo?

Agostinho e o maniqueísmo

Para tentarmos responder a essas perguntas, desenvolveremos


uma breve análise do percurso feito por Agostinho antes mesmo do seu
encontro com Deus . Comecemos, pois, pelo maniqueísmo .
Agostinho, ao empreender uma investigação por uma base que
lhe proporcionasse um fundamento religioso e, consequentemente,
uma aproximação com Deus, logo encontra auxílio ao se deparar com
o maniqueísmo, uma religião dualista baseada em dois princípios: “o
bem e o mal que se mesclavam de maneira tão desastrosa, [e] brotara de

174 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

uma invasão frontal do bem – o ‘Reino da Luz’ – pelo mal – o ‘Reino


das Trevas’” (Brown, 2020, p . 63) . Seus seguidores, os maniqueus, eram
homens e mulheres rodeados por regras próprias, e “tinham a aura de
uma sociedade secreta: nas cidades estrangeiras, só se hospedavam na
casa de membros de sua própria seita” (Brown, 2020, p . 57) . De modo
que, a doutrina maniqueísta era sustentada por um grupo de “missio-
nários que atuava entre os estudantes semicristãos e a intelectualidade de
Cartago” (Souza, 2014, p . 23), cujo fundador foi o persa Mani .
Essa forma de pensamento, a qual consiste numa “religião dua-
lista, que já durante sua vida se espalhou na Mesopotâmia, no Irã e em
partes contíguas do Império Romano” (Brachtendorf, 2020, p . 90),
parece ter conquistado a confiança de Agostinho, pois diante de um
mundo no qual a averiguação pela verdade era constante na vida do
Hiponense, ele aderiu àquela religião dualista, num primeiro momento,
parecendo ter encontrado a resposta para a sua inquietude .
Essa aproximação ao maniqueísmo que, de certa forma, marcou
a vida de Agostinho, foi um aspecto observado por alguns estudiosos
do pensamento agostiniano, entre eles Reale, que escreveu: “Agostinho
abraçou o maniqueísmo, que parecia oferecer-lhe ao mesmo tempo
uma doutrina de salvação em nível racional e um espaço também para
Cristo” (Reale, 2003, p . 83) . O maniqueísmo, o qual “Agostinho foi
‘Ouvinte’ entre os maniqueus por cerca de nove anos” (Brown, 2020,
p . 57), parece ter sido finalmente a base fundamental cristã pela qual
o Hiponense estava a procura . E mais: “enquanto foi adepto do mani-
queísmo, Agostinho professou um materialismo radical” (Gilson, 2010,
p . 357) . E mesmo que o maniqueísmo tenha sido um divisor de águas
na formação intelectual de Agostinho em sua indagação incessante para
encontrar o nome de Jesus, “por causa das múltiplas referências de Mani
a Jesus e de seu apoio em Paulo” (Brachtendorf, 2020, p . 96), ou mesmo
que o maniqueísmo “permitiu a Agostinho ser um rapaz muito austero
e ‘espiritualizado’ (Brown, 2020, p . 61), o Hiponense se decepciona
com a falta de respostas aos seus questionamentos quanto à verdade
defendida pelos seguidores do maniqueísmo . Isto posto, Agostinho não
só começou a se afastar daquela religião dualista como também teceu
fortes críticas contra os maniqueístas, relatando o período em que parti-
cipava de suas reuniões . Assim, Agostinho escreve:

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 175


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

Desse modo vim a dar com uns homens que deliravam


soberbamente, demasiado carnais e loquazes, em cuja
boca há lações diabólicos e liga viscosa feita com as
sílabas de teu nome, do de nosso Senhor, Jesus Cristo,
e do de nosso Paráclito e Consolador, o Espírito Santo .
Estes nomes nunca se afastavam de seus lábios, porém,
só no som e ruído da boca, pois nos demais seu coração
estava vazio de toda verdade . Diziam: ‘Verdade! Verdade!
’, e, incessantemente, falavam-me da verdade, que nunca
existiu neles . (Agostinho, 2020, v . 2, p . 74) .

Dessa forma, decepcionado com a falta de resposta do mani-


queísmo às suas questões sobre a verdade e, mesmo tendo sustentado
por um bom tempo as revelações que lhes tinham confiado dos escritos
deixados pela religião dualista criada por Mani, Agostinho dela se
afasta1 . Contudo, mesmo se afastando da religião maniqueísta e de suas
ideias dualísticas, Agostinho não se dá por vencido em seu percurso
para alcançar a paz em seu interior e, por consequência, o encontro com
Deus, alvo da peregrinação agostiniana .

Agostinho e o neoplatonismo

Com efeito, em seu percurso acerca da sua formação intelectual,


ou entre os vários aspectos dessa formação, Agostinho também se
deparou com o neoplatonismo, considerado como uma das manifes-
tações do platonismo no mundo antigo . O neoplatonismo tinha como
base um composto de regras morais amparado por elementos oriundos
das escolas ou doutrinas pitagóricas e estoicas dos séculos III e IV . O
encontro com a filosofia neoplatônica parece mesmo ter marcado um
momento importante na peregrinação agostiniana num exame para
encontrar sentido à sua existência, a sua paz interior . Ao se deparar com

1 Sobre a influência do maniqueísmo na vida de Agostinho consultar: Brown,


Peter . Santo Agostinho, uma biografia, 12ª ed . – Rio de Janeiro: Record, 2020, p . 57-74;
Brachtendorf, Johannes . Confissões de Agostinho, 3 . ed . São Paulo: Edições Loyola,
2020, p . 90-102; 123-128 .

176 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

o neoplatonismo, Agostinho se aproxima também das ideias de Plotino,


o qual, mesmo atuando em círculos neoplatônicos com fortes influ-
ências da filosofia idealista do grego Platão, advoga por uma doutrina
pela qual o percurso para se chegar à verdade está relacionado à busca
por Deus, algo que Agostinho não encontrou quando aderiu à religião
dualista maniqueísta, como vimos anteriormente .
À vista disso, o encontro com as ideias filosóficas proporcionado
pela escola neoplatônica, especialmente por Plotino, pareceu realmente
ser importante para a formação do pensamento de Agostinho, mesmo
que tempos depois ele venha a modificá-las . Esse fato na vida de Agos-
tinho e sua relevância, foi observado por Brachtendorf (2020, p . 34),
ao escrever: “Em 386, Agostinho entra em contato em Milão com cír-
culos neoplatônicos, o que lhe propicia acesso aos escritos de Plotino e
Porfírio”, ao qual, e “Em contraposição à filosofia helenística, o neopla-
tonismo se distingue por um regresso à metafísica idealista de Platão” .
E acentua: “Agostinho, que durante muito tempo foi, ele próprio,
maniqueu, acabou por retirar da metafísica neoplatônica os argumentos
decisivos contra o maniqueísmo” (Brachtendorf, 2020, p . 45), mesmo
que, tempos depois, o Hiponense se viu diante da tarefa de transformar
essa metafísica, pelo fato do “monismo de Plotino” (Brachtendorf,
2020, p . 45) lhe parecer pouco aceitável . Em outros termos, Agostinho
modifica o monismo como um monoteísmo e, em conformidade com
isso, pela ideia da Criação . Nesse contexto, ainda que o Bispo de Hipona
venha remodelar a doutrina monista plotiniana, o contato com a leitura
das obras de Platão, as quais Agostinho tivera acesso através do neopla-
tonismo, “ . . .me deparaste com alguns livros dos platônicos, traduzidos
do grego para o latim” (Agostinho, 2020, v . 1, p . 193), parece, por con-
seguinte, ter provocado um impulso na formação intelectual do filósofo .
Consequentemente, Agostinho pode ter sido levado a reco-
nhecer, num primeiro momento, que examinar a si mesmo, a sua inte-
rioridade, se inicia diante da leitura dos livros neoplatônicos, notada-
mente o neoplatonismo de Plotino, uma vez que a leitura desses livros
pôde criar possibilidades para revelar-lhe a realidade de uma vida ima-
terial à qual guardava relação com a vida interior e, por conseguinte,
ao encontro com Deus . Sobre essas leituras, ele escreve: “Admoestado
por essas leituras a voltar a mim mesmo, entrei guiado por ti em meu

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 177


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

interior, e o pude fazer porque te fizeste minha ajuda” (Agostinho, 2020,


v . 1, p . 196) . Percebe-se que, ao tomar contato com um movimento filo-
sófico conhecido como neoplatonismo, movimento este que se carac-
teriza “por um regresso à metafísica idealista de Platão” (Brachtendorf,
2020, p . 34) e, consequentemente, ao se aproximar da doutrina neopla-
tônica de Plotino, à qual advogava pela espiritualidade e a imortalidade
da alma, Agostinho parece ter finalmente alcançado os meios concei-
tuais pelos quais chega ao conhecimento adequado de Deus .
No entanto, mesmo seguindo os ensinamentos proporcionados
pela filosofia plotiniana em diversos aspectos, como por exemplo, “ . . .a
dimensão metafísica que Plotino forneceu foi de grande interesse para
Agostinho” (Brachtendorf, 2020, p . 45), ou seja, mesmo Agostinho se
identificando com os ensinamentos proporcionados pela corrente de
pensamento da filosofia neoplatônica, ele os refaz, remodela e, a partir de
então, irá fundamentá-los em um viés de cunho religioso com base na fé
cristã . Ensinamentos, inclusive, que o próprio Agostinho não encontrara
nos livros neoplatônicos, mesmo aqueles veiculados por Plotino . Ao lançar
luz sobre esse fato, Brachtendorf, (2020, p . 46) escreve: “Sem crença reli-
giosa o ser humano não pode atingir seu objetivo final”, isto é, a procura
pela Verdade mediante a fé e a investigação de si próprio2 .
Parece ficar evidente que tanto o maniqueísmo como o neopla-
tonismo, foram fundamentais para Agostinho no caminho percorrido
em investigar a si próprio para alcançar a sua paz interior e, consequen-
temente, a procura de Deus . Em outras palavras, mesmo que Agostinho,
tempos depois, precisou efetuar modificações, especialmente na filo-
sofia neoplatônica plotiniana, essas duas escolas do pensamento contri-
buíram de forma profícua em sua formação intelectual, especialmente
na redação de uma das suas principais obras: Confissões.
Após discorrermos, de forma breve, o percurso intelectual de
Agostinho, mesmo não sendo alvo das reflexões de Ricoeur quando
da sua análise sobre a memória pessoal na obra do Bispo de Hipona

2 Quanto à influência da experiência neoplatônica na formação intelectual de


Agostinho, ver: Brown, Peter . Santo Agostinho, uma biografia, 12ª ed . – Rio de Janeiro:
Record, 2020, p .107-121; Brachtendorf, Johannes . Confissões de Agostinho, 3 . ed . São
Paulo: Edições Loyola, 2020, p . 34-46; p . 147-151 .

178 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

e, apenas fazendo referências a dois momentos da sua vida, a saber, o


maniqueísmo e o neoplatonismo, entendemos que essas duas escolas
do pensamento, em múltiplos aspectos, influenciaram o Hiponense na
redação das Confissões, em que Agostinho faz uma análise da existência
humana e, no caso específico, da sua vida espiritual, ou mesmo “lan-
çando um olhar retrospectivo sobre a obra de sua vida” (Brachtendorf,
2020, p . 12), que o conduzirá ao encontro consigo mesmo, isto é, com
a sua interioridade, com o Deus cristão e, consequentemente, com a sua
memória, como evidencia o próprio Agostinho: “A memória nada mais
é que um poder próprio de minha alma, que pertence à minha natureza”
(Agostinho, 2020, v . 2, p . 63) .
Passemos, então, de agora em diante, e de maneira mais apro-
fundada, à discussão proposta por Ricoeur acerca da memória pessoal .

Ricoeur e a memória pessoal: um diálogo com Agostinho

Ao iniciar o desenvolvimento das investigações a respeito da


memória, em sua obra A memória, a história, o esquecimento, especial-
mente na parte I, capítulo 3, nomeado de Memória pessoal, memória
coletiva, o qual se tomará como o capítulo mais profícuo no que se refere
às fontes para o nosso estudo, conforme apontado anteriormente, per-
cebe-se que ao desenvolver o seu trabalho, Ricoeur tem uma preocu-
pação em não perder de vista as discussões sobre o tema da memória . É
nesse cenário que, no começo do século XX, o tema da memória volta a
ganhar relevância diante dos desafios inerentes às várias áreas do conhe-
cimento e, em especial, na filosofia ricoeuriana .
Ao iniciar a discussão sobre a memória pessoal, Ricoeur encontra
Agostinho que se constitui como o primeiro autor tomado na essência
e na defesa do olhar interior, ou seja, para Agostinho a memória tem
um caráter singular e, por esse motivo pode-se falar das “minhas lem-
branças” . Por conseguinte, Ricoeur mencionará uma “tradição do olhar
interior” (Ricoeur, 2007, p . 107) para situar a atribuição da memória ao
eu do “quem” lembra . Esta afirmação abre possibilidades para se con-
siderar que há uma atribuição a um sujeito capaz de se lembrar . Em
outras palavras, pensar a memória como algo pertencente apenas a si
mesmo é estar diante de um exercício comum e talvez quase natural .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 179


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

Como acentua Ricoeur (2007, p . 107), “ao se lembrar de algo, alguém


se lembra de si” . Essa concepção se mostra com tanta força que parece
inegável que as lembranças pertencem tão-somente ao sujeito em sua
singularidade ou mesmo em sua individualidade .
Destarte, a partir de então, o filósofo francês recorre às suas
ideias para demonstrar como o aspecto da memória pessoal foi pensada
e desenvolvida no plano filosófico . Ao se lançar nessa tarefa, Ricoeur traz
à baila três pensadores vinculados com a tradição da memória interior:
Agostinho, que é conhecido entre os maiores intérpretes do seu pensa-
mento como sendo o filósofo da interioridade; John Locke, que explana
o vínculo entre identity, counsciousness e self ou identidade pessoal, o si
e a memória e Edmund Husserl, filósofo pelo qual “a escola do olhar
interior atinge seu apogeu” (Ricoeur, 2007, p . 108)3 .
Alicerçado nas considerações à discussão sobre a memória
interior, no percurso que desenvolveremos, intentamos percorrer um
caminho investigando a atribuição da memória ao eu interior em Agos-
tinho e sua relação com as discussões consideradas por Ricoeur . Agos-
tinho ao tratar sobre o tema da interiorização destaca um voltar-se a si
mesmo, para o interior de si mesmo, uma vez que boa parte da sua vida
peregrinou em um mundo exterior e, por consequência, se distanciou de
sua própria interioridade, “E que lugar há em mim para receber a meu
Deus”? (Agostinho, 2020, p . 20, v .1) .
É importante deixar claro que antes de adentrarmos na dis-
cussão sobre a memória pessoal, a qual pretendemos fazê-la nas linhas
seguintes, intencionamos apresentar algumas considerações sobre o per-
curso desenvolvido por Agostinho em direção à interioridade, ao seu
próprio interior, lugar de uma experiência íntima e pessoal .

3 A partir desse ponto, Ricoeur coloca em marcha uma discussão para


demonstrar como a tradição do olhar interior foi pensada e construída no plano filo-
sófico por autores como Agostinho, John Locke e Edmund Husserl . No entanto, o
nosso propósito nesse estudo é apresentar a atribuição da memória ao eu interior em
Agostinho . Em razão disso, não será abordada a atribuição da memória interior tanto
em relação a John Locke quanto a Edmund Husserl . A respeito disto, ver: Ricoeur,
Paul . A memória, a história, o esquecimento. Campinas, SP: Editora da Unicamp, 2007,
p . 113-129 .

180 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

Agostinho é o filósofo da interioridade e, para ele Deus habita


o interior do homem fazendo com que ele se afaste de toda e qualquer
metafísica do materialismo e, diante desse afastamento, percorra um
caminho que leva a Deus: “E como invocarei meu Deus, meu Deus e
meu Senhor, se ao invocá-lo o faria certamente dentro de mim?” (Agos-
tinho, 2020, p . 20, v .1) . Para o autor das Confissões, o caminho para
encontrar Deus se dá na interioridade: “E, assim, se existo, que motivo
pode haver para Te pedir que venhas a mim, já que não existiria se em
mim não habitásseis?” (Agostinho, 2020, p . 20, v .1) .
Se para Agostinho, Deus habita no interior do homem, infere-se,
segundo essa premissa, que deste modo, procurar Deus será trilhar o itine-
rário que leva a si mesmo . Nesse sentido, Deus está na interioridade, Deus
habita o interior do homem, “E, no entanto, estavas dentro de mim, e eu
fora, a te procurar” (Agostinho, 2020, v . 2, p . 84) . Isto quer significar que,
há uma relação recíproca entre o eu interior agostiniano e Deus, de modo
que o conhecimento de si está intimamente ligado ao conhecimento de
Deus e, a busca por Deus deve se iniciar na interioridade .
Pensar a interioridade consoante Agostinho, é dialogar com a rea-
lidade da experiência do autor africano consigo mesmo e, por consequ-
ência, a realidade da sua experiência com Deus . Realmente, se para Agos-
tinho, Deus habita no interior do homem, depreende-se que “procurar
Deus será percorrer o caminho que leva a si mesmo” (Fernandes, 2007,
p . 45), ou seja, a uma experiência de estar diante de seu próprio interior .
Percebe-se, em vista disso, que para Agostinho, a presença de
Deus na interioridade significa uma condição imprescindível para o
entendimento da memória, “Tudo isso realizo interiormente, no imenso
palácio de minha memória” (Agostinho, 2020, v . 2, p . 62) . Diante do
exposto, uma questão parece nos inquietar quando tratamos da inte-
rioridade em Agostinho, a saber: em que consiste a interioridade no
pensamento agostiniano? Seria essa interioridade concebida como
lugar ou mesmo um espaço geográfico? O livro X das Confissões acena
com algumas pistas à procura de respostas a tais questionamentos, não
obstante seja necessário fazer o uso de algumas metáforas, que podem
despertar no leitor possibilidades que o conduzam a compreender esta
problemática . Em outras palavras, apoiado no texto das Confissões,
Agostinho manifesta um mergulho em si na intenção de um encontro

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 181


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

consigo mesmo e, nesse sentido, a “interioridade é apresentada como


uma forma de espacialidade da intimidade” (Quadros, 2016, p . 116) .
Mas também, a interioridade parece ser muito mais um processo, um
voltar-se cada vez mais para o interior até o mais íntimo de si, ou seja, “É
o movimento em si da interiorização” (Gracioso, 2010, p . 51) .

Interioridade e memória

O movimento de interiorização se constitui como um tema


central na filosofia de Agostinho . Esse caráter um tanto quanto indelével
marca de modo relevante a vida de Agostinho em seu percurso na busca
do encontro consigo mesmo . Ademais, pensar a interioridade consoante
Agostinho é dialogar com a realidade da experiência do autor africano
consigo mesmo . Infere-se, sustentado nessa afirmação, que se faz neces-
sário realizar o movimento que possa criar possibilidades de o homem
sair das coisas materiais, exteriores e mutáveis, e voltar-se para o interior
de si mesmo, para a sua interioridade .
Todavia, uma vez que percorremos o caminho nas linhas ante-
riores desenvolvendo um estudo no que se refere à tese da interioridade
em Agostinho, convém-nos agora darmos mais um passo à frente para
falarmos sobre a memória . Entretanto, é importante sublinhar que
mesmo se tratando de forma específica no percurso agostiniano acerca da
memória, a interioridade não pode dela se distanciar, por entendermos
que discorrer sobre a memória em Agostinho, é desenvolver aspectos
que estão também presentes na interioridade . Ademais, fundado nessas
considerações, pode-se evidenciar que a teoria sobre a memória em
Agostinho guarda aspectos relevantes quando se trata da interioridade .
À vista disso, tanto a memória como a interioridade estão em/na relação .
Ao restabelecer e trazer a discussão sobre o tema da memória para
o campo filosófico, Ricoeur desenvolve uma análise no texto do Livro
X das Confissões e, ao interpretar o pensamento do Bispo de Hipona,
afirma que ele é o filósofo da interioridade, como veremos mais adiante .
Em face dessa discussão, abordar acerca da memória numa ótica
interior em sua interioridade, é se lançar num debate que está em relação
com a questão do homem interior, pois é “no interior do ser humano que
habita a verdade” (Brachtendorf, 2020, p . 41) . Ademais, é no contexto

182 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

da discussão no que se refere à memória numa compreensão interior,


que Ricoeur, em seus estudos sobre a memória, traz à baila uma análise
sobre o “mecanismo” interno da memória na perspectiva individual,
como buscamos desenvolver nesse instante .
No Livro X das Confissões, Agostinho parece lançar mão do uso
de metáforas para descrever a atividade da memória: “Grande é este
poder da memória, prodigiosamente grande, meu Deus! É um san-
tuário amplo e infinito . Quem o pôde sondar até suas profundezas?”
(Agostinho, 2020, p . 62, v .2) . Além disso, a memória constitui um dos
principais temas, além de inúmeros outros, que norteiam o Livro X das
Confissões . De certo, Deus representa uma questão importante para se
compreender a memória, “Grande é o poder da memória! E ela tem algo
que me causa horror, meu Deus, em sua multiplicidade infinita e pro-
funda” (Agostinho, 2020, p . 73, v .2) . Posto isto, é a presença de Deus na
interioridade, fundamentada numa perspectiva “interior sobre o fundo
da experiência cristã da conversão”, que torna Agostinho “ao mesmo
tempo sua expressão e seu iniciador” (Ricoeur, 2007, p . 108) .
Contudo, esclarece o filósofo francês, “( . . .) não são ainda a
consciência e o si, nem tampouco o sujeito que Santo Agostinho des-
creve e honra, mas já é o homem interior que se lembra de si mesmo”
(Ricoeur, 2007, p . 108) . O que leva Ricoeur a esta afirmação? Estaria
Agostinho abrindo novas veredas para uma abordagem diferente sobre a
equação entre a consciência, o si e o sujeito? Todavia, como “iniciador”
de uma tradição, é bem possível que Agostinho não tenha, ao escrever
suas Confissões, essa preocupação com questões sobre a fundação dos
três elementos daquela equação . Ademais, entendemos que essa tarefa
estaria reservada apenas à contemporaneidade, quando o que se busca ali
é “encontrar a raiz de um conceito” (Bruzzone, 2012, p . 38. Corrobo-
rando com essa problemática, Quadros (2016, p . 116), escreve: “Agos-
tinho, como inaugurador de uma tradição, não tem, em sua exposição,
preocupação com questões que estarão na ordem do dia dessa mesma tra-
dição séculos depois, por isso, o homem interior agostiniano ainda não
evidencia questões como, por exemplo, a consciência e o si ou mesmo o
sujeito” . Dessa maneira, em Agostinho, não se trata de consciência, de
si ou de sujeito, e sim, fundamentalmente, do homem interior se lem-
brando de si mesmo . Quer dizer, o Hiponense sustenta a possibilidade

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 183


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

de estimular os homens para o interior, pois é no homem interior, onde


habita Deus, que se deve viver com e a partir dele, pois assim, o homem
deixa de buscar o divino fora de si, nas coisas mutáveis e passageiras .
Nesta visão, Ricoeur, ao fazer a análise do texto das Confissões,
evidencia que Agostinho discorre fundamentalmente sobre o homem e
sua interioridade, o seu interior e, consequentemente, o conhecimento
de si mesmo . Mas, enquanto Ricoeur faz menção, no que se refere à
memória, apenas ao homem interior, o próprio Agostinho (2020, p .
57-58, v .2) faz alusão a dois homens: um exterior e outro interior .

Dirigi-me, então, a mim mesmo, e disse para mim: “E


tu, quem és?” E respondi: “Um homem” . Para me ser-
virem, tenho um corpo e uma alma: aquele exterior, esta
interior . Por qual destas partes de mim mesmo deverei
buscar meu Deus, a quem eu já havia procurado com
o corpo desde a terra até o céu, até onde pude enviar
os raios de meus olhos como mensageiros? Melhor, sem
dúvida, é a parte interior de mim mesmo .

Corroborando com a tese agostiniana acerca da existência tanto


de um homem exterior como de um homem interior, Gilson (2010, p .
225) sublinha:

Ora, há em nós, por assim dizer, dois homens: o homem


exterior e o homem interior . Diz respeito ao homem
exterior tudo o que nos é comum com os animais: corpo
material, vida vegetativa, conhecimento sensível, imagens
e lembranças das sensações . Ao contrário, diz respeito ao
homem interior, tudo o que pertence propriamente a nós
e não se encontra nos animais . Julgamos nossas sensações,
comparamo-las entre si, medimos os corpos e as figuras
submetendo-os às proporções e aos números ( . . .) .

É possível depreender que diz respeito ao homem exterior aquilo


que na alma se assemelha ao animal . Além do que, “os sentidos corporais
seriam a principal fonte de conhecimento do homem exterior, embora

184 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

limitado a somente aquilo que é mundano” (Fernandes, 2007, p . 48) . E,


mais adiante, sentencia: “É por meio do ‘homem interior’ que o homem
tem acesso às verdades, tanto imateriais e imutáveis – verdades de Deus
e da alma – como as verdades do próprio mundo visível” (Fernandes,
2007, p . 48) .
Ainda relacionado a uma reflexão acerca do homem interior, para
Ricoeur, a força dessa perspectiva se encontra, na realização da “análise da
memória à do tempo nos Livros X e XI das Confissões” (Ricoeur, 2007, p .
108-109) . Todavia, não vamos discorrer acerca da análise da memória do
tempo ricoeuriano neste estudo, em virtude de ser imprescindível desen-
volver a articulação do tempo através da dinâmica do passado, presente e
futuro . Nesse sentido, e por conta de sua particularidade, não constitui
um aspecto relevante para desenvolvermos as reflexões neste texto .
Retomando à discussão sobre o caráter da memória pessoal, ao
considerar que a memória está e se dá no interior do homem, Agostinho
parte da interioridade, ou seja, num retorno a si mesmo, afirma que
o homem se coloca em disponibilidade para o encontro com Deus e,
consequentemente, para o encontro com a memória . Escreve Agostinho
(2020, p . 82, v .2):

Vê como explorei o campo de minha memória em tua


procura, Senhor; não me foi possível encontrar-te fora
dela . Porque nada encontrei de ti que não fosse lem-
brança desde que aprendi a te conhecer, e nunca me
esqueci de ti desde que te conheci . Onde encontrei e
verdade, aí encontrei meu Deus, que é a própria verdade;
e desde que aprendi a conhecer a verdade, nunca mais a
esqueci . Por isso, desde que te conheço, permaneces em
minha memória . É lá que encontro quando me lembro
de ti e quando sou feliz em ti . Estas são as santas delícias
que me deste em tua misericórdia, pondo os olhos em
minha pobreza .

Percebe-se que é na memória que Deus é primeiramente averi-


guado, uma vez que, quando nos esquecemos de algo é em Deus que
deve começar a procura, pois “( . . .) desde que Te conheço, permaneces

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 185


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

em minha memória” (Agostinho, 2020, p . 57-58, v .2) e, ao mesmo


tempo, como Deus habita o interior do homem, é também numa inda-
gação de si que se dá o “círculo” da memória .
Partindo das considerações evidenciadas por Ricoeur em linhas
precedentes sobre a memória pessoal e sua relação com as ideias de Agos-
tinho sobre o sujeito da memória no Livro X das Confissões, este tópico
teve como escopo, refletir sobre como se dá no pensamento de Agos-
tinho o “funcionamento” da memória e da interioridade, para isso, ana-
lisamos num primeiro momento a questão da interioridade, passando,
em seguida, para a questão da memória no pensamento agostiniano na
obra as Confissões .
A memória e a interioridade, postas em discussão até aqui,
parecem indissociáveis quando abordadas pela doutrina agostiniana . Em
função disso, a memória consiste na dimensão interior do ser humano
e, nessa perspectiva, é na própria interioridade que o homem poderá
alcançar Deus e, por consequência, a memória . Dessa forma, Agostinho
traz a discussão sobre a memória para a interioridade . Esta será pensada
como um espaço interior, mas como espaço interior habitado pelo
divino, pelo Deus cristão agostiniano .
Portanto, o percurso filosófico que inaugura a doutrina agosti-
niana sobre a memória, é a afirmação de que a memória está relacionada
como sendo de si mesmo, de sua interioridade . Nesse contexto, podemos
afirmar que Agostinho expõe a noção de que a memória é a forma por
excelência que revela o seu interior, isto é, do interior do homem ao
próprio homem .

Ricoeur e os limites da tradição da memória interior

A análise sobre a memória no pensamento filosófico de Ricoeur


empreende uma reflexão sobre essa faculdade humana para além de uma
interioridade e, consequentemente, mais do que uma memória pessoal .
De modo que, essa capacidade de conservar lembranças, em Ricoeur
alcança o reconhecimento de si e mútuo . Esse fato se mostra relevante
na discussão sobre a memória nos estudos ricoeurianos, ao ponto de
Quadros (2016, p . 115), afirmar que “para Ricoeur, a grande preocu-
pação não está numa investigação por uma interioridade somente, mas

186 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

no que leva-nos à ação, isto é, para o autor francês, o reconhecimento se


dá no movimento das relações e no agir humano” . É nesse contexto de
reflexão que evidenciamos os estudos de Ricoeur como sendo um dos
filósofos, entre os autores do século XX, isto é, da nossa contempora-
neidade, que se debruçaram sobre o tema da memória . Melhor dizendo,
a questão sobre a memória se insere em uma das temáticas para a qual
o filósofo francês aponta sua atenção, numa “possível análise dos fenô-
menos relativos à memória e de seus desdobramentos no que se refere à
produção da narrativa historiográfica” (Corá; Vieira, 2012, p . 76) .
Como assinala Ricoeur (2007, p . 108), no contexto ao qual se
insere a discussão sobre o caráter essencialmente privado da memória, é
na “Antiguidade tardia de matiz cristã”, que se encontram as evidências
da tradição do olhar interior e seus iniciadores, sendo “Santo Agostinho
sua expressão e seu iniciador . Pode-se dizer dele que inventou a inte-
rioridade sobre o fundo da experiência cristã da conversão” (Ricoeur,
2007, p . 108) . É fundamentado nas considerações acerca da memória e
a sua relação com a interioridade, mas, também em sua ampliação com o
reconhecimento de si e mútuo, que Ricoeur desenvolve uma análise do
texto das Confissões, especialmente no livro X .
Antes, Ricoeur busca deixar explícita a intenção de sua pesquisa,
a saber: estender pontes entre discursos que se mostram divorciados, afas-
tados, de modo que, tornam problemática a questão de uma memória
apenas individual . Todavia, qual o propósito de Ricoeur ao afirmar isso?
O que entender do pensamento ricoeuriano ao propor estender pontes
a esses discursos? Na esteira do pensamento ricoeuriano, percebemos
que o filósofo francês, entende que há, de um lado, uma consciência
individual que beira o “solipsismo especulativo” sede da memória indi-
vidual . Em vista disso, Ricoeur se propõe a “discernir as razões desse
mal-entendido radical por um exame do funcionamento interno de cada
um dos discursos sustentados de um lado e de outro” (Ricoeur, 2007, p .
107) . Isto posto, sua intenção é a de não deixar escapar um diálogo entre
a memória individual e a memória pessoal e, desta maneira, “examinar
o funcionamento interno de ambos os discursos com a esperança de
encontrar caminhos de entendimento mútuo” (Bruzzone, 2012, p . 95) .
Numa palavra: ele advogava que tanto a memória individual quanto a
memória pessoal, estão na e em relação . Com efeito, Ricoeur abordará

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 187


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

a pessoa em uma dupla perspectiva originária, a saber, a que parte do


reconhecimento de si e que se dá na relação com o outro .
Assim, seria apressado de nossa parte afirmar veementemente
que a intenção do estudo ricoeuriano acerca da memória é a de apre-
sentar uma resolução das problemáticas às quais elas estão albergadas .
Isso ocorre motivado pelo fato de que o que caracteriza o trabalho de
pensamento de Ricoeur é o de colocar em diálogo os mais diferentes
autores, respeitando-lhes o trabalho e, ao mesmo tempo, extraindo deles
o mais relevante ao desenvolvimento de sua própria investigação . Dessa
forma, a nossa pesquisa caminha no sentido de tomar as duas dimensões
da atribuição da memória – individual e pessoal – como algo indispen-
sável na expectativa de encontrar maneiras de entendimento mútuo .
Como assenta o filósofo francês em suas considerações em relação
à memória individual, essa “escola do olhar interior instaurou-se assim
progressivamente” (Ricoeur, 2007, p . 106), ao ponto de colocar no “olhar
interior” um impasse para a memória pessoal . Infere-se, a partir dessa
afirmação, que esse fato, por extensão, põe em relevo a próxima escala
da investigação acerca da memória proposta por Ricoeur, isto é, o pensa-
mento ricoeuriano evidencia como pressuposto manifesto compreender a
questão da imputação da memória a um sujeito . Nesse sentido, Ricoeur,
ao afirmar que lembrando-se de alguma coisa, de algo, a pessoa ou alguém
se lembra de si, tal ideia se mostra com tanta força que parece evidente
que as lembranças se remetem ao próprio sujeito singular, ou seja, das
“minhas” e não das “suas” lembranças . Corroborando com o pensamento
ricoeuriano, Quadros (2016, p . 113) observa que, “essa compreensão,
em muitos momentos, dominou inteiramente a percepção do lócus da
memória, até por conta de seu caráter, digamos assim, mais comum, roti-
neiro, uma vez que ‘geralmente’ somos nós, a partir do eu que lembramos
ou que, pelo menos, enunciamos as lembranças” .
Isto posto, nas linhas precedentes intencionamos evidenciar um
estudo acerca da memória do ponto de vista da tradição do olhar interior
no pensamento de Agostinho, discorrendo acerca da memória pessoal
na esteira das reflexões desenvolvidas por Ricoeur . Todavia, o autor de A
memória, a história, o esquecimento, intenciona se distanciar da limitação
do polo da memória entendida apenas como individual . Em outros
termos, o filósofo francês percorre um caminho na tentativa de apre-

188 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

sentar uma característica particular em relação a Agostinho, posto que


a filosofia desse último apontava quase que completamente evidência à
interiorização, ou seja, que a memória se caracteriza como um exercício
interior, na busca por e no encontro com Deus . Com efeito, a memória
tem um poder divino, se constitui uma riqueza, um grande poder,
reforça o filósofo medieval . Ao citar Ricoeur (2007, p . 110): “( . . .) lem-
bro-me de mim, do que fiz, quando e onde o fiz e da impressão que tive
ao fazê-lo” . Portanto, o espírito é, por consequência, a própria memória .
Se a memória individual, como referenciada anteriormente,
estava quase que inteiramente enfatizada à interiorização, à presença,
“( . . .) é na memória que Deus é primeiramente buscado” (Ricoeur, 2007,
p . 109), Ricoeur busca expor uma solução que vai dar uma dimensão
mais efetiva ao eu, numa perspectiva de uma subjetividade aberta ao
outro, mas também a um eu constituído na relação . Nessa concepção,
o filósofo francês sinaliza sobre a possibilidade “( . . .) de atribuir uma
memória de um triplo distinto . Os próximos, essas pessoas que contam
para nós e para os quais contamos ( . . .)” (Ricoeur, 2007, p . 141) . Por
consequência, ao colocar outros elementos na relação, o filósofo francês
pretende sair do polo da memória agostiniana entendida como indi-
vidual . Para esse propósito, Ricoeur aponta para “uma tríplice atribuição
da memória: a si, aos próximos, aos outros” (Ricoeur, 2007, p . 142) .
Após esse percurso, percebemos que a memória individual,
apesar de sua relevância, não dá conta sozinha da resposta à pergunta
“quem lembra?” . Assim, na perspectiva de Ricoeur, não é a memória do
eu ou memória interior que vai dar uma dimensão, um aspecto signifi-
cativo ao eu na relação, e sim, muito mais a memória pessoal, pois na
concepção ricoeuriana a pessoa é um ser de relação com os “próximos” .

Considerações finais

Discutimos nesta pesquisa a imputação da memória ao eu, que


por um lado, se manifesta como exame sobre o conceito de memória
individual na perspectiva de Agostinho que sustenta a respeito da
questão da memória como interioridade, ou seja, no pensamento do
filósofo medieval a memória está apenas no campo individual e na defesa
do olhar interior .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 189


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

Já no ponto de vista de Ricoeur, por outro lado, percebemos


que existe uma distinção sobre a memória pessoal, como chamada pelo
filósofo francês, e a memória na interioridade, tomada como um caráter
singular, individual, assentada no pensamento de Agostinho, como
apontada acima . Com efeito, no pensamento de Ricoeur a memória
pessoal é entendida numa dimensão não mais fechada em um indivíduo,
ou seja, desprovida de relações e, sim, em uma compreensão do eu na
sua abertura ao outro, no seu processo de reconhecimento de si e mútuo .
Neste sentido, percebe-se que há uma busca, no pensamento
de Ricoeur, em sair da limitação do polo da memória entendida como
individual, ou seja, para o autor francês a preocupação não está apenas
no exame por uma interioridade, mas no reconhecimento que se dá no
movimento das relações e, por consequência, no que nos leva à ação, isto
é, ao agir humano .

190 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


MEMÓRIA PESSOAL EM AGOSTINHO E RICŒUR

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FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 191


JADILSON ALMEIDA VILAS BOAS | ELTON MOREIRA QUADROS

REALE, Giovanni . História da filosofia: patrística e escolástica. v . 2 .


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RICOEUR, Paul . A memória, a história, o esquecimento. Cam-


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Íntimo Meu na memória no livro X das Confissões de santo Agos-
tinho. Mestrado em Ciências da Religião . São Paulo, 2014 .

192 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICOEUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

Aluizio Oliveira de Souza


José Vanderlei Carneiro

Considerações iniciais

“Prefiro dizer pessoa em vez de consciência, sujeito, eu”.


Paul Ricoeur
ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

A discussão deste artigo visa uma filosofia da pessoa1 a partir da


hermenêutica de Paul Ricoeur (1913-2005) . No entanto, vale pontuar
que como Hans-Georg Gadamer (1900-2002), em seu texto intitulado
de Subjetividade e intersubjetividade, sujeito e pessoa (1975), escreveu
que: “Tanto em Descartes quanto em Leibniz e John Locke, o conceito
de pessoa é definido por meio do conceito reflexivo da autoconsciência
sem que o outro seja efetivamente considerado aí”2 . Por algum tempo,
a história da filosofia se esquivou do pensamento e do debate que abar-
casse profundamente uma filosofia da pessoa; por muito tempo os teó-
ricos, principalmente, das ciências humanas não se dedicaram a configu-
ração ou reconfiguração da categoria, homem . Nem sequer propuseram
substituir essa categoria pela noção de pessoa .
Contemporâneo de Gadamer, no período histórico de escrita,
na filosofia pós-heideggeriana e na filosofia hermenêutica, Ricoeur,
também dedicou alguns de seus estudos à ideia de pessoa . Por isso, essa
investigação passa por algumas exposições no que diz respeito a noção
de pessoa, tais como em: Histoire et vérité (1955), Soi-même comme
un autre3 (1990), Lectures 2: La contrée des philosophes (1992) e Per-
cours de la reconnaissance (2004) . Conjuntura teórica e metodológica
reflexiva de fundamentação última que parte de uma filosofia herme-

1 No site Digital Ricoeur o termo filosofia da pessoa aparece nas seguintes


obras e artigos: Dimensions d’une recherche commune [1948]: article Entries found:
1 . Gabriel Marcel et Karl Jaspers . Philosophie du mystère et philosophie du paradoxe
[1947]: book Entries found: 1 . Méthode réflexive appliquée au problème de Dieu
chez Lachelier et Lagneau [2017]: book Entries found: 1 . Essai sur l’expérience de
la mort [compte rendu] [1951]: article Entries found: 1 . Philosophie de la volonté .
Finitude et Culpabilité . I . L’homme faillible [1960]: book Entries found: 2 . Approches
de la personne [1990]: article Entries found: 4 . Lectures 2 . La contrée des philosophes
[1992]: book Entries found: 5 . Disponível em: https://www .digitalricoeurportal .org/
digital-ricoeur/Search .php . Acesso em: 6 de abril de 2023 .

2 Gadamer (2007, p . 26) .

3 Esta obra é de grande profundidade intelectual, de intensa e sofisticada her-


menêutica filosófica . Ao fim do prefácio, Ricoeur descreveu, “este trabalho reconhece
pertencer àquilo que Jean Greisch denomina a idade hermenêutica da razão” (Ricoeur,
2014, p . XLII) .

196 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

nêutica e de uma hermenêutica filosófica . Por conseguinte, essa pro-


posta, em consonância com Ricoeur, é percorrer a filosofia da pessoa, em
abordagens: atitude, semântica, pragmática4 e capacidades .
Antes de passarmos para os pontos citados, outra consideração
importante precisa ser ressaltada no que condiz com as abordagens
da pessoa, implica que este desenvolvimento se configura, em alguma
medida, numa reconfiguração conceitual, isto é, o modo com o qual o
filósofo francês trabalhou a linguagem, assim também, faremos com a
noção de pessoa – isto é, um deslocamento conceitual . Nos primeiros
estudos da obra O si-mesmo como outro, Ricoeur escarneia a noção de
pessoa a partir de uma Analítica do Si no âmbito da linguagem . Esta
perspectiva tende para um novo arranjo conceitual .
Desta forma pergunta seria, o que é pessoa para Ricoeur? Porém,
verifica-se que essa questão indica múltiplas perspectivas de análises diante
da hermenêutica do filósofo . Primeiro, os diversos escritos sobre a noção
‘pessoa’; segundo o desempenho de uma enxertia entre a antropologia,
a hermenêutica, a fenomenologia, a psicanálise, a história, o estrutura-
lismo e o existencialismo . Dessa maneira, outras questões se impuseram
nesta abertura de horizontes, a saber: i) Quais são as abordagens, sobre
a noção de pessoa, desenvolvidas por Ricoeur? ii) Como se enunciam as
abordagens interpretativas acerca da pessoa, segundo Ricoeur? iii) Qual
a contribuição do pensamento hermenêutico, de Ricoeur, para a pessoa?
Em decorrência destas questões, pontuamos as seguintes hipó-
teses: i) vamos distingui-las em abordagens semântica e pragmática no
âmbito da linguagem, no âmbito da ética, uma abordagem direcionada
a norma moral; ii) as abordagens hermenêuticas de Ricoeur enun-
ciam-se da seguinte forma, pessoa falante, pessoa que age, pessoa que
sofre, pessoa narradora, pessoa responsável – considerando hermeneu-
ticamente questões da linguagem, da ação e da narrativa; iii) a contri-
buição hermenêutica de Ricoeur direcionada a noção de pessoa, via des-
locamento epistêmico conceitual que compreende a passagem de uma

4 O si-mesmo como outro, dividido em dez estudos, o primeiro e o segundo


estudo: semântico e pragmático, também identificados, como: “nosso problema é fazer
um confronto entre pesquisa referencial e pesquisa reflexiva – e uma teoria integrada
do si-mesmo (pelo menos no plano linguístico) . (Ricoeur, 2014, p . 20) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 197


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

antropologia filosófica para uma filosofia da pessoa5 . E nessa passagem


de uma antropologia filosófica para uma filosofia da pessoa seguiremos
um diálogo com a noção de homem capaz6 . Passaremos, então, para
os tópicos na tentativa de ampliar e demonstrar as argumentações para
essas questões e hipóteses .

Do personalismo à atitude-pessoa

Em Histoire et vérité, Ricoeur, põe em debate a pessoa de acordo


com o personalismo de Emmanuel Mounier7 . Nesse primeiro momento,
Ricoeur, deixou claro a preocupação do personalismo dizendo que é: “O
personalismo: de início, uma pedagogia da vida comunitária vinculada a
uma conversão da pessoa”8 .
Logo depois, o filósofo francês, apresenta a perspectiva de O
mundo da pessoa, da qual se diferencia a pessoa de outras categorias . “O
indivíduo é exigente e se apodera; a pessoa da e dá-se . Pessoa é genero-
sidade[ . . .] . A pessoa é a figura – limite da comunidade verdadeira, como
o indivíduo o é da não-civilização burguesa e o faccioso, da pseudocivi-
lização fascista”9 . Percebe-se que a pessoa se distancia do indivíduo e do
faccioso; no primeiro está presente o caráter de individualidade, que é
aquele que confisca, que toma posse e isso seria uma não-civilização; o
segundo remete ao caráter autoritário, sua conjugação é com elementos
de violência, ou seja, é a formação de uma falsa civilização .

5 Cometeríamos um erro se, com esta reflexão, concluíssemos que uma filo-
sofia de estilo transcendental é inútil por ser meramente formal . Ela é a primeira etapa
de uma antropologia filosófica . Quem desejasse queimar essa etapa e passar de ime-
diato para uma filosofia da pessoa não saíria do patético senão para cair numa onto-
logia do ser e do nada (Ricoeur, 2019, p . 74) .

6 Ricoeur desenvolve a noção de homem capaz nas obras Escritos e Confe-


rencias 3: antropologia filosófica (2016) e Percurso do Reconhecimento (2006) .
7 Emmanuel Mounier: uma filosofia personalista (Ricoeur, 1968, p . 135) .
8 Ricoeur (1968, p . 138) .

9 Ricoeur (1968, p . 142) .

198 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

Em Lectures 2: La contrée des philosophes (1992), a proposta


de Ricoeur segue a perspectiva dialógica/discursiva/interpretativa na
entoada da noção de pessoa, percorramos . Concentraremos as análises
neste livro, que apresenta dois textos relevantes para esta discussão:
Morre o personalismo, volta a pessoa10 e Abordagens da pessoa11 . No
encalço deste segundo texto, os apontamentos hermenêuticos são em
torno da linguagem, ação, narrativa e ética; dito com outras palavras,
as abordagens ocorreram com as seguintes implicações hermenêuticas
incluída nas: pessoa que fala, pessoa que age, pessoa que narra e pessoa
responsável12 . Além disso, nesse segundo texto encontramos expresso
um compilado da abordagem linguística da pessoa, como em uma
semântica, em uma pragmática e também numa enunciação ética .
Mesmo considerando a importância dos textos ricoeurianos,
nesse momento, a concentração das análises e observâncias terão como
fundamento o texto: Morre o personalismo, volta a pessoa . A concepção
de Ricoeur foi “definir a pessoa por meio de uma atitude, no sentido de
Éric Weil, ou, como se diria em hermenêutica, por meio da compre-
ensão cotidiana que temos dela”13 . Reforçando essa posição de Ricoeur,
o mesmo disse que: “Tentarei classificar a pessoa como o suporte de uma
atitude”14 . Mas, antes dessa configuração hermenêutica de entender a
pessoa como atitude, o filósofo francês esclarece o título do artigo que,
em alguma medida, apresenta-se como polêmico . Seguindo a estrutura
do texto, a divisão concerne em uma explicitação que se divide em: a
primeira parte morre o personalismo, segunda parte volta a pessoa e por
último atitude-pessoa .

10 Texto do ano de 1983, (Ricoeur, 1996, p . 155) .


11 Texto do ano de 1990, (Ricoeur, 1996, p . 163) .

12 A questão que se colocar neste ponto é a substituição do termo homem


pelo termo pessoa . Ricoeur descreve, no texto Abordagens da pessoa, o termo homem,
porém, consideramos conveniente e apropriado para esta pesquisa a noção pessoa .
(Ricoeur, 1996, p . 164) .

13 Ricoeur (1996, p . 163) .

14 Ricoeur (1996, p . 156) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 199


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

Porque morre o personalismo e o que isso quer dizer? Exporemos


algumas argumentações para a defesa dessa afirmativa ricoeuriana . Pri-
meira, o personalismo não foi páreo, não foi combativo conceitualmente
contra as teorias de sua época, a exemplo de: o existencialismo de Sartre,
a fenomenologia de Merleau-Ponty, o marxismo de Gramsci e o mar-
xismo de Althusser . “Em suma, o personalismo não era suficientemente
competitivo para ganhar a batalha do conceito”15 . Segunda, uma outra
disputa para com o personalismo, foi o confronto teórico com o estru-
turalismo, da qual também saiu derrotado, ou seja, a teoria foi “vencida
por outra voga cultural poderosa nos anos sessenta . Evoco aqui a voga
dos estruturalismos”16 . ]
Outra referência que o filósofo francês não deixou escapar, foram
os ataques nietzschianos (algumas vezes interpretados erroneamente
como niilistas) ao personalismo, que tinha sua perspectiva, deliberada-
mente cristão . Por fim, mas, não menos significativo é a concepção de que:
“Talvez Mounier tenha sido enganado aqui pela ilusão comum a toda a
sua geração, segundo a qual seria possível inovar absolutamente no campo
cultural, qualquer que fosse o passado dos termos usados”17 . Se Mounier
estivesse pensando que o personalismo teria a capacidade de se auto refazer
histórico e culturalmente, se enganou completamente, ele não só não con-
seguiu, como de acordo com Ricoeur, teve sua morte concretizada .
O título do texto de Ricoeur, dividido em duas partes, diz que
a morte do personalismo faz voltar a pessoa, literalmente, está escrito:
Volta a pessoa!18 Por que e como isso acontece? Por que deve voltar a
pessoa? Primeiro ponto, por causa dos problemas de cunho político,

15 Ricoeur (1996, p . 155-156) .

16 Ricoeur (1996, p . 156) .


17 Ricoeur (1996, p . 157) .

18 Volta a pessoa! Não insisto sobre a fecundidade política, econômica e social


da ideia de pessoa . Baste-me evocar um único problema: o da defesa dos direitos
humanos em outros países que não o nosso país, ou o dos direitos dos prisioneiros e dos
detentos em nosso país, ou ainda os difíceis casos de consciência postos pela legislação
de extradição: como se poderia argumentar em cada um desses casos sem referência à
pessoa? (Ricoeur, 1996, p . 158) .

200 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

econômico e social . Pois, estes reverberam nas questões civis dos direitos
humanos, dos direitos dos prisioneiros, das problemáticas geopolíticas/
fronteiriças, das questões de imigração e da extradição dos estrangeiros .
Diante destes problemas, é preciso pôr em debate filosófico a condução
de uma reflexão da categoria pessoa e tal ponderação deve repercutir
numa filosofia da pessoa .
Segundo ponto, Ricoeur esclarece que: “Relativamente à ‘cons-
ciência’, ao ‘sujeito’, ao ‘eu’, a pessoa aparece como um conceito sobre-
vivente e ressuscitado[ . . .] . Prefiro dizer pessoa em vez de consciência,
sujeito, eu”19 . A consciência remete a Freud, o sujeito refere-se à escola
de Frankfurt junto com os pós-estruturalistas e o Eu implica na filosofia
do cogito inaugurada por Descartes, que vez por outra finda caindo no
solipsismo . São concepções filosóficas vivas, atuantes e produtoras desta
contemporaneidade . Assim também, seria a situação de uma filosofia
da pessoa, caso, a morte do personalismo não tivesse ocorrido . Tendo
essa morte ocorrido, Ricoeur, tenta e nos oferece a recuperação da noção
de pessoa, especificamente, de uma filosofia da pessoa . Vejamos então
como Ricoeur propõe o diálogo condizente a pessoa .
Tendo visto, em alguma medida, a morte do personalismo, a
proposta é o abandono da perspectiva-filosófica denominada persona-
lismo, com isso, o desafio a ser enfrentado se dá em, “como falar da
pessoa sem o suporte do personalismo?”20 e a resposta de imediato é:
“consiste em dar um estatuto epistemológico apropriado ao que chamo,
com Eric Weil, uma ‘atitude’”21 . Então, se o personalismo tinha por
motivação falar da pessoa por meio de uma antropologia cristã, Ricoeur,
propõe, pelo menos em um primeiro momento, uma investigação epis-
temológica . Dito com outras palavras, a questão se formula assim, como
desenvolver uma reflexão acerca da pessoa sem considerar o persona-
lismo? A resposta, de modo direto, é pensar uma epistemologia da atitu-
de-pessoa, para desaguar numa filosofia da pessoa .

19 Ricoeur (1996, p . 158) .


20 Ricoeur (1996, p . 158) .

21 Ricoeur (1996, p . 158) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 201


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

Cabe neste momento, discorrermos nos entremeios do critério


da crise e do engajamento para caracterizar a atitude-pessoa .
Alguns traços que atestam a noção de crise, a “pessoa é essa unidade
para a qual a noção de crise é a característica essencial da sua situação”22 .
No período histórico e geográfico, no tempo atual e fora da época contem-
porânea, independentemente da classe social, da religião, da orientação
sexual e da educação que recebeu, a pessoa23 está vulnerável à crise . Sofrer
uma crise é constitutivo, inerente, intrínseco da pessoa, isto implica que,
deve-se entender a “universalidade da noção de crise[ . . .], perceber minha
situação como crise é não mais saber que ela é meu lugar no universo[ . . .] .
Perceber-se como pessoa deslocada é o primeiro momento constitutivo
da atitude-pessoa”24 . Para Ricoeur, a atitude-pessoa não poderia ser outra
coisa senão aquele que desenvolve o reconhecimento da crise, de um si
deslocado, ou seja, identificar que parte da pessoa se complementa com a
crise, isto é a função da atitude-pessoa .
A crise pode desestabilizar as emoções, alavancar posições céticas
e fazer acender disposições niilistas . Por meio da crise determinadas
coisas podem ocorrer, como por exemplo: “não sei mais qual é meu lugar
no universo, não sei mais que hierarquia estável de valores pode guiar
minhas preferências, não distingo claramente meus amigos dos meus
adversários, mas existe para mim o intolerável”25 . Depois da perda dos
valores, de estar desorientado no universo, de não mais conseguir operar
nenhuma distinção, parece o momento propício para refletir e reclamar
uma filosofia da pessoa . Se mesmo durante toda a crise houver algo de
intolerável, esse intolerável é o convite a repensar essa filosofia .

22 Ricoeur (1996, p . 159) .

23 Aqui a pessoa sai da esfera conceitual de abstração e passa para uma dimensão
de pessoa concreta, no sentido de pessoa que age, ou seja, para uma atitude-pessoa,
uma pessoa em ação .

24 Ricoeur (1996, p . 159) . A referência da conjuntura deste pensamento vem de


Landesberg, Problemas do personalismo, através de Max Scheler, O lugar do homem
no universo .

25 Ricoeur (1996, p . 160) .

202 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

Mas, não é somente falar da crise que estaremos falando de pessoa,


outro critério, também abordado, é o do engajamento, que implica em:
“Tomo posição, tomo partido e assim reconheço o que, maior do que eu,
mais durável do que eu, mais digno do que eu, me constitui como devedor
insolvente”26 . É importante criar a capacidade de indignação na amplitude
da crise, no sentido de negar – por algum instante – a tolerância, é preciso
não tolerar tudo e isso leva ao engajamento formando o entendimento
de que, segundo Ricoeur: “A convicção é a replica à crise: meu lugar me
é atribuído, a hierarquização das preferências me obriga, o intolerável me
transforma, de desertor ou de espectador desinteressado, em homem de
convicção que descobre ao criar e cria ao descobrir”27 . Portanto, considerar
possível uma analítica filosófica da pessoa é tentar a superação e saída dos
conceitos tradicionais antropológicos, como por exemplo o termo indi-
víduo; é com a crise e com o engajamento, elementos fundamentais, para
o surgimento da noção de atitude-pessoa e são com esses primordiais cri-
térios que volta à pessoa e morre o personalismo .
Por último, podemos considerar a ideia de atitude-pessoa como
parte fundamental para a composição de uma filosofia da pessoa . Mas,
ainda é apenas uma primeira parte, outras abordagens serão apresen-
tadas e desenvolvidas para consolidação de tal pensamento filosófico,
nesse sentido, a próxima abordagem implicará na questão semântica,
isto é, a pessoa sendo investigada por uma linguagem semântica .

Pessoa: abordagem semântica28

Para esta análise será importante dissertar naquilo que diz res-
peito a filosofia da pessoa, verificar como tal noção se inter-relaciona e

26 Ricoeur (1996, p . 160) .

27 Ricoeur (1996, p . 160) .

28 A divisão do primeiro estudo da obra O si-mesmo como outro (2014) . O


estudo é intitulado de: A “pessoa” e a referência identificadora – Abordagem semântica .
Os quatro pontos específicos deste capítulo se apresentam da seguinte forma: 1 . Indi-
víduo e individualização; 2 . A pessoa como particular básico; 3 . Os corpos e as pessoas;
4 . O conceito primitivo de pessoa .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 203


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

dialoga com estas discussões . Vamos tomar a ideia filosófica de pessoa


como chave de leitura e interpretação para assim tentar construir e apre-
sentar um quadro conceitual daquilo que Ricoeur entende em seu pen-
samento hermenêutico filosófico .
No tema da individualização, a filosofia da pessoa ainda não está
estabelecida nem formada para uma articulação conceitual . Desse modo,
a explanação permanece no âmbito do que o filósofo francês nomeou de
referência identificadora . “Vamos estabelecer que a pessoa é uma das
coisas que distinguimos por referência identificadora”29 . Permanecendo
nesta menção, e em outra descrição, o filósofo disse que: “É no trajeto da
referência identificadora que encontramos pela primeira vez a pessoa”30 .
Prosseguiremos com essa perspectiva de averiguar a pessoa como coisa a
ser identificada, como algo que precisa ser identificado e neste primeiro
momento veremos a pessoa nos procedimentos de individualização .
Percorrendo neste tema, Ricoeur diz preferir a individualização
em vez do indivíduo, isso porque, para ele, o primeiro se opõe a ideia
de classificação, a individualização consiste na preservação da singu-
laridade, isto é, as circunstâncias particulares da individualização são
conservadas, distintamente do que ocorre com a noção de classificar . A
noção de pessoa é individualização, contrário do que ocorre com o indi-
víduo, que opera com a classificação . A esse respeito Ricoeur disse: “pre-
ferimos falar de individualização, em vez de indivíduo[ . . .] . A individu-
alização pode ser caracterizada, grosso modo, como o processo inverso
ao da classificação, que abole as singularidades em favor do conceito”31 .
Essa definição remeterá a três classes/categorias de operadores da indivi-
dualização: descrições definidas, nomes próprios e indicadores .
As categorias de operadores se resumem, desse modo, em: “A
descrição definida consiste em criar uma classe com um único membro,
por intersecção de algumas classes bem escolhidas (homem, andar,

29 Ricoeur (2014, p . 1) .
30 Ricoeur (2014, p . 1) .

31 Ricoeur (2014, p . 2) .

204 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

lua)”32, a descrição definida é o âmbito da linguagem artificial que se


limita somente em ser escrita e lida . “Quanto aos nomes próprios, limi-
tam-se a singularizar uma entidade não repetível e não divisível, sem a
caracterizar, sem a significar no plano predicativo”33, os nomes próprios
atribuídos aos seres humanos são, de alguma forma, a confirmação da
identidade . “A terceira categoria de operadores de individualização, a
dos indicadores, contém os pronomes pessoais (“eu”, “tu”), os dêiticos,
que agrupam os demonstrativos (“isto”, “aquilo”), os advérbios de lugar
(“aqui”, “aí”, “lá”)34, sem nenhuma relevância de superioridade, “apenas
os indicadores visam o “eu” e o “tu””, com isso queremos indicar, princi-
palmente, certa proximidade com a filosofia da pessoa .
Pessoa também pode ser entendida como particular básico com-
preendida no termo “coisa” . “Note-se para começar que esse tratamento
da pessoa como particular básico não põe a tônica na capacidade da
pessoa de se autodesignar ao falar[ . . .] aqui, a pessoa é uma das “coisas”
das quais falamos, e não um sujeito falante”35 . Como particular básico
é uma coisa porque ainda permanece numa figura de analisável, pois,
ainda não está na posição de locutor nem de interlocutor . Com isso, o
que temos aqui é uma pessoa dentro da semântica da língua que impul-
sionará a significância e relevância para uma filosofia da pessoa .
Nesta ocasião, especificamente neste início, numa elaboração
reflexiva, pessoa aparece com essa configuração de ‘coisa’: “Ora, fala-se
de pessoas ao se falar das entidades que compõem o mundo . Fala-se
delas como “coisas” de um tipo particular”36 . Da simples referência iden-
tificadora, que é a reflexão da pessoa, um outro movimento para com-
preensão desta noção é a ideia de “coisa” tal qual foi apresentada acima .
Isto é, individualização ou coisa são possíveis definições para pessoa no
âmbito da linguagem numa abordagem semântica . No que concerne a

32 Ricoeur (2014, p . 3) .
33 Ricoeur (2014, p . 3) .

34 Ricoeur (2014, p . 5) .
35 Ricoeur (2014, p . 6-7) .

36 Ricoeur (2014, p . 7) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 205


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

palavra “coisa”, Ricoeur disse que: “Evidentemente, não deve haver con-
fusão quanto ao uso da palavra “coisa” [ . . .]37 . Essa palavra simplesmente
serve para marcar que a primeiríssima investigação de uma filosofia da
pessoa pertence à problemática geral da referência identificadora . É uma
“coisa” aquilo de que se fala” .
Corpos e pessoas, em torno desta relação o filósofo francês chama
a atenção em dois corolários, primeiro corresponde ao dualismo, sig-
nifica que para esta análise não é possível desconsiderar a distinção que
ocorreu ao longo da história filosofia entre consciência e corpo . Ricoeur,
designou de “pessoa como entidade pública e consciência como entidade
privada”38, apesar da observação, o filósofo pontua que é preciso desen-
volver uma análise ainda mais aprofundada . O segundo corolário, diz
respeito a pessoa com a qual se atribuem uma consciência e essa pessoa
não se limita aos pronomes de primeira e segunda pessoa, também, é
atribuído aos pronomes de terceira pessoa . A pessoa como corpo, disse
Ricoeur: “A possibilidade de as pessoas serem também corpos é mantida
como reserva na definição geral dos particulares básicos, segundo a qual
estes são corpos ou possuem corpos . Possuir um corpo é o que fazem ou
o que são as pessoas”39 . Ricoeur descreveu a interpretação e o sentido que
damos, no âmbito da identificação, da pessoa como corpo . “Essa prio-
ridade dada aos corpos é da maior importância para a noção de pessoa”40 .
Em suma, a individualização, a coisa e o corpo são termos apon-
tados para uma filosofia da pessoa compreendida numa condição do
sistema linguístico, pessoa entendida como componente no sentido de
uma palavra, de uma interpretação/analítica de sentenças ou de enun-
ciados . Individualização, coisa e corpo aloca a pessoa como particular
básico, enquadra na teoria da referência identificadora . Identificar pessoa
como individualização, coisa ou corpo é subjugar no campo semântico
para a fundamentação de uma filosofia da pessoa . No entanto, se assim

37 Ricoeur (2014, p . 7) .

38 Ricoeur (2014, p . 10) .


39 Ricoeur (2014, p . 9) .

40 Ricoeur (2014, p . 9) .

206 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

permanecesse, teríamos uma filosofia com vias deterioradas, e uma filo-


sofia com vias abertas que cobra a pragmática da pessoa .
Complementando essa parte, de acordo com Ricoeur, uma pes-
quisa – tematizada no âmbito das ciências do espírito – exige múltiplas
abordagens, o que não é diferente deste artigo . Portanto, para além do con-
ceito de atitude-pessoa e de uma abordagem semântica da pessoa, também,
vamos indagar e dialogar acerca da abordagem pragmática da pessoa .

Pessoa: abordagem pragmática

A investigação relacionada a pessoa, agora, numa perspectiva prag-


mática e, ainda, com permanência no campo da filosofia da linguagem e
com análise linguística . O que é essa pragmática a qual o filósofo francês se
refere? O próprio Ricoeur nos explica o funcionamento do termo dizendo
que, “a pragmática não pretende proceder a uma descrição empírica dos
fatos de comunicação, mas a uma pesquisa acerca das condições de pos-
sibilidade que regem o emprego efetivo da linguagem [ . . .]”41 . Se na abor-
dagem semântica a pessoa é condita numa pesquisa referencial, era apenas
uma referência identificadora, neste instante, a abordagem pragmática se
relaciona com uma pesquisa reflexiva . Em torno desta pragmática é preciso
evitar certa confusão, pois, não implica em uma descrição empírica, mas,
em condições de possibilidade da linguagem .
A pragmática, neste ponto significativo, aborda a filosofia da
pessoa, implicada consecutivamente, assim: “para a pesquisa referencial,
a pessoa é de início a terceira pessoa, portanto aquela de quem se fala;
para a pesquisa reflexiva, em contrapartida, a pessoa é principalmente
um eu que fala a um tu”42 . Nesse movimento de compreensão da pessoa
percebe-se as diversas mudanças que ela passa: “enunciação”, “enun-
ciador”, “atos de discurso”, “sujeito da enunciação”, “sujeito falante”,

41 Ricoeur (2014, p . 17) .

42 Ricoeur (2014, p . 20) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 207


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

“pessoa que se autodesigna ao falar”43 . Expressam, em alguma medida,


a pessoa no ato da fala, a pessoa no acontecimento da fala . Logo, consi-
derando este aspecto, a pragmática da linguagem implica a enunciação
nos atos de discurso .
Ricoeur recorre, de início, a Récanati44 demostrando como o
mesmo introduz a pragmática na reflexividade e de como essa questão
foi rejeitada pelos antigos e pelos gramáticos de Port-Royal . Em sequ-
ência, o filósofo francês descreve a teoria dos atos de discurso corrobo-
rando com as obras de Austin45 e Searle46 nos conceitos imbricados entre
enunciados performativos e enunciados constativos . Esses enunciados
desaguam em níveis distintos que são definidos como: ato locutório, ato
ilocutório e ato perlocutório47 .
Um segundo ponto que Ricoeur apresenta como problemático
é a relação entre enunciação e enunciador . A relação entre atos de dis-

43 São termos utilizados por Ricoeur no segundo estudo, aparecem como


tópicos e também no decorrer do texto . Observação importante, numa nota de rodapé,
sobre essa pessoa que fala, ela deve, e: “é tratada como um acontecimento mundano” .
(Ricoeur, 2014, p . 21) .

44 François Récanati (1952) filósofo analítico do College de France . Recanati,


La transparence et l’enonciation, Paris, Éd . du Seuil, 1979 . (Ricoeur, 2014, p . 21) .
45 John L . Austin escreveu: How to do things with words, Harvard University
Press, 1962 . (Ricoeur, 2014, p . 22) .
46 John R . Searle, Les actes de langage, trad . Fr . de H . Pauchard, Paris,
Hermann, 1972 . (Ricoeur, 2014, p . 22) .
47 Quais são os atos assim intricados no ato global de dizer? Conhece-se a dis-
tinção cardinal entre ato locutório, ato ilocutório e ato perlocutório . O ato locutório é
a própria operação predicativa: dizer algo sobre algo . Não é insignificante que a desig-
nação de ato não seja reservada ao nível ilocutório, mas já aplicada ao plano locutório;
ressalta-se assim que não são os enunciados que referem, mas os locutores que fazem
referência . (Ricoeur, 2014, p . 23) .

208 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

curso e a pessoa na perspectiva de Benveniste48 . É significativo indicar


que Ricoeur demonstra a posição de Benveniste49, onde este expressa
uma distinção entre pessoa e não-pessoa, para o linguista francês são o
“eu” e o “tu” que podem ser considerados pessoas, o “ele/ela” devem ser
indicados e referenciados como não-pessoa . Em outros termos é possível
dizer que, segundo Ricoeur, Benveniste caiu em uma dicotomia quando
de um lado apresenta a primeira e segunda pessoa, distintamente, coloca
de outro lado a terceira, que para ele (Benveniste), será a não-pessoa .
Cabe uma maior exploração nessa distinção que se refere a pessoa
e a não-pessoa, neste ponto o filósofo francês explicita, que “somente a
primeira e a segunda pessoas merecem esse nome, visto que a terceira é
a não-pessoa”50 . Lembrando que estamos lidando com a pessoa numa
esfera gramatical, assim então, a dicotomia apresenta-se da seguinte
forma: primeira e segunda pessoa, “eu” e “tu”; sejam coisas, animais,
sejam seres humanos, tudo aquilo de que/quem se fala pode ser referen-
ciado como terceira pessoa .
Ricoeur pontua que os argumentos, citado por Benveniste, para
exclusão da terceira pessoa reduzem-se em apenas um . O argumento se
resume numa situação de interlocução, descrito por Ricoeur interpre-
tando Benveniste, o “eu” e o “tu” seriam suficientes para tal interlocução,
não havendo necessidade nem importância de uma terceira pessoa . Essa
posição de Benveniste, de que a terceira pessoa é uma não-pessoa, citada

48 A singularidade do funcionamento dos indicadores, que acaba de reforçar


a teoria dos atos de discurso, é confirmada por uma característica decisiva com a qual
terminaremos a revisão dos dados da pragmática referentes à posição do sujeito no
discurso[ . . .] . Enquanto na abordagem referencial é privilegiada a terceira pessoa, ou
pelo menos certa forma de terceira pessoa, a saber, “ele/ela”, “alguém”, “cada um”,
“on” (francês), a teoria dos indicadores, quando unida à dos atos de discurso, não só
privilegia a primeira e a segunda pessoa, como também exclui expressamente a terceira .
(Ricoeur, 2014, p . 27-28) .

49 Émile Benveniste escreveu: Problèmes de Linguistique Générale, Paris,


Gallimard, 1966 . (Ricoeur, 2014, p . 27) .
50 Ricoeur (2014, p . 27) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 209


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

e comentada pelo filósofo francês em relação a noção de diálogo51 expli-


citada em Do texto à ação (1989) . Na perspectiva de Ricoeur o ato da
leitura (a ação de ler) não é uma troca, não é um diálogo, neste caso,
o livro não seria uma segunda pessoa, apenas uma coisa, essa coisa (o
livro) ou o ato da leitura não poderiam constituir um diálogo, tornan-
do-se assim, uma terceira pessoa . Logo, a leitura é o não-diálogo (para
Ricoeur) e a terceira pessoa é a não-pessoa (para Benveniste) .
Encerando esse tópico em torno da pessoa na esfera da pragmática
da linguagem, concluímos, que para Ricoeur a divisão entre primeira/
segunda e terceira pessoa, defendida pelo linguista francês, não é a posição
orientada pela pragmática da linguagem . Ao contrário, a pragmática se
efetiva (em ato ou na ação) na junção entre a referência identificadora e
a enunciação naquilo que Ricoeur chamou de atos de discurso, dito de
outra maneira, isto implica consequentemente numa relação congruente
entre aquilo do qual se fala e o sujeito falante com a pessoa de capaci-
dades . Dessa forma, essa pessoa capaz52 de fala, ação, narração e respeito
está compreendida nas mais diversas abordagens – como atitude, como
semântica/pragmática da linguagem e como capacidades –, ela também
age, e na sua ação cabe a discussão sobre a ética, assim, compete ao pensa-
mento filosófico uma abordagem da pessoa capaz .

51 Não é uma relação de interlocutor; não é um caso de diálogo . Não basta dizer
que a leitura é um diálogo com o autor através da sua obra; é preciso dizer que a relação
do leitor com o livro é de uma natureza completamente diferente; o diálogo é uma
troca de perguntas e de respostas (Ricoeur, 1989, p . 142) .

52 De acordo com o site Digital Ricoeur este termo, pessoa capaz, aparece
apenas em um artigo e em um livro do filósofo . Le bonheur hors lieu, [1994], artigo; e
Écrits et Conferences, [2019], livro . Disponível em: https://www .digitalricoeurportal .
org/digital-ricoeur/Search .php . Acesso em: 6 de abril de 2023 .

210 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

Do homem capaz à pessoa capaz53

Ricoeur trabalha com a noção de homem de capaz numa pers-


pectiva fenomenológica, um pouco diferente . Desta feita, a proposta
deste artigo é indicar uma reconfiguração deste termo homem capaz
pela noção de pessoa capaz . Nesta elaboração a concepção é mais voltada
para uma dialógica/hermenêutica que suscitará nas pressuposições, de
uma filosofia da pessoa capaz, de uma reformulação da forma modal do
eu posso, sugerindo as seguintes categorias: pessoa capaz de dizer, pessoa
capaz de fazer, pessoa capaz de narrar e pessoa capaz de imputar54 . No
passo seguinte, situaremos cada uma dessas capacidades .
Apontamos que a descrição de uma hermenêutica da pessoa
capaz de dizer, em Ricoeur, aparece distinguida em três traços, ou seja:
na semântica, na pragmática, e no reconhecimento .
Para a semântica55, os desdobramentos dialógicos/hermenêu-
ticos de Ricoeur, estão voltados para a articulação dos atos de discursos
junto com os aspectos ilocutórios dos enunciados e com os recursos das
expressões dêiticas, que podemos citar como exemplo: os tempos dos

53 Para prosseguir no desenvolvimento desta questão nos apropriamos – de


maneira dialógico/hermenêutico – de dois textos, um de maneira direta, o outro de
modo indireto, intitulados: “Uma fenomenologia do homem capaz” (Ricoeur, 2006,
p . 105) e “O destinatário da religião: o homem capaz” (Ricoeur, 2016, p . 309) . Textos
das obras: Percurso do reconhecimento (2006) e Escritos e conferências 3: antropo-
logia filosófica (2016) .

54 Categorias que já aparecem com a substituição entre os termos: de homem


capaz para pessoa capaz .
55 Assim se verifica o segundo traço de uma hermenêutica do homem capaz,
o desvio pela questão “quê?” operada por uma semântica do enunciado para atingir o
“quem” da questão “quem fala?” . Ainda falta explicitar o enunciador da enunciação .
Sua designação se dá pelo recurso dícticos, esses instrumentos da linguagem que se
limitam a “mostrar” singularidades, transcendendo a especificação genérica; os pro-
nomes pessoais, os pronomes de tempo e de lugar, as formas verbais, as descrições
definidas são os meios ordinários de designação dos quais depende a autodesignação
do sujeito falante (Ricoeur, 2006, p . 110-111) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 211


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

verbos56; os advérbios de lugar, modo, tempo e negação57; os pronomes


pessoais58; e os pronomes demonstrativos59 .
Na pragmática60, o filósofo francês demostrou que a pessoa falante
aparece em três gêneros literários distintos na Grécia arcaica, expressados
no âmbito de uma semântica da ação . As personagens, dos relatos epo-
peicos, trágicos e aristotélicos, são representadas como pessoas falantes, o
que significa, que nestes gêneros literários gregos, a pessoa sempre diz, é
intrínseco a fala na pessoa, é a perspectiva ativa duma capacidade do poder
dizer, é a execução do ato de falar (do dizer, do dito) .
No traço do reconhecimento61 é relevante a ideia de designar a si
mesmo (a noção de autodesignação) da pessoa falante . Aqui a questão é
saber como se produz a autodesignação da pessoa que fala? Será com a inter-

56 Canto, cantava, cantei, cantara, cantarei, cantaria (Bechara, 2019, p . 242) .


57 Aqui tudo vai bem (lugar e modo) . Hoje não irei lá (tempo, negação, lugar)
(Bechara, 2019, p . 310) .
58 Os pronomes pessoais designam as duas pessoas do discurso e a não pessoa
(não eu, não tu), considerada, pela tradição, 3ª pessoa: 1ª pessoa: eu (singular), nós
(plural), 2ª pessoa: tu (singular), vós (plural) e 3ª pessoa: ele, ela (singular), eles, elas
(plural) . (Bechara, 2019, p . 180) .

59 Pronomes demonstrativos: são os que indicam a posição dos seres em relação


às três pessoas do discurso . Esta localização pode ser no tempo, no espaço ou no dis-
curso: 1ª pessoa: este, esta, isto; 2ª pessoa: esse, essa, isso; 3ª pessoa: aquele, aquela,
aquilo (Bechara, 2019, p . 183) .

60 Essa prioridade ao “eu posso falar”, “eu posso dizer” justifica-se de duas
maneiras: em primeiro lugar, os sujeitos que agem e sofrem na epopeia, na tragédia
e na teoria aristotélica da ação são sujeitos falantes: os personagens homéricos e, com
mais razão ainda, os heróis trágicos não cessam de falar sobre sua ação . Eles se nomeiam
quando se fazem reconhecer, eles interpretam a si mesmos quando se desmentem;
quanto ao sujeito da decisão e do anseio, é ele que é designado como a “causa” e o “prin-
cípio” de que depende o que eles fazem . O filósofo os faz falar sobre sua ação (Ricoeur,
2006, p . 109-110) .

61 O terceiro traço distintivo por meio do qual a reflexão sobre o sujeito falante
se vincula a uma hermenêutica do homem capaz interessa particularmente à nossa
pesquisa sobre o reconhecimento . A autodesignação do sujeito falante se produz em
situações de interlocução nas quais a reflexividade se associa a alteridade: a palavra pro-
nunciada por uma pessoa é uma palavra dirigida a outra; além disso, pode ocorrer de
ela responder a uma interpelação vinda de outrem (Ricoeur, 2006, p . 111) .

212 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

locução, com o diálogo, com a reflexão ou com a alteridade? Nos parece,


que de acordo com o filósofo francês esses elementos, não se anulam entre
si, ao contrário, são fundamentais para constituição de uma pessoa falante .
São elementos, que além de aprimorar a desenvoltura pessoal de si, possi-
bilitam a construção narrativa de uma identidade pessoal .
A segunda forma modal do “eu posso” alude na perspectiva da
pessoa capaz de agir62 . Essa pessoa que age, que declara: “fui eu que
fiz”63, estava também presente nas personagens da Grécia antiga, nas
epopeias homéricas, nos heróis trágicos, nas ações socráticas dos diá-
logos platônicos e na teoria aristotélica da ação . Ricoeur, defenderá a tese
de que com os modernos perdeu-se a “inocência” dos acontecimentos
literários/filosóficos e a pessoa da ação é vista por meio das operações
de objetivação, a escrita com/de objetividade retirou de cena a pessoa/
personagem que age, as bases desse ocorrer dos acontecimentos estão
constituídas em Kant, são as ligações de causas e efeitos, nessa pers-
pectiva o acontecer se dá por determinação de regras . Um pouco mais à
frente, numa análise de caráter semântico, Ricouer apresenta, a questão
da intenção, aspecto importante e fundamentado em Anscombe64, que
distinguirá o “fazer ocorrer intencionalmente e fazer ocorrer causal-
mente”65 . Ao fim, o filósofo francês não encerra a discussão – acerca do

62 Esse poder fazer se limita a um poder começar que engloba uma série de
ações fragmentárias, às quais ele confere uma espécie de integralidade, que encontrará
mais longe na narrativa a regra de sua configuração . Na ausência dessa operação con-
figuradora, a eficácia do começo pode parecer não ter limites, como quando há ques-
tionamento sobre o alcance de uma decisão: historiadores e juristas conhecem bem os
paradoxos que decorrem disso . Um problema semelhante é posto pela sobreposição das
ações das diversas pessoas . Nesse complexo de interações, como delimitar a parte de
ação de cada pessoa? É preciso então remeter-se à admissão do sujeito que age tomando
para si e assumindo a iniciativa na qual se efetua o poder de agir de que ele se sente
capas (Ricoeur, 2006, p . 113-114) .

63 Ricoeur (2006, p . 111) .

64 Gertrude Elizabeth Margaret Anscombe foi uma das filósofas mais impor-
tantes do século XX . Filósofa analítica do Reino Unido . Disponível em: https://plato .
stanford .edu/entries/anscombe/#MoPoPh . Acesso em: 1 de abril de 2023 .

65 Ricoeur (2006, p . 112) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 213


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

agir/fazer, da ação/acontecimento – sem antes passar pela ontologia do


acontecimento designado por Donald Davidson66 . Portanto, estará nela
– nesta pessoa capaz de ação – inseparáveis elementos, ditos como: as
declarações literárias, as regras de causas e efeitos, a intencionalidade e a
ontologia do acontecimento .
A terceira posição da hermenêutica-fenomenológica da pessoa
capaz é aquela cujo narrar e narrar-se67 comprometem-se na composição
de uma filosofia da pessoa e esse ato de narrar remete a identidade pessoal .
A argumentação de Ricoeur segue a coerência descritiva/filosófica dos
pontos anteriores, defendendo a ideia de que a narrativa estava também
em Aristóteles, nas tragédias e nas epopeias: “É personagem aquele que
faz a ação na narrativa . A categoria do personagem é, pois, também uma
categoria narrativa”68, essa questão desagua na intriga, categoria inves-
tigada por Aristóteles na Poética . O filósofo francês avança em suas aná-
lises e pontua a edificação da narratologia contemporânea desenvolvida
por Vladimir Propp69, nessa perspectiva de pessoa capaz de narrar, que
remontará com essas análises, a noção de identidade narrativa . Essa iden-

66 Donald Herbert Davidson nasceu em 6 de março de 1917 e morreu em 30


de agosto de 2003 . De fato, a primeira grande publicação filosófica de Davidson foi o
artigo seminal ‘Ações, Razões e Causas’ (1963) . Disponível em: https://plato .stanford .
edu/entries/davidson/#BiogSket . Acesso em: 1 de abril de 2023 .

67 Coloco na terceira posição nessa fenomenologia do homem capaz a proble-


mática da identidade pessoal ligada ao ato de narrar . Sob a forma reflexiva do “nar-
rar-se”, a identidade pessoal se projeta como identidade narrativa[ . . .] .

Aprender a “narrar-se” poderia ser o benefício dessa apropriação crítica . Aprender a


narrar-se é também aprender a narrar a si mesmo de outro modo .
Com essa expressão, “de outro modo”, uma problemática inteira é colocada em
movimento, a da identidade pessoal associada ao poder narrar e narrar-se . Propus o
termo identidade narrativa para caracterizar ao mesmo tempo o problema e a solução
(Ricoeur, 2006, p . 114-115) .

68 Ricoeur (2006, p . 115) .

69 Vladimir Propp escreveu a obra, sobre narratologia contemporânea, inti-


tulada: Morphologie du conte – Morfologia do conto (Ricoeur, 2006, p . 115) .

214 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

tidade narrativa70 implica, segundo Ricoeur, na abordagem do conceito


de ipseidade e mesmidade, isto é, são implicações diretas nas relações do
idem, do mesmo com o ipse, do si . Portanto, é possível dizer que a iden-
tidade narrativa possibilita aproximações, mediações e relações no que
condiz com a identidade imutável e a identidade móvel .
Desse modo, a questão agora diz respeito a pessoa capaz de
imputar ou aquilo que Ricoeur chamou de imputabilidade71 . “A série de
perguntas ‘quem fala?’, ‘quem age?’ ‘quem narra?’ encontra uma sequ-
ência na pergunta ‘quem é capaz de imputar?’”72 . Em torno da impu-
tação o filósofo francês desenvolveu, em primeiro lugar, uma discussão
no que concerne ao sentido jurídico73 e em segundo lugar a “passagem
da ideia de imputação para a ideia mais ampla de responsabilidade”74 . A

70 A ideia de identidade narrativa dá acesso a uma nova abordagem do conceito


de ipseidade, que, sem referência à identidade narrativa, é incapaz de desenvolver sua
dialética específica, a da relação entre duas espécies de identidade, a identidade imu-
tável do idem, do mesmo, e a identidade móvel do ipse, do si, considerada em sua
condição histórica (Ricoeur, 2006, p . 116) .

71 Cabe a uma fenomenologia do homem capaz isolar a capacidade que


encontra sua expressão mais apropriada na imputabilidade . A própria palavra sugere a
ideia de uma responsabilidade, que torna o sujeito responsável por seus atos, a ponto
de poder imputá-los a si mesmo[ . . .] .

Partamos dos predicados designados à própria ação sob o título da imputabilidade: são
predicados éticos-morais ligados seja à ideia do bem, seja à de obrigação, que permitem
julgar e avaliar as ações consideradas boas ou más, permitidas ou proibidas; quando
esses predicados se aplicam reflexivamente aos próprios agentes, estes são ditos capazes
de imputação . Assim, com a imputabilidade, a noção de sujeito capaz atinge sua mais
elevada significação, e de algum modo recapitula as formas precedentes de sui-réfé-
rence (Ricoeur, 2006, p . 119-120) .
72 Ricoeur (2006, p . 115) .

73 Em sentido estritamente jurídico, a imputação pressupõe um conjunto


de obrigações delimitadas negativamente pela enumeração precisa das infrações à lei
escrita, ao que corresponde a obrigação, no direito civil, de reparar a injustiça cometida
e, no direito penal, de se submeter à pena . É considerado imputável o sujeito posto na
obrigação de reparar os danos e de sofrer a pena (Ricoeur, 2006, p . 120) .

74 Ricoeur (2006, p . 120) .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 215


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

defesa de Ricoeur é a de que a pessoa imputável se torne uma também


pessoa responsável, ou seja, é o desenvolvimento de uma passagem do
plano jurídico para o plano moral, sem o abandono ou a negação de uma
por outra, o que ascenderá numa transferência75 da imputabilidade para
a responsabilidade . No entanto, essa responsabilidade passa a ser pro-
blemática quando a pessoa alarga suas condições de poderes, ampliará
também a capacidade de prejudicar o outro .
Por fim, percebe-se que a compreensão filosófica de Ricoeur,
com a pessoa capaz de responsabilidade, está justamente ligada e dia-
logando com o espaço da semântica, do jurídico, da moral e da ação
assim, a pessoa capaz de responsabilizar e responsabilizar-se deve e pode
ser refletida em múltiplas concepções, no entanto, a noção de pessoa
também está designada na defesa e na importância da singularidade .
Com essa mesma noção, de uma pessoa múltipla e ao mesmo tempo
tendo sua singularidade respeitada, não se pode perder de vista a alte-
ridade, portanto, não se pode abandonar o reconhecimento ao outro .
Nisso, concluímos que o si compreendido na sua singularidade e o outro
entendido na sua alteridade pelo intermédio das conversações filosó-
ficas, é possível garantir o respeito na complexidade da própria pessoa .

Considerações finais

Neste desenrolar, de uma filosofia da pessoa segundo Paul Ricoeur,


nossas argumentações passaram por questões como atitude-pessoa,
semântica e pragmática da linguagem e findamos com a noção de homem
capaz . Desse modo, a proposta de trabalho se constituiu com a noção de
pessoa capaz, corporificando assim a pretensão de uma filosofia da pessoa .

75 Essa transferência é facilitada pela adjacente de carga confiada . É por um


outro, cuja carga tenho, que sou responsável . Essa ampliação faz do vulnerável e do
frágil, enquanto entidade remetida aos cuidados do agente, o objeto último de sua
responsabilidade . Essa extensão ao outro vulnerável comporta, é verdade, dificuldades
próprias que dizem respeito ao alcance da responsabilidade quanto à vulnerabilidade
futura do homem e de seu ambiente: quanto mais se ampliam nossos poderes, mais
se amplia nossa capacidade de lesar, e maior é nossa responsabilidade pelos danos
(Ricoeur, 2006, p . 122) .

216 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

Para concluirmos, sem fechamento, mas com abertura, pontuaremos


algumas reflexões que ainda carecem de aprofundamento filosófico .
Primeira questão que merece uma discussão ainda mais alargada
é com relação ao método . Quando Ricoeur se propôs a investigar
a noção que ele mesmo denominou de homem capaz, a desenvolveu
numa perspectiva fenomenológica, considerando não apenas como
coisa que aparece, não é somente um homem que aparece, não é só um
sujeito que se demostra com diversas capacidades, mas, é também, um
homem com intencionalidades . Acerca desta questão nossa posição foi
a de substituir o termo homem pelo termo pessoa, pois, consideramos
pertinente, complexo e muito mais filosófico o termo pessoa .
Sobre o método a substituição se deu na escolha daquilo que
nomeamos como dialógica/hermenêutica, ou seja, envolvendo outras
concepções de cunho não-filosófico (semântica e pragmática da lin-
guagem, por exemplo), nossas formulações se mantiveram na posição de
dialogar e de interpretar . Portanto, nosso trabalho substituiu o aspecto
fenomenológico ricoeuriano pelo dialógico/hermenêutico ricoeuriano .
O segundo ponto que exige diálogo reflexivo é a pergunta: Por
que uma filosofia da pessoa e não uma antropologia filosófica? Ricoeur,
ao dizer em “morre o personalismo e volta a pessoa”, está dizendo
também que a preocupação neste momento deve direcionar-se exclusi-
vamente para a singularidade, num termo que ele mesmo prefere, indi-
vidualização, isto é, avaliando com cautela as condições possíveis de uni-
versalidade, porém, devemos voltar com máxima atenção ao particular .
Portanto, uma filosofia da pessoa diz respeito ao singular de um sujeito,
e ao que parece, essa é a preferência epistêmica de Ricoeur, diante de uma
concepção totalizante, como é o caso de uma antropologia filosófica .
Uma terceira e última questão, que vale retomada, é a ideia de
como Ricoeur, com sua hermenêutica, observa a noção de pessoa . O
filósofo francês não trata pessoa como conceito unificado, no sentido
de um todo coerente e bem planificado; não faz parte das considerações
ricoeurianas a ideia de um ser homogeneizado de igual natureza e de
mesma estrutura de consciência . Ao contrário disso, pessoa é aquilo que
declina ora sim, ora não, para a falibilidade, para a vulnerabilidade, está
sujeitado a enganar e a enganar-se, e em alguns casos encontra-se des-
cendendo ao mal . Por fim, a filosofia da pessoa da qual encontramos

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 217


ALUIZIO OLIVEIRA DE SOUZA | JOSÉ VANDERLEI CARNEIRO

em Ricoeur é uma filosofia de múltiplas dimensões que não busca uma


análise limítrofe, centralizada em uma única perspectiva, mas, em seu
trabalho reflexivo com a filosofia enxerta também a não-filosofia .

REFERÊNCIAS

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Bosi e Ivone Castilho Benedetti . São Paulo/Brasil: Martins Fontes,
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GADAMER, Hans-Georg . Hermenêutica em retrospectiva: A virada


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Disponível em: https://michaelis .uol .com .br/moderno-portugues/ .
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Tradução de Lara Cristina de Malimpensa . São Paulo/Brasil: Edições
Loyola, 2016 .

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218 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


PAUL RICŒUR: POR UMA FILOSOFIA DA PESSOA

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Tradução de Alcino Cartaxo e Maria José Sarabando . Lisboa/Portugal:
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de Janeiro/Brasil: Companhia Editora Forense, 1968 .

RICOEUR, Paul . Lectures 2: La contrée des philosophes . Paris/


França: Éditions du Seuil, 1992 .

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RICOEUR, Paul . O homem falível . Tradução de Hugo Barros e


Gonçalo Marcelo . Lisboa/Portugal: Edições-70, 2019 .

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Benedetti . São Paulo/Brasil: WMF Martins Fontes, 2014 .

RICOEUR, Paul . Percours de la reconnaissance – Trois éstudes .


Paris/França: Éditions Stock, 2004 .

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Campanério . São Paulo/Brasil: Edições Loyola, 2006 .

RICOEUR, Paul . Soi-même comme un autre . Paris/França: Éditions


du Seuil, 1990 .

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 219


SOBRE OS AUTORES

Aluizio Oliveira de Souza


Doutorando em Filosofia pelo PPGFIL da Universidade Federal do
Piauí – UFPI
Pesquisador e Membro do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul Ricoeur:
investigação de um pensamento em movimento – PPGFIL/UFPI
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-3925-3457

Claudia Aita Tiellet


Professora independente
Doutora em Ética e Meta-ética pelo PPGFIL da Universidade Federal
de Santa Maria – UFSM
Pesquisadora e Membro do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul
Ricoeur: investigação de um pensamento em movimento – PPGFIL/UFPI
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-1904-3997

Elton Moreira Quadros


Professor Adjunto da Universidade Estadual do Sudoeste da Bahia – UESB
Doutor em Memória: Linguagem e Sociedade pelo PPGFIL da Univer-
sidade Estadual do Sudoeste da Bahia – UESB
Vice-coordenador e Membro do GT Hermenêutica da ANPOF
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0003-2802-5990

Francisco Díez Fischer


Professor Titular Universidad Católica Argentina .
Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Téc-
nicas (CONICET) – Académia Nacinoal de Ciencias de Buenos Aires
Doutor em Filosofia pela Universidade de Buenos Aires
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-2633-0054
Jadilson Almeida Vilas Boas
Professor do Colégio da Polícia Militar Eraldo Tinoco – BA, BR
Mestre em Memória: Linguagem e Sociedade pela Universidade
Estadual do Sudoeste da Bahia – UESB
ORCID ID: https://orcid .org/0009-0008-9965-283X

José Vanderlei Carneiro


Professor de filosofia da Universidade Federal do Piauí – UFPI
Pós-Doutor em Filosofia pela Universidade do Vale do Rio dos Sinos –
UNISINOS
Coordenador do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul Ricoeur:
investigação de um pensamento em movimento - PPGFIL/UFPI
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-5786-9140

Ozeli Oliveira dos Santos


Mestra em Filosofia pela Universidade Federal do Piauí – UFPI
Membro e pesquisadora do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul
Ricoeur: investigação de um pensamento em movimento - PPGFIL/UFPI
ORCID:0000-0003-4671-9566

Paulo Gilberto Gubert


Professor de Filosofia da Universidade Católica de Pelotas – UCPel
Pós-Doutor pela Universidade do Vale do Rio dos Sinos: São Leopoldo,
RS, BR
Membro e pesquisador do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul
Ricoeur: investigação de um pensamento em movimento - PPGFIL/UFPI
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-6443-4479

Rita de Cássia Oliveira


Professora Associada da Universidade Federal do Maranhão – UFM
Pós-Doutoranda junto à Universidade Federal do Piauí – UFPI
Membro e pesquisadora do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul
Ricoeur: investigação de um pensamento em movimento - PPGFIL/UFPI
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0001-9322-3972

222 | FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR


Tomás Domingo Moratalla
Doutor em Filosofia na Universidade P . Comillas (1996) . Professor do
Departamento de Filosofia e Filosofia Moral e Política da Universidade
Nacional de Educação a Distância - UNED/ Espanha .
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-3237-9540

Vítor Hugo dos Reis Costa


Doutor em Filosofia pela Universidade Federal de Santa Maria – UFSM
Membro e pesquisador do Grupo Hermenêutica Filosófica em Paul
Ricoeur: investigação de um pensamento em movimento - PPGFIL/UFPI
Membro do Grupo de Pesquisa Subjetividade, Filosofia e Psicanálise da
Universidade Federal do Mato Grosso do Sul – UFMS
ORCID ID: https://orcid .org/0000-0002-0426-1983

FILOSOFIA DA PESSOA NO PENSAMENTO DE PAUL RICOEUR | 223


“Em Note sur la personne, artigo publicado em 1936, nosso
autor já afirmava que é a pessoa, e não o sujeito, quem é capaz de
viver a complexidade e a diversidade humanas. E no primeiro
estudo de Soi-même comme um autre, de 1990, é à pessoa – iden-
tificada no seio de uma gama de coisas particulares do mesmo
tipo - que se pode imputar atos, sendo possível restaurar a iden-
tidade pessoal como modo de subtração do anonimato e da
desumanização, marcando certa distância das filosofias do
cogito e reerguendo uma verdadeira filosofia da pessoa.”

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