Microficción, la orfebrería de la palabra
Con un ritmo de vida cada vez más ajetreado, más urgente, el consumo de cultura en dosis pequeñas tiene un auge imparable, con tuits y memes como algunos de los protagonistas. En esta era del menos es más, la microficción nos enseña que, con ingenio y los ingredientes adecuados, se puede destilar la historia hasta su núcleo, hasta la intensidad pura. Y, además, jugando.